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Concierto
La presentación se realiza en el auditorio Olav Roots, está lleno un poco más de la cuarta parte del
auditorio. Hay dos pianistas (Fabián Hernandez Vera y Luis Alfonso Morales) a los que dirige el
maestro Carlos. La vestimenta de todos es impecable y muy elegante.
La obra está dividida en 4 movimientos, los cuales han sido ejecutados al pie de la letra y
preservando enteramente la disposición del programa.
Ahora se da inicio al segundo movimiento, el cual está caracterizado a mi parecer por poseer una
melodía del tipo scherzo, pues posee un ambiente de fiesta, que es tocado relativamente rápido.
Esto concuerda con lo mencionado en el programa. Sucede algo particular en este punto y es que
puedo ver que el director pierde por un momento la continuidad que llevaba (por un leve lapsus
temporal), debido a que en una parte de la interpretación de uno de los pianistas, este se adelanta
con respecto a su par. Y el director interviene con un gesto un poco más fuerte para que el
pianista se retrase un poco y de tiempo de ponerse en sintonía con el otro pianista. Se menciona
en el programa que la intención en este movimiento es transportarnos a través de los salones de
Viena donde se interpretaban los valses de Strauss, lo cual concuerda con el ambiente festivo y de
baile generado durante el desarrollo de este movimiento.
En el tercer movimiento se calma todo de nuevo, se hace en una tonalidad menor y el director
vuelve a retomar la seguridad con la que inició. Se transcurre el movimiento con un tema oscuro al
estilo fúnebre o nocturno. Sin embargo se hace una ejecución de una canción folclórica, es decir,
esto resulta ser una especie de parodia de un tema asociado a la muerte. Pienso que en esta pieza
se reafirma mucho más el rol del director, pues su postura es mucho más erguida y transmite
mucha más seguridad. Se culmina este movimiento que una suave ejecución de los pianistas, casi
dando al espectador algo de sueño por la excesiva pasividad.
Creo que la obra fue un éxito, en particular hablando del control ejercido por el director y por la
manera en que los pianistas se desempeñaron. Aún con el leve traspié del segundo movimiento, el
director mostró firmeza y destreza para corregir, y eventualmente culminar de buena forma el
espectáculo. Quiero recalcar la importancia de los contrastes entre tonalidades manejado a lo
largo de la obra, pues fue bastante grato sentirse sorprendido entre movimientos.