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ec

SARANCE
-REVISTA DEL INSTITUTO OTAVALEÑO DE ANTROPOLOGIA
CENTRO REGIONAL DE INVESTIGACIONES

PLUTARCO CISNEROS A.
Director General del lOA.
DICIEMBRE 7978

CARLOS BENA VIDES VEGA


Coordinador General

Los artículos que publica esta revista son de exclusiva responsabilidad de sus
autores y no traducen necesariamente el pensamiento de la Entidad. Se solicita
canje con publicaciones similares. Dirección: Casilla Postal 7478. Teléfono 327.
Otavalo - Ecuador.
Página

Contenido 3 EDITORIAL

INFORME ETNOLOGICO ACERCA DE LOS


INDIOS COAIQUER DEL ECUADOR
5 SEPTENTRIONAL

CONSIDERACIONES SOBRE EL PROBLEMA


DE LA FOLKLOROLOGIA COMO CIENCIA
27 SOCIAL.

CONTRIBUCION A LA HISTORIA DEL


TRABAJADOR RURAL EN AMERICA
LATINA:
"CONCIERTOS.. Y "HUASIPUNGUEROS"
49 EN ECUADOR

ELEMENTOS PARA UN ANAL/SIS DE LA


SOCIEDAD INDIGENA EN LA AUDIENCIA
79 DE QUITO

UN ENTIERRO EN LA HACIENDA "SANTA


90 LUCIA" Prov. de lmbabura, Ecuador.

DOCUMENTOS
PROYECTO DEL INSTITUTO ANDINO DE
ANTROPOLOGIA DEL CONVENIO
703 "ANDRES BELLO"
21

,. 2. CONCEPTO DE FOLKLORE :1 SU
DELIMITACION.
2.1. E1 hecho folklórico como fenómeno
social.
Un hecho folklórico es en esencia un he-
Celso A. Lara F.
cho social, producto del hombre que convive
en sociedad, concepto que siempre debe tenerse
presente cuando se analizan tfadlclones popu-
lares de diversa índole.

El folklore responde a las características


de la sociedad en que está funcionando, sea
esta una estructura social dividida o no en cla-
ses, por lo que siempre llevará impreso el sello
de los procesos histórico-sociales que la han
configurado. No puede, pues existir un testi-
monio folklórico aislado de los hombres que lo
producen, ni mucho menos ser patrimonio indi-
vidual.
Por tanto el hecho folklórico debe ser
CONSIDERACIONES SOBRE EL considerado como un fenómeno netamente so-
cial y no solamente cultural, superestructura/,
PROBLEMA DE LA
porque ello implica desarraigar/o de sus bases
FOLKLOROLOGIA COMO CIENCIA económicas y sociales.
SOCIAL Algunos autores han atisbado ya este pro-
blema, y es ocioso repetir lo discutido por ellos
(cfr. Poviña, 1954: 32; Carvalho-Neto, 7965,
25; Díaz Castillo, 1974: 183; Martínez Furé,
1974, 1974: 13; Melgar Vásquez, 1975: 27}.Sin
embargo a mi juicio hay algunas consideracio-
nes alrededor del tema que considero necesa-
rio plantear:
Se considera al hecho o fenómeno fol-
klórico un hecho social, porque es una resul-
tante de los hombres que han convivido en
sociedad durante un lapso de tiempo más o
menos largo, y se sigue trasmitiendo como pro-
ducto colectivo y anónimo de una parte de
\. dicha sociedad. 2
22

En el proceso de transmisión de un hecho todo por algún investigador quedará como fuen-
folklórico se está legando no el recuerdo de te de folklore histórico.
un hombre, sino el de muchos que han creado
y recreado el hecho Individuo/ que le dio ori- Pero, no es sino hasta cuando esto cir-
gen y que ahora se ha socializado. cunstancia se presento cuando el fenómeno
folklórico dejo de ser social. Uno tradición fol-
En otros po/obras, no puede negarse que klórico en proceso de extinción puede o no, de-
el fenómeno folklórico hoyo tenido un creador pendiendo de los condiciones histórico-socio/es
Inicial, Individual, pero desde el momento en particulares, ser transformado, sustituído por
que se colectivizó adquirió categoría social, o/ otro nuevo, o bien extinguirse por completo. 3
punto que su vigencia depende del concenso
Un ejemplo oc/orará lo expuesto :
social, importando poco lo existencia del crea-
dor inicial. Por ninguno porte aparece el creador Un conde/ero de loza vidriado de Totoni-
de lo formo y esencia del fenómeno, pero en copán, Guatemala, uno cazuela de Ráqu/ro, Co-
cambio surgen muchos recreodores, y codo UfKJ lombia o uno iglesito de Quinua, Perú, conser-
de ellos Incorporo o/ mismo algo de lo suyo, van lo herencia colectivo de sus ancestros pre-
pero siempre conservando mucho o poco, se- hlspánicos y de los técnicos enseñados durante
gún los cosos particulares de lo primero crea- lo colonización españolo. Pero, lo iglesito, lo
ción. cazuela y el conde/ero, si bien resultado de lo
Vale lo peno recordar aquí Jo planteado labor del individuo que los fabrico, son produc-
por Pou/o de Corvolho-Neto en relación al pro- tos esencialmente sociales, pues llevan inmerso
blema de creador y o/ portador del hecho fol- uno tradición que se ha ido omolgomondo y
klórico. Su diferenciación es muy oportuno acentuando, y sobre todo, adoptando y re-in-
{Corvolho-Neto; 1965: 14}. terpretando o lo largo de los siglos y de gene-
rociones de artesanos y artistas que los re-crean.
En síntesis en el hecho folklórico se está
transmitiendo el patrimonio que uno clase so- Naturalmente el artesono y/o artista pue-
cio/ ha hecho suyo e incorporado o su propio de darse lo libertad de introducir innovaciones
en su trabajo, pero siempre permanece dentro
culturo.
del morco de los patrones tradicionales. Cuan-
El carácter eminentemente social del he- do estos innovaciones rompen el morco trodlcio-
cho folklórico puede apreciarse, cuando, en nol, se convierten en un hecho Individual, hasta
condiciones teóricos ideo/es, el hecho permane- que, por medio de un largo proceso, es nuevo-
ce con pleno vigencia hasta que 'el S!.ctor de lo mente aceptado o rechazado por lo colectividad.
sociedad al que. sirve le intereso conservarlo.
Es decir que, dentro de un morco teórico
Este interés puede ser consciente o inconsciente
pero cuando un grupo humano pierde e/ interés ideal, el concenso social natural cuido que todo
se conserve dentro de los formas tradicional-
por un fenómeno tradicional en particular, éste
empiezo o eclipsarse y termino refundiéndose mente aceptados. 4
en lo mente de uno que otro anciano, hasta Por lo tonto en folk/oro/ogío no puede
convertirse en recuerdo individual. Si es resco- hablarse de uno creación individual total. Hoy
23

sí, innovaciones y variantes dentro de un molde de uno sociedad, y se encuentro ligado o lo


que el grupo social ha aceptado como trodido- estructuro socio-económico, ton indisolublemen-
no!. Son variaciones sobre el mismo temo, sien- te unido que ninguno de los tres instancias
do lo base de dichos variaciones un hecho social puede entenderse si se los separo, los /lomados
más o menos fijo. hechos culturales no son más que hechos so-
ciales particulares, que sólo pueden ser apren-
Pero lo discusión del problema de si un
didos cuando se los analizo dentro de lo for-
hecho folklórico es un fenómeno social y/o
mación social concreto que los ha configurado.
cultural debe partir del concepto de culturo
Un hecho social cultural es pues, un hecho so-
que se acepte.
cial. Yo Corvalho-Neto había puesto énfasis
Cuando se dice que un hecho folklórico en lo identidad del hecho cultural con el hecho
es un hecho cultural, como lo pregonan los social dentro del folklore (Corvo!ho-Neto, 1965;
antropólogos culturolistos norteamericanos (Her- 21-16}.
kow/tz, 1969; K!uckhohn, 1967}; y los latinoa-
Por otro porte, hoy que recordar que
mericanos (lmbel/oni, 1943: 37; Zár.ote, 1975:
muchos hechos fo!k!óricos pertenecen tonto
139; Merino de Zelo, 1974: 52, entre otros},
o lo estructuro económico (los formas tradicio-
se está considerando o lo culturo como un ente
nales de cultivo, Instrumentos de trabajo y
autónomo, sin vinculaciones profundos con lo
medios de producción tradicionales, por ejem-
estructuro social, económico e histórico de uno
plo}, otros o lo estructuro social (como los
sociedad concretamente determinado a lo que
instituciones populares, cofradías y municipali-
pertenece dicho culturo.
dades, fiestas y danzas), finalmente otros o
Lo culturo no está aislado de las condi- lo superestructura (los cuentos, lo músico y los
ciones económicos-socio/es de uno formación creencias, por coso).
social concreto, sino estos causas lo determino·
Ninguno de estos hechos pueden estu-
en último instancio. 5
--------- diarse aislados, pues existe entre ellos uno mu-
Lo culturo debe entenderse como el re- tuo trabazón y uno interrelación que no puede
sultado de lo interacción entre los hombres y obviarse sin riesgo o distorsionar lo realidad
lo naturaleza exterior, interacción que produce que se analizo.
lo constelación cultural de uno sociedad dado
En síntesis, el hecho folklórico es, por
y cuyo contenido no es otro coso que lo estruc-
su propio naturaleza un hecho que tiene sus
turo social y económico. Es decir que lo cul-
propios característicos que lo particularizan y
turo es el conjunto de los productos de lo
lo hocen distinguirse de otros fenómenos so-
actividad social del hombre que demuestro lo
ciales. De eso caracterización me ocupo o con-
especificidad de un grupo humano; lo estructu-
tinuación.
ro social económico es lo base y el modo como
se produce lo culturo (Bortro, 56-57}. 2.2. taracter(sticas del hecho folklórico
Por tonto, y siempre desde este punto Desde el momento en que john Wil!ioms
de visto materialista, si lo culturo formo porte Thoms. acuñó el término folklore en 1846,
24

y los estudios de los tradiciones populares co- 2. Colectivos, socializados y vigentes.


braron auge, ha sido preocupación básico deli- Sobre lo social del hecho folklórico yo
mitar su campo de estudio. Sobre ello se ha he abundado, y Cortozor pone especial
escrito mucho, tonto en el viejo como en el énfasis en oc/orar su sentido: el hecho
nuevo mundo, suscitando largos discusiones y folklórico es colectivo, pero es necesario
no menos d/screponc/os. Este arduo y fructífero insistir que no Intereso tonto o lo ciencia
comino ha llevado o lo formulación de princi- del folklore el origen Individuo/ del fenó-
pios teóricos definidores del folklore, que han meno, sino que hoyo sido adoptado y
sido aceptados por un grueso número de fol- reinterpretado por lo comunidad, dejando
klorólogos y adversodos por otros tontos. Todos de ser personalizado poro convertirse en
coinciden más o menos en los mismos princi- patrimonio colectivo.
pios o postulados. 6
Cortozor apunto con agudeza "que todos
En nuestro medio latinoamericano, el lo sienten como propio:· Lo vigencia so-
más fecundo teórico del folklore, el ilustre cio/ significo que el grupo los considero
Augusto Raúl Cortozor ha propuesto los siguien- incorporados o su patrimonio trodicio-
tes característicos del fenómeno folklórico des- no!, del cual todos "se sienten copartí-
pués de reiterados comprobaciones en lo inves- cipes aunque no Intervengan personalmen-
tigación práctico de los tradiciones poeulores te en su expresión" {Cortozar, 7965; 11,
y de constantes afinamientos teóricos, 7 y los 1974: 27}. Lo que es esencial, apunto
cuales son reconocidos tácito o implícitamente Cortozor, es tener presente que los grupos
por los folklorólogos citados en lo noto 6. Los populares velan por Jo conservación de
rasgos delimitadores del fenómenos folklórico lo herepodo, por su integridad y su ca-
son los siguientes : rácter. Esto actitud explica que lo vida
tradicional del folklore se manifiesto en
1. Los fenómenos folklóricos son producto
variantes renovadas sin cesar. {Cortozar,
de un proceso, que aunque lento es di-
1965: 11).
námico.
El folklore no es un fenómeno estático, 3. Los fenómenos folklóricos son populares
fosilizado. Está en constante cambio, de Expresión de un hecho asimilado colec-
acuerdo o los condiciones básicos socio- tivamente, no obstante, el hecho folkló-
económicos que le don v/do. El hecho rico no es aceptado mecánicamente ni
folklórico se transformo sobre sus bases Imitado sin ningún cambio sustancio/.
tradicionales. Y siendo producto de un
El hecho folklórico al popularizarse es
proceso histórico formativo, los poslbl/1-
relnterpretado, readaptado por el grupo
dodes que el folklore desaparezco son
social que lo hoce suyo, el cual le incor-
escasos. Es como apunto Cortozor, un río
poro sus propios corocterlst/cos. Lo que
que fluye. El aguo poso, pero el hecho del
quiere decir que sufre un proceso de
río permanece.
constantes adaptaciones, de acuerdo o los
transformaciones generales de lo estructu-
25

ro socio-económica. mente la vida del pueblo como se verá


más adelante.
4. Los hechos folklóricos son empíricos y
no institucionalizados 8. Los fenómenos folklóricos son anómimos
La difusión de los hechos se logra a tra- La anonímia del hecho folklórico es una
vés de medios no oficiales ni eruditos y cuestión importante, pero no decisiva.
a través del ejemplo y la manera tradi- En principio puede argumentarse que el
cional de hacer las cosas. folklore es anónimo por naturaleza. El
creador del hecho folklórico existió al
5. Los fenómenos folklóricos son orales
principio del proceso, pero como produc-
Es decir, que su manera de transmisión es to de su socialización su nombre ha sido
verbal, no se aprenden por escrito, sino olvidado, y por tanto, perdido importan-
con verbo, palabra. cia.
La transmisión es de generación a gene- Se pierde en e//argo camino de la trans-
ración, de mayores a menores, a través misión verbal. Sin embargo es necesario
del ejemplo y la palabra. La oralidad debe distinguir entre creador y portador. El
ser entendida aquí en su más amplia acep- creador se desconoce. Al portador se lo
tación. identifica plenamente. Por otra parte, el
carácter folklórico de un hecho social no
6. Los fenómenos folklóricos son funciona-
se pierde si aun se conoce el autor del
les
fenómeno, pues debe considerársele en
Cumplen una función dentro de la socie- un grado más o menos avanzado del pro-
dad en donde se desenvuelven. Satisfa- ceso de folklorización. Finalmente el
cen necesidades del grupo social en que nombre desaparecerá.
viven. Cuando dejan de cumplir funcio-
nes los hechos folklóricos empiezan ade- 9 Los fenómenos folklóricos están geográ-
saparecer. ficamente localizados
Ya sea que esté en un pueblecillo, o en
7. Los fenómenos folklóricos son tradicio-
los barrios populares de una ciudad, el
nales
fenómeno tradicional puede localizarse
Quiere decir que tienen arraigo popular geográficamente. Aunque realmente el
a través del tiempo. Un hecho folklórico folklore trasciende las fronteras políticas,
pasa a integrar la herencia social que los s/ es factible ubicarlo con precisión. Está
miembros de una generación transmiten a en un espacio determinado. No está en
otra. Asimismo, estos hechos tienen un el aire.
tiempo histórico incorporado que los ha-
Finalmente hay que apuntar que para
ce hundirse en el pasado, pero vivir en
que esta caracterización tenga coherencia
el presente con toda vigencia.
y tenga utilidad como guía metodológica,
Esa tradiciona/idad nutre la conciencia de debe ser utilizada en forma integral. Un
los hombres de hoy e integra funcional- criterio aislado muy poca cosa puede decir.
26

A manera de síntesis, puede definirse el mayoría de estudios de folklore hasta la· actua-
hecho folklórico como un hecho social lidad han centrado su atención en el material
que se caracteriza por ser popular, estar mismo (en e//ore). Se conocen así asombrosas
socializado, trasmitirse por medios no ins- recopilaciones de fenómenos fo/klóricos, como
titucionalizados, a través de la vía oral, las colecciones de cuentos folklóricos de Aure-
estar localizado geográficamente, ser anó- lio M. Espinoza y Yo/ando Pino Saavedra, los
nimo y tradicional, además de cumplir cancioneros de poesía de Alfonso Carrizo y los
una función en la sociedad en que vive. cancioneros musicales de Carlos Vega. En todos
ellos, hay que reconocerlo, hay un minucioso
La sistematización anterior ha tenido análisis del fenómeno folklórico, pero se ha
plena aceptación en los estudios de folklore, y descuidado todo lo relacionado con el hombre
las críticas formuladas en su contra hasta hoy que los produce, los problemas sociales de vi-
han tenido poco éxito. gencia y aceptación por parte del grupo del
Por un lado tienden a confundir más fenómeno estudiado. En una palabra, falta In-
que a esclarecer la definición y delimitación del terpretación de dichos materiales que explique
hecho folklórico (Warman, 7972: 9-12), y por los por qué de su permanencia y al cual se afe-
el otro se han manifestado sin ningún funda- rran tantos y tantos hombres del campo y la
mento lógico no científico, como la formulada ciudad.
por Carlos Vega (1960: 97-714 y 762-786). Sin embargo, creo que los prob/gmas
planteados por Dannemann no son Inherentes a
Talvez la más sólida crítica a estos prin- los postulados teóricos propuestos, sino son
cipios teóricos la ha formulado Manuel Danne- problemas de orden metodológico y técnico.
mann (1975: 77 y 27-32) Es defecto de los folklorólogos el hacer mal
uso, o no hacerlo, del método científico.
Dannemann aduce que al definir de es-
ta manera al folklore se está tomando en Los principios teóricos permiten exami-
cuenta como cri!erio básico a las cosas,_ al nar no sólo los fenómenos fo/klóricos en sí
lore, con lo cual se olvida el elemento princi- mismos, sino además al hombre que los produ-
pal que es el hombre y la sociedad que pro- ce, sus motivaciones, establecer su desarrollo
duce el fenómeno folklórico. Indica el autor histórico y predecir hacia donde se desarrolla-
en su crítica que los folkloristas se han preo- rán. Permiten, pues, cuando se los aplica con
cupado más por coleccionar ?>Sas folklóri- rigurosidad científica, llegar a conclusiones cer-
cas, estudiar su estructura y difusión y han teras.
dejado de lado el análisis de las razones socia- Por otra parte, Dannemann ve estos prin-
les de su permanencia y vigencia, y sobre todo
cipios con criterio estrecho y estático (Danne-
las motivaciones sociales que hacen posible que
mann, 7975: 27}.
dicho fenómeno se produzca en el seno de un
grupo social. En este caso reconozco que el Estrecho, porque cree que ellos deben
maestro chileno tiene mucha razón. La gran encasillar al fenómeno folklórico por la fuerza,
27

sin percatarse que dichos principios teóricos del fenómeno folklórico y lo ciencia folklórico,
deben aplicarse con uno óptico amplio, que pero no es este e/ lugar paro refutar sus puntos
abarque todos los posibilidades del fenómeno de visto. Baste con lo dicho.
folklórico.
A manero de síntesis, debo recalcar que
Estos postulados no son cojos ni moldes lo importante de los principios teóricos delimi-
fijos en los que hoyo que encuadrar o los he- tadores del hecho folklórico, es que han teni-
chos folklóricos. Todo lo contrario, lo realidad do confirmación en la práctico, y hoyo servido
objetivo determinará los posibilidades de am- como instrumento metodológico poro determi-
plitud de aplicación de dichos postulados. Son, nar con certeza cuando un hecho socio/ es
pues, abiertos. No cerrados. folklórico o no.

Estático porque cree que estos principios Su utilidad, pues, ha quedado comproba-
teóricos limitan al fenómeno folklórico o tal do, por lo que se ha convertido en teoría, que
punto que si se sale de estos casi/los está con- es un poso más próximo o la verdad, yo que el
denado o morirse total o parcialmente. conocimiento científico se produce en el cons-
tante ir de lo teoría o lo práctico y viceversa.
Al contrario, el fenómeno folklórico es
dinámico y se transformo de acuerdo o los mo- 2.3. El folklore: patrimonio de las clases po-
dificaciones globales que sufre lo formación pulares.
social o lo que pertenece.
En nuestros días ya casi ningún fo/kloró-
Al respecto dudo que fo/k/orólogos tan logo niega que el hecho tradicional puedo encon-
eminentes como Cortozor, Corvolho-Neto, Aretz, trarse tonto ,en el campo como en lo ciudad.
Díoz Castillo, Guevara, Moedano Navarro hayan
sustentado alguno vez la tesis que el folklore El problema que causo encendido debate
está condenado o desaparecer con el arribo se circunscribe a lo interrogante ¿quién es el
de lo ero moderno, de la máquina, de los viajes portador del hecho folklórico?
espaciales y el acelerado desarrollo de los me- Lo respuesto está condicionado por lo
dios de comunicación social; o bien, poro hablar concepción del mundo y de lo ciencia o la que se
sin eufemismos, que lo entrado de lleno del adhiere el fo!klorólogo.
capitalismo en el campo y lo intouroción de
régimenes socialistas que disuelven formas y Poro los fo/klorólogos idealistas, los fenó-
concepciones de vida tradicionales, considerados menos folklóricos se encuentran en cualquier
como folklóricos, tengan que desaparecer nece- estrato de lo sociedad. Todos somos suscepti-
sariamente. bles de ser portadores de folklore, porque, co-
mo dice Donnemann, depende del comporto-
Lo crítico de Manuel Donnemonn, aun- miento que se asumo en determinado momento,
que saludable, está enfocado desde el ángulo poro que uno acción puedo ser catalogado como
de lo concepción idealista burguesa de lo cien- folklórico. El comportamiento, es, pues, deter-
cia, por lo que hoy muchos puntos susceptibles minante (Donnemonn, 7975: 29-30 y sigs.}.Por
de controversia, sobre todo su peculiar enfoque
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tanto el folklore no es patrimonio de una sola folklore, el hecho folklórico no tiene fronteras,
clase social, sino de toda la pirámide social. se encuentra en todos los estratos sociales de-
De ahí que un burgués participando en una bido al mecanismo de la capilaridad social que
fiesta tradicional de una aldea cumple igual fun- permite el paso de una persona o conglomerado
ción que un campesino pobre o un obrero de personas de un estrato a otro. 9
hambriento que también participa en esa misma
Es por ello que un cuento folklórico
festividad.
contado por una madre burguesa a sus hijos
Esta concepción ha llevado a plantear a para hacerlos dormir es tan genuino como el
Roger Bastide la existencia de un folklore para que narra un cuentero obrero o campesino a
cada clase social, y se detiene a examinar lo su auditorio en el fondo de una villa miseria
que denomina folklore de la burguesía (Basti- en cualquier ciudad latinoamericana.
de, 1954: 26-30).
No comparto ninguno de los puntos de
Carlos Vega, por su parte, affiba a la vista reseñados.
conclusión que en el folklore la posición social
Para los científicos materialistas, el fol-
de los portadores no es determinante, sino las
supervivencias que cada uno de el/os usufruc- klore es únicamente patrimonio de las clases
túan. Por tanto, puede ubicarse en cualquier explotadas. Constituye la cultura de tos des-
estrato social (Vega, 1960: 4546}. poseídos, que se contrapone a los puntos de
vista oficiales de las clases dominantes.
Para la antropología cultural norteame-
Como lo deja establecido Antonio Gramsci,
ricana, el folklore se reduce a la comunidad
folk descrita tan detalladamente por Robert el folklore debe entenderse "como 'concepción
Redfield y ampliada por George Foster (Cfr. del mundo y de la vida', implícita en gran me-
'fblerm, 1967: 359-366). Fuera de esa comuni- dida, de determinados estratos (determinados
dad aislada, homogénea, donde prima lo sagra- en el tiempo y en el espacio) de la sociedad,
en contraposición (también ella por lo general
do sobre lo profundo, lo empírico sobre lo
implícita, mecánica, objetiva) con las concep-
abstracto, lo anónimo sobre lo individual y en
ciones del mundo 'oficiales' (o, en sentido m6s
donde la educación y cultura se basan más en la
amplio, de las partes cultas de las sociedades
imitación que en la enseñanza institucionaliza-
da y oficial (cfr., entre otros, Cortazar, 1974: históricamente determinadas} que se han suce-
dido en el desarrollo histórico" (Gramsci 1970:
25-26).
488} y adelante insiste "No se puede entender
El folklore está condenado a extinguirse, el folklore más que como reflejo de las con-
pues, como asegura Foster, mientras más se diciones de vida cultural del pueblo, aunque
acercan las comunidades folk en el contínnum algunas concepciones propias del folklore se
a los patrones urbanos, los elementos tradicio- prolonguen incluso después de que las condi-
nales desaparecen y se van uniformando hasta ciones han sido (o parecen) combinadas, dando
estandarizarse. 8 acaso lugar a combinaciones extravagantes"
(/bid.: 489)
De acuerdo a la concepción burguesa del
29

Es decir que por medio de los tradicio- Estos prinCipios teóricos han quedado
nes populares el pueblo {o sean los clases explo- demostrados en el estudio de Poulo de Corvo/ha-
tados) expresan, por uno porte su propio formo Neto sobre el folklore y lo lucho de clases en
de concebir el mundo y lo vida, y por lo otro donde, con ejemplos concretos se ejemplifico
es lo único alternativo que les otorgo lo desigual lo concepción del mundo de los clases populares
estructuro social que el sistema genero. ecuatorianos, y sobre todo se pone de manifies-
to sus auténticos formas de resistencia y de
Siguiendo con este mismo punto de vis-
lucho contra los clases dominantes (Corvolho-
to, el cubano Mortínez Furé indico "El Folklo-
Neto, 1973}.
re es lo opuesto o lo oficial, o lo libresco e
institucionalizado. Es producto de los expe- En otros portes del mundo, fuero de lo
riencias socio-económicos e históricos de codo culturo occidental, pero también desde el pun-
comunidad, y en él se muestran los rasgos más to de visto marxista, los tradiciones populares
específicos que lo caracterizan como entidad son considerados como patrimonio genuino de
social. El Folklore es del pueblo y poro el los clases populares, y han sido aprovechados
pueblo. Es anónimo, empírico, colectivo y fun- en lo lucho por lo liberación nocional. Tal coso
cional", y añade que "los manifestaciones más sucedió en Viet-Nam (Giop, 1968: Pho, 1974/
auténticos de lo culturo popular tradicional en 75}, Coreo del Norte (Kim 11 Sung, 7972} y
oposición o lo culturo de los clases dominantes actualmente en los pueblos africanos que lu-
o culturo oficial, es contemplado bajo otro chan por su independencia. (Morón, 1977 ).
óptico dentro del morco de uno revolución
En los países en donde lo revolución
socialista. Primeramente se asume como lo
socialista ha triunfado, las tradiciones populares
más auténtico creación de los masas, donde se
refugiaron algunos de los mejores tradiciones previo estudio y desmixtificoción, se han con-
de lucho del pueblo frente o lo político de vertido en lo auténtico culturo nocional, que
penetración cultural extronjerizonte promovido represento o lo clase que detento el poder.
por los oligarquías nocionales, y sirviendo o los En Rusia, según Sokolov, "El folklore
intereses imperialistas" (Mortínez Furé, 7974: ocupo un gran lugar en lo culturo socialista
72}. soviético. Nunca en lo historio de Rusia ha
Por su porte el folklorólogo colombiano servido lo poesía oral o los fines sociales ton
Manuel Zapato Olivel/o defiende esto posición amplio y poderosamente como en el período
al indicar que "El pueblo, sobre todo el sector soviético. Los folkloristos soviéticos han ayudo-
iletrado y semi/etrodo de los áreas rurales, es do o revelar los valores intrínsecos de agitación
uno de los más sólidos fuentes de los contra y propagando contenidos en el folklore. Y de
valores que oponen o lo agresión de los valores este modo los fo/kloristos soviéticos se hallan
imperialistas". "El folklore vivo {. .. ) -subrayo- firmemente relacionados con los labores prác-
es un lenguaje propio que lucho encomizodo- ticos de nuestro vida social" (en Corvo/ha-Neto,
mente contra los formas imperialistas que se 7973: 17}.
quieren imponer (o los países latinoamericanos}" El folklore soviético actual -afirmo Ra-
(en FTC, 7974/75: 39} fael/e Corso- ha retomado el problema de lo
30

creación popular y lo ha desarrollado desde el menos folklóricos se encuentran dispersos en


punto de vista de su función en la sociedad otras clases sociales, fuera de las populares.
(Corso, 1966: 93). Esto se debe al dinamismo de la estructura
social.
En la República Popular China se inves-
tiga, preserva y pone en práctica la cultura Así encontramos elementos folk/óricos
popular, por considerarla la base de la cultura aislados tanto en la burguesía como en la pe-
nacional (Jung, 1976, China Reconstruye, 7976: queña burgues(a y otras clases no fundamentales.
33-35).
En ellas el hecho folklórico se haya trans-
Roberto Díaz Castillo afirma que luchas, formado y generalmente está deturpado, y por
sentencias, proverbios y versificaciones tradicio- supuesto, cumpliendo otra función que la que
nales enriquecen la literatura revolucionarla desempeña dentro de las clases a las que perte-
de China y son puestas en práctica (Díaz Cas- nece.
tillo, 7970; 7974: 787-788).
Un cofre de madera labrada de Nahualá,
Igual experiencia puede decirse de Hun- Solo/á, Guatemala, puede encontrarse tanto en
gría, y la República Democrática Alemana los barrios burgueses de la ciudad de Guatema-
(cfr. Díaz Castillo, 1974: 189). la, como en los pueblos del departamento de
Solo/á pero cumpliendo una función bien dis-
Finalmente, Martínez Furé indica que tinta:
en la Revolución Cubana, "el folklore no desa-
parece sino que se transforma, y con elfo se En la casa burguesa es un mueble más,
nutrirá nuestra verdadera cultura nacional re- que bien puede servir de bar o de objeto deco-
volucionaria". (Martínez Furé, 1974: 13}. rativo; en cambio para el campesino lnd(gena
de Solo/á, le es útil para guardar sus pocas
Por tanto, y a manera de síntesis, puede pertenencias y objetos de valor.
indicarse que los portadores y creadores de
folklore son las clases populares del campo y Por lo tanto, la función no es la misma,
la ciudad de una sociedad dividida en clases aunque el fenómeno folklórico si lo sea.
y concretamente determinada.
Además, no es precisamente en estos
Es por elfo que desde este punto de barrios donde el folklorólogo debe llevar a cabo
vista el origen de los fenómenos folkfóricos su labor. El campo de trabajo del cientffico
que viven en el seno de las clases populares de las tradiciones populares está en el pueblo,
no sea determinante, en cuanto 'sí lo_ es la inter- entre los obreros, campesinos y demás explo-
pretación y significación que para dichas clases tados por este injusto sistema, quienes son Jos
tienen estos fenómenos en la actualidad. Ello, verdaderos forjadores del folklore.
sin embargo, no quiere decir que el análisis
El folklore, pues, constituye la cultura
histórico debe relegarse al olvido.
del pueblo, de las clases explotadas; y los
A pesar de lo apuntado, muchos fenó- marxistas ortodoxos que reniegan de su exis-
31

tencia, le están negando a las propias clases con otras clases sus propios patrones cultura-
las que se supone que se identifican, la capaci- les a través de muchos mecanismos: publi-
dad de pensar, sentir y coadyuvar a transfor- cidad, iglesias, estado, etc.
mar el mundo por ellas mismas. Los bienes que se imponen a las clases
Una aclaración final. El estudio de las populares, del campo y la ciudad son
tradiciones del pueblo no pretende dejarlas tal reinterpretados por éstas dándoles su pro-
como están, expresiones de miseria y explota- pio sentido. {es decir, les imprimen nue-
ción, sino su objeto último es analizarlas, en- vas modalidades, y Jo incorporan a su
tenderlas e interpretarlas, para poder coadyu- propio patrimonio social, y cuando lo han
var a la lucha por la liberación nacional y a la incorporado a su conciencia colectiva
cimentación de una cultura auténtica no alie- está tan arraigado y tan trnasformado que
nada ni extranjerizante, que refleja el verdade- es muy distinto al hecho primero que les
ro sentir de dichas clases. dio origen. Se ha folklorizado.
Un breve ejemplo aclarará este proceso.
2.4. Origen y formación del hecho folklórico. Los bailes que hoy se encuentran en
algunos países de la América del Sur,
Un problema estrechamente vinculado
Argentina y Uruguay, por ejemplo la Poi-
con el fenómeno folklórico es lo que atañe a
ka, la Mazurka, el Minue, el Vals, "el
su origen y desarrollo: ¿cómo se origina un
Gato·; el Pericón, etc., (Ayestarán, 7968:
hecho folklórico?, ¿qué procesos necesita un
24-29), eran los bailes de los salones
fenómeno social para convertirse en folklórico?
aristocráticos, de las clases dominantes
Trataré de dar respuesta a estas interro- de la época. Impuestos por distintos me-
gantes: dios a las clases populares hoy se encuen-
tran entre ellas, como danzas folklóri-
En primer lugar, es necesario tener pre- cas, con todos los atributos de un fenó-
sente que el hecho folklórico es un fenómeno meno de esta naturaleza.
esencialmente dinámico. jamás estático, y que
Pero al comparar un vals de los que se
llega a constituirse como tal siguiendo proce-
bailaban en los salones de los palacios
sos lentos o rápidos, de acuerdo a los motores
virreina/es con los de los campesinos ar-
socio-económicos, políticos y culturales que
gentinos y uruguayos, de hoy, hay mar-
los impulsen.
cada diferencia, tanto por el tiempo his-
Estos procesos formativos, llamados pro- tórico incorporado, como por la reinter-
cesos de fofklorización, pueden ser de tres pretación que de el/as ha hecho el pueblo.
tipos: Necesarios son los rigurosos análisis de
l. Impuesto por las clases dominantes a las
los etnomusicólogos y corólogos para
encontrar las interrelaciones.
clases populares.
Las clases dominantes de una estructura Y en nuestro medio, que mejor ejemplo
social dividida en clases imponen a las que el Baile de la Conquista (Montoya,
32

1970} impuesto y enseñado por los frailes los hechos bajen por sí solos. El mecanis-
y misioneros con fines didácticos de paci- mo es lo imposición de unos sobre otros:
ficación durante lo colonia, hoy se han aunque no debe desecharse tampoco lo
folklorizodo y están reinterpretodos, vi- imitación. No obstante, lo primero es
gentes entre los grupos indígenas de Gua- más fuerte que lo segundo.
temala. Reinterpretondo y cumpliendo El ascenso de hechos folklóricos o los
otros funciones que lo asignado por el clases dominantes se do con menos inten-
colonizador en el siglo XVI. Lo mismo sidad, pero sí es factible encontrarlo. 10.
puede apuntarse poro lo Danzo de Moros
y Cristianos en México (Wormon, 7972}. 2. Surgido en el seno de las propias clases
Esto re!nterpretoción que el pueblo hoce populares.
de lo impuesto de un proceso que se llevo Un hecho folklórico puede surgir dentro
o cabo por etapas, hasta que llego o con- de los clases populares mismos, como
vertirse en hecho folklórico y cumplir hecho individual y luego por el mismo
con todos los característicos yo enumero- proceso de folk/orizoción se socializo y
dos. se convierte en colectivo. En este coso,
A este proceso yo se han referido varios codo generación reinterpreto y adopto o
fo/k/orólogos. Carlos Vega lo toma como sus propias necesidades su patrimonio
lo porte medular de su teoría (Vega, 1960: folklórico. El ejemplo más común lo pre-
728-141 ). Poro este autor todo hecho senta la literatura folklórico. En el con-
folklórico tuvo su origen en las clases trapunto Venezolano, que es el desafío
dominantes y que por uno simple imita- brasileño y la payada uruguaya, dos poe-
ción de las clases rústicos, llegarán a con- tas fo/klóricos se retan e improvisan lar-
vertirse en supervivencias en los estratos gos versos sobre un determinado tema.
folk (!bid.: 129). La estructuro poética se mantiene, (es lo
Es falso lo que afirmo Vega. Porque no que responde o la tradición), en cambio
todos los hechos fo/klóricos son produc- los palabras y los temas son de actuali-
to de los clases dominantes de uno socie- dad, acordes al momento en que viven
dad. Sólo uno porte de ellos. Muchos los poetas. (cfr. Ramón y Rivera, sjf:
surgen del seno de los mismos clases po- 79-80; Mendoza, 1947; Vivar Rosales,
pulares como lo expondré más adelante. 1973}. Tonto la poesía como lo prosa,
A este proceso de descenso Cortozor lo entre la que sobresalen los cuentos y las
llamo tronsculturoción (Cortozor, 7954: leyendas, ofrecen con sus versiones y
24-27), y opino que muchos bienes "ba- variantes lo más rica gamo de ejemplos
jan" de los clases altos o los populares. "El de reinterpretoción de hechos fo/k!óricos
pueblo" -apunto el autor- recibe de los nacidos entre el pueblo. (cfr. Loro F.,
'clases altos' más de lo que él/es propor- 1972 (b); Instituto Linguístico de Vera-
ciono''l Cortozor, 1954: 26-27). Pero no no, 1972, etc.).
es que los clases populares reciban o que Por supuesto el reconocimiento del he-
33

cho original es tarea ardw difícil, porque Análisis etnomusicológico de dicha música han
se ha diluido en ese proceso de transmi- llevado a estas conclusiones, (cfr. O 'Brien, sjf,·
sión. Pero existe esa creación dentro de Chenoweth, 1964).
las clases populares. Querérsele negar ca-
pacidad de creación es negarles su condi- Instrumento africano y música occiden-
ción humana. tal han sufrido procesos de folklorización y
han llegado a convertirse en la viva expresión
3. Surgido de otras clases populares del indígena de Guatemala, tanto as1; que ya
no se recuerda, ni por asomo, su origen ne-
Patrimonio folklórico de otras clases po-
groide.
pulares y reinterpretados por otras, debi-
do a renovados contactos de tipo econó- Y la marimba constituye en muchos pa1:
mico, militar, social o de cualquiera otra ses africanos un instrumento folklórico, como
índole. Los pueblos siempre están en cons- en muchos otros países latinoamericanos: Co-
tante comunicación unos con otros, y lombia, Ecuador, México, entre otros. En sínte-
por ende, influyéndose recíprocamente, sis, el instrumento de una clase popular, como
especialmente cuando se dan acciones de fueron los negros traídos por los conquistado-
conquista y colonización, la mutua trans- res, fue adquirida y reelaborada por otra clase
ferencia de hechos sociales se da con popular: los indígenas de Guatemala y de otros
mayor intensidad. La llamada acultura- países de Latinoamérica.
ción de los antropólogos (Herkowitz,
1968: 572 y sgs.). Durante esta adquisición y transferencia
se cumplió un proceso: el de folklorización.
Pues bien, muchos hechos folklóricos o
no folklóricos de una clase popular determi- Recapitulando, puedo decir que un he-
nada pasan a otra, también popular, que los cho folklórico llega a constituirse como tal,
reelabora, reinterpreta e incorpora a su patri- siguiendo una transformación y asimilación por
monio, previo proceso de folklorización. parte de las clases populares, hasta llegar a
tener naturaleza de folklórico. A este proceso
Por ejemplo, en Guatemala existe la se le llama proceso de folklortzación y puede
Marimba, uno de los más genuinos Instrumen- ser de tres tipos, como lo he propuesto en pá-
tos folklóricos. Su origen es africano 11 , traída rrafos anteriores.
probablemente por los esc/alXJs negros durante
la época colonial, ha sido tan incorporada al Finalmente, cabe hacer referencia a un
patrimonio indígena de Guatem11la que dificil- proceso de folklorización que Cortazar llama
mente puede separarse de él. Ha sido reinter- Supervivencias, entendido como tal a "los prés-
pretada y reelaborada, dándole otra orienta- tamos (..) no contemporáneos sino legados de
ción distinta a la que los negros africanos pu- añejas culturas hoy extinguidas o superadas y
dieron traer. Por otra parte, la música que que se hallan entre nosotros en la vida contem-
se toca en este instrumento africano es de corte poránea", y agrega que como cumplen en nues-
occidental, aún en las marimbas más antiguas. tros días una función, deben llamarse en lugar
34

de supervivencias, revivicencios, (Cortazor, 7954:' 3. LA FOLKLOROLOGIA, UN CONOCIMIEN-


28}. TO CIENTIFICO

En mi opm1on no puede hablarse de 3.1. Bases para su fundamentación


préstamos, ya que un hecho folklórico adop-
Cuando se discute en filosofía de la cien-
tado por un grupo social determinado, a pesar
cia si algunas disciplinas sociales pueden ser
de ser tomado de otro grupo, ha sido incorpo-
ciencias, tales como la historio, la sociología
rado de tal manero a sí mismo que formo porte
y la política, generalmente se les niega tal ran-
de él. No es añadido, ni tampoco prestado.
go, aduciendo que no pueden proporcionar un
Una vez reinterpretado ha pasado a formar par-
conocimiento objetivo de la realidad que pre-
te de su cultura y ha dejado de ser lo que antes
fue. tenden estudiar.

En similar situación se encuentra la fol-


klorología, ciencia relativamente nueva, pero
En Latinoamerica la marimba por ser con una mayor desventaja respecto a las cien-
africana no puede decirse que ha sido prestada cias anteriores. Se le considera un simple cono-
a los indígenas de América. Es tan de ellos cimiento artístico, distracción de diletantes, y
como de los africanos. ni por asomo se toma en cuenta sus posibilida-
des científicas.

No obstante, en los últimos años, y a


También hago la misma crítica que a pesar de sus detractores, se ha perfilado como
Vega sobre el concepto de supervivencia; aun- un verdadero conocimiento científico dentro
que Cortazar soslaya muy bien el problema, les del conjunto de las ciencias sociales (cfr. Mel-
llama revivencia a estos hechos folklóricos. gar Vásquez, 7975: 22-25). Asimismo ha sur-
Por otro lado, gran parte del patrimonio fol- gido una mayor preocupación por lograr una
flórico de un pueblo viene de muy lejos en su adecuada sistematización de sus problemas teó-
historia, por lo tanto en la práctica es imposible ricos y metodológicos tanto en el viejo mundo
llegar a determinar su procedencia. Ni aún por (cfr. Corso, 7966: Cocchiara, 79 71 ), como en
el método finlandés se llega al arquetipo, al América, (cfr. las diversas teorías propuestas en
ansiado origen. Latinoamérica, IN/DEF, 7975: y en los Estados
Unidos: Dorson, 7972: ).

No obstante, lo importante en este caso Por otra parte, cada vez se realizan ma-
y relacionado con los procesos de folkloriza- yores esfuerzos por encontrar a nivel filosófi-
ción, hay que tener en cuenta que el hecho co y tecnológico la ubicación del conocimiento
folklórico es dinámico por excelencia. Siempre del folklore (Montoya Briones, 7971: Melgar
debe tenerse presente este punto si se quiere Vásquez, 79 75: 25 ).
aprehender, comprender e interpretar el hecho
A su vez, los estudios de interrelación
folklórico.
entre la folklorología con otras ciencias, han
35

permitido plantear las posibilidades de análisis la folklorolog!a es posible construir hipó-


fructífero entre el conocimiento científico que tesis y teorías que los trascienden. Que
proporciona la fo/klorología y el de otras cien- mejor prueba que los análisis que sobre
cias. el cuento folklórico ha elaborado el mé-
todo finlandés que tan buenos frutos ha
A continuación trataré de mostrar las
producido.
bases filosófico-científico que sustentan el co-
nocimiento de la folklorología. Con el estudio de cientos de miles de
versiones y variantes de cuentos folklóri-
Por otra parte, y entrando en mayor cos se ha llegado a establecer hipótesis
detalle, según Mario Bunge {1968: 17-79),'3 sobre su dispersión, origen y vigencia. Lo
los rasgos esenciales de todo conocimiento cien- mismo puede decirse del estudio de ro-
tífico son la objetividad y la racionalidad. 14. mances, adivinanzas y refranes. Trabajos
sobre el cuento folklórico, como los de
Estos dos rasgos se reflejan en la siguiente
Marco Aurelio Espinazo y Menéndez Pi-
característica de la ciencia, las cuales aplicaré da/ para los romances son una pequeña
a la fo/kloro/ogía. muestra del rigor científico a que puede
L El conocimiento cient(fico es fáctico. llegar la folklorología.

La ciencia hace análisis de los hechos, El estudio de la música folklórico tam-


tratando de describirlos para encontrar bién da pruebas de la trascendencia de
sus interrelaciones. Aplicando este enun- la ciencia que estudia el hecho folklóri-
ciado a la folk/oro/ogía, puede decirse co. Los trabajos de Carlos Vega, Isabel
que ésta trabaja con hechos propios: los Aretz, Bruno Nettl, jaap Kunst, Lauro
fenómenos folklóricos; los analiza por Ayestarán y Luis Felipe Ramón y Rivera,
sí y en su relación con los demás hechos para citar unos pocos, son riquísimos en
folklóricos y sociales. Los hechos folkló- teorías de hipótesis. Los ensayos de To-
ricos no son ideales, son reales, fácticos y mas Lago en Chile sobre arte popular íOn
la folklorología trabaja con ellos. muestra también de esa trascendencia que
sobre los hechos puede llevar a cabo la
2. El conocimiento cientlfico trasciende los folklorología.
hechos.
3. La ciencia es analítica.
El científico no se conforma con los he-
chos que observa, trata de trascender/os O sea que descompone en todas sus partes
y explicarlos, como dice Bunge, por me- el objeto que estudia para descubrir así
dio de hipótesis y sistemas de hipótesis, los elementos que componen cada totali-
porque la creación de nuevos hechos sur- dad; sus interrelaciones para luego recons-
ge de la elaboración teórica y la compa- truir y estudiar el todo.
ración de las hipótesis con las realidades Aplicado este principio a la Folklorología,
observadas. se tiene que todo hecho folklórico es ana-
A través de los fenómenos que estudia lizado minuciosamente, descompuesto en
36

sus partes y vuelto a estudiar como todo. 5. El conocimiento científico es claro, pre-
Prueba del grado de perfección a que llega ciso y comunicable.
el conocimiento de los hechos folklóricos Los resultados de la ciencia son siempre
son los índices de Tipos y Motivos de precisos, legibles y capaces de ser com-
Cuentos Folklóricos y de Literatura Oral prendidos. No son privados, sino públi-
en general. !5 cos; además, la ciencia crea un lenguaje
Los análisis de fenomenología musical propio que puede ser entendido por cual-
folklórico han llegado a un alto grado de quiera que haya sido adiestrado para en-
especialización. La danza folklórico, el tenderlo.
estudio del arte popular requieren de La Folklorología presenta sus datos de
profundos, serios y concienzudos análi- la manera más sencilla y legible, enten -
sis. Es decir, entonces, que lo analftico es dible, especialmente por los especialistas
parte funaamental de la folkfo,·ología. folklorólogos. Echando un vistazo sobre
4, La investigación científica es especiali- el campo de la folklorolog(a se tienen ,
zada. en folklore literario, por ejemplo, el len-
guaje creado para identificar variantes y
Una consecuencia del análisis es la espe- versiones de literatura popular, (el código
cialización; a pesar de la unidad del méto-
de los grandes índices de Tipos y Motivos,
do científico, su aplicación depende del
a los que ya me referf), los signos propios
objeto. Pero no se puede decir por ello
de la escritura de la música folklórica.
que no hay unidad metodológica en la El análisis de tejidos y de los patrones
ciencia.
tradicionales de cerámica. Todo en Fol-
klorología es rigurosamente preciso y co-
La Folklorología es una ciencia especia- municable, con lenguaje propio.
lizada y dentro de ella hay aún más espe-
cialización: el estudio de la literatura oral, 6. El conocimiento científico es verificable
música folklórico, arte y artesanfas popu- Todo conocimiento que proporciona la
lares, etc. ciencia debe ser probado, corroborado
por la experiencia. La comprobación de
Aunque las técnicas var/an, cada uno de la hipótesis implica necesariamente la ex-
estos especialistas manejan un mismo mé- periencia; sólo a través de ella se logra el
todo científico. Y todos se refieren a la conocimiento objetivo. En Folklorologfa
totalidad del hecho folklórico. No hay hay posibilidades de comprobar las hipó-
dispersión ni superespecialización que pro- tesis, de verificarlas con la realidad. Por
duzca miop(a. supuesto, por la naturaleza del hecho
folklórico, esta verificación no se hace
Es pues, el conocimiento que proporcio- a través de pruebas de laboratorio, en
na la Folklorologfa, un conocimiento es- probetas, porque con lo que se trabaja es
pecializado. material producido por el hombre. Esta
37

verificación se logra, como en toda cien- ya establecidos. Baste mencionar el mé-


cia social, con la observación controla- todo histórico-geográfico de la Escuela
da. 76 Finlandesa para el análisis de versiones
Basta ver los análisis estadísticos de va- y variantes tanto de literatura oral, como
riantes y variables en literatura oral; co- para otros fenómenos folklóricos, cuyo
mo los efectuados por Marco Aure/io origen no puede negarse.
Espinosa y Yo/ando Pino Saavedra para Asimismo, el conocimiento folklorológi-
los cuentos folklóricos de España y Chile co es presentado en forma sistemática y
respectivamente; los análisis de innume- coherente. Basta examinar un tratado de
rables patrones tradicionales de las arte - folklore científicamente elaborado para
sanías de Colombia de Yolanda Mora de comprobar la alta sistematización a que
jaramillo (7974) y para los de Venezuela la ciencia del folklore puede llegar. Y
Isabel Aretz (1967). en cuanto a la generalización, la Folklo-
El fenómeno folklórico puede ser cuanti- rología de acuerdo a su naturaleza estable-
ficable y comprobada su existencia en la ce términos generales que se refieren a
realidad viva y objetiva de las clases po- clases de hechos.
pulares. En suma, el objeto que estudia Así, por ejemplo, en base de los estudios
la folklorología es susceptible de verifica- de dispersión de especies de literatura
ciÓn en la realidad. oral, de bailes folklóricos, de Ideas musi-
cales, pueden hacerse generalizaciones.
7. La investigación científica es metódica,
No del tipo de las ciencias físicas y natu-
sistemática y general.
rales, sino de las ciencias sociales. (Gutié-
Es decir, que la ciencia es planeada, me- rrez y Br(!nes, 7977, 4547).
diante reglas y técnicas que están en cons-
tante perfeccionamiento; el científico no 8. El conocimiento científico es legal y
actúa de manera desordenada, sino sabe explicativo.
cómo y dónde buscar lo que está inves- La ciencia intenta llegar a la esencia de
tigando; además, el conocimiento cientí- las cosas, a las raíces; intenta llegar más
fico no está disgregado; sino posee todo allá de la apariencia caótica y encontrar
un sistema de ideas conectadas lógica- las leyes que rigen los hechos de la reali-
mente entre sí, en otras palabras, el co- dad, y también la ciencia trata de explicar
nocimiento científico es fundado, ordena- las cosas, llegar a los porqués de los fe-
do, y coherente; y en la medida de sus nómenos explorados: interpretarlos en
posibilidades, la ciencia debe plantear sus otras palabras.
enunciados singulares en esquemas más
La Folklorología ha descubierto leyes
amplios.
generales que se aplican dentro de su
El conocimiento que proporciona la fol- campo. Por ejemplo, la ley de la autoco-
klorología es encontrado a través de una rrección que dentro del terreno folklóri-
forma metódica: hay reglas y métodos co, permite la conservación de los potro-
38

nes tradicionales; en el cuento folklórico tejidos de Guatemala, por ejemplo, de su


las leyes que lo rigen: la ley del princi- realidad socio-económica, de las variables
pio, la de los tres; así como la música ha exteriores e internas que inciden sobre
descubierto patrones musicales que se ellos, el folklorólogo está en capacidad
aplican en forma general para el análisis de saber, con relativa certeza, qué suce-
fenomenológico de las músicas de los derá con esta manifestación popular en
pueblos "ágrafos" y de raigambre popu- los próximos tiempos. Y lo mismo sucede
lar. con el resto de hechos folklóricos. Final-
mente, los conocimientos que la Folklo-
Además el hecho primordial de la folklo-
rología proporciona no pueden ser más
rología es explicar la consciencia colec-
útiles, y por ende ser utilizados para el
tiva, las raíces profundas que generan
los hechos folklóricos dentro de las cla- bien o para el mal. Manipulados por los
ses populares, interpretar esos hechos y gobiernos demagógicos para engañar al
pueblo, como sucede en Brasil y otros
en la medida en que su conocimiento
contribuye a la transformación de la so- países latinoamericanos, o bien para con-
ciedad en su propio beneficio. Es decir tribuir en la lucha por la liberación de
ese mismo pueblo, como ha sucedido en
que la Folklorología es esencialmente ex-
Viet-Nam del Norte, China, Argelia y
plicativa y trata de interpretar los hechos
Cuba.
que estudia para comprender mejor al
hambre. Recapitulando. Después de examinar de-
9. El conocimiento científico es predictivo
tenidamente todas las características de lo que
es la ciencia y comprobando que pueden ser
y útil.
aplicadas rigurosamente a la Folklorología, se
Predictivo quiere decir que la ciencia está llega a la conclusión que la Folklorología es
en capacidad de trascender la masa de una ciencia social que estudia, recopila, analiza
hechos y predecir su desarrollo y su trans- e interpreta los hechos folklóricos de una socie-
formación; pero la ciencia no es profecía, dad históricamente determinada.
sino se basa en análisis de la realidad ob-
jetiva; y la ciencia es útil en el sentido de Después de esta discusión se está en ca-
que puede ser usada por el hombre para pacidad de saber cual es el objeto y fin del
producir instrumentos para su bien o su estudio de los hechos folklóricos. Diré pues que
mal. Todos los conocimientos que la el objeto de esta ciencia es el estudio cientí-
ciencia proporciona se pueden aplicar. fico, metódico y sistemático de los hechos fol-
Es útil. klóricos, por su valor entrañable, por los hom-
bres que lo hacen y porque representa una
La Folklorología, por su parte, proporcio-
na conocimientos básicos que permiten parte de la personalidad nacional.
prever la transformación, la extinción y El fin de tanto esfuerzo al estudiar los
el aparecimiento de hechos folklóricos. elementos más íntimos de una sociedad, es
Después de un análisis riguroso de los encontrar su conciencia colectiva, sus aspira-
39

ciones y sus frustraciones que sólo el hecho folklorología como una ciencia autónoma con
folklórico muestra con toda su amplitud. En sus propios métodos y características. Siguien-
base a estos conocimientos se podrá encarar do esta corriente, he intentado demostrar en
mejor los problemas nacionales y se sabrá forjar párrafos anteriores las posibilidades científicas
un alma nacional, plenamente perfilada con lo de la folklorología. A la vez he tratado de de-
más puro de cada país, con lo que es verdade- mostrar que el hecho folklórico es en su esencia
ramente propio. Sólo así nuestros países po- un hecho social que responde a características
drán tener una personalidad propia. particulares.

Por otra parte, la Folklorología tiene Por lo tanto, si la folklorología estudia


como objeto el estudio de los hechos populares, con criterio propio una parte del mundo de los
cuyo valor intrínseco es irrefutable, como ver- hechos sociales, y posee rango científico, debe
daderas joyas del saber popular, cuyo rescate, ser considerada como una ciencia autónoma,
conservación y difusión debe ser preocupación integrante con la sociología, la economía, la
de científicos y gobernantes. antropología, la historia, etc., del conjunto de
las ciencias sociales (Melgar Vásquez, 7975:
Finalmente, y en el mismo orden de 20-25).
ideas, es necesario aclarar algunos términos
inherentes a esta ciencia. Al respecto, el problema metodológico
fundamental consiste en el hecho que no es
Se entiende por folklorólogo al cientí- posible fragmentar la realidad social al estudiar-
fico que se especializa en el estudio de las tradi- la, porque ello lleva inevitablemente al fraccio-
ciones populares. El que investiga acusiosa- namiento artificial de las ciencias y disciplinas
mente los haberes tradicionales del pueblo con que la estudian, formándose así los estancos
sentido ético y responsable. independientes y separados. Ello hace perder,
En los campos de Venezuela, los tocado- por otra parte, profundidad y perspectiva al
res de arpa, y bandola se llaman así mismos estudio de una realidad sociocultural concreta.
folkloristas, término que se repite en algunos El mundo de lo social, la realidad social,
otros países de América. constituye un todo que no puede ser fragmen-
Hay que apuntar, por último, que es tado, porque de procederse así, se pierde la vi-
necesario ya darle a la folklorología el lugar sión de conjunto que es lo que se persigue.
que le corresponde dentro del contexto de las (Braudel, 1970: 206: Gutiérrez y Brunes, 1977:
ciencias. Y ello únicamente está en manos de 36-37). Entonces, para entender ese todo exis-
los folklorólogos. te un conjunto de ciencias particulares y autó-
nomas interrelacionadas entre sí, las cuales con
4. LA FOLKLOROLOGIA, UNA CIENCIA un objeto específico propio, estudian un sector
SOCIAL.
de ese todo social. A ese conjunto de discipli-
nas se les conoce como Ciencias Sociales, entre
Desde hace algunos años se ha venido las que están la Historia, la Política, la Sociolo-
consolidando la tendencia a considerar a la gía, la Economía, la Geografía, la Antropología,
40

La Demografía, la Folklorología, etc. Pero hay de ese conjunto corresponde un lugar a la fol-
que llamar la atención sobre un punto: ninguna klorologfa.
de estas ciencias sociales abarca por sí misma
TODA LA REALIDAD SOCIAL, sino sólo Enfocando este problema Braudel opina
una parte específica de ese mundo. Ninguno que es necesario tomar en cuenta las investiga-
puede arogarse la posibilidad de abarcar por sí ciones que se hacen en ciencia social, y obser-
solo toda la realidad socio-económica. var "como estas investigaciones enlazan con
un conjunto y ponen en relieve los nuevos
La interdependencia entre estas ciencias movimientos de este conjunto" (Braudel, 1970:
sociales particulares y la unidad de la realidad 206}. Este conjunto de que habla Braudel es el
social se pone de manifiesto cuando se trabaja mundo de lo social, la realidad social indiso-
a fondo con ellas. luble. El mismo autor agrega que si se quitan
las barreras entre las ciencias particulares que
La historia no puede entenderse si no se
estudian este conjunto y que impiden ver el
estudia con perspectivas del presente, ni la so-
mundo de lo social en su unidad, permitir/a un
ciología está completa si no echa mano de la
fluir de ideas y técnicas entre las ciencias socia-
historia. Lo mismo la economía no puede expli-
les, pero para que esto se lleve a cabo, tiene
carse muchos hechos si no recurre a la socio·
que exigirse y hacerse investigación en conjun-
logía, a la política y a la historia.
to.
La antropología, si no hace uso de la
Braudel reflexiona: "desear/a que las
historia y de otras ciencias sociales, su estudio
ciencias sociales dejaran provisionalmente de
queda vacío. En la folklorología se tiene claro
discutir sus fronteras recíprocas, sobre lo que
que se estudian hechos del pasado: se recalca
es o no es ciencia social, sobre lo que es o no
que debe estudiarse diacrónica y sincrónicamen-
es estructura (. .. ) que intenten más bien trazar,
te (Aretz, 1973}. O sea que hace uso de la so-
a través de nuestras investigaciones, las 1/neas
ciología, la historia, y otras ciencias sociales.
-si líneas hubiere- que pudieran orientar una
Este mutuo paso de un campo a otro de investigación colectiva y también los temas que
las ciencias sociales nos lleva a pensar necesa- permitieran alcanzar una primera convergen-
riamente que el objeto general: el mundo de lo cia" (Braudel, 1970: 105}. Esa investigación
social, es uno y las apreciaciones que las cien- integral es lo que debe privar entre los cientí-
cias en particular aportan es sólo un enfoque ficos sociales.
de ese gran todo.
Entendiéndose investigación integral por
Todas tratan de llegar a cumplir su obje- el análisis de la realidad social, desde todos
tivo utilizando el método científico aplicado a los ángulos: económico, sociológico, histórico,
las ciencias sociales. 17 Aunque tengan exis- geográfico, folklorológico, demográfico, antro-
tencia propia el gran campo que estudian es pológico, etc.
uno, lo que las hace tener una estrecha relación
Sólo as( se logrará tener una justa idea
entre sí. Todas integran un conjunto, y dentro
de la realidad social en que vivimos e interac-
41

tuamos. puede afirmarse que es una ciencia en el estric-


to sentido de la palabra, por lo que no depende
Volviendo a la Folklorología como cien-
de ninguna otra y articula con todas. Su misión
cia social, sostengo que ella estudia un hecho es estudiar un hecho social en particular: el
social en particular, hace uso del método cien- hecho folklórico. Y, valga el pleonasmo, el he-
tífico y posee objeto, técnicas, metas y fines
cho folklórico es un hecho social y por ende
propios, de las ciencias sociales. Por ende la integra el gran mundo de las ciencias sociales.
Fo/k/orología es una ciencia social que estudia
el hecho folklórico, que constituye un hecho
más de la realidad social. Claro que entiendo NOTAS
la Fo/klorología en su sentido más amplio, co- 1¡ Para evitar confusiones, aclararé que a lo
co "el estudio de lo que el pueblo o las gentes largo de este trabajo se denomina FOL-
hacen y viven, y tomando en cuenta sus mani- KLORE a todo hecho folklórico, o bien
festaciones como productos humanos, y por a su conjunto. En tanto la ciencia que
lo tanto, haciendo énfasis en que el producto los estudia toma el nombre de Folkloro-
del hombre social es lo más importante de su logía.
estudio" (Lora F., 7972 a: 23}.
2/ En Sanare, Estado Lora, Venezuela, al
Esto no quiere decir que esté confun- estar investigando el folklore y la etno-
diendo Fo/klorología y Sociología. Sería infan- musico/ogía del lugar, durante un viaje
til hacerlo. La Fo/k/oro/ogía tiene un mundo de trabajo de estudiantes y profesores
que estudiar y debe hacerlo con toda la preci- de /N/DEF, al inquirir de un informante
sión de sus métodos y sus técnicas, pero no la pretenencia .de la suite de danzas fo/-
debe olvidarse que no puede quedarse en la klóricas Tamunangue, respondió: "eso no
fase de recoger y estudiar los materiales por tiene amo, es del pueblo, de todos noso-
los materiales mismos, sino debe trascender tros". (Cfr. Informe de viaje a Sanare,
al mundo social, al cual pertenece, Y que su Lic. Helena Herma. IN/DEF, 1974}.
aporte sirve para comprender al hombre social,
a la sociedad nacional, o si quiere ser ambicioso, 3/ Esto entraña una de las características
continental. (Melgar Vásquez: 7975: 24}. esenciales del hecho folklórico: su dina-
mismo. Muchos fenómenos se transfor-
Si se reflexiona en lo dicho se entiende
man, se extinguen, pero surgen otros nue-
por qué "a muchos folkloristas no les interesa
vos. Para la cabal comprensión de la for-
sino el "/ore", el saber, y no quieren ocuparse
mación de las tradiciones populares debe
de los portadores. Es -dicen- es terreno de la
tenerse siempre presente esta caracterís-
etnografía, la sociología, etc". {Martínez Ríos,
tica.
7971: 127).
4/ En este marco teórico ideal no se toma
En conclusión, la tendencia más ajusta-
en cuenta, por supuesto el embate despia-
da a la realidad es la que ubica a la Fo/kloro-
dado que los medios de comunicación so-
/ogía dentro de las ciencias sociales, así como
cial ejercen sobre los hechos fo/klóricos
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acelerando su transformación artificial. 8/ Los conceptos comunidad y hombre folk


planteados por Redfield y reformulodos
5/ No se me molinterprete maliciosamente
por Foster, han tenido fuertes oposicio-
con determinismo económico. Con lo
nes por parte de los antropólogos latinoa-
apuntado no se quiere decir que esté
mericanos.
únicamente determinado por los causas
materiales, sino que, a pesar de su relati- Martínez Ríos pienso al respecto que esto
va autonomía y leyes propios, lo superes- terminología no poso de ser aplicado co-
tructura de uno sociedad, entre ellos lo mo lo quieren Redfiel y Foster, porque
culturo, es producto de un proceso his- "la sociedad folk" no es uno sociedad;
tórico, y de condiciones económico so- lo sociedad folk, no es tampoco con vi-
ciales particulares que lo hocen ser como vible en uno medio-sociedad. Lo Nfolk "
es y no de otro forma. tiene que concebirse no en un término
de sociedad y/o de medio sociedad, sino
6/ Entre los más importantes especialistas en los términos que corresponden a un
que siguen esto orientación se encuentran grupo social. "Folk" como grupo resul-
los siguientes. Aunque algunos de ellos tado de o} proceso de cambio que origi-
introducen algunos modificaciones a su nan relaciones disfuncionales en los socie-
particular clasificación, agregando o qui- dades locales y/o regionales; y b) lo dife-
tando un criterio, básicamente están de renciación social que segmento lo estruc-
ácuerdo con lo señah:Jdo ton >lstemótico- turo social en grupos que pueden ser
mente por Cortozor. Pueden citarse Isabel esencialmente antagónicos en el sentido
Aretz, 7972: 17-43; Moedano Navarro, cultural, es decir, en cuanto que oponen
7963: 42: Poviño, 1954: 27-39: Gómez valores distintos en cuanto que tienen
Vergaro, 1971: 27-37; Guevoro, 1975: funciones distintas en codo grupo" (Mor-
90; Zárote, 1975: 739-746. El mismo tínez Ríos y Moedono Navarro, 7963:
Corvolho-Neto baso su crítico haciendo 5}, además no existe sociedad alguno ton
uso de estos conceptos, 7965: 21-95; cerrado y aislado que no tenga contacto
Ismael Moya, 7956, 33-55; Merino de con otros grupos sociales y jo nocionales.
Zelo, 7974: 62-67; etc. Y en Guatemala Lo sociedad folk es un concepto vacío
por Díoz Castillo, 1968; Bremmé de Son- y que lleva mucho connotación subjetivo
tos, 7968; Lora F., 7972 (o} y Vivar Ro- de porte de los antropólogos culturales
soles. 19 73. estadounidenses que lo aplican. Por su
porte, los folklorólogos usan el término
7/ Esto formulación del hecho folklórico por folk dando al "hombre folk" su ubica-
porte de Augusto Raúl Cortozor, yo clá- ción espacial, o bien su ubicación verti-
siOI en lo teoría folklorológico, se encuen- cal en la estructuro social, pero no el
tro o lo largo de todo su fecundo labor concepto capaz de aprehender el "folk"
(cfr. Cortozor, 7948: 2-72; 7949a: 18-25; como grupo (Martínez Ríos y Moedono
1949b: 236-246: 7954: 32-59 y 70; Navarro, 7963: 6}. Lo que el autor quiere
7965: 11-27; 1974: 17-35}.
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decir es que el fo/klorólogo tradicional individuo cuento.


ha trabajado más el producto del "hom-
bre folk ", sin preocuparse mucho por 10/ Este proceso se debe o lo transferencia
éste, como un ente colectivo. Se investi- de los portadores de uno clase social o
go el material por el material mismo, y otro, o bien, o que perviven dentro de
se pierde de visto el hombre colectivo, otros clases diferentes a las populares, pe-
que en último instancio es lo único que ro ejerciendo uno función distinta tanto
intereso. en uno como en la otra.
Ricardo e Isabel Pozos al hacer lo crítico
77/ Mucho se ha discutido sobre el origen
o los conceptos anteriores, señalan que
de la Marimba en Guatemala. Algunos con
"La sociedad folk no existe en la reali-
patriotismo exhacervado han querido ha-
dad, es una abstracción, pero algunos de
cerla parecer como originaria de Guate-
sus característicos pueden presentarse en
mala, pero ninguno prueba científico sus-
comunidades concretos y permitir defi-
tenta tal aseveración. No existe huello
nirlas como más o menos folk o más o
arqueológica, ni histórica que lo confir-
menos urbanas".
me. La africonidod de este instrumento
"Lo obra de Redfiel -dicen- es descriptivo, ha sido plenamente probada por los etno-
no busca relaciones causales; es relativista- musicólogos.
cultural porque coloco todos los elemen-
tos peculiares que definen lo sociedad 12/ Algunos intentos de sistematización in-
folk al mismo nivel, sin jerarquizar su terdiscip/inaria se han hecho entre fol-
importancia; por otra porte, no analiza klore y otros ciencias. Baste citar o Casti-
la realidad en su proyección histórico". llo Ferraras, 7973; Corva/ha-Neto, 7968,
Además puntualizan lo inadecuado de 7969: Mayorgo H., 7972; Moedano Nava-
"considerar las sociedades nocionales, en rro, 7967; Boyer, 7968/77.
cuyo seno existen grupos indígenas que
pueden ser estudiados con el modelo 73/ Poro esto demostración sobre los carac-
folk, como sociedades preindustriales y, terísticos de la ciencia, sigo estrechamente
por lo tanto, fuera del sistema capitalista los ideos del epistemólogo Mario Bunge
industrial" (Pozas, 79 74: 7 7-7 8). (1968: 7-50}.

9/ En este sentido hay que subrayar que 14/ Entiéndese por racionalidad del conoci-
poro la sociología burguesa, las clases so- miento científico o la posibilidad de po-
ciales no existen. Sino reconocen estratos der ser estructurado en conceptos, juicios
sociales que constituyen escalones supe- y razonamientos, y cuyos ideas pueden
riores o inferiores en lo que son jerar- combinarse de acuerdo con algún con-
quizados las familias, los individuos o los junto de reglas lógicos que permiten pro-
grupos sociales, basándose en lo posición ducir nuevos ideos, y además que dichos
social, el rol y el prestigio con que el ideos puedan ser organizadas en sistemas
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de ideas, a las cuales se les llama teorías. necesariamente la experimentación, lo


Bunge,_ por otra parte, entiende por ~bje­ que se necesita en los procesos de justi-
tividad la posibilidad del conocimiento ficación de hipótesis y teorías mediante
científico de concordar con la realidad refutación y verificación" (!bid.: 47).
del objeto estudiado, lo cual puede ser
verificado a través de la observación y la 17/ En este mismo orden de ideas, cabe ha-
experimentación (Bunge, (---) 1968: 50). blar de la unidad del método científico
único que es válido para todas las disci-
15/ Baste mencionar el ya clásico de Arne- plinas y ciencias, independientemente de
Thompson IftJ_[y_p~~_g_[_!!J~_f..!Jffi_:_[gf! cuál sea su materia u objeto de estudio.
ffj!!}~'!_ly_; FFc, 2a. Edición, 1961), y el La clásica diferencia que los epistemólo-
monumental MQljf.:J!lck.K..2ifQ/B__1-ltffJJ.- gos idealistas han querido establecer entre
1Yf§_ de Stith Thompson en seis volúme- el método utilizado por las ciencias natu-
nes {Indiana University Press, 1956-58); rales y las ciencias sociales no es válida.
y los índices para cuentos españoles de Las diferencias que existen entre estas
Ralph Stee/ Boggs {1930), de México dos clases de ciencias son más bien de
y Centro América deStanley Robe {1973) grado y no de naturaleza, y no represen-
etc., en donde cada cuento es analizado ta obstáculo alguno para la aplicación
hasta en sus más pequeños rasgos compa- uniforme del mismo método científico.
rados e interpretados. (Gutiérrez y Brenes, 1971: 47 y 47).

16/ Gutiérrez y Brenes opinan que las difi-


B/BL!OGRAF/A
cultades de la experimentación no son
propias de las ciencias sociales, las hay
muy grandes en el terreno de la ciencia ARETZ, Isabel
exacta y las naturales. "La experimenta- 1967 f:p_!__!!rteSf!_'!fCJ!J!!IJ!~!JEf!l_!f!!_ Vene-
ción física misma -dicen- no es un requi- (a) ?}!!!_'!!., Caracas: Ediciones del Cua-
sito indispe,nsable para la investigación tricentenario de Caracas.
científica, que puede desenvolverse bas-
7972 Manual de Folklore Venezolano.
tante bien con base simplemente en una
3a-:E:7iició7t-lc-;le~ió7t-E!dó-;id~J:
observación controlada" (Gutiérrez y Bre-
Caracas: Monte A vi/a Editores.
nes, 1971: 46). Agregan los autores que
a través de la acumulacián suficiente de AYESTARAN, Lauro
datos da base para manipular simbólica-
1968 T_~!fg_:¿_!!_rj_q~g_!!_~_f!!_IJ!_fE~· Mon-
mente las diversas variables mediante el
análisis estadístico, sin que por ello se tevideo: Editorial ARCA.
tenga que modificar materialmente las
BARTRA, Roger
condiciones materiales en que se presenta
el fenómeno. Por ende, en ciencias socia- s/f. Diccionario de Sociología Marxista.
les "es esa observación controlada, no (C~le-¿dÓn-iO), Mé-;k-¡;: Eift-¡;;:¡¡;¡-
Grijalbo.
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PALERM, Angel
196 7 !!! tr0fj_f!.E0P_t!_!!.J!!..If!!J.!.Í!!J.!.!!_C!!.r!9!:. WARMAN, Arturo
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Sociales. Universidad Iberoamerica- México: Editorial SepSetentas.
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