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El Siglo Xvii en Europa
El Siglo Xvii en Europa
3.- Sin embargo, la aristocracia ya no tenía el poder político, que estaba en manos del
rey. Los nobles perdieron poco a poco el control político de sus feudos (ejércitos privados,
jurisdicción propia, etc.) y no pudieron evitar que las instituciones en las que estaban
presentes (Cortes en los reinos peninsulares, Estados Generales en Francia...) perdieran su
papel de control del monarca.
4.- En este siglo, la aristocracia tampoco tenía el poder económico, que comenzó a
pasar a manos de la burguesía con el auge de la manufactura y del comercio, actividades muy
rentables, mientras que la aristocracia seguía obteniendo todas sus rentas de la agricultura.
8.- Aunque la burguesía no tuvo acceso al poder político, colaboró de forma creciente
con el rey en el gobierno de las naciones. La acumulación de tareas y responsabilidades en
manos del monarca y la complejidad creciente de la sociedad moderna, forzó a los reyes a
rodearse de colaboradores leales y gestores eficaces, que sólo podían encontrarse entre la
burguesía que era el grupo social que disponía de la preparación intelectual y de los
conocimientos técnicos necesarios.
9.- Sin embargo, la inmensa mayoría de la población estaba formada por las clases
populares, sobre todo campesinos, que sumarán más del 80 por ciento de los habitantes de los
reinos europeos.
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LA EUROPA DEL SIGLO XVII
2.- Luis XIV accedió al trono a la edad de cinco años y sus primeros años de reinado
estuvieron marcados por la regencia del Cardenal Mazarino. Los nobles, que habían perdido
protagonismo bajo el gobierno del Cardenal Richelieu, se aprovecharon de la debilidad de la
corona para realizar distintas sublevaciones nobiliarias con el fin de recuperar los privilegios
perdidos en el reinado anterior: la Fronda (1648-1653).
4.- Para acallar las protestas aristocráticas, que estaban perdiendo poder ante el
avasallador absolutismo del rey, Luis XIV atrajo a la corte de París a todos los nobles,
concediéndoles títulos y cargos más o menos honoríficos que les retenían junto a él en el
Palacio de Versalles, ocupados en disputas palaciegas y entretenidos en fiestas..
6.- Un país unido debe tener una sola fe: forzó la conversión o la expulsión de los
protestantes (hugonotes) en el año 1685 y mostró el deseo de someter a la Iglesia católica
francesa a su autoridad (regalismo).
7.- Quiso controlar el mundo cultural a través de las Academias (de Pintura y
Escultura, de Arquitectura y de Ciencias) y de la Comédie Française, que definían el gusto y
señalaban las modas. Destaca la importancia del rey en la difusión del arte barroco en Francia
(el Palacio de Versalles como modelo a imitar en toda Europa).
8.- Se rodeó de buenos ministros; especialmente Jean Baptiste Colbert que desde 1665
se dedicó al control general de las finanzas del reino, obteniendo excelentes resultados
económicos, que permitieron a Francia una política a la medida de los deseos de Luis XIV.
9.- Esta buena salud financiera permitió al ministro marqués de Louvois organizar un
ejército profesional, permanente y bien uniformado y equipado, especialmente numeroso por
ser Francia la nación europea más poblada, que resultó victorioso en las campañas de Flandes
y del Franco Condado.
10.- Este ejército permitirá a Luis XIV una política de expansión y hegemonía en
Europa, desplazando a España del puesto de primera potencia mundial, aunque no siempre
tuvo éxito en sus aspiraciones territoriales o en sus campañas bélicas (Paz de Nimega y Paz de
Ryswick).
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LA EUROPA DEL SIGLO XVII
EL PARLAMENTARISMO INGLÉS
1.- En el año 1603, agotada la línea hereditaria de la familia Tudor con la muerte de
Isabel I, llegó al trono inglés una nueva dinastía: los Estuardos; el primero de sus monarcas
fue Jacobo I, que ya era rey de Escocia desde 1567.
3.- Además, los Estuardos pretendían suprimir la amplia libertad religiosa que
disfrutaba el país, unificando las distintas Iglesias nacidas de la Reforma protestante.
4.- Dentro de la sociedad británica gozaban de mucha influencia las ideas "puritanas"
practicantes de una moral muy estricta y opuestas, entre otras cosas, al lujo y al derroche de la
nueva Corte absolutista que los Estuardos pretendían imponer.
5.- En el año 1625 ocupó el trono su hijo, Carlos I de Inglaterra y Escocia, que
necesitaba más recursos económicos para desarrollar sus planes políticos y militares, por lo
que acudió al Parlamento solicitando nuevos tributos. Aristócratas y burgueses se opusieron a
la solicitud de Carlos I y le negaron lo que pedía; el monarca, indignado, decidió disolver el
Parlamento.
7.- A pesar de que Cromwell había llegado al poder con el objetivo de acabar con el
absolutismo de los Estuardos, lo cierto es que terminó convirtiéndose en un sangriento
dictador que impuso un régimen personal y autoritario.
9.- Por ello los ingleses decidieron llamar a Guillermo de Orange, casado con una hija
de Jacobo II Estuardo, para que aceptase la corona. Guillermo desembarcó en Inglaterra,
destronó a su suegro y accedió al trono en 1688.
10.- Al nuevo rey se le impusieron una serie de condiciones que suponían, en general,
un reconocimiento del papel fundamental del Parlamento británico y un cierto sometimiento
del monarca a la voluntad de sus súbditos.
2.- Este traspaso se produjo como consecuencia de la Guerra de los Treinta Años
(1617-1648), el conflicto bélico más decisivo de este siglo, que comenzó como una disputa
interna del Imperio y acabó convertido en una auténtica guerra europea.
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LA EUROPA DEL SIGLO XVII
3.- El cambio del mapa de Europa, que ponía en evidencia el nuevo predominio
francés, se produce como consecuencia de los acuerdos alcanzados en los Tratados de Paz de
Westfalia (1648) y de los Pirineos (1659).
4.- A partir de ese momento el Sacro Imperio Romano Germánico se convirtió en una
figura decorativa, pues los distintos príncipes y nobles alemanes gozaron de una absoluta
autonomía en sus feudos (no sólo religiosa). El emperador tenía un poder político muy
limitado en el conjunto del Imperio y la familia Habsburgo, que tradicionalmente ocupaba el
trono imperial, se fue dedicando de forma preferente a sus feudos particulares, en algunos
casos situados fuera del ámbito del Imperio.
5.- Inglaterra optó por convertirse en una potencia marítima, inevitable por su
condición insular y por los escasos recursos de su propio territorio, y fue consolidándose
como una nación de clara vocación mercantil (y pirata). El triunfo del parlamentarismo sobre
el absolutismo, y el consiguiente acceso al poder de la burguesía, influyeron decisivamente en
esta elección.
6.- Este predomino naval británico se hizo a costa de los Países Bajos, que si bien
vieron definitivamente reconocida su independencia por la corona española después de la Paz
de Westfalia, a cambio tuvieron que sufrir el acoso del rey francés Luis XIV, que ocupó
algunas plazas y fortalezas, y el dominio inglés de los mares que les dio una hegemonía
comercial, que hasta entonces los holandeses había disfrutado.
9.- La Guerra de los Treinta Años llevó al primer plano de la política internacional
europea a los reinos del norte de Europa, Suecia y Dinamarca, que hasta entonces habían
estado aislados de los conflictos del continente.
2.- Incluso la Iglesia Católica se había visto forzada a “cristianizar” a los autores
grecolatinos, para que no entrasen en contradicción los dogmas religiosos con los
conocimientos científicos elaborados antes del nacimiento de Jesucristo. Hay que destacar la
interpretación de Platón por San Agustín (neoplatonismo) y de Aristóteles por Santo Tomás
de Aquino (tomismo).
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LA EUROPA DEL SIGLO XVII
4.- Por lo tanto, el pensamiento, el razonamiento lógico (la Razón, pues el hombre es
sobre todo mente) es, a partir del siglo XVII, la base de la interpretación del mundo y del
conocimiento científico. Es el racionalismo: no hay idea que no pretenda ser una realidad
objetiva. Por eso se puede interpretar y pensar el mundo matemáticamente.
5.- Junto al racionalismo nació, en ese mismo siglo, otra teoría que buscaba interpretar
el mundo en el que vivimos, superando el racionalismo: era el empirismo, formulado por
Francis Bacon. Para los empiristas el hombre nace sin ideas innatas, sin conocimientos
previos; y sólo la experiencia nos permite conocer la verdad e interpretar la naturaleza.
7.- De la mano del racionalismo y del empirismo, el siglo XVII conoció una auténtica
revolución científica que sentó la interpretación del mundo sobre las bases de la Razón y la
lógica, alejándose de la autoridad sin crítica de los clásicos griegos y latinos. Se supera así el
Renacimiento, la repetición acrítica de las teorías de los antiguos filósofos, aunque no se
reniega de los conocimientos adquiridos durante los últimos siglos. Isaac Newton afirmó: “si
he visto más lejos que los otros hombres es porque me he aupado a hombros de gigantes”, es
decir, de las aportaciones válidas y científicas de sus predecesores.
8.- Esta revolución científica provoca los primeros roces entre la razón y la fe, entre la
ciencia y la religión, que ya habíamos visto desarrollarse en el Renacimiento con Giordano
Bruno y que alcanzan su máxima intensidad con Galileo Galilei. Las leyes de Kepler dan una
respuesta definitiva a la polémica entre heliocentrismo y geocentrismo, respaldando al
perseguido Galileo.
9.- Sin embargo, en el siglo XVII nadie puso en cuestión la existencia de Dios. Todos
los científicos de esta época entendían que había un Dios que era la primera causa del
Universo. Sólo algunos pensadores más avanzados, como el filósofo Baruch Spinozza (un
judío sefardita que residía en los Países Bajos), cuestionaron la visión religiosa tradicional
elaborando un cierto panteísmo.
10.- El principal científico de este siglo es Isaac Newton (1642-1727), que elaboró una
interpretación del mundo y del funcionamiento de la Naturaleza (física newtoniana) que
siguió en plena vigencia hasta el siglo XX, cuando fue en parte superada por la Teoría de la
Relatividad de Albert Einstein. En el campo de las matemáticas desarrolló una labor muy
similar el alemán Gottfried Wilhelm Leibniz, que en 1675 desarrolló los principios
fundamentales del cálculo infinitesimal.