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Jeswald W. Salacuse1
El autor presentó una versión anterior de este documento como discurso de apertura en la Conferencia de
Decisión y Negociación del Grupo de 2015, celebrada en Varsovia (Polonia) del 22 al 26 de junio de
2015. Agradece a Patricia de Jesus, Donna Salacuse y Yan Bai por su ayuda en la tabulación de los datos
de la encuesta.
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B Jeswald W. Salacuse
Jeswald.Salacuse@Tufts.edu
1La
Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia, Universidad Tufts, 160 Packard
Avenue, Medford, MA 02142, EE.UU.
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El Persuasor Oculto: El papel del consejero en... 461
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Palabras clave Asesoramiento Asesor Negociaciones Relaciones Unión
--··
Europea Consejo de Ministros Cultura Comunicación Negociaciones
multilaterales Acuerdo de Camp David
1 El consejo importa
1 El término "persuasor oculto" se hizo famoso, por supuesto, por el conocido libro de Vance Packard
The Hid- den Persuaders, publicado por primera vez en 1957, que explora el uso de la investigación
motivacional por parte de la industria publicitaria para manipular las expectativas de los consumidores.
En la sugerencia de la Sra. Carter había dos elementos clave de asesoramiento: 1)
que el presidente convoque una negociación entre Begin y Sadat y 2) que la
negociación tenga lugar en Camp David. Su consejo puso en marcha un proceso de
negociación que daría lugar a un tratado de paz entre los dos adversarios y afectaría
profundamente al Oriente Medio en los años venideros. Al examinar la historia de
esa negociación, el hecho de que tuviera lugar en Camp David facilitó claramente el
acuerdo de una manera que no lo harían los entornos diplomáticos más
tradicionales, como Ginebra o Washington. La naturaleza del lugar de una
negociación puede afectar en gran medida a sus resultados (Salacusa 2013, págs.
153 a 169).
Un ejemplo menos positivo de la influencia de un asesor fue reportado por el
New York Times en una noticia de primera plana en diciembre de 2014 (Risen and
Appuzo 2014, p. 1). Unos meses después del ataque terrorista a la ciudad de Nueva
York el 11 de septiembre de 2001, los EE.UU. capturaron a Abu Zubaydah, de
quien se sospechaba que había ayudado a planear el ataque. En una reunión
celebrada en 2002, funcionarios de la CIA discutieron quién iba a interrogar a
Zubaydah y cómo se haría. Un asesor legal en la reunión sugirió el nombre de un
psicólogo, una persona que no conocía, que había sido un empleado contratado por
la Oficina de Servicios Técnicos de la Agencia, trabajando en el Programa de la
Fuerza Aérea de los EE.UU. para entrenar al personal estadounidense a resistirse a
los interrogatorios y a la tortura si era capturado. En su desesperación por obtener
información vital de Zubaydah y otros prisioneros, la CIA se dirigió a esta persona,
sin examinarlo ni evaluarlo, para que le orientara sobre los métodos de
interrogación de los sospechosos de terrorismo, y entonces desarrolló un programa
de técnicas de interrogación mejoradas que empleaban la tortura. El consejo del
asesor legal, casi casualmente dado en esa reunión, llevó finalmente al uso
generalizado de notorias técnicas de interrogación que la senadora Dianne
Feinstein, la presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, calificaría como
"una mancha en nuestros valores y nuestra historia".
La moraleja de estos dos relatos es que los consejos, por muy serios o casuales
que sean, pueden tener consecuencias importantes, consecuencias que ni el asesor ni
el receptor del consejo pueden prever en el momento en que se dan y que los
estudiosos y el público pueden desconocer hasta años después, si es que lo hacen.
Por consiguiente, es importante que los analistas de la negociación y la adopción de
decisiones en grupo, así como los propios negociadores, incorporen de manera
rutinaria y sistemática en sus metodologías y estrategias un examen de la función y
las repercusiones de los asesores que participan en esos procesos.
El propósito de este artículo es explorar los papeles y métodos de los asesores para
revelar el trabajo de estos persuasores ocultos en el proceso de negociación. Para
ello, se basará en los estudios previos del autor sobre los asesores (Salacusa 1994,
2000), así como en los nuevos datos obtenidos de la investigación de encuestas que
realizó entre 71 asesores en la Secretaría General del Consejo de la Unión Europea
en Bruselas (Bélgica) en junio-julio de 2013. El Consejo de la Unión Europea,
conocido oficiosamente como el Consejo de la UE, es la institución en la que se
reúnen los jefes de Estado y de Gobierno de cada uno de los 28 Estados miembros
de la UE para adoptar y coordinar las políticas de la Unión. El Tratado de la Unión
Europea, documento constitucional de la UE, establece la función básica del
Consejo de la UE en el Artículo 15(1): "El Consejo Europeo dará a la Unión el
impulso necesario para su desarrollo y definirá las políticas generales
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2 71 Las personas rellenaron el cuestionario; sin embargo, dos personas no indicaron su nacionalidad en
el formulario del cuestionario. Los países de las nacionalidades representadas y el número de personas de
cada nacionalidad representada fueron los siguientes: Alemania (5), Austria (1), Bélgica (6), Chipre (1),
Dinamarca (3), Eslovaquia (2), Eslovenia (1), España (7), Finlandia (1), Francia (7), Grecia (8), Italia
(3), Irlanda (1), Letonia (1), Lituania (3), Luxemburgo (1), Países Bajos (2), Polonia (5), Portugal (5),
República Checa (3), Rumania (3) y Suecia (3).
El Persuasor Oculto: El papel del consejero en... 463
3 Para un ejemplo de un enfoque similar aplicado a la determinación de la influencia de la cultura en los
nego- cios comerciales, véase Jeswald W. Salacuse, "Intercultural Negotiation in International Business",
8 Group Decision and Negotiation 217-236 (1999).
4 Austria, Eslovaquia, Eslovenia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa y Rumania.
5 Alemania, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos y Suecia.
6 Chipre, Francia, Grecia, Italia, Portugal y España.
3 La naturaleza del asesoramiento y la asesoría
Así como los consejos vienen en muchas formas, los asesores de los negociadores
tienen muchos disfraces. Algunos asesores, como los que trabajan en el Consejo de
la UE, son designados oficialmente como tales mientras que otros, como Rosalynn
Carter, pueden no tener ningún papel formal. Algunos, como el abogado anónimo de
la CIA, son personas solitarias, mientras que otros, como las empresas de
consultoría internacional, pueden ser instituciones importantes. Independientemente
de la forma, los negociadores utilizan asesores por dos razones principales: 1) la
experiencia y 2) la validación.
4.1 Experiencia
Se puede explicar la necesidad de conocimientos especializados desde dos
perspectivas: 1) la perspectiva del negociador individual y 2) la perspectiva del
sistema de negociación en el que funciona el negociador. En cuanto a las
explicaciones individualistas, la razón más común es que el asesor tiene
conocimientos especializados que pueden mejorar los resultados del negociador en
la negociación en la que participa. Así pues, el cliente negociador es
de alguna manera deficiente y el asesor tiene la habilidad o el conocimiento para
compensar la deficiencia (Dror 1987, p. 170). Esa deficiencia de conocimientos
puede referirse al fondo de las cuestiones que se están negociando, al proceso de
llevar las negociaciones de manera que permita al cliente alcanzar sus objetivos, o a
ambas cosas.
Desde una perspectiva organizativa o sistémica, otro de los objetivos de los
asesores de los negociadores, en particular en procesos multilaterales complejos
como los que prevalecen en el Consejo de Ministros de la Unión Europea, es
permitir que los grupos que participan en la negociación reduzcan los costos de
transacción de la negociación y la adopción de decisiones en grupo. Por ejemplo, la
Secretaría del Consejo de la UE es una fuente de conocimientos especializados
tanto en lo que respecta al fondo como al proceso. Como tal, uno de sus propósitos
básicos en términos teóricos es reducir los costos de transacción de las
negociaciones del Consejo, la cooperación y la adopción de decisiones en grupo
(Dijkstra 2010, pág. 530). Una forma importante en que la Secretaría presta su
apoyo es a través del asesoramiento que los miembros de su personal profesional
prestan a los presidentes de los diversos consejos y delegaciones ministeriales de
los Estados miembros. Debido a su posición central en el Consejo de la UE, la
Secretaría está generalmente de acuerdo en saber más sobre la legislación y las
políticas de cada uno de los Estados miembros de la UE que los expertos de los
ministerios nacionales individuales (Dijkstra 2010, pág. 532). Además, debido a su
participación a largo plazo en los asuntos de la UE, la Secretaría tiene una gran
comprensión de las preferencias históricas de los Estados miembros, así como del
estado de sus diversas negociaciones en curso, conocimiento que puede ser vital
para ayudar a los Estados miembros a llegar a un acuerdo sobre cuestiones de
política. Como receptáculo y procesador centralizado y único de esos
conocimientos, la existencia de la Secretaría reduce los costos de transacción de la
concertación de acuerdos y la adopción de decisiones de grupo, en comparación con
los costos totales que tendrían que pagar los Estados miembros individuales para
obtener esos conocimientos especializados de manera independiente sin el apoyo de
la Secretaría en materia de negociación.
4.2 Validación
Los asesores de los negociadores pueden ser oficiales o no oficiales. Los asesores
oficiales son los que han sido designados como tales por la organización o grupo en
cuyo nombre el negociador debe llevar a cabo las negociaciones. Así pues, todos los
asesores empleados por la Secretaría del Consejo de la Unión Europea son asesores
oficiales, al igual que el abogado de la CIA que participó en los debates sobre las
técnicas de interrogatorio de los sospechosos de terrorismo. Por otra parte, diversas
personas no oficiales y no autorizadas pueden tratar de asesorar a los negociadores,
ya sea por razones altruistas o de interés propio. Rosalynn Carter era una asesora no
oficial, pero no obstante muy influyente, de su esposo Jimmy, y asumió claramente
ese papel por el deseo de ayudar a su esposo a resolver un difícil problema
diplomático que enfrentaba su presidencia. Por otra parte, algunas personas pueden
tratar de asumir el papel de asesor de un negociador para influir en el resultado de
las negociaciones por razones de autoservicio, una táctica utilizada a menudo por
los grupos de presión para intereses especiales. Por lo tanto, puede verse que el uso
de asesores no oficiales en las negociaciones tiene tanto beneficios como costos
potenciales. El principal beneficio es que puede exponer al negociador a ideas
nuevas y creativas que pueden llevar a una conclusión satisfactoria de las
conversaciones, como fue el caso del asesoramiento de Rosalynn Carter sobre la
utilización de Camp David como lugar de negociaciones de paz. Además, en los
casos en que la elección de una persona determinada como asesor oficial puede
enviar un mensaje no deseado a la otra parte o a los propios electores del negociador,
el uso de esa persona como asesor no oficial puede atenuar o minimizar esos efectos
negativos. Por otra parte, en determinadas circunstancias, el uso de asesores no
oficiales puede considerarse una interferencia injustificada o impropia en la
negociación, sometiendo así los esfuerzos del negociador por atacar e incluso
deslegitimar todo el proceso y, en última instancia, sus resultados.
de las conversaciones. Aquí el cliente es un recipiente vacío para ser llenado con la
sabiduría del consejero. De hecho, los asesores de los negociadores a veces se ven a
sí mismos como la conducción de las negociaciones a través de sus clientes. De los
71 asesores de la UE encuestados, sólo 2 (<3 %) tendían a favorecer o a verse en
una relación de dirección con sus clientes (calificación entre 4 y 5), situación sin duda
favorecida por su condición de funcionarios internacionales y el hecho de que sus
clientes a menudo tienen un poder derivado de sus posiciones políticas en sus países
de origen.
7 Estilos de asesoramiento
Todos los asesores tienen un estilo particular en el desempeño de sus tareas, y ese
estilo puede tener un impacto en la forma en que un negociador percibe, evalúa y
utiliza los consejos dados. "Estilo" es este sentido significa la forma en que el
asesor se involucra en el proceso de asesorar al cliente. Entre los factores que
pueden influir en el estilo de asesoramiento figuran: 1) el estilo personal del asesor,
es decir, el grado en que sus interacciones con el cliente son formales o informales;
2) el estilo de comunicación, es decir, el grado en que su forma de comunicarse
tiende a ser directa o indirecta; 3) la expresión emocional, es decir, la tendencia a
expresarse emocionalmente; y 4) la propensión a asumir riesgos, es decir, el grado
en que el asesor está dispuesto a divulgar información, probar nuevos enfoques y
tolerar las incertidumbres. En el cuestionario de la encuesta se pedía a los asesores
de la UE que se calificaran a sí mismos en cada uno de estos cuatro elementos.
Además, como el asesoramiento suele tener lugar dentro de una organización, en la
encuesta también se pedía a los asesores que
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Los métodos de comunicación varían entre los individuos y las culturas. Algunos
hacen hincapié en los métodos de comunicación directos y sencillos, mientras que
otros recurren a métodos indirectos y complejos. Estos últimos pueden utilizar
circunloquios, formas de hablar figurativas, expresiones faciales, gestos y otras
formas de lenguaje corporal. En la encuesta de los asesores de la Unión Europea se
pidió que evaluaran su comunicación en una escala de 1 (directa) a 5 (indirecta). De
los setenta encuestados, 55 (76,46%) se calificaron entre 1 y 2, considerándose así
que tenían un estilo de comunicación directa. Entre las regiones representadas en la
encuesta, más de los asesores de Europa septentrional (85,19%) y de Europa oriental
(78,95%) se consideraron "directos" que los asesores del Mediterráneo (68%). En lo
que respecta a la distribución por sexos, un mayor número de asesoras (84,21%)
parece clasificarse como comunicadoras directas que sus homólogos masculinos
(68,75%). También en este caso, cabe suponer que el estilo de comunicación
preferido de los asesores puede haber estado influido por el grado en que hicieron
hincapié en su objetivo de establecer relaciones en el trabajo con sus clientes. Un
análisis de regresión de los datos de la encuesta parece respaldar esta suposición, ya
que revela una fuerte correlación entre un estilo de comunicación indirecta y la
preferencia por establecer relaciones. También revela que los asesores que se
identifican como "directores" tienden a verse a sí mismos como poseedores de un
El Persuasor Oculto: El papel del consejero en... 473
estilo de comunicación directo, mientras que los que se consideran "sirvientes"
tienden a calificar su estilo de comunicación como indirecto.
Una dimensión adicional del estilo de comunicación se refiere al medio de
comunicación que los asesores prefieren utilizar para comunicarse con sus clientes.
Asesores
tienden a emplear dos formas básicas de medios para asesorar a los clientes: oral y
escrito. Por lo tanto, la Superintendencia pidió a los asesores de la UE que
clasificaran sus preferencias de medios en una escala de 1 (oral) a 5 (escrito). La
mayoría (51%) dio igual peso (2,5-3,5) a ambas formas, mientras que el 31% tendió
a preferir las comunicaciones orales (1-2) y el 18% tendió a preferir las escritas (4-
5). Aunque un análisis de regresión de los datos mostró que las preferencias de los
subgrupos regionales y los géneros no diferían significativamente del grupo en su
conjunto, demostró con bastante fuerza que quienes preferían una comunicación
directa también tendían a favorecer el medio oral, mientras que los que favorecían
las formas indirectas tendían a preferir el medio escrito para comunicarse con sus
clientes.
Los asesores, al ser humanos, pueden tender a expresar sus emociones mientras
asesoran a sus clientes. También pueden considerar que la expresión adecuada de
las emociones forma parte de su estilo de comunicación y, de hecho, consideran que
esa expresión contribuye a su eficacia como asesores en el proceso de negociación.
En la Encuesta sobre estilos de asesoramiento, se pidió a los asesores de la UE que
calificaran su tendencia a la expresión de emociones de 1 (alta) a 5 (baja). Los
setenta y un encuestados se distribuyeron entre las cinco categorías de la siguiente
manera: 1,0-2,0 (17), 2,5-3,5 (31) y 3,5-5,0 (23), lo que indica que el grupo se
distribuyó con relativa normalidad entre los de expresión emocional alta (entre 1 y
2, con un 32,39%), expresión emocional media (entre 2,5
y 3,5, con un 43,66%), y una baja expresión emocional (entre 4 y 5, con un
32,39%). Con respecto a las tendencias regionales, casi la mitad (42,11%) de los
asesores de Europa oriental se clasificaron como de baja expresión emocional (4-5),
mientras que sólo el 20% de los asesores de Europa mediterránea se clasificaron de
manera similar. Además, una mayor proporción (28%) de los asesores del
Mediterráneo se clasificaron como de alta expresión emocional, mientras que sólo
el 10,53% de los asesores de Europa oriental se clasificaron en esa categoría. Existe
también una fuerte correlación entre el objetivo de un asesor de establecer relaciones
y su tendencia a la expresión emocional, ya que un análisis de regresión de los datos
de la encuesta sobre estos puntos reveló que los asesores aptos para hacer hincapié
en el establecimiento de relaciones como objetivo de asesoramiento también
tendían a indicar que su estilo de comunicación empleaba la expresión emocional.
El proceso de negociación casi siempre presenta riesgos para los negociadores y sus
asesores, riesgos que surgen de la necesidad de divulgar información, de probar
nuevos enfoques de los problemas, de confiar en la otra parte o de tolerar
incertidumbres en un curso de acción propuesto. La disposición a asumir riesgos
es, por lo tanto, una parte importante del estilo del negociador y del asesor en el
desempeño de sus respectivas funciones. En el sur- vey de los estilos de
asesoramiento, se pidió a los asesores de la UE que se calificaran en una escala de
cinco puntos con respecto a su voluntad de asumir riesgos, siendo uno de ellos una
alta inclinación a asumir riesgos y cinco una baja tolerancia al riesgo. La
preferencia por el riesgo entre los 71 asesores se distribuyó de manera relativamente
uniforme. Casi un tercio de los asesores (32,39%) se consideraban a sí mismos
como personas que asumían altos riesgos, clasificándose entre 1 y 2,
mientras que un número casi igual (29,58%) se clasificó como de bajo riesgo (4-5).
Un porcentaje mayor de asesoras (39,47%) se clasificaron como personas de bajo
riesgo que sus homólogos masculinos (15,63%). Sin embargo, tanto los hombres
como las mujeres tenían casi la misma probabilidad de ser personas de alto riesgo
(31,25 frente a 34,21%). Entre los tres grupos regionales, el 42,11% de los asesores
de Europa oriental y el 33,33% de los de Europa septentrional se clasificaron cada
uno de ellos como personas que asumían altos riesgos, pero sólo el 24% de los
asesores de la región del Mediterráneo se clasificaron de manera similar.
Dado que los asesores trabajan como parte de un equipo cuya función es llevar a
cabo negociaciones, en el Estudio se preguntó a los asesores de la UE sus
preferencias con respecto a la organización del equipo. Concretamente, ¿preferían
un equipo basado en un solo líder (con una clasificación entre 1 y 2 en el
cuestionario de la encuesta), en la toma de decisiones por consenso (con una
clasificación entre 4 y 5) o en alguna combinación de ambos (con una clasificación
entre 2,5 y 3,5)? Las preferencias entre los 71 asesores de la UE se distribuyeron
casi por igual, ya que 22 (30,99%) optaron por un líder, 27 (38,03) favorecieron la
toma de decisiones por consenso y 22 (30,99) prefirieron alguna combinación de los
dos. Sin embargo, hubo diferencias significativas entre los grupos regionales. Así,
un mayor número de asesores de la Europa mediterránea (40,00 %) prefirió una
estructura de equipo con un solo líder (calificación de 1-2), en comparación con el
22,22 y el 31,58 % de la Europa septentrional y oriental respectivamente. Por otra
parte, un número considerablemente mayor de asesores de Europa septentrional
(55,56%) optó por una organización de equipo de consenso (calificación de 4-5)
que los asesores de Europa mediterránea (28,00%) o de Europa oriental (26,32%).
El propósito del artículo ha sido comprender mejor el papel de los asesores en los
procesos de negociación y de toma de decisiones en grupo y sugerir formas en que
ese conocimiento puede ser útil para las personas que participan en las
negociaciones y en la toma de decisiones en grupo. Por consiguiente, el artículo
concluye con un breve asesoramiento para cada uno de los tres grupos
particularmente interesados en estos procesos: académicos, negociadores y
asesores.
Un mayor estudio por parte de los estudiosos del papel de los asesores puede
permitirles obtener nuevas posiciones y conocimientos sobre la dinámica de las
negociaciones. Por lo tanto, sin el conocimiento de los roles de asesoramiento de
Rosalynn Carter, Azor Weisman y Moshe Dayan en Camp David, no se pueden
entender completamente las razones de los resultados de las conversaciones de
Camp David. Centrarse sólo en las acciones de los tres protagonistas principales
-Begin, Sadat y Carter- da una imagen incompleta y distorsionada de lo que ocurrió
en esa negación. De la misma manera, centrarse en Reagan en la Cumbre de
Reykjavik sin entender el papel de Shultz o en John Kennedy en la crisis de los
misiles en Cuba sin examinar el papel de su hermano Robert no cuenta toda la
historia de esos dos importantes
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