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1. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 1: Los conceptos de acción y de omisión como primer elemento del delito y sus funciones
✔ Los mandatos y prohibiciones tienen acciones y omisiones cuyas características influyen en la configuración del conjunto del sistema, art.10 CP
Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley.
✔ Los conceptos acción u omisión en el ámbito de las valoraciones caracteriza la adopción de una u otra y las funciones que han de cumplir.
✔ La doctrina (Maihofer) destaca 3 funciones: la lógica, la sistemática y la práctica.
2. Función sistemática: la acción y la omisión como enlace de los restantes elementos del delito
• Enlace o unión entre todas las fases del análisis jurídico penal, puesto que han de reunir las características que les permitan actuar de hilo
conductor de los demás elementos del delito.
• Las definiciones que construyamos deberán ser valorativa y descriptivamente neutrales, de tal modo que no prejuzguen caracteres de los
siguientes elementos.
• La estructura sistemática del delito implica que solo tras la declaración de que la conducta es ilícita o antijurídica, sea posible valorar si el
sujeto podía comprender dicho extremo, puesto que se trata de una cuestion que debemos analizar justamente tras la antijuricidad, en sede
de culpabilidad.
3. Función práctica: la acción y la omisión como límite del ámbito del delito
• Deben ser suficientemente concretos para excluir aquellos fenómenos que por sí solos no puedan ser relevantes para el DP (p. ej. no hay
cabida en fenómenos que no tengan su origen en un ser humano, como los provocados por animales o las fuerzas de la naturaleza, o también
el mero pensamiento no puesto de manifiesto por actos externos o los actos reflejos).
2. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 2: Los conceptos de acción y de omisión en la moderna ciencia del DP
• Podemos señalar 3 grandes corrientes que aún siguen presentes en mayor o menor medida en la ciencia del DP contemporánea:
2. El concepto finalista de acción: WELZEL y los aspectos subjetivos del comportamiento humano
• Su propuesta parte de la existencia de una serie de estructuras lógico-objetivas, ontológicas del mundo del ser, que el legislador debe tener
en cuenta en la regulación.
➔ Esta idea afectó a la comprensión del comportamiento y al conjunto del sistema del delito, que se vió transformado radicalmente en la
inclusión de elementos subjetivos en los niveles previos a la culpabilidad (impulso definitivo del finalismo desde otros planteamientos).
➔ El Derecho no puede pasar por alto que lo que caracteriza a la acción humana en la esfera ontológica es que el sujeto dirige su conducta
hacia un fin; entonces la acción es ejercicio de actividad finalista.
➔ Introduce el componente subjetivo en la acción humana, porque el sujeto gracias a su saber causal puede prever dentro de unos límites
las consecuencias de su conducta, asignarse fines y dirigir su actividad hacia un determinado fin.
• Finalidad -o voluntad de realización-, causalidad y resultado son los elementos del concepto de acción finalista.
➔ La finalidad al ser la primera define los límites externos de la conducta activa (es el epicentro). Si un resultado no está comprendido en
la voluntad de realización, no será parte del contenido de la acción finalista, con lo que se superan algunos de los problemas del modelo
causal de acción.
➔ La omisión se define como la no realización de una acción cuando se tenía capacidad de llevarla a cabo.
3. Los conceptos social y significativo de la conducta: los intentos de superar los modelos ontológicos de comportamiento
• Las supuestas deficiencias de las teorías causalistas y finalistas impulsaron la formulación de nuevos patrones que incluían en el primer
estrato de la estructura del delito elementos de carácter abiertamente valorativo. Entre todos ellos, destacan los conceptos “social y
significativo de acción”:
Eberhard Schmidt, penalista alemán de nueva generación, desarrolló el concepto social de acción. Añade un
elemento de carácter valorativo al concepto de acción: la relevancia social de la conducta.
✗ Wessels considera que la acción es una conducta socialmente relevante, bien dominada por la voluntad,
bien dominable por la misma.
Desde la perspectiva de la filosofía del lenguaje se formuló el concepto significativo de acción y se centra en
el significado social de la conducta. Este tipo de planteamientos se sitúa en que, si no se niega la existencia de
un sustrato ontológico, se destaca lo que define al comportamiento, la atribución social de sentido, aunque
necesitada de base, queda pendiente la cuestión de la determinación de las características de ese sustrato.
4. La crisis y renuncia a la conducta base de la estructura del delito
• Por un lado, se han desarrollado en las últimas décadas una serie de modelos que renuncian a algunas de las funciones atribuidas al
concepto de conducta, integrando abiertamente la inutilidad de su formulación y autonomía.
• Otras líneas de pensamiento optan por la rutura, prescindiendo de la acción u omisión como primer elemento del sistema, integrandolas en
la tipicidad, que pasa a ser el primer el primer elemento del delito y en la antijuricidad
• Solo conociendo la naturaleza de la conducta humana, las normas podrán optimizar su función y alcanzar su objetivo.
➔ Por ello, en la base de la estructura del delito, de modo previo a cualquier valoración sobre su transcendencia jurídica, se situúa bien una
acción, bien una omisión.
1. Concepto de acción
• El ámbito de la acción viene determinado por el contenido de la voluntad de realización, articulado en 3 niveles:
(1) Están comprendidos por la finalidad que identifica a la acción aquellos resultados que constituyen el fin que persigue el autor (p.ej.
un sujeto plantea causar lesiones a otra persona y agrediéndole las causa, pues la causación de las lesiones como fin principal de la
conducta es comprendida por la finalidad de la acción del sujeto).
(2) La finalidad incluirá también aquellas consecuencias que el sujeto considera necesariamente unidas a la consecución de su fin
principal (p. ej. un sujeto quiere acceder con su coche a su garaje y percatándose de que hay un mendigo durmiendo impidiéndole el
paso, este accede atropellándolo y causando graves lesiones, pues las lesiones no constituyen el fin principal del sujeto que sería
aparcar, pero están incluidas en su voluntad de realización y son parte de la finalidad de la acción al estar unidas).
(3) Están incluidas en la voluntad de realización y por tanto definirán a la acción en sentido finalista, aquellas consecuencias de la
misma que el sujeto entiende como meramente posibles, pero con cuya producción cuenta p. ej. (un sujeto llega con retraso a una
cita y decide conducir a gran velocidad, finalmente atropella a una persona causando lesiones, pues las lesiones constituyen el fin
principal del sujeto; no acudir tarde está incluida en su voluntad de realización y define su acción contando con su producción).
● El resto de resultados causalmente producidos, no forman parte de la voluntad de realización. Es posible que de una acción se
deriven consecuencias no incluidas en la voluntad de realización del sujeto, bien porque habiéndolas previsto confiara en que no se
produjeran, bien porque ni siquiera habían sido previstas. Estas consecuencias, producidas de un modo meramente causal, no
finalista, no pertenecerán a la acción entendida como acción finalista (p. ej. un sujeto sin percatarse de que se salta un semáforo en
rojo, atropella a varios viandantes, pues las lesiones causadas no pertenencen a su acción finalista al no encontrarse comprendidas
por la voluntad de realización del mismo, ya que han sido provocadas causalmente y no finalmente).
• Con estos presupuestos se puede comprobar si se ha conseguido desarrollar un concepto de acción que cumpla con las expectativas:
a) Desde un punto de vista lógico, el concepto finalista de ación se erige como parte del binomio base de la estructura del
delito, junto al concepto de omisión, todos los fenómenos que pueden llegar a tener relevancia penal, sin que sea correcto
argüir que plantea problemas en el campo de la imprudencia.
b) Desde una perspectiva sistemática, el concepto apuntado es valorativa y descriptivamente neutral, sirviendo de enlace
entre el resto de los caracteres del delito sin prejuzgar su contenido.
c) Desde el concepto de acción como ejercicio de actividad finalista, tiene el significado práctico de limitar el ámbito del
comportamiento, excluyendo aquellos fenómenos que por sí solos carecen de trascendencia penal.
• El sujeto omite cuando tiene la concreta posibilidad de actuar, aunque ni nadie ni ningún sistema de normas esperen su actuación.
➔ Armin Kaufmann, penalista alemán, contribuyó al desarrollo de la dogmática de los delitos de omisión:
➢ “el acento de valor no hace de una nada un algo, sino que únicamente puede hacer de un algo, un algo valorado...”
➔ El concepto de omisión complementa al de acción en su papel de elemento básico, de enlace y límite de la teoría del delito, cumpliendo
con las funciones asignadas.
4. LA TEORÍA DE LA CONDUCTA, 4: Los límites de la conducta – Causas de exclusión de la acción y la omisión
5. Los conceptos de acción y omisión y la determinación del tiempo y lugar de comisión del delito
• La concrección del tiempo y lugar no se basa en exclusiva en el contenido de la acción y de la omisión, por ejemplo en los delitos imprudentes
y en gran parte de los omisivos -resultado de material físico-, cuyo resultado no es parte de la conducta, pero si es tenido en cuenta para
determinar dónde y cuándo se cometió el delito (p. ej. un sujeto tras discutir con otro, le espera en otro lugar y le dispara causando la muerte en
el acto -art. 139 CP-).
• Aquellos delitos en los que la conducta y el resultado se producen en el mismo lugar y momento y aquellos que consisten en la mera realización
de una acción u omisión -incluida la tentativa-, no representan problemas para determinar ambos parámetros (p. ej. un sujeto se percata que una
persona como consecuencia de un accidente de circulación, se encuentra desamparado y en peligro manifiesto y grave y no hace nada por
socorrerle pese a que no suponía riesgo para él ni para terceros -art. 195 CP-).
• Son frecuentes los supuestos en que la conducta y resultado están separados en el tiempo y en el espacio por las concretas circunstancias del
caso o porque así lo exige la estructura típica -como delitos complejos o delitos continuados-, o en los que la conducta se prolonga por un
espacio de tiempo más o menos largo -delitos permanentes y habituales- (p .ej. un sujeto tras discutir con otro, le espera en otro lugar y le
dispara, pero no muere inmediatamente, y al ser trasladado a un hospital fallece semanas después; un sujeto se apropia semanalmente de un
dinero de la caja donde trabaja durante 6 meses -art. 253 y art. 74 CP: un sujeto secuestra a una persona para cobrar un dinero y le pone en
libertad a los 15 días de cautiverio).
● Para la determinación del tiempo y lugar del delito se han propuesto 3 teorías no asumibles en el Código Penal:
1. Teoría de la actividad: el delito se comete en el momento y lugar en que se desarrolla la actividad.
2. Teoría del resultado: el momento y lugar del delito vienen determinados por el momento y lugar de producción del resultado.
3. Teroría de la ubicuidad, unitaria o mixta : para establecer el momento y lugar del delito se pueden utilizar tanto los relativos
a la conducta como los que se refieren al resultado.
➔ Hay casos que se ofrece las pautas, por ejemplo art. 7 CP , pero mayormente el Código no determina el lugar de comisión del delito. Lo más
correcto será aplicar la teoría de la ubicuidad ya que permite considerar que el delito ha sido cometido tanto en el lugar en que se desarrolló
la conducta como en el que se produjo el resultado, aumentando el ámbito competencial de la jurisdicción española y evitando posibles
lagunas punitivas.
6. LOS SUJETOS DE LA CONDUCTA, 1: Sujeto activo del delito – La responsabilidad penal de las personas jurídicas
Sujeto activo del delito es quien realiza la conducta: las personas físicas, sin que pueda serlo los animales ni las cosas inanimadas.
• En la reforma de LO 5/2010, de 22 de junio, se incluyó expresamente la posibilidad de que también las personas jurídicas pueden ser
consideradas responsables de conductas delictivas (art. 31bis.1 CP).
➔ La responsabilidad penal de las personas jurídicas se construye sobre la existencia de auténticas acciones y omisiones llevadas a cabo por
personas físicas, representantes legales y administradores de hecho o de derecho, que actúen en nombre o por cuenta de las mismas y en su
provecho, o subordinados sobre los que no se ha ejercido el debido control. Pese a no en puridad sujetos activos del delito son consideradas
autoras del mismo.
➔ Para declarar la responsabilidad penal de una concreta persona jurídica no es imprescindible qu la persona física que ha llevado a cabo la
acción u omisión sea finalmente individualizada o declarada responsable (art. 31ter.1 CP). En este sentido su responsabilidad penal es
independiente de la persona física.
• Las modificaciones vigentes de LO 1/2015, de 30 de marzo, establece una responsabilidad penal sui generis (Boldova Pasamar) son:
➢ Se reconoce la responsabilidad penal directa de las personas jurídicas, pero es necesario que una persona física comenta un delito
(hecho que se sigue discutiendo en la transferencia de responsabilidad: autorresponsabilidad o heterorresponsabilidad al ser ajena).
➢ La responsabilidad penal de la persona de la persona jurídica es independiente de la responsabilidad penal de la persona física, por
mucho que sea necesario que haya una persona física que cometa el delito (art. 31ter.1 CP).
➢ La responsabilidad de la persona física y de la persona jurídica pueden coexistir.
➢ Se trata de una responsabilidad limitada a determinados delitos, en cuanto a nuestro legislador ha establecido un sistema de numerus
clausus (solo puede castigarse en los casos que así se ha establecido expresamente).
➢ La multa es la pena fundamental, pese a que en los casos de especial peligrosidad de la persona jurídica pueden adoptarse otras
penas más graves, restrictivas o privativas de derechos, llegando hasta la disolución.
Sujeto pasivo del delito es el portador del bien jurídico lesionado o puesto en peligro.
➔ El sujeto pasivo puede ser una persona física o jurídica como un grupo un grupo de ellas, la sociedad, el Estado o incluso la comunidad
internacional.
➔ En algunos casos se pueden solapar si el concepto de sujeto pasivo no coincide con los de objeto de la conducta delictiva y perjudicados por
la misma. Su distinción es necesaria para la correcta exégesis y aplicación de los preceptos penales.
➔ Objeto de la conducta es la persona o cosa sobre la que reace la acción u omisión delictiva y en algunos casos puede coincidir o no con el
sujeto pasivo del delito (p. ej. art. 138 CP en el homicidio coinciden; en cambio en el art. 318bis 1 CP en el delito contra los derechos de los
ciudadanos extranjeros el sujeto pasivo es el Estado).
Perjudicado puede ser tanto los familiares como terceros: el art. 113 CP expresa la regulación de la responsabilidad civil derivada del delito.
2. La aplicación de la teoría de la equivalencia de las condiciones: la fórmula de la conditio sine qua non
• Fórmula que permite aplicar al caso concreto los principios de la teoría de la equivalencia de las condiciones.
1) Contenido de la fórmula de la conditio sine qua non “condición sin la cual no”
• Es todo fenómeno del que no cabe hacer abstracción mental sin que deje de producirse el resultado en sus concretas circunstancias.
➔ El intérprete debe suprimir mentalmente un determinado acontecimiento, si el resultado con sus concretas características deja de
producirse, se considerará causa del mismo (p. ej. un sujeto empuja a una persona para que no sea atropellada por un coche. Con su
acción el sujeto evita el atropello, pero la persona se golpea fuertemente con la pared y es trasladada al hospital. Allí le atiende el
médico de guardia, quien al aplicar un tratamiento equivocado agrava sus lesiones. Si seabstrae mentalmnte el comportamiento del
médico, el resultado no se habría producido, se puede decir que la conducta del médico es causa de la agravación de las lesiones).
• Esta fórmula no supone verificar la preponderancia de una supuesta causa principal por encima de otras condiciones.
• Causalistas y finalistas hacen girar total o parcialmente sus modelos de comportamiento en torno al sólido eje de los nexos causales.
• Para solucionar los desajustes dentro del sistema del delito, algunos autores, lejos de redimensionar la importancia de los nexos causales en los
conceptos de acción y de omisión y en el proceso de atribución de responsabilidades, intentaron buscar la solución en la redifinición y
acotación del propio concepto de causalidad, pretendiendo resolver en sede causal problemas que en realidad afectaban a la comprensión de
otros elementos del delito
➔ Se formularon teorías específicamente jurídicas de la causalidad, que se alejaban del modelo ontológico de la teoría de la equivalencia de
las condiciones. Se abandonaba el campo de las teorías netamente causales para adentrarse en las teorías de la responsabilidad,
confundiendo los límites entre los distintos elementos del delito.
• Destacan las teorías individualizadoras (Kohler) y las teorías de la causalidad de la causalidad adecuada (von Kries, von Hippel y Traeger),
que en ambos casos pretendían acotar el concepto de causalidad, aportando directrices para distinguir entre las distintas condiciones de
producción del resultado algunas que serían auténticas causas.
➔ Estas líneas de investigación no dieron los frutos deseados y desembocó en la denominada crisis del “dogma causal”.
• Paulatinamente se ha ido encauzando el proceso que había llegado a ocupar la determinación de una relación de causalidad en 2 sentidos:
A) Se ha puesto de manifiesto la existencia de una relación de causalidad no es requisito imprescindible para el establecimiento de la
responsabilidad penal. No se precisa la concurrencia en los supuestos de tentativa, en los delitos de simple actividad; tampoco en delitos
de omisión pura ni en los de comisión por omisión o de omisión no causal y resultado. En todos estos casos existe responsabilidad penal
al margen de una relación de causalidad que la fundamente.
B) Se ha insistido en relativizar el papel de las relaciones de causalidad (causalidad ≠ responsabilidad) en aquellos casos en los que
concurren, bien jurídico-penalmente relevantes, o bien no relevantes siendo la mayor parte. La comprobación de la existencia de una
relación de causalidad entre una conducta y un resultado aún no es suficiente para predicar de ella su tipicidad; precisamente en sede de
tipicidad los nexos causales previamente tipificados serán objeto de un análisis que determine su relevancia jurídica, denominada
imputación objetiva.
✔ Ello permite la idoneidad para el DP, ya que no plantea ningún problema en los ámbitos de de la causalidad y responsabilidad no se
solapan.