Está en la página 1de 6

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

U.E.C. “Juan Vicente González

Barcelona Estado Anzoátegui

CRE
ACIÓ
N DE
NAR
Profesor: Alumna:

Sabina Guevara Enyerlis Delmoral

RATI
VA
Barcelona, 26 de Octubre de 2020

LIRIC
A
INDICE

Pagina

Indice……………………………………………………………………… i

Jinete sin Cabeza……………………………………………………….. 3 – 5

Día y Noche………………………………………………………………. 6
EL JINETE SIN CABEZA

Hace un tiempo mi Abuelo Manuel y su Esposa salieron de su casa para ir a


visitar a un tío que vivía cerca de San Diego (Tinaquillo-Edo Cojedes). En su
carreta, estirado por dos burros, viajaban todo el día. Seguían adelante aún
después de Ocultarse el sol, buscando un lugar para acampar para la noche.

Cuando vieron una luz a lo lejos. Le dijo a su esposa, “creo que nos estamos
acercando a la Laguna del Muerto. Me da gusto que haya gente ya. Me siento más
seguro así que si estuviéramos solos.”

Pues más se acercaban a la laguna más se bajaban las llamas del fuego. Cuando
llegaron, nada más quedaban las brasas. No había nadie... ni se veían huellas en
el suelo.

Esto del fuego apagado le molesto en algo pero no quiso decir nada para que su
esposa no se asustara. Decidieron acampar hay mismo abajo de un enorme
árbol. Ya era demasiado oscuro para que continuaran adelante.

Sacaron de su carreta lo que necesitaban para la noche. Echaron leña encima


de las brasas y prendió el fuego de vuelta.

Al momento en que se levantaban las llamas, empezaron a oír un caballo que


venía a galope a lo lejos. Venía hacia ellos, más y más rápido. Oyeron las ramas
que se quebraban. Y entonces fueron testigos de la cosa la más espantosa: en
todo frente de ellos, un caballo alto, gris, corriendo a toda velocidad; montado
sobre el caballo, un jinete sin cabeza. Lo vieron tan claramente que no lo podían
creer. A pasar al frente, clavó sus espuelas en los lados del animal. La esposa de
mi abuelo se desmayó en este momento.
El jinete siguió hacia la laguna, el caballo corrió encima del agua como si hubiera
sido cemento. Todavía pueden oír el ruido de los cascos del animal al otro lado de
la laguna.

De repente se paró el ruido; al mismo tiempo se apagó el fuego en frente de ellos.


Como la luna ya había salido de entre las nubes, decidieron dejar aquel lugar
inmediatamente y buscar otro sitio para pasar la noche. Antes de irse, sin
embargo, marcaron el lugar con trapos que colgaron en las ramas del árbol.

El día siguiente, al llegaron a la casa de su tío, le contaron naturalmente lo que


le habían asustado tanto la noche de antes.

Se sonrió el tío como si supiera muy bien de que se trataba.


“Bueno” dijo él tío, “estaban al lado de la Laguna del Muerto. He oído muchos
rumores tocantes a ese lugar. Dicen que, hace muchos años, se juntaron cuatro
propietarios de rancho para ver quién tenía el mejor caballo. Cada uno de los
hombres estaba convencido que su caballo ganaría. Tan seguros estaban que
apostaron todo lo que tenían, dinero, ranchos y ganado.”

“El señor Jacinto tenía un caballo gris, alto y poderoso, que se llamaba Hércules.
Pues, Hércules se ganó la carrera con tanta facilidad que los otros hombres
humillados se enojaron. No solamente rehusaron pagar sus apuestas, sino que se
echaron encima de él y le mataron con un machete, cortándole la cabeza.”

“Desde entonces se dice que el señor Jacinto y Hércules vuelven a correr de


nuevo la misma carrera cada noche.”

Luego que terminó mi tío, salieron él y mi abuelo para la Laguna del Muerto.
Volvieron al lugar exacto al lado de la laguna. Ni siquiera una huella en el suelo,
aún en el lodo al lado de la laguna. No quedaba nada del fuego, ni brasas, ni
cenizas; aún los trapos que habían dejado en las ramas habían desaparecido.
Día y Noche

No hay día y noche

Que no deje pensar en ti

Desde aquel momento que te vi

Me enamore de ti;

Cada día; cada noche

Veo la afortunada que fui

Al tener a mi lado

Cada día y cada noche

Le pido a Dios por la oportunidad

De despertar a tu lado y conocerte mas

Contigo hasta el fin

Cada día; cada noche

También podría gustarte