Necesidades del

bebé

Esther Vargas
El Nacimiento

El nacimiento representa un gran cambio para el/la bebé y para la madre, es un momento en
donde hay emociones nuevas, así como situaciones complejas, por lo tanto, lo primero que
necesitan es estar juntos en un ambiente de calma, silencio y libre de estímulos excesivos. Esto
le permitirá al bebé sentirse seguro y le ayudará a adaptarse al nuevo ambiente.

El nacimiento ofrece al niño/a y a la madre una nueva forma de estar juntos, compartiendo
nuevas experiencias, por lo que es básica la preparación de la madre para que este momento
sea un proceso gratificante.

Los primeros cuidados

El/la recién nacido/a se asoma a un mundo nuevo y es a través de las acciones cotidianas
necesarias para satisfacer sus necesidades, es decir, “cuidados maternos” que empezará a
conocer y relacionarse con el ambiente. Por lo que el manejo del bebé debe efectuarse de la
forma más cuidadosa y sensible posible.

“El/la niño/a debe de ser objeto de grandes cuidados desde su nacimiento. Es importante que
le veamos como un ser dotado de vida psíquica, latente desde del nacimiento, la cual requiere
de amplia atención por parte de los psicólogos”. (María Montessori, La mente absorbente)

La vivencia de ser cuidados, tomados en brazos y tocados, ofrecen al bebé experiencias motoras
y sensoriales que cuando son positivas a nivel físico, producen la unidad psicosomática interna,
la unión entre el cuerpo y la mente. Es la primera ayuda al desarrollo psíquico armonioso de la
persona.

Necesidades del Bebé:

❖ Contacto directo con la madre.
❖ Respeto por sus ritmos biológicos.
❖ Un ambiente respetuoso de sus sentidos.
❖ Un espacio seguro, dónde se sienta amorosamente acogido
❖ Orden y rutinas.
❖ Espacio que le permita tener libertad de movimientos y la oportunidad de explorar el
entorno.

Algunos aspectos que el adulto debe cuidar y tener en cuenta durante este periodo son:

• El ambiente externo debería guardar condiciones de poca luz y silencio, con

temperatura regulada, según las necesidades del lugar geográfico en el que se
encuentren la madre y su hijo.

• Se deberá manipular al bebé cuidando que los movimientos sean lentos y delicados.

• Si es posible, se deberá favorecer la alimentación natural del recién nacido con leche
materna. Posterior al parto, el bebé debe permanecer sobre el vientre de la madre,
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 para permitirle que repte y llegue al pecho. Debemos respetar sus tiempos para que
lleve a cabo la tarea de alimentarse por primera vez al pecho. Los lazos emocionales y
táctiles que se forjan al amamantar al bebé son de gran importancia. El bebé debe ser
una prioridad durante este momento, por lo que se deben evitar distractores, ya que
la conexión que se establezca entre ambos le dará optimismo y confianza en el mundo.
Adicionalmente la leche materna provee múltiples beneficios al niño, le ayuda a subir
sus defensas y fortalece el sistema inmunológico del bebé.

• Los beneficios de llevar al bebé con uno mismo (porteo) son altos, la madre es el
principal terreno de exploración y, al mismo tiempo, es un lugar donde el bebé se
siente seguro. Por lo tanto, este favorece las relaciones de apego y afecto.

• Establecer rutinas: el bebé necesita la repetición de rutinas. Estas serán referencias

claras que le aportarán seguridad y confianza y responderán al periodo sensitivo del
orden.

• Es importante proveer un ambiente donde existan estímulos visuales, táctiles, de

movimiento y olfativos significativos, que sean novedosos para el bebé, puesto que
estos le ayudarán a favorecer su desarrollo intelectual.

• Favorezca el desarrollo del lenguaje. El niño comienza a discriminar, seleccionar y

decodificar los sonidos propios del lenguaje materno, por lo tanto, actividades como
el canto, los diálogos, la comunicación empática, el contacto visual y la imitación de
sonidos vocales contribuyen al desarrollo del lenguaje y forman vínculos afectivos con
los adultos de referencia.

• Al proporcionarle los cuidados maternos básicos, es importante anticiparle los

movimientos o acciones que se llevarán a cabo; estos deberán ser cuidados y lentos,
para proporcionarle al niño experiencias placenteras y felices. El bebé absorbe la
forma de interactuar de la madre con él, por lo tanto, la inteligencia emocional se verá
directamente influenciada de forma permanente por el comportamiento noble,
amable y cortés que ella muestre.

• Adaptar un espacio libre para el movimiento que puede estar conformado por una
alfombra o colchoneta con un espejo para que el bebé se pueda observar y desarrolle
el concepto de esquema corporal.

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Embrión Espiritual

El/la recién nacido/a, es el punto de partida de todo, dentro de él se suceden fenómenos

psíquicos y fisiológicos, que darán como resultado a un hombre o una mujer que se adapten a
su época.

Durante la gestación, el ser humano es considerado un embrión físico. En el vientre materno,

el/la niño/a recibe todos los elementos necesarios para que los tejidos, los órganos, los sentidos,
puedan desarrollarse. Es especialmente vulnerable a las influencias externas, sobre todo en los
primeros meses.

El/la recién nacido/a, es considerado por Montessori como un embrión psíquico o espiritual,
porque deberá desarrollar el movimiento, el lenguaje, el pensamiento, la personalidad en
función de las posibilidades que le ofrezca el entorno para convertirse en un ser único e
irrepetible.

“El niño/a posee una vida psíquica activa aun cuando no puede manifestarla, porque debe de
elaborar, durante largo tiempo y en secreto difíciles realizaciones.” (Montessori, M. Un niño en
familia)

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