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Todo comienzo en el estudio de un nuevo campo de la medicina resulta complejo, más aún si

abarca temas de gran amplitud. Como toda rotación, es necesaria la conformación de grupos de
trabajo para las consecutivas exposiciones asignadas por el docente. Evidentemente, existen
expectativas de obtener notables calificaciones, sin embargo, en ciertas ocasiones éstas se ven
frustradas. Desde mi punto de vista, esta situación no será motivo para que en próximas
actividades programadas no rinda al 100%, todo lo contrario, será un aliciente y una oportunidad
de mejora, de tal forma que se logre como grupo o de manera individual subsanar los errores
advertidos en fechas anteriores y conseguir superar las falencias. Durante la rotación, la
importancia de atender a la explicación del médico experto en el campo resulta ser el punto clave
para complementar lo estudiado previo a la asistencia de clases virtuales.. Se debe entender que
un estudiante de medicina comprometido con su profesión constantemente será su preocupación
mantenerse informado, sobre todo aprovechar la oportunidad y la experiencia de doctores
especialistas. Dicho todo esto en esta oportunidad se llevo a cavo la resolución de un primer caso
clínico perteneciente al área de hematología, en el cual como ya es costumbre respecto a casis
anteriores pudimos discutir varios puntos que deben tenerse en cuenta respeto al manejo de esta
nueva enfermedad tratada el día de hoy que corresponde a los LINFOMAS, esta vez se presenta un
caso en el cual el paciente además de tener la enfermedad subyacente también tiene otra
enfermedad de fondo, nuestro paciente viene a ser una persona que ha sido diagnosticado hace
dos años con VIH para lo cual lleva un tratamiento con TARGA pero de muy poco adherencia, esto
es un punto importante y a tener en cuenta ya que tendremos que modificar el esquema
terapéutico que se utiliza en este tipo de pacientes todo con la única finalidad de lograr una
mejora de la salud y calidad de vida de nuestro paciente, aclaro esto empezamos primero por el
diagnóstico de la enfermedad , para lo cual es necesario saber que procedimientos me ayudaran a
tener un mejor enfoque de lo que podría estar sucediendo con este paciente, a través de una
anamnesis completa y una exploración física minuciosa, uno ya puede tener una idea de lo que
podría tener la persona enferma, consecuentemente pedir pruebas que me acerquen más a tal
posible diagnostico en este caso la biopsia, a través de la valoración anatomopatológica e
inmunohistoquímica, brinda el diagnóstico de confirmación entonces hablamos de un Linfoma de
Burkitt asociado a infección por VIH, además se observó una inmunosupresión severa (CD4 50
cel/mm3); aunque al momento del diagnóstico también había una falla virológica por no
adherencia. Se ha documentad que niveles altos de viremia (para VIH, carga viral >10 000 copias
mL), la viremia acumulada y la ausencia de terapia antiretroviral combinada son factores de riesgo
para desarrollar LNH, una vez confirmado el diagnóstico, se procedería a hacer pruebas de punción
exploratoria con estudio citológico de LCR con el fin de ver si hay alguna posible infiltración en el
SNC las cuales fueron negativas en este caso, entonces empezamos el tratamiento en el cual es
imprescindible tener en cuenta antes de iniciar el tratamiento una complicación en estos
pacientes que es el síndrome de lisis tumoral para lo cual se hace una prevención al igual que una
profilaxis de infiltración, estos pacientes recibirán quimioterapia con los esquemas ya
mencionados durante la sesión de clase no obstante se debe recalcar que por la condición de mi
paciente se tiene que hacer modificación del esquema terapéutico habitual que se utiliza para
tratar esta enfermedad.

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