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Análisis de la Evolución Histórica de la Salud Pública desde sus inicios de la

sanidad hasta la actualidad

1. Edad Antigua:

Se creía firmemente que la causa de la enfermedad consiste en un castigo


enviado por el cielo y enfermarse era acercarse a cristo, y por consiguiente no tienen
ningún efecto sobre ella los medicamentos, sino sólo los ritos, los himnos y la música.

Destacan en el mundo Occidental, los desarrollos de las medicinas griega y


romana. Su desarrollo se nutre de antiguos conocimientos preexistentes, como los de las
medicinas persas y chinas.

Las explicaciones de griegos y romanos relativas a los procesos de la salud –


enfermedad eran de carácter mágico – religioso. En relación al tema, se destacan tres
deidades: Asclepio, Higia y Panacea: en la Grecia antigua, los encargados de atender las
cuestiones relativas a la salud eran los ASKLEPIAD, sujetos a la adoración religiosa de
la deidad de Asclepio (Esculapio para los romanos)

Esculapio (Asclepio para los griegos), dios griego de la medicina, responsable


del reestablecimiento de la salud, para los seguidores de Esculapio, la vida humana
sufría de imperfecciones, enfermedades, y el papel de los hombres era reestablecer la
salud, por otro lado, para los seguidores de Higia, la salud era el estado natural de las
cosas, consecuencia del gobierno juicioso de la propia vida. representa la unión de la
salud, del estar bien, de la cotidianeidad plena, con la higiene, las prácticas, los valores
y conocimientos que contribuyen a estar bien.

Hacia el Siglo V, con Hipócrates comienzan a tener lugar los primeros estudios
por comprender las causas naturales de la enfermedad y la incidencia del medio sobre la
salud, aquí también se desarrolla, la “teoría de los humores”.

Hipócrates consideró que la enfermedad era una manifestación de la vida del


organismo, como resultado de cambios en su sustrato material, y no una expresión de la
voluntad o de un espíritu maligno, estableció que cada enfermedad tiene su causa
natural, y que sin esa causa natural nada puede tener lugar, creó la doctrina de la
influencia del medio externo en la producción de la enfermedad, y reconocía, además, la
importancia de diversas características personales.

2. Edad Media:
Esta etapa tiene su desarrollo entre el siglo V y el XV: comienza con la
desintegración del Imperio Romano de Occidente en el siglo V, y finaliza con la toma
de la ciudad de Constantinopla en el año 1453
En esta etapa la influencia de la religión traerá como consecuencia que los
conocimientos desarrollados en la Edad Antigua, en Occidente, sean considerablemente
desplazados por explicaciones sobrenaturales de la enfermedad.
La ciencia de la época se encontraba bajo la dominación de la Iglesia Católica y
la enseñanza escolástica, lo que hizo prevalecer la interpretación mística de las causas
de las enfermedades como asociadas a la ira de Dios o a la acción de los demonios, se
observa un retroceso en los avances realizados por Hipócrates al finalizar la Edad
Antigua

En tanto en el mundo árabe, que conoció en esos tiempos una gran


efervescencia económica y cultural, se practicaba liberalmente la disección de
cadáveres, la observación y los experimentos. Los árabes sustentaron enfoques
materialistas para la explicación de la salud y la enfermedad, señalando que de acuerdo
con el equilibrio o el desequilibrio de seis principios se mantenía la salud o se producía
la enfermedad. Los principios señalados por los árabes eran: el aire puro, la moderación
en el comer y en el beber, el descanso y el trabajo, la vigilia y el sueño, la evacuación de
lo superfluo y las reacciones emocionales.

Avicena, una de las figuras de la medicina en el mundo árabe, llegó a plantear


(téngase presente que aún no se habían desarrollado instrumentos ópticos como el
microscopio) que en el agua y en la atmósfera existían organismos minúsculos que
producían enfermedades y que éstas debían explicarse según la estructura y
conformación de cada individuo, su fuerza y sus facultades, los factores del medio
ambiente y el esfuerzo de la naturaleza por restaurar y conservar sus funciones vitales.

3. Revolución Industrial:

A medida que el sistema industrial creció, se necesitó cada vez más trabajadores
quienes debían estar en las fábricas físicamente y no en otros lugares, El Trabajo tuvo
que ser llevado a la fábrica y esto influyó en la generación de los primeros intentos de
organización comunitaria para la protección de la salud.

El problema de la Salud Pública era inherente a la nueva civilización industrial,


la cual trajo la existencia de los problemas de salud que hicieron necesarios los nuevos
medios de prevención de enfermedades y protección de la salud. Al ser la población
trabajadora la más afectada con los brotes de enfermedades se genera una pérdida
económica que empieza a calcularse afectando negativamente a toda la comunidad.

El Estado crea un interés en la salud y el bienestar de los trabajadores, es aquí


cuando la suciedad fue elevada a la categoría de enemigo público de la salud de la
comunidad, siendo necesarias reformas sanitarias y el estudio de los problemas de salud
de forma sistemática como base para la acción administrativa, para lograr esto se
necesitaba un mecanismo administrativo eficaz y se crean las direcciones centrales de
Salud, hito en la historia de la Salud Pública, con la cual se inicia la regulación de la
salud de la comunidad.

La salud de las personas se convierte en un asunto de interés público en la


medida en que los individuos están sometidos a condiciones nocivas sobre las que no
tienen control, y en la medida en que esas personas se conviertan en una carga para la
sociedad, en ese sentido, por ejemplo, se hace necesario proteger el trabajo de las
mujeres y los niños (ya que era barato y abundante).

4. Siglo XIX:
Hacia mediados del siglo XIX, surge la epidemiología como método científico
de análisis de las epidemias, y a finales del mismo siglo termina de consolidarse el
movimiento de Salud Pública iniciado en Inglaterra. En el año 1851 tiene lugar la
primera Conferencia Sanitaria Internacional, primer antecedente de la OMS. En el siglo
XIX hubo otras expresiones provenientes no sólo de médicos, sino también de
economistas, filósofos y políticos, que llamaron la atención en el sentido de que la
presentación de las enfermedades podía tener relación con las condiciones materiales de
vida y trabajo, y, por ende, con el contexto socio – político. Sin embargo, al finalizar el
siglo XIX estos conceptos resultaban ya opacados por el auge de la unicausalidad y el
biologicismo.

La controversia sobre el origen y la transmisión de enfermedades infecciosas se


hizo sentir en la esfera internacional. La necesidad de controlar la propagación de
epidemias planteó la cooperación entre los estados, como un asunto de altísima
importancia y con el tiempo dio lugar a la fundación de una organización internacional
de Salud Pública. Antes que esta alianza pudiera lograr sus objetivos, se requeriría de
un mayor grado de entendimiento y acuerdo sobre el origen y la transmisión de
enfermedades infecciosas. Este logro se consiguió a través del desarrollo de la
bacteriología y la inmunología, las ciencias que ejercieran una influencia profunda
sobre la acción sanitaria de la comunidad a partir de finales del siglo XIX.

En el Perú, el paradigma médico predominante era el higienismo, que había


surgido como un movimiento médico social en la primera mitad del siglo XIX en
respuesta a las enfermedades y epidemias que se habían incrementado con el
surgimiento de nuevas y más grandes ciudades. La pobreza, el hacinamiento, las
pésimas condiciones de abastecimiento de agua y de disposición de excretas eran
consideradas la causa inmediata de las enfermedades y epidemias; pero también los
hábitos de las personas, y frente a ello se promovió un conjunto de medidas que, por
una parte, trataban las enfermedades mediante nuevos establecimientos y, por otra
trataban, de modificar las condiciones de salubridad de las ciudades, incluyendo el
comportamiento de los ciudadanos. Las medidas higienistas fueron adoptadas
entusiastamente en toda Europa, aunque se iniciaron en Inglaterra, y se intentaba
difundirlas en América.

La interpretación etiológica de la enfermedad estaba entonces aún muy


influenciada por el concepto de miasma, un concepto vago que hacía referencia a
emanaciones procedentes de la basura y suciedad que, de alguna manera, provocaban
enfermedades, especialmente fiebres y pestilencias.
La higiene ocupaba, consecuentemente, un lugar importante en la formación médica.
Hipólito Unanue la había incorporado como una de las asignaturas del llamado “Quadro
Sinóptico” de 1808, que definía las asignaturas que deberían dictarse en el Real Colegio
de Medicina y Cirugía de San Fernando. La higiene, para Unanue, era parte de la
Medicina Teórica, una de las ramas en que dividió metodológicamente a la formación
médica: Medicina Práctica y Medicina Teórica. Esta última comprendía tres conjuntos
disciplinarios: Zoonomía, Patología y Psicología. La Higiene, en la interpretación de
Unanue, era parte de la Zoonomía.
5. Siglo XX:

En el siglo XX el vínculo entre la medicina y la biología se hizo mucho más


estrecho, aumentaron notablemente los conocimientos acerca del sustrato material de la
enfermedad, y fueron expuestos una variedad de procesos íntimos que ocurren a nivel
de órganos, tejidos, células y componentes bioquímicos del organismo humano, sano o
enfermo. Fueron encontrados también nuevos recursos químicos y físicos para hacer
diagnósticos y tratamientos.
1945: La Conferencia de las Naciones Unidas celebrada en San Francisco
aprueba por unanimidad el establecimiento de una organización sanitaria nueva,
autónoma e internacional.
1948: Se publica la Clasificación Internacional de Enfermedades, afecciones y
causas externas de morbilidad o lesión.
1950: Inmunización antituberculosa en masa con la vacuna del bacilo Calmette-
Guérin (BCG) para proteger a niños.
1958: La Asamblea Mundial de la Salud inicia el programa de erradicación de
la viruela.
1965: Se crea el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, para
realizar investigaciones epidemiológicas y de laboratorio sobre las causas del cáncer
humano.
1977: Se publica la primera lista de medicamentos esenciales; está en la
actualidad comprende 340 medicamentos contra la mayoría de las afecciones mundiales
prioritarias.
1978: En la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud en
Alma-Ata (antigua Unión Soviética) se fija el objetivo histórico de la «Salud para
todos»
2000: Establecimiento de la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes
Epidémicos para detectar y combatir la propagación internacional de los brotes
epidémicos.

6. Siglo XXI (Salud para todos):

n los estilos de vida de los


individuos, las familias, las
comunidades y el
trabajo, van configurando un
nuevo perfil
epidemiológico y modificando
las formas de
enfermar y morir de nuestras
poblaciones
n los estilos de vida de los
individuos, las familias, las
comunidades y el
trabajo, van configurando un
nuevo perfil
epidemiológico y modificando
las formas de
enfermar y morir de nuestras
poblaciones
n la Argentina de las últimas
décadas, el
envejecimiento de la población,
las
transformaciones en los estilos
de vida de los
individuos, las familias, las
comunidades y el
trabajo, van configurando un
nuevo perfil
epidemiológico y modificando
las formas de
enfermar y morir de nuestras
poblaciones.
Disminuyen o desaparecen
las infecciones
prevenibles por vacunación,
persisten, aparecen o
reaparecen algunas otras
enfermedades
infecciosas y adquieren cada
vez mayor
importancia, o por el aumento
del número o por su
importancia relativa, las
afeccion
n la Argentina de las últimas
décadas, el
envejecimiento de la población,
las
transformaciones en los estilos
de vida de los
individuos, las familias, las
comunidades y el
trabajo, van configurando un
nuevo perfil
epidemiológico y modificando
las formas de
enfermar y morir de nuestras
poblaciones.
Disminuyen o desaparecen
las infecciones
prevenibles por vacunación,
persisten, aparecen o
reaparecen algunas otras
enfermedades
infecciosas y adquieren cada
vez mayor
importancia, o por el aumento
del número o por su
importancia relativa, las
afeccion
El envejecimiento de la población, las transformaciones en los estilos de vida de los
individuos, las familias, las comunidades y el trabajo, van configurando un nuevo perfil
epidemiológico y modificando las formas de enfermar y morir de nuestras poblaciones.
Disminuyen o desaparecen las infecciones prevenibles por vacunación, persisten,
aparecen o reaparecen algunas otras enfermedades infecciosas y adquieren cada vez mayor
importancia, o por el aumento del número o por su importancia relativa, las afecciones del
período perinatal, las enfermedades crónicas y degenerativas, las derivadas de la exposición a la
contaminación ambiental y los problemas psicosociales derivados de un medio social
desfavorable, que en muchos casos se traducirán en accidentes, violencias, suicidio, adicción a
drogas, alcohol y tabaco.
La Organización Mundial de la Salud ha publicado un trabajo elaborado por un grupo
de expertos, donde se analizan las previsiones de cambios en el orden de las 10 principales
enfermedades en el mundo desde 1990 al 2020. Este estudio ordena los problemas de salud en
términos de "carga de enfermedad", medida como años ajustados por grado de discapacidad. En
1990, las cuatro primeras causas fueron las infecciones respiratorias, seguidas de enfermedades
diarreicas, perinatales y depresión.
Las cuatro primeras causas de discapacidad, en el año 2020, estarían ocupadas por las
cardiopatías isquémicas, la depresión, los accidentes de tránsito y la enfermedad
cerebrovascular.
Esta predicción de un grupo de expertos advierte a las claras que se avecinan nuevos
cambios en el perfil epidemiológico, con alta prevalencia de discapacidades que resultan de
causas derivadas de la prolongación de la vida, de las características del ambiente
socioeconómico y cultural y de los estilos de vida, y que sólo pueden controlarse con una
medicina anticipatoria, que promueva ambientes saludables y cambios en la manera de vivir y
envejecer.
Se hace, pues, evidente que el bienestar o salud total no podrá conseguirse en el futuro
sólo con la medicina, será necesario avanzar no sólo en salud sino también en otras áreas tales
como educación, trabajo, seguridad, justicia, prerrequisitos de la promoción, señalados por la
Carta de Ottawa.

A lo largo del tiempo desde la época de la edad antigua en el siglo V hasta la actualidad
en el siglo XXI, hemos evidencia constantes cambios en las definiciones y paradigmas de la
Salud Pública; desde lo mítico religioso, astral; hasta definiciones con evidencia científica,
observamos que estos conceptos son dinámicos acordes al tiempo y tendencias en las que
vivimos los seres humanos, como por ejemplo lo suscitado durante la revolución industrial.
Actualmente, se evidencia que los cambios ocasionados por el hombre y el consecuente
emerger y reemerger de problemas  que afectan al mundo entero, como resultado de
movimientos  caóticos donde coexisten a la vez el orden/desorden, lo normal/lo patológico,
demia/pandemia/epidemia; emergen nuevas especies de patógenos bacterianos y virales como
consecuencia de cambios ecológicos del medio ambiente, se incrementa la inestabilidad, la
pobreza, el agotamiento de recursos naturales y el temor a desaparecer como especie   y como
planeta.

El cuadro global de la salud ha mejorado en


todo el mundo durante las últimas décadas. Pero
es preciso reconocer que no solamente por
acciones del sistema de salud sino también por las
acciones extrasectoriales. Por ello han aumentado
las desigualdades entre países industrializados y
los poco desarrollados y entre los grupos más
pobres en el interior de los países, ya que los
países desarrollados se preocupan con mayor
énfasis de los aspectos del agua, las excretas, el
ambiente, la higiene del medio y la vivienda.
La medicina ha incorporado una enorme
cantidad de tecnología que ha cambiado la forma
de nacer, de vivir y de morir de la gente. Basta
reflexionar acerca de las nuevas formas de
procreación, los transplantes de órganos, la
biología molecular, la genética, entre otros
desarrollos de la tecnología médica.
Hay otras tendencias de la medicina que es
preciso destacar y que hace más a los aspectos
relacionados con la forma de gestión de los
servicios, entre estas deben destacarse las
siguientes:
• Se estimula y jerarquiza una medicina cada
vez más anticipatoria, que actúe cada vez más
en individuos y poblaciones sanas y sobre los
factores de riesgo, tales como el autocuidado,
la creación de ambientes saludables, el
estímulo los estilos de vida saludables.
• Se pone más énfasis en la incorporación
tecnológica basada en la evidencia científica,
con acortamiento entre la generación y la
utilización de la tecnología.
• Hay una mayor participación del individuo y
la familia en las decisiones sobre su salud.
• Hay una mayor participación de profesiones
no médicas en los equipos de salud,
conformando equipos multiprofesionales e
interdisciplinarios.
• Se han multiplicado los nuevos modelos de
gestión: atención ambulatoria, prehospitalaria,
hospitalización abreviada, cirugía ambulatoria
y de corta estancia, y unidades móviles para
atención ambulatoria.
• Se han desarrollado sistemas informáticos que
contribuyen a mejorar la calidad de los
servicios y garantizan la continuidad del
cuidado, tales como el mejor control de la
atención domiciliaria, el mantenimiento de la
red asistencial y la formación y capacitación
de recursos humanos (educación a distancia).
El cuadro global de la salud ha mejorado en todo el mundo durante las últimas décadas,
pero es preciso reconocer que no solamente por acciones del sistema de salud sino también por
las acciones extrasectoriales.
La medicina ha incorporado una enorme cantidad de tecnología que ha cambiado la
forma de nacer, de vivir y de morir de la gente.
Basta reflexionar acerca de las nuevas formas de procreación, los trasplantes de
órganos, la biología molecular, la genética, entre otros desarrollos de la tecnología médica.
Hoy hay otras tendencias de la medicina como estimular y jerarquizar una medicina
cada vez más anticipatoria, que actúe cada vez más en individuos y poblaciones sanas y sobre
los factores de riesgo, tales como el autocuidado, la creación de ambientes saludables, el
estímulo los estilos de vida saludables, se pone más énfasis en la incorporación tecnológica
basada en la evidencia científica, hay una mayor participación del individuo y la familia en las
decisiones sobre su salud.
Finalmente, a medida que avance el tiempo, se desarrolle la biotecnología, continúen las
investigaciones científicas y los avances tecnológicos, los paradigmas de Salud Pública también
sufrirán cambios, pues han sido y seguirán siendo paradigmas dinámicos acorde al momento y
proyectándose al futuro, haciendo énfasis en la promoción, prevención de la salud.

Referencias Bibliográficas:
1. Oswaldo Salaverry. (2017). Higienismo en el Perú del siglo XIX. Sebastián Lorente y el
catecismo de higiene. Rev Peru Med Exp Salud Publica [online], 34,6.

2. LAÍN ENTRALGO, Pedro (1978, reimpresión 2006). Historia de la medicina.


Barcelona: Elsevier Masson

3. Díaz Gonzáles, Joaquín. (1974). Historia de la medicina en la antigüedad. Mérida:


ULA. Ediciones del rectorado. ISBN.

4. LAÍN ENTRALGO, Pedro (1963). Historia de la medicina moderna y contemporánea.


2ª ed. Madrid: Editorial Científico-Técnica. ISBN.

5. JORGE, Miguel R. (2016). Relaciones interinstitucionales para la salud centrada en la


persona. Rev. perú. med. exp. salud publica [online],33,6

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