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Filosofía Medieval Sebastian Ii
Filosofía Medieval Sebastian Ii
XV)
ORIGEN
Pero para dominar, a base de nuevo ideal de vida, el mundo pagano, los primeros
escritores cristianos trabajaron con los conceptos y fórmulas del pensamiento griego,
elaborando así una construcción doctrinal, es decir, una dogmática. Este proceso se
inicia tan pronto como el cristianismo deja de ser una secta perseguida y comienza a
conquistar a personalidades cultas e influyentes.
Esta filosofía inicia en el siglo V y termina en el siglo XV desde la caída del imperio
romano occidental hasta el romanticismo, siendo el cristianismo la principal religión,
además de esto se divide en dos etapas o dos tiempos que es la patrística = pater =
padre. Se basaba en Platón y sus ideas. (El mundo de las ideas). (II- IV) y la escolástica
= shola = escuela. Está basada en Aristóteles. (Empirismo). (V-XV).
1
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/hifi/hifi05.htm
PATRISTICA
SEGUNDO (siglos III – V): formación doctrinaria de las creencias cristianas (dogmas),
con la constitución de los primeros sistemas de filosofía cristiana.
ESCOLASTICA:
2
http://historiageneral13.blogspot.com.co/2012/11/patristica-escolastica.html
CARACTERÍSTICAS
2. Nace la teología
3. Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a un nuevo
cuestiona miento: Fe sobre razón.
5. Las ideas de Platón aún se tomaban en cuenta pero basándolo en la Fe, se acepta que
la verdad es eterna e inmutable y por lo tanto no puede ser la experiencia la que nos la
otorgue sino que se debe utilizar el conocimiento sensible.
12. Se dejan atrás los planteamientos filosóficos griegos para abrir paso a un nuevo
cuestiona miento.3
¿ES POSIBLE UNA "FILOSOFÍA CRISTIANA"?
3
http://mundodelafilosofiamedieval.blogspot.com.co/p/origen-y-caracteristicas-de-la.html
4
Cf. www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-24062014000100012
San Agustín de Hipona (354 - 430)
Biografía
Aurelio Agustín nació en Tagaste, en el África romana, el 13 de noviembre de 354. Su
padre, llamado Patricio, era un funcionario pagano al servicio del Imperio. Su madre
Mónica, luego santa, poseía un genio intuitivo y educó a su hijo en su religión, aunque,
ciertamente, no llegó a bautizarlo. El niño, según él mismo cuenta en sus Confesiones,
era irascible, soberbio y díscolo, aunque excepcionalmente dotado. Romaniano,
mecenas y notable de la ciudad, se hizo cargo de sus estudios, pero Agustín, a quien
repugnaba el griego, prefería pasar su tiempo jugando con otros mozalbetes. Tardó en
aplicarse a los estudios, pero lo hizo al fin porque su deseo de saber era aún más fuerte
que su amor por las distracciones; terminadas las clases de gramática en su municipio,
estudió las artes liberales en Metauro y después retórica en Cartago.
La obra de San Agustín de Hipona supone la primera gran síntesis entre el cristianismo
y la filosofía platónica. Aunque inspirado por la fe, que se confunde con la razón, el
pensamiento de San Agustín dominará el panorama filosófico cristiano hasta la
aparición de la filosofía tomista, ejerciendo un influjo considerable en la práctica
totalidad de pensadores cristianos durante siglos.
Biografía
San Anselmo de Canterbury o de Aosta; Aosta, 1033 - Canterbury, 1109) Teólogo y
doctor de la Iglesia católica. Fue abad en el monasterio benedictino de Santa María de
Bec (Normandía), en el que había ingresado en 1060, y arzobispo de Canterbury desde
1093. Como arzobispo intentó sustraer de la influencia regia las elecciones episcopales
y preservar la independencia de la Iglesia, lo que le valió el destierro en dos ocasiones.
San Anselmo fue uno de los prelados más cultos de su tiempo. La especulación
filosófica, según él, era una consecuencia exigida por la fe. Sostenía la necesidad de
creer para comprender a fin de intentar luego comprender lo que se creía. No anteponer
la fe, según Anselmo, era presunción; sin embargo, no apelar a continuación a la razón
era negligencia.
En la cuestión de los universales, se inclinó hacia la solución platónica. De este realismo
proviene el valor de la llamada prueba ontológica de la existencia de Dios propuesta en
el Proslogium (1078): tenemos la idea de un ser perfecto; sin embargo, la perfección
absoluta implica necesariamente la perfección de la existencia; luego el Ser Perfecto
existe.
El argumento ontológico de San Anselmo se basa en establecer una correlación entre
nuestras ideas y la realidad. Por ello fue aceptado por filósofos racionalistas como René
Descartes y Gottfried Wilhelm Leibniz, pero rechazado por Immanuel Kant, quien
afirmó que el hecho de que concibamos una cosa no prueba en absoluto su existencia
fuera de la mente.
Entre sus obras, cabe destacar Cur Deus homo, donde expone una hermosa doctrina de
la redención. Considerado el fundador de la teología escolástica, su influjo sobrepasó el
Medioevo y alcanza incluso hasta la reciente teología de Karl Barth.
San Anselmo era originario de Aosta, en el Piamonte, en Italia, donde nació en el año
1033. A pesar de ello es más comúnmente conocido como san Anselmo de Canterbury,
al haber sido arzobispo de dicha ciudad durante algunos años, donde murió en 1109. Su
educación corrió a cargo de los benedictinos, luego de una experiencia poco afortunada
con el primero de los profesores a los que fue encomendado, al no haberle sabido
transmitir el aprecio por los estudios.
(Llamado Doctor Angélico; Roccaseca, actual Italia, 1224 - Fossanuova, id., 1274)
Teólogo y filósofo italiano. Hijo de una de las familias aristócratas más influyentes de la
Italia meridional, estudió en Montecassino, en cuyo monasterio benedictino sus padres
quisieron que siguiera la carrera eclesiástica. Posteriormente se trasladó a Nápoles,
donde cursó estudios de artes y teología y entró en contacto con la Orden de los
Hermanos Predicadores.
Biografía
El papa Juan XXII le hizo comparecer en su corte de Aviñón en 1324 y condenó como
heréticas muchas de sus doctrinas, incluida su defensa de la pobreza como exponente
del espiritualismo franciscano; fray Guillermo reaccionó huyendo en compañía del
general de la orden y poniéndose bajo la protección del emperador Luis de Baviera en
Pisa y luego en Múnich, lo que le costó la excomunión (1328). Hasta poco antes de su
muerte mantuvo la polémica con los papas sucesivos (Benedicto XII y Clemente VI).
Biografía
(Sir Thomas More; Londres, 1478 - id., 1535) Humanista y político inglés. Hijo de un
magistrado, estudió en la Saint Anthony School antes de entrar al servicio del cardenal-
arzobispo de Canterbury. Entre 1492 y 1494 realizó estudios superiores en la
Universidad de Oxford, y luego, tras regresar a Londres, estudió derecho en el Lincoln's
Inn. Alternó una brillante carrera profesional y política con su interés por la literatura, y
su vasta cultura humanística le valió la admiración de Erasmo de Rotterdam, con quien
le uniría una gran amistad.
En 1509 fue nombrado miembro del Parlamento, y ese mismo año contrajo matrimonio
con Jane Colet, a cuya muerte, dos años más tarde, se casaría en segundas nupcias con
Alice Middleton. Entró al servicio de Enrique VIII de Inglaterra en 1518, y ese mismo
año escribió Historia del rey Ricardo III.
Dos años antes había publicado su célebre Utopía, en la que proponía una organización
racional de la sociedad, de base comunal, que situaba en una isla imaginaria del mismo
nombre que el título. Tras establecer las normas que regirían esta sociedad ideal, entre
las que se hallaban la enseñanza universal, la libertad religiosa y la subordinación de
todo interés individual al beneficio común, pasaba a criticar las estructuras todavía
feudalizantes de la Inglaterra de su época. La obra, convertida en un clásico del
humanismo, ejercería una duradera influencia, desde Bacon hasta George Orwell.
Todavía al servicio del rey, Moro defendió públicamente la libertad de culto y de
palabra. En 1521 fue nombrado vicetesorero del reino y recibió el título de caballero. En
1523 escribió Responsio ad Lutherum, obra en la que se enfrentaba al luteranismo, y
tres años después empezó el conflicto con el rey que habría de costarle la vida: Enrique
VIII, casado con Catalina de Aragón, quería el divorcio para poder asegurarse
descendencia masculina. Tomás Moro se opuso tajantemente a este divorcio, y en 1532
renunció a la cancillería del reino, cargo al cual había accedido en 1529.
Tras haberse negado a asistir a la coronación de la nueva reina, Ana Bolena, fue
acusado de corrupción, juzgado y condenado a la pena capital. En 1935 fue canonizado
por la Iglesia Católica.
Tomás Moro nació en Londres en 1478, de familia acomodada y noble, ciudad de la que
sería alguacil, posteriormente. Tras la realización de sus primeros estudios pasa a formar
parte del séquito del cardenal arzobispo de Canterbury Juan Morton, donde continuó su
formación, profundizando en los estudios teóricos. Será, sin embargo, en Oxford en
donde completará su formación intelectual, orientada hacia el estudio de los clásicos,
entablando posterior amistad con otros humanistas de la época, como Erasmo, pese a
que los deseos de su padre le llevaron a ejercer como jurista y magistrado en Londres.
La relación entre religión y filosofía, entre razón y fe, fue una de las preocupaciones
básicas y fundamentales en la Edad Media. Esta relación fue atormentada y tortuosa,
llena de altibajos y conflictos. Y ello porque se trata de dos concepciones del mundo
muy distintas:
1. la primera se presenta como dada o revelada por Dios a las hombres, y la segunda
como obtenida por ellos mismos a través de la actividad de su mente racional;
2. la palabra religiosa se presenta como definitiva, pronunciada de una vez y para
siempre, y poseedora de una verdad absoluta; la palabra filosófica, en cambio, se
muestra siempre como una palabra reflexiva, nunca única ni definitiva, dada en el
tiempo, frágil y abierta para ser completada, corregida o sustituida por otra.
Desde el punto de vista de la filosofía, esta confrontación es consecuencia del intento de
la razón de reivindicar su lugar en el saber humano, su autonomía frente a cualquier tipo
de imposiciones. Se trataría de no subordinar la filosofía a la teología, la razón a la fe.
Desde el punto de vista de la fe, la historia de esta relación se centró principalmente en
el tema de la compatibilidad o incompatibilidad entre ambas. En este tema podemos
encontrar varias posturas:
• La de aquellos que, en nombre de la fe consideran que ésta se basta a sí misma, por lo
que la filosofía sería superflua, cuando no dañina. Esta respuesta está ligada al
desprecio, tan característico del cristianismo medieval, de la naturaleza, la vida terrenal
y el saber mundano. Un ejemplo de esta actitud lo tenemos en Tertuliano (siglo II) y en
su famosa frase “credo quia absurdum” (“creo porque es absurdo”).
• Una actitud más moderada se encuentra en San Agustín y San Anselmo, quienes
consideran posible y necesaria una colaboración entre la fe y la razón; de todos modos,
en estos autores la filosofía aún sigue subordinada a la fe y la teología pues considerarán
que la fe debe servir de guía de la razón y utilizarán la razón casi exclusivamente como
un instrumento para aclarar las tesis aceptadas mediante la fe.
• Aún más tolerante se muestra Santo Tomás: defiende el equilibrio y armonía entre fe y
razón y llega a considerar que la razón, sin la ayuda de la revelación, puede dar lugar a
un verdadero conocimiento. La fe y la razón son dos formas de conocimiento distintas,
separadas, pero compatibles.5
Según algunos libros y sus autores, la filosofía del medioevo se inicia en el siglo II con
el intercambio de ideas y pensamientos entre la filosofía helenística y las principales
5
http://religiones.conocimientos.com.ve/2010/01/razon-y-fe-en-la-edad-media.html
religiones monoteístas. A diferencia de la filosofía medieval griega en varios aspectos
el cristianismo no comprende contemplar el "ser" mediante la ciencia, sino que lo haría
por medio de la literatura.6
A la vez en este periodo encontramos varios exponentes de este tema entre ellos se
encuentra San Agustín (354-430 a. C) quien presenta sus propias pruebas de las cuales
son tres y además de estas dos presenta otras dos, la prueba teológica y la del
consentimiento universal.
Recibe este título la característica que desde nuestro punto de vista es más típica o
esencial de Dios. Hay que decir “desde nuestro punto de vista” puesto que en Dios, a
diferencia de las cosas finitas, todas las propiedades son esenciales y ninguna
accidental, aunque alguna se nos presente como más característica o definitoria de su
6
http://josepatio-jose.blogspot.com.co/2011/04/la-existencia-de-dios-en-la-filosofia.html
7
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/hifi/hifi05.htm
realidad. El constitutivo formal es el “esse subsistens”, es el ser subsistente, la
característica de existir a partir de sí mismo; esta es la nota típica de Dios porque
ninguna entidad finita, ni siquiera los ángeles, está dotada de autonomía radical o
absoluta, por lo que necesita de otra cosa para existir, y en último término de Dios
mismo.8
A la vez se presenta sobre los atributos divinos las siguientes ideas que son las más
importantes entre ellas está:
La eternidad divina: eterno se aplica a Dios en la forma más tajante del primer sentido,
como un Ser que siempre ha existido y que siempre existirá.
Inmutabilidad: decir que Dios es inmutable es afirmar que Dios no puede cambiar. Dios
es acto puro, que actualiza simultáneamente todas sus potencialidades.
Infinitud: la infinitud de Dios tampoco consiste en una en una extensión infinita de
cualidades humanas, lo cual estaría en contradicción con la adscripción al Ser divino de
una personalidad estable y bien definida.
Omnipotente: que Dios sea omnipotente significa que rige el mundo y todo lo que
contiene.
¿Qué es el mal?, ¿De dónde proviene? son algunas de las interrogantes que los
pensadores a lo largo de la historia de la humanidad han intentado dilucidar, siendo un
principal tema en la Edad Media y en especial San Agustín de Hipona, quien de manera
clara define este interrogante.
Uno de los grandes desafíos de San Agustín que se impuso en la vida fue encontrar una
respuesta a la pregunta del mal. Los primeros, apoyándose en su condición dualística
del mundo, indicaban que el problema del mal era la existencia de un principio del bien
en lucha constante con uno opuesto, con el mal , es decir, están dando paso a la
existencia de un segundo Dios, representante del mal, generando una duda de carácter
ontológico: con respecto a la materia , puede ésta ser mala: ocupando como fuente,
claramente en un criterio argumentativo por autoridad, la Biblia creía que la creación de
8
http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-
filosofia/Filosofiamedievalymoderna/SantoTomas/ConstitutivoFormal.htm
Dios tenía un rasgo positivo, bueno. Esta situación lo llevó a concluir que el mal no es
un problema metafísico.9
El mal no existe como hecho objetivo, sino como concepción subjetiva y, además, es
triple: metafísico, moral y físico. Las cosas no son malas en sí mismas, sino por causa
de su relación con otras cosas o personas. Todas las realidades son en sí mismas,
buenas. Si producen resultados malos, es solo condicionalmente; en consecuencia, la
última causa de mal es fundamentalmente buena. La existencia del mal tiene, por tanto,
como condición de posibilidad la existencia de bienes mucho mayores y, además, el mal
actúa como contrapeso del desorden que causa el pecado y la mala voluntad de los seres
creados. El mal, sin ser creación de Dios, ayuda, pues, a la perfección de su obra. Por
ejemplo, si no hubiera ningún acto o suceso malo, no habría ningún espacio para la
paciencia y la justicia; si no fuésemos capaces de realizar malas acciones, no podríamos
hablar de libertad. El mal forma parte, por tanto, del plan del universo que Dios, en su
divina providencia, tiene pensado para el mundo y los hombres y que es conocido
parcialmente por nosotros.
Tomás de Aquino sistematizó los principios de Agustín de Hipona y los complementó
ampliamente. Dios creó un mundo perfecto en su totalidad, por tanto el mal en el mundo
no proviene de Él. El mal para Tomás de Aquino es también una privación, o ausencia
de algo bueno. Por eso, el mal no es algo absoluto: siempre se sitúa dentro del contexto
del bien. No hay ningún summum malum, o fuente positiva de mal, correspondiente al
summum bonum que es Dios.10
Esta cuestión que surgió durante el periodo Medieval, de la cual se quería resolver la
omnisciencia de divina, es decir, Dios conoce todas las cosas de modo perfecto, que se
muestra tanto como en el modo como en el alcance de ese conocimiento. Se trata de un
conocer intuitivo, no discusivo, como es el conocimiento humano ordinario. El
conocimiento divino difiere también del humano en su extensión y amplitud. El
conocimiento discursivo implica limitaciones y supone que nada puede ser conocido
completamente. Es, por lo tanto, falible.
9
http://www.filosofia.net/materiales/sofiafilia/hf/soff_em_15.html
10
http://jacgmur.blogspot.com.co/2011/01/el-problema-del-mal-en-tomas-de-aquino.html
La perfección del conocimiento divino se explica, entre otros motivos, porque Dios es el
Creador de todas las cosas, que debe entonces conocer de modo completo e intuitivo. Al
conocerse así mismo, Dios conoce todo lo que existe o puede existir.
Pero en este caso, aparece un problema en relación con la libertad humana. Si el
conocimiento del mundo por Dios es sucesivo, Dios no puede prever actos libres
futuros, dado que Dios puede conocer esos actos solo si son predecibles. Mas si son
predecibles, no serían actos libres. Esta objeción se puede obviar con la consideración
de que Dios puede conocer solamente lo que es cognoscible. Pero conocería de modo
completo e inmediato toda posibilidad de elección y toda consecuencia posible de tal
elección.
El segundo gran tema de reflexión durante la Edad Media, junto al de la relación entre
la Fe y la Razón, es el denominado “problema de los universales”. Se origina por la
traducción de Boecio (s.VI) a la Isagogé (introducción al libro de las Categorías de
Aristóteles) de Porfirio (s. III): "No abordaré aquí las cuestiones sobre los géneros y las
especies, si subsisten en ellos mismos o se encuentran en el entendimiento, si son
sustancias corpóreas o incorpóreas, si están separadas de las cosas sensibles o se
encuentran en ellas..." El problema es antiguo y se puede formular así: ¿qué tipo de
realidad corresponde al Universal (concepto, esencia, idea...)? Podemos resumir las
Soluciones en estas tres posiciones:
• Realismo Exagerado: los Universales son reales (solución de los Agustinianos). Las
ideas platónicas son las ideas en la mente de Dios.
Los universales son la auténtica realidad a partir de la cual, por participación, son reales
los seres particulares.
• Realismo Moderado: los Universales existen, pero no separados de los individuos,
sino teniendo su fundamento en estos (solución de Santo Tomás, siguiendo a
Aristóteles).
• Nominaliemo: los Universales son sólo "nombres" sin ninguna realidad extra mental
(Guillermo de Ockham). Considera que otorgarles realidad es complicar nuestra
concepción del mundo: "non sunt multiplicanda entia sine necessitate" (no se tienen que
multiplicar los entes sin necesidad) es el lema conocido como la “navaja de Ockham”, y
será fundamental para la Ciencia Moderna como principio de economía en la
investigación (será preferible la explicación más sencilla y que precise de menos
supuestos). La esencia de los conceptos universales se puede decir con un nombre
común, pero no tiene ninguna correspondencia en la realidad. ¿Qué es lo que hace que
una rosa sea una rosa sino el nombre “rosa”?.11
11
http://www.iesseneca.net/iesseneca/IMG/pdf/tema_6_filosofia_medieval.pdf
la fe, y de la imagen de Dios.
Santa Mónica trataba de convertirle a través de la oración. Lo había seguido a Milán y
quería que se casara con la madre de Adeodato, pero ella decidió regresar a África y
dejar al niño con su padre.
Agustín estaba convencido de que la verdad estaba en la Iglesia, pero se resistía a
convertirse.
Comprendía el valor de la castidad, pero se le hacía difícil practicarla, lo cual le
dificultaba la total conversión al cristianismo. Él decía: “Lo haré pronto, poco a poco;
dame más tiempo”. Pero ese “pronto” no llegaba nunca.
A los tres meses, San Agustín cayó enfermo de fiebre y comprendió que ya era el final
de su vida. En esta época escribió: “Quien ama a Cristo, no puede tener miedo de
encontrarse con Él”.
Murió a los 76 años, 40 de los cuales vivió consagrado al servicio de Dios.
Con él se lega a la posteridad el pensamiento filosófico-teológico más influyente de la
historia.
Murió el año 430.
Son 93 obras, 232 libros, sermones, y cartas. Todos escritos con un estilo de gran
calidad y sobriedad clásica.
Autobiográficas.
Las Retractaciones. (escritas hacia el final de su vida, 426-428) son una revisión en
orden cronológico de sus escritos, donde se explican la motivación y la idea dominante
de cada uno de ellos. Constituyen una muy valiosa guía para captar la evolución del
pensamiento de san Agustín; son la historia de su mente. Las Cartas, que ascienden a
270 dentro de la colección Benedictina (53 de ellas corresponden a remitentes de
Agustín), son un tesoro de gran valor para profundizar en el conocimiento de su vida, de
su influencia e, incluso, de su doctrina
Escritos filosóficos
Contra académicos (386);
Contra academicos. (386), una discusión con el escepticismo de la academia nueva. Los
primeros escritos de San Agustín están dedicados a combatir los errores que él mismo
había seguido durante su juventud. Así, combate a los escépticos, maniqueos y
pelagianos en su obra Contra los académicos, Sobre el libre albedrío. Etc.
De vita beata.
Soliloquia
De quantitate animae (388);
De magisterio (389).
Obras apologéticas
De Civitate Dei (413-426);
Su obra más extensa, compuesta entre el 413 y el 426. Se trata de una apología del
cristianismo y de una interpretación global de la historia de la humanidad, posiblemente
la más sólida y completa de las que hasta el momento se han hecho. Es una de las obras
más importantes de la literatura cristiana y universal.
De vera religione (390);
Fue compuesto en Tagaste en el 390, con una finalidad de mostrar que sólo en la
religión católica se encuentra la verdad y el culto que se debe dar a Dios según razón.
Por eso, el paganismo y el maniqueísmo son cultos falsos e irracionales.
De utilitate credendi (391).
Escritos dogmáticos
De Trinitarte (399-419);
Esta obra es la cumbre de toda la especulación trinitaria del período patrístico, y supuso
un gran avance en la exposición del misterio trinitario. Especial importancia tienen sus
explicaciones de las Personas como relaciones subsistentes, de la analogía entre la
Trinidad y la mente humana, y todo su rico estudio acerca de las propiedades personales
del Espíritu Santo.
Tiene importancia para conocer la doctrina de San Agustín sobre la gracia. En esta obra
expone meridianamente la gratuidad de la gracia, y su necesidad para el inicio de la fe,
para el deseo de convertirse y para llevar a cabo obras meritorias.
Obras polémicas
Entre las obras anti donatistas se pueden mencionar Contra epistolam Parmeniani, de su
primera gran obra de esta controversia
De baptismo (400-401);
Prueba que el bautismo administrado por los herejes es válido e interpreta rectamente el
pensamiento de San Cipriano sobre el tema, pues los donatistas intentaban hacerlo pasar
por uno de los suyos.
Escrita después de la reunión del 411, es su mejor obra contra los donatistas. En ella los
exhorta a que vuelvan a la verdadera fe y no se dejen engañar por sus obispos.
De natura et gratia (414-415);
De nuptiis et concupiscentia (419);
Contra Iulianum (421);
De praedestinatione sanctorum (428-29);
De dono perseverantiae (428-29);
De haeresibus (428-29).
Las obras de San Agustín que responden a necesidades pastorales son también
abundantes, y de gran interés para conocer la praxis moral del siglo quinto y el modo en
que se formaba el pueblo. Expone con claridad y visión positiva el modo en que hay que
vivir las diversas virtudes cristianas. Algunas de estas obras son, por ejemplo, en De
mendacio, De sancta virginitate, De continentia, De patientia, etc. Especial mención
merece el manual de instrucción catequética para adultos De catechizandis rudibus
(400), escrito a instancias del diácono Deogracias, muy importante por la profunda
visión pedagógica que demuestra tener San Agustín.
De mendacio;
De sancta virginitate;
De continentia;
De patientia;
De catequizandis rudibus (400).
Obras exegéticas
San Agustín no conocía el hebreo; por esto, en su exégesis se valió del texto griego y de
las traducciones latinas; él mismo llegó a revisar la traducción de algunos libros para su
uso privado. En su exégesis busca fundamentalmente el sentido literal, pero no descuida
tampoco el alegórico, sobre todo en el exégesis de los Salmos. De doctrina christiana
reviste una peculiar importancia por ser una obra de carácter general, donde expone la
necesidad de las ciencias profanas en la exégesis, y su doctrina sobre el signo y sobre la
hermenéutica bíblica. La escribió en dos momentos: en los años 396-397 y 426-427.
Entre los escritos sobre el Antiguo Testamento destacan diversos comentarios al
Génesis (De Genesi) y las Enarrationes in Psalmos. Sobre el Nuevo Testamento, aparte
de diversos comentarios a pasajes concretos (De sermone Domini in monte, etc.),
escribió dos importantes tratados: Tractatus in Evangelium Ioannis, que comprende 124
discursos predicados en diversas épocas, y Tractatus in Epistolam Ioannis I, hecho
también a base de sermones predicados al pueblo.
De doctrina christiana;
De Genesi;
Enarrationes in Psalmos;
Las pruebas más tradicionales para demostrar la existencia de Dios son estas cinco vías
expuestas de modo magistral por Santo Tomás de Aquino (“Suma Teológica”, Prima
pars, cuestión 2, artículo 3). Son éstas pruebas propiamente metafísicas. Estas vías son
cinco argumentos a posteriori (a partir de las cosas más conocidas por el hombre) que
demuestran la existencia de Dios; así, por ejemplo:
Primera Vía
La primera es la vía del movimiento: la realidad del cambio o del movimiento (en
sentido aristotélico) exige necesariamente la existencia de un primer motor inmóvil,
porque no es posible fundarse en una serie infinita de iniciadores del movimiento.
12
Cf. www.bisabuelos.com/pat/agu/agustin_m03.html
Segunda Vía
La segunda es la vía de las causas eficientes: puesto que las causas eficientes forman
una sucesión y nada es causa eficiente de sí mismo, hay que afirmar la existencia de una
primera causa.
Tercera Vía
La tercera es la vía de la contingencia y del ser necesario: como es un hecho que hay
seres que existen y que podrían no existir, esto es, que son contingentes, es forzoso que
exista un ser necesario, ya que, de otra forma, lo posible no sería más que posible.
Cuarta Vía
La cuarta es la vía de los grados de perfección: puesto que todas las cosas existen según
grados (de bondad, verdad, etc.), debe también existir el ser que posee toda perfección
en grado sumo, respecto del cual las demás se comparan y del cual participan.
Quinta Vía
La quinta es la vía teleológica o del orden y la finalidad: existe un diseño o un fin en el
mundo, por lo que ha de existir un ser inteligente que haya pretendido la finalidad que
se observa en todo el universo.
http://es.catholic.net/op/articulos/14619/cinco-vias-de-santo-tomas.html
1. Todo ser humano tiene la idea de un ser superior tal que no existe ningún otro mayor
que él que pueda ser pensado (aliquid quo nihil majus cogitari possit).
2. Un cuadro pintado es superior a un cuadro que un pintor concibió y nunca pintó.
3. "Si ese ente tal que nada mayor puede concebirse está en la sola inteligencia, esto
mismo que nada mayor puede ser concebido es tal que algo mayor que él puede ser
concebido, pero ello es imposible." (textual)
4. Ergo, dicho ser existe.
1. La existencia de Dios
13
http://www.taringa.net/posts/offtopic/855658/San-Anselmo-de-Canterbury---Existencia-de-Dios.html
La existencia de Dios, en cuanto tal no era ningún problema para Agustín, más bien
tendía a poner en duda la propia existencia antes que la de Dios.
Piensa que los hombres, salvo excepciones -"locura de pocos"- también tienen un
conocimiento de la existencia de Dios como autor del mundo.
Dios se muestra como existencia evidente ante la razón humana; basta una sencilla
reflexión para probarla y afirmarla con toda certeza. Conoce las pruebas de la existencia
de Dios: por los grados de ser, por la contingencia, por la causalidad o finalidad.
Escoto señala que, así como el objeto propio de la Teología es Dios en cuanto
Dios, el objeto propio de la Metafísica es el ser en cuanto ser. Por ello la
Metafísica no puede alcanzar a Dios sino en cuanto éste es ser. Pero si bien la
Metafísica estudia al ser en cuanto ser y no a un tipo de ser en particular, se ve
limitada para abordar su objeto al contar sólo con el conocimiento sensible. No
conoce de modo directo a los seres inmateriales (ángeles, Dios). Para salvar
esta desproporción entre el objeto de conocimiento de la Metafísica (el ser en
cuanto ser) y su fuente de conocimiento (lo sensible), Escoto considera que se
debe dar una noción de ser tan completamente abstracta que pueda aplicarse a
todo ser en un mismo sentido (sentido unívoco). Por otro lado, esta noción de
ser es la primera de todas, ya que el ser es lo primero que conoce el
entendimiento.
Para alcanzar a Dios hemos de buscar la causa del ser (sentido unívoco) y no la
causa del ser sensible, porque por este último camino llegamos a un primer
14
https://docs.google.com/document/d/1broT559gWXMRD_mkWkArog_uBRfSQ8woMahmk9j1i9Y/edi
t#
motor que es él también parte del mundo. Por ello sus demostraciones, si bien
parten de nociones tomadas de la experiencia, prescinden de lo sensible y
operan en el plano de lo posible, universal y necesario; ya que lo que vale para
lo posible vale también para lo real, peno no se da necesariamente lo mismo a
la inversa.
Escoto distingue distintos modos de ser, de entre los cuales los dos primeros
son lo finito y lo infinito. Esta división es anterior incluso a la de las diez
categorías de Aristóteles, puesto que las categorías, al implicar determinación
(limitación), corresponden al ámbito de lo finito. Para demostrar la existencia
de Dios, el metafísico debe probar la existencia del ser infinito.
15
http://www.mercaba.org/TEOLOGIA/ESCOTO/juan_duns_escoto.htm
7. LA RAZÒN Y FE SE CONTRAPONEN SI O NO ¿POR QUÉ?
No, porque una fe no razonable sería una no-fe, inadecuada a la estructura del ser
humano, la razón por el hecho de ser un don de dios al hombre, no puede contradecir
jamás a la fe, pues el creador no puede ir en contra de aquello que ha creado. Querer
separar la razón de la fe, seria destruir la esencia misma del hombre.
Para Agustín no existe una distinción precisa entre fe y razón, toda vez que existe una
sola verdad que nos es revelada por la religión cristiana. Estas dos dimensiones, fe y
razón, no deben separarse ni contraponerse, sino que deben estar siempre unidas. La
razón solo es útil para conocer mejor esa verdad y penetrar en ella, pero San Agustín
siempre subraya que sin la creencia en los dogmas de la fe no podríamos adquirir
verdadera sabiduría. De aquí su famosa frase “Cree para comprender”.
El primer paso dado por Santo Tomás para resolver este problema, consiste en
mantener una clara distinción entre razón y fe. Dicha distinción viene establecida por
los límites de la propia razón, para acceder a las verdades propias de la revelación. La
razón, al proceder desde el conocimiento sensible, tiene su objeto limitado a las
entidades sensibles, por ese motivo el conocimiento racional de Dios es analógico e
imperfecto.16
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http://www.es.catholic.net/op/articulos/40876/cat/1010/una-fe-que-cree-una-razon-que-piensa.html