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XXI
v 0
MURCIA
2000
Documentos relativos a los oficios artesafiales
en la Baja Edad Media
REAL ACADEMIA ALFONSO X EL SABIO
XXI
w.
MURCIA
2000
© María Martínez Martínez
Real Academia Alfonso X el Sabio
Avda. Alfonso X el Sabio, 9 - 30008 MURCIA
l~otai'revia . . . . . ., . . . . . ., . . . . . ., ., ., . . .v , . . ., ., . . IX
Índice de Documentos . . . . . . . . . . . . . Xm
Documentos . . . . . . . . . . 1
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223
NOTA PREVIA
2 MARTÍNEZ MARTÍNEZ, M, : «La seda en Murcia : decadencia y reactivación de una actividad mu-
,sulmana», en La ciudad islámica, Zaragoza, 1991. pp . 46147p los gastos suntuarios de la monarquía
Castellana: aproximación a los aspectos técnicos y económicos a través del ejemplo de Juan D, en La
rnanufactura urbana i els menestrals (segles X111-XVI), Palma, 1991, pp, 115-140 ; «La imagen del rey a
través de la indumentaria: el ejemplo de Juan I de Castilla, ,, en BuIkt¡n HIspanique, 96/2 (1994»
pp. 277287; ~ficios, artesanía y usos de la piel en la indumentaria (Murcia ss, X111-XV:, Ponencia pre-
sentada en el H~posio de las Técnicas. El trabajo del Cuero, Córdoba 6-8 de mayo de 1999 (en pu-
blicación}.
XX
dio, en prensa, que acerca del trabajo del cuero se ha presentado en Córdoba en
1999, y a los cuales se remite .
3 Vid . los más de mil títulos registrados por J.F. Elizari Huarte y los comentarios de J.A. Sesma
vertidos en el Prólogo de Cofradías, gremios, solidaridades en la Europa medieval, Pamplona, 1993,
pp. 18-22 y 319-416 . Dos tiempos marcan desde principios de siglo el estudio de las corporaciones la
borales : el primero abarca hasta 1945 (finalización de la segunda guerra mundial) interesado ideológi-
camente tanto en afirmar la industrialización, la lucha de clases, el movimiento obrero y su
representación política como también la visión idealizada que los nacionalismos y los regímenes fas-
cistas hicieron de los gremios ; el segundo comenzó a finales de los sesenta, con la renovación de una
sociedad que aspiraba y defendía el individualismo y la libertad, redescubriendo en las organizaciones
y colectivos la solidaridad para la defensa del grupo y un preciado instrumento político. En similares
términos Iradiel reflexiona acerca de la recuperación sin manipulaciones del tema durante la última dé-
cada y propone su análisis desde tres perspectivas (económico-social, político-institucional y de histo-
ria comparada): «Corporaciones de oficios, acción política y sociedad civil en Valencia« Cofradías,
gremios. .., pp. 255-257 .
4 Hay que señalar que en gran medida el impulso historiográfico del trabajo urbano está vincu-
lado al desarrollo de la investigación regional de historia urbana, avalada en nuestro país por numero-
sas monografías que dedican parte de sus páginas a la organización laboral y a las actividades
económicas desempeñadas por los correspondientes oficios . Para la Corona de Castilla vid. el artículo
de ASENJO GONZÁLEZ, M. : «La ciudad medieval castellana . Panorama historiográfico«, Hispania, 175,
vol . L/2 (1990), pp . 793 -808, e IRADIEL, P. : ,Ciudades, comercio y economía artesana, en La Historia
Medieval en España . Un balance historiográfico (1968-1998), Pamplona, 1999, pp. 603-658 .
niC8s r la especialización \/SolhdaridadeQlaborales, la división }'distribución de fun-
ciones técnicas y económicas, sociales y jurídicas en los colectivos les,
cualesquiera futre su denomíÚaCíóD5,la intertarl&c0n de las industrias y talleres en
8! espacio urbano y !a participación (]e las corporaciones en las actuaciones p8rt-
tic88y culturales de la sociedad .
En conjunto, los cambios operados eDelmundo laboral y su consolidación pe[-
míten retrotraer llos precedentes de la moderna industrialización a los siglos me-
dievales : la protoindUstd8]iZucióD o la industria antes de la revolución industrial
cooteMporállea6, que produjo [a ruptura de los gremios y el triunfo de una nueva
clase y mentalidad burguesas que originarían un auténtico cambio social yeC0nó-
DJi0J- el Capíta\i&M]7 .As! pues, considerando qoe elperiodo medieval tiene ¡den-
consecuentemente de una industria «per se», debido 8l
t/ pr0pía cabe dotarlo
uS0generalizado de !a enerAia hidráulica, sobre todo, y 8 l4aplicación e innova~
cíón de nuevas, técnicas y especializaciones que pcnitilitar0n e[pTOgres) Y el aU_
O2e1lto de la productividad, {O capacidad de trabajo, la búsqueda de beneficio y la
difúsión M~ de tienes de consurno8.No obstante, se podría diferenciar concep-
b]QlmeDte su aplicación a determinados sectores o actividades (industria textil, de
}a construcción, metalúrgica, de ki querra"y ,mientras que para otros resul-
ta más adecuada la utilización tradicional de arte-artesanía (orfebrerra, vidrio, ce-
rámica, iDóomeÚúad8 suntuaria) 0 la pausible combinación de ambos, en función
de (a aplicación y difustAn que tuvieron los considerados aspectos industriales en
t! marco histórico de una actividad }/p06laci(\1l cK)DCTetuey.
mlutuliduórel perfecto acabado de cada objeto, como para poder ser aplicado de manera adecua~
da u las labores do znwnmfacusua mucdheva&cs.. Cnomi-Jera que, no obstante, en los oficíos textiles 7 del
cuero sepuedo. utilizar genérica oindistintamente e!término industria oartesanía, olkutilización con-
junta dcurtenumúuinúvotda!useucühameutnsuhujo e industria colas. diversas acepciones quapropo-
ne la B .A,8 . (Maña, deooe=, artificio para hacer tina cosa. Conjunto de operaciones materiales
ejecutadas para loobtención, tcxuofouotoriÜuptransporte doooo*v$,iouproductoauxtuolem,Iootx!w-
cáucesúoudxueorxmoperzciomco . Suma "conjunto ticluaInuum~ de un mismo o de Varios ge-
nTos)^ del? que coc!proceso dcproducción, «lemde 7a preparación de lammaterias púmxs Oinuypiel)
ywutratxnoientuxl0largo de luudiversas fases (elbutuoud^ .draje,tundido yteñido dcloopaños oei
curtido dobwpieles euluoucú)bcúoxotencnuu)hasta oumaterialización en un artículo especialLzado
de la índunuertaúm(taller mzksmaom), intervinieron indistintamente factores económicos, sociales ytéc-
nicos io6creutrs xooUho^conceptos,
10 Vid . IuCóY PÉREZ, [.: «Fuentes para la waria del en la 3xjm Edad, Mcba ikm4gpoenue-
a+,en Ymjvwoke de M~&J6sÁe &uJnmvmsthí8~~áv-y, CentfRcusobre Fuomtey/4nagonesas, Zymgooa,
1986,pA, l65~177; "Las cofraúiaaartesanales dmlxEdad Media, Aspectos religiosos y sociales,,, Lwma'
wuwfuacutuwra urbana, pp, lp3-194- La autora comenta y clasifica las fuentes cm- documentaciórti propia
(ordenanzas del oficio y4o cofradía, libros doovutal=uú,ew),oot*tlml(contratos d*aprendizaje, de
¢abx¡o,texiuz0nutoo,imvmutuúM$ .c!c)`fiotulev{rnooodnieo,fog4jwa,6erro/nus ` cCc),uoCnuoúrxV(fucnos4
Cuadernos dmCara, leyes surituarfass,cte.),judiciales (Pleiras^ícono8úficas (píntura,miníatora yeg-
cultura) y otras (relatos de viajes, crónicas de ciudades, libros sacramentales, museos),
11 Vid. LW8XO,Má.: «Las ordenanzas loculcounluCorona de Castilla como puomohistórica y
de investigación (ss, Y311 al =^ ámake deAz Onúmnitui de Alhk4aormtwe, HísionW M--díeval, (I98Z);
VALVERDE FBR.N&NDFZ,F. : ,Aproximación noetodo\6glcxxlestudio dclxoordenanzas grrzo{xleo4e
.
mlos libros & need0rG, mayordomos o jurados, La documentación
emanada de las organizaciones profesionales \/ de los concejos, de carácter priva-
do (archivos de las CorporaCiones de oficios o cofradías inexistentes en (Tr@lli) y
público ha quedado conservada en Murcia a través (]e }u3 Libros de Actas Capitu-
lares ({e[ concejo de la ciudad, casi ininterrumpidos desde 1364. Las ordenanzas
contienen cláusulas muy diversas, tales como normas de producción, vocabulario
técnico y categorías socio-laborales, organismos y competencias laborales internas,
calendario de maba0 disposiciones
/ de asistencia social y fraternidad religiosa, etc . `
que se completaban con la fijación de precios Y salarios, distribución de /4 mate-
ria y política comercial establecidas por el concejo sobre la economia artesana .
Con ser valiosas ]asnormativas profesionales para comprender la evolución his-
tórica, los aspectos técnico-jorYriCmG, el desarrollo sostenido y las competencias so-
cioeconómicas alcanzados en cada uno de los oficios asociados, el contenido
general e2Úsaí({Ude la lectura Si8tem8úca de los libros concejiles,, completados con
del
las nilenlano del concejo Odibros de cuentas», documentos 'uridícCs y otra
información muy diversa", ]permite ampliar, puntualizar )' acceder a un análisis
económicosQcial y prosopográfico mucho más significativo, iTre no sólo ta
sino que coteja la realidad con la aplicación normativa, y muestra, aunque aislada
8 6ng0oent2riamente, problemáticas puntuales de los oficios y los artesanos, la
va, más visible en los oficios textiles y del cuero, no presentará durante la baja
edad media una imagen uniforme ni hermética, pues otras actividades y algunos
oficios se incorporarán mucho más tardíamente a la estructura corporativista, man-
teniendo ésta su coexistencia con una importante bolsa laboral libre, asalariada,
no afiliada ni con carácter de cuerpo .
Así pues, incluso cuando grupos de oficios, caso de la producción de paños,
intervienen complementariamente en el proceso productivo, y se regulan sus nor-
mas, se establece entre ellos la dependencia del oficio dominante (taller o artesa
no promotor, pelaire) o bien de todos con el empresario o werlager, que distribuía
el producto acabado («señor del paño», «señor de la seda», «señor de los tintos», «se-
ñor de las adoberías», etc.) . Sistemas de trabajo diferenciados en función de si del
inversor del capital Gel señor» o mercader) dependían los talleres artesanales (con-
trolando el capital mercantil todo el proceso de producción y la mano de obra in-
terviniente) que producían para el mercader o la compañía, como fue característico
en los grandes centros textiles (<verlagssystem») ; frente al otro modelo en el que
era el empresario-artesano o taller quien controlaba el proceso artesanal y poste-
riormente colocaba el producto en manos del comerciante (<kaufsystem»>), tanto si
había compromiso previo de venta de la producción (trabajo por encargo), caso
de que el señor o mercader hubiese entregado la materia (lana o tintas) al pro-
ductor artesano, como si no, pues el objetivo era el mismo: dar salida al producto
acabado. Y en cualquiera de los modelos hay una importante mano de obra asa-
lariada, a jornal o a tanto por producto o materia trabajados, no corporativizada,
abaratada por la demanda, independiente o más o menos dependiente, que traba-
jaba para el productor o el mercader, en el taller, a domicilio o en el propio do-
micilio, en la ciudad o en su alfoz.
La participación colectiva de los oficios asociados en la vida pública de la ciu-
dad resulta representativa en algunos casos de cierta concienziación e integración
de la población artesanal en la sociedad civil, pero no de su intervención institu
cional o reinvidicación en la organización política del municipio, cuya presencia
o representatividad estará restringida, mediatizada y relativizada por la subordi-
nación de los maestros, jurados o veedores que controlaban el oficio, al poder del
patriciado concejil . Como tampoco es visible el ascenso social del artesanado,
pues solo tardíamente hacia finales del siglo XV una restringida minoría de ricos
profesionales pudieron rebasar su origen pechero accediendo a la caballería, si
bien entre el artesanado más boyante y los comerciantes locales (ambos bien do-
cumentados) hay que buscar la raíces medievales de la burguesía murciana . Y
tampoco, sólo parcialmente, el mundo laboral (el correspondiente a las activida-'
des en continuado desarrollo) fragmentado, conflictivo y muy lejos de reflejar una
imagen autónoma, armoniosa e igualitaria, tuvo acceso a la representación colec-
tiva de la sociedad o a su articulación institucional en el gobierno urbano (ine-
xistente en Murcia al estar éste monopolizado por el patriciado) .
Parte de la sociedad artesanal murciana estuvo representada activamente en las
manifestaciones colectivas religiosas (procesiones, funerales y rogativas, etc.), sig-
nificativamente en el Corpus, espejo de las jerarquías socioinstitucionales y labo-
XXVI
tales y causa de rivalidades entre los oficios artesanales por el lugar que les co-
rrespondía en el desfile callejero, como por ejemplo las mantenidas cause pelaires
y zapateros o las que enfrentaron a los distintos especialistas del sector del cuero.
Solidaridades vecinales, laborales y religiosas coadyuvaron, no obstante la confite
tividad profesional, hacía la cohesión de los distintos colectivos urbanos a través
de las cofradías que, con claro carácter penitencial, se formaron en Murcia, cuya
presencia más tempr=ana se constata en 1380 tras una epidemia de peste-, mientras
que durante la primera mitad del siglo XV se singularizaban la de la Preciosisíma
Sangre y la de San Pedro Mártir (con sede en el monasterio de unta Domingo) .
Cofradías marcianas que en las décadas de los sesenta y setenta sumaban en tor-
no ala docena, y aunque se desconoce en general su composición social, entre
ellas se integraron inequívocamente algunas artesanales, como las de los sastres
(bajo la advocacíón de Santo Domingo), tejedores (con el patronazgo de San Fran-
cisco), armeros y herreros (bajo el liderazgo espiritual de San llajo según se in-
dicaba en sus estatutos profesionales durante la segunda mitad del siglo XV.
El panorama historiográfico del artesanado castellano trazado por J. Gautier
Dalché y D. MenjotI 3 es clarificados de la ineficacia de proponer esquemas o mo-
delos teóricos tigidos. Aunque la ninayyordía de las ciudades de la Carona habían al
canzado en los siglos finales de la edad media un diversificado desarrollo artesanal
e incluso algunas de las más importantes producían para mercados exxt=tnuTegiioan2a-
les y colocaban sus productos más especializados (pañería de Segovia, Cuenca,
Murcia, Valladolid, Sevilla, Burgos, armas de Toledo, cueros de Córdoba, cte.) fue-
ra de las propias fronteras políticas, es igualmente destacable la existencia de un
artesanado urbano modesto, desestructurado, no cualificado, - que vive o malvive
de su trabajo, y que en ha de recuperar junto a la producción organizada. La ima-
gen monolítica de la sociedad artesanal no se corresponde con la heterogénea re-
alidad interna que demuestra la docuírientación.
Muchas actividades aparecen tempranamente vertebradas dentro del modelo
asociativo, con elementos y rasgos de corporación laboral y de oficios integradas
en asociaciones sacio-religiosas, tal como se ha documentado para muchas ciuda
des castellanas en el siglo XIII, en contraposición a 19 que se. había admitido tra-
dicionalmente para Castilla. Las estructuras- económmico-sociales de la Corona en
general y las de cada ciudad caí particular explican el número, y la debilidad o con-
solidación de km odia corporativos, resultando pues inoperante proponer fechas
rígidas para fijar el establecimiento del trabajo organizado, cuyas normativas de
producción homogeneizaron para la pañería los reyes Católicos a través di U pro-
mulgación de ordenanzas generales.
Por su parte, Menjot ha señalado las ideas fundamentales mantenidas por las
escuelas historiográficas que se ocuparon de establecer el origen y la naturaleza de
las corporaciones de oficios (que actualmente dado el giro historiográfica no han
13 nL'artisant urbi1n daos les pays de la couronne de Castilla avant le rIgne des asas C.athaliqlte>,
el LO~a »w hipénouu4? ~que PP. 949 y IMENJOT, D.- -Les n . Ctiers en Castilla au Bas Mo-
yen Áge : Approche des <véctis socio-économíques>-, en Les métiers tau moyen age , pp. 205-227 .
XOW1
14 D8ENJ{YT, -Les xníóers ca CauiDe ., / pp, %Q8-211 ; (6\UTDER IA%HÉ. Ilzrtfamnt u/bmft..,
industrias textil, del cuero o del análisis social de la indumentaria' 7 , y sin preten-
siones de exhaustivídad, veánse-
a) Con caráctergeneral-
18 Similar al esquema planteado en este estudio han aparecido posteriormente dos monografías,
las de J. Abellán Pérez y J.D. González Arce.
La cidra coMíWna en la Edad Media, Logroño, 199&
TARQk IT=10OYEZ, E. - -Las cofradías de alta en el ibis Vísco durante
la Edad Media (1350~15-50), en Stvdia H~Yca, 15 C1 97.),
-- BTENÍíTEZ BOLORD=0 las coladkki zmodistela am el rebog A lldencli
cante, 1999,
- NAVARRO ESPINACH, (T Líni cmigenes z* la sed~ valánciana, 'vlmlennxctia,
1999
--- CASTILLO, L y MARÚNEZ, LP_ Els gremís mediesals en les fonts oficíals, Va-
lencia, 1999.
- PUÑAL FERNÁNDEZ, T.-, Los artesanos de Madild en la Edad Media (.1200-
147ZI M~1 YVE,
20 Iradiel mantuvo hace ya más de 20 años que el desarrollo o retroceso de las economías no se
podía establecer en términos de <,dependencia, -colonizaciónH o nperiferia- de la -economía-mundou. So-
bre ello vuelve a incidir en ,Ciudades, comercio y economía artesana», p. 607 y 613-616 . En la actuali
dad se aboga por la aplicación del concepto de economías integradas (o mercados complementarios
bajo la perspectiva de desarrollos económicos desiguales) .
21 Sobre estas y otras cuestiones vid . la síntesis de Iradiel (Ciudades, comercio . », pp. 652 y ss.)
exponente de las nuevas propuestas metodológicas del autor.
XXXII
cordonera, junto a unos tales Pedro Boa, Pedro Zamarra y Pedro Trapero, cuyos
apellidos relacionan con estos sectores .
se
En suma, antroponimía y acti*Jades que desde el principio resultan significa-
tinas en la organización socioeconómica del espacio, donde estos artesanos repo-
blwddaoirres (menestrales-campesinos, 'responsables de la producción de objetos
básicos de la vida cotidiana) fueron heredados mayoritariamente bajo la condición
del peonaje, :xveteml? a la propiedad de pequeñas heredades en la huerta a con-
dición de fijar su residencia y poblar las tiendas y obradores establecidos alrede-
Sano Domingo, donde se cocAlcIbmrakbaan
dor de la nuevas Plaza del Mercado (actual (k
feria anual de San Miguel en septiembre),
el mercado semanal de los jueves y la
que ocupaba 2 2.360 mts2, en cuya
según dispuso Alfonso X en 1272 . Ciran Plaza,
superficie y sus alrededores durante la etapa bajomedieval se erigió el polo co-
mercia], e industrial de la ciudad, siendo habilitada con la apertura de nuevas pues
fin de
tos (signíbrávarnente la, 14 Mercados a facilitar La concurrencia humana,
En el proyecto urbanístico, alfonsí, los espacios artesanales y comerciales se in-
cardinaban conjAemenuwinwuxenite de acuerdo a un plan preconcebido que el mo-
narca pergeñaba y modificaba entre 1267 y 1272. En el eje urbano o «carrera
mr^i que enlazaba la iglesia, mayor di Sana Míaitt (futura (Ater» cun la cita-
da Plaza, instalaba a los comerciantes de paños, originando el nacimiento de «La
Trapería» que ha perdurado, hasta hoy. Simultáneamente se agrupaban. dioxibuirn,
jerarquizaban y reservaban determinadas calles para las actividades más destaca-
das, tales como los oficios relacionados con el equipamiento militar (armeros, si-
Meros y freneros), prioritarios en la organiztcí6ii de una ciudad de frontera,
seguidos de los de la piel y del vestido (bruneteros, blanqueros, zapateros y co-
rreeros), la construcción (carpinteros,) y el abastecimiento (caaurnikcatrías
y pescaderías), tendentes al aprovisionanúento básico de los bienes de consumo
social generalizado . Tiendas y talleres de los citados oficios, cuyos usufractuarios
quedaban obligados a pagar unas diferenciadas tarifas censales en corresponden-
cia con la jerárquica valoración de las actividades. En ese orden, los censos inmo-
biliarios anuales rnás gravosos cnomasppwo"ndbiicaruon a las tiendas de la calle Traperia (4
ints. alfonsíles de oro.), seguida de las de los cambistas, carnicería y pescadería í3
las restantes -de los mis imnmensutc-
mrsJ y las de pellejería (2 nuni micioxas que
ron se gravaban globalmente con un maravedi de oro, El callejero es el reflejo de
su sociedad, dotándolo de una función eminentemente económ= que se emula-
ba con otros factores culturales y sociales .
Tres calles intramuros vertebraban el espacio económico dispuesto en esta pri-
mera capa de transición sobre el eje urbano abierto en Trapería, donde se ubica-
ban alas demba que Idos christianos venderían los pannos de Francia», es decir
del coinercio, Textil más especializado y de importación; -en sus pro~imidades se
instalaban los cambistas con «las hiendas de los cambios de las nionedas» (la ac-
tual Plateria), necesarias en -tina econotTia pretendidamente urbana y camada, y
finalmente «La Pefligeria», que he localizado entre el trama de la actual calle de
Andrés Baquero, y la muralla, paralela a la Plaza del Mercado y comunicada entes-
ella a través de, la apertura de una puerta en «la rua de la Pellígct-ía»,
taue= con
XXXV
La idea de Alfonso X fue ubicar esta calle en lugar céntrico, como correspondía al
suntuoso comercio de pieles y otros productos de cuero,
Pioneras y básicas transformaciones urbanísticas reaUzadis para readaptar la
madina a los proyectos de repoblación de una ciudad cristiana, condicionada por
los valores culturales y las necesidades del tipo de sociedad asentada, tanto como
por los propios condícionamientos morfológicos del espacio y los socioeconómi-
cos de la nueva población, De igual forma, el mantenimiento segregado de las mi-
norías religiosas obligaba a inservar espacTas propios para la creación de La Judería
y La Morería. No obstarite, la ordenación del espacio urbano y periurbano giraba
en torno a las actividades industriales y comerciales cristianas, fijando desde los íní-
cios una toponimia propia e identíficatíva pese a la debilidad, más cualitativa que
cuantitativa, de la nueva menestralía, izada al paga de los censos inmobiliarios que
la monarquía trasvasó a la iglesia.
Desde el comienzo de la Murcia cristiana se dispuso una zona para la instala-
ción de las adoberías, donde se llevaba a cabo el proceso de preparación y curtí-
do de las pieles, que se situaba extramuros en las proximidades de la Puerta de
Orihuela. Igualmente fue aprovechada el intenso bagaje hidráulico awnAmán, tan-
to para la agricultura como para la industria textil, documentándose en época al-
fonsí la conservación del equipamiento molinar heredado y la pretensión de
aimpliar1p taría qué las onlarianzas idle los carpinteros de 1394 dejaban total liber-
tad para cortar madera durante cualquier época del año si era utilizada en la ela-
boracíón de ruedas rnolínares, Así pues, la noticia más antigua de un ,molino
trapero» o batán para Murcia data de 1282, en conexión con el proyecto de reiria-
pulsar la industria pañera local, cuando se instaba a los vecinos cristianos de La
Arrixaca a readaptar con este fin el casal de molinos existente sobre la acequia que
habla pertenecido a un antiguo propietario musulmán, Iba Birrieta lEmbién de
época íslámica fue al menos el batán que formaba parte del equiparníciato molinar
o «molinos de allende», situados junto al Puente en la orilla derecha del Segura. Su
funcionamiento se sigue constatando con Alfonso M, y con propia individualidad
de molino trapero concejil en 1364 y 1397. Las técnicas hidráulicas aplicadas al ha~
tanado de los paños de buena calíddrad se intensificaron a partir de mediados del
siglo XV, como prueba la ampliación del equipamiento realizada en este endave
msalinar olande en 111 se consatan bastantes ruedas bataneras) por conocidos lí-
najes del patriciado («señores de batanes>Y1 y la explotación de batanes por pode-
rosos clanes familiares de pelaires (a finales del siglo XV, los Albacete, Bonilla,
Roldán, Guerao, Serrano, cte.),
Además de los más antiguos batanes sobre el rio, al sur de la ciudad, los insta-
lados extramuros sobre la acequia de La Aljufia, en las inmediaciones de la Plaza
del Mercado, al norte, donde se focalizaba la producción pañera, fueron exponente
desde el primer tercio del siglo XV del crecimiento de una industria especializada,
de mayor calidad y competítivídad, que habia cambiado decididamente su orien-
22 MARTíNEZ CARRILLO, Mi LL, y MARTNEZ MARTNEZ, M.: Ori~enes y expansión de los moli-
nos búhúuhcos en A2 e*a*ul y buteena de, Alurcia, Ayuntanúento de Mutria, 1993, p. 70 y ss. y p~ 86 .
XXXVI
tación autárquica primígenia . Expansión batanera que iría abarcando otros espa-
cios acuiféros, perilérícos, tales como el tramo segureño de Puerta Nueva y la ba-
rriada de San Andrés desde 1466 a 149213, Indicativo del desarrollo textil fue el
acabado de los paños, el bCOMAD y el teñido, para lo que se utilizaban diversas
calidades de tintas, fundamentalmente el pastel, colorante monopolizado por los
genoveses, que fue triturado en las almazaras urbanas, como las existentes en San~
la Eulalía y Sawn Miguel. Almazaras necesitadas de agua pero que todavia a linales
del medievo parece que no Mr0n hidráulicas, como tampoco los trapiches; y la
respuesta (la la no adaptación a llos mismos de la entagía del agua hatm1a que irxe-
lacionarla con el todavia escaso volumen de producción y comercíalizacíón de
aceite, azúcar, tintas y jabón, no comparable con el del cereal y los paños, pro-
ductos que amortízaban rápidamente la inversión hidráulica .
También la producción de jabón, elaboraddo, con aceite foráneo, explica no s6-
las indus-
lo el desarrollo almazarero sino que se interrelaciona eni 1 pujanza de
trias pañera y del cuero, en las que se utilizaba para la limpieza y batanado de los
paños y el
relúandicirniento de pieles y, cueros,
Las actividades protoindustríales, necesitadas -de rnajores recursos acuíferos (río
y acequias, más lavaderos, balsas o pozos) repercutieron en la degradación me-
dioambiental (contaminación del aire y del agua), originando una problemática so
cial ya muy« acusada a partir de los años 60, cuando la recuperación poblacional y
las continuas protestas del vecindario más afectado exigian soluciones políticas,
Prohibición de curtir pieles, teñir u otra cualquier actividad perniciosa que realiza-
ran los artes-anos dentro de los barrios intramuros (a excepción de La Juderila) o de
sus viviendas-talleres fueron insuficientes e ineficaces, elevándose la consiguiente
repulsa social hacia los oficios e industrias contaminantes.
El desarrollo protoindustrial individualizaba, fijaba y ampliaba los espacios la-
borales. Tempranamente, desde la segunda -mitad del siglo XIV, el curtido sie había
concentrado en «las caBes dé I*s Adobedis», sitas en La Judería o barrio de San
ta Eulalia, a intramuros, pero desde la segunda mitad de la siguiente centuria «nue-
vas adoberías» se instalaban entre Puerta Nueva y la de Las Menoretas
(monasterio de Santa Clara) en el arrabal de La Arríxaca . Importante zona al norte
de la ciudad elonde la celebración los jueves del Mercado y la feria de septiembre
había concentrado la producción textil, pues tanto los siete «tíntos» o tintorerías
(ubicados entre la Puerta Nueva y la del TDMIcarrzdlo y en funcionamiento desde fi-
nales del MV-princípíos del XV) como los tiradores (localizados desde la década
de los sesenta en los alrededores de la Plaza y contiguos o próxiinos a los batanes
existentes en ese sector de la Affixaca) convirtieron dicho espacio en el polígono
industrial del reino, Otro foco comercial en clara expansión, La Plaza de Santa Ca-
talina, ~Taba en sus inmediaciones la actividad co-mercíal y artesanal; cercana
a ella se encontraba La Zapateria, con calle propia que concentraba desde las dé-
cadas finales del )UV los talleres de: zapolernoys en San Pedro, o la «calle de la Ado-
berla» en San Antolín, asíreconocida desde al menos 1479.
23 Ibídem, pp . 8586,
=TM01
a) La produccíón pañera
ejemplo, desde 1416 se incorporaban peines más anchos a los telares, posibilitan-
do el tejido de unos paños de mayor densidad, anchura y fácil comercialización, o
como en 1429, que a exigencia del señor del paño, las piezas deberían tener un
mínimo de 40 varas (unos 34 metros), Renovación de la pañeria murciana que se
realizaba con el fin de superar la crisis económíca de finales del MV, cuya recon-
versión en el sector pañero se hizo adoptando la normativa de fabricación valen-
ciana Antes de merdiar: el sigile, IDA la Prunuda pañedia murciana daba muestras de
su diferenciada calidad y de su diversificación, corno prueban los costes del tejido
de paños =Yorraes y menores,, de variada tipología y calidades: secenos, palmi-
llas, docenos, dieciochenos, veintiunos, cordellates, estameñas, sargas, cte., am-
pliadas posterioram0ennute con la elaboración de velartes y palmillas veíntedocenas,
cuyos adobos cuatríplícaban su coste (500 nirs .) frente al del paño inferior o sece-
no (100 mrs,).
El desarrollo de la pañería en Murcia se debió esencialmente a la influencia
y asentamiento de mercaderes italianos, genoveses y florentinos, de quienes de-
pendió en exclusiva, desde principios de siglo y hasta el reinado de los Reyes
Católicos, el abastecimiento de pastel procedente de Lombardía y Toscana, re-
gulado mediante convenios de monopolke, y apoyados por el concejo, con cu-
yos miembros se aliaron en inversiones y negocios conjuntos, además de ser
también los italianos prestamistas de la institución municipal, Sin embargo, jun-
to al pastel importado por los genoveses, se constata producción local de esta
tinta en las décadas setenta-ochenta, en manos de tres cosecheros murcianos,
Andrés y Antón Jimériez y Juan Lisón (linaje nobiliario), Con el pastel (emplea-
do como tinta y mordiente) se tiñeron paños azules de varias tonalidades (y
también con él se obtenían otros colores, verdes y negros); tinta y color de-
mandados por la sociedad europea desde mediados del siglo XIV y con el que
la producción murciana se adaptaba a las exigencias de la moda, teñida de vis-
tosidad como prueban los repertorio,-, de tonos existentes en la pañeria murcia-
na en las postrimerias del Medievo . También de los italianos,. comerciantes de
lana, hoja de morera y otras muchas materias y productos, dependió la impor-
tación de alumbre (.mordiente y curtiente utilizado en la pañería y el curtido de
pieles) hasta que comenzó la explotación y exportación del alumbre ma7arro-
nero en el reinado de Enrique IV.
junto al pastel, otros colorantes, especialmente La gransp ivarAecuula en has camn-
pos murcíanos (Valle del Ricote y término municipal de Murcía), posibilitaron el te-
ñido de paños rojos y otros tonos derivados (escarlata, sanguínea, bermejo,
colorado, retado, amoratado, morado, cárdeno claro y «color de pasa») de la apli-
cación y combinación de esa tinta y de otras como la roja y el brasil, que fueron
distintivos del gusto de la elite urbana, El varíopínto cromatismo de los paños se
dispuso en torno a tres garnas de colores : rojos, azules y verdes .
Sobre esta básica pero significatíva readaptación se fueron rigurosamente deta-
llando las técnicas y normativas de la producción de paños (tendentes hada la con-
secucíón de una calidad media-alta) que finalizarían con la general
homogeneización exígida a finales de la centuria, en las Ordenanzas de 1500, com-
plementoJas ail año síguiente~ La pañeria munclíamna en aras de su salida comercial
necesitaba un reconocimiento oficial de calidad y procedencia, representado por
la inarca o eme dle Murcia que se colocaba tejida desde principios de siglo en aque-
llos paños y artesanías (cueros, cintas de seda, cte.) que habían superado las exi-
sello
gencias de fabricación establecidas, asmJadas y re6xcululas por el concejil y
una bolla de plomo, auténticas marcas de garantía de los paños que hacían viable
su venta y exportación.
A pesar de la reglamentación abocada a la mejora de la producción textil, en
teórica defensa del consumidor, su incumplimiento fue una realidad bien vísible en
los numerosos fraudes existentes durante Lm; anÍadas operackawn del pnyxsD de
elaboración, que eran denunciadas y correspondíenternente prohibidas sin dema-
siado resultado; aquéllos es ~pendían ten la deficiencias en la elaboración, de-
sígualdad calídad-precio, en la contravención de las tarifas de venta estipuladas, en
la indebida colocación de. la marca de fabricación a paños rurales procedentes de
otros núcleos del reino, cua Fraudes en los que intervenían los diversos artesanos
del proceso en connivencia con el trapero autóctono (judío), mercader castellano
(burgalés y toledano) o señor del paño foráneo (-Wranjero-: italiano o de fuera del
reino y de la corona castellana) para quienes trabajaban,
y en omwerMgemnwcía con la cualíficación de la pañerim murciaría,
las tendencias proteccionistas, acusadas durante periodos económicos críticos
(década de los cuarenta y sesenti) se ibrxnlpxornillaun sobre el comercio textil, interno
y externo (con Axagón, funtíamentalmente Valencia, y Granada), estableciendo
precios máximos, limitando las exportaciones de materias y productos elaborados,
prohibiendo o restringiendo las importaciones de paños, reforzando el control
aduanero, cte. Al mercado semana¡ de la capital y a la Aduana llegaban, desde las
poblaciones rurales del reino y del Marquesado (Cartagería, Lorca, Aledo, Mula,
Caravaca, Yecla, Jumilla, Yeste,Alcaraz, Peñas de San Pedro, Jorquera, Cieza, Al-
harna, Librílla, Molina, Cotillas, Alguazas, Chinchilla, Vilana, 1001 =:arra, Al-
bacete e Iníesta) o de otras cercanas, como Orihuela y su comarca, vecinos y
pequeños comerciantes, traperos y buhoneros, indístintatríente para vender, com-
prar o intensuyiúar sus mercancías. Mercaderes ambulantes, pequeños artesanos-
comerciante,-, y tiendas-talleres especializados mantenian en activo el comercio
lor, que se complestraba con el existente y muy regular comercio de importación
textil y terrestre con Valencia, Cuenca y su comarca y el territorio castellano-man-
chego, protagonizado prT algunos naWam±bwroes de boyantes familias judias murcía-
rías (los Coben, Abenarroyo, Aventuriel), quienes colocaban en la capital las
piezas y paños valiosos que adquirían en el gran centro productor y mercantil de
Valencia (cuyas variedades se detallaban al ser registrados a su entrada en la ciu-
dad en 1467),
Comercio Interregional terrestre rnwo exclusivamente pañero que estuvo acapara-
do por judíos, corre-dores-comísionistas, traperos (al menos 14 a finales del siglo
XV) y pelaires conversos y cristianos de Murcia (entre los que sumaban 3-5 6 36
vecinos en 1497), tratantes autónomos o intermediarios de los mercaderes caste-
llanos e internacionales que hacía finales de la centuria se habían introducido y
consolidado en los ampliados circuitos comercíales, del reino. Pese a la intensifica-
ción del camercá de paños (hispánico y eurc~ y ki existenda en M[urcía el pa-
ños, telas de sedas y lienzos de diversas procedencias (valencianos, conquenses,
manchegos, flamencos, franceses, italianos, ingleses, cte .), que en determinados
períodos, coi-no en la década de los ochenta (crisis productiva coincidente con las
campañas granadinas), acusaban la, catupetencÍa de la pañería MI y retardaban
el proceso hacía la industrialízación del reino por la sistemática extracción que de
sus recuwsos (lana, cueros, etc.) hicieron los agentes mercantiles y por La incapaci-
dad socioeconómica existente para superar, antes del siglo XVI, la dependencia y
compatíbilización de sus artesanías con las manufacturas foráneas, La rutas comer-
coks q1e caoxnwveerpíaan en la capital fueron- la del reino con Castilla (can-Ano caste-
vía la de Murcia-Orihuela que conectaba con Valencia y Aragón,
llano Murcia-Tolecio),
La de lama cono hacia Grarialy y ILa de Cartagerm, que enlazaba con el tráfico
ma,ritimo,
La inflaciÍS de la débecaida de los sesenta del siglo XV acusó el general cai-Jicter
proteccionista de la economia, en ki que la Maturia y el comercio textiles desta-
caban, tanto en el ámbito de la exportación como de la importación, reflejados en
los fiscales (almojarifazgo, aranceles aduaneros, aleabalas y Herman-
dad) establecidos sobre el tránsito, circulación y compra-venta de materias primas
y manufacturas lana, paños o vestidos que poi su vulor económM avalaron pwí prés-
tamos y ftieron sustitutos de numerario cuando la deficitaría liquidez financiera del
concio ay-sí lo exigi6, o bien sencillamente utilizados como objetos de re-galo y gra-
tificaciones.
c) El trabajo de la seda
11
III
fazen, que se fazen de cueros quemados e se reapen luego, e esto era grand daño
de las vez:Inos de la i~íbdat e el almota,~,en auía prendado sobre esto a los
blanqueros e ~apateros. E los Qapateros dizen que era la culpa de los blanqueros
que adolmauan los cueros, e las blanqueros dezian <pie era Li culpa dhe llols
Qapateros, peque dezAn que los gapateros que adobauan ellos la coraríbre para
sy e par esto que la culpa su de las dthns gapateros.
E sobre esto el con?ejo aula encomendado este fecho a Guillem ~,elrran e a
Johan de Palazol que viesen en quien era la culpa deste fecho e ftziesen e
sídenasen palo lo que cuas entendiesen que conplía para este fecho, e todo lo
que sobre ello flzíesen e ordenasen que fuese firme e valedero asy como sy el
copio lo Rmase e exIenase.
Por esta razon, los dichos Guillem ~elrran e Johan de Palazol en presep:ia de
Johan de (rotcó e Frani~íscc> Morell, jurados de los blanqueros, e lkwnplmT (IiWuent~
jurado de los i;apateros, e Miguel Sanchez, fizieron estos ordenamientos que se
siguen:
Primeramenue, que los ~papateros ni alguno deflos no sean osados de adobar
cueros algunos por sy de oy en un año primero veniente, en perla de Jient
cada
marauedis -a cada uno por saz pue contra esto viniere. Qualquier blanquero
que por qualquier ~apatero adobare que pague lient marauedis de pena por cada
vez. Esas :Mas que ven para 11 llauuor de la puente mayor de Murgía e que las
recabde el jurado clauario, e sy no la recabdare, luego que fuere sabidor, que lo
pegue de lo suya con el duplo,
Otros¡, que ningund blanquero no sea osado de adobar cueros algunos que
seanfalsos ni mal adobados mas que lo fágan bien e lealmente; e qualquier que
contra esto fusa, que el almotaipen con los jurados de los blanqueros que le
,querne e faga quemar los cueros que fuesen mal adobados, que pechen de pena
doze marauedis.
otrosí, qualquíer Qapatero que conprare o labrare cueros que sean mal
-adobados, que pechen de pena doze marauslis; e py Róme japaros delD e lo
sandisa que el i~,apatero sea tenudo de tornar el pres~io de los ~apatos al
conprador e le quemen los cueros e la lauor que dello fizisa.
otrosí, qualquier i~apatero o blanquero que conprare alguna labor de coranbre
en el aduana que no sea osado de la sacar de la aduana fasta que sean vistos por
los jurados de los blanqueros e ipapazeros -,y son buenos e quales deuen ser, en
pena de qualquier que contra esto fizieren que pierdan todos los cueros que
conpraren, que pechen doze ni-arauc-dis.
Otros!, que ningund blanquero no sea osado de poner ninguna coranbre de
ninguna natura saluo en cá, i~inero nucuo, en pena de doze mamuedís.
Otrosí, que ninguno no sea osado de fazer suelas de S:apatos de cullar sy no
fuere asazonado bien de almecon, segund conviene al labrar de cullar, en pena a
qualquíer que contra esto faisa que pierda la lauor e peche doze marauedis.
Otras¡, que ningund qapatero no sea osado de teñir ningund cuero que sea de
lauor de teñir pani que paresgosse, de cullar, en pena de perder la lauor que dello
fizisa e de doze marauedis.
3
IV
cuero, E qualquier que lo as¡ no idobare que peche doze marauedis por cada
vez, la meitad para el almotagen e la otra racítad para los jurados de los
blanqueros,
Otrcaj, ordenanmi que el cuero de buey o de vaci que se akkare con Um yue
se adobe desta guisa: primeramente, que lo pongan en cal~ínero nucuo e que
yangan por cada un cuero una arroua e media de tan, esto que se adobe del
primero día de otubre fasta el postrimero día de abril . E qualquíer que desta guisa
no lo adobare que peche de pena doze marauedis por cada vez que él fuere
fallado e que páenla las cueros que fueren fallados mal adobados, e que el
alrnota~en e los dichos jurados que fagan quemar los cueros que as¡ fueren fallados
que son mal adobados, e que esa psu de los dow marauedá qu9: sea ki meclitad
del almota~-cri e la otra meitad de los jurados de los blanqueros,
otros¡, ordenaron que los cueros de los cordouanes e de los carneros que se
adoben desta guisa e que los pongan en calojnero nucuo, e que pongan en cada
tinada dos dozenas decordouanes o de carneros e no mas, e que les pongan dos
arrouas de lentisco a cada tinada, e que lo saquen del lentisco quando ayan auido
sus banyos, despues que les pongan por cada tinada quatro, arrouas de reador, e
que ningund blanquero ni papatero no sea ceaáD de labrar ní tajar ni sacar & las
adoberías los dichos cueros, de ninguna condiQion que sean, fasta que sean vistos
por los jurados de los blanqueros, en pena de perder la coranlare e que sean
fechos tres tergios de la coranbre perdida, e que sea el un teffio del almotagen e
el otro terjo, de los jurados de los blasqueros e el oca unjo del acusador que
lo acusare.
otros¡, ordenaron e mandaron que sí algund blanquero o ipapatero sacaren
lgunos
a cueros del ello de la blanqueria e los jurados fallaren que fueren crudos
de su adobo que ge lo fagan tornar adobar., e por quanto lo sacan que no era bien
alk~ qui peche doze rmusuedis de pena, la meatad para el almotao~en e la otra
meatad para los dichos jurados blanqueros,
otrosy, ordenaron que por quanto el adobo de los cueros para trancar se
adoban de otra guisa que ningund otro cuero, que ninguno no sea osado de los
adobar sino desta guisa que se sigue es a saber, el cuero mayor de callar que
pongan por asazonar tres libras de sayn e al cuero medianjero dos libras. E
que peche por pena cada vez doze inarauedis, e
qualquíer que asy no lo RAere
que por esta pena la meatad para tel almotagen e la otra meatad de los jurados
sobredichos,
Oturosy, ordenaron que qualquier asazonador que awseaazomrmamn las <xmmknzuie; co
pieles de carneros que se sazonen desta guisa: es a saber, a cada dozena de la
coranbre tres libras cki sayn. TE qualquier que de otra guisa lo adobare que paguen
doze marauedis de pena por cada vez e sea partida segund dicho es,
Otrosy, porque fallaron que i;apateros asazonauan alguna coranbre e aquella
no cm bien asarranada como dada e era engaño de las gentes, por esto ordenaron
que ningund Qapatero no asazone ninguna coranbre de ninguna natura que sea,
en pena de doze marautidis lar cada vez que él fuere fallado e esta pena que sea
del almotaQen.
5
vi
via
dicha i~ibdat que usan. de fazer los dichos paños, asy texedores e perayres e
tintoreros e sombre qualesquier otros menestrales que usen de fazer de los dichos
paños de lana, porque vean sy cada uno de los dichos menestrales usan como
deuen fazer los dichos paños cada unos en sus oflios, a Johan Ferrandez de Santo
Domingo e a Franosco Bernat, vezinos de la dicha ~ibdat, que son omes buenos
e pertenesoentes para ello .
E qualquíer o qualesquier menestrales que los dichos paños usaren de fazer e
les no fizuren de la guísa que deuen e segund mandan las ordenaliones que
fablan en razon de como deuen ser fechos los dichos paños, que los dichos J:Than
Ferrandez e Franosco Bernat que los fagan prendar por aquellas penas que en las
dichas ordenapiones se comuna e de los dichos paños fagan lo que se contiene
en las dichas ordena~iones, e de que los dichos paños fueren acabados de fazer
de todos los adobos que ouieren menester e fueren vistos por los sobredichos
veedores, que los dichos veedores que los siellen con el siello que el conQejo les
tomen para, sy por su trabaje
manda:ra dar para ello, e que los dichos veedores que
de cada paño que sellaren 5:inco dineros.
E ordenaron e mandaron que ningund perayre que paños adobaren no sean ni
osados de vender ni librar paño alguno de que fuere acabado de adobar, suyo
ageno, fasta que primeramente sea visto e sellado por los dichos veedores, so pena
de sesenta marauredis a candka uno por cada vez que ba filmen E lana esto, loes
dichos ornes buenos e ofigíales ordenaron e mandaron que Ramon Lidon, jurado
e clauario del dicho conQejo, faga. fazer un siello de fierro con todo lo que sera
menester para ello, a señales de la :dat, para con que se sellen los dichos paños,
e un arca e dos llaues en que este ; e que estas Haues que tenga la una el dicho
Johan Ferrandez e la otra el dicho Franj~ísco Bernat; e todos los marauedis que
costare de fazer el dicho sello e todo lo que sobredicho es que le sean recebidos
en cuenta al dicho jurado.
yM
Por esta razon, los dichos omes buenos e ofi&les ordenaron e mandaron que
los paños de lana de los que sacaren a vender el día del mercado que se vendan
en la Call de la Traperia, segund que se acostunbro sienpre en esta dicha e-ibdat,
desde el canton que esta ~erca el pozo de Santa María fasta el canton de las casas
do moran agora Esteuan de Tortosa e Johan Espinel, perayres, so pena de sesenta
marauedis cada uno que dende adelante los vendiere, e que esta pena que sea
para los jurados e el escriuano del con~ejo.
E mandaron que sea fecho pregon dello.
E qualquier que paño vendiere en la dicha call, que lo pueda vender en la dicha
call, do quisiere, trayendo bancos en que lo tengan, e que no les demanden cosa
alguna los que tienen fronteras en la dicha calle por vender y los dichos paños.
La qual ordena~ion fue mandada luego pregonar por la dicha ~ibdat.
El qual pregon fue fecho por Fran~isco Dolo~et, pregonero publico de la dicha
~,ibdat.
IX
los vezinos e moradores della e que seria razon porque muchos de los dichos
perayTas que fiziesen muchos, males e daños en los dichos paños e aun que se
yrian con ellos, ordenaron e mandaron que asy sean tenidas e obligadas las
mugeres de los dichos perayTes de dar cuernia e recabdo e fazer pago de los paños
que sus maridos tomaren adobar e perayrar aquellos de quien los resQibieren como
sus maús=
E esta ordena~ion que se entienda tanbien contra las mugeres de los tintoreros
e texedores e alfayates e oreppes e de qualquier otros menestrales de la ~-ibdat que
tomaren a fazer lauores de los vezínos de la dicha £-íbdat o de algunos otros aquí
en la dicha o;ibdat,
jurados de los dichos gapateros que ellos ge lo fágan tornar adobar otra vez, e que
pechen doze marauedís e que se partan de la =nera que, dicho es,
Otrol, ordenaron que ningund ~apatero ni asazonador no sea osado de
asazonar con scio ni con aseyte por quanto es laluor falsa e encaramada, e
qualquier que lo fioere que le quemen la coranbre e que peche doze marauedís
e que se partan como dicho es .
Otrosí, que ningund 5~apatero no sea osado de labrar con filo de lino las suelas
de los o~apatos, por quanto es lauor falsa, sino con filo de cafíamo, e qualquier que
lo fioere que peche doze marauedis e que se partan como dicho es,
Otrol, ordenaron que ningund ~apatero no sea osado de labrar los ~apatos
chicos que fueren para mogos, que Toma de tres afflos arriba, sabio con! suéla
Yararía e que no sea de sal de conpas, e si así no lo fioeren que pechen doze
marauedis; e si por aventura fuere suela de " de conpas que ge la quemen, e esto
por quanto, es lauor encaramada, e pechen los dichos doze mar-auedis .
Otrol, que ningund 4~apatero no sea osado de labrar cuero de paraje ní
j:eruuno par quante, es lauar en,cararneada, e qualquier que lo flocre que peche
seys~ientos marauedis.
Otrosí, ordenaron e mandaron que níngund blanqiiero ni otro ninguno no sea
osado de poner ningund cuero de paraje en pelatibre ninguna syno por su parte,
e qualquier que lo al no Roca que pecheri doze maraucdis e que se partan como
dicho es.
otrol, ordenaron e mandaron que ningund cuero que sea que no salga de 1,1
tenería syn lo veher los dichos jurados, sy lo sacaren que paguen por cada vez
sesenta marauedis que se partan como dicho es.
otrosí, ordenaron e mandaron que el coranbre de callar que no se adobe sino
acosído, que no pongan llentisco ninguno syno rahudor solo, y sy no que pechen
doze maraxiedís e que se penan como dicho ew
Otrol, ordenaron que sean de aquí adelante cada año, para veer e recono~,er
todas las lauores e cueros que los dichos blanqueros e ~apateros adobaren y
labraren y eso mismo asazonadores que asa7oreron, dos jurados, e que sea el uno
de los blanqueros y el otro de los ~apateros,
E, luego, en este día fueron puestos por jurados de kv dichros tnenesteres, de
aTE al día de Sant Juan primero que viene, a Nicolas Rouiranes por los blanqueros
y a Mateu de Monj;on por los ~apateios, los quales repílieron el dklu3 ofick) 1y
juraron de usar en el bien y lealmente.
XH
Este dia, por parte de los veedores del ofi~io de los texedores de la dicha
~ibdat, fue dicho e dado entender al dicho con~ejo e omes buenos e ofi£-iales de
como antiguamente los dichos texedores de la dicha o~ibdat tienen algunas
ordena~iones fechas en razon del su ofigio, las cuales fueron fechas e ordenadas
en la ~ibdat de Valen~ia e troxeron dellas traslado aqui a la dicha ~ibdat de
Mur&, al tiempo e razon que se comeno~aron a fazer e labrar en esta dicha 5-~ibdat
paños de lana, e despues aca los texedores de la dicha ~ibdat an usado e usan
por ellas.
E, agora, los dichos veedores del dicho ofii~io de texedores, dixeron e
pidieron por mer~ed al dicho con~ejo e omes buenos e ofi&les, que ouiesen por
bien que asy como las dichas ordena~iones fueron e son fechas por la dicha
~ibdat de Valen~ia e por los ofiQiales e juezes della, segund por el traslado
de aquellas pares~e e se muestra, que aquellas fuesen vista e corregidas
e examinadas por el dicho con~ejo e por algunos omes buenos sabídores e
entendidos.
E vistas e examinadas aquellas, que fuesen fechas e ordenadas nueuamente por
el dicho con~ejo de la dicha gibdat de Mur~ia e que usasen por ellas dende
adelante los dichos texedores; e que mandasen al almota~en e a los jurados de la
dicha gíbdat que ge las guardasen e obseruasen e cunpliesen de la manera que por
el dicho con~ejo fuesen exsaminadas e ordenadas.
E el dicho con~ejo e omes buenos e ofiQiales, veyendo que los veedores de los
dichos texedores dezian e pedian en esto razon e derecho, ordenaron e mandaron
e touieron por bien que Alfonso de Vallibrera e Bartolome Tallante e Ramon
Gallarte e Alfonso Por~el, que son de los dichos quarenta omes buenos regidores
de la dicha ~ibdat deste año presente, vean e reconoscan las dichas ordenaS~iones
fechas e ordenadas por la dicha Qibdat de Valeno?ía en razon del ofii~io de los
dichos texedores, de las quales ordenaS~iones tienen el traslado los texedores de la
dicha ~ibdat de Mur&.
E vistas e reconos~idas aquellas con algunos omes buenos, sabidores e
entendidos del ofi~io e arte de texedores e de paños, las exsaminen bien e
deligentemente, e sy entendieren que ellas an menester hernienda o mejoria o
cre~er o menguar en aquellas alguna cosa que lo puedan fazer e fagan en nonbre
e en boQ del dicho conjejo e que fagan dello rela~ion al dicho cono~ejo, porque el
dicho con~ejo lo vean e lo ordenen, porque sea firme e valedero e guarde en
memoria para sienpre, porque los dichos texedores usen por ellas de aqui adelante
e no por otras algunas .
12
SMI
1 No apmeen escriras en 1 -Tem las ordenanzas a las- que se aluden, si bien se dejó una, página
para incluirlas; de ahí que sólo se transeríban los motivos que indujeron al concejo a establecerlas .
13
jiertas penas e aquellos poner e dar por tal que sea a terror e a correcQion de
aquellos e sea enxenplo e dotrina de los otros, e cada uno use bien e lealmente
en el dicho ofilio en manera que los dichos texedores e perayres e tyntoreros usen
cada uno en su ofijío, estable~íeron e ordenaron los capitulos e ordenamientos
yuso escriptos, asy que los texedores de paños de lana de lauor delgada deuen
usar e usen en ssu ofiC-io o menester bien e lealmente segunt la forma de los dichos
capitulos e ordenamientos, e por semejante usen los perayres e tyntoreros segunt
los dichos capitulos e ordenamientos yuso escriptos,
Los quales capitulos e ordenamientos fechos por el dicho cons:ejo, asy sobre el
ofi4jicí de los texedores como de los perayres como de los tintoreros, son estos que
se siguen.,
NIV
xy
Otrosí, cite ninguriud blanquero o ~papatero no sea csa¿k> de poner por finada
de cordotian ni de badanas nias de veynte e seys pielles por cada tínada e que
pongan les arrouas de lentisco por cuda tinada. e cqlumautic> de redor; e sy los, dichos
vaceddores fallaren mas de las dichas veynte e seys plelles, que sean las den-yas para
que
los dichos jurados e almotaQen e paguen en pena doze marauedis.
otros¡, níngund blanquero zá Spa^ro rro sea consardIo de sacar la coranbre de
cuero de bueyes ni de cordotian ni de badanas syn que no lo vean los veedores
de los blanqueros, so pena de perder la Ma c"adme e ppps dear
Otrosí, que los veedores de los blanqueros que puedan apremiar a los dichos
pTarros qpe pongan callal en las suelas de los :yaos del ynbxwie, día dei mayo,
fasta el postrimero día de setienbre, segund es ordenado por ordenajíon antiga, so
pena de doze marauedis,
XVI
,E por quanto en el dicho conpejo fue dicho e dado a entender en como los
veMas (la la diCha, igibd-at lieu~~,in a uTir a la tíntes plebe de lana a U^ e dde
que ion teMas fallenen libras deflas quando las pesan, que les dernandan los
tintoreres de las tales libras que falles~ien, lo qwal es grant daño y _veiiudi~:lon del
pueblo,
15
XVII
E por quanto en el dicho con~ejo fue dicho e querellado por muy muchas
personas, vezinos e moradores la dicha ~ibdat, que quando an de teñir e tiñen
algunas pe~adas de lana en los tintos de la dicha jibdat, asy para palmiellas
como para otros paños que sean de teñir en lana, que lieuan quarenta libras
de lana, las quales el tintorero pesa en su tinto e desque son teñidas e enxutas
falles~en de la dicha pe~ada o pe~adas seys o syete libras de lana, e de las que
falles(;en dichos tintoreros fazen pagar a las gentes las tintas dellas, sobre lo
qual las gentes son muy agrauiadas por perder la dicha lana e pagar las dichas
tintas .
E que pedian por mer~ed al dicho con~ejo, ofi&les e omes buenos e al dicho
señor doctor que proueyese en ello en aquella manera que fuese pro de la gente
e otrosy de los dichos tintoreros, e los unos e los otros no fuesen agrauiados .
E el dicho con~ejo e ofigiales e omes buenos e dicho señor doctor, oydo lo que
dicho es, ordenaron e mandaron que qualquier o qualesquier personas de
16
qualquier ley, estado o condiQion que Icuaren quarenta libras, que es una pe~ada,
para teñir en lana e fallesQieren dos libras,- que el señor de la lana que pague al
tíntorero las tintas por quarenta libras, E sy por auentura menguaren de mas de las
dichas dos libras, que pague al tintorero la lana que de mas de las dichas dos libras
e esto qye sea en jura del señor de quien fuere la dicha lana, e asy
mesmo a este cuento e respecto en todas las otras lanas que se tinxieron por
sueldo e por libra.
E esto fue e es ordenado con voluntad de Ugued de Soteros e de Gines Terres
e de Juan Moreno, tintoreros de la dicha gibdat, por sy e en rionbre de todos los
otros tintoreros de la dicha Qíbdat que lo quisieron e otorgaron en presenQia de los
dichos conQejo e doctor.
xvm
XIX
que se fazen en los paños e otrosy de las colores que los tintoreros fazian, que
estando en la Traperia que auia visto un paño aparejado que auia en el treynta
e seys varas en exerga, e que el por ser mejor enformar de la cosa que se avían
enformado del texedor e del perayre que lo auia adobado el dicho paño, e fallo
que era verdat que en el dicho paño no auia mas de las treynta e seys varas en
exerga, e que el que auia fecho prendar al texedor, por quanto no se auia, de
fazer paño alguno a menos de auer en el quarenta varas de crudo, porque los
que el tal paño conprauan que eran engañados en lo conprar el tal paño porque
no era conplido de varas segunt deuía ser. E que era bien que el tal paño, que
desta guisa era fecho, que ouiese treynta varas o treynta e una vara, que fuese
puesto el señal del texedor e dende arriba que fuese escagera por tirar deste
engaño.
Por esta razon, el dicho cone-ejo e ofíViales e omes buenos, con voluntad de los
veedores e jurados de los texedores, ordenaron e mandaron que los texedores
quando el tal paño fiz¡esen e texiesen que fiz¡esen el señal del texedor, e el que
lo no fiz¡ese que pague en pena veynte marauedis por'cada vegada . La qual pena
sea la teffia parte del acusador, e la otra tero~ia parte para los juezes que lo han de
librar, e la otra tercia parte para los adarues de la ~:ibdat.
De las colores de los paños,
E, otros¡, por quanto fue dicho que muchas personas que licuan a teñir algunos
paños a los tintoreros para que ge los fagan de la color que cada uno demanda, e
quando los señores de los dichos paños van a ver al tinto los dichos paños fallan
que no llegan a las colores que los señores de los dichos paños demandan e
pagasen de la color que los fallan teñidos ; e por quanto dize, una ordenagion que
el tintorero que adobe los dichos paños e los señores por re,~elo que no ge los
confondan de la color que tiene, e demas porque no ge los descarden dizen que
ellos que se apagan de la dicha color e que quiere pagar por la color que el dicho
paño tiene, Por lo qual, los señores de los dichos paños e tíntoreros an de
contender sobre ello e que lo fazia saber al dicho con,?ejo porque proueyese sobre
ello,
Por esta razon, el dicho con~ejo ofiffiles e omes buenos ordenaron e mandaron
a los dichos juezes puestos por el dicho coni~ejo que si las tales personas, señores
de los paños, se apagasen de las tales colores que seran dadas a los dichos paños,
que judguen e fagan pagar a los señores de los dichos paños por la color que los
dichos paños touieren, pues los señores de los dichos paños se apaguen de las
dichas colores segund las colores que fueren.
19
xx
~<Este es traslado sacado de una carta del rey nuestro señor, que Dios mantenga,
escripta en papel e abierta e sellada en las espaldas el tenor dela qual dize asy.
Don Enrique por la graQ¡a de Dios rey de Castiella, de Leon, de Toledo, de
Gallizia, de Scuílla, de Cordoua, de MurQia, de Jahen, del Algarbe, de Algez1ra e
señor de Vizcaya e de Molina, al con~ejo, alcaldes, alguazA e regidores e ofi0ales
e ornes buenos de la Qibdat de MurQia, salut e gra~ia,
Sepades que el conglo e caualleros e escuderos e ofigiales de la mi villa de
Lorca se me enbiaron querellar e dízen que puede auer siete o ocho meses que
Icuastes e auedes leuado de los vezínos y moradores de la dicha villa de cada carga
de pan que eribían a moler un marauedí e de cada peda~o de paño que eribian
adobar tres marauedis, de los quales dizen que los Icuades diziendo, que tenedes
mi leo~enQía para leuar la tal iriposígion por virtud de una mi carta fecha en esta
guisa. _
Don Enrique por la graffi de Dios rey de Castiella, de Leon, de Toledo, de
Gallizia, de Seuílla, de Cordoua, de Mur~-ia, de Jahen, del Algarbe, de Algezira e
alcaldes te alguazil e regicUores e omes
señor de Vizcaya e de Molína, al con~~ejo e
buenos de la Qibdat de Murcía, salut e gra~~ia.
Sepades que vy vuestra peti~~ic>n que me cribiastes, por la cual me fez¡estes
saber como por razon de los debates e de la deuision que en los tieripos pasados,
despues de que yo regne aca, han andado en la dicha Qibdat ,~esaron de se pagar
grandes contias de marauedis de los que la dicha pibdat duia pagar "y a mi cono
a vasallos míos que los ovieron de auer, lo qual dizen que quando por culpa e
ocasíon de Andres Gar~ía de Laza, procurador que era de la dicha pibdat, los
quales marauedis dezides que vos es agora for~ado de pagar a mi e aquellas
personas que los ouieren de aucr; e que por ninguna manera la dicha ~pibdat no lo
podría conplir ni abondaria a ello, E que me pediades por merQed, porque mas
syn akn lo pudiesedes conplir, que vos quisyese dar lí~en4~-ía para que pudíesedes
poner alguna inposi~ion, asy en el pan e vino e carne e pescado que se y ouiese
a uender como en las bestias que y ouiesen de entrar como en los paños e en otras
cosas, e que pudíesedes derramar algund pecho sobre todos los vezinos e
moradores de la dícha ¡ibdat, asy chisdanos como judíos e moros, en la mejor
manera quc vos entendiesedes que curiple te que mas syn afan se pudíese pagar e
conplir e la dicha ~ibdat no lo syntiese tanto.
E sabed que yo, entendiendo que esto seria prouecho comun de la dicha
~ibdat, que me plaze e lo tengo por bien, E por esta mi carta vos do la dicha
ligenlla e mando que fagades asy por la mejor manera e forma que vosotros
vieredes que cunple a mi seruiS~io, e que sera mas syn afan e mas syn costa e syn
daño de la dicha Qibdat e de todos los vezinos e moradores della. La qual Iii~enQia
mando que dure en quanto la mi meri;ed fuere e no mas .
Dada en Vropesa, a seys días de mar~o, año del nas~imiento del nuestro Señor
jhesuchristo de míll e quatroQientos años,
Yo, Pero Gon~alez, la fiz escreuIr por mandado de nuestro señor el rey» .
La qual dicha inpusiQion dizen que no son tenudos de pagar, por quanto la
dicha mi carta, que ay va encorporada, de la dicha leQengia que vos yo dy no se
21
villa
entiende saluo a los veinos te moradoreas desa -,ibdat e no a los de la dicita
de Lorca. E me pidieron por mer~ed que sobre ello les proueyese como la mi
mer~ged fuese . E yo UnceDa por bien. E por Tnnto la dicha mi carta de la dicha
IiC-engía no se entiende saluo a los de esa dicha ~ibdat, por ende es mí merQed que
los de la dicha villa de Lorca no paguen la dicha inpusiQion,
Porque vos mando que no demandedes agora ni de aquí adelante a los vezinos
e moradores de la dicha villa de Lorca ni alguno dellos marauedis algunos por
razon de la dicha inpusigion, e sy algunos marauedís les auedes Icuado que ge los
fagades dar e tornar luego bien conplidamente en guisa que les no menguen,
ende, alguna cosa. E no fagades ende al por alguna manera, so pena de la mí
awrped e de diez míll marauedís para la mi camara .
Otrosy, mando por esta mi carta, o por su traslado signado de escriuano
publico, al doctor Juan Rodriguez, mi oydor e refrendario e mi corregidor mayor
en el reyno de Murgia, que vos constrynga e apremie fasta que vos lo fága asy fazer
e conplir. E de como esta vos fuere mostrada e la cunplíeredes, mando, so la dicha
pena, a qualquier escriuano publico que para esto fuere llamado que de ende al
que vos la rnostrare testimonio signado con su signo porque yo sepa en como
conplides mi mandado .
Dada en Madrit, veynte e quatro días de setienbre año del nas~~,ímiento del
nuestro Saluador Jhesuchristo de mill e quatro~íentos e quatro años, Esta escripto
sobre raydo o diz a veynte e no le enpesca.
Yo, Pero Alfonso, la fiz escreuir por mandado de nuestro señor el rey.
este dicho traslado con el padron onde
fue Testigos que vieron e oyeron conQertar
susto Anton Catierrez e >un Femnidez de Yeste, vezínos de Lorca; e por
mandado del dicho conQejo de la dicha villa la torne en esta publica forma, E va
por escrípto entre renglones o diz para que pudiesedes pa«T e no Di =Tema. En
testimonio de verdat fiz aquí este mío acostunbrado signo.
x3Mx
dicha villa de Alhama . E pídieronme por mer~ed que sobre ello les proueyese
como la mi mer~ed fuese. E yo touelo por bien .
E por quanto la dicha mí carta de la dicha IiS:eni~ia no se entiende saluo a los
de esa dicha ffidat, por ende, es mí merced que los de la dicha villa de Alhama
no paguen la tal inpusio~ion.
Porque vos mando que no demandaredes agora ni de aquí adelante a los
vezinos e moradores de la dicha Alhama marauedis algunos por razon de la dicha
inpusi~ion . E no fagades ende al por alguna manera, so pena de la m¡ mero~ed e
de diez mill marauedis para la mi camara . E si lo as¡ fazer e conplir no quisieredes,
mando al doctor Juan Rodriguez, mi oydor e refrendario e mi corregidor mayor en
el regno de Mur~ia, que vos costringa e apremie fasta que vos lo faga as¡ fazer e
conplir. E mando, so la dicha pena, a qualquier escriuano publico que para esto
fuere llamado que de ende al que vos la mostrare testimonio signado con su signo
porque yo sepa en como conplides mi mandado.
Dada en la villa de Madrit, veynte e seys días de enero, año del nasQimiento del
nuestro Saluador Jhesuchristo de mill. e quatrogientos e seys años.
Yo, Pero Alfonso, la fiz escreuir por mandado de nuestro señor el rey. En las
espaldas de la dicha carta auia estos nonbres: Chan~eller Petrus San~u, legum
doctor. Registrada»
XXII
x3m
xwV
xxV
xxVI
Otrosy, es mi merQed, que los dichos arrendadores que paguen en cada una
de las dichas aduanas un ome que aya poder dellos, e que tengan el sello que les
yo diere para sellar los paños que vinieren a las dichas aduanas e las alualas que
el escriuano del aduana firmare de como fue pagado el derecho del aduana, e todo
lo que fuere fallado pasadas las dichas aduanas sin ser sellado e firmado en la
manera que dicha es, dentro en las veynte leguas, que lo puedan tomar por
descaminado en qualquier lugar onde fueren falladas las cosas de mercadurias que
leuaren, e que sean para los dichos arrendadores . E que los ofi£-íales e coni~ejo de
los mis reynos donde esto acaesQe, dentro en su termino, seyendo requeridos por
los dichos arrendadores o por las dichas guardas, que los ayuden a tomar e
enbargar lo tal por descaminado para que los dichos arrendadores e guardas lo
lieuen delante del alcalde del aduana para que el faga a cada una de las partes
valíeren para que despues, quando ouieren de sallir de los dichos mis reynos,
mis rneTynos
muestren como sacan otra tanta quantia o mas en mesadurías de Un
e no oro ni plata. E para esto asy conpla que den fiadores a la entrada quando
descargaren los tales paños en puertos de la mar para que sacaran la valía de los
paños que troxieren en mercadurias de la manera que dicha es, E qualquier o
qualesquíer personas o mercadores que el contrario fizieren que pierdan todos los
que sea la ter~ia parte dellos para los
paños que asy troxieren por descarnínados, e
mis arrendadores e la otra terQia parte para el que lo acusare e la otra ter& parte
para mi, e a la teripia parte que a mi pertenes£,e recabdela el mi recabdador que
fuer desta dicha renta para mi . Otrosy, con condi&n que sy algund arrendador,
asy de la tierra como de la mar, encubrieren qualesquíer de los dichos paños para
que entren en los dichos mis reynos de aquellos que son defendidos, que paguen
sean partidos desta manera: la
otra tanta quantia como valieren los dichos puños e
tergia parte de lo que ouieren a pagar a los arrendadores de la mar que lo ayan
los arrendadores de la tierra, e la otura teNia parte de lo que ouieren a pagar a los
arrendadores de las tierras que lo ayan los arrendadores de la mar, e las dos ter~ias
partes que sean partidas la una para mi e la otra para el acusador en la manera
sobredícha .
Otrosy, porque podría seer que algunos con engaño traherian e pornían
algunos de los dichos paños de los que es mi merQed que no entraran en los
dichos mis reynos o podrían dezir que los deuian e auian puesto ante deste mi
defendimiento, por ende, es mí mer~ed que del día que esta mi carta fuere
publicada en cada una de las dichas gibdades e villas e lugares de los mis reynos,
de los que son fasta aquí veynte leguas de los mojones de los dichos reynos de
Aragon e de Nauarra, sean tenudos fasta ter~~ero día de esercuir todos los paños
que dixiren que tienen de los sobredichos que son defendidos que no han de
que
entrar; e llos sellen con el sello del aduana sy lo touieren ay el arrendador o
el recabdador o otro alguno por ellos, syno escreuiere ay el dicho sello de la dicha
aduana que lo sellen con el sello de un alcalde por ante escriuano publico del
lugar onde acaeniere, porque sy despues fueren fallados qualquier de los dichos
los pierdan por descaminados
paños de nias de los que escriuieron e sellaron que
e sean partidos en la manera que dicha es .
Otrosy, por quanto puede acaesper que algunos mercaderes e otras personas
avran traydo a los mis regnos algunos de los dichos paños no sabiendo esta mi
ordenao~ion e podría seer que ge los demandarian por descaminados, por ende,
mando e tengo por bien que qualesquier mercadores e otras personas que a5y
ayan traydo los dichos paños ante a la mi carta de defendimiento en razon de los
paños del viaje de Aragon fuese leyda e publicada en las dichas Qibdades e villas
en ella contenidas, que sean tenudos de fazer muestra dellos ante un alcalde o
juez de la villa o lugar donde los touieren e los escrJuan en presengia del dicho
alcalde o juez por ante escríuano publico, e los selle el dicho alcalde o juez o el
mi recabdador de la comarca sy ay acaes~iere porque se sepa que paños son,
porque dende adelante no puedan los tales mereadores e personas meter otros
paños díziendo que son aquellos mesmos, e de los que otra guisa fizieren e les
27
fueren fallados que los pierdan e sean repartidos en la manera que de suso se
contiene .
E otrosy, que todo lo que an montado e rendido qualesquier paños que
entraron este dicho año en los dichos dos obispados, ante que la mi carta primera
del testimonio fuese leyda, que sea para los arrendadores desta dicha renta . Otrosy,
con condi~ion que no pague diezmo ni aduana de las ymagenes e vestimentas que
troxieren para las iglesias, por quanto es mi merQed que lo no pague pues que son
cosas para el serui& de Dios .
otrosy, con condi~ion que todos los marauedis que el dicho Symon Destajo
me ha de dar por la dicha renta en cada año, que me los de e pague en paños
de oro e de seda a los pre~-ios que se contiene en los escriptos que se ordenaron
ante mi, de los quales tiene el uno Juan Furtado de Mendo~a e el otro el dicho
Symon Destajo, los quales son fechos en un tenor tal el uno como el otro e
firmados de sus nonbres e señalados de los mis contadores mayores; e que el
dicho Symon Destajo que de e pague los dichos paños al dicho Alfonso Gon~alez
de Leon, mi recabdador mayor del dicho obispado de Cartajena en el reyno de
Muffia. E porque el ter~io primero sera conplido e pasado ante que el dicho
Symon Destajo ni sus conpañeros puedan poner recabdo en la dicha renta, que
de e entregue los dichos paños en esta guisa: la primera paga deste dicho año
primero en que estamos por el dia de Sant Juan de junio primero que viene e la
otra paga segunda en fin del mes de setienbre e la otra paga en fin del mes de
dizieríbre deste dicho año, e en el otro año siguiente postrimero de la dicha renta
que fagan las dichas pagas al mi recabdador que fuere de la dicha renta por los
ter~ios del dicho año . . .
XXVIII
E por quanto en el dicho con~ejo fue dicho por Pero Ferris e por Bartolome
Ferrandez, perayre, que bien sabían de como les auian mandado e dado poder que
bollasen todos los paños que se fizíesen en la dicha jibdat y que les no dauan cosa
alguna por afan del dicho bollar; e que les pedían por merged al dicho congejo,
ofi0ales e omes buenos que les mandasen e ordenasen que tomasen por su afan
de las dichos paños.
E el dicho con9ejo, ofii~iales e omes buenos, oydo lo que dicho es, ordenaron
e mandaron que los sobredichos que bofien los dichos paños e que les sea dado
por bollar cada uno de los dichos paños una blanca, as¡ de paños enteros como
de medías pieQas, e que ellos ni qualquier dellos no sea osado de tomar mas por
bollar los dichos paños,
teñir, que los dichos tintoreros por fazer pagó a los dichos tintoreros3 que entregan
los paños que tíñen a las gentes por razon de las dichas tintas que las conpran de
los dichos genoueses; e acaesQe muchas vezes que los dichos tintoreros no
seyendo acabados los dichos paños que los entregan a los dichos genoueses e
quando los señores de los tales leños los van a quitar fallanlos en casa de los
dichos tintoreros que ino son acabados, lo qual es grand daño de los vezínos e
moradores de la dicha ~ibdat en se fazer estas cosas.
Por esta razon, el dicho con4~ejo e ofii~iales e omes buenos, por tirar este yerro,
ordenaron e mandaron que cada que algund paño de vezino de la dicha ~íbd-at
fuere dado por el tintorero al genoues e no fuere acabado que pague e peche en
pena el dicho tintorero sesenta marauedÍs, la qual pena ordenaron que sea partida
en esta manera: la terQia parte para el acusador e la otra teri,;ia parte para el juez
que lo ha de juzgar e la otra teri~ía parte para la lauor de los adarues de la dicha
gi3dat .
Testigos- Alonso de Palazol e LorenC_o Ballester, vezinos de Muri~ia.
XXX
E por quanto en el dicho congejo fue dicho que seyendo Pero Ferriz y
Bartolome dicha Qibdat, juezes por el conQejo de
dicha Ferrandez, perayre, vezinos desta
1 Tola pwara ver e judgar todas las malfétras que fueren o seran fechas en
los paños que se fazen en la dicha ~íbdat, as¡ por malféchuras del texedor o del
perayre o del tintorero e de los otros ofigios que fazen e adoban de los dichos
paños, e otrosí les fue encomendada la bolla para bollar los dichos paños, aquellos
que fuesen fallados que son leales e vistos por ellos, E que los sobredichos, usando
del dicho ofi~io e veyendo las dichas malfétras a las personas, as¡ texedores como
perayres e tintoreros, cada que son llamados para que en uno con ellos vea las
dichas malfetras, por los desonrrar les fazen e dizen muchas injurias e desonrras.
E aunque cada que fallan algunas malfétras en algunos paños que son de los
perayres o tintoreros les fazen prendar por la pena en que las tales personas soun
caydas, los dichos tintoreros o texedores o perayres diziendo que son, otros¡,
jurados e veedbres de cada uno dhe sus ofíQios fazen prendar a los dichos Pero
Ferriz e Bartolome Ferrandez por se hemendar de las prendas que los dichos Pero
Ferris e Bartolome Ferrandez fazen por las penas en que cahen, e que esta cosa
era rnuy fea e contra derecho, las tales personas fazen prendar a los dichos Pero
Ferriz e Bartolome Ferrandez, seyendo aquellos juezes ' por la razon sobredicha de
todos los dichos ofijias e sobre ellos .
Por esta razon, el dicho conVejo, ofigíales e ames buenos entendiendo que esto
era e es muy mal fecho en que los dichos juezes por fazer derecho sean prendados
por los dichos jurados de los dichos texedores e perayres e tintoreras, ordenaroun
e mandaron que alguno ni algunas personas de los d1hos ofijíos ni otros algunas
de qualquier ley, estado o condi&n que sean, no sean osados de baldonar ni
injariar ni prerAbar a los dichos Pero Ferriz e Bartolome Ferrandez, juezes
sobredichos, pues ellos son juezes sobre todos los dichos ofi~ios . E qualquier que
lo, Ezán: e vidas contra esata ondenajikon que pague e pechen en pena e por pena
de ~ient e veynte marauedís por cada vez que las tales personas los baldonaren o
injuriaren o los prendaren,
Por esta razon, usando de su ofigío de la dicha veedoria e de los dichos paños
e de la dicha bolla, que sea la dicha pena la meytad para los, dichos Pero Ferríz e
BaTAwne Rmundez e la otra meytad para los dichos jurados de la dicha í~ibdat
para que licuen la dicha pena a exsecuQion,
ITAgos: Arinak de Vitanoua e Alfonso Palazol, vezínos de MurOa,
Otrosí, por quanto en el dicho con~pejo fue dicho, que muchas person-as, veZEMOS
de la dícha pibdat, se'querellauan e aulan muy grand (daño) de los grandes
presQios que los tintoreras tomauan por las tintas de los paños e lanas que se
adán en km túntMos de la dicha 5~ibdat, e que seria muy buena cosa e muy grand
prouecho de los vezinos de la dicha jibdat e ontra de la 4;ibdat en proucer en estas
tales cosas.
Por esta razon, el dicho con~ejo, ofÍQáles e omes buenos, oydO lo que dicho
es, dixieron que esto era muy grand prouecho de los vezinos de la dicha ~,ibdat,
segund dicho es, ordenaron e mandaron que los señores de los dichos tintos e
tintoreras no sean osados de tomar a mas presQíos ni mayor quantia por tintas de
dichas
las ¡años e lanas, así de los, vezinos corno de los estrangeros ni de otras
qualesquíer personas, que se tinxicren de los que se siguen, so pena a qualquier
tíntorero que a nuts prespó3 tornaría pcw las dís:has tintas de seppikerndtoes rnmuuejí~
E mandaronlo pregonar por toda la dicha Qibdat en la manera que se sigue:
«Por mandado del canplo de la mmuy noble ci-bd-at de Mur4lia, que todos los
tintoreras que tiñieren en los tintos de la dicha Qibdat no sean osados de teñir los
31
paños e lanas que tinxieren en los dichos tintos a mas presi~ios de cada tinta de
cada un paño, e por cada un reta~o e lana a respecto de los pre~ios, sueldo por
libra, de lo que aqui diran:
Primeramente, cardeno claro ~ient e veynte marauedis,
(~elestin ~ient e ochenta marauedis.
El paño entrecolores dozientos e veynte marauedis.
Un verde erbenque otros dozientos e veynte e ~inco marauedis .
Un paño verde edrenque dozientos e setenta marauedis .
Un paño verde escuro dozientos e treynta marauedis .
Verde ofluete a este dicho pre~,io.
Un amoretado e una bruneta a trezientos e treynta e tres marauedis cada paño.
Una palmiella clara dozientos e veynte e Qinco marauedis.
Una pe~ada de lana de media color ~ient e veynte marauedis, sy la torna
sanguinea esta pe~ada de media color ~ient e ochenta marauedis por la color de
la roja.
Un paño vermejo, que sea bello, dozientos e veynte e ~inco marauedis.
Una pe,?ada de lana turquesa nouenta marauedis .
Una pe~ada de lana para ferrete, bella, seys~ientos marauedis.
Una pe~ada de lana entrecolores quatro~ientos e o~inquenta marauedis.
La pe~ada de lana ~elestina trezientos e sesenta marauedis.
La libra de la lana vermeja al pre~io de la lana entre colores.
Estos marauedis sobredichos son e se entienden de dos blancas el marauedi.
E qualquier tintoreros o otros algunos que tingan que mas tomaren de los
pres~ios sobredichos, sepan que pagaran en pena e por pena por cada una
pieQa o por cada po;ada de lana o por cada un retago o libra de lana
seys~ientos marauedis. La qual pena sea partida en esta manera, es a saber: la
ter& parte para el acusador e la otra teri~ia parte para los jurados de la dicha
~ibdat e la otra ter~ia parte para la lauor e reparamiento de los adarues de la
dicha ~ibdat,,.
MOM
Otros¡, por quanto en el dicho con~ejo fue dicho de como los jurados e otras
personas que a ello eran puestas por el dicho coni~ejo para que fablasen con los
gin0ueses e otros mercadores abitantes en esta dicha 57ibdat, en que fuese a la su
bondat de dar el pastel e las otras tintas que eran m¿nester para prouision de los
32
tintos desta dicha i~ibdat a un pre.lio ~,íerto conuenible e que los tintoreros
pudíesen teñir a los Imaspios fechos e ordenados por el dicho con~ejo. -
E por los dichos onies buenos fue fecha rela~ion en que los dichos ginoueses
:lido que elIos no les darian en ninguna gula La carga del dolo
les auian respoty
pastell a menos de veynte e quatro florines cada una carga, e las otras tintas a este
Destajo que km aula ya prometido de dar por onrra de la
respecto, saluo Symon
dicha ~;ibdat la carga M pastell a veynte florines e las otras tintas a este respecto .
Por esta razon, el dicho conjejo, oSoaks e omes buenos dieron e otorgaron
todo poder conplído a GanjaDo Yañez de Váena e a Diego Ferrandez de Sant
Esteuan e a Miguel Antolino e Alfonso Mercader para que puedan abenir e fazer
abenspia o abenenoas con el dicIto ilinon IDIersot2jjo o con otro qualquierque a
mas e mejor mercado les fiziere o quisíere fazer del dicho pastel e de las otras
tintas (Die los dichos tintos de U dicha piblat ciusicerren menester por un rks E toda
cana de abenenoa e conpuskion que los dichos Gorjalo Yañez e Díego Ferrandez
de Sant Esteuan e Miguel Antolíno e Alfonso Mercader fizieren con el dicho Symon
Destajo o con otro qualquier mercador que lo quisiere fazer e dar pastel al dicho
presqio de los dichos veynTe florines o a menos, que lo puedan fazer como el
dicho con,;ejo, ofipiales e omes buenos dixieron que estaran por ello e lo aurían
por firme e valedero para sienpre jamas, so obligaQion de los bienes e propios del
dícho con;ejo, muebles e rayics, auidas; e yor aucr, en toxio lugan Maxas,
prometieronlos guardar de daño antes de daño re~ebído e despues .
Sepan quantos esta carta vieren corno nos, Miojer Sinion Destajo y Benvenklo
Amígo y Tomaso de Andrea, mercaderes florentínes, otorgarnos e conoscernos en
buena verdat por firme y leal postura a uos, el conQejo, caualleros, escuderos,
olkirles y commwes buenos de la muy noble ~ibdat de Murgia, absentes, bien asy
corno sy faesedes presentes, e a vos Pero ~,eltran, jurado clauario tenido
en vuestro
nonbre, presente, que res DordIos tres en uno e cada uruy (ha ruyi e otorgado
por el todo, que daremos e fórniremos a todos los tintoreros de la dicha Obdat de
tintas, de oy que esta carta es fecha en catorze meses primeros vínientes y
conplidos,
Es a saber a estos preQios que aqui dira. Esta manera es a saber:
1,a carga del pastel a veynte flori-nes la carga, Es a saber, que tomen la meytad
de lo toscano e la otra meytad del pastel lonbardo.
33
XX0XIV
Sepan quantos esta carta buen cono noos, el con~-cio, caualleros, escuderos,
ofigiales e omes buenos de la muy noble ~ibdat de Mur&, otorgamos e
conosiemos en buena verdat a uos, Symon Destajo e Benvenido Amigo e Tomaso
34
x7w
dichos mercaderes que agora estan en la dicha ~ibdat que les abaxaron la carga de
los dichos pasteles a veynte florines e a este respecto las otras tintas. Por lo qual el
dicho con~ejo diz que dieron los tintos de la dicha ~ibdat a los dichos mercadores
por un tienpo ~ierto, porque ellos a los tintoreros que por sy pusiesen tínxiesen en
los dichos tintos todos los paños e lanas de la dicha ipibdat e de otros qualesquier
lugares de los mis reynos que los ally troxiesen a los teñir e fuesen tenudos (de dar)
los dichos mercadores quarenta florines en un año por cada un tinto a los señores
de los dichos tintos, segund dizen que se acostunbran de se arrendar.
De lo qual dizen que el dicho con~ejo e los dichos mercadores fizieron su carta
de abenimiento e posturas e condi~íones por ante escriuano publico, la qual dicha
carta me enbiaron mostrar, por la qual pares~e que es asy. E diz que teniendolo
asy fecho e sosegado, segund susodicho es, que Ferrand Sanchez de Chynchella,
arrendador del alcauala del aduana desa dicha gibdat, con consejo e enduzimiento
de los dichos mercadores genc,ueses, por fazer mal e daño al dicho con~ejo e
desfazer e desatar la dicha inposiQion e abenenCia que con los dichos mercadores
tenian fecha e sosegada, que presentaron contra el dicho con~ejo e ofiliales un
escripto de requerimiento e protesta~ion diziendo que el dicho conQejo auia fecho
vedamiento e monipolio e que por ello venia grand daño a las mis rentas, e fizo
contra ellas su protesta~ion al dicho escripto el dicho con~ejo fizo su respuesta,
segund ante mi lo enbiaron mostrar por testimonio signado de escriuano publico .
E enbiaronme pedir por merC_ed que proueyese sobre todo ello como la mi mer~ed
fuese. E yo touelo por bien.
Porque vos mando, que pues que el dicho con~ejo e ofi&les fizieron la dicha
conpusiC_ion e abenimiento con los dichos mercadores, por quanto les abaxaron la
carga de los dichos pasteles quatro florines menos que los dichos ginoueses les
dauan e a este respecto las otras tintas, e el dicho con~ejo les dieron los dichos
tintos para en que tinxiesen los dichos paños e lanas, que guardedes e cunplades
e fágades guardar e conplir la dicha carta de conpusi~ion e abenimiento que entre
el dicho con~ejo e mercadores fue fecha en razon de los dichos pasteles e tintas .
E no consyntades que alguno ni algunos les vayan ni pasen contra ella ni contra
parte della por la quebrantar ni menguar en alguna cosa, syn enbargo del dicho
testimonio tomado por el dicho Ferrand Sanchez, arrendador de la dicha alcauala,
pero sy contra esto que dicho es alguna cosa quisieredes dezir e razonar, porque
lo no deuades asy fazer e cunplir, oydIos e libradlos segund fallaredes por fuero e
por derecho. E no fagades ende al por alguna manera, so pena de la mi mer~ed e
de seys9ientos marauedis desta moneda usual para la mi camara. E de como esta
mi carta vos fuere mostrada e la cunplieredes, mando, so la dicha pena, a qualquier
escriuano publico que para esto fuere llamado que de ende al que vos la mostrare
testimonio signado con su signo porque yo sepa en como cunplides mi mandado.
Dada en la muy noble ~ibdat de Toledo, diez dias de dizienbre, año del
nasi~imiento del Nuestro Señor jhesuchristo de mill e quatro~ientos e seys años.
Yo, Pero Alfonso, la fiz escreuir par mandado de nuestro señor el rey. Yo el
condestable. Johannes, episcopus segouenQi, Diego Lopez, Pero Yañez, legum
dotor.
38
X~N
para
1407-IV-23. ~juerimiento a los tintoreros ¡Me vai^no
C~Plíesen
las condiciones acordadas con los mercaderes italianos acerca
de las tintas. A.M.M., ALC. 140TI407, Rd. 247 r.
XV"
en la dicha fian,~a por todo tienpo que mientre el dicho fiador quisiese estar que
no sea tenudo de dar otro fiador, de como esto e otras cosas en la ordena~ion que
desta razon mostraron se contiene .
E que agora que los jurados que auian pregonado e fecho pregon que los
perayres diesen fiadores, lo qual era contra la dicha ordenano~a. E que pedian por
merled al dicho con9ejo e ofi&les e omes buenos.
Veyendo la dicha ordenan~a la qual era guardada fasta aqui, ordenaron e
mandaron que los dichos veedores de los dichos perayres en uno con los dichos
jurados de la dicha ~ibdat reconosi ;iesen las fiano~as que los dichos perayres tienen
dadas. E sy tienen dados fiadores e el fiador no viniere a renun&r la dicha fian~a
que se quede en ella e el que lo no touiere que lo de. E en adelante que se cunpla
la dicha ordenan~a ante desto fecha. E que sy el fiador que ouier dado el dicho
perayre no renun~iara la dicha fianja que todavia se quede en la dicha fian~a e los
jurados no sean tenudos de les demandar otros fiadores . E que los veedores de los
dichos perayres que todavia sean tenudos de per~ebír a los dichos jurados quando
algund perayre tomare obrador porque tomen de él fiador; eso mesmo de los otros
perayres que tienen dados fiadores porque los den. E si lo no fizieren e el dicho
perayre fiziere alguna falta que los dichos veedores de los perayres sean tenudos
a ello .
MOCM
Benito Royz dixo que fara prueua de pastell e de que la aya fecho que vera sy
tiffira al dicho presQ¡o no.
Johan Gomez dixo que dandole el pastell a veynte e un florin e las otras tintas
a razon del dicho pusegú? qVuee tíñira a los pres0os de antaño.
Johan Royz díxo que quería teñir de la manera que Jaíme Guerao por este año.
Ferrand Lopez dixo eso mesmo, que le pUe de teñir al parpío de antaño,
E, otrosy, se obligaron de teñir a los pres~ios sobredíchos por un año Johan
Lonbardo e Fran~-isco Martinez, tintoreros.
XX=33
senten,~,iar los dichos paños, E que en este fecho que les farian granada merped e
los tiraría de ocasion e de grand escandalo con los dichos perayres ; lo qual ellos
deuian fazer por carga del regimiento que an del rey nuestro señor de regir esta
dicha pibdat e por tirar los dichos peligros .
E en el dicho conqejo, caualleros, escuderos, ofi~iales e omes buenos de la
dicha C-íbdat, oydo k) qpe diebo es e veyendo que el dicho o5jo de km dicho$
texedores les pedía razon e derecho, e por tirar el peligro e ocasion de los dichos
dos oficios que podía acaes~per entre ellos, ordenaron e mandaron que el dicho
ofi~io de los dichos texedores que libren e judguen e determinen los dichos paños,
en uno con el dicho almotaQen, en el porche de la pla,~a de Santa Catalina, en el
qual lugar les dieron e asignaron para ello de aquí adelante para síenpre . E que
alguna ni algunas personas de qualquier ley, estado, no sea osado de les venir
contra la dicha ordena~ion, so pena de sesenta marauedis por cada vegada que
contra ella les viniere.
XL
xw
xi
Sabado quinze días de nouienbre, año del Señor de mill quatroQientos diez. Este
día fue presentado un escripto ante el dicho con~:ejo, eti~. por Domingo Salad e
Juan Ximenez de Cordoua e Ferrand Sanchez e Juan de Aliaga e Juan Alonso Graz,
perayres, el qual dize as¡:
<Ante la nobleza de los señores el con~ejo, caualleros e escuderos, regidores e
ofiQiales desta noble ~ibdat de Mur~ia, comparenemos los veedores e
acompañados del ofi~~io de la perayria desta dicha pibdat e dezimos que a nuestra
noti& es avenido que vos que queredes restituyr en el ofilio de la dicha perayria
a Jaime Verdera, perayre que fue en el dicho oflipio, por razon de la prouai~ion e
sentenqias que contra aquel fueron judgadas por razon de las falsedades e
malfetr¡as que aquel fizo en el dicho ofi~io a la tazon que del husaua . E, señores,
sy vos restituydes en el dicho ofi~io al dicho Jaime Verdera faredes lo que a las
vuestra nobleza plugiere, pero fablando con reucren~ia no faredes derecho ni
jusb?ia e daredes a otros auínerensa para semejante fazer, de la qual dicho Jaime
Verdera fizo e aun mas adelante . E por ello el dicho ofi~io se menoscaba, e por
ello una muy grand perdida e menoscabo a toda la 4~-ibdat. Porque loado sea el
nombre de Dios, este ofilio esta ni con derecho ni en justí4~ia por ser castigados
los malos, ca es escarmiento a los otros.
Porque vos pedimos por merged e requerimos con derecho que pues el dicho
Jaime Verdera fue priuado del dicho oftio, e fecho mandamiento que no usase del,
esto por las muchas malfetrías e falsedades que fecho aula en el dicho ofi~io, que
él sy por los juezes del dicho ofi~io corno por los vuestros jurados e por los
regidores por vuestro mandado a los dichos vuestros jurados aconpayados en otra
manera, protestamos de lo tomar por agrauío e de lo enbyar mostrar e querellar
ante la alteza e merQed de nuestro señor el rey, protestando, otrosy, de aver e
cobrar de vos e vuestros bienes todas las costas e intereses e menoscabos que el
dicho o5;ío tornar por testimonio e enbyar querellar al dicho Señor rey. E de como
lo dezimos pedímoslo por testimonio e rogamos a los presentes que sean dello
testigos e pedimos al esfluano, etc.»
E leydo e publicado el dicho escripto ante el clícho con4?ejo, ofii~iales e omes
buenos a pedimiento de los sobredichos e publicado, el dicho conQejo dixeron que
retenían su acuerdo para dar a ello su respuesta.
Testigos : Pero Martinez de Oliuera e Alonso Martinez de Cuenca e Juan de
Torres, vezinos de MurVia.
44
XULVY
E otrosy, que el que el jubon fiziere para vender que lo guarnesca todo con
seda, asy los trauges como los botones, e sy lo fiziere lo uno con seda e lo otro
con filo que pague de pena doze marauedis e pierda el jubon.
Otrosy, que en la gorgera e en los puñetes de las mangas e en las faldas que
ouiere de ser enbotido que lo puedan enbotir de todo filo, daluo de lana o de
estanbre o de pe~uellos de paño, en pena de sesenta marauedis e que el jubon sea
perdido . Las quales dichas penas mandaron que fuesen e sean de los jurados que
agora son o sean de aqui adelante, porque la dicha ordena~ion licuen a deuida
exsecu~ion .
XLV
E por quanto en el dicho conQejo fue dicho que bien sabian de como los
cogedores de la dicha ~ibdat auian traydome al dicho cons-:ejo dos paños fechos
en pexnes goliardes, los quales auian texido Juan de Bitoria, texedor, e otros¡ auian
vendido so la dicha razon o~iertos perayres diziendo que el peyne en que eran
fechos los dichos paños que eran leales e verdaderos por ser mas anchos e
vendables en todas partes . E que sy merQed fuese del dicho con~ejo que los dichos
paños se fiziesen e usasen en la dicha ~ibdat, que era muy grand prouecho de la
dicha ~ibdat e de las presonas que aquellos fiziesen. E auía quedado en acuerdo,
asy del dicho con~ejo como de los dichos texedores, sy los dichos paños deuian
ser fechos o no, porque la labran~a de los dicho paños fuese leal e verdadera
segund que fasta aqui fue e es.
E por quanto el dicho . con9ejo es informado e han habido de ~ierto que los
dichos paños e pexnes no son leales ni prouechosos syno para ~iertos omes de
la dicha £-ibdat que usan yr a las ferias con paños, antes aquellos son falsos, e sy
los dichos paños se fiziesen seria muy gran daño e difamai~ion de la labran~a de
los paños que se fazen e se an fecho fasta aqui en la dicha l~ibdat e de la dicha
c,ibdat .
Por ende, el dicho conpejo e ofiffiles e omes buenos, por tener e conplír e
guardar las buenas ordenan~as antigarnente fechas, ordenaron e mandaron que
aquellas sean guardadas e conplidas de como en ellas se contiene . E mandaron a
los jurados de la dicha ~ibdat que manden de parte del dicho cono~ejo que de otros
pexnes nueuamente fechos que no usen dellos ni los tengan en su poder, saluo
los antigos . Pero sy algunos defalle~ientos fueren fallados en los pexnes antigos,
46
ouiere por mengua de linuelos o de filos, que los fagan conplir porque los dichos
paños sean leales e verdaderos segund que lo son fasta aqui.
E otrosy, dieron li~en~ia e mandaron a los dichos jurados que sy algunos
poder
pexne,s fallaren en de los dichos texedores, que, sean fechos, que ge los
quiebren.
ILVI
E por quanto en el dicho con~ejo fue dicho por Domingo Salat, perayre, que
dado en eesite año primero pasado veynte e seys Y-aras de paño a teñir
el que amía
a Gines Terres, tintorero, vezino desta dicha ~ibdat, las quales le auía dado a teñir,
año
un aullas, Ibas quales eran de una muger de Cartajena e aquella por razon de
la muerte no era podida venir a demandar el dicho paño. E que agora que era
venida que el (pie auia demandado muchas vezes las dichas veynte e seys varas
de paño al c[11ho Gines Terres e aquel no ge las quería dar dizlendo que le no auia
dado el tal paño.
E como el dicho con~~ejo bien sabia que en níngund tienpo las pnornas que
a el e a los otros perayres ni a los tintoreros a quien dauan a parejar ni a teñir los
los dauan con testigos, ní los dichos perayres e tintoreros no
paños que tenían no
los resQebian con testigos, e que asy lo auian usado e acostunbrado fasta el día
de oy.
E como la dicha muger, quien le dio las dichas veynte e seys varas de paño, lo
ousse enplazadc: anuo los veedores de la perayria e por quanto era verdat, e aun
asy por el otorgado que la dicha muger le auía dado el dicho paño a, parejar, por
lo qual los sus veedores lo ouiesen condebnado el dicho paño e, otrosy, el ouiese
enplazado, al dk¡e±ho, Gines Terres en que De diese e pagase el dicho paño o la valía
de aquel, pues le auia pagado a la dicha muger el dicho paño ante Juan de
(Pordaua, juez p,ar el dicho congpejjo puesto entre los tíntoreros e perayres e las otras
personas a quien dauan a teñir sus paños a los dichos tintoreros. E el dicho Juan
de CoMua, con consejo de ornes buenos, auia judgado por su sentenzia si ppc
diese e tornase el dicho Gines Terres al dicho Domingo Salat las dichas veynte e
seys varas de paño o la valía dellas, e el dicho Gines Terres auia apellado de la
dicha sentenzia para ante los jurados de ti dío±a ¡bdat te estaua el di±a Oeytwo
asy pendent ante ellos. E por ende, que pedía por mer~ed al dicho conqejo e
ofiojiales e omes buenos que ha quisiesen teruor a derecho e lo quisiesen librar como
la su meri~ed fuese,
47
E por quanto en el dicho con~cio fue dicho por muy muchas personas, vezinos
e moradores de la dicha 4~íhdat, que usauan e acostunlaran de fazer paños, asy
perayres como otras personas, que los paños que los texedores texian que eran
menguados de cuento e angostos, e esto por razon que los dichos texedores
ponían en el dicho cuento las orillas de los dichos paños, lo que no deuían fazer,
antes que deuian poner de estanbres puros syn las orillas todo el cuento dellos
entero e demas desto ha oríllas de fuerra, e con esto que vernian los dichos paños
anchos e de muy buena marca.
Por enTO dixerron al á¡Th= conlla e origiales e ornes buenos cpae costriñescon
e apremiasen a los texedores de la dicha ffidat que pusiesen en los dichos paños
todo el cuento dellos conplidamente de estanbles e demas que pusiesen las orillas
anchas o angostas quales los señores de los dichos paños quisieren, ensanchando
los peynes, en tal manera que los dichos paños fuesen de cuento de coi-no dícho
dichas orillas, e con esto qTure los dichos paños vernian mas anchos e
es syn las
mas pares~ientes e vendables e prouechosos.
E el d0v cotujejo e ofi0ales e onles humus, oyáa lo que dicho es e seyenAlo
informados de muy muchas personas sabidores de los tales paños, ordenaron e
mandaron que los dichos texedores que ensanchen los dichos pexaes en tal
manera, e dernas de las dichas orillas quepa en ellos todo el cuento e vías que son
menester de estambres; e demas desto, que pongan fuera las dichas orillas e esuto
cpe lo SIwi e lo usen fazer aspy de aquí adelante . E que los ayan ensanchado e
adobado de oy en treynta días, en pena de seysQientos rnarauedis a cada uno. La
qual pena, sy en M cayeren los dichos texedores, que los jurados de la dicha
~ibdat la exsecuten e la ayan para sy.
48
XLVIU
Esta. de sQaxnt Juan, que oukerren respebído los dichos pesos e libras del dicho ofipo
de los dichos texedores e les oWeren pagado su derecho e salario por los
recononer, que dende adelante no sean osados de les leuar mas salario por ello
en caso que auiere otro dernudamiento en el marco del dicho con~ejo. E esto en
pena a qualquier que lo fiziere de sesenta marauedis. De la qual pena sean
errecumyres las jurados quw agota son o seran del dicho confficí, e para ellos la
meatad e la otra meytad para los jurados de los dichos texedores que acusaran la
pena.
xLix
E otrosy, por quanto fue dicho en el dicho con~ejo por Anton Martinez e Bemat
Ryquelme, regidores del dicho ~ejo e juezes puestos e escogidos por el dicho
con9ejo para ver e determinar e librar e sentenQiar todos e qualesquíer pleytos e
questiones que acaes~en e vienen por apelaQion ante el dicho cono~ejo, e que
dicha
~iertas personas texedores, vezinos e nexzlaes desta jíbaj imiendose poor
agrauiados de las condebnaQIones que contra ellos eran fechas e secutadas por los
jurados de la dicha gíbdat en uno con los veedores del ofi5,7ío e arte de los dichos
texedores, auian apelado e se presentado ante los dichos Anton Martinez e Bernat
Riquelme. E ellos auian oydo las partes en todo su derecho e auian visto por donde
los dichos jurados e veedores auian librado e condebnado a los dichos texedores
antigos en el dicho ofi4~io . E por aquellos les era declarado lo que se deuia fazer
en ello sobre las dichas condebríaliones, e en parte dello era segund el tenor de
las dichas hordenan~as que los dichos texedores tenian por do se deuian seguir e
en parte dello por uso e costunIva,
Por esta razon, dixieron los dichos Anton Martínez e Bernat Riquelme que este
fechó dexauan e dexaron a deliberagion del dicho conSajo, porque el dicho
con~ejo prouea en ello a4~erca del dicho uso, en aquella manera que entiendan que
cunple, por quanto el dicho uso era contra las dichas hordenanQas en alguna parte.
E luego, el dicho conjejo, caualleros e escuderos, ofijíales e ames buenos, visto
e ayda la dicha relao~ion ante ellos fecha por los dichos Anton Martinez e Bernat
Ríqueb^ Tieron traer anpte si lo pro£,esado ante todos los dichos juezes e las
hc>rdenan~as que los dichos texedores han del dicho conQejo . Fallaron que los
dichos jurados de la dicha Qíbdat e las vuelvas del ofÍS:to e arte de los dichos
texedores auian librado en las condebwa~iones que auian fecho a los dichos
texedores querellosos segund el tenor de una de las dichas hordenaní:as, por lo
50
qual el dicho cono~ejo ovo por bien fechas las dichas condebnaQíones, Pero por
quanto fi7,ieren las dichas secu4~iones pendente apellagíon, seyendo apellado de lo
por ellos pronunjiado ante los dichos omes buenos, lo qual no deuieran fazer fasta
primeramente ser liás0 en grado de la dicha apellacion, díxieron que por esa
razon quitauan e quitaron a los dichos jurados e veedores el derecho de las penas
porque tenían prendados a los dichos texedores e mandaron que ge las den e
tomen libre e desenbargadamente sin costa alguna, de oy dycho día en tres días
primeros siguientes .
E hordenaron e mandaron que de aquí adelante todos los pleitos e questiones
que acaeslieren en el ofiQ1o de los dichos texedores se ayunten a lo librar e
determinar con los veedores del dicho oPii~-ío e con sus aconpañados los jurados
de la dicha ~ibdat e los dos omes buenos, juezes del dicho conQejo, e con ellos
Juan GarApia de Denia, Taryn e Johan Sanchez, texedores. E lo que as¡ todos los
sobredichos determínaren e judgaren defínityuo que no aya apella~-ion ni
suplicai;íon e puedan sin enbargo alguno conplír la secuQion dello, E si se juntaren
algunos de los sobredíchos a ver e determinar e librar sin llamar a ello a las otras
personas sobredichas, aunque los que se juntaren sean la mayor parte, que no vala.
eso rmacesmmvo, fecho lo que as! determinaren e líbraren sea ninguno e sean
E, por
tebdos de se ayuntar despues todos los sobredichos a fazer e judgar lo que deuan,
e lo libren segund el tenor e forimi de las hotdenan~,as que los dichos texedores e
el su ofÍQ¡o han del dicho con,~ejo e no de otra guisa, sin embargo de qualquier
uso que fásta aquí se a acostunbrado . Ca por tal razon den de aquí adelante al
dicho conQejo las apellaQiones de los dichos pleitos e suplica~iones porque todas
las personas sobredichas se ayunten, e no unos ni otros, a lo ver e librar porque
sea mejor visto el fecho sobre que se ayunten e sea mas diligentemente
ex,saminado.
En el dicho coni;ejo fue dicho por Macia Coque, notario, vezino de la dicha
~ibdat, que bien sabían los dichos señores conQejo en como por su parte le fueron
encargado e encomendado que por quanto Juan Gar~ia de Denia e Miguel de
Alcaraz, jurados e veedores del ofi~io de los texedores de la dicha ~íbdat, en corno
por razon que en el dicho ofiQ¡o de la texedoria en esta dicha Vibdat se podían e
deuian texer e fazer exerga de lana segund. se texia e fazia en otros lugares del
regno, que les pluguiese de lo consentir. E, otrosy, que faria a~erca del dicho
ofi~io algunas ordenani7as por donde la dicha ~-ibdat fuese mejor regida e que
fuese con ellos e lo viesen e ordenasen aQerca de ello aquellas ordenan~as que
51
entendiesen. Los quales dichos Juan GarQia e Miguel de Alcaraz e el dicho Ma&
Coque de mandamiento e li~en~ía del dicho conqejo auian fecho e ordenado estas
ordenan,Qas que se syguen:
Primeramente, que los peynes diezeseysenos e diezcochenos e veynte e unos
se urdan cada uno de su cuento e vaya llena la pua a su marco. E en razon de los
filos que han de yr demasiados, asy para doblados a los cabos como para doblados
espar~idos por el paño, que los tomen del cuento mesmo de los ~inquenta linuelos
fasta en quantia de medio linuelo.
Otros¡, los ordidores que urden los paños los urdan en cuento de quarenta e
quatro varas, porque quando fueren texídos tornen a quarenta varas o una mas o
otra menos o poco mas o menos . E sy el señor del paño quisyere -urdir dernasyado
que el que lo urdiere faga señal bermejo de almaguena porque se sepa que es mas
de paño, e que lo diga e fága a saber al texedor que lo ha de texer, en pella de
sesenta marauedis. E que el texedor le faga señal a los cabos de la tela porque se
sepa que es mas de tela, so la dicha pena,
Otros¡, que se fagan e puedan fazer exerga, es a saber de dos modos : de tres
palmos e medio de veynte e un linuelo en inonton o de veynte e quatro en el
dicho marco segund fueren las filazas, e que vaya en la estílla tres filos, en pena
de sesenta marauedis el que contrario fiztere .
Otros¡, que se fagan e puedan fazer yrlandeses de cinco palmos reales e de
quento a vista de los menestrales texedores, segund las fílazas. En tal guisa .que
cada filaza entre en su cuento segund lo meregiere, e que el contrario fiziere que
pague sesenta marauedis de pena.
Yten, que se guarde el cuento o marco de los lien,~os antígos pero que dende
arriba que los texan e puedan texer segund lo demandaren las gentes . Es a saber,
de Qinco palmos o de seys palmos o de syete palmos segund su marco de cada un
cuento, e que el el contrario fíziere que pague de pena sesenta marauedis por cada
vez,
Yten mas, que en los rnarcos viejos de los lienQos se puedan fazer e texer
touajas estacadas e a gusanillo.
Yten que, otrosy, se puedan fazer e fágan costales, segund se fazen en otras
partes de Castilla, de lana o de estopa o de cañamo, segund lo quisíeren las gentes,
de marco de dos palmos e medio,
E otrosy, que se fagan e puedan fazer caras de cobertores, asy de seda como
de algodon o de lien~o, que sean a lista cubierta en qualquier de los dichos
marcos.
E que, otrosy, se puedan fazer lien~o,-, e touajas de nueue o de diez o doze
palmos .
E que otros¡, se puedan fazer cotoninas segund se pertenc~e fazer e se fazen
en otras partes e en otras tierras.
E otrosy, que los beruines se texan al cuento del estaríbre, llena la pua a
conplimiento del cuento e del marco; e que las orillas vayan de fuera anchas o
estrechas segund lo quisyere el señor del paño, e que el cuento sea trezeno o
cartorzeno,
52
Las quales dichas ordenanQas leydas e mostradas, los dichos señores conQeJo,
por quanto ~ron que eran buenas e prouechosas al bien e pro de la dicha
obdat, mandaronlas guardar de aquí adelante so las dichas penas,
Lil
1111
LIV
LV
Otrosy, por quanto esta dicha ~ibdat esta muy menguada de paños, que se no
puede auer ni alcanjar en ella sino muy caros e por grandes contias de marauedis,
lo qual redunda en grand daño del pro comun desta dicha o~ibdad; e porque la
dicha S:ibdad sea e este mejor e mas proueyda de los dichos paños e las gentes los
ayan de mas barato, ordenaron e mandaron que de aqui adelante se puedan traher
de fuera parte paños a se vender a la dicha ~ibdad, as¡ manchenos como otros de
los lugares del regno de Castilla, e que qualquier o qualesquier personas que los
vendieren sean tenidos de dezir e declarar a los que los conpraren de donde son
los dichos paños e de que logares, porque sean auisados dello e cada uno sepa lo
que conpra, en pena a qualquier que lo contrario fiziere que pierda los tales paños
e pague de pena sesenta marauedis por cada vegada . E si suyo no fuere el tal paño
o paños que as¡ vendiere, que los pague a su dueño e que la pena se parta en esta
manera: la teffia parte para el acusador, e la otra ter~ia parte para los veedores de
los perayles desta o~ibdad, e la otra ter~ia parte para los juezes exsecutores de la
dicha ~ibdad que agora son o seran de aqui adelante, porque lo exsecuten.
E otros¡, que ningunos ni algunos texedores no sean osados de poner el señal
de la eme de la ffidad en los paños que texeren de las filazas que se troxeren de
fuera parte a la dicha gibdad, porque sera engaño, en pena de sesenta marauedis
a cada uno . E si se ouieren de vender en ella que se vendan en la manera
sobredicha, so' la dicha pena a qualquier que lo contrario fiziere por cada vegada
que contra ello fuere, partida en la manera sobredicha.
E mandaronlo as¡ todo pregonar publicamente por la ~ibdat.
LVI
E otros¡, por quanto el tienpo a que miS~er Franffico Re, ginoues, mercador,
se obligo a fornir e bastei~er de tintas los tintos desta o~ibdat es espirado e
56
LVII
lo menos que fuese en su mano, E que de fecho, los dichos mercadores auian
vendido e vendian fiado e so seguro que les auian fecho e fazian ; que el pastel
que de ellos conprauan que era de ocho ~elestes por tina e que a los que que lo
tomauan para la ~ibdat no les querian fazer el dicho seguro. Por lo qual, los dichos
maestros se perdían en los preslios acosturibrados que tenían en la gibdat puestos
a que auian de dar los paños .
De lo qual, los dichos con~ejo auian auido suflojientes informa~iones . E como
quier que auian rogado a los dichos mercaderes que les ploguiese ~esar aquella
manera que tenían con los dichos tintoreros, e les quisiesen fornel~er sus tintas
segund que los mercaderes pasados e ellos fasta aquí los auian fornido, acatando
de como por la ~ibdat e por ellos auian seydo e eran aquí bien tratados, e
collocados, e defendidos, e auian fecho e fazian aquí mucho de su prouecho, e
aun les era sofrido conprar e ocupar las lanas e mercadorias que solían traher a
la casa del adoana desta i~ibdad para la prouision della antes de pasar los plazos
que, segund derecho e costuribre, auian de estar en la dicha para que las
conprasen los vezinos. E conpradas por los dichos mercadores las revendian por
mayores presi~ios de aquellos porque las conprauan, seyendo tenidos de las dar
a los vezinos por los mesmos pres&s que les costauan sin leuar dellos ganan&,
e por otras muchas razones que a ello les deuian mouer. Lo qual los dichos
mercaderes no quisieron conteriperar mostrando ser ingratos de los dichos
benefioos .
Dixeron los dichos señores coni~ejo que porque entendían que conplia a
serui~io de nuestro señor el rey que los tintos de la dicha ~ibdad fuesen fornidos
de tinturas porque se fallasen aquí paños, segund que se auian fallado fasta aquí
para la ffidad e para las sus fronteras, e no se ouiesen de traer de Aragon ni de
otras partes porque seria for~ado de recre~er careza de paños. Otros¡, porque si
los dichos maestros tintores de la ~ibdad ~esasen de teñir los paños e ouiesen de
venir en poder de los mercadores los tintes, no se guardaria a la l~ibdad su derecho
e costuribre de auer fiadas las tintas de los dichos maestros, sus vezinos, por
algund tieripo los unos sobre prenda e los otros como se abenian, segund que lo
auian usado fasta aquí.
Por ende, que mandauan e mandaron a Ruy Goni~alez de Harroniz, alguazil
mayor de la dicha ~ibdad que presente estaua, que fuese a las casas de los dichos
mercaderes, e que si ellos le quisiesen segurar sobre su verdat de dar abastamiento
de pastel a los dichos maestros tintores para los dichos tintos para un año primero
siguiente, para que eran menester ~ient cargas de pastel, de que venían a cada uno
dellos veyte e 4~inco cargas, dandolo a pres~io de diezeocho florines, segund que
lo auian vendido fasta aquí e de presente vendian por la mayor parte, aunque lo
auian vendido a Rodrigo Cora e a otros mercaderes a diezesiete florines e a
menores pres5:ios, que en tal caso el dicho alguazil fiz¡ese sellar con el sello de la
~ibdat las dichas £-ient cargas de pastell, veynte e £-inco cargas de cada uno de los
dichos mercaderes, de las suertes de que era vendido al dicho presi~io para que lo
diesen los dichos mercadores, as¡ sellado, a los dichos tintores pagandogelo ellos
al dicho pres~io . E sí este seguro no quisieren fazer los dichos mercadores, que
58
sacase las dichas veynte e ~inco cargas de cada uno de los dichos mercaderes
sellidas en la umuacneara que dicha es, e las pusiese en poder de Yahuda Alfatex,
jodío, el qual es mercader rico e abonado e llano, para que las touiese por los
dichos mercaderes ginoueses e las diese a los dichos maestros tintores para los
dichos tintos, pagandole ellos al dicho prenio, e recudiese con los presQios a los
dichos mercaderes bien e conplidamente, e tomase dellos sus cartas de pago e que
no fiz¡ese al el dicho alguazil, El qual, dicho alguazíl, dixo que era presto de lo
fazer e los dichos mercaderes dixeron que pedían dello, treslado para dezir de su
derecho.
De lo qual fueron presentes testigos: Alfonso Perez de Mon~oii, escriuanq del
rey, e Lorenco Ballester, notario, vezinos de Muroa.
LVM
ne~esario e conplidero para pro e honra de la dicha qibdad que el dicho maestro
Juan este e biua en el para usar de lo sobredicho, ordenaron e mandaron que le
sea dada, para que en este e biua e more, la dicha casa e torre de los Pelligeros
que esta encima de la a~equia mayor de Aljufia de aquende el rio, encorporada en
el adarbe viejo, e que la repare e tenga con derecho en tanto que en ella morare .
E prometieron de ge lo no quitar ni dar a otro alguno en tanto que en la 4~ibdad
estouiere. E por quanto el rey nuestro señor franqa a todas las personas que de
fuera de los sus regnos vengan a morar a ellos por diez años, que el dicho maestre
Juan se avezinde en la dicha ffidad, e tome su carta de vezindad por razon de la
franqueza de las monedas. E en quanto toca a los pedidos e otros pechos reales e
con~ejiles, e lieuas, e yda de guerra, e fazenderas del con~ejo, dixeron que lo
franqueauan e releuauan de todo ello, en tal manera que el sea franco e quito e
exsento de pagar cosa alguna dello. E prometieron de lo tener e guardar e conplir
todo asy como de suso se contiene .
E el dicho maestro Juan dixo que lo pedia por testimonio para guarda de su
derecho.
De lo qual fueron presentes testigos : Alfonso Perez de Mono~on, escriuano del
rey nuestro señor, e Lloren~o Ballester, notario, e Fran~isco Perez Beltran, vezino
de Mur~:ia .
LIX
sobre ello por quitar e cuitar los dichos daños e engaños, e que ellos as¡ ge lo
pedían por meroped que lo fiziesen pues tenían cargo desta dicha 1;ibdad. En lo qual
farian grand seruic-io a Dios e muy grand prouecho a la dicha ~ibdad e a los
vezinos e moradores della e a las otras person= quwe viniesen a conprar paños en
ella, porque cada unos sopiesen lo que conprauan e quitarían la difamalion que a
la dicha 4~ibdat por ello venia.
E los dichos señores conffio, caualleros, escuderos, ofigiales e omes buenos,
visto e oydo lo que sobredicho es e que los dichos Garlia Perez e Pero Gargia e
Juan Gar~ia dezían bien e pedían justi~ia e razon, ordenaron e mandaron que los
paños que de aquí adelante vinieren e se troxieren de fuera parte a esta dicha
gibdad a se vender en ella que se vendan oTQxUl en dos boticas señaladas, ppKonrpqpume
se sepa que se venden allí los paños estranjeros e de fuera parte, e cada uno sepa
lo que conpra.
E encargaron e encomendaron a Pero Bernal, uno de los dichos regídores, e a
Alfonso Martinez de Cuenca, jurado, juezes e exsecutores de la dicha ~ibdad, que
las diMehuas dos boticas o tiendas en que se vendan los dichos paños
ayan e busquen
estranjeros, que no sean jodios, e que fagan aQerca dello las ordenanQas e pregones
que necesarias fueren e cunplieren para ello. E dieronles poder conplido para lo
fazer e prometieron de lo auer por fírme, el .
Testigos: Alfonso Perez de MonC_ort, escriuano del rey, e Loreni~o BaIllester,
notario, vezinos de Mtiri~ia,
LX
de la Iffidad. Sobre lo que les fue pedido que proueyesen . E touleronlo por
bien.
Por ende, ordenaron que se guarden sobre esto las ordenangas antigas de la
Qibdat en que se contiene que los paños que troxeren a ella de la Mancha e de los
otros lugares deste dicho regno sean manifestados en el adoana mayor desta dicha
gibdad, e sean vistos por los juezes e veedores de los texedores e perayres, e se
guarde sobre ello lo que dize en las dichas ordenanQas.
Otrosy, ordenaron e amuanndlawrown que los dichos mercadores e tanderos sean
tenidos de tener sobre los paños que vendieren las señales siguientes :
PAnuramante, que tenga sobre los paños fechas de la dicha i~íbdad;
descubiertamente e a ojo, el señal de la eme que ponen los texedores de la dicha
Qibdad en los paños.
del toda e en !la
E otrol, que los paños de fuera tengan la una oriBa quítada
parte que quedare la otra orilla que tengan un peda~o de la faxa cortado, quanto
dos palmas deRo entre la tosi e el paño, colgando a que tengan allí un sello de la
~ibdad de cera bermeja e puesto un papel enQirna bien asentado en que sea
que ayxa esplal,~lío de
escrip=s letras que digan: «este paño no es de la pibdido 11
sellar los dichos paños barranos e de fuera parte que esten en la opibdad en las
tiendas de los dichos mercadores e tenderos, de oy en veynte días. E los paños
que de aquí adelante vinieren que los sellen ante que los pongan en las dichas
tiendas, e los paños que al no sean selladdos e señalados como de suso dize que
sean perdidas, e el que los vendiere pague los paños a su dueño sy suyos no
fueren, e demas que pague de pena por cada uno sesenta maratiedis e que las
dichas penas se partan en esta manera; la teroa parte para el acusador e las dos
teNias partes para los juezes exsecutores de la dicha Qíbdad que agora son o seran
de aqTui adelante porque lo licuen a exsecuSÍon. E porque esto se pueda mejor
guardar mandaron que texedores algunos de la ilibdat no pongan el dicho señal
de la eme a paños algunos que texan de filazas traydas de fuera.
Otrosy, defendieron que paños algunos de fuera no sean Fueros en la yIdad
trayendo el señal de la eme, so las penas susodichas, e que tengan el sello con que
paños el =carar regidor que las de cada año.
se han de sellar las dichos
Todo lo qual mandaron pregonar publicamente por toda la dicha ~ibdad
I~Tae todos lo sepan e sean auisados e aper,~ibídos dello,
De lo qual fueron presentes testigos : Alfonso Perez de Mon~on, escriuano del
rey, e Fran,?isco Perez Beltran e Lloreni~o Ballester, notarios, vezinos de Muripia.
Murcía,
62
IXI
LMI
Esto vos pedirnos de mer~ed que nos mandedes guardar pues es pro comun de
todos, E mantengavos Dicís»,
El qual, dicho escripto, presentado e leydo, los dichos señores con~ejo,
alcaldes, e alguazil, regidores, caualleros, escuderos, ofi4~iales e ornes buenos,
ordenaron e mandaron que les sea guardada la dicha ordenan~a que de suso faze
menQion a~erca de los dichos fiadores, agora e de aqui adelante, en tal manera que
los fiadores que agora daran en tanto quanto quísieren estar en las dichas fian~as
que esten, e los dichos texedores no sean tenudos de dar otras fian~as de cada año
durante aquellas, E aperca de lo contenido en el dicho escripto díxeron que
mandauan e mandaron que los veedores, que agora son o seran de aqui adelante,
del dicho oficio usen de sus ofipios segund que usaron en los años e tíenpos
pasados .
De lo qual fueron presentes testigos, Ferrand Sanchez de la Peraleja e Pero
Gar,?ia de Cordoua, vezinos de Mur~ía.
1=
de la dicha Qibdat e del dácho cotnejo, e los testigos de yuso escriptos. Luego, -amas
las dichas partes, dixeron que por quanto el dicho conQejo auía acordado, e
ordenado, e mandado a pregonar que la persona o personas que se quisieren
obligar de dar abondan~a de tintos e tinturas de paños e lanas a los vezinos e
moradores de la dicha i;ibdad e a los estrangeros que a ella viniesen a teñir paSos
e lanas ti retales pKr un año primero viniente, por de menos pres4;íos que fasta aquí
se tenían, e fasta aquí, como quíer que auia seydo pregonado, no se auia fallado
ni fállaua quien por de menmos tOMasti cargo de los dichos tintos e tinturas que los
dichos Juan Perez e Juan Gar~ia, Por ende, que el día de oy, amas las dichas partes
que eran <=wardes e aecomrdaddos que esite negogio pasase entre ellos en la fRorruma
siguiente:
que desde oy, dicho día, en un año e por un año primero
síguíente, los dichos Juan Perez e Juan Gargia, amos juntamente e cada uno por
sy, renunQiando la ley de duobus regibus de bendi, se obligaron e obligan de dar
tintos e tintas de pastel e bullones, e maestros e seruidores, e arreos
recabdos de
e pertrechos e todas las otras cosas que fueren menester, en manera que
abondosamente e ingesante sean tenidas por ellos todas las lanas e pailos ti retuadies
de los vezinos e estranjeros que en la ~ibdad les dieren para teñir; e que caten los
dichos Juan Perez e Jien (Apla sus tinturas e fomil~íc>nes donde quísieren a toda
su mejoria e a toda su aventaje .
E otros¡, a su aventura de manera que por guerras o por otro iripedimento, o
caso fartuyt1 no se puesdka escusar díziendo que no pueden autir pasteles ni las
otras tinturas que ouieren menester. El qual dicho año comienQa oy, día de la fecha
dos dos IA mcs de enero del. año primero que
deste instrumento, e acabara a
verna de mill e quatroQientos e quarenta e un años.
Iten, que dara todo el dicho AS idyandkewwner&e conplimiento de coloisis, cóti
pastel e bullones e otras tintas que fueren menester a los dichos vezinos de la
pib,dad e a los estranjeros, corresporulientes las dichas colores a las muestras de
colores que los veedores de la q1dad tienen de corno mejores colores se fizieron
aquí, de tres años a esta parte. Las quales muestras seran selladas con el sello de
la gíbdad porque en ellas no pueda aucr inudanQa.
Iten, que daran las colores de los pasteles e bullones de lanas, e paños, e retales
a los pres<~los siguientes, Conuiene saber-
Entrecolores a Ciento e quarenta e S:inco marauedis.
Ren, el verde erbenay a jiento e quarenta e ginco marauedis.
Iten, el verdegay a Qiento treynta e pinco marauedís .
Iten, el verde escuro e la bruneta e el amoretado a dozíentos e quírize
marauedis,
Iten, las sanguíneas a o~iento e quarenta e Qinco marauedís,
E el claro a setenta e <~inco marautidis por cada una pedaí~a de paño entera, e
a este respecto por medias pieQas e por retales,
Iten, que teñiran las lanas a los pre~~-ios siguientes . Es a saber.
De toda lana blanca a que se diere inedia color que paguen por píeQa los
señores dellas a setenui e pinos marautidís .
66
Otros¡, que qualquier persona o personas que tinxeren paños, suyos ni agenos,
ni lanas, ni retales en manera alguna a fuera de los sobredichos o syn su li~cn~ia,
como dicho es, que pierdan los paños e las lanas e retales e cayan en pena de
Qient florines, la terlia parte para los dichos veedores e la otra ter& parte para los
dichos Juan Perez e Juan Gar~-ia .
Iten, que sy alguno ouiere menester teñir paño de luto que no lo pueda fazer
syn li-~enS:ia de los sobredichos, so pena de los dichos 4~ient florines partidos en la
manera susodicha, pero que ellos sean tenidos de dar la li~-en~ia sy ge la pidieran .
E todas estas cosas e cada una de ellas otorgaron e prometieron e otorgan e
prometen amas las dichas partes, cada una dellas, en lo que les atañe de tener,
conplir, guardar e mantener e fazer e curar e procurar que sea tenido e guardado
e mantenido bien, leal e fiel e verdaderamente, e que no sea fecho lo contrario,
clara ni ocultamente, so las dichas penas. Las quales, pagadas o no, sienpre quede
firme todo lo en este instrumento contenido .
Para lo qual tener, guardar e conplir e fazer conplir e guardar, los dichos
congejos, alcalde e alguaziles, regidores, e su procurador e syndico en su nonbre,
obligaron las rentas e propios e derechos de la dicha 5~ibdat.
E los dichos Juan Perez e Juan GarQia obligaron asy mesmos e a los bienes,
muebles e rayzes, auidos e por aucr, en todo lugar. Amos juntamente e cada uno
dellos, in solidum e por el todo e a mayor abondamiento, dieron por sus fiadores
sobre ello a Juan Crespo e a Juan Manuel, tintoreros, vezinos de la dicha ~ibdat.
Los quales, dichos fiadores, que estauan presentes, se obligaron por sy e por sus
bienes en la manera susodicha, que los dichos Juan Perez e Juan Gari~ia, ternan e
conpliran las cosas susodichas a que son obligados, e cada uno dellos, con las
dichas penas . E donde que ellos, asy somo prenQipales debdores e fiadores lo
conpliran e pagaran . Para lo qual obligaron sus personas e bienes segund que los
dichos pren~ipales estan obligados . Sobre lo qual todo, renun&ron todo fuero e
toda ley e todo derecho e toda razon e defension que contra esto pudiese ser, e la
ley que dize que general renun~ia~ion non vala .
E de esto en como paso, amas las dichas partes otorgaron e mandaron que de
todo esto fuesen fechas dos cartas, de un tenor tal la una como la otra, para cada
una de las dichas partes la suya.
Testigos que fueron presentes, llamados e rogados espe~ialmente para todo lo
que susodicho es : Lloren~o Ballester e Frano~isco Perez Beltran, notarios, e Jordi
Perez, tintorero, vezinos de Muro~ia.
68
IMUSV
LXV
otrosí, por quanto los dichos conQejo, regídores, caualleros, escuderos, ofipiales
e omes buenos, de voluntad e acuerdo e consentimiento de los dichos ofigíos de
los texedores e perayres desta dicha gibdad, han ordenado e puesto pre~ío de lo
que se deue Icuar e pagar de aquí adelante de texeduras e adobos delos paños e
líengos que se adobaren e texeren en esta dicha Obdad, ordenaron e mandaron
que se fiziese gerca dello este pregon que se sigue:
«Texedores e perayles . Sepan todos que el conípejo, alcaldes, regidores,
caualleros, escuderos, ofigiales e omes buenos desta muy noble gibdad de Murlía,
con voluntad e acuerdo e consentimiento de los oficíos de los texedores e perayres
desta dicha C-ibdat, an ordenado e puesto presQío de lo que se deue pagar de aquí
adelante de texeduras e adobos de los paños e liengos en esta manera;
Primeramente, de texeduras de les paños sesenos, blancos e burillos, quarenta
marauedis de tres blancas el marauedi.
Iten, de texeduras de la palmílla Qinquenta marauedis de las dichas tres blancas.
De texeduras del paño díezcocheno Qinquenta e Qinco marauedis .
De texeduras del paño veynte e uno blanco ochenta marauedis.
Del paño veynte e uno que sea de colores nouenta marauedis,
De texeduras de la vara del liengo leii9al quatro blancas.
De texeduras de la vara de estopa a tres blancas .
De texeduras de la vara del liengo, que díere quatro varas por libra, Qínco
blancas.
De la vara del lienVo, que diere linco varas por libra, seys blancas.
De la vara del lienQo, que díere seys varas por libra, ocho blancas.
De la vara de los touajones de estopa, angostos, dos blancas.
De la vara de los touajones de lino, angostos, tres blancas .
De la vara de los rnanteles de estopa, de pexne ancho, ocho blancas .
De la vara de los manteles de lino, de pexne ancho, diez blancas.
Del adobo de los paños sesenos, blancos e buríllos, treynta e quatro rnarauedís,
Del adobo de la palmilla quarenta marauedis, e que la faga pingar a su dueño
o la pinge,
Del adobo del paño de díezeocheno blanco quarenta e ~inco marauedis.
Del adobo del paño veynte e uno ochenta marauedis de tres blancas,
E qualquier o qualesquier personas de los dichos texedores e perayres que
demas e allende de los pregios sobredichos Icuaren e demandaren de la texedura
y adobos de los dichos paños e lienlos, que por la primera vez que paguen de
pena sesenta nuarauedis e pierdan las texeduras e adobos de los tales paños e
70
liengos e manteles, e por la segunda vez que les den ~inquenta a~otes demas de
las dichas penas . E que ayan la tero~era parte que sea para los propios de la gibdad,
e la otra ter~-era parte que sea para los juezes executadores que agora son e seran
de aqui adelante, que dello han de conos~er, porque lo licuen a deuida execus-:ion» .
E mandaronlo asy pregonar publicamente por toda esta dicha Qibdad, porque
todos sepan e no den ni paguen a mas allende de los pre,~ios sobredichos.
LXVI
fieles exsecutores del dicho conQejo e tomar su alcauala . Porque sy ellos vieren
que lo que asy sacaren fuere menester para prouision de la dicha Qibdad lo fagan
vender en ella por los cotos del dicho señor rey. E sy la Qibdad no lo auiere
menester los dexen Cir cQa ello para donde quisyeren pagando los derechos
acostun.brados. E los unos ni los otros> no fágan lo contrario, so las penas
contenidas en el dicho preufilejo del dicho señor rey don Alfonso e en las
confermailiones de las otras señores reysis, sugesores suyos e del dicho señor rey,
E demas, so pena de perder lo que de otra guisa sacaren e las bestias en que lo
Icuaren e de seysi~ientos marmedis a carda uno, la teroa parte para el acusador, e
la otra tefQia parte para los dichos fieles secutores, e la otra terQia parte para la
lauar de los muros desta cibdad>.
E mandaronlo asy pregonar porque todos sean dello sabidores,
E despues desto, en la dicha ~ibdad, miercoles nueve dias del dicho, mes de
otubre del dicho año, este día, Juan Martinez, pregonero publico del dicho
con~ejo, fizo e pregono a altas vozes, tañendo con tronpeta, en la pla~a de los
omes e por las (Tas plajas; ti cansonas e lugarreas acostuffirados de la dicha ipibdad
el dicho pregon de suso contenido.
De lo qual fueron presentes testigos, Andres Perez de Capellades, e Diego
Tacon, e Sancho Perez de Linan, e Alfonso Mercader, e Alfonso Gonzalez de
Gamariz e Franosco Perez Beltran, notario, vezinos de Murgia.
LXVH
dan
Tki el prirpipe Enrique, mando a vos el conV-ejo, jusficía, regidores,
caualleros, escuderos, ofi&les e ames buenos de la muy noble ~ibdad de Murlia,
que
el paño que me deutides, a dar de la entrada que yo fizlere en la dicha Qib&d
que lo dedes a Alvaro de Villareal, m¡ registrador, e agora se de no mi guarda, e
Alfonso de Segouia, mi aposentador de los mis ofi~ios cantores del rey mi señor.
72
Por quanto yo les fize e fago meri;ed de le dargelo luego e tomar por su carta de
pago, con la qual e con la presente no vos sera demandado otra vez . E no fagades
ende al.
Fecho a veynte dias de otubre año del nas~imiento del nuestro Señor
Jhesuchristo de mill e quatro~ientos e quarenta e quatro años.
Yo, Diego Arias de Auila, secretario de nuestro señor el prini~ipe lo fize escreuir
por su mandado.
LXVIII
LXIIX
se falla, que muchas presonas desta libdad fazen un veynteuno de tres arrouas de
lana que conpran e no se pueden fazer buenos ni tales quales deuen; que para
fazer un buen veynte e uno que sea fino e tal qual deue es asaz sacarlo de diez
arrouas de lana, e por esta razon se fazen muchos malos . Por ende, vos pide por
meri~ed que les dedes ordenan~a que qualesquier veynte e unos que se fizieren en
esta dicha 5~ibdad, que en blanco sean vistos por los veedores del dicho ofiQio para
que ellos vean sy es tal qual deue ser o no, e para esta razon piden a vuestra
meri;ed que por mas nobleQimiento desta ~ibdad e que los buenos paños que en
ella se fizieren sean mas loados e mas pre~iados cada e quando de aqui ouiesen
de salir a otras partes o los que de otras partes viniesen aqui, que los viesen que
lleuasen labor de los paños que en esta ~ibdad se fiziesen, que a vuestra mer~ed
plega de les mandar dar una bolla de plomo de la señal de la gibdad corno se
acostunbran en todos los otros lugares donde buenos paños se fazen e no deue
ser esta ~íbdad de menor condi~ion, pues que los dichos menestrales se quieren
op9ner a los fazer semejantes a los de Valengia aunque sean mas leales, e la dicha
bolla sera apartamiento de los buenos e de los malos, e el veynte e uno que no
fuere bueno que le sea echada la bolla, mas que le sea quitado un liston del cabo
primero e aquel sea vendido a preQio de diezcocheno e no por veynte e uno. Eso
mesmo para que los veedores del dicho oftio ayan voluntad de trabajar, que ayan
por galardon de cada bolla que asy pusyeren dos blancas por quanto la bollas les
costaran dineros.
A esto respondieron que sea conplida la dicha petiQion e que tenga la dicha
bolla el veedor que fuere del dicho ofiffi con el regidor que fuere juez de las tintas
en cada año, pero que en la vista de los tales paños que los dichos veedores los
vean en uno con los exsecutores de la Qibdad,
Otros¡, vos piden por rner~ed que por quanto ay una ordenanc-a antigua en
razon de los paños manchenos e dize que los dichos paños sean vistos, e a los que
no son tales que les sea quitado la una orilla e no se veen syno despues de tirados,
en lo qual es gran daño porque todo paño tirado es parejo e no parege en ellos
los males e faltas que en ellos son como se paregen ante de tirados, Por ende,
piden a vuestra mer~ed que qualquier perayle que los tales paños adobare que no
sea osado de los tirar fasta que primeramente llame a los veedores del dicho ofiQio
que los vean e den el bueno por bueno e el malo por malo, e al bueno que le sea
echada la bolla de la dicha o~ibdad e al que no fuere tal qual deue que le sea
quitada la una orilla, segund que en la ordenan~a antigua se contiene . E porque
los dichos veedores ayan voluntad de trabajar e exsecutar este fecho que es
prouecho de todo el comun, que ayan de galardon por la dicha bolla las dichas
tres blancas,
A esto responden que vean los secutores con los veedores sobre esto.
Otros¡, plega a vuestra mero;ed de ordenar e mandar que no entren panos
algunos de Aragon para se vender en esta ~ibdad, pues que ay e avra en ella tan
buenos paños e mejores que en Aragon, e mas razon es que los vuestros
menestrales ayan el prouecho con vosotros que no los estrangeros, ca en la dicha
~ibdad de Orihuela por ynterese de sus menestrales tienen defendido que no
74
entren en ella paños de Valengia que es del su regno, mucho mas lo deue fazer
vuestra mexyS por ser de regno estraño.
A esto responden que segund se fizieren los paños que asy faran la prouision.
Otros¡, vos piden por meriped que por quanto entre las ordenangas que tienen
ay una que dízc que los veedores de los pelayres puedan yr cada semana una vez
o dos a requerír las prendas e obradores de los perayles para veer sy ay algunos
paños que no sean uás como deuerp e no se ~Wride a km obradotas o casa de
que por quanto
traperos o mercaderes. Por ende, pídenvos por merQed , entienden
que es grand prouecho para todo el pueblo, que les mandedes e km dexies podIer
que asy vayan e puedan yT a requerir las casas o tiendas de los sobedichos como
de km per"ayyrwes en qualquier logares que ellos km faBáren en M disha :dac
A esto responden que es bien e lo aprucuan, pero que la vista sea fecha por
los veedores de los ofiQios de la peraylia e de los texedores en uno con los
secutores de la díkcAhua pibdad.
OtrosP sus piden por merQed que por quanto por vosotros señores e por otras
personas es quexado o se q~an di cada día de los colores de las brunetas e -se
falla que es por falta de los fazer en frio los tintoreros, e que sy se fiziesen
alomenadas serían las colores mas fen-nosas e mas UwÉ&p lo qual ir pierto e cosa,
precuada . E por ende, a vuestra awped pága de mandar a todos los tintoreros e a
cada uno dellos que de aqui adelante no fagan ningunas brunetas comunes ni
veynte e unos syn que primeramente los alomenen e sobre buen cardeno, e por
vosotros señores les sea puesta pena que asy lo fagan .
A esto responden (pie pues se falla que las dichas brunetas son mas fieles
faziendose alumenadas que no en frio, que de aquí adelante no se fagan las dichas
brunetas en firsio saluo alonurnadas, sco pena a qualquíer tíntorero que lo contrario
fiziere de seyslíentos marauedis por cada vegada,
Ux
del dicho coni?ejo les fazian e fazen muchos agrauios e synrazones en les mandar
dar de cada año fiadores del dicho ofíQio, teniendo ya cada uno de los dichos
ofi~~íales dados sus fiadores ; mayormente, que los tales fiadores se estauan en las
dichas fíanQas tres o quatro años o mas tienpo que se no sallian dellas, que se les
recreS~ia por estarazon mucha costa en las dar de cada un año. E que les pedían
por mer~ed, en el dicho nonbre, que en tanto que el tal fiador o fiadores quisyesen
estar en la dicha fian~a o fiangas e se no sallesen dellas, que se no fuesen
obligados a dar los tales fiadores . E que en esto farian justii;ia e a ellos mucha
mer~ed.
E los dichos señores coni7ejo, alcaldes e alguazil, regídores, caualleros,
escuderos e omes buenos, visto e oydo lo que dicho es e que los dichos veedores,
por sy e en dicho nonbre, les pedían razon e justii~ia e porque el dicho ofi4~io sea
mas ennobleS7ido e honrado, ordenaron e mandaron que los exsecutores que agora
son o seran de aquí adelante no sean tenidos de apremiar a los dichos oftiales de
dar fian4~as cada un año en los dichos ofiQios, en tanto que el fiador que
primeramente dieren se quisyere estar en la dicha fiani~a e no se sallere della, e
que por lo asy fazer e conplir los dichos ofigiales no yncurran por ello en pena
alguna. Pero que sy algunos ofiffiles del dicho ofigio fasta oy no tienen dadas sus
fian,~as e otros algunos quisyeren poner nueuamente obradores del dicho ofi~ío,
que lo no puedan fazer ni usar del dicho fasta ante e primeramente ser
exsaminados por los veedores del ofi£,io, quedando a los tales veedoressus fianQas
seguras porque los que les dieren sus ropas a fazer sean seguros dellas. E qualquier
que de otra guisa usare del dicho ofiQ¡o o asentare obrador que yncurra en pena
de seysi~íentos marauedis para los dichos veedores que agora son o seran de aqui
adelante del dicho ofiqio. E sy caso fuere que algunos ofiffiles usaren del dicho
ofi~io syn ser exsaminados e dar las tales fianjas e se fueren con algunas ropas de
los vezinos de la cibdad, que los dichos veedores sean tenidos e obligados a las
pagar a sus dueños de sus bienes . En lo qual consyntieron los dichos veedores en
nonbre del dicho ofIgio.
De lo qual fueron presentes testigos. Pero Goni~alez de Harroniz e Juan Porres
e Alfonso Vilanoua, vezínos de Mur~ia.
UM
los testigos de yuso escriptos, paresQ¡o Ruy Perez de Vallesteros, vezíno de la dicha
901ad, vaNlor del Aje, de km samatrues este presente año, por sy e en noribre del
dicho Coo, e presento ante los dichos señores conQejo, alcaldes, e alguazil, e
regídores, caualleros, escuderos, <Alpbles e cowmnes buenos, un Irtastrumento de
dicho
pienas ordenanjas del su ofigio, signado de escriuano publico, el tenor del
qual dize asy:
Tepan tales 9lue en la mouy noble gibdad de Murpia, sabado diez e seys días
de julio año del nas,buiento del nuestro Saluador JIaesuchristo ¡le mill e
quatro0entos e diezcocho años, Este dia, fueron juntados a congejo en la carnara
de la corte de esa dicha ~íbdad, segund que es acostunbrado, Pedro Carles e Pedro
Sarustez Te Almansa e Alfonso fortun e Donaingo Ubarraenste e Lazaro Castellon e
Alfonso Fontes, Johan Escriuano e Miguel Antolino e Bernad Basda, que son de los
díezcocho omes buenos regidores que han & ver e colnuw las Mos e lWienda
del conQejo de la dicha Qíbdat, Seyendo y Día Gomez de Daualos e Ruy Gonzbez
de Harroniz, tenientelugar del alcalde por Sancho Gongalez de Harroniz, su
hermano, alcaldes, e Pedro Manuel, siguazil, e Johan Sanchez de Mosqueruela e
Johan deelMadrit, jurados .
E en Íkha ciorpejo pwaxrespikenrxoxn Bartolome Rodríguez e Alfonso Perez e J:Ahan
Odríguez e Ferran Martinez, sastres, veános de la dicha gíbdad, por sí e en notabre
ck: las otros sastres e menestraleís <» dicIva ofipioy e dixeron al dí¡Ahuo con~cio,
ofij~-iales e omes buenos, que bien sabían la su mer~ed de como los ofiqiales desta
dicha Qíbdad e los mas dellos tenían e tienren Sienas ordenarlías pwar denula sue
syguian e reglan porque mas derechatuente fizíese en los dichos ofi~ios lo que
devian e cada unos ouiesen su derecho. E por quanto ellos en el dicho ofi~~io no
tenían ordenanjas par dorxie se syguiesen ni usasen, que pedían por meTed al
dicho con£,ejo, ofíQiales e omes buenos, que a la su mer~ed plugiese de veer Qíertas
ordenangas que ellos trayawn orImadas en rnaazo"n dicho ofijia E vistas sy eran tales
que fuesen justas e razonables e prouechosas para los vezinos e moradores de la
dicha QUad que ge Ikas Men e confirmasen porque ellos pudiesen usar e usen
dellas de aquí adelante . De las quales fizieron presenta£,ion e dizen en la manera
que se sigue:
fue ordenado estando en cabíldo los dichos menestrales en la
orden de Santo Domíngo de la dicha Qibdad, que de cada año para sienpre el día
de ti nena de las BienaventurBos Sant Pedro e Sant Pablo, que es a ~;inco días
despueg de Sant Johan del mes de junio, que los dichos menestrales se ayunten
des omes buenos parna Juezes veedores del dicho
por la mañana y escojan entre sy
ofigio, dende en un año en la fiesta de los dichos Sant Pedro e Sant Pablo. E que
a5y escojilas saprui fazer el juraniento acostunbrado de tener e guardar en justigia
las presonas entre quien ovieren de judgar e les guardar a cada uno su derecho ;
el qual juramento han de fazer en poder e manos de los jurados de la dicha Qibdad
por ante el ewñuano del dicho conS~ejo,
Otrosy, fue ordenado por los menestrales que los dichos menestrales puedan
oyr e librar las dichas questiones e pleyuys tocios los das del año, sallua-ando, los
feriados, E que del día que la question fuere ante ellos concluyda juciguen sy
77
aprender tienpo razonable con alguno de los menestrales sabidores del dicho
ofiQio, que de aquí adelante no se entremetan los tales que no son sabídores fasta
lo aucr aprendido de anparar alguna ropa ni la cortar, saluo primeramente fueren
exsaminados por los menestrales maestros del dicho ofigio, en pena de los dichos
seys~ientos marauedis e sean partidos en la forma contenida en la setena
ordenani~a, esto afuera de la otra o otras penas sy las ropas que cortaren erraren,
Otros¡, fue ordenado por tal que los dichos menestrales puedan dar mejor
cobro e ayanar a las personas que les dieren ropa a tajar, que los días de las fiestas
que los labradores fizieren plaipa, ca ellos puedan labrar syn caher en pena alguna,
la una puerta ~errada e labren dentro de la casa do moraren; e si la casa no ouiere
mas de una puerta horaña que labren dentro en casa, e la tengan aquella abíerta
para que puedan ver para obrar.
Otros¡, fue ordenado que por razon que los jurados de la dicha 5-~ibdad cada
que quieren van a buscar entre los maestros que fazen jubones si fazen alguna
obra encaramada, e por lo no saber cono~er porque no saben del dicho ofi~io
quedan algunos jubones encaramados para ser vender por buenos, lo qual es daño
de los compradores, Por ende, por lo escusar e la obra sea buena de los jubones
que quedaren para vender e la mala obra sea conosoda, que los dichos jurados
no vayan de aquí adelante a requerir los jubones que fallaren encaramados den
por malos e fagan della lo que fasta aquí usaron fazer los jurados de la dicha
~ibdad; e que afuera desto e de las otras penas que a los jurados pertenepen, ayan
de- galardon los dichos veedores por la dicha obra que veen e cono4~en por cada
jubon diez marauc:dis, e que los paguen la persona que los tales jubones fiziere e
vendiere.
Otrosí, por razon de la ropa que se corta por mojar, que es acaes~ído que
despues de obrada e la tiene su señor, que por no seer guardada de agua o de
grande umor de fríaldat se encoge en algunos lugares, e dize el señor de la ropa
que acaes~io en casa del menestral que la corto e el menestral dize que acaesgío
en casa del señor de la ropa, E asy esta la verdad que se no puede saber, por tal
que la verdad de aquí adelante el menestral que re~ibíere e cortare ropa sin mojar,
a la sazon que la entregare al señor della, sea tenido de ge la vestir e ensayar ante
dos omes buenos por testigos, porque veran la ropa en que forma esta a la sazon;
e si el menestral esto no ftziere e sobre ellos fuere question, que los veedores
rei;íban juramento de dezir verdad del señor de la ropa, e que le pregunten sobre
la jura si acaesi~io lo tal encogido en su casa e despues que fue en su poder la tal
ropa, e sea creido por su jura,
Otrosy, fue ordenado que si la ropa fuere mojada e el señor del día que la
comen~~are a vestir en veynte días adelante conplidos no reclama sobre el error, sí
alguno fuere en la dicha ropa dentro del dicho tíenpo, que dende adelante no sea
oydo, sobre ello en manera alguna.
Otros¡, ordenaron que los veedores tomen del juyzio de asignagion de prucua
o de juramento tres marauedis, e de la sentenilia definitiua seys marauedis de la
parte por quien fiziere, e condeprie al caydo en las costas e las puedan tasar e
fazer pagar dentro en diez días primeros siguientes despues de la data de su
79
senteno~ia, saluo si fuere dellos apellado e seguida la al~ada para ante los dichos
jurados que quede la exsecu~ion fasta seer del todo senten~iado el pleyto. Los
quales marauedis contenidos en estas dichas ordenanQas son de tres blancas el
marauedi» .
E leydas e publicadas las dichas ordenan~as e cada una dellas ante el dicho
coni~ejo, caualleros, escuderos, regidores, ofi&les e omes buenos, a pedimiento
de los dichos Bartolome Rodriguez e Alfonso Perez e Juan Rodriguez e Ferrand
Martinez, sastres, por sy e en el dicho nonbre, e publicadas aquellas, el dicho
con~ejo, caualleros, escuderos, regidores, ofi~iales e omes buenos, dixieron que las
aprouauan e confirmauan, e aprouaron e confirmaron, e que las dauan e dieron
por buenas e por bien fechas, e les mandauan e mandaron que usasen e usen
dellas e por ellas, auiendolas por leyes, agora e de aqui adelante, segund que en
ellas e en cada una dellas se contiene, por quanto dixeron que eran e son
conplideras para el dicho ofio~io.
De que fueron presentes testigos: Gines Martinez e Miguel Torrent, vezinos de
Muro~ia.
E yo, Johan Perez de Bonmayty, escriuano publico de la dicha ffidad e
escriuano en la escriuania del coni~ejo della por Pedro Royz Delgadillo, escriuano
del dicho conS:ejo, que a lo que sobredicho es en uno con los dichos testigos
presentes fuy a pedimiento e requerimiento de los dichos Bartolome Rodriguez e
Alfonso Perez e Johan Rodriguez e Ferrand Martinez e de cada uno dellos, estas
ordenan~as fiz escreuir e torne oy esta publica forma en este quaderno de papel,
en que ay siete cartas escriptas de amas partes, con esta onde va el mi signo, e en
fin de cada una dellas en la segunda llana escripto de mi nonbre de mi mano, por
quanto dixeron que el dicho oftio e ellos en su nonbre las auian menester para
usar dellas e por ellas, segund que por el dicho con~ejo las auia seydo e era
mandado . E yo ~errelo en la dicha gibdad con razon enmendado o dize
menestrales no le enpesca. E en testimonio de verdad fize aqui este mio
acostunbrado signo.
E presentadas e leydas las dichas ordenan~as, el dicho Ruy Perez, en el dicho
nonbre, pidio e requirio a los dichos señores con~ejo, ofi&les e omes buenos, que
por quanto aquellas no se fallauan asentadas ni registradas en los libros e registros
que son en el consystorio del dicho con~ejo, aprouandolas segund que en ellas e
en cada una dellas se contienen. E en esto que farian justizia e lo que deuian, e al
dicho oftio e a el en su nonbre mucha mero~ed .
E los dichos señores, con~ejo, alcaldes, alguaziles e regidores, caualleros,
escuderos, ofi£-iales e omes buenos, visto e oydo lo que dicho es e que el dicho
Ruy Perez, en el dicho nonbre, les pedia razon e derecho, dixeron que lo auian e
aprouauan, e rectificauan e rectificaron, e auian e ouieron por firmes e ratas e por
bien fechas las dichas ordenan~as e cada una dellas, e las mandauan e mandaron
guardar sy e segund que en ellas se contiene, so las penas en ellas contenidas . E,
otrosy, que las mandauan asentar e registrar en los sus libros e registros del dicho
consystorio porque ayan dellas memoria perdiendose las que el dicho conlejo
tiene por algund caso fórtituyto .
80
De lo qual, todo en como paso, el dicho Ruy Perez pidio testimonio a mi, dicho
escriuano.
Testigos fueron presentes a todo lo que dicho es: Pedro Gonzalez de Harroniz
" Alfonso Benuegud e Juan Parraz, vezinos de Muffia.
LXXH
MM
e uno malos, e los fazen asy mesmo de todas lanas, so fíuza del dicho peyne. Por
ID qual se falla que nimehas perri=as deila ¡Mul Hen un =Ne e luinno de traes
arrouas de lana que conpran, e por esto no se pueden fazer buenos ni tales quales
deuen, porque para fazer un tocan saruir e uno que sea fino lo neme in ha de
sacar de diez arrouas de lana, e por no se guardar esto se fazen e venden en esta
dicha Qíbdad muchos paños veynte e unos malos por buenos. E porque esto todo
redundaua e redunda en daño de los vezinos de la dicha ~ibdad e porque todos
ser dísponian a fazer buenos veynte e unos> que les pedían por merqed por sy e en
mamae del dic:hoo ofilio que remediase en ello, por tal guisa que den lo bueno por
bueno e lo malo por nudo e las gentes no reQibiesen engaño,
E los dichos señores congejo, <xmingtlop regírlores, canalleros, escuderos,
ofÍQiales e omes buenos, visto e oyelo lo que dicho es e que la propusygion de
los susodichos era e es justa e prcoechosa al pro conaunal de la dicha cibolad, e
porque era e es mas ennoblepimiento della e porque los paños que en ella se
fizieren de aquí adelante sean mas loados e preQiados, asy en la dicha O_bdad
como Icuandolos fuera della a otras partes, e, asyrnesmo, porque los de otras
partes los vieren Icuen loor dellos e cada uno ayan voluntad de fazer buena ropa,
aubdIo sobre ello su acuerdo e pratica entre ellos e con km solíredichos e aun c tordas
personas que saben del dicho ofi&, todos de una voluntad e concordia dixeron
que ordenauan e. nundauan e ordenaron e mandaron que de aquí adelante
personas algunas no sean osados de fazer ni teñir ni vender en la dicha Qibdad
paños veynate e unos syn antes e primeramente mostrarlos en blanco imos de llos
betaldar la postrímera vez a los juezes exceutores e juezes de las tintas de la dicha,
gibelad e a Juan de Torres, regidor della, e a quien el dicho con4;ejo de cargo en
uno con ellos, e a los veedores del dícho o4jo de la perpelía que agora son o
seran de aquí adelante . E, asy mesmo, despues de teñídos, porque los ellos vean
e vistos, sy ellos fallaren que son bwnKs llos den por buenos e les pongan una
bolla de plomo de la señal de la gibolad, como se acosturibra fazer en la ~íbdad
de Valen~:ia e en km otwros lugares donde buenos paños se fazen, e sy no fueren
buenos les fagan quitar un liston del cabo primero porque aquel tal paño sea
vcndido a prepio de paño diezcocheno e no por veynte e uno, E qualquier que
lo contrarío ftziere que pierda los paños que de otra guisa vendiere contra la
forma susodicha e sea la terQ¡a parte para el que lo acusare e las dos terlias partes
para los díchos juezes e veedores e aconpadado, porque lo lícuen a execugíon. E
que tengan la dicha bolla los dichos veedores de los dichos perayles e el juez que
es o fuere de las diclar; tíntas . E que hnwn los veedores del dicho ofís» de la
peraylia por su trabajo de poner la dicha bolla quatro blancas viejas por cada
bolla,
E mandaronloasy a pregonar porque venga a notigia de todos.
Fue pregonada la dicha ordenanja en la dicha ~ibdad, domingo nueue días del
diesho mes de ie±b«rearo, por Pedro Alonso, pnilawn3 :MoD del diclu) complo,
tañendo con tronpeta .
De lo qual fueron presente-, e testigos- Manuel de Vallibrera e Pero JulSa e
Pedro Cabrero e Gínes de Gornariz e otros vezinos de Murs~ia .
83
DOW
E los quales dichos pre~ios los dichos Qapateros e cada uno dellos no licuen ni
les sea dado nmxas por cada par de capatos e borzeguís e bcuas de los dicíva piejío:S
de suso declarados e noribrados, e no a mayores pre~ios, en pena a cada uno que
lo contrario fíziere de sesenta rriasauedis poi cada ^ b InAja paro paza el que
lo acusare e las dos terQias partes para los juezes executores de la dicha Qibdad
porque lo licuen a execuQion; e en defecto suyo que lo pueda executar el dicho
señor corregidor.
Otrosy, porque los dichos ~apateros mejor puedan conplir lo susodicho,
ordenaron e mandaron que los ipapateros e blanqueros ajan libert:ad de cortir e
adobar coranbres, asy para sy mesmos corno para vender a otros, tanto que ellos
ni otras personas algunas las no puedan sacar de la Qibdad fasta ser proueyda e
abondada dellas . E quando las ouieren a sacar que sean con voluntad e li~en~la
del dicho coni~ejo e no de los executores ni de otra persona alguna . E qualquier
que lo contrario fiziere o le fuere prouado que las saco contra la forma susodicha
que pierdan las coraribres que de otra guisa sacaren e paguen de pena seynientos
marauedis, la tergía parte para aquel o aquellos que lo tomaren o acusaren, e la
otra tergia parte para los executores, e la otra terQia parte para el dicho señor
corregidor e la; otros COIMPidores e alcaldes que fueren de la dicIta gá)dad porque
lo Bcuen a execuQion.
()Use¡ ordenarori e mandaron que los dichos blan*wros ni jipiateros ní otaras
personas algunas no sean osados de aqui adelante de conprar coranbres algunas
en pelo en Iba dicha S:ibdad syn estar presentes a ello los juezes execriores de la
dicha Qibdad o qualquier dellos, porque las ellos den e repartan a los dichos
blanqueros e o;apateros para prouision de la dicha ~ibdad, so las dichas penas
partidas en la manera e forma susodicha . E porque venga a notivia de todos
mandaron lo asy a pregonar.
del dicho
E despues desto, domingo micue dias mes de Ríbrero del dicho año,
este día, Pedxo Tílfonso, pregonero publico del dicho con9ejo, tañendo con
troripeta, pregono, a altas bozes los prei;ios de los I-apatos e la ordenani~a del cc0wrtir
e de las coranbres segund que en ellas se contiene .
De lo qual fueron presentes testigos: Pedr<--> Celdran e Juan de la Tórta e Alonso
Fustex e Elanuel de N~war e Anun Dominguez e otros muchos vezinos de Mur~ia.
LXXXXV
los dichos señores coríaJo, caniagidor; rejijo,res, ofipiales e omes buenal coamo
el dicho ofi~io de los tundidores en el tundir de los paños mayores te menores que
en esta Qibdad se tunden, han usado e usan e acostunb= Icuar de cada vara del
tundir segund que es el paño e que estado, asy en esta su costunbre e segund que
en este regno de CorMa se un, e el dicho Sancho de Daualos, regidor, e Pedro
Rumer de Magas, jurados exceutores destue año presente, les mandaron prendar
diziendo que no deulan Icuar los dichos pregios que leuan de fasta aqui en el
dicho oti~jo, e que la eso asy- calme a pasar, segund, los tienpos andan e la careza
de las prouisiones e mantenimientos, a ellos seria inucho daño e aurían de dexar
los dichos ofi~ios e no usar por ellos. Por ende, que les pedian por merced que
les proueyesen sobre ello de remedio, mandandoles dar orden en que manera
deuan usar del dicho o5ffi. Lo qual les tenian en mucha merged.
E los dichos señores con~ejo, corregidor, regidores, caualleros, escuderos,
oftiales e omes buenos, visto oydo lo que dicho es e auiendo respeto a las cosas
susodichas, ordenaron e mandaron que los tundidores de la dicha iZjbdad, que
agora son e seran de aqui adelante, tundan los~paños mayores e menores a los
pro;ios siguientes-
Primeramente, la vara de los paños de grana e florentínes e Contrays mayores
e Ypres e ~,estres e Lirias e Brujas a diez blancas viejas
Iten, la vara de los Contrays menores e Roanes e veynte e unos de Valenoa a
ocho blancas viejas.
Iten, la vara de los veynte e unos de Mur~ia a seys blancas viejas.
Iten, un cal~ado de cordellate, que se tunde tres o quatro vezes, ocho blancas.
Iten, la vara de diezcochenos e palmillas e mesclas finas de la tierra, que se
tunden dos vezes, quatro blancas, e sy se tundieren una vez que lícuen la meytad,
Ion la vara de toda paño corran dos blancas,
Iten, de cada vara de fustan quatro blancas .
E qualquier de los dichos tundidores, que dernas e allende de los pre~~ic>s
susodichos licuaren por tundir los dichos paños que yneurran en pena, por cada
vez que lo contrario fizieren de setenta marauedis para los juezes exceutores de la
dicha ~~ibdad, E porque venga a noticia de todos mandaronlo asy apregonar
publicarnente por esta dicha gibdad. Lo qua¡ fue asy apregonado por Johan de
Jieja, pregonero publico 34 dkíciho coni;ejo, a altas bozes, tañendo con tronpeta,
este dicho dia.
Testigos que fueron presentes a todo lo que dicho es. Llorengo Ballester e
Gonzalo de Soria e Ruy Gongalez Caruajal e Ferrand Royz Delgadillo, vezinos de
Muri;ia.
86
IJOM
que a cada unn paño veynte e uno una terido el med= que lo texue de
le fazo dos listones de cabo a cabo, que sean de estopa o de algodon, e la faxa
que sea celo mesnuj bulo aparte de las lístones; e que faga sti setal Tkal obrador
en la fa.ya e la señal de la cine, e que sea redonda e de lana. E que ponga en cada
que
veyrae e utia treyrea Ws de lana, e si fuere tan delgado la no pudicre Icuar
que sea a vista e cono~ída de los veedores del dicho ofiQio.
Iten, que pongan en el paño diezeocheno un Iíston de cabo a cabo de estopa
o de algodon, e su faxa de estopa o de algodon, e su señal del obrador, e la
cine
de lana que sea redonda, E que le, echen treynta libras de lana, e sy tan
delgada fuere que la no pudícre Icuar que sea a vista e concQída de los dichos
veedores.
Iten, a los paños sesenos pardálos ti alluawddiioxs que no pongan menos de veyyrnate
e 050 libras de lana, sy ya no fuere tan delgada que los tales paños no la pudíeren
lcuar pie esto e tal pie piede a vista e conogida de los dichas vecdotos. E que
en estos dichos paños sesenos que fagan sus señales del obrador e cines de lana
les
como dicho es, e pic al cabo chao: acalben de texer dichos paños e Spari a los
nos terpios un liston de con lana e de otra ceobor.
Iten, porque los paños sesenos blancos se han de teñir, por esta razon
xndenaran e mandlacron que el señal del obrador e la en-le sean de estopa.
Otrol, por quanto, a las vezes algunos destos dichos paños son mil texidos, lo
cual viene a notigía de los perayles que los han de- aparejar ante que de eutro
ninguno, Por esta razon e por remediar en estas malfetrias, ordenaron e mandaron
que pialquíer perayle que a su poder vinieren los tales paño ma1 UnIka secan
los
teniciop artes de criborrar, de los mostrar a los veedores del ofijío de los
tniedcwes, Iximpie ellos antes de todas cosas vean el daño e menoscabo que en
los tales paños ouíe.re e figan fazer ximictula dellos ed señor cuyos fueni IE
qualquíer peirayle que al no lo fWere que pague al señor de los tales paños todo
el rnenoscabo que el texedor que Ikos texo sera o fuere tenido de paga4 cada vez
de pena sesenta maratiedis e de pudo el adobo de los tales paños, saluo sy los
Wes paños Wan garrados o bochados, lo qual no se puede ver fasta los tales
paños ser puestos en el adobo del molino .
E qualquier o pialesquier de los dichos texedores (Me de nos e allende de llos
pregíos susodichos leuaran e denzardaren de texeduras de los diclios paños e no
guardaren las cosas de suso contenidas, que por la primera vez paguen de pena
sesenta marauedis e pkebn lo, pie auieren de auo de las texeduras de los diclios
pañas, e por la segunda vez paguen la pena doblada, e por la ter~era vez que este
veynte días en la cadena e pague las dÍchas penas £o la apala e de ha penas de
10,5 dichos perayres sea la tuyia parte para el que lo acusare e la otra ter4;ia Parte
Pata los juezes exsecutorcís de la dicha ~at que agora son e, seran de aquí
olelarse de la dicha ¡23dwd.,
Las quales dichas orderianilas los dichos GonMo Nauarro e Pedm ~- e
Han. de Rezalke e Johan Ci-ari~ía e ¡Aun de Bamey4~a, texedores, por sí e en nonbrc
del dicho ofigio, dixeron pie les plazia de guardar las dichas ordenanQas como en
ellas se contienc~
88
L70"
LXXVM
MM
ordetran~as justas e tales, gac ami ellos co"maKo los dichos texedores syntíesen ser e
venir en ygual justicia, lo qual les tenian en mucha mer~et.
E los dichos señores conQejo, corregidor, regidores, caualleros, escuderos,
ori,~,íales e ornes buenos, visto e oydo lo que dicho es, entendiendo ser asy
complidero al pro comun de la dicha Qibdad e de los dichos ofiQios, ordenaron
estas ordenanS:as siguientes :
Primeramente, ordenaron que los dichos texedores lieucil de texer un paño
veynte e uno 571ento e treynta e Qinco marauedis .
Iten, de texer de un paño diezcocheno o de una palmilla nouenta marauedís
de dos blancas.
Iten, de texer un paño sezeno setenta e siete marauedis e medio de dos blancas
el rnarauedí.
Iten, que ningund texedor no sea osado de texer paño de menos de poner en
el treynta libras de trama, so pena de seysi~ientos marauedis partidos, la meytad
que agora es o otro justiQía que de aqui adelante fuere desta
para el corregidor
J:dat e la otra mejad para los exsecutores.
Iten, que en cada tirador no pueda auer de largo mas de treynta varas,
Ordideras .
Iten, que ningunas ordideras no sean osados de ordir paño ninguno ni alguno
a menos que no tenga quarenta varas, porque venga redusido al numero de treynta
varas, so la dicha pena partida como dicho es.
Perayles.
Iten, que todos e qualesquier perayles que sean tenidos de notificar a los
señores de los paños que ellos adobaren sy son mal texidos o garrados, en pena
de seysi;ientos marauedis partidos en la manera que dicho es .
Iten, que los perayles lieuen por el adobo de los paños que aparejaren los
preQios siguientes :
De adobo de un paño veynte e uno i~ictito e veynte e siete marauedis e medio
de dos blancas el marauedi.
Iten, de adobo de un paño diezcocheno o palmilla setenta e Qinco marauedís
de la dicha moneda.
Iten, de adobo de un paño seseno cinquenta e dos maratiedís e medio.
E esto que se entienda con todos sus adobos ordinarios, ne,~esarios e
extraordinarios, desde que salle del texedor fasta ser adobado de batan, segund la
comunbre de perayles .
Uaperos.
Otros¡, que qualesquier presonas que troxeren de fuera de la Qibdad paños
mayores de qualesquier partep asi demos regnos como de fuera dellos, ew?eptos
los manchenos, que no sean osados de los traher syn faxas e syn bolla, ni de
desatarlos para los vender syn primeramente ser vistos por los veedores de los
perayles e exsecutores, porque vistos se puedan apartar los malos de los buenos
e les pongan la bolla de la Qlbdad a los que fueren buenos, E qualquier que de
otra guisa lo fízíere que pague de pena seys~~ientos marauedís, las dos teffias
partes para los exsecutores e la otra terQera parte para los dichos - veedores .
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LXXX
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veedores, e la otra ter~~era parte para los dichos juezes exsecutores porque lo
lícuen a exsecu~ion . E porque lo sepan todos mandaronlo asy apregonar
publicamente,
Otrosy, ordenaron e mandaron que de aquí adelante presonas algunas de
qualquier ley, estado o condioon que sean, no sean osados de vender en esta
gíbdad paños sesenos syn los mostrar primeramente, amos que llos comieni~en a
vender, a los dichos veedores del dicho ofi& de la peraylia, porque parte a los que
fallaren que no son buenos nibien fechos que los desorillen de Li una e Ihes
pongan un papel cosydo en que sea escrito que aquel paño seseno fue desorillado
porque fue fallado de n-Ma lana o de malas fílazas, e Uo bueno se vendera por
bueno e lo malo por malo, e con esto no re~ibiran daño los conpradores e sera
quitado el pueblo de daño . E qualquier que lo contrarío fiziere que pierda los
paños o su estimaQion, partidos en la manera que susodicha es, E mandaronlo asy
apregonar publicamente,
(Ytrosy, ordenaron e mandaron que de aquí adelante sean puestos en los veynte
e unos buenos de la ildad dos bollas, porque aya diferenQia de los diezeochenos
que tienen una bolla a los veynte e unos que tiemen, des bollas . 11 mandaronlo boydko
asy apregonar publícamente porque lo sepan todos. Fue apregonado por Johan de
(~ie~-a, pregonero publíco, del dicho com9ejo, en la calle de la Traperia, a altas
bozes, tañendo con trompeta, jueucs diez e syete días del dicho mes de julio.
Testigos : Alfonso Nuñez de Lorca e Pedro de Atien~a e Ferrando de Daualos e-
otros muchos vezinos de Murí;ia.
MOM
En este dicho día los dichos señores conQejo, alcaldes, e alguazil, regídores,
buenos de la dicha ~ibda,<J de Mur,~ia de una
caualleros, escuderos, o5piates e omes
parte, por boz e en nonbre de coni~ejo e como congejo, e Símon Catanio, ginoues,
mercader, abitannte en esta, dicha opibdad, por sy mesmo, e en nonbre de Leonardo
de Casanova, otrosy, mercadler gínoues, por vírtud del poder que del tiene, por
ante mi FranQisco Perez Beltran, escriuano de carnara del rey nuestro señor e su
corte te en todos los sus regnos e señorios e escriuano del
notarío priblico en la su
dicho congejo de la otra parte, Luego, amas las dichas partes, por ante mi, dicho
escriuano, e los testigos de yuso escríptos, dixeron que por razon de las malas
tintas que los tintoreros desta ~íbdat fazian en los paños e lanas de los vezinos
desta ~ibdad e de los estrangeros, auian acordado que los dichos Synion e
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Leonardo, ginoueses, tomasen cargo de los dichos tintos e de teñir todos los paños
ti lanas, ary en págs ooxmmo en retales, de lbs vezinos de la dJEta lüyáad aymo Te
los estrangeros que a ella los quisyeren traher a teñir, por ~ierto tienpo e con
piertas corulpiones,
Por esta razon que, el dia de oy, amas las dichas partes eran concordes e
acordados que este negocio pasase entre ellos en la fórma siguiente~
Primeramente, que los dichos Leonardo e Símon forneS~eran los dichos tintes
abastadamente tres años primeros vinientes e conplidos, que comen~?aran por el
junio
dia de Sant Johan de primero que varna, que seara en el año del Señor de mill
e quatroQientos e sesenta e un años, de todas las tintas e fórniq1ones nei;esarias al
teñir de todos los paños e Ixalagas de lanas, asy en pie;as como en retales, de
qualquíer colores que sean, asy de los vezinos e moradores desta dicha ~ibdad
corno de los estrangeros que a effia vinieren a teñir los dichos paños, e pedags; de
tintas, abaxando por cada
lanas e retales, en manera que sean teñidas de buenas
pieg de las que pasan de trezántos a trezántos marautidis arriba doze: marauedis,
e de trezántos a yuso seys marautidis.
Item, que en todo el dicho tienpo de los dichos tres años, los dichos Simon e
Leonardo daran buen recabdo e abastamiento en los dichos tintos, asy de
maestros como de todas las otras cosas a los dichos tintos neo~esarias, en tal
manera que puedan en ellos teñiq asy los vezinos de la i;íbdad como los
estrangeros, todos los paños e lanas que quísyeren teñir en ellos, asy en págs
como en retales. Pero sea entendido que los maestros tintoreros vezinos de la
dicha i~íbdat, en tanto que ellos quísyeren teñir a los dichos preQíos, puedan teñir
tomando las tintas de los dichos Leonardo e Symon e no de otra persona alguna,
ni las traher Mi fuera 63 la ppibdad a los prei~ios que los dichos Leonardo e Symon
las daran a Rafael Casanoua, gínoues, fazándo juramento los dichos Symon e
Leonardo e Rafael que en los pre,~-ios de las dichas tintas no avra ninguna
colusyon ni fraude ni engaño ni cabtela de como las dieren al dicho Rafael. E sy
los dichos tíntoreros conpraren los dichos pasteles e tintas de otras personas
algunas o los troxeren de fuera desta ~íbdad durante el tienpo de los dichos tres
que
años, por cada carga de pastel e otras tintas de otras personas conpraren 0
tnoxeren (le fuera de la i~ibdad yncurran en pena de mil marauedis, la meytad para
los dichos Symon e Leonardo e la otra meytad para la justi~ia e juezes de las tintas
de la dicha cíbdad e acusador.
Item, que los dichos Simon e Leonardo traheran los pasteles e tartal e alum que
fuere migesarío para fomii~.ion de los dichos tintes los dichos tres años por la via
de Genoua a descargar al puerto de Cartagena, e no las traheran de ValenQia,
Item, que los dichos teonardo e Symon, ni qualquier dellos, por letra ni por
entender a los mercadores ginoutises ni lonbardos que no
palabra, no daran a
pueden vender en esta Qibdad sus mercadorias.
Itern, que el dicho corKiejo sea tenido de fazer alquilar al dicho Rafael de
Casanoua una casa de los tintes desta qibdad para en que el tinga o faga teñir los
paños e lanas que km salmo cd.snta ,~-ibdad e estrangeros le díeren a teñir, por el
pre~io que la tal casa de tinte se suele alquílar,
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Item, que en todos estos dichos tres años no tíngan en los dichos tintes con
muestras porque es tinta falsa, so las penas que en tal caso tiene ordenadas el
congejo.
Item, que sy por aventura los dichos Leonardo e Symon C-esaren de conplir lo
susodicho e cada una cosa e parte dello e vinieren contra ello que por cada vegada
que lo no cunplieren o vinieren contra ello caygan en pena de ~ient doblas de oro
castellanas de lavanda, partidas en la manera susodicha,
Item, el dicho con~ejo les fara tener e auer el cargo del teñir de los dichos tintes
en la dicha Qibdad por todo el dicho tienpo de los dichos tres años con las dichas
condi~iones, e que lo faran asy guardar so pena de quinientas doblas de oro
castellanas de la vanda, partidas en la manera susodicha,
E todas estas cosas susodichas e cada una dellas otorgaron e prometieron, e
otorgan e prometen, amas las dichas partes e cada una dellas, e en lo que les atañe
de tener e conplir e guardar e mantener e fazer e curar e procurar que sea tenido
e guardado e mantenido bien e leal e fiel e verdaderamente. E que no sea fecho
lo contrario, clara ni ocultamente, so las dichas penas . Las quales, pagadas o no,
syenpre quede firme todo lo de suso contenido . Para lo qual tener, guardar
e conplir e fazer conplír e guardad, los dichos con~ejo, alcaldes e alguazil
e regidores, caualleros, escuderos, ofi~iales e omes buenos, obligaron las rentas e
propios de la dicha 5~ibdad, E el dicho Symon Catanio, por sy mesmo e en nonbre
del dicho Leonardo Ue Casanoua, por virtud del dicho poder que por el tiene,
obligo la persona del dicho Leonardo e la suya e los bienes del dicho Leonardo e
los suyos, muebles e rayzes, auidos e por aucr, en todo lugar. Sobre lo qual, amas
las dichas partes, otorgaron recabdo fuerte e firme segund que a derecho
pertenci~e .
Testigos fueron presentes al otorgamiento deste publico ynstrumento, llamados
e rogados: Ruy Gon~alez de Valladolid e Juan de Atienga e Ferrand Martinez de
Alcaraz, vezinos de Mur& .
E, luego, el dicho Symon Catanio, por sy mesmo e en anima del dicho Leonardo
de Casanoua, por otro contrato aparte fizo juramento por el nonbre de Dios e
sobre la señal de la cruz, con su mano derecha tanída corporalmente, e por las
palabras de los santos evangelios, onde quier que son, de tener e conplir e guardar
e mantener con buen efecto todo lo de suso contenido en el dicho publico
ynstrumento segund e de la manera e forma e por el tienpo en el contenido, E sy
lo contrario fizieren que Dios les conprenda en este mundo a los cuerpos e en el
otro a las animas, asy como aquellos que a sabiendas se perjuran en el su santo
nonbre en vano e, demas, que por el mesmo finquen perjuros e fementidos e
yncurran en pena de perjuros e personas de menos valer. E que sy por aventura
cayeren en el dicho perjuro, lo que Dios no quiera, no perderan el ni el dicho
Leonardo asoluQion ni relaxai~ion ante el rnui santo Padre ni al señor obispo de
Cartajena ni a otros prelados ni juezes desta Madre Yglesia quedar e otorgar que
lo puedan, e aunque motu propio les sea dado e otorgado no usaran de el en
ninguna manera, antes les dio e otorgo todo poder conplido para que por toda
Qensura eclesyastica les constringan e apremien a tener e mantener, guardar e
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U00"
LXXXVM
Sepan quantos este ywidikco ynstrumento vícren como nos, Pedro de Castro,
vasallo e guarda del rey nuestro señor e su asistente en la muy noble 4~íbdad de
MuriCia, e Alfonso Atiellan, alcalde ordírlaric, (la la dicha piblá, e Juan de TO=res
e Alformo de Lorca, regidores en ella, por nosotros mismos, por el cargo que
tenemos de los dichos ofiQios e en noribre del con9ejo e universidad de la dicha
~ibdad, por virtud del poder que del dicho con,~ejo para ello tenemos, que paso
ante el escriuano de yuso escripto de la una parte, e nos, Nícoloso Garlbon e Luco
de Viñan, mercadores gynoueses, abítantes en la dicha Obdad, de la otra parte,
otorgamos e conos~os que por razon que en esta ~ibdad los tyntoreros della
fazen malas tyntas en km paTa te lanas que tyenen, asy de los vucaos cono de
los estrangeros, que el dia de oy, amas las dichas partes somos concordes e
ygualados; que nos, los dichos Nicoloso e Luco, tomemos el cargo de proueer los
dichos tyntos de maestros e pasteles e tyntas e otras cosas neQesarias al teñir de
los dichos paños e lanas por i;ierto tierípo e con ~iertas condiQiones, por el bien
universal desta dicha -,ibdad. E que esta concordia e conptisí,~íon e abenenria pase
ernre nos, amas las dichas partes, en esta guisa:
Pritneramente, que nos, los dichos Nicoloso e Luco de Viñan, amos a dos
juntamente e cada uno de nos por sy obligado por el todo, fómeQeremos los tYntos
de, la dicha i~íbdad abastadamente tres años primeros vínientes e conplidos, que
comengaran por el dia de Sant Johan del mes de junio que sera en este presente
año de mill e quatro~ientos e sesenta, e un años, de rriaestros tyntoreros e de
pasteles e de todas tyntas e cosas e forníS:íones negesaryas al teñir de todos los
paños e pe~adas de lanas, asy en pie~as corno en retales, de qualesquier colores
que sean, asy de los vezinos e rncwadewes desta dicha 5:ibelad cotno de los
estranjeros que a ella vynieren a teñir los dichos paños e pe~adas de lanas, asy en
píe~as con-lo en retales, en mancia que abondosamente scan tenidas de buenas
tyntas, abaxando por cada pieja de las que son en numero de trezientos marauedis
ti dude arriba dIz e ocho marauedis de tres blancas el nia-rauxidi . e de las que
son en numero de trezientos marauedis a yuso nucue marautidis de las dichas tres
blancas el marauedí.
Iten, que en todo el dicho tienpo de los dichos tres años los dichos Nicoloso e
Luco daremos buen recabdo e abastarniento en los dichos tyntos, asy de maestros
como de pasteles e de todas las otras tyntas e caes a km dichos t~Tntos negesaryas,
corno dicho es . En tal manera que puedan en ellos teñir, asy los vezinos desta
que quisyesen U~ en ellos, awsy
i~ibdad como estranjeros, todos los paños e lanas
en pie~as como en retales .
1 OQ3
Tlen, (PIC (11 DAY el TA10 tierTo de km Hichos tres años los dichos Nícoloso
e Luco daremos buen recabdo e abastamiento en los dichos tyntos, asy dicho
de maestros
como de pasteles e de aulas las c,tras tyntas e caes nppunmp como
es, en
tal manera que puedan en ellos teñir, asy los vezinos desta ildad como
estranjeros, todos los paños e Lanas que quisyeren teñir en ellos, asy en pie~~as
como en retales,
Yten, que nos, los dichos Nicoloso Ganban e Luco de Viñan, falleQiendonos
pasteles e tartal allende de lo que tenemos agora trapla en esata gibdad e en la
~ibdad de Cartajena, trayremos los dichos pasteles e tartal que para forni~ion de
los dichos tyntos fuere najesajío para llos dichos tres años por la vya de Genoua
a descargar al puerto de Cartajena e no las trayremos de Valeni~ia ni de Castílla,
saluo el alum e la roja e otras tyntas que menester fueren las podamos traer donde,
pudieremos e bien nos viniere.
Yten, que en todos estos dichos tres años, nos, los dichos Nicoloso e Luco, ni
km q, tírnaren por nos, no teñiremos en los dichos tintos ni fuera de ellos con
muestra ni otras tyntas falsas, so las penas en este caso ordenadas por el dicho
cory^ Nao estro es entendid,o que SI, los avarrína yntoreros priara,en ceni las
tales Insas falsas 5yn nuestra sabidorya e consentimiento que, en tal caso, los
dichos maestros lyntoreros yneauxi en Las dichas penas e nosotros seamos
relcuados dellas.
Tien, que sy por aventura nos, los dichos Nicoloso Gantuan, e Luco de Viñan,
i;esaremos de conplir lo susodicho e cada una cosa e parte dello e vinieremos
contra ello que por cada vegada que contra ello vinieremos e lo no cunplieremos
caygamos en pena de i;ient doblas de oro castellanas de La vandía, la me,nad papra
la obra del a~ud desta C-íbdad e la otra meytad para el acusador e juezes de las
tyntas della.
Yten, que sy despues del dicho dia de Sant Johan de junio en seys meses
primeros vinientes e conplidos viniere qualquier otro mercador o mercadores e
otras qualesquíer personas e quisyeren tomar cargo de forne~er los dichos tyntos
de los dichos pasteles e Imos e nuestros e forni~íones por el dicho tienpo de los
dichos Dras años par menores projíos de los susodichos, que el dicho conipejo que
los pueda dar e quitar a nosotros con tal condi~ion que los mercadores e personas
que la tal baxa fiz¡eren sean tenidas e obligados de nos tomar todas las tyntas e
pasteles e otras fórniQiones que tuuieremos, asy en esta pibdad como en la dicha
q1dad de Cártajena, para DírnJea de las dichas paras, e nos pagar Mego toda el
pre,pio que valícren contandolas a pre~.lo de treynta e ~ínco florines corrientes, a
razon de ginqueníta e un marauedi cada un florin, la carga del pastel de honze
arrouas e las otras tyntas como las dieremos a nuestros tyntos. E pasados los dichos
seys meses que no nos pueda ser quitado por ninguna vya la forni~ion de los
dichos tyntos por el dicho tíenpo de los dichos tres años.
Yten, que níngunas ni algunas personas de qualquier condiQion que sean no
sean osados <le teñir, en publico ni en Secreto, paños ni lanas durante estos dichos
tres años en la dicha ~ibdad ni en su termino, saluo nos, los dichos Nicoloso e
Luco, e los que por nos tynxeren, so pena de Qient doblas de oro castellanas de la
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manda por cada vez, la meytad para los juezes de las tyntas e acusador e la otra
meytad para nos los dichos Nicoloso e Luco .
Yten, que el dicho con9ejo nos fara dar tyntos en esta Qibdad para teñir los
dictio,s paños e lanas por nuestro alquiler razonable, majancl se acostunIma aljuilar
en ella.
Yten, que el dicho con<;ejo, justi&, regidores, ofy~~íales e omes buenos de la
dicha ~ibdad, nos faran thener e aver el cargo del teñir de los dichos tyntos en la
dicha ~ibdad por todo el dicho tieripo de los dichos tres años con las dichas
crondipiones e Cín. la manera que de suso esta declarado, e que lo faran asy
guardar, so pena por cada vez que contra ello fueren e vinieren e lo no guardaren
de quinientas doblas castellanas de la banda, la meytad para los dichos EScolo,so
Garibon e Luco de Viñan e la otra meytad para la dicha obra del a~ud,
E ba:las estas cosas susodichas e cada una de ellas otorgamos e conopemos rios,
amas las dichas partes e cada una de nos, en lo que nos atañe e pertene~.C. E
prometernos e nos obligamos de las thener e conplir e guardar e mantener e fazer
sean terlAs e guardadas e mantenblas bien e leal e fiel e
e curar e pexurar; e
verdaderamente, e que no sera fecho lo contrario clara ni calladamente, so las
dkdas penas de suso contenidas. Las quales, pagadaso no, syeripre seamos touicios
de thener e mantener e guardar e conplir todo lo susodicho e cada cosa e parte
dello segund e de la manera e forma que de suso es contenido, so las dichas penas.
Por las quales sy en ellas cayeremos, pedimos e requerimos e damos e otorgamos
poder conplido al dicho juez de las tyntas, de quien tomamos e escojemos por
las dk±es partes, fuere requerido que naos
secutor dellas, que por cada una de nel
lo faga asy thener, guardar e conplir e mantener con buen efecto, E sobre esto nos,
amas las dichas partes e cada una de nos, remanjíamos de rpierta Oen,~ía, e a
exsepQion de engaño e a benefíQ1o de restytuoon yn yntregun e a todo otro fuero,
e derecho e orderiamientos reales, ley, razon, iyyiytugkmi e costunIme, aman esato
e parte de ello Ainiente . E a qualquier de nos, las dichas partes, en qualquier manera
ayudante para lo reuc,car e no mantener e conplir en todo o en parte, so obliga~ion
de los bienes, propios e rentas dlel dicho con~ejo e de las personas e bienes de nos,
los dichos Nicoloso Ganbon e Lucc, de Víñan, rayzes e muebles, onde quier que los
ayiamos e auer deuarnos. Los quales cadía una de nos, las dichas panes, esn hD qjune
atañe obligamos te ofre~enios para thener, guardar e conplír e mantener con buen
penas en este dicho contrato contenidas,
efécaD por tala A Mo tieripo ha cuas e
Sobre lo qual pedymos e requerymos al- escriuano yuso escripto que figa e signe
dos cartas publicas, ames de un thenor, para (Tac cada una de nos, las dichas partes,
tenga la suya para guarda de su derecho,
, Que fue fecha e otorgada esta dicha carta en la dicha ~ibdad de Mur~ia, a nucue
dias del mes de febrero, año del naspimiento <NA miestro Saluador Jiesuchristo de
mill e quatroQíe.ntos e sesenta e un años .
Testigos fueron presentes al otorgamiento destía cuartas CI%o de MuNan e JJuan
de Atien~,a, notario, e Ferrando de Galera e Juan Llorente, vezinos de MurQia, e
Juan de Pertis, mercador hmíbarJo Mítaante en la dicha <;1bdad, para esto llamados
e rogados,
105
xc
XCI
XCII
E despues desto, en la dicha ~ibdad, martes veynte e siete dias del mes de abril
del dicho año.
E en el dicho con~ejo por ante mi, dicho escriuano e los testigos de yuso
escríptos, los dichos señores, asistente, justi&, regidores, caualleros, escuderos,
ofí&les e omes buenos, respondiendo al pedimiento e requerimiento de los
dichos Frangisco Muñoz e Pero Gar~ia, dieron e presentaron e por mi dicho
escriuano leer e publicar fizyeron un escripto, el tenor del qual dize asy:
«E los dichos señores, asistente, con~ejo, justi&, regidores, caualleros,
escuderos, ofi&les e omes buenos de la dicha ffidad de Mur&, respondiendo al
pedimiento e requerimiento por los dichos Frano~isco Muñoz e Pero Gari~ia a ellos
presentado, dixeron que no auia ni ha lugar ni son tenidos ha fazer ni conplir lo
en el contenido por muchas razones . Lo uno, por quanto a la obliga~ion e
conuenen& que los ginoueses mercadores fizieron al dicho con9ejo fue e es en
grande utilidad e acre~entamiento de las rentas del rey nuestro señor e prouecho
comunal desta Qibdad, por quanto por causa de la dicha obligao~ion troxieron
muchas mercadorias por do valieron mas las dichas rentas, lo otro, abaxaron las
tyntas en tanto grado que por los dichos Fran~isco Muñoz e Pero Gar&, as¡
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conoslido, que ellos no podrían teñir a los preo~ios que los dichos ginoueses tyñen
syn se perder; lo cial por quanu) segurá el renlaJI> del dik¡ho con,Ja tyenjl CaudIo
en el ver e requeryr de las tintas no se puede fazer fraude alguno en el teñir de
los paños e, mayormente,, que en Ikos tienpos pasados fueron fechas semejantes
obligaliones por el bien de la cosa publica por el dicho con9ejo con mercaderes
estranjeros e olias vezes con vezinos desta Qibdad, e quedauan en los tintos por
maestros los qu9e aquellos plazía, e no se tenían por agiauiados por ellos
consyderando que mas valía aprouechar la universyelad de la dicha C-íbdad e a la
comarea della qw nsa a un otra o a dos; e quanto mas que porque los dichos
Fran~isco Mufloz e Pero GarCia pudiesen bcuír en sus ofyQios durante el tienpo de
la ella obllpbri4 el dicho con9ejo rogo a bu dichos nxnelne que diesen
Inos por sus dineros en la manera acostunbrada a los dichos Frangisco Muñoz e
Pero Garlia segund que las dauan a los otros tyntoreros de la dicha 5~ibdad, e
aunque por honra del dicho con~ejo se viesen con ellos mas umanamente que con
los enros -e que les consyntiesen conprar de las tyntas que se coien en el regno; los
quales dichos mercadores respondieron que les plazía pero que porque tenían
conpridas alguna cantidad de las dichas mercadoryas que les plazya de ge las dar
a los prei~,ios que ellos las auian conprado, te (ha (pie 2uTicUas ¡Saren gastidas que
los dichos Franjisco Muñoz e Pero Gargia pudiesen conprar, lo qual venia muy
bien a los dichos FranQiscoN.lufloz e Pero Garpia porque la dicha. obli,jon oviárse
efecto por los bienes susodichos e otros muchos que se podían dezn e por los
quales pares~~eran los dichos Fran£,isco Muñoz e Pero Gar& no ser mouídos con
neslesidad saluo voluntariamente,> .
Esto dixeron que dauan e dieron por su respuesta, no consintiendo en cosa
alguna que su pJ*uWy0o sea. E sy testimonio las dJE= FYanjóx¡o MuñKoz e Pearo
Gar~ia piden que les sea dado con esta respuesta e a ellos otro tanto para guarda
de su derecho,
Testigos fueron presentes a la publíca~ion de la dicha respuesta: Alonso Perez
de Monion e LlormZo Bállester, notarios, vezinos de Murpia.
E el dicho Frani;isco Muñoz, por sy e por el dicho Pero Garyía, dixo que se
afirmaua e afirmo en el dicho requerimiento,
Testigos : los susodichos,
xcm
XCIV
XCV
Otrosy, por quanto por parte de Pere Aznar e de Martín Lopez, texedortes, en
non1me del ofigío de has texadores, las fue pedido por meri;ed que porque no se
podían mantener por ser los prenios de su ofilio baxos e los mantenitnientos muy
caros, por causa de lo qual algunos omes de su o5pio se van a beuir de cada día
a los regnos de Aragon.
Por esa ra^ las dichos señormes con4~ejo, por remediar a los dichos ofiQiales
e porque no se vayan desta s:ibdad a beuir a otras partes, subieronles a los dichos
texedores en el texer (le los UtenQos media blanca mas por vara de los pre~ios en
que alma km tuenxzen,
xcvi
:wiwmws conjeis dle como algunos tondidores no les quieren dar fianQas de su
ofi~io ni quieren ser sometidos a sus ordenanQas dizíendo que su ofloo es apartado
del ofiQ¡o de la peraylía; de lo quap sy say jurase, los veános de La I-idbxdlaed
res~pebirían mucho agrauio en sus ropas que le diesen a a tondir e, asy mismo,
del dicho conQejo.
farian lo que quisiesen syn estar sorneprdos a ordenaríjas
Por en,Ii cqwue les pedian por merged en nonbre del dicho ofipio, que proveyesen
,sobre ello corno entendiesen que cunplia al bien publico de la dicha Obdat.
señores conjejo, alcaldes, alguazil, regídores, caualleros,
E los dicli=
escuderos, ofiQiales e omes buenos, visto e oydo lo que dicho es e que la petiQion
de bus dichos veedores cm e es lsta e razonable, ordenaron e mandaron que pues
amos ofÍS:íos de perayles e tondidores son de una condiQion, que los veedores de
los perayles que agora son e seran de aqui adelante sean obligados de resi~ebír de
los dichos tondídores por razon de las cosas de su ofi~io ; e sy no las renibícren
que los dichos veedores sean obligados de pagar qualquier daño que vínier en las
ropas que les dieren a tondír.
E, otrosy, ordenaron e mandaron que los dichos tondidores sean sometydos a
las ordenan~~as del ofigio de, la peraylía e al juyz¡o de sus cedores .
E qualquier tondidor que de otra guisa usare de su ofigio que por cada vez
cayga en pena de seysQientos marauedr, la teTia parte para el acusador e la otra
ter~ia parte para los veedores del dicho oftío de la peraylia e la otra tergia para
los juezes exsecutores de la dicha Cibdad que, agora son e seran de aqui adelante,
E mandaronlo asy pregonar publícatrente porque venga a notigla de todos.
Lo qual se pregono asy, oy dicho dia, por Juan de ~iei,~a, pregonero publico del
dicho conjejo, a ata hozzes, tañendo con tronpeta .
x=n
E por quanto Pedro de Auila, perayre, que en esta gibdad estaua se es ydo della
syn dar fiadores de su ofi~-ío, por causa de lo qual Juan Sanchez de Munuera e Juan
Guerao, perayres, veedores del dicho ofíigío este presente, año, son obligados de
pagar, por no res~ebir del las dichas fiangas, un paño pardillo de Pero Martinez,
fijo de Juan Martinez, arqador, e un escuchen de paño blanco de Beatriz de Soto,
MUger de Juan ViS:ente El MoQo .
E porque esto pertenes9e cancepT a los dichos señores conipcio e no a los
alcaldes della, ordenaron e mandaron que todos los bienes de aquel e deudas
deuidas a el sean entregados a los dichos veedores para, que dellos paguen el
11 2
dicho paño e escachen e las costas que Martin BurrueQo, como curador de los
dichos bienes, tiene fechas. E que los acreedores no paguen ninguna casa syn
mandamiento del con~ejo. E lo que sobrare los dichos veedores se obliguen a dar
razon dello a qualesquier acreedores que fallaren a las dichas debdas e byenes del
dicho Pero de Avila. Los quales dichos veedores se obligaron a responder a los
dichos acreedores con lo que sobrare de las dichas debdas e bienes, pagados los
dichos paños e escachen. Para lo qual obligaron todos sus bienes, etg.
Testigos : Diego de Alcaraz e Diego Perez Beltran, escriuano, e Diego Rodriguez
de Junteron e Lope Poni~e, vezínos de Mur4pia.
XCM
62 Y.-64 r.
E por quanto en el dicho corWejo de dicho que por quanto, los paños e 9-anpmartos
e las ferramientas e adobos dellas han sobído en demasyados e sobrados pre~ios,
en tal manera que las gentes no lo pueden soportar por causa de los demasiadas
prei~íos en que an sobido. E porque era serufipio de Dios y del rey nuestro señor
e bien de la universydad de la dicha ~ibdad que las dichas cosas sean reduzidas a
sus justos e razonables prepios, las díkcAhuoys señores con<;ejo, alcaldes e alguazil,
regidores, caualleros, escuderos, ofi~íales y omes buenos, ordenaron y mandaron
dichas paños e las cosas de la ~apaterya e ferrerya e de
que de aquí adelante los
los otros ofiCIos de yuso contenidos se vendan de aquí adelante a los pre~ios e en
la forma siguiente.
Prímeramente, la vara del paño veynte e uno de la ~ibdad, el mejor de todas
colores que fuere bollado, liento e veynte marauedis de dos blancas, CxX.
la vara del paño diezyocheno de la Ibdud priew e verde escuro e azul sobido
e tenado e morado ochenta marauedis, =.
la Nora del paño suco) prieto e verde escuro e azul sobído e colorado e
thenado, sesenta marauedis, IX
La Nora del paño pardo, aluadios e geningates de la ~ibdad que sean buenos,
con colores, ginquenta marauedis, L, e syn colores a quarenta marauedis, XL.
La vara del paño burillo bueno, de la ~ibdad, prieto, a o~inquenta marauedis, L.
La vara del paño seseno verde heruenco a Onquenta marauedís, L.
La vara del paño verde gay y amarillo a quarenta marauedís, XL.
La vara del paño entrecolores seteno aginquenta marauedís, L,
La vara del paño claro seseno a quarenta marauedis, XL.
La vara del paño maxux a ~ínquenta marauedis, L.
La vara del paño mostrol e pardillo escuro a nouenta marauedis, XC .
113
XCIX
arríba, so pena de perder la obra que fizieren de badana e de pagar por cada vez
sesenta inazauedis, partidos en la manera que dicho es.
Otrosy prometVeron, so cargo de los juramentos que fizíeron al tienpo que
resVibieron sus ofi~ios, de no fazer suelta alguna a los arrendadores que arrendaren
las dichas penas e de los otros cotos que fizieren, so pena de perjuros etQ, .
Testigos : los dichos.
Ordenaron y mandaron que los ~apateros ni otras personas algunas no sean
osados de sacar desta ~ibdad, de fuera della, (;,apatos ni borzeguís ni chapines syn
li~en~ia de todo el conffio, dada estando en su ayuntamiento acostunbrado e no
en otro lugar, ni con li~en~ia de los secutores, so pena de los perder e de pagar
seys0entos maraxiedis, la ter~era parte para el que lo acusare e las dos ter~eras
partes para los juezes exsecutores desta Obdad que agora son o seran de aquí
adelante, E sy en qualquier tienpo fuere -averiguado que los saco, todavia paguen
los dichos seys~ieiitos marauedis e la estima~ion de los Qapatos e borzeguis que se
averiguare que ouieren sacado. E mandaron que se apregone.
E que estas penas sean anexas al arrendamiento de las penas de los ~apateros
con tal condí4;ion que sy los i~apateros se obligaren a proueer la ~ibdad de ~apatos
e de las otras cosas de su ofi~io a los dichos cotos que, en tal caso, el con~ejo les
pueda dar e de lilen~~ia para que saque japatos fuera de la ~?ibdad e que por ello
el arrendador de las penas no ponga clescuento alguno al con~,ejo, con tal
condioon que las penas que los dichos ~apateros quando se obligaren pusyeren
sobre sy que sean anexas al dicho arrendamiento, E que este arrendamiento de las
dichas penas de los que quebrantaren los dichos cotos sea por un año, del dia que
los dicTa; cotos e ordenanjas fechas ai~erca dello se publícaren en adelante .
Otrosy, ordenaron que estas penas no se arrienden a las personas que fueren
o5piales en los dichos ofíQios, E que el que arrendare las dichas penas jure al
tienpo que le fueren rematadas que no acojera en parte a personas algunas de los
que fueren ofi~iales en los dichos ofiQios.
Otrosy, ordenaron que las penas de los aguaderos entren en el arrendamiento
de las penas de los paños, El dicho Alfonso de Daualos puso en pre~io de seys
mill marauedis las penas perteneA~ientes a la obra del aí,-ud de los que quebrantaren
los cotos de los paños.
Testigos : Juan de Atienca e Diego Prerez e Ruy Gompalez, escriuano, vezinos de
Murgía.
Johan Vi~ente el Mo~o, regidor, puso en pre~io de dos mill marauedis las penas
de los ~apateros.
Testigos : los dichos.
Mo luego de puja Pedro Caluillo, regidor, mill marauedis.
Testigos : los dichos .
116
Cl
Un par de esparteñas para onbre, que sean de guita blanca, todas de cañamo,
quinze maraviedis, XV.
Un cabestro de gerro y estopa, junto, de quatro ramos, que aya en cada ramo
dos fylos, ginec, marauedis, V.
Un par de esparteñas de las suelas de esparto quatro marauedis, IIII.
Un par de esparteñas de agujeta diez e ocho maraviedis, XMII,
Un par de esparteñas de cañamo, comunes, onze marauedís, M, e de oreja
redonda veynte maratiedis, XX,
Un par de esparteñas de cañamo, guitadas por dentro, diez y ocho rnarauedis,
XVIII.
Una ~ha asemilar, que sea de cañamo, treze marauedis, SxTril.
Unos alpargates blancos de cañamo, para mochachos, nueue marauedis, IX,
Una gincha de lana quírize maraviedis, XV
Unos alpargates blancos de, cañamo, pequeños, siete marauedis, VII.
Iba gincha de lana para asnos diez marauedis, X.
Unos al,ngates de cañamo, pardos, medianos, ocho marauedis, VIII.
Una gincha de cañamo para asnos seys marauedis, VI .
Unos alpargates pardos 5: cañamo, pequeñop ala manmedis, ¡vi.
Una libra de fylo de apuntar veynte e syete rnarauedis, XMI.
Una suelta de gerro y de capa pan =llo pinco maraviedis, Y
Una gincha cauallar, doblada, que sea del coragon del cañamo, syn fierros, diez
marauedis, X
Una gincha de cañanio, fendida, para cavallo, quínze marauedis, XV.
El par de las ginchas de cañamo para mulas de sylla, syn fierros, diez maraviedís,
X.
Una xaguia jinco maratiedís, V.
Una sobrecarga de cañamo, que a-yy-a quatro bragas, quinze marauedis, XV, e de
ginco bragas diez y ocho marauedis, XVIII,
Unos lazos de cañamo diez maraviedis, X.
Una cuerda de ocho bragas para acarrear pan en garba, veynte e un maraviedis,
M.
El par de las esparteñas para oribres, las suelas de esparto, gínco marauedís, V,
e las que fueren mediadas tres marauedis y medio, III y medio, e las otras que
fueren menores que estas dos marauedís y medio, 11 y medio, e las otras mas
pequeñas dos marauedis, II.
La libra de ¡no paloirmar doze marauedis, XIL
La libra de la guita para lanpras de albardas, que sea de gerro, diez tnarauedis, X.
117
Cil
pague por cada carga de pena seys0entos marauedis, las dos teffias partes para
los secutores e la otra ter,;í-a parte para el- acusador .
A la qual ordenan~a estovieron presentes : Juan de Opertys e Pero Garo~ia e
Ferrand Martínez de Alcaraz e Fran4~isco Muñoz, tyntoreros .
(CMM
Otross los Iíkc±hKoxs señores coni~-cio, ordenaron e mandaron que los tyntoreros
desta ~ibdad tingan de aqui adelante los paños a los prei;ios syguientes.
Primeramente, un veynte y uno prieto e verde escuro e colorado e azul,
quinientos e diez imarauiedis (le &as blancas, IYE
De un dyezyocheno prieto e verde escuro e azul e leonado CCCCXX,
De un dyezyocheno colorado CC(- ,XXYJII .
De una sanguinea diezYochena sobre palmilla CC=11 .
De un díezyocheno claro CLVI.
De un diezyocheno turquesado CN=1 .
De una pepda de lana celestyna CCCLXXXVII.
De una peq0a de lana escura DMIL
Paños Semnos
De una píopa de paño seseno colorado CCCXIX,
De una ple~a sesena verde escuro e azul e prieto e leonado CCCC .
Un morado con brazy1 CCCC.
Un verde eruenco CCCC.
Un entrecolores e un naranjado dozientos e ochenta e un manmedis, CMIOMM
Un verdegay dozientos y quarenta e seys marauedis, CeXLVI.
Un claro ~iento e ~?inquenta marauedis, CL.
Un amarillo piento y Qinquenta mara-uedís, CL
Una sanguinea sobre palmilla trezíentos e diez e nueue marauedis, CCCMX,
Un turquesado, en 4piento e quinze marauedis, CX-V.
Una palmilla en Ciento e sesenta y un marauedi, CLXI.
Urra palmilla de media color trezientos y un marauedís, CCCI.
Un enperial en quinientos y veynte e quatro marauedis, D=111.
E a este respecto las medias pie4;as e reales.
E qualesquíer tyntoreros que a mayores pregíos los dichos paños tyfieren que
paguen de pena por cada pecada de paño o de lana o retales seyslientos marauedis,
las dos ter,eras partes para el veedor e juez de
la terQera parte para el actrador e
las tyntas . E porque lo sepan todos mandaronlo asy pregonar publicamente,
119
CIV
E los dichos señores, concejo, mandaron fazer este pregon que dize asy:
«Que se no saquen paños apuntados ni por apuntar ni de pasada, ni que se
traygan a teñir ni adobar, ni saquen cera syn li~enlia del conipejo.
Sepan todos que por quanto algunas personas so color que traen a esta O?ibdad
de Mure-ia a teñyr e adobar paños de fuera parte los sacan della, por causa de lo
qua¡ esta ~?ibdad esta falta e menguada de los paños que ha menester para su
prouisyon e es causa que los dichos paños se vendan en dem-asiados pre~-ios, de
lo qual se syguen grand daño al pueblo; e por remediar en ello los señores cono~ejo
desta dicha ~ibdad han ordenado e ordenaron e mandan por el thenor deste
pregon, que personas algunas de qualquier ley, estado o condi~,ion que sean no
sean osados de sacar desta ffidad paños algunos para otras partes, apuntados ni
por apuntar, aunque los traygan de pasada, ni para teñir ni adobar en ella. Ni,
asymismo, puedan sacar ni saquen desta ~ibdad ~era para fuera della aunque,
otrosy, la traygan tasada de otros lugares syn IiQeni~ia del dicho conQejo, la qual le
sea dada en la camara del dicho con~ejo e no en otro lugar, en pena a qualquier
que de otra guisa sacare los dichos paños e ~era que los perderan, la ters-~era parte
para el que los acusare o touiere, e la otra terQera parte para la lauor de los adarbes
desta ~ibdad e la otra ter~era parte para los juezes esxecutores que agora son o
seran de aqui adelante del dicho con~ejo porque lo lleuen a esxecul~ion. E sy los
tales paños e o~era no fueren tomados quando se sacaren, que en todo tienpc, del
juzgado de los secutores, en cuyo tienpo los dichos paños e ~era se sacaren, se
pueda saber que se saco, que los tales sacadores paguen de pena la estima~ion de
los dichos paños e qera que contra el tenor e forma deste pregon e syn lis-~en~ia de
todo el dicho coni~ejo, dada en la dicha camara, se sacaren, partyda en la manera
susodicha . Pero que para los logares de la comarca puedan sacar qualesquier
reta~os de paños con aluala de Rodrigo de Soto, regidor, e de Juan Morato, jurado,
esxecutores del dicho conjejo e de los secutores que fueren de aqui adelante del
dicho con£-ejo, e de Fran£-isco Perez Beltran, escriuano del dicho conQejo o de
qualquier dellos, so pena de los perden,
E porque lo sepan todos mandaronlo asy apregonar publicamente . Fizose este
pregon miercoles siguiente por Juan de ~,ie5~a, pregonero publico del dicho
con~ejo . Pregonose.
Testigos que fueron presentes : Pero de Zorita e Juan Cascant, perayle, e Pedro
de Atien~a e Anton Ferrer, boticario, vezinos de MurS~ia.
120
CV
Alpargateros .
Primeramente, un par de esparteñas para onbre que sean de guita blanca, todas
de cañamo, diezeseis marauedis de dos blancas, XVI.
Un par de esparteñas de pontesuelo, las sucias de esparto, quatro marauedis,
1111.
Un par de esparteñas de agujeta diezeocho marauedis, XVIII .
Un par de esparteñas de cañamo, comunes, onze marauedis, M, e de oreja
redonda veynte marauedis, XX.
Un par de esparteñas de cañamo, guitadas por dentro, diezeocho marauedis,
XVIII.
Unos alpargates blancos de cafiamo, para mochachos, nucue marauedis, IX.
Unos alpargates de cañamo pardos, medianos, ocho marauedis, VIII,
Unos alpargates pardos de cañamo, pequeños seys marauedis, VI.
El par de las esparteñas para onbres, las suelas de esparto, ~,ínco marauedis, V,
de las que fueren mediadas tres marauedis e medio, 111 e medio, e las otras que
fueren menores que estas dos marauedís e medio, Il e medio, e las otras mas
pequeñas dos marauedis, 11 .
E qualquier alpargatero que a mayores pres~ios de los sobredíchos vendieren
las dichas cosas que pagara de pena por cada vez ~-ient marauedis e perdera la
obra que vendiere, la tercia parte para el acusador e la otra terpia parte para los
secutores e la otra tercía parte para el dicho señor asystente.
E mandaronlo asy apregonar publicamente porque venga a notiC_ia de todos.
E por quanto por Gar& Navarro e Anton Gon~alez, texedores e veedores del
ofi~io de los texedores, les fue suplicado e pedido por rner~,ed que acatando de
como para el texer de los paños ellos fazen grandes costas, asy en las soldadas que
dan a los mo~os que les ayudan a texer los dichos paños como en los
mantenimientos dellos, por ser sobidos en mayores pre~ios, ellos no se pueden
121
sostener por ser baxos, asy mismo, los preQios por que texen los veynte e unos e
diezcochenos e sezenos . E porque los que fazen paños en la dicha gibdad ayan
todo recabdo, les pluguiese sobirles los presi~ios del texer de los dichos paños.
Por esta razon, los dichos señores con~ejo, justi£-ia, regidores, caualleros,
escuderos, ofiliales e omes buenos, ordenaron e mandaron que de aqui adelante
los texedores de paños no puedan lleuar ni lleuen por texer un paño veynte e uno
mas de ~iento e sesenta e ~inco marauedis de dos blancas el marauedi, e por texer
un diezeocheno i~iento e quinze marauedis, e por texer un sezeno nouenta
marauedis. E qualquier texedor que mas preslios Ilcuare de los susodichos, que
pagara de pena seysQientos marauedis, la ter~ia parte para el acusador e las dos
ter&s partes para el asystente e exsecutores de la dicha Qibdad porque lo lleuen
a exseculion .
CVIII
E qualpún que a mayores preQios vendiere las dichas cosas que las perdera e
pagara de pena por cada vez sesenma maraucelis, la tergera pase para el acusador
e la otra terQera parte para el asistente e la otra ter~era parte para los juezes
exsecutores desta dicha gibelad.
E porque lo sepan todos mandaronlo asy apregonar, Fueron apregonados estos
cotos por Juan de ~ie(ja, pregonero publíce: cíl dtkc±ho con~~,ejo, dorrúngo nutiue
días del dicho mes de abril. Testigos : Juan Perez de Valladolid e Juan de Saines e
Pedro de '?amora, vezinos de MurQia,
cvm
E los dichos señores con~ejo estando presentes Ramon Perellon e Martín Pujo¡
e Juan Guerao, e Fran<;es de Espuche e Rodrigo á&wtinez de AJua^ e Andárses de
Waraz e Pedro de ~brita e Diego Garoa de Alcaraz e Juan de MurQ¡a e Alonso de
Molina e Martin Jarahim, perayres, pus¡eron coto a los paños en la forma syguiente-
Prímerarnente, la vara del paño vreynte e uno de la Qíbelad, el mejor de todas
colores que fuere bollado, a Oento e treynta marauedis de dos blancas, CXXX.
La vara del ppeaifíwo diezyocheno prieto e verde escuro e azul sobído e tenado e
morado e palmilla turquesada o sanguínea sobre palmilla o~iento diez marauedis,
CE
E la vara de la palmilla diezcochena de la ~ibdad, de medía color, a Qiento e
treze marauedís, CX'111
E la vara de la sanguínea e verde sobre palmilla de media color ~iento e veynte
marauedis, CXX.
colorado e
La imm del paño ameno de La gibelad, prieto e vende escuro e
morado e azul sobido e palmilla turquesada e mmixes a sesenta y Qinco
marauedis, LXV.
La vara de los pardillos, aluadíos e geningades, sesenos, de la Qíbdad que sean
Winos, con colknos, a sesenta e tres marauedis, MU, e sVi olores a sesacunta
marauedís, IX.
La vara de burillo seseno, comuA, de la Obelad, a jínquenta marauedis, L.
La vara del paño blanco seseno, de la ~ibdad, a gínquenta ti onco marautadís,
LV.
Paio:5 Manchenos.
La vara del paño mancheno verde escuro e colorado e azul sobido e tenado e
morado, de La fílaza de ClieiüWi e de Hellín e Jumílla, sesenta e syeui man=dis,
LXVH,
1213
La vara del paño aluadio, e burillo e pardíllo, de los <Iklxyi lugarep pinquerna
e ~inco marauedis, LV.
La vara del paño blanco de los dichos logares quarenta e siete marnuedís,
XLVII .
La vara del paño verde heruenco de los dichos lugares a Qinquenta e siete
manmedip IVII.
La vara del verdegay e amarillo e claro e naranjado de los dichos lugares a
sesenta e dos marauedis, MI.
Yten, que los veynte e unos que son fechos e se fizieren de la lana de Juan de
la Peraleja no entran en estos cotos por quanto, se han de ver a los pregios que el
conj~ejo les pusyere, por quanto esta lana es mas fyna que las otras lanas de la
Qibdad.
Otrosy, mandan que todos los veynte e unos fechos en la ~ibdad que no fueren
para les echar la bolla, que a estos e tales sea quitada la faxa e se vendan a pres;¡o
de diezeocheno.
E los diezyochenos que no fueren para bollar que asy mismo le sea quitada la
faxa e se vendan a preA~-ío de los sesenos.
11 los sesenos que no ñwren buenos que esten desorillados e se vendan a pre~io
de los paños manchenos.
que a nus papios de los de suso contenidos vendíeren los
E qualquier persona
dichos paños o demandaren por ellos, que paguen de pena por cada vez
seysikaisa marruedis e pierda el paño que vendieren, por cuya causa faeren
perdidos, para los dichos exsecutores o su estímai~ion, E que todo lo que
ocultamente vendieren e se supiere en todo un año que lo vendio a mas pre<;ios
de los susodíchos, que todavía pague la dicha pena, la terQera parte para el que lo
acusare e la otra twpera parte para el alguazil mayor que agora es e de aquí
adelante fuere de la dicha gíbdad e la otra ter,?era parte para Pedro de ~,anbrana,
regidor, e Alonso-Pedriñan, jurado, a quienes fue encomendada la ex,-,ecu~ion dello
fasta el la de Sant Juan de junio primero que viene, e para los exsecutores que
de aquí adelante fueren nonbrados para ello por el dicho con9ejo.
E porque estas cosas suseoxdlíctlxaas vengan a noti~,ia de todos mandaronlo asy
apregonar publícamente .
Otro, ordenaron e niandaron que los que de aquí adelante troxeren lanas
fynas de fuera parte para fazer veynte e unos en esta gíbdad que no los vendan
fasta los mostrar apuntados en el conQejo desta Qibdad, porque si fueren de tan
fyna lana como los que se fazen de la lana de Juan de la Peraleja los vendan al
coto e prelio que el con~ejo les diere, e sy lo contrario fiziere que los perdera e
pagara de pena seys~íentos marauedís, la tergera parte para el que lo acusare e la
otra tergera para los veedores de los perayres e la otra terQera parte para los dichos
juezes exsecutores,
Otrosy, los dichos señores conQejo ordenaron e mandaron que los señores de
dichos sus moros Ilcuaren mayor
los moros espadadores paguoi ti pena sy los
precío de lo que el con57ejo tyene acordado. E esta rnísma pena paguen los señores
de los línos x1ue mayores preo~ios les díeren.
124
CIX
Los paños que se mandaron registrar e se registraron por de Aragon son los
siguientes :
Pedro de l~,orita manifesto los paños siguientes :
Prímeramemp una pie~a de paño de grana veynte e dosena.
Otra piei~a de paño, enpeA;ado, de grana, veynte e dosena .
Una piei~a de veynte e uno de color de Brujas, enpegado.
Un I)edaQo veynte e uno yngles, que puede auer medía piega rrias o menos.
Una pie~a de veynte e uno morado, enpeqada .
Viedía piepa de veynte e uno amaxíllo, mas o menows.
Una pici~a de paño verde claro veynte e uno, enpe~ada .
Dos peda~os de veynte e uno negro.
Otro pedaQo de veynte e uno morado escuro .
Un peda~o de veynte e doseno negro.
L12 pieya veynte e &rena negna, enpe~ada.
Abrahim Aventuríel dixo que no tyene paños fynos estranjeros .
Casa de Mose Cohen:
Un peda~o de paño morado veynte e uno de Válen&.
125
Cx
CM
cxn
CNM
Miercoles, tres dias del dicho mes de agosto del dicho año. Este dia, el bachiller
Anton Martinez, regidor, e Juan Martínez Galtero, jurado, exsecutores, e Juan
Ríquelme, otrosy- jurado, por virtud de la comysion a ellos fecha por el dicho
con~ejo, estando presentes Juan de Linares e Diego Sanchez e Diego de Váena e
Alonso fíanchez e Juan de TUado, apateros, pusieron coto en la obra de su ofi~ic>
de ~apateria a los preQios siguientes :
Primeramenla, que se venda el pew de papnos negros para muger, cerrados,
diez e syete mamuels de dos blancas, XTI.
Yten, que se venda el par de los gapnos colorados para muget diezyochmo
marauedis, XVIII.
E sy fueren de lazo para muger, que sean negros, diezeocho marauedis, XVIII.
10 par de borzeguis, de qualquíer color que sean, 57ient marauedís, C.
120
CNIV
CXV
CXVI
E despues desto, en la dicha Qibdad, jucues, diez y nucue dyas del dicho mes
de awWo del dicho año. Este día, estando juntos en el mercado de la dicha ~,ibdad,
en las casas donde mora GonS~alo, yerno de Juan de Alcaraz, tintorero, Alfonso
l~,eldran e Pero Roca, alcaldes, e Alfonso de Daualos, regíent el o5?¡o de
alguaziladgo por Ferrando de Estuñíga, alguazil mayor, e Rodrigo de Soto e Diego
Ríquelme e el ballicher Anton Msartínez e Manuel de Harroniz e Alfonso Abellan e
Juan ViQent, regidores, e Bartolome Rodriguez de Alcaraz, mayordomo, e Alonso
de Sandoual e Juan Martinez Galtero e Díego Gongalez de Peñaranda e Pero
Ferrandez de Magaz e Alonso de Cascales e Juan Ferrand Mateos, jurados de la
dicha ~ibdad, Luego, los dichos señores concejo dixeron que por quanto oy, ha
ocho días, avian ordenado e mandado que Juan Lloren~io, tintorero, no usare de
su ofígio, de tyntorero por las falsas tyntas que fazia e porque de parte suya les avia
seydo suplícado le diese logar que acabase de teñir 5~iertos paños e lanas que de
las gentes tenían, a lo qual, ellos no avian querido dar logar porque causa alguna
no touiese de teñir so color de aquello
Por esta razon, ordenaron e mandaron que se pregone publicamente por esta
~pibdad que porque la dicha 1;ibdad le ha priuado del dicho oficio, que todos los
vezinos e estranjeros que tienen paños e lanas en su poder, asy enteros como en
retales, los ayan sacado e leuado de su poder de oy en tere-ero día e los den a teñir
a otros tyntoreros quales ellos quísieren, aperi~ibíendoles que no le daran logar que
los el tynga. E, demas esto, que sy daño alguno les viniere que sera a su cargo e
culpa e no de otra persona alguna.
De lo qual fueron presentes, testigos: Diego Perez Búltran e Llorei'15-~io Ballester
" Ruy Gonzalez de Caruajal, escriuano, vezínos de Mur~,ia.
Otrosy, por quanto los texedores e perayres l1cuan de texer e adobar los paños
" de tawr los lien,pos demasyados pres£,ios, e asymismo los aljei~eros venden el
aljez muy caro, de manera que es grand daño del pueblo, por esta razon pusyeron
13 2
coto en las cosas de los dichos ofi~ios estando presentes Bartolome del Castillo e
Anton Gomez e Pedro de Alcaraz, texedores, en nonbre de su ofi~,ío, en la forma
siguiente:
Cotos de Texedores
Primeramente, de texer la vara del lienC_o lenC_al ~inco blancas .
De texer la vara del lienopo, que da quatro varas por libra, seys blancas.
La vara de estopa quatro blancas.
La vara de los touajones angostos, blancos, llanos, a tres blancas.
La vara de los touajanes de lino, llanos, a quatro blancas.
La vara de los touajanes de gusanillo a cinco blancas.
La vara de los manteles de lino de pexne ancho del marco antigo a onze
blancas.
La vara de los manteles de aquel mismo (en blanco) a nucue blancas .
La vara de los almadraques a diez blancas.
La vara de los almadraques ojeados a doze blancas.
La vara del estopa doblera para talegas a ocho blancas .
La vara de lien~o que da -~inco varas por libra a ocho blancas.
La vara de lien~-o que da seys varas por libra a onze blancas .
E de los otros lieno~os mas delgados que ovieren las varas, lleuen de cada vara
que subiere una blanca por vara .
Paños
De texer un veynte e uno Qiento y ochenta marauedis de dos blancas.
De texer un paño de diezcocheno blanco giento e ~-inquenta marauedis.
Yten, de texer un paño seseno, blanco o burillo, nouenta y ~inco marauedis .
De texer una palmilla diezyochena ~iento e sesenta marauedis.
De texer una palmilla sesena opiento e Qinquenta marauedis.
De texer una vara de mixcayre a quinze blancas.
De texer la vara del cordellate angosto a doze blancas.
De texer la vara de la sarga llana a ocho blancas.
De texer la vara del cordellate estameña a veynte blancas, que esta todo
estanbre .
De texer una manta ochenta marauedis .
De texer la vara de los poyales llanos, angostos, doze blancas .
De texer la vara de los sobremesas llanos, de lana, a quinze blancas.
De texer la vara de los sobremesas de retal a catorze blancas.
En quanto toca a las texeduras de los ynperiales que quede a ordenanza de los
veedores del ofiQio,
Coto de adobos de los paños.
Yten, que los perayres no lleuen de adobar los dichos paños mas de quanto
cuestan de texer.
Yten, que qualquier que touiere moro texedor e no guardare los dichos cotos
que les arrinquen el telar e no tengan telar por sy en toda la vida ni use del
ofiC-io, e sy tornare a poner telar que lo destierren a su senor por un año de la
o;ibdad.
133
CXVIII
Cxx
cxm
para el que lo acusare e las dos ter~-eras partes para los juezes e veedores de las
tintas .
E porque lo sepan todos mandaronlo asy pregonar. Lo qual fue asy
apregonado .
CXXII
Cx3m
C)O"
Por esta razon los dichos señores conQejo, por remediar en ello, ordenaron e
mandaron que los dikclhoos sastres e es criTadIos que moran e moraren en la dicha
calle de aquí adelante, (ni ellos) ni sus criados no salgan con armas a los ruydos
que en U Ma calle acaesperen, saluo sy la quystion. fuere con el
tú quystioneis
amo o amos de cada uno dellos ; en pena a qualquier que lo contrarío fiziere de
seysQientos marauedis, los quales sean pan, el alguazil may= que agora, esi o fuera
de la dicha S~1 de w*ú adlellawnute o para sus lugaresteníentes .
CXKXV
acabadas de cortir cosidas que las descosan, e las traygan al palo el dia que las
sacaren de la tiña con las mismas yeruas e le den dos baños.
Otrosy, ordenaron e mandaron que los cueros para marroquis se curtan en esta
manera : que se syenten los dichos cueros con ~aque e los trayan un dia entero
con ~aque puro e otro dia con redor, e otro dia que le echen una arroua de
Qumaque a treynta cueros e dos arrouas de redor e una arroua de gran~as .
Otrosy, ordenaron e mandaron que las pieles que fueren malas e sarnosas que
la fyendan por medio e las fagan prietas e lisas para guarni~iones .
Otrosy, ordenaron e mandaron que los dichos cortidores puedan echar saruado
a las dichas coranbres menudas desde primero dia de abril fasta en fYn del mes de
agosto, e sacadas las dichas coranbres de los alunbres que las tengan en el dicho
saluado tres dias e, dende adelante, en el ynuierno seys dias, e que las dichas
yeruas no las puedan echar sin estar presente el almota~en o el veedor del ofi~io
o el secutor o qualquier dellos .
Otrosy, que qualquier que echaren a pelanbrar coranbre menuda caya en pena
por cada vez de seys~ientos marauedis, la tergera pare para los secutores e la otra
ter~era para el almota~en e la otra ter~era parte para el veedor del dicho ofi~io .
E en esta manera y forma los dichos señores cono~ejo ordenaron e mandaron
que se curtan e adoben las dichas coranbres de aqui adelante, so pena a qualquier
que lo contrario fiziere e en qualquier manera que sea las quebrantare estas
ordenanjas de mill marauedis, la ter~era parte para los secutores e la otra ter~era
para el almota~en e la otra tero~era parte para el veedor del dicho ofi~io.
E mandaronlo asy pregonar. Fue apregonado oy dicho dia por Juan de (~ie~a,
pregonero publico del dicho con~ejo .
CxXVI
CXXVII
CX~
viendo aquella ser util e prouechosa al bien publico de la dicha £-ibdad, otorgaron
lo que en ella contenido al dicho ofi~io de los sastres, segund e por la forma e
manera que en ella se contiene . E que los sastres que nucuamente ouieren de
poner obrador de aqui adelante que lo no puedan poner syn ser exsaminados,
antes e primeramente que pongan el tal obrador, por los veedores e aconpañados
del dicho o5;io y por los juezes exsecutores de la dicha £-ibdad que agora son o
seran de aqui adelante, so la dicha pena de los dichos mill marauedis sy de otra
guisa usaren del dicho ofílio . De la qual pena sean las dos ter&s partes para los
dichos veedores e aconpañados e la otra terS~ia parte para los dichos juezes
exsecutores que lo Ilcuen a exsecu~ion .
De lo qual fueron presentes testigos: Diego Perez Beltran e Llorenilio Ballester,
notarios, vezinos de Mur~ia .
CX3UX
cxxx
E por quanto fasta aqui los fíladores de la seda acostunbran Ilcuar e lleuauan
por la filar £-íerta contia por libra, lo qual era e es cabsa que por fazer mucha obra
filauan mal la dicha seda e no la apurauan como deuian por cobdii~ia de ganar
demasiados preC-ios, por cabsa de lo qual la seda desta ~ibdad no valia tanto pre~io
como era razon ni estaua estimada como las sedas de Almeria e Valen~ia e Xatiua
e otras partes que era bien filada ; lo qual era grand daño de las personas que
filauan la dicha seda, los quales se dexauan de la criar por la poca ganan~-ia que
della auian .
Por esta razon, los dichos señores conQejo, por remediar en ello, ordenaron e
mandaron que de aqui adelante los fíladores de la dicha seda no la filen por libras,
saluo a jornal; e que lleue cada filador de la dicha seda quarenta e ginco marauedis
cada dia, e que destos pague el filador su jornal al menador; e que el señor de la
seda gouierne cada dia al filador e menador, e que comien~en a fazer obra a la
canpana de prima e se dexen de obra quando tanga el Ave Maria.
14 5
CMM
E los dichos señores con~ejo, con acuerdo de los ~apateros, porque es grand
validad e prouecho que dello se syguen al bien publico de la dicha ~ibdad,
ordenaron e mandaron que se guarden de aqui adelante estas ordenan~as
syguientes :
Primeramente, ordenaron e mandaron que los sazonadores no sazonen las
badanas ni cordouanes blancos syn ser engrasados de haz y de enves y de navaja .
Yten, que puedan fazer los sazonadores cordouanes blancos para borzeguis
seyendo cortidos a la coz .
Yten, que ningun ~apatero no de a sazonar cordouanes féndidos, prietos ni
blancos .
Yten, que ningunos ~apateros no saquen coranbre de la casa de los
sazonadores syn primeramente ser vista por los veedores y ferreteada por su mano
de ellos.
Yten, que ningund cordouan recortido no sea señalado, porque segund los
baños que les dan para los recortir la coranbre se pudre.
Yten, que de cada dozena de ferretear la dicha coranbre en casa del sazonador,
paguen al veedor dos blancas nuevas y otras dos blancas nuevas de cada cuero
vacuno .
Yten, que no fagan chapines de muger saluo todos de cordouan, so la dicha
pena.
Yten, que vuestra mer-~ed mande guardar y obseruar la ordenan~a por vosotros,
señores, fecha que no se fagan capatos ni borzeguis ni otra obra de badana para
onbres ni para mugeres, saluo con li~enlia del con~ejo dada en su ayuntamiento,
so la dicha pena, saluo para los niños de ~inco años abaxo.
Yten, que ningunos ni algunos ~apateros no sean osados de poner suelas
blancas en gapatos ni chapines para onbres ni para mugeres, grandes ni pequeños,
saluo que sean prietas . E que no se fagan chapines de aluda azul ni de otras
colores, en pena de seys~ientos marauedis a cada uno, la ter~era parte para el
acusador e la otra ter~era parte para los exsecutores e la otra ter~era parte para el
almota~en.
E mandaronlo asy pregonar publicamente. Pregonose, Juan de l~,ie~a,
pregonero,
146
CxXXII
Por quanto en una ordenanga que se fizo por el con~ejo, sabado veynte días
de otubre de mill y y sesenta e ocho wkp ordera el corpejo que
los que asentasen de obrador de nucuo pagasen dos reales de plata, el uno para
la cofradia de San FIranjisco ti el etro para los veedores de los texedores. E porque
agora se falla la dicha hordenan~a en perjuyzio del dicho ofíQ¡o de los texedores
y cosa muy escandalosa, porque se dize publícamente por esta gibdad que lo que
pertenesi~ia a la dicha cofradia se lleua para los ftayres obscruantes, que estan en
el dicho monasterio, de lo qual ay grand escandalo en la dicha ~ibdad,
Por esta razon, rcuocaron la dicha ordenan4~a e ordenaron e mandaron que de
aquí adelante quede para los veedorés del dicho ofiffi por su trabajo, que puedan
Icuar diez marauedís en lugar del real que les pertenesepia, e que lleuen un
rnarautidi de yr a requerir los telares de los dichos ofi&les.
CNI=
dos terr,,las partes paisi el regidor cliae agoru es o de aquí adelante fuese juez de las
tintas e para su lugarteniente .
Mandaronlo asy pregonar publícamente por lapibdad- Lo qual fue pregonado,
CMOCIV
obligados a las pagar a sus dueños de sus bienes. En lo qual consyntieron los
dichos veedores en nonbre del dicho oftio.
De lo qual fueron presentes, testigos : Pero Gonjalez de Harroniz e Juan Porres
e Alfonso Villanoua, vezinos de Muri~ia.
C)OOCV
CMOM
Cx30"
MOCVM
qualquier que lo contrario fizyere que por la primera vez pierda las armas con
que acudiere a las tales personas e demas que pechen en pena mill marauedis ;
e sy no touiere de que pechar los mill marauedis que pechen lo que pudiere, la
meyad para los alcaldes hordinarios e la otra meytad para el arca de la
hermandad, e por lo que quedare que no pudiere pechar que le den ~ien al~otes
primeramente por la jibdad, e sy fuere escudero que pague la pena e sea
desterrado de la gíbdad por dos años.
MOUX
CXL
cxu
En el dicho con57ejo paresi~io Pero Gonzalez, toquero, e dixo que los agrauios
e engaños que se fazen en la seda son los syguientes, los quales el cono~ejo deue
remediar.
Primeramente, que las ~intas que se fazen pintadas de colores que sean de fina
seda porque las fazen bueltas con hilo.
Otrosy, que las i~intas negras e de colores que sea una dellas de setenta e dos
varas e que ayan de pesar en ellas de fina seda quatro onQas e media, poco mas
o menos .
Otrosy, que ningund ofiffil de la seda no asyente telar para beuir por sy syn
ser comunicado con maestros del dicho ofi~io, porque en ello se fazen grandes
daños e engaños, asy por mali~-ia como por no saber.
CXLI1
manifestado a quien devia e como devia; e por el alcalde del señor corregidor
fue dada sentenzia sobre ello; por la qual declaro los dichos almoxarifes ni
dezmeros no thener razon alguna para me dethener los dichos lien~os e que me
los mandava tornar e restituyr a mi poder. De la qual senten& los dichos
almoxarifes apellaron para ante el rey e reyna, nuestros señores, a fin de me
fatigar de costas e porque los dichos liengos no me sean tornados a mi poder,
porque de nes~esydad me aya de cohechar con ellos, en lo qual yo res~ibo
grand agrauio e daño en me dethener lo mio de tal manera contra justfi;ia,
seyendo yo corno so abonado para estar a derecho sobre ello e pagar qualquier
cosa que contra mi fuese juzgado.
Porque suplico a vuestra meri~ed me mande remediar como a vuestro vezino,
de manera que tan ynjustamente yo no sea fatigado ni molestado e lo mio
dethenido fuera de mi poder con apella~iones e allegaQiones maliQiosas, pues que
la justi& de cada uno es ya vista e determinada mandando tornar a mi poder los
dichos lien~os, que yo esto presto de dar qualquier cab~ion que de derecho deva.
En lo qual vuestra merled usara de lo que deve remediando vuestros vezinos e yo
vos lo terne en mucha mero~ed. E nuestro Señor prospere e guarde las nobles
personas e vidas de vuestra mer~ed».
E asy presentado el dicho escrípto, luego, los dichos señores con~ejo dixeron
que daran su respuesta.
De lo qual fueron presentes, testigos: Alonso de Avñon y Loren~io Ballester,
notaryos, vezinos de MurQia.
C~
Dieron poder a Aluaro de Harroniz, procurador syndico, para que tome a Juan
de Aroca las llaucs que tiene sobre los lien~os de Pero Pereñiguez, sy no las
quisiere dar, e los mida e estimen por ante mi, dicho Franpisco Perez, e los
entreguen al dicho Franjisco Perez e Pero Yñiguez, e tornen del una fiano~a para
que cada e quando los lien~os le fueren demandados por qualquier juez que poder
tenga para ello que los dara o pagara la dicha estima~ion .
Testigos : Alonso de Auñon e Juan Bernard, vezinos de Muripia.
Lunes, qatorze: dias de febrero, año de mill e quatroQientos e ochenta años.
Este dia, Aluaro de Harroniz, regidor e procurador syndico del con~ejo, requirio
a Juan de Aroca, que hera presente, que le de la llaue de una botica donde le
fueron dados en secresta(~ion, seyendo alguazil del corregidor, ~iertos lien~os de
Pero Yñiguez para los dar en secresta~ion por mandado del dicho con~ejo e los
155
entregar al dicho Pero Yñiguez, por quanto aquellos se pierden por estar esta casa
umeda .
Protestando, etS:., el dicho Juan de Aroca dixo que el tiene la llaue e lien~os en
secresta~ion por mandado de Ruy Ferrandez, alcalde del corregidor, e que syn
mandado de aquel no es obligado de dar la dicha llaue e que le requiere que no
los torne ni atiente de fazer otra cosa, protestando et~.
Testigos : Alonso de Cascales e Diego de Mon~on e Alonso Rodriguez, vezinos
de Muro~ia.
E luego, Fernando de la Cerda, que estava presente, asy como arrendador de
la renta de los diezmos de Aragon, requirio al dicho Aluaro de Harroniz que por
quanto los dichos lienlos le pertenes9en e son suyos e fueron ajuzgados a el, que
le requiere que no los saquen de la dicha adoana ni los den en secresta~ion a nadie
satuo al fiel del adoana, protestando, et~-.
Testigos : los dichos .
E luego, Ysaq Modur dixo que le diesen por testimonio a el, corno arrendador
del almoxarifazgo, desta fuer~a que se faze dentro en la casa del adoana a los
arrendadores .
Testigos : los dichos .
E luego, el dicho Aluaro de Harroniz, en nonbre del dicho con~ejo e por su
mandado, pues no le querian dar la llaue de la dicha botica donde estavan los
dichos lien~os, tomo unas tenazas e quito la ~erradura de la dicha botica, e abriola,
e entro dentro, e fallo en ella dos lios de lien~os, los quales saco en presencia de
los dichos Juan de Aroca e Ferrando de la ~,erda e Ysaq Modur. A los quales el
dicho Aluaro de Harroniz dixo e requirío que estouieran presentes al varear de los
dichos lien4;os, los quales dixeron que heran prestos e contentos de estar presentes
al varear de los dichos lien~os, pero que no consentian en cosa alguna de lo que
se ha fecho e lo pedian por testimonio .
Testigos : los dichos .
E luego, desliaron el un lio e varearon una pie~a de lien~o de Bretafia bastarda,
en la qual avia cosydc, un aluala con una cruzeta de tinta, en que esta escripto por
suma = e una a pequeña al cabo; la qual fue vareada con una vara e fallose que
avia en ella treynta e tres varas .
Otrosy, varcaron otra pie~a del mismo ben~o de Bretaña bastarda, en la que
avia otro alvala roto en el qual no pares~,ian letras ningunas, e fallaron en ella
quarenta e una varas .
Otrosy, varcaron otra piei~a en que avia otro aluala, que estava escripto en el
por suma =I e una a pequeña al cabo, que son treynta e quatro varas.
Otrosy, varearon otra pie~,a en que avia un aluala, en que estava escripto en el
por suma XXVI e una a pequeña al cabo, que son treynta e nucue varas.
Otrosy, otra pie~a en que avia un aluaua, que estaua escripto en el XxV e una
a pequeña al cabo, que son treynta e syete varas .
Otrosy, otra pie~a en que avia un aluala, que dezia XMI e una a pequena al
cabo, que son treynta e tres varas .
156
Otra pico~a que aula otro aluala que dezia ~MI e una a pequeña al cabo, que
son treynta e tres varas,
Otra píc~a en que avia un aluala, que dezia XXVII e una a pequeña al cabo e
11 y medio, que son quarenta e dos varas.
Otrosy, desliaron otro lio e varearon una pieQa en la qual avía un aluala, en que
avia escriptas por suma XXV e una a pequeña al cabo, que son treynta e syete
varas .
Otrosy, otra pícia con un aluala, en que avía escripto = e una a pequeña al
cabo, que son treynta e una vara e media,
Otrosy, otra pie~-a que avía un aluala, que a via escripto MI e una a pequeña
al cabo, que son treynta e tres varas.
Otra piega que avia un aluala escripto XM e una a pequeña al cabo, que son
treynta e nueue varas.
Otra pieja que avia un aluala, escripto en el MI e una a pequeña al cabo, que
son treynta e tres varas,
Otra pkya que avía escrípto en otro aluala =11 quartas e una a pequeña al
cabo, que son treynta e una vara.
Otra pieipa con otro aluala, que dezia XM e una a pequeña al cabo, que son
treynta e nueve varas .
Otra pici~a con otro aluala, que dezía = e una a pequeña al cabo, que son
treyrnata varas.
Otra picola con otro aluala, que dezia XXVI e una a pequeña al cabo, que son
treynta e B~ Va=
Otra piega en que ay un aluala, que dezia )UX e una a pequeña al cabo, que
son veynte e ocho varas y media.
Ay en todas diezeocho piepas, en que ay seyWientas e treynta e tres varas, El
qual dicho líen~?o fue estirnado por Alfonso Ruyz e Ysaque Abravalla mediante
juramento que fizieron, e lo estimaron a neynta mamuedis la vara.
E luego, el dicho Atuaro de Harroniz, en nonbre del dicho con~cio, entrego al
dicho Pero Yñiguez las dichas diezcocho píeQas de lienQo. El qual las res~ibio e se
tovo por entregado dellas, e se obligo por sy e por sus bienes de dar e entregar al
dicho congejo o a quien el rey o reyna, nuestros señoreS mandíre, las díezeocho
pieQas de liencos o la estimapío-n dellas en dineros, del dia que le fuere demandado
en seys dás primeros syguientes, en uno con las costas que sobre ello se ovieren
fecho o fizieren, fasta el dia que los oviere de entregar. E por mayor seguridad que
el conplira e pagara todo lo susodicho e dio por su fiador e prinQipal pagador a
Diego de Mongon, vezíno de la dicha 4;ibdad, presente . El qual otorgo la dicha
fian~a e se obligo que el dicho Pero Yñiguez conplira e pagara todo lo susodicho
segund e por la forma e manera que de suso esuta obligado, e donde no lo
cunpliere ni pagare que el se obligava e obligo de lo conplir e pagar segund e por
la forma e manesa que el dicho Pero Yñiguez esta obligado. Sobre lo qual los
dichos Pero Yñiguez, como pringipal, e Diego de Mon~:on, como su debdor e
prin~ipal pagador, cada uno dellos en lo que le atañe e pertenesQe, renunQiaron
qualesquier leyes, fueros e derechos, canonicos e ceuiles, de que se entiendan
157
ayudar e aprouechar por yr e venir contra las cosas susodichas, e aquella ley que
dize que general renun~ialion que ome faga que no vala . Para lo qual asy tener e
guardar e conplir e pagar díxeron, cada uno deflos en lo que le pertenesce, que
obligavan e obligaron a sy e a todos sus bienes, rayzes e muebles, avidos e por
aver en todo logar.
E luego, los dichos Fernando de la (~erda e Ysaque Modur, arrendadores
susodichos, dixeron que no consentian en cosa alguna dello e que lo pedian por
testimonio.
Testigos fueron presentes a todo lo que dicho es, de suso llamados e rogados
para ello: Alonso de Cascales e Alonso Ruyz; e Alonso de Segura e Alonso
Rodriguez e Pedro de Aznatora, vezinos de Muffia.
CXLIV
CXIV
cada uno, segund la ordenan~a antigua. Lo qua], sy asy es, vuestra mer~ed nos
ha fecho manifiesto agrauamiento, porque vuestra merC_ed fallara que los
susodichos a ojinco o seys años que pusieron obradores, e aviendo de pagar cada
uno los dichos quinientos marauedis e los an pagado, saluo muy poca que les
queda por paga4 e aquello que queda es ya pagado en cuenta de quatro
mayordomos a esta parte, e sy vuestra merQed los relcuase de pagar lo restante
avello y an de pagar los mayordomos que del dicho ofi~io han seydo, porque ya
lo an pasado en cuenta . E por les fazer benefi~io de les esperar no es razon que
paguen por ellos, quanto mas que ellos an sydo tanbien mayordomos e con
enojo, porque agora les piden lo restante, presumen de desfazer la buena obra
que tenemos fecha.
Suplicamos que a lo tal vuestra merced no de lugar ni consyenta que tal pase,
porque sería causa de desfazer la dicha deuo~ion por donde a la dicha i~ibdad e
vezinos e moradores della vernia gran detrimento e daño. En lo qual todo vos
encargamos las con~ien~,ías e en lo asy fazer fareys seruilio a Dios e a nosotros
mer57ed.
Nuestro Señor conscrue vuestras virtuosas personas a su santo serut~io» .
E presentada e leyda la dicha peti~ion en la manera que dicha es, los dichos
señores conQejo, corregidor, regidores, caualleros, escuderos, ofi~iales e ornes
buenos, vista la dicha peti~,ion de los dichos sastres ser justa e razonable, dixeron
que ordenauan e mandauan e ordenaron e mandaron que los sastres e cali~eteros
que fasta aquí tienen obradores de sastres e cal~eteria e no han pagado los
quinientos marauedis pertenes~ientes a su ofi~io por poner obrador, paguen e
contribuyan a su cofradia e ofigio los quinientos marauedis contenidos en la
ordenan~pa que el dicho concejo les dio, en que mando que los que pusyesen
nucuamente obrador pagasen antes los dichos quinientos marauedis antes que
pusyesen e asentasen el tal obrador. E sy algunos quedan por pagar desta
condi~,ion de lo que hasta aquí es pasado en cuenta mandaron que los paguen
aquellos que los deuen. E para lo remediar en lo advenidero ordenaron e
mandaron que los que de aquí adelante, asy sastres e cal~eteros, pusyeren
nueuarnente obrador paguen antes de lo poner dozientos e ~inquenta marauedis
cada uno para ayuda de las costas que el dicho ofiQ¡o sostiene en prouecho de
todos e de su cofradia e ofi~,io .
E qualquier que lo contrario fizyere que pague de pena por cada vez que esto
no guardare mill marauedis, la terQ¡a parte para los exsecutores e las dos ter~ias
partes para los veedores del dicho ofigío .
E quanto la hordenan~a del pagar de los dichos quinientos marauedis
reucicaronla e mandaron que quanto atañe a los dichos quinientos marauedis
aquella no se guarde.
Testigos fueron presentes a todo lo que dicho es: Loreno~io Ballester e Alonso
de Auñon, notarios, vezinos de Mur&.
160
Cavi
CXXIVIII
e touiere por bien a la persona que el tal paño touiere o vendíere. E sy por
aventura, señores, algunos paños los desfaxaren por ser garrados o por otro
defecto qualquíer, que no enbargante que los tales paños se suelen sacar de la
~ibdad, que vuestra mer~ed aya por bueno en que se puedan vender en la gibdad
declarando el vendedor al conprador la condi~ion y sysa del tal paño, en manera
que sepa lo que conpra e vea lo que bien le viniere e no sea engañado e la Qibdad
este proueyda de todas suertes de paños. Porque sy a esto no se diese logar seria
cabsa que los veedores por mali~ia e malqueren& que con nosotros touiesen por
pequeño achaque nos desfaxarian todos nuestros paños, de que nosotros seriamos
muy dapnificados .
Por ende, señores, corno personas que estamos so la saluaguarda e
adrninistra~ion de vuestra mero~ed, a aquella suplicamos nos mande remediar e no
dar logar a que de tales formas seamos tratados e fatigados, consyderando quanto
nuestro modo de veuir trahe seruicio al rey e reyna, nuestros señores, e a sus
rentas, pechos e derechos e benefi~-io a vuestra mer~ed e vezinos desta dicha
qibdad, socorriendo e fiando de nuestras faziendas a muchas personas de bien
desta o~ibdad para sus onrras e nes~esydades . Mayormente, que en toda Castilla los
mercaderes traperos no son metidos al juyz¡o e veyrniento de perayles porque no
son personas tan cabdalosas y no esperan daño en la misma moneda, antes
procuran de veuir con los ofi~ios. Y mire vuestra mer4ped quand corridos somos de
los ofi~,iales, que no solamente nos persyguen mas a causa de su desorden resulta
enojo de otras personas, de que pocos dias ha se ouieran cabsado algunos
ynconuinientes por ello. Por ende, otra vez tornamos a suplicar a vuestra merced
esta nuestra peti&n quiera otorgar e confirmar, lo qual, aquella, en muy señalada
mer~ed resopebiremos.
Nuestro Señor vuestras vidas e vertuosas personas guarde e prospere».
Asy presentada la dicha escriptura de agrauios por los dichos traperos e por mi,
dicho escriuano, leydos e publicados a su pedimiento en la manera que dicha es,
luego, los dichos señores con~ejo, alcaldes, alguazil, regidores, caualleros,
escuderos, ofi&les e omes buenos, respondieron a cada capitulo de los dichos
agrauios en la forma e manera siguiente:
Al primero capitulo dixeron que mandan e ordenan que qualquier paño que
fiziere por agua mas de las varas contenidas en las ordenan~as sobre ello fechas,
que pierda el tal paño que vendiere e paguen de pena seys~ientos marauedis, la
ter~ia parte para el acusador e las dos ter~ias partes para los veedores y
exsecutores .
Al segundo capitulo dixeron que mandan e les plaze que los señores de los
dichos paños esten presentes a ver tirallos de aqui adelante sy quisyeren, porque
no consyentan que sean tirados demasiado, porque sy dernasyado fuere tirado
pierda el paño el señor del e no sea a cargo del que lo tira. Pero sy el señor del
paño no fuere a verlo tirar, que el que lo tirare pague el paño que asy perdiere el
señor del e pague la dicha pena partida como dicho es .
Al ter~er capitulo dixeron que se guarda de lo que esta ordenado sobre ello.
Al quarto capitulo dixeron que se guarden las ordenano~as sobre ello fechas.
163
Al quinto capitulo mandaron que se guarde lo que sobre ello esta ordenado.
Otrosy, ordenaron e mandaron que el paño que fuere bochado o garrado que
el señor del tal paño no lo quite del tirador syn que esten presentes los veedores
e aconpañados porque alli los desfaxen en su preseno~ia, so pena de seys~,ientos
marauedis partidos como dicho es .
Otrosy, ordenaron e mandaron que qualquier que tirare paño que otro adobare
que pague la dicha pena partida como dicho es.
De todo lo qual fueron presentes testigos: Alfonso de Auñon e Anton Perez de
Valladolid, notarios, e Alfonso Rodriguez de Alcaraz, vezinos de Mur4;ia .
CXLVM
CXLIX
CL
bastaría que los Qapateros desta ~ibdad que con nosotros tratan fuesen aperQehídos
que sy alguna cosa nos diesen que las diesen a resto y, entretanto, nosotros sy la
ládad fuere seruída como quiera que nunca darnos fianjas las buscaríamos -e las
dariamos, pero mandarnos que no usemos del ofyQío de que auemos de bcuir es
agrauío, conoi~ido que los dichos exsecutores nos fazen,
A vueinrra mer4ped suplicamos que en todo mandeys remediar como
entendieredes que seamos bien tratados e la ~íbdad sea seruida . Nuestro Señor
vuestras magníficas e virtuosas personas guarde como vuestra mer4~ed de sea.
En con,jo, manas, VII de dízíenbre de MCCCC=III años, mandaron que
den las fíanQas fasta Nauidad, entre tanto que usen de sus ofilios. E dieron cargo
a Anton Saorin para que en uno con los dichos exsecutores examinen a los dichos
sazonadores,
CLI
CLII
Morados Rosados: Otrosy, que los paños morados o rosados se demuden con
roja de capra e brazy1 e se acaben con urchilla que sea buena, so la dicha pena
partida como dicho es.
Colorados: Otrosy, que los paños colorados se fagan con buena roja e se
acaben con brazy1, so la dicha pena partida como dicho es.
Urchilla : Otrosy, que todos los paños que ovieren de llevar urchilla por muestra,
que no la puedan poner syn que sea vista e esaminada por el dicho Pedro Royz,
veedor, so la dicha pena partida como dicho es.
Las quales dichas ordenan~as los dichos señores con~ejo mandaron pregonar.
Pregonose.
CLM
venden seyendo la nuestra muy rnejor ropa, lo, que todo el mundo conos~e. Y pi ¡es
lo, que agoíra pedirnos no es ama nuira ni de nuca pedIda, saluo DD que contras vezes
ha splo proueido, mucho encargamos este caso y suplicando quedarnos».
E, asy, presentada la, dicha ^km, los dichos señores cotil~ejo dLxeron que lo
oyan e que inandauan poner en acuerdo.
Testigos, Anton Perez e Alonso Rodriguez e Fran;-ísco, Palazol, vezinos de
Mw;ia.
CILIV
medio de w~ e si no cuíere vayon sea todo ~aque. E que el día que cuayere
echar
no porda a erecugar sáwy hi primera manD e 1, peoxirwera m~ trayga al
palo un rato con sus mai~as e fágan tres manos. E que a la primera mano el
aguas e a la segunda otras cuatro aguas e a
cortydor sea tenudo de 1,e dar yatro,
la tergera Qinco aguas; e sy quísyere echar a conyr menos coranbre de las dichas
~ínco dozenas que lo pueda fazer echandoles todavía las yeruas de suso
declaradas, E cualquier que lo contrario fízíere que yneurra en la dicha pena,
partyda como dicho es.
les 9Anal prara craEda
Otrosy, que los cueros vacunas que se cuiersi de <xntyr e,
tyna que troxere un onbre, dos arrouas de redor e arroua e medía de vayon e
media de Vurnaque, e que anden todos dentro en la tyna, $o pena al que lo
contrarío fiziere de los dichos seysi~ientos marauedís partydos como dicho es,
las yemas e esten
Otro,ay, que los veedores del ofíQ¡o sean oblígados de yT a ier
pureascenote-s al pesar e enbasar, porque en ello no se pueda fazer níngund engaño,
so la dicha pena partyda como dicho es.
Gicay5 qYuxe ningunas personas, asy del ofigio cora) otras qgwnaálessqpuáíer, <qVure rnwo
sean osados de conprar jumaque ni otras qualesquier yeruas que vinieren de fuera
parte al aduana syn que todos los del ofijío lo, sepan o a lo mencLs ayart estado las
dichas yeruas dos días en el aduana, e que despues de pasados aquellos los
exsecutores las repartan por las presonas del ofkio que las avran menester, esy al
tienp,o del repartyr alguna persona del ofi£-¡o no se fallare en estapibdat e despues
avra menester dichas yeruas, que los otros ofi~,Wes que las avran conprado, sean
obligado,-> a les dar parte dellas al prenio que las ouieren conprado, E qualquier
que lo contrario fizíere que yneurra en la dicha pena partyda como dicho es.
Otroay, que despues de coaffias, las coranbres de suelas las asyenten wi la
corteza dende a seys días que fueren cortydas, E qualquier que lo contrario fizíere
dicho w
que yneurra en ki beba pena pastyc1a cDmo
Otroay, que ningunas pernos no secan osadas de sacar ningunas coraribres de
las adoberias ni del aduana syn que. primero sean vistas por los veedores e
almerw9en e señaladas cGn el flieraro, de la corona e con el de los veedores, so pena
de ser perdida, E que el veedor que señalare coranbre no seyendq buena que
yneurra en pena ade mill -mamuedis, e que La coranW que nuo fuere buena que el
dicho veedor la hienda porque sea conoslida, e las tales coranbres hendidas que
las puedan dar a sazonar pwara lizas, e las dichas penas sean pqrt~7,dps en la manera
que dicho es .
wreja que ay despues de qualquíer persona del ofi<;ío aver dado al cortydor
las dichas yeruas, que de suso van declaradas, las coranbres que curtyeren no
salieren tales, que el dicho cort.ydor sea obligado de las tomar e recortyr con
gurnaque a su costa; e ay despues de recortycÍas no safieren buenas a vista de los
veedores que el dicho cortydor pierda las dichas coranbres e las pague a sus
&eños; ti Lasí dichas coranbres se saquen & la obla e no se obren en é: so la
dicha pena de los díchos seysi~ientos marauedis partydos como dicho es,
Otrosy, que los sazonadores sazo, rwin bien las coranbre-s que- sazonare-n e ay
no salleren buen-as que las tornen a sazonar otra vez a su costa; e que sy
171
echaren morcas de azeyte o azeyte por grasa que yneurran en la dicha pena
como dicho es.
Otrosy, que ningunt cortidor no pueda echar en el pelaríbre que oviere cueros
de bueyes cabrunas ni otra coranbre ninguna, saluo que cada cosa se faga por si,
so la dicha pena partida como dicho es.
Otrosy-, que qualquier coranbre que fuere corryda a la coz que sea sazonada
con guix o como los maestros quieran. E sy no fuere de la coz que sea lo blanco
descarnado a nauaja e sea engrasado de haz e de enves, e lo negro para Capatos
que sea engrasado de haz e de enves; e sy fueren negros para borzeguies que los
puedan fazer los enveses raspados blancos o como el maestro demandare, E
qualquier que lo contrario fiziere que yncurra en la dicha pena partyda como
dicho es.
Otrosy, que ningunt ,~apatero ni otra persona no sea osado de conprar ninguna
coranbre al pelo syn lo fazer saber a los executores para que la querran conprar,
so la dicha pena partyda como dicho es.
Otrosy, que ningunt judio ni otra persona que no sea del ofi4~io no sea osado de
conprar ninguna coranbre para revender, so la dicha pena partida como dicho es.
Otrosy, que qualquier ~apatero pueda conprar un cuero de buey e una dozena
de cabrunas o pellejos al pelo syn tomar ligen~ia e syn caer en pena ; e sy mas
conprare que yneurra en la dicha pena partyda corno dicho es. Esto se entienda
en lo de la ~ibdad.
Otrosy, que qualquier persona que alguna coranbre conprare cortyda, asy de la
~ibdad como forastera, que sea obligado de requerir a los del ofil~io sy quisyeren
tomar parte della, e sy quisiere que sea tenudo de ge la dar al pre~~io que le ouiere
costado, so la dicha pena partyda como dicho es.
Otrosy, que ningund cortydor no sea osado el dia que cuayere qualesquier
coranbres que qualquier persona del ofi~io de cortyr a vueltas dellas otras ningunas
coranbre, suyas ni de otras personas, so la dicha pena partyda como dicho es.
Otrosy, que ningund agujetero no pueda cortyr ninguna coranbre, pues que no
es de su ofiQio, so la dicha pena como dicho es.
Otrosy, que todas las coranbres desta i~ibdat que qualesquier ~~apateros o
blanqueros conpraren que todas vengan a monton para que se repartan por
yguales partes. E qualquier presona que alguna coranbre encubriere e no la troxere
a partyr que yncurra en la dicha pena partyda como dicho es,
E los dichos señores con~ejo, corregidor, confirmaron e aprouaron las dichas
ordenan5~as de súso encorporadas como en ellas se contyene, E mandaron a los
dichos ~apateros e cortydores que las guarden e cunplan e usen por ellas cada uno
en lo que le toca e atañe e no por otras personas ningunas, so las penas en ellas
contenidas .
En fe e testimonio de lo qual yo, el dicho Alfonso 'Palazol, firme aqui mi
nonbre.
172
CLV
CLVI
Las hordenan~as de los filadores de la seda desta muy noble e leal ~íbdad de
Murlia son las siguientes :
Primeramente, que los filadores de la dicha seda sean exsaminados por Pedro
Goncalez, vehedor de la dicha seda, que esta ~ibdad para ello a puesto. E que se
faga el dicho exsamen estando presentes Juan de Ortega de Abilles, regidor, e Juan
de Valladolid, jurado, que esta dicha ~ibetad tiene nonbrados para esto con los
aconpañados que ellos torriaren- Que sean dos aconpañados e que estos tengan
cargo de e-xsecutar las penas que en estas hordenanlas sean declaradas . E que el
dicho exsamen se faga ante el eserluano del con9ejo porque quede en registro
quien son los exsaminados. E que otro ninguno pueda filar la dicha seda en pena
de mill marauedis, la mitad para las obras de la ilibdad e la otra mitad para el
veedor e los diputados, E que el dicho Pedro Gongalez, vehedor, Ilcue de cada
exsamen sesenta twarauedis para sy,
Otrosy, que los dichos fyladores: lleuen de cada día que filaren por su jornal
ginquenta e nueue marauedis, e que de allí pague al menador e el derecho del
vehedor e se gouJernen.
que
Otrosy, el dicho vehedor sea obligado de yr a ver a cada uno de los dichos
fiadores dos vezes'en el día por ver sí fazen lo que deuen, e Ilcue de cada vista
un marauedi de cada filador; e si no lo fiziere as¡ no lleue al dicho derecho, E sy
la seda res9ibiere algund daño por niglijen& del dicho vehedor, que aquel sea
obligado de pagar el dicho daño e mas seys9ientos marauedis para los diputados
e acusador,
5 Aunque estas ordenanzas están incluidas en el Acta Capitular de 1485- 1-486, algunas de las
disposiciones datan de 1492.
173
Otrosy, por quanto esta £-ibdad tiene fecha merCed a los fíladores que son
vezinos della, que otro ningund filador de fuera parte no venga a filar a esta dicha
~ibdad, que esto se pregone una vez cada año porque sea notiQ¡a a todos, e
despues de pregonado sy alguno viniere e asentare torno para filar que no sea de
les exsaminados e vezinos desta ffidad, que pague de pena mill marauedis
partidos como dicho es .
Otrosy, que ningund filador no prometa ni afiuze a ninguno sin que
primeramente aya conplido con el que primero asento, so pena de seyss,:ientos
marauedis para los dichos diputados e veedor; ni el señor de la seda no pueda
tomar otro tanto que el primero cunpla con el, so la dicha pena .
Otrosy, que ningund fílador no sea osado de asentar torno e filar sin tener fe
del dicho escriuano como es exsarninado, so pena de mill marauedis partidos
como dicho es.
Otrosy, que ningund filador no sea osado de sallir a filar desta dicha ffidad a
otra parte tanto que aya que filar en esta dicha ffidad, so pena de seys~ientos
marauedis para los dichos diputados e vehedor.
Otrosy, que ningund filador no sea osado de fazer las ataduras de seda sino
como filo delgado de palomar, porque no den cabsa a los menadores que ayan de
quitar tara por las ataduras . Otrosy, qualquier filador que se mudare de una casa a
otra que lo faga saber al vehedor, porque sepa donde esta para lo yr a ver, so la
dicha pena.
Otrosy, el filador que no pagare cada dia de cada vista al dicho vehedor segund
dicho es, que pague de pena sesenta marauedis para el dicho vehedor.
Otrosy, que los dichos filadores sean obligados de comen~ar a fílar tañendo
la canpana de primera e que se no dexen fasta que se quiera poner el sol.
E despues de lo suso dicho, veynte dias del mes de mayo del dicho año, los
dichos señores con~ejo hordenaron e mandaron que ningund filador de la
dicha seda no sea osado de filar seda ninguna que sea de christianos, ni dia de
fiesta ni de domingo en ninguna parte ni en la juderya desta o~ibdad, so pena
que sea la seda que filare perdida e pagara el filador seyso~ientos marauedis de
pena, la ter~ia parte de todo ello para el acusador e la otra ter~ia parte para el
vehedor e diputados de la dicha seda e la otra ter& parte para las obras de la
~ibdad.
E mandaronlo pregonar. Pregonose por Juan de (~ie~a en los lugares
acostunbrados .
Otrosy, que ningund filador no lleue mayor jornal por el filar de la dicha seda
de lo susodicho por vya de dadiua ni de presente, so pena de los dichos
seysQientos marauedis e de perder el jornal que ese dia ganare, partido como dicho
es. Las quales dichas hordenan~as los dichos señores, con~ejo, mandan que se
guarden e cunplan de como en ellas se contiene, so las penas contenidas e
declaradas en las dichas hordenan~as.
E porque lo sepan todos mandaronlo asy pregonar publicamente . Las quales
dichas hordenan~as se pregonaron quatro dias del mes de mayo de MCCCM3OM
años.
174
con el almendola
otrosy, que ningund filador no sea osado de filar la seda dotal penas
sobre sy so De oownetewndidias
syna ya la BU: e aparte cada unna
en estas hordenan~as.
Otrcay, qPule ningund filador no &je al menKoar ni a otra persona ninguna en
el torno donde fila, so la dicha pena,
Pregonaro,nse estas condi,,?iones e hordenan~:-as desta otra parte en la plaQa de
dicha
Santa Catalina desta jibd0 por Pedrwe , de Quesada, pregonero publico de la
jibdad, tañíendo con tronpeta a altas bozes, estando ende mucha gente, en veynte
e das dias 61 mes ás nula di NME=01 uds.
Testigos que fueron presentes a lo susodicho: Lope de Carrion e Guillen de
Roda e Alonso, de Serra, vezinos de la dicha jib,da1
CLVII
CLVIU
Aqui es sabido que un mercader, vezino desa o~ibdad, que se llama Gomes de
Yniesta, entre otras mercadurias que a traydo, a traydo ~iertos lienl~os e colchas del
Puerto de Santa Marya; y diz que en aquella tierra mueren de pestilencia y
pegoseles de otras tales mercadurias que alli se truxeron de Viscaya. Y porque esto
es cosa tan perjudi&l, acorde de fazer aviso dello a vuestra mero~ed para que se
provea como no solo no lo venda ay, mas como luego salga con ello de la tierra,
y se pregone y avise que todos los mercaderes y otros vezinos desa ffidad se
guarden de yr a contratar a los lugares que de pestilen& estuvieren tocados,
porque despues ellos ni sus mercaduryas no seran acogidos en esa jibdad; y
sobretodo provea vuestra mer~ed lo que viere que conviene .
Nuestro Señor las muy nobles personas y estado de vuestra mer~ed por largos
tienpos guarde y acrejiente.
De Cartajena, XXVIII de otubre.
A seruio~io de vuestra mer~ed. Bernardo de Meneses.
116
CLIX,
CIX
CIXI
Este dicho día por quanto los tenderos6 ouieron. examinado a LeuÍ de Najara,
judío tondidor, e dezían que no era abille para usar de dicho oficio y el dicho Lcuí
se quexava y dezia que los dichos tondidores que lo avían examinado que lo
fizíeron con enerníga que tenían con el por ser de su ofigio y por ser judío, Que
pedía y pidio que le fuese guardada su justicia.
E fue dado cargo al señor corregidor en el ayuntamiento pasado que con
algunos de la carnara fuese a la Traperia y tomase de salto a los dichos tondidores
y en el primero paño que allí se tundiese fizíese tondir al dicho judío, y allí se vería
sy se fazia con mali~-ia o con verdad.
Y el dicho señor corregidor fue a la dicha Traperia con Juan de Cascales e Juan
de Ortega de Abiles, regídores, y con Juan de Cordoua, jurado, y fizD tondir al
dicho judío en un paño pardillo que allí se tundia. Y reníbíeron juramento de
Diego Ruy-s, tondidor, y de Yunco Caba, judío tondidor, sy Y""a bien tondido lo que
el dicho judío avía tondido ; y dixeron por virtud del dicho juramento que yva tan
bueno como lo que ellos tondian, Asy mismo, re,~ibio juramento de Juan de
Nabares, tondidor, por virtud del qual le pregunto sy yva. bien tondido lo que el
dicho judío avya tundido-, e dixo, que yva comunal y que no yva igual, e que el
examen no se aula de fazer en tales paños como aquellos, que quien no sabia
podía tondir en ellos, pero que el darla paño, de aquí a dos o tres días, donde se
pudiese examinar,
CIMI
el ter~io para la obra de la corte. E sea entendido que los corderos que se
Yrendieren en pie, dos dias antes despues de Pascua Florida y otros dos dias
despues, que no ayan de pagar por ello derecho alguno.
Otrosy, con condi~ion que todos los cabritos e corderos que se vendíeren en
pie en las dichas carne~erías o fuera dellas, que paguen para la dicha renta de cada
cabrito dos marauedis e de cada cordero quatro marauedis.
Otrosy, qualquier vezino desta dicha S:ibdad o otra qualquier persona que
troxere a esta dicha Qibdad vino que pague dos marauedis por cada arroua, e sy
jurare que lo trae para su bcuer que no pague cosa alguna; e sy despues se fallare
que vendio algo dello que pague el dicho derecho doblado.
Otrosy, qualquier persona vezino o abitante que traxere carbon a esta dicha
-pibdud que pague dos niarauedis por cada. carga e que se pese en el peso de la
gibdad. E qualquier que de otra manera lo fiziere que pague el dicho derecho con
el doblo.
Otrosy, con condiQion que qualesquier personas, vezinos o abitantes, que
troxeren a esita cdkicbha i~ibdad ggrana o poluo, della que (pague) un manmedi por
~iento, pero sy los vezinos o otras personas la troxeren de la que se coge en el
termino desta dicha ~jibdad que el conprador pague el tal derecho; e sy no se
vendiere que pague el dicho derecho el que lo troxere y otro tanto pague el que
la sacare la. dicha grana o poluo della desta dicha ~ibdad.
Otrosy, que todo el pescado fresco y salado que se troxere a esta dicha ffidad
que se pague una blanca vieja por libra para la dicha renta, E esto pague asy el
dicha blanca se carga demasiada en el
conulpruo =GO el vezzino, por quanu) la
pregio que se vende. E, asy mismo, pague doze. marauedis por llar de la sardina
sardina Hamo que pague el derecho por libra segund que pagan
arancada e do la
de la sardina,
Otrosy, que qualquier persona que sacare desta dicha 4;ibdad qualquier pescado
fresco o salado, aya de pagar e pague el derecho susodicho .
Otrosy, con condii~ion que qualesquier vezínos desta dicha Qibdad que trtLxesen
paños a esta dicha (;ibdad o a sus terminos, que sean obligados a los manifestar a
los dichos arrendadores e pagar los preQios siguientes :
Prinieramente, de un Contray dozientos marauedís, CC.
De un Brujas o Londres o Ypre o Ruan pague ~iento e Qinquenta marauedís, CL.
De una grana dozientos marauedis, CC.
De un veynte y quatreno o veynte e dozeno o veynte y uno
quatro reales, C=111
De un dyAsheno o palmilla ochenta marauedis, UM.
De un paño pardillo o burillo o seseno Qinquenta marauedis, L
De un bel=te ~píento e Qinquenta marauedis, CL.
De los retales a este mismo respeto,
De un cordellate de Valencia ochenta marauedís, LXXX.
De un cordellate de Cuenca sesenta marauedis, IX.
Otrosy, qualesquier personas vezinos, desta dicha 1;íbdad que sacuauren
qualesquier paños de los susodichos que paguen la mitad del dicho derecho.
181
Otrosy, con condilion que las arrienden estas rentas los que las arrendaren a
su arresto y averlura syn poner descuento alguno. E que los señores concejo,
corregidor, fagan juramento de les dar fauor y ayuda para cobrar el dinero que les
pertene,~e e para todo lo con~erniente a la dicha renta.
Otrosy, que por los pleitos que ouieren los arrendadores con qualesquier
peones de oradéen que no puedan poner descuento alguno, saluo que el coni?ejo
les de todo fauor. y ayuda sy touJeren derecho.
Otrosy, con condi&n que tenga el arrendador termino para demandar y cobrar
todo lo que ansy le fuere deuido desta dicha renta seys meses despues del año, e
que lo pida ansy por sabida corno por tomada en la manera que dicha es, E que
de la senten,~ia o senteni~ias que dieren los juezes dados que no aya apellagion,
saluo que se libre de plano,
11 con esos dichas condii~iones arrendo la dicha ynpusijíon este presente año
de mill e quatro~ientos e nouenta años. E por quanto los arrendadores que las
pusyeron en preQio no contaron de fíanQas, quedo la dicha renta a cargo de
Manuel de Harroniz. El qual puso por sy a Gon~alo de Toledo, presente, que la
cobre e recabde. E se obligo el dicho Manuel de Harroniz que el dicho Gon~alo
de Toledo dara buena =~a de 1 dicha renta r5ii fraude e syn colusíon alguna,
E sy no la diere que el por sy y por sus bienes conplira y para todo quanto se
defraudare. Para lo qual se obligo sus bienes y otorgo un recabdo de oblíga~~ion
que le pare~ere sígnado de mi signo,
Testigos : Fran~?isco de Palazol, escriuano, e Juan de Chinchilla e Pedro de
Huete, vezinos de MurS~ia.
C~
que no vienen paños, e por eso valen mas caros y es en daño de las rentas de sus
altezas, y pues que ay ordenan,~a que a de reazer la demasia del agua al conprador,
segund el termino de la ordenanQa, que no es yncoviniente.
Pedro de Alba4;ete, veedor de los paños, juro, cte.; fue preguntado segund de
suso e dixo que sabe que la dicha ordenanQa es dañosa e no prouechosa, porque
por cabsa della ipesan el ti-ato, e la lana e los paños valen mas caros y las rentas
del rey no an prouecho e valen menos, e que en su con~ienlia que mas
prouechoso de la dicha i;ibdad reuocalla que no que se guarde,
El dicho Juan Roldan juro, etc. ; fue preguntado segund de suso e dixo que sabe
que la dicha ordenan~a es en daño cornun de la ~ibdad, porque por ella enbaral;a
el trato e vienen pocos paños, e algunos que ay que los fazen los dexan de fazer,
porque no se falla por ellos su valor ni las lamas se pueden aver, y de ello viene
daño a las rentas de sus altezas, y que es prouecho, de la ~~ibdad que la dicha
ordenanga se rcuoque, pues que ay ordenan~a de quantas varas a de fazer el paño
por agua, y despues que esta ordenanQa se fizo los paños no se adoban bien y el
mal adobo se encubre mejor mojado que no tirado, e ningund veedor no puede
ver ni conos~;-er el daño y tacha del paño estando mojado . E por esto díxo que la
dicha ordenanga no es prouechosa.
Gar9i Ruiz, perayle, testigo presentado juro, cte., fue preguntado segund de
suso e dixo que sabe que la dicha ordenanga es en daño comun de la dicha
~ibdad, porque por cabsa della gesa el trato de los paños e los paños valen mas
caros e no vienen paños como solian; e por esto se adoban mal los panos en el
batan, lo qual no se podia ver ni conosQer por estar mojados e todos los paños de
adobauan mal, que venian en xerga e larjes, e la prueva dellos es el tyrador, y el
paño bien adobado no res9ibe ningund perjuizío el tirador, y desto viene baxa y
quiebra en las rentas de sus altezas.
Bartolome de AlbaQete, testigo presentado juro, etc.; fue preguntado segund
de suso, el qual dixo que sabe que la dicha ordenanga es en daño comun de la
gibdad, porque por ella no vienen los paños de fuera como solian venir, e los
paños que en ella ay se venden mas caros e el trato esta enbara~ado, e en
venderse los paños mojados ay grandes ynfintas y fraudes, porque los adoban
mal, como no se tiran no se puede ver el daño que tienen porque en el tirador
se vee el buen adobo o malo o si el paño tyene tacha o no, e conio esta mojado
todo se encubre; e por esto ay muchos enbarai~os e turbagiones que no vienen
paños ni se fazen paños, e dello viene perjuyzio a las rentas de sus altezas y daño
a la republica .
Juan de Alba~ete, testigo presentado juro, etQ,; fue preguntado segund de suso
e dixo que es mas prouechosa a la republíca venderse los paños tirados, as¡ corno
de antes que no corno se venden agora mojados, porque de antes tiravan los que
heran menester e agora desgardernanlos sabiendo que los an de tomar a mojar, e
por esta cabsa no quedan en devido estado los paños, e que a esta cabsa no
quieren fazer paños los traperos e pera~, res ni quieren abrir tiendas en esta ~ibdad,
e se adoban mal porque se encubren en no tirarse, e que desto viene grand daño
a las rentas del rey e redunda en grand perjuizio de la republica .
184
En con~ejo, NXVII días de octubre de] LXXMX años . Este día, por quanto los
señores ouieron fecho una ordenan~a que todos los paños que se vendiesen en
esta ~ibdad se vendiesen mojados, la qual ordenan~a, segund pares~e por esta
ynforrnaq~,ion, fue agrauiada a las rentas reales e a las ynpusiiliones desta i~ibdad e
al pro comun de la universidad della. Por esta razon, mandaron que todas
qualesquier presonas que quisieren vender paños los vendan syn mojar, como fasta
aquí se solían venmdJer, e que se guarde la ordenani~a de lo que an de fazer los
paños por agua, segund se contiene en la ordenanQa, la qual es del tenor
syguiente. E mandaronlo apregonan-
CLXV
Las ordenangas de las tíntas de los paños desta,muy noÑe ~ibdad de Murpía
son las siguientes :
mrñímeeraameen»te, que los dichos señores congejo ordenaron y mandaron que los
paños que se ovieren de teñir en esta opíbdad, negros, de qualquíer suerte que sean,
que sean bien conplidos, de cardenro segund la muestra del (sup,n e que para
demudar un sezeno negro de roja, que le echen nueve libras de roja e de gallas
dos libras e de tartal quatro Ebral e qualquier que lo contrario fizíCre que incurra
en pena de seis,~ientos maravedis, la ter~ia parte pata los veedores e la otra ter~ia
parte para el juez de Es Unas e la otra tprQia parte para las obras del con~ejo. E
que para demudar un diez1ocheno negro, le echen doze libras de roja e dos libras
de gallas e quatro libras de tarta¡, so la dicha pena partida como dicho es; e que
la muestra de los negros cada tintorero faga lo que mas sopiere, tanto que sean
buenas colores, sí no que las emíenden sin daño de los paños a conosQída del juez
de Es Unas con el veeadkor o lo paguen a su señor segund fuere estimado que valia
ante que resQíbíese el dicho daño.
Otrosí, ordenaron y mandaron que no echen a ningunos paños molada, so la
dicha pena partida ciorno dicho es, e que emienden el daño del paño a sus dueños,
Otros¡, ordenaron y mandaron que los paños verdes escuros que se fagan sobre
sus muestras del conjejo, e que no se demuden sino cron 21una e tartal e gauda,
porque estas son las colores legitimas, so la dicha pena partida como dicha es.
Otros¡, que los paños verdesgayes o de qualquier calidad que sean no se
demuden salvo con alum e tartal e gauda, so la dicha pena partida como dicho es,
Otros¡, que no se fagan verdes sobre amarillos porque son falsos, so la dicha
pena partida como dicha es .
185
Otrosi, qu<r no den azul sobbere ningund verde, so la dicha pena que dícha es,
sin lo mostrar primero al veedor de las tintas e con su IiQen~ia, porque no los fagan
sobre amarillo, so la dicha pena partida como dicha es.
Otan¡, que los paños morados e rosados se demuden con roja de capra e brasíl
e se acaben con urchilla que sea buena, so la dicha pena partida como dicha es.
Otros¡, que los paños colorados se fagan con buena roja e se acaben con brasíl,
so la dicha pena partida como dicha es .
Otros¡, que todos los paños que ouJeren de l1cuar uxchilla por muestra que no
sin
la puedan poner que sea vista y examinada por el dicho Pero Royz, veedor, So
la dicha pena partida como dicha es.
Las quales diclias ordenan~as los dichos señores conQejo mandaron apregonar.
Apregonaronse .
Pre~ios de las tintas de los paños
Los preilios que el corWejo de la muy noble 4~-íbdad de Murepia a dado a los
tíntoreros de la dicha Qíbdad corno han de teñir los paños son los syguientes:
Primeramente, un veynte e uno teñido prieto o verde escuro sobre azul de la
primera ammunesatra, aluminado, nueueqientos marauedis de dos blancas el marauedi,
DCCCC .
Un veyntiuno leonado ochogientos marauedis, D-CCC.
Un diez e ocheno verde escuro o prieto setecientos
marauedis, DCC.
Un sezeno azul quinientos e onquenta marauedís, DL.
Un paño entre colores quatro~ientos e quarenta marauedís, CCCCXL.
Un díezyocheno leonado seysi~ientos marauedís, DC,
Un paño claro dozientos y veynte e ~inco, CCXXV.
Un sezeno prieto o verde escuro seys~íentos inarauedis, DC.
Un sezeno leonado quinientos rnarauedís, D.
Un paño celeste dozyentos y sesenta mamuedis, CCLX.
Un veynte y uno azul sobido, seysi~íentos e ~inquenta marauedis, DCL,
Un paño diezyocheno azul sobido seyse*ente p ~s e 4;inquenta marauedis, DCL,
Un verdegay sezeno trezyentos e ~,inquenta marauedis, CCCL .
Un verde erbenco sezeno qtiatro~ientos e ~inqijenta rnarauedis, eCCCL.
111 puño amarillo sezeno dozíentos rnarauedis, CC
Un paño sezeno colorado de roja de capra, acabado con brasíl, seys~ientos
marauedis, DC.
Yten, de tenir un paño rosado de brasil, que de el brasíl el señor del paño, que
las
pague por otras tintas que pubere o polo teñir (inaropientuos marauedís, CCCC.
Un paño naranjado quatro~ientos marauedís, CCCC,
Una drapada entre colores setc5~ientos marauedis, DCC .
Loa drapaíla azul sobída de la muestra del azul mill, marauedis, IM.
Una drapada de media color trezientos marauedís, CCC.
Una drapada turquesada tregíentos marauedis, CCC.
Un paño dezyocheno colorado de, roja de capra, acabado con
brasil, seteS:ientos marauedís, DCC.
186
Un paño verde escuro sobre 1 nwestra del az-ul de los dezyocheres seyníentos
e treyntía e syete ina=uedIs e rtiede, DCXXM1 y medio,
Que los rosados sesenos de urchilla con su roja castellana no se fágan porque
con urchilla son falsos~
Yten, que los paños sesenos de roja castellana con urchilla que no se fagan
porque son falsos.
E qualquíer tintorero que a mayores preQios de los sobredichos tinxere, caya en
pena por cada vez que lo contrarío, fiziere de dos mill marauedis, la terQia parte
para el acusador e la otra tergía parte para el juez de las tintas e la otra ter& parte
para las obras de la corte.
0trosi, hordenaron y mandaron que ningund tíntoren) no Unga con gurnaque
ni con aziche ni con caparros, saluo con aquellas tintas que estan declaradas por
el corWejo en estas hoislananjas, ismo la pena en ellas contenida.
Otros¡, hordenaron y mandaron que ningund tíntorero no sea osado de parar
tinta la semana que fuere el día de la N`Irgen boda e de Apostol o de otro santo o
sano que baca dia de tener que caya en rniercoles o jueves o viernes o sabado,
so la dicha pena de los dichos seisgientos maratiedis.
Otros¡, hordenaron y mandaron que ningund tintorero no sea osado de parar
urchilla en el tinte ni en su casa., e sy la fizyere que la aya perdido e mas incurra
e caya en peana de los dichos seisi~ientos marauedís.
otros¡, hordenaron y mandaron que qualquier tintorero que diere clavijada en
qualquier paño que caya e ¡neutra en la dicha pena de los dichos seys~íeiitos
mara:uedis,
otros¡, hordenaron y manda-ron que ningund tintorero no sea osado de fazer
cama de paños, so pena de los dichos seysi~íentos marauedis por cada vegada,
repartidos segund de suso.
Otrosp ordenaron y marri=n que tuoxdloys e qualesquíer personas que pararen
urchilla que las paren en calles publicas, saluo en lugares apartados e do no fagan
perjuyz1o a ninguna persona, y despues de fecha no sean osados; de la vender sin
las Unas e de su aconpañado, e que, el veedor ponga
ser vista por el veedor de
en ella el pregio que fuere justo, si fuere buena por buena e si fuere mala por mala
* como fuere, e que pague al tal veedor o aconpañado diez maravedís de la vista,
* si lo contrario fizieren seys~ientos marauedis e pierdan la dicha hurcilla .
otrosí, ordenaron y mandaron que ningund tintorero no sea osado de vaziar
ninguna tina antes de la Ave María sino despues de la Ave María, so la dicha pena
de las dichos seysl~;iiemnetos marauedís, repartidos segund de uno,
Otros¡, ordenaron y mandaron que ningund tintorero desta ,ibdad, ni de fuera
1Q
.
parte re sea osadIo de poner obrador syn que antes y primeramente sea examinado
por los veedores de Es Unas e de sus aconpañados e paguen ~íent marauedís por
el asentamiento del obrador a los dichos veedores, y si de otra manera lo fiziere
que paguen seys,~ientos marauedis de pena,
Otros¡, ordenaron y mandaron que ningund tintorero de olleta no sea osado de
teáir Ena rá poks, sa1uo topa cospídla, so la dicha pena de los dichos seys5~iento,,~
marauedis .
187
Otros¡, ordenaron y mandaron que los dichos tintoreros de olleta tingan bien e
lealmente lo que ouieren de teñir, e si alguno defalle~imiento se fiziere por culpa
del tintorero que lo emiende si buenamente lo pudiere emendar, e si no que lo
pague a cononida de los dichos veedores de las tintas e de sus aconpañados e
allende de esto que pague seys~ientos marauedis de pena.
Otros¡, ordenaron y mandaron que qualquíer tintorero o colchero que cosiere
cobertor, que despues de cosido no lo de a su señor syn ser visto de los dichos
veedores e de sus aconpañados si tienen buenas colores o estan bien cosidos, e
que paguen al veedor e a su aconpanado diez marauedis de la vista, e si lo
contrario fizieren que paguen seys~ientos marauedis.
Otros¡, ordenaron y mandaron que cada uno de los que touieren obrador sean
obligados de dar por la fiesta de Nauidad a los veedores de las tintas e aconpañado
un par de gallinas, e si no las dieren que los puedan prendar» .
En concejo, martes, dos dias del mes de dizienbre del =X, los dichos
señores con~ejo, aprouaron e dieron por buenas estas ordenan~as de los tintoreros
e mandaron que de aqui adelante usen por ellas e las guarden en todo e por todo
segund que en ellas se contiene, so las penas en ellas contenidas .
CLXVI
Otros¡, que el tal ofilpial no pueda poner obrador syn que antes y primeramente
de fian~as, para que de cuenta e razon de los lien~os e cosas que le dieren a teñir.
Otrosy, que el veedor que fuere puesto en el dicho ofi~io sea obligado de tomar
las dichas fian~as a los tales oftíales en cada un año, e sy no las no tomaren y el tal
ofijial. se fuere o algund mal recabdo fiziere, que el tal veedor sea obligado a lo pagar.
Otros¡, que qualquier ofíQial que fiziere e tiñiere lien~os o otras cosas
falsamente que pague de pena seycíentos marauedís, la tero~ia parte para el veedor
e la ter~ia parte para el acusador e la ter~ia parte para los señores del conQejo, para
las obras que vuestras meripedes señalaren, y que a costa del tal tintorero que errare
se tornen a teñir los lien~os e otra qualquier cosa.
Otrosy, que el tintorero que no fuere examinado que no pueda tomar cobertor
blanco para coser, saluo aquellos que fueren examinados, so la dicha pena
repartida en la manera que dicha es .
En las otras cosas que vuestras mer~edes mas quisyeren proueer i;erca de lo
susodicho, remitolo a vuestra discri~ion . Lo qual, señores, vos suplico e pido por
merQed mandeys luego en obrar e remediar, porque en la tal tardanQa ocurre
peligro . En lo qual, señores, allende de fazer lo que de derecho soys obligados,
descargando vuestras con~ien~,ias, a mi fareys mucha mere-ed.
E los dichos señores con~ejo vistas y oydas las dichas ordenan~as por el dicho
Salomon Paxarel presentadas, mandaronlas confirmar e confirmaronlas por quanto
eran mucho utiles y prouechosas para el publico desta ~ibdad, e asymismo
neo~esaria para el dicho oftio de tintoreros de calderas . E mandaronlas apregonar,
e~ebto la ordenan~a del tender del adarbe.
Testigos : Juan de Chinchilla, por tintorero, e Frangisco de Palazol, escriuano,
vezinos de la dicha ~ibdad de Mur~ia .
CLXVII
Los dichos señores conS:ejo por quanto muchas personas vezinos desta Vibdad
van a hurtar hoja para criar su seda y muchos vezinos de la dicha ~ibdad, que en
ella tener e tyenen foja por su seda, quando mas la han menester les falta .
Por ende, los dichos (señores con-~ejo) hordenaron e mandaron que cada un
vezino desta i~ibdad pueda guardar e guarde su moreras e poner en ellas guarda.
E sy fallaren alguno hurtando hoja, y sy lo conos~iere, que lo escriuan para que se
execute en la pena ordenada por la ~ibdad; y si no lo conos~iere que le pueda
tomar y tomen por su abtoridad una prenda.
Y mandaronlo pregonar. Pregonese.
189
CLXVM
CLNU
no peorar en cosa alguna, a vso e costuribre de buen i~ensalero, para agora e para
sieripre jarnas, a vos Aluaro, die Arroniz, vezíno e regidor desta dicha ríbdad, que
soys presente, para vos e vuestros herederos e sub~esores, presentes e venideros,
la laguna del bobar de la pue= dde las Menoretas, que es en la huerta e termino
desta ~ibdad, con todas sus entradas e salidas e con aguas a regar e con todos sus
vsos e costuribres e pertenen~ias quitas, lia e le pertenes& en qualquier marrera,
segund que afrenta de la una parte con tierras de FranQísco Bernat e de la otra
parte con camino real e de la otra parte con tierras de Juan Perez de Valladolid,
juradr4 e con tierras de Rallo Perez ETItran y con tbiewrnras de Pedro, conydor. El
qual dicho a~ensaniiento vos fazemos por quanto la dicha laguna e bouar, por
razon de las muchas, aguas que allí se escurren e se proi;idin, es inuy dañoso para
la salud, de los vezinos desta dicha ~ibdad, segund ha paresi~ido e pares~e por la
yspirertQia de mucho,,> años pasados que muchos vezinos que mas al5~anos biuen e
Mor= de la dicha laguna an dolenja cada año e mueren de los malos vapores e
agua podrida de la dicha laguna. La qual vos damos e a~etisamos con tal condi&ri
que vas, el diclu? Aluaro, de Aarantp ayays de reblir e reblades la díclui laguna e
que se pueda panificar, e vos el dicho
bouar a vuestra propia costa, en tal manera
Aluarew de; AuToTO, regidor susodíaiw4 e llos vuestros, para syeripre jarnas, la podays
panificar e panífiqueys como cosa propiamente vuestra, con condiQion que los
herederos que son obligados a contribuyr para mondar el aC_arbe del dicho bobar
contribuyan para la monda del, como syeripre los años pasados lo han hecho e
fazen, segund esta sentenziado por ante Fernando Perez del Castillo, escriuano del
nurriero, de la dicha ~ibdad, a pedimiento del regidor síndico desta dicha s7ibdad.
E que nos dedes e paguedes de ~ienso de cada un año, perpetuamente, por la
fiesta de San Juan de junio, diez marauedis de dos blancas viejas el marauedi desta
moneda vsual del rey e reyna nuestros señores, corriente en Castilla, que dos
dar e pagar La
blancas viejas fazen un marauedi. Los quales nos comen4pades a
primera paga del dicho senso por el día de San Juan de junio primero que verna,
que sera en el año venidero de mill e quatroi_~ientQs e noventa e grico, años, e
dende adelante en cada un año por la dicha fiesta para sienpre jamas, con cargo
de fádiga solamente e no de luystno, E por vos el dicho Aluaro de Arroníz, regidor,
los dar dicha fíesta como diCho
e pcw vu,estros, nD nos e jugar el dicho genso en la
es, e por ende no perdades ni pierdan la resesyon de la dicha laguna e bouar, mas
que podamos Ilcuar de vos e de los vuestros, por pena e en nonbre de perra, el
dicho penso con el doblo, segund que es derecho, y no podays llamar ni llameys
otro sensor que este dicho 4~ensal, syno a nos el dicho coti~cio ; e que despues de
treynta dias que vos e los vuestros fueredes enfadigados en el dicho ~,ensal, que
pongades el dicho bouar e laguna con todos los mejoramientos que vos e los
vuestros en el fizíeredes con cargo del dicho ~enso de cada año, como dicho es,
el derecho de, la dicha fádiga para nos dar, vender, trocar e caribiar e Cripeñar en
otra manera que el quiera enajenar e Mer duel o en el todas vuestras voluntades,
como de cosa vuestra, misma, propia, saluo que lo no podades vender ni enajenar
con yglesia. ni nionestarío ni espital ni con elerigos n¡ religiosos ni otras personas
de horden sacra . E este dicho bouar e laguna con todos los mejoramientos que vos
191
CLXX
C~
mal. E protesto todo el daño de los vezinos contra ellos como protesta~ion de lo
traer hordenado mas largamente por escripto . E pidiolo por testimonio.
Los dichos señores con9ejo, despues de aver mucho platicado e hablado sobre
lo susodicho, dixeron que por quanto por la yspirenffi a pare~ido e pares-~e que
como quier que el dicho arrendamiento e hordenan~a se fizo a buen fin e porque
la seda fuese muy mejor hecha e filada e porque los vezinos aprouechados se
hallando y hallan que aca usa de arrendar la dicha veedoria, se encargan della e
la toman algunas personas de mal trato.
Por ende, los dichos señores, viendo la abilidad e sufe~eno~-ia de Diego de
Guevara, vezino de la dicha o~ibdad, fílador de la dicha ffidad, y confiando del que
no hara en dicho cargo ninguna cosa que no deva, acordaron e mandaron que
aquel se encargue este dicho año de la veedoria de la dicha seda e el vesyte los
dichos hiladores, segund que esta hordenado, e cobre dellos el derecho de la dicha
visytao~ion e lo tenga deposytado en su poder e de cuenta dello. E de aquello la
gibdad le sastysfara e dara el salario que por su trabajo ouiere de aver. El qual haga
juramento que, asy en el dicho visytar de los dichos hiladores como en el cobrar
del derecho e dar cuenta dello, lo fara byen e fielmente conforme a las dichas
hordenano~as.
juro el dicho Diego de Guevara, et~.
Testigos : Juan de Chinchilla e Frano~isco de Palazol.
Obligose, eti~.
Otrosy-, los dichos señores con~ejo ymendando la hordenan~a del jornal de los
hiladores de la dicha seda e viendo que aunque se a hordenado e tasado el jornal
de los dichos hiladores e mandado que no los gouiernen y los gouyernan e, demas
dello, lleuan su jornal. Por ende, hordenaron e mandaron que de aqui adelante los
dichos fíladores lleuen en esta manera sus jornales:
Que quando el señor de la seda gouernare, el hilador e menador lleue de
jornal, el dicho hilador e menador, quarenta y ginco marauedis e no mas. Y si el
dicho hilador e menador se gouernare, que lleue de jornal sesenta marauedis cada
un dia . E que el señor de la seda escoja qual destos jornales quisiere dar al dicho
hilador e aquel lleue. E que sy el hilador no troxere menador que se le descuente
quinze marauedis e sy mas lleuaren que yncurra en la pena de las hordenan~as.
CLXXII
Muy magnificos señores . Los maestros Qapateros desta muy noble C-ibdad de
Mur~ia nos encomendamos en vuestras mer~edes . Las quales bien saben como
194
muchas vezes nos avemos quexado de los grandes agrauios que avernos re~.ebído
e regebírnos en muchas maneras, en espeQíal en las siguientes-,
La primera, que los coranbres, asy de carneros como de cabrones e cabras,
estan muy sobidas porque nos quiere dar Juan de Segouia la dozena de los cueros
de cabrones menos de rnill marauedís e la dozena de cueros de cabra de veynte
reales, E sy asy pasase que oviesernos de conprar las drichas coranbres a voluntad
de quien las vende e nosotros ovíesemos de vender a los cotos por vuestras
mw?edes puestos, en breue tienpo perderiamos los cabdales, porque a vuestras
rner~edes suplicamos quieran dar forma corno podamos bcuir e nos manden dar
las dichas coranbres segund que don Ysaque nos las daua al prelio que se
dichos
puperon km cotos, E sy quieren dar lugar que las dichas coranbres suban
cada dia a plazer de quien las vende, manden fazer su pesquisa que es lo que
cuestan las dichas coranbres de primero conprar e despues de adobar e que es la
costa que tienen todas las obras de nuestro ofíQio, y sacada la dicha costa por
nuestro trabajo antes queremos algo de menos que de mas. Y somos mucho
marauillados porque vuestras merC_edes mandaron aver ynforma~ion quanto valian
cada dozena de badanas e despues de cortidas e que costas tenian un par de
Qapatos de todas las cosas neyesarías pana fazerse. La qual dicha ynforma~ion se
tomo muy justamente de cortídores e sazonadores e maestros del ofíQio ; e por
par
aquella pare~e e se averiguan de tener de costa un & ~tos de onbrc de
badana veynte e nueve marauedis e medio e vuestras merQedes pusyeronlos a
veynte e Qinco marauedis ; el par de japatos de muger a diez e ocho inarauedis .
De los quales dichos cotos e pregios nosotros re~ebimos mucho agrauio, de
manera que no lo podimos 5:ofrír, porque es echarnos a perder e quitarnos de cada
par de japatos, de lo que valen, justamente quatro marauedís e medio syn nuestro
trabajo; pues nosotros no pedimos synjusti~ia en que nos deys, señores, manera
de bcuir, que si conpramos las coranbres syn coto, razon es que sin el vendamos
los ~apatos. E sy todas vuestras mer~edes quieren que aya coto en las obras de
nuestro oftio pongan coto en las coranbres.. de manera que consyderando el
cabdal que ponemos en las dichas obras aquel sacado por nuestro trabajo nos
quede justa gananQia, de manera que el bien comun sea aumentado e nosotros no
reS~ibamos agrauío,
Nuestro Señor las muy magnificas personas de vuestras mer~edes a su serui~io
prospere y de todo testimonio.
presentada por el dicho ofigio de los
Los dichos señores vida la petípion
~apateros, hordenaron e mandaron que cada par de ~-apatos de badana fechos de
la manera que esta hordenado valan veynte e syete marauedis seyendo para onbre
e sy son de muga- val= a velo: Y en lo al de las coranbres que se
vea la condi~ion con que Juan de la Xara tiene obligadas las carne~erías desta
4;ibdad e aquello se guarde.
195
C13~
XLXXIV
agora estan obligados, porque aquellos no tienen tan aparejados los bienes como
nosotros para la exsecu0an sy aquella se oviese de fazer. Lo otro, porque los
ofii~ios estan tasados en baxos preglos, de manera que los ofigiales dellos se
quieren yr y los perayles en el ado*baar estan, por mas presoas de lo que hasta aqui
solian llevar, Por ende, pues la voluntad de vuestras n-ierQedes ha seydo y es de
aprouechar a los vezinos desta 4~ibdad y por el seruíi;io que aquellos se les puede
seguir tan balto las
ordíenanjas cqyuwe sobre esto han mandado pregonar,
suplicamos a vuestras merpedes que avido respeto e considera~ion e que avemos
pegada la hennandaxi e otrza dereclua
de km pase baruca que tenemos e pa or
aquellos e por los otros que tenemos fechas, los quales an seydo dados por
buenos por la; veedores e tenernos sellados e saguros, ygualadas peír el allesamaila
dese año y ¡El año vinióto, e que sy aquellos oviesernos de sacar avriamos de
pagar otra hermandad e pagariarnos el alcavala de aquellos syn los vender, den
lígen~~ia e facultad para aquellos se puedan acabar de vendei~ pues que dello a
nosotros se syguen por lo susodicho algund pronecho y mas a los perayles que
seran xyudados dio dar IMAKIO a la Obilad. can ellos fasta que ellos ayan obrado
los paños que han de hazer porque no ay lanas ni se avran fasta las nuevas, e
suspendan el efecto de la hanlenanja porque rroadan qxan rma ayunDos de e)Abíljíglair,
pues de aquello a cabsa de lo susodicho se nos seguiria mucho daño, Y mas, den
li<;en~ía y facultad para que syn nos obligar de niancomun con los obligados
podamos hazer paños syn yncurrir en pena alguna, pues la misma facultad por sus
ordenanQas han dado y dan a los libdadanos desta, Qibdad e podiendo, nosotros
las pase pa -ara los wriler sy,n yna:urrir en pena alguna avra mas paños en esta
gíbdad y sera mejor baste&a y se seguira el efecto de la obra que vuestras
mergedes de los obligados han procurado .
Y proueyendo de lo susodicho de la forma que pedirnos, suplicamos a
vuestms, ampedes que porque la ropa se haga buena e como deve y vaya del
batan ygual y no la den los unos larga y la de los otros mucho fuerte, que se de
un vehedor de los traperos en uno conn los veedores que ay e que aquel sea en
todo con aquellos y ellos no puedan fazer cosa syn el; e que el pueda llevar y
lleve su parte del provecho que se ovíere de la veedoria, ansí de derechos como
fiel
de penas; e que este, sea onSe e sabído en el dicho ofipío e que sea escojido
por los traperos o por la mayor parte dellos; e que aquel en uno con los veedores
que agora sron seHen, e señalen la ropa que los obligados hízkeerp de manera (Vi que
aquella se venda a los pres57ios tasados e que no vendan a otros pregios
lla
demasiados diziendo que es de la fecha en este año, E asy mísmo, manden
proveer e provean que se puedan traer granas e que se de orden en las frisas e
que se pongan cuenta e pregio en ellas. E que a los forasteros se les pueda
venda la ropía
a los pre~~ios que venderse puedan, pues que en la que se venden
a los vezinos no se ganan nada e en aquellos ~ese la razon porque vuestras
merS~edes an fecho las dichas IYYRlinanlos . En lo qual vuestras mergedes
administraran justigía e a nosotros hara bien e mer~ed e no daran cabsa a que
sin razon o cabsa alguna nosotros seamos agraviados y dagnificados en los
derechos de hermandad e alcavala que avemos pagado e avemos de pagar, Los
197
CLXXV
quales obraremos en esta líbdad e los daremos a prelios convenibles, segund que
aquí
de de suso seran declarados, Manden vuestras merQedes a los texedores e
cardadores e a los otros ofi~iales lleven por los obrar, cardar e filar e texer los
pre~ios por ellos que de aquí de yuso seran contenidos, que son los pre,~ios
convenibles e a como oy los obran. Los quales pres~ios aquí daremos a los dichos
paños e a los que se an de obrar e aparejar, son los siguientes :
Primeramente, que daremos una vara de belarte por veynte reales, DCxX.
Yten, una vara de veynte e dozeno morado o color pasa CCCCL.
Yten, una vara de veynte e dozeno negro quatrogientos e treynta mara-uedis,
CCCCxxX.
Una vara de veynte e dozeno escarlatín COCL,
Una vara de veynte e dozeno rosado CCCCL.
Una vara de veynte e uno negro CCCX.
morado color de pasa CCCLXXV.
Una vara de veynte e uno o
Una vara de veynte y uno escarlatin CCCLXKV.
Una vara de veynte y uno rosado CCCLXXV,
Una vara de díezeocheno negro CLXXKV.
Una vara de díezcocheno verde escuro LXXXV.
Una vara de diezeocheno morado CC .
Una vara de diezcocheno CC.
Una vea de diezeocheno verdegay sobre palmilla CLXXXVI.
Una vara de diezeocheno pasado por agua o enrojado CLXXX,
Una vara de verdegay sobre azul díezcocheno CLXX.
Una vara de palmilla diezeochena CLXXW,
Una vara de palmilla turquesada CLXX,
Una vara de sezeno negro CXL.
Una vara de sezeno verde escuro CXL.
Una vara de sezeno amarillo o naranjado CMURI.
Una vara de sezeno vardegay CIDURI.
Una vara de sezeno pardillo C=111.
Una vara de niaxux sezeno CXXX.
Una vara de blanqueta C.
Una vara de estameña negra o morada C.
Una vara de cordellate negro o morado o rosado C=111.
Los pre~ios y costas de los perayles del adobar la ropa y texedores y cardadores
y peynadores y filadores son los syZtdent«Ces :
Primeramente, de adobar un belarte o veynte e dozeno D .
De adobar una palmilla veynte e dozena e veyntedozeno D.
De veynte e unos blancos o palmillas CCC.
Díezeochenos de qualquier suerte CL .
Sezenos de qualquier suerte que sean, con que no sean palmílla, C.
Cordellantes a syete marauedis la vara de adobar, VIL
De adobar cada vara de estameeSa, por pedagos a tres marauedís y por pie~a a
dos marauedis e medio,
199
Y porque los texedores no quieren echar trama en los paños como los señores
dellos piden, por la qual ay dificultad en los paños, que vuestras mer~edes les
manden echar en cada paño voynte e dozeno tinto en lana ginquenta libras de
trama y sy fuere blanco quarenta e ~inco libras ; y en un veyrtte e uno bW=0
quarenta libras y tinto en lana quarenta e Cinco ; y en un diezcocheno treynta e
i;ineo libras; y en un sezeno treynta e dos libras,
Los cotos de perayles e cardadores;
De peynar cada libra de estanbre blanco veynte e urx> o diezec<íiivy o se2cemneo
seys imarauccip VI,
Una libra de palmilla deízeochena o sezena seys maratiedis, -Vi .
Una libra de palmílla veynte e una e veynte e dozena ocho marauedis, VIII.
Una libra de estanbre belarte diez marauedís, X.
Escardar:
Una libra de trama de belarte o veynte e dozeno VIL
De cardar eada libra de todo lo otroVI .
Handeras ;
De filar una litma de veynte e mio, e vryTie e dazerío o
talarte tinto en lana XV y blanco a qatorze, MV,
Los <heuxxhenes o sezenos a dcae tarnuedía y que no ~n ni Maen, S90
pena de seys~?ientos maratiedis, y de tramas MI,
De texer la -vara del cordellate V:H.
De texer la vara de estameña, por inri a X inarariedís e por píep-a a syete
maratiedís, VIL
De filar cada libiu e veynte e dozeno ginco, maratiedis e de víeynte e dozeno
abaxo quatro marauedís, IIII .
C~Padores:
De carduo~ar cada libra de verginado 1 inaravedi e medio
Que si fuere por verginar e correar ~inco blancas
nuevus.
De ordir un veynte e dozono treynta maraxiedis, XXX.
De ordir un veynte e uno 'JaY
De ordir un sezeno o díezeocherio XX,
De cardar un veynte e dozeno XxX.
De veynte e doze abaxo XXY
A los quales piwios de suso contenidos e declarados a que avernos dar los
dichos paños e se an de obrar, bast%eremos esta i~ibdad segund que de suso esta
declarado mandando vuestras mergedes que los dichos precios se paguen por
ello,g~ E porque para conplír lo susodicho e fiazer los dichos paños alguno de
nosotros avia nienester vender de su fazánda para poner cabdal de los dichos
paños, que ~tr= menyecis juren de no yr ni venir contra lo en esta petbQion
contenido e no lo revocar en ningund tieripo, porque de otra manera sera nuestra
total destenyQion, en lo qual fazer vuestras inerpedes fa= grand bien a esta l~ibdad
e las personas nejesitadas que los an de, obrar seran mucho aprouechadas e teman
con que sostenirse, e faran seruii~io a Dios».
200
Asy presentada la dicha petípian e oyda por los dichos señores, hablaron y
platicaron los díbcJhvoys peray1es e asentarmon con ellos otras condíi~-íones sobre lo
susodicho del thenor syguiente:
Con condicion que puedan entrar en esta dicha ígibdad paños mayores de
Flandes conforme a las cartas de sus altezas.
Otrosy, con condi~ion que todos e qualesquier Qibdadana-, de la dicha l~-ibdad
puedan hazer y hagan paños de qualquíer manera para su vestir o para vender, lo
qual vendan a los dichos preQios e no a mas, so las dichas penas,
Chrosp que sy algunos de la dicha gibdad que tienen por ofiQío de hazer y
vender paños y ser traperos, sean obligados de obligarse de oy en diez dias a dar
abasto con los dichos perayles a los dichos pre~píos y de la maneraque dicha es,
y sy no lo quisieren hazer que dende en adelante no puedan hazer ni hagan los
dichos paños parna vender, so pena de los perder.
Otsy, que ninguna persona sea osada de traer a texer a esta ~,íbdad ninguna
hilaza ni paño de fuera parte, ni ningund texedor de la dicha gibdad sea osado de
texer lo que asy de fuera de la dicha ffidad viniere ni se hiziere ni tenxere, so
pena de dos mill marauedis a cada uno y demas que el tal paño o hilaza sea
perdido.
Otrosy, que los paños que de fuera parte se truxeren aparejar o teñir a esta
~pibdad, que el perayle o tíntorero vaya al aduana por el y lo lleve a lo aparejar y
teñir, y despues de aparejado y teñido lo torne a tener al aduana para que su
dueño ge lo lleve, so pena de mill marauedO al dicho tintorero.
Otrosy, los dichos señores corpejo habIarnon y platicaron con los dichos
perayles sobre los pregios; que an de dar a los dichos paños, e fueron reduzidos e
abaxados de su consentimiento a km pregios ITuientes:
Primeramente, una vara de belarte quinientos e veynte e ~inco marluedis,
DN)CXXV.
Una vara de voynte e dozeno color de pasa CCCC.
Una vara de veynte e dozeno negro CCCC.
Una vara de veynte e dozeno escarlatin CCCC,
Una vara de veynte e dozeno, rosado CCCC.
Una vara de veynte e uno negIro (XIXE
Una vara de veynte e uno morado o color de pasa CCCM.
Una vara de veyue e uno escarlatin CC0,M.
Una vara de veynte e unorosado CCCXXX.
Una vara de diezcocheno negro CLXX.
Una vara de diezeocheno verde escuro CLXX,
Una vara de díezeocheno morado CLXXV.
Una vara de diersoclaeno naawdko CLXXV,
Una vara, de diezeocheno verdegay sobre palmílla CLX.
Una vara de tleexKbenD pasandUo por tíña o enrojado CM
Una vara de verdegay sobre azul díezcocheno CIX.
Una vara de palmilla diezcochena CLXV,
Una vara de palmílla turquesada CIV.
201
CI-~
Los díeltes señores conplo, considerando las razones susodichas y las muchas
fatigas que los vezinos desta Obdad an rei;ebldo a cabsa de la nevesidad de los
dichos paños, a cára de km dichien obligados no poder conplir con esta <;ibdad y
por otras nmulas razones e cabsas, dLxeron que con protesta9fon que haríanque-
la carta de sus altezas en que proibe la entrada de los dichos paños y las
ordenanipas que la dichalibdad tiene fechas i~erca desta quedasen, en su fuerja, e
vigor, que suspendian e suspendieron el vedamiento de los dichos paños
manchenca y otras, dende oy Michoas día fasta dos años priraras syguientes, con
amm? que las dichas palos que al ovieren de venir a esta gibdad sean buenos y
ante que se vendan sean vistos y reconogdas y señalados, por buenos por Lope
Alonso de Lorca y Beltiun de Guevara, jurado, y por dos perayles quales. ellos
quísiscren nuabrar, juntamente con los exsecutadores y vehedores del ofi~io
segund Es hordenancas & la C-ibdad que gerca desto, estan fechas y siguiendo el
thenor y barna de aquellas, así en la orden conio en las penas.
las quales clown Lope Adonso de Lorca y ITSUI de Gue=a, Jurado, jurralmien
en forrna devida de derecho y que sy entre ellos oviere alguna Usion sobre
quales son bue=, :mme Mimilido) que en talcaso lo notificaran a E justi,;ía,
El dotor Anton Martinez de Cascales e Juan el ¡Tuga de Aviles e Wro dAe
Arroníz, regidores, y Fiun~i,,,co Thomas de Bcuadilla, jurado, dixeron que no
consentían en que la lódad pusiese otras veedores demas de los e-xsecutores, por
quanto era en perjuizío del ofi~,io de los exsecutores .
Pedro de Zanbrana, reJO; y Mtran dle Guevara, ~=do, dácron que no
consentian en la entrada de los paños fasta que sus altezas lo manden y sepan,
CLXKXVM
Aluy nugnificos y nobles señores, Pero Lopez e Rodrigo, Ruys e Juan Nabares
e Diego Lopez e J-ayme Montero, vezÍnos desta <;ibdad, maestros tondidores del
ofipio del,tondir, besarnos la-, manos de vuestras mercedes. A las quales suplicamos
nos manden remediar con justi,~i~v en un agravio que res~el,)imos de los perayles,
el qual es, señorap que umikemndx> boas ofigios de la petaylía e tundk su pendon e
capilla, en lo qual nuestro oftbo contribuye e los perayles entran en cabildo e
fazen sus hordenanQas, las que entienlan que cw^ al aNA1 e sana ~dorres
syn nos llarnar e fazer menQion de .nosotros en ninguna cosa. Poinue a la iner~ed
vuestra suplicarnos imandri que, pues nosotros pechamos en el dicho pendon e
capilla, nos llam=i a su cabildo e entremos con ellos en el dicho ofigio de la
veedotia e anden por su rueda o nios saquen debaxo de su pendon, ea nosotros
faremos nuestro perídon e faremos en el cífIQío, lo que cunpliere, ea mejor vera un
trmalidor e conospena la falta que el paño tiene cpu5 ningund Ixualla qua no s5aúbe
tundir, En lo qual, se?wwes, d,pues de Mer lo que curiple a la ~,ibdad a nosotros
nos fara señalada m9ear9ved.
Nuestro Señor la -vdda y estado de vuestras personas ~e e en horira prospere
como por aquellos es deseado.
CIMUM
porque no quisieron juntar viendo el grand daño de la dicha Qibdad e como hera
contra sus con~ien~ias, porque no consintieron en el fraude y engaño, los dichos
tondidores de tabla seca, con falsa relaQion, se quexaron en este ayuntamiento
díziendo que no les queríamos acojer en el ofi~lo de veliedores, pues pechaban e
contribuyan en uno con nosotros en el dicho oftío. Lo qual todo es contrario de
la verdad porque ellos no pechan ni contribuyen a tal, con verdad se provara en
el
o~fi~io, E sy alla pagan es al tienpo que los exsaminan e asientan tableros, que
pagan el trabajo a los vehedores exsecutores porque los exsan-finan cient
marauedis e no pagan como perayles e tondídores, porque aquellos pagan
quinientos marauedis para la capilla e el pendon e para las nei~,~esidades del ofÍQio;
quanto mas que los,dichos tondidores de tabla seca, pues que no son abiles ni
saben el dicho ofijo, no pueden ser vehedores. Ansy, que con la dicha falsa
relaffin vuestras mer~edes les dieron facultad para que entrasen en el cabildo e
cofradia de los perayles, que gozasen de las preeminencias e prerrogativas que los
perayles gozan o sus vebedores e que fuesemos obligados a los acojer de la
manera susodicha o sy no que tomasen ofi~io por sy e cabildo . Lo qual todo fazen
tres o quatro dellos, a cabsa que no se quisieron ajuntar con ellos los perayles e
tondídores e otros tondidores de tabla seca a pujar los dichos pres~ios e consentir
en el fraude e daño de la dicha jíbdad;
porque ará mismo los dichos Uos
tondídores de tabla seca no se quieren allegar a la mali4?ia de aquellos, antes seguir
el ofiC_io de perayles como lo fallaron e syenpre antiguamente a seydo. Lo qual
todo py ansi pasase el dicho allo de perayles resobírian gran agravio y daño y la
dicha ~ibdad seria dagnificada en que los tondidores de tabla seca fuesen
vehedores no seyendo p:erayles ni sabiendo el ofilio ni enteriliendo e ami mismo
de dar cab" a nuxhos ftaudes e engaños que se hiziesen . E que a cabsa de dos
o de nos brulidores de tabla seca, que porque se les ha ydo a la mano el engaño
que querían fazer y no se an juntado con ellos, se oviese de mudar la costunbre
antigua e deviJir 1 ofloo seria Dios ofendido, dannificada la republica y darse y
ha cabsa a muchos fraudes, daños e engaños que estos tres tondidores de tabla
seca querían e quieren fazer,
Porque a vuestras nieri~edes suplicamos manden reuocar lo susodicho e tener
e estar el ofio~io de perayles tondidores de la manera e forma que fasta aquí a
estado e esta e s^d nuestra laudable e costuribre antigua utile e provechosa a
esta republíca. En lo qual vuestras mer-;odes administraran justis-:ka».
Los dichos señores dixeron que, no enbargante sus razones, mandavan lo
mandado. E que sy- los tundidores cre~ían los prej;ios que los exsecutores les
periarian.
206
CUM
(CILXXKX
hordenado unas hordenanjas del thencr syguíente, Por ende, pedian por merqed
a los dichas SeSorrTs ge las confermasen e mandasen guardar.
Las hordenangas e buenas costunbres que la"muy noble e leal Qíbdad de MurQja
manda guardar a los olipiales ^jeas que bbveen e moran e lahúcren e moraren
en esta dicha Qibdad de aquy adelante son las syguíentes~
Primeramente, que ningund cápial del dicho ofi~io de qualquier csondijíon que
sea no pueda asentar ni poner tienda syn que antes e primeramente sea visto e
exsaminado por los señores del conQejo o por quien ellos mandaren e eligemn para
ello, punto kon k" djíales que díel dkíchho ofígo de pellejena fueren nonbrados,
Yten, que ningund ofiQíal del dicho ofígio de pellejeria pueda thener ni tenga
obrero ninguno, que antes e el otro lxw el cipial lo, aya dysila An
que sea requerido por el otro ofi&l, salvo sy no lo ovíere menester,
Yten, que ningund cépial pueda corjwar rá conpre corarMe vi prellejos algun*os
en esta -,ibdad ni en sus terminos sy no fueren del dicho ofipio para los poder
despender en esta gibdad.
CuaT, que en cada un año se pueda poner y ponga un Qjal di dkicho o5?¡o
para que aquel con juramento, que ante e primeramente del se resQlba, vea y
exsamine la obra e-del adobo de la dícha fazienuda. que se fiziere como de lis o=as
cosas que al dicho ofí~io tocare,
Gacayi (pie ninguno no sea osado de sacar coranbre de la, di±a Obdrá syn
del
que ante e primeramente sean requeridos los cípiales d1ho ofíocí porque la
obdad sea mejor prenaja.
Yten, que qualquíer ofiQ11 que usare del dicho orí¡;,ío sea oblígado de poner en
el ~ro que hiziere diez e siete o díezcocho palmos de ruedo e de travieso
honze palmos e dende arriba, e no menos,
Otrosy, que ningund ofijial, del dicho ofíQha sea osado de conprar ni conpre
nánguna corantne que al aduana víniere- syn que primeramente ha fkaTgun saber a los
ofi,~iales del dicho ofliZio para que en ellos se reparta ygualmente.
Otrosy, que si algund maestro del dicho ofi<;io o otra qualquier perna
sweren alguna obra para vender en esta dicha ~ibdad que aquel no la pueda
vender, syno primeramente la vea el que fuere puesto por vehedor para ver sy es
puede
olmi que se Nrender ti re, jlumnutanwiwentue con los'exsecutores de la ~ibdad, los
quales sean juezes destas hordenanjas, E qualquier que lo contrario hiziere e no
guardwe, las dichas hordenan5~as que pague íde pena seyscientos marauedís, el
tergio para los, dichos exsecutores e vehedores del dicho ofi4~-io e el terlio para el
reparo de los adarbes de la yMA e el terikY :uu el acusador-
E mandaronlo as¡ pregonar publicamente,
Las quales dichas hordenan~,as e condi~pioties de suso, declaradas, fueron vistas
e hordenadas por km s~a ^ejo desta muy noble e leal 5-7ibdad de Murgia, en
martes (hez e seys dias del nos de owbre de mill e quatroQientos e noventa e ocho
aPor E despues bxi-eerur. tornadas a ver por De Mos alores en saba0 »,u eynte
dias del dicho nos de otubre del dicho año, e fueron mandadas guardar corno en
ews se corwene; e que ven prelmudas peor pregonero publico porque venga a
notíi~ia de todos, Pregonaronse.
209
CLx7m
CLXXXII
Los dichos señores, por quanto los arrendadores del alcavala de la dicha seda
an mandado pregonar que todos los que venden seda dexen el alcavala de la dicha
seda en poder del mercader y algunos vezínos e mercaderes crehen que, por virtud
del dicho pregon, son obligados de lo fazer asy e sy no lo hazen que yricurren en
alguna pena. Lo qual, los dichos arrendadores no pudieron hazer ni pueden
apremiar al mercader que cobre el alcavala ni al vezino que ge la dexe en su poder
sy no quisiere .
Por ende, los dichos señores mandaron que se haga saber a todos los vezinos
desta dicha cibdad y a los mercaderes de la dicha seda que pueden los unos
vender syn pagar el alcavala al mercader y el dicho mercader conprar syn cobrar
ellos el alcavala sy el vezino no ge la quisiere dexar en su poder, pues que por las
leyes del quaderno de sus altezas no se manda tal cosa, syno que el arrendador
cobre del vendedor la dicha alcavala, segund las dichas leyes del quaderno de sus
altezas .
210
CUOOM .
En la muy noble y leal ~ibdad de Murffi, nueue dias del mes de julio, año del
nacimiento de nuestro Señor Jhesuchristo de mill y quatro~ientos y noventa y nueue
años, fueron ayuntados en la carnara de la corte de la dicha Qibdad, segund que es
acostunbrado, el mucho honrado el bachiller Alonso de la Cadena, alcalde,
lugarteniente de corregidor en la dicha ~ibdad por el muy virtuoso y discreto señor
el li~en~iado Fernando de Barrientos, corregidor y justigia de la dicha s:ibdad de Muri~ia
e de la ~ibdad de Lorca, sus tierras por el rey e la reyna, nuestros señores .
E en el dicho ayuntamiento en presen& de mi, FranQisco de Palazol, escriuano
mayor del con£,ejo de la dicha o~ibdad de Murilia e de los testigos de yuso escriptos,
pares5:io Franffico Maineta, vezino de la dicha ffidad, e presento e por mi dicho
escriuano leher e publicar hizo ante los dichos señores coniffio una peti&n, su
thenor de la qual es este que se sygue:
«Muy magnificos e muy vertuosos señores :
Francisco Maineta, mercader, vuestro vezino, con aquella rcueren& que devo,
beso vuestras manos e me encomiendo en vuestras mer~edes, a las quales me
querello e fago saber que el sabado proximo pasado en la tarde, yo, estando en
mi casa, vynieron Manuel de Arroniz, regidor, e Christoual Salad, jurado, juezes
exsecutores desta gibdad, y entraron en mi casa con mucha furia a cabsa del enojo
e henemiga que el dicho Manuel de Arroniz conmigo tiene, por muchas
synrazones e fuer~as que me ha hecho e faze en una heredad que tengo junto con
su lugar del Añora . Y as¡, entrados en mi casa, me res9ibyeron juramento sy yo sy
tenia una vara de seda que avia vendido a Juan de Jumilla, cuñado del dicho
Christoual Salad, e yo jure que no la tenia porque ya la avya vendido, e les mostre
el telar e tela de donde la avya cortado, e no contentos desto, furiosamente
entraron en mi camara a me buscar mis arcas e casa, e yo les requeri que no me
fiziesen tanta synjusti&, que me mostrasen ley o hordenan~a que touiesen para lo
poder fazer, e que yo hera presto de les abrir mis arcas y fazer todo aquello que
de justii~ia fuese obligado. Los quales, no curando desto, todavya me mandaron
abriese la dicha mi arca, e yo le requeri la sellasen, e que sy de justi~ia fuese
obligado que hera presto de lo fazer; los quales no quisieron e yo apele de un
mandamiento, que me fizieron que abríese la dicha arca so pena de dos mill
marauedis ; e no curando de la dicha apelaQion me desqerrajaron e quebraron la
dicha arca con mucha furia e no fallaron cosa alguna. Y añadiendo agrauio a
agrauio, syn ninguna cabsa ni razon, me sacaron prendas, una colcha y un brial e
un albornoz, faziendome mucha synjusticia. Y pues que a vos, los dichos señores,
21 1
CI-X~
CUMM7
C011^
CMO~
CLXXKM
En Yfw?ía, cinco de mayo de raill e quinientos e un aiío~ F-qe dicho dia, el señor
alcalde, el bachiller Martíni de Gante, estando sentado en julzio en la posada del
corregidor, en la. audiencia de las bisperas, en presew"¡a de m¡, Bernardino Duran,
eserluano, paresglo y presente Ysidro, alguazí1 menor de la, dicha jiffidad, e siendo
presente Rodrigo Escortel, vezíno de la dicha Qibdad, dixo que por quanto, por el
rey e por la reyna, nuestros señores, esta fecIca prenratica Tue nínguna persona,
aunque tenga ravaflo, sea o,~,,ido de traer ni traiga en ropa rnas de una ~~ia de seda,
tan ancha como una pulgada, e que no pueda traer bordado ni mas úms ni ribetes
de uno e como; e que el que lo contrario hizíere lo aya perdido, por la pritnera
213
sea aplicado segund que la dicha prematyca se contiene, de la qual dixo que hazia
e hizo presenta~ion . E que avra un mes, poco mas o menos, el tomo un capuz de
paño morado de Londres, e traya en el, el dicho Rodrigo Escortel, tres ribetes de
ter~iopelo por la capylla, el qual lo traya vestido yendo contra la dicha prematica,
por lo qual dixo averlo perdido el dicho capuz e (sea) para las personas en la
prematica contenidas . Pidio al dicho alcalde, aviendo su rela~ion por verdadera, le
condene segund se contiene en la dicha prematyca e lo aplicare.
E luego, el dicho Rodrigo Escortel dixo e respondio que es verdad que traya
vestido el dicho capuz con los dichos ribetes, y que el dicho capuz le tomo el
dicho alguazil, e concluyo e pidio al dicho alcalde lo determinare .
E el dicho alcalde concluyo e asigno termino de senten~ia para luego, la qual
dio en la forma siguiente:
«Por mi, el bachiller Martin de Gante, alcalde en esta o~ibdad de Muro~ia, etg.,
vista la dicha demanda puesta por el dicho alguazil al dicho Rodrigo Escortell e
vista la confision por el fecha, e su conclusion, e la conclusion del dicho alguazil,
e lo demas que se devia ver, y mi conclusion, allo que devo aclarar e declaro el
dicho capuz ser perdido, e que lo devo de aplicar e aplico a las personas en la
prematica fecha por sus altezas que en este caso fabla, e ansi lo pronuni~io y
mando por esta mi setengia difinitiva, en estos escritos y por ellos . El bachiller
Gante,>.
Dada y pronun&da fue esta senten~ia por el dicho señor alcalde, siendo en
juizio este dicho dia en presen~ia de las partes. Consintio el dicho Rodrigo Escortel
y el dicho alguazil .
Testigos : el dotor Guil e el alguazil mayor. Bernadino Duran.
cxc
Los dichos señores con~ejo, por quanto los sastres desta i~ibdad de Murgia se
dehordenan mucho en los preC_ios que lleuan y piden por las costuras de las ropas
que fazen, por ende, los dichos señores con~ejo, vista la rela~ion que Alonso
Fajardo y el doctor Anton Martinez de Cascales, regidores, y Juan Martinez Galtero,
jurado, a quienes la dicha Qibdad dio cargo para que se ynformasen de algunos
que auian seydo sastres, e con juramento y hiziesen rela~ion en congejo de los
pre~ios que les pares~iesen justos para las dichas ropas, Por ende, los dichos
señores mandaron que de aqui adelante los dichos sastres lleuen por las ropas que
hiziesen los pre~ios siguientes:
De un jubon de seda ochenta y cinco marauedis, LXXX-V.
214
CMI
Los dichos señores concejo, por quanto en dias pasados, a ~inco dias del mes
de mayo que paso de mill e quinientos años, cargaron o~ierta ynpusilion sobre los
paños que los dichos vezinos de esa ~ibdad traen a esta dicha ffidad para vender,
y sobre los paños que los dichos vezinos conpraren de los que vienen a esta
~ibdad, quier lo conprase para vender o quier para su vestir, que pagase el dicho
vezino la dicha ynpusy~ion para pagar el serui~io de las dotes de los casamientos
de las señoras ynfantas, segund que mas largamente se contiene en la hordenan~a
que la dicha ~,ibdad el dicho dia hizo. Y porque algunos mercadores y otros
vezinos desa ffidad, se quexan e se agravian diziendo que los marauedis que sobre
cada un paño de los que traen e conpran de los estrangeros se les carga y an de
pagar son muchos marauedis, y suplicaron a la dicha gibdad que aliviase el dicho
derecho. Por ende, los dichos señores congejo, proueyendo lo susodicho,
acordaron y hordenaron de ahuiar y ahuiaron a los dichos sus vezinos de aqui
adelante, la mitad de los marauedis que estavan cargados de inpusio~ion sobre cada
un paño, asy de los que traen como de los que conpran en la forma syguiente :
Que pague un paño Contray, que solia pagar dozientos marauedis, ~ient
marauedis y no mas, C.
Que pague de unas Brujas o Londres y Ypres o Ruan, que solian pagar gient y
~inquenta marauedis, setenta y ~inco marauedis y no mas, LXX-V.
De una grana, que solian pagar dozientos marauedis, i~ient marauedis y no
mas, C .
De un veynteyquatreno o veyntedozeno o veynte y uno solian pagar gient y
veynte y quatro marauedis, an de pagar sesenta y dos marauedis, LMI, egebto si
fuere veynteyquatreno de Valen~ia que pague gient marauedis .
De un dez¡ocheno o palmilla solian pagar ochenta marauedis, an de pagar
quarenta marauedis, XL.
De un paño pardillo o burillo o sezeno solian pagar ~inquenta marauedis, an
de pagar veynte y cinco marauedis, XX-V.
De un belarte, solian pagar gient y ~inquenta marauedis, an de pagar setenta y
cinco marauedis, LXX-V.
De un cordellate de Valen~ia solian pagar ochenta marauedis, an de pagar
quarenta marauedis e no mas, XI.
De un cordellate de Cuenca o de otras partes solian pagar sesenta marauedis,
an de pagar treynta marauedis y no mas, XXX.
E los retales a este mismo respecto .
E qualquier vezino que sacare desta ~ibdad .qualquier paño de los susodichos
pague la mitad del dicho derecho . E mandaron que al tienpo que los vezinos de
216
la dicha ,~íbdad vinieren al aduana a manifestar los dichos paños que ansy troxere,
dicha aduana ryyn pagar el dicho derecho, E los paños
no los pueda sacar de la
(Pie troaxian los dichos extraniros no ha saquen a,mismo de la dicha aduana
syn dexar prenda o seguridad al fiel que la Qlbdad pusyere, que diran a quien los
vendieron para (pre dellas se cobre el dicho derecho, so pena de perder los dichos
paños.
E pusyeron y invomnibmraurson por fiel y recaudador di La dkiclhq ynpusyQIon a Diego
Mateo, fiel del aduana, Al qual dieron poder cunplido para cobrar los dichos
dichos leños en la dita iaxdkumanna
maraucidis de la díocáha ympu,-,y,~,ion y de, UnuT Ini
hasta que se cm-ipla lo que dicho es, E mandaron que lleve de salario por su
trabajo, de cada nifilar de marauedis que cóbi-are, ymontare la dicha ynpusyrion,
tarea inarauedís .
Otrcay, mardarori que se pregone sy alguna persona quísyere arrendar la dicha
yapuellan fama en Ra del mes de díneribre primero que Nrerna-
CM011
CXCM
CXCIV
CxCV
Sepan quantos esta carta vieren, como yo, Alonso Navarro, labrador, vezino que
so desta muy noble ~ibdad de Mur~ia, otorgo e conosco en buena verdad, syn
fuero~a ni premia alguna, que pongo e afyrmo a Juan, mi fijo, que es de edad de
treze años, para aprender el offfio de sastre con vos, Martin de Aryola, sastre,
vezino, de la dicha ~ibdad que soys presente, por tienpo de quatro años e medio
primeros e venientes e conplidos, que comien~an oy dia de la fecha desta carta,
en tal manera e con tal condiS~ion que el dicho mi fijo vos servira bien e lealmente
todo el dicho tienpo, e que vos, el dicho Martin de Arryola, seays obligado de le
mostrar el dicho offfio a vista de offfiales en todo el dicho tienpo, e de le dar de
comer e beuer e vestyr e cal~ar, e vida razonable, e de lo tener enfermo e sano. E
en fyn del dicho tienpo de lo vestyr de nuevo de paño comun, capa e sayo e jubon
e cal~as e dos camisas e i~into e caperuga, e mas unas tyseras para el dicho ofyi~io.
E prometo e me obligo que el dicho mi fijó vos seruira bien e lealmente en todo
el dicho tienpo e no se yra ni absentara de vuestra casa e poder durante el dicho
tienpo; e sy se fuere o absentare que yo sea obligado, e desde agora me obligo,
de vos lo boluer a que cunpla el dicho serui~io . E sy no vos lo boruiere que yo
sea obligado de vos dar otro mo~o tal e tan bueno que vos sirua e acabe de seruir
todo el dicho tienpo, e sy no vos lo boruiere prometo de vos pagar todos los
menoscabos que se vos recre~ieren por no vos lo boluer, para que sirua todo el
dicho tienpo como dicho es. E prometo de vos lo no quitar por mas ni por menos
ni por el tanto que otra persona me de ni prometa dar, ni por otra razon alguna,
E prometo e me obligo de lo asy tener e mantener e guardar e conplir e no reuocar
ni contradezir. Para lo qual asy tener e mantener e guardar e conplir e no reuocar
ni contradezir, para lo qual obligo a mi mismo e a todos mis byenes, rayzes e
muebles, avidos e por aver en todo lugar.
E yo, el dicho Martin de Arryola, sastre, otorgo e conosco en buena verdad que
resffio en mi de vos, el dicho Alonso Navarro, labrador, al dicho Juan, vuestro
fijo, para le mostrar el dicho ofys~io de sastre por el dicho tienpo de los dichos
quatro años e medio, e con las condi~iones e posturas que por vos, el dicho
Alonso Navarro, es de suso declarado. E prometo e me obligo de lo asy tener e
mantener e guardar e conplir e no reuocar ni contradezir, e de le mostrar el dicho
offfio en todo el dicho tieripo e todo mi leal poder, tanto quanto el pudyere
aprender a vista de maestros, so pena de los menoscabos. E en fYn del dicho
tienpo me obligo de lo vestyr de nuevo e de le dar unas tyseras para el dicho
ofy~io, segund e de la manera e forma que por el dicho Alonso Navarro es de suso
declarado, e de lo no dexar por otra presona alguna, e de lo asy tener e mantener
2ZO
CxCV1
fuese por nuestro trabajo, e sy demasiado fuese poner ella en parte lo que fuese justo
>wa syn nos llamar ni aver testigos, ni yn&wawpkni de nuestra de 110 qJue lhas
cosas nos cuestan, vuestras mer~edes no pudieron ordenar ni tasar en nuestro
perjuLúo . Mayormente, que por las salidas e riquezas de los ofis:iales que somos,
unos pueden ver las ganani~ías sy son sobradas, que todos los mas de nosotros
los que mas se carxepvan que devian thener estan
estamos perdidos e adebdados y
aquellas ¡Uxíasa
hoydos por las díchas deb,das y abwntmadlos pcor
Por ende, pedimos e requerimos a vuestras mer~edes que como justos
governadores no reos manden de fecho Saygías syn saber ,primero, la verdad,
porque sy por vuestras mergedes fuera buscada e avida ynformaQion sobre ello,
parte deste rmeygno valen unos pantuflos a dos reales, e
hallaran que en qualquier
theniendo barato el chorco y cuero y el ~aque, ya que todo lo que conpramos
con el tres tanto. Sobre lo qual, todo, encargamos a vuestras mer<,,,edes sus
com;¡en&s e pedimos conplímiento de justíi~ia . E de como lo pedimos e
requerimos, pedimos al presente eserluano lo de por testimonio . Asy núsm.o,
pedirnos que sy alguno pide alguna obra que se haga en ella mas de lo que
llanamente se suele hazer que pidan por ella lo que les pares~ícren»,
1,os dichos señdoarees congejo, despues de ave: usa e oyás Li dicha ptaljan peor
los susodichos, mandaron que el señor corregidor e Manuel de Arroniz e el dotor
Anton Martinez de (AscrEs, regidores, llamen algunas personas de quien ayan
ynforma~ion ,?ierta desto, y del primero día de ayuntamiento hagan relagíon de lo
que les pares9era, e la Qibdad determinara sobre ello y en lo de las suelas.
BIBIJOGRAFÍA
Abellán, Alfonso (alcalde ordinario, re- Alcaraz, Juan de (tintorero): 56, 131
gidor) : 102, 131 Alcaraz, Miguel de (tejedor ; jurado de
Abellán Pérez, J. : =X la tejeduría) : 50, 51
Abenaox, David: 124, 125 Alcaraz, Pedro de (tejedor): 129, 132
Abenarroyo : XII Aledo, Pedro de (testigo) : 96
Abenarroyo, Mose (trapero) : 124, 125, Alfahar (recaudador) : 157, 158
178 Alfatex, Yahuda (mercader) : 58
Abenaza, Yu~af (trapero): 176, 178 Alfonso X: XXXIV, XXX-V, XXX-VII,
Abravalla, Isaac : 156 XXXVIII, XLII, XLVI, 71
Adrada, Mateo del (zapatero) : 168 Alfonso XI: XI, XXX-V, XXXVII, XXX-
Agala, micer Felipe (mercader geno- VIII, 1
vés): 56 Alfonso, Pedro (escribano) : 17, 21, 23,
Agusti1n (bonetero) : 152 37
Albacete : XXXV Alfonso de Jaen, Juan (escribano): 94
Albacete, Bartolomé de (testigo, pelai- Aliaga, Juan de (pelaire): 43
re) : 183, 197, 202 Almerique (agujetero, veedor de los
Albacete, Pedro de (veedor de los pa- agujeteros, bolseros y guanteros) :
ños) : 183, 197, 202 88, 92
Albacete, Rodrigo de (veedor de los Alonso «el Corzo» : 201
paños): 182 Alonso, Pedro (pregonero): 82, 84
Alcaraz, Alfonso de (tintorero) : 93, 100, Alonso de Lorca, Lope (regidor) : 203, 217
197 Álvarez, Miguel (testigo) : 221
Alcaraz, Andrés de (pelaire): 122 Amar, Pedro (tejedor) : 86, 87
Alcaraz, Diego de (testigo) : 112 Ambrán, Abdalá (moro caudillo de Ba-
Alcaraz, Fernando de (tintorero) : 93 za) : 129
22 6
Amigo, Bienvenido Onercader florenti- Ballester, Lorenzo (notario): 29, 33, 35,
no): 32> 33, 35 58, 59, 6o, 61, 67, 85, in io7, lo8,
Andrea, Tornaso de (mercader florentí- 130, 131, 137, 143, 154, 159, 168
no): 32, 331, 34, 35 Bewcek5 NaJ, Mí; :~XK-Y~diii
Aniorte, Juan: 165, 166 Barrientos, Fernando de (corregidor de
Antolino, Luis (notario, escribano real): Murcia y Lorca) : 210
35 Bartolomé, micer (testigo) : 33
Antolíno, Miguel (regidor): 76 Basda, Bernard (regidor): 76
Antordo, maesture (zapatero, venlal Belmonte, Alorro: 2«02
221 Belloch :197
Aparíci, J.- Belloque, Ginés der 201, 202
Arca, micer Gabriel del (mercader ge- Benítez, Alfonso (escribano) : 92
noVI0:56 Berátez Bolorinna XXXX
Arcediano de Lorca~ XLIU Benvegud, Alfonso (testigo): 80
Arias de Ávila, Diego (secretario) : 72 Bermúdez, Alfonso-. 1. 48
Ariola, Martin (sastre). 219, 220 Bernal, Pedro Orgidori 64
Aroca, Juan de 151155 Bernal Rodríguez, A.M.. XXIX
JUTOS, Ádvasy 03 liegido; procurnaudIor Ber=d, Juan (testigo)- 154
síndico) : 154, 155, 151 161 16% Bernat, Francisco (sobreveedor de los
1891 190, 191t 192, 203 paños); 5, 6, 190
Atr5niz, Manuel de (regidor, arrenda- Bernis, C. : ~IIV
dor de la Hermandad), 131, 179, Bla=, Tílbánio (testigo)~ 94
182, 207, 210, 217, 222 Boadílla, Galcerán de (calectero) : 158
Asenjo González, M, : XX Bonilla : XXXV
Atienza, Juan de (noWío), 91154 101 Bonilla, fágo der 1977
105,115 Bonnassie, P. : XXIX
Atieral Pelo de (testigo) . 96, ri, 107, Bore (genovés).~ 41
119 Bota, Pedro: XXW
Atiñón, Alonso de Ortaírio): 154, T¡ Brunete, Val de (agujetero) : 92
163 Burruezo, Martín ; 112
Auñón, Juan de (trapero): 161
AventuSeL AXILI Cíbren1 Pcdro cuestigís 82
Aventuriel, Abrahíni , 124 Cadena, Alonso de la (alcalde, lugarte-
Aventuriel, Isaac (trapero), 1: 121178 nicínte del <xwregiáoik 210
Ávila, Pedro de (pelaire) : 111, 112 Calatayud, Juan: 8
Ayala, Juan de (regidor), 139 Calvillo, Pedro (regidor). 115
Aznar, Pedro (tejedor), 110 Cano Ablero, Pt =Ux
Aznatora, Pedro de (testigo) . 157 Caparrós,Fernando. 92
cárdor4 IT: =IX
Baena, Diego de (zapatero); 89, 19-8 Carles, Jainle (testigo): 109
Baeza, Alonso de (trapero)~ 195 Carles, Pedro OpIdoís 6176
Bacza, Fernando de (Untorero).- 93, 100 Carles Aventurado, Alfonso (testigo) ,
Baeza, Juan de (tejedor), 86, 87, 136, 107
137 Carlos 1: XLIV
227