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LA VIDA ES SUEÑO

Los cambios que he realizado sobre la obra afectan a: una acción, convirtiendo al príncipe
Segismundo en mujer (Isabel) lesbiana, y eso desemboca en el cambio del reinado (esta
idea se entiende mejor en el texto a continuación, era necesario modificar también al
personaje para poder llevarla a cabo); y a un personaje, o dos, es decir, James y
Anastasia son espías enviados del futuro con la misión de matar al rey Basilio para evitar
que cometa un crimen mayor. Para conseguirlo, se hacen pasar por Clarín y Rosaura.

-Padre, ¿heredaré el reino pase lo que pase?


Lo cierto era que Isabel había conocido tiempo atrás a una humilde mujer llamada
Rosaura. No sabía muy bien por qué, pero no la percibía como a todas las demás
muchachas, le daba la sensación de que tenía algo diferente, un misterioso secreto que
guardaba solo para ella. Eso le había despertado mucha curiosidad por conocerla, así que
empezaron a verse, primeramente a plena luz del día, sin necesidad de esconderse. No
obstante, conforme la relación se fue estrechando, ambas sintieron la necesidad de
mantenerlo en secreto, ya que ninguna tenía las mismas intenciones que al comienzo.
Pero sí era verdad que Rosaura no era como cualquier otra chica del lugar: ella estaba
allí, junto con su compañero Clarín, para cumplir su misión. Ninguno de los dos era quien
decía ser; el verdadero nombre de ella era Anastasia y, el de él, James. Y se trataba de
una misión arriesgada y peligrosa que, si no se ejecutaba con éxito, tendría
consecuencias devastadoras en el futuro. Por esto mismo, nadie debía sospechar de sus
intenciones.
Conforme pasaban los días, Rosaura tenía cada vez más miedo de ejecutar su encargo,
ya que requería enfrentarse a Basilio y eso podría derivar fácilmente en la pérdida de
Isabel, y ella le importaba demasiado.
Por otra parte, el rey había notado a su hija más distante de lo habitual, y no conseguía
explicárselo. Hasta que, un día, Isabel le confesó que estaba manteniendo una relación
en secreto con Rosaura, una relación que iba más allá de la amistad. Él no se lo había
tomado muy bien, le parecía una actitud antinatural e intolerable.
-Isabel, hija, sabes perfectamente que lo que estás haciendo no es una actitud digna de
una futura reina. Sintiéndolo mucho, tendrás que elegir.
-Elegir… ¿Qué?
-Entre esa chica y el poder.
-¡Pero no me puedes hacer esto!
-Sí. Sí que puedo. Y ahora, si me disculpas, me retiro a descansar un rato- dijo mientras
salía de la sala.
La princesa no podía evitar pensar que la mejor solución para ambas sería dejar de verse,
sin embargo, su amor se lo impedía.
Basilio fue en busca de Clotaldo. Estaba muy preocupado y necesitaba contarle a alguien
de confianza lo ocurrido con Isabel.
-Clotaldo, no vas a creer la tontería que se le ha metido en la cabeza a mi hija. ¡Está
viéndose con otra mujer! ¡Dice que su amor es verdadero! ¿Te lo puedes creer? Estoy
verdaderamente preocupado y no sé qué hacer para devolverla a la realidad.
-¿Se puede saber quién es su amante?
-Rosaura, Clotaldo. Esa plebeya que se pasa la vida vagando por las calles. Esa
maldita… ¡Ha corrompido a mi buena Isabel!
-Primero, ¿qué? ¿Con Rosaura? Y, segundo, sin faltar a la pobre chica.
-¿Cómo que sin faltar? Esa desgraciada probablemente acabe con mi legad…
-¡Esa a la que llamas desgraciada es mi hija, Basilio! ¡Rosaura, la duquesa de Moscovia!-
interrumpió el criado.
-¿Qué dices? ¿Acaso has enloquecido tú también?- el rey no lograba comprender nada.
Clotaldo vaciló un segundo, pero inmediatamente dijo:
-Claro que no, ¡es mi hija! Creo que la única forma de acabar con esto… Es matarlas.
-¡¿Qué dices, bruto?!- exclamó Basilio alarmado- ¿Sabes? Ahora que has dicho que tu
hija es duquesa… No me parece tan mal que se junten. Imagínate el poder que podría
suponer esa unión.
-Sí… Nos conviene apoyarlas.

-Clarín, yo no puedo hacer esto, me he enamorado de ella… Vuelve a nuestro tiempo y


dile al jefe que me retiro, me quedo en esta época, con Isa…
-Podré hacer eso si mato al rey. Ya que no vamos a cumplir con las condiciones del
contrato, por lo menos terminemos la misión. Si no te ves capaz, lo haré yo, pero, por
favor, no trates de impedírmelo. Yo sí quiero volver al futuro.

Al cabo de unas horas, Basilio se reunió con su hija en la sala principal del castillo con la
intención de darle apoyo y comunicarle que no debe tomar una decisión que excluya a
una de las dos partes. Aunque, realmente, no lo hacía por amor, sino por conveniencia.
-Isabel, hija, ven aquí- ordenó.
-Dime.
-He estado pensando acerca de nuestra conversación, y creo que necesitaba ver la
situación desde otra perspectiva para poder procesarlo todo. Simplemente quiero que
sepas que yo te amo por quién eres, y no por tus gustos. Te debo una discul…
Y, justo antes de terminar la palabra, sintió cómo se le clavaba algo en la espalda y le
rasgaba violentamente la piel. En cuanto cayó inerte al suelo, Isabel divisó una silueta que
le resultaba familiar, y momentos después distinguió la figura de Clarín huyendo del lugar.
La princesa no sabía cómo reaccionar. Ahora iba a ser reina, y no habría nadie para
impedirle que estuviese junto a su querida Rosaura. A pesar de la aprobación de su padre
minutos atrás, ella sabía que había una intención mayor detrás; sabía que su padre se
movía por intereses, así que el asesinato la liberó de su procupación.
Entonces decidió visitar a Rosaura para hablarle de los hechos, e invitarla a casarse con
ella.
-Pero la Iglesia no nos lo permitirá- puntualizó Rosaura.
-Entonces no nos casaremos, pero seremos una pareja. ¡Gobernaremos Polonia, tú y yo
juntas!
-Una pareja de mujeres en la Casa Real… Me gusta esa idea.
-Y a mí, tú.

Acto seguido, Clarín desató al verdadero Clarín y a la verdadera Rosaura, y les dio una
droga que les borraría la memoria de los últimos meses, aproximadamente.

-Misión cumplida, señor.

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