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ANALISIS

La situación del aborto en Colombia: entre la ilegalidad y la realidad

Vivimos en una sociedad que se encuentra en constante cambio, la cual por distintos
factores a venido evolucionando en diferentes aspectos como legales y morales,
principalmente a raíz de las distintas comunidades que forjan la diversidad de la
sociedad actual. pero es claro que un tema tan relevante para realización de la armonía
de una sociedad no ha podido consagrarse más allá de un dogma jurisprudencial y
moral, me refiero al tema del aborto, tema de suma complejidad no solo en Colombia
sino en partes de Latinoamérica, una problemática que sin duda alguna acapara la
atención no solo de los medios de comunicación sino también de distintos sectores
como grupos feministas, religiosos, pro vidas entre otros.

Está problemática se encuentran regulada legalmente bajo tres causales que permiten
el aborto, las cuales se refieren a las siguientes situaciones:

 El aborto cuando la vida de la madre se encuentre en peligro a causa del


embarazo.
 Cuando el embarazo sea como consecuencia de una violación.
 Cuando exista malformación del feto que haga inviable su nacimiento con vida.

Todas las anteriores hacen parte del criterio que ha tomado la ley para despenalizar el
aborto, pero la lucha de los diferentes sectores que defienden el derecho de la mujer a
poder decidir sobre su cuerpo y tener la posibilidad de abortar bajo la legalidad no han
dejado de insistir y la problemática sigue vigente.

“A esta situación se suma hoy el acceso cada vez más generalizado al aborto con
medicamentos que hace aún más privada, más segura y más asequible a grupos más
amplios de mujeres, la decisión de interrumpir un embarazo” (1 p626). Esto lleva a que
se vuelvan invisibles una porción importante de los embarazos no deseados y de los
abortos, tranquilizando aún más las conciencias de la doble moral lo que dilata más la
situación.
Abortar de manera segura y confidencial en un país donde el aborto es un delito es un
lujo que el dinero puede pagar, o bien comprando un pasaje a Miami o a cualquier lugar
donde la práctica no esté penalizada, o pagándole a un médico privado dispuesto a
hacerlo. Es una realidad que quienes pagan el costo de la ilegalidad del aborto son las
mujeres de escasos recursos, las más vulnerables, las que viven en zonas rurales, las
que tienen menos acceso a la información, las más jóvenes. Estoy segura, y así lo he
dicho ante varios auditorios, de que, si las esposas de presidentes, ministros y
congresistas tuvieran que sufrir el trauma de un aborto clandestino y peligroso, la
legislación penal colombiana sobre el aborto habría cambiado hace tiempo. Peor aún,
es también a las mujeres que viven en la pobreza a quienes les diagnostican más
frecuentemente enfermedades que junto con el embarazo ponen en peligro sus vidas o
gravísimas malformaciones fetales, resultado de una mala nutrición o de vivir en
ambientes malsanos.

por todo esto expuesto anteriormente y por el bien de nuestra sociedad es necesario y
principal que el estado como encargado de abastecer a la población se encargue de
evaluar esta problemática y desarrollar una política pública donde estudie las
necesidades de la sociedad en cuanto sentido y consecuencias que acarrean la
despenalización y la penalización del aborto en Colombia.

BIBIOGRAFIA

1. Ana Cristina González Vélez. La situación del aborto en Colombia: entre la


ilegalidad y la realidad. Ministerio de la Protección Social. 2005.vol 1. P626.

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