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MALFORMACIONES CONGÉNITAS bidas principalmente a mutaciones de ge-

nes recientemente clonados. En esta últi-


ma son también frecuentes las anomalías
DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL cromosómicas7.
En la tabla 1 se expone la clasificación
de las malformaciones cerebrales según
P. Alonso Béjar y A. Alfaro Giner
la etapa del desarrollo en la que se ori-
Servicio de Neurología. Hospital La Fe. Valencia.
ginan. Las malformaciones por defecto
del cierre del tubo neural se conocen
como disrafismos, siendo la espina bífi-
da y la anencefalia las más frecuentes.
Se acompañan muchas veces de otras
Introducción anomalías secundarias como hidrocefa-
lia, siringo e hidromielia, malformación
En la actualidad se considera que las mal- de Arnold-Chiari, y displasias del condro-
formaciones congénitas del sistema ner- cráneo y las vértebras cervicales supe-
vioso central (SNC) son el resultado de una riores. Algunas de estas anomalías pue-
compleja interacción entre diversos fac- A den manifestarse también asociadas o de
tores ambientales y los genes que contro- forma independiente en la edad adulta.
lan la formación del cerebro y la médula Las displasias corticales son una causa
espinal1. Muchos de estos genes han sido importante de trastornos epileptogénicos
descubiertos en los últimos años y siguen focales, mientras que la polimicrogiria y
encontrándose otros a un paso acelerado, sobre todo la lisencefalia (agiria-paqui-
por lo que es probable que la mecánica B giria) originan además retraso mental im-
del desarrollo del SNC sea pronto enten- portante. La resonancia magnética (RM)
dida en su totalidad1,2. Las malformaciones es decisiva para el diagnóstico en vida de
congénitas del SNC deben distinguirse de este grupo de malformaciones, ya que
las lesiones adquiridas del recién nacido, permite identificar y clasificar la mayo-
tales como la porencefalia, la leucomala- ría de ellas según su apariencia anató-
cia periventricular y la ulegiria, que son el mica característica8.
resultado de noxas vasculares, traumáti- C
cas, inflamatorias o metabólicas actuando Fig. 1. Etapas en la formación del tubo neural. A. Placa neu-
a lo largo de la vida fetal o perinatal3. ral. B. Canal neural. C. Tubo neural, todavía parcialmente
abierto en sus extremos. Tejido nervioso en amarillo, piel en
Espina bífida
La primera etapa del desarrollo del SNC naranja, cresta neural en azul, somitas en rojo.
es la neurulación, que consiste en la for- Concepto y clasificación
mación del tubo neural a partir del neu-
roectodermo (fig. 1). Este proceso está largo de la glía radial, y c) organización de El término espina bífida se emplea para
prácticamente terminado ya a los 28 días las conexiones sinápticas, expansiones designar diversas malformaciones del ra-
de la concepción, antes de que muchas neuríticas y maduración neuronal. Toda- quis y la médula espinal originadas por el
mujeres sean conocedoras de su propio vía debe terminarse la mielinización de cierre defectuoso del tubo neural y sus
embarazo4. La profilaxis de los defectos los axones, que se extiende a lo largo de los cubiertas. El grado de participación me-
del tubo neural debe anteceder por tanto primeros meses de vida postnatal. En vis- dular sirve para clasificar este grupo de
al momento de la concepción, como lue- ta de este prolongado proceso, se com- anomalías (tabla 2). La espina bífida ocul-
go se verá al tratar sobre la espina bífida. prende que el SNC sea susceptible a la in- ta es un defecto de cierre de los arcos ver-
Tras el cierre del tubo neural se produce fluencia de factores ambientales a lo largo tebrales que sólo puede apreciarse en las
la segmentación del mismo a partir de un de un período de tiempo mucho mayor exploraciones radiológicas. Por el contra-
proceso de inducción ventral por la noto- que otros órganos. Los efectos de un agen- rio, en la espina bífida manifiesta se apre-
corda que se extiende aproximadamente te teratógeno dependen más del momen- cia desde el momento del nacimiento la
hasta la octava o décima semana de la ges- to en que actúa que de su propia natu- presencia de un quiste localizado casi
tación. A partir de este momento tienen raleza, ya que los genes que dirigen el siempre en la región lumbosacra. El quis-
lugar tres procesos que conducen a la for- desarrollo se activan de forma secuen- te puede estar formado exclusivamente
mación de la corteza cerebral y demás cial2. Por otro lado, determinadas noxas por meninges (meningocele) o bien por
agrupaciones neuronales del encéfalo y la como la exposición fetal a los rayos X, los meninges, médula espinal y raíces ner-
médula espinal: a) proliferación celular en intentos fallidos de aborto, adicción a viosas (mielomeningocele). El término ra-
las zonas germinales, que da origen a neu- drogas o traumatismos abdominales pa- quisquisis se utiliza en general para refe-
ronas y glía; b) migración neuronal a lo recen influir más sobre determinadas mal- rirse a defectos importantes de cierre del
formaciones como la polimicrogiria y la - tubo neural que se extienden a lo largo de
esquizoencefalia 5 que sobre otras como varios segmentos espinales y en especial
Medicine 2003; 8(103):5525-5531 la lisencefalia6 y la holoprosencefalia7, de- a la abertura completa del conducto ver-

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (XIII)

TABLA 1 pueda actuar de forma excepcional en al-


Clasificación de las principales malformaciones del sistema nervioso central según la etapa gestacional gunos casos.
Edad gestacional Etapa desarrollo Malformaciones asociadas

Tercera o cuarta semana Neurulación Espina bífida


Anencefalia Anatomía patológica
Encefalocele
La figura 1 permite comprender por qué
Quinta a décima semana Segmentación Holoprosencefalia
los defectos de cierre del tubo neural apa-
Tercer a cuarto mes Proliferación Megalencefalia
Displasias corticales recen casi siempre en la región lumbosa-
cra o bien en la unión craneocervical: el
Cuarto a quinto mes Migración Esquizoencefalia
Lisencefalia cierre del tubo neural comienza en su por-
Heterotopias nodulares ción media y se completa hacia los dos
extremos a modo de una cremallera diri-
gida en sentidos opuestos. En la figura 2
se aprecian las tres formas más impor-
TABLA 2 tación. A partir de 1970 se comprobó
Clasificación de la espina bífida tantes de espina bífida. Nótese la ausen-
epidemiológicamente que el consumo
cia de piel recubriendo el quiste en el mie-
Espina bífida oculta insuficiente de folatos y otros micronu-
lomeningocele, cosa que también queda
Espina bífida quística trientes que caracteriza una alimentación
Meningocele bien explicada comparando esta figura con
Mielomeningocele deficiente se correlaciona con un nivel
la figura 1.
Raquisquisis socioeconómico bajo y un aumento de la
Es frecuente que la espina bífida oculta se
incidencia de malformaciones del tubo
presente asociada a otras anomalías como
neural. La eficacia del ácido fólico en la
los liposomas subcutáneos, la hipertrico-
prevención de los defectos del tubo neu-
tebral que acompaña casi invariablemen- sis o el seno dermoide. Entre el 80% y el
ral quedó demostrada hace una década
te a la anencefalia. Sin embargo, en un 90% de las formas quísticas son mie-
por dos ensayos clínicos realizados en
sentido etimológico estricto, raquisquisis lomeningoceles y el resto meningoceles.
Hungría y Gran Bretaña. Tras compro-
es sinónimo de espina bífida3. El meningocele suele tener un aspecto pe-
barse posteriormente que algunas mu-
diculado, ya que comunica con el conducto
jeres con fetos disráficos tenían niveles
vertebral por un orificio más estrecho que
sanguíneos elevados de homocisteína, se
Etiopatogenia han estudiado diversos genes implica-
el propio quiste. La pared del meningoce-
le está compuesta de piel, duramadre y
La espina bífida y la anencefalia son las dos en la metilación de la homocisteína
aracnoides. El saco no contiene médula ni
dos malformaciones más frecuentes del a metionina. Así se ha visto que las mu-
raíces. Por el contrario, los mielomenin-
tubo neural y afectan aproximadamente jeres homocigotas para la mutación
goceles casi siempre tienen una base an-
a 1 ó 2 de cada 1.000 nacidos vivos. Es- C677T del gen de la 5,10-metiltetrahi-
cha con una zona central no epitelizada,
tas cifras varían ampliamente no sólo en- drofolato reductasa (MTHFR), variante alé-
que está constituida por meninges muy
tre distintos países sino entre regiones de lica común que codifica una enzima con
vascularizadas adheridas a la médula es-
un mismo país, lo cual refleja probable- actividad reducida, tienen un riesgo do-
pinal y recibe el nombre de área medulo-
mente la contribución conjunta de facto- ble de engendrar hijos con defectos del
vasculosa. Se dice por tanto que la médula
res ambientales y genéticos4. También se tubo neural. Esta relación no es evidente
está anclada o trabada en el saco dural
han observado variaciones estacionales e en todos los grupos étnicos, por lo que
(fig. 2). Cualquiera de los tipos descritos
incluso aumentos de incidencia mante- debe depender de la coexistencia de otros
de espina bífida pueden asociarse con di-
nidos a lo largo de varios años que con- factores ambientales o genéticos todavía
versas anomalías medulares o vertebrales
firman la importancia de las causas me- no bien conocidos4.
tales como la diastematomielia (duplica-
dioambientales 4. Excepcionalmente se Desde el punto de vista patogenético se
ción de la médula espinal), la hidromielia
encuentran aberraciones cromosómicas acepta en la actualidad que la espina bífi-
(dilatación del canal central), el anclaje de
en pacientes con espina bífida. Tampo- da es un defecto primario del cierre o fu-
la médula por un filum terminale corto y
co ha sido posible hasta el momento sión posterior del tubo neural, que estaría
fibroso, frecuentemente asociado a un
confirmar la implicación en el disrafis- presente ya en la cuarta semana tras la
liposoma (lipomielomeningocele), fusión
mo humano de los genes Hox9, que diri- concepción como resultado de la acción
de cuerpos vertebrales y agenesia del
gen la orientación inicial y segmenta- de factores genéticos y ambientales 4.
sacro3,11,12.
ción del SNC, ni tampoco de los genes Basándose en la frecuente asociación del
Pax10, encargados de activar o desactivar mielomeningocele con la malformación de
otros genes. Chiari II y la hidrocefalia, Gardner postu-
Los factores teratógenos más frecuente- ló hace medio siglo que el aumento de pre-
Cuadro clínico
mente considerados en la espina bífida sión dentro del canal central de la médu- La espina bífida oculta suele ser asinto-
son la diabetes y la hipertermia materna, la que acompaña a la hidrocefalia y la mática. Cuando existen anomalías medu-
el consumo de alcohol y ácido valproico hidromielia daría lugar a la reapertura lares asociadas pueden manifestarse en
y, sobre todo, la deficiencia de ácido fó- secundaria del tubo neural3. No está to- forma de incontinencia de esfínteres, tras-
lico en las primeras semanas de la ges- talmente descartado que este mecanismo tornos locomotores, dolor o alteraciones

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MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

implican el riesgo de agravar las mani-


festaciones neurológicas de una posible
deficiencia en cobalamina (vitamina B12),
ya que ambas vitaminas actúan de forma
antagónica con respecto a la síntesis de
la mielina.
El tratamiento quirúrgico del meningo-
cele tiene en general excelentes resulta-
dos, ya que no existe compromiso de las
estructuras nerviosas y la recuperación
suele ser por tanto completa. El tejido
A B C neural expuesto en el mielomeningocele
Fig. 2. Dibujo esquemático de la espina bífida oculta (A), el meningocele (B) y el mielomeningocele (C). Raíces y médula en amari- sufre antes del nacimiento los efectos no-
llo, piel en naranja, meninges en azul. civos de las sustancias tóxicas disueltas
en el líquido amniótico, y durante y des-
pués del parto la influencia todavía más
de los reflejos. Los meningoceles tienen asociadas es necesario emplear la mielo-
perniciosa de los agentes externos. Es po-
en general buen pronóstico, ya que casi grafía, la tomografía axial computarizada
sible, aunque no está demostrado, que la
nunca originan alteraciones neurológicas. (TAC) y sobre todo la RM. Las determina-
cesárea aumente las posibilidades de
Los mielomeningoceles se asocian siem- ciones de alfafetoproteína en el suero ma-
recuperación de estos niños. El objetivo
pre con trastornos neurológicos graves ta- terno y de acetilcolinesterasa en el líqui-
principal del tratamiento es el cierre lo
les como debilidad o parálisis fláccida arre- do amniótico, unidas a la ecografía fetal,
más temprano posible de la lesión. La
fléxica de las extremidades inferiores, permiten detectar las malformaciones im-
hidrocefalia y la infección son las dos cau-
deformidades de los pies, pérdida de la portantes del tubo neural a partir ya del
sas principales de muerte en los pacien-
sensibilidad térmica y dolorosa, e incon- tercer o cuarto mes de gestación, con una
tes con espina bífida quística. Por todo
tinencia vesical y rectal. Casi todos los certeza diagnóstica casi total.
ello, en la actualidad se recomienda
recién nacidos con mielomeningocele
extirpar la lesión dentro de las primeras
presentan malformación de Arnold-Chiari
24 horas de vida y resolver la hidrocefa-
y frecuentemente hidrocefalia asociadas. Prevención y tratamiento lia con una derivación ventriculoperito-
Los mielomeningoceles se complican fre-
Como ya ha quedado dicho al tratar de neal. Cuando exista infección debe reali-
cuentemente con meningitis, bien ascen-
la etiopatogenia, está demostrado que la zarse también un tratamiento antibiótico
dente por infección del quiste, bien se-
ingesta de un suplemento de ácido fóli- adecuado por vía sistémica o intratecal,
cundaria al tratamiento quirúrgico de la
co durante la etapa periconcepcional re- hasta la total esterilización del líquido
hidrocefalia. Los gérmenes responsables
duce significativamente la incidencia de cefalorraquídeo (LCR).
son los propios de las meningitis del re-
defectos del tubo neural. El ácido fólico En los últimos años se está recurriendo
cién nacido, con mayor frecuencia ente-
es la forma sintética o farmacéutica de la cada vez con mayor frecuencia a la ciru-
robacterias gramnegativas (Escherichia
vitamina y consiste en un monoglutamato gía fetal para la reparación temprana de
coli), estreptococos y estafilococos. Las in-
estable de fácil absorción intestinal. Sin la espina bífida15. Con este proceder se
tervenciones urológicas intraperitoneales,
embargo, los folatos naturales contenidos consigue a veces, además de evitar los
muy frecuentes en estos niños para co-
en diversos vegetales son poliglutamatos factores tóxicos y traumáticos ya men-
rregir las consecuencias de la vejiga neu-
termolábiles que deben ser convertidos cionados, impedir el desarrollo de la mal-
rógena crónica, son también una causa
en monoglutamato antes de su absorción formación de Chiari II y la hidrocefalia
importante de complicaciones en los pa-
por el intestino delgado y resisten mal la en etapas tardías de la gestación. A pe-
cientes con hidrocefalia tratados median-
cocción y el almacenamiento de los ali- sar de sus beneficios potenciales, la ci-
te derivación ventriculoperitoneal 13. La
mentos. Hoy día se recomienda admi- rugía fetal no está exenta de complica-
anencefalia y la raquisquisis son incom-
nistrar 0,4 mg/día de ácido fólico a todas ciones16.
patibles con la vida.
las mujeres que proyecten un embarazo El tratamiento médico del mielomenin-
y en realidad a todas las mujeres en edad gocele incluye cuidados de la vejiga y el
fértil, ya que esta medida, para ser efi- recto, prevención de escaras cutáneas y
Diagnóstico caz, debe anteceder al momento de la rehabilitación motora y psicológica. Al-
El meningocele y el mielomeningocele concepción y en modo alguno debe re- gunos de estos pacientes podrían bene-
son evidentes desde el momento mismo trasarse hasta el diagnóstico del emba- ficiarse del tratamiento con hormona del
del nacimiento. Por el contrario, las for- razo. El riesgo de espina bífida es mayor crecimiento, aunque sus efectos a largo
mas ocultas requieren para su diagnóstico en las mujeres que han tenido ya un hijo plazo no están todavía demostrados. Más
la realización de exámenes radiológicos con esta malformación, así como en las de la mitad de los pacientes con espina
del raquis, que demuestran el defecto de diabéticas y en pacientes que toman fár- bífida desarrollan alergia al látex, por lo
fusión del arco posterior de las vértebras macos antiepilépticos. En estos casos es que es preferible evitar el empleo de este
(láminas y apófisis espinosas). Para diag- recomendable utilizar dosis mayores de material a lo largo de la infancia4. La ele-
nosticar las malformaciones medulares ácido fólico14. Las dosis superiores a 1 mg vada morbilidad y escasa calidad de vida

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (XIII)

que llegan a alcanzar estos pacientes son Malformación de Chiari tipo I


un acicate más para la prevención de los
El tipo I consiste en un descenso de las
defectos del cierre del tubo neural.
amígdalas cerebelosas a través del aguje-
ro occipital, con ocasional descenso del
bulbo raquídeo.
Malformación de Chiari La presencia de un descenso de las amíg-
dalas cerebelosas no siempre conlleva la
Concepto aparición de manifestaciones clínicas, ni
Descrita por primera vez por Chiari entre siquiera la existencia de un trastorno
1891 y 1896 sobre la base de hallazgos patológico propiamente dicho: así, un
de autopsia, la malformación que lleva su descenso de hasta 5 mm puede consi-
nombre puede describirse como una ano- derarse como variante de la normalidad
malía en la posición del cerebelo aislada en niños pequeños. En general la pre-
o asociada a otros elementos patológicos sencia de un descenso de más de 12 mm
de la fosa posterior. se acompaña de síntomas clínicos. Las
manifestaciones clínicas suelen aparecer
en el individuo adulto en forma de ce-
Etiopatogenia Fig. 3. Malformación arteriovenosa del cerebelo con Chiari I e falea, nucalgia y cervicalgia que empeo-
hidrodefalia sintomáticos. Resonancia magnética que muestra ran típicamente con maniobras de Val-
Mucho se ha especulado sobre la etiopa- corte sagital en secuencia T1.
salva (como al toser, reírse, etc.). Pueden
togenia de la malformación de Chiari y va-
aparecer síntomas de disfunción cerebe-
rias son las teorías al respecto, sin poder
un descenso progresivo de las estructuras losa y de pares craneales bajos, así como,
confirmarse la validez de una de ellas en
de la fosa posterior17. en aquellos casos que asocian otras mal-
detrimento de las otras17. La asociación
Diversas anomalías tales como hipoplasia formaciones como la siringomielia, todo
con siringomielia en un 20%-75% de los
occipital, pequeña fosa posterior, malfor- el espectro clínico característico de las
casos orienta a un origen común. Proba-
maciones vasculares (fig. 3) y otras ma- mismas.
blemente la más aceptada sea la expues-
sas en la fosa posterior, hidrocefalia, y
ta por Williams en 1969, que valora la
malformaciones craneofaciales y de la
existencia de un gradiente de presión en-
base craneal, unido a la disociación de Malformación de Chiari tipo II
tre los compartimentos intraespinal e in-
la presión craneoespinal, contribuirán
tracraneal por aumento de presión en el El tipo II, que también recibe el nombre
también a la aparición de la malforma-
compartimento intraespinal, lo que con- completo de malformación de Arnold-Chiari,
ción de Chiari. Mención aparte merece la
dicionaría una dirección craneal del flujo supone un desplazamiento descendente del
existencia de malformación de Chiari ad-
del LCR en el espacio subaracnoideo, bulbo raquídeo, vermis cerebeloso, pro-
quirida tras tratamiento quirúrgico de
dirección que se invertiría pasado el au- tuberancia y cuarto ventrículo. Las amíg-
derivación ventricular y sobre todo lum-
mento de presión. La salida de LCR se dalas cerebelosas se sitúan completamente
boperitoneal18.
retrasa debido a adherencias en el espa- por debajo del agujero occipital. La aso-
cio subaracnoideo a nivel del foramen ciación con mielomeningocele lumbar e
magnum, lo que genera una disociación hidrocefalia es prácticamente la norma en
transitoria en la presión craneoespinal.
Formas clínicas el Chiari II.
Todo ello produciría una onda de presión Se describen 4 tipos de malformación de Las manifestaciones clínicas del Chiari II
descendente responsable del desplaza- Chiari, que por sus características pre- aparecen típicamente en la infancia, aun-
miento caudal de las estructuras de la fosa sentan manifestaciones clínicas diferentes que puede presentarse en el neonato como
posterior. (tabla 3). deterioro neurológico troncoencefálico con
A la par que esta teoría y de más recien-
te cuño, Olfield propone que los cambios
TABLA 3
en la dirección del LCR estén provocados Comparación entre las formas de Chiari tipo I y II
por la sístole y la diástole cardíacas: du-
rante la sístole cardíaca el cerebro recibe Datos comparativos Chiari tipo I Chiari tipo II

un gran aporte del gasto cardíaco, lo que Elementos desplazados Amígdalas cerebelosas, Amígdalas cerebelosas,
aumenta el volumen sanguíneo cerebral y ocasionalmente el bulbo bulbo, vermis cerebeloso,
protuberancia, IV ventrículo
origina un flujo descendente del LCR en
Asociación con siringomielia Muy frecuente Rara
un intento de equilibrar la presión intra-
craneal. La obstrucción del agujero occi- Asociación con meningocele Ocasional Muy frecuente

pital limitaría la normal circulación des- Asociación con hidrocefalia Ocasional Muy frecuente
cendente del LCR, lo que provocaría el Edad de presentación Adulto joven Neonato/infancia
descenso de las amígdalas cerebelosas con Sintomatología Cefalea occipital, ocasional Deterioro tromboencefálico,
cada sístole cardíaca y limitaría cada vez disfunción cerebelosa disfunción cerebelosa
y de pares craneales bajos y de pares craneales
más el correcto flujo de LCR provocando

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MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

estridor respiratorio y apneas, disfagia los cerebrales. Sin embargo, se ha com-


neurógena, opistótonos y tetraparesia. En probado que hasta un 25% del total del
edades superiores los niños presentan sin- LCR es de producción extracoroidea, pro-
tomatología de afectación cerebelosa con cedente del endotelio capilar del parén-
ataxia, nistagmus y afectación de pares quima cerebral. El LCR se forma aproxi-
craneales bajos. madamente a una velocidad de 500 ml al
día, lo que supone tres veces su volumen
total. Secretado en los ventrículos latera-
Malformación de Chiari tipo III
les y tercer ventrículo, pasa por el acue-
ducto de Silvio hasta el cuarto ventrículo
El tipo III supone la combinación de un
donde los plexos coroideos existentes a
encefalocele occipitocervical con una pe-
ese nivel suman todavía una parte al con-
queña fosa posterior, lo que condiciona
junto. Desde allí su salida se produce a tra-
un desplazamiento completo de los ele-
vés de los agujeros laterales de Luschka y
mentos del tronco cerebral y ocasional-
el agujero central de Magendie. Todos ellos
mente del cerebelo. Asocia otras anoma-
desembocan en la cisterna magna, que
lías cerebrales como tentorio displásico,
se prolonga en el espacio subaracnoideo
agenesia parcial o total del cuerpo callo-
donde acontece la absorción del LCR a
so y agenesia del septum pellucidum. Es la
nivel de las granulaciones aracnoideas.
forma menos frecuente y la más grave de
malformación de Chiari. El neonato pre-
senta varios trastornos como insuficien- Fig. 4. Malformación de Chiari I con siringohidromielia cervi-
cia respiratoria, disfagia, parálisis de pa- cal alta. Resonancia magnética que muestra corte sagital en Clasificación fisiopatológica
secuencia T2.
res craneales, espasticidad o flaccidez y Asumiendo que el LCR se comporta como
alteración esfinteriana entre otros. Habi- una masa de flujo, la hidrocefalia se ex-
tualmente se considera incompatible con sintomatología, ya que en aquellos casos plicaría como un disbalance entre la pro-
la vida y aunque se registra en la litera- de Chiari tipo I asintomáticos no se plan- ducción y la absorción del mismo. Desde
tura algún caso tratado, la supervivencia tea tratamiento. Incluso se han descrito ca- este punto de vista, la hidrocefalia podría
es escasa19. sos de malformación de Chiari I asociada explicarse bien por una producción anor-
a siringomielia que se han resuelto es- malmente elevada del LCR, como en el
pontáneamente al eliminarse de forma caso de los papilomas de los plexos co-
Malformación de Chiari tipo IV
espontánea la obstrucción al flujo del LCR, roideos (lo cual es excepcional) bien como
aunque esta situación es excepcional20. un obstáculo en la circulación del LCR.
El tipo IV es una hipoplasia cerebelosa gra-
Todas las técnicas quirúrgicas coinciden en Hablamos así de la hidrocefalia obstruc-
ve asociada con un mielomeningocele sin
un mismo objetivo: descomprimir la ano- tiva, que a su vez puede responder a dos
existir desplazamiento de estructuras. Pro-
malía del romboencéfalo y restaurar la mecanismos: una obstrucción a nivel de
bablemente se trate de una variante del
circulación normal del LCR a través de las vías internas del LCR (hidrocefalia no
síndrome de Dandy-Walker.
la unión craneocervical21. Para ello se rea- comunicante) o en el espacio subarac-
liza generalmente una craniectomía sub- noideo, lo que impide su reabsorción (hi-
occipital con una laminectomía cervical su- drocefalia comunicante o arreabsortiva)
Diagnóstico perior, técnica a la que se le pueden adosar (tabla 4).
variantes. Existe un amplio consenso en la Sin embargo, recientes estudios de diná-
Se considera que la prueba idónea para
decisión de tratar la hidrocefalia acompa- mica del LCR proponen un modelo alter-
el diagnóstico de la malformación de Chia-
ñante, si ésta existe, mediante técnicas de nativo que implica que la mayor parte del
ri es la RM, dado que no sólo revela el
derivación ventricular y siempre antes del LCR se absorbe a través de los capilares
grado de herniación sino que también per-
tratamiento del Chiari propiamente dicho. cerebrales. Según este modelo, un tras-
mite valorar la presencia de lesiones aso-
En principio, el tratamiento quirúrgico es- torno en el retorno venoso causaría una
ciadas (fig. 4). La ampliación con cine-RM
tabiliza la clínica y en algunas ocasiones hidrocefalia obstructiva, y una restricción
permite valorar los patrones del flujo y
puede mejorarla. en la pulsatilidad arterial una hidrocefalia
ver qué pacientes van a ser subsidiarios
comunicante22.
de tratamiento descompresor. En los ca-
sos de Chiari tipo II y III una simple radio-
logía craneal puede proporcionar el diag-
Hidrocefalia
nóstico. TABLA 4
Clasificación fisiopatológica de la hidrocefalia
Concepto
Producción excesiva de LCR
Tratamiento La hidrocefalia puede definirse como una Obstáculo en la circulación del LCR (hidrocefalia
obstructiva)
acumulación anormal de LCR. No comunicante
El tratamiento de la malformación de Chia- El LCR se produce primariamente en los Comunicante (hidrocefalia arreabsortiva)
ri viene determinado por la existencia de plexos coroideos situados en los ventrícu- LCR: líquido cefalorraquídeo.

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (XIII)

La obstrucción de uno de los agujeros de TABLA 5 TABLA 6


Monro (que comunican cada uno de los Formas sindrómicas de hidrocefalia Formas no sindrómicas de hidrocefalia
ventrículos laterales con el tercer ven- Anomalías citogenéticas Estenosis congénita del acueducto de Silvio
trículo) provocará una hidrocefalia unila- Trisomía 13
Trisomía 18 Hidrocefalia ligada al X (espectro L1)
teral; la obstrucción del acueducto de Trisomía 9 Hidrocefalia en procesos malformativos del SNC
Silvio causará una hidrocefalia triven- Triploidías Malformación de Chiari
tricular. Síndromes de herencia recesiva Malformación de Dandy-Walker
Síndrome del hidrops letal Malformación de la vena de Galeno
Síndrome de Walker-Walburg Quistes congénitos
Síndrome VACTEL Otras anomalías de la línea media
Síndrome de Meckel
Etiología Algunos síndromes de craneosinostosis
Hidrocefalia secundaria a hemorragia subaracnoidea
del feto prematuro
Síndrome de Crouzon
Las causas que justifican la presencia de Síndrome de Apert SNC: sistema nervioso central.

una hidrocefalia son múltiples, por lo que Otros procesos malformativos


Hidranencefalia
debemos entender esta entidad como un Porencefalia TABLA 7
síndrome. Ésta se puede clasificar aten- Enfermedades asociadas a moléculas
diendo a su etiología en dos grandes de adhesión celular L1
grupos: hidrocefalia en el contexto de HSAS: hidrocefalia asociada a estenosis congénita
síndromes con entidad propia, o como hi- hidrocefalia asociada a estenosis congé- del acueducto de Silvio
drocefalia asociada a procesos que no lle- nita del acueducto de Silvio ligada al cro- Síndrome MASA: retraso mental, afasia, marcha
gan a adquirir el carácter de síndrome. mosoma X, que recibe como nombre el arrastrando los pies, pulgares en aducción

acrónimo inglés HSAS y se considera que SP-1: paraplejía espástica tipo I


es la forma genética más común de hi- ACC: agenesia del cuerpo calloso
Formas sindrómicas de hidrocefalia
drocefalia congénita. Esta entidad ha MR-CT: retraso mental con pulgares apretados
La hidrocefalia puede aparecer en algu- abierto las puertas a estudios genéticos
CRASH: agenesia del cuerpo calloso, retraso mental,
nas anomalías citogenéticas: las trisomías que demuestren la existencia de diversas pulgares en aducción, marcha arrastrando los
13, 18 y 9 y las triploidías son las más hidrocefalias congénitas ligadas al cro- pies, hidrocefalia (síndrome de solapamiento)
frecuentes. En estos casos, los niños pre- mosoma X. Se ha demostrado la existen- MRX3: retraso mental
sentan múltiples anomalías y dismorfis- cia de una molécula de adhesión celular PH: heterotopia periventricular
mo, lo que orienta a la necesidad de la neuronal llamada L1 (L1CAM), glucopro-
realización de más estudios. Existen por teína transmembrana perteneciente a la
otro lado síndromes de herencia recesi- superfamilia de las inmunoglobulinas,
nold-Chiari, la malformación de Dandy-
va: se pueden destacar en este grupo el esencial para el desarrollo del SNC y cuya
Walker, la malformación de la vena de
síndrome de hidrops letal, que se carac- mutación es responsable de un amplio es-
Galeno, los quistes congénitos y otras ano-
teriza por hidrocefalia, micrognatia y po- pectro de anomalías neurológicas que en
malías de la línea media.
lidactilia; el síndrome de Walker-Walburg, general reciben el nombre común de es-
Por último cabe reseñar la existencia de
que incluye hidrocefalia, anomalías ocu- pectro L1 e incluyen a su vez diversos
hidrocefalia comunicante secundaria a he-
lares y en algunos casos encefalocele; y síndromes23. Entre ellos, aparte del ya ci-
morragia subaracnoidea, típica de fetos
el síndrome VACTEL (acrónimo inglés de tado HSAS, se encuentra también el sín-
prematuros (tablas 6 y 7).
defectos vertebrales, atresia anal, defec- drome MASA (acrónimo inglés de retraso
tos cardiovasculares, fístula traqueoeso- mental, afasia, marcha arrastrando los
fágica, malformaciones renales y defec- pies y pulgares en aducción) que también
tos de las extremidades) en el que un asocia hidrocefalia, la paraplejía espásti-
Manifestaciones clínicas
subgrupo de casos padece también hi- ca complicada tipo 1 (SP-1) y la agenesia La presencia de polihidramnios durante la
drocefalia. El síndrome de Meckel y al- del cuerpo calloso ligada al cromoso- gestación puede ser el único signo que
gunos síndromes de craneosinostosis ma X. Puede considerarse la existencia de sugiera el desorden. En el neonato y pri-
(como el síndrome de Crouzon o el de un síndrome de solapamiento que inclu- mera infancia la irritabilidad parece ser el
Apert) también pueden incluirse en este ye hipoplasia del cuerpo calloso, retraso síntoma más común. Obviamente la aso-
grupo de hidrocefalias asociadas a sín- mental, pulgares en aducción, paraplejía ciación con otras malformaciones confor-
dromes de herencia recesiva. Otros pro- espástica e hidrocefalia, que reciente- mará la clínica que presente el enfermo,
cesos como la hidranencefalia o la po- mente ha recibido el nombre de síndro- pero en general la hidrocefalia per se pue-
rencefalia deben incluirse también entre me CRASH24. Los análisis del genotipo han de justificar aumento del diámetro cefáli-
las formas sindrómicas (tabla 5). demostrado que en el síndrome HSAS y co y abultamiento de fontanelas antes del
en el MASA el locus mutado se localiza a cierre de las mismas. Se ha descrito afec-
nivel Xq28. Son ya varias las mutaciones tación del VI par craneal condicionando
Formas no sindrómicas de hidrocefalia
implicadas y se siguen descubriendo otras diplopía, movimientos oculares anorma-
Una forma frecuente de hidrocefalia es la nuevas. les, atrofia óptica, ataxia con espasticidad
asociada a la estenosis del acueducto de Otro tipo de hidrocefalia puede aparecer de miembros inferiores, epilepsia, cefalea,
Silvio. En este contexto, recientes estu- formando parte de malformaciones del náuseas y vómitos matutinos, y en eda-
dios demuestran la existencia de una SNC: es el caso de la malformación de Ar- des mayores disfunciones endocrinas ex-

5530 16
MALFORMACIONES CONGÉNITAS DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

presadas como estatura corta, trastornos Gracias a los progresos de la técnica, el 7. Kinsman SL, Plawner LL, Hahn JS. Holoprosencephaly:
recent advances and new insights. Curr Opin Neurol
mentales y diabetes insípida. pronóstico de los niños con hidrocefalia
2000;13:127-32.
depende actualmente más de la causa de 8. Barkovich AJ, Kuzniecky RI, Dobyns WB. Radiologic
la misma que de la propia hidrocefalia. classification of malformations of cortical development.
Diagnóstico Sin embargo, la técnica de derivación no Curr Opin Neurol 2001;14:145-9.
9. Volcik KA, Blanton SH, Kruzel MC, Townsend IT, Tyer-
está exenta de complicaciones: el fallo de
Los criterios para la definición de los man GH, Mier RJ, et al. Testing for genetic associations in a
la derivación (que puede ocurrir por el spina bifida population: analysis of the HOX gene family
pacientes que padecen este proceso
problema de implantar un material forá- and human candidate gene regions implicated by mouse
referido a la etapa neonatal o infantil (ob-
neo en el cuerpo así como por los pro- models of neural tube defects. Am J Med Genet 2002;110:
viando en esta exposición las hidroce- 203-7.
blemas técnicos derivados del lugar don-
falias de origen en la edad adulta) pue- 10. Volcik KA, Blanton SH, Kruzel MC, Townsend IT, Tyer-
de se implanta), la obstrucción de la man GH, Mier RJ, et al. Testing for genetic associations
den ser clínicos o de neuroimagen. Así,
derivación (de mayor riesgo en el posto- with the PAX gene family in a spina bifida population. Am
se define clínicamente que un niño pa-
peratorio inmediato), el exceso de fun- J Med Genet 2002;110:195-202.
dece hidrocefalia cuando hay indicios de 11. Osborn AG. Neurorradiología diagnóstica. Madrid:
cionamiento (responsable de complica-
aumento de presión intraventricular ex- Mosby, 1996.
ciones como la hipotensión ortostática),
presados como una circunferencia cra- 12. Vaquero Crespo J. Neurología quirúrgica. Madrid:
las colecciones hemorrágicas sobre todo ALPE, 1988.
neal mayor de dos veces la desviación
subdurales pero también epidurales, la 13. Aldana PR, Ragheb J, Sevald J, Nathe K, Gonsalbez R,
típica correspondiente a su edad gesta- Morrison G. Cerebrospinal fluid shunt complications after
infección de la derivación (en los pri-
cional, natal o durante el primer año de urological procedures in children with myelodysplasia.
meros dos meses por estafilococos y
vida, o bien por pruebas de neuroimagen Neurosurgery 2002;50:313-20.
más tarde por bacilos gramnegativos), 14. Hall J, Solehdin F. Folic acid for the prevention of con-
(TAC y RM cerebral) cuando hay indicios
o los problemas clínicos causados por genital anomalies. Eur J Pediatr 1998;157:445-50.
de incremento de líquido intraventricular 15. Jobe AH. Fetal surgery for myelomeningocele. N Engl J
la propia derivación (como es la mayor
cerebral expresado como dilatación ven- Med 2002;374:230-1.
frecuencia de epilepsia en pacientes
tricular con un cociente anormal entre 16. Mazzola CA, Albright L, Sutton LN, Tuite GF, Hamilton
tratados con derivación que en los no tra- RL, Pollack IF. Dermoid inclusion cysts and early spinal
ventrículo lateral y hemisferio cerebral
tados), hacen que ésta no sea una solu- cord tethering after fetal surgery for myelomeningocele. N
(fig. 5).
ción perfecta25-27. Las mejoras en las téc- Engl J Med 2002;374:256-9.
17. Durham S, Sun P, Schut L. Malformación de Chiari e
nicas rígidas y endoscopios de fibra
hidrosiringomielia. Rev Neurol 1998;27:231-7.
óptica han permitido el desarrollo de la
Tratamiento neuroendoscopia, que proporciona una
18. Payner TD, Prenger E, Berger TS, Crone KR. Acquired
Chiari malformations: incidence, diagnosis, and manage-
El tratamiento de la hidrocefalia consiste alternativa a la derivación como es la ven- ment. Neurosurgery 1994;34:429-34.
en la derivación del LCR desde un ven- triculostomía del tercer ventrículo por vía 19. Häberle J, Hülskamp G, Harms E, Krasemann T. Cervi-
cal encephalocele in a newborn-Chiari III malformation.
trículo lateral a un espacio que puede ser endoscópica28. De todas formas esta téc- Case report and review of the literature. Child’s Nerv Syst
el peritoneo (derivación ventriculoperito- nica no es la solución para todos los ti- 2001;17:373-5.
neal) o la aurícula derecha (derivación ven- pos de hidrocefalia y debe plantearse sólo 20. Klekamp J, Iaconetta G, Samii M. Spontaneus resolution
triculoatrial) mediante la implantación de ante casos concretos. of Chiari I malformation and syringomyelia: case report and
review of the literature. Neurosurgery 2001;48: 664-7.
una válvula unidireccional. Las malforma- 21. Genitori L, Peretta P, Nurisso C, Macinante L, Mussa F.
ciones asociadas susceptibles de trata- Chiari type I anomalies in children and adolescents: mini-
miento quirúrgico deben resolverse tam- mally invasive management in a series of 53 cases. Child’s
bién al mismo tiempo. Nerv Syst 2000;16:707-18.
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