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Identificar diálogos de saberes.

Unidad 2: Fase 3.

Estudiante Curso Epistemología

Tutor

Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD)

Escuela de Ciencias Administrativas, Contables, Económicas y de Negocios.

Administración de Empresas.

Guillermo Brizio designa a la corrupción como “un fenómeno social, a través del cual un
servidor público es impulsado a actuar en contra de las leyes, normatividad y prácticas
implementados, a fin de favorecer intereses particulares.” Hoy en día no existe país o región que
no sufra de este flagelo ya sea en mayor o menor grado no importa si las sanciones son leves o
fuertes lo cierto es que cada vez gana más espacio en la sociedad actual y más en una sociedad
como la de Colombia en donde esta problemática es tan común que infortunadamente se ve
como algo normal, nuestra sociedad no se sorprende cuando un gobernante de turno o
funcionario público se apropie de los recursos que son de todos los colombianos o desvíe
dichos recursos a los bolsillos de un particular.
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M Johnston (2005) sostiene que “La corrupción es una amenaza para la democracia y el
desarrollo económico en muchas sociedades. Surge en la forma en que las personas persiguen,
utilizan e intercambian la riqueza y el poder, y en la fortaleza o debilidad del estado, las
instituciones políticas y sociales que sostienen y restringen esos procesos.” La corrupción genera
inestabilidad en las instituciones, genera un desgaste entre los individuos de la sociedad y el
estado, el país se polariza debido a este flagelo, reduce los ingresos e impide que los recursos
públicos ayuden al desarrollo y bienestar social.
La corrupción es un problema de todos y al ser un problema que toca a toda la sociedad resulta
que la solución también es de todos y he aquí en donde como comunidad estamos fallando
porque queremos que se reduzca la corrupción pero yo no aporto nada para que eso ocurra
siempre queremos que los demás sean los que solucionen los problemas en los que todos estamos
inmersos.
Podemos comenzar en nuestra familia la cual debemos recordar que es el núcleo de la sociedad,
si retomamos los valores, la ética, muy seguramente los indicadores de corrupción bajaran, pero
es un trabajo mancomunado en donde todos debemos aportar nuestro granito de arena para
alcanzar el objetivo general.
Como sociedad estamos en la obligación de erradicar este problema que es como un cáncer que
poco a poco nos consume y no nos damos cuenta de ello, debemos despertar y vigilar lo que es
de todos es decir nuestros RECURSOS.
La corrupción es un tema que ha estado en la agenda pública de forma incremental desde los
años noventa. Como campo de estudio, es interdisciplinario: ha sido abordado por la
economía, la ciencia política, la filosofía, la psicología, la administración y el derecho, entre
otras áreas del conocimiento. Como problema social, la corrupción se ve a través del lente del
escándalo. El papel de los medios de comunicación en este fenómeno es muy importante: por un
lado, para informar e investigar casos de gran corrupción y, por otro lado, para fomentar la
indignación o la apatía ciudadana frente a ellos. El estudio de la corrupción desde la sociedad
debe necesariamente distanciarse del enfoque moralista, de la indignación y el escándalo, para
analizar el tema de forma objetiva.
La corrupción tiene costos económicos altos (sobre el desarrollo y la eficiencia económica, entre
otros), costos sociales inadmisibles (sobre la entrega y calidad de bienes y servicios públicos, el
acceso igualitario al Estado, la pobreza y la equidad, la confianza en los demás y el capital
social) y costos políticos también muy graves (sobre la legitimidad del Estado y de la
democracia, la toma de decisiones públicas en pro del interés general y la confianza en las
instituciones).
No parece haber evidencia de que las medidas para disminuir la corrupción hayan funcionado en
casi ningún caso, y cuando han funcionado, ha sido en periodos muy largos (décadas) y como
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resultado de reformas del Estado muy profundas, en particular relacionadas con la eliminación
del clientelismo.
Colombia ha adoptado algunas fórmulas del Banco Mundial y más recientemente de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para aumentar la
transparencia y el acceso a la información pública, reducir los trámites, organizar los
mecanismos de investigación y sanción, tipificar delitos y recuperar dineros apropiados de
manera indebida. Sin embargo, no hay prueba de que estos esfuerzos hayan dado un resultado, si
se consideran las mediciones disponibles de corrupción. Tampoco es factible afirmar que no han
tenido algún efecto, pero en la medida en que la evidencia de su éxito es ambigua, en el mejor de
los casos, o inexistente, en el peor, se debe ser cauteloso con el optimismo.
Cifras recientes muestran que los tipos de corrupción más frecuentes en Colombia por el número
de sanciones son el soborno, la apropiación de bienes públicos, la extorsión y el nepotismo.
El tema de corrupción, es imperativo abordarlo, no sólo porque es un tema de interés nacional,
sino porque es un tema que se DEBE HABLAR, estamos tan inmersos en la vida diaria y la
cotidianidad, que los temas trascendentales como este son prácticamente ignorados, lo que
empeora la situación, pues entre las muchas razones por las que la corrupción carcome nuestro
país es el hecho de que muchos ciudadanos prefieren ignorarla. Tanto así que se habla más de la
vida de los famosos y las nuevas tendencias en entretenimiento y la industria del espectáculo que
de casos tan complejos y alarmantes que suceden en nuestro país como el caso Odebrech, en el
que se pagaron US$ 32,5 en sobornos a funcionarios y contratistas en Colombia. La firma
brasileña pagó millonarias coimas en Colombia y otros 11 países para quedarse con grandes
proyectos de infraestructura. En el país ya han sido condenadas 5 personas, otras 74 personas
están siendo procesadas.
Otros casos como; Foncolpuertos que costó aproximadamente $ 2,5 billones de pesos. A través
de Foncolpuertos y con la complicidad de jueces, se pagaron millonarias pensiones de manera
irregular. Fueron condenadas 825 personas. Entre los implicados se encuentra un pensionado del
congreso.
En esta lista no puede faltar el famoso caso del Carrusel de la contratación en Bogotá que costó $
2,2 billones a los colombianos, en el que el ex alcalde de Bogotá Samuel Moreno y su hermano
el ex senador Iván Moreno lideraban una red de contratistas, políticos, abogados para atribuir
irregularmente grandes obras distritales y nacionales. Iván fue condenado a 14 años de cárcel y
Samuel, a 24 años. Según los medios locales actualmente están siendo procesadas alrededor de
110 personas por este caso, mientras que a otros se les ha declarado culpables.
En Colombia la corrupción es una plaga que se está comiendo a pedazos gigantes a nuestro país,
se realizó una lectura en la revista semana y se encontró este párrafo que llama la atención
“La corrupción en Colombia tiene tres grandes ismos que debemos combatir: el clientelismo, el
populismo y el amiguismo.” Revista semana 09-12-2018.
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Y haciendo una introspectiva de este trino es la verdad hoy en día es muy difícil incorporarse en
la vida laboral si no tienes una palanca, el voto es vendido por algo material sin importar quién
es el que va a ocupar el cargo, el aprovechamiento del político hacia la ignorancia o falta de
recursos de las personas en estado de vulnerabilidad. La corrupción en Colombia siempre ha
sido un mal de tiempo atrás, pero los últimos años su nombre ha sonado mucho más y de manera
más visible y palpable.
Se necesita soluciones inmediatas y contundentes para poder reducir este flagelo, un ejemplo de
la misma revista semana dan unos puntos que pueden ayudar a reducir la corrupción:
1 Fortalecer el periodismo independiente
2 Establecer beneficios por delación
3 Elaborar pliegos únicos de contratación
4 Limitar el financiamiento privado de las campañas
5 Aumentar los recursos de la investigación estatal
6 Incrementar la cooperación judicial internacional
7 Modificar el nombramiento de los organismos de control
8 Adoptar un sistema de listas cerradas
9 Bancarizar las transacciones públicas
10 Adecuar los sistemas de información
El problema es de cultura ciudadana. Habría que romper la representación negativa de los demás
para llegar a una visión más equilibrada entre la propia conducta y la del otro. De esta manera se
superaría el imaginario del “todo el mundo lo hace, entonces yo también puedo”. Con ello las
prácticas corruptas dejarían de verse como normales y lo que hay que hacer es sancionar
socialmente a los que cometen estos actos.

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