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IDEA GENERAL DE LA ADMINISTRACION* DEFINICIONES Hasta estos Ultimos tiempos puede decirse que ‘no se ha aplicado con fruto el andlisis a la in- vestigacién y clasificacién de la diferentes ‘operaciones que en una nacién practica el Po- der supremo para la conservacién, direccién y mejora de las fuerzas e intereses sociales. E! hecho de administrar es tan antiguo como la existencia de los Gobiernos; pero la ciencia de la administraci6n es muy moderna, * Alejandro Olivin escribié su obra De fe administracién blice con relecién @ Espaila en 1842, peta, y formando parte de 1a Encicto afio siguiente aparecié i reimpresa en esa misma ciudad por et Instituto de Estu- dios Politicos, misma de ls que seleccionames el capi tulo primero para esta presentacién. Se conservé form cién, redaccién y ortogratia original. N. del D. Alejandro Olivan Tres son los actos del Poder supremo: pen- sar, resolver y ejecutar. Por el primero se pre- paran y proponen las leyes, por el segundo se forman y por el tercero se hacen cumplir. En el conjunto de estos tres actos se enclerra el ejercicio de la soberan ia. De consiguiente, cualquiera que sea la for- ma de gobierno o la organizacién del Poder supremo en una nacién, competen a la parte de él, y a veces a la delegacion de él, encarga- da de hacer cumplir las leyes, tas atribuciones necesarias para llenar satisfactoriamente su cometido. Mas las atribuciones inherentes al cargo de hacer cumplir las leyes tienen por objeto: 0 las otras naciones, 0 los ciudadanos en sus de- rechos y deberes con referencia al Cuerpo del Estado, 0 los individuos en sus intereses con respecto a la comunidad, o los individuos en 104 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA sus relaciones entre si. Donde se comprenden blico y el privado, a saber: el ido en ‘extemo o intemacional, ¥ en interno, que se subdivide en politico o constitucional, y en administrativo; y el pri- vado, dividido en civil y criminal. Por manera que las funciones de ejecucién son politicas, administrativas y judiciales. Esta divisién, que tan sencilla parece, y que al deslindar el Gobierno de lo personal de la administraci6n de lo material y del fallo de lo judicial, deberfa conducir a la facil defini- cién y clasificacién de las atribuciones y fun- ciones administrativas, es, sin embargo, insu- ficiente para el objeto, por cuanto los intereses de las personas y el ordenamiento de las cosas se hallan enlazados de manera que no hay po- sibilidad de separarlos, ni en la regién de las teor/as, ni en el campo de la gobemnacién. Si se busca la ilacién de las ideas en el trén- sito de to pasado a lo presente, aparecerd que constantemente se ha reconocido en el Estado, Cuerpo politico y cualquiera que haya sido su representacién, la necesidad de allegar recur- 303 pecuniarios para conservar su independen- cia, al mismo tiempo que el orden en la socie- dad. El patrimonio del Estado ha consistido a veces en fincas y siempre en rentas proce- dentes de los impuestos piblicos: el Gobierno se ha considerado, por abuso, como su duefio; en raz6n, como su administrador. En tiempos ha sido esa administracién vejatoria; la ilustra- cién progresiva la modifica y la convierte en protectora, haciéndole conocer que la fortuna publica depende de la fortuna de los particu- lares. De ahi una serie de disposiciones para honrar el trabajo y favorecer la produccién; de ahf las medidas para hacer efectiva la segu- ridad de personas y bienes, afianzar la tran- quilidad pablica y fomentar ta prosperidad general. A vueltas de estas mejoras se ha hecho sentir la necesidad social de las garantias poli- ticas: el pais ha procurado tomar parte en el poder supremo para influir en laadministracion del patrimonio del Estado, que se convertia en su propia administracién, y para sustraer- se en lo posible a todo género de arbitrarie- dades. Tal ha sido el progreso social en los tiempos modemos, tropezando en muchos errores para hallar el camino de la verdad, dando en fre- cuentes exageraciones por efecto de inexpe- riencia y cometiendo no pocos desmanes a impulso del desenfreno. Del tiempo mismo, de {a ilustracién creciente y de la experiencia adquirida, son de esperar los correctivos. La libertad politica se ostenta robustecida en las naciones mas adelantadas en esta labo- riosa carrera; la condicion de los individuos se mejora en cuanto lo consienten las complica- ciones del mismo movimiento en que buscan la prosperidad, porque, desgraciadamente, la perfeccién es ideal en lo humano, y a Admi- nistracién PUblica, rota la valla del miserable circulo fiscal y aun del puramente econdmico, se presenta y deja comtemplar extensa, tute- lar, benéfica, creadora, presidiendo a los des- tinos del pais y proveyendo de elementos de poder y grandeza al Estado. Naciones hay también en que, sin disfrutarse los derechos politicos que sirven de garantia o resguardo a los ciudadanos, se han propuesto los Gobier- nos modificar 1a Administracién Publica con tanta més facilidad cuanto mayor fuerza Ile- van sus mandatos, dispensando a los pueblos cierta tolerancia, déndoles buena parte en la misma administraci6n y poniéndolos en po- sesi6n de toda la libertad que les hace falta ALEJANDRO OLIVAN IDEA GENERAL DE LA ADMINISTRACION 105 para vivir contentos. Esos Gobiernos serén muy ciegos sino ven a dénde caminan, y muy ilusos si piensan poderse detener en la marcha: los pueblos se hardn exigentes el dia en que, formadas las costumbres, se les pretenda so- meter a una arbitrariedad; y felizmente para ellos, obtendrén sin grande esfuerzo un cam- bio de sistema pol tico y sin necesidad de una revolucién en el pais. De los hechos sentados se deduce que la Administracién Publica se ha ensanchado y ennoblecido a medida que se ha ido recono- ciendo la utilidad de su accién. Y como desde el recaudar y pagar haya acudido a todas par- ‘tes a proteger, ramificandose para fomentar todos los intereses legitimos, ya materiales, ya morales, de ahi es que estas nuevas funciones te confieren mayor inportancia y consideraci6n que {as primitives, elevan el conjunto de sus principios y reglas a la categoria de trascen- dentalisima ciencia social y ofrecen al enten- dimiento una idea grandiosa, que se desvia notablemente de la mezquina que debid for- marse en su origen. Todavia ha sido preciso que el espiritu filo- s6fico se apoderase del estudio de la estruc- tura y vida de toda sociedad para discernir y fijar en su orden mas elevado las ideas y deter- minar el sentido de las palabras. As{ es que, Fespecto de la Administracién, se ha conveni- do en considerarla cientificamente en su acep- cién més lata y en referirla constantemente al conjunto de cuidados que exige la cosa pubii- ca, No como atribucién de supremacia, sino al contrario, como gestién de responsabilidad. Porque, en efecto, quien administra reconoce dependencia, En este supuesto, la Administracién Publica 0 de la cosa publica, tiene por objeto la satis- faccién de las necesidades interiores de la so- ciedad, la vigilancia sobre sus intereses y el or- denado manejo de sus negocios en la intencion del mejor estar de los asociados y con suje- cién a reglas de un superior. Este superior es el Poder supremo o la personificacién de ta misma sociedad, y sus reglas son las leyes. El Gobierno es el Poder supremo conside- rado en su impulso y accién para ordenar y proteger la sociedad, y la Administracién constituye el servicio general o el agregado de medios y el sistema organizado para transmitir y hacer eficaz el impulso del Gobierno y para regularizar la accion legal de tas entidades lo- cales. De modo que administrandose gobiema. Para llenar su misién, el Gobierno consulta en la esfera de la politica exterior e interior os intereses primordiales de la seguridad del Estado y mantenimiento de las instituciones fundamentales, trata con los demas Gobiernos, dispone de las fuerzas de mar y tierra y deter- mina el movimiento que en cada época haya de imprimirse a la sociedad. La Administracién |e prepara y facilita todos los medios y realiza todos sus propésitos. Desde el pensamiento impulsive del Gobierno hasta la accién admi nistrativa no media distancia apreciable: el Gobierno y la alta Administracién se tocan y se confunden a la vista. De consiguiente, siendo el Poder supremo la voluntad social representada en la cabeza, es la Administraci6n el brazo que ejecuta, y ‘sus funciones comprenden ei cumplimiento de las leyes en cuanto al Gobierno compete, con més el cuidado de las mejoras, que son el fin y la condicién de toda reunién de hombres civi- lizados. 108 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA Las leyes ordenan o estatuyen de una ma- nera general: consideran los hombres en cuer- po y las acciones en abstracto. Las excepcio- nes mismas creadas por las leyes proclaman derechos de que gozarfa todo individuo en iguales circunstancias excepcionales. El Poder supremo, cuando legisla, pone la mira en el Estado 0 en el orden que pudiera llamarse general, porque crea derechos y deberes que a nadie es dado resistir; mas sus leyes han de aplicarse a la familia por medio de disposicio- nes auxiliares. Esto es lo que practica la Ad- ministracién. O cumple y hace cumplir senci- flamente la ley, o tiene ordinariamente un mandato més amplio y elevado, que es desen- volverla y suplirla en los pormenores, llevando Su espiritu a todas las consecuencias razona- bles: estudia siempre sus efectos, prepara en su caso la propuesta de su mejora, protege a los individuos y fomenta su accién productiva; forma Ordenanzas, reglamentos e institucio- nes; expide decretos, circulares y edictos; toma medidas fundadas en conocimientos es- peciales y cuenta con el correspondiente nd- mero de funcionarios o agentes responsables, a quienes esté encomendada la ejecucién. Se refiere a los individuos més bien que a los ciudadanos; y para ofrecerles seguridades 0 garantfas ha de tenerlas ella, porque no puede proteger quien no sea fuerte. La Administracién general se distingue en Administracién civil u ordinaria, que es la fundamental, como encargada de la conserva- cién y mejora de la sociedad, y en Administra- ciones especiales o profesionales de otros ra- mos que, marchando paralelamente a ella, le sirven de auxiliares: son las de la Hacienda, de la Justicia y Culto y de la fuerza armada, Cuando se trata indeterminadamente de Ad- ministracién, se entiende por antonomasia la civil, Mas adelante expondremos las atribucio- nes, organizaci6n y medios de accién que en el interés general le convienen, sin que la ma- yor parte de sus reglas dejen de tener igual- mente aplicacién a las Administraciones espe- ciales. La Administracién Publica, érgano de la sociedad, no puede, sino por abuso, desear 0 hacer cosa que no sea en beneficio de cuantos Ja componen, Utiliza para todos las limitacio- nes puestas al albedrio del hombre por el he- cho de su estado social, y hace efectivos de! modo més suave y llevadero posible los peque- fios sacrificios impuestos por las leyes a los individuos, en cambio del aumento de fuerza y productiva libertad que adquieren, Porque de corto efecto seria el interés privado entre- gado a sf mismo si en su socorro no acudiese la asociacién haciendo refluir sobre é! todo el poder del interés general, DIFERENCIAS EN ADMINISTRACION Y EN DERECHO ADMINISTRATIVO. De diferentes maneras se presenta la Adminis- tracién en cada pais, porque no es constante el método adoptado para hacer cumplir las leyes y promover los intereses comunes. Con todo, el influjo de la civilizacién, que tan ré- pidamente tiende a uniformar el aspecto exte- rior de tos pueblos y los Estados, los va tam- bién aproximando con una fuerza que ellos ‘mismos acaso no adviertan, en opiniones y Précticas de buena gobernacién y economia. Siendo uno el término, natural, es la conver- gencia de los caminos, El Derecho administrativo de cada nacién consiste en la competencia de las autoridades encargadas por la ley de las diversas partes de ALEJANDRO OLIVAN IDEA GENERAL DE LA ADMINISTRACION 107 la Administracién Publica, ya generales, ya especiales, o sea en los preceptos positives que rigen en la materia. Confuso en to general y diseminado en la vasta serie de providencias y medidas dictadas en el transcurso de siglos, es muy importante y meritorio el servicio de los que se dedican a entresacar, coordinar y concordar aquellas disposiciones, haciendo posible y aun fécil su estudio, Y mayor seré todavia el servicio del que, separando de una aplicacién precisamente embarazosa los prin- cipios generales y del Derecho {a doctrina, reuna en un cuerpo los dispersos y flotantes elementos de la teorfa administrativa, y por medio de oportunas clasificaciones y concien- zudo trabajo, presente a la contemplacién de os hombres la ciencia, en toda su pureza y esplendor, esa ciencia que, penetrando en el intimo mecanismo de la economia social, es protectora a la vez de los que mandan y de los que obedecen. Esta obra esté por desem- pefiar de un modo completo: la Europa la aguarda, porque la necesita. A QUIENES CORRESPONDA INTERVENIR EN LA ADMINISTRACION Siguiendo el comenzado propésito y sin aspi- ar a tanta gloria, reservada a superiores talen- tos y experiencia, seré bueno examinar aqui una cuestién fundamental, y es: “

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