Está en la página 1de 10

Zimbabue, septiembre 21 de 2020

SEÑOR
JUEZ CIVIL MUNICIPAL (REPARTO)
E. S. D.

REF: Acción de Tutela instaurada por MARINA RIOS BELTRAN contra la


entidad promotora de salud “EPS SURA”, MEDIDA CAUTELAR
URGENTE.

Accionante: MARINA RIOS BELTRAN

Accionado: SILOMON TOLOMEO representante legal “EPS SURA”

MARINA RIOS BELTRAN, identificada con Cédula de Ciudadanía No. 31.332.345 de


piedras nuevas - Colombia, actuando en calidad de Agente Oficioso y en representación de mi
padre, el señor JULIÁN ALBERTO RÍOS, el cual actualmente no puede valerse por sí mismo, ya
que se encuentra postrado en una cama, por lo tanto no puede ejercer su propia defensa;  me
dirijo respetuosamente ante usted con base en lo consagrado en el artículo 86 de la Constitución
Política de Colombia, en los Decretos 2591 de 1991 y 206 de 1999, con el fin de
interponer ACCIÓN DE TUTELA contra el señor SILOMON TOLOMEO identificado con la cedula
de ciudadanía Nº28.880.303 quien actúa como representante legal de la entidad promotora de
salud “EPS SURA”, como MEDIDA CAUTELAR TRANSITORIA para que DE MANERA
URGENTE  se proteja el derecho fundamental a la SALUD, LA VIDA Y LA DIGNIDAD HUMANA
de mi padre.

I. HECHOS

1. Mi señor padre el señor Julián Alberto Ríos laboraba en la empresa EL PALMAR S.A
desde el día 14 de enero de 2015, y se encuentra vinculado a la entidad promotora de salud
“EPS SURA” desde la misma fecha, tiempo durante el cual nunca ha presento mora en la
cancelación del servicio.

2. El día 10 de julio de 2020, el médico tratante RICARDO MOLA, le diagnostico


Esquizofrenia a mi señor padre, condición médica que no le permite valerse por sí mismo, ya
que es un trastorno mental grave por el cual las personas interpretan la realidad de manera
anormal, provocando una combinación de alucinaciones, delirios y trastornos graves en el
pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y el cual es incapacitante.

3. El especialistas tratante de la unidad mencionada doctor RICARDO MOLA, ha


recetado Olanzapina (Zyprexa®) y Risperidona (Risperdal®) resaltado de manera categórica,
urgente e inmediato, el suministro de estos medicamentos para ser tratado, pues es evidente el
deterioro y lo avanzado de su enfermedad, teniendo en cuenta que mediante historia clínica
electrónica de fecha de 18 de septiembre de 2020, describen en ella de manera textual: “…
pendiente y urgente para manejo integral de esquizofrenia, suministrar OLANZAPINA
(ZYPREXA®) Y RISPERIDONA (RISPERDAL®)“

4. El día 20 de julio de 2020, la entidad promotora de salud “EPS SURA” manifiesta que
el suministro de los medicamentos fue negado, argumentando que dichos medicamentos por ser
especializados y de una casa comercial, no pueden ser entregados al paciente.

II. PRETENSIONES

Solicito ante usted señor juez respetuosamente que se protejan los derechos a la salud y
vida digna de mi padre JULIÁN ALBERTO RÍOS y en consecuencia ordene:

PRIMERO. Se tutele de manera inmediata los derechos fundamentales de ni señor


padre a: LA SALUD LA VIDA Y LA DIGNIDAD HUMANA.

SEGUNDO: ORDENE a la entidad promotora de salud “EPS SURA” que como garantía
fundamental a la continuidad e integralidad en el tratamiento médico, autorice, ordene, remita y
facilite todos y cada uno de los procedimientos médicos, intervenciones y suministro de
medicamentos que sean necesarios para lograr sobre llevar la  ESQUIZOFRENIA CRONICA que
padece mi Padre JULIÁN ALBERTO RÍOS, que por trámites administrativos han omitido el
suministro de los medicamentos,   de igual forma que en adelante, preste, atienda y suministre
de manera integral, continúa, suficiente, oportuna todos y cada uno de los procedimientos,
medicamentos e insumos necesarios  para la atención de la enfermedad, en especial el
tratamiento de “ESQUIZOFRENIA” que necesita de manera periódica y continúa siendo
indispensable para vivir.

III.COMPETENCIA
Es usted competente, señor Juez, por la naturaleza constitucional del asunto y por tener
jurisdicción en el lugar donde tuvieron ocurrencia los hechos que vulneran o amenazan el
derecho fundamental invocado según el artículo 37 del decreto 2591 de 1.991. Así mismo es
usted competente de conformidad por el inciso segundo del numeral 1. del artículo 1 del Decreto
1382 de 2000.

IV. DERECHOS VULNERADOS

4.1 El derecho a la salud

 La jurisprudencia constitucional ha estatuido como derecho fundamental independiente


el derecho a la salud, otorgándole una connotación bifronte, es decir que a la vez de ser un
derecho de rango fundamental –constitucionalmente considerado- goza de la calidad de ser
servicio público.

El artículo 49 de la Constitución Nacional prevé el derecho a la salud y al saneamiento


ambiental, como servicios públicos a cargo del Estado, por los cuales el Estado propendería su
especial protección y vigilancia sobre la calidad de la prestación. Indicó el marco normativo
constitucional que los servicios médicos y sanitarios tienen como principal función la
promoción, protección y la recuperación de la salud, sujetándose a los principios de eficacia,
universalidad y solidaridad.
Por su lado, la Ley 100 de 1993, introdujo en el ordenamiento jurídico una serie de
principios rectores a los cuales tienen que sujetarse todas las entidades que participen o hagan
parte del Sistema General de Seguridad Social en Salud.

El artículo 153 de la norma en cita señala que el Sistema de Seguridad Social en Salud
actuaria bajo los principios de Universalidad, calidad, eficiencia, progresividad,
corresponsabilidad, prevención y continuidad, entre otros.

Del marco normativo descrito, se concluye que el concepto del derecho a la salud
constitucionalmente considerado, involucra desde su núcleo esencial, el derecho que tiene el
paciente de acceder a los servicios médicos requeridos para la promoción, prevención
y tratamiento de la patología que le aqueja hasta que se logre la recuperación o rehabilitación
definitiva, en condiciones de inmediatez, eficiencia, suficiencia y universalidad; es decir que, la
atención debe provocar un restablecimiento y una recuperación real y efectiva. Sobre ello señaló
la Corte Constitucional:

 “La salud como derecho integral, implica que la atención deba brindarse en la cantidad,
oportunidad, calidad y eficiencia requeridas, lo cual conlleva ofrecer, de acuerdo con la ley y la
jurisprudencia, todo cuidado, medicamento, intervención quirúrgica, rehabilitación, diagnóstico,
tratamiento y procedimiento necesarios para restablecer la salud, con prevalencia al tratarse de
menores de edad.”

 Por tanto, no puede limitarse la órbita de protección del derecho a la salud ante una
patología clara detectada por el profesional de la salud, cuando sean circunstancias
eminentemente administrativas las que impidan el acceso a los servicios, sin que dicho amparo
desconozca los postulados fundamentales sobre los que se edifica la procedencia de la
protección constitucional.

 En ese sentido, la garantía del derecho a la salud exige que el mismo se sujete a la
existencia de i) un dictamen médico a través del cual se diagnostique la presencia de una
patología en la paciente, ii) una orden para la realización de un procedimiento o un
medicamento, para que el juez de tutela evalué las condiciones de vulneración del mismo frente
al incumplimiento de las entidades que administran el Sistema General de Seguridad Social en
Salud, de prestar y facilitar el acceso en condiciones de suficiencia, universalidad, integralidad, a
los servicios de salud.

Y respecto a este último, es decir, la integralidad, la Jurisprudencia Constitucional ha


señalado en reiteradas oportunidades que este principio-deber debe aplicarse en el entendido
que se proteja la realización de un tratamiento completo y necesario.

Es así que, tal como lo ha indicado la jurisprudencia Constitucional, la atención


del tratamiento médico en condiciones de integralidad y atendido por el médico tratante se agota
en el momento en que se logre la rehabilitación o la recuperación definitiva del estado de salud.

Tratamiento integral de salud

La jurisprudencia constitucional ha señalado que el derecho a recibir la rehabilitación a


través de un tratamiento integral de salud proporcionado por la EPS o la EPS-S a la cual esté
vinculada la persona, es componente indispensable del derecho a la salud, ya que a partir de la
posibilidad de rehabilitación se materializa el ejercicio pleno, consciente y suficiente del derecho
en mención.

 Sobre este tema, la jurisprudencia de la Corte Constitucional señaló que:

“La atención a la salud debe ser integral y comprender el cuidado, el suministro de


medicamentos, las intervenciones quirúrgicas, las prácticas de rehabilitación, la realización de
exámenes de diagnóstico y seguimiento, así como todo otro componente que el médico tratante
valore como necesario para el restablecimiento de la salud del paciente. El reconocimiento de la
prestación integral del servicio de salud debe ir acompañada de indicaciones precisas que hagan
determinable la orden del juez de tutela, la cual bajo ningún supuesto puede recaer sobre cosas
futuras. En concreto, este Tribunal ha entendido que el principio de integralidad no puede
entenderse de manera abstracta, es decir, una orden de tutela que reconozca la atención integral
en salud se encontrará sujeta a los conceptos que emita el personal médico, y no, por ejemplo, a
lo que estime el paciente.”
De la citación jurisprudencia anterior, se desprende con absoluta claridad que el derecho
a la salud de una persona comporta o involucra la acción –ejecución de actos positivos- de la
entidad prestadora del servicio de salud, que se materializan en diferentes aspectos o facetas.

 Por un lado, en la coordinación y asignación de citas con los médicos que sean idóneos
para la prestación del servicio de salud requerido por persona, así también como en el suministro
de los medicamentos ordenados o prescritos por el médico tratante. Por otro lado, el derecho a
la salud también comporta la posibilidad de recibir los procedimientos quirúrgicos y la realización
de exámenes que permitan trazar la ruta científica que debe seguir el médico tratante.

 De ahí que para lograr la rehabilitación de la o las patologías que puedan aquejar la
salud de una persona, resulta indispensable que el médico cuente con los instrumentos
suficientes que le permitan (i) elaborar un diagnóstico claro sobre la afección, (ii) ofrecer
información al paciente sobre el posible tratamiento, (iii) descartar tratamientos que no resulten
útiles para la patología presente, (iv) aplicar el tratamiento idóneo y (v) lograr la rehabilitación del
paciente.

Así pues, es imperativo que en asuntos en los cuales se debata la prestación del servicio
de salud, las entidades promotoras de salud –EPS- entiendan que la posibilidad de rehabilitación
o no del paciente, pende del cumplimiento estricto de un procedimiento médico que parte del
diagnóstico. Dicho diagnóstico, se repite, solo se logra y elabora a partir de la verificación de los
exámenes ordenados por el médico tratante.

En relación al tema, ha señalado la Corte Constitucional, al estudiar el derecho de una


persona a recibir el diagnóstico de la patología que le afectaba, en los siguientes términos:

“El derecho al diagnóstico como aspecto integrante del derecho a la salud, es indispensable
para llegar a una recuperación definitiva de una enfermedad o a mejorar la calidad de vida del paciente.
De manera que la negación del mismo, impide que se realice el tratamiento adecuado y preciso que
requiere el afectado. Pero, no solo la negativa del derecho al diagnóstico vulnera los derechos
constitucionales, sino cuando no se práctica a tiempo o se realiza de forma negligente, complicando en
algunos casos el estado de salud del paciente hasta el punto de llegar a ser irreversible su cura, eventos
en los cuales, puede llegar a afectar gravemente la salud y la dignidad humana del paciente al someterlo
de manera interminable a las afecciones propias de su mal estado de salud.” (Subrayas y Negrillas fuera
del texto original)

Así mismo, se recordó que la Corte ha sido enfática en señalar que es  al médico tratante
al que le corresponde determinar si es o no necesario realizar un examen de diagnóstico o
suministrar medicamentos, de modo que la entidad que suministra los servicios de salud no
puede negarse a practicarlos ni suministrarlo, sobre la base de aspectos económicos,
administrativos o de conveniencia institucional, como ocurren en el caso concreto, “pues esto
prorroga caprichosamente la definición del tipo de padecimiento, así como la posibilidad de
iniciar un tratamiento médico que permita el restablecimiento del estado de salud del paciente”

 De manera que, conforme a las posturas jurisprudenciales transcritas se desprende que
el derecho a la salud se integra de diversos factores que confluyen en la recuperación,
rehabilitación y restablecimiento de la condición saludable que se ha visto diezmada y
deteriorada por el curso de una patología. Pero, para que el conocimiento del profesional de la
salud resulte benéfico a los intereses del usuario, es indispensable que este pueda emitir con
claridad un diagnóstico y a partir de allí se pueda construir un procedimiento científico que
agotar, lo cual impone que la inexistencia de un diagnóstico cierto contribuya al deterioro del
paciente.

En el caso concreto sub examine se puede evidenciar que se trata de un caso de


extrema urgencia y que el paciente se encuentra en un estado de necesidad manifiesta en el
cual se encuentra en inminente peligro su vida. Por lo tanto, necesario e indispensable el
suministro de los medicamentos para el tratamiento ordenado y que la Entidad promotora de
salud “EPS SURA” no ha querido suministrar.

4.2 Derecho a la vida en condiciones dignas


La dignidad humana es un fundamento del Estado colombiano por lo que es necesario
que se refleje en todas las actuaciones que emanan de las autoridades, así como de servicios
públicos esenciales como la salud, cuya prestación debe garantizar. La dignidad humana,
comprende tres objetos concretos de protección:
 La autonomía o posibilidad de diseñar un plan vital y de determinarse según sus
características, que traduce “vivir como se quiera”.
 La presencia de ciertas condiciones materiales concretas de existencia, es decir, “vivir
bien”.
 La intangibilidad de los bienes no patrimoniales, integridad física e integridad moral, en
otras palabras, “vivir sin humillaciones”. Es entonces la dignidad humana derecho fundamental,
principio y valor. Como menciona la Corte Constitucional en sentencia T-940 de 2012, respecto
de la dignidad: “A grandes rasgos, la dignidad humana como derecho fundamental implica la
correlatividad entre la facultad de exigir su realización en los ámbitos a los que atañe y el deber
de propiciarlos; como principio puede entenderse como una de los fundamentos que dieron
origen a la aparición del Estado colombiano de hoy, así como un mandato de optimización, cuya
realización se debe propender en la mayor medida posible; finalmente, como valor, la dignidad
representa un ideal de corrección al que tiende el Estado y que le corresponde preservar”.1 La
dignidad humana en el Estado colombiano constituye una de las bases y de los presupuestos
ontológicos para su existencia, siendo piedra angular para el desarrollo del contenido de otros
derechos fundamentales y deberes estatales y particulares dispuestos en la carta; por ello el
1Sentencia T -940 de 2012 concepto de dignidad humana se liga con otros, para lograr la
mayoría de esferas dentro de la realidad, y no quede en mera teoría. Para el caso que se busca
tutelar, el derecho a la salud, el cual debe ser entendido, ya no solo como un derecho o servicio
con el que se pretende la preservación de la existencia, sino como un derecho fundamental que
coadyuva a la realización de la dignidad humana y de la existencia en condiciones dignas.

V.PRUEBAS

 Copia de la cédula de ciudadanía MARINA RIOS BELTRAN agente oficioso

 Copia de cedula de ciudadanía JULIÁN ALBERTO RÍOS afectado

 Formula Médica por parte del doctor SILOMON TOLOMEO especialista en


cuestiones del coco del Hospital te curas o te curamos.

 Historia Clínica del señor JULIÁN ALBERTO RÍOS Hospital.

 Contestación escrita por parte del Hospital


  

VI.DECLARACION

 Manifiesto señor juez de conocimiento bajo gravedad de juramento que no he


interpuesto otra acción de tutela por los mismos hechos ante la autoridad competente

VII. ANEXOS

1. Copia de la presente acción de tutela, para el archivo y juzgado junto con las
pruebas

VIII. DIRECCION DE NOTIFICACIONES

ACCIONANTE:

______________________________________

DIRECCION: ________________________________________________

TEL: _____________

ACCIONADO:

_________________________________________________

DIRECCION: _______________________________________

V. FUNDAMENTOS DE DERECHO
Esta acción de tutela se encuentra fundamentada en el artículo 86 de la Constitución
Política de Colombia y en los decretos 2591 de 1.991, 306 de 1.992 y 1382 de 2000.
IX.NOTIFICACIONES ACCIONANTE: Mi residencia se encuentra ubicada en LA LOMA
DE ABAJO, Barrio los acostados. “E.P.S. SURA” Carrera 234 con calle 245 esquina de. De su
señoría,

atentamente.

_________________________________________
ANGEL VARGAS VILLARREAL C.C No. 52.478.090

También podría gustarte