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Y
EL DERECHO INDIANO
Es la última y tal vez más importante de las tareas de los Reyes Católicos. Se trata del
patrocinio de la corona castellana al inverosímil proyecto del genovés Cristóbal Colón, de
encontrar una ruta más corta y barata al Oriente. Tras mil demoras y contratiempos Colón,
que ya había presentado su proyecto ante la corte portuguesa, y sufrido el rechazo de la
misma, tomó la decisión de marchar a Francia, debido a las eternas demoras que sufría para
lograr el favor de los reyes en Castilla. Éstos estaban absorbidos por la guerra en Granada
que solo concluyó a inicios del año 1492. Tras la conquista de la ciudad, la reina decidió
nuevamente analizar el proyecto de Colón, pese a la respuesta negativa que su plan había
tenido de la Universidad de Salamanca, cuyos profesores demostraron los errores
geográficos de Colón. No sabemos que ocurrió que movió a la reina Isabel a cambiar su
opinión pese a lo anterior1. Don Fernando pensaba que todo el proyecto era una locura.
Tras una serie de nuevas tratativas, entre las que destacaban las desmedidas peticiones
de don Cristóbal y la apremiante carencia de medios financieros de la Corona, la reina tuvo
la intuición genial de celebrar un contrato particularmente especial con Colón. Se trata de
un documento que veremos en detalle: Una Capitulación. Fue celebrada en la ciudad
fortificada de Santa Fe, frente a Granada y por ello las llamamos “Capitulaciones de Santa
Fe”.
Los detalles del viaje de Colón son conocidos y no podemos extendernos en él. Solo
podemos señalar que Colón, estando equivocado triunfó al descubrir el Nuevo Mundo, y
paradojalmente los profesores de Salamanca, que tenían razón en sus cómputos, fueron
derrotados debido a que nadie sabía antes de la existencia de América.
LA CAPITULACIÓN:
Es “un contrato especial, regido por el derecho público, que da cuenta de un acto de
Autoridad, por el cual una parte llamada capitulante, confiere a otra llamada capitulario
ciertos derechos y le impone ciertas cargas.”
Contrato especial: Es de naturaleza precaria. Por ello algunos dicen que es un acto
administrativo.
Da cuenta de un acto de autoridad, regido por el derecho público: Es un acto que emana
directamente de la Soberanía del Rey: la corona asume compromisos.
Capitulante: La Corona, es la corona de Castilla. Aragón se mantiene fuera de la empresa.
Puede ser el propio rey o una entidad que lo representa: V/gr. La Casa de Contratación.
1 Manzano especula con la tesis del Protonauta y la noticia privada que de él habría dado
Colón a la reina.
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DERECHOS Y DEBERES QUE NACEN DE LA CAPITULACIÓN:
LA HUESTE:
Es una forma de expedición de antiguo origen en virtud de la cual el expedicionario reúne
voluntariamente y sin sueldo a un grupo de hombres para que hagan la aventura de
descubrimiento y conquista.
Se convoca en España o en las Indias. Usando de una antigua costumbre medieval, al son
de los tambores que indican que hay que inscribirse en casa del caudillo.
En Indias se requiere de capitulación o al menos de licencia (Valdivia).
Mientras no se ha logrado el asentamiento definitivo en las nuevas tierras la corona no da
permiso para poder iniciar una nueva hueste para evitar el despoblamiento.
Los hombres obtienen parte del botín según sus méritos.
Proceden en general de Extremadura: Cortés, Almagro, Pizarro, Valdivia.
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También participan indígenas que suscriben pactos con los conquistadores, se trata de los
yanaconas.
LAS INSTRUCCIONES:
Son ciertas disposiciones que, expedidas por el Consejo de Indias o la autoridad que
autoriza la expedición, señalan aspectos específicos a que se somete el caudillo y su hueste.
Incorporan disposiciones protectoras de los indígenas.
Son sistematizadas y puestas en vigencia por Felipe II mediante las “Ordenanzas de nuevos
descubrimientos y poblaciones” de Felipe II de 13 de julio de 1573.
LA EXPEDICIÓN COMERCIAL:
Aquí la Corona cede a un grupo de banqueros el descubrimiento, conquista y explotación
de un territorio.
El único caso es el de Venezuela, cedida por Carlos V a los Welsel (banqueros alemanes
que le habían prestado dinero para la elección imperial).
Fue un fracaso, pues el territorio era muy peligroso y los Welsel no perseveraron.
Devolvieron el territorio a cambio de cobrar rentas de arriendo por 50 años.
LA EXPEDICIÓN MISIONAL:
Aquí es la Iglesia o una Orden Religiosa la que lleva a cabo la tarea de evangelización y
posterior asentamiento:
Hay experiencias exitosas:
Los Franciscanos en California: Fray Junípero Serra.
Otras fracasaron:
Los Jesuitas en el alto Paraguay
Los Jesuitas en Arauco
LA EXPEDICIÓN PRIVADA:
Aquí no hay capitulación, ni licencia, solo audacia de un aventurero que hace la labor de
conquista por sí solo.
El mejor ejemplo es Cortés en México. La Corona siempre lo consideró bajo sospecha por
esto. Y no le reconoció derechos, pese a que Cortés fue muy generoso con sus riquezas.
LA POLÉMICA POR LOS JUSTOS TÍTULOS
Dos de los problemas de mayor importancia que surgen con motivo del descubrimiento
de las Indias Occidentales por Colón, son los llamados problemas de los “Justos Títulos”.
Ellos se pueden clasificar o distinguir en dos:
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1) ¿Cuál es el Derecho de la Monarquía Castellana-hispánica a hacerse con el dominio
propiedad de las nuevas tierras? y,
2) ¿Cuál es la condición jurídica de los naturales de las Indias?.
Las siguientes explicaciones tienen por objeto dar una respuesta frente a ambas
interrogantes:
El problema radica en determinar cuales son los precisos derechos de la Corona sobre
las tierras descubiertas. Es decir, cuáles son los derechos de soberanía que pueden
invocarse sobre las nuevas tierras para incorporarlas a la Corona Castellana. En verdad, lo
que pudiera parecer cuestión puramente formal, tuvo en su momento ciertas implicancias
políticas y jurídicas de la mayor gravedad, ello por la existencia de rivalidades políticas
entre
Castilla y el reino vecino de Portugal y por la competencia marítima entre ambas potencias.
En 1479 se había suscrito el Tratado Alcaçovas Toledo llamado: “Paces de Toledo”
entre Castilla y Portugal, por el cual se establecía la exclusividad portuguesa sobre la Costa
Africana y las Islas Azores y se dejaba en poder de Castilla a las Islas Canarias.
En virtud del mismo, Castilla renunciaba a la navegación ultramarina en los territorios
situados al occidente de las Costas Africanas, sobre las cuales Portugal sostenía una natural
proyección. Este tratado fue confirmado por el papa Sixto IV, mediante la bula Aeterni
Regis de 1481.
Cuando Colón descubre las Indias se produce un nuevo conflicto entre ambos países,
por la soberanía sobre las nuevas tierras. El rey de Portugal, Juan II, declara que los
territorios descubiertos pertenecían a Portugal, en virtud de las Paces de Toledo. Para ello
alegaba que sus derechos sobre la costa occidental de África le darían a Portugal una
proyección natural hacia Occidente. Tal conclusión no fue tolerada por la corona castellana,
que consideraba que las nuevas tierras le pertenecían por formar parte de su área de
influencia. Además el tratado no decía nada respecto de las tierras occidentales. Por ello, de
inmediato se recurre al Papa a fin de confirmar su dominio.
Cabe preguntarse la razón de la intervención del romano pontífice en estas cuestiones.
La respuesta esbozada brevemente radica en la concepción teocrática del poder papal
vigente a fines del siglo XV en Europa. La Europa de aquella época es aún oficialmente
“cristiandad”, según la concepción medieval. Ser europeo no significa nada, a la sociedad
se entra y permanece en ella por la fe, el bautismo y el jefe de la Iglesia Católica, tiene por
tanto, primacía sobre todos los hombres, incluyendo a los príncipes cristianos, entre los que
figuran el rey de Portugal y los Reyes Católicos.
Se reconoce entonces en el papa, a la cúspide de una “teocracia”, pues el conserva,
aunque en decadencia, el poder de coronar al emperador y a los reyes y de retirarles su
legitimidad si violan la ley de Dios. Tiene, en síntesis, el llamado “Dominium Orbis”, el
dominio del mundo en su calidad de vicario de Jesucristo en la tierra. Este dominio se
apoyaba también en el documento conocido como “Donación Constantina”, en virtud del
cual el emperador Constantino al abandonar Roma por Bizancio, habría donado al papa, la
totalidad de las tierras occidentales del imperio y las islas del mar océano. En esta época no
se cuestionaba su validez, aunque siglos más tarde se descubrió que el documento era falso.
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Los antecedentes indicados brindan al Papa un poder casi ilimitado que pierde sino
hasta el comienzo de la Reforma protestante hacia mediados del siglo XVI. El mayor
defensor de este poder papal en la época fue el Cardenal Enrique de Susa, Cardenal de
Ostia, el “Ostiense”, quien afirmaba la plena validez del “dominio universal temporal del
Papa”.
Por su parte las 7 Partidas, establecían como formas de ganar un reino: 1º La Herencia,
2º Por elección, 3º Por matrimonio, 4º Por donación del Papa.
Por lo demás esta política de acudir al papa en caso de conflicto, tenía antecedentes en
la propia Castilla, que en 1344 había obtenido del papa Clemente VI la donación de la
Soberanía sobre las Islas Canarias en la persona del Infante don Luis de la Cerda, para
fundar el llamado “Principado de la Fortuna”, y el mismo Portugal, que había obtenido en
1455 del papa Nicolás V, la concesión de una Bula “Romanus Pontifex” que le concedía el
monopolio marítimo entre el cabo Bojador y Num y la bula “Inter cetera, de Calixto III, de
1466, que confería a Portugal una serie de derechos sobre la organización de la Iglesia en
las tierras descubiertas.
Los Reyes Católicos hacen valer ante el Papa los argumentos jurídicos tradicionales
para justificar su dominio sobre las Indias:
1) El Descubrimiento: reconocido como un título válido para adquirir territorios.
2) La Ocupación: Modo de adquirir el dominio de los bienes del Derecho Civil.
3) La Conquista: Título bélico en virtud del cual el vencedor reclama las tierras del
vencido;
4) La Guerra Justa: Guerra realizada contra infieles o quienes realizasen prácticas
irreligiosas.
5) La Donación, que solicitan al Papa en virtud de su condición de príncipes cristianos
(habían obtenido el título de Católicos por su defensa de la fe en la guerra contra los moros
de Granada).
El Papa Alejandro VI, de Borgia (familia de origen español), concede a los Reyes
Católicos el dominio de las Indias mediante una serie de Bulas conocidas como Bulas
Alejandrinas o Castellanas o Intercaeteras que son las siguientes:
1.- Bula “Intercaetera” de 3 de mayo de 1493: Estableció el dominio de los Reyes Católicos
y sus sucesores y herederos sobre las tierras descubiertas y por descubrir que no tuviesen un
señor cristiano. Es una bula de DONACIÓN. Y de Donación Personal a la Corona
Castellana y no a la entidad política o Estado Español. Como se la juzga insuficiente, al día
siguiente se dicta la;
2.- Bula “Intercaetera” de 4 de mayo de 1493: Confirma la donación y traza una línea
demarcatoria que va de polo a polo 100 leguas al oeste de las Azores y Cabo Verde.
Además establece la obligación de los Reyes Católicos de enviar a sacerdotes a evangelizar
a los naturales de las Indias, es decir un MODO o CONDICIÓN; se conceden las Indias
bajo condición de evangelizar a sus moradores.
3.- Bula “Eximiae Devotionis”, del 4 de mayo de 1493, concede a los Reyes Católicos y sus
herederos o sucesores iguales derechos y privilegios que a los Reyes Portugueses en virtud
de la Bula Intercaetera: Organización y patronato sobre la Iglesia de Indias. Junto a la
posterior bula “Universalis Ecclesia” de 1508, funda y origina el Régimen de
PATRONATO INDIANO.
4.- Bula “Piis Fidelium”, de 25 de junio de 1493, que trata sobre la expansión del
cristianismo en los territorios descubiertos y designa a un vicario apostólico.
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5.- Bula “Dudum Siquidem”, de 26 de septiembre de 1493, concede a los Reyes Católicos y
a sus herederos y sucesores las tierras que sus navegantes descubran hacia el Oriente y
sobre las cuales no tengan dominio otros príncipes cristianos: Complementa la Intercaetera
II y amplía la proyección española frente al oriente.
La corona portuguesa no quedó satisfecha por la línea demarcatoria de la segunda Bula
Intercaetera, por lo que entró en negociaciones directas con los Reyes Católicos,
negociaciones que conducen a la celebración del Tratado de Tordesillas del 7 de junio de
1494 mediante el cual la línea demarcatoria de la segunda Bula Intercaetera, fue desplazada
hasta 370 leguas al Oeste de las Azores y Cabo Verde. Esto hizo posible que dentro de la
zona de influencia portuguesa, quedase incluida la parte oriental de Brasil, que será
descubierto en 1500 por el navegante Pedro Álvares Cabral.
El Tratado de Tordesillas, fue confirmado más tarde por Bula concedida por el Papa
Julio II, en 1506.
La cuestión de los títulos territoriales queda zanjada definitivamente por la celebración
del Tratado de Zaragoza de 1529, acordado entre Juan III de Portugal y el nieto de los
Reyes Católicos, el Emperador Carlos V. Luego del viaje de Magallanes y de la vuelta al
mundo por parte de su piloto Juan Sebastián Elcano, surge el conflicto por el dominio sobre
las Islas Molucas, situadas en el extremo oriente y fuente de una gran riqueza especiera. Al
fin el Emperador, acuerda ceder las Molucas a Portugal a cambio de una fuerte suma de oro
que le permitiese financiar sus guerras europeas. Se traza una segunda línea demarcatoria,
complementaria de la de la segunda Bula Intercaetera y las Molucas quedan para Portugal,
pero las Filipinas permanecen dentro del área Castellana.
Con lo indicado, queda en claro que los justos títulos aceptados por la Corona
Castellana, fueron: el Descubrimiento, las Bulas Alejandrinas y los tratados suscritos por
ella con Portugal.
Debe aclararse, finalmente, que la actitud de las demás cortes cristianas frente a este
virtual reparto del mundo entre Castilla y Portugal, no fue adversa en cuanto a cuestionar
frontalmente el poder del Papa para repartir las zonas y en definitiva se limitaron a
reconocer en los hechos la política llevada a cabo por la Santa Sede. Un ejemplo de esta
actitud, la encontramos en Francisco I de Francia, quien no se opuso en forma activa a la
repartición, pese a sus grandes querellas contra el Emperador Carlos V, limitándose a
ironizar burlonamente diciendo que “me gustaría ver la cláusula del testamento de Adán
que reservó a los reyes españoles la propiedad de Océano”. En verdad, el primer gran
cuestionamiento sobre la legitimidad e la política española en Indias vino desde otra
perspectiva, y desde el interior de la misma sociedad indiana, a partir de un sermón
pronunciado en una pequeña Iglesia de Santo Domingo en diciembre de 1511, como
veremos en seguida.
Esta segunda cuestión tiene una directa vinculación con la anterior y se refiere, una vez
determinados los títulos de la anexión de las Indias a la Corona, a esclarecer las
justificaciones morales sobre la condición de los naturales de esas tierras. Y sobre las
políticas que el estado español les aplicará en lo futuro.
Desde la llegada de Colón a las Indias esta es una cuestión de la mayor importancia.
Deben recordarse al respecto, los problemas del Almirante relativos a su gobierno y a las
medidas extremas que se vio obligado a adoptar en ciertos casos (la condena a muerte y
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reducción a la esclavitud de numerosos naturales , debido a los motines y revueltas
promovidos contra el nuevo domino) que conducirán más tarde al rey don Fernando el
Católico a revocar las capitulaciones de Santa Fe, por haber Colón asumido funciones que
no le pertenecían (como se recordará, las capitulaciones no podían transferir facultades
judiciales , sino únicamente de gobierno y ciertas competencias legislativas. Lo judicial
quedaba reservado al monarca y a sus representantes directos).
En el Codicilo de su Testamento, la reina Isabel la Católica, manda preocuparse
especialmente por la protección y la cristianización de los naturales de las Indias. Ello
guarda directa concordancia con la obligación o modo con que el Papa Alejandro concede
las Indias a los Reyes, es decir con la obligación de evangelizar a los indios en los
preceptos de la Santa Fe Católica Romana.
Los abusos de los conquistadores con los naturales fueron numerosos y cada vez más
extendidos, sin que la Corona tomase una actitud definida respecto de ellos.
Sin embargo, el tercer domingo de adviento de 1511, el 14 de diciembre de ese año, en
una pequeña Iglesia de Santo Domingo, un religioso Dominico, fray Antonio de
Montesinos pronuncia una dura homilía (preparado previamente por miembros de su orden)
en contra de los abusos a que se sometía a los indígenas, usando de una frase del Evangelio:
“Ego vox clamantis in deserto”. Yo soy la voz que clama desde el desierto.
El escándalo provocado por este sermón no demoró en llegar a oídos de la Corte del
Rey Católico, y la Corona decidió someter la cuestión al pronunciamiento de una “Junta”
de juristas y teólogos expertos. Esta fue la llamada Junta de Burgos, por haberse convocado
en esa ciudad castellana. En esta junta se enfrentaron dos posiciones:
La favorable a los conquistadores sostenida por el Licenciado Gregorio que utilizaba
argumentos basados en el pensamiento de Aristóteles sobre la servidumbre natural de los
indios. No conocemos mayores detalles de su discurso debido a que el padre las Casas que
tomó nota de sus argumentos no consideró útil copiar más de sus reflexiones.
Y la favorable a los indígenas representada por el procurador de los dominicos en España,
Fray Matías de Paz, quien utiliza el argumento de la caridad cristiana para con los
semejantes y un argumento interesante y poco conocido: la distinción entre 3 clases de
infieles que formula Santo Tomás de Aquino: hay una clase de infieles que conociendo a
Cristo lo rechazan, otra clase que conoce a Cristo, lo rechaza y además lo combate y una
tercera clase, que en tiempos de Santo Tomás no se conocían y que Matías de Paz identifica
con los indígenas del Nuevo Mundo: los que nunca han escuchado hablar de Cristo, por lo
que no se les puede hacer la guerra sino que se les debe evangelizar.
Debe considerarse, sin embargo, cuales son las razones que llevan a la Corona Española
a optar por una solución de esta naturaleza. Es decir, no resulta fácil encontrar ejemplos de
gobernantes que deleguen asuntos de tal importancia política en las manos de los juristas.
En efecto, esta actitud se diferencia notablemente respecto de las políticas seguidas por
otras potencias coloniales europeas, como Inglaterra y Holanda, varios siglos más tarde, allí
el tema de los derechos de las poblaciones nativas, fue resuelto por los gobernantes,
decidiendo su inmediata esclavitud y el liso y llano exterminio. En tal sentido se ha
indicado correctamente por algunos historiadores estadounidenses, que mientras la
Conquista de la América Española se hizo con el Nuevo Testamento, la de América del
Norte se hizo con el Antiguo, es decir, con la política de un pueblo elegido (Inglaterra) que
debía acabar con los demás “Para quienes están educados en la tradición inglesa (según el
historiador norteamericano Lewis Hanke, citado por don Jaime Eyzaguirre en su Historia
del Derecho, pág. 134) la gran atención prestada por los españoles a la base legal de su
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dominación podrá parecer curiosa y extraña. Ciertamente son pocos los ejemplos que
podrán descubrirse en la historia colonial de Estados Unidos de la preocupación inglesa por
semejantes cuestiones. Roger Williams, el revolucionario de Rhode Island, compuso un
manuscrito en el que discutía el derecho de Plymouth a las tierras de los indios, como no
fuera por compra directa en venta voluntaria; pero los principales y ministros de Boston
condenaron estos "errores y suposiciones en lo que podía esconderse la traición", y
Williams escribió "muy sumisamente" al gobernador Winthorp ofreciendo quemar parte del
manuscrito o su totalidad.
Por ello resulta ciertamente sorprendente para nuestros ojos, la política de los Reyes
castellanos que por propia iniciativa sometieron la cuestión a los expertos y luego se
sometieron a sus conclusiones.
El fundamento de la política trazada por la Junta de Burgos, fue considerar que el único
título jurídico que legitimaba el proceso de incorporación de las Indias al dominio de la
Corona Castellana, era: “la concesión que, mirando al bien espiritual de aquellos
pueblos...les había otorgado la Santa Sede”. En las palabras de Palacios Rubios, destacado
miembro de la Junta, en una carta escrita al rey: “Esta donación fue necesaria, porque sin
ella ni Vuestra Majestad ni ningún otro príncipe secular podía ocupar aquellas islas o
hacerles guerra”.
Los acuerdos de la Junta se tradujeron en las llamadas Leyes de
Burgos dictadas entre 1512 y 1513, como “Ordenanzas Reales para el buen regimiento y
tratamiento de los yndios”.
Las Leyes de Burgos están compuestas por un total de 35 leyes o normas dictadas el 27
de diciembre de 1512 y cuatro leyes complementarias dictadas por orden de la Reina Juana,
en Valladolid en 1513. Las leyes contienen un conjunto normativo de gran importancia para
la protección de los indígenas: Entre otras materias tratan las siguientes:
a) Buen trato que debe dispensarse a los indios.
b) Habitación indígena.
c) Dieta (pan y ajo diario, los domingos carne guisada).
d) Creación de nuevos poblados cristianos, abandono de los antiguos.
e) Instrucción de los indios en los Sagrados Sacramentos.
f) Nupcias.
g) Trabajo por turno en las Minas.
h) Prohibición total del trabajo de la mujer embarazada.
Las cuatro leyes complementarias fueron dictadas a instancias del superior de los
dominicos que estimó incompletas las protecciones diseñadas, por lo que el 28 de julio de
1513 se dicta la “Aclaración de las Leyes de Indias” compuesta por 4 Leyes que
reglamentan:
a) Protección adicional a las mujeres y niños. Prohibe trabajo de mujeres y niños menores
de
14 años.
b) Obligación de usar vestimenta.
c) Los niños podían ser instruidos en el comercio.
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d) Los indios debían trabajar 9 meses al año para los españoles y los 3 restantes en sus
propios terrenos o a sueldo por los españoles.
e) Se funda la encomienda con sus caracteres de institución laboral, económica y religiosa.
Ella reemplaza al antiguo “repartimiento de Indios”. Por su importancia, esta institución
será tratada separadamente.
f) Cupos de indios que se entregan a cada encomendero.
g) Sucesión de las encomiendas.
h) Se encarga la Redacción de un “Requerimiento”.
Sobre este último punto deben explicarse sus alcances y aplicación práctica:
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exhorta que hagan la conquista de las Indias y sujetando aquellos bárbaros, y tras esto,
reduciéndolos a la religión cristiana y los someta a su imperio y jurisdicción”.
Elaboró la tesis de la “servidumbre natural de los indígenas” por su baja condición
mental. Por ello, junto con aceptar la plena validez de las bulas de donación, sostenía que el
dominio sobre los naturales era necesario por su propio bien y para lograr que adquiriesen
la verdadera fe.
Siguiendo a Ginés de Sepúlveda, otros juristas llegaron a invocar a Aristóteles que en la
“Política” sostiene que en ciertos hombres, la servidumbre es un estado natural, son
“esclavos por naturaleza” y por ello están en disposición de ser objeto del dominio natural
de otros hombres (los españoles en este caso).
El emperador se conmovió al escuchar los alegatos de Las Casas, y llegó a manifestar
su opinión por abandonar las Indias. Sin embargo otro religioso le convenció de la
inconveniencia de la iniciativa por la interrupción de la predicación del evangelio y el daño
a los aborígenes conversos. Éste fue fray Francisco de Vitoria.
Títulos ilegítimos:
1) Señorío del emperador sobre todo el mundo: No es aceptable por no corresponder a la
realidad.
2) Dominio temporal Universal del Papa: No se acepta, porque ni siquiera Jesucristo fue
señor de todo el orbe, ni menos puede serlo el papa que es sólo su vicario.
3) Derecho de descubrimiento: No se acepta porque sólo procede para las tierras que
carezcan de otro dueño, y las indias ya eran de propiedad de los bárbaros.
4) El no querer adoptar la fe de Cristo: no se les puede “obligar”.
5) Los pecados de los “bárbaros”: Ni siquiera el Papa puede hacer la guerra a los cristianos
para obligarles a que se porten bien, menos en el caso de los indios que no son cristianos.
6) La elección voluntaria: Tampoco es válida, pues los naturales están condicionados por el
miedo, la ignorancia y su voluntad no es libre.
7) Una donación especial de Dios: Los bárbaros no han sido condenados por Dios a vivir
sometidos a los españoles.
Títulos legítimos:
1) La sociedad y comunidad natural: Los españoles tienen derecho a vivir y recorrer las
Indias sin que los indios puedan prohibirlo. Se funda con ello el denominado “IUS
GENTIUM” o Derecho de Gentes, comunidad internacional.
2) No se debe hacer daño a los indios, se puede comerciar con ellos.
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3) Propagar la fe cristiana: Sólo para este fin y voluntariamente aceptada por los indígenas.
4) La defensa de los conversos al cristianismo: Si los indígenas paganos los atacan, es
legítimo defender a los cristianos.
5) El Papa les puede dar príncipe cristiano a los indígenas convertidos.
6) La necesidad de proscribir las prácticas inhumanas: sacrificios humanos y canibalismo.
7) Verdadera y voluntaria elección: Sin miedos y explicándoles a los indios lo que
significa.
8) Por amistad y alianza: Se puede justificar la presencia española en calidad de aliados
contra enemigos comunes, como en el caso de los españoles y los tlaxcaltecas que pactaron
contra los aztecas
Las Casas continuó con sus presiones directas ante la Corona y logró que el Emperador
convocase a una nueva Junta, la que se reunió en la ciudad de Valladolid en 1542 y dio
origen a un vasto conjunto de leyes conocido como “Leyes Nuevas” por referencia a las
“viejas” Leyes de Burgos. Las Leyes nuevas fueron sancionadas por el emperador en el
mismo año 1542 bajo el epígrafe de “Las Leyes y Ordenanzas nuevamente hechas por S.M.
para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios”. Fueron
complementadas por 7 nuevas leyes dictadas en Barcelona al año siguiente por el príncipe
don Felipe, futuro Felipe II.
En estas leyes se reglamentaba:
LA POLÍTICA DE LA CORONA
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A fin de zanjar definitivamente el problema, la corona adoptó una vía de solución
intermedia, es decir no se pronunció ni por la tesis de Las Casas ni por la de Sepúlveda y
acogió por vía práctica muchos de los planteamientos de Vitoria.
Se procuró conciliar el Derecho Común (esgrimido por los partidarios de los
conquistadores) con el Derecho Natural (esgrimido unilateralmente y en forma sesgada por
Las Casas).
Es la cabeza efectiva de la monarquía. En el régimen impuesto por los reyes católicos y sus
sucesores Habsburgos es un monarca que reina sobre distintos reinos respetando sus
libertades, fueros y leyes propias. Dista de ser un rey absoluto. Sólo en las Indias su poder
es indiscutible. Los reyes de acuerdo a la definición de las 7 Partidas, son Vicarios de Dios
cada uno en su reyno, puestos sobre las gentes para mantenerlos en justicia et en verdad
cuanto en lo temporal bien así como el emperador en su imperio y esto se traduce en los
siguientes deberes concretos:
1) Deben evitar la guerra fuera del reino.
2) Deben evitar la guerra dentro del reino.
3) Deben proteger a la iglesia.
4) Evangelizar a los indígenas.
Los deberes de gobierno del rey se traducen en la divisa "El buen Gobierno".
El reinado de los Habsburgo se divide en dos grandes periodos; el siglo XVI de 1519 a
1598 o siglo de los "Grandes Austrias" o "Austrias Mayores", que coincide con Carlos V y
Felipe II, periodo en el cual los reyes gobiernan personalmente el imperio en el "que no se
pone el sol" y el siglo XVII o siglo de los "Austrias Menores" de 1598 a 1700, reinados de
Felipe III (Duque de Lerma, Francisco de Rojas y Sandoval), Felipe IV (Conde Duque de
Olivares, Gaspar de Guzmán) y Carlos II el hechizado (Juan José de Austria), en esta época
los reyes ya no son capaces de gobernar por sí mismos y dependen de validos (hombres
desconfianza que gozan del "valimiento" o privanza del rey) para dirigir el imperio que se
cae a pedazos.
La razón de la decadencia radica incluso en factores hereditarios, pues con el propósito
de mantener los reinos unidos dentro de la misma familia los reyes de Habsburgo se
casaban entre primos hermanos, lo que condujo a la acentuación de algunos defectos
genéticos de orden mórbido.
Este es un órgano técnico económico creado en 1503 por los Reyes Católicos, con el
objeto de organizar la administración de la Conquista de la Indias. Primero dependía
directamente de la Corona pero luego (en 1524) pasó a estar supeditada al Consejo de
Indias. Tuvo su sede en Sevilla y más tarde en 1717 se traslada a Cádiz, principales puerto
del monopolio comercial con las Indias. Su historia se extiende casi todo el periodo
Indiano, fue suprimida por los borbones recién en 1790. Estaba encabezada por un “Factor”
(Agente de Negocios o gerente general), un escribano contador, un tesorero y un número
variable de funcionarios subalternos que se encargaban de llevar todos los registros
necesarios respecto de las Indias.
Al principio con una dotación muy pequeña, un contador (Ximeno de Briviesca), un
tesorero(Sancho de Matienzo), también existe un factor (Francisco de Pinelo) , el factor y
tesorero estudian las cosas que conviene contratar , todo el oro que viniera de indias debía
ser recibido por los 3 en conjunto, en las islas canarias se establecieron oficiales reales o
jueces de registro para representar al casa de contratacion , etc., luego se va estructurando
de manera más compleja, luego cuenta con piloto mayor, un cosmografo, un correo mayor
y un presidente, sin perjuicio de la existencia de una audiencia..
La Casa de Contratación poseía múltiples funciones:
1) Funciones económicas: Lleva la contabilidad de todos los recursos económicos que
provienen y se invierten en las Indias, cobra los impuestos y fija los aranceles de
aduana.
2) Funciones científicas: La Casa es también escuela de marinos y de navegación, fiscaliza
la construcción de los buques, es academia de geografía e instituto científico de la
navegación. Asimismo supervisa a la flota de Indias, sistema de galeones que viajaba una
vez al año entre América y España y viceversa para proteger los cargamentos de los piratas
y corsarios. A cargo de estas funciones científicas se encontraba un funcionario establecido
en 1508 que se denominaba “Piloto Mayor” (el primer Piloto Mayor fue el italiano Américo
Vespucio, universalmente conocido por haber descubierto que las Indias eran
verdaderamente un Continente distinto).
3) Funciones judiciales: Con posterioridad a su creación adquirió facultades judiciales al
ejercer como tribunal en los juicios mercantiles. Sus sentencias son apelables para ante el
Consejo de Indias.
4) Funciones administrativas: Puede celebrar capitulaciones en nombre de la Corona y a la
vez, dictar instrucciones.
5) Funciones registrales: Lleva el control y registro pormenorizado de todos los que pasan a
Indias, autorizando la inmigración de españoles y por excepción de otros europeos.
6) Funciones de comunicación: Es la cabeza y directiva del Correo Mayor de Indias.
Respecto de las funciones náuticas: Sistema de Flotas y Galeones: debemos precisar que
anualmente salían una gran cantidad de barcos protegidos por barcos de guerra, los barcos
mercantes contaban con la autorización de la Casa de Contratación, era un sistema
burocrático, consiste en que están naves salgan de Sevilla navegando en convoy, protegidas
por las naves de guerra, esto era hasta Cuba, ahí se separaban hacia 2 partes:
1.- Unos iban hacia el norte de Sudamérica, a Portovelo
2.- Otros hacia Veracruz
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En las dos partes se organizan ferias para comerciar los productos traídos de España, y
también se comerciaban las mercaderías americanas, estas naves permanecen todo el
invierno allí, luego vuelven a España , juntándose todas las naves en Cuba y navegando en
convoy hacia España, este sistema era caro y lento, se interrumpía cada vez que había
guerra, con lo cual no se hacen estos viajes, como consecuencia en América las autoridades
son más autónomas, crece el mercado negro y el contrabando, esto de las guerras hace que
se implemente un sistema de naves correo y luego los navíos de registros.
Los virreyes.
Los gobernadores y capitanes generales.
Los tenientes de gobernador.
Corregidores.
Las Audiencias
Los Cabildos.
Los virreyes:
Alter ego del Rey. Nombrado por éste.
Institución de origen aragonés: Sicilia, Valencia, Barcelona.
Aplicación histórica de la institución: Colón obtuvo en Las Capitulaciones de Santa Fe ,
además de ventajas económicas , algunos cargos, el de Almirante y el de Virrey y
Gobernador, rara vez utilizó este cargo, a su muerte su hijo Diego Colón obtiene que
Fernando el Católico le reconozca como virrey en las indias, pero fue más bien un título
honorífico, en la practica sólo gobernó La Isla La Española, a su muerte su hijo Luis Colón
negoció el cargo y obtuvo una pensión vitalicia y hereditaria por renunciar a este cargo,
obtiene otros títulos como el de Marqués de Jamaica.
Dado que en América hay lugares de gran relevancia, el Imperio Azteca y el Incaico, la
corona estima necesario instaurar dos virreinatos: el de Nueva España en 1535 y el de Perú
en 1542, en el siglo XVIII se crean dos más: el de Nueva Granada y el de Buenos Aires ,
estos últimos se segregaron del Virreinato del Perú en 1776 , Chile como tenía provincias
transandinas como San Luis y San Juan pasa a depender del Virreinato de Buenos Aires.
El Virreinato de Nueva España: tenía jurisdicción en toda la Norteamérica española, en
las islas del caribe teóricamente y sobre las islas filipinas.
El Virreinato del Perú: abarca desde Panamá hacia abajo, incluye parte de la Antártica y
varias islas de Oceanía.
El virrey representa al monarca, es el Alter Ego del Monarca, es el otro yo del rey, tiene
las mismas atribuciones del monarca, tiene una corte, una guardia, cumplen con él las
mismas solemnidades que con el rey.
Atribuciones:
Amplísimas: Políticas, Gobernador, Capitán General, Presidente de la Audiencia, Vice-
Patrono de la Iglesia, vigila la Hacienda Real (Acumulan cargos o funciones).
Mediante el llamado “Pliego de Mortaja” pueden designar a su sucesor en caso de muerte,
es un verdadero testamento político que designa al interino mientras el rey provee la
vacante.
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Limitaciones a su poder:
1) Duración: 6 y luego 3 años.
2) No pueden casarse con mujer que sea oriunda del virreinato ni adquirir tierras en él.
1.- Materia de gobierno: hay dos tipos de gobierno:
a.- Superior Gobierno: lo ejerce sobre todo el virreinato, implica las políticas que se deben
implementar en el virreinato, la corona dice que sólo puede intervenir ahí sólo en los
asuntos graves y urgentes, cuando las gobernaciones no funcionan bien puede intervenir en
ellas, nombra un visitador.
b.- Gobierno Inmediato: es sobre la provincia en que esta asentado, aquí actúa como
gobernador, tiene que mantener en paz a los indios y a los españoles, se preocupa de la
administración pública , nombra a las autoridades que no nombra el rey, tiene facultades
legislativas, dicta Autos , Decretos , Ordenanzas , Bandos de Buen Gobierno, estos últimos
son para el funcionamiento de la ciudad en que están asentados, las disposiciones que
emanan de él deben ser confirmadas por el consejo de indias, pero estas tienen plena
vigencia antes de la visación.
En cuanto al gobierno espiritual, tiene el carácter de Vicepatrón, recibe las proposiciones en
ternas para los cargos de párrocos, él los nombra.
2.- Materia de justicia: preside la Real Audiencia respectiva, él determina las divisiones de
la misma, distribuye a los Oidores en salas, hace las Tablas que se tienen que ver, debe
velar por la Administración de Justicia, se hace asesorar por letrados.
3.- Materia de guerra: es Capitán General, ejerce la alta dirección del ejército, de la milicia
armada, en forma directa en su provincia y en forma amplia en todo el virreinato.
4.- Materia de Hacienda: preside la Junta de Real Hacienda , éste se reúne todas las
semanas, está integrado por el Oidor de Cano de la Real Audiencia, el Fiscal de la Real
Audiencia y los Oficiales Reales, en esta junta se examina el funcionamiento de la Real
Audiencia , los Impuestos , se procura el mejor funcionamiento económico.
Los corregidores:
Son representantes del gobernador en cada partido, ejercen competencias políticas y
militares (capitán a guerra).
Son tribunales de primera instancia, legos, en los campos.
Nombrados por el gobernador.
Las Audiencias:
Son tribunales colegiados, letrados, compuestos de oidores, nombrados por el rey y ejercen
la plena jurisdicción en las Indias.
Están sobre los demás tribunales (Cabildos, corregidores y justicia mayor).
Presididas por el Virrey o el gobernador.
Las audiencias pueden ser de tres clases:
Virreinales: si tienen su asiento en la capital del virreinato y son presididas por el Virrey,
Pretoriales: si tienen su asiento en la capital de la gobernación y son presididas por el
Gobernador y,
Subordinadas: si tienen su asiento en una ciudad importante que no sea cabeza de
Virreinato o Gobernación y son presididas por el Oidor más antiguo.
Los oidores están sujetos a las mismas prohibiciones que los Virreyes y Gobernadores.
Pueden desempeñar funciones de gobierno: Allí se llaman “gobernadoras”.
La Audiencia de Charcas (Bolivia).
La Audiencia de Quito (Ecuador) y;
La Audiencia de Concepción (Chile), creada por Felipe II en 1564-65 y establecida en
1567.
En su instauración encontramos el momento más estelar de los órganos judiciales y de
los abogados en la historia del siglo XVI: En efecto, la prolongación excesiva de la Guerra
de Arauco con su triste legado de pérdida de vidas humanas (Felipe II acostumbraba
pronunciar la frase “Ay de mi, este Chile, que me cuesta la flor de mis guzmanes”
cuando recibía noticias del conflicto) y los enormes gastos que irrogaba a la corona la
mantención del esfuerzo militar hizo que en la sede del virreinato de Perú y en el seno de la
Audiencia limeña se formara la convicción que algo debía hacerse respecto de la crisis de
Chile.
Había un partido en la Corte de Madrid que sostenía la idea de despoblar el reino y
acabar así con la sangría que éste representaba para el imperio, pero la mayoría se oponía a
esta medida pues de así hacerse, se produciría una casi evidente invitación a que enemigos
de España, como ingleses y holandeses, se asentaran en el territorio chileno, con la
intención de atacar Perú. Se hacía evidente que la única razón de sostener la defensa de
Chile, estaba en la necesidad de preservar la seguridad del Virreinato.
A esto se unía la opinión cada vez más compartida en Lima de que los problemas de la
guerra se eternizaban porque no había un tribunal que evitara los supuestos abusos que los
gobernadores militares infligían a los indígenas. Dichos abusos provocaban a su vez los
estallidos violentos, de manera que si se creaba un tribunal de jerarquía, estos malos tratos
desaparecerían, la paz retornaría y se obtendría justicia para todos. La idea resultaba
atractiva por varias razones:
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1) Estaba en armonía con el espíritu legalista y legitimista de los españoles que tanto hemos
apuntado. Un gobierno en manos de los jueces equivalía entonces a una sociedad regida
con equidad, lo que obviamente resultaba muy atractivo a un monarca imbuido de tal
espíritu como Felipe II.
2) La instalación de una real Audiencia en Concepción, verdadero centro político, social y
militar del reino sería mucho más barata que la mantención de la Guerra.
3) No solo se economizaría dinero, sino que las invaluables vidas de los hombres del rey
que, habiendo sobrevivido a Flandes, venían aquí a morir en nombre del soberano
castellano.
Hacia el mes de noviembre de 1564 la idea de establecer una Audiencia en Chile había
prendido en el rey Felipe, por lo que dictó una real cédula estableciéndola, la que por
desgracia se ha perdido. Sabemos que fue dictada entre noviembre de 1564 y enero del año
siguiente. Según los fundamentos esbozados en la cédula de designación de los oidores
(fueron 4) el monarca “decidió la creación de una audiencia real en el reino de Chile, con
asiento en la ciudad de Concepción, para poner atajo a los abusos de los gobernadores y
procurar el pronto término de la guerra contra los naturales, además de ser útil para lograr
un mejor cuidado de la real hacienda. Los nombramientos de sus oidores se despacharon el
14 de enero de 1565 y sus Ordenanzas se expidieron en San Martín el 18 de mayo del
mismo año”.
Los oidores fueron los licenciados Egas Venegas, en calidad de decano; Juan Torres de
Vera y Aragón y Gabriel Serra y Ronquillo. El presidente del tribunal, fue el oidor de la
audiencia de Lima, doctor Melchor Bravo de Sarabia; y el fiscal, el licenciado Álvaro
García de Navia y Estrada.
La instalación de la audiencia tuvo lugar en 1567 con la llegada de los oidores y el
“sello Real” a la ciudad de Concepción, en medio de una ceremonia llena de pompa y los
mejores auspicios. Resulta curioso observar como se gastó el dinero en este protocolo y
como el país desfallecía de hambre.
A poco andar comenzaron los problemas. El gobierno había sido encomendado a la
Audiencia, pero tras la llegada de su presidente, el doctor Bravo de Sarabia se produjo una
disputa entre él y los otros oidores, pues Bravo sostenía que a él correspondía el gobierno
como cabeza del tribunal y los demás que era un gobierno colegiado.
Entretenidos es esta disputa los oidores no se dieron cuenta de que los indígenas
planeaban una sublevación masiva. Los letrados solo se preocupaban de minucias jurídicas
o se enfrentaban entre sí, como ocurrió tras la visita a la tierra que realizó el oidor Egas
Venegas, quien se enfrentó con el Presidente Bravo.
Igualmente mal lo pasaron el fiscal, y los letrados que vivieron en Concepción en esa
época, pues el gobernador les hizo tal cantidad de agravios que quedaron en la mayor de las
penurias y fueron encarcelados varias veces, hasta que todos, salvo el fiscal huyeron al
norte.
La suerte de la guerra no mejoraba. Los indios derrotaron completamente a Bravo y ello
motivó Felipe II, por real cédula de 26 de agosto de 1573, mandara quitar la Real Audiencia
de Concepción y destinara a sus ministros a otros tribunales de las Indias. “En los
fundamentos de esta real resolución parecía reconocerse la opinión de los vecinos en torno
a la inutilidad de una real audiencia en un reino que se hallaba aún por conquistar y
pacificar. La misma real cédula comunicaba que se había nombrado gobernador y capitán
general del reino al capitán Rodrigo de Quiroga, y como su teniente de gobernador al
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licenciado Calderón: “Presidente y oidores de la nuestra audiencia que reside en la ciudad
de la Concepción de las provincias de Chile: sabed que entendida la continua guerra y
alteración en que esas provincias están y para su sosiego y quietud y por el mal aparejo que
hay para esa audiencia se pueda sustentar y entretener convenía la mandásemos quitar y
proveer que sola una persona tuviere el gobierno de esa tierra, visto y platicado por los del
nuestro Consejo de las Indias y consultado con Nos acatando las causas, de que lo tuvimos
por bien, y de proveer por nuestro gobernador y capitán general de esas provincias al
capitán Rodrigo de Quiroga y por su teniente al licenciado Calderón, como allá lo
entenderéis; y porque conforme a los títulos y despachos que les mandamos dar, luego que
lleguen de esa tierra han de comenzar a usar de ellos y gobernarla y mantenerla en justicia
como hasta aquí lo ha hecho esa Audiencia, luego que hayan tomado la posesión de sus
oficios dejaréis vosotros y el nuestro fiscal y los demás oficiales y ministros de esa
audiencia los vuestros, y no usaréis más de ellos en manera alguna, so las penas en que
caen e incurren las personas que no cumplen el orden y mandado de su rey señor y usan
oficios reales para que no tienen poder y facultad; que por otra nuestra cédula habemos
mandado que a cada uno de vos se os pague lo que se os debiere de vuestros salarios hasta
el día que esa audiencia se quitare”.
La real cédula de extinción del tribunal se cumplió el día 25 de junio de 1575, cuando el
licenciado Calderón declaró suspendidas las actuaciones del tribunal y dio inicio al juicio
de residencia de los oidores.
Una vez extinguido el tribunal, el licenciado Calderón y el gobernador no supieron qué
destino dar al real sello de la audiencia y tras consultar al monarca, por una real cédula
despachada... el 5 de agosto de 1577 se les respondió: "...Decís que el Sello con que libraba
nuestra Real Audiencia las provisiones que en ella se despachaban, no se ha consumido
hasta saber lo que mandásemos se hiciese, y porque por ahora no se ha de usar de él, luego
que recibáis esta nuestra cédula haréis que se hunda y de su valor se haga cargo a los
nuestros oficiales de esa provincia".
Tras la traumática experiencia de la Audiencia Penquista, la Corona solo restableció
una
Audiencia para Chile en 1609 (por Felipe III) en Santiago y sólo como tribunal de Justicia.
Los Cabildos:
Nombre completo: Cabildo, Justicia y Regimiento.
Cabildo: Órganos que representan a los vecinos de la ciudad o villa.
Justicia: Por medio de los Alcaldes ejercen justicia de primera instancia, tribunales legos.
Regimiento: Administran funciones de policía, orden y gobierno de la villa, por medio del
Procurador.
Son elegidos por la comunidad: vecinos-oriundos y moradores-no oriundos.
Los cabildantes que expiran en su mandato designan a sus sucesores: autogeneración.
Son de origen popular, reconocen su origen en el pueblo, no hay que olvidar que el
poder es divino y que se transmite al pueblo y del pueblo al monarca, parte de ese poder el
pueblo lo va expresar en el Cabildo, es una institución democrática , esta institución es muy
antigua en España, aparecen en la Alta edad media, en el que se confunden concejales que
son electos popularmente y regidores que son designados por el rey, con posterioridad los
reyes católicos introducen en los cabildos a corregidores, mas tarde los Austrias introducen
el cargo de regidores perpetuos , ya que a la corona le convenía tener injerencia en los
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cabildos, a lo cual el pueblo se fue oponiendo ya que en ello veían un intervencionismo que
no correspondía , el cabildo estaba integrado por 2 tipos de regidores , los Regidores Cada
Añeros designados cada año y los Regidores Perpetuos duraban lo que duraba su vida o
hasta cuando renunciaran, la persona que compraba su cargo asumía en su lugar, en las
capitulaciones que se le entregaban a los conquistadores contenían tácita o expresamente la
atribución de formar por única vez el primer cabildo (en América). Hernán Cortez en 1519
fue el 1º en designar un cabildo, en 1541 Pedro de Valdivia hizo lo mismo en Santiago, este
cabildo designó por aclamación a Pedro de Valdivia como Gobernador de Chile, esto se
hizo mas que nada por la lejanía con Lima y la imposibilidad de consultar al virrey el
nombre de quien debía llevar el cargo, mas tarde el rey confirmó esta designación.
Además de ser el cabildo de elección popular, existe otro sistema para su conformación
es la autogeneración, en donde es el cabildo saliente el que nombra a los integrantes del
cabildo entrante, para esto se decretó la imposibilidad de nombramiento entre padres e hijos
o entre hermanos.
Alcalde Ordinario:
Era designado por el pueblo y presidía el cabildo, constituía la justicia ordinaria, veía
asuntos civiles y criminales dentro de los límites de la ciudad y no más allá de 5 leguas a la
redonda de la ciudad, otra atribución dependiendo de la costumbre local, era conocer los
juicios entre indios y españoles y también las llamados Casos de la Sta. Hermandad (delitos
en despoblado).Habían 2 clases de alcaldes ordinarios:
De primer Veto: eran designados de entre los encomenderos y que administraban justicia a
los vecinos del lugar.
De 2º Veto: eran designados de entre los moradores o domiciliarios y administraban
justicia a los moradores.
Los alcaldes como eran legos es hacían asesorar por letrados para efectos de la dictación de
la sentencia, su sentencia podía ser apelada ante la real audiencia y eventualmente ante un
corregidor o un alcalde mayor.
Procuradores: era otro integrante del cabildo, era de la ciudad y representaban
esencialmente al pueblo ante las autoridades del cabildo, este era nombrado por el
vecindario , era muy importante al punto que para tomar las decisiones mas relevantes
debía ser consultado, para lo cual debe ser oído preferentemente.
Fiel Ejecutor: es otro integrante del cabildo, sus funciones son vigilar los pesos y las
medidas, se paseaba por todos los lugares donde se vendían todo tipo de cosas, lleva
también el control de las casa comerciales y mercados, debía velar por el cumplimiento de
precios y aranceles, debía velar que ciertos productos no fueran sobreexplotados, y llegado
un momento imponía determinado tipo de precios, también inspeccionaba las acequias que
corrían por la mitad de la calle, esto se realiza hasta 1840, cuando comienza la construcción
del alcantarillado.
Alférez Real: también integra el cabildo, es un cargo muy honorífico, su única función
consistía en pasear el estandarte real en los días de fiesta y en las ceremonias oficiales, el
estandarte real representa al monarca, a pesar de ser un gran honor este cargo, en muchas
partes se rehuía este cargo, dado que conlleva una obligación que era la de solventar de su
propio bolsillo los gastos de agasajos, fiestas y las monedas que se arrojarían a la plebe.
El Escribano: es el que autoriza todas las resoluciones que emanan del cabildo, era un
cargo vendible al mejor postor.
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Funcionamiento del cabildo: sesionaba de tres formas:
1.- El cabildo ordinario: sesionaba en los días prefijados a través de las ordenanzas y veía
todos los asuntos ordinarios que correspondiere.
2.- El cabildo extraordinario: sesionaba en distintos días a los fijados,
3.- El cabildo abierto: era el en que participaba todo el vecindario, se veían materias
de gran importancia, aun existe este cabildo abierto como institución.
Los Oficiales Reales: esta a cargo de esta institución la real hacienda, para recaudar los
tributos, eran originalmente 4 uno es el tesorero (custodia los tesoros), otro el factor
( reduce a dinero lo pagado en especies), otro es el veedor(contralor) y otro es el contador,
mas tarde se refunden el veedor y factor, era un cargo de nombramiento real por lo general,
en una época vendible, los ingresos de la corona se custodiaban en arcas de 3 cerraduras
(cada oficial tenia 1 llave), están sometidos a muchas medidas de probidad administrativa,
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no pueden comprara ciertas cosas, se presume que lo que adquieren es con dinero de la
corona, eran solidariamente responsables de todas las mermas de las arcas, vivían juntos, no
recaudan directamente los dineros siempre, intervienen en el arrendamiento de la
percepción de ciertos impuestos, como por ej. el impuesto de Alcabala , también participan
en la Junta Real de Hacienda, la que era presidida por 1 virrey o 1 gobernador, la integran
además el oidor de cano y oficiales reales, en ella se veían los tributos, las tierras vacantes,
arrendamiento de tributos, etc.
Por mucho tiempo cuando estos oficiales querían cobrar tributos tenían que recurrir a
los tribunales, luego se dispuso que ellos dictarían mandamientos de ejecución y embargo.
La jurisdicción de los cabildos (extensión de territorio bajo su mando) era denominada
“Término”.
En América los términos podían ser enormes: Santiago tenía como término desde el
Choapa hasta el Maule.
Uno de los problemas de más compleja resolución que plantea el proceso de Conquista,
Evangelización e Incorporación de las Indias a la Corona Castellana, es el relativo al
régimen de trabajo aplicable a los naturales de Indias y a quienes procedentes de otras
latitudes, eran objeto de la institución de la esclavitud (africanos de raza negra, en general).
En la primera etapa del poblamiento de las Indias, mientras los conquistadores
colonizan las Antillas y demás islas del mar Caribe, surge el “Repartimiento de Indios”,
figura consistente en un grupo de nativos (de origen taíno, en tales islas) entregado a un
europeo a fin de que este les brinde trabajo y laboren a sus órdenes. La verdad es que este
repartimiento no hace sino esconder una forma velada de esclavitud, que en los primeros
años es tolerada por la Corona, más por desconocimiento de las verdaderas condiciones de
los indígenas que por una voluntad política deliberada.
Este repartimiento de indios resulta sumamente complejo en su aplicación. Su propósito
inicial es el reglamentar el uso de la mano de obra en las nuevas tierras, pero los abusos a
que da origen hacen que la Corona lo reemplace por la “encomienda” de que trataremos
más adelante.
Los abusos cometidos en esta primera etapa hacen descender rápidamente la población
indígena de las islas. En la polémica sobre los justos títulos personales, hemos tratado el
tema de la controversia entre Las Casas y Sepúlveda, por lo que sólo recordamos aquí que
la introducción de la esclavitud negra en Indias fue propiciada por el mismo las Casas a fin
de reemplazar a los indios en las labores pesadas de la minería y otras.
El siguiente paso fue el de reintroducir un sistema de organización del trabajo que no
repitiese los errores y abusos del repartimiento de indios. Por ello se crea la “Encomienda”,
institución particular que no persigue sólo fines económicos o laborales sino también,
religiosos. Se puede sostenes que las características más o menos permanentes de la
encomienda se configuran hacia el año 1536 y ya se ha indicado que esta institución tiene
su origen formal en las “Leyes de Burgos” de 1512-13 y en las “Leyes Nuevas”.
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Debe recordarse que la Corona se ve obligada por la segunda y tercera bula
alejandrinas” a llevar adelante la evangelización de la nuevas tierras o reinos y para ello
selecciona cuidadosamente el personal religioso que pasará a las Indias. Sólo pueden
inmigrar los clérigos de órdenes reformadas: el personal más capaz e idóneo por su cultura
y santidad, pero por desgracia, muy escaso, frente a las crecientes necesidades de la
población. Estas órdenes reformadas son las que surgen bajo la inspiración del movimiento
misionero surgido del preclaro Concilio de Trento, que depura la organización y
costumbres de la Iglesia Romana, frente a los desafíos de la Reforma protestante.
Por ello se toma la decisión de encomendar parte importante de la tarea de
evangelización a los laicos. Así la encomienda “continental” reemplaza a la encomienda
isleña o repartimiento y el encomendero no sólo debe dar trabajo y cuidado al grupo de
indígenas confiado a su cuidado, sino además les debe evangelizar, entregándoles los
conocimientos catequísticos necesarios para lograr el bautizo voluntario de los naturales.
Este propósito del todo loable, es el recogido en el concepto de encomienda: “Un
privilegio concedido a un benemérito de indias, por su vida y la de su inmediato sucesor,
consistente en un grupo de naturales que le son confiados para su cuidado y
evangelización”.
Las características elementales de la encomienda son las siguientes:
a) Naturaleza: Privilegio, no es un derecho que se reconociese a todo inmigrante a las
Indias, sino un premio concedido a ciertos colonizadores destacados.
b) Titular: Un europeo declarado benemérito de Indias, es decir, no es requisito ser español
de origen, sino más bien cristiano (en Chile se dio incluso el caso, de un negro de origen
africano (Juan Valiente, compañero de Pedro de Valdivia) que “ganó una encomienda”. La
declaración de benemérito se concede por sus especiales servicios a la corona en el adelanto
de la conquista; servicios éstos que pueden revestir la forma de empresas militares, como
de tareas de evangelización, por lo que los encomenderos pueden ser tanto militares como
eclesiásticos.
c) Duración: Dos generaciones. Este es uno de los puntos más discutidos, pues bien sabido
es que las Leyes Nuevas dictadas por el emperador en 1542 restringieron la duración de la
encomienda a la sola vida del titular originario. Sin embargo, ya hemos visto que la
insurrección provocada por la adopción de estas normas hizo que por Real Provisión de
Carlos V de 20 de octubre de 1545, se derogase la ley Nº 30 que establecía que las
encomiendas no se podrían heredar.
Ahora bien, la existencia de las encomiendas hereditarias no implica la existencia de un
sucesor legítimo en la forma de hijo. Mal podría requerirse para el caso de un titular que
fuese eclesiástico. Por ello la encomienda podía revestir la forma de un legado. Este punto
fue causa de innumerables controversias sobre todo cuando existían herederos directos y la
encomienda se dejaba a otro. En los archivos de la Real Audiencia de Santiago se
conservan numerosos testimonios de juicios seguidos por tal causa.
d) Un grupo de naturales confiados para cuidado y evangelización.
Entendemos que ésta es la clave de la justificación de la encomienda para la Corona. Es
una forma de usar de los esfuerzos de los laicos para instruir a los indígenas en los
preceptos de la Fe y a la vez, proporcionarles la oportunidad de tener un trabajo a fin de
reunir el dinero para pagar el tributo que deben al rey como hombres libres, la “capitación”.
A la vez, el encomendero adquiere la obligación de proporcionar vestido, techo, comida y
educación a los indígenas sujetos a su cargo.
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Una vez que la encomienda concluía debía de devolverse a los indios su completa
autonomía para que pudiesen vivir en pueblos como hombres libres y capaces.
En la práctica, sin embargo, la encomienda fue objeto de numerosos abusos,
especialmente por parte de los propios encomenderos. El artificio del obedecimiento y
cumplimiento de las leyes relativas a los indígenas fue establecido por Carlos V, en 1528
para los casos en que de la aplicación inmediata se siguiera escándalo y cuando se
produjera daño irreparable, lo que fue invocado por los encomenderos en numerosas
oportunidades.
La reacción oficial de la Corona y de las autoridades indianas frente a tales prácticas fue
distinta según se tratara de cada reino de Indias. Así en el virreinato de México se procede a
una reglamentación del trabajo minero. En Perú, Charcas y el Plata, se reglamenta y acoge
el sistema de trabajo por turnos o “Mita” de origen indígena y el “yanaconaje” sistema de
trabajo vinculado a tribus completas de indígenas.
Y en nuestro país se acude desde los tiempos de Valdivia a la reglamentación del
trabajo mediante la prohibición de ciertas faenas pesadas y la concesión de descanso
dominical y de festivos por el cabildo de Santiago en 1548.
El contrato de trabajo, fue también reglamentado mediante la institución de los
“asientos de trabajo”. Se celebran por escritura pública y en el caso de los indígenas, con la
comparecencia habilitante del Corregidor, o el teniente o juez del partido.
Los indios deben trabajar desde los 18 a los 50 años, el contrato es anual, la jornada es
de “sol a sol” con pausas de una hora de comida y descanso. De mayo a agosto la jornada
se extendía desde las 10.00 hasta las 16.00 horas.
La mita, para el trabajo de turnos minero se usó en Chile sólo en el siglo XVI.
Pero el instrumento preferido en el reino fueron las tan conocidas “Tasas”; éstas son
normas de naturaleza reglamentaria, de carácter general y obligatorias (no susceptibles del
proceso de obedecimiento y cumplimiento formal):
La primera de estas tasas es la dictada por el gobernador don García Hurtado de
Mendoza en 1558 (aprobada por el Felipe II en 1561), conocida como “tasa de
Santillán” por haber sido redactada por el licenciado Hernando de Santillán,
miembro del séquito del gobernador. Establecía la necesidad de respetar el descanso de
los días feriados, la prohibición del trabajo de los niños menores de 14 años y de la mujer
embarazada y la rebaja de la jornada de trabajo a un máximo de 10 horas diarias y a 8 horas
en casos de trabajo en minas. Prohibió el trabajo forzoso de los mayores de 60 años.
Impuso la mita para el trabajo minero y estableció como remuneración el “sesmo” o sexta
parte del oro extraído. A los trabajadores agrícolas se podría entregar ropa y animales.
La segunda tasa es la de Gamboa, en honor del gobernador Martín Ruiz de Gamboa,
dictada en 1580, que reemplazó el trabajo personal del indio por el pago del tributo al rey
directamente en Oro.
La tercera de Alonso de Ribera de 1613, impone jornada de trabajo única para los
encomenderos renuentes a cumplir la anterior.
La cuarta del virrey del Perú, príncipe de Esquilache, mantiene la tasa de Gamboa
con algunas modificaciones menores. Es aprobada por la corona en 1622, e incluida como
Tasa Real en la Recopilación de Indias de 1680, como veremos enseguida.
La quinta de Lazo de La Vega, obra del gobernador homónimo en 1633, reglamenta
el trabajo campesino, suprimiendo el trabajo personal y aceptando el pago del tributo al rey
en géneros, como frutos, cereales, etc. o cuarenta días de trabajo equivalentes al tributo
anual de 10 pesos.
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La sexta es la de “la Compañía” o “de los jesuitas”, que reglamenta el trabajo
colectivo de los indígenas en las haciendas de la compañía. Dejada sin efecto con la
expulsión de la orden en 1767.
La encomienda tuvo en Chile una mayor importancia económica como herramienta de
explotación agrícola y minera, en el valle central, hasta el río Maule, por la sencilla razón
de que sólo allí se encontraba un núcleo de población indígena que aceptaba pacíficamente
el sistema indicado. Más al Sur la rebeldía de los araucanos hizo imposible la implantación
de tal institución.
En materia de seguridad social, el encomendero tenía el deber auxiliar y proteger a los
indígenas, a curarlos y asistirlos por accidentes de trabajo. Además se crearon las “Cajas de
Comunidad”: mutualidades de origen peruano, que obtenían recursos de la venta de
productos de las tierras comunes indígenas, venta de animales, de arriendo e intereses de
censos y préstamos. Proveían a la necesidad de huérfanos, enfermos (mantenían hospitales)
y entregaban ropa y alimentos a los indígenas.
Además, por Real cédula de Felipe III, en cada ciudad debía mantenerse un hospital
para pobres.
La encomienda desaparece finalmente en el año 1791, derogada por el marqués de
Osorno, don Ambrosio O’Higgins, cuando restaban sólo 12 de ellas entre Santiago y
Maule.
Mención especial merece la ordenanza de Carlos III sobre el trabajo en las Minas de
1761, establecen un sistema especial de protección a los trabajos mineros y reglamentan un
nuevo sistema de trabajos por turnos.
El sistema de protección del trabajo decae con el reemplazo de la mano de obra
indígena por la del inquilinaje colonial, que paradojalmente, por no ser indígena, carece de
mecanismos de protección equivalentes a los de los primeros.
El trabajo campesino y de la minería, van a ser reglamentados mediante las disposiciones
del derecho común, especialmente las de la Recopilación de Leyes de Indias de 1680 (que
incluye las tasas). Y luego sus normas serán incorporadas en el texto de la Novísima
Recopilación de Leyes de Indias de 1805.
EL DEFENSOR DE INDÍGENAS:
Era éste un funcionario designado por la corona que tenía la obligación de defender los
intereses de los indígenas frente a los españoles o el gobierno. El primer protector fue fray
Bartolomé de las Casas, designado en tal función en 1516. Más tarde el cargo correspondió
a laicos. El superior de estos funcionarios era el Fiscal del Consejo de Indias y los
defensores fueron al comienzo los propios fiscales de las Audiencias. Eran designados por
el Virrey. Más tarde fueron funcionarios legos de Capa y Espada y finalmente restablecidos
como letrados. En Chile el primer protector de Indígenas fue nombrado bajo el gobierno de
nuestro conocido don García Hurtado de Mendoza. Este funcionario debía asistir
gratuitamente a los indígenas en todas las causas que se promovieran a su respecto en los
tribunales del rey y también se extendió su protección a los asuntos en que el natural, como
miserable personae (persona miserable o menesterosa, débil o necesitada de auxilio según
las categorías del derecho romano) requería de un representante para celebrar actos y
contratos con los españoles.
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En Chile, el gobernador Martín García Oñez de Loyola, elaboró unas completas
ordenanzas sobre la protección de los indígenas, que paradojalmente le asesinarían 5 años
más tarde en Curalaba.
Además los indígenas gozaban de una serie de privilegios o beneficios especiales:
Por el hecho de ser considerados personas miserables e incapaces relativos fueron objeto
de:
1) Una presunción especial de libertad.
2) Sus pleitos se consideraban siempre casos de corte, es decir, eran conocidos por las
Audiencias y tenían la especial vigilancia de la Corona con la asistencia legal gratuita de
los protectores.
3) Gozaban de la in integrum restitutio.
4) Los juicios de indios debían ser breve y sumariamente tramitados.
5) Podían retractarse de una declaración y confesión.
6) Se les aplicaban penas más benignas.
7) Al ser considerados neófitos, no se les somete al tribunal de la Inquisición.
8) No se les presume dolo ni engaño
9) La venta de sus bienes es solemne para asegurar un mejor precio de venta.
10) Gozan de la facultad de otorgar testamento simple.
11) Podían retractarse de la venta de un inmueble cuando sufrían lesión enorme.
12) Estaban exentos de tutelas.
13) Los nobles indígenas tenían un trato propio de los príncipes e infantes Castellanos.
14) Estaban exentos de ciertos tributos como la alcabala.
En materia procesal: en este sentido los indígenas gozan de Restitutio In Integrum, también
si al indígena aunque se le haya pasado el plazo para una determinada presentación, para
acompañar documentos o rendir prueba, podía hacerlo igual. También si en el juicio de
residencia si a un indígena se le había pasado el plazo para presentar cargos contra la
autoridad podía hacerlo igual, también podía retirar documentos presentados si no le
convienen, se puede desdecir sus declaraciones si no le convienen, se presume todo lo
favorable para el indígena.
En materia civil: el indígena puede testar en forma sencilla, sus juicios deben ser breves y
sumarios, tiene el privilegio de que las ventas de sus bienes tienen que ser en subasta
pública para evitar perjuicios, cuando son inmuebles no basta con 1 pregón, se deben hacer
30 pregones en 30 días, en bienes muebles y semovientes son 9 pregones en 9 días.
En materia penal: los delitos cometidos por indígenas se consideran siempre sujetos a una
atenuante, los cometidos contra ellos se consideran sometidos a una agravante, el indígena
no esta sometido a la inquisición, si cometen herejía se considera ignorancia, pero si un
indio católico comete idolatría se somete a juicio ante la autoridad pero no ante la
inquisición.
En materia minera: si un indígena descubre un yacimiento minero, para el plazo para
inscribirlo era más amplio.
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EL RÉGIMEN DE LAS TIERRAS:
LOS MAYORAZGOS:
CONCEPTO:
“Es el derecho de suceder en los bienes vinculados, esto es, en los bienes sujetos al
perpetuo dominio de alguna familia con prohibición de enajenación”.
El mayorazgo tuvo gran importancia en América, pero no así en Chile en donde fueron
relativamente pocos los constituidos.
El mayorazgo regular atiende a los siguientes criterios para definir al heredero
beneficiado:
Primogenitura.
Varonía o sexo.
Legitimidad.
Los demás eran excluidos de la herencia vinculada pudiendo heredar otros bienes de los
padres.
El mayorazgo presenta un problema económico grave pues al no poder gravarse ni
enajenarse las tierras, éstas tienden a disminuir su valor y con ello la productividad de toda
la economía agrícola (nadie presta dinero para invertir en ellas).
Así el mayorazgo produce un daño económico a la familia a la que pretende beneficiar
y a la economía en general al excluir bienes valiosos del comercio humano.
Por lo anterior los mayorazgos fueron disueltos en tiempos del Presidente Manuel
Montt, gracias a don Andrés Bello que diseñó la solución actual: el censo siempre
redimible por dinero.
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apoyándose en las nuevas clases sociales de funcionarios, comerciantes y profesionales que
serán la base del nuevo sistema administrativo. Y para conseguir tal propósito, el contar con
el apoyo de la Iglesia (sustento moral de todo régimen de convivencia) resultaba vital.
Por lo anterior, resulta del todo comprensible que la Corona Castellana haya luchado
por mantener un control directo sobre la Iglesia de Indias, de manera de poder organizar los
“nuevos reinos” con la plenitud del poder en manos del Rey, sin cortapisas, ni siquiera de la
Santa Sede.
Tal pretensión encuentra su respuesta en el “REAL PATRONATO INDIANO”, es
decir el “Conjunto de Derechos y potestades que la Corona detenta para la tuición de
la Iglesia de Indias, por delegación directa de la Santa Sede”. Otros lo definen como
“La delegación que realizó la Santa Sede de algunos derechos propios sobre la Iglesia
de América en los monarcas españoles”.
El vocablo patronato, como es obvio, es un derivado de la voz latina Patrón a su vez
proveniente del clásico “Pater”. En la época del Derecho Romano Vulgar, el término
“patronato” designaba al conjunto de Derechos que correspondían al fundador de una
Iglesia o Convento, pero aplicado al gobierno de las Indias, adquiere el significado más
amplio ya visto.
Conjuntamente con dicha institución, sin embargo, se desarrollan con más o menos
intensidad, por parte de la Corona, ciertas prácticas abusivas, que van a configurar un
sistema paralelo denominado “Regalismo” y que estudiaremos más adelante.
Cuando tratamos el tema de los justos títulos territoriales indicamos que el problema
encuentra su solución esencial en “Las Bulas Alejandrinas” de donación la Corona de
Castilla de las Indias Occidentales”. De ellas las que importan a nuestro tema son:
31
esta bula no tuvo gran aplicación en los primeros tiempos, hasta que la Corona comenzó a
enviar a Indias a sacerdotes de órdenes reformadas (mercedarios, dominicos, franciscanos,
agustinos, etc.).
3.- Bula “Piis Fidelium”, de 25 de junio de 1493, fue un complemento de la Bula anterior,
y trata sobre la expansión del cristianismo en los territorios descubiertos y designa, a
propuesta de los Reyes Católicos, a un vicario apostólico, fray Bernardo Boyl encargándole
la ordenación y dirección de la labor evangelizadora.
Ahora bien, resulta evidente, que la preocupación de la Corona por los asuntos
concernientes a la organización religiosa de las Indias se manifiesta desde muy temprano, y
prueba de ello es la obtención de la bula Piis antes citada. En un comienzo la intención de
los monarcas era proceder a la designación de vicarios generales que llevaran adelante la
tarea de evangelización. Pero la triste experiencia de las relaciones entre Fray Boyl y el
Almirante don Cristóbal Colón, dio como resultado que la Corona abandonase su política
inicial y entregase la dirección de la tarea de evangelización a las órdenes reformadas que
comenzaban a pasar a América; en primer lugar a los dominicos y franciscanos.
4.- Luego la Bula Eximiae Devotionis (II), del Papa Alejandro VI, de 15 de noviembre de
1501, concedió a la Corona el Derecho de percibir los diezmos eclesiásticos en nombre de
la Iglesia de Indias.
Sin embargo, la política de la Corona continuó evolucionando y por ello solicitó del
Papa la dictación de una nueva Bula:
5.- Bula Illius fulciti praesidio, dictada por Julio II el 15 de noviembre de 1504, por la que
se crea una provincia eclesiástica en la Española, con una archidiócesis metropolitana
(Yaguata) y dos diócesis sufragáneas (Magua y Bainúa). Esta Bula produjo una
controversia, pues don Fernando de Aragón, se negó ejecutarla, pues no reconocía el Real
Patronato de la Corona sobre las Indias (Derecho de presentación que veremos más
adelante, ni confirmaba la percepción de los diezmos por la Corona).
La controversia producida de esta manera sólo pudo ser resuelta algunos años más
tarde, pues don Fernando resolvió no autorizar el viaje a América de los nuevos obispos,
dejando en suspenso la instauración del sistema diocesano, manteniendo el sistema
misional hasta que Roma confirmara expresamente el Patronato y la percepción de los
diezmos.
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Indias, directamente, por parte de los oficiales de las Cajas Reales, sin intervención del
clero.
Una tercera petición de los reyes, relativa a la facultad de delimitar los territorios de las
nuevas diócesis no fue formalmente otorgada en este periodo, pero la Santa Sede encargó
en cada caso a la Corona tal misión, por lo que puede afirmar que en la práctica esta
Facultad formó parte del régimen patronatista y finalmente se dicta:
8.- La Bula Sacris Apostolarus Ministerio; de 24 de enero de 1518, del papa León X,
concede a los monarcas y sus herederos y sucesores la facultad de dividir y delimitar las
diócesis americanas.
9.- La Bula Omnímoda; de 1522, dictada por el papa Adriano VI, concede a los jefes de
las zonas de misiones, poderes cuasiepiscopales.
10.- Real Cédula de Felipe II de Madrid de 4 de julio de 1574, que incorpora el
Patronato a la legislación Castellana y luego a la Indiana siguiendo las tesis de Solórzano
de Pereira.
11.- La Bula Omnímoda (II), de 7 de noviembre de 1610, dictada casi un siglo después de
la anterior por el papa Pablo V, va a incorporar a las facultades patronales, una práctica
surgida del Regalismo: “El Gobierno de los Presentados” o “Cartas de Ruego y Encargo”.
Esta facultad resulta de lógico establecimiento, pues es la Corona, la que está en mejor
condición de determinar las características geográficas de los nuevos territorios
conquistados y por ello puede precisar, mucho mejor que la Santa Sede, que carece de
informaciones detalladas, cuales son los límites y características naturales sobre los cuales
determinar los límites y jurisdicciones de las diócesis indianas.
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EL REGIO VICARIATO INDIANO
EL REGALISMO
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Otros, sin embargo, han indicado que la Santa Sede protestó numerosas veces (ejemplos
son la “Bula de la Cena” y las protestas por la Inquisición) por lo que no puede hablarse de
silencio o aceptación tácita de Roma. Así, indican que el Papa, intentó poner fin a los
abusos, pero que el propio regalismo se lo impidió. El caso de la famosa “Bula in Coena
Domini” o Bula de la Cena del Señor, que debía ser leída en todas las Iglesias y templos
varias veces al año, especialmente en las fiestas de mayor afluencia de fieles y
particularmente en la Misa de la Institución de la Eucaristía, el día Jueves Santo, es muy
claro al respecto. En ella la Santa Sede condena toda intromisión -especialmente de la
autoridad Real civil- en los poderes que sólo a ella competen y que le pertenecen en su
calidad de delegataria del poder divino instituido directamente por Jesucristo. Los Reyes
nunca permitieron que se diera el “Pase regio” a la Bula y por ello ningún obispo de Indias
se atrevió a leerla.
c) El Recurso de Fuerza:
Éste es un tribunal civil, estatal instituido por la Corona Castellana en la época de los
Reyes Católicos (1482-84) y que tenía por misión velar por la pureza de la Fe Cristiana, de
la moral pública y privada, evitar la difusión de herejías y de prácticas anticristianas como
la magia y la hechicería.
Su organizador fue Fray Tomás de Torquemada (1420-1498), quien redactó las 28
reglas del “Oficio de la Suprema”.
Este tribunal fue fundado a instancias del Estado y no de la Iglesia Romana, que
siempre protestó en contra de su funcionamiento.
La inquisición estaba integrada por jueces laicos y religiosos (en general de la orden de
los predicadores o dominicos, cuyo carisma es la difusión de la ortodoxia y cultura
católicas). Estaba autorizado para aplicar el tormento (tortura) a fin de obtener confesiones.
Pero no podía aplicar la pena de muerte. En caso de un delito particularmente abominable
(herejía, brujería o delitos sexuales como la sodomía) podía condenar al reo y luego
entregarlo a las autoridades policiales al “Relajado”. En definitiva, la autoridad policial
aplicaba la pena de muerte, por horca o por hoguera.
En las Indias existieron dos tribunales con asiento en México y Lima (éste último con
jurisdicción sobre todo el cono sur incluyendo Chile, en donde sólo existía un procurador
fiscal, que actuaba como investigador de primera instancia, debiendo elevar luego los
antecedentes a Lima). Los indígenas por ser considerados neófitos no podían ser juzgados
por la Inquisición.
El juicio histórico sobre la Inquisición ha resultado negativo. Bajo un noble propósito se
cometieron muchos abusos por un mal entendido celo o fanatismo religioso. Sin embargo
hay mucho de leyenda que oculta la realidad. En efecto éste era un tribunal de Derecho y no
una comisión política de fanáticos. Se atenía rigurosamente a sus procedimientos y las
condenas fueron comparativamente mucho menores a los que hubo por similares motivos
en otros países europeos (incluso protestantes) como Inglaterra y Alemania. Tampoco
aplicaba la pena de muerte en la hoguera como se ha querido presentar. Las penas podían
ser muy variadas, pero solían ser conmutadas de inmediato si es que el condenado se
arrepentía formalmente.
La inquisición desaparece en Chile con la Independencia nacional, aunque la última
causa data de 1768, casualmente instruida en contra de una supuesta hechicera, de la villa
de Florida, en los alrededores de Concepción, doña Juana Flores, quién finalmente fue
condenada a la horca en Lima (es la única mujer condenada a muerte en la historia
nacional).
En los siglos XV y XVI está formado por la hueste. No es preciso dar otra estructura pues
los indios son sometidos rápidamente. Salvo en Chile en donde había guerra desde Valdivia
en adelante.
Los escasos ejércitos de Indias dependen del Rey en forma directa.
En el siglo XVII se presenta la controversia entre el padre Luis de Valdivia, jesuíta y el
gobernador Alonso de Ribera.
El padre Valdivia propicia la “Guerra defensiva”: Despoblar las ciudades al Sur del Bío-
Bío, fortificar su ribera norte y enviar misioneros a evangelizar y pacificar a los indios.
La estrategia se basaba en que la resistencia indígena en Chile se debía a los abusos
cometidos en su contra.
Además era mucho más barato.
El padre Valdivia convenció a Felipe III de aplicarla en Chile.
Fue un fracaso, los primeros misioneros enviados (jesuítas) fueron decapitados por los
indios:
Son llamados por esto los “Mártires de Elicura”.
El gobernador Ribera obligado a aplicar este sistema propiciaba la solución definitiva
(aplicada por Chile Republicano en el siglo XIX para pacificar la Araucanía):
La Guerra Ofensiva.
Consistía en fortificar la rivera norte del Bío-Bío y luego avanzar construyendo fuertes
fácilmente conectados entre sí y con líneas sucesivas de penetración en la Araucanía. Esta
estrategia era muy cara de mantener y además se necesitaba de gente que sostuviera las
guarniciones.
Por ello Ribera fundó un ejército profesional en Chile y para pagarlo (Chile no podía
costearlo por sí solo) se estableció el REAL SITUADO: Una cantidad de dinero en
metálico (llegaba una vez al año por mar) y pertrechos (que llegaban por tierra) desde
Perú o Bogotá.
Finalmente veremos que la Corona al no mantener esta política por su alto costo y optó por
los “Parlamentos” que veremos más adelante.
EL SISTEMA JUDICIAL:
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La primera fue la de Santo Domingo en 1511. Más tarde Concepción (1567) y Santiago
(1609).
Tribunales letrados y colegiados.
Algunas son gobernadoras: México, Charcas y Concepción.
Las Audiencias son de tres tipos:
Virreinales: Presididas por el virrey.
Pretoriales: Presididas por el Gobernador o Capitán General.
Subordinadas: Presididas por un togado o letrado.
Competencia:
1) Ordinaria: Civil y Criminal:
Por excepción son tribunales de primera instancia en causas sobre 400.000 maravedís.
En general son tribunales de segunda o incluso tercera instancia de causas civiles de sobre
60.000 maravedís. Salvo que hubiere tres sentencias conformes en cuyo caso no le cabe
competencia.
Conocen por dos vías:
Apelación: Recurso establecido por ley contra la resolución recurrida.
Suplicación: Cuando la ley no la establece, se dirige al rey y si no se acepta dentro de 90
días se podía cumplir la sentencia.
En las causas criminales la Audiencia es tribunal de tercera y última instancia.
En las civiles de sobre 600.000 maravedís, puede intervenir el Consejo de Indias pero
siempre por suplicación.
Cuando la sentencia de la audiencia es de primera instancia se denomina “Sentencia de
Vista”. Si en cambio, es de 2° instancia o 3° instancia se denominará de “Revista” pues el
mismo tribunal la ha revisado.
2) Casos de Corte: Son causas de orden político contra las autoridades de gobierno, aquí
son tribunal de primera instancia:
Pleitos de Indios
Juicios de Residencia
Juicios de Visita.
Además pueden disponer la suspensión de la resolución gubernativa recurrida.
3) Asuntos Eclesiásticos:
Conocen del Recurso de Fuerza
Juicios de violación al Patronato
Bulas Prohibidas.
4) Fuero Militar:
Fuero personal y funcional
Bajo las audiencias están los Justicias Mayores, tribunales unipersonales y legos de
segunda instancia.
En la base, los Corregidores (para los campos) y los 2 Alcaldes de los Cabildos (para
las ciudades). Tribunales legos de primera instancia.
EL DERECHO INDIANO:
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Concepto: “Es el conjunto de normas y principios jurídicos creados por la Corona hispánica
y sus autoridades delegadas para regir en las Indias Occidentales y Filipinas desde antes del
descubrimiento y hasta la conclusión de la codificación republicana”.
Para Tomás y Valiente es: “El conjunto de leyes y disposiciones de gobierno promulgadas
por los reyes y por otras autoridades subordinadas a ellos para establecer un régimen
jurídico especial en las Indias”.
Don Alejandro Guzmán Brito indica que es: “En sentido amplio es todo derecho vigente en
Indias, en sentido restringido en cambio es el directamente producido por el monarca o por
las autoridades criollas para Indias, o generado por las costumbres allí.”
Don Antonio Dougnac Rodríguez lo define como: “El conjunto de reglas jurídicas
aplicables en Indias, o sea, los territorios de América, Asia y Oceanía dominados por
España”.
2) La Crisis: 1511 a 1566: Desde La denuncia de Montesinos hasta la muerte de Las Casas.
Periodo de conflicto y polémica por los justos títulos.
3) Desarrollo y máximo esplendor del Derecho Indiano: 1567 a 1680. Desde la Nueva
Recopilación de Leyes de Indias de Felipe II a la Recopilación de León Pinelo.
Corresponde a la época en que la cultura y literatura jurídica de las Indias se desarrolla y
consolida, con el surgimiento de juristas especializados y la labor de los tribunales
indianos.
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4) La Reforma Borbónica: 1700 a 1817. La nueva dinastía reinante instituyó una serie de
reformas de gran importancia jurídica, casi todas ellas provenientes de la Metrópoli.
La eficacia y aplicación del Derecho Indiano: Los críticos del sistema indiano apuntan a
que las leyes indianas no se aplicaron en la práctica y que el esfuerzo de la Corona fue en
vano.
La verdad es que este derecho sí se aplicó, pero existen algunas circunstancias que explican
que algunas veces la ley no se cumpliera íntegramente (igual que hoy):
1) La reacción de la población en contra.
2) La enorme distancia entre la Metrópoli y las Indias
3) La gran cantidad de leyes que motivaban que fuera difícil saber, en algunos casos, cuál
estaba vigente y cuál derogada.
Fuentes Materiales: Son aquellos hechos que condicionan la Conquista de las Indias, la
preocupación de la Corona por el trabajo indígena, la necesidad de evangelizar, el buen
gobierno de las Indias.
Fuentes Formales: Son las diversas clases de normas jurídicas que se crean para regir en
Indias.
Debe hacerse presente que la gran fuente productora de Derecho es el Rey, quien concentra
la plenitud de la potestad legislativa. Sin embargo los diversos órganos y autoridades que
con él colaboran también pueden crear derecho por delegación del Rey.
Fuentes Formales:
Distinguiremos las 4 fuentes tradicionales:
LA LEY.
LA COSTUMBRE.
LA JURISPRUDENCIA Y
LA DOCTRINA.
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LA LEY.
En general se entiende por Ley aquella norma jurídica emanada de las autoridades
metropolitanas, o indianas destinada a regir en Indias y Filipinas.
En este tipo de ley no existe necesariamente la generalidad y abstracción de la ley moderna.
Características de la ley indiana:
1) Casuismo.
Se trata de la política de dictar normas que resuelven problemas a medida que éstos se
presentan. No obstante hay normas que hacen excepción a esta característica: Son las
Ordenanzas con carácter general.
2) Particularismo.
La inmensa mayoría de las normas se dictaron para un lugar o provincia determinada.
Con todo hay excepciones, normas que se aplican a todo el Imperio. Por ejemplo la Tasa de
Esquilache.
3) Descentralización creciente.
Al comienzo se legisló casi en exclusiva por la Metrópoli, pero más tarde las autoridades
indianas comenzaron a dictar normas motivadas por la gran distancia y necesidad de
satisfacer problemas urgentes.
CLASIFICACIONES:
1) ATENDIENDO A SU JERARQUÍA NORMATIVA DISTINGUIMOS:
A) Ordenamientos de Cortes o leyes propiamente tales: Ej. Leyes de Toro.
B) Pragmáticas: Ej. Leyes Nuevas.
C) Disposiciones de Gobierno: Normas administrativas como Reales Cédulas.
LA COSTUMBRE INDIANA:
Concepto: “La repetición constante y uniforme de una conducta unida a la convicción que
se cumple con un deber jurídico”.
Cumple la función de adecuar la ley positiva a la realidad de las Indias y por ello tuvo gran
arraigo.
Clasificación según su origen:
1) Costumbre Metropolitana: No ha sido objeto de estudio hasta hoy.
2) Costumbre Indiana propiamente tal:
A) Costumbre criolla.
Es la que emana de los españoles avecindados en Indias y de los criollos.
Según Las Partidas y la doctrina la costumbre puede ser:
Según la ley
En ausencia de la ley y,
Contra la ley.
La doctrina se ocupó especialmente de ésta última (Contra legem).
Para que la costumbre prevaleciera contra la ley era necesario:
LA COSTUMBRE INDÍGENA:
Son aquellas normas consuetudinarias propias de las indígenas que no fueron abolidas por
la Corona y que, por tanto, conservaron su vigor frente a la autoridad del Rey.
Se requería que no fueran contrarias a la Fe Cristiana ni a las leyes del Rey.
Como ejemplos en Chile se puede citar:
1) El cacicazgo (elección de caciques),
2) El sistema de repartición de aguas por los atacameños,
3) La mita o trabajo minero en turnos,
4) El sistema de elección de autoridades de los pueblos de indios que tenían su propio
gobierno, siempre que reconocieran la autoridad del rey,
5) La minga o mingaco que es un sistema de auxilios voluntarios sin remuneración, pagado
con una fiesta (Chiloé).
Esta costumbre fue expresamente aceptada e incorporada a la legislación indiana desde un
comienzo:
1) En 1530 se reconoce la facultad que tenían los indios de conservar su sistema de policía
interna.
2) En 1555 igual cosa.
3) En 1580 se crean los pueblos de indios y se les reconoce la elección de caciques.
4) En 1680 es reconocida en la Recopilación de leyes de Indias de León Pinelo.
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5) En 1786 la Ordenanza de Intendentes reconoce la elección de alcaldes en los pueblos de
indios.
LA JURISPRUDENCIA INDIANA:
LA DOCTRINA INDIANA:
Contrariamente a lo que se cree, las Indias produjeron Juristas de gran importancia, de talla
equiparable a los clásicos:
Siglo XVI:
Juan de Matienzo: fue oidor de la real audiencia de Charcas, asesor del virrey Fco. De
Toledo, escribió el Gobierno de Perú, hizo también un Comentario al Libro V de la
Recopilación de Castilla.
Juan Polo de Ondegardo: es autor de un Tratado que se refiere a la importancia de
guardar a los indios su fuero.
Siglo XVII:
Juan de Solórzano Pereira : su gran obra es la Política Indiana, se escribió en 2 tomos,
la edición castellana se hizo en 1647, trata en gran parte de los temas indianos, este
autor maneja a la perfección el derecho común, inserta lo que es el derecho indiano en
el derecho común, por ej.: cuando habla de la Encomienda , la Política Indiana trata
de las relaciones Iglesia con el Estado, le da más importancia al Estado, le resta
atribuciones al Papa en Las Indias y se las da al rey. Con su obra “De indianum iure”
le da nombre a nuestra disciplina.
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Juan de Hevia Bolaños: escribe 2 tratados importantes La Curia Phillipica o Filipina (es
una obra de derecho procesal, fue impresa en Lima en 1603) y del Laberinto del Comercio
Terrestre y Naval (es una obra de derecho comercial)
Fray Gaspar de Villarroel: es autor del Gobierno Eclesiástico Pacifico, que trata el difícil
tema de las relaciones entre la iglesia y el Estado.
Gaspar de Escalona y Agüero: fue oidor de la Real Audiencia en Chile, tiene obras de
derecho financiero como Gasofilacio de los Reinos del Perú.
Siglo XVIII:
Ambrosio de Cerdan y Pontero: fue fiscal del crimen en la real audiencia de Chile, es
autor un Tratado sobre Derecho de Aguas.
Juan del Corral y Calvo de la Torre: fue oidor real de la real audiencia en Chile, la
corona le encargo un Comentario Oficial a la Recopilación de Leyes de Indias, no lo hizo a
toda la recopilación , no salió a circulación.
Manuel de Lardizábal: es mexicano, es autor de un Tratado de Derecho Penal, su obra
trata de estudios de las penas, es muy citada en juicios.
Francisco Javier de Gamboa: es autor de Las Ordenanzas de Mina (1671), gozaron de
gran difusión en América.
Estos criterios son usados por los jueces indianos para aplicar el Derecho Indiano:
A) El Derecho Natural prima sobre el Derecho Positivo.
B) La Costumbre, cumplidos ciertos requisitos (8) prima sobre la Ley.
C) La ley posterior corrige a la anterior.
D) Una ley dictada para un caso, se puede extender a otro similar por analogía.
E) La ley especial prima sobre la general.
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ORDEN DE PRELACIÓN DE LAS LEYES EN INDIAS:
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B) Visita a la tierra: Eran inspecciones que los oidores de las Audiencias podían realizar
en cualquier momento, dentro del territorio de su jurisdicción, con el fin de vigilar el
comportamiento de las autoridades.
En Chile fue famoso la visita que el oidor de la Audiencia de Concepción, Egas Venegas,
realizó en la provincia de Penco.
C) El Juicio de Residencia:
Tiene lugar al término del gobierno de una autoridad. Ésta no puede abandonar el territorio
en donde ejerció sus funciones.
Se abría un expediente que recibía todo tipo de acusaciones (con fundamentos) en su
contra.
La sentencia se pronunciaba sobre estos cargos.
Si se desechaban los cargos la persona podía abandonar el territorio libremente.
Si se aceptaba tan sólo uno de ellos el acusado respondía con sus propios bienes.
Era un eficiente sistema de control.
Podía afectar a cualquier autoridad, pero los casos más importantes eran los juicios para
virreyes y gobernadores.
En Chile existe un solo caso en que se residenció a un gobernador: El gobernador Enríquez
llamado “Barrabás”.
El juicio de residencia pasó a la República en sus primeros años. Hasta el año 1814.
Hoy se puede considerar el antecedente del “arraigo constitucional del Presidente de la
República” que no puede abandonar el país dentro del periodo de 6 meses luego de
terminar su mandato sin permiso del Senado.
3.- El Derecho de Petición:
En aquella época como hoy en día consistía en el derecho de presentar peticiones a la
autoridad que tenía la obligación de recibirlas (no necesariamente de aceptarlas).
4.- Preferencia para los cargos públicos:
Contrariamente a la creencia más difundida, los súbditos de las Indias tenían preferencia
para ocupar los cargos del gobierno de su propio reino.
Es el derecho de los beneméritos de Indias (quien había sido distinguido por sus méritos
ante la corona) de ocupar los cargos de autoridad con preferencia a los peninsulares.
La condición de benemérito no era un título de nobleza sino un estado que permitía esperar
una merced del rey: como las encomiendas, oficios, o mercedes de tierras.
Sólo estaban exceptuados los cargos de virrey, gobernador y oidor, en que se prefería a
quienes no fueran oriundos del lugar, pero esto era para evitar compadrazgos o
arbitrariedades.
Es esta una de las instituciones más originales del sistema jurídico indiano.
Hoy no es concebible dejar sin efecto el cumplimiento de una ley ni calificarla de injusta.
Se basa en dos supuestos:
A) El derecho de resistir una orden injusta.
B) La gran distancia entre la Metrópoli y las Indias que podía inducir a error.
Se conciben dos tipos de causales que autorizan la suspensión de la ley injusta: (ambas se
inspiran en el Derecho Canónico).
De existir uno de los vicios indicados era necesario declararlo así solemnemente.
Para ello se utilizaba la ceremonia de “obedecimiento y cumplimiento” que debía cumplir
toda autoridad a la que la ley iba dirigida.
La suspensión correspondía a la autoridad a que la ley estaba dirigida: Gobernador
(gobierno); Audiencia (Judicial); Cabildo (vecindario); etc.
Se procedía poniendo la ley sobre la cabeza con sus sellos intactos. Se recitaba: “Se
obedece como mandamiento del Rey N.S.”
Enseguida se depositaba en una mesa situada frente al funcionario quien indicaba: “Lo
suspendo por tal o cual razón” (Indicando claramente el vicio).
Este procedimiento no derogaba la ley.
Se suplicaba al rey que enmendase la ley. Éste podía aceptar o insistir, pero la insistencia
podía provocar una nueva suspensión, esto hacía muy difícil que en la práctica pudiese
cumplirse una ley injusta.
El único caso de leyes que no aceptaban la suspensión eran aquellas que establecían alguna
“protección” para los indígenas, por el carácter protector del Derecho Indiano.
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