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CONSIDERACIONES TEÓRICAS
La distimia suele tener una duración más crónica (al menos 2 años), en el
ámbito cognitivo se caracteriza por baja autoestima, dificultad de concentración,
indecisión o desesperanza. El aspecto afectivo se caracteriza por animo deprimido y
fatiga-pérdida de energía. El nivel somático se caracteriza por pérdida de apetito e
insomnio/hipersomnia. Las ideas reiteradas de muerte y suicidio, de culpa o
inutilidad excesivas, la agitación o inhibición psicomotriz y la pérdida significativa
de peso suelen estar ausentes, y se asocian más a la depresión mayor que a la
distimia. La depresión mayor y la distimia se pueden asociar en las llamadas
"depresiones dobles".
Diversos autores han encontrado una relación entre los aspectos interpersonales
y el mantenimiento, urgencias, y recuperación del paciente depresivo. De esta
manera se han encontrado factores como la vulnerabilidad depresiva y la falta de
una relación de confianza con el conyugue, las críticas hostiles del conyugue y las
peleas matrimoniales como antecedentes de los episodios depresivos. En sujetos
depresivos puede encontrase problemas conyugales más duraderos y previos.
Los pacientes depresivos suelen mostrar también un estilo interpersonal de relación
menos competente. Suelen hablar negativamente de sí mismos reflejando su falta
de autoestima.
El clínico preguntará al paciente y familiares sobre el estado de sus relaciones y
cambios recientes habidas en ellas.
Las exigencias pueden ser comparadas con las preferencias usando el método
de la T.R.E.C de Ellis; pueden ser abordadas representandolas en dos sillas donde
entablan un dialogo; comparadas por medios imaginativos, etc.
Los niveles altos de tipo depresivo suelen requerir por lo general la intervención
inicial de fármacos y medidas conductuales iniciales. A mayor nivel de depresión
más necesidad de medidas farmacológicas-conductuales. En la terapia se puede
proponer al paciente un programa de actividades conductuales progresivos. Se
invita al paciente a registrar sus actividades diarias durante una o dos semanas,
anotando en cada una de ellas el grado de dominio de las mismas(0-10) y el grado
de placer de la misma (0-10). El paciente junto con el terapeuta puede elegir
después las actividades con puntuaciones más altas y programarlas en horarios
semanales. Con esta medida se trata de aumentar el repertorio de actividades
agradables y de dominio del paciente, de modo que disminuya el estado depresivo.
En pacientes con baja habilidad para las relaciones sociales que sufren de
depresión se les pueden aconsejar medidas básicas para facilitar sus interacciones
sociales como el propio arreglo personal y el inicio y desarrollo de conversaciones.
Esas intervenciones son más efectivas en sesiones de rol-playing en la consulta con
modelado de las mismas. Si hay un déficit excesivo en estas conductas la terapia a
largo plazo centrada en el entrenamiento de habilidades sociales puede ser
aconsejada. En el formato P.C.U se le puede introducir al sujeto el concepto de
habilidades sociales y su relación con su depresión, e indicarle las nociones básicas
de la misma.