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COMENTARIOS CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

24 DE DICIEMBRE

COMENTARIO INICIAL: Hermanos y hermanas, con alegría y júbilo hoy nos unimos
como Iglesia para celebrar la Eucaristía, fuente y cima de toda la vida cristiana y presencia
salvadora de Jesús. Un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado. La insignia del poder
está sobre sus hombros y se le llamará Ángel del Gran Consejero. El gozo de experimentar
que Dios ha nacido en medio de nosotros nos deja el alma rebosante y nos dispone para ir a
su encuentro de su Divino rostro de Infante en los hermanos. Esta Eucaristía nos invita a
vivir con gran júbilo celestial porque el Salvador ya está entre nosotros; que nuestra
salvación ya ha llegado en la tierna humanidad de un Niño, del Emmanuel, del Dios con-
nosotros. Con el gozo de los ángeles que anunciaron la Buena Nueva a los hombres de
buena voluntad, continuemos atentamente con este Banquete Eucarístico.

MONICIÓN A LAS LECTURAS: La Palabra se hace carne, se hace Persona y pone su


tienda en medio de nosotros. Los hijos de la carne, enemigos de Dios, nos hacemos hijos en
el Hijo y somos revestidos de su gloria y de su divinidad. El silencio y la paz son los signos
más elocuentes de la noche de Navidad. En el silencio del corazón hagamos el propósito
firme de vivir este anuncio de salvación.
ORACIÓN DE LOS FIELES

Presidente: El Hijo de la Virgen María, nacido en Belén, es el Emmanuel, el Dios con-


nosotros. Llenos de alegría en nuestra fe, en este día santo nos unimos a todos los que creen
en la salvación realizada por el Señor, diciendo:

R. Jesús Salvador nuestro, escúchanos.

 Por la santa Iglesia de Dios que contempla con María al Verbo de Dios hecho carne:
para que anuncie con gran alegría que el Señor Jesús, a través de su encarnación, está
cerca de todo hombre. Roguemos al Señor.

 Por todos los pueblos, para que encuentren la paz, don y fruto del amor y la justicia, y
cesen las guerras, la segregación racial y toda clase de opresión y de violencia.
Roguemos al Señor.

 Por todos los que llevan en su carne la señal de Cristo pobre y doliente, para que puedan
sentirse amados de Dios y sus corazones se llenen del gozo que nos trae su nacimiento.
Roguemos al Señor.

 Por nuestros familiares y difuntos, que celebraron otros años con nosotros la Navidad
del Señor, para que renacidos a la vida eterna, la gloria del Señor los envuelva con su
claridad. Roguemos al Señor.
 Por nuestra comunidad, por los ausentes, por nuestras familias, por los encargados de
esta celebración, por nosotros aquí reunidos, para que acogiéndonos con amor y
fidelidad vivamos la alegría de la Navidad. Roguemos al Señor.

Presidente: Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, manifestado hoy al mundo en la humildad


de nuestra carne, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.

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