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EL REINO DEL DIVINO QUERER (FIAT)

EN MEDIO DE LAS CRIATURAS

!..

L I B R O D E C I E L O

L A LLAMADA A LA CRIATURA PASA QUE RUCRES*


AL ORDEN, A SU PUESTO Y A LA FINALIDAD PARA
LA QUE FUE CREADA POR DIOS,

SELECCION DE CAPITULOS QUE DESARROLLAN


LA CONTEMPLACION DE LAS HORAS DE LA
PASION.'

LUISA PICCARgEtTA
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La Pequeña Hija de la Divina Voluntad

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PRIMERA PARTE

CAPITULOS ACERCA DEL EJERCICIO DE LAS HORAS DE LA PASION.


1
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9 de Noviembre de 1906

Encontrándome en mi habitual estado, estaba pensando


en la Pasión de Nuestro Señor y mientras hacía esto,
El ha venido y me ha dicho:
"Hija mía, me es tan grato quien siempre va rumiando
mi pasión, la siento y me compadece, que me siento -
como retribuido por todo lo que sufrí en el curso de
mi Pasión; el alma, rumiándola siempre, llega a
formar un alimento continuo en el cual hay variados
con dimentos y sabores que producen en ella diversos
e- fectos. Así, si durante mi Pasión me dieron sogas
M
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I
-
y cadenas para atarme, el alma me desata y me dá libe
tad; aquellos me despreciaron, me escupieron y me -
deshonraron, ella me aprecia, me limpia de esos sal
vazos y me honra; aquellos me desnudaron y me flage
laron, ella me cura y me viste; aquellos me coronaron
de espinas, tratándome como rey de burla, me a-
margaron la boca con hiel y me crucificaron, el alma
rumiando todas mis penas me corona de gloria y me —
honra como su Rey, me llena la boca de dulzura dán—
dome el alimento más exquisito como es la memoria de
mis mismas obras y me desclava de la Cruz y me hace-
resucitar en su corazón, dándole Yo como recompensa-
una nueva vida de Gracia cada vez que ésto hace; de
manera que ella es mi alimento y Yo me hago su
alimento continuo. Asi pues, la cosa que más me
gusta- es que el alma rumie continuamente y siempre
mi Pa— s'ión",

10 de Abril de 1913

Esta mañana mi amable Jesüs ha venido y abrazándome-


asu Corazón me ha dicho^
"Hija mía, quien piensa siempre en mi Pasión forma -
en su corazón una fuente, y por cuanto más piensa —
tanto más se hace grande esta fuente; y puesto que -
las aguas que de ella brotan son aguas comunes
paratodos, así este manantial
1 de mi Pasión que se
forma- en el corazón sirve para el bien del alma,
9 de Noviembre de 1906

para Glo-

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ria mía y para bien de las demás criaturas".
Y yo: "Dirae Bien mío ¿Qué recompensa darás a aquellos que hagan LAS HORAS DE
LA PASION como Tú me— las has enseñado?
Y El: "Hija mía, no consideraré estas Horas como— cosa vuestra sino como cosa
hecha por Mí y os daré mis mismos méritos como si Yo estuviera sufriendo- en
acto mi Pasión y así, en la medida de la disposición de las almas, os haré
conseguir los mismos- efectos; ésto en la tierra, por lo que no podría— daros
algo mayor; después, en el cielo, a éstas -- almas me las pondré delante de Mí,
saeteándolas — con saetas de amor y de contentos por cuantas ve— ces han hecho
LAS HORAS DE MI PASION, y ellas me- saetearán a Mí [Que dulce encanto será éste
para— todos los bienaventurados!".
Después ha añadido: Mi amor es fuego, pero no como el fuego material que
destruye las cosas y las reduce a cenizas; mi fuego vivifica, perfecciona y,-
si quema, consume todo lo que no es santo, los deseos, los afectos, los
pensamientos que no son bue nos; la virtud de mi fuego es esta: quema el mal y
da vida al bien, de manera que si el alma no siente en sí ninguna tendencia al
mal puede estar cier ta que tiene de mi fuego, pero si siente en si — fuego y a
la vez mezcla de mal, hay que dudar mu— cho en que se trate de mi verdadero
fuego".

6 de Septiembre de 1913

Estaba pensando en las HORAS DE LA PASION escritas, y puesto que están sin
indulgencias, quien las hace nada gana, cuando en cambio, hay tantas- oraciones
enriquecidas con muchas indulgencias. Mientras pensaba en esto, mi siempre
amable Jesús, con toda benignidad me ha dicho:
"Hija mía, con las oraciones indulgenciadas se gana alguna cosa, en cambio, las
HORAS DE MI PASION, que son mis mismas oraciones, mis reparaciones y - todo mi
Amor, han salido precisamente del fondo de mi Corazón. ¿Acaso has olvidado
cuántas veces me— he unido contigo para hacerlas juntos y con esto,- he
cambiado los flagelos para toda la tierra en -- Gracias? Asi pues, es tal y tan
grande mi complacencia que en lugar de la indulgencia doy al alrrta- un puñado
de amor que tiene un precio incalculable de valor infinito. Además, cuando las
cosas son he cha_ por puro amor, mi Amor encuentra su desahogo- y no es cosa
indiferente el que la criatura pro— cure consuelo y desahogo al Amor del
Creador".

Octubre de 1914
Estaba escribiendo las HORAS DE LA PASION y pensaba entre mí; "Cuántos

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sacrificios para escribir — estas benditas HORAS DE LA PASION, sobre todo al -
tener que poner por escrito ciertos hechos Ínter — nos que solo entre Jesüs y
yo habían pasado ¿Cuál-
será la recompensa que El me dará?" Y Jesús, ha---
ciándome escuchar su voz tierna y dulce, me ha dicho :
"Hija mía, en recompensa por haber escrito las HOPAS DE MI PASION, por cada
palabra que has escrito te dará un alma, un beso".
Y yo; "Amor mío, Ésto a mí, y a aquellos que las - hagan ¿Qué les darás?".
Y Jesús; "Si las hacen junto conmigo y con mi misma Voluntad, por cada palabra
que reciten les daré también un alma, porque toda la mayor o menor eficacia de
estas HORAS DE MI PASION, está em la ma— yor o menor unión que tienen Conmigo
y haciéndolas con mi voluntad, la criatura se esconde en mi Querer y obrando
en mi Querer puedo hacer todos los - bienes que quiero, aún por medio de una
sola palabra, y ésto cada vez que las hagáis."
En otra ocasión estaba lamentándome con Jesús de - que después de tantos
sacrificios al escribir las- HORAS DE LA PASION, er<.n tan pocas las almas que
- las hacían.
Y EL: "Hija mía, no te quejes, aunque fuera una sola deberías estar contenta.
¿No habría sufrido Yo - toda mi Pasión aún cuando hubiera servido para salvar
una sola alma? Pues así también tú: nunca debe- omitirse el bien por que se
aprovechen solo pocos; todo.el mal es para quien no aprovecha aquel bien.
Mi Pasión hizo adquirir el mérito a mi Humanidad co :nó si todos se salvaran a
pesar de que no todos se- salvan, porque mi Voluntad era la de salvarlos a to
dos y merecí en la medida en que Yo quise y no en Ta medida del provecho que
habrían de hacer las criatu ras. Así tú, a medida que tu voluntad se haya
identificado con mi Voluntad de querer hacer bien a todos así sei'Ss
recompensada, todo el mal es para a— quellos que pudiendo hacer las HORAS no
las hacen. Estas horas son las más preciosas de todas, pues no son sino repetir
lo que hice en el curso de mi Vida mortal y lo que sigo haciendo en el
Santísimo Sacra mentó.
Cuando escucho estas HORAS DE MI PASION, oigo mi .— misma voz, mis mismas
oraciones, veo mi Voluntad en esa alma que quiere el bien de todos y quiere
reparar por todos y Yo me siento llevado a morar en e— lia, para poder hacer
Yo en ella -lo que ella misma- hace. ¡Oh, cuánto quisiera que, aunque fuese
una so la por pueblo, hiciera estas HORAS DE MI PASION; me" sentiría a Mí
mismo en cada pueblo y mi Justicia,— tan grandemente airada en estos tiempos,
quedaría - en parte aplacada."
*
Añado que otro día estaba haciendo la HORA en que - l¿v Madre Celestial dió
sepultura a Jesús y yo la se guía a su lado para acompañarla en su amarga

4
desoía^ ción y compadecerla. No .tengo la costumbre de hacer siempre esta
HORA, sólo algunas veces. Pues bien,— estaba indecisa en si la hacía o no, y
Jesús bendito, todo Amor y como si me rogase, me ha dicho;
"Rija mía, no quiero que la dejes, la harás por a— mor mío en honor de mi
Madre. Has de saber que cada vez que la haces, mi Madre siente como si ella
estu

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viese personalmente en la tierra y repitiera su vida, 00
y por consiguiente recibe esa gloria y amor que me — d 9
16 en la tierra; Yo siento también como si estuviera
de nuevo mi Mamá en la tierra, siento sus ternuras --
maternas, su amor'y toda la gloria que Ella me dió,
así pues, te consideraré como mi Madre.*
Entonces, abrazándome El, yo oía que me decía susu- -
rrando apenas;. "Mamá mía, Mamá" y me sugería lo que
hizo y sufrió la dulce Madre en esta Hora, yo la seguí
y desde entonces, ayudada por la Gracia, ya no he
vuelto a dejarla. .

4 de Noviembre de 1914
Estaba haciendo las HORAS DE LA PASION, y Jesús,
lleno de complacencia, me ha dicho;
’Hija mía, si supieras que gran complacencia siento
cuando te veo repetir estas HORAS DE MI PASION y de
nuevo repetirlas y repetirlas siempre, te llenarías de
felicidad.
Es cierto que mis santos han meditado mi Pasión, han
comprendido cuánto he sufrida y se han deshecha en
lágrimas de compasión hasta sentirse consumir de amor
por mis penas, sin embargo, no lo han hecho de un modo
tan continuo y siempre repetido con este orden. De
manera que puedo decir que tú eres la primera que me
das este gusto tan grande, tan especial y que vas
desmenuzando. en tí, hora tras hora, mi Vida y lo que
sufrí; y Yo me siento tan atraído que, hora tras hora,
ta doy el alimnento de todo ello, como contigo ese mis
mo alimento y hago junto contigo lo que haces tú. ~
Debes -saber que te recompensaré abundantemente con
nue va luz y nuevas Gracias, y aún después de tu
muerte, — por cada vez que estas HORAS DE MI PASION
sean hechas pa.r las almas en este mundo, Yo, en el
cielo te cubriré con nueva luz y nueva Gloria siempre.
23 de Abril de 1916
J,
Continuando yo como siempre, mi adorable Jesús se
hacía ver todo rodeado de luz que le salla de su
Santísima Humanidad y lo embellecía de tal forma que
cons-

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titula una visión encantadora y arrebatadora. He quedado sorprendida y El me ha
dicho:
"Hija mía, cada pena que sufrí, cada gota de mi Sangre cada llaga, cada
plegaria, cada palabra, obra o paso, etc. produjo en mi Humanidad una luz que
me embelleció tanto, que dejó raptados a todos los bienaventurados; y ahora, el
alma con cada pensamiento que tiene de mi Pasión y en cada acto de compasión,
de reparación, etc. que hace, no hace otra cosa sino tomar luz de mi Humanidad
y embellecerse con mi semejanza, de manera que un pensamiento más sobre mi
Pasión, será una nueva luz que le procurará un gozo eterno.

2 de Febrero de 1917
Continuando en mi habitual estado, me he hallado fuera de mí misma y me he
encontrado a mi siempre amable Jesús todo bañado en Sangre, con una horrible
corona de espinas y a través de las espinas, con fatiga me miraba y me ha
dicho:
“Hija mía, el mundo se'ha desequilibrado porque ha per dido el pensamiento de
mi Pasión. En las tinieblas ha perdido la luz de mi Pasióxi que lo iluminaba,
con la cual, haciéndole conocer mi amor y cuántas penas me — cuestan las almas,
habría podido volverse y amar a A- quel que verdaderamente lo ha cunado y la
luz de mi Pasión, guiándolo, lo habría puesto en guardia contra — todos los
peligros. En la debilidad no ha hallado la fuerza de mi Pasión que lo habría
sostenido. En la impaciencia no ha hallado el espejo de mi paciencia que le
habría infundido calma y resignación y delante de mi paciencia, avergonzándose,
habría considerado un de ber dominarse a sí mismo. En las penas no ha
encontrado el consuelo de las penas de un Dios, quién sosteniendo las suyas, le
habría infundido amor al- sufrimiento. En el pecado no ha encontrado mi
Santidad, que oponiéndosele, quería infundirle odio a la culpa...
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v
jAh, en todo ha prevaricado el hombre porque en todo se ha separado de Aquel
que podía ayudarlo! por eso el mundo ha perdido el equilibrio. Ha hecho como un
niño que ya no quisiera reconocer a su madre; como - un discípulo que
desconociendo al maestro no quisiera oir ya mas sus enseñanzas ni aprender sus
lecciones. ¿Qué sería de ese niño y de ese discípulo? Llegarían a ser el dolor
de sí mismos y el dolor y el - terror de la sociedad. Pues así ha llegado a.
ser el- hombre: terror y dolor, y dolor sin piedad... ]Ah, - el hombre empeora,
empeora cada vez más y Yo lo lloro con lágrimas de sangre¡“
16 de Mayo de 1917
Encontrándome en mi habitual estado, estaba fundiéndome toda en mi dulce
Jesús y luego me extendía toda en las criaturas para darles a todos por
entero a Je sGa. Entonces El me ha dicho:
'‘Hija mía, cada vez que la criatura se funde en Mí, dá a todas las criaturas
un flujo de Vida Divina y e_ Lias, a medida que tienen necesidad, obtienen su e
— fecto; el que es débil siente la fuerza; el obstinado en la culpa, recibe la
luz; el que sufre, el consuele; y así de todo lo demás."
Después me he encontrado fuera de mí misma y me ha— liaba en medio de muchas
almas que me hablaban, pare clan ser almas del purgatorio y Santos y nombraban
a una persona conocida mía que había fallecido no hacía mucho y oía; "El se
siente como feliz al ver que no hay alma que entre en el purgatorio que no
lleve el sello de las HORAS DE LA PASION, y ayudada y rodeada por el cortejo de
estas HORAS toma sitio en lugar seguro. No hay alma que vuele al Paraíso que no
sea a- compañada por estas HORAS DE LA PASION. Estas Horas hacen llover del
Cielo continuo rocío sobre la tierra, en el purgatorio e incluso en el Cielo,"
Oyendo esto decía yo para mí: "Tal vez mi amado Jesús para mantener la palabra
dada de que por cada palabra
de las HORAS DE LA PASION daría un alma, hace que no
haya alma salvada que no se haya servido de estas
Horas.“ Después he vuelto en mí misma y hablen do
encontrado a mi dulce Jesús, le he preguntado - si esc
era cierto y El me ha dicho:
"Estas Horas son el orden del Universo, ponen en -
armonía el Cielo y la tierra y me detienen para que no
destruya al mundo. Siento que ponen en circulación mi
Sangre, mis Llagas, mi Amor y todo lo que Yo hice y
corren sobre todos para salvarlos a todos Al hacer las
almas estas HORAS DE LA PASION, siento que se da vida a
mi sangre, a mis Llagas, a mis ansias de salvar las
almas y sintiendo que mi Vida se repite ¿Cómo pueden
obtener las criaturas algún bien si no es por medio de
estas Horas? ¿Por qué dudas?. La cosa no es tuya sino
Mía, tú has sido el esforzado y débil instrumento."

S de Noviembre de 1514

Continuando las habituales HORAS DE LA PASION, mi a-


mable Jesüs ine ha dicho:
"Hija mía, el mundo esté en acto continuo de renovar mi
Pasión; y como mi inmensidad envuelve a las criaturas
por dentro y por fuera, así me veo forzado a - recibir,
al contacto con ellas, clavos, espinas,flagelos,
desprecios, salivazos y todo lo demás que sufrí en la
Pasión y aún más.
Pues bien, quien hace estas HORAS DE MI PASION, al -
contacto con ellas me siento quitar los clavos, romper
las espinas, curar las llagas, limpiarme los salivazos;
me siento corresponder con bien por el mal que los
demás me hacen; y Yo, sintiendo que su con— tacto no me
hace mal sino bien,- me apoyo cada vez — más sobre asa
alma."
Además de ésto, volviendo Jesús bendito a hablarme de
estas HORAS DE LA PASION ha dicho:
"Hija mía, sabe que el alma haciendo estas Horas,toma
mis pensamientos, mis reparaciones, mis propias -
oraciones, mis deseos, mis afectos y aún hasta las
fibras más Intimas de mi Ser y los hace suyos, y -
elevándose a lo alto, entre el Cielo y la tierra -
hace mi mismo oficio y cómo corredentora dece junto
conmigo: ."ECCE EGO MITTE ME(Heme aquí, envíame)
Quiero repararte por todos, corresponderte por
todos e impetrar e implorar el bien para-todos."

5 da Junio de 1905
a •
Esta mañana, al venir, mi Jesús bendito me ha dicho:
"Hija mía, las cruces, las mortificaciones y cual- -
quier tipo de sufrimiento son otras tantas fuentes -
bautismales; y cualquier especie de Cruz que vaya ba
ñada en el pensamiento de mi Pasión, pierde la mitaj
de su dureza y disminuye la mitad de su peso." Y como
un relámpago ha desaparecido. Entonces rae he quedado
haciendo algunas adoraciones y reparaciones en mi
interior y El, de nuevo volviendo ha añadido: "¡Cuánta
es mi consolación al ver de nuevo hecho en- tí lo que
hizo mi Humanidad hace tantos siglo3¡ Pues cualquier
cosa de las que Yo determinó que cada una- de las
almas hiciese fue realizada antes en mi Humanidad. Si
el alma me corresponde por lo que Yo hice- por ella,
lo hace de nuevo en sí misma; pero si no,- queda hecho
sólo por Mí mismo y siento una amargura- indecible."

24 de Marzo de 1913
Sentía como un cierto descontento por la privación -
de mí siempre amable Jesús y El, viniendo por un
momento me ha dicho:
"Hija mía, ¿Qué haces? Yo soy el contento de los con
tentos. Estando Yo en tí y sintiendo en tí desconteñ
tos llego a reconocer que eres tú y por tanto no me-
reconozco únicamente a Mí en tí, pues los descontentos
son parte de la naturaleza humana no de la Divi- ,na,'
y .mil.Voluntad es crue lo humano no exista ya mSs- en
tí sino sólo mi Vida Divina."

9
*

Añado que estaba pensando"en la dulce Mamá y Jesús


me ha dicho:
"Hija mía, mir„Mamá. querida,_nunca deíó el
oansamien to^¿Le,jj\.i_JPas,¿6n y a fuerza de repetirla
ae 13.en?~ - to.dA_de Mí. Así sucede.._al alma*.' a
fuerza de’ repartir lo que Yo'^su'frí^llega a llenarse
de MÍ."

12 de Julio de 1918
Estaba rezando por un alma moribunda con cierto te_
mor y ansiedad y mi amable Jesús, al venir me ha -
dicho:
"Hija mía, ¿Por qué temes? ¿No sabes tú que por ca
da palabra, pensamiento, compasión, reparación, re
cuerdo de mis penas, se establecen tantas comunica
ciones, como electricidad, entre el alma y Yo, y "
por lo tanto el alma se va adornando con tantas -
múltiples y diferentes bellezas? Aquella alma ha --
hecho las HORAS DE MI PASION y Yo la recibiré como
hija de mi Pasión, vestida y adornada con mis Llagas
.
Esta flor ha crecido en tu corazón y Yo la bendigo y
la recibo en el Mío como una flor predilecta."
Y mientras El decía ésto, se desprendía una flor -
de mi corazón y emprendía el vuelo hacia Jesús.

21 de Octubre de 1921
Estaba pensando en la Pasión de mi dulce Jesús y -
al venir, me ha dicho:
"Hija mía, cada vez que el alma piensa en mí Pa- -
sión, se acuerda de lo que he sufrido o me compadra
ce, en ellla se renueva la aplicación de mis penas’,
surge mi Sangre para inundarla y mis Llagas se ponen
en camino para sanarla si está llagada o
paraembellecerla si está sana y todos mis méritos
para enriquecerla. El negocio que hace es
sorprendente, es como si pusiera en un banco todo lo
que Yo hice y sufrí y ganase el doble. Así, todo lo
que Yo hice y sufrí está en acto continuo de darse al
hom— bre, como el sol está en acto continuo de dar
luz-
J
f
1
0
y calor a la tierra. Lo que Yo he obrado no está
sujeto a agotarse; basta con que el alma quiera y
cuantas veces lo quiera, para que reciba el fruto
de mi Vida; de modo que si se recuerda - veinte
veces o cien o mil, de mi Pasión, otras - tantas
gozará los efectos de Ella. ]Pero,qué pocos son
los que de Ella hacen tesoro] Con todo- el bien
de mi Pasión se ven almas débiles,ciegas sordas,
mudas cojas, cadáveres vivientes que dan asco. ¿Y
por qué? Porque mi Pasión es olvidada. Mis penas,
mis Llagas, mi Sangre son fortaleza - que quita
las debilidades, son luz que da vista" a los
ciegos, son lengua que desata las lenguas- y abre
los oidos, son camino que endereza a Ios- cojos,
son vida que hace resucitar a los muertos
Todos los remedios necesarios a la humanidad es-
tan en mi Vida y en mi Pasión, pero las criaturas
desprecian la medicina y no se preocupan dalos
remedios, por eso se ve que, con toda mi
Redención, el hombre perece en su estado como afee
tado por una enfermedad incurable; pero lo que -
más me duele es ver a personas religiosas que se
fatigan por la adquisición de doctrinas, de espe
culac-iones, de historias pero de mi Pasión, nada",
de manera que mi Pasión muchas veces está lejos-
de las iglesias, de la boca de los sacerdotes -
por lo que su hablar es sin luz y así, las gen—
tes se quedan, más que antes, en ayunas."

13 de Octubre de 1916
Estaba haciendo las HORAS DE LA PASION y Jesús -
bendito me ha dicho:
"Hija mía, en el curso de mi Vida mortal, miles-
y miles de ángeles acompañaban a mi Humanidad y
recogían todo lo que hacía; los pasos, las obras
las palabras, los suspiros, las penas, las gotas
de mi Sangre, en fin, todo. Eran ángeles destina_
dos a mi custodia y a tributarme honor, obedien-
tes a cualquier gesto; subían y bajaban del Cielo
para llevar al Padre lo que Yo hacia. Ahora estos
ángeles tienen un oficio especial: cuando el alma
hace memoria de mi Vida, de mi Pasión, de mis pie

1
1
garlas, ellos acuden en torno a esta alma y recogen
sus palabras, sus oraciones, su compasión por Mí,
sus ofreciraientos, sus lágrimas, y las unen a las
Mías y las traen ante mi Majestad para reno— varme
la Gloria de mi misma Vida. Y es tan grande la
compalacencia de los Angeles que reverentes, -
están atentos para oir lo que dice el alma y oran
junto con ella. Asi pues, ¡con cuánta atención y
respeto debe el alma hacer estas Horas, pensando-
que los ángeles están pendientes de sus labios para
repetir a su lado lo que ella dice."
Después ha añadido: “ante tantas amarguras como -
me dan las criaturas, estas HORAS son los peque—
ños sorbos dulces que me dan las almas; pero para
tantos sorbos amargos que recibo, son demasiado -
pocos los dulces, por tanto, más difusión, más di
fusión..." ”
9 de Diciembre de 1916
Estaba afligida por las privaciones de mi dulce -
JesGs, y ai El viene, mientras me quedo respirando
un poco de vida, me quedo más afligida al verlo a
El más afligido que yo y que no quiere saber nada
de aplacarse porque las criaturas lo obligan le
arrancan nuevos castigos... Pero mientras castiga,
llora la suerte del hombre y se esconde en- lo más
profundo del corazón como para no ver lo - que
sufre el hambre.
Parece que ya no se puede ¡nSs vivir en estos tris
tes tiempos y sin embargo, parece que estamos ape
ñas al principio.
Entonces, estando yo preocupada por mi dura y tri.
ate suerte de tener que estar tan a menudo privada
de mi dulce JestJs, El ha venido y rodeándome ~ con
un brazo el cuello me ha dicho:

12
01
7

“Hija mía, no acrecientes mis penas con preocupar- ce.


Ya son demasiadas y Yo no espero eso de tí, por el
contrario, quiero que hagas tuyas mis penas, mis
plegarias y todo Yo mismo, de modo que pueda
encontrar en tí a otro Yo mismo. En estos tiempos
quiero 9tan 5atisfa£¿J»£La».y sólo quien me hace suvo me
la -
cir. oloria, to^Pj-.Qg.gncia, Amor, Satisfacciones en-
taras y_„J2e ' gjta' bierT”cTe tQ1Sosrj~~?o~IQu' 'quiero
^hTlTSren estas almas col^^tr^£antos Jesús que - me den
la J¿sta^rreS£o¡id^ Estas ...
todO|.; y si Yo no encuentro- Para
¡rus satisfacciones el mundo es el fin,los torrentes.
rAhi fAh, hija miar ¡Ah,-
castigos lloverán
hija miar"

13
b
i
t

I
I N D I C E

PRIMERA PARTE.- PAG


-
Capítulos acerca del ejercicio de las horas de- la PAi
Pasión. 1

SEGUNDA PARTE,-
Capítulos en los que Jesús manifiesta las dimeri
siones Divinas de su Pasión. 14

TERCERA PARTE.-
Capítulos que desarrollan la contemplación de -
algunas horas de la Pasión en particular: 69
PRIMERA HORA.- Jesús se despide de su Madre. 69
TERCERA HORA.- La Cena Legal. 72
CUARTA HORA.- La Cena Eucarística. 74
QUINTA, SEXTA Y SEPTIMA HORAS.-
La agonía en el Huerto. 85
NOVENA HORA.- Jesús atado. Es arrojado al to—-
rrente Cedrón. 101
DECIMA TERCE
RA HORA.- Jesús en la Prisión. 102
DECIMA CUARTA HORA.- Jesús de nuevo ante
Calfás y de£
pués llevado a Pilatos. 105
DECIMA QUINTA HORA.- Jesús ante Pilatos,
Pilatos lo -
manda a Herodes. 106
DECIMA
SEXTA Jesús de nuevo ante Pilatos,
HORA.- es pospuesto a Barrabás. La
Flagelación.
DECIMA Jesús es Coronado de Espinas.
SEPTI MA ECCE POMO, Jesús es
HORA.- condenado a Muerte.

DECIMA Jesús abraza la Cruz. El


OCTAVA Vía Crucis hasta el
HORA.- Calvario don de es
desnudado. —
j_29
DECIMA
NOVENA La Crucifixión de Jesús. X3C
HORA. —
VIGESIMA, VI La Agonía en la Cruz, las —
GESIMA PRIME Siete Palabras y la Muerde -
RA Y de Jesús. ^4^
VIGESIMA
SEGUNDA - HO
RAS . -
VIGESIMA - - La sepultura de 150
CUARTA HORA. Jesús.
SEGUNDA PARTE

CAPITULOS EN LOS QíJE JESUS MANI


FIESTA LAS DIMENSIONES DIVI ÑAS
DE SU PASION.
24 de Diciembre de 1924
Mis días son siempre EOSB dolorosos, están bajo el- peao
inmenso de la privación de mi dulce Jesús, la que, como
arma mortal pende continuamente sobre mi para darme
muerte, y mientras está en acto de darme un Último golpe
mortal, éste nunca llega sino - que queda suspendido
sobre mi cabeza y yo estoy es parando este último golpe
como refrigerio a mis pe ñas y para poder ir a Jesús;
pero espero en vano.- Siento que tanto mi pobre alma
como mi naturaleza- se consumen. ]Ah, mis grandes
pecados no me permiten morir i iQué pena, qué larga
agonía, ah Jesús - mío ten piedad de mi i Tú que eres el
único que conoce mi estado desgarrador no me abandones
ni me - dejes a expensas únicamente de mis fuerzas.
Ahora, mientras continuaba en este estado me he en
centrado fuera de mi misma, dentro de una luz purT sima
y en esta luz veía a mi Mamá celestial y al - Niño Jesús
en su Seno virginal. iOh, Dios, en qué estado tan
doloroso se encontraba mí amable Niñoj- Su pequeña
Humanidad estaba inmovilizada con sus - manitas y sus
piecitos sin el mSs pequeño movlmien to, no había
espacio ni siquiera para que pudiera- abrir los ojos ni
para respirar libremente, era tanta su inmovilidad que
parecía que estaba muerto aunque estaba vivo. Y Yo
pensaba "¿Quién puede saber cuánto sufre mi Jesús en
este estado y cuánto- también mi querida Mamá al verlo
en su seno tan in movilizado-como está? Y mientras así
pensaba, mi - pequeño tíiñito, sollozando me ha dicho:
"Hija mía,llaa penas que sufrí en este seno virginal de
mi Mamá son incalculables a la mente humana ¿Sabes cuál
fue la primera pena que sufrí en el a£ to de mi
Concepción y que me duró toda la Vida? iFue la pana de
la muerte] Mi Divinidad descendla- del Cielo plenamente
feliz y no habla pena ni muer te alguna que la pudieran
tocar; cuando vi a mi p£ güeña Humanidad sujeta a la
muerte y a las penas -
por amor a la criatura, sentí tan al vivo esta pena
de la muerte, que de pura pena habría muerto en ver_

14
dad sí mi Divinidad no me hubiera sostenido con un
prodigio, haciéndome sentir la pena de la muerte y la
continuación de la Vida. Así que, para Mí fue siempre
muerte; sentía la muerte causada por el pecado, la
muerte del bien en la criatura y también - su muerte
natural. ]Qué dolor tan desgarrador fue - para Mí
toda la vida I Yo, que contenía la Vida y e- ra el
dueño absoluto de la misma Vida, debía suje— tarme a
la pena de la muerte. ¿No ves a mi pequena- Humanidad
inmóvil y moribunda en. el seno de mí querida Madre?
¿No sientes en tí misma que dura y desgarradora es la
pena de sentirse morir y no morir?- Hija mía, es tu
vi.vir en mí Voluntad lo que te hace participar en la
continua muerte de mi. Humanidad," Así he pasado casi
toda la mañana, junto a mi Je— süs en el seno de mi
Mamé, viéndolo cómo, mientras- estaba en acto de
morir, tomaba vida nuevamente para abandonarse de
nuevo a morir, i Qué pena ver en e ste estado al Niño
Jesús j (....) !1

15
02
5

/jCiVíYi'á de, h&VtdíuL


LOS NUEVE EXCESOS DEL AMOR DIVINO
DE JESUS EN SU ENCARNACION
En una novena de la Santa Navidad de mi siempre a- mable
Jesús, teniendo yo 17 años, quise prepararme a esta
festividad con la práctica de diversos actos de virtud y
mortificación con el fin especial de - honrar los nueve
meses que Jesús se complació en - estar en el seno
virginal de María Santísima; me - propuse entonces hacer
nueve meditaciones cada día siempre acerdca del misterio
de la Encarnación.
PRIMERA HORA
En una meditación me proponía trasladarme con el
pensamiento a allá arriba, al Paraíso y me imaginaba a
la Santísima Trinidad en consejo decisivo por querer
rescatar al género humano precipitado en la más
escuálida miseria de la cual, sin la intervención Divina
jamás podría á resurgir a una nueva vida de absoluta
libertad. Asípúes, me imaginaba al Padre en el acto de
querer enviar a su Hijo Unigénito a la tierra; al Hijo,
en el acto de asentir a la noble idea del Padre y al
Espíritu Santo en acto complacientísimo de querer ser
todo, en su pleno - consentimiento, para el mayor bien y
salvación de la humanidad.
Mi mente se confundía y todo mi ser se maravillaba al
intuir un misterio tan grande de un amor tan recíproco,
tan fuerte y tan igual entre las Divinas Personas que se
hacía difusivo para copiosa ventaja
de los hombres y consideraba la ingratitud de estos
que hacen inútil el copioso fruto de tan grande a-
mor.
En esta consideración hubiera permanecido no sólo £ na
hora entera sino todo el día, si el Señor no me
hubiera hecho escuchar en mi interior una voz que - me
decía: "Así basta por ahora; ven Conmigo y mira-
Otros excesos mSs grandes de mi Amor hacia tí."
SEGUNDA HORA
Así pues, mi mente se vela llevada a considerar a - mi
siempre amable Jesús presente en el purísimo seno 'de
María Santísima, Virgen y Madre, y yo quedaba
estupefacta al considerar a un Dios tan grande que- no
puede ser contenido en los cielos y ahora, sin -
embargo, por amor al hombre, tan anonadado, empeque
decido y estrechado hasta el punto de no poder si—
quiera moverse ni respirar en el seno materno.
Ante esta consideración que hacía ahogarme dde amor
por Jesús aún no nacido, en mi interior escuchaba n na
voz que me decía: "¿Ves cuanto te he amado? ¡Ah, hazme
un lugar en tu corazón] Quita todo lo que no es míe
para darme más facilidad de poder moverme y- respirar
en tu corazón."
Mi corazón entonces, se sentía deshacer de amor por El y
yo le pedía perdón por mis faltas, prometiendo le que
quería ser toda suya me desahogaba en amar— guísimo
llanto y a pesar que cada día repetía la mis ma promesa,
me encontraba, sin embargo, en honor de la verdad y para
confusión mía, conque había cometí^ do mis habituales
defectos, viendo los cuales, en - mi gran dolor
reclamaba:
“7Oh mi buen Jesús, cuánto has sido benévolo conmigo y
aún lo eres para con esta miserable criatura,- ten
siempre piedad de mí]"
Y así pasaba la segunda hora de meditación... TERDERA

HORA , /
Pasaba a la tercera meditación ya que la voz interna que
escuchaba sensiblemente me decía: "Hija mía, apoya tu
cabeza sobre el seno de mi Madre y en Él considera mi
pequeña Humanidad, aquí- mi amor a la criatura casi me
devora,los incendios los océanos, los inmensos mares,
mares de amor de mi Divinidad me reducen a cenizas, me
inundan y su peran excesivamente todo límite, tanto que
se elevan por todas partes y envuelven todas las
generaciones, desde la primera criatura hasta la última
y mi pequeña Humanidad, aunque devorada en medio- de
tantas llamas de amor se vuelve también Ella -
devoradera en el mismo amor...
¿Sabes tú qué es lo que mi eterno Amor me quiere hacer
devorar? [Ahí Sí lo sabrás porque lo experimentarás:
jlas almas todasj Y entonces, Hija mía,-
estará mi amor contento cuando en él las devore to das,
pues siendo Dios, debo obrar como Dios, abrazando en
todo y por todo a cada alma que pueda venir a la
existencia, pues mi amor no me daría paz si quedara
alguna excluida. Si, Hija mía, mira con atención en el
seno de mi Mamá, fija tu mirada en mi Humanidad ya
concebida y ahí encontrarás a tu alma concebida Conmigo
y las llamas del amor que te han incendiado toda en amor
por Mí y que sólo se detendrán cuando te hayan consumido
en Mí. i Oh, cuánto te he amado, te amo y te amaré
eternamente i
Oyendo a Jesús que me hablaba,yo me perdía en medio de
tanto amor y no sabía cómo corresponderle y entonces la
voz interna volvió a sacudirme diciéndo- ma:
"Hija mía, eso aún es nada en comparación con lo - que
hace mi amor... Así pues, estréchate a Mí, dale tus
manos a mi Madre querida para que te tenga aún más
estrechada a su seno materno y entre tanto da otra
mirada a mi pequeña Humanidad concebida en el tiempo
para concebir a las almas para la eterni_ dad y así
podrás considerar el cuarto exceso de mi . amor que se
hace operativo."

19
CUAUTA HORA
"Hija mía, si quieres pasar de mi amor tan devora- dor a mi amor operante,
actuante, me verás sumergi_ do en un abismo sin fondo de sufrimiento;
considera que cada alma, concebida en Mí me trajo el fardo de sus pecados, de
sus debilidades y pasiones;- mi amor me impuso que tomase el fardo de cada
una, por lo que, después de haber concebido en Mí sus a_ almas, concebí
también sus penas y las satisfaccio nes que cada una de ellas debía dar a mi
Padre Celestial; por eso no debe asombrarte que mi Pasión- fue concebida
junto Conmigo... Mira con atención — en el seno de mi Mamé y verás cuánto
siento y cómo lo siento a lo vivo la crueldad de tantas penas. - Mira mi
cabecita rodeada por una carónita de espinas, las que traspasándome
cruelmente la cabeza, - me hacen derramar de mis ojos ríos de ardientísi— mas
y amarguísimas lágrimas.
i Ah, muévete tú a compasión de Mí y sécame los o— jos de tantas lágrimas; tü
que tienes los brazos - libres para podérmelo hacer] Estas espinas, Hija —
mía, no son sino el trenzado cruel que me forman - las criaturas con los malos
pensamientos que se a— glomeran en sus mentes, i Oh, con cuánta crueldad - me
hieren] ]0h, qué larga coronación de nueve me— se.s I i corno si esto no
bastase, me crucifican manos y pies ya que me hacen dar satisfacción a la -
Divina Justicia por ellos, que recorriendo toda senda perversa y cometiendo
toda injusticia en el- paso transitorio de la vida, la pasan en toda clase de
ganancias ilegitimas; y en este estado no me es posible mover ni una mano, ni
un dedo, ni un - pie, estoy siempre inmóvil, sea por la perenne cru cifixión
que sufro, sea por el espacio demasiado - estrecho en que vivo, i Y esta larga
crucificción ~ la sufrí por nueve largos meses]
¿Sabes tú, Hija mía, por qué la coronación de eapi_ ñas, al igual que la
crucifixión se me renuevan en cada momento? Porque el género humano no deja de
- maquinar proyectos malvados ni de realizar malas
acciones, las cuales, tomando la forma de espinas- y de clavos con aquellas me
traspasaban las sienes y con estos, una y otra vez, las manos" y los pies" Y
de esta manera Jesús, en el'afán y en el dolor,- seguía narrándome lo que
sufría en su pequeña Huma nidad de penas, dolores y martirios, en el seno ma
temo y que aquí dejo para no extenderme más y por que mi corazón no soporta
que siga narrando todo lo que Jesús bendito ha sufrido ahí por nuestro a- mor.
Pgr todo esto yo nq sabía hacen otra cosa si^- no abandonarme a un llanto sin
freno, pero - en se—• guida me sacudía de nuevo su voz, como un lamento- en. el
corazón, diciendome internamente: . „ ¡,
"Hija mía, lOh cuánto quisiera abrazarte para co— rresponderte por el amor
penante que sientes por - M1...I Pero no puedo aún hacerlo, pues como yes, -
estoy encerrado en este pequeño espacio que me o— bliga a la inmovilidad;

19
quisiera ir a ti pero no - r me es concedido pues no puedo caminar; por ahora,-
Hija de mi primer amor penante, ven tú muy a menudo a Mí y abrázame que
después, cuando salga del' - seno materno podré ir Yo a.tí y entonces te
abraza ré y estaré contigo".
Mientras con la fantasía me imaginaba estar con El en el seno de la Mamá y lo
abrazaba y estrechaba - muy fuerte a mi corazón todo doloridp, de nuevo me
hacía escuchar internamente su voz que me 1 decía: "Basta así por ahora, Hija
mía, pasa más bien a ■ - considerar el quinto exceso de mi amor, que aunque se
vea ofendido por todos y hecho vano e inútil,no retrocede jamás ni se detiene,
sino que supera todo y sigue siempre adelante.' . ? -r- ..
- ■■■' ■ ■ •: ••••.. A ¡ ‘ > •' •. ■ •-
QUJNTA HORA ■ .t .• r t
Sintiéndome llamada por Jesús a considerar el quin - to exceso de su amor, con
el Oído dpi. corazón escu ché su voz doliente pero creadora que internamente me
decía: ' i 1. •
"Hija mía, no te separes de Mí, no.me dejes, solo,-.

20
mi amor desea ardientemente estar acompañado? has- de
saber que esto es otro exceso de mi amor, pues- asi como
mi Divinidad forma esencialmente la unión mis Intima que
se puede dar, así también mi Humani dad, unida
hipostáticamente al Verbo mío Eterno,no puede, ..en—su
.naturaleza , dejar de ser llevada a_ de 1
eitarse_con,_1 a_ .campanla_d.e_JLas._criaturas.. Has vis_
to_que.. ,en___cuantp_,fu i _.cojncebido_en. jeJ—s_eno_de mi Ma má, al
mismo tiempo engendré...a la Gracia a todas - las criaturas
humanas, a fin de que concebidas en- Mí, creciesen a la
par Conmigo en Sabiduría y en - Verdad. Es por esto por
lo que amo su compañía y - quiero estar en continua
correspondencia de amor - con ellas y comunicarles
constantemente el más pal_ pitante testimonio de amor;
quiero estar continuamente en suave coloquio de amor con
ellas para tenerlas al tanto de mis dolores; deseo
hacerlas conocer que he venido del Cielo a la tierra no
para- otra cosa sino para hacerlas plenamente felices y
que quiero, por lo tanto, estar en medio de ellas- como
un hermanito para obtener su benevolencia y - su amor y
para dar de nuevo a cada una todos mi a - bienes y mi
propio Reino, a costa de los más costo sos sacrificios,
incluido el de mi muerte para dar les vida? deseo, en
fin, entretenerme en amor con- ellas, colmándolas de
besos y de las más tiernas - caricias de amor.
Pero, lAyi a cambio de mi amor no recibo más que -
continuos dolores y penas, pues hay quien escucha- de
mala gana mi palabra da Vida Eterna, hay quien- rehuye
mi compañía, quien s-e desvincüla de mi amor quien huye
de Mí, quien se hace sordo y así me reduce al silenicio,
y es más, hay quien directamente me desprecia y me
ultraja. Todos los primeros - no se preocupan ni de mis
bienes ni de ral Reino y pagan mis besos y caricias con
la despreocupaciÓn- y el divido de Mí, y así, el
entretenimiento amoroso cpue debería tener con ellos, se
reduce a si— lencio y abandono... Pero los últimos, que
es la -

2
1
mayoría, convierten mi amor por ellos en amarguísimo
llanto que es deshahogo de mi Corazón puesto que no
sólo se ve apagado, sino despreciado, vili_ pendiado y
ultrajado; y si a todo esto se añade r que mientras
estoy en medio de'las criaturas, estoy, sin embargo,
siempre solo, joh, cuánto me pe sa la soledad forzada
que ellas me procuran con - su abandono, con hacerse
sordas aún a, la más breve palabra mía y con impedirme
todo desahogo de a morí Estoy siempre solitario,
triste y taciturno1 porque si hablo no soy, para nada,
escuchado... lAh, Hija mía, suple tú a mi amor
defraudado no - dejándome nunca solo en esta soledad
mía; Dame.el bien de hacerme .hablar .„con
escucharme.,, .dando oído a mis enseñanzas. Has .de
saber que Yo soy el Maes tro de maestros y si tú me
escuchas, fOh, cuántas" cosas no aprenderás de Mí i Y
al mismo'tiempo me - harás dejar de llorar, haciendo
que me deleite en amor contigo... Dime: ¿No quieres tú
deleitarte - en amor Conmigo?“
Yo, después de haberle reafirmado que le sería siempre
fiel, me abandonaba en El amándolo con mi más tierna
compasión a El, que siendo tanmagníni rao quiere hacer
feliz con El mismo a la criatura- y se ve dejado por
ésta sin ningún consuelo y en la más amarga soledad. '
Mientras pasaba así la quinta hora de meditación- la
voz interna de mi Jesús se hacía oir de nuevo- en mi
corazón:
"Basta, basta así, pasa a considerar el sexto exceso
de mi amor" ■ r ......
SEXTA HORA .
"Hija mía, mi intimidad sea contigo, acércate cada vez
más a Mí y ruega a Mí Madre querida que te haga un
poco de sitio en su seno materno y así ;tÚ misma
puedas comprobar el estado doloroso en el - que me
encuentro"
Con el pensamiento me imaginaba que mi Madre y Re ina,
queriéndome demostrar su más que grande y ma
ternal afecto hacia MÍ, me hiciera unirme en su
seno con el dulce y afable Jesús en Ella encarnado
y pensaba en hallarme ya en su seno, fuertemente
estrechada a mi amable Jesús, pero era- tal y
tanta la oscuridad que ahí reinaba que me
resultaba imposible ver sus facciones..., sólo-
sentía su suspiro encendido de amor mientras El
entonces me decía en mi interior:
"Hija mía, considera otro exceso de mi amor: Yo soy
la Luz Eterna, fuera de Mí no hay otra luz-
resplandeciente; considera un poca el sol cuan- .
do se encuentra en su total esplendor, y sin em
bargo, no es más que una sombra de mi Luz Eterna;
pues bien, ésta mi Luz Eterna, por amor a - la
criatura, se eclipsa en Mi completamente, a causa
de mi Humanidad asumida. ¿Ves a qué oscura prisión
me ha reducido el amor? Sí, es por a mor a la
criatura por.lo que así me he confina” do,
esperando que se vea un rayo de luz, pero - he
tenido que aguardar pacientemente durante - nueve
largos meses en tan densa noche y noche - sin
estrellas, noche sin reposo, siempre das—— cierto
en espera de la luz del sol que no me — llega IQué
pena siento! La estrechez de la prisión no me da
espacio para poder moverme lo más. mínimo y me causa
indecible fatiga... La faltada luz, que no me deja
ver ninguna cosa, me da tanto sufrimiento que me
quita aún el respiro,- el cual recibo ISnguidamente
a través del respi_ ro de mi Mamé. ¿Sabes tú quién
me ha traído a - esta prisión, quién me ha quitado
la luz y quién hace languidecer cada vez más «{1
respiro? Ha sido el amor que siento por las
criaturas, son- las tinieblas de,las culpas da las
criaturas - pues cada culpa es una noche más para
Mí;-es la.* dureza del corazón humano en el que no
entra — ningún remordimiento, es. la negra
ingratitud - que como monstruo infernal me sofoca
la respira ción; todos estos, uniéndose juntos, me
forman -

23
o
U
)
U
J

un abismo sin fondo de oscuridad/ de sofocación/


de dolores inauditos.,. jQué penal lOh exceso de
mi amor no correspondido! Tú me has hecho pasar-
de una inmensidad de luz Eterna a una profundida
de densas tinieblas y a una estrechez tal que me
priva de libertad aún para respirar..."
Mientras todo esto me decía Jesús gemía, pero -
con gemidos sofocados por la estrechez del
espacio y yo me deshacía en lágrimas por la compa
sión y quería procurarle un poco de luz con mi a
mor como El lo pedía. ¿Quién podrá decir lo que-
Jesús y yo sufríamos mutuamente por amor a las —
criaturas...? Entonces, en tanto dolor y pena mi
siempre amable Jesús me hizo escuchar su voz en-
el interior de mi corazón diciendo:
"Así basta por ahora, pasa más bien al séptimo -
exceso de mi amor."
SEPTIMA HOPA
Y Jesús añadía: "Hija mía, no quieras dejarme so
lo en tanta soledad y en tanta oscuridad, no quT
eras salir del seno de mi Mamá sino aquí mismo -*
considera bien el séptimo exceso de mi amor."
"Escúchame, en el seno de mi Padre Celestial Yo
era plenamente feliz, no había bien que Yo no po
seyera: alegría, felicidad, todo estaba a mi dis
posición; los ángeles reverentes me rendían cul-"
to de suma adoración y todos estaban pendientes-
a mi más mínimo gesto. Podría decir que el exceso
de mi amor por el género humano me hizo cam— biar
de fortuna, me despojó de todas mis alegrías..^,
felicidad, me desprendió de todos mis .bie— nes y
de toda celestial comodidad para revestir- nift^con
todos los males de las criaturas a fin de
proporcionarles a ellas mi felicidad eterna, mis
alegrías y gozos eternos, sin embargo, este
cambio hubiése sido muy^llgero.. para Mí si no
hubiera encontrado en ellas la más monstruosa
ingrati tud y obstinada perfidia. ¡Oh, cómo mi
amor eter

24
no quedó sorprendido ante tanta ingratitud! [Oh,
cuánta pena me da la obstinación y la perfidia -
del hombre que para Mi son las espinas más hi- - - -
riéntes que mi Corazón tuvo que sufrir desde mi-
Concepción, innenarrables heridas que seguirá su
friendo hasta el último momento de mi Vida¡ Mira
fíjate bien, mi Corazoneito, ¡En cuántas espinas
se encuentra! Observa las heridas que le hacen y
la sangre que de El mana a arroyos jAh, qué pena
cuántos dolores siento!
Hija mía, tú no me seas ingrata, ya que la ingra
ti tud es la pena más dura y más cruel para tu Je"
sús; la ingratitud es más que cerrarme en la cara
la puerta del corazón para dejarme afuera, to do
congelado de frío, sin amor... Sin embargo,mi
amor, ante tanta perversidad del corazón humano-
no se ha detenido, por el contrario, se dispone- a
otro amor más elevado, que me hace ser mendi—
cante, gimiente y suplicante por ellos, y ésto;-
Hija mía, es el octavo exceso de mi más profundo
amor.“
OCTAVA HORA
“Hija mía, no me dejes solo, sigue apoyando tu -
cabeza sobre el seno de mi Mamá, que también des
de afuera escucharás mis gemidos y mis súplicasT*
pero verás que ni mis gemidos ni mis súplicas, -
moverán a la ingrata criatura a compasión por mi
amor y me verás entonces, pequeñito todavía ex—
tender mi mano como , el rnás pobre de los
mendigos pidiéndoles por piedad sus almas al menos
como - limosna. De esta forma espero atraer a Mí
sus a- fectos y sus corazones congelados por el
egoísmo. Mi amor, Hija mía, quiere vencer a
cualquier pre ció el corazón del hombre y por eso,
viendo que“ éste era rehacio después de haber
usado el sépti mo exceso de mi amor, haciéndose el
sordo y sin-" preocuparse ni de Mí, ni de mis
bienes, me he de
03
5

cidido a ir más allá; mi amor .hubiera debido dete-


nerse_anfce,„fcanta_.ingra.tltucí., pero no, quiso
desbor darse hasta más alia de sus límites y ya
desde el- seno materno hago llegar mi vo2 suplicante
a cada- corazón, uso los modos más insinuantes, las
pala— bras más dulces y penetrantes y las plegarias
mSs- conmovedoras para tocar las fibras del corazón
humano para obtener ¿Sabes tú qué cosa? El corazón
- de la criatura a quien digo: Hija__mía,
dame.tu,co- razón, que es mío y Yo te daré tndo lo
que quieras hasta a mi mismo.con tal de que me des
a cambió tu corazón aunque esté frío de amor, Yo lo
calentaré- ai contacto con el Mío y lo convertiré
en.llamas,- en llamas que destruirán en tí todo
afecto que no- sea de Cielo. Sí, he bajado del
Cielo para encarnarme en el seno materno y has de
saber que lo he- hecho precisamente para hacerte
entrar en el seno- de mi Padre Celestial... fAh, no
me lo niegues, no hagas vanas mis esperanzas que
serán para tí certe zas de bienes infinitos! Pero a
pesar de ésto, viendo a la criatura aún reacia a mi
amor, que incluso me ha vuelto la espalda y se ha
alejado de - Mí, he tratado de detenerla y con los
gemidos más- tiernos y suplicantes y uniendo mis
manecitas he - buscado persuadirla diciendole con
una voz sofocada por los sollozos: [Ahí ¿No ves.
alma mía que Yo-
no soy sino el pequeño mendigo que no pide otra co
sa en limosna sino sólo tu corazón? ¿Pero será po~
sible, Hija mía,' que no quieras tú comprender que-
éste modo mío de obrar no es sino el exceso más —
grande de mi amor no correspondido? Que el Creador
para atraer a la criatura a su amor, tome aspecto-
de pequeño niñito para no atemorizarla y que lie—
gue a pedirle de limosna su deforme corazón y vién
dola recalcitrante y reacia y que no se lo quierer
dar, le ruegue, le suplique, gima y llore...¿Esto-
no te mueve a compasión? ¿No ablanda tu corazón? Y
sin embargo, Hija mía, la criatura racional parece
gue ha perdido del todo el uso de razón, pues mien
tras debiera quedar ahogada en las llamas de mi a-
raor Divino trata por el contrario, de deshacerse -
de El para ir en busca de los más bestiales amores
por los que tendrá que precipitarse en el caos
infernal en el que tan amargamente llorará
eternamen te."
A estas palabras de Jesús yo me sentía llenar de -
ternura y a la vez de asombro y horror, pensando -
en la ingratitud humana y en sus tristísimas conse
cuencias irreparables y eternas. Mientras me halla
ba sumergida .en esta doble consideración, la voz -
de mi Jesús se volvió a hacer escuchar en mi
interior así:
"Y tú, hija mía; ¿No quisieras darme tu corazón? -
¿Querrías acaso que también por ti llore, rompa en
gemidos y súplicas para lograr la posesión de tu -
corazón?
Mientras Jesús sollozando me decía todo ésto, amar
gado mi corazón por una inefable ternura por su a-
mor no correspondido, y toda palpitante por el más
vivo y nunsa experimentado amor, le respondí:
"Mi. amado Jesús, no llores ya más; sí, sí, te dov-
no sólo mi corazón sino toda yo misma, no vacilo - en
dártelo sino que para hacerte un don más agrada ble
quisiera primero quitar de mi frió corazón todo lo
que hay en él que no es tuyo; dame por tanto, gracia
eficaz para hacerlo semejante al Tuyo para- aue
puedas así tomar en él estable y perenne morada."
Después de ésto, Jesús añadió sin más: "Hija mía,- ya
es tiempo de que pases por ahora más adelante entra a
considerar el noveno exceso de mi amor."
NOVENA HORA
"Mi estado actual se hace cada vez más doloroso hi_
ja mía. Si me amas procura que tu mirada esté siem
pre fija en Mí para que puedas aprender bien todo- lo
que te he enseñado con el fin de procurar a tu-
pequeño Jesús algún alivio en tantas penas como su
fre, aunque fuera solamente una palabra tuya de a-
mor, una caricia o un beso afectuoso a fin de que-

27

'-

o
U
)
t j ■
v
mi corazón tenga el dulce contento de sentirse j
correspondido con amor que dará tregua a raí
amarguísimo llanto y a las duras aflicciones que sufro.
- Escucha hija mía; después de haber dado al hombre-
tantas pruebas de amor mediante los ocho anterio— res
excesos de mi amor, él debería haberse plegado al
contacto con mi verdadero y sublime amor, pero- en vez
de eso, me paga tan mal y asi me hace pasar a otro
excesivo amor que para Mí será el más doloroso si no
soy correspondido. Hasta ahora el hom— bre no se ha
dado por. vencido y por eso, al octavo exceso de mi
amor hago seguir el noveno que. consis te en las ansias
más amorosas, en los suspiros más" encendidos de amor
por él y en los deseos más ar— dientes de quererme
salir del seno materno para co rrer tras él y así,
después de haberlo detenido eíT su carrera al mal,
anhelo abrazar y besar a este - hombre ingrato a mi
amor para hacer que se enamore de mi belleza, de mi
Verdad y de mis bienes eter— nos, de los cuales quiero
a toda costa hacerlo e— terno poseedor. Este
inestimable designio mío redu ce a mi pequeña
Humanidad, .aún no nacida a una ago nía tal que me hace
llegar al último suspiro de mT Vida y sí Aquella no
hubiera sido socorrida y sostenida por mi Divinidad,
que es inseparable de mi Humanidad por la unión
hipostática, ya a estas horas hubiera exhalado su.
último respiro. La Divinidad, comunicándole
continuamente la Vida, la sostu vo en ésta agonía de
nueve meses que habrían de de cirse meses más de muerte
que de vida.
Este, Hija mía, es el noveno exceso de mi amor que no
fue sino un continuo agonizar desde el primer - instante
en que mi Divinidad entró en este seno ma terno para
tomar los despojos humanos y esconder - en ellos la
esencia de mí misma Divinidad pues sino, en vez de amor
infundiría temor a la criatura- a quien mi amor desea
desposar. Pero lAyj Qué larga agonía no fue acaso para Mí
esta de esperar durante nueve largos meses a esta
criatura. jOh, có-

28
rao si amor me sofoca y me reduce a un continuo morir i
Te repito,. Hija mia, que si mi Humanidad no - hubiera
recibido de la Divinidad ayuda y fuerza pa ra sostener el
amor inmenso que enteramente me devora, se hubiera
reducido a cenizas y consumido — por el amor operante que
me ha hecho cargarme con- el fardo enorme de las penas
debidas por cada cria tura juntamente con las
satisfacciones exigidas por la Divina Justicia y con el
amor mendicante, - gimiente y suplicante por ¿qué cosa?;
Por el corazón frío e insensible de las criaturas- Por
esta - razón mi vida en el seno de mi Madre, se ha hecho
tan dolorosa que ya no soy capáz mSs de estar le— jos de
la criatura; anhelo acercarla a toda costa- a mi pecho,
para hacerle sentir mis latidos encendidos de amor, para
abrazarla con mi más tierno y entrañable afecto y para
hacerla dueña de mis bienes eternos. Sabe que si no fuese
por tí en este - momento confortado, antes aún de que
pudiera salir a la luz del día me quedaría consumido por
el exce so de este nuevo amor mío.
Mírame fijamente en el seno materno, mira cómo mella
vuelto tan pálido, escucha mi voz que se torna- como la
de un agonizante, cada vez más débil; sien te el palpitar
de mi corazón, tan acelerado en eus latidos otras veces,
ahora sin pulsaciones; guárde te de separar tu mirada de
MÍ, obsérvame bien, lo~ siento que ahora me muero... ¡Sí,
me muero y muero de puro amorj“
Mientras esto sucedía, también yo sentí perder la vida
por amor a Jesús, y entre ambos se hizo un —■ profundo
silencio..., un silencio sepulcral, ¡ni - sangre se heló
y se detuvo en mis venas, tanto que en mi pecho no sentía
ya más palpitar mi corazón,- la respiración en mí cesó ,y
toda temblando me desplomé en la desnuda tierra y en
aquel letargo mortal sólo mi lengua balbucía; "Jesús
mío... Amor mí
o... Vida mía... Todo mío, no te mueraa que yo -----
siempre te amaré... Nunca, nunca te dejaré, a eos — ta de
cualquier sacrificio.-. Pero dame siempre ——

2
9
las llagas de tu amor para poder amarte siempre más y
consumirme, cuanto antes, toda tuya, en amor por- tl,
mi sumo y eterno Bien." Entonces si que puedo - decir
que me sentí más que muerta por amor de mi Je sús, el
cual, ya nacido para esta vida nuestra de - muerte,
para hacernos primero sujetar a la muerte - de
nuestra voluntad y así después, a la verdadera —
Vida, y Vida Eterna, me tocó y en cuanto me tocó, -
me hizo volver del desvanecimiento en que, como digo,
había caldo pronunciando estas maravillosas palabras
"Hija mía renacida para mi amor, correspóndeme en -
todo y de igual modo que me has hecho compañía
conestís nueve consideraciones sobre el exceso de mi
a mor a lo largo de la novena de mi Navidad, así
continúa ahora haciendo otras 24 CONSIDERACIONES
ACERCA DE MI PASION Y MUERTE DE CRUZ,
DISTRIBUYENDOLASEN LAS 24 HORAS DEL DIA, en ellas
comprenderás otros excesos más sublimes de mi amor y
serás para Mí consuelo continuo en las dolorosísimas
penas que me - vienen de las ingratas criaturas, en
vida serás del todo amante de sepultarte en Mí, y en
muerte tendrás la mejor parte de mi Gloria".
Aquí termina esta novena de la Navidad
18 de Junio de 1300
Continúa Jesús sin venir, y yo me he dedicado a
considerar el misterio de la flagelación y mientras
ésto hacia he visto al bendito Jesús todo llagado y
chorreando sangre y me ha dicho:
"Hija mía, el Cielo con todo lo creado te habla del
amor de Dios y mi Cuerpo llagado te indica el amor-
del prójimo. Mi Humanidad, unida a la Divinidad,hizo
una sola persona y en Mí, estas dos naturalezas-
fueron inseparables, por lo que no sólo di satisfac
crón a la Divina Justicia sino que también obré la
salvación de les hombres; y para hacer que todos a-
sumieran la obligación de amar a Dios y la de amar-
ai prójimo, además de hacer de estas dos, una sóla-
obligación, la elevé a precepto Divino. Por ésto, -
cada llaga y cada gota de sangre enseñan a todos el
modo de amarse asi como la obligación que tienen■de
poner cuidado y vigilar la salvación de los demás."
Después, tomando un aspecto de mayor aflicción ha a
gregado: “
"Que tirano es tan despiadado para MÍ el amor por -
el cual no sólo ocupe todo el curso de mi vida mortal
en continuos sacrificios hasta morir desangrado en la
Cruz sino que me quedé como Víctima perenne - en el
sacramento de la Eucaristía y aún más, tengo- también
a_.mis„ miembros, .predi 1 eatos .como- vlc-timas. vi
vas. e,n .continuos sufrimientos ocupados en la
salvación de los hombres, como desde haca tiempo te
he e legido a tí para tenerte sacrificada por ,aruor
mío y por amor de los hombres. jAh, sí, mi corazón no
tie ne reposo ni descanso si no encuentra al hombre,
y el hombre..., eL hombre ¿cómo me corresponde?, con-
ingratitudes enormes."
Habiendo dicho ésto, ha desaparecido.

8 de Febrero de 1902
Al venir esta mañana mi adorable Jesús, me ha hecho
participar en parte de su Pasión? mientras me encon
o
traba sufriendo, para alentarme me ha dicho: -
"j-fiia el primer aignif icadn—de_la Pasión es n
Gloria, alabanzaf honor r agradecimien-ta_¥—
repara^ C-LÓQ_ a la Divinidad. P1—segnnda_—e_3._s-
alvación_de_— Iá5_-Aliaa_s y todas las gracias que
se necesitan - para obtener este fin; por esto,
quien participa en las penas de mi Pasi6n
contiene en si, en su- vida estos mismo
significados y no sólo ésto, si no que toma la
misma forma de mi Humanidad y como mi Humanidad
está unida en la Divinidad, así- también el alma
que participa en mis penas está- en contacto con
la Divinidad y puede, obtener loque quiere y sus
penas son llaves para abrir los tesoros Divinos,
ésto mientras vive acá abajo y- para después le
está reservado en el cielo una - gloria distinta
para ella que le viene dada tanto por mi
Humanidad como por mi Divinidad, de ma ñera que
se asemejará a mi misma Luz y Gloria y~ será una
gloria especial para toda la corte ce— lestial a
la que le será dada por medio de esta- alma y por
lo que le he comunicado, porque cuanto más las
almas se han asemejado a Mi en las pe ñas tanto
más saldrá Luz y" Gloria desde dentro ~ de la
Divinidad y toda la Corte Celestial participará
de esta Gloria." Sea por siempre Bendito el Señor
y todo para Su honor y gloria.

30 de Mayo da 1904
Encontrándome en mi habitual estado estaba pen—
sando y ofreciendo la Pasión de Nuestro Señor, -
especialmente la Coronación de espinas y le ped_í
a que diera luz a todas las mentes, que se hicie
ra conocer, que es imposible conocerlo y no amar
lo. Mientras esto decía, mi adorable Jesús ha sa
lido de dentro de mi interior y me ha.dicho:
"Hija mía, j cuánta ruina hace la soberbia en las
almast basta decirte que forma un muro de divi—
sión entre la criatura y Dios, y de mis imágenes

3
2
las transforma en demonios. Si tanto te duele y
te desagrada que las criaturas estén tan ciegas,
que ellas mismas no comprenden ni ven el princi-
pie en el que se encuentran y deseas tanto que'
Yo las ayude, te hago un Don para que te sirva

a tí y a quien té quieras:. Mi Pasión , QUE_ ..Sirve


como,v.e5-tido-al_hombre, que.JLe____________cubr_e_.Xas.Jiá s- -
qrandes.jpiserias, lo embellece, .y .le .da
todo. ...el;
bien gue_..había-perdido por-el—pecado . "
Al escuchar ésto, me ha venido tal temor viendo
la grandeza del Don, y temiendo no saber
utilizarlo y así desagradar al mismo Donador, le
he dicho:
"Señor, no me siento con la fuerza para aceptar-
tai Don, soy muy indigna de tal favor, mejor -
tenlo Contigo, Tú gue eres Todo y conoces todo,
sabes a quien es necesario y conveniente apli_ car
esta vestidura tan preciosa y de inmenso va lor,
pero yo, pobre, ¿qué cosa podré conocer?.
Y si fuera necesario aplicarlo a alguno y no lo
hago ¿qué cuenta tan estrecha me pedirías?"
Y Jesús: "No temas el mismo Donador te dará lar
Gracia para que no hagas inútil el don que te “ ha
dado; ¿crees tú que Yo te hago un Don para --
dañarte? No, esto nunca."
Entonces yo no he sabido qué responder y he que
dado asustada esperando escuchar qué pensaba la
"Señora" obediencia. Se entiende que esta vestí
menta significa todo lo que obré, merec.16 y sufrió
Nuestro Señor y en esto la criatura encuen tra la
vestidura para cubrir su desnudez y despojada de
virtudes, las más grandes riquezas pa_ ra
enriquecerse, las bellezas para embellecerse Y y el
remedio a todos sus males.
(Habiendo dicho todo esto a la obediencia (confe
'sor), me ha dicho que lo aceptara.

26 de Septiembre de 1904

,...en cuanto he visto al Bendito Jesús, le he


s
o
dicho: "Jesüs mío: ¿Por qué por tres veces ás
quisiste sufrir tan doloroso martirio- de la
Corona cifin de espinas, no bastaba una- vez
para pagar- nuestros malos pensamientos?
Y JesGs ha dicho:
*No_ solamente la Coronación de espinas fnp t-
rea veces sino casi ..todas las-nenas que sufrí en
mi Pasión fueron tríalas.. Tres fueron las horas
de agonía en el_Jhne£toj tres fueron las flagelado
nes usando tres diferentes flagelos; tres veces"
me desnudaron de mis vestiduras; por tres veces
ful condenado a muerte: en la noche, en la ma—
drugada y en pleno día. Tres fueron las caídas-
bajo la Cruz; tras-fueron los clavos; tres ve—
ces mi Cora2on derramó sangre: en el huerto por
sí solo, de su mismo centro en la crucifixión -
cuando fui tendido sobre la Cruz y mi Cuerpo -
quedó descoyuntado y mi Corazón se derramó
dentro y derramó sangre después de mi muerte
cuando me fue abierto el costado con una
lanza.Tres^ ¿:iaxon las horas de agonía en -la
Cruz. "
"Si se quisiera rumiar toda, ioh¡, cuántas co—
sas triples se encontrarían. ¿LS-to...nn._-f.ue-Cas-
ua- Lidad. _sjjao_cme„todo fue ordenación. Divina
para-
hacer completa la'gloria al Padre,l_a,_r.epata.-
gión deb-ida por las criaturas y-’el bien de inere cer
para las mismas criaturas porque el Don más"
grande que la criatura ha recibido de Dios, ha
sido el crearla a su imágen y semejanza y dotar
la con tres patencias: inteligencia, memoria y
voluntad, no hay culpa que la criatura cometa -
en la que estas tres potencias no concurran y -
por tanto mancha y desfigura la bella imágen Di^
vina que en sí contiene,sirviéndose del Don pad"
ra ofender al Donador; y Yo, para rehacer de -
nuevo esta imágen Divina en la criatura y dar -
toda la gloria que ella debía a Dios, he
concurrido con toda mi Inteligencia, Memoria y
Volun tad .especialmente en estas cosas
triplemente su fridas por Mí, para hacer
completa tanto la glo_ ría debida al Padre como
el bien que era necesa rio a las criaturas."
17 de Septiembre de 1905
Habiendo estado sufriendo por la privación de mi
Dulcísimo Jesús, esta mañana, dia de los -
Dolores de María Santísima, ha venido Jesús y me
ha dicho:
- "¿Hija mía, qué quieres que con tanto ardor me
llamas?
- y yo: "Señor quiero las cosas que tienes pa ra
Tí"
- Y El: "Hija mía, para Mí tengo espinas, cia_
vos y Cruz"
- Y yo: "Muy bien, eso es lo que quiero para-
mí"
Entonces me ha dado su corona de espinas y me
ha participado los dolores de la Cruz y des—
pués ha agregado:
"_Todo_a_ pueden.. participar_eja_lps _.mér.itos
y....en los bienes que f ructlfácaban_d-e _lo.S-DQ.lor
es - de. .Mi Madre. Quien anticipadamente se
pone en las manos de la Providencia ofreciéndose
a su frir cualquier clase de penas, de miserias,
- de enfermedades, calumnias y todo lo que el -
Señor disponga sobre él, viene a participar e en
el primer Dolor de Mi Madre, que fue el- de la
profecía de Simeón. Quien actualmente se -
encuentra en los sufrimientos, y esté resigna
do, y si esta más estrechamente unido a MÍ, y no
me ofende, es como si me salvara de las ma nos
de Herodes y sano y salvo me custodiara - en el
Egipto de su Corazón, participa en el - segundo
Dolor. Quien se encuentra con el ánimo abatido,
árido y privado de mi. presencia y está firme y
fiel en sus ejercicios habituales y los toma
como ocasión para amarme y buscarme más sin
cansarse, viene a participar en - los méritos y
en los bienes que adquirió mi ~ Madre cuando me
perdí en el templo. Quien ai- verme o tendido
gray.emgn.te-.—d&aprec i ado _y_ piso teado v esto
le_dfi.cagrada__y_-hiis.ca -repararme
compadecerme y pide-43Qri_Las--m->smQ.s--que-me—o£ en- den es

36

6
para Mí como si encontrara en esa alma a mi misma
Madre, que_sl_imbieE:a^jaQ.dido ■ me habri. ft_Ük££ad.Q._demis
enemigas.,_y-_akl_BaciLÍ^LÍEa_dfir cuarto Do.lor de—mi—Madre. .Quien
crucifica sus -
eJL quinto Palón. Quien estS en continua actitud
[de adorar y besar mis llagas, de darme repara—
I ci.Ón y agradecimiento a nombre de todo el
géne- / ro humano, es como si me tuviera en sus
brazos- 1 como me tuvo mi Madre cuando fuí bajado
de la - Cruz y así participa en el sexto Dolor.
Quien - se mantiene en Gracia y corresponde y no dá
lugar en su corazón a que se hospede otro, sinosólo
a Mí me hospeda, es como si me sepultara - en el
centro de su corazón y así participa en - i e.l
séptimo Dolor de mi Madre.

23 de Febrero de 1906
Esta mañana estaba pensando en Nuestro Señor en
el acto en que lo clavaban -en la Cruz y lo esta
ba compadeciendo y el Bendito Jesús me ha dicho:
"Hija mía, no fueron únicamente las manos y los
pies los que fueron clavados en la ..Cruz, sino -
fueron todas las partículas de mi Humanidad,_de
r£ij2ina....y_ude^aL_Dij¿ln.idad., quedaron clavadas to
das en la Voluntad del Padre porque la crucific"
ción fue Voluntad del Padre, por esto quedé cía
vado todo en su Voluntad, y esto era necesario^
porque ¿qué cosa es el pecado sino un retirarse
de la Voluntad de Dios, de todo lo que es bueno y
santo y que Dios ha dado, creerse por sí mismo
algo y ofender al mismo Creador?; y Yo, para
reparar esta audacia y este ídolo propio que se
hace la criatura de sí misma, quise perder del-
todo Mi Voluntad y vivir de la Voluntad del Padre
a costa de gran sacrificio"

3
7
13 de
Continuando mi habitualEnero de
estado, cuando ha venido el
Bendito Jesús, parecía que se acercaba a mí y me
1907
hacía sentir los latidos de su Corazón tan fuerte,
y en su latido latían otros muchos peque ños
latidos y me ha dicho:
"Hija mía, en este estado se encontraba mi
Corazón en el acto de mi Pasión; en mi Corazón
palpi_ taban todas las vidas humanas que con sus
peca— dos estaban todas en acto de darme la
muerte, y mi Corazón, a pesar de la ingratitud de
ellas, - lleno de violencia de amor, restituía a
todos la vida, por eso palpitaba tan fuerte y en
mi latido encerraba a todos los latidos humanos
haciéndolos resurgir en latidos de Gracia, de
amor y ~ de delicia Divina."

4 de Octubre de ISO9
Continuando mi habitual estado de aflicción perla
privación de mi Bendito Jesús estaba ocupada- en mi
interior en las Horas de la Pasión; particularmente
en la hora en que Jesús erct cargado - con el pesado
leño de la Cruz. Todo el mundo estaba delante de
mí, pasado, presente y futuro; - mi fantasía
parecía que viera todas las culpas - del mundo y de
todas las generaciones que oprimí a.n y aplastaban
al Benigno Jesús, delante de las" cuales la Cruz no
era otra cosa que una pajita — sin peso alguno. Yo
trataba de estrecharme más a El y le decía "Mira,
Vida Mía y Bien mío, yo estoy aquí por todos ellos;
¿ves cuántas blasfemias? vo, al reparar te bendigo
por todos. ¿Cuántas o- las de amargura, de odio, de
desprecios, de in— gratitudes y de poquísimo amor?
yo._quJ.ejre_endul-
z¿ur.t.&—por_.todos , amarte por, todos , _agradecerte, -
adorarte, v honrarte por todos;_pero mis repara.—
..clones—spn_frla.s.,...mezquinas-^-.finitas.,y Tú que - eres
el ofendido eres Infinito, por lo que quie-

3
8
-

-
sj

ro hacer que también mis reparaciones y mi amor sean


infinitos, »yapara hacerlos lnfínJt-n«L,—in-— mensos
_e_J.n.tftrnu,nabJ-as^ me uno a Tí, con tn mls-
Lv]'
—Santo y_cts bend i g.g—con-vues£jcas_Jaendicio
nes.j_Q5_ amo con vuestro mismo amor, os endulzo-
con vuestra misma dulzura, oa honro y os adoro- como hacéis
entre las Divinas. Be.rs.onas"
Quién puede decir todo lo que salla de mi mente si bien, de
lo tánico que soy capaz es de decir- tonterías?, pero no
acabarla,-si quisiera decir todo. Cuando estoy en las Horas
de la Pasión me siento como si junto con Jesús abrazara la
in— mensidad de su obrar y por todos y por cada uno
glorifico a Dios, reparo y suplico por todos y por tanto, el
decir todo se me hace difícil,
Mieiitraa_to.dQ__esto_hacía-,_.un_pensamiento me_._.ha- dicho: piensa en
loa, pee ado s„de _.tados„ 1 os...dem$ s Y en-lo_s.-tuyQs, .pi-ensa_en
_tJL._.rep.ara...por __tI; a - sí he tratado de pensar en mis
males, en mis grandes miserias, en las privaciones de
Jesús,a causa de mis pecados y distrayéndome de las cosas
que acostumbro en mi interior,.lloraba mi - gran desventura.
En este momento mi siempre amable Jesús se ha - movido en'mi
interior y con voz sensible me ha- dicho :
“Quiéres tú juzgarte a tí misma?. _tU-Q.br ar in-- tsrno no-es-
tuyo. sino Mío.; tú no tienes otra co
£SL_que—hacen, s ino seguirme.__todo _lo .demSa_JLo_.ha
go_Xa. Debes quitar el pensamiento de tí misma, no-
debes ha,cjax_0-tr-a—eos a- -s ,ino_I o._ qiie—quiero yp; Y
—ÚT-Q—pensané_en—tu-s—bienes_y_e.n~tus—malesL.
Quién te puede hacer mavor—bien,—tú-O—Yo, Y mos traba así
desagradarse, por lo que me he puesto a seguirlo y poco
después llegando a otro punto del Camino del Calvario en el
que mSs que nunca me internaba en las diversas intenciones
de Jesús, el pensamiento me ha dicho: No sólo debes- gultar
el pensamiento de santificarte, sino tam
fc_ ién... d g__s_a. 1 var_te ¿CuJLHfl_a.es que por—tí--mi-sma__no
ares buena.para nada?, y entonces ¿De qué te ser virá
pensar en salvar y santificar a los demás?.
Y yo, poniendo mi pensamiento nuevamente en Je— süs le he
dicho:
"Jesús mío: ¿Tu sangre, tus penas, tu Cruz no — son para
mí?, he sido tan mala que habiéndolas - pisoteado con mis
culpas Tú quizá no me has escu chado, pero perdóname, y si
no me quieres perdonar, déjame tu Querer y estaré contenta,
tu Vo - luntad es todo para mí. Me he quedado sola, no -
tengo nada sin Ti y Tú eres el único que puede - conocer lo
que he perdido. No tengo nada, las -- creaturas sin Tí me
aburren y me fastidian y me- siento en esta cárcel de mi
cuerpo como esclava- encadenada. Por piedad no me quites tu
Santo Que rer. Y mientras estas cosas pensaba me he distra
ido nueva-mente en mi interior-, y Jesús, me—ha.-her cho oi-
r_s.u v-c^uunás—fuerte - e _im popen te .„üitJjén dome "
¿ N.0_qui er e.s—ac ab ar—y a -con—é sto,_. quiere s.. .tu .me--
dit_mi—obra_.en—tí-2" No sé explicarlo, pero como- si con
esto,hubiera hecho silencio en mi mente,- he buscado
seguirlo y he terminado de pensar en- mí misma.
2 de Mayo de 1917
Encontrándome en mi estado de siempre me lamen— taba con mi
dulce Jesús por sus privaciones y le decía: "Amor mío,
¿quien podía pensar _que__tu jqri va¿zi6n_me._co_s±.ar,ia__tanto?
Mfi__siento morir, poco a poc.cz, cada acto mío es una muerte
que siento por que no encuentro la vida, y morir y vivir es
más cruel aún, es más, es doble muerte."
Entonces mi amable Jesús ha venido y me ha di- - cho:
"■fli-j a—mía ._jtan_ánimo v firmeza en todo, o bien, - ;no
Q U I E R E S I M I T A R M E ? Tambi.én___YO—mor.ía._p3CO._ c.a y las criaturas al
ofenderme en sus pasos así sentía el desgarro en mis PiÉs,
con tales espasmos de dolor de darme la muerte, y mientras
me - sentía morir no moría. Al irrae ofendiendo con — sus
obras Yo sentía la muerte en Mis Manos y con
ese cruel dolor, Yo agonizaba, pero la Voluntad de
Mi Padre me sostenía, moría y no moría.
Al repercutirse en mi voz las malas conversaciones y
las horrendas blasfemias de las criaturas- Yo me
sentía sofocar, destrozaban mi palabra y - sentía la
muerte en mi voz, pero no moría. ¿Y Mi desgarrado
Corazón? Al palpitar sentía en mi latido las vidas
malas, las almas que se me arrancaban y Mi Corazón
estaba en continuos desgarros y laceraciones;
agonizaba y moría continuamente- en cada criatura,
en cada ofensa, sin embargo el amor y el Querer
Divino me obligaban a vivir. He aquí el porgue de
iau morir poco a poco; _te~quie-- ro conmigo, quiero
tu _compañía en mis muertes. - ; no está s -conten-ta?

4 de Febrero de 1919
Continuando en mi habitual estado durante unos -
tres días, me sentía la mente perdida en Dios; -
muchas veces el Buen Jesús me atraía al interior de
su Santísima Humanidad, y yo nadaba en el mar
inmenso de su Divinidad. lOh, cuántas cosas se -
veían.' ¡Cómo se veía claro todo lo que obraba La
Divinidad en su Humanidad! Muy a menudo, mi Je-- sús
interrumpía mi sorpresa y decía:
-¿"Ves, hija mía, con que exceso de amor amé a -y la
criatura? Mi Divinidad fué celosa en no con— fiar a
las criaturas el trabajo de la Redención, haciéndome
sufrir la Pasión; la criatura era impotente para
hacerme morir tantas veces por cuan tas criaturas
habían sido y deberían de salir a- \ la luz de la
Creación, y por cuantos pecados mor \ tales habrían
tenido la desgracia de cometer. Mi f Divinidad me hacía
morir entre mil espasmos tan- j tas veces cuantas eran
las criaturas que fueron, que son y que serán, y por
cuantos pecados morta ' les habrían tenido la
desgracia de cometer. La - Divinidad quería vida por
cada vida de criatura, y vida por cada muerte que con
el pecado mortal- sé daba. ¿Quién podía ser tan
potente sobre Mí,-,
y darme tantas muertes, sino mi Divinidad? ¿Quien
nahria tenido la fuerza, el amor, la constancia
de verme morir tantas veces, sino mi Divinidad?
La criatura se hubiera cansado y habría des
fallecido.
Y no creas que este trabajo de mi Divinidad, para
hacerme morir de puro espasmo' en todos los mo
montos, empezó tarde; por el contrario, apenas -
fue cumplida mi Concepción, desde el seno de mi-
Madre, que muchas veces tenía conocimiento de —
mis penas y quedaba martirizada, y sentía la - -
muerte junto conmigo.
Así que desde que estaba en el seno Materno, mi-
Divini lad tomó el empeño de ser el sacrificador-
amoroso; pero, precisamente por ser amoroso, más
exigente e inflexible, tanto, que nisiquiera una
espina le fué ahorrada a mi gimiante Humanidad,-
ni un clavo, ni uno siquiera de los tantos tor—
meneos de mi dolorosa Pasión me fué evitado. . .
pero hay una diferencia: las espinas, los clavos
los flagelos que sufrí en la Pasión que me dió -
la criatura, no se multiplicaban: tantos queda ban
cuantos ponían; mientras que los de mi Divinidad
se multiplicaban a cada ofensa. Así que — recibí
tantas espinas por cuantos pensamientos - malos,
tantos clavos por cuantas obras indignas, tantos
golpes por cuantos placeres, tantos sufrí mientos
por cuanto fueron diversas las ofensas.- Por eso
eran mares de penas y de espinas; clavos y golpes
innumerables formaron la Pasión que medió la
Divinidad. La Pasión que me dieron las --
criaturas en el último de mis días, si bien fue—
el epílogo de todos mis padecimientos, no fué, -
asi mismo, más que una sombra, la imagen de lo -
que me hizo sufrir mi Divinidad en el curso de -
Mi Vida.
Por eso amo tanto a las almas: son vidas que me-
cuestan, son penas inconsebibles a una mente - “
creada. . . y tú, entra en mi Divinidad, y mira- y
toca con la mano lo que sufrí”.
t/' Yo no sé como me encontraba dentro de la
inmensidad Divina, que erigía tronos de justicia
por cada criatura, a los que el dulce Jesús debía
- responder, y estos por cada acto de la criatura
misma, y había de sufrir sus penas, su muerte,-
hasta pagar una fianza por todo. Y Jesús como -
un dulce Corderito, era hecho morir por las manos
Divinas, para resurgir y sufrir otras muertes.
jOh, Dios mío, que penas tan desgarrado- - ras!
¡Morir para resurgir, y resurgir para someterse a
muertes aún más amargas 1 Yo me sentía morir -
viendo muerto a mi dulce Jesús; tantas veces hu
hiera querido evitar una sola muerte a aquél —
que tanto me ama. Oh, que bien comprendía que -
solo la Divinidad podía hacer sufrir tanto a mi
dulce Jesús, y que solo Ella podía gloriarse de
haber amado a los hombres hasta la locura y el-
exceso, con penas inauditas y con amor infinito.
Por eso, ni el ángel ni el hombre tenían en
sumario este poder de amarnos con tanto heroísmo
- de sacrificio, como Dios. Más, ¿Quien puede
decir todo? Mi pobre mente nadaba en aquel mar in
menso de luz, de amor y de penas, y quedaba como
ahogada sin saber salir de él; y si mi ama— ble
Jesús no me hubiese metido en el pequeño -~ mar
de su Santísima Humanidad, en el que la men te no
quedaba tan abismada, sin poder ver nin— gün
confín, yo no hubiera podido decir nada, — con lo
que, poco después, mi dulce Jesús ha aña dido:
- "Hija mía, parte de mi vida: ven en mí Volun--
tad, ven a ver cuanto hay que sustituir a tan—
tos actos míos, suspendidos todavía, no susti—
tuidos por las criaturas.
Mi Voluntad debe ser en tí como la primera rueda
del reloj: si élla anda, todas las demás rué das
andan; el reloj señala las horas y los minu tos,
de modo que toda la armonía está en el movimiento
de la primera rueda; y si la primera -
rueda no tiene movimiento, todo queda detenido.
A S Í , la primera rueda en ti debe ser mi Voluntad
que debe dar movimiento a tus pensamientos, .a
tu corazón, a tus deseos, a todo; y puesto que

4
3
mi - Voluntad es la rueda central de mi ser, de
la creación y de todo, tu movimiento, partiendo
deeste centro, vendrá a sustituir a tantos actos
- de las criaturas, y multiplicándose en los
movimientos de todos como movimiento central,
vendrá a deponer ante mi trono, de parte de las
criaturas, los actos de éllas, sustituyéndose a
todo.- Por tanto, está atenta; tu misión es
grande y to da Divina".
19 de Abril de 1919.
Continuando en mi habitual estado me sentía toda
afligida y mi siempre amable Jestis, al venir me-
ha estrechado y rodeándome el cuello con un brazo
me ha dicho:
-"Hija mía, ¿Que tienes?, tu aflicción pesa so—
bre mi Corazón y lo-traspasa más que mis mismas—
penas; pobre hija, tu te has compadecido tantas-
veces do Kí y has tomado sobre tí mis penas; aho
ra quiero compadecerme de tí y tomar Yo tus pe—
ñas" .
Y me estrechaba a su Corazón y sacándome fuera -
de mi misma ha agregado:
“Ven hija mía, ven a mi Divinidad para que pue—
das comprender y ver mejor lo que hacía mi
Humanidad en favor de las criaturas".
Yo no sé decir lo que he comprendido, en muchas-
cosas me faltan las palabras, digo solo lo que -
me ha dicho mi dulce Jesüs:
“Hija mía, mi Humanidad fue el órgano que reorde •
nó la armonía entre el Creador y la criatura; Yo
hace po r. .cada. alma todo lo que élla estaba obli -
gada _a hacer hacia en .T-r&adrtr. -.SLÍXL_cme guedaran-
excluidas ni siquiera J^s_misj)ias_4lmas_.perdi.d,ag.,
poxjquje _d_e__ta_&a sJLas-sos as— er e a d as—d e b í a-da r.a 1
- padre, gloria, amor y satisfacción completas; —

4
4
05
3

con la diferencia entre las perdidas y las sal— vadas de que


las almas que en alguna forma satis facen sus deberes hacia el
Creador (que casi nin guna llega a satisfacerlos todos) se
unen a mi - Alma, y su gloria y todo lo que hacen queda como
injertado en la Mía; las perdidas quedan como — miembros
áridos y secos a quienes faltándoles — los humores vitales no
pueden recibir ningún injerto del bien que he hecho por ellas
sino que - están listas para quemarse en el fuego eterno. -
Asi que mi Humanidad restituyó la armonía perdida entre la
criatura y Dios y la selló con el — precio de Sangre y Penas
inauditas".
8 de Mayo de 1919
Encontrándome en mi habitual estado estaba
pen— sando en las penas de mi Adorable Jesús,
espe- - cialmente en aquellas que la Divinidad hizo_su— frir a la
Santísima Humanidad de Nuestro Señor.- En este momento me he
sentido en el interior del Corazón de Jesús y tomaba parte en las
penas que a su Sacratísimo Corazón hacía sufrir la Divinidad
durante todo el curso de su Vida en la tie— rra. Estas penas son
muy distintas de las que su frió en su Pasión de manos de los
judíos, son pe ñas que casi no se pueden decir; de aquel poco -
que yo participaba sé decir que sentía pn dolor- agudo, acerbo, 1
acompañado de un desgarro del mis mo corazón que me hacía sentir
en realidad morir / y Jesús con un prodigio de su Amor me daba
nueva -/ mente la vida. Entonces, después que yo había su frido,
mi Dulce Jesús me ha dicho:
"Hija de mis penas, has de saber que las penas - que me dieron
los judíos fueron una sombre en re lación con las que me dió
la Divinidad, esto era justo para que recibiera plena
satisfacción. El- hoinbre pecando no solo ofende a la Majestad
Su— prema externamente, sino también internamente y- desfigura
en su interior la parte divina que le- fué infundida al
crearlo, así que el pecado se - forma primero en el interior
del hombre y des- -
pues sale al exterior; es más, muchas veces lo - que sale al
exterior os la parte mínima, la parte mayor queda en el
interior.
Ahora bien, las criaturas eran incapaces de pene trar en mi
interior y hacerme satisfacer con penas la gloria del Padre que
con tantas ofensas - de su interior le habían negado y mucho
más porque estas ofensas herían la parte más noble de - la
criatura como es la inteligencia, la memoria- y la voluntad en
donde está sellada la imagen di vina. ¿Quién debía entonces
hacer este oficio si la criatura era incapaz de hacerlo? Por
esto fué casi necesario que la Divinidad misma hiciera es te
oficio haciéndose mi verdugo amoroso, pero -- por cuanto
amoroso era también exigente para recibir plena satisfacción
por todos los pecados - hechos en el interior del hombre. La
Divinidad - quería la obra completa y la plena satisfacción- de
la criatura tanto por lo interior como por lo exterior. En la
Pasión que me dieron los judíos- dí satisfacción a la gloria
externa del Padre — que las criaturas le habían quitado, y en
la Pasión que me dió la Divinidad durante toda mi vida, di
satisfacción al Padre por todos los pecados del interior del
hombre. De todo esto podrás comprender que las penas que sufrí
de manes de - la Divinidad superan grandemente a las que me —
dieron las criaturas, tanto que no pueden compararse y éstas
son menos accesibles a la mente hu mana. Como entre el interior
del hombre y el exterior hay una gran diferencia, más la hubo
en— tre las penas que me inflingió la Divinidad y — las que me
dieron las criaturas el ültimo día de mi Vida. En las primeras
eran desgarros crueles, dolores sobrehumanos capaces de darme
muerte y - no una, sino repetidas muertes en la parte más -
íntima, tanto del alma como del cuerpo, ni si- - quiera una
fibra quedaba excluida. En las segundas eran dolores acerbos,
pero no eran desgarros
en los que la Divinidad tenia el poder y el querer
de darme muerte en cada uno. iAhl , cómo me- cuesta
el hombre, el hombre ingrato que no piensa en MI y
no busca comprender cuánto lo he amado y cuánto he
sufrido por él; ni siquiera ha ej¡ tendido lo que
sufrí en la Pasión que me dieron- las criaturas, y
si no entiende esto que es lo - menos, cómo
entenderá lo más de lo que he sufrido por él; por
esta causa me he tardado en revelar las penas
inumerables e inauditas que me diÓ la Divinidad por
causa de él, pero mi amor quiere desahogarse y
quiere ser correspondido con a- mor. Por eso te
llamo a tí a la inmensidad y altura de mi Querer
donde' están todas estas penasen acto, y tG no solo
tomas parte en ellas, sino que a nombre de toda la
familia humana las hon-- ras y me das el pago de
amor, y junto Conmigo — sustituyes a todo lo que
las criaturas están o— bligadas y, con sumo dolor
mío y daño para ellas ni siquiera lo piensan ni se
ocupan.

4
7
Estaba pensando en la Pasión de mi Siempre amable
Jesús, especialmente cuando se encontró bajo la -
tempestad de los flagelos y pensaba "Cuándo Jesús
sufrió más, si en las penas que la Divinidad le -
había hecho sufrir en todo el curso de su Vida, o
bien en las que los judíos le dieron en el último
día."
Y mi dulce Jesús con una luz que mandaba a mi
inteligencia me ha dicho:
"Hija mía, las penas que me dió la Divinidad supe
ran grandísimamente a las que me dieron las
criaturas tanto., en la intensidad y multiplicidad
como en la duración del tiempo; pero no hubo injusti
— cia ni odio sino amor sumo, fue de un acuerdo de-
las tres Divinas Personas el oficio que Yo habla-
tomado de salvar a las almas a costa de sufrir -
tantas muertes por cuantas criaturas salieron a - la
luz de la Creación. El Padre con sumo amor me había
acordado esta obra. En la Divinidad no exÍB_ te, ni
puede existir ni la injusticia ni el odio, por io
que fue incapaz de hacerme sufrir estas pe_ ñas: el
hombre' con el pecado había cometido suma- injusticia
y odio, y Yo para glorificar al Padre- completamente
debía sufrir la injusticia, el odio las burlas, etc.
Asi que en el último de mis días mortales sufrí la
Pasión de parte de las criatu— ras en la que fueron
tantas las injusticias, Ios- odios, las burlas, las
venganzas, las humillaciones que me hicieron, que a
mi pobre Humanidad la- convirtieron en el oprobio de
todos hasta tal pun to que no parecía que fuera
hombre. Me desfiguraron tanto que a ellos mismos les
daba horror mi-- rarme, era la vileza y el repudio
de todos. En - consecuencia, podría llamarlas como
dos pasiones- distintas; las criaturas no me podían
dar tantas- muertes ni tantas penas por cuantas
criaturas y -
05
7

pecados debía Yo sufrir, ni eran


capaces; por eso, Xa Divinidad tomó esa"ocupación -
pero con sumo amor y de acuerdo entre Nosotros, y
Cj5m0_la__pivJ.nidad._era._incap.az_.de injusticia, odio
burla, -.etc.-„aquí..entran las ...criaturas a completar
-~.D -todo la-Obra de la -Redención. I Cuánto me
cues
tan las almas! I Es por esto que las amo tantoj

19 de Marzo de 1920
Estaba lamentándome con mi siempre amable Jesús -
diciéndole:
"Cómo has cambiado, será posible que el sufrimien
to ya no sea para mí? Todos sufren, ¿sólo yo no -
soy digna de sufrir? Es verdad que supero a todos
en maldad pera Tú ten piedad de mí y no me nie- - - -
gues cuando menos las migajas del sufrir que abun
dantemente das a otros. Amor mío, que espantoso -
es mi estado; ten piedad de mí, ten piedad de mí"
Mientras decía esto mi dulce Jesús ae ha movido -
en mi interior diciéndome:
"Ah hija mía, cálmate porque así abres profundos-
desgarros en mi Corazón. Yo también hubiera queri
do encerrar en Mí todas las penas de las criatu--’
ras, era tanto mi amor hacia ellas que hubiera
querido que ninguna pena las tocara pero esto no»
lo pude obtener; debí estar sometido a la Sabiduría
y a la’ Justicia del Padre que aunque me permi tía
satisfacer en gran parte las penas de las
criaturas, no quiso que fuera por todas, y esto -
por decoro ^equilibrio de su Justicia. Mi Human 1
dad hubiera querido sufrir hasta para .poder poner*
término al infierno, ni purgatorio ya. todos los-
castigos; pero, la Divinidad no. .quiso y la Jas ti—
£Í3_.dijp.,a. mi M i a r , T ú has..querido el derecho
del. Amor y te ha sido . c o n c e d i d o q u i e r o los d e
rectos --de^La,,.Justlcia." Yo me resignó a la Sabidu ría
de mi Padre y la vi justa, pero mi gimiente ™
Humanidad sentía las penas que tocaban a las cria
turas. Al escuchar tus lamentos por no sufrir,-
oigo el eco de los Míos y corro para sostener tu
corazón para darte fuerza, sabiéndo qué dura es-
esta pena, pero sabe que e'sta es también una pena
de tu Jesús
2 de Junio de 1920
Continuando mi habitual estado estaba recogida -
en oración y vela un abismo en mí tan profundo -
que no podía llegar hasta el fondo, y en medio- de
este abismo estaba Jesús afligido y triste; no
podía comprender cómo viéndolo en mí, me sentía
tan alejada de El y como si no fuera para- mi. Mi
corazón estaba torturado y sentía una muerte
cruel, no sólo una vez sino siempre que - me
encuentra en este abismo como separada de mi-
Todo, de mi Vida.
Entonces, mientras mi corazón goteaba sangre mi
siempre amable Jesús saliendo de este abismo me ha
estrechado con sus brazos y poniéndose tras - de
mis espaldas me ha dicho;
"Querida hija mía, tú eres mi verdadero retrato, }
Oh¡, cuántas veces mi gimiente Humanidad se
encontraba en esta tortura, ella es una sola cosa-
fundida con la Divinidad y siendo una sola cor-a,
Yo sentía el desgarro de la separación de la
Divinidad que. aunque me envolvía por dentro y
porfuera y estaba fundido con ella, roe sentía
lejano. Mi pobre Humanidad debía pagar la
separación, que con el pecado la humanidad había
ocasionado, para hacerla llegar nuevamente a la
Divinidad,he debido sufrir toda esta pena de su
separación y así cada instante de separación era
para Mí una muerte despiadada.
Asi que mi semejanza es la causa de tus penas y-
del abismo en que te encuentras, y más en estos-
tiempos tempestuosos en que la humanidad corre —
como en precipitada fuga lejos de Mi, tú debes -

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0
o
u
i
I
D

sentir la pena de su separación para hacerla llegar a Mi.


Es cierto que es muy doloroso tu estado pero ésta es una - pena de
tú'Mesús y Yo, para darte fuer za te tendré estrechada desde atrás de
tus espaT das y así mientras té tengo segura doy más interT sidad a tu
pena; si me tuvieras delante de tí, - con sólo ver mis brazos cerca, tu
pena sería dis minuída y mi semejanza en tí se haría más tarde?'

16 de Octubre de 1921
Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre- amable Jesús hacía ver
que dentro de su Santísima Humanidad salían todas las criaturas, y
todo- ternura me ha dicho:
} "Hija mía mira el gran prodigio de la Encarna- - - -
ción. Como fui concebido, formándose mi Humani— dad, así hacía renacer
a todas las criaturas en- Mí, y mientras iban renaciendo, mi Humanidad
j sen tía todos sus distintos actos; en mi mente conte nía cada uno de
j
los pensamientos de las criatu-- ras tanto buenos como malos; los
buenos los confirmaba con el bien, los rodeaba con mi gracia,- los
investía con mi luz, a fin de que renaciendo en la Santidad de mi
mente, fueran partes dignas de mi Inteligencia. Los malos los reparaba
con - hacer penitencia, multiplicaba mis pensamientos- ai infinito para
dar al Padre la gloria por cada pensamiento de las criaturas. En mis
í miradas, en mis palabras, en mis manos, en mis pies y hasta- en mi
corazón, conteníalas miradas, las palabras las obras, los pasos, el
corazón de cada uno, y renaciendo todo en Mí, quedaba confirmado en la-
Santidad de mi Humanidad, quedaba todo reparado; por cada ofensa sufrí
una pena especialmente; y habiéndo renacer a todos en Mí los llevé -
todo el tiempo de ral Vida. ¿Sabes cuándo los parí?
Los parí sobre la Cruz, en el lecho de mis a_
cerbos dolores entre espasmos atroces, en el Ql-
timo respiro de mi Vida y al expirar Yo, renacían
todos a la nueva Vida, todos sellados con todo el
obrar de mi Humanidad. Y no contento con - haberlos
hecho renacer, a cada uno daba todo loque Yo había
hecho para tenerlos defendidos y en lugar seguro.
¿Ves que santidad tiene el hombre? La Santidad de
mi Humanidad no podría dar a luz hijos indignos no
semejantes a Mí. Por esto amo tanto al hombre
porque es parte mía, pero el hom bre es siempre
ingrato y llega hasta dasconocer- a su Padre que lo
ha parido con tanto amor y dolor."
Después de esto, se hacía ver todo en llamas y -
quedaba como quemado y consumado en- aquellas lla_
mas y ya no se veía El sino sólamente fuego, des
pués se veía renacer de nuevoyotra ves quedaba -
consumado en el fuego y ha agregado:
"Hija mía, Yo me quemo, el amor me consuma, es -
tanto el amor y las llamas que me queman que mué ro
de amor por cada creatura. No fue únicamente- de
penas por lo que morí, sino que estas muertes de
amor son continuas y a pesar de esto no hay - quien
me de su amor para refrigerio del mío."

16 de Noviembre de 1921
Esta mañana mi siempre amable Jesús se hacía ver
con sus manos y pies atados y no s61o estos,sino
toda su Vida y del cuello caía una doble cadena de
hierro, y estaba tan estrechamente atado que no se
podía mover. Qué dura posición era esta,de hacer
llorar aún a las piedras y entonces me ha dicho:
"Hija mía, en el curso de mi Pasión todas las de_
más pénas hacían competencia entre ellas, una daba
el lugar a otra y como centinelas se mantenían para
hacerme sufrir lo peor, buscando cuál e-
ra más dura que las demás, pero, .las .cuerdas no
me las gullaron_en-ningún momento.; .desde que -
me_j§.p.r_&saxan_haa.ta_el_MonteCalvar io estuve -
siempre atado y agregaban más cuerdas~y~cade—
ñas por temor de que huyera y para hacer más -
burla y juego de Mí. jCuántos dolores, confu--
siones, humillaciones y caldas rae dieron estas
cadenas!
behes-.sab.ex-~que--en ..es tas-cad enas...había ..un mis »
hario v qran-_e.xp_ías.i6.n. _El_hombr.e.._al._ era pe z ar. a
caer—en-el.,pecado., queda..atado con las mismas -
c.ad.anas_.de—su--pecado. . .5.1.,._el_ pecado es grave,
- son cadenas de. hier.ro> ai..„es.jy.ftnia.Oon .cade—
naa de cuerdas . De .aquí ...que cuando quiere
cami nar..en „el.,bien siente...las..trabas., de ..las
cadenas Y-—queda—oba.taculizado en.su paso.
Este.estorbo .que„siente._.lo .debilita .y„lQ lleva
a nuevas caí das, Si obra, siente la pesadez en
sus manos y casi queda como si no tuviera manos
para hacer el bien. Las pasiones, viéndolo tan
atado, hacen fiesta y dicen: es nuestra la
victoria; y de rey que es el hombre se hace
esclavo de las más feas pasiones. lOh, cómo es
abominable el hombre en el estado de culpa! Y_
Yo, para destrozar . esas ..cadenas del pecado
quise ser atado y no estar en ningún momento sin
ataduras para tenerlas siempre listas a
despedazar las suyas, y. cuando las .culpas y
los empellones me hacían caer, y.o'.le
extendíanlas, manos para desatario- Y
..hacerlo._J.ibre_.nue.vamen.te... "
Mientras esto decía El, yo veía a casi toda la
gente tan atada y ceñida por cadenas que daban
piedad y rogaba a Jesús que tocara estas
cadenas con las suyas a fin de que todas las de
- las criaturas quedaran destrozadas.

22 de Noviembre de 1921 .

.... después ha regresado y ha agregado:

5
3
"Bija mía, la pena que más traspasó e hirió
profundamente mi Corazón fue la simulación-
hipócrita de los Fariseos; fingían justicia
y eran los más injustos; fingían santidad,-
legalidad y orden y eran los más perversos,
fuera de toda regla y en pleno desorden;
mientras fingían hontar a Dios, sólo se hon_
rciban a sí mismos, buscando su propio
interés y comodidad, por eso la luz no podía
en
tar en ellos, porque sus modos de simula----
ción y fingimiento les cerraban las puertas
con estas llaves de doble giro impidiendo -
obstinadamente que entrara el más tenue rayo
de luz y esto hasta tal punto que el mi£_ mo
Pilato, idólatra, encontró más luz que -
ellos, debido a que todo lo que Éste hizo y
dijo no partía de simulación sino a lo más-
de temor. Yo me siento más atraído ha.cia el
pecador más perverso que no tiene esos
fingimientos que hacia otros más buenos,
pereque fingen en esa forma. lOh, cómo me da
aa co quien aparentemente hace el bien,
finge- ser bueno, r'eza,pero dentro oculta el
mal,- el propio interés y mientras me reza
con - sus labios su corazón está muy lejos de
Mí; en el acto mismo en que nace el bien
piensa cómo satisfacer sus pasiones. Además,
el - hombre fingido y simulador no es capaz
de - dar luz a los demás con el aparente bien
-■ que hace y dice y así obran como diablos
en carnados que muchas veces bajo aspecto de
- bien atraen a los hombres, los cuales
viendo el bien se dejan atraer y cuando van
en- io mejor del camino son precipitados en
cu!L pas más graves. ¡Oh, cómo son más.^seguras -
pa_ra no caer, las tentaciones con, aspecto -
claro de pecado y de culpa que las . que., se
- presentan con aspecto de bien l Y asi
_es_...por tanto más seguro tratar con personas
perver sas que con personas buenas pero
fingidas,- ¿cuánto veneno esconden éstas?, ja
cuántao-
almas no envenenan!. Si no fuera por ese fin
gimiento y todos se dejaran conocer tal cuaí
son, se quitarían las raicea del mal de la —
faz de la tierra y todos quedarían desengaña
dos.
17 de Enero de 1922
Estaba siguiendo la Pasión de mi dulce Jesús;
en un instante me he encontrado fuera de mi-
misma y vela que mi siempre amable Jesús venía
pasando por el camino pisoteado y golpea^ do
más que en la misma Pasión; era tratado - en
forma tan bárbara y salvaje que daba ho— rror
verlo; yo me he acercado a mi Jesús para
sacarlo de debajo de los pies de aquellos
enemigos que parecían ser demonios encarna—
dos. El se ha arrojado en mis brazos espe—
rando que yo lo defendiera y lo he traído a-
mi cama. Entonces después de algunos minutos
de silencio como si quisiera descansar me ha
dicho;
"Hija mía, ¿has visto cómo triunfan las pa—
siones y los vicios; corno caminan victoria-—
sos por todos los caminos y cómo el bien está
pisoteado y aniquilado en estos tiempos - tan
tristes? El bien soy Yo. £¡o..hay. bien .que la
.criatura, haga.que ..no este Yo de por medio
.Cada_.bien que ,1a- criatura .hace es .un
.sorbo - de.„.Vida ,que...da - a -su...alma...y. así por
..cuantos - actos buenos =fi.a_c.e.,^í;.antq._más .
crece -la .vida, de su ..alma ..y
,.la,,..hace,más.,,fuerte ,y_di,sp.ues,ta.wpa- .r.av,r.eal
izar,,0tros ac-tos.. buenos. P.ex.Q.-Paxa - gue_.estos-
^actos.^.eaten. excentos de cualquier- sustancia
venenosa. ££-
nes^buUmanos ,y. sólo., para, agradarme , a .
Mí, por— que si no son hechos así, sino de
otra forma, los actos más bellos y más santos
aparente—• mente, quién sabe cuánto veneno
contienen y Yo, siendo puro Bien, huyo de
estos actos con
taminados y no comunico mi Vida. Y asi, a pe sar que parece que hacen el
bien, su bien es tS vacío de vida y se nutren de alimento que les da la
muerte. El mal despoja al alma de ios vestidos de la Gracia, la deforma y
la 0 bliga a tomar veneno para hacerla morir. ]Po brea criaturas, hechas
para la Vida, para la felicidad y para la belleza! Y el pecado no- hace
otra cosa que darles sorbos de muerte,- de desgracia y de fealdad y
quitándole todos los humores vitales, la hacen leña seca para arder con
más intensidad en el infierno.

21 de Febrero de 1922
Continuando mi habitual estado, mi siempre a dorable Jesús al venir me ha
dicho:
"Hija mía, mi amor por la criatura me hacía- ¡norir a cada instante. La
naturaleza del ver dadero amor es morir y vivir continuamente - por la
persona arriada; el amor de quererla pa ra sí le hace sentir la muerte- le da
un mar tirio tal vez de los más dolorosos y prolongados, pero el mismo
amor, más fuerte e.Qn - que la muerte, en el mismo instante en que - hace
morir, da la vida; y ¿para qué cosa?,Pa ra dar vida a la persona amada, y
formar así- una sola vida. Las llamas del amor tienen la virtud de hacer
consumar' una vida para fun— diría en la otra. Es ésta exactamente la vir_
tud de mi amor: hacerme morir y de mi consumación formar tantas semillas
para ponerlas- en los corazones de todas las criaturas para hacerme de
nuevo resurgir y formar con ellas una sola Vida Conmigo.
Ahora también tú puedes morir quién sabe -— cuántas veces por amor mío y
tal vez a cada- instante; cada vez que me quieres ver y no - me ves, tu
voluntad siente la muerte de mi -
privación y esto es en realidad, porque al no
verme, tu voluntad muere al no encontrar la -
vida que busca y después que en ese acto se .-
ha consumado, Yo renazco en tí y tú en Mí y -
encuentras así la vida por tí querida y estopara
volver a morir y así vivir en MÍ. Así si me
deseas, tu deseo no satisfecho siente la -
muerte y al hacerme ver encuentra nuevaraente-
la vida. Así también tu amor, tu inteligencia,
tu corazón pueden estar en continuo acto de -
morir y vivir por mí. Si Yo lo he hecho por -
tí, es justo que tú lo hagas por Mí."

26 de Febrero de 1922
Estaba pensando en el gran bien que el bendito
Jesús nos ha hecho con redimirnos, y El, -
todo bondad me ha dicho:
"Hija mía, Yo he creado a la criatura bella,-
noble, de origen eterno y divino, llena de fe
lie idad y digna de Mí. El pecado la derribó -
desde estas cimas hasta el fondo; la desnoble
ció, la deformó y la hizo la más infeliz de -
todas las criaturas, le quitó el poder crecer
porque el pecado le detenía el crecimiento y la
cubría de llagas y así daba horror el ver- la.
Ahora mi Redención rescató a la criatura- de la
culpa y mi Humanidad' no hizo otra cosa- sino

l le-
como una tierna madre con su recién nac do
que no pudiendo tomar otro alimento para dar
vida a su bebé, se abre el pecho y lo a— cerca a
él, y de su sangre convertida en leche le
suministra el alimento para darle la - vida.
Más que madre mi Humanidad se hizo abrir a sí
misma, a fuerza de azotes, como en glándulas-
de donde podían salir ríos de sangre para
hacer que mis hijos, tomándolas, pudieran
chupar el alimento para recibir la vida y desa
— rrollar su crecimiento.

5
8
Con mis llagas cubría su deformidad, y los
hacía más bellos que al principio; y si al
crearlos los hice cielos tersísimos y nobles
en la Redención los adorné tachonándolos con
las refulgentes estrellas de mis llagas para
cu brir su fealdad y hacerlos más bellos; a
las llagas y a su deformación por el pecado Yo
po nía los diamantes, las perlas y los
brillantes de mis penas y así esconder todos
sus males vistiéndolos con tal magnificencia
que su peran su estado original.
Por esto, con razón, la Iglesia dice:"Feliz -
culpa", porque con la culpa vino la Redención y
mi Humanidad no sólo los alimentó con su -
Sangre, los vistió con su misma Persona y los
adornó con su Belleza, sino que mi pecho siem
pre está lleno para alimentar a mis hijos. ¿Cuál
no será la condena de aquellos que no ~ quieran
tomar d.e El para recibir la Vida, poder crecer
y ser cubiertos de su deformidad?"

IB de Marzo de 1922
Estaba acompañando a mi dulce Jesús en sus pe
ñas de la Pasión y El, haciéndose ver, me ha- d
icho;
"Hija mía, la culpa encadena al alma y le
impide hacer el bien; la mente siente la cadena
de la culpa y queda impedida para comprender-
el bien; la voluntad siente la cadena que la-
envuelve y se siente entorpecida y en lugar -
de querer el bien, quiere el mal; el deseo en
cadenado siente que le cortan las alas para -
volar hacia Dios. [Oh, cómo me da compasión -
ver el hombre encadenado por sus propias
culpas] He aquí por qué la primera pena que
quise sufrir en la Pasión, fue la de las
cadenas, quise estar atado para sacar al hombre
de sus cadenas. Las cadenas que Yo sufrí, en
cuanto—
me tocaron se convirtieron en cadenas de amor, las
cuales al tocar al hombre quemaban y despe_ dazaban
las suyas atándolo con mis amorosas ca denas. —
Mi amor es operativo, no sabe estar si no obra
por esto, por, todos_y._cada._unq
............................... preparS.J,o._.que-
se,, nec.§si.ta...para.,xehcJLb.ilitar.los, ...para
.......................................sanarlos
y para embellecerlos nuevamente; .Yo hice'todo- eon
el fin de qué, sí se decide, encuentre to- do listo
y-,.a,.su„dispo'síc'ión. Por, esoípengo lis tas
mís_cadenas_. para'quemar las . suyas,,_.íoa~pe-
dazos .de—mi Carne... para cubrir...sus llagas y
embellecerlo,,, mi. Sangre 'para darle de nuevo la
- Vida; todo lo tengo listo. Tengo en reserva.,pa
ra .cada uno lo que necesita x„.!lÍ.,taor quiere -
•darse, .quiere obrar. Siento una intranquilidad,
una fuerza irresistible que no me dS quietud - si
no doy; pero ¿sabes qué hago cuando veo que ninguno
toma? concentro mis cadenas, los pedazos de mi
Carne, Mi Sangre en quien los quiere y me ama y Yo,
los embellezco atándolos con - mis cadenas de amor,
les centuplico la Vida de Gracia y así mi amor se
desahoga y encuentra - reposo. "
Y mientras eso decía, yo veía que sus cadenas- y su
carne despedazada, su sangre, corrían sobre mí y El
se divertía aplicándolos a mí atán dome toda, icómo
es bueno Jesúsj, sea siempre^ bendito.
2 de Agosto de 1922
Encontrándome en mi habitual estado, me veía - tan
confundida y como separada de-mi dulce Jesús que al
venir le he dicho:
"Amor mío, cómo han cambiado lqs cosas para mí;
antes me sentía tan fundida Contigo que no advertía
ninguna división entr^ Tú y yo y en las penas
mismas que sufría, Tú/éstabas conmigo. A hora todo
lo contrario, si/sufro me siento separada de Tí y
si te veo pelante de mí o dentro

59 y
de mi es con aspecto de juez que me condena a
las penas, a la muerte y Tú ya no tomas parte
en las penas que Tú mismo me das, y sin erabar
go me dices: Elévate siempre más, y en lugar-
de esto, yo desciendo."
Y Jesús deteniendo mis palabras me ha dicho:
“Ay, hija mía, cuánto te engañas, esto te sucede
porque tú has aceptado, y Yo he puesto - en tí
las penas y las muertes que Yo sufrí por cada
una de las criaturas. También mi Humanidad se
encontraba en estas mismas doloro- sas
condiciones, ella era inseparable de la -
Divinidad y siendo ésta intocable por las penas
e incapaz de poder sufrir la menor sombra de
pena, mi Humanidad se encontraba sola en - el
sufrir y mi Divinidad era únicamente expec
tadora de las penas y muertes que Yo sufría y me
era juez inexorable que quería el pago decada
p>ena de cada criatura. iOh, cérno mi Huma nidad
temblabaI, Quedaba como empujado fuera- de
delante de la Luz y Majestad suprema, ai - verme
cubierto con las culpas de todos y con— las
penas y muertes que cada uno merecía. Fue la
pena más grande de mi Vida, que mientras e_ ra
una sola cosa e inseparable con la Divinidad, en
las penas quedaba solo y como apartado.
Entonces, si te he llamado a mi semejanza que
te maravilla que mientras me sientes en tí, -
ine vas expectador de tus penas que Yo mismo —
te inflinjo y te sientes como separada de Mi.
Esta piena tuya no es otra que la sombra de la
Mía, y como mi Huma.nidad no estuvdi nunca
sepa rada de la Divinidad, asi, te aseguro,
que - nunca estarás separada de MI; son los
efectos los que tienes y entonces, más que
nunca, for rao una sola cosa contigo. Por eso
mismo, fide_ lidad y no temas.

5
9
e
n
I
D

19 de Agosto de 1922
Encontrándome en mi habitual estado el dulce
Jesús me hacía sufrir parte de las penas y - de
las muertes que sufrió por cada una de - las
criaturas. Por mis pequeñas penas compren día
qué atroces y mortales hablan sido las -~ penas
de Jesús. Y entonces me ha dicho:
“Hija mía, mis panas son incomprensibles a la
naturaleza humana y las penas mismas de mi Pa
sión fueron sombras o similitudes de mis pe—
ñas internas. Mis penas internas eran
inflingidas por un Dios Omnipotente y ni
siquiera - la fibra más pequeña Mía podía
escapar; las - de mi Pasión me eran inflingidas
por los hombres quienes al no tener la
Omnipotencia no - podían hacer lo que ellos
querían ni podían - penetrar en mis fibras
íntimas. Mis penas internas eran encarnadas y
mi misma Humanidad - era transmutada en
espinas, en clavos, en fia gelos, en llagas, en
martirios, tan crueles - que me daban muertes
continuas, y estas eran- inseparables de Mí,
formaban mi misma Vida;en cambio las de mi
Pasión eran extrañas a Mí,- eran espinas y
clavos que se podían clavar y queriendo se
podían quitar. El solo pensamien to de que una
pena se pueda quitar es un alivio, pero de mis
penas internas, que estaban- forinadas por mi
misma carne, no había ninguna esperanza de que
se me pudieran quitar ni dedisminuir la agudeza
de una espina o de traspasarme con los clavos.
Mis penas internas fueron tantas y tales que a
las penas de mi - Pasión las podría llamar
alivios y besos quedaban a mis penas internas y
que uniéndose juntas daban el último testimonio
de mi amortan grande y excesivo por salvar las
almas. - Mis penas externas eran voces que
llamaban a- todos a entrar en el océano de mis
penas in—

60
ternas para hacerles comprender cuánto me eos
taba su salvación. Ahora, por tus mismas pe—
ñas internas, comunicadas por Mí, puedes
comprender en alguna forma la intensidad contí—
nua de las Mías. Por esto ten valor; es el a-
mor lo que a esto me empuja.

29 de Agosto de 1922
Continuando mi habitual estado estaba pensando
en todo lo que mi dulce Jesús ha hecho y -
sufrido para salvar las almas, y El, al venir
me ha dicho:
"Hija mía, todo lo que hizo mi Humanidad, ora
clones, palabras, obras, pasos y penas, está-
en acto de darse al hombre, pero ¿quién lo to
raa? ¿quién recibe el injerto de mi obrar?: El
que se acerca a Mí, y uniéndose Conmigo ora -
recibe el injerto de mi oración y los bienes-
que ella contiene. El que habla, enseña unido a
Mí, recibe el injerto y los frutos de mis -
palabras; y así quien obra; el que sufre unida
Conmigo recibe el injerto y los bienes que hay
en mis obras y penas. De otra forma, to~- dos
los bienes que adquirí para la criatura -
quedan suspendidos, y no quedando injertada -
Conmigo no se alimenta de los bienes que mi -
Humanidad con tanto amor quiere dar. Si no hay
la unión, los bienes de uno quedan como -
muertos para el otro. Imagínate una rueda; el
centro de la rueda es mi Humanidad, los rayos
son todo lo que hice y sufrí, la
circunferencia, en donde quedan fijados los
rayos, es to da la familia humana que gira en
torno a la - rueda. Ahora, si esta
circunferencia, está gi_ rando y no se detiene
para recibir los rayos- fijamente, estos quedan
suspendidos y no pueden comunicar los bienes
que el centro de la- rueda contiene... [Oh,
cuánto sufro al ver to_ dos mis bienes
suspendidos y que la humana fa_

6
1
milia Ingrata no sólo no recibe sino que
desprecia y pisotea;. Por esto con tanta ansia
- voy en busca de las almas que quieren vivir
— en mi Querer, para poder fijar en ellas los
- rayos de mi rueda. Mi Voluntad les darába
Gra cia para poder formar toda la
circunferencia- de la rueda y recibirán todos
los bienes que- los demás me rechazan y
desprecian."

24 de Septiembre de 1922
Encontrándome en mi habitual estado mi dulce-
Jesüs se hacía ver despojado de vestiduras
temblando de frío dictándome:
"Hija mía, cúbreme y dame calor que tengo frí
o; mira, la criatura con el pecado se había -
despajado de todos los bienes y Yo quise ha—
cerle una vestidura más bella, tejiéndola con
mis penas, coloreándola con mi Sangre y
adornándola con mis llagas y ¿cuál no es mi
dolor al ver rechazada esta vestidura tan
bella por las criaturas, y que ella -se
contenta con per maneeer desnuda? Yo me siento
desnudo en ella y siento su frío, por eso
vísteme porque lo - necesito."
Y yo: "¿Cómo podré vestirte? No tengo con qué
hacerlo."
Y El: "Sí que podrás vestirme, tienes toda
mi .Voluntad en tu poder, absórbela en tí y con
E
lia me harás la más hermosa vestimenta; una -
vestimenta de Cielo y Divina, Oh, cómo queda
re calentado y me pondré la vestidura de mi -
Voluntad y así quedaremos vestidos con una so
la vestidura; por eso la quiero de tí para po
dértela dar con justicia; si tú me vistes, es
justo que Yo te vista para darte mi correspon
dencia por lo que has hecho por mí.
Todo el mal en el hombre está en que ha perdi_
do la semilla de mi Voluntad; por eso no hace
r
i
otra cosa cue cubrirse jcon los más grandes de_
lites que lo degradan y lo hacen obrar como - loco.
lOh, cuántas locuras cometerán! Y estas serán justa
pena porque quieren tener como dios a su propio yo.'
'1
3 de Octubre de 1922
¿i
Continuando mi habitual estado me sentía opri^ mida
porque el bendito Jesús frecuentemente - permite que
sufra mientras está presente el - confesar y me
lamentaba con El diciéndole:
"Amor mío, te pido, te suplico que no permi— tas
más que sufra en presencia de alguien; - has que
todo pase entre Tú y yo, y que únicamente Tú
conozcas mis penas. iAh[ Jesús, conténtame, dame
tu palabra de que no lo harás - más; estaré
contenta con sufrir el doble siem pre que todo
quede escondido entre Tú y yo,"
Y Jesús deteniendo mi hablar me ha dicho:
"Hija mía, no te abatas, cuando mi Voluntad - lo
quiere tü debes ceder. Esto no es otra cosa que
una etapa de mi Vida, es mi misma Vida oculta. Mis
penas internas y todo lo que hice tuvieron siempre
cuando menos uno o dos espec tadores, y esto con
razón, por necesidad y pa_ ra obtener el fin de
mis mismas penas. Así,el primer espectador fue mi
Padre Celestial a Quien nada podía quedar oculto,
y siéndo El - mismo Quien me inflingía las penas
era Actor- y Espectador. Si mi Padre no hubiera
visto ni sabido nada, ¿cómo habría podido darle
satisfacción, darle gloria;' cómo habría podido
inclinarlo con mis penas a la Misericordia para el
género humano? Y por tanto el fin de todo- hubiera
sido frustrado.
En segundo lugar, mi Madre fue espectadora de
todas las penas de mi Vida oculta, esto era -
necesario porque si Yo había venido del Cielo

63
i
a la tierra para sufrir, ,no para Mí sino para
loa demás, debía tener cuando menos una -
criatura en la que debía apoyar el bien que-
contenían mis penas y así mover a mi,Madre a
agradecerme, a alabarme, a amarme, a bende--
cirme y a hacerla admirar el exceso de mi
Bondad; y Ella arrobada y conmovida a la vis ta
de mis penas me pedía que, en vista del - gran
bien que le llevaban mis penas, no la - eximiera
de fundirse con ellas para sufrir-- las también
ñ Ella para darme el pago y la correspondencia y
se.r mi perfecta imitadora, - Si mi Mamá no
0 hubiera visto nada no habría - sido mi primera
imitadora y Yo no hubiera te nido ningún
0 ’'gracias" ni ninguna alabanza;” mis penas y el
bien que contenían habrían quedado sin efecto
0 porque al no conocerlas - ninguno, no hubiera
tenido el primer apoyo y así el fin del gran
bien que debía recibir - la criatura se hubiera
perdido. ¿Ves ahora - cómo era necesario que una
criatura estuviera al tanto de mis penas?
Si esto fue así para Mí, quiero que sea también
para tí; es más, te digo que quiero al- confesor
obrando junto Conmigo, lo quiero de actor,
espectador y depositario de las penas que te
hago sufrir, a fin de que también él- participe
en el bien que producen y teniendo lo junto ,
pueda excitarlo más en la Fé, infundirle luz y
amor para hacerle comprenderla Verdad que te voy
manifestando."
Yo he quedado más oprimida que nunca al escu
char esto y mientras esperaba Misericordia - he
encontrado Justicia y no he podido hacer-
cambiar a Jesús, jOh Dios, qué penal Viéndome
más afligida Jesús ha agregado:
"Hija mía ¿así es como me quieres? Estos tiempos
son tan tistes y los que vendrán serán más
horribles, y cuando no puedas tú so-
la inpedir mi Justicia,' tendré dos y tú misma
me pedirás que te haga sufrir. Entonces -
resígnate también en todo esto y ten paciencia,
lo quiere tu Jesús y basta."

12 de Marzo de 1923
Me sentía morir de pena por la privación demi
dulce Jesús y si viene es como relámpago- que
desaparece; entonces ya no pudiendo más- y
teniendo El compasión de mí ha salido de -
dentro de mi interior y en cuanto lo he visto le
he dicho:
'Amor mío, iquS penal Me siento morir sin Tí,
pero morir sin morir que es la más dura de - las
muertes. Yo no sé cómo la bondad de tu - Corazón
pueda soportar el vente sola por tu- causa, en
estado de muerte continua.“
Y Jesús: "Hija mía, no te abatas, no estás -
sola en sufrir esta pena sino que también Yo la
sufrí asi como mi querida Mamá. ¡Oh, y - cuánto
más dura que-la tuya; Cuántas veces - en mi
giraiente Humanidad, si bien era insepa rabie de
la Divinidad, para dar lugar a la - expiación y
a las penas, siendo éstas incapa ces de tocarla,
Yo quedaba solo y la Divinidad como apartada de
MÍ. ]0h, cómo sentía ea tn privación I
Pero esto era necesario. Has de saber que -
cuando la Divinidad sacó la obra de la Creación,
sacó también toda la gloria, todos loa bienes y
toda la felicidad que cada una de - las
criaturas debía recibir, no sólo en esta vida
sino también en la Patria Celestial. A- hora
bien, toda la parte que tocaba a las almas
perdidas quedaba suspendida, no habla a- quién
darse , Y Yo, debiendo completar todo- y
absorber todo en Mí, asumí el sufrir la -
privación que los mismos condenados sufren en el
infierno. ¡Oh, cuánto me costó esta penaj- Me
costó pena de infierno y muerte despiadada, pero
era necesario. Debiendo absorber en Mi - todo lo
que salió de Nosotros en la Creación, toda la
gloria, todos los bienes y toda la fe licidad
para hacerlos salir nuevamente de Mi- dejándolos
a disposición de quien quisiera disfrutarlos,
debía absorber todas las penas- y la misma
privación de mi Divinidad. Ahora,- todos estos
bienes absorbidos en Mí de la o— bra entera de la
Creación y siendo Yo la cabe za de la que
desciende todo bien a todas las- generaciones,
voy buscando almas que se Me a- semejen en las
penas y en las obras para que- puedan participar
en tanta gloria y felicidad que mi Humanidad
contiene; pero como no todas las almas quieren
disfrutarlas, ni todas es— tán vacías de sí
mismas ni de las cosas de a- cá abajo, quiero
almas para poderme hacer conocer y después
sustraerme y en este vacío de ellas mismas y
de .mi conocimiento adquirido - poder format esta
pena de mi privación y el - alma, pn la privación
que sufre viene a absor ber en ella esta gloria
de mi Humanidad que (T tros rechazan. Si Yo no
hubiera estado casi - siempre contigo, t<3 no me
habrías ni conocido ni amado, no sentirías este
dolor de mi priva ción ni se podría formar en tí,
porque te faT taría la semilla y el alimento de
este dolor. iOh, cuántas almas están privadas de
Mí y qui_ zá están afín muertas I Estas se duelen
si se - ven privadas de un pequeño placer, de una
bagatela cualquiera, pero no tienen ningún do—
lor, ni siquiera un pensamiento de que están-
privadas de Mí.
>
■ ¡1

, l
28 de Noviembre de 1923

j
f¡I
(.....)Has de saber, Hija mía, que la Cruz -
más grande y más larga, que nunca me dejó,fue para
mi Humanidad, la Voluntad Divina,es más- cada acto
de voluntad humana opuesto a la Divina, era una
Cruz distinta que el Supremo - Querer imprimS.ti
en lo más íntimo de mi Humani dad, porque cuando
la voluntad humana se mueve en la tierra para
obrar, la Voluntad Divina se mueve desde el Cielo
para encontrarse - con el querer humano y hacerse
uno solo con - el suyo para hacer correr torrentes
de Gracia de luz y de santidad en ese acto; el
querer - humano no recibiendo el encuentro con el
Querer Divino, se pone como en guerra con su Cre_
ador y rechaza a las regiones celestes el bien, la
luz y la Santidad que estaba para — llover sobre
61. De aquí que el Querer Supremo ofendido quería
la compensación de Mí y en cada acto de la
voluntad humana me inflingía- una cruz, y si bien
junto con esta cruz Yo re eibía todo el bien por
aquella rechazado para tenerlo en depósito en MÍ,
para cuando la cri. atura estuviera dispuesta a
recibir en sus ac tos el encuentra con la Divina,
esto no pudo- e x Imirme de sentir el dolor intenso
de tantas cruces. Mira en mi interior: iCuántos
millo
nes y millones de cruces contenía, mi Humani—
dad| Por eso las cruces de mi Voluntad fueroi
Incalculables; sus dolores, infinitos, y Yo -
gemía bajo el peso de un dolor infinito. Esti
dolor infinito tenía tal poder que me daba la
muerte a cada instante y me daba una cruz po cada
acto opuesto de la voluntad humana a la- Divina.
La Cruz de mi Voluntad no es de made rá que hace
sentir únicamente su peso y su do lor sino que es
Cruz de luz y de fuego que a de y consuma y se
imprime en tal modo que for ma una sola cosa con
la misma naturaleza. P
67
¿¿jo
*
TERCERA PARTE

CAPITULOS QUE DESARROLLAN LA


CONTEMPLACION DE ALGUNAS -
HORAS DE LA PASION EN
PARTICULAR.
o
Vi
i£>

PRIMERA HORA
JESUS SE DESPIDE DE SU MADRE

28 de Noviembre de 1920
Estaba pensando en el momento en que mi dulce
Jesús, para dar principio a su dolorosa Pasión,
quiso ir con su Mamá a pedirle su bendición, y el
bendito Jesús me ha dicho:
"Hija mía, cuántas cosas dice este misterio. Yo
quise ir a pedir la bendición a mi querida Mamá
para darle ocasión de que también Ella me la pi
diera a Mi. Eran muchos los dolores que Ella de bía
soportar y era justo que mi Bendición la re
forzara. Es mi costumbre que cuando quiero dar,
pido. Mi Mamá comprendió inmediatamente tanto - que
Ella no me bendijo a Mi primero, sino que - me
pjidió mi Bendición y después me bendijo Ella Pero
esto no es todo; para crear el universo d_i je un
FIAT y con ese único FIAT reordené y embe llecí el
Cielo y la tierra; al crear al hombre- mi aliento
omnipotente le infundió la vida.'Alelar principio a
mi Pasión, con mi palabra omnipotente y creadora
quise bendecir a mi Mamá;' pe ro no era Ella
únicamente a quien bendecía, en- rai Mamá vela a
todas las criaturas y siendo'E— lia quien tenia el
primado sobre todas las cria turas, en Ella las
bendecía a todas y a cada u- na y no sólo esto,
sino que bendecía cada pensa miento, acto, palabra,
etc. bendecía cada cosaque debía servir a la
criatura como cuando mi - FIAT omnipotente creó el
sol, y este sol sin disminuir ni en luz ni en calor
está haciendo - su carrera para todos y para cada
uno de los mortales; asi mi palabra, bendiciendo,
quedaba- en acto de bendecir siempre, sin cesar
nunca de bendecir, como nunca cesa el sol de dar
luz a -
todas las creaturas. Esto no es todo sino que - con
mi bendición quise renovar la creación, qui se
llamar a mi Padre Celestial a bendecir
paracomunicar a las criaturas la Potencia; quise —
bendecir a nombre Mió y del Espíritu Santo para
comunicarles la Sabiduría y el Amor y así renovar
la voluntad, la inteligencia y la memoria - de la
criatura restituyéndola como soberana detodo. Has
de saber que al ..dar quiero junto. Con-
mi,go._a_mi_Querida. Mamá y Ella me bendijo no solo
por Ella sola sino a nombre de todos.
¡oh, si todos pudieran tener esta Bendición - -
raía! La sentirían en todo, en el agua que beben en
el fuego que los calienta, en el alimento — que
toman, en el dolor que los aflige, en los - gemidos
de su oración, en los remordimientos de conciencia,
en el abandono de las criaturas; en todo escucharían
mi Palabra Creadora que les — dice: "Te bendigo en
el nombre del Padre, de Mí, Hijo y del Espíritu
Santo; te bendigo para ayudarte, te bendigo para
defenderte, para perdo— r.arte, para consolarte, te
bendigo para hacerte santa. Y la criatura haría eco
-a mis hendido nes bendiciéndome también ella en
todo...
Estos son los efectos de mi bendición de la que mi
Iglesia, enseñada por Mi, se hace eco y casi en
todas las circunstancias, en la administra cdón de
los Sacramentos da la bendición".
08
1

6 de Julio de 1922

Estaba pensando y acompañando a Jesús en las


Horas de, la Pasión, cuando fué a la Divina -
Mamá para pedirle su santa bendición, y rai -
dulcísimo Jesús, en mi interior me ha dicho:
"Hija mía, antes de la Pasión, quise bende— cir
a mi Mamá y ser por Ella bendecido, pero no fue
únicamente a mi Mainá a quien bendije, sino a
todas las criaturas, no sólo animadas sino
también las inanimadas. Vi a las criatu ras
débiles, cubiertas de llagas, pobres y - mi
Corazón tuvo un latido de dolor y de tler na
compasión y dije: Pobre humanidad, cómo - estás
caída, quiero bendecirte para que re— surjas de
tu estado, mi Bendición imprima en tí e lt
ripie „.sello de la Potencia, de la Sabiduría,
y .del...Amor de las .Tres ..Divinas Perso ñas,
terestituya la. fuerza, te sane y te en
riquezca; y para circundarte de defensas,ben
digo todas las cosas creadas por Mi a fin de
que las recibas bendecidas por Mí; te bendigo
la luz, el aire, el agua, el fuego, el a-
limento a fin de que quedes como abismada en
mis bendiciones y cubierta por ellas; y como tú
no merecías esta.,bendición p_qr eso quise- se-
rvirme de mi. Mamá y... bend iciendo la a Ella,
- te hacía llegar,„como por un canal todas mis-
bendiciones... Entonces ahora quiero que las -
criaturas me den correspondencia y pago oon -
sus bendiciones per.o_, _ lay de Mír en lugar de
corresponderme con bendiciones me
.corresponden, con ofensas yi.maldiciones., Por
e.ato.,__hi-
ja mía,__entra en mi Querer y elevándote con-
la.s aj.as_d.e_.to.das._las. .cos.as .creadas sella a
todas „con las .bendiclones. que_. todos ..me....deben
y trae a .mi.doliente y tierno Corazón las

71
6 de Julio de
1922
bendiciones.de todos."

7
2
TERCERA HORA
LA CENA LEGAL
9 de Octubre de 1921
Estaba pensando en el acto en que Jesús hacíala
Ultima Cena con sus discípulos y mi amable- Jesús,
en mi interior, me ha dicho:
"Hija mía, mientras cenaba con mis discípulos- no
era solo a ellos a quienes tenía a mi alrededor
sino a toda la familia humana; a una por una la
tuve junto a Mi, las conocí a todas, — las llamé
por su nombre; también te llamé a tí y te di el
puesto de honor entre Juan y Yo y - te constituí
'pequeña secretSria de Mi Querer.- Mientras
dividía el cordero, ofreciéndolo a — mis Apóstoles
lo daba a todos y a cada uno; a- quel cordero
desvenado, asado, cortado en peda 20S hablaba de
Mí, era el símbolo de mi Vida y de como debía-
reducirme por amor de todos. Yole quice dar a
todos como alimento exquisito - que representaba
mi Pasión. ¿Sabes tu porgue - mi Amor hizo, di
j_o_y__s.uf rió_tantq , convirtién- gaseen a limen to
del hombre y. .pa r.qué.. 11 amé., a - todos y dí a
cada uno el cordero? Porque Yo a- mi, vea quería
el alimento de ellos,- cualquier- cosa que hic jes
en quería qu e £ uera al imentp..., pa ra Kí. quería
el alimento—de. su_amor,.. de sus - palabras, de sus
o b r a s , .
Entonces yo le dije: ¿Córao_es_pojL¿ble_qujB_ny.es tro
obrar 1 1 p.gue .a .ser-..y~se-conv-isr-ta-en_al i— mentó
para Tí? Y JesGs me ha respondido:
"No solo de pan vive el hombre sino de aquello a
que Mi Voluntad dá la virtud de poder vivir; y si
el pan alimenta al hombre es porque Yo lo quiero.
Ahora bién, el.„Q.brar de la criatura forma lo que
enn_sn voluntad quiere_J:ormar;..ai • de su obrar
quiere formarme el alimento, .jrie _—
o
00
LO

forma el alimento, ^i_¿e_^.u_obxail_J3ie_guiexe_ÍP£.- mar


amor_me .riá amnr, si reparación me dá renara- PÍÓILÍ
si_.de su nhrar me quiere ofender, .con su - voluntad
me F O R M A el—c.ügh.Ll.lp para herirme o qui z á para
matarme.
.ypi un fca.d_.. de 1 hombpg es lo que más lo
asemeja- a Sl4...Qt.^ad.QX.t. En la voluntad humana he
puesto — PUT-Le—d_e—tüli_Inmens.i-d.ad v_ de mi. Ponencia
y._dSn_do- le a esa voluntad_el puesto de honor la
consti-— tul reina
de_to.d.Q._el_.honibr_e_y.._de.poal.tar_i_a.._de_..to-
do. s-u~obrar. ftsí nomo 1 a s... criaturas ..tienen cajas
para non ser:var„s.us....cos a s y_tenerlas__custod.iadas_-
así_.el.._aliHa._.tiene__la_vol.untacLpar.a conservar y.. -
c.ustocLiar.-.todo._..aquall,Q. que piensa, dice ...y. obra.-
njL_sjLqiLÍer.á_.u.A_..so.lQ—pensamiento- perderá. Lo que- la
criatura no puede hacer con los ojos, con la- boca, con
las obras,lo puede hacer con la voluntad, en un
instante puede querer mil bienes o -- mil males. La
voluntad hace volar al pensamiento al Cielo, a las
partes más lejanas, a los abis— mos más profundos; a la
criatura se le puede impedir que obre, que vea, que
hable pero todo _lo- pu&di5- .ha.C£C_..con_ la voluntad. Todo
lo que quiere- y hace con la voluntad" forma un acto y
queda depositado en su mismo querer y como 1.a.J¿©1
untad - puede ...extenderse, y.. ensaneh&JL&e. ¿Cuántos bienes
o males no puede contener? Por esto lo que quiero-
sobre todo es el querer del hombre, porque si lo tengo,
entonces la fortaleza está vencida".

y^’s -Aj)
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CUARTA HORA
LA CENA EUCARISTICA

12 de Marzo de 1903

74
Esta mañana, encontrándome en mi habitual es —
tado, me veía toda sola y abandonada, entonces
Jesús se ha hecho ver en mi interior y le he -
dicho:
"Dulce vida mía, cómo me has deja-do sola. Cuan do
me ponías en este estado todo fue unión, to do fue
combinado y con dulce fuerza me atraías hacia
Tí; ]0h¡ cómo ha cambiado la escena; no- s.ólo me
has abandonado y no haces ninguna fuer_ za para
ponerme en aquel estado sino que estoy obligada a
hacer un continuo esfuerzo para no- salir de ésta
posición y este esforzarme es pa ra mí un continuo
morir."
Entonces El me. ha dicho:
"Hija mía, lo mismo ha sucedido cuando en el -
Consistorio de la Sacrosanta Trinidad se decre tó
el Misterio de la Encarnación para salvar - 5.1
género humano; y Yo unido con su Voluntad a_ cepté
y me ofrecí Victima por-el hombre. Todo- fue Unión
entre las Divinas Personas y todo combinado junto;
pero cuando me puse a la obra no tuve reposo
especialmente cuando me encon— tré en el ambiente
de las penas, cié los opro—* bios, cargado de todas
las maldades de las criaturas; quedé solo y
abandonado por todos,- aún por mi Querido Padre, es
más, así cargado- de todas las penas como estaba,
debía forzar - al Omnipotente que aceptara mi
sacrificio y me lo hiciera continuar para la
salvación de todo el género humano presente y
futuro. Y habiendo obtenido ésto, el Sacrificio
continuó aún, el- esfuerzo es continuo si bien todo
es de amor;- ¿sabes tú' dónde y cómo? En...el—
£acraiaen.to. -de la Euoar.i s tla^—ah í. el-_.Sa_crjJLlc io...
ea__contlnua_y_ -
o
00
LT
I

perpetuo; ,.&s_La—f.uer.2a_que_ hago al Padre .par.a


qnp use Misericordia con las criaturas v a. -
las almas para obtener su amor. Me encuentro- en
continuo contraste de morir continuamente, si
bien, todas, muertes de amor. Por tanto, - ¿no
estás contenta en tomar parte en los peli_ gros
de muerte de mi misma Vida?"

13 de Noviembre de 1915
Después de haber recibido la Santa Comunión -
pensaba para mí cómo deberla ofrecerla para -
complacer a Jesús. Y El, siempre benigno me - ha
dicho:
"Hija mía, si quieres complacerme verdaderamen
te, ofrécela como la ofreció mi misma Humanidad.
Yo, antes de comunicarme a los demás, me
comulgué a mi mismo, y quise hacerlo así para
dar al Padre la gloria completa de todas las-
Comuniones de las criaturas, para encerrar en Mí
todas las reparaciones por todos los sacri
leyios y por todas las ofensas que debía recT
bir mi Humanidad en el Sacramento. Encerrando la
Voluntad Divina, .encerraba en ,MÍ.._t.o_das__ias
reparaciones de todos los tiempos, y r.ecibién dome
a Mi mismo, recibía dignamente a Mí__mis- mo; y
como _todas las obras de las criaturas -
fueron divinizadas en. mi__.Humanid.ad_____asi guise
sellar con mi Comunión las Cbmuniones de las-
criaturas , d^e otro modo, ¿cómo podía la
criatura recibir un Dios?. Fue mi Humanidad la -
que abrió esta puerta a las criaturas y les -
mereció recibir a Mí mismo.
Ahora tú, Hija mía, recíbela en mi Voluntad,ú
jjela a mi Humanidad y así encerrarás todo y - Yo
en con t r a r é" ~ e n tí las reparaciones por
to-- dos, la compensación de todo y mi complacen
— cia, es más, encontraré otra vez a Mí mismo -
en tí."
2 de Octubre de 1916
Esta mañana he recibido la Comunión como Jesús
me había enseñado, esto es; unida a su -
Humanidad, a su Divinidad y a su Santísima -
Voluntad, y Jesús viniendo se ha hecho ver,- yo
lo he besado y lo he estrechado a mi cora zón;
y El me ha respondido con un beso y me- ha
estrechado a su Corazón diciendome:
"Hija mía, cómo estoy contento que hayas venido
a recibirme unida a mi Humanidad, a mi-
Divinidad y a mi Voluntad; me has renovado -
todo el contento que tuve cuando me Comulgué a
MÍ mismo y mientras tú.me besabas y me a--
brazabas,. est.ando._en tí .todo Yo. mismo, tú
contenías todas las .criaturas, y Yo sentía -
recibir el beso de todas, los abrazos de .todas
porque ésta era tu voluntad; la misma que tuve
Yo_al Comulgarme, de rehacer para - el Padre
todo ei amor denlas creaturas a pesar de que no
todos lo amarían y ..el_________________padrease
tomaba . de_Mí todo ,_el amor de ellas, y Yo aho
;a. me tomo...de tí todo... el amor_.de todas l.as -
crlaturas y habiendo encontrado en mi Voluntad
a quien me ama, me da reparación a nombre de
todos etc. porque en mi Voluntad no hay^ - cosa
que el alma no me" pueda £T5rr rae sientor amar

por Tas priaturas a~~ pesar que~~me oien-"- dañ v


vov inventando estratagemas de Amor en torno" a
losi/eriionei
con corazones* ruáis "duros par¿~~cdhveji- "tirlos.
24
Sólode por
Febrero
amor de
de1917
estas almas que ha- cénTtodo
en mi Querer Yo me siento como enea-
Habiendo recibido la Comunión tenía estrecha do
a mi dulce Jesús a mi corazón y le decía:
o
00
'v
i

"Vida mía, cuánto quisiera hacer lo que hicis te


Tú mismo al recibirte Sacramentado a fin - de que
puedas encontrar en mí tus mismos contentos, tus
mismas oraciones, tus mismas repa raciones etc."
Y mi siempre amable Jesús me ha dicho:
"Hija mía, en este pequeño giro de la Hostia- Yo
encierro todo y por eso quise recibirme a Mí mismo,
para hacer actos cumplidos que glorificaban al
Padre dignamente, (que las criaturas recibieran un
Dios). Y daba a las criaturas el fruto completo de
mi Vida Sacramen— tal; de otra manera hubiera
estado incompleto, tanto para gloria del Padre como
para el bien de las criaturas; por eso en cada
Hostia es-~ tán mis oraciones, mis agradecimientos
y todo lo que se necesitaba para glorificar al
Padre y que la criatura debía hacer. Así que lo que
le falta a la criatura Yo en cada Hostia continúo
mi trabajo, como si por cada alma Yo me recibiera
otra vez a MÍ mismo. Así que el alma debe
transformarse en Mi y hacer una sola- cosa Conmigo,
hacer suyas Mi Vida, mis nracio nes, mis gemidos
dg__amor_f mis penas, mis latidos'" de fuego que
quisieran quemar y no encuen tran quien se deje
hacer presa de mis llamas.
Y Yo en la Hostia renazco, vivo, muero y me -
consumo y no encuentro quien se consuma por - Mí.
Si el alma repite lo que hago Yo, siento- que se
repite como si otra vez me hubiera recibido a Mí
mismo, encuentro la gloria comple ta, las
alegrías Divinas y los desahogos de a mor que se
me igualan y doy al alma la gracia de consumarse
en mi misma consumación."

77
23 de Octubre de 1917
Esta mañana, después de haber recibido al Ben— dito
Jesús estaba diciéndole: Jesús, Vida mía— ¿Cual fué
el primer acto que hiciste cuando te- recibiste a Tí
mismo Sacramentado? Y Jesús me— ha dicho:
"Hija mía, el primer acto que hice fué el de —
multiplicar MÍ Vida en tantas Vidas por cuan-------
tas criaturas puedan existir en el mundo, a fin da
que cada uno tuviera una Vida Mía únicamente para él;
una Vida que continuamente reza, agradece, dá
satisfacción y ama únicamente por 61;- y también
multiplica todas mis penas para cada- alma como si
solamente por ella hubiera sufrido y nó por otros. En
aquel momento supremo de recibirme a Mi mismo Yo me
daba a todos, me daba- a sufrir Mi Pasión en cada
corazón, pexra poder- sojuzgarlos por medio de las
penas y del amor,- y dándoles toda Mi Divinidad venía
a asumir ei- dominio de todos. Pero ¡Ay de Mil Mi
amor queda desepcionado por muchos y espero con ansia
&. — los corazones amantes que recibiéndome s.e_unffi
queja. C.OJUDigo_paxa-mul-fe-i-plicarse en._to.clQS, de- -
seando y queriendo lo. que..Yo deseo y..„quiero, — para
tomarme a1 man os de elíos lo que lo s_o_t r os no me
dan v recibir asi la._alegría de tenerlos- conforme a
mi deseo y a Mi Voluntad.
Por esto hija mía, cuando me recibas has lo que Yo
hice y tendré así la alegría de que al menos seamos
dos que quieren lo mismo".

24 de Octubre de 1918
Me estaba preparando para recibir a mi Dulce — Jesús
en el Sacramento y le pedía que cubriera- mi grande
miseria y entonces me ha dicho:
"Hija mía, para hacer que la criatura pudiera - tener
todos los medios necesarios para recibirme, quise
instituir este Sacramento al final de Mi Vida para
poder cortejar a cada Hostia con -

78
toda Mi Vida como preparación para cada criatu ra
que me habría recibido.
La criatura no podría recibirme si no tuviera- un
Dios que la preparara y que lleno de amor - por
quererse dar a la criatura y no pudiendo - ésta
recibirme, ese exceso de amor me llevara- a dar
toda Mi Vida para prepararla y así ponía todos mis
pasos, mis obras, mi amor adelante - de los suyos;
y como en Mí estaba también Mi - Pasión, ponía
también todas mis penas para pre pararla, así que
revestidos de MÍ y cubiertos - por cada uno de mis
actos, vine".

6 de Julio de 1922
(....) he continuado las demás Hoíras de la Pasión
y mientras iba siguiendo la Cena Eucarís- tica, mi
dulce Jesús se ha movido en mi inte— rior y con su
mano ha llamado fuerte a la puer ta de mi corazón,
tan fuerte que lo oía con — mis oídos y he dicho
para mí:
"¿Qué querrá Jesús, (que llama a la puerta?
Y El, hablándome me ha dicho:
"No bastaba llamar a la puerta de tu corazón,-
sino que he tenido también que hablarte para - ser
escuchado.
Oye hija mía, mientras instituía la Cena Euca-
rística llamé a todos en torno a Mí, miré to-- das
las generaciones desde el primero hasta el último
hombre para dar a todos mi Vida Sacramental y no
una vez solamente, sino tantas veces por cuantas
tienen necesidad del alimento- corporal. Yo quería
constituirme como alimento del alma pero me
encontraba muy mal viendo que ésta mi Vida
Sacramental quedaba circundada de desprecios, de
descuidos y aún de muerte des— piadada. Me., sentí
mal, sentí todas las muertes de mí Vida
Sacramental, tan desgarradoras y re petídas. Miré
mejor e hice usó“ de la Potencia- de mi Querer y
llamé en torno a Mí a las almas que habrían vivido
en El, lOh, cómo me sentía- feliz! Me sentía
circundado de estas almas que
la Potencia de mi Voluntad las tenía como
abismadas y cuyo centro de vida era mi Querer;
v£ - en ellas mi misma Inmensidad y me encontré
en - ellas bien defendido de todos y a ellas
confié- mi vida Sacramental.
La deposité en ellas a fin de que no sólo
estuviera a su cuidado sino que me
correspondieran- 0.2.pagaran por cada Hostia
Consagrada una vida -.desellas, y ésto es
connatural porque mi Vida Sacramental está
a'nimadá'jpor mi Voluntad E—- terna y la vida de
estas almas tiene como cen— tro de vida mi
Querer; así que cuando se forma- mi Vida
Sacramental mi Querer obrante en Mí o— bra en
ellas y Yo siento su vida en mi Vida
Sacramental, se multiplican Conmigo en cada
Hostia y Yo siento recibir vida por vida. rQh,
cómo exulté al verte a tí ]a primera, que en
modo especial te llamé a formar vida en mi
Querer! - Hice en tí mi primer depósito de todas
mis Vidas Sacramentales y te confié a mi
Potencia y a mi Inmensidad del Querer Supremo, a
fin de que- te hicieran capar de recibir este
depósito. Des de entonces tú estabas presente a
Mí y te constituí depositaría de mi Vida
Sacramental y en - tí a todas las demás almas
que habrían vivido - en mi Querer. Te dí el
primado sobre todo y con razón, porque mi
Querer-no está puesto bajo nin guno, te dé el
primado aCn sobre los Apóstoles, sobre los
Sacerdotes, porque si bién ellos me - consagran
no queda su vida junto con la Mía, es más, me
dejan solo, olvidado, sin tener ningún- cuidado
de MÍ; en cambio esas almas habrían deser vida
en mi misma Vida, inseparables de Mí,- por eso
te amo tanto; es a mi mismo Querer a — quien amo
en tí."
27 de Marzo de 1923
Habiendo recibido la Comunión, se ha hecho ver-
y en cuanto lo he visto me he arrojado a sus —
pies para besarlos y estrecharme toda a El y —
Jesús extendiéndome la mano me ha dicho:
SO
"Hija mía, ven entre mis brazos y hasta dentro
de mi Corazón; me 'he cubierto con los velos —
Eucarísticos para no infundir temor; he bajado
en el abismo.más profundo de las humillaciones
PárAelevarala^criaHra balita MI, fundiéndola
tanto en Mí~hasta formar una sola cosa Conmigo y
haciendo correr mi Sangre Sacramental - en sus
venas, constituirme vida de sus latidos de su
pensamiento y de todo su ser. Mi amor me
devoraba y cpueria devorar a la criatura en mis
llagas para hacerla renacer como otro Yo, por-
esto quise_ei^oncferme~Bajo~éstos velos Eucaris
ticos y así escondido entrar en ella para formar
esta transformación de la criatura en Mí,- pero
para realizar esta transformación se. ne—
cesitaban las disposiciones de la crh.at-n'rf).: mi
amor, 3ando eíTexceso, conforme instituía el -
Sacramento Eucarístico así sacaba deidentro.de
mi Divinidad otras Gracias, dones favores y r-
luz para bien del hombre y para hacedle!" digno-
de poder recibirme. Podría decir que Isaqué - -
fuera tanto bien aún para sobrepasar ’lqs dones
de la Creación. Quise darles primero la;S gra—
cías para recibirme y después darme Yo ¡para —
así darles el verdadero fruto de mi vidia Sacra
mental. Pero para prevenir con estos dohes a -
las almas se necesita vaciarse de ellas.-mi-smas-,—
odio a la culpa’ y deseo de recibirme. E^tos do nés
no clesciendén-STT^Tñ^podrádunffiréTT-"en la
corrupción ni en el fango, por lo tanto, sin mis
dones, las almas no tienen las verdaderas
disposiciones para recibirme, y Yo, desciendo en-
ellas y no encuentro el vacío para comunica^ — les
mi Vida; estoy como muerto para ellas y — ellas
muertas para Mí; Yo ardo y ellas no sien, ten mis
llamas; soy Luz y ellas quedan más ci gas. lAy I de
Mí! Cuántos dolores en mi Vida Sa cramental. t
M

81
Muchas, por falta de disposiciones, no expe—
ramentando nada de bien, al recibirme, liegan- a
nausearme; y si continúan recibiéndome es - para
formar mi continuo Calvario y su eterna-
condenación. Si no es el amor lo_gu-fc—las._H.e_- va
a recibirme__,_es una afrenta de mis que me-
hacen y "es "una culpa"'más que agregan a s í j -
- mismas. Por esto reza y dame“rep'aración por -
tantos abusos y sacrilegios que se cometen al
recibirme Sacramentado.

82

i
t
Me sentía toda absorbida en la Santísima Voluntad de D
Dios y el Bendito Jesús me hacía presentes, como en L
ü
acto, todos los actos de su Vida — en la tierra y
como yo lo había recibido Sacramentado en mi pobre
corazón; me hacía ver como- en acto, en su Santísimo
Querer cuando mi dulce Jesús, instituyendo el
Santísimo Sacramento, se comulgó a sí mismo. Cuántas
maravillas, cuántos prodigios, cuántos excesos de
amor en este co— mulgarse a Sí mismo.
Mi mente se perdía en tantos prodigios divinos- y
entonces, mi siempre amable Jesús me ha dicho: "Hija
querida de mi Supremo Querer, mi Voluntad contiene
todo, conserva todas las obras divinas como en acto
y nada deja escapar y a quien en - Ella vive quiere
hacerle conocer los bienes que contiene.
Ahora quiero hacerle conocer la causa por la que
quise recibirla MÍ mismo al instituir el Santísimo
Sacramento. El prodigio era grande e incomprensible
a la mente humana.
El recibir la criatura a un Hombre y Dios, el -
encerrar el ser finito al Infinito y a este Ser
Infinito darle los honores divinos, el decoro,- la
habitación digna de El; era tan oscuro e
incomprensible este misterio que los mismos
apóstoles, mientras creyeron con facilidad en la En
carnación y en tantos otros misterios, delante-" de
Éste quedaron turbados y su intelecto se resistía a
creer, se necesitó decírselos repetida mente para
rendirlos. Y así, ¿cómo hacer? Yo - que lo instituía
debía pensar en todo, debía pensar en que mientras
la criatura debía reci— birme, a la Divinidad no
debían faltarle los ho ñores, el decoro divino, la
habitación digna de” Dios.
Por eso hija mía, mientras instituía el Santísi
mo Sacramento, mi Voluntad Eterna, unida a mi-
Voluntad humana, me hizo presentes todas las -
Hostias que hasta el fin de los siglos debían-
recibir la Consagración sacramental, y Yo, una por
una las miré, las consumí y vi-mi Vida Sa~~
crarcental, en cada Hostia, palpitante que quería
darse a las criaturas. Mi Humanidad, a nom bre de
toda la familia humana, hizo la obra por todos y diÓ
habitación en sí misma a cada- fcíostla y rai
Divinidad, que era inseparable de MÍ, circundó cada
Hostia Sacramental de hono-- res, alabanzas y
bendiciones divinas para hacer digno decoro a mi
Majestad. Así que cada - Hostia Sacramental fue
depositada y puesta en MÍ y cada una contiene la
habitación de mi Humanidad y el cortejo de los
honores de mi Divinidad. De no ser así, ¿Cómo podía
descender a la criatura?. Fue sólo por esto por lo
que toleré los sacrilegios, las frialdades, las irre
verencias, las ingratitudes, porque recibiendo^'2'- a Mí
mismo puse a salvo mi decoro, los honores la
habitación que se necesitaba a mi misma Ffcr sona. Si
Yo no me hubiera recibido a Mi mismo- Yo no habría
podido descender a la criatura y a ella le hubiera
faltado el camino, la puerta y los medios para
recibirme.
Así es mi costumbre en todas mis obras, Yo las hago
una vez para dar vida a todas las demás - veces que
se repetirán uniéndolas al primer ac to como si
fueran un acto solo. Así que la potencia, la
inmensidad, la omnividencia de mi - Voluntad me
hizo abrazar todos los siglos, me hizo presente*
todos los comulgantes y^todas - las Hostias
Sacramentales y recibí tantas veces a Mí mismo para
hacer pasar de Mí a cada — criatura a Mí mismo.
¿Quiém ha pensado nunca - en tanto amor mío? ¿Qué
para descender a l<gs corazones de las criaturas Yo
debía recibirla Mí mismo para dejar a salvo los
derechos divi-‘ nos y poder dar a ellas no solo a
Mí mismo sino también los mismos actos que Yo hice
al recibirme para disponerlas y darles casi el dere
cha de poderme recibir?"
Yo he quedado maravillada y como si quisiera
dudar, Jesús ha agregado;
"¿Porgué dudas? ¿ No es quizá este el obrar de
Dios? ¿Y de este único acto formar tantos actos por
cuantos se quiera'gozar mientras es un - acto único?
¿No fue lo mismo para el acto de la- encarnación, de
mi Vida y de mi Pasión? Una única vez me Encarné, una
fué mi Vida, una mi Pa- - sión; sin embargo esta
Encarnación, Vida y Pa- - sión son para todos y para,
cada uno como si fuera Cínicamente para cada uno. Y
estén ahora como- en acto para cada uno como si ahora
mismo me estuviera encarnando y ahora mismo estuviera
su- - friendo mi Pasión. Si no fuera así, no obraría
- como Dios sino como criatura que no conteniendo- un
pjoder divino no puede hacerse para todos ni - puede
darse a todos.
Ahora hija mía, quiero decirte otro exceso- do
mi amor: quien'hace mi Voluntad y vive en E— 11a
viene a abarcar y a abrazar la obra de mi --
Humanidad porque Yo amo tanto q _ue la criatura se
haya semejante a Mi-, y como mi Querer y el suyo- son
uno solo, El toma gusto y recreándose pone - en la
criatura todo el bien que Yo contengo y ha co en ella
el depósito de las mismas hostias Sacramentales; mi
Voluntad, que ella contiene le - dá y la circunda con
decoro de homenajes y honores divinos y Yo todo le
confío a ella porque es toy cierto de poner en
seguridad todo mi obrar - porque mi Voluntad se hace
actora, expectadora y custodia de todos mis bienes,
de mis obras y demi misma Vida".

QUINTA, SEXTA Y SEPTIMA HORA.


LA AGONIA EN EL HUERTO.
25 de Noviembre de 1909

Encontrándome en mi habitual estado, estaba


pensando en 1a agonía de Jesús en el Huerto de - los
Olivos y El, haciéndose ver me ha dicho:
{
"Hija mía, la obra de loa hombres en mi Pa- -
sión no__f_ue sino en la corteza de mi Iiumani-~
dad , P 1 A M N R Eterno obró todo lo interior, J i r sl
que en mi agonía en el Huerto no fueron -- los
H O M B R E S sino el Amor Eterno, el Amor Inmenso, el
Amor Incalculable, el Amor Escondido fué guien me
abrió grandes heridas, me - - traspasó con
ardientes clavos, me coronó con- incendiadas
espinas, me dió de beber hirvien- te hiel. .Tanto
_que mi pobre Humanidad. hQ_.pu- .d.lendQ_.c.on.tener
tantas clases de martirio a - j¿n_ mismo tiempo
hizo salir de Ella grandes ríos de_ sanare v
sufrí contorciones y llegó a
decir n„Padre.,___si es posible, guita _de mi este '
cáÜz, pero no se haga mi voluntad _sino la Tu ya'1*
y_esto no lo hizo en el resto de la Pa- - sión. Asi
gue_todo lo_que_sufrí en el curso - dC~‘la
/Pasión_lo sufrí..todo junto en la agonía í .pero de
modo mis intenso,_más .doloroso_y mis- íntimo,,...
porgue el Amor me penetró hasta la mé dula de los
huesos y hasta las fibras más_ín-~~ timas del
corazón, donde las criaturas no po- dian llegar
jamás; pero el Amor a todo llega, no hay cosa que
le pueda resistir. Entonces - mi primer verdugo fue
el Amor, por eso en el- curso de la Pasión no hubo
en Mí ni siquiera- una mirada de desagrado hacia
quienes me ha— cían de verdugos porque tenía un
verdugo más- crudo, ruis activo en Mí, como era el
Amor, y- a donde los verdugos externos no llegaban
o - alguna parte quedaba excluida, el Amor hacía—
su trabajo y nada quedaba fuera. Y así es entodas
las almas, mi primer trabajo lo hace el Amor, las
ha trabajado y las ha llenado de Si y lo que se ve
de bien en su exterior no es - otra cosa que el
derrame del trabajo que el - Amor ha hecho en el
interior".
22 de Junio de 1913
Estaba pensando en la Pasión de mi siempre a-
mable Jesús, especialmente en lo que sufrió - en
el Huerto; me he encontrado toda'sumergida on

86
Jesús y me ha dicho:
"Hija mía, mi primera Pasión fue el Amor por que
_el hombre al pecar, el primer paso que - lo
hacendar ert el mal es la falta de amor y-
talt.ando_el amor se precipita en"'la' cul'ñaT -
Entonces, el Amor para rehacerse en Mí de es ta
falta de amor de las criaturas,me hizo su frir más
que todo, casi me trituró más que - una pesada
prensa, me dió tantas muertes por cuantas criaturas
reciben la Vida. El seaun- do paso_ qiie._suce.de_. eir
la culpa es defraudare., la Gloria de Dios, y el
Padre, para rehacerse de la Gloría quitada por las
criaturas, - me hizo sufrir la Pasión del pecado,
es de— cir, que cada culpa me daba una pasión
especial. Si la Pasión fue una, las del pecado - en
cambio fueron tantas pasiones por cuantas culpas se
cometerán hasta el fin del mundo y así se rehizo la
Gloria del Padre.
El tercer efecto que produce la culpa es la -
'debilidad en__el^ hombre v por esto quise Su—
frir la Pasión por mano de los judíos, ésta- fue
mi tercera Pasión, para rehacer al hora— bre de la
fuerza perdida.
Asi que con la Pasión del Amor, se rehizo y- se
puso a nivel justo al Amor; con la Pasión del
pecado se rehizo y se puso a nivel justo la Gloria
del Padre y con la Pasión de los - judíos se puso
a nivel y se rehizo la fuerza de las criaturas.
Todo lo que sufrí en el -- Huerto, las muertes que
sufrí, los espasmos- atroces, fueron tales y-
tantos los sufrimien tos que habría muerto en
verdad si la Voluntad del Padre hubiera sido ésa".
19 de Noviembre de(l92Í)

Estaba haciendo compañía a mi Jesús agonizan

87
te en el Huerto de Getsemaní y por cuanto me era
posible lo compadecía, lo estrechaba - - fuerte
a mi corazón buscando enjugarle su su dcr mortal
y ral amable Jesús, con voz débil1 y agonizante
me ha dicho:
"Hija mía, dura y Penosafyié _ n\a gonía én el
Huerto, quizá mSs penosá.jque_. ía...de... J¿l~Crujz.,"-’
porque si esta fué el cumplimiento y el triunfo
sobre todo, aquí en el Huerto fué el --
principio y los maj.es _se_sienten_mS_s_al prin
1 i pió que cuando" están _por Iterininar.i JSn
esta agonía la pena más desgarradora fue cuando
-
se hicieran presentes ante Mí,______uno por_uno -
bxl!ÍQ.s—Los—pecados,. Mi Humanidad comprendió — toda
la enormidad de ellos y cada pecado tenía el
sello de "Muerte a un Dios", y estaba armado con
espadas para matarme. Delante de-
2 a—D trinidad,_la_ culpa se me pres en taba tan—
.ho.rr.ib.la, _rnás_harr lble que ja mi sma ' muer te
7- A1 comprender que cosa significa:'pecado,"me
sentía morir y moría en realidad; grité al -
Padre y fué inexorable, no hubo uno solo que al
menos me diera alguna a'vuda para no hacer me
morir; grité a todas las criaturas que tu vieran
piedad de Mí, pero en vano. Así que - mi
Humanidad languidecía y estaba a punto de
recibir el último golpe de la muerte.
¿Sabes quién impidió la ejecución y sostuvo- a
mi Humanidad para no morir? primero fué mi
inseparable Mamá; Ella al oirme pedir ayuda-
voló a mi lado y me sostuvo y Yo apoyé mi —
brazo derecho en Ella, casi agonizante la mi ré
y encontré en Ella la inmensidad de mi Vo luntad
íntegra, sin haber habido nünca rotura entre MÍ
Voluntad y la suya. Mí Voluntades Vida y como la
Voluntad del Padre era in£ movible y la muerte
me venía de las criatu— ras, otra Criatura que
encerraba la Vida de- mi Voluntad me daba la
Vida. He aquí que mi- Mamá en el portento de Mí
Voluntad me conci-
(
o
lO

~—, x H,C ui¿u nacer en el tiempo y ahora me dá


por segunda vez la Vida para hacerme cumplir la
obra de la Redención.
Después mírela la izquierda^/ encontré a la-
pequeña Hija de mi Querer, t.e encontré a jbí-
C5.R0 primara CO.Q.^ 1....s g qu ito de los demás
H±-. J9?. de Mi Voluntad? y"como a Mi Mamá la
quise Conmigo como primer anillo de la
Misericordia, a tí te quise como primer anillo
de- JU-S-tic i a para impedir que se descargase so
— bre todas las criaturas como se merecen, por
eso quise apoyar la izquierda, a fin. de que- la
sostuvierais .junto Conmigo.
Con estos dos apoyos Yo me sentí recibir la-
Vida y como si no hubiera sufrido, con paso-
firme fui al encuentro de mis enemigos.
En todas las penas que sufrí en Mi Pasión, -
muchas de ellas capaces de darme la muerte,-
estos dos apoyos no me dejaron nunca y cuando me
veían a punto de morir, con Mi Voluntad que
conteníap me sostenían y me daban — sorbos de
Vida.yrfOh, I03 prodigios de Mi Que rer! ¿Quién
puede jamás numerarlos y calcular su valor? PoY
eso amo tanto a quien vive en Mi Querer,
reconozco en ella a mi retrato, mis nobles
facciones, siento en ella mi mismo aliento, mi
misma voz, y si no la amara - me defraudaría a
Mí mismo, sería como un pa- dre sin generación,
sin el noble cortejo de- su corte y sin la
corona de sus hijos. Si no tuviera la
generación, la corte, la corona,- ¿como podría
llamarme Rey? Mi Reino está for- tnado por
aquellos que viven”en ..Mi. Voluntad, y de este
Reino 'yo escojo la Madre, la Reina,- los hijos,
los ministros, el ejército, el — pueblo. Yo soy
todo para ellos y ellos son - todo para Mí".
Después pensando en lo que Jesüs me había di
cho decía para mí: ¿Cómo se hace para poner- en
práctica todo esto? y Jesüs regresando, - me ha
dicho:

90
“Hija mía, para conocer la Verdad se nece — sita
que haya voluntad y deseo de conocerla. Supón una
recámara con las persianas cerradas, por cuanto
Sol haya afuera no importadla recámara está
siempre en oscuridad. Ahora bien, abrir las
persianas significa querer - la luz, pero no
basta abrirlas si no se apro vecha la luz que
entra para reordenar, lim— piar, quitar el polvo,
poner manos a la obra, porque
sjLvto^e3___comQ_moiaii_e.sa_.buTL_y. .bacer--
se_IngxaJcp^jweeL^tía_lu-z-.- Asi pues, np hasta - tener
voluntad pnnnpPr 1 a_Ua.c¿3d al a^la- j,uz que -recibe
de_esa Verdad^gp busca lim- pfarse^de,sus, debíj
idf>des...v reordenarae s.e— gúr;. J-a^.dur-.de,.:Aa_
verdad que conoce v junta — mente con ella poner
manos a la obra, hacién do 1 a sustancia
propia~cfe 'tal modo due~s'arcfá^: por la boca, por
las manos, por gompnrt?.- miento esa verdad que
ha absorbido, porque - si no es así es como si
diera muerte a esa - verdad que ha recibido y el
no ponerla en -~ práctica sería estarse en
desorden delante - da esa luz. Pobre recámara,
llena de luz pero en pleno desorden y sucia, y
con una persona adentro que no se ocupa en
ordenarla, - que compasión no daría.
Asi .es guión conoce la .Verdad y na~ln... pone_ - -f
.en práctica. s « O.C.] J i 17_
Has de saber que como primar, elemento de las verdades
entra la^simplicidad, porque si no - fueran
simples no Serían luz y no podrían pe netrar en
las mentes humanas para iluminar—- las. Donde no
hay luz no se pueden diferen— ciar ni distinguir
los objetas. La simplicidad no solo es luz, sino
es como^aire que se respira que sin verse da
respiración a todo, y si no fuera por el aire la
tierra y todo - quedaría sin movimiento; así que si
las vir- ' tudes,ylas verdadesi'tíb llevan el
sello de la simplicidad serán sin luz y sin aire".

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Smy-..Ae^er
VoluntadM||loB mis
Di-
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£&£8m¿g¡féá£&gi>«Z n
voluntad humana juerer y a señoreste a extenderse, a
asi te crenere“-
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V.t?/1^
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ban a Jesús y lo vivificaban, entonces Jesús ha
agregado: “¿No quisieras tu mi Semejanza? ¿No
quisieras tu aceptar las muertes de amor como
aceptaste las muertes de dolor?"
Yo le he respondido: " jAh Jesús mío! yo no - sé
que me haya sucedido; siento ahora gran -
repugnancia por haber aceptado las muertes - de
dolor, ¿cómo podría aceptar las de amor - que me
parecen más duras? Yo temo solo al -- pensarlo;
mi pobre naturaleza se aniquila -- más, se
deshace; ayúdame, dáme la fuerza por que siento
que no puedo seguir adelante".
Y Jesús todo bondad ha agregado: "Está decidido,
pobre hija mía, ten valor, no temas ni quieras
turbarte por la repugnancia que si^an tes; es
más para darte seguridad té digo que tcimbién
ésta es una semejanza Mía. Has de sa ber_qu£LJt:
amhbáruml__Humanidad . por c uanto San fa
,-Ttl&seQSii_s.umamente-d~e__sufrir, sentía esta id-
pugnancíaj _ pero no era Mía ,„ eran todas las
i'epugnancias que las criaturas sentían en ha
cgr el_bien._y_en_ aceptar las penas que
merecían y. Yo debía sufrir éstas .penas"qüé~me
torturaban, y no poco, .para._dar._S—ellas_la - í no
linación-^JL- b. ieajy.hacerj eu_.má_s. .dulces — .las__
cenas. tq fué tanto que .en-.el—Huerto -
grité al Padre"S.i_e_s posible..pase..de_MÍ._.e_s--
te.callzl, pero ¿eres tú que ful Yo? ; Ah, — Nqj
Te engañas.?-.Yo_amaba_hasta la locur a., e 1 - sufrir,
amaba la muerte para . dar ..Vida_ a mis- hijps;
ese era el grito de toda la familia -
humana_.en_tera-_.que_liacla.. e.co_.en_.ml Humanidad,
YLJYQ, gritando junto con ellos para darles -
fuerza repetí tres veces: "J>i_es posible pa-
se~~de ~MÍ~ este cáliz" . yo hablaba ~~a~ nombre He
tQdos^-an.-cuanto míe eran cosa Mía pero me —
sentía-oprimir y aplastar. Así que la
repugnancia que sientes no es tuya, es el eco
de- la Mía; si fuera tuya ya me habría retirado.
Por esto hija mía, queriendo generar de Mí -
otra imagen mía quiero que tu aceptes y Yo *
mismo quiero imprimir en tu voluntad ensan—
chada y consumada en la mía estas muertes — Mías
de amor“.
’/ mientras esto decía, con su Santa Mano nielas
imprimía y ha desaparecido. Sea .todo para Gloria
de Dios.
20 de Noviembre de 1922
(y t ? l ip)
íisiaba—pensando como mi dulce Jesús estando- en el
Huerto sufrió tantas penas, pero no — por parte
de las criaturas porque allí esta- ■ba—smlo, es
más, estaba abandonado por todos, niuKL de parte
dé-Su—Badre Eterno. Eran co- - rrientes de amor
entre El y su Padre Celes-- tial y en estas
corrientes estaban puestas - todas las criaturas,
en estas corrientes estaba todo el amor de'un
Dios pox* cada una de ellas y todo el amor que
cada una debía a — Dios, y faltando éste, suf.r-
la.-penas que supe rarutoda-s._l.as...demás’, penas,
tanto, que sudó - sangre viva,. Y mi dulce Jesús
estrechándome- en su Corazón para ser aliviada me
ha dicho: "Hija mía, las penas del amor son las
más — desgarradoras. Mira, entre estas
corrientes- de amor entre Mí y mi Padre está todo
el a— mor que me deben todas las criaturas , y
así, está elamor traicionado, el amor negado, el
amor rechazado, el amor desconocido, el amor
'pisoteado „etc. ¡Oh, cómo llega a traspasar - mi
Corazón que me siento morir.
Has de saber que.al crear al hombre, estable cí
las corrientes de amor entre Yo y €1, no- me
bastaba con haberlo creado, no, debí po— ner
tantas corrientes de amor entre Yo y él, que no
debía haber parte de éste en la que - no pasaran
estas corrientes. De forma que en la
inteligencia del hombre corrían las co- -
rrientes de amor de „mi Sabiduría, en sus -o—
jos la corriente de amor de mi Luz, en la bo ca
la corriente de amor de mi Palabra, en — sus
manos la corriente de amor de la Santi—
dad de mis obras', en su voluntad, la corrien
te de amor de la Mía y así de todo lo demás. El
hombre había sido hecho para estar en con cinuas
comunicaciones con su Creador, y ¿cómo podía
estar en comunicación Conmigo si — mis
corrientes no corrían en las suyas?
Con el pecado despedazó todas estas ¡corrientes
y quedó dividido de Mí. ¿Sabes como su— cedió?
Mira el Sol, toda su luz cae en la su perficie
de la tierra y la reviste tanto que le hace
sentir su calor tan a lo vivo y real que porta
la' fecundidad y la vida a todo loque la tierra
produce así que se puede decir que están en
comunicación entre ellos. lOh,- cómo son más mis
comunicaciones entre el hom bre y Yo, verdadero
Sol EternoI Ahora bién,- si una criatura tuviera
el poder de despedazar entre la tierra y el sol
las corrientes- de la luz que cae a la
superficie de aquella, ¿Que mal no haría? El Sol
replegaría a sí — toda la corriente de la luz y
la tierra quedaría en la oscuridad, sin
fecundidad y sinvida. ¿Que pena merecerla ese
tal?
Todo esto hizo el hombre en la creación, y - Yo
descendí del Cielo a la tierra para reu— nir
tedas estas corrientes de amor y lOh, — cuánto
me costó 1 Y el hombre continúa con su
ingratitud y vuelve a destrozarme las co- —
rrientes por Mí ajustadas".

29 de Mayo de 1923
Estaba acompañando a mi
dulce Jesús en sus - penas, especialmente lo que
sufrió en el - - Huerto de Getsemaní y mientras
lo compadecía se ha movido en mi interior y me
ha dicho: "Hija mía, el primero en formar la
obra de - mis penas en mi Humanidad fue mi Padre
Celes tial porque únicamente El tenía la fuerza
y- el poder de crear el dolor y de poner cuan—
tos grados de dolor se necesitaban para po— der
Satisfacerse de la deuda de las criatu— ras;
éstas fueron secundarias porque no te— nían
ningún poder sobre MÍ ni tenían la vir-

H
o
U
1

tud de crear el dolor por cuanta intensidad -


querían.
Esto sucede en todas las criaturas: como al -
crear al hombre el primer trabajo tanto del - alma
como del cuerpo, lo hizo mi Padre Divino ¿Cuánta
armonía, cuánta felicidad no formó -- con sus
propias manos en la naturaleza huma— na? Todo es
armonía y felicidad en el hombre. La parte externa
solamente ¿Cuanta armonía y- felicidad no
contiene? El ojo vé, la boca explica, los pies
caminan, las manos obran y to man las cosas hasta
donde han llegado los - - pies. Pero ¿ Si el ojo
pudiera ver y el hom— bre no tuviera boca para
explicarse o si tu-- viera pies para caminar y no
tuviera manos pa ra obrar no sería una
infelicidad, una desar- raonía en la naturaleza
humana?
Es más, las armonías y la felicidad del alma-
humana... la voluntad, la inteligencia, la me
moría ¿ cuántas armonías y felicidad no con—
tienen? Basta decir que son partes de la feli
cidad y armonías del Eterno. Dios creaba el -
verdadero Edén personal en el alma y en el —
cuerpo del hombre, Edén todo celestial y luego le
dió por habitación el Edén.terrestre. - Todo era
armonía y felicidad en la naturaleza humana, y si
bién el pecado trastornó esta ar monía y felicidad
no destruyó totalmente todo el bién que Dios había
creado en el hombre. Entonces, como Dios creo con
sus propias ma— nos toda la felicidad y armonía en
las criatu ras así creo en Mí todos los dolores
posibles para rehacerse de la ingratitud humana y
ha— cer salir del mar de mis dolores la felicidad
perdida, el acuerdo y la armonía trastornada. Esto
sucede a todas las criaturas cuando debo elegirlas
a Santidad distinta o a especiales— designios
Míos; son mis propias manos las que trabajan en el
alma y ahora les creo el, dolor, ahora el amor,
ahora el conocimiento de las — verdades
celestiales.

' 95
Es tanto mi celo que no quiero que ninguno me las
toque y si permito que las criaturas Ies- hagan
alguna cosa es siempre en orden secunda rio pero
el primado lo tengo Yo y las voy for mando según mi
designio.

4 de Enero de 1924
Estaba pensando en las palabras de Jesús en - el
Huerto cuando dijo: "Padre, si es posible- pase
de .Mi este cáliz, pero NON MEA VOLUNTAS, SED TUA
FIAT (no se haga mi Voluntad sino la- Tuya) " y
Jesús moviéndose en mi interior me- ha dicho:
"Hija mía, eres tú crue fue el cáliz de mi Pa- ,
3i5n por_lo que decía al Padre "Padre, si es- p£
¿sÜaie_paAe._j3e ._>ii_.es-b& cáliz*? ;No. en ver'—
dad__no í __Era e i___¡mili z_._de_la... voluntad-huma na —
qy, e contenía tal amargura y píen i_tud_de. ..v i
- - cios , .que mi voluntad humana_.unj.d¿ ,.a_ la.
Divi-
na_.ex.per imentó -tal- horro.r,__térror__ y miedo, —
eme grité "JPadresi posible pase de ..Mi. es te .cáliz."
Cómo es ..bestial., la.. vpluntad^humana- §J,n_.,1a_
Yalun t ad-Divin.^, y É s t a ‘ ck s'iv'como1 dentro de un
cáliz se encierra dentro de cada jir na de las
criaturas. No hay mal en las genera clones del
cual la voluntad humana no sea el- origen, la
semilla, la fuente, y_Yo viéndome- cubierto de
todos estos males que elda_ha_._p.ro duoido delante a
la Santidad de la Mía, me — sentía morir y habría
muerto en verdad si la- Divinidad no me hubiera
sostenido.
;.Sabes tG porqué agregué, y__pQX-~tr.as_jy.eces, -
"SIÜHJMEA_.yOLmíTAS_,_. _SEQ__T_U A. _F IAT _.(no_Sfi_ haga -
mjLbVoluntad—sino_la__ Tuya) ? YíQ_3entla^^Qbr_e_M_í
.todas.^Las_vol untad es .de__las__c.ria.turas unidas- iunta.s,
todos sus malea v a nombre de todos.- grité al Padre
"No sea la voluntad humana hecha en la tierra sino
la Divina. 1.a j/.oluntad- humana sea desterrada.-
_y_la -Tuya relte^.. As.í_- que_-de.sde-
_ento.nce.s_.y._do__quise Jiacer_des.d.e__elr-....

96
o
v
j
principio de mi Pa s ión^ porgue era la cosa que
más me interesaba .y la más Importante el llamar
a la tierra el "FIAT VOLUNTAS TIJA como en
el Cieloasi en la tierra, era Yo a nombre de
TV7?
todos quev decía "NON-MEA -VOLUNTAS-,-—SED—TUA —
F^A^'. Desde entonces Yo constituía la época- de 1
"FIAT VOLUNTAS TUA" en la tierra y_con de Cirio
tres veces, en la primera la Impetraba.- en_ la
segunda „la hacia dejunender .y en la tem cera la
const¿tuJLa_urAj'jt.a-n.fca-y—domlnadoxa. Y - diciendo "NON
MEA VOLUNTAS, SED TUA FIAT" intentaba vaciar a las
criaturas de su voluntad y llenarlas de la Divina.
A'nt-fiq Hp_mnr-i.il. _porque no me quedaban sino hp
.ras. Yo quise cnn-t-ratar con mi Padre Celes- -
ti al el primer fin por el_que vine a .la tier-» rra
: que la Volnnt ad _DúvjLna_ tomara su pr. Inter -
pups to de honnrifen—l_a_cr.La-tur_a . .Había -sido ' él
primer acto del hombreIell s u s t r a e r s e de la Vo.
juntad Suprema y por lo tanto, nuestra pxme ra
ofensa; todos sus demás males entran en ej orden
secundario'; y Yo debí primero realizar- el fin,
el "FIAT VOLUNTAS TUA" (hágase tu Voluntad) , como
se hace en el Cielo en la tie-- rra" y luego
formar con mis penas la Reden- - ción, porque la
misma Redencj.6.n_antra en or—-
den secundario. Es____siempre ral_Voluntad_.la_qua
tiene el primado en todag.¿j.A5^G£L§áS_. Y si - - bien
los frutos de ía Redención se vieron pri mero que
sus efectos, esto fué en virtud de - este contrato
que hice con mi Padre de que su FIAT debía venir a
reinar en la tierra realizando así el verdadero
fin de la creación del hombre y mi. primer fin pgit
tierra y así h a c e r I r los frutosí^Jj,^
de la Redención. De otra manera .habría—£al±&-
mal en el hombre fue su voluntad, Yo debía —
ordenar, restablecer v~~reunlr "voluntad Divina
v humana. Y si se vieron primero los frutos - de
la Redención esto no dice nada; mi Volun— tad es
como un Rey que, si bien es el primero

ie,l_ cuql vine a la-.

97

■A
entre todos, llaga e± último, debiéndolo
preceder, 'por su honor y decoro sus pueblos, e—
jércitos, ministros, príncipes y toda la corte
real. Asi que primero eran necesarios Ios- frutos
de mi Redención para encontrar luego a la corte
real, los pueblos, los ejércitos y - los
ministros a la altura de la Majestad de - mi
Voluntad.
Y ¿sabes tú quién fué la primera en gritar — junto
Conmigo "NON MEA VOLUNTAS, SED TUA FIAT"? Fué mi
p'equeña recién nacida en mi Volun tad, mi pequeña
hija que tuvo tal horror y - tal miedo de su
yoluntad. que temblorosa se es trechó a Mi y gritó
junto Conmigo: "Padre si- es posible pase de mí
este cáliz de mi voluntad" y llorando agregó junto
Conmigo: "NON — MEA VOLUNTAS, SED TUA FIAT” (No sea
mi voluntad la que se haga sino la Tuya). ;Ah, sí!
Es tuviste tú junto Conmigo en aquel primer
contrato con mi Padre Celestial porque se necesi
taba una criatura cuando menos que debía ha cer
válido este contrato, de otra, manera, ¿a— quién
darlo? ¿a quién confiarlo?. Y para ha—- cer más
segura, la custodia del contrato te hi ce don de
todos los frutos de mi Pasión, po— niendolos en
cortejo en torno a tí como un _e- jército
formidable que mientras hacen de c c ¿ . ~ tejo real a
mi Voluntad guerrean ferozmente - contra la tuya.
Por esto ten valor y firmeza en el estado en- el
que te encuentras, quita el pensamiento de que Yo
te pueda dejar, iría en daño de mi Que rer siendo
que tengo el contrato de mi Voluntad puesto en
tí. Así que debes estar en paz, es mi Voluntad la
que te prueba; que quiere - no solo purgarte sino
destruir aún la sombra- de tu voluntad; sjLque
con..toda-paz tu _vue.lo. - en mi_Querer y no pienses
en..nada..más.; tu Je- sús~hará en modo que todo lo
que pueda suce— der dentro y fuera de tí, haga
resaltar mayor mente mi Voluntad y ensanche en tí
sus confi-

98?
nes en tu voluntad humana. Soy Yo quien mantendré
la batuta en tu interior a fin de dirigir todo en
ti según mi Querer.
Yo-no me ocupé de otra cosa sino únicamente- de
la Voluntad de mi Padre v como todas las-
.cQgas están. e.n Ella y P°r_..e_so, me ocupé de tq
do y si enseñé una oración, no~“füe-otra, "sino que
la Divina Voluntad se haga en la tierra como se
hace en el Cielo; por eso, es la oración que
encierra y abarca todo. Asi que- Yo no obraba
sino en la Voluntad Suprema, — mis palabras, mis
penas, mis obras, mis latí dos estaban llenos de
Voluntad Celeste; asi- quiero que hagas tú; debes
<jirar tanto en — torno_ a Ella de hacerte
incendiar jpor el _a-- liento eterno de su fuego
de modo que pier— das cualquier otro
conocimientojy__no sepas -(. otra cosa sino
siempre y únicamente _ra i_Que-- rer.

30 de Octubre de 1924
(...) he ido con ib i pensamiento a Jesús en - el
Huerto de Cetsemani y le pedía que me hiciera
penetrar en aquel amor con que tanto - me amó y
Jesús, moviéndose en el fondo de mi interior me
ha dicho:
"Hija mia, entra en mi amor y, no salgas nún- ca,
corre hacia él y detente en mi mismo a _— mor para
comprender bien cuánto he amado a - la criatura.
Todo en Mí es amor hacia ella.- La Divinidad al
crear esta criatura se propu so ¿uñarla siempre,
así que en cada cosa, deadentro o de afuera, la
Divinidad debía co— rrer hacia ella con un
continuo, incesante y nuevo acto de amor; por
tanto, puedo decir - que en cada pensamiento,
mirada, palabra, — respiro, latido y todo lo
demás de la criatu ra, concurre un acto de amor
eterno, Pero, - •^si la Divinidad se propuso
amarla siempre y- en cada cosa, ara porque quería
recibir la - correspondencia, en cada cosa, del
amor lnce
santa y nuevo de la criatura, quería dar a— mor
para recibir amor, quería amar para ser- amada.
iPero no fué así! La criatura no solo no quiso
mantenerse en esa correspondencia - de amor ni
responder al eco del amor de su - Creador, sino que
rechazó este amor, descono ció a su Creador y lo
ofendió. La Divinidad- no se detuvo ante esta
afrenta y continuó su incesante y nuevo amor hacia
la criatura y - como ésta no lo recibía, quedaban
los Cielos y tierra llenos de este amor esperando
a- quien debía tomar todo este amor para dar la
correspondencia por todos; porque cuando Dios
decide o propone algo, siendo Inmutable,- los
eventos o acontecimientos en contrario no hacen
cambiar sino que todo queda inmutable en su
Inmutabilidad. He aquí porqué, pa- i sanco a otro
exceso de amor, vine Yo a la -- tierra, Verbo del
Padre, y tomando una Humanidad, recojl en Mí todo
este amor que llena ba Cielos y tierra para dar
correspondencia- a la Divinidad con otro amor igual
por aquel que habla dado y debía dar a las
criaturas y así. me constituí amor por cada
pensamiento, por cada mirada, por cada palabra, por
cada- latido, movimiento, paso de criatura. Por —
eso hasta la más pequeña e Íntima fibra de - mi
Humanidad fue trabajada por las manos del Amor
Eterno de mi Celeste Padre para darme - capacidad
de poder abarcar y encerrar todo - el amor que la
Divinidad quería dar a las — criaturas y así darle
el amor de todas y - - constituirme amor de cada
acto de criatura.- Así que cada uno de tus
pensamientos está co roñado por. mis incesantes
actos de amor, no- hay cosa en tí ni fuera de tí
que no esté —- circundada por mis repetidos actos
de amor;- por esto, mi Humanidad en este Huerto
gime,- agoniza, se siente triturada bajo el peso de
tanto amor porque ama y no es correspondida. Las
penas del amor son las más acerbas, las- más
crueles, son penas sin piedad y las más-

f 00
11
1

dolorosas que mi misma Pasión. [Oh! Si me


maran, el peso de tanto amor se haría ligero
porque el amor correspondido queda satisfe— cho
en el amor mismo de la persona a quién - se
ama, pero no correspondido delira hasta - la
locura, y el acto de amor que de el salió se ve
correspondido con un acto de muerte.
Ves ahora cómo fue más acerba y dolorosa lapas
ión de mi Amor, porque si en mi Pasión — fue
solo una la muerte que me dieron, en can; bio en
mi Pasión del amor las criaturas me - hicieron
sufrir tantas muertes por cuantos - actos de
amor “salieron de Mi y no Soy corres pondido.
Por esto, ven tú, hija mía, en ;Mi - Voluntad a
corresponderme por tanto amor; en Ella
encontrarás como en acto todo este a- - mor;
hazlo tuyo y constitúyete junto Conmigo ■ amor
de cada acto de criatura para darme-
correspondencia por el amor de todos".
i
NOVENA HORA • >
JESUS ATADO ES ARROJADO AL
TORRENTE CEDRON ,

22 de Enero de 1913
(...) después estaba pensando en el momento- en
que mi amable Jesús fué arrojado en el to rrente
Cedrón y entonces, se ha hecho ver — con un aspecto
que movía a piedad todo bañado de aquellas - aguas
puercas y me ha dicho: "Hija mía, al crear el alma
la cubrí con un- manto de luz y de belleza; el
pecado quita - este manto de luz y de belleza y le
pone un- manto de tinieblas y de fealdad haciéndola
- asquerosa y nuseabunda; y Yo, para quitarle- este
manto tan mezquino con el que el pecado cubre al
alma permití qpie los judíos me arro jaran a este
torrente en el que quedé como - revestido de un
manto tanto dentro como fue- s» ra de Mí porgue
estas aguas putrefactas me - entraron hasta por la
nariz., por las orejas,

101

rurTfjff
flüM
por la boca, tinco que a les mismos judíos - les
daba asco tocarme. iAh, cuánto me costó— el amor de
las-criaturas, aún hasta llegar a tener asco de Mí
mismo 1
DECIMA TERCERA HORA
JESUS EN LA PRISION
4 de Diciembre de 1918
Esta noche la he pasado junto con Jesús en - la
prisión, lo compadecía, me abrazaba a sus rodillas
para sostenerlo y Jesús me ha dicho: "Hija mía, quise
sufrir en mi Pasión también la prisión para liberar a
las criaturas de - la prisión de la culpa.
i Oh, qué prisión tan terrible para el hombre es el
pecado 1 Sus pasiones lo encadenan como un vil
esclavo y mi prisión y mis cadenas lo liberaban y lo
desataban.
Mi prisión de amor es en las almas amantes a las
que desataba también para poder estar en ellas en
lugar seguro, defendido de todo y - de' todos,
para tenerlas como prisiones mías,-' corno
tabernáculos vivientes que me debían -— dar calor
por las frialdades de los tabernáculos de piedra
y mucho más por las frialdades de las criaturas
que haciéndome prisione ro en ellas, me hacen
morir de frío y de ham bre. Por eso muchas veces
dejo las cárceles- de los Tabernáculos y vengo a
tí, en tu cora zón para calentarme de aquellos
fríos, para- consolanne con tu amor, y cuando veo
que vas a buscarme a los Tabernáculos de las
Igle- - sias te digo: ¿No eres acaso tú ni
verdadera prisión de amor? Búscame en tu corazón
y ahí ámame".
29 de Octubre de 1921
Esta noche la he pasado en vigilia y mi men-

1
0
2.
te frecuentemente volaVa a mi Jesús atado en la
prisión, quería abrazarme a aquellas que-
temblaban por la cruel y dolorosa posición - en
la que los enemigos lo hablan dejado atado;
quería limpiarlo de los escupitajos que- le
habían echado en la cara..., y mientras - esto
pensaba, mi Jesús, mi Vida, se ha dejado ver
como entre tinieblas en las que ape— ñas podía
descubrir su adorable Persona y so Hozando rne
ha dicho:
"Hija, los enemigos me dejaron solo en la — prisión
atado horriblemente y en la más ne gra oscuridad; en
torno a Mí, todo eran ti— nieblas. ¡Oh, cómo me
afligía esta oscuridad!
Tenia las vestiduras bañadas por las puercas
aguas del torrente Cedrón, sentía la hediondez
de la prisión y la de los escupitajos de los
que estaba cubierto; tenía los cabellos- en
pleno desorden, sin ninguna mano piadosa- que
me lo3 quitara de delante de^¡Los ojos y- de la
boca y mis manos estaban veirfólaas e in
mobilizadas por las cadenas. La misma oscuri
dad no me permitía- ver mi estado tan doloroso
y humillante. lOh, cuantas cosas decía — este
estado mío tan doloroso en esta prisión!
En prisión estuve tres horas y con esto quise
rehabilitar las tres edades del mundo, la de la
ley natural, la de la ley escrita y la de la
ley de la Gracia, quería liberarlos a- todos,
sacarlos de la prisión reuniéndolos - junto a
Mí para darles la libertad de Hijos- Mío s.
Con estar tres horas en la prisión quise tam ;
bien rehabilitar las tres edades del hombre-,-------A d L l T e z
la niñez, la juventud y la v-ej-e^T- quise reha
bilitarlo cuando peca por pasión, por voluntad y
por obstinación. lOh, como esa oscuridad que vela
en torno a Mi me hacía sentir — las oscuras
tinieblas que produce la culpa - '** erT el
hombre! lOh cómo le lloraba diciéndole:
"Oh hombre son tus culpas las que me han a—
rrojado en esta prisión oscura y tenebrosa y que
Yo sufro para darte luz, son tus porquerías las
que me han echado en Mi cara y esta oscuridad no
me permite ni siquiera verlas, - mírame, soy la
imagen de tus culpas, si las- quieres conocer
míralas en Mil Has de saber también hija mía,
que en la última hora que estuve en la prisión,
despuntó el alba, y por algunas fisuras entraron
algu nos rayos- de luz. J0h, cómo respiró mi
Corazón al poder ver ese estado tan doloroso en-
que me encontraba! Esto significaba cuando - el
hombre, cansado de la noche de la culpa - la
Gracia se pone en torno suyo como alba — que le
envía rayos de luz para llamarlo; por eso mi
Corazón dió un suspiro de alivio y en esta alba
vi también a tí, mi amada prisión, que mi amor
debía atarte en este estado y —: que no me
habrías dejado solo a Mí, sino jun to Conmigo
esperarías el alba a mis pies y - siguiendo mis
suspiros habrías llorado Conmi go la noche del
hombre.
Esto me alivió y ofrecí mi prisión para darte la
Gracia de seguirme.
Otro significado tenía también esta prisión- y
esta oscuridad y era mi larga morada en la
prisión de los Tabernáculos, la soledad en - la
que Soy dejado en la que muchas veces no- tengo
a quien decir una palabra y darle una- mirada da
amor; otras veces siento en la San ta Hostia el
asco y la hediondez de manos po dridas y
enfangadas que me tocan, casi no — hay quien me
toque con manos puras y me dé - el perfuma de su
amor. Cuántas veces la in— gratitud humana me
deja en la oscuridad sin— la miserable luz de
una lámpara siquiera. A- sl que mi prisión
continúa y continuará; y~- como ambos somos
prisioneros, tu prlsionera- en tu lecho solo por
amor mío y Yo prisionero por tí, quiero con mi
amor atar, con las-

S
cadenas que me tienen vencido, a todas las -
criaturas; asi nos haremos compañía
reciprocamente y me ayudarás a extender las
cadenas para atar todos los corazones a mi
amor“.
DECIMA CUARTA HORA
JESUS DE NUEVO ANTE CAIFAS
Y DESPUES LLEVADO A PILATOS
21 de Septiembre de 1921
(...) después he vuelto a mi misma y era la-
hora en que mi amado Jesús salía de la pri—
sión y era llevado de nuevo ante Caifás, yo- he
buscado acompañarlo en este Misterio y Je süs
me ha dicho:
"Hija mía, cuando fui presentado a CaifSs -- era
ya pleno día. Era tanto el amor que te— nía
hacia las criaturas que salía ante el —
Pontífice en este último día todo deformado- y
llagado para recibir la condena de muerte- y
cuantas penas d.ebía costarme esta condena. Yo
convertía estas penas en días eternos con los
que circundaba a cada criatura para ha— cer huir
las tinieblas y así cada una encontrara la luz
necesaria para salvarse y encon trara también mi
condena a muerte para ha- - llar su vida. Así
que cada pena y cada bien- que Yo hacía era un
día más que daba a las - criaturas. Y no solo
Yo, sino también el - - bien que hacen las
criaturas es siempre díalo que forman, y al
hacer el mal forman entonces noche. Sucede como
cuando una' persona t.iej>e una luz, si se
encuentran en torno suyo diez, veinte o treinta
personas, aun cuan do la luz no sea de todas
sino solo de aquella, todas las demás la gozan,
pueden trabajar, leer, y mientras todas
disfrutan de la- luz no hacen ningún daño a la
persona que' la posee. Así es también del bien
obrar; no so-
lo es de día para quién lo hace sino que pue de
ser día quien sabe para cuantos más. El - bien es
siempre comunicativo y mi amor no so lo me
empujaba a Mí sino que daba gracia a - las
criaturas que me aman, para formar tan— tos
días en favor de sus hermanos por cuan— tas
obras buenas van haciendo".
DECIMOQUINTA HORA
JESUS ANTE PILATOS; PILATOS
LO MANDA A HERODES
lo. de Abril de 1922
(...) después he seguido las horas de la
Pasión, especialmente en el momento en que fué
vestido y tratado como a demente. Mi mente - se
perdía en este misterio entonces Jesús me ha
dicho:
"Hija mía, el paso más humillante de mi Pa—-
sión fuá éste, el ser vestido y tratado de -
demente, me convertía en juguete y diversión de
los judíos. Humillación más grande no pedía
tener mi infinita Sabiduría; sin embargo era
necesario que Yo, Hijo de Dios, sufriera esta
pena.
El hombre, pecando se vuelve demente. Locura y
demencia más grande no puede darse y de rey,
cual és, se convierte en esclavo y ju guete de
vilísimas pasiones que luego son sus tiranos y
más que loco, estas lo hacen - a su beneplácito y
capricho, arrojándolo en- el fango y cubiéndolo
de las cosas más puercas. ]0h, qué gran demencia
es el pecado'. En este estado el hombre núnca podía
ser admití do delante de la Suprema Majestad;
por eso - quise sufrir esta pena tan humillante,
paraimplorar que el hombre saliera de este
estado de demencia, ofreciéndome Yo a mi Padre -
Celestial a sufrir las penas que merecían — por
su locura. Cada pena que sufrí en mi Pa-
11
7

sión no eran otra cosa que el eco de las pe——


ñas que merecían las criaturas. Ese eco retum
baba en Mí y me hacía sujetarme a penas, a es
carnios, a burlas, a irrisión y a todos los -
tormentos".
lo. de Junio de 1922
Encontrándome en mi habitual estado estaba si
guiendo las horas de la Pasión de mi dulce Je sús,
especialmente cuando fue presentado a Pi latos, el
cual le preguntó cual era su reino. Entonces mi
siempre amable Jesús me ha dicho: "Hija mía, esta
f u e la primera vez en mi Vida terrena que tuve que
tratar con un gobernante gentil, el cual me
preguntó que cual era mi - Reino y Yo le respondí
que mi Reino no es da- este mundo, si de este
mundo fuera, millones- de legiones de ángeles me
defenderían. Y con- esto abría mi Reino a los
gentiles y les coma nicaba mi celestial doctrina,
tanto que Pila- tos me preguntó: "¿Cómo, Tu eres
ReyV" y Yo - inmediatamente le' respondí "Yo soy
Rey y he - venido al mundo a enseñar la Verdad".
Con esto Yo quería abrir camino en su mente para
ha cerme conocer y el sintiéndose como golpeado-
por mi respuesta preguntó: "¿Que cosa es la -
Verdad? Pero no esperó mi respuesta y Yo no - tuve
el bien de poderme explicar. Le hubiera- dicho: La
'Verdad soy Yo; todo en Mí es Verdad; verdad es mi
paciencia en medio de tantos insultos, verdad es
mi mirada dulce entre tan— tas burlas, calumnias y
desprecios, verdad — son mis modos afables y
atrayentes en medio - de tantos enemigos que
mientras ellos me o_- - dian Yo los amo, mientras
quieren darme la — muerte, Yo quiero abrazarlos y
darles la Vida, Verdad son las decorosas palabras
llenas de - Sabiduría Celestial, todo en Mí es
Verdad. La Verdad es más que sol majestuoso que
por cuan to se quiera pisotear surge más bello y
luml-

10.7
noso que hace avergonzar a sus mismos enemigos
echándolos a tierra a sus piéB.
Pilatos me preguntó con ánimo sincero y Yo - le
respondí inmediatamente; encambio Herodes me
preguntó con. maldad y por curiosear y Yo- no le
respondí. Yo me revelo a quien quiere- saber las
cosas santas con sinceridad y lo - hago más allá
de lo que se quiere; en cambio, a quien quiere
saberlas con maldad y para cu riosear Yo me
escondo y mientras estos quieren hacer burla de
Mi, Yo los confundo y me- burlo de ellos. Pero
como mi Persona llevaba la Verdad consigo también
delante de Herodes hizo su oficio/ el silencio a
sus tempestuosas preguntas, las miradas de
modestia, el - aspecto todo lleno de dulzura, de
dignidad y de nobleza de mi Persona eran todas
verdades y verdades operantes".

24 de Noviembre de 1922
Estaba pensando en el momento en que mi dulce
Jesús fue presentado a Herodes y decía — entre
mí: "¿Cómo es posible que Jesús, tan - bueno,
no se dignó decirle alguna palabra o- dirigirle
una mirada, si tal vez aquel pérfi do corazón a
la potencia de su mirada se hubiera
convertido?"
Y Jesús, haciéndose ver, me ha dicho:
"Era tanta la perversidad y la indisposición de su
ánimo que no mereció que lo mirara y - le
dirigiera una palabra y si Yo hubiera hecho eso él
se habría hecho mayormente culpa ble, porque cada
mirada o palabra Mía son — tantos vínculos que se
forman entra Mí y la- criatura. Cada palabra es
una unión mayor, - un estrechamiento más, y
conforme el alma se siente mirada la gracia
comienza su trabajo; si la mirada o la palabra ha
sido dulce, benigna, el alma dice: jCómo era
bella, pene— trante, suave, melodiosa!; ¿Cómo no
amarlo?-

1
0
8
1
1

O si bien, ha sido una mirada o palabra majes


tuosa, llena de luz dice: ¡Cómo me siento
pequeña, como soy miserable, cuántas tinieblas-
en mí ante aquella luz tan.deslumbradora! Site
quisiera decir la potencia, la gracia, el- bien
que lleva mi palabra o mi mirada iCuán— tos
libros te haría escribir! (, . .) "

5 de Julio de 1923
Estaba acompañando a mi dulce Jesús en las Ho ras
de su amarguísima Pasión, especialmente - cuando
fue presentado y acusado por los ¡judíos ante
Pilatos y éste no contento simplemente con las
acusaciones que le presentaban, 'lo interrogaba
para encontrar causa suficientei- para condenarlo
o para liberarlo, y Jesús tomando la palabra en
mi interior, me ha dicho: "Hija mía, todo en mi
Vida es misterio profun do y enseñanzas sublimes
en las que el hombre debe mirarse como en un
espejo para imitarme. Has de saber que era tanta
la soberbia de los judíos especialmente por la
fingida santidad- que profesaban por lo que eran
tenidos por — hombres rectos y escrupulosos y
creían que so lo con presentarme y decir que
ellos me habí.“ an encontrado culpable y reo de
muerte Pila— tos debía creerles y sin
interrogarlos me debía condenar a muerte,'y más
porque tenían — que tratar con un juez gentil que
no tenía ni conocimiento de Dios ni conciencia.
Pero Dios dispuso de otra forma, para
confundirlos y pa ra enseñar a los superiores
que, por mucho -- que parezcan buenas y santas
las personas que acusan a un pobre reo, no les
crean fácilmente, sino preguntándoles
afanosamente puedan - ver si dicen la verdad o
bien si bajo aquel ~ vestido de bondad hay
algunos celos, rencores o pera obtener de los
superiores algún puesto o dignidad que
ambicionan, abriéndose con esto camino en los
corazones de ellos. El exá—

109
men detallado hace conocer a las personas, -
las confunde y muestra que no se tiene con—
fianza en' ellos y al no verse apreciados
desechan el pensamiento de ambicionar puestos-
o de acusar a otros. Cuanta mal hacen aque--
llos superiores cuando a ojos cerrados,
confiándose en una fingida bondad y no en una -
virtud probada, ponen en un puesto o dan. oídos
a quién acusa a otro. Cuánto no quedaron
humillados los judíos al no ser creídos fá—
cilmente por Pilatos y sufrir tantas preguntas,
y si cedió en condenarme no fue porque- les
hubiera creído, sino forzado y por no — perder
su puesto. Esto lo confundió en modo- tal que
le quedó como gravada en su frente u na extrema
confusión y humillación profunda. Los judíos
entonces descubrían en un juez — gentil más
rectitud y má3 conciencia que en- ellos. Cómo
es necesario y justo el examen,- dá luz,
produce calma en los buenos verdaderamente y
confusión en los malos.
Y cuando queriendo examinarme Pilatos me pre
guntó: "¿Tu eres Rey?" "¿Dónde está tu rei— no?"
Yo quise dar otra sublime lección al de cir "Yo
soy Rey" queriendo con esto decir: - "¿Sabes tú
cuál es Mi Reino? Mi Reino son — mis dolores, mi
Sangre, mis virtudes este es el verdadero Reino
que no fuera de Mí, sino- dentro de Mí poseo. Lo
que se po3ee afuera - no es verdadero reino ni
seguro dominio porque lo que no está dentro del
hombre le puede ser quitado, usurpado y estará
obligado a dejarlq encambio lo que hay dentro
ninguno - se lo podrá quitar, el dominio será
eterno - dentro de Él. Las características de mi
Reino son mis llagas, mis espinas, la cruz. Yo- no
hago como los otros reyes que hacen vivir a sus
pueblos fuera de ellos, en la inseguri dad y si
se necesita separados. Yo no. Yo — llamo a mis
pueblos a habitar en las están— cias de mis
llagas, fortificados y defendi— dos con mis
dolores, mi Sangre para quitar— les la sed, mis
carnes para quitarles el ham

110
bre; esto si es el verdadero reinar. Todos los
demás reinos son reinos de esclavitud, de peli
gros y de muerte, en cambio, en mi Reino está- la
verdadera. Vida" .
Cuántas enseñanzas sublimes, cuántos misterios
profundos en mis palabras. Cada alma deberla -
decirse a s£ misma en las penas, en los dolo— res,
en las humillaciones y abandonos de todos al
practicar las verdaderas virtudes: Este es- mi
reino, no sujeto a perecer, ninguno me lo - • puede
quitar ni tocar, es más, mi reino es e— temo y
divino, similar al de mi dulce Jesüs;- mis dolores
y penas me lo certifican y hacen - el reino más
fortificado y aguerrido y nadie - podrá darme
batalla en vista de mi gran fortaleza... Este es
reino de paz que deberían ambi cionar todos mis
hijos".

lo. de Diciembre de 1922


Estaba pensando en la Pasión y sentía sus pe— ñas
junto a mi como si las sufriera ahora mismo y
mirándome me-ha dicho:
"Hija mía, Yo sufrí todas las penas en mi Vo—
luntad y conforme las iba sufriendo, éstas ip-
ban abriendo caminos en mi Voluntad para lie— gar
a cada criatura. Si no hubiera sufrido enmi
Voluntad, que envuelve todo, mis penas no -
habrían llegado hasta tí ni a ninguno, se hu—
hieran quedado solo en mi Humanidad; es más, - al
haberlas sufrido en mi Voluntad no solo a-- brían
caminos para ir a las criaturas sino que los
abrían también para hacerlas entrar en Ml- y
unirse con aquellas penas y darme cada una - las
penas que con sus ofensas me debían dar en todo
el curso de los siglos; y mientras Yo estaba bajo
la tempestad de las culpas mi Voluntad me traía a
cada criatura a golpearme, de - modo que no
fueron únicamente aquellos los que me flagelaron
sino todas las criaturas de to— dos los tiempos
que con sus ofensas concurrie-

1
1
1
ron a la bárbara flagelación y asi fue en ' to das las demás penas.
Mi Voluntad me llevaba- a todos y ninguno faltaba a la llamada.
Tordos estaban presentes en Mi, ninguno escapó. Por esto mis penas
fueron tOh, cuánto mas du ras y múltiples que las que se vieronl
Enton ces si tu quieres que el ofrecimiento de mis penas, tu
compasión y reparación, tus pequeñas penas no solo lleguen hasta Mí
sino que- hagan el mismo camino que las mías, haz que- todo entre en
mu Querer y todas las genera— clones recibirán sus efectos.
No solo mis penas sino también mis palabras, puesto que fueron
dichas en mi Voluntad, lie gaban a todos como por ejemplo: cuando
Pila- tos me preguntó si Yo era Rey y Yo le respon di: "Mi
Reino no es de este mundo, si de es
te mundo fuera millones de legiones de ángeles me defenderían" y
Pilatos al verme tan - pobre, humillado, despreciado, se maravilló-
y preguntó con más énfasis ¿Cómo, Tú eres — Rey? entonces Yo con
firmeza le respondí a - él y a todos los que se encuentran eh pues—
tos como el de él: "Yo soy Rey, y he venido- ai mundo a enseñar la
verdad y la verdad es- que no son los puestos, los reinos, la digni
dad, el derecho a mandar lo que hacen reinar al hombre, lo que lo
ennoblece, lo que lo leva sobre los demás; es más, estas cosas —•
son esclavitudes, miserias que lo hacen servir a viles pasiones, a
hombres injustos cometiendo también como éstos, actos de injusticia
que lo deshonran, lo arrojan en el fan go y le atraen el odio de
quienes en alguna- forraa dependen de ellos. Así que las riquezas
son esclavitudes, los puestos en cual- — quier parte, son espadas
con las que muchos- quedan heridos o aún muertos. El verdadero -
reinar es la virtud, el despojarse y desapegarse de todo, el
sacrificarse por todos, el ponerse bajo los demás; esto es el
verdadero reinar, que vincula a todos y se hace amar -
N>
UJ

de todos. Y asi, mi Reino no tendrá fin, y - el


tuyo está muy próximo a perecer". Y estas
palabras en mi Voluntad las hacía llegar a -
los oídos de todos aquellos que se encuen- -
tran en puestos de autoridad, para hacerlos-
conocer el gran peligro en el que se encuentran
y poner en guardia a quellos que aspiran a los
puestos, a las dignidades, al mando*.
DECIMA SEXTA HORA JESUS DE
NUEVO ANTE PILATOS ES
POSPUESTO A BARRABAS LA
FLAGELACION
2 de Enero de 1919
Esta mañana mi siempre amable Jesús se ha he
cho ver bajo la tempestad de los golpes y — con
su dulce mirada me miraba pidiéndome ayu da y
refugio. Yo me he arrojado hacia El para
quitarlo de aquellos golpes y encerrarlo- en mi
corazón y Jesús me ha dicho:
"Hija mía, bajo los golpes de los flagelos - mi
Humanidad callaba, no solo Mi boca callaba sino
todo en Mí callaba; callaba la estima, la
gloria, la potencia, el honor; pero - con mudo
lenguaje hablaba elocuentemente mi- paciencia,
las humillaciones, Mis llagas, Mi Sangre; el
anonadamiento de mi Ser casi hasta el polvo y mi
Amor ardiente por la salud- de las almas hacían
eco a todas mis penas. - Este es, hija mía, el
verdadero retrato de - las almas amantes, todo
debe callar en ellas estima, gloria, placeres,
honores, grande- - zas, voluntad la cual debe
estar muerta como si no la tuviera y en su
lugar debe poner mi paciencia, mi gloria, mi
estima y mis penas- y así, en todo lo que hace,
en todo lo que - piensa, lo que ama, no será
otra cosa que ay mor el cual se hará un eco solo/
con el MÍO y me pedirá almas. Pero, !Ay de Mí!
Que'esca-

113
so es el nCimero de los que me escuchan.
20 de Marzo de 1919
Sentía mi pobre mente sumergida en las penas de
ral amable Jesús y como me habían dicho que era
imposible que Jesús pudiera sufrir - tantas
muertes y penas por cada uno como está dicho
anteriormente# (1) entonces Jesús - me ha dicho:
"Hija mía, Mi Querer contiene el poder de to
do. Bastaba que solo lo quisiera y todo po—
dría suceder y si no fuera así entonces Mi -
Querer debía tener un límite en el poder, pe ro
no, todas las cosas en Mi son sin límite— e
infinitas, por eso todo lo que quiero, hago.
¡Ah, qué poco soy comprendido por las —
criaturas y por eso no soy ainado 1 Así que —
ven tú en Mi Humanidad y te haré ver y tocar
con la miaño lo que te he dicho".
Entonces me he encontrado en Jesús al que le era
inseparable la Divinidad y el Querer E.— terno y
este Querer, con solo quererlo creaba la muerte
repetida, las penas sin número los golpes sin
flagelos, las espinas agudls mas sin espinas,
con una facilidad tal como cuando con un solo
FIAT creaba millones y mi llones de estrellas y
no se necesitaron tantos FIAT por cuantas
estrellas creaba sino - que bastó con uno solo,
y así no salió solo- una estrella y las demás
quedaron en la mente Divina o bien solo en la
intención sino - que todas en realidad salieron
y cada una — tiene su luz para adornar nuestro
firmamen— to. Igual parecía en el Cielo de la
Humani— dad Santísima de Nuestro Séñor, el
Divino — Querer, con su FIAT creador creaba la
vida y la muerte por cuantas veces quería.

1 Se refiere a lo escrito el 4 de Febrero- de


1919 en Página No.^o
Y asi, encontrándome en Jesús, me he encon—
trado en que Jesús sufría la flagelación
departe de las Manos Divinas. Solo con que el-
Querer Eterno lo ha querido, sin golpes, sin
látigos, las carnes de la Humanidad de Jesús
caían a pedazos, se formaban los profundos —
desgarros aun en las partes más Intimas e in
teriores; era tanta la obediencia de JesÚ3 - al
Querer Divino-que por Sí mismo se sometía y en
modo tan doloroso que la flagelación -- que le
hicieron los judíos se puede decir — que fue
imagen y sombra de la que sufría departe del
Querer Eterno . Y luego, solo conque el Querer
Divino lo quería, su Humanidad se recomponía y
así sucedía cuando sufría — las muertes por
cada alma y por todo lo de— más. Yo he tomado
parte en estas penas de Je sús y ¡Ay! como
comprendía a lo vivo que el- Querer- Divino
puede hacernos morir cuantas - veces quiera y
luego darnos nuevamente la vi da.
¡Oh Dios, son cosas inenarrables, excesos de
amor, misterios profundos, casi inconceb¿.“ bles a
mente creada! Yo me sentía incapaz de regresar
a la vida, al uso de los sentidos,- al
movimiento después de aquellas penas sil—
fridas y mi Bendito Jesús me ha dicho:
"Hija de Mi Quer'er, Mi Querer te ha dado las
penas y Mi Querer te da nuevamente la vida,- el
movimiento y todo. Te llamaré frecuente— mente
en Mi Divinidad a tomar parte en las - tantas
muertes y penas que en realidad sufrí por cada
alma, no como piensan algunos que - fue solo en
Mí Voluntad y que solo tenia intención de dar
vida a cada uno, ¡FALSO! ¡FAL SO! No conocen
los prodigios, el amor ni el- poder de Mi
Querer. Tú, que has conocido en- alguna forma
la realidad de las tantas muertes sufridas por
todos, no tengas dudas sino ámame, ámame y
reconóceme por todos y por ca da uno y está
lista cuando Mi .Querer te llama". ' ' /
16 de Septiembre de 1921
Estaba haciendo la Hora de la Pasión en la - que mi dulce Jesús se
encontraba en el palacio de Herodes, vestido de loco y recibiendo
las burlas de todos y mi siempre amable Je— sús, haciéndose ver me
ha dicho:
"Hija mía, no solamente en aquel momento — fui vestido de loco,
escarnecido y recibí — burlas de aquellos, sino que las criaturas -
han continuado dándome esas mismas penas, es más, estas burlas me
las hacen continuamente toda clase de personas. Quien se confiesa
y- no mantiene su firme propósito de no ofender me es una burla que
me hace; si un Sacerdote confiesa, predica, administra los
Sacramen-- tos y su vida no corresponde a las palabras- que dice y
a la dignidad de los Sacramentos- que administra, es una burla que
me hace encada palabra que dice, por cada Sacramento - que
administra; y mientras Yo en los Sacra— mentas les daba la nueva
Vida ellos me dgn - escarnios, burlas y al profanarlos me preparan
el vestido para vestirme de loco; si los superiores ordenan
sacrificios, oración, vir tud, desinterés a sus inferiores y ellos
lie van una vida cómoda, viciosa, interesada son otras tantas
burlas que me hacen; si los gobernantes, eclesiásticos o civiles,
quieren- la observancia de las leyes y ellos son los- primeros en
transgredirlas, son burlas que - me hacen. lOh, cuántas veces se
burlan de — Mil Son tantas que estoy cansado, sobre todo cuando
bajo la apariencia del bien ponen el- veneno del mal. jOh, cómo
hacen de Mí un jue gol Como si Yo fuera £u juguete y su pasa- **
tiempo; pero mi justicia tarde o temprano se burlará de ellos
castigándolos severamente. - Tú reza y repárame por todas estas
burlas — que tanto me duelen y que son causas que no- dejan que Yo
sea conocido tal cual Soy".
12
7

Después, Jesús ha_ vuelto y como yo me estaba fundiendo toda en el


Divino Querer me ha dicho :
"Amada hija de Mi Querer, estoy con ansias - esperando que tú te
fundas en Mi Voluntad, - has de saber que al ir pensando Yo en Mi
Voluntad iba formando tus pensamientos en Mi - Voluntad
preparándoles su lugar,' al obrar -- iba formando tus obras en Mi
Querer preparán doles también su lugar y así de todo lo demás. Ahora
bien,.todo esto que Yo hacía no - lo hacía para Mí, porque Yo no
tenía necesidad, sino para tí, por esto te espero en Mi- Voluntad
para que vengas a tomar esos luga— res que te preparó Mi Humanidad y
sobre esas obras que preparé ven a hacer las tuyas y en toncas e3toy
contento y recibo la gloria com pleta al verte hacer lo que Yo
hice".
fLA&í LACiow 9
de Febrero de 1922
Encontrándome en mi habitual estado estaba - siguiendo las Horas de
la Pasión y mientras— acompañaba ci mi dulce Jesús en el misterio —
de su> dolorosa flagelación, se ha hecho ver- todo descarnado, su
cuerpo desnudo, no solo- de sus vestimentas sino de su carne, sus
hue sos se podían numerar uno por uno, su aspee-" to no solo era
desgarrador, sino horrible al verse, tanto que infundía temor,
miedo, reve rencia y amor juntos; yo me sentía muda de— lante de
esta escena tan desgarradora, hubie ra querido no se que hacer para
aliviar a mi dulce Jesús, pero no sabía hacer nada, la -- vista de
sus penas me daban la muerte y Je— sús, todo bondad me ha dicho:
"Querida hija mía, mírame bien para conocer- a fondo mis penas. Mi
cuerpo es el verdadero retrato del hombre que comete pecado. El
pecado lo desnuda de los vestidos de mi Gracia y Yo, para dársela de
nuevo me hice desnudar de mis vestidos. El pecado lo deforma y sien
do la más bella crl_.uj.ra que salió de mis manos se hace la más
horrible y fea y dá asco y repugnancia. Yo era el más hermoso de los
hora bres y para darle nuevamente la belleza puedo decir que mi
Humanidad'tomó la forma más fea.
1 Mírame como estoy horrible... í Me hice qui — tar la piel por los
azotes que quedé irrecono cible. El pecado no solo quita la belleza
sino que forma llagas profundas, putrefactas y- verdaceras gangrenas
que roen las partes más- íntimas, consumen los humores vitales así que
todo lo que hace son obras muertas, esquelér- ticas que le arrancan la
nobleza de su origen, la luz de su razón y se vuelve ciego, y Yo, -
para llenar la profundidad de sus llagas me - hice arrancar a pedazos
la carne y me reduje- todo a una sola llaga y con derramar mi San--
gre a ríos hice correr nuevamente los humores vitales en su alma para
darle nuevamente la — Vida.
Ah, si no tuviera en Mi la fuente de la Vida- de mi Divinidad que,
como a cada pena que me- daban mi Humanidad moría, pero Ella me
sostenía, Yo habría muerto desde el principio de - mi Pasión.
Ahora, mis penas, mi Sangre, mis carnes arran cadas a pedazos están
siempre en acto de dar- Vida, al hombre y el hombre rechaza mi Sangre
para no recibir la Vida, pisotea mis carnes - para quedar llagado
jOh, cómo siento el peso- de la ingratitudl"
Y Jesús arrojándose en mis brazos ha roto enllante. Yo lo he
estrechado a. mi corazón y El lloraba fuerte. [Qué desgarro ver
llorar a Je súsl Hubiera querido sufrir cualquier pena pa ra no
hacerlo llorar. Lo he compadecido, le — he besado sus, llagas, le he
secado sus lágrimas y entonces El, como reconfortado ha agregado :
" ¿Sabes como hago Yo? Como un Padre que ama - mucho a su hijo pero
este hijo es ciego, de— forme, cojo, etc. y el Padre, que lo ama
hasta la locura ¿que hace?, se saca los ojos, se
1
2

arranca las piernas, se hace quitar la piel y se lo dS todo a su


hijo y le dice: "Estoy mis contento con quedar ciego, deforme, cojo
etc. pero que yo sepa qué tú, hijo mío,- puedes ver, puedes caminar
y' eres bello" — Oh, cómo estará contento aquel padre que ve a su
hijo mirar con sus mismos ojos, cami— nar con sus mismas piernas,
cubierto con su misma belleza... Pero ¿cuál no sería el dolor del
Padre si viera que su hijo, ingrato arroja de sí los ojos, las
piernas, la piel y se contenta con permanecer horrible corno- está?
Así soy Yo, de todo me he despojado - para darlo al hombre, en todo
he pensado pe ro los hombres, ingratos, forman mi más a— cerbo
dolor".
14 de Enero de 1924
Estaba contemplando el misterio de la Flage lación, compadeciendo a
mi dulce Jesús cuan do se vió tan confundido enmedio de los ene
migas, despojado de sus vestiduras bajo una tempestad de golpes y
mi amable Jesús, sa— liendo de mi interior en el mismo estado en
que se encontraba cuando fuá flagelado me - ha dicho :
"Hija mía, ¿Quieres saber la causa por la - que fuí despojado de
mis vestiduras cuando- fuí flagelado?
En cada misterio de mi Pasión primero me o cupe de reajustar la
rotura entre la voluntad humana y la Voluntad Divina y después^ -
de las ofensas que fueron producidas por es ta rotura.
Cuando el hombre en el Edén despedazó los - vínculos de la unión
entre la Voluntad — prema y la suya, se despojó de los vestidos
reales de mi Voluntad y se vistió con los - miserables harapos de
la suya, débil# iip- - constante, imponente para hacer algo de - -
bien. Mi Voluntad era un dulce encanto para
él que lo tenía absorto en una luz purísima -
que no lo dejaba conocer otra cosa sino a - -
Dios del Cual había salido, que no le daba o-
tra cosa sino felicidad sin medida, y estaba-
tan absorto, por cuánto le daba su Dios, que-
no_se__d_aba jiin^tín__ngjxsamiento--de si_jnis_mo. — Oh,
cómo era feliz el hombre y cfimo la Divini dad
se gozaba en darle tantas partículas de - su Ser
por cuanto la criatura puede recibir - para
hacerlo similar a Sí. De aquí que, en — cuanto
despedazó la unión de nuestra Voluntad con la
suya, perdió la vestidura real, perdió el
encanto, la luz y la felicidad; se miró a- sí
mismo ya sin la luz de mi Voluntad y miran dose
sin el encanto que lo tenía absorto se - conoció
con vergüenza, tuvo miedo de Dios; su misma
naturaleza sintió loe tristes efectos,- sintió
el frío y la desnudez y la viva necesi dad de
cubrirse. Y como nuestra Voluntad lo - tenía en
el puerto de la felicidad inmensa, - así la suya
lo arrojó al puerto de las mise— r ia s.
Muestra Voluntad era todo para el hombre y en
ella encontraba todo. Era justo que habiéndo-
salido de Nosotros y viviendo como tierno hijo
de nuestro Querer, viviera de El y este — Querer
debía sustituirse a. todo lo que. a él - le..era
necesario; pero como el quizo vivir de su
querer, tuvo necesidad .de^.tgdp, porque gl -
querer humano no.tiene.el poder de sustituirse
a_tqdas...las necesidades^ ni tiene en sí la fuente
del bien; por eso quedó obligado a pro curarse
con trabajo y fatiga las cosas necesa rias a su
vida. ¿Ves ahora lo que sicrn|iflca - no...estar unido
a_ mi Vo^qfit^d? |0h, si todos la conocieran, cómo
habría un solo suspiro para- que mi Querer venga
ya a reinar a la tierral- Así qué, si Adán no se
hubiera sustraído de - la Voluntad Divina aún su
naturaleza no hubie ra tenido necesidad de
vestirse, no hubiera - sentido la vergüenza de
su desnudez ni hubie-
ra esta_do_suj.g_tP__a..sufrir al,frío, el calor,
¡ el hambre, la debilidad. Pero estas cosas na
turales fueron casi nada, eran más bien
símbolos del gran bien que había perdido su
alma.
Entonces, hija mía, antes de ser atado a la -
columna para ser flagelado quise ser desnuda
do ,, .
para sufrir y reparar la desnudez del hom j
bre cuando se despojó del vestido real de mi
Voluntad. Sentí en Mí tal conf uslón_y_ pena -
al verme así desnudo en medio de enemigos que hacían burla
de Mí que lloré por la desnudez del hombre y ofrecí a mi
Padre Celestial mi- i desnudez para hacer” que el hombre
fuera re—
vestido nuevamente con la vestidura real demi
Voluntad; y como pago, a fin de que no me fuera
negado esto, ofrecí mi Sangre, mis car nes
arrancadas a pedazos y me hice no solo -
desnudar de mis vestidos sino también de mi-
piel para poder pagar el precio y satisfacer
por el delito de esta desnudez del hombre. -
Derramé tanta Sangre en este misterio, en —
ningún otro derramé tanta, que bastaba
paracubrirlo como una segunda vestidura, y
vestidura de sangre, para cubrirlo nuevamente y
a sí calentarlo lavarlo para disponerlo a -reci
bir las vestiduras reales de mi Voluntad". Yo,
al escuchar sorprendida todo esto le he-
dicho :
"Mi amado Jesús: ¿Cómo puede ser posible que el
hombre con sustraerse de tu Voluntad tu— viera
necesidad de vestirse, tuviera verguen za,
tuviera miedo etc.? Si Tú hiciste siem-- pre la
Voluntad del Padre Celestial, eras u- na sola
cosa con El; tu Mamá no conoció nún- ca su propio
querer, sin embargo Ustedes tu— vieron
necesidad de vestirse, de alimento, - sintieron
el frío, el calor etc..
Y Jesús ha agregado:
"Sin. embargo hija mía,- ss exactamente así. -
Si el hombre sintió vergüenza de su desnudez y
quedó sujeto.a tantas miserias'naturales -
121

(
fe
1
¡M k > : \ S'
fue exactamente porque perdió el dulce encanto de
mi Voluntad y si bien, el mal lo hizo - el alma y
no el cuerpo, éste fuá indirectamen te como
cómplice de la perversa voluntad del- homhre. La
naturaleza quedó como profanada — por el querer
malo del hombre por lo que tanto una como otro
debían sentir la pena del — mal hecho.
En relación a Mi, es cierto que hice siempre- la
Voluntad Suprema, pero no vine a encontrar al hombre
inocente, no vine a encontrar al -- hombre antes de
que pecara, sino vine a encon trar al hombre pecador
y con todas sus mise— rías y debí tomar en común con
él todo, tomar sobre M.Í todos los males de los
hombres y sujetarme a las necesidades de la vida
como si- fuera uno de ellos. Pero en Mí estaba,
iClaro que sí! este prodigio, que si quería de nada-
tenia necesidad, ni de vestido, ni de alimento, ni
de otra cosa pero no quise servirme de él por amor
al hombre; quise en todo sacrificarme, aún en las
cosas más inocentes creadas por Mi mismo, para
testimoniarles mi ardiente amor y, es más, esto
servia para implorar e - impetrar a mi Divino Padre
que por Mi y por - mi Voluntad toda sacrificada a
El, restituyera al hombre la noble vestidura real de
nuestra Voluntad".
lo. de Julio de 1924

Me sentía muy oprimida por 1.a privación de mi-


adorable Jesús. lOh, cómo rae sangra el corazón y me
siento sujeta a sufrir muertes continuas! Sentía no
poder más sin El y que más duro no - podía ser mi
martirio. Y queriendo seguir a Je sús en los diversos
misterios de su Pasión he- llegado al misterio de bu
dolorosa Flagelación. Entonces El se ha movido en mi
interior llenán dome de su adorable Persona. Yo al
verlo le — quise decir mi estado tan duro y Jesús,
irapo—

1
2
2
U)
LO

niéndorae silencio me ha dicho:


"Hija mía, recemos juntos, hay ciertos' tiempos
tan tristes que mi Justicia, no pudiendo
contenerse por los males de las criaturas —
quis iera inundar la tierra de nuevos flage— ,
¡ „•,
los y pqr^eso es, JL¿suttastón....etunlr Y«*i 7';
Voluntad, la que exjtendiendqse ^obre .-tp_d,qs -1 '/<■'yi
- se "pone en defensa de Xas criaturas- v con"su 1

poteñeiiT.jjápXdé.,JJttS.. mi Justiciarse acerque' á la


cíiatjAir.a. para golpearla",.
Que bello y conmovedor era oir rezar a Jesús y
puesto que lo estaba acompañando en el doloroso
misterio de la flagelación, se hacía- ver
chorreando en sangre y escuchaba que decía:
"Padre mío, te ofrezco esta mi ^angre. Ah, -
has que Ella cubra todas las inteligencias de
,las criaturas y deje sin efectos todos sus -
malos pensamientos, apague el fuego de sus -
pasiones y haga resurgir inteligencias san— tas.
Esta Sangre cubra sus ojos y les ponga- lin velo
en su vista a fin de que por ellos - no Ies
entre el gusto de los placeres malos- y no se
revuelquen en el fango de la tierra.
Cubra y llene esta Sangre sus bocas y haga-
muertos sus labios a las blasfemias, a las-
imprecaciones y a todas sus palabras malas.
Padre mío, esta Sangre mía cubra sus manos- - y
ponga terror en el hombre por las acción- nes
nefastas. Esta Sangre circule en núes— tra
Voluntad Eterna para cubrir a todos, pa ra
defenderlos y para ser arma de defensa - en
favor de las criaturas contra los dere— chos de
nuestra Justicia".
¿Quién puede decir el modo como Jesús rezaba y
todo lo que decía? Después ha hecho si lencio
y yo sentía en mi interior como si - Jesús
tomara en sus manos la pequeña y po— bre alma
mía,—la frotaba, la retocaba, la - miraba y yo
le he dicho:
"¿Amor mío, que haces? ¿Hay alguna cosa en -

L
mi que te desagrade?
Y El: "Estoy obrando y ensanchando tu alma en mi
Voluntad? pero, Yo no debo darte a ti cuen ta de
lo que hago porque, habiéndote tú d.ads, -
totalmente a Mí, has perdido, tus . derechos, —
los cuales son ya Míos. ¿Sabes cuál es tu üni co
derecho? Tu único derecho„ea-qu&..niLJ/.Q.lun-
tad sea tuya y te suministre todo la que puede
hacerte feliz tanto en el tiempo como en - la
eternidad*.
DECIMASEPTIMA HORA JESUS ES
CORONADO DE ESPINAS "ECCE HOMO"
JESUS ES CONDENADO A MUERTE
31 de Enero de 1903
Continuando mi habitual estado Jesús se ha he cho
ver en mi interior coronado de espinas y- en
cuanto lo he visto lo he compadecido y El- me ha
dicho:
“Hija mía, quise sufrir estas espinas en mi -
cabeza no solo para expiar por todos los peca
dos de pensamiento s.ino para unir la Inteli—
gencia Divina con la humana porque la
inteligencia Divina estaba como quitada de la
mente humana y mis espinas la llamaron del Cielo
y- la Injertaron de nuevo a ésta, y no solo esto
sino que obtuve, para quien debía manifestarlas
cosas divinas, ayuda, fuerza y luz para -
hacerla conocer a los demás".
12 de Octubre de 1903

Esta mañana veía a mi adorable Jesús en mi in


terior coronado de espinas, y al verlo de este
modo le he dicho:
"Dulce Señor mío ¿porqué tu Cabeza envidié a- tu
flagelado cuerpo que había sufrido tanto y había
derramado tanta sangre, y no queriendo- «
ella quedar menos honrada que el cuerpo con el
galardón del sufrir; Tu mismo instigaste- a los
enemigos a coronarte con una tan dolo- rosa y
tormentosa corona de espinas?" x Y Jesüs:
"Hija.mía, muchos significados contiene esta
coronación de espinas y por mucho que te dijera
siempre me faltaría, porque es casi incomprensible

1
2
4
a la mente creada el por qué mi Cabeza quizo ser
honrada con tener su porción distinta y fespecial
de un sufrimiento y de un derramamiento de Sangre
por su — - Parte, haciendo casi competencia con el
Cuer i ■ PO
Fue porque la cabeza es lo que une todo el -
cuerpo y toda el alma de modo que el cuerpo- sin
la cabeza es nada; se puede vivir sin o- tros
miembros pero sin la cabeza es imposi— ble y es
tan cierto que siendo la parte esen cial de todo
el hombre, si el hombre peca o- hace el bien es
la cabeza la que dirige y el cuerpo no es otra
cosa que el instrumento. - Entonces, debiendo mi
Cabeza restituir el ré gimen y el dominio al
hombre, merecerle que- entrara en su mente
humana nuevos mundos deverdad y abatirle los
infiernos de los pecados con los que había
llegado a hacerse es—. clavo de viles pasiones;
y queriendo coronar a toda la familia humana de
gloria, de honor y de decoro, quise por tanto,
coronar y honrar primeramente mi Humanidad con
una corona de espinas dolorosísima, símbolo de
la corona inmortal que restituía a las criaturas
y- que el pecadb le había quitado.
/ / " P o r otra parte, la corona de espinas signifi ca
que no hay gloria y honor sin espinas; — que no
se puede tener nunca dominio sobre — las
pasiones ni adquirir virtudes sin sentir se
herido dentro de la carne y el espíritu y que el
verdadero reinar está en domarse a sí mismo con
las espinas de la mortificación y- del
sacrificio.
Estas espinas significan además que el único y
verdadero Rey soy Yo y solo el alma que me
constituye Rey de su propio corazón goza paz y
felicidad y Yo la constituyo Reina de mi -
propio Reino-; y así, todos aquellos ríos
desangre que manaba de mi Cabeza eran hilos —
que ataban la inteligencia humana al
conocimiento de mi Soberanía sobre ella".
¿Pero , quien puede decir lo que yo siento - en
mi interior? No tengo palabras para expli cario,
y lo poco quíe he dicho me parece que - lo he
dicho sin orden y creo que asi debe — ser al
hablar de las cosas de Dios, por cuán to alto y
sublime sea el hablar no se puede, porque siendo
El increado y nosotros creados solo se puede

1
2
5
hablar de El balbuceando.
6 de Marzo de 1903
Continuando rci habitual estado, el bendito -
Jesús se ha hecho ver en mi interior dicién—
dome:
* Vayamos a ver si JLas criaturas me quieren".
Y yo: "Seguro que te quieren, siendo Tú el -
Ser más amable ¿Quién tendrá el atrevimiento de
no quererte?
Y El: "Vayamos y verás lo que harán"
Entonces hemos ido y al llegar a un lugar —
donde habla mucha gente; Jesús ha sacado la-
cabeza y les ha dicho las palabras que dijo-
Pilatos cuando lo mostró al pueblo:
"ECCE HOMO" {He aquí a vuestro Rey)
Yo comprendía que estas palabras significa— ban
si querían o no que el Señor reinara como su
verdadero Rey y tuviera el dominio pie no en sus
corazones, en sus mentes, en sus o bras y asi en
todo; y ellos respondían: "Quítalo, Quítalo, no
lo queremos, crucifica lo, crucifícalo a fin de
que sea destruido a ún su recuerdo".
iQh, cuántas veces se repetía esta escena! -

1
2
6
1
Entonces el Señor ha dicho a todos nuevamente: 3
"ECCE HOMO“ y diciendo esto se escuchaba un — gran
murmullo y gran confusión .en la que decían:
"No do quiero por mi Rey a El sino a la riqueza;
otro: no lo quiero por mi Rey a El sino a- mi
honra, otro la dignidad y tantas otras cosas" .
; Con repugnancia escuchaba estas voces y Jesüs-
me ha dicho:
I . "¿Has visto corno ninguno me quiere?" Sin embar
go esto no es nada, vayamos al ambiente reli— j gloso y
veamos si ahí me quieren",
i Entonces me he encontrado en medio de Sacerdo
tes, Obispos, Religiosas, Religiosos y almas - i
devotas y Jesús con voz sonora ha repetido:
"ECCE HOMO"
Y ellos declan: "Lo queremos, pero queremos —
también nuestra comodidad". Otros: "Lo quere— moa
pero unido a nuestros intereses". 0tro3 —
respondían: "Lo queremos pero unido a nuestro-
amor propio y a nuestro honor", "¿Qué haría un
religioso sin amor propio?
Otros replicaban: "Lo queremos pero unido a al
guna satisfacción de criatura"" ¿Cómo se puede vivir
sin que alguien nos de alguna satisfa_- - cción?
Entonces Jesús todo afligido me ha dicho:
"Hija mía, vámonos ¿has visto como ninguno rae-
quiere? A lo más me quieren unido con alguna - cosa que a
ellos les gusta. Pero Yo no me con- | tentó con ésto, el
verdadero reinar es cuando-
; se reina solo, sin otras cosas que reinen tam
bién" .
20 de Junio de 1926
r
Después de haber pasado días amarguísimos por- la
privación de mi dulce Jesús, sentía que no- podla
más, gemía baje un peso que trituraba mi alma y
mi cuerpo y suspiraba por mi Patria Ce-

1
2
7
lesta en donde no estaría privada ni un ins—
tante de Aquel que es toda mi vida, mi único- y
sumo bien.
Entonces, cuando estaba reducida a este estado
sin Jesús me he sentido llenar toda de El- y
quedaba solo corrro un velo que lo cubría, y—
como estaba pensando y acompañándolo en las -
Penas de su Pasión, especialmente en el momen to
en que Pilatos lo mostró al pueblo diciendo:
"ECCE HOMO", mi dulce Jesús me ha dicho:
"Hija mía, cuando Pilatos dijo: "ECCE HOMO" -
todos gritaron: "Crucifícalo, crucifícalo; lo
queremos muerto" También mi mismo Padre Celes tial
y mi inseparable Mamá y no únicamente a- quellos
que estaban presentes sino todos Ios- ausentes y
todas las generaciones pasadas y - futuras, y si
alguno no lo dijo con palabras- lo dijo con los
hechos porque no hubo ni si— quiera uno que dijera
que me quería vivo; y - callar es confirmación de
lo que quieren, los- demás. Este grito de muerte
de todos fue dolo rosísimo para MÍ. Yo sentía
tantas muertes —- por cuantas personas gritaron
"Crucifícalo".- Me sentí como ahogado de penas y
de muerte y— mucho más, porque veía que cada
muerte Mía no llevaba la vida a cada uno y veía
que los que recibían vida a causa de mi muerte, no
reci— bían todo el fruto completo de mi Pasión y
—- muerte. Fue tanto mi dolor que mi Humanidad -
gimiente estaba por sucumbir y dar su último -
respiro y mientras asi moría, mí Suprema Volun
tad, con su omnividencia hizo presentes a mi -
Humanidad agonizante a todos aquellos que ha—
brían hecho reinar en ellos con absoluto dominio
el Querer Eterno, los cuales habrían tomado el
fruto completo de mi Pasión y muerte y a cuya
cabeza estaba mi querida Madre. Ella tomó todo el
depósito de todos los bienes y todos - los frutos
que hay en mi Vida, Pasión y Muerte; no hubo
siquiera un respiro que quedara perdí-
UJ
l
do y del cual no custodiara su precioso fruto y O
de Ella debían ser trasmitidos a la pequeña
recién nacida de mi Voluntad y a todos aque—
líos en quienes el Supremo Querer habría teni do
su Vida y su. Reino.
Cuando mi Humanidad agonizante vI6 puesto a -
salvo y asegurado él fruto completo de mi Vida,
Pasión y Muerte pude continuar el curso - de la
dolorosa Pasión. Así que únicamente es- mi
Voluntad la que lleva toda la-plenitud de- ™ís
bienes y el fruto completo que hay en la-
Creación, en la Redención y en la Santifica—
ción. Donde mi Voluntad reina nuestras Obras-
están todas llenas de Vida, ninguna cosa está a
la mitad o incompleta; en cambio donde Ella no
reina, aunque hubiera alguna virtud todo - es
miseria, todo es incompleto y si producen- algún
fruto, este es acerbo y siñ-maduración y si toman
los frutos de mi Redención los toman con medida y
sin abundancia y por eso ere cen débiles y
enfermos y si hacen algún poco- de bien lo hacen
con dificultad y se sienten- aplastar por el peso
de aquel poco de bien — que hacen. En cambio, mi
Voluntad vacía a la- voluntad humana y pone
en'ese vacío la fuerza Divina y la vida del bien,
por esto, quién la hace reinar en Sí hace el bien
sin dificultad y la vida que en sí contiene la
lleva a obrar el bien con una fuerza
irresistible.
Entonces mi Humanidad■-encontró la Vida en mi-
Pasión y Muerte y en quién mi Voluntad debía-
reinar. Por esto la Creación y la Redención -
estarán siempre Incompletas hasta que mi Vo-~
luntad tenga su reino en las almas."
DECIMA OCTAVA HORA ' i .
JESUS ABRAZA LA. CRUZ EL VIA
CRUCIS HASTA EL CALVARIO - DONDE
JESUS ES DESNUDADO ' :
19 de Abril de 1901
(...) hábiendome lamentado de mi dura posi—
ción, Jesús ha agregado:
'’'También Yo en el curso de mi Pasión
experimenté un extremo abandono, si bien mi
Voluntad estuvo unida siempre con el Padre y el
- Espíritu Santo, pero lo quise sufrir para Di
vinizar en todo la Cruz:, tanto que mirándola y
remirándola tú encontrarás su mismo espíen dor,
las mismas enseñanzas y el mismo espejo en el
cual puedeB mirarte continuamente.*
27 de Julio de 1906
Esta maña.na, haciéndose ver mi adorable Je— sús
abrazado a la Cruz pensaba yo en mi inte rlor:
a
¿Cuales fueron sus pensamientos al recibirla
Cruz?
Y El me ha dicho:
"Hija mía, cuando recibí la Cruz la abracé - como
mi más querido tesoro porque en la Cruz dí la
dote a las almas y las desposé conmigo. Ahora,
mirando la Cruz, a lo largo y a lo an cho Yo gocé
porque vela en Ella las dotes su fie lentes para
todas mis esposas y ninguno - podía temer no
poder casarse Conmigo teniendo Yo, en mis propias
manos, en la Cruz el - precio de sus dotes; pero
con esta única con dición: que el alma acepte los
pequeños rega los que Yo le envío, que son las
cruces, como garantía de que me acepta por Esposo
y ar* sí el desposorio se firma y le hago la
donación de la dote. Si en cambio, no acepta mis
regalos, es decir, si no se resigna a mi Voluntad
todo queda invalidado y a-pesar de — que Yo
quiera darle la dote no puedo, porque para
realizar unos desposorios se negesita — la
voluntad de ambas partes, y el alma, no a
ceptando mis regalos significa que no quiere
aceptar el desposorio".

24 de Febrero de 1922

130

•.
A
Encontrándome en mi habitual estado,' mi siem
pro adorable Jesús se hacia ver en el acto - de
tomar la Cruz para ponerla sobre sus Santísimas
Espaldas y me ha dicho;
"Hija mía, cuando recibí la Cruz la miré dearriba
hasta abajo para ver el lugar de cada alma que
tomaba en mi Cruz, y entre tantos - miré con más
amor y puse especial atención a aquellas que
habrían estado resignadas y habrían hecho vida en
mi Voluntad; las miré y-* ví su cruz tan ancha y
larga como .la Mía por que mi Voluntad suplía lo
que a la _cruz de - ellas faltaba y las alargaba y
ensanchaba - cuan larga y ancha era la Mía. iOh,
cómo resaltaba tu cruz larga, larga, da tantos
años de cama, sufridos únicamente por cumplir mi
Voluntad, la Mía era solo para — cumplir la
Voluntad de mi Padre Celestial, - la tuya para
cumplir la Mía; una hacía honor a la otra y como
ambas tenían la misma medida se confundían
junta3'¿ Ahora bien, mi Vo—* luntad tiene virtud
de reblandecer la dureza de la cruz, de endulzar
su amargura, de al?ir gar y ensanchar las cosas
chicas; cuando sen tí la Cruz sobre mis espaldas,
sentía la delicadeza, la dulzura de la cruz de las
almas que habrían sufrido en mi Querer. Ah, mi
Corazón tuvo un respiro de alivio y la delicadeza
de las cruces de estas almas hizo aplicar mi Cruz
a mis espaldas en tal modo que - llegando hasta lo
profundo me hizo una hondí sima llaga que si bien
me dió acerbo dolor,- sentía junto la delicadeza y
dulzura del alma que habría sufrido en mi Querer y
puesto - que mi Voluntad es eterna, su
sufrimiento, — sus reparaciones, sus actos corrían
en cada - gota de mi Sangre, en cada llaga, en
cada o— fensa; mí Querer le hacia encontrar como'
presentes a las ofensas pasadas, desde que pecó-
el primer hombre, a las presentes y a las’futuras.
Eran justamente esas almas las que me-

131
devolvían loa derechos de ¡ai Querer y Yo, -
por amor de ellas, decretaba la Redención,- y
si las demás almas entran y toman parte - es a
causa de aquellas.
No hay bien, ni en el Cielo ni en la tierra, que
Yo conceda que no sea por causa de aque l l a 3
almas5'.

17 de Diciembre de 1903
Continuando mi habitual estado, por pocos -
mementos he visto al bendito Jesús con la -
Cruz sobre sus espaldas en el instante de -
encontrarse con su Santísima Madre, y le he
dicho: . ■- :
"Señor: ¿Que cosa hizo tu Madre en este
encuentro doloresísimo?
Y El: "Hija mía, Ella no hizo otra cosa que un
acto de adoración profundísimo y simplísimo, y
como el acto cuanto más simple es - tanto más
fácil unirse con Dios, Espíritu - Simplísimo;
por eso en este acto se infundió en Mí y
continuó conmigo obrando lo que Yo mismo obraba
en mi Interior.
Esto me fuá sumamente agradabl.e, más que si me
hubiera hecho otra cosa más grande, porque el
verdadero espíritu de adoración consiste en esto:
que la criatura se pierda de sí misma y se
encuentre en el ambiente Divi ■ no, adore todo lo
que obra Dios y con El se una. ¿Cres tú que sea
verdadera adoración ~ que mientras la boca
adora,la mente piensa- en otra cosa? O bien ¿La
mente adora y la - voluntad está lejos de Mí? 0
que ¿Una poten cia me adora y las demás no están
ordenadas, a esto sino desordenadas? |Noí Yo
quiero to
do para Mí,___y_ que todo lo que lV~he dado me_
lo regrese y éste es el acto más grande de-
culto de adoración que la criatura puede ha
cerne".

L._ ,
Diciembre de 1907
£s

Encontrándome en mi.habitual estado estaba—


pensando en el momento en el que el bendíto-
Jesús encontró a su bendita Madre en el caiui
no del Calvario y mientras los compadecía a-
ainbos el dulce Jesús me ha dicho:
"Hija mía, mi Madre salió el día de mi Pa- -
sión solo para poder encontrar y dar alivio- a
su Hijo; así el alma verdaderamente amante su
intención en todo su obrar es ünicamente- la de
encontrar a su amado- y darle alivio en el peso
de la Cruz y como la vida humana es- una
continua actitud de acciones ya sea in-- terna
o externamente, el alma no hace otra - cosa
sino“continuos encuentros con su amado. Y
¿Unicamente lo encontrará? No, No, lo salu
dará, lo abrazará, lo besará, lo consolará,- lo
amará y aunque fuera con una sola palabri ta El
quedará contento y pagado.
Conteniendo la acción siempre un sacrificio- y
ai la acción sirve para encontrar el sacri
ficio que hay dentro de la misma servirá para
aliviarme del peso de mi Cruz, ¿Cuál será la
felicidad de esta alma que en su obrar es tá en
continuos contactos conmigo? tOh, cómo crecerá
siempre más mi*'*amor en cada encuen— tro que
haga mediante su obrar Conmigo!- Pero tcuán
pocos se sirven de este cortísimo camino en sus
acciones para venir a Mí, abra zarme y
aliviarme de "tantas aflicciones queme dan las
criaturas! "
2 de Septiembre de 1910
Estaba pensando en Jesús cuando llevaba la -
Cruz al calvario, especialmente cuando encon
tro a las mujeres, y olvidando sus dolores - se
ocupó en consolar e instruir a aquellas -
pobres mu jeres .--Cómo todo era amor en Jesús,
El teniendo necesidad de ser consolado y envez
de esto, consolaba. }Y en que estado con
solaba! Estaba, todo cubierto de llagas, su -

1
3
3
cabeza traspasada de agudas espinas, jadeante
y casi muriendo bajo la Cruz, y consolaba a los
demás... I Qué ejemplo! iQue vergüenza- para
nosotros que basta una pequeña cruz para
hacernos olvidar el deber de consolar a - los
demás!
Entonces recordaba cuantas veces encontrándo me
oprimida por sufrimientos o por la privación de
Jesús que me traspasaban y laceraban mi interior
y encontrándome rodeada de perso ñas, Jesús me
empujaba a imitarlo en este pa so de su Pasión,
y yo, si bien amargada hasta la médula de los
huesos me esforzaba en - olvidarme de mí misma
para consolar e ins- - truir a los demás; y
ahora, encontrándome li bre y excenta de tratar
con personas gracias a la obediencia que me
tiene en retiro, agra decía a Jesús de que no me
encontraba más en esa situación y sentía
respirar un aire más- libre para poderme ocupar
de mi misma.
Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho
"Hija mía, sin embargo para Mí era un alivio
consolar a los demás y me sentía como tonifi cado
especialmente en aquellas que verdadera mente
venían para hacer el bien. En estos — tiempos
falta en verdad quien ponga el verda dero
espíritu interior en las almas porque - no
teniéndolo no saben infundirlo en los demás. Y me
aprenden las almas quisquillosas escrupulosas,
ligeras, sin verdadero fondo - de desapego de
todo y de todos y esto produce virtudes estériles
que brotan y mueren. - Algunos creen hacer
progresar a las almas — porque llegan a la
minuciosidad y a la escru pulosidad, esto en
lugar de ser progreso son verdaderos obstáculos
que arruinan -a las almas y mi amor queda en
ayunas de estas almas De aquí que, habiéndote Yo
ilustrado sobre - el camino interigr y habiéndote
hecho cora- - prender la verdad de las verdaderas
virtudes
y del verdadero amor, encontrándote tu en la
verdad, Yo podia por boca tuya hacer compren

1
3
4
der a los demás la verdad del verdadero cami
no de las virtudes y asi me sentía contento.'
Y yo: "Pero Jesús bendito, después del sacri
ficio que yo hacía, las personas iban dicien do
chismes y la obediencia ha prohibido justamente
la venida de esas personas".
Y Jesús: "Este es el error, que se ocupen en
los chismes y no en el bien'que se debe ha-—
cer; también de Mí dijeron chismes y si Yo -
hubiera ido a ersto no hubiera cumplido la Re
dención del hojnbre; por eso se debe ocupar -
en lo que se debe hacer y no en lo que se di ce
y dicen, además los chismes quedan a cargo de
quien los dice".
12 de Noviembre de 1910
Estaba pensando en el bendito Jesús cuando -
llevaba la Cruz al Calvario, especialmente - en
el momento de encontrar a la Verónica - - quien
le ofreció el lienzo para hacer que - secara su
Rostro todo chorreante de Sangre;- y decía a mi
amable Jesús:
"Jesús amor mío, Corazón de mi corazón, si - la
Verónica te ofreció el -lienzo, yo ya no -
intento ofrecerte lienzos para limpiarte de- la
Sangre sino que te ofrezco mi corazón, mi
latido continuo, todo mi amor, mi pequeña in
teligencia,él respiro., la circulación de la-
sangre, los movimientos, todo mi ser para —
limpiarte de la Sangre no solo de tu Rostro-
sino de tu Humanidad Santísima entera. Quiero
desmenuzarme en tantos pedacitoa por cuan tas
son tus llagas, tus dolores, tus amarguras, las
gotas de Sangre que derramas para - poner en
todos y cada uno de tus sufrimien— tos en unos
mi amor, ;en otros un paliativo,- en otros un
beso, en otros una reparación, - en otros mi
compasión, en otros agradecimien
to etcétera. No quiero que quede ningúna —
partícula de mi ser, ninguna gota de mi san
gre que no se ocupe de Tí. ¿Y sabes, I Oh Je
súsl la recompensa que quiero?: Que en to--

1
3
5
das las partículas de mi ser me imprimas y- me
selles tu imagen y así encontrándote entodo y
por todas partes puedas multiplicar- mi amor."
Y tantos otros desatinos decía. Entonces, -
habiéndo recibido la Comunión y mirando enmi
misma veía en cada una de las partículas de mí
ser interior a Jesús dentro de una — llamarada
y decía: "Amor"; "He aquí contentada a la hija
mía; en cuantos modos se hadado a Mí, en otros
tantos y triples modos- me he dado a ella".
DECIMANOVENA HORA LA
CRUCIFIXION DE JESUS.
15 de Mayo de 1920
Me lamentaba con mi dulce Jesús diciéndole:
"¿Donde están tus promesas? No hay más cruz no
más semejanza contigo, todo ha huido y - solo
me queda llorar mi doloroso final".
Y Jesús, moviéndose en mi interior me ha di
cho:
"Hija mía, mi crucifixión fue completa, - -
¿Sabes porqué? Porque fue hecha en la Volun
tad Eterna de mi Padre. En esta Voluntad la
Cruz se hizo tan larga y ancha para abrazar a
todos los siglos, penetrar en cada cora— 2:6.n
presente, pasado y futuro de modo que -
quedaba crucificado en cada corazón de cria
tura. Esta Divina Voluntad ponía clavos a -
todo mi interior, a mis deseos, a los afectos
y a mis latidos; puedo decir que no tenía vida
propia sino la vida de la Voluntad Eterna que
encerraba en Mí a todas las cria turas y
quería que respondiera por todo; —

1
3
6
$

nunca mi crucifixión podía ser completa y tan extendida para abarcar a


todos si el Querer E terno no fuera el actor. También en tí quiero que
la crusifíxión sea completa y se extienda a todos; he aquí el porqué de
las continuas - llamadas que te hago a mi Querer, y de los — continuos
; ' impulsos de que traigas ante la Majestad Súprema toda la familia humana
' y a nom bre de todos 'emitas y pongas en circulación - ios actos que
Ili ellos no hacen; el olvido de si mismo, la falta
jde^reflexior^s^<per^¿j^les*<:ño-~ son 0
traJcos-
a~slTnp^cl^y^g^gíre3^n^'^iyoíug^- iadl Mi i'oXuntird^nocabe hacer cosas
incompTe tas o pequeñas y haciéndose corona en torno - al alma la quiere
en Sí y extendiéndola enfeodo el ambiente de su Querer Eterno ponga su
se— lio y complete todo.
Mi Querer vacía de todo lo humano en el_i_nt„e- r'fcfr~cJe~ "1 a ‘
criatai Ul Q
^ ** xi auu u uu u u J. - - a, i i

r i o t r " ~ p o r ~ ' C u antes- ^ctos~fmroa (iér^v Ida fe


L

rasus'titii-
yendoToa~ p o r ~ a c t o s ' Divinos y^asjL fñJ^ic.a^las^ver^^irSTr'yxuSJT^pc
rone_5_ y__no por ■- tiempor^lno pbí^^t'Opa^'ra'ñTidaT ' 7

'J
lo. de Septiembre de‘1922
(...) ahora, mientras esto decía
El regresaba y me daba aliento y yo,
como si no pudiera — más le pedía que me
ayudara con sus manos, en tonces El me ha tocado tomando mí corazón
¡ entre sus manos estrechándolo tan fuerte que tánicamente sabe El lo
que me ha hecho sentir;- pero no contento con esto me ha apretado la -
garganta con sus manos, tan fuerte que sentía se me despedazaban los
huesos y nervios y resentía sofocar. Después me ha dejado y todo - t
ernura rae ha dicho:
"Animo, en este estado se encuentra la presen te generación y de todas
clases, són tantas y

137

I
tales las pasiones que la dominan que las —
criaturas están sofocadas y ahogadas por las
pasiones y vicios más feos. La podredumbre,- el
fango es tanto que está por sumergirlas,- he
aquí porqué he -querido hacerte sufrir la- pena
de ahogarte por la garganta; esta pena- es
excesiva en extremo y Yo, no pudiendo soportar
más ver a la humanidad ahogada por — sus mismos
males, he querido de tí una rapa- rae ión.
Has de saber que esta pena la- sufrí también- Yo
cuando me crucificaron, me estiraron tan-¡* to
sobre la Cruz que sentía que los nervios- se me
despedazaban y retorcían, y los de mi- garganta
tuvieron una pena por el mayor esti ramiento y
Yo me sentía ahogar: era el grito de la
humanidad sumergida en las pasiones — que
apretándome la garganta me ahogaba de pe ñas.
Fue tremenda y horrible esta pena mia;- me
sentía estirar los huesos y los músculos- del
cuello en tal forma que los sentía despe dazar,
igual que los de toda la cabeza, de - la boca,
aíir. los ojos; fue tal la tensión — que
cualquier pequeño movimiento me hacia — sentir
penas mortales. En unos momentos me - quedaba
inmóvil en otros me contorcionaba — tanto que me
sacudía en modo tan horrible so bre la Cruz que
los mismos enemigos quedaron aterrorizados.
Por eso, te repito, iAnimoI mi Voluntad te -
dará fuerza en todo".
16 de Febrero de 1923
V Estaba haciendo mí acostumbrada .adoración al
crucifijo abandonándome toda en su amable m-i
Querer y mientras esto hacía he sentido a Je süs
que se movía en mi interior y me ha di— cho:
"Hija mía, \ Adelante, adelanteI pronto, dáte-
prisa, has tu camino en mi Querer, ve repa--
6td
Y) /-•i-' H.*
c y y ¿i¿/
sando todo lo' que hizo mi Humanidad en la - Suprema Voluntad
a fin de que a mis actos y a los de mi/Mamá unas los tuyos.
Está decre tado que sí una criatura no entra en el Que rer
Eterno para hacer triples nuestros ac-~ tos este ■'Supremo
Querer no baja a la tierra para hacer su camino en las
humanas generaciones#. quiere el cortejo de los actos triples
para hacerse conocer, por esto dáte — prisa".
Jesús ha hecho silencio y yo me he sentido- como volcada en
el Santo Querer Eterno pero no se decir lo que hacía, solo se
decir que encontraba todos los actos de Jesús y yo po nía los
míos. Entonces poco después ha toma do nuevamente la palabra
y me ha dicho: "Hija mía, ¡Cuántas cosas hará conocer mi -
Voluntad de lo que obró mi Humanidad en esta Voluntad Divinal
Para obrar la Redención perfecta y completa debía hacerla en
el ámbito de la. Eternidad, he aquí la necesidad- de una
Voluntad Eterna. Si mi voluntad huma na no tuviera consigo
una Voluntad Eterna - todos mis actos serían actos limitados
y fi nítos, en cambio con Esta son interminables e infinitos.
Por eso mis’/penas, mi Cruz debían ser interminables e
infinitas y mi Voluntad Divina hacía encontrar a mi Humanim-
dad todas estas penas y cruces, tanto que - Ella me extendía
sobre toda la familia huma na, desde el primer hombre hasta
el último- y Yo absorbía todas las clases de penas en- MÍ y
cada criatura formaba mi Cruz; y así,- rai Cruz fue tan larga
por cuanto es y será- la largura de todos los siglos y ancha
porcuanto lo son las humanas generaciones. No- fué solo la
pequeña Cruz del Calvario en la que me crucificaron los
hebreos, ésta no — era otra cosa que una imagen de la larga *
— Cruz en la que me tenia crucificado la Su—
prema. Voluntad; y asi, cada criatura formaba la l*
largura y anchura de la Cruz y al formarla
quedaban injertadas en'-la misma Cruz, y - el
Divino Querer, extendiéndome sobre Ella y
crucificándome formaba mi Cruz, y no única— mente
El sino todos los demás que estaban in jertados.
He aguí porqué tenía necesidad del ámbito de la
eternidad en el que debía tener esta Cruz. El p
espacio terrestre no bastaría para
contenerla... ]Oh, cuánto me amarán las criaturas
cuando conozcan lo que hizo mi Humanidad en- la
Divina Voluntad y lo que Esta me hizo sufrir por
amor de ellos! Mi Cruz no fue de ma dera, no;
fueron las almas, eran ellas lo -- que rae sentía
palpitante en la Cruz en la — que me extendía la
P
Divina Voluntad y ninguna me dejaba escapar, a
cada una daba su lugar- y para dar lugar a todas
P
me extendía en modo tan desgarrador y con penas
tan atroces que- a Jas penas de mi Pasión las
podría llamar - pequeños alivios.
í
Por esto, dáte prisa a fin de que mi Querer- haga
conocer todo lo que este Querer Eterno- obró en
mi Humanidad, es te conocimiento cobrará tanto
amor que las criaturas se plegarán para hacerlo
reinar en medio de ellas. - (...)*
f
f

VIGESIMA VIGESIMA PRIMERA Y é


VIGESIMASEGDNDA HORAS
i
LA AGONIA EN LA CRUZ LAS SIETE
PALABRAS Y IJA MUERTE DE JESUS-
12 de Octubre de 1900
Esta mañana ha venido mi adorable Jesús y te nía
una densa corona de espinas, se la he quitado
despacio, la he puesto sobre mi cabe za y le he :
dicho;

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14
é
0
"Señor, ayúdame a metérmela en la cabeza" '
Y El: "Esta vez quiero que tú misma te la
coloques, quiero ver que cosa sabes hacer y cómo
quieres sufrir por amor mío".
Yo me la he puesto y clavado muy bien y mu- - cho
más porque se trataba de hacerle ver hasta donde
llegaba mi amor de sufrir por El, — tanto que El
mismo, enternecido y abrazándome me ha dicho:
"Basta, basta, que mi Corazón no soporta ver- te
tanto sufrir".
Y habiéndome dejado sufriendo, mi dulce Jesús no
hacía otra cosa que ir y venir. Después ha tomado
el aspecto de Crucificado, me ha partí cipado 3us
penas y me ha dicho:
"Hija mía, los enemigos más poderosos del hom bre
son: el amor a los placeres, a las riquezas y a
los honores que hacen Infeliz al hombre, porque
estos enemigos se Introducen hasta el corazón, lo
roen y lo carcomen continua mente, lo amargan y
lo arrojan tanto en la — tierra que lo hacen
perder toda la felicidad. Yo en el Calvario
derroté a estos enemigos y- obtuve Gracias para
el hombre para que él tam bien los venciera, y
les restituí la felici-- dad perdida, pero el
hombre siempre Ingrato - rechaza mi Gracia y ama
encarnizadamente a es tos enemigos”.
Sea Bendito siempre, el Señor y todo sea para- su
Gloria.

25 de Diciembre de 1900
querida mía Yo fui concebido unido al-
dolor, nací al dolor y morí en el dolor y con los
tres clavos con los que me crucificaron,- clavé
las tres potencias: inteligencia, memoria y
voluntad, de aquellas almas que arden - en deseos
de amarme, haciéndolas quedar atraídas todas a
Mí, porque la culpa las había de jado enfermas y
separadas de su Creador sin -
ningún freno". í
Mientras esto decía ha dado una mirada al —— mundo y ha empezado
a llorar las miserias de
éste. (...)
.
5 de Abril de 1901
Continuando el estado de privación, esta mañana parece que lo he
visto un poco junto — con la Reina Madre y como el Adorable
Jesús- tenía la corona de espinas se la he quitado- y lo he
compadecido y mientras esto hacía El me ha dicho:
"Compadece juntamente a mi Madre, pues siery- j
do mi sufrir la razón de sus dolores, compadeciéndola a Ella me compadecerás
también a- 1
Mí mismo".
Después de esto me parecía encontrarme en el monte Calvario en el
acto de la Crucifixión- de Muestro Señor y mientras sufría la
crucifixión veía, no sé como, en Jesús todas las- generaciones
pasadas, presentes y futuras; y Jesús teniéndonos-a todos en El
sentía todas las ofensas que cada uno de nosotros le ha— clamos y
sufría por todos en general y por - cada individuo en particular
en tal modo que yo descubría también mis culpas y las penas- que
por mi sufría particularmente y también- veía el remedio que nos
suministraba para -- nuestros males y para nuestra salvación eter
na.
Y ¿Quién puede decir lo que vela en Jesús — bendito desde el
primer hombre hasta el últi mo? Estando fuera de mi misma vela
las cosas claras y diferentes pero encontrándome ahora ya en mi
misma las veo todas como confusas y por esto, para evitar
desatinos aquí termino.
4 de Julio de 1910
Continuando mi habitual estado lleno de pri-
U1
UJ

vaciones y de amargura estaba pensando en la agonia de Nuestro


Señor y El me ha dicho: "Hija mia, quise sufrir en modo especial
la- agonía del Huerto para dar ayuda a todos los agonizantes a
bien morir. . Mira como se combi na bien mi agonía con la agonía
de los cris= tianos, en los tedios, en las tristezas, en- las
angustias y sudores de sangre Yo sentíalas muertes de todos y de
cada uno como si - en realidad muriera por cada uno en
particular, por tanto sentía en MÍ los tedios, las- tristezas y
las agonías de cada uno y a to— dos daba con mis ayudas
consuelos y esperanza para hacer que, como Yo sentía .sus muer—
tes en Mi así ellos pudieran tener gracia pa ra morir todos en
Mi como dentro de una sola expiración e inmediatamente
beatificarlos — con mi Divinidad. Si la agonía en el Huerto- fue
en modo especial para los moribundos, la agonía de la Cruz fue
para ayuda del ùltimo- momento, exactamente para el último
respiro. Estas dos son agonías ciertamente pero diferentes una
de otra. La agonía del Huerto lie na da tristeza, de temores, de
afanes, de — miedos; la agonía de la Cruz llena de paz, 1- de
calma imperturbable y si grité: "tengo — sed", este^tengo sed”
lo continúo aún gritan do a todos y a cada uno como campana que
lia ma a la puerta de cada corazón: “tengo sed - de ti, oh alma,
jAiil No salgas da Mí sino en tra en Mí y expira conmigo”. Asi
que son - - seis horas de mi Pasión las que di a loa hom brea
para morir bien. Las tres del Huerto -- fueron para ayuda de la
agonía y las tres de la Cruz para ayuda del último aliento de
la- muerte. Después de esto ¿quién no debe mirar la muerte con
sonrisa? Y mucho más paré* qu^- en me ama, para quien busca
sacrificarse S£- bre mi misma Cruz* ¿Ves que bella es ,1a muer
te y cómo las cosas cambian? En vida fui des preciado y aún los
mismos milagros no hicig-
ron los efectos cu¿ I.' . ¡suerte, aún has
ta sobre la Cruz hubo insultos pero en cuánto
expiré, la muerte tuvo la fuerza de cam— biar
las cosas, todos s e daban golpes de p£,~ cho
confesándome como verdadero Hijo de Dios. Mis
mismos discípulos tomaron valor y tam- - bien
los que estaban ocultos se hicieron a_— trevido3
y pidieron mi cuerpo dándome honora ble
sepultura. Cielo y tierra me confesaron- en voz
alta Hijo de Dios; la muerte es una - cosa
grande, sublime, esto sucede también pa ra mis
mismos hijos, en vida despreciados, - ultrajadas
y atropelladas sus mismas virtü.— des que como
luz debían brotar en quienes lo circundan;
quedan medio velados sus heroís.— mos en el
sufrir, sus abnegaciones, su celo- por las
almas, y dan tanta claridad como oscuridad a los
circunstantes y Yo mismo permi to estos velos
para conservar con mayor segu ridad la virtud de
mis hijos queridos. Pero- cu cuanto mueren,
estos velos no siendo ñeca sanios ya, Yo los
retiro y entonces las du.— das se hacen
favorables certezas, la luz se- hace clara y
hace apreciar sus heroísmos, se hace entonces
estima de todo, aún de las cosas más pequeñas y
así lo que no se puede ha cer en vida lo suple
la muerte; y todo estoen relación a lo que
sucede acá y en reía- - ción a lo que sucede más
allá es más sorpren dente y envidiable a todos
los mortales".

6 de Agosto de 1918

Me lamentaba con Jesús por su privación y de cía


para raí:
"Todo ha. terminado, qué días tan amargos, mi
Jesús se ha eclipsado, se ha retirado de mí, ¿como
podré continuar viviendo?
Mientras esto y otras cosas decía, mi siem— pre
amable Jesús con una luz intelectual que de El me
venía, me ha dicho:
"Hija mía, mi consumación en la Cruz conti—

14
4
L
n
u
• ■ o . i
núa aün en las almas; cuando el alma está — bien
dispuesta y me da vida en ella, Yo revi vo en
ella como dentro de mi Humanidad. Las- llamas de
mi Amor me queman, siento deseos - ardientes de
testimoniarles esto y les digo- ¿Veis cuanto os
amo? No estoy contento con - haberme consumado
en la Cruz por amor vues— tro sino que .quiero
consumarme en esta alma- que rae ha dado vida en
ella, por amor vuestro. Por esto hago sentir al
alma la consuma ción de mi vida en ella y se
siente como estrechada, sufre agonícis mortales
al no sejj— tir más la vida de su Jesús en ella
y se - - siente consumar al sentir que le falta
mi vi da en ella de la que estaba habituada a vi
— vir y se deba'te, tiembla, casi como mi
Humanidad en la Cruz cuando mi Divinidad, sustra
yéndole la fuerza la dejó morir.1 Esta consu-■
maciÓn en el alma no es1 humana sino toda divina
y Yo., siento la satisfacción como si —'■ tra
Vida Divina mía se hubiera consumado por amor
mío; pues de hecho, no es su vida laque se ha
consumado sino la Mía que ya no — siente más, ya
no 'vé y le parece que Yo este muerto para ella.
A las criaturas renueva — los efectos de mi
consumación y al alma se - le duplica la gracia
y la gloría, siento el- dulce encanto y los
atractivos de mi Humanidad que me hacía hacer lo
que Yo quería. Por eso déjame libre y Yo
desarrollaré mi Vida".
4 de Enero de 1919
Continuando mi habitual estado, estaba toda-
afligida por la privación de mi dulce Jesús,'
pero trataba de estarme unida con El haciendo
las Horas de la Pasión. Estaba en la de - "Jesús
sobre la Cruz" y entonces lo he escu— chado y
visto en mi interior y juntando las- manos y
pronunciando claramente las palabras ha dicho:

1
4
5
6 IR O D£
" Padre rulo, acepta el sacrificio hi-
ja"”mYa") elT privaoXffn
¿Ño ves cnmo^Tilfr^TEl^^oTó^^alia^a^ sin vida
privada, 'de Mí, tanto que, 5- _ _
escondido estoy qbli^rajo a sufrir ¿apunto gg
r^~5arTe^u~er2a]2 ~de'J~otxo^~m5do' sucumbiría. -
I Ah, Oh P a drefAc e^ptád^^uriiao a l^cTól
o r ~ q u e - e)tperiment^~sobre la CruzT cuando tul
abando nado aún de Ti y concede "que la
privación ~ - que sifinta de ~Mi sea _hi7 ~ r
conociin.1 eritQ y Vi- da Divljia-erulas^deiaáns
adidas v t.gdt> lo_ 'ijííploree impatfH Yo cpn
mi abandono. (...)'

25 de Julio de 1924
Esta mañana Jesús se hacía ver en mi inte- ■
rior en acto de extender sus brazos en forma de cruz
y yo quedaba también con mis brazos- en esa forma
junto con El, y me ha dicho: "Hija mía, el último
acto de mi vida fuá el- extenderme 3Z¡SEe_Jji..J^i£-
_y güed~ar ahí"hasta- que~liiorl~~con los brazos
abiertos sin poderme ■ -■>V-fITí-Ovs¿' ni oponerme a
lo que querían hacerme.- Volara e~l~~verdadero
retrato, ~vivir^mag~én- de oiiipn vive no~de la
voluntad humana" sinor d e l a Divina; noZpodcr
~moverinenjdr~PÓ^érl-
ni poder .oponerme, gse-hahex—perdido todo de.
r^n:Hc^s.aWr^-iA^ , la tens i fin -hor^i ble de IOS - brazos
i Cuántas cosas decían! ^Mientras Yo — pen^a
.ins derechos los demás "hacían adquisi c i d n dp
m i Vlda^ el primer derecho" fue elTjie la
Voluntad Suprema g!Te~Tíaclendo uso de i nme n s i
ría d-t-omn i vid ene ia" Tomab a to das~~Taa -
almas, inocentes y pecad^xEaZT^uena-3T^íás
arrepentidas^ y.mje-las. .ponía en ZLos/ 5ra2os-
Zéx teprHdfx.ci .par a que las llevara a l C i e l o y
no-; rechacé a pincjunaT as^r~que
en~mis~~b^á^di~Ta- S3úlina Vo^un^Eaddid^
puesto^ aJtoSos^; y~~como - la Voluntad
SupremñTes~lirr^acto^c6ñtínuo Bin- interrumpirse
jamás, lo que hace una vez es_-

1
4
6
Ln
•v
i

tá en acto y nunca cesa de hacerlo y si bien mi


Humanidad está en el Cielo y no está s\ije ta a
sufrir, y5, encontrando las almas quaJ no obran en la
voluntad humana sino^ en^la Divi- rñST que no se
"oponen ~a nadar^giTe dejan todo- \ propio derecho~~a
merced d.e la_Divina Volury—
,, \ tád entoneesLEata“conti.nCa sü~^acto de jaoner>: pj en
\ i \ los brazos de quien se presta ,a extender- 3F"en~~róÍ Querer
0
a tcídas las almas, pecadoras y santa3_, inocentes y malas,
) a fin de repetir y~oript-~fnuar lo que hicieron.
íuTFZSxa.2as.“exten \ \ d ido s en ,1a. Cru z
le \ aquí porque he extendido mis brazos den— tro de
iOÍ tí en forma de Cruz a fin de que la - ¡,Q. Suprema
Voluntad continúe su acto de traerme a todos en mis
brazos.
Lasantidai no está formada por un acto aislado sirio por
muchos actos unidos juntos. JJn solo acto no forma ni
santidad ni perversidad porque faltando la continuidad
de los ac tos faltan los colores y la viva tinta de la
santidad y, faltando estos no se puede dar un peso y
valor justos ni de la santidad ni de- la perversidad, lo
que hace refulgir y poner sello a la santidad son los,
actos buenos con tinuos. Nadie puede decir que es rico
si posee solo un centavo sino quien posesiones ex
tensas, valles, palacios etc. etc. Así es lo mismo de la
santidad y si la santidad tiene - necesidad de tantos
actos buenos, sacrifi- - cios, heroísmos pero puede
estar sujeta también a vacíos, a intervalos; la Santidad
de- mi Querer no está , sujeta a.,hacerse intermitente
sino que viene a asociarse al acto con tíñuo del Querer
Eterno que nunca, nunca decae sino es siempre agente,
siempre operante siempre triunfante, que siempre ama y
núnca- se detiene. Así que la santidad en mi Querer
lleva al alma el sello del obrar de su Creador el cual
es su amor continuo, la conserva ción continua de todas
las cosas por El crea

14
7
das; nunca cambia jamás, es inmutable. .Quien está
sujeto a mudar, a cambiarse pertenece a la tierra, no
al Cielo, „el cambiarse es. de la voluntad humana, no
de la Divina; interrum-- pir el bien es de la criatura
no del Crea- - dor; por.lo que todo eso hablaría mal
de la- santidad de vivir en mi Querer porque ella -
contiena la divisa, la imagen de la Santidad de su
Creador. Por esto, está atenta deja to, ring 1 ns
derechos a la Voluntad Suprema—V—J¿Q_-.
' la. santidad del vimir-_.en-
mi. Querer’
20 de Abril de 1938
Mi vuelo continúa en el Querer Divino y sien to la
necesidad de hacer mío todo lo que El ha hecho, de
poner mi pequeño amor, mis be— sos afectuosos, mis
adoraciones profundas, - mi agradecimiento por todo lo
que ha hecho y sufrido por mí y por todos, y llegando
al mo mentó en el que mi qusido Jesús fué crucificado y
levantado.en la Cruz, entre espasmos- atroces y penas
inauditas y con asento tierno que movía a compasión
tanto que sentía -- despedazarme el corazón me ha
dicho:
"Hija...mía, .la pena que más me traspasó el Co razón
en la Cruz fue mi sed ardiente. Me sen tía...quemar
vivo, todos los humores vitales - habían salido de mis
llagas las ..cuales como- tantas bocas ardían y sentían
una.sed ardien te que querían apagar y no pudiendo
contener me grité "Sitio". Este "tengo sed" siempr.e -
ha. quedado en .acto de. decir "tengo, sed", ..no-
termino nunca de decirlo;...con mis llagas a.— biertas
y .mi boca quemándose digb”'siempre: - "Ardo, tengo
sed, jAhi dáme una gotita de tu ,am.o.r„ ya.s.í ...da .uru
pequeño consuelo a mi sed - ardiente". Asílen todo., lo.
que la...crea tura - hace, Yo ..l,e. estoy, repitiendo,
siempre con mi- boca abierta que. se quema: "Dame de
beber, -

1
4
8
Ln
vD
tengo sed ardiente". Y puesto que mi
descoyuntada y llagada Humanidad tenía ese
solo- grito "Tengo sed", por eso cuando la
criatu ra camina, Yo grito a sus pasos con mi
boca gue arde: "Dame tus pasos hechos solo por
- mi amor para apagarme la sed"; si obra le -
pido sus obras hechas solo por mi amor como
refrigerio a mi sed ardiente; si habla, le-
pido sus palabras; si piensa le pido sus --
pensamientos como tantas gotitas de amor pa ra
refrigerio de mi sed ardiente. No era
tínicamente mi boca la que ardía, no, toda mi
Santísima Humanidad sentía la extrema
necesidad de un baño de alivio de ardiente
fuego de amor que me quemaba y como era por —
la3 creaturas por quienes Yo ardía en medio de
penas desgarradoras, solo ellas podían - con
su amor apagar mi sed ardiente y darrae- el
baño de alivio a mi Humanidad.
Ahora, este gritó de "tengo sed" quedó en - mi
Voluntad y Esta tomaba el oficio de h¿— cerlo
oir a los oídos de la criatura a cada instante
pa^a moverlas a compasión de mi ar diente sed,
para dar a ellas rni baño de ^— mor y recibir
de ellas el suyo, aunque fuera formado por
pequeñas gotitas, para al¿— vio de la sed que
me devora, pero ¿ quien - me escucha?, ¿ quién
tiene compasión de Mí? solo quien vive en mi
Voluntad, todos los - demás se hacen los
sordos y tal vez acrecien tan mi sed con su
ingratitud haciéndomela - más ardiente sin
esperanza de alivio.
Y no solo mi "Tengo sed", sino todo lo que - hice
y dije está siempre en acto continuo de hacerse y
decirse. Está en acto continuo dedecirse lo que
dije a mi Mamá Dolorosa: “ Ma dre, he ahí a tus
hijos"; la pongo al lado — de cada uno de ellos
como ayuda, como guía,- para hacerla amar de sus
hijos y Ella a cada instante escucha aquello de
su Hijo estando- ai lado de cada uno de ellos y
jOh! lCómo —

1
4
9
'los ama como Mamá y les da su Maternidad para
hacerme amar como Ella me ama y pone entre eolios
el amor perfecto al dar su Maternidad a- fin de
que se -amen entre ellos con amor mater no que es
amor de sacrificio, desinteresado y constante.
Pero, ¿quién recibe todo este bi— en? Quien vive
en nuestro FIAT, él siente la- Maternidad de la
Reina; se puede decir que E- 11a pone su Corazón
Materno a la boca de sushijos para que chupen y
reciban la Maternidad, de su amor, sus dulzuras y
todas las dotes de las que está enriquecido su
Materno Corazón. Hija mía, el que quiera
encontrarme, el que - quiera recibir todos
nuestros bienes y a mi - misma Madre, debe entrar
en nuestra Voluntad y permanecer ahí dentro.
Nuestra Voluntad no solo nos es Vida sino que con
su inmensidad- forma en torno a Nosotros nuestra
habita- -- ción, Ella es la que mantiene todos
nuestros actos, nuestras palabras y todo lo que
So- - mos, siempre en acto; nuestras cosas no sa—
lan de nuestra Voluntad; el que la quiera ha de
hacer vida junto con Ella y entonces todo es
suyo, nada le es negado. Si queremos darle a la
criatura y no vive en Nuestro Querer no apreciará
lo que le queremos dar, no lo a mará, no sentirá
el derecho de hacerlo suyo- y cuando las cosas no
se hacen propias el a- mor a ellas.no surge sino
muere".
VIGESIMA CUARTA HORA LA SEPULTURA DE JESUS '
21 de Junio de 1911
Estaba pensando en la Celestial Mamá cuando-
tenía a mi siempre amable Jesús muerto en sus
brazos, qué hacía y como se ocupaba de - El. Y
una luz acompañada de una voz en mi in terior me
decía:
"Hija mía, el amor obraba potentemente en mi
Madre, el amor la consumaba toda en MÍ, en "
mis llagas, en mi Sangre, en mi misma muerte y
la hacía morir en mi amor y mi amor consumando
el amor de mi Madre y a toda Ella la"- hacía

15
0
.resurgir de amor nuevo esto es toda- de mi
Amor. Así que, su amor la hacía morir y - mi
Amor la hacía resurgir a una Vida Divina. Así,
no hay santidad si el alma no muere en- Mí, no
hay verdadera vida si no se consuma - toda en
mi Amor."

Í'

15
1
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