Está en la página 1de 5

Cavilaciones sobre el Estado Social de Derecho

Por: Ana María silva

Cuando se aborda la temática del Estado Social de Derecho en


Colombia, se debe hacer desde una perspectiva crítica, analizando su
trayectoria histórica y los mecanismos legales que sirvieron de base para
introducirlo en otras legislaciones, lo cual permite definir una noción del
término que facilita entender la inclusión de este en el artículo primero de
la Constitución Política de Colombia y también establecer cuáles son los
derechos humanos fundamentales comprendidos dentro de esta figura, y
en tal sentido, se contemplará inicialmente una definición de Estado Social
de Derecho, para seguir cavilando sobre los temas propuestos.

En concordancia, el Estado Social de Derecho se podría entender como


el marco jurídico¬ político consagrado en la Constitución de 1991, con el
cual se pretendió que el Estado fuera más garantista, al cimentarse sobre
principios y valores, tales como la vida y la dignidad humana, donde
prevaleciera el interés general sobre el particular y se diera una protección
integral no solo a los miembros del conglomerado social, sino también a
las riquezas culturales y naturales, garantizando una efectiva participación
ciudadana.

Se puede decir entonces que Colombia tiene como cimientos, la


protección de los derechos fundamentales, el respeto a la dignidad
humana, el trabajo, la solidaridad y la prevalencia del interés general, tal
como se indica en el artículo inicial de la Carta Magna, siendo la dignidad
el resultado del reconocimiento mínimo de derechos y garantías y el
trabajo el medio idóneo para asegurar que los individuos conserven esa
dignidad en los diferentes ámbitos sociales de desarrollo, donde son
factores determinantes valores como la solidaridad, la cual se ve
representada como un compromiso de orden social, que de cierta manera
obliga sin hacer uso de medios coercitivos arbitrarios a las personas con
más recursos económicos a contribuir para ayudar a los menos
favorecidos, girando cada uno de estos conceptos en torno a lo que
conocemos como Interés público, lo que implica que siempre lo social
prevalecerá sobre lo individual, asegurando de esta forma una armonía a
nivel colectivo.

Pero, el Estado social de derecho tiene tres dimensiones


imprescindibles, y al no lograrse un balance entre estas, los fines
constitucionales no se configuran, pues según lo indica la Corte
Constitucional, es necesario un equilibrio entre la vinculación social del
Estado, lo que responsabiliza al poder público a velar en todo momento
por la distribución equitativa de los bienes y la prestación efectiva de
servicios públicos, siendo necesario también, que el Estado tenga la
obligación de interpretar los derechos fundamentales apropiadamente y
propender en todo momento para que no sean vulnerados o transgredidos,
y, finalmente es menester que el Estado articule la sociedad para que se
rija bajo principios democráticos, todo ello para conservar ecuanimidad en
los temas que atañen al interés social.

¿Y de dónde surge la figura del Estado Social de Derecho? se


comprende como modelo constitucional desde que algunos regímenes
democráticos occidentales lo concibieron en razón de un ideal propuesto,
ya que veían la necesidad de cambiar las nociones de poder absoluto, es
decir, buscaban que los países fueran connaturalmente libres, ya que
estaban oprimidos por sistemas absolutistas, que tenían un marco
normativo rector que evidentemente no propendía a otorgar a los
ciudadanos derechos fundamentales en pro de la igualdad, la participación
y la justicia social.

Es claro entonces que, en los distintos escenarios políticos de algunos


países latinoamericanos, al percibirse que las problemáticas como la
discriminación y la exclusión social se agudizaban, dieron paso a
movimientos que tuvieran como objeto instaurar la igualdad, la
participación ciudadana y la justicia, lográndose que la figura de Estado
Social se institucionalizará, para finalmente llegar a lo que hoy se conoce
como Estado Social de Derecho.

Por otra parte, en nuestro país, sabemos que lo que conocemos como
Estado Social de Derecho, es el resultado de una evolución histórica de
términos como Estado de Derecho y Estado Social, que a pesar de tener
un carácter incluyente, y estar basados en principios teóricamente
análogos, han debido vincularse bajo un solo concepto: y es lo que hoy
conocemos como Estado Social de Derecho, término al que se le atribuye
que el Estado colombiano lograra que el régimen democrático y la
implantación de un orden económico tuvieran un punto de convergencia,
con el fin de implantar un sistema de seguridad social, que brindara
prestaciones sociales y otros beneficios a los estratos sociales más
vulnerables, todo encaminado a dar solución a algunas problemáticas del
país.

Esas modificaciones introducidas en la Constitución del 91, incluyeron


concepciones pluralistas, participativas y democráticas, que trajeron
consigo grandes cambios a nivel político y social, los cuales estuvieron
fundados en el surgimiento de la institución del Estado Social de Derecho,
figura que en virtud de las características que encierra, exige una serie de
requerimientos para su implementación, dentro de las cuales se destacan:
la aparición de nuevos órganos estatales con funciones autónomas, y
como ejemplo de ello, está la independización del Poder Judicial de los
otros Poderes, y por otra parte, se exigen mecanismos democráticos aptos
para la elección de cargos públicos.

Asimismo, es clave para el desarrollo real de un Estado Social de


Derecho que el poder no se individualice, sino por el contrario se
institucionalice, y, además, que las normas jurídicas que sean expedidas,
tiendan a la integración del Estado con la sociedad, para otorgarle a esta
ultima la posibilidad de participar activamente en los asuntos estatales.

Bajo esta óptica, la Constitución Política de 1991, como norma de


normas, exige a cada una de las ramas del poder público interpretar y
aplicar debidamente el artículo primero que implantó el Estado Social de
Derecho, y esto es viable, si se promueve el respeto por los derechos
fundamentales como la vida, la libertad, la educación, la residencia y
movimiento, la vivienda, la asociación, el libre desarrollo de la
personalidad, entre otros que son inalienables a los seres humanos y
garantizan su desarrollo en sociedad.

En esa medida, es posible que el Estado, que está representado por


gobernantes elegidos por el pueblo, logre una integración Estado-
Sociedad, si dichos gobernantes asumen sus cargos con probidad y
ejercen el poder bajo el marco legal establecido, poniendo en práctica la
justicia, la igualdad, y la participación, a sabiendas que el derecho de los
ciudadanos es el límite que debe ser respetado y tutelado por ellos.

También podría gustarte