Está en la página 1de 2

Detrás de una mascara

Personajes:
• Un payaso (Hembra o Barón)
• Al menos 5 niños (Solo para el inicio)
• La voz en Of. de Jesucristo
Escenario:
Simular una fiesta de niños
Escena 1:
Un grupo de al menos 5 niños con globos alrededor de un payaso despidiéndose,
simulando el final de una celebración (Adiós niños, adiós pronto nos veremos).

Escena 2:
Payaso:
Hay que cansancio estos niños eran muy revoltosos, no me dejaron en paz ni
un momento, estoy muy cansado. Que vida tengo, si estos niños supieran todo lo que
me ha pasado... que detrás de estas pinturas mi corazón está triste y esta máscara
sólo la uso para ocultar mis penas. Los recuerdos de mi niñez no me dejan vivir, hasta
hoy recuerdo cuando mis papás llegaban borrachos todas las noches y en días de
fiesta ni siquiera llegaban... al día siguiente se aparecían, diciendo que se habían
perdido. Las golpizas que me daban cuando llegaban a casa me dolían mucho, eran
tremendas. ¡Cuanto odio a mis padres!. Hasta que llegó un día en que ya no pude
aguantar más y decidí escaparme de mi casa. Fue mejor vivir en las calles que
soportar los golpes y las borracheras de mis padres, ¡extraño a mis hermanitos, cómo
estarán!

Pero por otro lado, en las calles soporté el desprecio de las personas y dormía
bajo los puentes, empecé vendiendo dulces para vivir pero de todos lados me corrían.
Recuerdo que fue en las calles cuando empecé con este negocio de ser payaso/a.
Sufrí mucho y aprendí a no confiar en nadie, y también a no amar a nadie, todos me
fallaron yo crecí solo y llegué hasta donde estoy solo, me hubiera gustado estudiar...
Ahora duermo en un pequeño cuarto que es mejor que dormir en los puentes. Vivo
haciendo reír a los niños, pero cuando los veo reír junto con sus padres, mi corazón
revienta de rabia porque mis padres nunca estuvieron conmigo en ninguno de mis
cumpleaños. Pero siempre digo ¡Vamos a jugar chicos con “Alegrín la reina de la
diversión”! Pero mi corazón no deja de llorar. Ninguno de ellos se imagina mi
sufrimiento y mi dolor ¡La función debe continuar!

Jesús: Hijo mío, Yo conozco tu sufrimiento


Payaso: ¿Quien está ahí? Salga de donde está
Jesús: Yo siempre estuve contigo y conozco tu dolor... ¡ven a mí y yo sanare tus
heridas!
Payaso: Ya en serio ¿quién es? ¿Qué quiere?.
Jesús: Tu vida...
Payaso: ¿Mi vida? Uy, ahora sí que estoy loco, ¿y cuánto pagaría por mi vida?
Jesús: ¡Mi sangre!
Payaso: ¿Quién eres tú?
Jesús: Soy Jesús y quiero sanar tu corazón.
Payaso: Eres real o estoy soñando.
Jesús: Soy real...
Payaso: No puede ser que me hayas escuchado. Y si eres tan real, ¿por qué mi vida
fue un desastre y nunca estuviste conmigo?, ¿Dónde estabas cuando más me
necesitaba?.
Jesús: Siempre intenté acercarme a ti y sanar tu vida.
Payaso: ¿Como?.
Jesús: ¡Sí, muchas veces mis hijos fueron a tocar la puerta de tu casa, tu sólo eras un
niño. Y tu mamá siempre les dijo: “estoy ocupada y no quiero oír nada de religión.”.
Payaso: Sí, ya recuerdo.
Jesús: Quise llegar a ti, pero te burlaste de Rossy cuando se acercó a hablarte de mí.
Payaso: Ah sí, la cristianita, siempre me burlaba de ella.
Jesús: Ahora quiero sanar tu vida
Payaso: ¿Cómo, eres mago? Además, yo hice cosas malas y no lo merezco
Jesús: Yo di mi sangre por amor a ti, pero tienes que creer en mí y dejarme entrar en
tu corazón, y seguir mis enseñanzas.
Payaso: ¡No sé qué hacer!
Jesús: Te amo no importa cómo seas, arrepiéntete de tus pecados y ábreme tu
corazón y tus pecados serán perdonados. Te amo tanto que hasta di mi vida por ti.
Payaso: ¿Así tan fácil?
Jesús: Si, yo ya pagué por tus pecados, sólo cree en mí.
Payaso: Bueno, Jesús, (se hinca) Señor Dios mío, perdóname, me arrepiento de mis
pecados, soy una pecadora, pero desde este momento te abro mi corazón para que tú
guíes mi vida! ¡Te necesito mi Dios! ¡Te necesito!

Escena 3:
(Se levanta y su rostro tiene alegría)
Payaso: Gracias Dios, ya no necesito una máscara, ya no necesito fingir, ahora en
verdad soy feliz. ¡Gracias Padre mío tengo un nuevo amor y siempre te seguiré!

También podría gustarte