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Volumen 7

‘EC^eino deíjiat ‘Divino en medio


de [as Criaturas

Liéro de Cieto
La [[amada de Dios a [a creatura para que regrese a[
orden, a su puesto y a íafinatidad
para [a cua[fue creada .

LUISA PICARRETA
“La pequeña hija de la Divina Voluntad”
Ia Edición 1998
ISBN 958-95788-2-9
ISBN 958-95788-3-7
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ZARAGOZA # 177 I N T . 4 - a 2 c i a d r a s
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11 c - J - - - 1
T e l . / Fax. 614-76-62
Jesús habla en modo admirable de la -- constancia

Continuando mi habitual estado, tan pronto vino el bendito


Jesús y me dijo:
"Hija mía, cuánto es necesario que el alma sea constante en
hacer el bien que ha comenzado, porque ciertamente tiene
principio, pero no tendrá fin, y no teniendo fin, es necesario que
se uniforme a los modos del eterno Dios.
\

Dios es justo, es santo, es misericordioso, es Aquél que


contiene todo, ¿pero acaso nada mas un día? No, siempre,
siempre, siempre. Así el alma no debe ser un día paciente,
humilde, obediente, y otro día impaciente, soberbia, caprichosa.
Estas son virtudes rotas, es un mezclar negro y blanco, luz y
tinieblas, todo es desordenado, todo es confusión, modos todos
desiguales de su Creador.
En dicha alma, hay guerra continua, porque las pasiones le
hacen guerra, y ellas viéndose nutrirse frecuentemente, esperan
la victoria. Por parte de los demonios, de las criaturas, y aún las
mismas virtudes viéndose defraudadas, terminan con nausearla.
Si se salvan dichas almas, ¡oh, cuánto tendrá que trabajar el
fuego del purgatorio! En cambio para el alma constante todo
es paz; ya la sola constancia hace estar todo en su
lugar; ya las pasiones se sienten morir, ¿y quién es
que estando cerca de morir piensa en hacerle
guerra a alguien? La constancia es espada que
pone todo en fuga, es cadena que ata todas las
virtudes, de modo que se siente por ella acariciada
continuamente, y el fuego del purgatorio nada
trabajará porque la constancia ha ordenado todo y
la ha hecho igual a los modos del Creador”.

Febrero 9, 1906 (2)


La unión de nuestras acciones con aquéllas de
Jesús es garantía para salvarse

Continuando mi habitual estado apenas vi la


sombra del bendito Jesús, todo afligido y casi en
acto de mandar castigos. Yo al verlo le dije: ”Por
el modo como ha sido todo, ¿quién podrá escapar
no sólo de los castigos, sino de la misma
salvación?”.
Y El, cambiando de aspecto dijo:
"Hija mía, la unión de las obras humanas con las
mías es garantía para salvarse, porque si dos
personas trabajan en un mismo terreno, el trabajar
en aquel terreno es garantía que los dos deberán
recoger. Así, quien une sus obras con las
mías es como si trabajara en mi terreno, por

5 FcbRERo 9, 1906 (2)


consiguiente, ¿no tendrá que recoger en mi Rei- ^no?
¿Acaso tendrá que trabajar unido conmigo en mi
terreno y tendrá que recoger en un reino que es a mí
del todo extraño? Claro que no.

Febrero 12, 1906 (3)


Como las otras virtudes nos hacen alcanzar una
cierta altura, pero la altura del muro de la Divina
Voluntad no tiene confines

Fncontrándome en mi habitual estado me sentía


toda oprimida por la privación de mi bendito Jesús,
entonces tan pronto vino y me dijo:
r'7' Hija mía, todas las otras virtudes de las
criaturas fabrican un muro de determinada altura,
pero el muro del alma que vive en la Voluntad de
Dios es un muro tan alto y profundo, que no se
encuentra ni la profundidad, ni la altura, y es todo
de oro puro y macizo, no sujeto a ninguna
desgracia, porque estando este muro en el Querer
Divino, esto es, en Dios, Dios mismo lo cuida, y
contra Dios no hay potencia que valga. Y el alma,
mientras vive en este Querer Divino, es revestida
de una luz semejante a Aquél en donde vive. Tanto
es así, que también en el cielo

FEbRERo 12, 1906 (?) 6


resplandecerá más que los demás, y será para los
mismos santos ocasión de mayor gloria.
Ah hija mía, piensa un poco qué ambiente de
paz, de bien, contiene la sola palabra 'Voluntad de
Dios". Ya sólo que el alma piense de querer vivir
en este ambiente, ya se siente cambiada, siente una
aire divino que la reviste, se siente perder el ser
humano, se siente divinizada; ella de impaciente se
vuelve paciente; de soberbia, humilde, dócil,
caritativa, obediente; en fin, de pobre se vuelve
rica; ya todas las virtudes salen a hacerle corona a
este muro alto que no tiene límite, porque como
Dios no tiene límtes, así el alma queda abismada en
Dios, pierde los confines propios y adquiere los
confines de la Voluntad de Dios.

Febrero 23, 1906 (4)


Como Jesús quedó clavado en la cruz en la
Voluntad de su Padre hasta en sus más pequeñas
partículas

£sta mañana estaba pensando en Nuestro Señor


en el acto que lo clavaban en la cruz y lo estaba
compadeciendo y el bendito Jesús me dijo:
"Hija mía, no fueron sólo las manos y pies que
fueron clavados en la cruz, sino todas las partículas
de mi humanidad, del alma y de la divinidad
quedaron clavadas todas en la Voluntad del Padre,

7 FEbRERo 25, 1906 (4)


porque la crucifixión fue Voluntad del Padre, por
eso quedó todo en su Voluntad clavado y
transformado, y esto era necesario, porque, ¿qué
cosa es el pecado si no un retirarse de la Voluntad
de Dios, de todo aquéllo que es bueno y santo y que
Dios nos ha dado, creerse por sí mismo cualquier
cosa, y ofender al propio Creador? Y yo, para
reparar esta audacia y este ídolo propio que se hace
la criatura de sí misma, quise perder del todo mi
voluntad y vivir de la Voluntad del Padre a costa de
grande sacrificio.

Febrero 28, 1906 (5)


Cómo el honor más grande que se le puede dar a
Dios es el hacer su santa Voluntad. Modo como se
comunica la gracia

£sta mañana el bendito Jesús cuando se hizo ver


me dijo:
’’Hija mía, el honor más grande que la criatura
pueda darle a Dios como Creador, es el depender en
todo de su Voluntad Divina, y el Creador viendo que
la criatura hace su deber de criatura hacia el Creador
le comunica su gracia".
Y mientras así decía, salía una luz de Jesús
bendito que hacía comprender el modo como
comunica la gracia. Y yo comprendía así: que el
alma, por ejemplo, siente en sí misma un

8 FEbRERo 28, 1906 (?)


aniquilamiento de ella, ve su nada, su miseria,
inhábil para hacer una sombra de bien. Ahora,
mientras se siente de este modo, Dios le comunica
su gracia, y la gracia de la verdad, por lo cual, el
alma ve en todo la verdad sin engaño, sin
tinieblas, y he aquí que aquello que Dios es por
naturaleza; verdad eterna que no puede engañar ni
ser engañada; el alma lo obtiene por gracia. Es
decir, el alma siente un desinterés de las cosas de
la tierra, ve su fugacidad, inestabilidad, cómo todo
es falso, todo es podredumbre, que merecen ser
aborrecidas en lugarde ser.
Mientras el alma se siente en este estado, Dios
comunica su gracia y la gracia del verdadero amor
y del amor eterno, comunica su belleza en modo
de hacer enloquecer al alma amante, y es así como
queda colmada del amor y de la belleza de Dios.
He aquí que aquello que Dios es por naturaleza:
amor y belleza eterna, el alma lo adquiere por
gracia, y así de todas las demás virtudes divinas, y
si quisiera decir todo me alargaría, sólo agrego
que la gracia previene al alma, la estimula, y
entonces se comunica al alma y entra a tomar
posesión cuando mastica aquellas verdades y
como alimento las consuma en el

FEbRERo 28, 1906 (j) 9


propio seno, por eso no todos reciben los efectos
ya mencionados porque como rayos se le escapan
de la mente y no toman parte.

Marzo 4, 1906 (6)

Jesús bromea con el alma


Continuando mi habitual estado, estaba
diciendo entre mí: "Señor, manifiéstame tu
Voluntad, si debo o no estar en este estado ¿Qué
pierdes? Un sí o un no. ¿Qué me dices?.
Mientras esto decía, el bendito Jesús se hizo
escuchar en mi interior y me dijo:
"Hija mía, digo que quisiera que salieras de este
estado de víctima, pero si lo haces, ¡ay de ti!".
Y yo: "Si tú mismo me dices que quisieras que
salga, ¿no debo hacerlo?".
Y El: "Debo decírtelo, incitarte, violentarte, y
con todo esto no lo debo hacer, porque una hija
que está siempre con su padre debe conocer el
temperamento de su padre, el tiempo, la causa;
debe todo muy bien considerar y si es necesario,
debe disuadir al propio padre de darle aquel
mandato.
Y yo: "No lo he hecho porque la obediencia no
quiere”.

Marzo 4, 1906 (6) 10


Y El sin darme tiempo: ”¡Oh, si te lo permiten,
pobre de aquél que lo haga!”.
Yo al escuchar eso dije: ”Señor, parece que esta
vez quieres tentarme y crearme tantos obstáculos,
yo misma no sé más cómo regularme”.
Y El: ’’Quise bromear un poco contigo, ¿acaso
no bromean alguna que otra vez los esposos entre
sí? ¿Y yo no podía hacer lo mismo?”.

Marzo 5, 1906 (7)


Ve a Jesús con la corona de espinas. Jesús le pide
que lo consuele. Ve a un hombre suicidarse

Continuando mi habitual estado, me encontré


fuera de mí misma junto con el bendito Jesús todo
afligido. Yo al verlo así de afligido le dije:
"Querido mío, dime, ¿qué cosa quieres? ¿Por
qué sufres para consolarte?”.
Y El se ponía con la cara en la tierra y pedía que
yo pudiera interpretar su Voluntad, pero yo no
entendía nada, lo levanté de la tierra, lo besé
varias veces y le dije:
"Querido mío, no entiendo qué cosa quieres,
¿quiéres que sufra la crucifixión?".
Y El: "No", y tomó el brazo en su mano y se
veían mis muñecas fuera de la camisa, y yo al ver
MARZO 5, 1906 (7) 11
esto le dije:
"¿Quiéres que mi brazo esté descubierto? Siento
mucha repugnancia, pero por amor tuyo me
someto".
En esto vi a un hombre que tomado por la
desesperación y por la estima propia, se suicidaba,
y ésto en nuestro país. El niño Jesús me dijo: "No
puedo contener tanta amargura, recibe tú una
parte", y versó en mi boca un poco de su
amargura. Yo corrí con aquel hombre para
ayudarlo a arrepentirse del mal que había hecho, y
los demonios tomaban aquella alma y la ponían al
fuego y la volteaban y la volvían a voltear como si
la rostizaran. Yo por bien dos veces lo liberé y me
encontré en mí misma pidiendo al Señor que
tuviera misericordia con aquella alma
desventurada.
El bendito Jesús regresó con la corona de
espinas y tan adentrada en la cabeza, que las
espinas estaban ya dentro de la boca y me dijo:
"Ah, Hija mía, y sin embargo muchos no lo
creen que las espinas penetraron hasta dentro de

12 MARZO 5, 1906 (7)


la boca. Es tan horrible el pecado de la soberbia,
que es veneno al alma que la mata, y así como
quien tiene una cosa atravesada en la boca le
impide que pase algún alimento al cuerpo para
darle vida, así la soberbia impide la vida de Dios
en el alma, por eso quise sufrir tanto por la
soberbia humana, ¡y con todo esto la criatura llega
a tanta soberbia, que como un borracho de
soberbia, pierde el conocimiento de sí mismo y
llega a matarse el cuerpo y el alma!”.
Lo digo por obedecer, ya que habiéndole dicho
al padre lo que está escrito anteriormente, me
aseguraba que aquella mañana un hombre se había
suicidado.

Marzo 9, 1906 (8)


Ve las almas purgantes yendo en ayuda de los
pueblos

Continuando mi habitual estado, de pronto veía


al bendito Jesús y a tantas almas purgantes que
Jesucristo mandaba en ayuda de los pueblos, en los
cuales parecía que debían suceder tantas desgracias
de enfermedades contagiosas, y terremotos en
algunos lugares. Y siendo así, se mataban, unos se
tiraban en los pozos, en los mares, y había quién
mataba a otros, parecía que el hombre estaba
cansado de sí mismo, porque sin

13 MARZO 9, 1906 (8)


Dios no siente la fuerza de continuar la vida. ¡Oh
Dios, cuántos castigos, y cuántos miles de personas
serán víctimas de estos flagelos!.

Marzo 13, 1906 (9)


Cómo el alma se encuentra en Dios

Psta mañana el bendito Jesús no venía y yo me


decía entre mí: "Señor, ¿no ves que siento que me
falta la vida? Siento tanta necesidad de ti, que si tú
no vienes, siento que se me destruye mi ser. No me
niegues aquello que me es absolutamente necesario,
no te pido besos, caricias, favores, sino sólo lo
necesario".
Mientras esto decía me encontré toda absorbida
en El, todo mi ser perdido, en modo que no podía
hacer otra cosa más que lo que me hacía ver El
mismo. Me sentía gozosa, feliz, todas mis potencias
adormecidas, es decir, como uno que está en lo
profundo del mar que es todo agua, si ve, ve agua; si
habla, el agua le impide la palabra y le entra hasta las
entrañas; si oye, es el murmullo de las aguas que le
entra por los oídos. Con esta diferencia: que en el
mar hay peligro de la vida y no se siente ni feliz, ni
gozosa, en cambio, en Dios se adquiere la vida
divina, felicidad y gozo.
Entonces el bendito Jesús me dijo: ’’Hija mía, si
tú no puedes estar sin mí, y tanto te soy necesario, es

14 Abml 17, 1906 (io)


signo que tú eres necesaria a mi amor, porque según
uno se siente necesario a otro, es signo que es
necesario al otro, por eso si bien alguna vez parece
que no debo venir y tú te afliges, y veo la necesidad,
ésta crece también en mí, y me digo a mí mismo: ?
r
Voy a tomar este consuelo por mi amor". Es por eso
que después de que tú has sufrido yo vengo".

Abril 17, 1906 (io)


Ve ciudades inundadas de agua, de fuego y de
terremotos

£sta mañana la pasé mal, me encontraba fuera de


mí misma y no veía mas que fuego, parecía que se
abría la tierra y amenazaba con tragarse ciudades,
montes y hombres, parecía que el Señor quisiera
destruir la tierra, pero en modo especial parecía que
en tres distintos puntos, uno lejano del otro, y uno de
estos era en Italia. Habían tres bocas volcánicas que
mandaban fuego e inundaban la ciudad, y había
dónde se abría la tierra y sucedían horribles
sacudidas de terremotos, yo no entendía muy bien si
estaban sucediendo o si bien deberán suceder,
¡cuántos desastres!.

Marzo 15, 1906 (») 15


Y sin embargo la causa de ésto es sólo el pecado,
y el hombre no quiere ceder, parece que el hombre se
ha puesto en contra de Dios. Y Dios armará los
elementos contra del hombre: el agua, el fuego, el
viento y tantas otras cosas, y harán morir muchos y
muchísimos, ¡qué susto, qué horrible! Me sentía
morir al ver todas estas escenas dolorosas, hubiera
querido sufrir cualquier cosa para aplacar al Señor.
Apenas el Señor se hizo ver, ¿pero quién podría
decir cómo? Le dije alguna cosa para aplacarlo, pero
no me hacía caso, después me dijo:
"Hija mía, no encuentro más dónde descansar en
mi creación. Hazme reposar en ti, y tú repósate en mí
y calla".

Abril 25, 1906 (ii)


Sufre con Jesús quien le da todos sus sufrimientos y
todo sí mismo en don

Encontrándome en mi habitual estado, me parecía


ver a Jesús bendito todo afligido dentro de mí en el
acto de sufrir la crucifixión, y yo sufría un poco
junto con El, y después me dijo:
"Hija mía, todo es tuyo: de mis sufrimientos y de
todo mi ser te hago un don", después añadió: "Hija
mía, ¡cuánto me ofenden las criaturas! ¡Qué sed de
pecados tienen! ¡Qué sed de sangre! ¡No quisiera

Abstil 25, 1 906 (ii) 16


hacer otra cosa que esterilizar la tierra e incendiarlos
a todos!".
Y yo: "Señor, ¿qué dices? Me habías dicho que
eres todo mío. Y uno que se da a otro no es más
dueño de sí mismo. Yo no quiero que hagas aquéllo,
y tú no lo debes hacer. Si quieres satisfacción, hazme
sufrir a mí lo que quieras, que estoy lista a todo".
Entonces me lo sentía dentro de mí, como si lo
tuviera amarrado, y El que me repetía
continuamente: "¡Déjame hacer que ya no puedo!".
Y yo que le repetía: "¡No quiero Señor, no
quiero!". Pero mientras esto decía me sentía
despedazar el corazón por ternura al ver su bondad
condescendiente hacia un alma pecadora la cual soy
yo. Comprendía tantas cosas de la bondad divina,
pero no sé decirlas bien.

Abril 26, 1906 (i2)


Jesús no le quiere hacer ver los castigos para no
afligirla

Continuando mi pobre estado, sentía personas


alrededor de mi cama que querían que yo viera los
castigos que estaban sucediendo en el mundo, es
decir, terremotos, guerras y otras cosas que yo no
entendía muy bien, para hacerme interceder ante el
Señor, me pareció que eran Santos, pero no sé

Abril 26, 1906 (12) 17


decirlo. En esto, salió el bendito Jesús de dentro de
mi interior y les dijo a ellos:
"No me la molesten, no me la aflijan con hacerla
ver escenas dolorosas, sino háganla estar quieta y
déjenla en paz conmigo".
Ellos se fueron y yo me quedé pensativa: quién
sabe qué está sucediendo y ni siquiera quiere
dejarme ver.
Después me encontré fuera de mí misma y veía a
un sacerdote que tomaba el tema de los terremotos
que habían sucedido en los días pasados y decía:
"El Señor está muy indignado creo que no se han
acabado todavía".
Y yo: "¡Quién sabe si nos salvaremos!".
Y aquél, encendiéndose, parecía que el corazón le
latía tan fuerte que yo lo sentía y aquellos latidos
repercutían en mi corazón. Yo no comprendía quién
fuera, pero sentía comunicarme un no sé qué, y él
agregó:

18 Abuil 26, 1906 (i2)


"¿Cómo pueden suceder cosas graves de
destrucciones y de muertes de gente donde existe un
corazón que ama por todos? A lo más se podrá sentir
alguna sacudida, sin nigun daño notable”.
Yo al oir: un corazón que ama por todos, me sentí
como tentada, y yo misma no sé cómo logré decirlo:
"¿Qué dice, un corazón que ama por todos? No
sólo que ama por todos, sino que repara por todos,
que sufre, que agradece, que alaba, que adora, que
respeta la santa ley por todos; porque yo no creo
verdadero amor hacia la persona amada sino se le da
el amor y toda la satisfacción que le deberían de dar
los demás, en modo que en dicha persona debe de
encontrar todo el bien y el contento que debería de
encontrar en todos”.
Aquél al escucharme, más se encendía, se
acercaba en acto de querer estrecharme, yo temía,
sentía vergüenza de haber hablado así, mi corazón
golpeado por sus latidos, me latía fuertemente.
Parecía que se transformaba como si fuera Nuestro
Señor, pero no puedo asegurarlo. Sin poderme
oponer me estrechó a sí diciéndome: "Cada mañana
vendré contigo y desayunaremos juntos”.
Y en eso me encontré en mí misma.

19 Abfiil 26, 1906 (12)


Cómo el alma vacía de todo es como el agua que corre siempre

Continuando mi habitual estado apenas vino mi bendito Jesús,


y llenándome todo mi interior de sí mismo, me dijo:
"Hija mía, el alma vacía es como el agua que corre siempre, y
después se detiene cuando llega al centro de donde salió, y así
como el agua no tiene color, recibe en sí todos los colores que en
ella se representan. Así el alma vacía corre siempre hacia el
centro divino de donde salió, y entonces se detiene cuando llega
a llenarse toda, toda de Dios, porque estando vacía, nada se le
escapa del Ser Divino, y como no tiene color propio, recibe en sí
todos los colores divinos.
Ahora, sólo el alma vacía, estando vacía de todo, comprende
las cosas según la verdad, por lo tanto, la preciosidad del sufrir,
el verdadero bien de la virtud, la sola necesidad del eterno;
porque para amar una cosa, es absolutamente necesario que se
odie aquella cosa contraria a la cosa que se ama, y sólo el alma
vacía es aquélla que llega a tanta felicidad".
Temores y lágrimas. Jesús quiere que escriba todo

Pstaba muy afligida por no haber visto claramente a mi


amable Jesús, además de que el pensamiento me decía que Jesús,
Aquél que es mi vida, no me quería más. ¡Oh Dios, qué penas
mortales sentía mi pobre corazón! No sabía qué hacer para
librarme de aquéllo. Derramé lágrimas amargas y dije para
librarme:
"¿No me quiere más? Y yo por despecho de que El no me
quiere más, lo querré más que antes".
He escrito aquéllo para obedecer. Ya después de mucho
insistir, vino y traía mis lágrimas en su rostro. Yo no entendía
bien el por qué, pero me parecía que aquel pensamiento que me
había incitado y casi excitado a amarlo más, lo complacía y por
lo tanto decía:
"¡Cómo que no te quiero! Te amo tanto que hasta de tus
lágrimas tengo cuenta, y las puse en mi rostro para
complacerme".
Y así después agregó: ’’Hija mía, quiero que seas más precisa,
más exacta, que manifiestes todo al escribir, ya que muchas
cosas las dejas pasar, si bien, tú las asimilas sin escribir, pero
muchas cosas servirán para los demás".
Yo al escuchar aquéllo, quedé confundida,
porque verdaderamente éso lo hago, y es tanta la
repugnancia de escribir que sólo los milagros que
sabe hacer la obediencia podrían vencerme, que de
mi voluntad no sería buena ni para poner una
coma. Sea todo a gloria de Dios y para mi
confusión.

Mayo 6, 1906 (15)


Jesús la hace descansar. Cómo se debe tomar
vida de Dios. Cómo los terremotos serán los
precursores de las cercanas guerras

Continuando mi habitual estado vino el bendito


Jesús con un pan en la mano, como si me quisiera
reanimar, ya que por sus continuas privaciones me
siento tan mal, que parece que apenas un hilo de
vida me mantiene viva, y que sin este hilo quedaría
incinerada y consumada. Ya después de que me
reanimó con aquél pan me dijo:
’’Hija mía, el pan material es alimento y vida
del cuerpo, y no hay partícula del cuerpo que no
reciba vida de este pan, así Dios es alimeto y vida
del alma y no debe existir partícula que no debería
tomar vida y alimento de Dios, es decir: animar
toda sí misma en Dios, como nutrir sus

Mnyo 6, 1906 (ij) 22


deseos en Dios, los afectos, las inclinaciones, el
amor, hacerle tomar alimento en Dios, en modo
que ningún otro alimento debería gustar que Dios
sólo. Pero, oh, ¿cuántos hacen alimentar su alma
de cada clase de suciedad?”.
Después de decir esto desapareció, y me
encontré dentro de una iglesia, y parecía que
estaban varias personas que decían: ’’¡Maldito,
maldito!”. Como si quisieran maldecir al bendito
Señor y también a las mismas criaturas. Yo no sé
cómo, comprendía todo el peso de aquéllas
maldiciones, cómo significaban destrucción de
Dios y de sí mismos y yo lloraba por estas
maldiciones.
Después veía en el altar a un sacerdote que
celebraba, como si fuera Nuestro Señor, el cual,
yendo en medio a los que habían dicho aquellas
maldiciones, dijo con voz solemne y autoritaria:
’’Malditos, malditos", al menos como veinte
veces, y mientras esto decía, parecía que caían
muertas miles de personas: quién por
revoluciones, quién por terremotos, quién en el
fuego y quién en el agua; y me parecía que estos
castigos fueran los precursores de las cercanas
guerras. Yo lloraba, y El acercándose a mí me
dijo:
"Hija mía, no temas que no te maldigo, es más,
te digo: "¡Bendita, mil y mil veces!”. Llora y reza
por estos pueblos.
Jesús habla del estado de víctima

Fsta mañana, habiendo comulgado, veía al


bendito Jesús en mi interior, yo le decía:
’’Querido mío, ¡sal de adentro! ¡Ven afuera,
para que así te pueda estrechar, besar y hablarte!”.
Y El, haciéndome la señal con la mano me dijo:
"Hija mía, no quiero salir, estoy bien en ti;
porque si salgo de tu humanidad que contiene
ternura, compasión, debilidad, temor, sería como
si saliera de adentro de mi humanidad viviente,
porque ocupando tú el mismo oficio de víctima,
debería hacerte sentir el peso de las penas ajenas,
y por lo tanto hacerte descansar. Saldré, sí, pero no
de dentro de ti, sino fuera de Dios, sin humanidad,
y mi justicia hará su curso como conviene para
castigar a las criaturas". Y parecía que más se
adentraba dentro de mí.
Yo le repetía: "¡Señor, sal! ¡Salva a tus hijos,
tus propios miembros, tus imágenes!".
Y El haciendo señal con la mano repetía: "¡No
salgo, no salgo!".
Esto lo repitió más y más veces, me comunicó
tantas cosas de lo que contiene la humanidad, pero
no sé decirlas, las tengo en la mente y no sé
expresarlas con palabras.
No hubiera querido escribir esto, pero la
obediencia no quiso: ¡Fiat, siempre Fiat!.

Mayo 15, 1906 (17)


El alma es como una esponja: si se vacía de sí
misma, se impregna toda de Dios

Continuando mi habitual estado, sentía una


extrema aflicción por la privación del bendito
Jesús y casi cansada y agotada de fuerzas.
Entonces, cuando se hizo ver en mi interior me
dijo:
"Hija mía, es un continuo exprimir lo que el
alma debe hacerse a sí misma, porque el alma es
como una esponja: si se exprime a sí misma se
impregna de Dios, e impregnándose de Dios,
siente la vida de Dios en sí misma, y por
consiguiente, el amor a la virtud, a las tendencias
santas; se siente exprimida ella misma y
transformada en Dios. Y si no se exprime a sí
misma, queda impregnada de sí misma, y por lo
tanto siente todos los efectos que contiene la

25 MAyo 15, 1906 (17)


naturaleza corrompida, todos los vicios
(19)se asoman:
Junio 13, 1906

la soberbia, la envidia, la desobediencia, la


impureza, etc, etc.”.

Mayo 18, 1906 (18)


Jesús duerme y Luisa lo quiere despertar
mintiéndome muy sufrida de alma y de cuerpo
que yo misma no sé cómo vivo, apenas vi al
bendito Jesús en mi interior que reposaba y dormía
tranquilamente. Yo lo llamaba, lo jalaba y El no
me hacía caso. Ya después de mucho esfuerzo me
dijo:
"Querida mía, no quieras turbar mi reposo. ¿No
me dices tú de querer sufrir en lugar mío y de
querer sufrir en tu humanidad todo aquéllo que yo
debía sufrir en mi humanidad si fuera viviente con
la intención de aliviar mis miembros dolientes con
tus sufrimientos, sufriendo tú para dejarme libre,
para que mientras sufras yo me repose?".
Y mientras esto decía se adormentaba más
profundamente y desapareció. Esto que me ha
dicho, son mis continuas intenciones en mis
sufrimientos.

26 Junío 13, 1906 (19)


Luisa, para ser más amada, haría todos los
disparates

M e la paso siempre en continuas privaciones,


a lo más se hace ver de prisa y en mi interior que
se reposa y duerme sin decirme una sola palabra, y
si trato de lamentarme, sale y me dice:
"En vano te lamentas, ¿es a mí a quien quieres?
Pues bien, me tienes en el íntimo de tu interior,
¿qué más quieres? Y bien, si me tienes todo en ti,
¿por qué te afliges? ¿porque no te hablo? Con sólo
verme ya nos entendemos".
O bien, sale y me da un beso, un abrazo, una
caricia, y si ve que no me calmo, me llama la
atención severamente diciendo:
"Me disgusta tu disgusto, y si no te calmas te
haré disgustar de verdad con el esconderme del
todo".
¿Quién puede decir la amargura de mi alma?
Me siento atontada y no sé manifestar aquéllo que
siento; y además, en ciertos estados de ánimo es
mejor callar y pasar adelante.
Entonces, esta mañana cuando apenas lo vi, me
sentí transportada fuera de mí, y no estoy segura si
fue al paraíso. Estaban muchos Santos,
todos incendiados de amor, y la maravilla era que
todos amaban, pero el amor de uno era distinto del
amor del otro. Y yo pues, encontrándome con
ellos, trataba de distinguirme y sobrepasarlos a
todos en el amor, queriendo ser la primera de todos
en amarlo, no tolerando mi corazón tan soberbio,
que los demás me igualaran, porque me parecía
ver que quien más ama está más cerca de Jesús y
es más amada por El. ¡Oh, el alma llegaría a todos
los excesos, no le importaría ni vida, ni muerte, ni
pensaría si le conviene o no, en fin haría también
disparates para obtener este intento, de estar a El
más cercana y de ser amada un poco más por su
sumo y único bien! Pero con mi sumo pesar,
después de breve tiempo, una fuerza irresistible me
recondujo en mí misma.

Junio 15, 1906 (20) Toda la vida divina

consiste en el amor
después de haber sufrido mucho, mi bendito
Jesús vino un instante y me dijo:
’’Hija mía, toda la vida divina se puede decir
que recibe vida del amor: el amor la hace generar,
el amor la hace producir, el amor la hace crear, el
amor la hace conservar y da continua vida a todas
sus operaciones, así que si no tuviera amor no
obraría y no tendría vida.

Junio 15, 1906 (20) 28


Ahora, las criaturas no son otra cosa que chispas
salidas del gran fuego del amor: Dios. Y la vida de
ellos recibe vida y actitud de obrar de esta chispa,
así que también la vida humana recibe vida del
amor; pero no todos se sirven para amar y hacer lo
bello, lo bueno, el todo; sino que transforman esta
chispa quién para amarse a sí mismo, quién a las
criaturas, quién a las riquezas y quién hasta a las
bestias con sumo disgusto de su Creador, que
habiendo emanado estas chispas de su gran fuego,
añora de recibirlas todas en sí una vez más, más
engrandecidas, como otras tantas imágenes de su
vida divina; pocos son aquéllos que corresponden
a la imitación de su Creador.
Por eso, querida mía, ámame y haz que tu
respiro sea un continuo acto de amor para mí, para
hacer así que esta chispa pueda formar un pequeño
incendio, y así dar desahogo al amor de tu
Creador.

Junio 20, 1906 (21)


Sufrimientos, felicidad del sufrir, aspira al cielo

mintiéndome muy sufrida de alma y de cuerpo,


y habiendo pasado la noche con fiebre ardiente,
me sentía quemar y consumar y toda agotada de
fuerzas, me sentía morir, además que no venía;
verdaderamente ya no podía más. Y ya después de

JUNÍO 20, 1906 (21) 29


mucho, me sentí salir fuera de mí misma y veía a
Nuestro Señor dentro de una luz grandísima y a mí
misma toda clavada hasta las más pequeñas
partículas de mis miembros, así que no eran sólo
las manos y pies como otras veces, sino que cada
uno de mis huesos tenía su clavo clavado dentro.
¡Oh, cuántos dolores amargos sentía!, y en cada
mínimo movimiento me sentía desgarrar por
aquellos clavos y decaía continuamente, me sentía
morir; pero resignada y abismada en el Divino
Querer me parecía que fuera llave que abría los
tesoros divinos, y sacaba la fuerza para sostenerme
en aquel estado de sufrimientos y hacerme
contenta y feliz; pero yo ardía, y estos clavos
parecía que producían fuego, y yo estaba toda
sumergida. El bendito Jesús me veía
complaciéndose y me dijo:
’’Hija mía, todo debe reducirse a un punto sólo,
es decir: volverse toda una llama; y esta llama
presionada, golpeada, traspasada, produce una luz
purísima, no como luz de fuego sino de sol,
semejante toda a la luz que me rodea; y el alma
que se vuelve luz, no puede estar lejos de la luz
divina, al contario, mi luz la absorbe en sí misma y
la transporta al cielo. Por eso ánimo, es la
completa crucifixión de alma y cuerpo; ¿no vez

30 JUNÍO 20, 1906 (21)


que tu luz está ya por separarse de la llama y mi
luz la espera para absorberla?”.
Mientras esto decía, yo me vi y veía dentro de
mí una llama grande y de ésta salía una pequeña
flamita de luz que estaba por desprenderse y tomar
el vuelo; ¿quién puede decir mi contento, el pensar
morir, el pensar por siempre estar con mi único y
sumo bien, con mi vida, con mi centro? Me siento
en el paraíso anticipadamente.

Junio 22, 1906 (22)


Continúa a sufrir, vestidura misteriosa similar a
la de Jesús

Continúa mi habitual estado de sufrimientos


cada vez más, el bendito Jesús vino por un poco y
me hacía ver una vestidura toda embellecida y
entera, sin costura ni aperturas que estaba puesta
sobre mi persona. Mientras ésto veía me dijo:
"Querida mía, esta vestidura es semejante a mi
vestidura, dada a ti por haberte participado las
penas de mi pasión y por haberte elegido por
víctima. Esta vestidura protege al mundo, y siendo
santa, ninguno huye de su protección, pero el
mundo con sus abusos no merece que esta
vestidura lo cubra más, para así hacerle sentir todo
el peso de la ira divina. Y yo estoy por retirarla
para poder descargar mi justicia desde mucho

50 JUNÍO 22, 1906 (22)


tiempo contenida por esta vestidura.
En ese momento parecía que la luz vista en los
días pasados estaba dentro de esta vestidura y a
una y a la otra, el Señor las observaba para
absorverla en sí mismo.

Junio 23, 1906 (23)


Temor que la obediencia le haga alguna trampa

Continuando a sentirme mal le había dicho al


confesor lo que escribí anteriormente, callando
alguna cosa que concierne a estas mismas cosas,
en parte por la debilidad extrema que sentía de no
tener fuerzas al hablar, y en parte por temor de que
la obediencia me pudiera hacer alguna trampa. ¡Oh
Dios Santo, qué temor! Sólo Dios sabe cómo vivo,
vivo muriendo continuamente, y mi único alivio
sería el morir para hallar mi vida en Dios, sin
embargo la obediencia que la quiere hacer de
verdugo cruel y tenerme en muerte continua y no
para vivir ya por siempre en Dios. ¡Oh,
obediencia, cuánto eres terrible y fuerte!.
Entonces el confesor me dijo que no lo permitía.
Que debía decir al Señor que la obediencia no
quería. ¡Qué pena amarguísima! Ya que
encontrándome en mi habitual estado, veía a
Nuestro Señor y al confesor que le pedía que no
me hiciera morir. Yo temiendo que le hiciera caso,
52 JUNÍO 25, 1 906 (27)
lloraba, y el Señor dijo:
’’¡Hija, estáte quieta! ¡No me aflijas con tu
llorar! Yo tengo la razón de llevarte, porque quiero
flagelar al mundo, y por consideración a ti y a tus
sufrimientos me siento como atado. El confesor
tiene también razón de quererte tener en la tierra
porque, pobre mundo, pobre Corato, en el estado
en que se encuentra. ¿Pero que cosa será de
aquéllo si ninguno lo protege? Y también por él
mismo, porque estando tú, yo me estaba por medio
tuyo, cuando directamente, diciendo alguna cosa
que le concierne y cuando también indirectamente
a llamarlo, cuando a incitarlo, cuándo a alejarlo de
hacer alguna cosa que a mí no me gustaba,
entonces llamándote a mí, me serviré por medio de
los sufrimientos de él. Pero ánimo, que como están
las cosas, yo me siento más dispuesto a contentarte
a ti que al confesor, y yo mismo sabré cambiar su
voluntad”.
Después me encontré en mí misma, sin decir
que la obediencia no quería; no me parecía
necesario el decirlo, porque viendo al confesor
junto con Nuestro Señor, me parecía que ya
supiera todo.

JUNIO 25, 1906 (27) 51


Junio 24, 1906 (24)

Continúa a suspirar el cielo

^iciéndole al confesor lo que dije anteriormente


se inquietó, porque quería absolutamente que yo
me opusiera al Señor, ya que la obediencia no
quería; qué sé yo, me sentía más mal, el
pensamiento de tantas privaciones del bendito
Jesús me había quemado tanto a lo vivo, que me
hacía anhelar el cielo. Mi pobre humanidad la
sentía a lo vivo y andaba alegando contra la
obediencia. Mi pobre alma la sentía como debajo
de una prensa y no sabía decidir. En esto, vino
Nuestro Señor con un arco de luz en sus manos y
salió un haz también de luz, y tocaba el arco que
Jesús bendito tenía entre sus manos, y el arco
tocado quedó absorvido en Cristo y El desapareció
sin darme tiempo de decirle lo que quería la
obediencia. Yo comprendía que el arco era mi
alma y el haz la muerte.

Junio 26, 1906 (25)


Ve al niño Jesús, la besa y la compadece

Continuando igual, vino el confesor siguiendo a


darme la obediencia, y habiendo venido el niño
Jesús, le dije mis amarguras acerca de la
obediencia, y El me acariciaba, me compadecía y
me daba

Junio 24, 1906 (24) 55


tantos besos. En estos besos me infundía un aliento
de vida y encontrándome en mí misma sentía
fortalecida mi humanidad. Dios sólo puede
entender estas mis penas, porque son penas que no
sé decir. Espero al menos que el Señor quiera dar
luz a quien da estas clases de obediencia. Que el
Señor me perdone, el dolor hace decir hasta
disparates.

Julio 2, 1906 (26)


Con los sufrimientos se forma un anillo a Jesús

Encontrándome en el habitual estado y


continuando un poco más mis sufrimientos,
cuando apenas vino el bendito Jesús me dijo:
"Hija mía, verdaderamente te quiero llevar,
porque quiero estar libre con el mundo".
Parecía que quería probarme, pero yo no le dije
nada de llevarme estando la obediencia en contra,
y también porque me da lástima por el mundo. En
esto, me mostró su mano, tenía en el dedo un
bellísimo anillo con una gema blanca, y de esta
gema colgaban muchos anillitos de oro enlazados
que formaban un hermoso ornamento en la mano
de Nuestro Señor, y El lo estaba mostrando, le
gustaba tanto. Después agregó:
"Esto me lo has hecho tú en estos días pasados
por medio de tus sufrimientos, y yo te estoy
preparando otro más hermoso para ti".

Julio 3, 1906 (27)


Cómo la Divina Voluntad es paraíso para el alma
y para Dios

{-jabiendo recibido la santa comunión, me


sentía toda unida y estrechada a mi divinísimo
Jesús, y mientras me estrechaba, yo me reposaba
en El y El se reposaba en mí, y después me dijo:
"Querida mía, el alma que vive en mi Voluntad
reposa, porque la Voluntad Divina hace todo por
ella, y yo mientras actúo por ella, encuentro el más
bello reposo, así que la Voluntad de Dios es reposo
del alma y reposo de Dios en el alma. Y el alma
mientras reposa en mi Voluntad, está siempre
pegada a mi boca y absorve en sí misma la vida
divina formándole su continuo alimento. La
Voluntad de Dios es el paraíso del alma en la tierra
y el alma que hace la Voluntad de Dios, viene a
formar el paraíso de Dios en la tierra. La Voluntad
de Dios es la única llave que abre los tesoros de los
secretos divinos, y el alma adquiere tal
familiaridad en la casa de Dios, de dominar como
si fuera dueña".
¿Quién puede decir lo que comprendía de esta
Voluntad Divina? Oh Voluntad de Dios, cuánto
eres admirable, amable, deseable, bella; basta decir
que encontrándome en ti, me siento perder todas
mis miserias, todos mis males y adquiero un ser
nuevo con la plenitud de todos los bienes divinos.

Julio 8, 1906 (28)


Cómo Jesús con su luz la atrae a El. Y para
obedecer Luisa rechaza de ir al cielo

Continúa casi siempre lo mismo, sólo me siento


con un poco más de vigor. ¡Sea bendito siempre
Dios! Todo es poco para su amor, hasta su misma
privación, aún el estar lejos del cielo, y sólo para
obedecer.
Ahora la obediencia quiere que escriba alguna
cosa sobre la luz que todavía continúo viendo de
tanto en tanto. A veces me parece ver a Nuestro
Señor dentro de mí, y de su humanidad sale otra
imagen toda de luz, y la humanidad enciende
siempre más el fuego, y la imagen de la luz de
Jesucristo como si acribillara este fuego, y de este
fuego acribillado sale una luz semejante a su
imagen de luz, y El todo se complace, y con ansia
la espera para unirla a sí, y después se incorpora
una vez más a su humanidad.
Otras veces me encuentro fuera de mí misma y

56 Julio 8, 1906 (28)


me veo toda fuego, y a la luz que está por salir del
fuego, y Nuestro Señor que con su aliento sopla en
la luz y la luz se levanta y toma camino hacia la
boca de Jesucristo, y El que con su soplo la
rechaza y la atrae, la engrandece y la vuelve más
reluciente, y la pobre luz que se debate y hace
todos los esfuerzos porque quiere ir a su boca. Me
parece que si a ella llegara moriría. Y con todo,
estoy obligada a decir en mi interior: la obediencia
no quiere a pesar de que con decir esto me cuesta
la propia vida, Dios.
Y el Señor parece que se deleita al hacerme
tantos juegos con esta luz. Me parece todavía que
Nuestro Señor viene y quiere volver a ver todo
aquello que El mismo me ha dado, si está todo
ordenado y desenpolvado, y entonces me toma la
mano y me quita los anillos que me dio cuando me
desposó a El. Uno lo examinó en todo, los demás
los desenpolvó con su aliento y después los volvió
a poner. Después como si me vistiera toda, se
ponía junto a mí diciendo:
"Ahora sí que eres bella... ven a mí, no puedo
estar sin ti. Tú a mí y yo a ti, eres mi amada, mi
felicidad, mi contento”.
Mientras así decía, la luz se debatía y hacía
todos los esfuerzos ya que quería estar en Jesús, y
mientras tomaba su vuelo vi que el confesor con
sus manos la paraba y la quería encerrar dentro de

38 Julio 10, 1906 (29)


mí, y Jesús estaba quieto y lo dejaba hacer. ¡Oh
Dios, qué pena!... Cada vez que esto sucede, me
parece de deber morir y de llegar al puerto, y la
obediencia me hace encontrarme de nuevo en
camino.
Si yo quisiera decir todo acerca de esta luz no
acabaría jamás, pero me hace tanto mal al escribir
de esto que no puedo seguir adelante, además de
que muchas cosas no sé decirlas, por lo tanto
guardo silencio.

Julio 10, 1906 (29)


Jesús se da a disposición del alma

Encontrándome en mi habitual estado, por poco


tiempo vino Nuestro Señor y me dijo:
"Hija mía, quien a mí todo se da, merece que yo
todo a él me de. Heme aquí todo a tu disposición;
lo que quieras tómalo”.
Yo no le pedí nada, solamente le dije:
"Mi bien, no quiero nada, únicamente a ti sólo.
Sólo tú me bastas por todo, porque teniéndote,
tengo todo”.

lulio 8, 1906 (28) 39


Y El: "Bravo, has sabido pedir, y mientras nada
querías, todo has querido".

Julio 12, 1906 (30)


Todo aquéllo que es sufrimiento toca a Jesús

¡-J abiéndome esforzado mucho al esperar a mi


bendito Jesús, me sentía cansada y exhausta.
Entonces viniendo casi de prisa me dijo:
"Hija mía, todo aquéllo que a la criatura sirve de
sufrimientos y de fastidio, por una parte hiere a la
criatura y por otra parte toca a Dios; y Dios
sintiéndose tocado, da siempre a cada toque que
siente alguna cosa de divino a la criatura". Y
desapareció.

Julio 17, 1906 (3i)


A quien hace la Divina Voluntad Jesús le da las
llaves de sus tesoros; y quien vive en ella, no hay
gracia que sale de Dios que no tome parte

£sta mañana veía al bendito Jesús con una llave


en mano y me decía:
"Hija mía, esta llave es la llave de mi Voluntad,
quien vive en mi Voluntad conviene que tenga la
llave para abrir y cerrar a su gusto, y tomar aquello
que le agrada de mis tesoros, porque viviendo de

Julio 12, 1906 (50) 40


mi Querer tendrá cuidado de mis tesoros más que
si fueran suyos propios. Todo aquello que es mío y
suyo, no lo malgastará, es más, le dará a otros o
tomará para sí aquello que pueda darme más honor
y gloria. Por lo tanto toma, te entrego la llave y ten
cuidado de mis tesoros".
Mientras esto decía, me sentía toda sumergida
en la Divina Voluntad que no divisaba más que la
Voluntad de Dios, y me pasé todo el día en este
paraíso de su Voluntad. ¡Qué felicidad! ¡Qué
contento! Y en la noche encontrándome fuera de
mí misma, continuaba a encontrarme en este
ambiente y el Señor agregó:
"Ves querida mía, quien vive en mi Querer no
hay gracia que sale de mi Voluntad, que entre
todas las criaturas del cielo y de la tierra, ella no es
la primera en tomar parte. Y esto es natural,
porque quien vive en la casa de un padre, es el que
abunda de todo, y si los demás que están afuera
reciben alguna cosa, es el exceso del que vive
dentro".
¿Pero quién puede decir lo que comprendía de
esta Divina Voluntad? Son cosas que no se pueden
explicar. Sea todo a gloria de Dios.

Julio 21, 1906 (32)


Cómo la recta intención purga la acción

Julio 21, 1906 (J2) 41


¡■Jabiendo por poco venido el bendito Jesús,
me dijo:
"Hija mía, todas las acciones humanas, aún
santas, hechas sin una intención especial por mí,
salen del alma llenas de tinieblas, y hechas con
recta y con especial intención de agradarme, salen
llenas de luz, porque la intención es purga de la
acción".

Julio 27, 1906 (33)


Cómo Jesús en la cruz provee a las almas

£sta mañana, haciéndose ver mi adorable Jesús


abrazado a la cruz, estaba pensando en mi interior:
"¿Cuáles fueron sus pensamientos al recibir la
cruz?".
Y El me dijo: "Hija mía, cuando recibí la cruz, la
abracé como mi más querido tesoro, porque en

42 Julio 17, 1906 (51)


la cuz doté a las almas y las desposé a mí. Ahora,
viendo la cruz, su longitud y anchura, yo me
alegré, porque veía en ella las dotes suficientes
para todas mis esposas, y nadie podía temer de no
poder casarse conmigo, teniendo yo en propio
puño en la cruz, el precio de la dote de ellos. Pero
con esta sola condición: que si el alma acepta los
pequeños donativos que yo le envío, que son las
cruces, como prueba que me acepta por esposo, el
casamiento viene firmado y le hago la donación de
la dote; si en cambio no acepta los donativos, es
decir, no resignándose a mi Voluntad, queda
desatada cada cosa, y no obstante que yo quiero
dotarla, no puedo, porque para formar un
casamiento, se requiere siempre la voluntad de
ambas partes, y el alma no aceptando los
donativos, significa que no quiere aceptar el
casamiento”.

Julio 28, 1906 (34)


Atrevimiento del alma. Jesús la defiende

Continuando mi habitual estado, por poco


tiempo, vino el bendito Jesús, y yo apenas lo vi, lo
tomé y me lo estreché en mis brazos, pero tanto
como si lo quisiera encerrar en mi corazón.
En ese momento, veía personas alrededor de mí
que decían: ”¡Cómo es atrevida! Demasiada

43 Julio 28, 1906 (54)


confianza se toma, y cuando uno tiene confianza,
Julio 31, 1906 (35)

no se tiene aquella estima y respeto que se debe


tener”.
Yo me sentía toda tímida al oir esto, pero no
podía hacer otra cosa, y el Señor les dijo a
aquellos:
"Entonces se puede decir que se ama, se estima
y se respeta un objeto, cuando se lo quiere
adueñar, y cuando no se lo quiere hacer suyo
propio, significa que no lo ama, y por lo tanto no le
tiene ni estima ni respeto.
Como por ejemplo: si se quiere conocer que uno
ama las riquezas, hablando de riquezas les tiene la
más alta estima, respeta a las personas ricas, no por
otra cosa que porque son ricas, y todas las riquezas
las quisiera hacer suyas propias. Si en cambio no
las ama, sólo al oir hablar de ellas se fastidia, y así
de las demás cosas.
Y entonces así, en vez de criticarla, merece
alabanza, y si me quiere hacer suyo propio,
significa que me ama, me estima y me respeta".

44 Julio ?1, 1906 (?*)


Jesús habla de la sencillez

Continuando mi habitual estado, por poco vino


el bendito Jesús, y abrazándome fuertemente me
dijo:
"Hija mía, la simplicidad es a la virtud como el
condimento a las comidas. Para el alma simple no
existen llaves ni puertas para entrar en mí, ni yo
para entrar en ella, porque por todas partes puede
entrar en mí y yo en ella. Más aún, para decirlo
mejor se encuentra en mí sin entrar, porque por su
sencillez llega a asemejarse a mí que soy espíritu
simplísimo, y porque soy simplísimo, me
encuentro por doquier y nada se me puede escapar
de mi mano.
El alma simple es como la luz del sol, que no
obstante que cualquier neblina o que sus rayos
pasan por cualquier inmundicia, queda siempre
luz, y da luz a todos, pero jamás cambia. Así el
alma simple: cualquier mortificación o disgusto
que pueda recibir no deja de ser luz para ella y
para aquellos que la han mortificado, y si ve cosas
malas, ella no queda manchada, permanece
siempre luz y jamás cambia. Porque la simplicidad
es la virtud que más se asemeja al ser divino y que
solo por esta virtud se llega a participar de las
demás cualidades divinas, y que solo en el alma
sencilla no hay impedimentos ni obstáculos

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