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Nacimiento y Evolución
Con la llegada de los españoles al Perú desde el inicio de la Conquista, en los
afanes de construir el Nuevo Mundo comenzaron a arribar sucesivamente una serie de
estilos arquitectónicos expandiéndose por todo el territorio del Virreinato, este traslado
de modalidades estéticas o corrientes artísticas se dieron en el territorio americano casi
cien años después de aparecer en Europa, debido en principio a la lentitud de las
comunicaciones entre los dos continentes, plasmándose cada uno de ellos según la
manera en que eran recibidos y aceptados por las sociedades de cada ciudad de
entonces. El primer estilo fue el Gótico. Durante la segunda mitad del S. XVI se
empezaron a trabajar las cubiertas de los templos y conventos con juegos de lacerías
nervadas y techados mudéjares, los que fueron abandonados debido a la acción de los
sismos que no dejó mucho en pie, impidiendo que el estilo comenzara a tomar una
expresión particular muy suya, propia de la región. De ese estilo queda en Lima como
muestra de una producción tardía el artesonado de la Antesacristía de la Iglesia de San
Agustín (Foto 1.-) el artesonado del Principal del Convento de Santo Domingo. Al Gótico
que duró poco más de 50 años le sucedió el Renacimiento a fines del S. XVI. La expresión
regional de este estilo en nuestro medio duró poco menos de cien años y no llegó a
cristalizarse porque a pesar de las precauciones estructurales los constructores aún no
podían protegerse de la acción de los sismos, a lo que se sumó el arribo de nuevos aires
de libertad estilística presentada por el Manierismo que abría inesperados panoramas de
producción arquitectónica, escultórica, musical y pictórica.
2.- Otro cambio lo constituye el desaparecer las espadañas que son unos
decorados muros altos que tienen ventanas donde cuelgan las campanas, creando en su
vez dos torres de planta cuadrada con cuatro ventanas en donde se ubican las campanas.
4.- Los espacios vacíos de las portadas se llenan con decoración bastante
diversificada con elementos lineales y motivos que son proporcionados tanto por la
naturaleza de nuestro territorio como por la simbología religiosa secular.
5.- Las fachadas que en el Renacimiento eran básicamente planas con muy poca
profundidad, en el barroco toman mayor desenvolvimiento desdoblándose en varios
planos que se van desplazando en profundidad con gran movimiento hacia adelante y
hacia atrás, manejando de esta manera un volumen considerable de edificación.
7.- Cabe remarcarse que el esplendor del Barroco coincide con un maravilloso
desenvolvimiento del ancestral caudal místico indígena donde sus apus son mostrados
como una fuerte expresión de profunda vivencia religiosa. Esto lo podemos apreciar por
ejemplo en la foto 11 que nos demuestra una vasta y singular imaginería vernacular.
El mestizaje de la Arquitectura.
Se dieron varias circunstancias que favorecieron la aproximación del individuo
mestizo a la arquitectura, entre otras artes. Una es que la demanda de la producción
artística (arquitectura, pintura, escultura, libros, grabados, música, etc.) iba en
aumento por el desarrollo de la catequesis y la proliferación de templos, otra razón del
desarrollo del estilo fue la cantidad de órdenes religiosas que habían seguido a las
primeras que se asentaron en Lima y se desperdigaron por cada ciudad y pueblo del
territorio del Virreinato. Además, en un principio los primeros recursos de obras de arte
religioso y suntuario era requeridos directamente de España a través de su única
conexión oficial con las Indias que era la ciudad de Sevilla, de esta manera el arte
sevillano desarrollado dentro del Renacimiento y en especial del Manierismo se hizo
presente en todas partes donde hubiera un edificio público, templo, convento o
monasterio, casas de españoles o mestizos. Además por esta razón de exclusividad y de
abastecimiento al Nuevo Mundo en Sevilla se dio el nacimiento y desarrollo de talleres de
producción artística de todas las artes en un deseo de proveer de estas obras a casas,
Iglesias y Conventos con una gran variedad de pinturas y esculturas de los más diversos
artistas. Sevilla era una inagotable fuente de producción de arte y de formación de
talleres y escuelas.
Existe otra razón para la difusión del estilo: inicialmente los creadores de las
edificaciones eran especialistas venidos de Europa en los Siglos XVI y XVII pero ya en este
siglo la producción requirió de asistentes y ayudantes que no era necesario traer de
Europa por lo que se recurrió a gente de la región, en especial a mestizos que tuvieran
predisposición para el trabajo de la construcción, pintura, escultura y música. Para esta
gente que tenía condiciones para la producción artística constituyó un suceso muy
importante en su vida ahondarse en los nuevos conocimientos que solo poseían los
especialistas venidos de España. Comienzan a aparecer los mestizos, primero en los
trabajos específicos en determinadas partes de las obras, hasta concluir por hacerse
cargo de la totalidad de las obras que se les encomiendan. La gran cantidad de
creaciones que quedan regadas por el extenso territorio del virreinato dan cabida a los
brazos de gente deseosa de expresar su ancestral sentir de la tierra mostrándonos de
manera imperecedera la habilidad creadora y condiciones de músico, pintor, tallista,
alarife, aparejador y picapedrero nunca vistas antes; esto se puede apreciar por ejemplo,
en los capiteles de las columnas del primer patio de la casa Velarde-Álvarez de Ayacucho
donde talladores de la época prehispánica que anteriormente laboraron en las
edificaciones de piedra de la cultura Inca que vemos en Cusco y otros lugares, se
dedicaron a trabajan en estas construcciones Virreinales por haber decaído su demanda
ante la desaparición del Imperio. La muy alta calidad de la obra producida ofrece un
enorme contraste con la humildad con que fueron realizadas ya que no se guarda registro
de los nombres de sus autores.
Matías Maestro
Es imposible seguir adelante sin referir la vastísima producción de
retablos producidos en todo nuestro territorio, gran parte de los cuales ya no existen,
donde el mestizo volcó todo su entrañable sentimiento y su deleite por la creación.
Desafortunadamente, en el S. XIX, con la intervención de Matías Maestro en
representación de la Iglesia Católica manifestándose en contra del estilo Barroco por
considerarlo inadecuado a los principios de la Iglesia, se destruyó extraordinarias obras
de arte en Conventos e Iglesias, especialmente en Lima. Donde ahora se aprecia un
retablo Neoclásico hubo uno Barroco que lo superó ampliamente. Esto se percibe con
claridad en las Iglesias de San Francisco y La Merced de Lima donde los Retablos Mayores
barrocos fueron reemplazados por los retablos neoclásicos que ahora se observan. Los
retablos Barrocos, retirados de su ubicación en los altares fueron quemados en una pira
en cada patio o claustro en todos los Conventos y Monasterios.