Está en la página 1de 2

C 253 2019

Problemas jurídicos
 De acuerdo con los cargos de la acción de inconstitucionalidad analizada
en este proceso, y los argumentos presentados por las distintas
intervenciones allegadas, la Sala Plena de la Corte Constitucional considera
que se deben resolver dos problemas jurídicos. A saber:
1. ¿El Legislador viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad al
prohibir de forma general, so pena de medidas de policía, el consumo de
bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas “en espacio público, lugares
abiertos al público, o que siendo privados trasciendan a lo público”, como
forma de proteger la tranquilidad y las relaciones respetuosas [Art. 33, num.
2, lit. c, CNPC].
2. ¿El Legislador viola el derecho al libre desarrollo de la personalidad al
prohibir de forma general, so pena de medidas de policía, el consumo de
bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas “en parques[y en]el espacio
público en general”, como forma de proteger el cuidado y la integridad de
dicho espacio [Art. 140, num. 7, CNPC].
 Para resolver esta cuestión, en primer lugar, la Sala analizará las normas
legales acusadas con el propósito de establecer su alcance y su sentido en
el contexto del Código Nacional de Policía y Convivencia. Luego, estudiará
la razonabilidad constitucional de las mismas, a la luz de las reglas
constitucionales y jurisprudenciales aplicables a propósito de la protección
del derecho al libre desarrollo de la personalidad .

 Principio y test de proporcionalidad para la constitucionalidad


condicionada
Los accionantes, finalmente, construyen la razón por la cual consideran que la
constitucionalidad condicionada es la “mejor opción para garantizar la convivencia
y la integridad del espacio público” a través de un juicio de proporcionalidad. Esta
metodología de análisis, sostienen, justifica también por qué su propuesta es el
mejor remedio para esta situación, “en aras de proteger los derechos en tensión,
se debe condicionar la norma, indicando que la prohibición se restringe a los
parques en los que los niños, niñas y adolescentes despliegan su curso de vida y
no a los demás espacios públicos.” Luego de hacer algunas precisiones teóricas
acerca de esta metodología de análisis, la acción presenta la cuestión así:

Finalidad de las normas acusadas. En su entender, la tensión que surge de las


normas acusadas, confronta “la convivencia, tranquilidad, ambiente y salud
pública” y “los derechos de los niños, niñas y adolescentes”, por una parte, con
“los derechos a la libertad de expresión, libre desarrollo de la personalidad y
espacio público”, por otra. Así: “(…) las restricciones previstas en la norma
demanda de la Ley 1801 de 2016, a los derechos de libertad de expresión, libre
desarrollo de la personalidad y el acceso al espacio público, tienen como finalidad
proteger los derechos de las demás personas, entre ellos, los niños, niñas y
adolescentes, que concurren en el espacio público y de paso, el derecho colectivo
al espacio público. 

Medio legislativo elegido. De acuerdo con las razones presentadas, el medio


elegido por el Congreso para obtener esta legítima finalidad constitucional, es una
restricción absoluta de uno de los derechos en tensión, innecesariamente, por lo
que la medida se hace desproporcionada e irrazonable. Dice al respecto la acción:
“Nuestro argumento, (…) es que la restricción en todo el espacio público, sin
ningún tipo de matiz o condicionamiento, representa una limitación irrazonable
pues hay distintos usos del espacio público donde tal actitud que representa la
expresión de una idea y es una forma de participación política que no afecta
derecho de terceros ni la integridad del mismo. || En cuanto a la necesidad de la
restricción, con fundamento en el criterio de proteger los derechos de las personas
que concurren en el espacio público y la integridad del espacio público, se puede
decir que el mismo es un imperativo para las personas, la sociedad y el Estado en
virtud del carácter normativo de los mandatos constitucionales asociados al
espacio público y derecho de las personas a usarlo en tranquilidad, por lo tanto, es
precisamente porque en el espacio público se despliegan diversas actividades,
que es razonable que existan algunas actividades vedadas en él, con miras a
garantizar la tranquilidad, convivencia y que los elementos que integran el espacio
público no sean deteriorados. || Al respecto y como se infiere de las formulaciones
normativas demandadas, el legislador para suplir dicha necesidad, acudió a la
restricción absoluta del consumo del alcohol y sustancias sicoactivas en el espacio
público, sin crear ningún matiz o excepción, generando, como lo hemos afirmado,
una intervención grave de los derechos a la libertad de expresión, libre desarrollo
de la personalidad y acceso al espacio público.
Finalmente, sobre la proporcionalidad en sentido estricto, la pregunta es si la
restricción con el fin y la necesidad asignada a las autoridades públicas es
constitucionalmente aceptable, teniendo en cuenta su ámbito de aplicación. || Es
decir, si de lo que se trata en esta etapa es de establecer que un principio ‘…sea
realizado en la mayor medida posible, dentro de las posibilidades jurídicas y
reales existentes’, consideramos que en el caso objeto de estudio, es evidente que
se puede proteger en el espacio público y el derecho de las demás personas que
concurren en el espacio público sin una intervención grave, esto es, restricción
total, de los derechos a la libertad de expresión, libre desarrollo de la personalidad
y acceso al espacio, al crear la prohibición total del consumo de alcohol y
sustancias psicoactivas en el espacio público.”

 Solicitud. A su parecer, la Corte puede materializar el balance de derechos que se


debe lograr, disponiendo que se entienda que “la conducta será contraría a la
convivencia si se realiza en los espacios públicos destinados al uso de los niños,
niñas y adolescentes, en los demás casos, se entenderá permitida”. Así, solicitan:
“(…) la declaratoria de constitucionalidad condicionada de los apartes subrayados
de los artículos 33 y 140 de la Ley 1801 de 2016 en el sentido de indicar que está
permitido el consumo de alcohol y sustancias sicoactivas en el espacio público
siempre y cuando no esté destinado de forma exclusiva a los niños, niñas y
adolescentes que tengan menos de 18 años.”

También podría gustarte