Está en la página 1de 2

Probados por fuego

Introducción
¿Quién de nosotros no ha vivido alguna aflicción en su vida? La realidad es que todos nosotros
hemos pasado por situaciones difíciles, y en ocasiones dolorosas. Estamos hablando acerca de
ambientes laborales difíciles, pérdidas de un ser querido y/o familiares, crisis económicas,
problemas matrimoniales, para solo nombrar algunas.
Y al tener que atravesar por estas, y las muchísimas muchas otras cosas que nos pueden
causar aflicción, no es fuera de lo común escuchar como muchos se preguntan: si somos
cristianos, ¿por qué permite Dios que suframos estas cosas? ¿Por qué debo sufrir tanto, siendo
cristiano?
Pensar que al cristiano no le tocará sufrir es un error. Como he dicho en otras ocasiones, si los
cristianos estuviéramos exentos de sufrimiento, toda persona en este mundo fuese cristiana.
Después de todo, ¿a quien le gusta sufrir?
La realidad es que la biblia es muy clara, en cuanto a que los cristianos tendrán que atravesar
por dificultades mientras que vivamos en este mundo [1]. Pero la pregunta persiste, ¿por qué
permite Dios que suframos estas cosas? Así que este será el tema de la predicación de esta
noche. Para descubrir la respuesta nuestra pregunta, pasemos ahora a la palabra de Dios.
Predicas Cristianas Lectura Biblica: 1 Pedro 1:6-9 “En lo cual vosotros os alegráis, aunque
ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea
manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no
lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la
salvación de vuestras almas.”
Como podemos claramente apreciar, los versículos que estamos estudiando hoy dicen, que así
como el oro debe ser refinado con fuego, nuestra fe debe atravesar por muchas pruebas. Esta
alegoría por el apóstol Pedro, es algo que yo encuentro fascinante. Digo esto porque como
todos sabemos, el oro cuando primero es minado, no es nada atractivo.
El oro, cuando es minado no luce como a lo que nosotros estamos acostumbrados a ver en
joyas y diferentes artículos. El oro crudo tiene muchas impurezas, y entre ellas contiene mucho
carbón.
La única manera de purificarlo, es mediante altas dosis de temperaturas al fuego. De la misma
manera, nuestra fe es preciosa, pero aún hay muchos pecados unidos a nosotros. Y las
aflicciones, al igual que el fuego, son necesarias para que nuestra fe sea perfeccionada.

Existen tres propósitos por los cuales nuestra fe es probada por el fuego. Primero, para que
nuestra fe tenga alegría. Segundo, para que nuestra fe sea genuina. Y tercero, para que por
nuestra fe alcancemos la salvación. Analicemos ahora estos tres propósitos un poco más
profundo para que entiendan bien lo que les digo.
Primer propósito, para que nuestra fe tenga alegría
Aquí vemos que la palabra de Dios nos dice: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por
un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas.” (vers. 6). La
realidad es que las tribulaciones nos hacen perder el gozo; como dije anteriormente, a nadie le
gusta sufrir.
Como seres humanos al fin, todos tenemos la tendencia de entristecernos cuando nos toca
atravesar por situaciones difíciles. A pesar de que estemos dispuestos a perdurar y perseverar
espiritualmente, la carne es débil [2], y es por eso que durante las pruebas, la tristeza
fácilmente invade nuestro corazón.
Lo que sucede entonces es que como cristianos, perdemos toda fuerza en nuestro cristianismo.
¿Qué sucede entonces? Lo que sucede es que nos desanimamos, y comenzamos a hacer las
cosas por obligación, y no por convicción.
Anuncios

Lo que sucede es que nuestra fe comienza a flaquear, y se nos olvida lo que la palabra de Dios
nos dice en Hebreos 11:1 cuando leemos: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve.” Y cuando nuestra fe flaquea, es entonces cuando damos la
impresión a los demás, que ser cristianos significa estar siempre triste.
Pero, como fieles cristianos, nosotros debemos, y tenemos que enfrentar las adversidades con
gozo. Recordemos que el fin de estas adversidades, es que aprendamos a estar gozosos. La
palabra de Dios nos dice: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de
tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas”.
¿Qué nos está diciendo el apóstol aquí? Lo que el apóstol Pedro nos está diciendo aquí, es
que estos cristianos estaban alegres, a pesar de que se encontraban pasando diversas
pruebas. Y ese es el propósito de Dios para con nosotros. Que cuando estemos en la prueba,
nos gocemos en nuestro corazón. Nos gocemos porque tenemos la convicción de que Dios
está cuidando de nosotros [3].
Cuando no tenemos ese gozo, entonces la prueba no cumple su propósito en nosotros. ¿Por
qué digo esto? Lo digo porque vemos la prueba, como una forma injusta de ser tratados por
Dios. Sin embargo, si partimos del hecho que todo ayuda para nuestro bien, entonces las
pruebas, son razón para gozarnos y alegrarnos.
No sé qué prueba estás viviendo, pero sea cual sea, ¡Alégrate! Porque es para tu bien. Dios
está prestando atención a tu vida, y Él desea eliminar algo de ella que interrumpe tu relación
con Él.

También podría gustarte