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INGENIERÍA INDUSTRIAL
1.1. Personalidad
1.2. Factores de la personalidad
1.2.1. Carácter
1.2.2. Temperamento.
1.2.3. Inteligencia
1.2.4. Construcción: Ser Integral
UNIDAD 3. AUTOESTIMA
3.1. Emociones
3.2. Motivación
3.3. Autorrealización
1. Aprender a ser, donde se destacan temas para que el estudiante empieza conocer
su personalidad y temperamento.
2. Comportamiento del yo, este capítulo tiene la finalidad de que el estudiante sea
capaz de tomar conciencia de cómo son y cómo se comportan ante los demás
3. Autoestima, consiste en conocer los conceptos sobre las emociones que siente la
persona, el valor que tiene cada estudiante y como se motiva a sí mismo.
4. Conocimiento de los demás, permite entender a los demás a partir de las diferentes
tipologías
5. Aprender a aprender, se le ofrece al estudiante técnicas y herramientas que le
permita construir su aprendizaje, desde la construcción de mapas conceptuales y
mapas mentales.
6. Aprender a pensar, consiste en identificar las características y forma de pensar del
individuo.
7. Aprender a comunicarse, son herramientas que el estudiante necesita desarrolla las
habilidades lectoras, de escritura y de comprensión necesarias para poder
comunicarse adecuadamente.
8. Aprender a crear, la intención de este capítulo es introducir al estudiante estos
conceptos a partir del pensamiento creativo.
Este trabajo logró que al reflexionar sobre la educación nos encontramos que el
auténtico protagonista es el y la estudiante; de ahí la importancia de la
autoeducación. Pero también es una realidad que se educa con el estímulo de
otros, con la ayuda de los padres y profesores fundamentalmente.
1.1 Personalidad
CONCEPTO DE PERSONALIDAD.
El individuo no nace con una personalidad determinada, sino con cierta dotación que
condicionará, en parte, el desarrollo posterior. La personalidad se conquista, se
hace, se construye. Las condiciones heredadas se complementan y transforman a
través de la experiencia, el aprendizaje, la educación, el trabajo, la fuerza de voluntad,
la convivencia y el cultivo de la persona.
La constitución física
El temperamento
La inteligencia
El carácter moral
Todo ser humano al nacer posee una personalidad "potencial", en cuanto a que tiene
los elementos básicos de la misma. Esta potencialidad comenzará a ser realidad
cuando se inicie el desarrollo de ciertas características y capacidades, como trabajo
intelectual, creatividad, conducta intencional y valores éticos, entre otras, que indican
que los diversos elementos de la personalidad están funcionando con cierto nivel de
organización. Se puede hablar de personalidad estructurada cuando el individuo logra
dinamizar de forma integrada y con autonomía estos aspectos básicos, lo que le
llevará a tener una conducta y un pensamiento característicos.
Una personalidad estructurada dará origen a una identidad firme y sólida. En otros
términos el logro de una identidad personal requiere haber conformado una
personalidad estructurada adecuadamente en sus aspectos esenciales.
1.2.1 Carácter
El tener carácter implica una decisión firme y una férrea voluntad para proponernos
objetivos y alcanzarlos en la medida de nuestras posibilidades, el cultivo de los buenos
hábitos, la actitud positiva hacia el trabajo y el esfuerzo por dominar a nuestros
impulsos y al egoísmo.
Una persona con carácter tiene retos constantes, no contra los demás, sino para
consigo mismo. Cada reto personal es una manera de forjar un carácter recio, firme y
decidido, incapaz de detenerse ante los obstáculos, de lamentarse por el cansancio o
cuando las cosas salen mal.
Para formar el carácter es necesario tener dominio sobre nuestra persona, mediante
pequeñas, pero continuas acciones que hagan más fuerte nuestra voluntad,
principalmente: Hacer pequeños esfuerzos que nos ayuden a dominar nuestros gustos
y caprichos. Por ejemplo, levantarse 10 minutos antes de lo normal, comer un poco
menos de aquello que más nos gusta, ver menos tiempo la televisión o en su defecto
ver el noticiero completo.
La persona que verdaderamente tiene carácter no ve obstáculos, sino retos; domina
sus impulsos para ser dueño de su voluntad: conserva amistades y relaciones por los
valores que transmite; encuentra alegría en lo que hace, sin conformarse con ser feliz
a través de los placeres pasajeros.
1.2.2 Temperamento
El temperamento es la base biológica del carácter y está determinado por los procesos
fisiológicos y factores genéticos que inciden en las manifestaciones conductuales.
También podemos definir al temperamento como la manera natural con que un ser
humano interactúa con el entorno. Ocupa también la habilidad para adaptarse, el
estado de ánimo, la intensidad, el nivel de actividad, la accesibilidad, y la regularidad.
En psicología, el temperamento es la naturaleza general de la personalidad de un
individuo.
La inteligencia y la conciencia son dos conceptos que están relacionados pero que no
son equiparables. Podemos encontrar seres vivos con inteligencia pero sin conciencia.
Así también podemos encontrar seres vivos con conciencia pero sin la inteligencia que
se espera de sus capacidades ontogénicas.
Inteligencia formal
Esta definición se basa en que, no vivimos para pensar, sino que pensamos para vivir,
evolutivamente hablando, los seres más simples reaccionan ante el medio por
programación genética, miedos y afinidades instintivas, un pequeño cambio en estos
instintos supone muchas generaciones, para que la adaptación al medio sea más
rápida son los propios individuos, los que han de reprogramar sus comportamientos,
aprendiendo del medio y reaccionando en consecuencia, esto es con inteligencia.
Inteligencia humana
Inteligencia Lingüística
Inteligencia Lógica Matemática
Inteligencia Espacial
Inteligencia Física y Cinestética
Inteligencia Musical
Inteligencia Interpersonal
Inteligencia intrapersonal
Inteligencia Social
Inteligencia Emocional
El esfuerzo que se hace en la formación del ser humano, si se quiere que sea integral,
debe promover una manera de entender la vida humana y una orientación para su vida
futura. Esto hace necesario un enfoque respecto a la visión del hombre y al sentido de
su vida. En definitiva, no es recibir conocimiento para salir de la ignorancia, sino el
asumir posición y responsabilidades ante los acontecimientos de la vida. El filósofo
francés Jean Paul Sartre se refería a este asunto, al indicar que el hombre es
enteramente libre, pero también enteramente responsable de sus actos. Es necesario
que el ser humano cree conciencia de este reto para su vida y su implicación para la
convivencia en sociedad.
Resulta oportuno indicar que para el desarrollo integral del hombre es de suma
importancia la consideración de la estrecha relación que guarda con las implicaciones
de carácter ético. Todo lo que se relaciona con él, tendrá consecuencias de índole
ético. Hay que propiciar unas consideraciones al respecto: La madurez humana enfoca
tres elementos clave para la ética
Disponibilidad social: Aquí se enfoca la socialidad del ser humano ya que es parte de
una sociedad que asume diferentes formas: la familia, grupos sociales, ambientes de
trabajo, grupos religiosos y diferentes organizaciones. También, mira hacia la
solidaridad porque es parte del compromiso y respuesta de responsabilidad ante lo
que ocurre por nuestra parte en el ámbito social.
Disciplina interior: Implica el tener dominio y control de sí mismo para enfrentar las
realidades y circunstancias que le rodean. Es importante el cultivo de la virtud para
poder obrar con rectitud y justicia. Sólo así se puede mirar hacia la paz cuyo
punto de partida está en el corazón del ser humano. Indicamos que no se puede mirar
la sociedad existente y conformarse tratando de seguir reproduciendo la misma
sociedad ya que esto representaría un caos ante lo que somos como seres humanos.
Es imprescindible discernir y juzgar críticamente las realidades sociales.
Para lograrlo, hay que empezar por establecer una escala de valores que sea clara y
definida, que permita nuestra acción de modo responsable. Considerar las
características de los valores nos ayudará a tomar conciencia de nuestro deber.
La formación integral del ser humano debe mirar hacia una dimensión ético-social de
la persona donde pueda darse una apertura universal y realista ante las diferentes
circunstancias que le ha tocado vivir a toda la humanidad hoy. El aspecto emocional
del ser humano no puede dejarse a un lado. También se afecta ante lo cambiante de
la sociedad y las transiciones propias de él. Una reflexión tocante al aspecto espiritual
del hombre nos dirige a establecer que es parte de la formación integral sin olvidarnos
que este asunto tiene su enfoque en la dimensión religiosa de la persona humana.
La visión cristiana respecto al hombre y del mundo nos permite aclarar grandes
interrogantes que surgen en él sobre sí mismo, la sociedad o el mundo y la historia
que el ser humano ha ido construyendo. La manera como actuemos marcará nuestras
vidas, el mundo y la cultura. Nunca olvidemos que la manera en que actuemos en
cada momento de nuestra existencia es parte del juicio que pasamos de todo nuestro
entorno. Por lo tanto, representa nuestra acogida, rechazo, compromiso, rebeldías,
responsabilidades, identificación o la identidad de cada uno en el mundo. De cada uno
depende.