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Gálvez de Guatemala
Centro Universitario Cuilapa Santa Rosa
Facultad de Ciencia Jurídicas y Sociales
Código: 5016-202
Curso: Criminología
Profesor: Leoncio Esmirno Ardanis Reyes Juarez
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LoukHulsman trató de desarrollar criterios racionales de criminalización y
penalización. Sin embargo, se fue convenciendo de a poco que sería mejor abolir
el sistema penal en su totalidad debido a la abrumadora contraproductividad del
sistema en relación con sus objetivos” (DE FOLTER, 1989: 61). Y llega a esta
conclusión sobre la base de tres importantes argumentos acerca del sistema
penal: 1) causa un sufrimiento innecesario, 2) está desigualmente repartido y 3) el
Estado “expropia” el conflicto de sus verdaderos protagonistas e involucrados. Al
mismo tiempo, el criminólogo holandés también va a plantear la necesidad de
empezar a utilizar otro lenguaje, “otras definiciones, otras categorizaciones [que]
conducían a soluciones diferentes”.
Críticas al abolicionismo.
A lo largo de los años han sido muchas las críticas al movimiento abolicionista.
Desde las más burdas como que se trata de una corriente solo aplicable en
sociedades prósperas y relativamente pequeñas del norte de Europa (península
nórdica y Holanda), hasta el carácter utópico de sus propuestas. Desde el campo
de la Criminología Crítica se le ha criticado que su postura radical frente al sistema
penal le hizo perder identidad cuando se involucró en actividades de colaboración
con el sistema (medidas reduccionistas o alternativas del sistema penal). También
se criticó la visión que tiene del ser humano, excesivamente idealizada en un
hombre bondadoso y de buena fe (como si estuviese desprovisto de pasiones y/o
conflictos). Una crítica interesante le apunta que la ausencia del Estado no
necesariamente se traduce en una relación simétrica entre víctimas y victimarios,
sobre todo en sociedades altamente desiguales como las latinoamericanas (a
veces el Estado garantiza un mínimo de chances entre las partes del conflicto).
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Análisis del Abolicionismo
El abolicionismo, identifica a la doctrina que promueve la revocación de aquellas
leyes, decretos o preceptos que no respetan los derechos humanos ni contemplan
a los principios morales ya que considera a toda persona sujeto de Derecho, en
oposición a objeto de Derecho. Por lo general, esta idea se emplea para citar al
movimiento que persiguió la abolición de la esclavitud.
Criterio
El abolicionismo es una doctrina que defiende la anulación de leyes, preceptos o
costumbres que se consideran atentatorios a principios éticos y morales. El
término se aplicó principalmente a la corriente que propugnaba la abolición de la
esclavitud.
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DERECHO PENAL MINIMO
Se justifica, de esa manera, la pena de prisión (el brutal elemento conceptual que
distingue al derecho penal de los demás saberes jurídicos) como un mal menor
respecto de reacciones des formalizadas propias de una anarquía punitiva, que se
sustenta únicamente en una concepción agnóstica o negativa de las penas, y se
impone con estricta sujeción a los paradigmas de Derechos Humanos que surgen
de los tratados y convenciones internacionales que forman parte de los derechos
vernáculos.
Dicho en otros términos, todo reformismo tiene sus límites si no forma parte de
una estrategia reduccionista a corto y mediano plazo, y abolicionista a largo plazo.
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Otros, en cambio, concebimos al Derecho penal mínimo exclusivamente como una
alternativa táctica, condicionada por la relación de fuerzas sociales y la hegemonía
cultural del capitalismo mundial, en cuyo seno se agudizan las contradicciones
fundamentales; como un paso a favor de la profundización de las reformas
democráticas institucionales y sociales propias del Estado Constitucional de
Derecho, que significan el acceso constante de más ciudadanos a más derechos.
Ese Estado Constitucional de Derecho, que incorpora a los derechos internos los
pactos, tratados y convenciones que en materia internacional rigen y dan certeza a
las relaciones internacionales, constituye una base mínima de legalidad.
Absolutamente progresiva, sin dudas, pero que todavía debe evolucionar
necesariamente hacia formas más civilizadas y menos violentas de dirimir las
controversias humanas, rol éste para el cual el derecho penal ha demostrado su
inveterada torpeza a lo largo de la historia.
Desde esta perspectiva, el Derecho penal mínimo es, necesariamente,
interdisciplinario, ya que incardina reglas de derecho realizativo, normas de
derecho de fondo y estrategias unitarias en materia criminológica y político
criminal, todas ellas destinadas a una interpretación pro homine del derecho penal
existente, al que, además, se lo prefiere acotado a su condición de ultima ratio.
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Derecho Penal en la vida social debe reducirse a lo mínimo posible (minimización
de la respuesta jurídica violenta frente al delito).
Plantea que las "clases subalternas" son las más criminalizadas y las más
victimizadas; parte de una crítica al sistema penal y plantean su abolición para
unos de la cárcel y para otros del sistema penal total, pero deberá transitar por un
período en el que paulatinamente vaya reduciéndose al mínimo.
Criterio
El Derecho Penal Mínimo es llevar a la esfera de aplicación del derecho penal el
mínimo de conductas transgresoras, entendiendo el Derecho penal como una
forma de control social formal de reacción, acaso el más violento de los métodos
utilizados para la consecución de sus fines.
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PRINCIPIO PREVENTIVO GENERAL DE PROTECCION DE LA
SOCIEDAD
Los principios de la acción preventiva son prescripciones relativas a “cómo” se ha
de prevenir, cómo elegir el tipo de medidas que se van a adoptar, y el orden en
que se presentan no es baladí: Evitar los riesgos, evaluar los riesgos que no se
pueden evitar, combatir los riesgos en su origen.
PRINCIPIO 2 - Los programas de prevención deben dirigirse a todas las formas
del abuso de drogas, por separado o en conjunto, incluyendo el consumo de
drogas legales (Ej., el tabaco o el alcohol) por menores; el uso de drogas ilegales
(Ej., la marihuana o la heroína); y el uso inapropiado de sustancias obtenidas
legalmente (Ej., los inhalantes), los medicamentos de prescripción, o aquellos que
no necesitan prescripción.
PRINCIPIO 4 - Los programas de prevención deben ser diseñados para tratar
riesgos específicos a las características de la población o de la audiencia, tales
como la edad, el sexo, y la cultura, para mejorar la eficacia del programa.
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Programas para la familia
PRINCIPIO 5 - Los programas de prevención para las familias deben mejorar la
compenetración y las relaciones familiares e incluir habilidades para ser mejores
padres; entrenamiento para desarrollar, discutir y reforzar la política de la familia
con relación al abuso de sustancias; y la información y educación sobre las
drogas.
Programas en la escuela
PRINCIPIO 7 - Los programas de prevención para los niños de la primaria deben
ser dirigidos al mejoramiento del aprendizaje académico y socio-emotivo para
tratar factores de riesgo para el abuso de drogas como la agresión temprana, el
fracaso académico, y la deserción de los estudios. La educación debe enfocarse
en las siguientes habilidades:
autocontrol;
conciencia emocional;
comunicación;
solución de los problemas sociales; y
apoyo académico, especialmente en la lectura.
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PRINCIPIO 8 - Los programas de prevención para los estudiantes de la escuela
media y de la secundaria (middle ir junior and high school) deben aumentar la
competencia académica y social con las siguientes habilidades:
Programas comunitarios
PRINCIPIO 13 - Los programas de prevención deben ser a largo plazo con
intervenciones repetidas (es decir, programas de refuerzo) para fortalecer las
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metas originales de la prevención. Las investigaciones demuestran que los
beneficios de los programas de prevención en la escuela media disminuyen
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EL FUNCIONALISMO
De entre las corrientes funcionalistas que surgen a partir de los años “sesenta” es
de destacar, en cuanto supone una nueva manera de fundamentar el sistema
penal, el modelo funcionalista de Derecho penal propuesto en Alemania por
JAKOBS. La aplicación de la teoría sistémico-funcionalista al Derecho penal ha
afectado a los tres planos en los que se desarrolla el discurso penal: 1) en el plano
técnico jurídico, referido a la dogmática del delito, mediante la radical
normativización de los criterios de imputación; 2) en el plano político criminal,
relativo al objeto y a la finalidad de la tutela penal; 3) y en el plano ideológico,
concerniente a la fundamentación y a la legitimación del sistema penal.
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Desde esta perspectiva, el delito deja de ser la puesta en peligro de un bien
jurídico para pasar a ser una amenaza a la integridad y a la estabilidad social, en
cuanto constituye la expresión simbólica de una falta de fidelidad al Derecho.
También la pena aparece, a su vez, como una expresión simbólica opuesta a la
representada por el delito cuya función es el restablecimiento de la confianza
institucional violada por el delito.
Como afirma MUÑOZ CONDE, “la teoría sistémica representa una descripción
aséptica y tecnocrática del modo de funcionamiento del sistema, pero no una
valoración, y mucho menos, una crítica del sistema mismo. Esta legitimación
tecnocrática del funcionamiento del sistema punitivo resulta coherente, como
afirma BARATTA, con la concepción del individuo como portador de la respuesta
simbólica, y no como destinatario y fin de una política de reinserción social.
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Análisis del Tema
Criterio
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La globalización, y más concretamente la idea de un mercado global, es el eje
sobre el que gira todo un nuevo orden social en el que la política mundial es un
mero instrumento a favor de los poderes económicos. Es el propio orden social y
económico, con su incapacidad para establecer los necesarios equilibrios políticos
y sociales y de prestar la atención debida a los nuevos problemas globales, el que
contribuye a la creación de un vacío de poder democrático favorecedor de
situaciones de exclusión, y por supuesto, de la aparición de actividades ilegales en
el ámbito de la economía. Las mafias y los negocios ilegales internacionales se
están convirtiendo en verdaderos poderes económicos.
No obstante, el Derecho penal ha de ser uno en todo conforme con las exigencias
del Estado de Derecho; conformidad que, como advierte GRACIA MARTÍN, “se
realiza en un grado tan absoluto que la misma no admite excepciones ni una
mínima relativización.
Por otra, determina la incapacidad del sistema penal para controlar las nuevas
relaciones sociales. Frente a ello, el Estado criminaliza los conflictos sociales y
organiza el sistema penal en torno a la exclusión y a la punición, hasta el punto de
crear alarma social para convertirse así en fuente de consenso en torno a las
instituciones, previniendo de este modo cualquier eventual disentimiento político.
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creación, en la ciudadanía, de una ilusión de seguridad y de un sentimiento de
confianza en las instituciones que tienen una base real cada vez más escasa: las
normas continúan siendo violadas, la sensación de inseguridad crece, y todo ello
termina justificando un mayor, y sobre todo, innecesario rigor punitivo.
Criterio
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E grafía
http://www.derechoareplica.org/index.php/derecho/411-derecho-penal-minimo-y-
estado
https://ocw.uca.es/course/view.php?id=39#section-1
Fuente: https://www.caracteristicas.co/funcionalismo/#ixzz6WA5EU5LE
https://derechoareplica.org/index.php/derecho/213-criminologia-critica-
abolicionismo-y-
medidasdeaseguramiento.over-blog.es/pages/Derecho-penal-mínimo-
https://www2.politicas.unam.mx/sae/wp-
content/uploads/2014/09/ElFuncionalismoSoc.pdf
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