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1. Lógica de proposiciones 3
1.1. Argumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2. Proposiciones y conectivos lógicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
1.3. Tablas de verdad y formas proposicionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.4. Inferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.4.1. Argumentos válidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.4.2. Reglas de inferencia y derivaciones de argumentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.4.3. Equivalencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.5. Forma normal disyuntiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1
2 ÍNDICE GENERAL
Capítulo 1
Lógica de proposiciones
En las ciencias es común obtener datos a partir de observaciones, experimentos, bases de datos, estudios
existentes, etc. A partir de dichos datos se desea extraer conclusiones, y estas conclusiones serán usadas
para decidir si una teoría es correcta o incorrecta. Por lo tanto, para entender la actividad científica es
importante entender cuándo es legítimo o ilegítimo extraer conclusiones a partir de lo que ya es conocido,
y por consiguiente es importante distinguir entre un buen argumento y un mal argumento. Para este fin
recurrimos a la lógica.
Se considera a Aristóteles (384 AC - 322 AC) como el fundador de la lógica, quien concibe la lógica
como un instrumento para la ciencia. Una definición tradicional de la lógica es el estudio de las leyes del
pensamiento con el objetivo de entender la relación que hay entre el pensamiento y la verdad. El principal
objeto de estudio de la lógica tiene que ver con los argumentos.
1.1. Argumentos
Para entender en qué consisten los argumentos, primeros clasifiquemos los tipos de pensamiento.
El pensamiento es el resultado de la actividad intelectual del ser humano. Tenemos tres formas de pen-
samientos: conceptos, juicios y argumentos.
1. Conceptos: la inteligencia nos produce representaciones mentales de objetos o cualidades sin que
afirmemos o neguemos nada sobre ellos. Por ejemplo, perro, blanco, carro, etc.
2. Juicios: la inteligencia compara (relaciona, afirma, niega, etc) los conceptos, y este acto intelectual
es llamado juicio. Por ejemplo: “el perro es blanco”, “el auto es negro”, etc.
3. Argumentos (raciocinios o razonamientos): nuestra inteligencia relaciona juicios con juicios. De
una verdad conocida deduce otra desconocida. Este acto intelectual lo llamamos argumento. Por
ejemplo: todo pez nada. La sardina es un pez. Luego, la sardina nada.
La palabra argumentar significa dar las razones que pueden ser a favor o en contra de una tesis. De esta
manera, un argumento viene a ser un conjunto de oraciones o enunciados (juicios) que expresan razones
que apoyan una tesis. En la estructura de un argumento distinguimos entre dos tipos de enunciados:
1. Las premisas: son los enunciados que expresan las razones.
2. La conclusión: es el enunciado que expresa la tesis, aquello que se sostiene.
En un argumento debe existir, además, una relación lógica entre las premisas y la conclusión. La idea es
que la conclusión debe seguirse de las premisas. Por ejemplo, en el argumento siguiente:
Todo pez nada.
La sardina es un pez.
Luego, la sardina nada.
3
4 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
las premisas son “Todo pez nada” y “La sardina es un pez” (estas son las razones). La conclusión es “La
sardina nada”. Se percibe que hay una estrecha relación entre las premisas y la conclusión: la conclusión
realmente se sigue a partir de las premisas. En cambio, en el siguiente argumento no parece haber relación
entre las premisas y la conclusión:
Este es un argumento válido, pero su validez no depende del significado de las premisas; más bien es
válido por la forma que tiene:
Todo F es M.
P es F.
Luego, P es M.
Así, en lugar de las letras F, M y P, podemos poner cualquier cosa (concepto), y el resultado nos dará
un argumento válido. Por ejemplo:
En este ejemplo es muy probable que no se conozca el significado de las premisas y la conclusión. Aún
así, se está de acuerdo en que la conclusión se sigue necesariamente de las premisas, es decir, se está de
acuerdo en que el argumento es válido, a pesar de no conocer el significado completo de las oraciones
involucradas. El siguiente también es un argumento válido, aunque todas sus premisas y conclusión son
falsas:
Todo hombre es inmortal.
El día lunes es un hombre.
Luego, el día lunes es inmortal.
1.1. ARGUMENTOS 5
Podemos ir incluso un poco más allá. El siguiente es un argumento válido, aunque sus premisas carecen
de sentido alguno:
Todos estos argumentos que hemos mostrado son válidos, y como bien lo hemos observado en cada caso,
la validez del argumento no tiene que ver con el significado de las oraciones involucradas, solo tiene que
ver con la forma del argumento.
Veamos ahora un ejemplo de un argumento que no es válido. Consideremos el siguiente argumento:
En este argumento, la conclusión no se sigue de las premisas; no hay relación entre las premisas y la
conclusión.
Lo ideal sería que la ciencia utilizara argumentos deductivos para extraer sus conclusiones, porque
de esta manera toda conclusión a la que se llegara sería verdadera. Desafortunadamente, la ciencia
no funciona a través de los argumentos deductivos; los argumentos más importantes en la ciencia no
son deductivos, son inductivos. En un argumento deductivo, como ya vimos, la validez de las premisas
garantiza la validez de la conclusión. En un argumento inductivo, la validez de las premisas da bastantes
razones para creer que la conclusión es verdadera, pero no la garantiza de manera absoluta. Un ejemplo
de un argumento inductivo es el siguiente:
Hay que tener demasiado cuidado con el uso de los argumento inductivos, porque a menudo llevan a
errores. Claramente, deben haber criterios para decidir cuando un argumento inductivo es razonable o
no, pero no estamos interesados es estudiar a fondo los argumentos inductivos.
Nuestro interés recae en el estudio de argumentos deductivos. Vemos a la lógica como un tipo de
análisis de la justificación de los argumentos, teniendo en cuenta los siguientes:
a) La lógica se encarga únicamente de proposiciones. Las proposiciones tienen valor de verdad o fal-
sedad. Sólo los enunciados cuyo significado puede considerarse verdadero o falso expresan proposi-
ciones.
d) La lógica que vamos a estudiar prescinde del lenguaje cotidiano. Como no interesa el significado de
los enunciados, podemos sustituirlos por variables y símbolos. La estructura del razonamiento y la
relación entre las premisas se mantiene.
De esta forma, la lógica en la que estamos interesados puede definirse como el estudio formal y simbólico
de las relaciones de deducibilidad entre proposiciones.
Ejemplo 1.2.4. La oración “eso es un triangulo” no es una proposición, pues no hay claridad sobre a
qué se está refiriendo la palabra eso; así, no es posible decidir si la oración es verdadera o falsa.
De manera similar, la expresión “x > 5” no es una proposición puesto que no sabemos a qué se refiere la
x. Solamente cuando se sabe qué es la x podemos decidir entre falso y verdadero. Por ejemplo, “si x = 3,
entonces x > 5” sí es una proposición; ahora sí sabemos su valor de verdad: la proposición es falsa.
Utilizaremos letras latinas mayúsculas para representar proposiciones: P, Q, R, . . .. También usaremos,
si fuera necesario, letras latinas mayúsculas con subíndices: P1 , P2 , P3 , . . . ; Q1 , Q2 , Q3 , . . .. Llamaremos le-
tra proposicional a toda letra que sea usada para representar una proposición.
Hay cinco operaciones que nos permiten construir proposiciones a partir de otras.
a) “Hoy es jueves es una condición suficiente para que mañana sea viernes”.
b) “Mañana es viernes es una condición necesaria para que hoy sea jueves”.
P ¬P
V F
F V
Cuando hay dos letras proposicionales en juego, digamos P y Q, el valor ve verdad de P puede ser
falso o verdadero, y de igual manera el valor de verdad de Q puede ser falso o verdadero. Esto da lugar a
cuatro combinaciones de valores de verdad que indicamos en las dos primeras columnas de la Tabla 1.2.
P Q P ∧Q P ∨Q P →Q P ↔Q
V V V V V V
V F F V F F
F V F V V F
F F F F V V
A continuación se relacionan los valores de verdad de los conectivos ∧, ∨, →, ↔ con respecto a los valores
de verdad de P y Q.
1. Para hallar los valores de la conjunción P ∧ Q la regla que seguimos es que P ∧ Q es verdadera
únicamente cuando P y Q son verdaderas. La tercera columna de la Tabla 1.2 muestra los valores
de verdad de P ∧ Q en función de los valores de verdad de P y Q.
2. Para la disyunción P ∨ Q, la regla es que P ∨ Q es falsa únicamente cuando ambas P y Q son falsas.
En la cuarta columna de la Tabla 1.2 mostramos los valores de verdad de P ∨ Q.
3. La regla para el valor de verdad del condicional P → Q, es que esta es falsa únicamente si P es
verdadera y Q es falsa (en otras palabras, una proposición condicional es falsa solamente cuando
tiene antecedente verdadero y consecuente falso; esto sigue la regla de que a partir de una verdad no
se sigue una falsedad). Así, podemos llenar la tabla de verdad para el condicional como se muestra
en la quinta columna de la Tabla 1.2.
Algunas observaciones a partir de la tabla de verdad de P → Q:
¿Qué significado tiene escribir los siguientes símbolos: P → (Q ∨ R)? Se supone que las letras P, Q
y R son letras proposicionales. Sabemos que P, Q y R tiene dos posibles valores de verdad cada una, y
1.3. TABLAS DE VERDAD Y FORMAS PROPOSICIONALES 9
que hay varias combinaciones (ocho en total) entre los valores de verdad de P , Q y R, que se pueden
ver en las tres primeras columnas de la Tabla 1.3. La escritura simbólica P → (Q ∨ R) representa una
proposición condicional cuyo antecedente es P y cuyo consecuente es la disyunción Q ∨ R. En la cuarta
columna de la Tabla 1.3 mostramos los valores de verdad de Q ∨ R, y en la quinta columna de la misma
tabla tenemos los valores de verdad de P → (Q ∨ R) en función de los valores de verdad de P, Q y R. A
partir de dicha tabla observamos que P → (Q ∨ R) es falsa únicamente cuando P es verdadera y Q y R
son falsas.
P Q R Q∨R P → (Q ∨ R)
V V V V V
V V F V V
V F V V V
V F F F F
F V V V V
F V F V V
F F V V V
F F F F V
Toda letra proposicional es considerada una forma proposicional aunque no estén presentes los conectivos.
1. P .
2. P ∨ ¬Q.
3. (P ∨ ¬Q) → (P ∧ Q).
Hay que utilizar siempre los paréntesis (u otros símbolos de agrupación) para que no existan las
ambigüedades o confusiones. Por ejemplo, si se escribe P → Q∨R, no está claro si se refiere a (P → Q)∨R
o a P → (Q ∨ R). Lo recomendable es que siempre que se vaya a utilizar un conectivo, se encierren entre
paréntesis las formas proposicionales que se utilizan en el conectivo.
4. Podemos formar (¬R)∨T . Tampoco serán necesarios los paréntesis para encerrar ¬R. Así, escribimos
de manera más simple ¬R ∨ T .
Nota. Para una forma proposicional que tiene n variables proposicionales, la correspondiente tabla de
verdad tiene 2n filas.
Ejemplo 1.3.4. Las formas proposicionales P ∨ ¬P y P → P comparten una propiedad importante: sus
columnas en sus correspondiente tablas de verdad son todas V :
P P ∨ ¬P P →P
V V V
F V V
P P ∧ ¬P P ↔P
V F F
F F F
Definición 1.3.5. Una forma proposicional es llamada una tautología si su tabla de verdad es siempre
V . Una forma proposicional es llamada una contradicción o falacia si su tabla de verdad es siempre
F . Una forma proposicional que no es ni tautología ni contradicción es llamada una contingencia.
1.4. Inferencia
Ahora que disponemos de las formas proposicionales y medios para interpretarlas como verdaderas
o falsas, queremos estudiar métodos por los cuales podamos deducir formas proposicionales a partir
de formas proposicionales dadas. En otras palabras, queremos determinar qué forma ha de tener un
argumento para que sea válido.
α1
α2
..
.
αn
β
Ejemplo 1.4.2. Los siguientes son ejemplos de argumentos:
P ∨Q
P →Q ¬Q → (P ∧ T )
P Q∨T P ∨Q
Q ¬T ∧ Q P
1.4. INFERENCIA 11
Ejemplo 1.4.3. En este ejemplo consideramos como premisas a las formas proposicionales P → Q y P ,
y asumimos que P → Q y P son verdaderas. Vamos a razonar para deducir que Q es necesariamente
verdadera. Recurriendo a la tabla de verdad para P → Q vemos que hay tres opciones en las que P → Q
es verdadera:
1. P es verdadera y Q es verdadera.
2. P es falsa y Q es verdadera.
3. P es falsa y Q es falsa.
Pero como hemos dicho que P también es verdadera, resulta que la única posibilidad que nos queda es
la primera. En esta única posibilidad que queda, Q es verdadera. Hemos mostrado así que al asumir que
P → Q y Q son verdaderas, se sigue que Q es verdadera.
Ejemplo 1.4.4. Tomemos como premisas a P ∨ Q y ¬P . Supongamos que estas premisas son verdade-
ras. Vamos a deducir que Q es necesariamente verdadera. Ahora bien, hay tres opciones en las que la
proposición P ∨ Q es verdadera:
1. P es verdadera y Q es verdadera.
2. P es verdadera y Q es falsa.
3. P es falsa y Q es verdadera.
Puesto que ¬P es verdadera, P tiene que ser falsa, y de las tres opciones la única que cabe es la tercera,
y en esta Q es verdadera.
Un argumento en el que a partir de suponer que las premisas son verdaderas, se puede deducir que la
conclusión es verdadera, es llamado un argumento válido. De lo contrario el argumento es inválido o no
válido. Podemos dar la definición de argumento válido de la siguiente manera.
Definición 1.4.5. Un argumento con premisas α1 , α2 , . . . , αn y conclusión β es válido cuando la forma
proposicional
(α1 ∧ α2 ∧ . . . ∧ αn ) → β
resulta ser una tautología. De lo contrario, el argumento es inválido.
Ejemplo 1.4.6. El argumento
P →Q
P
Q
es válido. Para comprobarlo, hay que verificar que la forma proposicional [(P → Q) ∧ P ] → Q es una
tautología, así que realizamos la tabla de verdad de esta:
P Q P →Q (P → Q) ∧ P [(P → Q) ∧ P ] → Q
V V V V V
V F F F V
F V V F V
F F V F V
Esto comprueba que [(P → Q) ∧ P ] → Q es una tautología y por lo tanto, el argumento es válido.
Ejemplo 1.4.7. Verificar que el argumento
12 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
P →Q
Q→R
P →R
El Ejemplo 1.4.7 deja claro que el uso de tablas de verdad para verificar argumentos válidos tiene sus
limitaciones. Si la forma proposicional involucra muchas letras proposicionales o si esta es muy complicada,
la tabla de verdad se sale de todo alcance. Por este motivo, necesitamos otros medios para saber si un
argumento es válido o no.
(P ∧ Q) → R
P →R
no es válido. Basta con hallar valores de verdad de P, Q y R que lleven a falso en la tabla de verdad sin
necesidad de hacer la tabla completa. Por ejemplo:
P Q R (P ∧ Q) → R P →R [(P ∧ Q) → R] → (P → R)
V F F V F F
Para verificar si un argumento es válido o no, podemos utilizar el método que describimos a continua-
ción. La idea consiste en tratar de asignarle valores de verdad a las letras proposicionales presentes en el
argumento para que las premisas tengan valor verdadero y la conclusión tenga valor falso. Si logramos
esto, concluimos que el argumento no es válido. Si nos damos cuenta de que no es posible lograr esto,
concluimos que el argumento es válido.
P →Q
¬P
¬Q
Lo que intentamos es poder asignarles valores de verdad a las letras P y Q de tal manera que la conclusión
sea falsa y las dos premisas sean verdaderas. Razonamos como sigue:
Ejemplo 1.4.13. En este ejemplo vemos cómo lo que hemos aprendido sobre argumentos válidos nos
ayuda a evaluar un argumento concreto y decidir si este es válido o no. El argumento es el siguiente:
P →Q
(Q ∧ ¬R) → ¬P
S → ¬R
S → ¬P
Ahora investigamos si es posible darles valores de verdad a P, Q, R y S de tal manera que las premisas
sean verdaderas y la conclusión sea falsa.
Si el Dr. Patarrollo fuera capaz de acabar con la malaria y estuviera dispuesto, entonces él lo haría.
Si el Dr. Patarrollo no fuera capaz de acabar con la malaria, entonces él sería inútil.
Si él no estuviera dispuesto a acabar con la malaria, él sería débil de mente.
El Dr. Patarrollo no acaba con la malaria.
Si el Dr. Patarrollo existe, entonces él no es inútil o no es débil de mente.
Luego, el Dr. Patarrollo no existe.
(C ∧ D) → H
¬C → I
¬D → M
¬H
E → (¬I ∨ ¬M )
¬E
1.4. INFERENCIA 15
4. Luego, para que la segunda premisa sea verdadera, I tiene que ser verdadera. Y para que la tercera
premisa sea verdadera, M puede tener cualquier valor.
5. Pero para que la quinta premisa sea verdadera, sabiendo que E es verdadera, es necesario que alguna
de las dos, I o M sea falsa. Así que si le asignamos a M el valor verdadero, logramos que todas las
premisas sean verdaderas y la conclusión sea falsa.
¬(P ∧ Q) → ¬P
¬(¬P )
¬(¬(P ∧ Q))
Este es un argumento válido porque se obtiene como resultado de aplicar una regla de inferencia.
El siguiente también es un argumento válido:
(A ∧ B) → (A ∨ ¬C)
¬(A ∨ ¬C)
¬(A ∧ B)
Aquí se sustituyó a α por A ∧ B y a β por A ∨ ¬C en la regla de inferencia MT.
Debemos tener en cuenta que las reglas de inferencia nos ayudan a producir argumentos válidos, y
de igual forma, nos dan las formas que tienen los argumentos deductivos válidos. De esta manera, un
argumento es válido solamente cuando está respaldado por las reglas de inferencia.
A continuación presentamos las reglas de inferencia más significativas. Estas reglas de inferencia serán
pieza fundamental al momento de evaluar si un argumento es válido o no, sin hacer uso de tablas de
verdad.
Reglas de Inferencia 1.4.15. Sean α, β, γ y δ formas proposicionales.
16 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
α→β
α Modus Ponens MP
β
α→β
¬β Modus Tollens MT
¬α
α→β
γ→δ
Dilema Constructivo DC
α∨γ
β∨δ
α∨β
¬α Modus Tollendo Ponens MTP
β
α→β
β→γ Silogismo Hipotético SH
α→γ
α
β Adjunción Adj
α∧β
α∧β
Simplificación Simp
α
α
Adición Adic
α∨β
La forma correcta de usar las Reglas de Inferencia 1.4.15 es reemplazando α, β, γ y δ por formas
proposicionales, y así, producir argumentos válidos. Esta es la única manera aceptable de utilizar las
reglas de inferencia. Con esto en mente, podemos producir algunos argumentos válidos.
Ejemplo 1.4.16. Cada inferencia que sigue está justificada por la regla indicada.
(P ∧ Q) → ¬R
a) P ∧Q Aquí aplicamos MP.
¬R
P
b) Aquí aplicamos Adic.
P ∨ (Q ∧ R)
¬¬P
c) (Q ∨ R) → ¬P Aquí aplicamos MT.
¬(Q ∨ R)
Ejemplo 1.4.17. A veces podemos tener varias premisas y es posible que no se necesiten todas ellas
para aplicar reglas de inferencia. Observemos los siguientes ejemplos:
1.4. INFERENCIA 17
(P ∧ Q) → ¬R
P ∨Q
a) P ∧Q Aquí aplicamos MP usando sólo las premisas primera y tercera.
Q↔S
¬R
P
R
b) Aquí aplicamos Adic usando sólo la primera premisa.
S→T
P ∨ (Q ∧ R)
¬S
¬¬P
c) P ∧T Aquí aplicamos MT usando sólo las premisas segunda y cuarta.
(Q ∨ R) → ¬P
¬(Q ∨ R)
Una derivación de un argumento consiste en una serie de aplicaciones de las reglas de inferencia,
partiendo de las premisas, y que tienen a la conclusión del argumento como el resultado de la última
regla de inferencia aplicada. Por ejemplo, consideremos el argumento siguiente:
P →Q
Q→R
¬R
¬P
1. P →Q
2. Q→R
3. ¬R
Después de la línea horizontal comienza la derivación. Las premisas 2 y 3 nos permiten deducir ¬Q como
aplicación de MT. Escribimos esta debajo de la línea y la enumeramos con 4, y al lado derecho indicamos
los números de las premisas que se utilizaron junto con la abreviación de la regla de inferencia aplicada:
1. P →Q
2. Q→R
3. ¬R
4. ¬Q 2, 3, MT
Cada nueva línea que se deduce se puede utilizar como nueva premisa dentro de la derivación del argu-
mento para hacer nuevas deducciones. Ahora, las premisas 1 y 4, y una aplicación de MT nos conducen
a ¬P .
1. P →Q
2. Q→R
3. ¬R
4. ¬Q 2, 3, MT
5. ¬P 1, 4, MT
Como ya llegamos a la conclusión del argumento, aquí termina la derivación.
Hacemos ahora algunas derivaciones de argumentos. Por supuesto, usaremos una sola tabla para llevar
a cabo la derivación de cada argumento.
18 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
(P ∨ Q) → (Q ∧ R)
P
Q
La derivación es la siguiente:
1. (P ∨ Q) → (Q ∧ R)
2. P
3. P ∨Q 2, Adic
4. Q∧R 1, 3, MP
5. Q 4, Simp
P →Q
Q→R
S ∨ ¬R
¬S
¬P
1. P →Q
2. Q→R
3. S ∨ ¬R
4. ¬S
5. P → R. 1, 2, SH
6. ¬R 3, 4, MTP
7. ¬P 5, 6, MT
P →Q
(P → Q) → (T → S)
P ∨T
¬Q
S
1. P →Q
2. (P → Q) → (T → S)
3. P ∨T
4. ¬Q
5. T → S. 1, 2, MP
6. Q∨S 1, 3, 5, DC
7. S 4, 6, MTP
Nota 1.4.21. Los únicos argumentos para los que es posible hacer una derivación son los argumentos
válidos. Cada vez que tenemos un argumento válido, es posible hallar una derivación, y de manera
recíproca, una vez se ha hallado una derivación de un argumento, significa esto que el argumento es
válido.
1.4. INFERENCIA 19
1.4.3. Equivalencias
Muchas veces cuando estamos escribiendo una derivación de un argumento queremos sustituir una
forma proposicional por otra. Esto ocurre cuando dos formas proposicionales tienen los mismos valo-
res de verdad en sus tablas de verdad. Por ejemplo, comparemos las tablas de verdad para las formas
proposicionales ¬(P ∨ Q) y ¬P ∧ ¬Q:
P Q ¬(P ∨ Q) ¬P ∧ ¬Q
V V F F
V F F F
F V F F
F F V V
A partir de esta tabla de verdad observamos que cuando hagamos la tabla de verdad de la proposición
bicondicional ¬(P ∨ Q) ↔ (¬P ∧ ¬Q) será siempre V, lo que quiere decir que ¬(P ∨ Q) ↔ (¬P ∧ ¬Q) es
una tautología.
A partir de esta definición observamos que todas las tautologías son equivalentes, y de manera análoga,
todas las falacias son equivalentes.
P Q ¬P P →Q ¬P ∨ Q
V V F V V
V F F F F
F V V V V
F F V V V
Puesto que P → Q y ¬P ∨ Q tienen los mismos valores de verdad en sus tablas, ellas son equivalentes.
P Q S P →Q (P → Q) ∨ S ¬P ¬P ∨ Q (¬P ∨ Q) ∨ S
V V V V V F V V
V V F V V F V V
V F V F V F F V
V F F F F F F F
F V V V V V V V
F V F V V V V V
F F V V V V V V
F F F V V V V V
R ∧ (P → Q) ⇔ R ∧ (¬Q → ¬P ).
20 CAPÍTULO 1. LÓGICA DE PROPOSICIONES
Cuando se estudia una proposición condicional, muchas veces necesitamos investigar las diferentes
formas en que su antecedente y consecuente se relacionan. Por esto damos las siguientes definiciones.
Definición 1.4.26. El recíproco de una proposición condicional es aquella proposición condicional
formada intercambiando el antecedente con el consecuente.
Ejemplo 1.4.28. Consideremos la siguiente proposición condicional: “si los rectángulos tienen cuatro
lados, entonces los cuadrados tienen cuatro lados”. Su recíproco es “si los cuadrados tienen cuatro lados,
entonces los rectángulos tienen cuatro lados”; y su contrarrecíproco es “si los cuadrados no tienen cuatro
lados, entonces los rectángulos no tienen cuatro lados”.
Ejemplo 1.4.29. La forma proposicional P → Q tiene a Q → P como su recíproco y ¬Q → ¬P como su
contrarrecíproco. Usando tablas de verdad se verifica que (P → Q) ⇔ (¬Q → ¬P ), mientras que P → Q
no es equivalente a Q → P .
A continuación la lista de equivalencias más importantes que usaremos para seguir haciendo deriva-
ciones de argumentos. Estas equivalencias funcionan de manera similar a las reglas de inferencia, como
máquinas que producen formas proposicionales equivalentes.
Equivalencias 1.4.30. Sean α, β y γ formas proposicionales.
α ∧ α ⇔ α, α ∨ α ⇔ α Idempotencia Idem
(
α ↔ β ⇔ (α → β) ∧ (β → α),
Definición Alterna de la Equivalencia DAE
α ↔ β ⇔ (α ∧ β) ∨ (¬α ∧ ¬β)
(P ∧ Q) ∨ (R ∧ S)
(P ∨ S) ∧ (Q ∨ R)
1. P → (P → P )
2. ¬P ∨ (¬P ∨ P ) 1, DAC
3. (¬P ∨ ¬P ) ∨ P 2, Asoc
4. ¬P ∨ P 3, Idem
5. P ∨ ¬P 4, Conm
Siempre es posible, en cualquier momento dentro de una derivación, incluir una tautología. Por ejem-
plo, si α y β son formas proposicionales, entonces se tienen las siguiente reglas tautológicas:
α ∨ ¬α (Ley del medio excluido)
α→α
¬(α ∧ ¬α) (Ley de no contradicción)
α → (β → α)
Pensamos en estas reglas como máquinas que producen tautología y las podemos incluir en las derivaciones
con la palabra Tautología.
Ejemplo 1.4.37. Derivar el siguiente argumento
(Q → P ) → S
¬S ∨ T
P
T
La derivación es como sigue.
1. (Q → P ) → S
2. ¬S ∨ T
3. P
4. P → (Q → P ) Tautología
5. Q→P 3, 4, MP
6. S 1, 5, MP
7. T 2, 6, MTP
Ejemplo 1.5.4. Queremos determinar una forma proposicional α cuya tabla de verdad sea la que se
muestra a continuación:
P Q R α
V V V F
V V F V
V F V F
V F F F
F V V V
F V F V
F F V F
F F F F
P Q R α
V V V F
V V F V P ∧ Q ∧ ¬R
V F V F
V F F F
F V V V ¬P ∧ Q ∧ R
F V F V ¬P ∧ Q ∧ ¬R
F F V F
F F F F
Luego la forma proposicional α = (P ∧ Q ∧ ¬R) ∨ (¬P ∧ Q ∧ R) ∨ (¬P ∧ Q ∧ ¬R), que es una FNDP, es
una forma proposicional cuya tabla de verdad es la dada arriba.
Argumentamos a continuación que toda forma proposicional α que no sea una falacia es equivalente a
alguna FNDP. En efecto, para encontrar una FNDP que sea equivalente a α, primero realizamos la tabla
de verdad de α. Como α no es una falacia, debe haber al menos una V en la tabla. En todo caso, por
cada V que aparezca en la tabla se puede asociar una conjunción elemental, y usando estas conjunciones
elementales formamos una FNDP que tiene la misma tabla de verdad que α, lo que quiere decir que α y
esta FNDP son equivalentes.
n
Nota 1.5.5. Con n letras proposicionales se pueden realizar 22 tablas de verdad diferentes, lo que quiere
n
decir que, salvo equivalencia, hay 22 formas proposicionales diferentes con n letras proposicionales. Una
de las tablas de verdad tiene todos sus valores de verdad falsos, y esta es la tabla de verdad de todas las
falacias. Para las demás tablas de verdad hay una FNDP, y esta FNDP es única excepto por el orden
en que se pongan sus conjunciones elementales y el orden en que aparezcan las letras proposicionales en
cada conjunción elemental.
Ejemplo 1.5.6. Para hallar una FNDP equivalente a α = (P ∨ ¬Q) → R realizamos primero la tabla
de verdad de α, y a cada V que aparezca le asociamos su correspondiente conjunción elemental:
1.5. FORMA NORMAL DISYUNTIVA 25
P Q R α
V V V V P ∧Q∧R
V V F F
V F V V P ∧ ¬Q ∧ R
V F F F
F V V V ¬P ∧ Q ∧ R
F V F V ¬P ∧ Q ∧ ¬R
F F V V ¬P ∧ ¬Q ∧ R
F F F F
(P → Q) ∧ R ⇔ (¬P ∨ Q) ∧ R
⇔ (¬P ∧ R) ∨ (Q ∧ R)
Hasta aquí hemos hallado una FND equivalente a (P → Q) ∧ R. Para hallar una FNDP hacemos uso de
la siguiente equivalencia: si α y β son formas proposicionales, entonces
α ⇔ (α ∧ β) ∨ (α ∧ ¬β).
Poniendo las letras proposicionales en orden P, Q, R y eliminando las conjunciones elementales que se
repiten tenemos
α ⇔ (¬P ∧ Q ∧ R) ∨ (¬P ∧ ¬Q ∧ R) ∨ (P ∧ Q ∧ R).
Ejemplo 1.5.7. Hallemos una FNDP equivalente a la forma proposicional (P ↔ Q) ∨ R: