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A C U E R D O

En la ciudad de La Plata, a 19 de febrero de

2015, habiéndose establecido, de conformidad con lo

dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el

siguiente orden de votación: doctores de Lázzari, Hitters,

Pettigiani, Negri, se reúnen los señores jueces de la

Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para

pronunciar sentencia definitiva en la causa A. 71.798,

"Kiles, Raul Ernesto contra Instituto de Previsión Social.

Pretensión de restablecimiento o reconocimiento de

derechos. Recurso extraordinario de inaplicabilidad de

ley".

A N T E C E D E N T E S

La Cámara de Apelación en lo Contencioso

Administrativo con asiento en Mar del Plata rechazó el

recurso de apelación interpuesto por la parte actora

confirmando la sentencia de primera instancia que desestimó

la demanda promovida por el señor Raúl Ernesto Kiles contra

el Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos

Aires –I.P.S.- con el objeto de obtener el reconocimiento

al cobro mensual y vitalicio del beneficio de Pensión

Social Islas Malvinas, establecido en el art. 1 de la ley

12.006 y modificatorias, con más los intereses,

actualización monetaria y costas (fs. 154/161).


Disconforme con ese pronunciamiento el accionante
interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley

(fs. 164/168), el que fue concedido por la Cámara

interviniente a fs. 195.

Dictada la providencia de autos para resolver

(fs. 200), agregado el memorial de la parte demandada (fs.

202/212) y encontrándose la causa en estado de pronunciar

sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la

siguiente

C U E S T I Ó N

¿Es fundado el recurso extraordinario de

inaplicabilidad de ley interpuesto?

V O T A C I Ó N

A la cuestión planteada, el señor Juez doctor de

Lázzari dijo:

I. La Cámara de Apelación en lo Contencioso

Administrativo con asiento en Mar del Plata rechazó el

recurso de apelación interpuesto por la parte actora y

confirmó la sentencia de grado que desestimó la demanda.

En lo que al recurso extraordinario interesa,

señaló que el accionante, en idéntico lineamiento que en la

instancia inicial, controvirtió la constitucionalidad del

art. 2° inc. b) de la ley 13.324, en cuanto establece como

recaudo de acceso a la pensión social "... tener domicilio

en la Provincia de Buenos Aires al momento de la sanción de


la presente ley".
Puntualizó que el referido precepto, que

sustentara la resolución 11.321-509 del I.P.S. de fecha 17-

IX-2007 que denegó al señor Kiles -en su carácter de ex

Suboficial de la Fuerzas Armadas y de Seguridad- el

beneficio de Pensión Social Islas Malvinas en razón de "no

poseer domicilio real en la Provincia de Buenos Aires al

momento de la sanción de la ley 13.324 [el 21-X-2004], a

criterio del recurrente, conculca los principios

constitucionales de igualdad y de razonabilidad (arts. 16 y

28 Cons. Nac. y 11 const. Pcial.), desde que el mandato

adoptado, al ampliar el espectro de beneficiarios a los

soldados profesionales establece una distinción

discriminatoria e irrazonable respecto de los combatientes

civiles y conscriptos cuya tutela expresamente reconoce el

art. 39 de la Carta Magna local".

Entendió que la norma impugnada no quebranta o

transgrede los derechos constitucionales que el apelante

sindica menoscabados en el caso.

1. Consideró que el recaudo incorporado por la

ley 13.324 no ha excedido el límite de lo razonable (arg.

art. 28, Const. nacional), entrañando con ello un trato

discriminatorio o lesivo de la garantía constitucional de

igualdad.

Expresó que el referido principio constitucional


ampara a las personas frente a toda discriminación o
arbitrario distingo y manda reconocer idénticos derechos a

todos los habitantes que se hallan en situaciones idénticas

o sustancialmente equiparables e impide establecer

categorías que excluyan a unos de lo que se concede a otros

en idénticas circunstancias, inspiradas en fines de

ilegítima persecución o de indebido privilegio de personas

o grupos de personas.

Refirió que el mentado beneficio -Pensión

Honorífica de la Provincia de Buenos Aires en

reconocimiento de los ex combatientes del Conflicto Bélico

de las Islas Malvinas- fue originalmente instaurado por la

ley 12.006 respecto de los soldados conscriptos ex

combatientes de las Fuerzas Armadas y de Seguridad que

hubieran participado en las acciones bélicas desarrolladas

entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 en el teatro

de operaciones de Malvinas [T.O.M.] y aquéllos que hubieran

entrado efectivamente en combate en el teatro de

operaciones del Atlántico sur [T.O.A.S.] y de los civiles

que hubieran cumplido funciones en los citados ámbitos,

siendo entonces condición para su otorgamiento -en lo que

concierne para resolver la cuestión bajo análisis- "...

acreditar domicilio real en la Provincia de Buenos Aires

con anterioridad al 2-IV-1982".

Puntualizó que, con posterioridad al


reconocimiento del beneficio se sanciona [con fecha 21-X-
2004] la ley 13.324, por conducto de la cual -modificándose

tanto el alcance de la ley 12.006 como las condiciones de

acceso a la pensión- se extendió la gracia honorífica a los

Oficiales y Suboficiales de las Fuerzas Armadas y de

Seguridad que se encontraran en situación de retiro o baja

voluntaria.

Destacó que la citada reforma, además de exigir

como recaudo de acceso a la pensión "... acreditar

domicilio real en la Provincia de Buenos Aires con

anterioridad al 2-IV-1982" incorporó como nuevo requisito

"... tener domicilio en la Provincia de Buenos Aires al

momento de la sanción de la presente ley" [art. 2 inc. b),

ley 12.006 -texto según ley 13.324-].

Advirtió que no se vislumbra en la especie la

discriminación que se denuncia. Por el contrario, ponderó

que el norte que guió al legislador al ampliar el espectro

de beneficiarios a los soldados profesionales ex

combatientes fue el de poner fin a "... discriminaciones

injustas y divisiones estériles...", respecto de aquéllos

que, habiendo también combatido por las islas, lo hubieran

hecho como civiles o conscriptos.

Explicó que la ampliación del universo de

beneficiarios -de la que pretende valerse el accionante-

vino acompañada de un específico recaudo de viabilidad


aplicable a todos y cada uno de los nuevos favorecidos, por
lo que mal puede predicarse un tratamiento desigual cuando,

por el contrario, el condicionante cuestionado se

estableció en el mismo momento en el que el legislador

ensanchó la parcela de beneficiarios.

Así, la comparación con los recaudos de

procedencia que para otros beneficiarios establecía la

anterior normativa -según enarbola el apelante- dista de

resultar un razonamiento predicable a la hora de evaluar la

afectación del derecho constitucional a la igualdad, por

cuanto el actor no poseía el estatus jurídico que lo

habilitaba a acceder a la pensión bajo la legislación

anterior a la ley 13.324.

Consideró que aunque resulte cierto que el art.

36 inc. 10° de la Constitución provincial expresamente

reconoce los derechos sociales de los veteranos de guerra,

no lo es menos que escapa a la competencia del Poder

Judicial el contralor del modo cómo el Poder Legislativo

ejercita las atribuciones que la Constitución le ha

otorgado para fijar las políticas orientadas a la

asistencia y protección de los ex combatientes, máxime

cuando -en la especie- la fijación del recaudo de domicilio

al momento de la sanción de la ley 13.324 dista de importar

un precepto legal que pudiera encuadrarse en la categoría

-siguiendo la terminología de la Corte federal- de normas


irrazonables o inspiradas en fines de ilegítima
persecución, privilegio o inferioridad personal.

Entendió que la cobertura de la pensión

honorífica se lleva a cabo con fondos del erario

provincial, por lo que bien puede el legislador bonaerense

-sin violentar la Constitución nacional- circunscribir su

otorgamiento respecto de aquéllos instituidos beneficiarios

que presenten un vínculo de pertenencia con la Provincia de

Buenos Aires al momento en que se les habilita la

posibilidad de peticionar la merced graciable. Y ello no es

más que una consecuencia directa de promover el bienestar

general de los hombres que habitan su suelo (conf. Const.

Prov., Preámbulo).

Por último, consideró que la imposibilidad que el

señor Kiles denuncia de peticionar similar pensión a la

denegada por el IPS bonaerense en la Provincia de La Pampa

no conmueve el resultado del examen de constitucionalidad

supra practicado respecto del art. 2 inc. b) de la ley

13.324. Ello, porque tanto la decisión de reconocer un

beneficio honorífico como la de reglar los recaudos que

para su otorgamiento pudieran imponer las legislaturas de

las restantes jurisdicciones provinciales -en el caso la

ley 2132 de la Provincia de La Pampa-, carecen de toda

entidad para comprometer la actividad de la legislatura

provincial. Por el contrario, el juicio de


constitucionalidad de la ley local lo será -en su caso-
contraponiéndola con los textos constitucionales (federal y

local), más nunca atendiendo a leyes de extraña

jurisdicción provincial.

II. Mediante el recurso extraordinario de

inaplicabilidad de ley interpuesto a fs. 164/188 el

accionante denuncia la violación de los arts. 11 y 36 inc.

10 de la Constitución provincial y 16 y 28 de la

Constitución nacional.

1. Luego de reseñar los antecedentes del caso,

fundamenta el recurso (v. fs. 175/188) agraviándose de la

decisión de la Cámara en cuanto entendió que no existe

violación alguna de las garantías de igualdad y

razonabilidad en el art. 2 inc. b de la ley 13.324, ya que

-según el aludido tribunal- se trataría de un requisito

establecido para una categoría específica (oficiales y sub

oficiales) distinta a la de conscriptos y civiles, quienes

tenían derecho al beneficio con anterioridad al dictado de

dicha norma sin necesidad de contar con el mencionado

requisito del domicilio en la Provincia de Buenos Aires al

tiempo de dictada la ley.

Cuestiona que la alzada no considera que en ambos

casos (conscriptos y civiles por un lado y oficiales y sub

oficiales por el otro) se trata de ex combatientes de

Malvinas. Aduce que ese es el común y determinante


denominador que nuclea a todas estas personas y esa
cualidad, "es el punto neurálgico en torno al cual giraron

las pretensiones ..., durante todo el curso de autos".

Se agravia porque el a quo no analiza esa

circunstancia y, por el contrario, encuentra razonable y

lógico el tratamiento diferenciado.

Explica que no es motivo de discusión el carácter

de oficial del accionante y que, por ende, su situación fue

contemplada recién con el dictado de la ley 13.324. Destaca

que el punto central de este planteo es que si en los

propios términos de la norma mencionada se buscó con la

misma "poner fin a discriminaciones injustas y divisiones

estériles... ¿cómo pudo válidamente conjugarse dicha

manifestación con el nuevo requisito del art. 2 inc. b) de

la ley 13.324?".

Arguye que de esta manera se crea un segundo tipo

o segunda clase de combatientes de las Islas Malvinas,

porque al exigirles a los oficiales y suboficiales un

recaudo que no se requiere a los conscriptos y civiles, se

infiere claramente que la ley 13.324 (a la luz del

requisito del art. 2 inc. b) los considera como héroes de

menor categoría o menor valor que los conscriptos y

civiles. Ello es un despropósito que seguramente no estuvo

en la intención del legislador producir.

Resalta que en ninguna parte de la ley 13.324 se


hace mención o se explican los motivos de tan evidente,
desigual e injusto trato; por el contrario, conforme

expresamente admite el doctor Riccitelli en su voto, la ley

buscó especialmente "poner fin a discriminaciones injustas

y divisiones estériles". Agrega que no sólo es el derecho a

la igualdad y a la razonabilidad lo que se afecta con dicho

requisito, sino que el propio espíritu de la ley se ve

violado con tamaña imposición. Aduce que la alzada, en un

razonamiento por demás caprichoso y ajeno al sentido común,

utiliza la misma premisa para fundar una división injusta y

ajena al espíritu de la ley.

Luego remarca que en el fallo recurrido no se

analizó ni se indagó si existía algún tipo de fundamento

razonable y valedero para efectuar esa distinción entre

conscriptos y civiles y los oficiales y suboficiales.

Por último, concluye que la distinción efectuada

entre los conscriptos y civiles y los oficiales y

suboficiales conforme lo establece el art. 2 inc. b de la

ley 13.324, viola expresamente el principio de igualdad y

los derechos de la seguridad social previstos en los

artículos de la Constitución nacional y tratados

internacionales con jerarquía constitucional, conforme lo

establece expresamente la jurisprudencia tanto de la

casación bonaerense, como la de la Corte Suprema de

Justicia de la Nación y la Corte de Justicia Internacional.


2. En otro orden, solicita se rechace la
excepción de prescripción de los haberes adeudados con

anterioridad a un año de iniciadas las actuaciones

administrativas, formulada por la demandada en su escrito

de contestación de demanda. Solicita se declare la

inconstitucionalidad del art. 62, párrafo segundo, del

decreto ley 9650/1980 y que se aplique el plazo de

prescripción decenal establecido en el art. 4023 del Código

Civil (punto IV, a fs. 186/188).

III. Adelanto que el recurso debe prosperar pues

considero fundados los agravios del recurrente.

1. Conforme los antecedentes reseñados, la

solución de esta contienda exige determinar la legitimidad

o no de la resolución del I.P.S., en cuanto ha denegado el

Beneficio de Pensión Social Islas Malvinas solicitado por

el accionante en su carácter de Oficial de las Fuerzas

Armadas y de Seguridad, considerando que a la fecha de la

sanción de la ley 13.324 (el 21-X-2004) el peticionante no

poseía domicilio en la provincia de Buenos Aires, conforme

lo establece el art. 2 inc. b de la citada ley.

Dado que el accionante solicitó la nulidad del

acto impugnado alegando la inconstitucionalidad de la

mencionada norma, la primera cuestión a decidir estriba en

dilucidar si el art. 2° inc. b) de la ley 13.324

(modificatoria de la ley 12.006), disposición en la que se


funda la decisión del Instituto de Previsión Social de la
Provincia de Buenos Aires para denegarle al accionante el

beneficio previsional solicitado, es o no contraria a la

Constitución (conf. arts. 57 de la Const. provincial y 3 de

la ley 12.008 -texto según ley 13.101-).

Sentado ello, adelanto que -en mi opinión- el

fallo impugnado ha vulnerado los arts. 11 y 57 de la

Constitución provincial y 16 y 28 de la Constitución

nacional, al entender que no existe violación de los

principios de igualdad y razonabilidad en lo normado por el

art. 2 inc. b de la ley 13.324, disposición que la alzada

consideró aplicable a la situación del accionante,

confirmando la sentencia de grado que rechazó la demanda.

2. Brevemente he de reseñar la evolución

legislativa de la norma que rige la cuestión planteada en

autos.

a. La ley 12.006 (B.O., 8-X-1997) creó el

beneficio denominado "Pensión Honorífica de la Provincia de

Buenos Aires en reconocimiento de los ex combatientes del

Conflicto Bélico de las Islas Malvinas", con carácter

mensual y vitalicio, para los ciudadanos de la Provincia de

Buenos Aires que hubiesen participado en la guerra de

Malvinas como conscriptos ex combatientes y para civiles

que cumplieron funciones en la misma.

A fin de obtener el beneficio establecido, la ley


12.006 exigía además de acreditar haber participado en las
acciones bélicas, tener asimismo "domicilio real en la

Provincia de Buenos Aires, con anterioridad al 2 de abril

de 1.982, de acuerdo a lo establecido en el art. 1° de la

ley provincial 10.428".

b. Con posterioridad se promulga la ley 13.324

(B.O., 10-V-2005), modificatoria de la ley 12.006, que hizo

extensivo el beneficio previsional referido a los Oficiales

y Suboficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

En los fundamentos de la referida ley se expresa

"sin dudas, la norma [refiriéndose a la ley 12.006] fue un

justo reconocimiento a muchos jóvenes bonaerenses que

ofrecieron sus vidas a la Nación, más allá de las

circunstancias políticas de la época y sufrieran las

gravísimas consecuencias del enfrentamiento, padeciendo el

horror de la muerte o el daño irreparable en su salud

física o psíquica. Pero, como sucedió en el orden nacional,

la mencionada ley no incluyó en dicho reconocimiento a

aquellas personas que combatieron en calidad de soldado

profesional y luego -muchos de ellos desilusionados por el

resultado del conflicto- decidieron abandonar la carrera

militar ... En el año 1997 la Nación subsanó tal situación

mediante la sanción de la ley 24.892, que extendió el

beneficio de la pensión social a los oficiales y

suboficiales de las Fuerzas Armadas y de seguridad, en


similares condiciones a las aquí planteadas".
La norma incluye a los Oficiales y Suboficiales a

fin de posibilitarles la obtención del beneficio de pensión

social, pero sustituye la redacción del art. 2° de su

antecesora ley 12.006 y anexa un nuevo requisito, a

acreditar por el ex participante del conflicto bélico que

pretenda recibir el beneficio.

De modo tal que, los ex conscriptos, civiles,

oficiales y suboficiales requirentes de la referida pensión

social, además de acreditar "tener domicilio real en la

Provincia con anterioridad al 2 de abril de 1982", deberán

"tener domicilio en la Provincia de Buenos Aires al momento

de la sanción de la presente ley" (conf. art. 2, incs. "a"

y "b", respectivamente, ley 12.006, texto según ley

13.324).

3. El recurrente -quien ocupó el cargo de

Suboficial de las Fuerzas Armadas y de Seguridad- se queja

porque entiende que ha sido discriminado. Es claro que se

halla en juego la inteligencia del principio consagrado en

el art. 16 de la Constitución de la Nación y el derecho que

de tal precepto se deduce, en cuanto determina que "...

todos los habitantes… son iguales ante la ley", cuyo

correlato local es el art. 11 de la Constitución de la

Provincia, que también garantiza la igualdad ante la ley y

el goce de los derechos y garantías que establece la


Constitución nacional, los que emanan en su consecuencia a
través de los tratados celebrados por la Nación y los que

expresan en el ordenamiento constitucional provincial, a

todos los habitantes de la Provincia. En adición, y en lo

pertinente, concurre a la solución de la controversia de

autos la consideración y extensión aplicativa del sistema

normativo concerniente a la protección internacional de los

derechos humanos (arts. 75 inc. 22, Const. nac. y 11,

Const. prov.: Declaración Americana de los Derechos y

Deberes del Hombre, cap. 1, arts. 2 y 14; Convención

Americana sobre Derechos Humanos, arts. 1.1., 23 inc. "c" y

24; Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,

art. 26; Pacto Internacional de Derechos Económicos,

Sociales y Culturales, art. 2.2.).

El concepto básico de la igualdad civil consiste

en eliminar discriminaciones arbitrarias entre las

personas. La igualdad importa un grado suficiente de

razonabilidad y de justicia en el trato que se depara a los

hombres (Bidart Campos, J.G., "Manual de la Constitución

Reformada", pág. 529).

La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha

dicho que el art. 16 de la Constitución nacional no postula

una rígida igualdad, sino que entrega a la discreción y

sabiduría del Poder Legislativo una amplia latitud para

ordenar y agrupar, distinguiendo y clasificando los objetos


de la legislación, siempre que las distinciones o
clasificaciones se basen en diferencias razonables y no en

propósitos de hostilidad contra determinadas clases de

personas (Fallos 238:60; Sagüés, Néstor, "Elementos de

Derecho Constitucional", tomo 2, pág. 435).

Tal como se ha resuelto de modo reiterado por

este Tribunal, el principio de igualdad que consagran las

Constituciones nacional y de la Provincia de Buenos Aires

-en sus arts. 16 y 11, respectivamente- importa el derecho

a que no se establezcan excepciones o privilegios que

excluyan a unos de lo que se concede a otros en igualdad de

circunstancias (causas I. 1248, "Sancho", "Acuerdos y

Sentencias", 1990-II-180; I. 1440 "Boese", "Acuerdos y

Sentencias", 1995-II-270; I. 2022, "Bárcena", "D.J.B.A.",

159:211; B. 62.142, "Catalfamo", sent. del 31-VIII-2005; B.

66.569, "Esteinberg", sent. del 14-VIII-2013, entre otros).

Recuerdo que también esta Suprema Corte ha

destacado que "lo trascendente en cada caso suscitado por

vicio de desigualdad es no sólo comprobar la existencia de

un trato distinto, pues si bien ello es necesario no es

suficiente para concluir que el principio se ha vulnerado,

sino también cuál ha sido el criterio y el propósito

seguidos por el legislador para efectuar la distinción de

situaciones y de trato. Es lo que Juan Francisco Linares

llamó razonabilidad de la selección ... Si los hechos son


iguales y pese a ellos se les imputa una distinta
prestación, habrá irrazonabilidad en la selección". Lo

mismo ocurriría si en determinadas circunstancias a hechos

sustancialmente distintos se les imputa idéntica

prestación.

Así, una distinción legal podrá ser invalidada

por discriminatoria si "carece de justificación objetiva y

razonable", esto es, si no tiende a realizar un "fin

legítimo" o no evidencia una "relación razonable de

proporcionalidad entre los medios empleados y el fin

perseguido", por tanto lleva consigo algo más que la mera

existencia de clasificaciones, distinciones o categorías;

es menester que el criterio de selección o la distinción en

sí misma plasmados en la norma, no tengan justificación

valedera (conf. causa B. 65.948, "Gerez", sent. del 19-XII-

2007).

Sentado ello, he de ponderar de modo

circunstanciado la validez de la norma cuestionada, vale

decir, con el foco puesto sobre la situación subjetiva de

quien ocurre aquí en procura de satisfacción jurídica y la

justificación que en su caso tiene la exclusión que

experimenta.

Para ello, es preciso considerar los datos que

tipifican la situación personal del señor Kiles. Se trata

de un Suboficial, ex combatiente de Malvinas que nació en


la Provincia de Buenos Aires; residió en la misma al
momento del conflicto bélico; contrajo matrimonio y tuvo

sus hijas dentro del suelo bonaerense, lugar donde éstas

cursan sus estudios y residen en una vivienda que es

propiedad del accionante.

A tales consideraciones agrego que el actor

también se encuentra impedido de reclamar la pensión

honorífica que pretende en el lugar en que se domiciliaba

al momento de la sanción de la ley 13.324, puesto que la

Provincia de La Pampa -lugar de su residencia actual-

requiere, para el otorgamiento de similar beneficio, que el

peticionante sea ciudadano nativo o residente en esa

Provincia al momento del conflicto (conf. art. 1°, ley

2123), cualidades que el señor Kiles no tenía conforme lo

que antes señalé.

Entiendo que, ante las particulares

circunstancias del caso, la decisión de la Cámara avala una

discriminación entre los ex participantes del conflicto

bélico de Malvinas, igualados bajo el común denominador de

tener, con anterioridad al mismo, domicilio real en la

Provincia de Buenos Aires.

Ello así, sin que se advierta una causa objetiva

y razonable que sustente el tratamiento desigual impuesto

por el legislador en el citado art. 2 inc. b de la ley

12.006, texto según ley 13.324.


Es que, considero que el recaudo que impone la
ley 13.324 de exigir el domicilio en la Provincia de Buenos

al momento de la sanción de esa ley, excluyendo del goce

del beneficio a quién no cumple con este requisito y nació

y residió en territorio bonaerense en el momento en que se

produjo el conflicto bélico, se torna irrazonable por no

guardar relación con el fin que la propia ley intenta

proteger.

En efecto, la norma extendió el beneficio

previsional a los Oficiales y Suboficiales de las Fuerzas

Armadas y de Seguridad pretendiendo reparar la falta de

inclusión, en la originaria ley 12.006 que creó la pensión,

de las personas que combatieron en calidad de soldado

profesional y luego -muchos de ellos desilusionados por el

resultado del conflicto- decidieron abandonar la carrera

militar; cerrando así discriminaciones injustas y

divisiones estériles (conf. exposición de motivos de la ley

13.324 citada).

Considero que deviene irrazonable pretender

incluir, por un lado, a los ex participantes del conflicto,

injustamente apartados del beneficio [soldados

profesionales], igualándolos en el derecho de gozar de la

pensión ya otorgada a los soldados conscriptos y civiles

que participaron en el conflicto bélico agregando un

requisito inexistente para estos últimos, trasuntando ello


la ilógica consecuencia de excluir finalmente a quienes,
justamente, se pretende incluir en el beneficio

previsional.

Por todo lo expuesto, concluyo que el requisito

incorporado en el art. 2 inc. b de la ley 12.006, texto

según ley 13.324, se torna inconstitucional a la luz de los

arts. 16 de la Constitución nacional y 11 de la

Constitución de la provincia correlacionado con el art. 75

inc. 22 de la Constitución nacional, máxime cuando los

derechos que se debaten en la especie, cuentan en nuestra

Carta local, con especial protección en los términos de los

arts. 39 inc. 3 y 36 inc. 10.

En mi parecer las apuntadas razones son

suficientes para hacer lugar al recurso extraordinario de

inaplicabilidad de ley y, por tanto, revocar el decisorio

impugnado en lo que ha sido materia del recurso traído

(art. 289, C.P.C.C.).

IV. Si la propuesta antecedente es compartida,

corresponde al Tribunal componer positivamente la contienda

(art. 289 inc. 2°, C.P.C.C.).

Cabe señalar que en tal análisis no debe perderse

de vista el postulado procesal denominado "adhesión a la

apelación" que impone, en la resolución del recurso

extraordinario de inaplicabilidad de ley, tener en cuenta

lo alegado por la contraparte, ausente en su tramitación


porque la sentencia le fue favorable (conf. mi voto en C.
101.112, sent. de 14-IX-2011; C. 102.197, sent. de 8-VIII-

2012 y C. 108.940, sent. de 16-VII-2014, entre otros). En

consecuencia, corresponde atender los argumentos ensayados

por la Fiscalía de Estado respecto al planteo de

prescripción de los haberes devengados y el pedido de

actualización monetaria formulado por el accionante, en el

marco del juicio pleno asumido en ejercicio de la

competencia positiva que asiste a este Tribunal (art. 289,

C.P.C.C.).

1. a) La demandada en su escrito de contestación

de demanda plantea la prescripción de los haberes

devengados hasta un año antes del pedido formulado por el

señor Kiles en sede administrativa señalando como tal el

día 29-III-2007 (ver punto VII. 2, a fs. 83/84), cuando en

realidad ocurrió el día 9-III-2007 -según constancias

obrantes a fs. 2/4 del exped. judicial y 7/8 de las copias

de las actuaciones administrativas (exped. 21557-065963.07-

000).

Advierto que del aludido planteo no se corrió

inmediatamente traslado a la parte actora y que ésta en el

punto IV de su escrito de apelación solicitó el rechazo de

ese pedido, solicitando la inconstitucionalidad del art. 62

del decreto ley 9650/1980. La Cámara, a su turno, se relevó

del tratamiento del agravio referido, considerando que éste


sólo hubiera quedado habilitado de haber prosperado el
reclamo efectuado por el actor ante la jurisdicción (ver

considerando II.3, a fs. 160 vta.).

En primer lugar, resulta indispensable recordar

que esta Corte ha expresado reiteradamente que los

argumentos del recurso de inaplicabilidad de ley

relacionados con cuestiones procesales anteriores al fallo,

resultan ajenos a este remedio extraordinario desde que su

objeto es la sentencia y no el procedimiento antecedente

(art. 278 del C.P.C.C.; conf. C. 100.609, sent. del 13-IV-

2011; C. 103.993, sent. del 27-IV-2011 y C. 97.825, sent.

del 2-VII-2014, entre otras). Por ello, no es de recibo la

objeción de extemporaneidad del responde del accionante

formulada por la demandada en su memorial (punto 3, a fs.

211/212).

b) Sentado ello, corresponde abordar el planteo

de prescripción de los haberes devengados formulado por la

Fiscalía de Estado, hasta un año antes del pedido efectuado

por el peticionante en sede administrativa (conf. art. 62

párrafo segundo del decreto ley 9650/1980 -t.o. 1994-).

La parte actora en su escrito recursivo reitera

la solicitud expresada con anterioridad, en la apelación,

de que se rechace la excepción de prescripción formulada

por la demandada y con ese objeto plantea la

inconstitucionalidad del art. 62 del decreto ley 9650/1980.


Aduce que la referida norma colisiona con el art.
75 inc. 12 de la Constitución nacional considerando que la

fijación de los plazos de prescripción de las distintas

acciones, constituye una facultad de derecho común,

expresamente reservada al legislador nacional.

En sustento de su petición invoca un fallo del

Juzgado Contencioso Administrativo de Bahía Blanca y el

precedente C. 81.253, sent. del 30-V-2007, en los cuales se

hizo aplicación de la doctrina de la Corte Suprema de

Justicia de la Nación in re "Filcrosa", estableciendo

-según aduce el recurrente- que la normativa provincial en

materia de prescripción debe ceder frente a la nacional.

Destaca que al no existir una norma específica

que regule el plazo de prescripción de los haberes públicos

deberá tomarse el decenal previsto en el art. 4023 del

Código Civil. Por lo que, al haber iniciado las actuaciones

administrativas en marzo de 2007, deberá condenarse el pago

de los haberes desde la fecha de vigencia de la ley 13.324,

ocurrido en el año 2004. También invoca la causa de esta

Suprema Corte B. 61.121, sent. del 21-V-2003.

c. Por su parte, la Fiscalía de Estado al

contestar agravios a fs. 147/147 vta. sostuvo que el plazo

de prescripción de los hipotéticos haberes adeudados

requerido por la parte actora no debe ser tenido en cuenta,

toda vez que ésta, inadecuadamente, considera aplicable la


prescripción decenal establecida en el art. 4023 del Código
Civil.

d. El planteo actoral no es de recibo. Este

Tribunal ha señalado que la Provincia de Buenos Aires tiene

atribución para reglar lo atinente a la prescripción en

materia previsional, por cuanto ello pertenece al poder

reservado y no delegado al Estado nacional, que garantiza

la Constitución (conf. arts. 121 y 122, Const. nac.; 1,

Constitución provincial). Por ende esa potestad no conspira

contra la supremacía que el art. 31 de la Constitución

confiere a las leyes de la Nación, ni vulnera los

principios y garantías que esta última y la provincial

establecen (doct. causa B. 62.014, "Traverso", sent. de 2-

II-2005).

También ha dicho que los plazos generales de

prescripción del Código Civil deben reputarse derogados, en

materia previsional, por los más breves establecidos en las

leyes especiales posteriores, no advirtiéndose más que el

ejercicio regular por parte del legislador local, de las

atribuciones emanadas de los arts. 121 y 122 de la

Constitución nacional y 1° de la provincial, no surgiendo

conflicto alguno de orden constitucional con ese tópico

(doctrina causas I. 2109 y B. 62.014, antes citadas).

Por lo expuesto, juzgo que no resulta

inconstitucional el art. 62 del decreto ley 9650/1980 -t.o.


1994- que establece un plazo de prescripción distinto al
dispuesto por la normativa civil.

Por otra parte opino que los precedentes de la

Corte Suprema de Justicia de la Nación in re "Filcrosa" y

de este Tribunal en la causa C. 81.253, "Fisco de la

Provincia de Buenos Aires. Incidente de revisión en autos:

‘Cooperativa Provisión Almaceneros Minoristas de Punta Alta

Limitada´", sent. del 30-V-2007, resultan inaplicables al

presente caso ya que, a diferencia de aquéllos, en el sub

lite no se discuten obligaciones de naturaleza tributaria

que pudieran haber enfrentado por opuestos a los plazos de

prescripción nacional con los previstos en normas

provinciales.

e) Concluyo que el derecho al cobro de los

haberes pensionarios correspondientes -por efecto de la

prescripción articulada por la demandada- debe extenderse a

los devengados desde un año antes de la fecha en la cual el

señor Kiles formuló ante el I.P.S. su reclamo de obtener la

pensión, lo que ocurrió el 9-III-2007, según constancia

obrante a fs. 2/4 del expediente judicial y 7/8 de las

copias de las actuaciones administrativas (conf. art. 62

del dec. ley 9650/1980 -t.o. dec. 600/1994-).

2. Con relación al pedido del accionante de

actualización monetaria de las sumas que corresponda

liquidar a su favor, entiendo que en este punto el reclamo


no se ajusta a derecho. Este Tribunal ha sostenido
reiteradamente que de admitirse la "actualización",

"reajuste" o "indexación" de los créditos se quebrantaría

la prohibición contenida en el art. 7 de la ley 23.928

(conf. Ac. 68.567, sent. del 27-IV-1999), doctrina

plenamente aplicable en la especie en atención al

mantenimiento de tal precepto luego del abandono de la

paridad cambiaria dispuesta por la ley 25.561 (causas B.

49.193 bis, "Fabiano", res. del 2-X-2002; Ac. 88.502,

"Latessa", sent. del 31-VIII-2005; B. 64.606, "Di

Benedetto", sent. del 3-IX-2008; B. 67.476, "Maier", sent.

del 16-II-2011; C.S. causa M. 913.XXXIX, "Massolo, Alberto

José c/Transporte del Tejar S.A.", sent. del 20-IV-2010,

entre otras).

V. Por todo lo expuesto cabe hacer lugar al

recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley o doctrina

legal interpuesto por la parte actora (art. 289 del

C.P.C.C.) y revocar la sentencia impugnada.

Por consecuencia, corresponde declarar la

inconstitucionalidad, en su aplicación concreta al caso,

del art. 2° inc. b) de la ley 12.006, texto según ley

13.324; anular la resolución 11.321 del 17-IX-2007 dictada

por el presidente del IPS con fundamento en la referida

norma y condenar al organismo demandado a otorgar al señor

Raúl Ernesto Kiles el beneficio previsional denominado


"Pensión Honorífica de la Provincia de Buenos Aires en
reconocimiento de los ex combatientes del Conflicto Bélico

Islas Malvinas", en los términos de la ley 12.006 y sus

modificatorias (arts. 3, 12 incs. 1, 2 y concs. del C.C.A.,

ley 12.008 -texto según ley 13.101; 1, 2 y concs., ley

12.006, texto según ley 13.324 y modif.). Asimismo cabe

condenar al I.P.S. abonar los haberes devengados en el

concepto señalado desde el día 9 de marzo de 2006 -conforme

la presentación efectuada el 9 de marzo de 2007 y lo

dispuesto por el art. 62, 3er párrafo del decreto ley

9650/1980 -t.o. dec. 600/1994- (art. 289 inc. 2 del

C.P.C.C.).

Al importe reconocido deberá adicionarse el

correspondiente a los intereses, que se liquidará de

acuerdo con la tasa que pague el Banco de la Provincia de

Buenos Aires en los depósitos a treinta días vigente en los

distintos períodos de aplicación, hasta el efectivo pago

(arts. 7 y 10 de la ley 23.928, texto según ley 25.561,

coincidente en ambas redacciones en su contenido; 622,

Código Civil y 5, ley 25.561).

La suma que resulte de la liquidación que con

tales pautas se practique, deberá ser abonada dentro de los

sesenta días (art. 163 de la Const. Prov.).

La ejecución de lo resuelto en esta sentencia

quedará a cargo del tribunal de origen.


Con el alance indicado, voto por la afirmativa.
Costas a la parte demandada por resultar vencida (arts.

60.1, ley 12.008 -texto según ley 13.101- y 68 y 289 in

fine del C.P.C.C.).

El señor Juez doctor Hitters, por los mismos

fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votó también

por la afirmativa.

A la cuestión planteada, el señor Juez doctor

Pettigiani dijo:

Adhiero al voto del distinguido colega doctor de

Lázzari a excepción de la cita de la causa C. 101.112,

sent. del 14-IX-2011, en tanto las circunstancias

constitutivas del presente difieren de las ponderadas en

aquella oportunidad y obstan, por ende, la adopción de un

criterio análogo al allí propiciado.

De otro lado, coincido con la postulada

inaplicabilidad, en la especie, del precedente C. 81.253,

sent. del 30-V-2007, más allá de la opinión que sostuviera

en esa ocasión.

Así lo voto.

A la cuestión planteada, el señor Juez doctor

Negri dijo:

I. Adhiero al desarrollo argumental y solución

propiciada por el colega que inicia el Acuerdo en los

puntos I, II, III, IV -aps. 1 a); 2 y V de su exposición.


II. Coincido también en que el agravio vinculado
con la inconstitucionalidad del art. 62 del decreto ley

9650/80 no puede prosperar, ello con base en lo resuelto

por esta Suprema Corte en la causa B. 62.014, "Traverso",

sent. del 2-II-2005, doctrina de la que no encuentro

motivos para apartarme y a cuyos fundamentos -en lo

pertinente y por razones de brevedad- me remito.

Con el alcance indicado, doy mi voto también por

la afirmativa.

Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la

siguiente

S E N T E N C I A

Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se

hace lugar parcialmente al recurso extraordinario de

inaplicabilidad de ley o doctrina legal interpuesto por la

parte actora (art. 289 del C.P.C.C.) y se revocan la

sentencia de Cámara impugnada y la dictada por el Juez de

primera instancia.

Por consecuencia, se declara la

inconstitucionalidad, en su aplicación concreta al caso,

del art. 2° inc. b) de la ley 12.006, texto según ley

13.324; se anula la resolución 11.321 del 17-IX-2007

dictada por el presidente del IPS con fundamento en la

referida norma y se ordena al organismo demandado a otorgar

al señor Raúl Ernesto Kiles el beneficio previsional


denominado "Pensión Honorífica de la Provincia de Buenos
Aires en reconocimiento de los ex combatientes del

Conflicto Bélico Islas Malvinas", en los términos de la ley

12.006 y sus modificatorias (arts. 3, 12 incs. 1, 2 y

concs. del C.C.A., ley 12.008 -texto según ley 13.101-; 1,

2 y concs., ley 12.006, texto según ley 13.324 y modif.).

Asimismo se condena al I.P.S. al pago, dentro de

los sesenta días (art. 163 de la Const. prov.), de la suma

que resulte de la liquidación que, de acuerdo a las pautas

indicadas, se practique.

La ejecución de lo resuelto en esta sentencia

quedará a cargo del tribunal de origen.

Las costas se imponen a la parte demandada por

resultar vencida (arts. 60.1, ley 12.008 -texto según ley

13.101 y 68 y 289 in fine del C.P.C.C.).

Regístrese, notifíquese y devuélvase.

JUAN CARLOS HITTERS

HECTOR NEGRI EDUARDO JULIO PETTIGIANI


EDUARDO NESTOR DE LAZZARI

JUAN JOSE MARTIARENA

Secretario

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