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CAPÍTULO 4 (Teoría jurídica del delito del Sistema de Responsabilidad Penal)

LAS TEORÍAS DE LA CONDUCTA Y DE LA CAUSALIDAD

1. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 1: Los conceptos de acción y de omisión como primer elemento del delito y sus funciones

✔ Los mandatos y prohibiciones tienen acciones y omisiones cuyas características influyen en la configuración del conjunto del sistema, art.10 CP
Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley.
✔ Los conceptos acción u omisión en el ámbito de las valoraciones caracteriza la adopción de una u otra y las funciones que han de cumplir.
✔ La doctrina (Maihofer) destaca 3 funciones: la lógica, la sistemática y la práctica.

1. Función lógica: la acción y la omisión como base de la estructura del delito


• Se trata de describir la estructura sobre la que se asientan los demás elementos (sustantivo más calificativos), esto es, establecer aquellos
caracteres de los que predican los requisitos materiales o valorativos que permitirán calificar la conducta como delictiva.
• Los conceptos ofrecidos tienen han de ser lo suficientemente amplios para que todos los fenómenos que puedan constituirse en delito
queden integrados en los mismos (p. ej. la definición amplia tanto a las delictivas dolosas -la conducta de quien intencionadamente atropella
a un viandante causándole unas lesiones-, como a las imprudentes – quien se salta un semáforo sin percatarse que está en rojo y causa las
mismas lesiones-).

2. Función sistemática: la acción y la omisión como enlace de los restantes elementos del delito
• Enlace o unión entre todas las fases del análisis jurídico penal, puesto que han de reunir las características que les permitan actuar de hilo
conductor de los demás elementos del delito.
• Las definiciones que construyamos deberán ser valorativa y descriptivamente neutrales, de tal modo que no prejuzguen caracteres de los
siguientes elementos.
• La estructura sistemática del delito implica que solo tras la declaración de que la conducta es ilícita o antijurídica, sea posible valorar si el
sujeto podía comprender dicho extremo, puesto que se trata de una cuestion que debemos analizar justamente tras la antijuricidad, en sede
de culpabilidad.

3. Función práctica: la acción y la omisión como límite del ámbito del delito
• Deben ser suficientemente concretos para excluir aquellos fenómenos que por sí solos no puedan ser relevantes para el DP (p. ej. no hay
cabida en fenómenos que no tengan su origen en un ser humano, como los provocados por animales o las fuerzas de la naturaleza, o también
el mero pensamiento no puesto de manifiesto por actos externos o los actos reflejos).
2. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 2: Los conceptos de acción y de omisión en la moderna ciencia del DP

• Podemos señalar 3 grandes corrientes que aún siguen presentes en mayor o menor medida en la ciencia del DP contemporánea:

1. El concepto causal de acción: el cientificismo de finales del s. XIX y principios del XX


• Su origen se encuentra un esfuerzo por desarrollar una visión genuinamente científica de los distintos elementos del delito, que en el ámbito
del concepto de acción se traduce en su objetivación y mecanización, centrándose en su faceta causal.
➔ von Liszt describe la acción humana como una modificación causal del mundo exterior, perceptible por los sentidos y provocada por
una manifestación de voluntad, que puede consistir en la realización o no realización de un movimiento corporal, según una persona se
encuantra ante una acción o una omisión.
• Manifestación de voluntad, relación de causalidad y resultado son los elementos que configuran el concepto causal de acción, donde el
segundo, relación de causalidad, es el punto central del mismo y el que le va a conceder sus notas más características. El modelo gira en
torno a un “impulso causal involuntario”.
➔ Esta definición naturalista, se centra en la cara externa del comportamiento, persiguiendo la mayor objetividad posible: cualquier
componente subjetivo queda expresamente apartado de la misma.
➔ De ahí que tras la manifestación de voluntad se exija exclusivamente la voluntariedad en la realización del movimiento o en la ausencia
del mismo, siendo el contenido de la voluntad totalmente ajeno al concepto causal de acción.
• En el desarrollo de la teoría jurídica se puso de manifiesto algunas deficiencias que sirvieron de acicate -estímulo- para la formulación de
otras teorías. Las principales se refieren a 2 tipos de problemas:
a) en su función práctica como elemento límite, el concepto de causalidad es imposible de acortar desde una
perspectiva naturalista, ya que cualquier resultado causalmente unido a una manifestación de voluntad
pertenece a la acción que queda desprovista de límite alguno (p.ej. un sujeto causa lesiones leves a otro y con
mala fortuna la victima fallece en un accidente de tráfico trasladándole a un Hospital, pues el motivo causal
clásico lo calificaba como acción de matar);
b) en su función lógica por la dificultad de incluir en un concepto las conductas omisivas, puesto que gran parte
de las omisiones no son causales y además existen las omisiones involuntarias (p. ej. observar a una persona
que se esté ahogando, causando con su omisión la muerte; y por distracción la falta de socorro causa la
omisión imprudente).

2. El concepto finalista de acción: WELZEL y los aspectos subjetivos del comportamiento humano
• Su propuesta parte de la existencia de una serie de estructuras lógico-objetivas, ontológicas del mundo del ser, que el legislador debe tener
en cuenta en la regulación.
➔ Esta idea afectó a la comprensión del comportamiento y al conjunto del sistema del delito, que se vió transformado radicalmente en la
inclusión de elementos subjetivos en los niveles previos a la culpabilidad (impulso definitivo del finalismo desde otros planteamientos).
➔ El Derecho no puede pasar por alto que lo que caracteriza a la acción humana en la esfera ontológica es que el sujeto dirige su conducta
hacia un fin; entonces la acción es ejercicio de actividad finalista.
➔ Introduce el componente subjetivo en la acción humana, porque el sujeto gracias a su saber causal puede prever dentro de unos límites
las consecuencias de su conducta, asignarse fines y dirigir su actividad hacia un determinado fin.

• Finalidad -o voluntad de realización-, causalidad y resultado son los elementos del concepto de acción finalista.
➔ La finalidad al ser la primera define los límites externos de la conducta activa (es el epicentro). Si un resultado no está comprendido en
la voluntad de realización, no será parte del contenido de la acción finalista, con lo que se superan algunos de los problemas del modelo
causal de acción.
➔ La omisión se define como la no realización de una acción cuando se tenía capacidad de llevarla a cabo.

• Dentro de sus críticas, se afirma:


a) En los delitos imprudentes existe una acción finalista y el análisis de sus elementos ontológicos es precisamente lo que nos va a
permitir la declaración de imprudencia. Son los medios utilizados y las formas de dirección finalista de esa conducta los factores
que permiten determinar si el sujeto actuó o no imprudentemente. Mientras, el resultado y causalidad externos a la acción
finalista constituirán requisitos del siguiente nivel del análisis, la tipicidad.
✔ Cuando en el nivel de la tipicidad se analice el comportamiento de un sujeto para determinar si está ante un delito
imprudente o no, se tendrá en cuenta como dirigía su conducta hacia la consecución del fin, si los medios y formas de
hacerlo eran acordes o no al cuidado objetivamente debido.
b) La validez del concepto finalista es relativo, porque tienen vigencia en la medida en que queramos encontrar un supraconcepto
de acción y omisión basado en la finalida, pero carecen de valor si se estima que no es posible desarrollar dicho supraconcepto.

3. Los conceptos social y significativo de la conducta: los intentos de superar los modelos ontológicos de comportamiento
• Las supuestas deficiencias de las teorías causalistas y finalistas impulsaron la formulación de nuevos patrones que incluían en el primer
estrato de la estructura del delito elementos de carácter abiertamente valorativo. Entre todos ellos, destacan los conceptos “social y
significativo de acción”:
 Eberhard Schmidt, penalista alemán de nueva generación, desarrolló el concepto social de acción. Añade un
elemento de carácter valorativo al concepto de acción: la relevancia social de la conducta.
✗ Wessels considera que la acción es una conducta socialmente relevante, bien dominada por la voluntad,
bien dominable por la misma.
 Desde la perspectiva de la filosofía del lenguaje se formuló el concepto significativo de acción y se centra en
el significado social de la conducta. Este tipo de planteamientos se sitúa en que, si no se niega la existencia de
un sustrato ontológico, se destaca lo que define al comportamiento, la atribución social de sentido, aunque
necesitada de base, queda pendiente la cuestión de la determinación de las características de ese sustrato.
4. La crisis y renuncia a la conducta base de la estructura del delito
• Por un lado, se han desarrollado en las últimas décadas una serie de modelos que renuncian a algunas de las funciones atribuidas al
concepto de conducta, integrando abiertamente la inutilidad de su formulación y autonomía.
• Otras líneas de pensamiento optan por la rutura, prescindiendo de la acción u omisión como primer elemento del sistema, integrandolas en
la tipicidad, que pasa a ser el primer el primer elemento del delito y en la antijuricidad

3. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 3: Concepto y estructura de la acción y la omisión

• Solo conociendo la naturaleza de la conducta humana, las normas podrán optimizar su función y alcanzar su objetivo.
➔ Por ello, en la base de la estructura del delito, de modo previo a cualquier valoración sobre su transcendencia jurídica, se situúa bien una
acción, bien una omisión.

1. Concepto de acción
• El ámbito de la acción viene determinado por el contenido de la voluntad de realización, articulado en 3 niveles:

(1) Están comprendidos por la finalidad que identifica a la acción aquellos resultados que constituyen el fin que persigue el autor (p.ej.
un sujeto plantea causar lesiones a otra persona y agrediéndole las causa, pues la causación de las lesiones como fin principal de la
conducta es comprendida por la finalidad de la acción del sujeto).
(2) La finalidad incluirá también aquellas consecuencias que el sujeto considera necesariamente unidas a la consecución de su fin
principal (p. ej. un sujeto quiere acceder con su coche a su garaje y percatándose de que hay un mendigo durmiendo impidiéndole el
paso, este accede atropellándolo y causando graves lesiones, pues las lesiones no constituyen el fin principal del sujeto que sería
aparcar, pero están incluidas en su voluntad de realización y son parte de la finalidad de la acción al estar unidas).
(3) Están incluidas en la voluntad de realización y por tanto definirán a la acción en sentido finalista, aquellas consecuencias de la
misma que el sujeto entiende como meramente posibles, pero con cuya producción cuenta p. ej. (un sujeto llega con retraso a una
cita y decide conducir a gran velocidad, finalmente atropella a una persona causando lesiones, pues las lesiones constituyen el fin
principal del sujeto; no acudir tarde está incluida en su voluntad de realización y define su acción contando con su producción).
● El resto de resultados causalmente producidos, no forman parte de la voluntad de realización. Es posible que de una acción se
deriven consecuencias no incluidas en la voluntad de realización del sujeto, bien porque habiéndolas previsto confiara en que no se
produjeran, bien porque ni siquiera habían sido previstas. Estas consecuencias, producidas de un modo meramente causal, no
finalista, no pertenecerán a la acción entendida como acción finalista (p. ej. un sujeto sin percatarse de que se salta un semáforo en
rojo, atropella a varios viandantes, pues las lesiones causadas no pertenencen a su acción finalista al no encontrarse comprendidas
por la voluntad de realización del mismo, ya que han sido provocadas causalmente y no finalmente).

• Con estos presupuestos se puede comprobar si se ha conseguido desarrollar un concepto de acción que cumpla con las expectativas:
a) Desde un punto de vista lógico, el concepto finalista de ación se erige como parte del binomio base de la estructura del
delito, junto al concepto de omisión, todos los fenómenos que pueden llegar a tener relevancia penal, sin que sea correcto
argüir que plantea problemas en el campo de la imprudencia.
b) Desde una perspectiva sistemática, el concepto apuntado es valorativa y descriptivamente neutral, sirviendo de enlace
entre el resto de los caracteres del delito sin prejuzgar su contenido.
c) Desde el concepto de acción como ejercicio de actividad finalista, tiene el significado práctico de limitar el ámbito del
comportamiento, excluyendo aquellos fenómenos que por sí solos carecen de trascendencia penal.

2. Concepto de omisión (No realización de una acción...)


• El elemento central de este concepto es la capacidad concreta de acción y para ello debe concurrir en los siguientes elementos:
a) El sujeto debe tener conocimiento o poder conocer la situación real en la que desarrollar la conducta (p. ej. una madre ha omitido la
acción de salvar a su hijo de perecer ahogado, se deberá dar en primer lugar una situación de peligro para la vida del mismo,
situación que esta madre ha de conocer o poder llegar a conocer en las concretas circunstacias en las que se encuentra).
b) Además deben concurrir las circunstancias materiales externas y estar disponibles los medios e instrumentos necesarios para poner
en práctica la acción y el sujeto ha de conocer o poder conocer este extremo (p. ej. además del ejemplo anterior, la madre desarrolle
la actividad tendente al salvamento, a pesar del hecho de que conozca o pueda conocer este extremo).
c) El hipotético ominente ha de contar con los conocimientos y capacidades precisos para realizar la acción, pudiendo tomar conciencia
de ambos hechos. Ha de tener la concreta capacidad de dirección finalista de la conducta (p. ej. con el mismo ejemplo, de poco
servirá que se den el resto de elementos si la madre no sabe nadar o del funcionamiento de una lancha motora que se encuentre a su
disposición).
• En la trascendencia causal de la omisión, como la nada física que es, la nada, nada causa “ex nihilo nihil fit”, su concepto no es posible
incluir resultado físico material alguno y tampoco se puede hablar de finalidad en el sentido descrito para la ación.
➔ Pero es posible encontrar omisiones causales y finales debido a su contenido positivo, donde puede provocar modificaciones en el
entorno socio-cultural (p. ej. las consecuencias que produce un destacado miembro de la sociedad, no acuda a una importante cita con el
alcalde de su municipio).
➔ También en otros casos en que el omitente dirige finalistamente su omisión a la producción de un concreto resultado (p. ej. con el
ejemplo anterior, no acude a la cita con la intención de irritar).

• El sujeto omite cuando tiene la concreta posibilidad de actuar, aunque ni nadie ni ningún sistema de normas esperen su actuación.
➔ Armin Kaufmann, penalista alemán, contribuyó al desarrollo de la dogmática de los delitos de omisión:
➢ “el acento de valor no hace de una nada un algo, sino que únicamente puede hacer de un algo, un algo valorado...”

➔ El concepto de omisión complementa al de acción en su papel de elemento básico, de enlace y límite de la teoría del delito, cumpliendo
con las funciones asignadas.
4. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 4: Los límites de la conducta – Causas de exclusión de la acción y la omisión

1. La exclusión de los sucesos que no tienen su origen en una persona física


• Los fenómenos de la naturaleza o los provocados por animales no son acciones ni omisiones y por lo tanto no podrán ser declarativos
delictivos, pero pueden ser fuente indirecta de responsabilidad penal, si guarda relación con la conducta humana (p. ej. de falta de control
por comisión de control si se da todos los requisitos, o de provocación por posible delito de lesiones por acción y el animal el instrumento
utilizado).
• Más compleja es la situación de los actos de las personas jurídicas: por una parte, la exigencia de una conducta humana indica que desde el
clásico principio “societas delinquere non potest” están excluidas como posibles sujetos activos del delito; y de otra parte, al contrario,
desde las últimas políticas penales se han decantado por incluir a las personas jurídicas como autoras del delito, acabando con la vigencia
del citado principio.

2. La exclusión de determinados fenómenos con origen en las personas físicas


• La principal consecuencia es la exclusión de los meros pensamientos del ámbito de los fenómenos potencialmente punibles: el principio
cogitationis poenan nemo patitur. No se excluye al pensamiento del ámbito del interés del DP, donde los conceptos de acción y omisión
giren en torno a los elementos internos de la conducta -salvo de las omisiones inconscientes- y la cara subjetiva del comportamiento resulta
decisiva para determinar su alcance, significado y trascendencia penal.
➔ Pero, dicha cara interna solo tendrá relevancia en cuanto haya sido puesta de manifiesto por actos externos, mediante acción u omisión.
• También la fuerza irresistible, en los supuestos de vis absoluta, que no deja otra opción a quien la sufre, elimina tanto la voluntad de
realización como la capacidad de dirección fnalista de la conducta, por lo que queda excluida la concurrencia del primer elemento de la
estructura del delito y cualquier tipo de responsabilidad penal del sujeto objeto de la misma -salvo de otras conductas concomitantes-.
➔ La fuerza irresistible puede provenir tanto de un fenómeno de la naturaleza como de un tercero.
• Quedan al margen los movimientos corporales de quien sufre un ataque de epilepsia, de quien duerme -incluso el sonámbulo- o los actos
reflejos en sentido estricto: ninguno podrá ser declarado delictivo.
➔ Serán conductas concomitantes las que finalmente puedan ser objeto del reproche penal.
➔ Es discutido, los casos de la hipnosis y narcosis, pero se opta más bien por la admisión de la existencia de una conducta en sentido
estricto y la aplicación de atenuantes y eximentes en sede de culpabilidad, al no tener o tener disminuida la capacidad de comprender el
carácter ilícito de la conducta o actuar conforme a dicha comprensión. No excluyen la conducta humana.

5. Los conceptos de acción y omisión y la determinación del tiempo y lugar de comisión del delito

• La concrección del tiempo y lugar no se basa en exclusiva en el contenido de la acción y de la omisión, por ejemplo en los delitos imprudentes
y en gran parte de los omisivos -resultado de material físico-, cuyo resultado no es parte de la conducta, pero si es tenido en cuenta para
determinar dónde y cuándo se cometió el delito (p. ej. un sujeto tras discutir con otro, le espera en otro lugar y le dispara causando la muerte en
el acto -art. 139 CP-).
• Aquellos delitos en los que la conducta y el resultado se producen en el mismo lugar y momento y aquellos que consisten en la mera realización
de una acción u omisión -incluida la tentativa-, no representan problemas para determinar ambos parámetros (p. ej. un sujeto se percata que una
persona como consecuencia de un accidente de circulación, se encuentra desamparado y en peligro manifiesto y grave y no hace nada por
socorrerle pese a que no suponía riesgo para él ni para terceros -art. 195 CP-).
• Son frecuentes los supuestos en que la conducta y resultado están separados en el tiempo y en el espacio por las concretas circunstancias del
caso o porque así lo exige la estructura típica -como delitos complejos o delitos continuados-, o en los que la conducta se prolonga por un
espacio de tiempo más o menos largo -delitos permanentes y habituales- (p .ej. un sujeto tras discutir con otro, le espera en otro lugar y le
dispara, pero no muere inmediatamente, y al ser trasladado a un hospital fallece semanas después; un sujeto se apropia semanalmente de un
dinero de la caja donde trabaja durante 6 meses -art. 253 y art. 74 CP: un sujeto secuestra a una persona para cobrar un dinero y le pone en
libertad a los 15 días de cautiverio).
● Para la determinación del tiempo y lugar del delito se han propuesto 3 teorías no asumibles en el Código Penal:
1. Teoría de la actividad: el delito se comete en el momento y lugar en que se desarrolla la actividad.
2. Teoría del resultado: el momento y lugar del delito vienen determinados por el momento y lugar de producción del resultado.
3. Teroría de la ubicuidad, unitaria o mixta : para establecer el momento y lugar del delito se pueden utilizar tanto los relativos
a la conducta como los que se refieren al resultado.
➔ Hay casos que se ofrece las pautas, por ejemplo art. 7 CP , pero mayormente el Código no determina el lugar de comisión del delito. Lo más
correcto será aplicar la teoría de la ubicuidad ya que permite considerar que el delito ha sido cometido tanto en el lugar en que se desarrolló
la conducta como en el que se produjo el resultado, aumentando el ámbito competencial de la jurisdicción española y evitando posibles
lagunas punitivas.

6. LOS SUJETOS DE LA CONDUCTA, 1: Sujeto activo del delito – La responsabilidad penal de las personas jurídicas

 Sujeto activo del delito es quien realiza la conducta: las personas físicas, sin que pueda serlo los animales ni las cosas inanimadas.
• En la reforma de LO 5/2010, de 22 de junio, se incluyó expresamente la posibilidad de que también las personas jurídicas pueden ser
consideradas responsables de conductas delictivas (art. 31bis.1 CP).
➔ La responsabilidad penal de las personas jurídicas se construye sobre la existencia de auténticas acciones y omisiones llevadas a cabo por
personas físicas, representantes legales y administradores de hecho o de derecho, que actúen en nombre o por cuenta de las mismas y en su
provecho, o subordinados sobre los que no se ha ejercido el debido control. Pese a no en puridad sujetos activos del delito son consideradas
autoras del mismo.
➔ Para declarar la responsabilidad penal de una concreta persona jurídica no es imprescindible qu la persona física que ha llevado a cabo la
acción u omisión sea finalmente individualizada o declarada responsable (art. 31ter.1 CP). En este sentido su responsabilidad penal es
independiente de la persona física.
• Las modificaciones vigentes de LO 1/2015, de 30 de marzo, establece una responsabilidad penal sui generis (Boldova Pasamar) son:
➢ Se reconoce la responsabilidad penal directa de las personas jurídicas, pero es necesario que una persona física comenta un delito
(hecho que se sigue discutiendo en la transferencia de responsabilidad: autorresponsabilidad o heterorresponsabilidad al ser ajena).
➢ La responsabilidad penal de la persona de la persona jurídica es independiente de la responsabilidad penal de la persona física, por
mucho que sea necesario que haya una persona física que cometa el delito (art. 31ter.1 CP).
➢ La responsabilidad de la persona física y de la persona jurídica pueden coexistir.
➢ Se trata de una responsabilidad limitada a determinados delitos, en cuanto a nuestro legislador ha establecido un sistema de numerus
clausus (solo puede castigarse en los casos que así se ha establecido expresamente).
➢ La multa es la pena fundamental, pese a que en los casos de especial peligrosidad de la persona jurídica pueden adoptarse otras
penas más graves, restrictivas o privativas de derechos, llegando hasta la disolución.

1. Personas jurídicas responsables


• No toda persona jurídica puede ser penalmente responsable conforme al CP.
➔ El art.129 al regular las consecuencias accesorias se refiere a entidades que “por carecer de personalidad jurídica, no estén
comprendidas en el art. 31bis de este Código”, de manera que nota esencial de las entidades que puedan incluirse en el art. 31 bis y ss.
CP, será que tengan personalidad jurídica.
➔ El art. 31 quinquie1, excluye: “Las disposiciones relativas a la responsabilidad penal de las personas jurídicas no serán aplicables al
Estado, a las Administraciones Públicas territoriales e institucionales, a los Organismos Reguladores, las Agencias y Entidades Públicas
Empresariales, a las organizaciones internacionales de derecho público, ni a aquellas otras que ejerzan potestades públicas de soberanía
o administrativas”.
➔ La reforma de la LO 1/2015, de 30 de marzo, ha modificado el régimen de las soicedades mercantiles públicas que ejecuten políticas
públicas o presten servicios de interés económico general, que pasan a poser ser penalmente responsables siempre. La diferencia con el
régimen anterior es que, en principio, solo les serán aplicables las penas de multa o intervención judicial; únicamente “cuando el juez o
tribunal aprecie que se trata de una forma jurídica creada por sus promotores, fundadores, administradores o representantes con el
propósito de eludir una eventual responsabilidad penal”, se elimina dicha limitación penológica (art. 31 quinquie 2 CP).

2. Imputación de la responsabilidad a la persona jurídica


1) Delitos en los que se reconoce la responsabilidad penal de las personas jurídicas : catálogo de numerus clausus tras la reforma de la LO
1/2015, de 30 de marzo:
Tráfico ilegal de órganos (art. 156bis CP); Trata de seres humanos (art. 177bis CP); Prostitución, exploración sexual y corrupción de menores (art.
189bis CP); Descubrimiento y relevanción de secretos (art. 197quinquies CP); Estafas (art. 251bis CP); Frustación de la ejecución (art. 258ter CP);
Insolvencias punibles (art. 261bis CP); Frustuación de la ejecución (art. 264quater CP); Insolvencias punibles (art. 261bis CP); Daños (art. 264quater
CP); Delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial, al mercado y los consumidores y de corrupción en los negocios (art. 288 CP); Blanqueo de
capitales (art. 302 CP); Financiación ilegal de partidos políticos (art. 304bis CP); Delitos contra la Hacienda Pública y la guridad Social (art. 304bis CP);
Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (art.318bis CP); Delitos contra la ordenación del territorio (art. 319 CP); Delitos contra los
recursos naturales y el medio ambiente (art. 328 CP); Contaminación o exposición a radiaciones ionizantes (art. 343 CP); Delitos contra la salud pública
(arts. 366 y 369bis CP); Falsificación de moneda (art. 386 CP); Falsificación de tarjetas de crédito y débito y cheques de viaje (art. 399 bis 1 CP);
Cohecho (art. 427bis CP); Tráfico de influencias (art. 430 CP); Incitación al odio y a la violencia (art. 510bis CP); Terrorismo (art. 576 CP). A ellos hay
que añadir los delitos de contrabando a tenor de la reforma de LO 6/2011, de 30 de junio.
2) Delito cometido por cuenta y en beneficio -directo o indirecto- de la persona jurídica (art. 31bis1a)y b) CP)
• Puede ser directo como una manera de obtener un beneficio empresarial, o indirecto como por ejemplo un ahorro de costes.
• Un delito se cometerá por cuenta de la empresa cuando se realice en el marco de las funciones que en el seno de la misma tiene
encomendadas la persona física que realice la conducta delictiva. Este requisito implica que la persona se desvíe del correcto ejercicio
de las funciones que tenga atribuidas.
3) Vías de imputación: 2 supuestos
(1) Comisión por personas con poder de dirección o representación
(2) Comisión por parte de los empleados
4) Defecto de organización (LO 1/2015): la exclusión de la responsabilidad en caso de existencia de determinadas modelos de organización y
gestión:
• El propio Código se ocupa de señalar las caracterísitcas que debe reunir, además de distinguir entre los delitos cometidos por las
personas con poder de representación y dirección y lo delitos cometidos por los empleados.
• Estos modelos de organización y gestión que deben haberse adoptado y ejecutado eficazmente antes de la comisión del delito, deben
incluir medidas adecuadas o idóneas para la prevención de delitos de la naturaleza del que se ha cometido, o deben al menos reducir
significativamente el riesgo de su comisión, debiendo cumplir los requisitos que establece el art. 31bis 5 CP).
5) Independencia de la responsabilidad de la persona jurídica de la responsabilidad de la persona física (art. 31ter 1 y 2 CP)
• La persona jurídica responde aunque la persona física no haya sido individualizada, no se haya podido dirigir el procedimiento contra
ella, esté exenta de responsabilidad criminal por falta de culpabilidad, haya fallecido o se haya ssutraído a la acción de la justicia.
• Las circunstancias que afecten a la culpabilidad o que agraven la responsabilidad de la persona que haya realizado materialmente los
hechos o que haya hecho posible dicha realización por no ejercer el control debido no se aplican ala persona jurídica.
• Podrá haber responsabilidad exclusiva de la persona jurídica o responsabilidad de la persona jurídica y de la persona física -supuesto de
coexisrtencia relevante, por ejemplo, para la determinación de la pena de multa-.

7. LOS SUJETOS DE LA CONDUCTA, 2: Sujeto Pasivo, objeto del delito y perjudicado

 Sujeto pasivo del delito es el portador del bien jurídico lesionado o puesto en peligro.
➔ El sujeto pasivo puede ser una persona física o jurídica como un grupo un grupo de ellas, la sociedad, el Estado o incluso la comunidad
internacional.
➔ En algunos casos se pueden solapar si el concepto de sujeto pasivo no coincide con los de objeto de la conducta delictiva y perjudicados por
la misma. Su distinción es necesaria para la correcta exégesis y aplicación de los preceptos penales.
➔ Objeto de la conducta es la persona o cosa sobre la que reace la acción u omisión delictiva y en algunos casos puede coincidir o no con el
sujeto pasivo del delito (p. ej. art. 138 CP en el homicidio coinciden; en cambio en el art. 318bis 1 CP en el delito contra los derechos de los
ciudadanos extranjeros el sujeto pasivo es el Estado).
 Perjudicado puede ser tanto los familiares como terceros: el art. 113 CP expresa la regulación de la responsabilidad civil derivada del delito.

8. TEORÍA DE LA CAUSALIDAD, 1: Concepto y límites de la causalidad

• Aparece la causalidad a caballo entre teorías la acción u omisión -conducta- y la tipicidad.


• En su Parte General del DP, Welzel, finalista crítico del causalismo describía:
 “...El concepto de causalidad no es un concepto jurídico, sino una categoría del ser. Tampoco es una mera relación lógica
ni mucho menos imaginada, entre varios acontecimientos, sino la ley de sucesión, no perceptible, pero mentalmente
captable, del acontecer real y es por ello tan real como el acontecer mismo. También el Derecho tiene que partir de ese
concepto “ontológico” de causalidad (¡si bien no todos los cursos causales son también jurídicamente relevantes!)...”.
✔ Una vez verificada la existencia de un nexo causal es posible analizar si resulta jurídico penalmente relevante o no. La causalidad se mueve
por tanto en un plano previo al de la atribución de responsabilidad y no siempre deriva de esta.

• Se distingue 2 ámbitos causales:


a) según su concepto clásico, las situaciones en las que la naturaleza material de las cosas nos indica la existencia de una relación lógica,
necesaria, natural, entre dos fenómenos: “causalidad en un marco físico natural” (p. ej. situación típica de homicidio por acción, un
sujeto activo dispara su arma, la bala se aloja en un órgano vital de la victima y esta fallece);
b) pero en ciertos supuestos no extraordinarios, el entendimiento externo del comportamiento no nos permite aún conocer el contenido, el
significativo de la conducta humana, no meramente mecánica, que se encuentran tras ellos (p. ej. los delitos de injurias, calumnias,
estafas).
➔ Junto a la tradicional interpretación física de la causalidad, aparece un nuevo campo que entronca con la realidad social y cultural en
la que se desarrollan los acontencimientos (p. ej. injurias desde determinadas declaraciones que lesionan la dignidad de otra persona,
menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación -art. 208 CP-; y estafa si se utiliza, engaño bastante para producir
error en otro, según el el marco socio-cultural y los concretos sujetos invlucrados en que se produzca unos efectos u otros del
comportamiento -art. 248 CP). A este tipo se le denomina “causalidad en un marco socio-cultural”, donde resultado y relación de
causalidad son absolutamente reales, existen con anterioridad y con independencia de la aplicación de un concreto conjunto de
normas con el objeto de comprobar su concurrencia, son previos a tal comprobación; su naturaleza es prejurídica, ontológica.
➔ En este ámbito socio cultural no existe una radical diferencia entre proceder activo y omisivo (p. ej. un padre aquejado por una
fuerte depresión, deja de comunicarse con su hija de 3 años, encargándose exclusivamente de su nutrición y limpieza; tras un año de
silencio se comprueba que la menor ha sufrido graves secuelas psicológicas).
• El nexo causal le vendrá dado el intérprete penal y deberá ser el núcleo de su comprobación y posterior análisis, influyendo con lo injusto.
8. TEORÍA DE LA CAUSALIDAD, 2: El método para determinar la existencia de causalidad – La teoría de la equivalencia de las condiciones
y la fórmula de la Conditio Sine Qua Non

1. El planteamiento de la teoría de la equivalencia de las condiciones


• La teoría que explica la causalidad y sirve de base con la que operar para comprobar la concurrencia de un concreto nexo causal es la teoría
de la equivalencia de las condiciones.
➔ No cabe hacer distinción entre causa y acción, puesto que todos los fenómenos que contribuyen a la producción del resultado tienen la
misma eficacia causal.
(p. ej. no tiene la misma consideración penal la contribución de un cómplice a la consecución del resultado delictivo que la del autor -al
cómplice se le impondrá menos pena, art. 63CP-; sin embargo, desde un punto de vista causal las intervenciones de ambos son
igualmente determinantes de la producción del resultado, que no habrá sido el mismo en sus concretas circunstancias sin su
concurrencia).
➔ La teoría de la equivalencia de las condiciones es seguida por la jurisprudencia del TS como criterio principal en la determinación de la
existencia de relaciones de causalidad.

2. La aplicación de la teoría de la equivalencia de las condiciones: la fórmula de la conditio sine qua non
• Fórmula que permite aplicar al caso concreto los principios de la teoría de la equivalencia de las condiciones.

1) Contenido de la fórmula de la conditio sine qua non “condición sin la cual no”
• Es todo fenómeno del que no cabe hacer abstracción mental sin que deje de producirse el resultado en sus concretas circunstancias.
➔ El intérprete debe suprimir mentalmente un determinado acontecimiento, si el resultado con sus concretas características deja de
producirse, se considerará causa del mismo (p. ej. un sujeto empuja a una persona para que no sea atropellada por un coche. Con su
acción el sujeto evita el atropello, pero la persona se golpea fuertemente con la pared y es trasladada al hospital. Allí le atiende el
médico de guardia, quien al aplicar un tratamiento equivocado agrava sus lesiones. Si seabstrae mentalmnte el comportamiento del
médico, el resultado no se habría producido, se puede decir que la conducta del médico es causa de la agravación de las lesiones).
• Esta fórmula no supone verificar la preponderancia de una supuesta causa principal por encima de otras condiciones.

2) Método de aplicación de la fórmula de la conditio sine qua non


• Para operar correctamente con la fórmula es preciso tener en cuenta la conducta y el resultado concretos, tal y como se produjeron, con
todas sus circunstancias; cualquier variación en los mismos nos llevará a conclusiones erróneas.
➔ La limitación se produce en el marco de las relaciones físico-naturales, ámbito en el que para verificar la existencia del nexo causal
hemos de conocer la “ley causal general” que rige el caso concreto, aunque se ha planteado importantes problemas para demostar
qué proceso se encuentra tras la producción de un determinado resultado (p.ej. el caso de la colza o síndrome tóxico, que se
desconocía el mecanismo último que conectaba un determinado producto con los resultados de lesiones y muertes)
➔ Como respuesta a estas dificultades se propone la relativización, proponiendo una versión meramente probabilística de los nexos
causales (Gómez Benítez), pero supone introducir un elemento valorativo: inseguridad. Mejor se acepta el planteamiento que
considera que para establecer el nexo causal basta comprobar que un determinado producto el resultado, sin que sea preciso
determinar con exactitud el proceso subyacente, cuál de sus componentes o combinación de los mismos ha sido el concreto causante
(Roxin). Ej: en el caso de la colza, pese a numerosos estudios no fue posible establecer que la ingesta fuera la causa del síndrome
tóxico, el TS confirmó lasentencia condenatoria de la Audiencia Nacional. Adoptó que no es preciso el conocimiento de ley causal
general que se encuentra tras el concreto resultado con un estudio epistemológico, estadísitco, que avale la existencia del concreto
nexo causal -STS de 23/04/1992-.
➔ Distinta es la situación de causalidad en el ámbito “social-cultural”, en los que no resultará excepcional que parezca imposible
determinar una ley causal general. Frecuentemente se tendrá que desentrañar las específicas correlaciones causales que rigen en cada
caso concreto, basándonos en la denominación “patrones causales generales”, que no cuentan con la misma precisión.
➢ Ello viene dado por la propia estructura del sustrato que sirve de base a tales procesos, imbuido de concepciones socioculturales
y de su reflejo en la esfera individual, esfera que resultará en muchos casos decisoria (p.ej. La determinación de las
consecuencias de unas manifestaciones potencialmente injuriosas deberá de realizarse teniendo presente el concreto marco
cultural y social en que se han producido. La comprobación de la producción de un engaño bastante como origen de un acto de
disposición, ha de hundir siempre sus raíces en la percepción de la concreta persona que lleva a cabo tal acto; de hecho se ha de
tener en cuenta si “un nivel inferior del sujeto pasivo es aprovechado por el acusado conscientemente”, pese a que para su
tipificación se introduzca el filtro de una “persona normalmente constituida intelectualmente según el ambiente social y cultural
en el que se desenvuelve” -SSTS 29/03/1990 y de 27/05/2011- .
➔ Otros supuestos con características especiales o problemas interpretativos:
A) Causalidad acumulativa, supuesto en que concurren 2 condiciones que por sí solas son suficientes para provocar el resultado. En
este tipo de casos haciendo abstracción de ambas condiciones de modo alternativo el resultado sigue produciéndose, con lo que
la fórmula falla (p. ej. Dos sujetos vierten en la comida de una persona, una cantidad de veneno para provocar su muerte yla
victima la ingiere y muere). Según Welzel, se ha de hacer la abstracción de los dos fenómenos de modo simultáneo.
B) Interrupción del curso causal, supuesto en el que iniciado un determinado proceso causal, otro independiente irrumpe en el
escenario, de tal manera que el resultado se produce, pero como consecuencia directa del curso causal sobrevenido (p. ej. un
sujeto vierte una cantidad mortal de veneno en la comida que estaba preparando para otra persona. Tras ingerirla y cuando se
dirige a la casa de la persona es atropellado por un coche, como consecuencia del golpe fallece – El curso inicial del sujeto queda
interrumpido por los nuevos acontecimientos. Cuando con posterioridad se analice el comportamiento en la esfera de la tipicidad
se podrá calificar su conducta únicamente como tentativa de asesinato).
C) Anudamiento del curso causal, circunstancia de la víctima o la intervención de un tercero precipitan la producción del resultado
(p. ej. un sujeto participa en una reyerta con arma blanca hiriendo superficialmente a una persona que fallece al sufrir una
hemorragia por ser hemofílica, – con la aplicación de la fórmula – el ujeto es causa del resultado de muerte, pese a que de no
haber sido enferma hemofílica no hubiera fallecido).
10. TEORÍA DE LA CAUSALIDAD, 3: El significado práctico de la causalidad – La crisis del dogma causal

• Causalistas y finalistas hacen girar total o parcialmente sus modelos de comportamiento en torno al sólido eje de los nexos causales.
• Para solucionar los desajustes dentro del sistema del delito, algunos autores, lejos de redimensionar la importancia de los nexos causales en los
conceptos de acción y de omisión y en el proceso de atribución de responsabilidades, intentaron buscar la solución en la redifinición y
acotación del propio concepto de causalidad, pretendiendo resolver en sede causal problemas que en realidad afectaban a la comprensión de
otros elementos del delito
➔ Se formularon teorías específicamente jurídicas de la causalidad, que se alejaban del modelo ontológico de la teoría de la equivalencia de
las condiciones. Se abandonaba el campo de las teorías netamente causales para adentrarse en las teorías de la responsabilidad,
confundiendo los límites entre los distintos elementos del delito.

• Destacan las teorías individualizadoras (Kohler) y las teorías de la causalidad de la causalidad adecuada (von Kries, von Hippel y Traeger),
que en ambos casos pretendían acotar el concepto de causalidad, aportando directrices para distinguir entre las distintas condiciones de
producción del resultado algunas que serían auténticas causas.
➔ Estas líneas de investigación no dieron los frutos deseados y desembocó en la denominada crisis del “dogma causal”.

• Paulatinamente se ha ido encauzando el proceso que había llegado a ocupar la determinación de una relación de causalidad en 2 sentidos:
A) Se ha puesto de manifiesto la existencia de una relación de causalidad no es requisito imprescindible para el establecimiento de la
responsabilidad penal. No se precisa la concurrencia en los supuestos de tentativa, en los delitos de simple actividad; tampoco en delitos
de omisión pura ni en los de comisión por omisión o de omisión no causal y resultado. En todos estos casos existe responsabilidad penal
al margen de una relación de causalidad que la fundamente.
B) Se ha insistido en relativizar el papel de las relaciones de causalidad (causalidad ≠ responsabilidad) en aquellos casos en los que
concurren, bien jurídico-penalmente relevantes, o bien no relevantes siendo la mayor parte. La comprobación de la existencia de una
relación de causalidad entre una conducta y un resultado aún no es suficiente para predicar de ella su tipicidad; precisamente en sede de
tipicidad los nexos causales previamente tipificados serán objeto de un análisis que determine su relevancia jurídica, denominada
imputación objetiva.
✔ Ello permite la idoneidad para el DP, ya que no plantea ningún problema en los ámbitos de de la causalidad y responsabilidad no se
solapan.

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