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Unidad 2
Unidad 2
El arte de Estudiar: Estudiar es un acto voluntario que necesita de procesos cognitivos para
investigar, comprender o aprender algo, y como todo ejercicio supone esfuerzo, hábitos y la
utilización de técnicas de estudio apropiadas, si adquirimos un buen método de estudio, disciplina
en cuanto al horario, estrategias adecuadas, los resultados positivos serán inmediatos. Cuando
estudiamos, intervienen muchas de las características de nuestra personalidad y podemos afirmar
sin ninguna duda que la inteligencia ayuda, además de la actitud, la motivación, el valor que le
asigna a su formación, las emociones, las creencias y las nociones de planificación y de
organización relacionadas con el logro de las metas. La motivación y las técnicas de estudio
pueden hacer que un estudiante supere año tras año con brillantez sus estudios sin estar dotado
de una inteligencia brillante o específica que le hagan diferente a los demás. Lo que determina
nuestro buen desempeño académico es el tiempo que dedicamos a nuestro trabajo, la forma
como lo abordemos y el ritmo con que se realice. Algunas investigaciones han demostrado que la
inteligencia y las facultades especiales sólo determinan de un 50-60% el éxito de los estudios. La
otra mitad queda para el esfuerzo, las técnicas de estudio y algunos factores ambientales
(motivadores o desmotivadores) suficiente para que empleemos nuestro tiempo en técnicas que
nos permitan mejorar sustancialmente nuestro rendimiento y eficiencia en los estudios.
El estudio: Definiciones.
1. Se define como el ejercicio para la adquisición, asimilación y comprensión para conocer o
comprender algo. Es también el resultado de una investigación donde se han aplicado métodos y
conocimientos; también supone atención concentrada o acción deliberada para aprender un
tema, resolver problemas, progresar en una determinada materia a comprender.
Lector Eficaz
1. Lee rápidamente. Comprende lo que lee. Adapta la velocidad y la comprensión lectora al tipo
de texto que lee y a la intención o proyecto con que lo lee. Recuerda bien lo leído. El lector eficaz
es quien consiga la máxima comprensión en el mínimo tiempo
3. Aunque tradicionalmente se ha dicho lo contrario, hay una clara relación entre fluidez
(velocidad) y comprensión lectora. Leer unas 250 0 300 palabras por minuto es una buena meta y
una buena base para no abandonar la lectura. También haber sido capaz alguna vez en la vida de
realizar la hazaña de dar fin a la lectura de un libro entero, aunque sea a trancas y barrancas. Sólo
el que lee rápido, pude regular, en un momento dado, su velocidad lectora dependiendo del
momento en que se lea o de la real dificultad del texto en cuestión. El lento no puede ir más veloz.
Confirma la esencia del proceso escribir-leer. La escritura es un registro que fija el lenguaje hasta
que un lector con su mirada lo vivifique activándolo en su mente y convirtiéndolo de nuevo en
pensamiento. El lector es siempre un colaborador del escritor, y de hecho recrea y completa o
amplia lo que el autor plasmó en el texto.
Niveles de lectura
Velocidad lectora
Lenta menos de 100 ppm
1. Nivel literal
Lectura literal en un nivel primario (nivel 1)
Se centra en las ideas e información que están explícitamente expuestas en el texto, por
reconocimiento o evocación de hechos. El reconocimiento puede ser:
2. Nivel Inferencial
Buscamos relaciones que van más allá de lo leído, explicamos el texto más ampliamente,
agregando informaciones y experiencias anteriores, relacionando lo leído con nuestros saberes
previos, formulando hipótesis y nuevas ideas. La meta del nivel inferencial será la elaboración de
conclusiones.
1.Inferir detalles adicionales, que, según las conjeturas del lector, pudieron haberse incluido en el
texto para hacerlo más informativo, interesante y convincente;
3.Inferir secuencias, sobre acciones que pudieron haber ocurrido si el texto hubiera terminado de
otra manera;
4. Inferir relaciones de causa y efecto, realizando hipótesis sobre las motivaciones o caracteres y
sus relaciones en el tiempo y el lugar. Se pueden hacer conjeturas sobre las causas que indujeron
al autor a incluir ciertas ideas, palabras, caracterizaciones, acciones;
3. Nivel Crítico
Emitimos juicios sobre el texto leído, lo aceptamos o rechazamos, pero con fundamentos. La
lectura crítica tiene un carácter evaluativo donde interviene la formación del lector, su criterio y
conocimientos de lo leído.
Los juicios toman en cuenta cualidades de exactitud, aceptabilidad, probabilidad. Los juicios
pueden ser:
1. De realidad o fantasía: según la experiencia del lector con las cosas que lo rodean o con los
relatos o lecturas;
2. De adecuación y validez: compara lo que está escrito con otras fuentes de información;
4. De rechazo o aceptación: depende del código moral y del sistema de valores del lector.
La formación de seres críticos es hoy una necesidad vital para la escuela y solo puede desarrollarse
en un clima cordial y de libre expresión, en el cual los alumnos puedan argumentar sus opiniones
con tranquilidad y respetando a su vez la de sus pares.
4. Nivel Apreciativo
Comprende las dimensiones cognitivas anteriores.
Incluye:
1. Respuesta emocional al contenido: El lector debe verbalizarla en términos de interés,
excitación, aburrimiento, diversión, miedo, odio;
2. Identificación con los personajes e incidentes, sensibilidad hacia los mismos, simpatía y
empatía;
4. Símiles y metáforas: se evalúa la capacidad artística del escritor para pintar mediante palabras
que el lector puede visualizar, gustar, oír y sentir.
5. Nivel Creador
Creamos a partir de la lectura. Incluye cualquier actividad que surja relacionada con el texto:
transformar un texto dramático en humorístico, agregar un párrafo descriptivo, autobiografía o
diario íntimo de un personaje, cambiar el final al texto, reproducir el diálogo de los personajes y,
dramatizando, hacerlos hablar con otro personaje inventado, con personajes de otros cuentos
conocidos, imaginar un encuentro con el autor del relato, realizar planteos y debatir con él,
cambiar el título del cuento de acuerdo a las múltiples significaciones que un texto tiene,
introducir un conflicto que cambie abruptamente el final de la historia, realizar un dibujo, buscar
temas musicales que se relacionen con el relato, transformar el texto en una historieta, etc.