Está en la página 1de 8

Psicothema, 1996. Vol. 8, nº 2, pp.

351-358
ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG

EFECTOS DE LA MORFINA
Y EL HALOPERIDOL SOBRE LA CONDUCTA
AGONÍSTICA EN RATONES MACHO
Marta Rodríguez-Arias y José Miñarro López
Universidad de Valencia

La morfina y el haloperidol son considerados fármacos antiagresivos, existien-


do numerosas evidencias de que el sistema dopaminérgico media muchos efectos de
los opiáceos, especialmente sus acciones reforzantes. En este estudio se compara el
efecto que sobre la conducta agresiva, utilizando el modelo de agresión inducida por
aislamiento, presentan dosis bajas tanto de haloperidol (0.1 mg/kg) como de morfina
(1.25 y 2.5 mg/kg). Los resultados muestran que los animales tratados con haloperi-
dol presentan una disminución significativa del tiempo dedicado a las conductas de
ataque y un incremento significativo en las conductas de inmovilidad, con respecto al
grupo control. No se observan diferencias significativas en las conductas de los gru-
pos tratados con morfina. Ambos fármacos presentan una diferente acción tanto so-
bre la conducta agresiva como sobre la actividad motora.

Effects of morphine and haloperidol on agonistic behavior in male mice. Morp-


hine as well as haloperidol are considered potent antiaggressive drugs. There is a gre-
at deal of evidence that the dopaminergic system mediates many opiate effects, espe-
cially its rewarding actions. In this study, we compare the antiaggessive action of low
doses of haloperidol (0.1 mg/kg) and morphine (1.25 and 2.5 mg/kg), using isolation
induced-aggression, as a first step in the interaction research. Results pointed out that
animals treated with haloperidol showed a significative decrease in time spent in at-
tack behaviors and a significative increase in immobility behaviors with respect to
control group. No differences in any behaviour were found in morphine treated
groups. In these doses studied, both drugs have different actions on aggressive beha-
viors and locomotion

El haloperidol, como la mayoría de los Utilizando el modelo de inducción de la


neurolépticos que han sido estudiados, agresión mediante aislamiento los resulta-
presenta un evidente efecto antiagresivo, dos coinciden en otorgar un claro efecto
observándose una disminución de la con- antiagresivo al haloperidol, tanto si la ad-
ducta agresiva en los diferentes modelos ministración es aguda como crónica (Oli-
de inducción de la agresión estudiados. vier, Mos y Van Orrschot, 1986; Miñarro,
Brain, y Simón, 1989; Navarro, Muñoz,
Miñarro y Simón, 1992). Sin embargo se
Correspondencia: Marta Rodríguez-Arias ha argumentado que la disminución en la
Facultad de Psicología
Universitat de Valéncia conducta agresiva provocada por este fár-
Aptdo. 22109 Valencia (Spain) maco se efectúa de una manera inespecífi-

351
EFECTOS DE LA MORFINA Y EL HALOPERIDOL SOBRE LA CONDUCTA AGONÍSTICA EN RATONES MACHO

ca (Olivier y cols., 1986), ya que paralela- conducta agresiva al administrar morfina


mente a la disminución de la conducta (Kanui y Hole, 1990).
agresiva se produce una reducción signifi- En los primeros trabajos de Janssen y
cativa de la actividad motora, medida me- colaboradores en 1960 se demostró que la
diante las conductas de inmovilidad. Aho- dextromoramida, analgésico de la familia
ra bien, un estudio más detallado de las di- de la morfina era un potente inhibidor de
ferentes conductas agonísticas evaluadas, agresión. Posteriormente numerosos in-
sugiere que estos efectos antiagresivos son vestigadores han constatado que la morfi-
más específicos, ya que algunas conductas na presenta acciones antiagresivas (Da
motoras, como por ejemplo las explorato- Vanzo, Daugherty, Ruckart y Kang, 1966;
rias, no son significativamente afectadas Poshivalov, 1982; Espert, Navarro, Salva-
por el fármaco (Simón, Miñarro, Redolat y dor y Simón, 1993).
Garmendia, 1989; Miñarro, Castaño, Brain Hay que señalar que no todos los resul-
y Simón, 1990; Navarro y cols.,1992; Na- tados confirman el efecto antiagresivo de
varro, Miñarro y Simón, 1993 a y b). la morfina. Así Benton y colaboradores en
Se ha sugerido que las propiedades an- 1985 no encontraron ningún efecto sobre
tiagresivas de los neurolépticos podrían la conducta agresiva al administrar 1 y 2.5
ser consideradas como una acción más mg/kg de morfina y Kanui y Hole en 1990
probablemente relacionada con estructuras observaron el aumento de la conducta
mesolímbicas (Simón, y cols., 1989). La agresiva después de la administración de
interrupción de este sistema mediante an- este agonista opiáceo.
tagonistas DA como el haloperidol o 6 hi- Así como en el haloperidol parece que
droxidopamina (6-OHDA) provoca la dis- el efecto antiagresivo no sería del todo es-
minución del efecto reforzante que origi- pecífico, debido al aumento de las conduc-
nariamente poseían dichos estímulos tas de inmovilidad, la morfina parece tener
(Spyraki, Fibiger y Phillips, 1982). En es- una acción antiagresiva más específica, ya
te sentido también parece probable que la que en general a las dosis utilizadas no
conducta agresiva sea reforzada por meca- afecta a la actividad motora de los sujetos
nismos dopaminérgicos, por lo que los experimentales (Gianutsos y Lal, 1978;
efectos antiagresivos de los antagonistas Espert y cols., 1993). Lal en 1975 sugirió
DA en general y en particular de los neu- que la morfina y otros narcóticos opiáce-
rolépticos, como el haloperidol, podrían os presentan muchos de los efectos que
ser explicados sin la intervención de me- convencionalmente se interpretan que son
canismos motores. debidos al bloqueo de los receptores dopa-
Al igual que los neurolépticos, la mayo- minérgicos, similitud que se manifiesta
ría de las investigaciones señalan una ac- tanto a nivel conductual, como bioquímico
ción antiagresiva a los agonistas opiáceos. y endocrinológico.
En general la administración aguda de Desde el punto de vista conductual, y
morfina produce una supresión de la con- en concreto sobre la conducta agresiva,
ducta agresiva, utilizando diferentes mo- podríamos afirmar que en general los ago-
delos de inducción de la agresión (Gianut- nistas opiáceos disminuyen la agresión
sos y Lal, 1978; Espert, Navarro, Salvador elicitada por los agonistas dopaminérgicos
y Simón, 1993). Sin embargo algunos au- (Gianutsos y Lal, 1978) y que los antago-
tores no han observado dicha acción (Ben- nistas dopaminérgicos disminuyen la agre-
ton, Smoothy y Brain, 1985), e incluso sión durante el síndrome de abstinencia a
otros han informado de un aumento de la la morfina (Lal, Gianutsos y Puri, 1975,

352 Psicothema, 1996


MARTA RODRÍGUEZ-ARIAS, JOSÉ MIÑARRO

Gianutsos y Lal 1978), mientras que los Los animales agrupados de 5 en 5 fue-
agonistas dopaminérgicos la incrementan ron anosmiados mediante la instilación de
(Kantak y Miczek, 1988). un volumen de 0.025 ml de sulfato de zinc
En el presente trabajo se pretendió ob- al 4% en cada fosa nasal (Smoothy, Brain,
servar la acción del haloperidol y de la Berry y Haug, 1986). La anosmia se reali-
morfina sobre la conducta agonística, al zó 1 y 3 días antes del test, mediante una
objeto de estudiar y comparar el perfil aguja despuntada y evitando la entrada de
conductual de ambos fármacos. En el caso líquido en la boca del animal. Estos ani-
del haloperidol utilizamos la dosis de 0.1 males son capaces de provocar una con-
mg/kg, intentando obtener una diminución ducta de ataque por parte de los roedores
de la conducta agresiva con el mínimo de- experimentales y controles, pero no la ini-
terioro motor. Asímismo se utilizaron dos cian, ya que al haber perdido el sentido
dosis, también bajas, de morfina 1.25 y del olfato no perciben una feromona pre-
2.5 mg/kg que en gran parte de la literatu- sente en la orina de los ratones macho, la
ra se han mostrado antiagresivas pero con cual en condiciones normales elicita una
una mínima afectación del sistema motor conducta agresiva (Mugford y Nowell,
posiblemente por su elevada afinidad a los 1970).
receptores µ (Wood, 1982; Vezina, Kali-
vas y Stewart, 1987). Procedimiento

Material y métodos Fármacos utilizados: La morfina utili-


zada en estos experimentos fue facilitada
Sujetos por la Dirección General de Farmacia,
Servicio de Restricción de Estupefacientes
Se han utilizado un total de 64 ratones (Madrid) que a través de los Laboratorios
albinos machos de la cepa OF1. (utilizando Alcaliber (Toledo) facilitó el clorhidrato
8 animales en cada grupo experimental) ad- de morfina. El haloperidol (Haloperidol®,
quiridos comercialmente en los Laborato- Latino Laboratorios) fue adquirido comer-
rios IFFA CREDO (Barcelona). La edad de cialmente en farmacia, en forma de ampo-
los ratones a su llegada a nuestro laborato- llas, con una concentración de 5 mg en 1
rio fue de 42 días. La mitad de los animales ml. Las dosis de morfina usadas en el ex-
fueron utilizados como sujetos experimen- perimento fueron de 1.25 y 2.5 mg/kg,
tales y controles, siendo alojados indivi- siendo el haloperidol únicamente adminis-
dualmente, durante un periodo de 28 días, trado en la dosis de 0.1 mg/kg. La admi-
en jaulas de plástico transparentes. El resto nistración de los fármacos se realizó por
se utilizaron como oponentes “anósmicos” vía intraperitoneal (i.p.).
siendo alojados de 5 en 5. Las condiciones Encuentros Sociales: Los test conduc-
ambientales del Laboratorio donde se ubi- tuales se efectuaron a los 30 minutos tras
caron los animales fueron controladas per- la administración del fármaco, iniciándose
manentemente, con una temperatura de siempre los encuentros en la segunda hora
21±2 ºC y una humedad constante. El ciclo de oscuridad de los ratones. En cada gru-
de luz/oscuridad de los animales se ajusto a po, los animales estaban distribuidos a di-
un periodo de luz de 07:30 a 19:30 horas. A ferentes horas, con el fin de evitar posibles
todos los animales se les suministró comida artefactos experimentales producidos por
y bebida “ad libitum”, excepto durante el el momento en que se realizó cada test
desarrollo del test conductual. conductual.

Psicothema, 1996 353


EFECTOS DE LA MORFINA Y EL HALOPERIDOL SOBRE LA CONDUCTA AGONÍSTICA EN RATONES MACHO

Evaluación Conductual: Los encuen- fue significativo se realizó la prueba esta-


tros agresivos entre los animales aislados dística “U” Mann-Whitney para obtener
(experimentales y controles) y los oponen- las diferencias estadísticas entre los dife-
tes anósmicos se realizaron en un área rentes grupos de tratamiento dentro de ca-
neutral. Para ello se utilizaron dos peceras da categoría conductual.
de metacrilato transparentes con un tama-
ño de 50 x 26 x 30 cms. Antes de iniciar Resultados
cada prueba conductual, tanto el animal
experimental como el anósmico, permane- Al aplicar el test de Kruskal-Wallis se
cían durante 1 minuto en el área neutral, encontraron diferencias significativas en
separados físicamente mediante una barre- las categorías de ataque (p < 0.001) e in-
ra abatible, con el fin de que se habituasen movilidad (p < 0.01).
a dicho ambiente. El test conductual con Al realizar posteriormente las compara-
una duración de 10 minutos, fue grabado ciones entre los grupos de tratamiento en
con una cámara de video con el fin de pro- estas categorías conductuales mediante la
ceder a su ulterior análisis conductual me- prueba”U” Mann-Whitney se observaron
diante ordenador. Los encuentros fueron las siguientes diferencias significativas:
grabados utilizando luz blanca. Los animales del grupo tratado con ha-
Las categorías conductuales analizadas, loperidol mostraron una disminución sig-
fueron las siguientes: cuidado corporal, nificativa en el tiempo que permanecieron
escarbar, exploración no social, explora- en las conductas de ataque con respecto al
ción desde una distancia, investigación so- grupo tratado con vehículo (p<0.02) y con
cial, amenaza, ataque, evitación/huida, de- respecto al grupo tratado con la dosis más
fensa/sumisión, sexual e inmovilidad baja de morfina (p<0.001) . Igualmente los
(Martínez, Castaño, Simón y Brain, 1986; animales pertenecientes a este grupo mos-
Martínez, Miñarro y Simón, 1991). traron un aumento estadísticamente signi-
El análisis conductual se realizó con la ficativo en el tiempo que permanecieron
ayuda de un programa de ordenador, en la conducta de inmovilidad en compa-
(Brain, McAllester y Wamsley, 1989) ana- ración con los animales del grupo tratados
lizándose únicamente las conductas exhi- con vehículo (p<0.002) y con respecto a
bidas por el animal experimental y/o con- los dos grupos que recibieron morfina
trol, desestimando en todo momento las (p<0.001 en ambos casos).
conductas mostradas por el oponente
anósmico. Todas las valoraciones se reali- Discusión
zaron mediante la técnica de “simple cie-
go”. El haloperidol a las dosis administradas
presenta un evidente efecto antiagresivo,
Análisis estadístico ya que se reducen significativamente las
conductas de ataque por parte de los ani-
Una vez obtenidos los tiempos acumu- males tratados con este fármaco, en com-
lados en cada categoría conductual, se uti- paración con los animales del grupo con-
lizó en primer lugar la prueba no paramé- trol. También se puede observar una re-
trica de Kruskal-Wallis, con el fin de eva- ducción de las conductas de amenaza pa-
luar la varianza entre los diferentes grupos sando de los 56 s. del grupo que recibió
de tratamiento. Posteriormente y en las ca- suero fisiológico a los 20 s. de los anima-
tegorías conductuales en las que este test les tratados con el fármaco. Estos resulta-

354 Psicothema, 1996


MARTA RODRÍGUEZ-ARIAS, JOSÉ MIÑARRO

Tabla 1 (Miñarro y cols., 1990; Redolat, Miñarro,


Tiempo acumulado (en segundos) en las Simón y Brain, 1991). Incluso se ha ob-
categorías conductuales para los diferentes servado en ratones que reciben una dosis
grupos. Se presentan las medianas y entre
paréntesis los rangos
alterna de haloperidol un aumento en el
tiempo que pasan en la conducta de ex-
Control Haloperidol Morfina Morfina ploración no social (Navarro y cols.,
0,1 mg/kg 1,25 mg/kg 2,5 mg/kg 1992). Asimismo, también coincidiendo
Cuidado corporal 9 8 6 6
con estos últimos autores, la administra-
(4-25) (0-19) (2-27) (4-18) ción de 0.1mg/Kg de haloperidol incre-
menta las conductas de escarbar y explora-
Escarbar 4 14 6 1
(0-46) (0-52) (0-13) (0-8) ción no social.
Por lo que respecta a la administración
Exp. no social 288 300 341 335
(149-400) (153-388) (252-392) (285-457)
aguda de morfina, a las dosis utilizadas
1.25 mg/kg y 2.5 mg/kg, no se producen
Invest. distancia 44 24 30 64
(5-89) (5-82) (5-166) (14-157)
cambios estadísticamente significativos en
ninguna conducta con respecto al grupo
Exp. social 93 52 43 13 control. En las conductas de ataque se
(2-139) (6-83) (3-112) (0-212)
puede observar una disminución dosis-de-
Amenaza 56 20 74 57 pendiente del tiempo dedicado por los ani-
(23-141) (0-80) (2-127) (27-97)
males a estas conductas, ya que la media-
(a) Ataque 60 7* 41 34 na del tiempo acumulado en segundos pa-
(18-78) (0-18)∆ (1-82) (0-145)
sa de 60 s. en el grupo control a 41 y 34 s.
(b) Inmovilidad 5 182** 6 5 en los animales tratados con las dosis baja
(2-12) (13-294)∆∆ (1-79) (1-104) y alta de morfina respectivamente.
Kruskal-Wallis (a) p<0.001, (b) p<0.01. Mann-Whitney U test: * p<0.02, con respecto al
La mayoría de las investigaciones otor-
control, ** p<0.002 con respecto al control, ∆ p<0.001 con respecto al grupo Morfina 1,25 gan a la morfina una clara acción antiagre-
mg/kg, ∆∆ p<0.001 con respecto a los grupos Morfina 1,25 mg/kg y Morfina 2,5 mg/kg siva (Janssen y cols., 1960; Poshivalov,
1974; Gianutsos y Lal, 1976; Kinsley y
Bridges, 1986; Haney y Miczek, 1989;
dos están en concordancia con la mayor Shaikh y cols., 1990; Shepherd, Blan-
parte de los hallados en la literatura (Jans- chard, Weiss, Rodgers y Blanchard, 1992,
sen, Janegeau y Niemegeers, 1960; Poshi- Tidey y Miczek, 1992; Espert y cols.,
valov, 1982; Miñarro y cols.,1989, 1990; 1993; Vivian y Miczek, 1993; Haney y
Navarro y cols.,1993 a y b). Miczek, 1994). Otros autores sin embargo
En el grupo de animales tratados con no han encontrado cambios tras la admi-
haloperidol, también se observa un signifi- nistración de dosis bajas de morfina (Ben-
cativo incremento del tiempo en inmovili- ton, 1985; Benton y cols., 1985) o incluso
dad. Muchos autores coinciden en afirmar han informado de un aumento en dicha
que este efecto sedante sería el responsa- conducta (Kanui y Hole, 1990).
ble en gran medida la disminución de la Nuestros resultados están en concor-
agresión (Olivier y Van Dalen, 1982; Pos- dancia con estos últimos autores que no
hivalov, 1982; Olivier y cols., 1986). Sin han encontrado cambios al administrar
embargo, otros autores han comprobado morfina, utilizando el mismo modelo de
que el haloperidol a dosis que son clara- aislamiento y dosis similares de morfina
mente antiagresivas, no afecta a otras (Benton y cols., 1985). Para estos autores
conductas que requieren actividad motora la administración de agonistas µ provoca-

Psicothema, 1996 355


EFECTOS DE LA MORFINA Y EL HALOPERIDOL SOBRE LA CONDUCTA AGONÍSTICA EN RATONES MACHO

ría un aumento de la conducta agresiva de Se observa al mismo tiempo una dismi-


aquellos animales que tienden a responder nución del tiempo que dedican a explora-
de una manera defensiva ante un encuen- ción social los animales tratados con mor-
tro agonístico. Según este modelo bajas fina, pasando en este último caso de los 93
dosis de morfina estimularían la lucha en s. de los del grupo control, a los 43 y 13 s.
ratones que en un principio sólo lo harían respectivamente de los animales tratados
moderadamente, como es el caso de los ra- con ambas dosis de morfina. Estos resulta-
tones que previamente han desarrollado dos podrían interpretarse como una dismi-
una relación de dominancia (Benton y nución del interés que los animales pre-
Brain, 1988). sentan por sus coespecíficos, como ya ha
Con respecto a otras conductas se apre- sido informado por otros autores (Poshiva-
cia un aumento, aunque estadísticamente lov, 1982). La morfina y los opiáceos en
no significativo, del tiempo dedicado a las general puede mostrar una acción ansiolí-
conductas de exploración no social por los tica, disminuyendo la respuesta emocional
animales a los que se les ha administrado en situaciones estresantes (File y Rodgers,
ambas dosis de morfina, 341 y 335 s. res- 1979; Benton, 1985). La administración
pectivamente, en comparación con los ani- de morfina incrementaría las conductas
males del grupo control que pasaron 288 s. defensivas y disminuiría la sociabilidad en
en estas conductas. Como ya han señalado ratones aislados alojados individualmente
diversos autores, la morfina puede produ- (Puglisi-Alegra y Oliverio, 1983).
cir, cuando se administra a dosis bajas (en- Según nuestros resultados podríamos
tre 3 y 10 mg/kg s.c.) un aumento de la afirmar que ambos fármacos presentan di-
motilidad, sin previo periodo de depresión ferentes acciones sobre la conducta agresi-
motora (Ülkü, Ayhan, Tulunay, Uran y va, así como sobre la actividad motora.
Kaymarçalan, 1980; Szekely, Miglecz y Por ello resultaría interesante estudiar
Ronai, 1980; Tulunay, Ayhan y Sparber, posteriormente la interacción de ambos
1982; Olson, Olson y Kastin, 1989) que en sistemas, en especial la modulación del
nuestro caso se correspondería probable- efecto de los neurolépticos cuando se esti-
mente con este aumento en las conductas mula el sistema opiáceo, activando los re-
de exploración no social. ceptores m mediante morfina.

Referencias

Benton, D. (1985). µ and k opiate receptor in- per (Eds.), Endorphins, Opiates and Beha-
volvement in agonistic behavior in mice. vioral Processes (pp. 217-235), John Wiley
Pharmacology Biochemistry and Behavior, and Sons Ltd.
23, 871-876. Brain, P. F., McAllester, K. H. y Wamsley, S.
Benton, D., Smoothy, R. y Brain, P. F. (1985). (1989). Drug effects on social behavior:
Comparison of the influence of morphine Methods in ethopharmacology. En: A.A.
sulphate, morphine 3-glucoronide and tri- Boutten, G. B. Barker y A. J. Greenslhaw
fluadom on social encounters in mice. Phy- (eds), Neuromethods, vol. 13, Psychophar-
siology and Behavior, 35, 689-693. macology (pp. 687-739) The Humana Press,
Benton, D. y Brain, P. F. (1988). The role of Inc. Clifton, New Jersey.
opioid mechanism in social interaction and Da Vanzo, J. P., Daugherty, M., Ruckart, R. y
attachment. En: R. J. Rodgers y S. J. Coo- Kang, L. (1966) Pharmacological and bio-

356 Psicothema, 1996


MARTA RODRÍGUEZ-ARIAS, JOSÉ MIÑARRO

chemical studies in isolation-induced figh- Martínez, M., Castaño, D., Simón, V. M. y


ting mice. Psychopharmacologia 9,210- Brain, P. F. (1986). An ethoexperimental as-
219. sessment of the influence of cyproterone
Espert, R., Navarro, J. F., Salvador, A. y Si- acetate on social interactions in male mice.
món, V. M. (1993). Effects of morphine hy- IRCS Medical Science, 14, 44-45.
drochloride on social encounters between Martínez, M., Miñarro, J. y Simón, V. M.
male mice. Agressive Behavior 19, 377-383. (1991). Análisis etoexperimental de la con-
File, S. E. y Rodgers, R. J. (1979). Partial an- ducta agonística en ratones. Psicológica, 12,
xiolytic action of morphine sulphate follo- 22.
wing microinjection into the central nucleus Miñarro, J., Brain, P. F. y Simón, V. (1989).
of the amygdala in rats. Pharmacology Bio- Sex differences in the effects of haloperidol
chemistry and Behavior, 11, 313-318. on aggressive bahavior in mice. Aggressive
Gianutsos, G. y Lal, H. (1976). Drug-induced Behavior,15, 90-91.
aggression. En: Essman y Valzelli (Eds), Miñarro, J., Castaño, D., Brain, P. y Simón, V.
Current Developments in Psychopharmaco- M. (1990). Haloperidol does not antagonize
logy,vol3, Spectrum Publications, NY. the effects of stress on aggressive behavior
Gianutsos, G. y Lal, H. (1978). Narcotic anal- in mice. Physiology and Behavior, 47, 281-
gesics and aggression. Models and Pro- 285.
blems Pharmacopsychiatry. 13, 114-138. Mugford, R. A. y Nowell, N. M. (1970). Phe-
Haney, M. y Miczek, K. A. (1989). Morphine romones and their effect on aggression in
effects on maternal aggression, pup care and mice. Nature, 226, 967-968.
analgesia in mice. Psychopharmacology 98, Navarro, J. F., Muñoz, A., Miñarro, J. y Simón,
68-74. V.M. (1992). Absence of sensitization to ha-
Haney, M. y Miczek, K. A. (1994). Ultrasound loperidol in catalepsy of male mice. Medi-
emitted by female rats during agonistic inte- cal Science Research, 20, 381-382.
ractions effects of morphine and naltrexone. Navarro, J. F., Miñarro, J. y Simón, V. M.
Psychopharmacology 114,441-448. (1993a). Daily versus intermittent haloperi-
Janssen, P. A. J., Janegeau, A. H. y Niemege- dol administration: effects on social encoun-
ers, C. J. E. (1960). Effects of various drugs ters of male mice, Medical Science Rese-
on isolation-induced fighting behavior of arch, 20, 531-533.
male lice. Journal of Pharmacology and. Navarro, J. F., Miñarro, J. y Simón, V. M.
Experimental Therapeutics, 129,471-475. (1993b). Antiaggressive and motor effects
Kantak, K. M. y Miczek, K. (1988). Social, of haloperidol show different temporal pat-
motor and autonomic signs of morphine terns in the developnment of tolerance, Phy-
withdrawal: differential sensitivities to cate- siology and Behavior, 53,1055-1059.
cholaminergic drugs. Psychopharmacology, Olivier, B. y Van Dalen, D. (1982). Social be-
96, 468-476. havior in rats and mice: an ethologically ba-
Kanui, T. I. y Hole, K. (1990). Morphine indu- sed model for differentiating psychoactive
ces aggression but not analgesia in the na- drugs. Agressive Behavior, 8, 163-168.
ked mole-rat (heterocephalus glaber). Com- Olivier, B., Mos, J. y Van Orrschot, R. (1986).
parative Biochemistry and Physiology, 96 Maternal aggression in rats: lack of interac-
(1),131-139. cion between clordiazepoxide and fluprazi-
Kinsley, C. H. y Bridges, R. (1986). Opiate in- ne. Psychopharmacology 88, 40-43.
volvement in postpartum aggression in rats. Olson, G. A., Olson, R. D. y Kastin, A. J.
Pharmacology Biochemistry and Behavior, (1989). Endogenous opiates: 1988. Pepti-
25, 1007-1011. des, 10, 1253-1280.
Lal, H. (1975). Narcotic dependence, narcotic Poshivalov, V. P. (1974). Pharmacological
action and dopamine receptors. Life Scien- analysis of aggressive behavior of mice in-
ces, 17, 483-496. duced by isolation. Journal of Higher Ner-
Lal, H., Gianutsos, G. y Puri, S. K. (1975). A vous Activity, 24,1079-1081.
comparison of narcotic analgesics with neu- Poshivalov, V. P. (1982). Ethological analysis
roleptics on behavioral measures of dopami- of neuropeptides and psychotropic drugs:
nergic activity. Life Sciences, 17, 29-34. effects intraespecies aggression and sociabi-

Psicothema, 1996 357


EFECTOS DE LA MORFINA Y EL HALOPERIDOL SOBRE LA CONDUCTA AGONÍSTICA EN RATONES MACHO

lity of isolated mice, Agressive Behavior namide and morphine on locomotor activity
8,355-369. in mice. Psychopharmacology 71, 299-301.
Redolat, R., Miñarro, J., Simón, V. M. y Brain, Tidey, J. W. y Miczek, K. A. (1992). Heighte-
P. F. (1991). Influences of haloperidol and ned aggressive behavior during morphine
sulpiride on social behavior of female mice withdrawal: affects of d-amphetamine. Psy-
in interactions with anosmic males. Psicot- chopharmacology 107, 297-302.
hema, 3 (1), 79-85. Tidey, J. W. y Miczek, K. A. (1992). Morphine
Shaikh, M. B., Dalsass, M. y Siegel, A. (1990). withdrawal aggression: modifications with
Opiodergic mechanisms mediating aggres- D1 and D2 receptor agonist. Psychophar-
sive behavior in the cat. Aggressive Beha- macology, 108, 177-184.
vior,16, 191-206. Tulunay, F. C., Ayhan, I. H. y Sparber, S. B.
Shepherd, J. H., Blanchard, D. C., Weiss, S. (1982). The effects of morphine and ∆-9-te-
M., Rodgers, R. J. y Blanchard, R. J. (1992). trahydrocannabinol on motor activity in
Morphine attenuates antipredator ultrasonic rats. Psychopharmacology, 78, 358-360.
voclaizations in mixed-sex rats colonies. Ülkü, E., Ayhan, I. H., Tulunay, F. C., Uran, B.
Pharmacology Biochemistry and Behavior, y Kaymarçalan, S. (1980). Effect of ∆-9-te-
41, 551-558. trahydrocannabinol on the morphine-indu-
Simón, V., Miñarro, J., Redolat, R. y Garmen- ced hyperactivity of mice. Psychopharma-
dia, L. (1989). An ethopharmacological cology, 69, 201-205.
study of the effect of three neuroleptics (ha- Vezina, P., Kalivas, P. W. y Stewart, J. (1987).
loperidol, clozapine and sulpiride) on ag- Sensitization occurs to the locomotor effects
gressive encounters in male mice. En: R. J. of morphine and the specific mu opioid re-
Blanchard y cols. (Eds), Ethoexperimental ceptor agonist DAGO administered repea-
approaches to the study of behavior. Klu- tedly to the ventral tegmental area, but not
wer Academic Publishers, London. to the nucleus accumbens. Brain Research,
Smoothy, R., Brain, P. F., Berry, M. S. y Haug, 417, 51-58.
M. (1986). Acohol and social behavior in Vivian, J. A. y Miczek, K. A. (1993). Morphi-
group housed female mice. Physiology and ne attenuates ultrasonic vocalozation during
Behavior, 37, 689-694 agonistic encounters in adult male mice.
Spyraki, C., Fibiger, H. C. y Phillips, A. G. Psychopharmacology, 111, 367-375.
(1982). Attenuation by haloperidol of place Wood, P. L. (1982). Multiple opiate receptors :
preference condictioning using food reinfor- supports for mu, delta and kappa sites. Neu-
cement. Psychopharmacology 77, 379-384. ropharmacology, 21, 487-497.
Szekely , J. I., Miglecz, E. y Ronai, A. Z.
(1980). Biphasic effects of a potent enkep-
halin analogue (D-Met2, Pro-5)-enkephali- Aceptado el 12-VII-95

358 Psicothema, 1996

También podría gustarte