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Actividad 07 Toxicologia
Actividad 07 Toxicologia
VIDEO DE LAS ESTRATEGIAS SOBRE LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN LA TOXICIDAD DE LOS
METALES Y GASES
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VIDEO DE LAS ESTRATEGIAS SOBRE LOS FACTORES QUE INFLUYEN EN LA TOXICIDAD DE LOS
METALES Y GASES
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Gases combustibles: son aquellos gases cuyos componentes funcionan como combustibles, por lo
cual son utilizados para la producción de energía térmica. Algunos de ellos son el gas natural, el gas
licuado de petróleo y el hidrógeno.
Gases industriales: son aquellos gases manufacturados, que se comercializan al público para
distintos usos y aplicaciones, como por ejemplo para los sectores de la salud, la comida, protección
ambiental, metalurgia, industria química, seguridad, entre otros. Algunos de estos gases son el
oxígeno, nitrógeno, helio, cloro, hidrógeno, monóxido de carbono, propano, metano, óxido nitroso,
entre otros.
Gases inertes: son aquellos gases que bajo condiciones de temperatura y presión específicas, no
generan ninguna reacción química o una muy baja. Son el neón, argón, helio, kriptón y el xenón. Se
utilizan en procesos químicos en los que son necesarios elementos no reactivos.
Los metales entran, se acumulan y se depositan en los diferentes lugares a los cuales son afines,
afectando a los nutrientes y minerales ya sea porque los consumen o los desplazan, con el consiguiente
daño para la salud
Es por esto que es importante eliminarlos, ya sea modificando la alimentación de la persona o realizando
terapias de quitación, en las que cada semana se aplica al paciente un suero selectivo que "arrastra" a los
metales fuera del organismo.
Ya que estamos permanentemente expuestos a los metales pesados y tóxicos, el riesgo de padecer
trastornos debidos a la concentración de estos elementos en el cuerpo es bastante alto. Ejemplo:
– Plomo: anemia, esclerosis, fatiga y cáncer de riñón.
– Mercurio: autismo, depresión y problemas del aparato respiratorio.
– Cadmio: cáncer de próstata, bronquitis, infertilidad y enfermedades vasculares.
– Cobre: daño en el hígado, los riñones, anemia, irritaciones del intestino delgado e intestino grueso.
– Manganeso: daño en el páncreas, el hígado, el sistema nervioso central, asociado al Parkinson.
– Zinc: dolor de estómago e infección de las mucosas.
– el agua: debido a una descontaminación insuficiente del agua o a las tuberías de plomo, tal vez
estemos ingiriendo a diario metales pesados a través del agua que bebemos, con la que nos duchamos,
limpiamos o cocinamos.
– el aire: el aire que solemos respirar está contaminado por la industria, la combustión de los coches…
Los metales pesados se acumulan en el aire en forma de partículas que respiramos o que se incorporan a
nuestro organismo por la piel.
– los alimentos: en agricultura o ganadería se utilizan productos nocivos que transportan metales
pesados, lo que contamina plantas, verduras, frutas, carnes e incluso pescados
Lamentablemente, si el agua está contaminada, y la gente tiene que bañarse, tomar el agua, etc., no se
puede evitar el contacto con los metales pesados, es decir que no hay una medida directa como por
ejemplo hervir el agua en el caso de contaminación bacteriana, así que es imposible tomar una medida
directa, pero sí se puede prevenir evitando que los metales lleguen al agua y al suelo. Es necesario
entonces controlar las fuentes de contaminación con metales pesados; prevenir que estos se difundan en
el medio ambiente evitando que los desechos que contienen metales pesados lleguen a él.
PREVENCIÓN:
–Dejar correr el agua del grifo antes de beberla, especialmente si no se ha utilizado en las últimas horas.
Esto se debe a que el estancamiento de las aguas favorece el aumento de la concentración de los metales
pesados.
–No beber el agua caliente procedente del grifo. Habitualmente, los metales pesados se presentan en
mayor concentración en agua caliente, ya que presenta una mayor capacidad de disolución de metales
pesados.
–Aislar bien las conducciones y manantiales para evitar que, por escorrentía, lleguen aguas
contaminadas de vertederos, de lixiviados, aguas contaminadas con plaguicidas etc.
–Si el problema está en que nuestras tuberías son de algún metal pesado se recomienda la sustitución de
las conducciones.
–Los manantiales o pozos deben estar alejados de vertederos o de aguas residuales.
–Hoy en día existen tratamientos que pueden reducir las altas concentraciones de ciertos metales
pesados en las aguas de consumo humano.
https://www.youtube.com/watch?v=hO5eZtGONCI