Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cómo se pronuncia
1. nombre femenino
Participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella,
generalmente en los sentimientos de otra persona.
La empatía es la capacidad de percibir, compartir o inferir en los sentimientos,
pensamientos y emociones de los demás, basada en el reconocimiento del otro como
similar, es decir, como un individuo similar con mente propia. Es por esto que es vital para
la vida social. W
Video
https://meet.google.com/linkredirect?authuser=0&dest=https%3A%2F%2Fwww.youtube.com
%2Fwatch%3Fv%3DjC2dCgaA9cw
02 Oct 2019
Categorías:
adquisición del talento, atracción del talento, fidelización del talento, reclutamiento, retención del
talento
En la actualidad, existe un desajuste entre lo que las empresas
ofrecen y el talento demanda. No es nada nuevo oír día tras días
que una de las mayores dificultades a las que se enfrentan las
empresas es la de conseguir llamar la atención del talento que
buscan y una vez contratado, mantenerlo. Por tanto, las
organizaciones, ven cada vez más necesario implementar
estrategias de gestión del talento.
El otro día, leía en Twitter, una reflexión tan interesante que me
invitó a reflexionar sobre cierta terminología que utilizamos en
“Recursos” Humanos.
Atracción
De toda la vida, lo hemos llamado “reclutamiento”, pero es un
concepto tan de la vieja escuela y lo tenemos tan asociado al
alistamiento en el ejército que está cada vez más en desuso. De
hecho, la palabra “reclutar” ha ido adquiriendo cierta connotación
negativa hasta tal punto que preferimos decirlo en inglés
(recruiting, recruitment) porque nos suena bastante mejor.
Atraer talento consiste en captar la atención de profesionales
que no pertenecen a la compañía y crear el interés por
conocer más sobre ella.
Desde mi punto de vista, si nos ponemos a hilar muy fino. Un
proceso de reclutamiento incluye la actividad de atracción de
talento. Por tanto, atraer formaría parte del proceso de reclutar.
Como en cualquier relación, la atracción es imprescindible, pero
no es suficiente si queremos avanzar en nuestra relación empresa-
candidato.
Adquisición
Sin duda, es la palabra de moda en los últimos tiempos.
Realmente, solemos decir “adquisición” de talento porque resulta
más personalizado y no tan deshumanizado como “adquirir”.
La adquisición de talento consiste en identificar y llevar el
seguimiento de los candidatos antes de que sea necesario
contratarlos.
A día de hoy, una estrategia de adquisición de talento es necesaria
para la mayoría de las empresas con visión a medio-largo plazo y
que saben que las prisas pueden ser el mayor de los problemas a
la hora de contratar.
Tener detectado el talento antes de necesitarlo, facilita a las
empresas ser proactivos (y no tan reactivos),
anticipándose para cuando llegue el momento necesario.
Según mi valoración, cuando hablamos de adquisición de talento
nos referimos a un ciclo que está en constante movimiento de
procesos de atracción y reclutamiento dentro de una compañía.
Por eso, tanto atraer como reclutar son procesos que forman
parte de la adquisición de talento.
Retención
Si hay un concepto que utilizamos sin parar y que crea
bastante confusión es el de “retención de talento”.
Etimológicamente tiene dos acepciones que curiosamente
significan lo contrario. Por un lado, retener significa: conservar,
guardar, preservar, recordar, memorizar. Por otro,
significa impedir, detener, parar, aguantar.
Cuando hablamos de retención de talento, ¿a cuál de las dos
aceptaciones nos estamos refiriendo?. Desde mi punto de vista,
depende de la estrategia de cada empresa y sigue muy en la linea
de lo que comenta en el Tweet, Eva Collado. Por un lado, existen
empresas en las que su estrategia de retención de talento es forzar
que los empleados se queden. En cambio, hay otras empresas que
sin forzar, consiguen que los empleados quieran estar.
Ambas estrategias, tienen la misma finalidad (que los empleados
no se marchen de la empresa), pero tanto el enfoque como la
manera de hacerlo es completamente diferente. En el momento
que un empleado está en una empresa (y no en otra) por
obligación y no por decisión, está retenido.
Si tuviéramos que hacer una definición de la retención del talento,
diría que consiste en impedir que un empleado se marche de la
empresa cuando ya no quiere estar en ella.
Mantenimiento
Desde mi perspectiva, definiría la estrategia de mantenimiento
de talento como dejar la relación como está. Ni retener, ni
fidelizar. Es decir, hemos contratado el talento que necesitamos,
ahora vamos a estar pendiente de que todo lo acordado se cumpla
(y punto).
Uno de los errores que veo con más frecuencia en la gestión de
talento es justamente esta fase de mantenimiento. Por
ejemplo, las motivaciones y la situación de un empleado, varía a
lo largo del tiempo en cada uno de nosotros e incluso pueden ser
diferentes entre unos y otros. No podemos perder de vista que las
personas cambiamos y evolucionamos. Por tanto, las
motivaciones de los empleados cambian a lo largo del tiempo y
sus prioridades varían, no solo en el trabajo también fuera de él.
Como en cualquier relación, preocuparse de mantenerla en
esencial. Pero no es suficiente, ni mucho menos se puede dar por
hecho que el empleado no ha cambiado nada desde que se
incorporó a la empresa. Todo está en constante cambio: mercado,
políticas, procedimientos, negocio, motivaciones…Si hay
cambios, hay que adaptarse a ellos.
Mantener es un gran paso, pero dudo que una relación se sostenga
dejando las cosas como están y sin hacer nada más.
Fidelización
La mayoría de las empresas se preocupan más por retener o
mantener a los empleados, en lugar de fidelizarlos. Por un
“simple” motivo, ¡es muy complicado fidelizar!.
La fidelizacion de talento consiste en cuidar al empleado para
mejorar su satisfacción y construir una relación a largo plazo.
Creemos que si hacemos una correcta estrategia de fidelización de
talento, el empleado nos será fiel para siempre. Tenemos
sobrevalorado el concepto de la fidelización y tal vez por eso, no
se inviertan tantos esfuerzos en conseguirlo. Es cierto que es
frecuente que las empresas se lamenten de la alta rotación y
tengamos todos la opinión de que es muy frecuente en el sector
tecnológico, pero ¡cuidado! no lo utilicemos como excusa.
A día de hoy, hay que asumir que la fidelidad de un empleado
no es para siempre, pero sí durante un tiempo. Y tenemos que
hacer todo lo posible para que así sea.
Reflexión y conclusión
Aunque sigo teniendo todavía cierta confusión conceptual con
cada una de las estrategias, la mayor dificultad está su
implantación…pero eso mejor lo dejamos para otro día.
Desde mi punto de vista, hay diferencias entre retener, fidelizar y
mantener a los profesionales. Creo que se habla mucho de
retención de talento cuando lo que queremos (o sería
recomendable) conseguir es fidelizar o al menos, mantener.
Y entonces, ¿dónde queda eso de enamorar?. Si hablamos en
términos «científicos», las empresas tan solo podrán conseguir
mantener enamorado al empleado hasta los 6 meses (tal vez, poco
más de un 1 año). Pero si creemos más en el amor del empleado
(aunque pueda tener fecha de caducidad), el tiempo que ha
formado parte de la empresa, se habrá sentido cuidado y feliz.
Y tú, ¿cómo entiendes cada una de estas estrategias?
Hasta aquí una de las muchos propuestas que existen sobre la retención
de talentos dentro de la empresa, ¿cuál es la tuya? Te animo a que, a
continuación, nos expliques cuál es tu método o cuál es tu opinión al
respecto. Y también te animo a descargarte el KIT Definitivo de Employer
Branding que hemos preparado para que sepas cómo retener talento.
24 Mar 2015
Categorías:
atracción del talento, políticas de fidelización, reclutamiento, retención del talento, rotación de
personal
En muchas ocasiones cuando hablo con otros profesionales que se
dedican a otras profesiones que no están relacionadas con el
ámbito del software, tengo la sensación que vivo en una realidad
paralela. Forma parte de mi rutina diaria, contactar con
desarrolladores/a de software que están trabajando para ofrecerles
un nuevo empleo.
Si lo comparamos con otros sectores, existe desempleo, pero a un
nivel muy bajo. Sin embargo, el índice de rotación de personal es
más alto.
A estas alturas de la vida, llegar a una empresa y marcharse al año
no escandaliza a nadie. En cambio, sí sorprende superar ese año y
saber que el profesional sigue motivado y satisfecho en su trabajo.
Sabemos que no es habitual, y por eso analizar las razones que
conducen a la rotación es importante para comprender y efectuar
el diseño más adecuado para fidelizar a los profesionales.