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05/11/20
MEDITAMOS SOBRE
Nos preguntamos
¿Si mi cuerpo se nutre con alimento, como
se nutre mi alma?
Juan 6:50-58
Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que
descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida
del mundo es mi carne. Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer
su carne? Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre
y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y
yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El
que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo
vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo;
no como {el que} vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
Una característica particular de los sacramentos es que son "indelebles", es decir, "que no se pueden borrar".
Dicho en otras palabras, el sacramento que se ha recibido es una gracia que queda permanentemente en
nosotros, lo que no significa que nuestras acciones sean siempre en conformidad con ella, sino que están
permanentemente en nosotros apuntando hacia nuestra verdadera vocación de hijos de Dios. Los
sacramentos, como tales no son un "invento" de la Iglesia. Han sido dejados en la tradición por el mismo
Jesús, quien señaló a sus apóstoles y a la comunidad como depositarios de ellos, para recordarlo, para
hacer efectiva su presencia y para vivir intensamente la unión a la comunidad en él mismo. Así entonces, si
bien su sistematización y difusión han sido dadas a la Iglesia, ellos salen de la mano del mismo Cristo y, por
ello, su fuerza está en la misma divinidad y en el encargo de Él de realizarlos en su nombre.
Los Sacramentos de la Iglesia católica son siete. Si bien es cierto ellos nos
acompañan a lo largo de toda nuestra vida, se han dividido en tres etapas para
comprender mejor su acción en nosotros. Así entonces, tenemos los
Sacramentos de Iniciación Cristiana (Bautismo, Confirmación y Eucaristía),
los Sacramentos de la Curación (Penitencia Reconciliación y Unción de los
enfermos) y los Sacramentos al Servicio y Misión de los fieles (Matrimonio
y Orden). Cada uno de ellos se "viven" durante toda la vida, pero se reciben en
momentos adecuados. En este sentido, para recibir cada uno de ellos se ha de
cumplir una preparación especial que implica asumir el sacramento con real
responsabilidad y compromiso.
¿Entonces, para que Dios nos da además los sacramentos?
Me comprometo como
«Los sacramentos son el centro de la fe cristiana,
joven cristiano reconocer y por los que Dios comunica su gracia, se hace
valorar los sacramentos presente y actúa en nuestra vida. Los siete
como 7 regalos que Jesús sacramentos de la Iglesia prolongan en la historia
la acción salvífica y vivificante de Cristo, con la
nos dio para ayudar a fuerza del Espíritu Santo» (Papa Francisco)
salvarnos.