Está en la página 1de 159

SEMINARIO PSICOSIS

1
CLASE N°1

CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO PSIQUIÁTRICO. LA MOSTRACIÓN PSIQUIÁTRICA DE


ENFERMOS.

Profesor: Piazze, Gastón.

La mostración psiquiátrica de enfermos tiene un objetivo didáctico, pedagógico, que busca


enseñar un conocimiento. Deducir los signos semiológicos en el marco de una entrevista con un
paciente.
La mostración psiquiátrica de enfermos es una práctica especializada dentro de una campo mas
amplio que es el de la mostración de enfermos a secas, en el campo de la medicina, en el campo de la
clínica médica, participa de los mismos ejes estructurales que la mostración de enfermos en el resto del
campo de la medicina. En ese sentido el responsable de dirigir la mostración psiquiatrica individual,
concreta, de un caso, intenta localizar y producir los signos semiológicos tanto en el discurso del
paciente, en su mayoría, como en el comportamiento observable del paciente, en menor número. Pero el
verdadero interlocutor, a quien se dirige, en su búsqueda de transmisión de conocimiento, es un público,
conformado por estudiantes o por legos en la materia, un público de alumnos ante los que se busca
legitimar un saber ya establecido, ratificar un conocimiento o transmitirlo.
Esta práctica no se produce en cualquier contexto sino que se da en el ámbito de la institución
hospitalaria. Tenemos así a los cuatro integrantes de esta disciplina: el doctor, el médico en calidad de
docente, que entrevista a un paciente ante un público que permanece en silencio a lo largo de la
entrevista, que oficia de coro mudo, el paciente, que en calidad de objeto ilustra una clínica, la clínica
psiquiátrica, algún aspecto de la clínica psiquiátrica. El público, como tercer protagonista y la institución
hospitalaria.
Como les decía, esta práctica tiene un objetivo didáctico, la transmisión de un bagaje conceptual:
los signos semiológicos; pero también de un saber hacer, no solamente es un saber acumulativo el del
conocimiento del los signos, de las diferentes maneras del padecer mental, las diferentes enfermedades
mentales, sino también se transmite y de una manera no tan formalizada un saber hacer, un saber dirigir
la entrevista: saber orientar al paciente para que surjan los signos propios, típicos de alguna manera del
padecer, maneras discretas, maneras estables reconocibles, predecibles del padecer. Queda reducido
con su abordaje a la medicina, reducido a categorías comparables.
Los signos semiológicos, ¿cómo los podemos definir?, forman parte del objeto de estudio de la
semiología médica. Disciplina de la medicina, rama de la medicina que se dedica al estudio de las
manifestaciones morbosas que permiten distinguir las enfermedades. Un signo semiológico puede ser
definido como un haz, un conjunto de elementos invariantes en la medida en que se presentan
asociados, que tiene como conjunto carácter de signo en la medida en que están en el lugar de otra
2
cosa que lo acostumbrado, en el lugar de lo acostumbrado, en el lugar de lo que se considera normal. El
ejemplo clásico en el campo de la medicina, de un signo semiológico es el de la ictericia o coloración
amarilla de la piel y de las mucosas, es un signo en la medida en que esta en lugar de otra cosa que es
lo acostumbrado, ¿por qué?, porque esta en el lugar de la coloración rosada de la piel. Pero no
solamente por estar en el lugar de lo acostumbrado sino porque no tiene un carácter efímero, para
constituir una manifestación de un signo semiológico debe ser un conjunto de rasgos invariantes pero
que no constituye un hecho fugaz singular en la vida de una persona, sino que debe permanecer en el
tiempo, debe ser repetitivo, tanto en la vida de una persona tiene un carácter de invariante individual, o
sea se lo reconoce en diferentes momentos de una vida de una persona pero también tiene carácter de
invariancia transindividual, porque para que ciertas manifestaciones merezcan ser elevadas al rango de
signos semiológicos tienen que poder ser detectadas no sólo en individuos sino en otros.
Entonces, rasgos invariantes, que sustituye a lo acostumbrado considerado normal, que tiende a
repetirse en un individuo y que puede ser reencontrado en otros individuos, ubicado a su vez en el
marco de un despliegue en el tiempo predecible, pautado, no único. No solamente no es efímero sino
que tampoco los signos semiológicos son singulares en el sentido de unicidad, sino que se presentan
agrupados. Nunca un signo semiológico se presenta aislado, lo que ha son signos semiológicos que
tampoco se despliegan de manera azarosa. Los signos semiológicos tienden a agruparse o a excluirse
de manera típica. O sea que entre ellos, los diferentes signos que son discretos, o sea finitos, en un
numero finito pueden mantener relaciones de conjunción o de disyunción. Así como tenemos en el
campo de la clínica médica la ictericia, en el campo de la clínica psiquiátrica tenemos por ejemplo la
obsesión. Esta en principio es un signo semiológico pero como tal desde el punto de vista de esta
disciplina, de la semiología, tiene interés en la medida en que mantiene relaciones de conjunción o de
disyunción. Así en la obsesión es muy probable que se presente acompañada de rituales, son dos
signos semiológicos que va de la mano, no obstante la obsesión es improbable que se presente de
manera conjunta con una idea prevalente. La percepción delirante, como signo semiológico no se va a
presentar de manera conjunta con la obsesión, vuelve improbable que podamos localizar, producir la
irrupción, hacer que surga la obsesión
De esta manera arribamos a la idea de que los signos semiológicos no son un agregado, un
montón de elementos como aquellos que se juntan porque paso el viento de manera imprevisible, no,
tienen un carácter sistemático, mantiene una relación de sistema por estas relaciones de conjunción o
de disyunción.
Para el psiquiatra entonces en la naturaleza del padecimiento mental se encuentran ciertas
tipicidades, se puede asociar la amnesia lacunar histérica con un ritual, no así la amnesia lacunar
histérica y la ecopraxia; o las vivencias delirantes primarias que son signos semiológicos de la demencia
precoz, que integran el gran campo de la locura, una de las categorías principales de la locura.
Este conjunto de signos que mantienen una relación de sistema permiten hablar de códigos, el
psiquiatra puede construir un código, este constituye aquel saber acumulativo que busca transmitir en la
3
mostración psiquiátrica, a partir de su habilidad para hacer aparecer los signos en el dialogo con un
paciente, ante un auditorio que espera de la exposición, la mostración de estas huellas en el decir y en
el hacer del paciente que habla de un sentido.¿Cuál es el sentido? ¿de que hablan en un sentido
metafórico?. Ciertos gestos, pero sobre todo, ciertos elementos que gradualmente, de manera paulatina
el paciente despliega en sus confidencias. Confidencias donde vamos a buscar la gran masa de los
signos semiológicos que interesan a esta disciplina. ¿Cuál es el sentido?. El sentido de los signos,
porque la estructura del signo es la sustitución, sustituye a algo que es lo acostumbrado, ahora, el
sentido del signo es el de una enfermedad.
Los signos semiológicos tienen como sentido, algunas de las diferentes formas de las
enfermedades mentales. No hay un carácter univoco, exacto, entre un signo y una enfermedad mental.
Hay puntos de intersección hay ciertos signos que no permiten dirimir claramente entre una enfermedad
y otra, en términos de la psiquiatría clásica. Así las ideas delirantes están el la zona de intersección
entre ciertas formas de la demencia precoz y la paranoia.

Demencia precoz

Ideas delirantes

Paranoia

No hay signos patognomónicos, signos que por si solos reenvían a una sola y única enfermedad.
El psiquiatra en la practica de la mostración de enfermos actualiza un ejercicio diagnóstico,
porque en esa entrevista, donde poco a poco, va a lograr ubicar los elementos decisivos, decisivos para:
en el marco de un diagnóstico pasar del nivel del síndrome al nivel de la enfermedad, a partir de un
conjunto de signos que localiza, con su habilidad de entrevistador puede arribar al diagnóstico de
síndrome o en el mejor de los casos de enfermedad. El psiquiatra de esta manera, en un momento dado
puede arribar al diagnostico de psicosis, en términos clásicos, del campo central de la locura, pero
puede ocurrir que no tuviera los elementos suficientes para distinguir si se trataba de una locura
maníaco depresiva o de una demencia precoz en una forma maníaca. La locura maníaco depresiva en
sus rasgos más bastos, mas groseros se caracteriza por la sucesión de estados de exaltación y de
depresión del animo. Hay ciertas formas de la demencia precoz que atraviesan estados de excitación, si
es el caso de un paciente en el que se detectan elementos indicadores de psicosis y hay un estado de
excitación y todavía no se han recolectado todos los elementos clínicos, es posible que arribemos al
diagnóstico de síndrome. Un síndrome psicótico. El síndrome es un conjunto de signos que marchan
juntos en el tiempo, que corren juntos (sindromos : corren juntos), y que tiene como posibles causas un
4
número finitos, limitado de causas. Así si yo detecto un estado de lucidez y de tranquilidad, estado de
conciencia lúcida, de ausencia de somnolencia y detecto ideas de algo con referencia, marcadas por
una certeza, detecto vivencias delirantes primarias, representaciones delirantes, podré hacer el
diagnóstico de psicosis, en términos del síndrome. Pero dentro de la psicosis tenemos diferentes
cuadros, es un momento del diagnóstico. Así la detección de alucinaciones y de ideas delirantes en el
marco de un estado de excitación puede permitir al entrevistador descartar determinadas categorías y
centrarse en otras, por ejemplo, que piense que se trate de un síndrome psicótico agudo y pensar en el
comienzo de la locura maníaco depresiva, en una presentación de la demencia precoz, en una
intoxicación con cocaína, una intoxicación con corticoides en una paciente que está en tratamiento por
una enfermedad autoinmune. Esto implica un campo muy amplio donde las causas son de orden muy
heterogéneo. He nombrado patologías primarias, y patologías secundarias a causas médicas (la
intoxicación por el corticoide o la intoxicación con una sustancia de curso ilegal).
La mostración psiquiátrica de enfermos es una práctica que encuentra su momento de máximo
esplendor en la segunda mitad del siglo XIX, en el marco del llamado paradigma de las enfermedades
mentales o de la psiquiatría clásica, en el cual encontramos la obra de Emilio Kraepelin, de la escuela
Alemana. La mostración psiquiátrica de enfermos mostraba transmitir los modos de producir las
diferentes presentaciones de los signos semiológicos, índices de diferentes maneras del padecer que
llevaba en ese momento el nombre de diferentes especies de enfermedades mentales. Las verdaderas
especies en relación a la búsqueda que afanaba a los alienistas, figuras del periodo anterior, del
paradigma de la alineación mental. Las enfermedades mentales eran atribuidas a causas orgánicas
fundamentalmente, causas lesionales, causas tóxicas tanto de origen endógeno como de origen
exógeno, causas degenerativas, constitucionales. La mostración psiquiátrica entonces tiende a tratar de
enseñar las huellas de accidentes finalmente en el cerebro, o en el cuerpo que repercuten en el cerebro,
pero de orden orgánico.
Los actores de esta práctica, los psiquiatras del periodo clásico se interesaban por localizar estos
indicadores, desentendiéndose de lo que podríamos llamar la relación del enfermo con estos fenómenos
que en un momento dado hacían irrupción en su vida psíquica. El psiquiatra entonces no se interesa por
la relación que puede establecer el enfermo con esos fenómenos de su vida psíquica, con las
obsesiones, con la irrupción de vivencias delirantes primarias, con la irrupción de los rituales, o con la
ceguera histérica. Este desentendimiento no era un capricho, no era sinónimo de negligencia, no era
falta de humanidad, sino que debe ser entendido en el marco de lo que podríamos llamar la articulación
entre el fenómeno y lo que lo determina, debe ser entendido a partir dela concepción de que estos
científicos tenían acerca de las relaciones que habían entre la manifestación y la causas de la
manifestación. Para estos científicos la causa de estas maneras típicas de la vida psíquica perturbada
residían a nivel del cuerpo cerebral, del fundamento físico, cerebro como soporte de la vida mental, y
concebían una vez hecho el diagnóstico, al recurso terapéutico como un recurso que no era necesario
tomar en cuenta la relación del enfermo con sus producciones patológicas, relación que si va a ser
5
objeto de interés del psicoanálisis. La posición del enfermo, la respuesta que da el enfermo a ciertas
producciones patológicas.
En el artículo a leer, la profesora Torres y Piace, le dan cierre citando una mostración psiquiátrica
de enfermo transcripta, llevada a cabo por un neurólogo insigne, que tubo mucha importancia en la vida
académica y conceptual de Freud: Charcot Jean Martín, neurólogo de importantes aportes en la
segunda mitad del siglo XIX, figura fundadora de lo que se llamó la escuela de Salpetriere, esta era un
hospital de mujeres, este neurólogo recibe a su cargo las salas de las enfermedades nerviosas y se
interesa paulatinamente por la histeria. En el marco de lo que paso a la historia como “Las lecciones de
los martes” de Charcot, que se destaco por su amor a la clínica a la que cultivo con ardor y rigor, rigor
que tubo consecuencias inesperadas sobre la fundación del psicoanálisis y paradójicas.
Los profesores seleccionaron una mostración de enfermos del 21/02/1886,en la que el paciente
mostrado es un púber, de 14 años, un muchacho de provincia, que llega a la consulta de Charcot,
acompañado por su madre y por su médico. Charcot decide elegirlo para su espacio de las lecciones de
los martes por que es un caso que permite la enseñanza de algún aspecto clínico. Lo selecciona
justamente porque le permite legitimar una hipótesis, intentar demostrar una vez más la hipótesis que es
la de la existencia de la histeria masculina. Charcot a esa altura de sus desarrollos clínico teóricos ya
había arribado a la hipótesis de que la histeria no es simulación, no es capricho, la histeria es una
verdadera enfermedad que merece nuestro crédito, merece que la tomemos en cuenta y que
busquemos curarla, lo que hace Charcot, es recuperar el estatuto de verdadera enfermedad para la
histeria y entre otras cosas también postula la existencia de la histeria masculina, cuestión muy discutida
hasta ese momento, utiliza el caso de este joven para tratar de, ante los alumnos, legitimar la existencia
de la histeria masculina; para ello tiene que buscar, localizar, los signos semiológicos de la histeria.
Hace un pequeño raconto, se trataba de un joven internado en un colegio que desde hacia un
mes presentaba crisis nocturnas consistentes en episodios de ahogo que llamaríamos como diseña y
rigidez de los miembros. Charcot sugiere la extracción del muchacho de la escuela, o sea de entrada lo
que realiza es la prescripción de un aislamiento, se lo saca de la escuela y se lo interna en un servicio
acorde a su edad y a su sexo. En el marco de la mostración el autor describe los episodios que se
renovaron, se repitieron ahora en la internación hospitalaria. Lo que plantea el autor es que este
muchacho presento una continuidad y perfeccionamiento adecuado. Porque a la crisis de diseña, se
agrego la producción de lo que Charcot denomina el arco en círculo, hiperextención dorsal acompañada
de la rigidez de los miembros y la tendencia a quedar apoyado en la superficie con la cabeza y con los
talones. Charcot también transmite otro de los rasgos semiológicos del cuadro, no lo explicita, pero
podemos advertir que si lo aísla en realidad una de las cuestiones que intenta evitar, es el contagio. La
histeria se caracteriza por su facilidad de contagio, tiene un carácter epidémico, Charcot plantea la
sucesión de tres signos semiológicos la diseña, la rigidez de los miembros y la producción de los arcos
en círculo, sumado a elementos negativos: la ausencia de signos neurológicos que indiquen un posible
trastorno neurológico lesional o infeccioso, por ejemplo propio de una encefalitis o una lesión del sistema
6
nervioso central. Atestiguado porque estos signos tiene un carácter claramente crítico, aparecen y
desaparecen, la rigidez de los miembros es episódica.
Estos elementos clínicos tienen un carácter repetitivos, y Charcot los considera de manera
individual y transindividual, independiente del interlocutor con el que se encuentra en muchas ocasiones,
como ejemplo extremo de que estas manifestaciones tienen el estatuto de una verdadera enfermedad y
que son independientes del interlocutor, cuestión que se da cuestionada a partir de los desarrollos de
Freud, y que permitirá echar luz sobre la causa de la histeria, pero tendiente a mostrar el carácter
natural, automático en el sentido de un automatismo fundado en algún desorden del sistema nerviosos
central. Muestra un cuadro del siglo XVIII al auditorio, para argumentar acerca de la estabilidad en el
tiempo entre un individuo y otro del mismo cuadro. Es una pintura en al que se ve a un endemoniado
siendo exorcizado por un cura. Se ve un discípulo sostenido por otra persona y siendo exorcizado por el
sacerdote. Charcot intenta sostener que el signo semiológico muestra una invariabilidad independiente
del discurso con el que se lo aborda, en este caso el discurso con el que lo aborda Charcot es el de la
medicina.
Una vez establecido el diagnóstico Charcot, le dice al jovencito, que se deje de historias, que
convenza a su madre de que le permita permanecer durante un cierto tiempo en el hospital., diciéndole
que no la va a pasar peor que en el colegio, y luego se dirige a la madre, y lo que se a rescatado de la
transcripción de la mostración es que la madre dice “ya perdió tantos días de clase”, lo que le dice a la
madre es que sino lo deja internado este cuadro se repetirá indefinidamente, que si lo interna y puede
ser tratado con baños de agua, hidroterapia, seguramente para pascuas podrá estar de nuevo en su
casa y en la escuela. Lo que podemos subrayar en realidad es que justamente no interesa lo que pueda
decir de que manera comenzar, que le paso antes de la aparición del primer ataque, que se le ocurre
sobre las características del ataque a quien lo padece.
En este caso la condición de objeto del paciente está redoblada por su condición de niño que la
psiquiatría ayuda a restituir a su lugar de objeto pedagógico, objeto de enseñanza, que lo que importaba,
lo único que dice la madre es que no siguiera perdiendo clases.
Lo que propone Charcot es el aislamiento y curas de aguas, sumado a una vida ordenada a un
régimen de actividades, en donde las instrucciones, las diversiones del joven estuvieran debidamente
balanceadas de acuerdo a ciertos preceptos de higiene moral.
La mostración psiquiátrica, entonces tubo su momento hegemónico hacia fines del siglo XIX, en
la segunda mitad del mismo, hasta su momento culminante en el cambio de siglo, para ir
paulatinamente, durante todo el siglo XX perdiéndose. Si bien la psiquiatría de todo el campo de la
medicina, aún en la actualidad es la rama que más conserva, justamente el interés par lo que se pueda
obtener de la confidencia del paciente, con el avance inexorable de las técnicas de producción de
diferentes fármacos, ese ejercicio en el que el docente y el alumno se encontraban para aprender de los
matices sutiles que se desprenden de la palabra o del comportamiento del enfermo, se fue perdiendo, la
clínica psiquiátrica se empobreció. En la medida en que prevalecían ciertos sistemas de clasificación
7
muy generalizantes y de categorías muy a grandes rasgos. No obstante lo cual todavía era la
especialidad en la que más se lo hace hablar al paciente sobre lo que lo aqueja..
La mostración se perfecciona en el segundo paradigma de la construcción del edificio
psiquiátrico; el primer paradigma: el de la alineación mental abarca desde los últimos años del siglo
XVIII, hasta aproximadamente 1854/56. momento en el que la futura psiquiatría buscaba establecer las
diferentes especies de un género único: la locura.
Van a ver en los prácticos clínicos una trascripción de una mostración psiquiátrica de uno de los
autores que responde al primer paradigma, que es Esquirol. Discípulo de Pinel, quien es considerado en
ciertas perspectivas históricas, como el fundador de la psiquiatría. De su mostración, no solo vamos a
poder desprender estos ejes que permiten aprender la estructura de este dispositivo que es común en
las diferentes etapas de la construcción del edificio psiquiátrico. Estos 4 protagonistas, el objetivo, lo
vamos a encontrar en las diferentes etapas de la construcción del edificio psiquiátrico. En la primera: el
periodo de la alineación mental; en la segunda: el periodo de las enfermedades mentales, que abarca
aproximadamente hasta 1911, momento en que Bleuler publica su monografía sobre las esquizofrenias,
y la vamos a encontrar en el marco de una decadencia progresiva, como ejercicio clínico, en el periodo
de lo que llamamos la era psicodinámica, que se abre a partir de fines de siglo, que tiene a Bleuler como
uno de los principales exponentes, y abarca la primera mitad del siglo XX.
Lo que más allá de los rasgos comunes que tiene la mostración psiquiátrica en cada uno de
estos paradigmas, si la lectura de la mostración de Esquirol, de una cortesana de la época de la
revolución, que de cortesana se transforma en revolucionaria, una mujer muy particular, una prostituta
de lujo que se transforma en revolucionaria, termina asilada y es utilizada como caso para enseñar
ciertas especies dela locura.
De la mostración de Esquirol, de la mostración de Kraépelin además de los rasgos generales,
podemos detectar justamente los rasgos que hacen al síntoma (signo semiológico en cada etapa), hay
matices que permiten detectar al alienista, que le permiten detectar al psiquiatra o al psicodinamista, que
le permiten construir sus signos en cada etapa.
La mostración psiquiátrica de enfermos al igual que la mostración de enfermos en sentido más
amplio ubica como rama soberana de la medicina a la clínica. Esta como un saber sobre las
manifestaciones típicas de diferentes modos del padecer tiene su origen más atrás, considerada a partir
de los trabajos de Sydeham, quien es pensado como el padre de la medicina moderna.
La apropiación del campo del padecer por la ciencia, la reducción del padecimiento, comienza a
fines de siglo XVII, los inicios de la medicina científica. Uno de los itos fundamentales es la obra de
Thomas Sydenham, en particular el tratado de la gota.
En la segunda mitad del siglo XIX, es solidario de la concepción de la enfermedad, esta consiste
en una correlación definida entre una causa definida, que produce en un órgano o en un sistema una
lesión típica, gracias a un mecanismo establecido, esta lesión determina los signos que permitirán
formular un diagnóstico, que dará paso aun tratamiento de la causa. Esta definición va atravesando las
8
diferentes disciplinas de la medicina. La rama de la medicina que se dedica al estudio de las causas
definidas es la etiología,; la rama que se dedica al estudio de las lesiones típicas de los órganos es la
histopatología; la rama que aborda los mecanismos enfermos es la fisiopatología. La manera en que se
producen las perturbaciones, a partir del mecanismo desviado es objeto de interés de la patogénia y
sobre los diferentes modos del curar se ocupa la terapéutica.

Bibliografía:

 Extensión 7 : la mostración psiquiátrica de enfermos. Torres y Piace, pag 109


 Optativa: lección N°3: demencia precoz. Kraepelin. Introducción a la clínica psiquiátrica.
 Optativa: presentación Capitulo 3. Automatismo mental paranoia. Declerambaut.

9
CLASE N°2

INTRODUCCIÓN A LA CLÍNICA DE LA PSICOSIS

Profesor: Justo, Alberto.

En este seminario vamos a abordar los modos de presentación de la psicosis, cómo abordamos
esta problemática de que es acerca de como se presenta. Algo de esto ustedes ya saben, y es que
desde el psicoanálisis hay tres estructuras clínicas que tomamos como referencia, que son la neurosis,
la psicosis y la perversión. Dentro de cada estructura clínica hay distintos modos de presentación, así
como en el campo de la neurosis se presenta bajo la modalidad de la histeria, la neurosis obsesiva y la
fobia, en la psicosis tenemos distintos modos de presentación, pero algo tiene en común, que
justamente permite agruparlas dentro del campo de los que es la psicosis.
A lo largo del año vamos a ir desarrollando estas formas de presentación, como se presenta
clínicamente una esquizofrenia, una paranoia o una melancolía, o una psicosis. Ustedes saben que se
llaman de diferentes maneras Todas ellas tienen algo en común que permite agruparlas. Y si nos
orientamos en la clínica freudiana, lo que permite agruparlas es justamente, lo que Freud llama el
mecanismo formador del síntoma. O sea que más allá de la diversidad de la presentación clínica, hay
algo común que responde al mecanismo. La otra forma que determina la presentación clínica, es el otro
factor que aborda Freud, que es el concepto ligado a la etiología sexual. Eso si abordamos a la psicosis
dentro del campo del psicoanálisis.
Como ustedes saben, Freud inventó un dispositivo que responde a las exigencias dela neurosis.
Posteriormente, ya avanzada la obra de Freud, pudo llevar a su campo la problemática de la psicosis.
En los comienzos Freud era bastante escéptico con respecto a las posibilidades que el dispositivo tenía
para abordar la problemática de la psicosis. Si bien se adecuaba al modelo de la neurosis, para la
psicosis Freud la podía abordar desde la formalización, o sea poder teorizar y poder entender de que
manera se presentaba la psicosis, o sea los problemas que la psicosis detentaba. Pero a la hora de
pensar los modos de intervención del síntoma en el campo de la psicosis no se adecuaban al dispositivo
analítico. Recién con Lacan vamos a poder abordar, este costado, esta deuda que queda pendiente con
Freud, acerca de que manera se puede intervenir, desde el dispositivo analítico, en la problemática que
el síntoma psicótico plantea. Hay un punto importante para comentar, que es tratar de empezar a
interrogar: ¿cuáles son las condiciones de posibilidad para que un dispositivo de palabra, (nuestro
instrumento es la palabra) pueda estar a la altura de la exigencia que plantea poder intervenir en lo real
del sufrimiento de alguien?, sea en la modalidad que fuere, porque si uno lo aborda desde el sentido
común podría decir, que todos usamos la palabra, la palabra es algo que utilizamos en lo cotidiano.
Ahora en que condiciones de posibilidad la palabra empieza a tener cierta potencia, cierto valor diferente
a lo cotidiano, para que pueda intervenir en lo real del sufrimiento de alguien.
10
Por ejemplo en el campo psiquiátrico o médico, hay una coherencia entre una noción causal, que
se sitúa en lo orgánico, permite un modo de intervención que se sitúa en el mismo registro. La causa a
nivel de lo real se corresponde con una intervención también desde lo real. Desde lo real, el organismo y
el modo de intervención es el psicofármaco. Ósea que hay una coherencia entre la concepción causal y
el modo de intervención. Lo mismo si pensamos una intervención desde el campo social, si uno sitúa la
causa a nivel de los social, es pertinente y lógico que las intervenciones sean solidarias de esta hipótesis
causal. En este sentido Freud encuentra una coherencia entre suponer una causa a nivel de los sexual y
la palabra, que era el modo de intervención que Freud establece en el dispositivo analítico. Pero si uno
aborda esta problemática, no es evidente la relación que hay entre los sexual y la palabra. Freud la
supone a esta relación. Porque la hipótesis causal que Freud mantiene es la de la etiología sexual,
fundamentalmente ligado a la etiología. Pero también, y esta es la vuelta que le encuentra Freud,
supone una causa a nivel del mecanismo. Entonces el dispositivo analítico que instaura Freud,
fundamentalmente sostiene que el costado de la intervención del dispositivo analítico a partir de la
palabra, pero fundamentalmente ligado al mecanismo psíquico, que esta ligado a la representación,
como la represión actúa sobre la representación. Entonces ahí se abre un campo fecundo como para
pensar un modo de intervención en el mismo registro, en el registro de la representación. Esta es toda la
teoría de poder introducirse en el campo de un saber no sabido, que es como se define el inconsciente,
y el estatuto que el sujeto tiene en ese saber no sabido. Ahí hay una coherencia.
Siempre esta doble dimensión causal le planteó un problema, justamente en el campo donde el
despeja, y eso es lo que le permite llevar la psicosis a su campo, es cuando plantea también una causa
sexual en el campo de la psicosis, que Freud la generaliza al plantear su hipótesis en el caso Schreber,
donde plantea que la causa de la psicosis es un avance de la libido homosexual, o sea que la etiología
al igual que en la neurosis responde a una etiología sexual. Pero con respecto al mecanismo ahí Freud
no da respuesta, intenta por el complejo materno, intenta por la proyección, intenta por varios costados,
por el mecanismo de defensa. Pero no logra establecer un mecanismo específico, por lo tanto ahí uno
puede ver cual es la falla, porque justamente a nivel del mecanismo no encontraba cual era específico
en la psicosis. Esto es lo que retoma Lacan, para justamente poder continuar los pasos freudianos y
encontrar un mecanismo para la psicosis. Recién ahí se puede empezar a hablar de un tratamiento
posible.
Muchos pos freudianos intentaron siguiendo la línea de Freud, criticándolo o inventando nuevas
modalidades, pero no se podía avanzar porque justamente desde el lado del mecanismo no se
encontraba una coherencia que abriera la posibilidad de una intervención en el dispositivo.
Lo que nosotros vamos a tratar de hacer en este seminario es, abordar estos problemas desde
los diferentes casos, que han intentado de alguna manera sortear los atolladeros que la psicosis plantea.
La locura, en términos generales, es una problemática que a planteado obstáculos a todos los
discursos que intentaron abordarla, no solamente el psicoanálisis, también la locura es un problema para
la psiquiatría; la locura también es un problema para el discurso religioso. Siempre la locura a tenido
11
actualidad, tal vez porque halla algo que permite cierta solidaridad entre la locura y el discurso actual,
porque la locura siempre está a la altura de la época, es lo primero que llega a los cambios discursivos
que se dan en la época, en ese sentido es como que los locos están un paso adelante, y algo de ello en
el saber popular ya está planteado, por eso siempre a generado cierto sector hasta de fascinación.
Nosotros nos alejamos de este efecto de fascinación, y tratamos de abordarlo por el costado de
la formalización. Cómo poder entender la problemática que la locura plantea en sus diversas
presentaciones. Y para abordar sus diversas presentaciones nos vamos a orientar en un discurso que es
el más logrado en lo que respecta al modo de presentación. Un discurso que ha tratado de abordar
hasta los mínimos detalles, finalmente lo ha hecho muy bien. Lógicamente, sistemáticamente, y el
psicoanálisis se ha valido de esos modos de presentación y de ese discurso que es el discurso
psiquiatríco.
La psiquiatría, sobre todo la semiología psiquiátrica, y no cualquiera sobre todo la semiología
clásica, ha abordado este modo de presentación de una manera muy acabada, pero con dos grandes
escuelas, la escuela alemana y la francesa, también esta la escuela anglosajona, la americana y la
italiana. Nosotros nos vamos a adentrar fundamentalmente en la escuela francesa y en la escuela
alemana.
¿Qué es lo que la diferencia a una escuela de la otra?. La escuela alemana fundamentalmente
aborda los grandes problemas clínicos: el problema del diagnóstico: ¿cómo se diferencia una
esquizofrenia de una paranoia, de una melancolía?. En cambio la clínica francesa se va a centrar en el
detalle clínico, fundamentalmente en el síntoma, y para nosotros el síntoma es una brújula, por eso
prestamos mucha atención a la clínica francesa. Entonces los modos de presentación los vamos a ver
haciendo un contrapunto entre las dos clínicas.
Vamos a ver cuales son los criterios que ellos utilizan y como van delimitando la forma en como
se presentan los síntomas.
El seminario de hoy es un poco la introducción, porque justamente vamos a retomar como se
combina lo práctico, de cómo se enseñó la problemática de la psicosis, en el campo de la psiquiatría, y
como se valió Lacan de estos ejercicios prácticos para poder lograr una transmisión, una enseñanza de
cómo el psicoanálisis intenta estar a la altura de la exigencia que plantean los problemas clínicos de la
psicosis. Y para ello Lacan tomó, un ejercicio práctico que es la mostración de enfermos. Sobre de lo
que se trata es de ensañar, de mostrar los síntomas para que los alumnos aprendan a reconocer como
se presentan esos síntomas. Lacan toma este ejercicio pero lo transforma, de una manera tal que
permite justamente poner a prueba las nociones teóricas que se han creado para argumentar los
fenómenos de la psicosis. En ese sentido se invita a hablar a alguien, a tener una entrevista, para que
allí se pueda desplegar todo lo que podemos decir en términos generales, lo que se da a nivel del
circuito de la comunicación. Lo que se intenta establecer, es lo que se llama un dispositivo de palabra, o
sea una entrevista. Ya esto es alejarse un poco del sentido común, porque aún hoy el sentido común
nos lleva a pensar que no se podría hablar con un loco, que alguien que se pone a hablar con un loco,
12
en determinadas condiciones, como puede ser en público se va a meter en problemas. Ya tener un
contacto con un loco es un problema. Han pasado 150 años desde que la psiquiatría pudo instaurar a la
locura como una enfermedad, pero aún hoy la locura sigue teniendo ese carácter enigmático
incalculable, donde el sentido común se plantea eso. O el otro costado, el de la idealización, en ese
sentido todos encontramos cierto refugio en la locura, como una forma de escape.
Ya planteada una entrevista con alguien, que podríamos decir se inscribe dentro de la gran
categoría que es la locura, ya es algo que permite, justamente, tomar una distancia del sentido común. y
si hay algo que tenemos que hacer nosotros es tomar un poco de distancia del sentido común, este nos
ayuda a poder vivir, a poder establecer lazos sociales, pero a la hora de poder llevar una práctica ligada
a un objetivo psi, implica salir del campo de la ingenuidad.
En este sentido la presentación de enfermos, es un dispositivo que pone a prueba eso, ¿de que
manera lo pone a prueba?. Lo pone a prueba como en cualquier entrevista preliminar, que ustedes va a
presenciar en cualquier consulta. Ustedes van a presenciar lo mas cercano a lo que podría ser una
entrevista analítica, más allá de la experiencia que cada uno tenga en un dispositivo. La presentación de
enfermos es lo más cercano que ustedes pueden conocer en lo que respecta a una entrevista, donde se
invita a alguien a hablar sobre las razones por las cuales se ha llegado aun punto, donde esa persona
necesitó ser asistida por el otro.
Freud, quiso abordar desde un costado muy importante para nosotros que es la dimensión
subjetiva, pero ¿qué de la dimensión subjetiva?, lo que implica la responsabilidad. Si hay algo que nos
describe como sujetos psíquicos, a nivel de las significación, nosotros lo que abordamos es la
problemática por el costado de la responsabilidad, como alguien puede hacerse responsable de su goce,
de su satisfacción, no responsable de sus obligaciones, para eso está, la sociedad, el superyo, la
conciencia.
Ahora al plantear una problemática ligada a la etiología sexual, nos metemos en un terreno, que
implica la satisfacción, y justamente el psicoanálisis supone ahí una responsabilidad. Cómo cada cual,
cómo cada ser hablante se las arregla con la satisfacción. Y el campo de la psicosis no está exento de
este problema; también en el campo de la psicosis, está el problema de cómo alguien se hace
responsable de la satisfacción. Pero el hecho de que alguien tenga que estar internado, ya supone que
algo ahí no funciona, algo está arruinado. Cuando el otro se hace cargo de eso que el propio sujeto no
puede tomar a su cargo.
Existe una figura jurídica que, justamente, nombra este punto de falla a nivel de la
responsabilidad, que es el concepto de peligrosidad. Cuando alguien es peligroso para si y para
terceros, ya que no se lo puede calcular. Esta es la figura jurídica que determina, que alguien contra su
voluntad pueda ser internado. El trabajo que ustedes están viendo con “El loco de la república” esta
planteando una particularidad, que es como se tienen que combinar dos discursos para que la locura
tenga estatuto legal y a nivel conceptual. Porque no basta la psiquiatría, no basta el psicoanálisis, ni
basta el discurso jurídico solo se tienen que combinar dos discursos para que la locura adquiera un valor
13
diferente. Y esto es algo que aún se mantiene. Los pacientes que hoy están internados tienen que
combinar los dos discursos.
Es en este contexto donde alguien es objetivado a la mayor potencia, por estos dos discursos, el
científico y el jurídico. El científico encargado de la figura del psiquiatra, y el jurídico encargado de la
figura del juez, llevan a un punto de mayor objetivación de alguien, de la subjetividad de alguien. El
psicoanálisis encontró una brecha para poder introducir algo de su práctica y que es ese algo que marca
la singularidad que produce el psicoanálisis en el campo de la psicopatología. Bueno ese algo es,
justamente, como alguien desde la singularidad puede arreglárselas con la satisfacción, puede o no.
Porque cuando pesquisamos que no se puede arreglar con la satisfacción, ahí lo que encontramos es,
justamente, como eso se expresa. Se expresa a través de los síntomas, estos no son efectos directos de
la causa, sino que los síntomas son un resultado; y en la psicosis también el síntoma es un resultado,
resultado de un conflicto que no se da en el mismo registro que en la neurosis. Cuando digo que es un
resultado, es que tiene dos caras, tiene un costado que responde a la estructura, a la formalidad del
síntoma, al modo de presentación, y el otro costado es el de la función, es para que sirve el síntoma;
porque si el psicoanálisis introdujo una genialidad en el campo de la psicopatología, es justamente
atribuirle una función.
Desde el punto de vista de la estructura, estamos muy cerca del campo psiquiátrico, pero desde
el punto de vista de la función, ahí es donde se establece la noción que cambia. En ese sentido, en las
presentaciones de enfermos, lo que intentamos situar, son los tipos de síntomas, algunos responden a
los modelos típicos, en el sentido de que ya tiene una descripción, son el resultado de un saber ya
acumulado, y que por lo tanto puede ser transmitido. Ese sería el costado que nos acerca a una
mostración de enfermos. En ese sentido, hay un costado de la mostración que sigue manteniendo
mostrar, es poner en evidencia, mostrar. Hay una diferencia con la psiquiatría, pero no tanto, porque en
el campo de la psiquiatría, siempre lo que predomina es la clínica de la mirada. Los alumnos de la
psiquiatría tratan de ver los síntomas, justamente por la impronta que tiene la clínica de la mirada, que
algo sea visible. Hay muchos analistas y psicólogos, que confunden cuando piensan que, por ejemplo,
se opone la clínica de la mirada a la clínica de la escucha. Como si fueran diferentes, en términos de
que nosotros estamos mas cerca de la subjetividad por el hecho de que escuchamos. No es así. Tanto
mirar como escuchar están en el mismo registro. Uno puede mirar y puede escuchar, el punto es desde
donde, que es lo que intenta ver, que es lo que intenta escuchar. La diferencia no está allí.
La diferencia está, en justamente tratar de recrear las condiciones de posibilidad que han hecho
que la palabra pueda intervenir, que la palabra se vuelva operativa. Y ¿cuáles son las condiciones que el
psicoanálisis creó?, ¿cuáles son las condiciones de posibilidad que hacen que la palabra empiece a
tener un valor distinto?. Las condiciones de posibilidad en psicoanálisis, tiene un nombre, se llama la
transferencia.

14
La transferencia, es una situación artificial, muy cercana a lo que para el científico es la
experiencia de laboratorio. Donde justamente intentan recrear esas mismas condiciones que crearon al
síntoma.
Ahora, donde está la diferencia, porque si lo planteamos en términos del dispositivo, estamos
muy cerca de la mostración psiquiátrica, y este es el punto importante, que no habla de la misma
manera alguien que está posicionado en al psicosis, que alguien en la neurosis, o en la perversión. Ahí
la escucha empieza a tener un rasgo diferencial, porque no se habla de las misma manera, por lo tanto
lo que se intenta despejar como uno de los primeros puntos en una presentación de enfermos es la
posición subjetiva, cual es la posición que el sujeto tiene con respecto a la satisfacción, como regula la
satisfacción. No es lo mismo regular la satisfacción a partir de la castración, a partir de un menos, que
regular la satisfacción a partir de una posición donde la castración no opero. Lo que operó fue otra cosa,
y esa otra cosas es el mecanismo que determina la causa en la psicosis, que es la forclusión. No hay
castración de la satisfacción, hay rechazo de la satisfacción.
Podemos entonces a partir de esto comenzar a escuchar de otra manera, no de una manera
ingenua. Si hay represión o hay rechazo, lo que podemos empezar a escuchar, es como retorna eso que
fue reprimido, y eso que fue rechazado. Ahí empezamos a hacer lo que se llama una clínica diferencial.
Los síntomas en la neurosis, son atrapados, formalizados, a partir del retorno de lo reprimido, no
en la represión misma. La represión misma plantea que eso fue reprimido, por lo tanto no hay forma de
acceder a ello. Siempre se puede acceder a ello pero de manera indirecta, o sea como vuelve. Las
formas de cómo vuelve eso que se reprimió, fue descubrimiento freudiano, no vuelve de cualquier
manera, lo hace a través de los sueño. Ahí donde la vigilia cede hay una actividad, dice Freud, esta es el
sueño. Hay Freud encuentra una primera puerta, la vía fecunda paca acceder a lo reprimido, esta puerta
es el sueño. Encuentra otra puerta también, es el fallido, el síntoma, que es la que nos compete a
nosotros desde el ámbito de la psicopatología.
¿Cuál es la ventaja que tiene el síntoma a diferencia por ejemplo del chiste o del sueño ?, ¿ por
qué el síntoma es la brújula que permite orientarse en el campo analítico?. Porque fundamentalmente,
tiene esa particularidad, que es la posibilidad de descarga. La pulsión encuentra un camino, por donde
burlar todas las defensas que el yo le plantea, poder acceder al plano motor, de una manera totalmente
desfigurada, desplazada, condensada, y de esa manera la pulsión abrirse camino en el campo de la
conciencia. El síntoma esta estructura fecunda que permite que la pulsión encuentre un camino por
donde burlar al yo.
¿Qué pasa en la psicosis, cuándo el síntoma no responde al modelo de la neurosis, a lo
reprimido, sino justamente a otro mecanismo, al mecanismo de la forclusión?, ¿ de dónde retorna, si no
por efecto del inconsciente?. Ya Freud algo había intuido, en Neuropsicosis de defensa, lo que había
intuido es un modo de defensa radical, mucho mas efectivo que la represión y que la negación, que es el
rechazo. Donde la representación intolerable, ligada al trauma, es rechazada, pero no solamente
rechazada desde el costado donde opera el mecanismo que es la representación, sino que rechaza,
15
tanto a la representación como al afecto. Entonces es como si esta representación nunca hubiese
existido. Por lo tanto lo que retorna, no es el inconsciente, sino lo que retorna desde otro registro, retorna
desde lo real. Pero ¿qué quiere decir que retorna desde lo real?. El concepto de lo real es un concepto,
teórico específico, pero para introducirnos en la problemática, podríamos decir que lo real es cuando la
realidad comienza a hablarle a alguien, cuando algo de lo simbólico contamina la objetividad de la
realidad, cuando digo contamina me refiero a que algo se empieza a producir independientemente del
intercambio subjetivo.
En una presentación de enfermos tratamos de localizar, este tipo de fenómenos, en que
momento, en que situación, en que coyuntura de la vida de alguien aparece algo de lo real que uno
llama y lo real responde. Llama a la comunicación, que fue eso, hay una conexión con el lenguaje. hay
un significante, y este llama inmediatamente a la significación, esto quiere decir, que el significante llama
al sentido. No toleramos mucho que algo funcione como puro significante, naturalmente necesitamos
conectarlo a algo, a su fuente, a lo que eso quiere decir.
En las presentaciones de enfermos uno asiste a ese tipo de presentaciones, donde alguien tiene
la posibilidad de dar testimonio, de contar como el se tubo que enfrentar a ese tipo de fenómenos. Eso
es la locura, como alguien tiene que arreglárselas sólo, sin el recurso que aporta la neurosis para
confrontar, no solamente los problemas formales del significante (por ejemplo, algo que empieza a
funcionar solo), sino que también se tiene que confrontar a ciertos efectos de significación, que todos
tiene una característica inicial. Esos es lo nosotros le enseñamos a ustedes a poder reconocer y a poder
orientarse. Orientarse en el sentido de que es un loco, como me doy cuenta que alguien está loco, como
me doy cuenta de que ese paciente que habla tiene una psicosis.
Hay varios conceptos para reconocer, pero uno importante es lo enigmático, como de golpe
irrumpió algo enigmático en la vida de una persona. Pero se da como un efecto paradójico, y esto es lo
que señala Lacan en el Seminario 3, si bien es algo que se presenta inicialmente como enigmático, tiene
una característica, y es una característica propia del lenguaje, que esta acompañando de un efecto de
transferencia. Fíjense la contradicción, o la oposición que podríamos hacer entre lo enigmático y la
transferencia. Yo diría que con estos dos elementos, vamos a tratar de situar las coordenadas, en las
que vamos a tratar de localizar los fenómenos. Como combinar, lo enigmático, lo extraño, lo discontinuo
con algo que fija. Como combinamos esos dos elementos, esos dos conceptos nos permiten orientarnos
en el tipo de fenómeno que queremos tratar de localizar.
Después están los modos de presentación del síntoma clásicos, que son la alucinación, los
delirios, las ideas delirantes, los pasajes al acto, los fenómenos elementales, las alusiones, los
mecanismos de interpretación, los mecanismos fabulatorios, son todos conceptos que de alguna manera
tratan de describir como se presentan los fenómenos. Pero a esos fenómenos les vamos a agregar algo,
que es también uno de los ejes de esta materia, que es la reacción que esos fenómenos tienen ante una
estructura. El eje desarrollado es justamente fenómeno-estructura.

16
El diagnóstico no lo vamos a hacer por el tipo de síntoma, por la forma en como se presenta el
síntoma, por la fenomenología. Un diagnóstico, en psicoanálisis, se hace a partir de la estructura que
este fenómeno tiene.
Cuando hablamos de estructura, hablamos de estructura del lenguaje, y como esta influye al
sujeto. Lo que estoy planteando es que no partimos de un sujeto ya constituido, sino que es un sujeto
que se constituye a partir del significante, a partir de los simbólico, y esto es fundamental, porque el
sentido común nos lleva a una concepción de sujeto, donde uno está determinado por cuestiones mucho
mas consistentes que el lenguaje. Nosotros hablamos de que es lo que determina al sujeto, y bueno lo
que lo determina desde la biología, es esto que explica que alguien halla nacido, que tenga un cuerpo,
que funcione en un determinado lugar en su debido tiempo. O desde la psicología ¿cuál es le sujeto de
la psicología?. Según Ruiz, el hecho psíquico es definido a partir de la significación, cobrar significación
es lo que define al hecho psíquico. Desde el psicoanálisis, la concepción de sujeto es otra. Es un sujeto
que está causado, es fecundo, es un efecto. O sea, el efecto y el síntoma tiene algo en común, es que
son efectos del significante. Y eso es lo que Lacan puso a prueba, fundamentalmente en las
presentaciones de enfermos. Tratar de producir al sujeto y ahí ya nos alejamos de lo que justifica que
estemos en esta aula, hablando y ustedes me estén escuchando. Ahí ya nos metemos en la
singularidad del caso.
Si hay algo que le da consistencia a una presentación de enfermos no es el saber ya formalizado,
sino que es poder situar lo más singular de ese caso en particular. Eso es lo que diferencia una
presentación de una mostración, que se ponga en juego algo de la subjetividad de otro en su versión
mas original para este sujeto. Y eso solamente se puede captar estando allí. No es algo que podamos
transmitir, podemos dar un ejemplo paradigmático típico de un caso de paranoia, o de pasaje al acto,
pero cuando uno esta presente en una presentación, esta frente a alguien que, justamente, encarna eso
que la teoría, con sus instrumentos y con sus recursos, intenta atrapar. El enfermo lo tiene encarnado.
Nadie nos va a venir a hablar de la represión, ni de la forclusión, nos vamos a encontrar con un sujeto
que sufre a partir del lenguaje, y si hay algo que causa sufrimiento es el lenguaje, este lo arruina.
Esto que se trata de atrapar o de producir en una entrevista, no siempre se logra, muchas veces
uno puede tener las mejores intenciones, sobre todo si no piensa que en un manicomio está alguien
objetivado a la máxima potencia, alguien que contra su voluntad está encerrado.
En ese sentido hay cierto aporte desde el psicoanálisis a lo que uno podría decir, a la
concepción mas amplia de lo que podemos pensar que es un sujeto humano, poder introducir esta
dimensión subjetiva. En este contexto, cuesta hablar acerca de lo que le sucede, que pueda hablar
acerca de cómo es objeto de burlas, de persecuciones, y experimentar algo que uno le indica que,
primero que se da cuenta de que ahí hay algo extraño, que lo molesta y que lo perturba, y que ahí está
el problema, es un sujeto que encarna el sufrimiento.
Poder situar un circuito de comunicación donde eso se pueda desplegar, es empezar a recrear
las condiciones de posibilidad que, justamente, hacen que la palabra sirva para poder localizar ese
17
sufrimiento. Porque localizarlo, poder acotarlo, poder debilitarlo da un primer paso para después poder
intervenirlo, poder tener intervención es que. justamente lograr que valla en una dirección contraria a eso
que lo invade de manera masiva. Porque si hay algo que la psicosis es testimonio, que justamente no
comparte con la neurosis. ¿Qué testimonia el neurótico en la queja, en el sufrimiento?. El neurótico
siempre critica en relación a algo que está en menos, menos de reconocimiento, menos amor. Siempre
sufre por algo en menos. En cambio en la psicosis siempre aparece exactamente del lado contrario,
porque este menos no es solidario del mecanismo que lo determina: la castración. En cambio en la
psicosis, los fenómenos que están destinados por un más, un más de satisfacción que el sujeto no
puede regular.
Transitar los caminos para poder ahondar eso que aparece siempre en exceso es un ejercicio
que se hace siempre con cierta .... Estas entrevistas no son tranquilas, no están calculadas.
La posición que tiene el público es en espera, no participa de la entrevista directamente.
Hay un efecto subjetivo que hace que alguien hable y se le escuche, hay un efecto de sentido
que nos permite seguir una conversación. Algo de esto se intenta lograr en la presentación de enfermos,
lograr tener cierta confianza, cierto efecto de transferencia, para que se produzca un efecto de palabra,
es que se produzca una palabra original, que permite que el paciente hable de una manera diferente. Lo
más importante es si se puede escuchar esa palabra. No se empieza y se termina de la misma manera,
la idea es que a lo largo de la presentación algo cambie, que se produzca un efecto en la presentación,
pero no un efecto de enseñanza, es un motor el motivo por el cual ustedes participan de esta actividad.
Sino que halla un efecto que beneficie al paciente, de alguna manera ustedes van a ser partícipes de
este efecto, porque ustedes como público participan de la entrevista, no solamente aprendiendo cosas,
pero en este contexto, ustedes van a ver que se producen efectos que trascienden lo universitario, en
sentido que los efectos pueden beneficiar al paciente o al equipo que trata al paciente. Porque los
efectos de la presentación después pueden ser retomados en los tratamientos que los pacientes llevan a
la práctica.
No solamente se busca con esto el efecto didáctico, enseñar, sino también está el otro costado,
que tiene que ver si los efectos benefician o no al paciente. Uno se preocupa de que el paciente en
estas circunstancias tenga un efecto contraproducente. El médico o psiquiatra o psicoanalista posee
cierto saber que le dice por donde no meterse.
En la psicosis tenemos una ventaja, y esto uno lo puede transmitir en l enseñanza clínica,
después de haber transitado muchos años en esto, y es que lo propios pacientes nos van indicando por
donde se puede avanzar y por donde no. Pero eso se lo dicen de manera explicita, no de manera
indirecta, cuando uno se esta metiendo en un terreno poco firme, son los pacientes lo que a uno le
hacen entender de manera clara que por ahí no hay que avanzar.
También se producen otros fenómenos, que son subjetivos, fenómenos de invasión subjetiva, por
que si estamos en presencia de un paciente, que está del lado de la psicosis, ya sabemos que la
angustia va a estar del otro lado. Por eso en cada presentación hacemos un comentario, porque no sería
18
extraño que hago de lo que se diga ahí, produzca efectos de inhibición subjetiva, porque, justamente lo
que se dice ahí, no esta regulado por la represión, no sería extraño que se provoquen efectos de
angustia, ya sea en el público, como en el propio entrevistador, por eso se da un tiempo para poder
formalizar esos fenómenos. Hay efectos tanto, en el público, en el paciente como en el que entrevista
La idea es que en un primer tiempo, en el que ustedes están en silencio, están como
presenciando esto. En un segundo tiempo ahí si tiene que tomar la palabra, que es en el comentario. Es
en el campo clínico donde ustedes tiene que hace ruso de su deseo de saber, porque es en este donde
se va a poner a prueba eso que al teoría dice, desarrolla, eso que están cansados de repetir.
Preguntas: ¿por qué el lenguaje arruina la satisfacción?. Porque desde un primer momento, hay
una demanda porque el niño para poder obtener la teta de su madre tiene que llorar, el que no llora no
mama, tiene que pasar por los desfiladeros del significante. Lo paradójico es cuando el otro tiene esa
potencia de poder dar lo que esperaba. Lo mismo que hace la histeria de la queja, hay algo que está
arruinado pero existe. Esa misma queja provee de una satisfacción, por un lado la arruina, pero por otro
lado genera las condiciones de posibilidad para obtenerla. Siempre para poder obtener algo de la
satisfacción hay que pasar por el campo del otro, o incluso el autoerotismo, la masturbación, el propio
cuerpo como fuente de satisfacción pero bajo una condición, que el propio cuerpo sea otro, o sea vía la
fantasía uno puede acceder a su cuerpo pero como otro. Cuando es el otro, ahí esta la satisfacción
ligada al otro. El nombre de esto se llama la castración, es el nombre propio que le da Freud, a como se
arruina la satisfacción a partir del lenguaje. El nombre propio es el complejo de castración.
¿no me quedó claro en que sentido la mostración es un beneficio para el paciente? Es muy difícil
explicarlo, desde el punto de vista teórico. Podemos tomar el caso de Freud, como ejemplo, el caso
Schereber, este no necesito de un analista para obtener esos beneficios. Schereber, tubo que crear, que
inventar un dispositivo que le permitió pasar de lago que era totalmente rechazado que iba en contra de
todas sus ideas, algo que lo perturbaba, que lo ofendía en su fuero mas íntimo, que era la vivencia de
que sería hermoso ser una mujer sometida al acoplamiento. Hay cierta experiencia de placer, de
satisfacción. Eso es lo que irrumpe, lo que se opone a el, no fue en una presentación que el logró hacer
el pasaje de ser una mujer sometida al acoplamiento, a ser la mujer de dios. Esto el lo logró a través de
un procedimiento de escritura donde pudo pasar, de eso que inicialmente era rechazado a algo que el
aceptaba. Se produjo un significante nuevo, ser la mujer de dios, que le permitía hacer tolerable eso que
en un primer tiempo era insoportable. En una presentación de enfermos, como es una entrevista, se
trata de producir un significante nuevo que permita hacer soportable eso que en un primer tiempo es
puro retorno, aplasta, goza.
¿qué pasaría si algo sale mal? Muchas cosas pueden salir mal, puede ser una presentación
fallida, que el paciente empiece a hablar y hablar se torne poco inconsistente, o que sea in problema
hablar. Uno esta acostumbrado a que hablar permite que las cosas empiecen a funcionar de otra
manera, pero muchas veces ni siquiera se llega al circuito de la comunicación, uno puede preguntar algo
y el responder cualquier cosa. O puede salir algo mal y algo bien. En una presentación, en la que las
19
cosas fueron muy mal durante toda la entrevista, con un paciente paranoico. Lo que puede salir mal es
que en ese caso el paciente me diga constantemente pero usted es un pelotudo, me está tomando el
pelo, y se dirigía a los alumnos diciendo ellos me entienden perfectamente. Ahí lo que se podía verificar
es que la entrevista se complementaba con el público, porque el público desde su silencio lo entendía,
en cambio yo no entendía nada.
La primera cuestión de cuidado es el silencio en la presentación por parte del público. En la
psicosis, a diferencia de la neurosis, muchas veces que halla un público es condición de posibilidad del
beneficio. Se puede testimoniar, el público puede encarnar al otro, y que se sepa de que manera se
burlan, lo violan. y poder denunciar todo lo que le hacen es beneficio.
Durante mucho tiempo pensé que la presentación de enfermos, era un dispositivo para la
psicosis, pero es notable los efectos facilitadores, en niños por ejemplo, que tiene el público, algo que va
en contra del sentido común.

Bibliografía:

 Jacques-alain Miller: “Enseñanzas de la presentación de enfermos. Ficha de Cátedra.


 J, A. Miller y otros “Mesa redonda acerca de la presentación de enfermos”. Ficha de cátedra.
 Colette Soler “La presentación de enfermos”, entrevista Ficha de Cátedra.
 Lacar J. Extensión n° 8 y n° 9.

20
CLASE N°3

PARANOIA

Profesor: Justo, Alberto.

Hoy vamos a trabajar las distintas presentaciones clínicas que hay en la psicosis. Un poco esto
entra en continuidad con lo que ustedes ven el campo de la clínica de la neurosis, cuando ustedes
abordan la problemática de la neurosis. Dentro del campo de la neurosis hay distintos modos. La
pregunta siempre va a estar orientada a poder establecer que es lo que tiene en común, dentro del
campo de la psicosis o dentro del campo de la neurosis, y en que difiere en la presentación clínica. Eso
es importante tenerlo en cuenta porque son unos de los ejes que vamos a trabajar a lo largo de todo el
año.
En la clase de hoy vamos a trabajar lo que es la presentación clínica en la paranoia, que
seguramente ustedes saben que es un concepto que ya a sido incorporado al lenguaje cotidiano.
Cuando la psiquiatría aborda la problemática de las presentaciones clínicas, se encuentra con
una serie de dificultades que fundamentalmente están orientadas en como se presentan los síntomas.
Ahora paso de la cuestión gnoseográfica, que sería la paranoia al síntoma. Como se presentan los
síntomas de esta entidad clínica. Porque fundamentalmente los síntomas que aparecen en la psicosis
son polimorfos, no tiene una forma única, se presentan en una diversidad que muchas veces
desorienta, sobre todo al clínico que privilegia la clínica de la mirada. En este sentido ha habido una
serie de debates en torno a la paranoia.
Hace unos años en la cátedra se hizo una investigación acerca de las distintas posturas que
llevaron al debate sobre la paranoia. Yo les voy a indicar los ejes que estuvimos trabajando de las
distintas escuelas, para que ustedes después leyendo los textos originales tengan una línea de lectura.
Fundamentalmente vamos a tratar de despejar cuales son los criterios que permiten orientarse en los
problemas que se intentan resolver y cuales son los caminos que se tomaron.
Cuando hablamos de la paranoia, tenemos que hacer rápidamente referencia a un síntoma, que
en eso consisten todos los síntomas, que es el concepto de delirio. Todos los debates que surgieron en
relación a la paranoia, giran en torno al delirio, porque lo toman como el síntoma cardinal de esa
enfermedad.
Hay una autor, Emile Kraepelin, es un poco el que establece el concepto de paranoia. Este autor
intenta resolver una serie de dificultades, que había previas. El 80% de los diagnósticos de los pacientes
asistidos tenían diagnóstico de paranoia. Estamos hablando de la mitad del siglo XX donde casi todos
los pacientes eran diagnosticados como paranoicos. ¿por qué los pacientes recibían este diagnóstico?.
Quiero introducir algo mas para que ustedes entiendan, en la actualidad el concepto de paranoia ya no
se usa, ya no existe. En el transcurso de un siglo el concepto que era la referencia para poder penetrar
21
al locura a quedado sin vida. En la actualidad en los manuales de psiquiatría no existe y ha sido
remplazado por el concepto de trastornos delirantes. Fíjense como cayó el concepto gnoseográfico y se
dirigió y se privilegio el criterio sintomático. Ven hasta ahora tenemos dos criterios el sintomático y el
gnoseográfico. En la actualidad se privilegia el criterio sintomático, porque se tiene en cuenta el síntoma.
En los comienzos del siglo XX, la paranoia era la referencia para pensar la locura. El concepto de
locura era sustituido por el de paranoia. Diversos autores abordan esta problemática, en ésta época
previo a Kraepelin se privilegiaba que era lo que estaba en la base, que era lo inicial. Cada autor utiliza
un tipo de criterio, y lo utiliza y lo aplica en la forma en como concibe a la enfermedad.
La clínica nunca opera de manera ingenua, siempre hay criterios que permiten hacer una lectura
del campo clínico.
Los antecedentes que estaba en juego antes de la definición de la paranoia , era el debate sobre
si había un trastorno afectivo, energético, que eso precipitaba en una construcción delirante, pero que lo
inicial, lo más próximo a las causas, era un trastorno afectivo. Entonces de esa manera se combinaban
los cuadros delirantes y los cuadros depresivos, que si hay una patología que da cuanta de los estados
afectivos es la depresión. Entonces se podían combinar distintos síntomas, pero la generalidad era que
todos presentaban delirios, pero delirios de distintos tipos, entonces hay toda una serie de autores que
se van a orientar en función de la temática del delirio. No es lo mismo un delirio reivindicativo, que un
delirio megalomaníaco o un deliro místico o un delirio de persecución. Esta era una de las formas en
como se agrupaban los delirios.
Entonces fíjense, tenemos algo constante que es el delirio y por otro lado la temática sobre la
cual este delirio se construye. Eso era lo que facilitaba que la paranoia se extendiera como entidad
gnoseográfica, o sea como diagnóstico.
En la bibliografía van a encontrar una serie de conceptos donde se oponen los delirios
sistematizados, que conforman un sistema, que tiene una organización, de los delirios agudos, que no
son sistematizados y que se combinan con otros síntomas, como lo son las alucinaciones. Oponen este
tipo de delirios, los que están organizados en torno a la personalidad, en torno a una concepción del
mundo, de la relación con la realidad, este es otro punto importante que aparece en la paranoia, con
aquellos que combinan trastornos alucinatorios y sensitivos. Hay una palabra alemana que es verruckeit,
que trata de describir los delirios sistematizados, en oposición a wahnsin.
Los que este autor alemana intenta hacer, y siguiendo la doctrina de la escuela suizo alemana,
Kraepelin, es tratar de reducir al máximo los criterios que hasta este momento definían a la paranoia
como muy cercana a la definición misma de la locura, y trata de encontrarle una especificidad en esta
presentación clínica. Este autor, que es el padre de la psicología, y que en su laboratorio experimental
se dedicaba a hacer la descripción de los que son las funciones psíquicas superiores. Es el primer autor
que intenta organizar el psiquismo, introduce una perspectiva funcional del psiquismo. Las funciones
psíquicas superiores son la atención, el juicio. Como este autor se forma en psicología, justamente el
criterio que va a utilizar es psicológico, para poder determinar lo que el llama las enfermedades
22
mentales. Esto es importante porque por primera vez se empieza a hablar de enfermedades en sentido
plural, porque hasta ese momento se pensaba una psicosis única con diversas presentaciones. En
cambio a partir del concepto de enfermedad mental, que se introduce justamente a partir de Kraepelin,
se van a presentar distintos tipos de enfermedades y justamente lo hace a partir del criterio que el
permite ordenar los síntomas, y ese criterio es ¿qué facultad psíquica aparece perturbada?, o sea que
en función de la alteración de una función psíquica, el va a poder determinar cual es el cuadro clínico y
cuales son los síntomas de ese cuadro clínico.
También es el quien elabora los diagnósticos que aún hoy hemos de utilizar, por lo menos como
el psicoanálisis toma referencias de la psiquiatría, esas son las referencias fundamentalmente a los
prácticos y Kraepelin es uno de ellos. Entonces el hace una pequeña organización donde va a
determinar un diagnóstico que aún hoy sigue vigente y que es el concepto de psicosis maníaco
depresiva. Porque justamente lo que aparece perturbado es la voluntad.
La demencia precoz, también diagnóstico, es uno de los antecedentes, del concepto de
esquizofrenia. El otro gran diagnostico que el introduce es el de la paranoia, que al define de la siguiente
manera: es un desarrollo insidioso, que depende de causas internas; ahí uno puede leer el criterio
causal-etiológico; que tiene una evolución continua, el síntoma que predomina es un sistema delirante
que es duradero e imposible de quebrantar. Pero la presencia de este síntoma no trae aparejado un
trastorno, un déficit a nivel de la conciencia, o sea que la conciencia está conservada. El orden, el querer
y la acción. Por lo tanto, ¿cuál es la función psíquica que aparece alterada en la paranoia, que le permite
acotarla de esa manera?. La función psíquica que aparece perturbada es el juicio.
Ahora si podemos empezar a introducir dos criterios, podemos leer en la definición que el autor
hace de este cuadro clínico, dos criterios fundamentales. El primer criterio es las funciones psíquicas
superiores, como el juicio aparece alterado, a la base de esta perturbación, y lo que permite definirlo, y
este es un criterio que utiliza para todas las enfermedades, es la evolución, o sea como evoluciona el
cuadro, como se presentan los síntomas a lo largo del tiempo, ahí es donde la paranoia adquiere su
especificidad o su rasgo distintivo.
Siguiendo la definición que el da de la paranoia, justamente no se produce un deterioro, es una
enfermedad que no evoluciona a la demencia. Las facultades psíquicas, tanto en el querer, en la acción
y en la realidad están conservadas. Por lo tanto y siguiendo la lógica del delirio, esta enfermedad no
evoluciona a la desintegración como sucede en la demencia, donde se pierden las amarras con la
realidad, y ahí introduce un gran capítulo en relación a la paranoia, que es el que va a tomar el
psicoanálisis 100 años después, que es justamente ¿cuál es la relación que el paranoico tiene con la
realidad?. Tema central cuando estamos en el campo de la locura. De alguna manera sabemos cual es
la relación que el sujeto neurótico tiene con la realidad, que es lo que permite que el sujeto neurótico
tenga relación con la realidad, ¿cómo se llama eso en psicoanálisis?. Si hablamos de la realidad que
todos compartimos, versus ¿qué otra realidad? La realidad psíquica, esta es un mediador entre el sujeto
y la realidad. Cada uno de nosotros tenemos en nuestra singularidad nuestra realidad psíquica, que está
23
mediada, justamente en Freud por la fantasía. En cambio en la paranoia, esta relación con la realidad,
que podemos llamar la realidad objetiva, no está mediada por la fantasía, ni tampoco por la realidad
psíquica, sino que está mediada por el delirio, o sea que el delirio es una concepción de la realidad o
para usar una metáfora de nuestro campo, podríamos decir que la realidad psíquica es el equivalente,
en la psicosis, al delirio. Nuestra realidad psíquica es nuestra forma de delirar individualmente. En
cambio el delirio en la paranoia es esa forma de relacionarse con la realidad, que solamente estaría
perturbado a ese nivel, no habría trastornos de la percepción, no habría trastornos alucinatorios.
Cuando yo les decía que algunos autores utilizan la temática delirante como una brújula para
poder orientarse en estas perturbaciones, justamente están dando cuenta de eso, de cómo el delirio
justamente sirve para tener una concepción de la realidad. Esto va en contra del sentido común, este
tiene a pensar que la locura es aquello que justamente rompe las amarras con la realidad, alguien que
está por fuera de la realidad, pero sin embargo lo que aquí estamos planteando es que en la paranoia el
sujeto esta totalmente aferrado a la realidad.
La psiquiatría define al delirio como una realidad falseada, ya que es un juicio erróneo, de esta
manera resuelve problema del delirio y la realidad. Lo resuelve porque bueno, es una concepción de la
realidad errónea. Para el psicoanálisis, esta no es una solución, ya la fantasía, la realidad psíquica es
una realidad errónea, o sea tiene algo de fallido la concepción que cada uno tiene de la realidad, cada
que uno tiene que contrastar con la realidad que compartimos, la referencia es esa realidad que
compartimos, el sentido común, eso de alguna manera opaca lo que sería nuestra realidad psíquica,
sería una instancia donde uno aprueba la realidad psíquica, concepciones, fantasías, valores, ideales.
Kaepelin, trata de ir organizando cuales son las líneas de fuerzas a partir de las cuales se
construyen los delirios. Entonces va a determinar dos tipos de delirios, en lo que hace a la paranoia. Uno
es el delirio de perjuicio, o sea ese delirio que corrobora un tipo de daño, en el cual el sujeto fue objeto, y
el delirio de grandeza, ahí aparecería lo falseado del juicio, que deriva en lo que se conoce como el
delirio de persecución, el paranoico es alguien que se siente perseguido. Esto serían los dos ejes a partir
de los cuales se construye el delirio paranoico, pero también hay elementos, a partir de los cuales, el
sujeto en esta relación con la realidad utiliza para recabar los datos con lo cuales va a construir su
delirio, que Kraepelin estableció que son cuatro: la ilusiones de la memoria, las experiencias visionarias,
si ustedes ven el caso clínico de la Bulldog, hay van a ver cuales son las experiencias visionarias, el
sentimiento de influencia y las intuiciones delirantes. Estos cuatro tipos de trastornos los llama trastornos
elementales, estos resuenan en lo que Lacan luego va a llamar los fenómenos elementales.
Otro de los conceptos importantes que después vamos a tomar cuando abordemos la paranoia
en el campo del psicoanálisis, es el de sistematización, Kraepelin introduce esta cuestión de lo
sistemático o el otro concepto que aparece es el de elaboración delirante, que es como elabora el delirio.
Con esto lo que se tiene en cuenta, es que no es que el delirio aparece de una vez y para siempre, el
delirio se va transformando, se va enriqueciendo, hay cosas que se mantiene y otras que se dejan de
lado, es más el delirio tiene casi como una construcción constante, por eso Kraepelin decía con una
24
convicción inquebrantable. Fíjense que la concepción de Kraepelin sobre el delirio es que se mantiene,
que no cae, se va a mantener siempre. Después vamos a ver que no se contrasta con la clínica, la
definición de Kraepelin es muy lograda desde el punto de vista teórico, pero si uno lo contrasta con la
clínica va a ver que en cada punto se esta viento exactamente lo contrario. Vamos después a ver con
Lacan, que cuando empieza a abordar la cuestión de la paranoia en el psicoanálisis, toma la definición
de Kraepelin y critica punto por punto cada un los puntos en los que la define.
Los sistemático, la elaboración, podemos decir que el delirio paranoico es un ejercicio de rigor, ya
que lo que busca en la elaboración delirante, es justamente suprimir las contradicciones, por eso son
muy estrictos. Les contaba la otra vez sobre el paciente que se enojaba mucho cuando yo le preguntaba
algo que el ya había sido contestada, o que ya de alguna manera el creía que algo había dicho,
imperdonable, se enojaba, me insultaba. Se retomaba la calma cuando las preguntas daban cuenta de
esta rigurosidad. El paranoico es alguien que va a poner a prueba al otro. No es sencillo seguir al
paranoico en su personalidad. O mejor dicho, debido a su razonamiento es fácil seguirlo porque es
extremadamente riguroso. Por eso muchos paranoicos han tenido trascendencia social, porque
justamente son los que encajan la fantasía del neurótico, es poder creer absoluta coherencia con lo que
se hace y piensa. El paranoico no tiene esa distancia, se va a hacer lo que el dice, esa concepción, no
hay espacio para la duda o para la vacilación, en todo caso eso es tomado como un dato que después
se va a utilizar en un segundo momento, cuando este dato se puede incluir dentro de la lógica que le da
el delirio.
Cuando Kraepelin aborda la problemática, desde el punto de vista genealógico, o sea cuando
empieza a tener en cuenta lo síntomas, va a hacer una distinción que lo va a obligar a tener que sacar
por fuera del campo de la paranoia a los que llama los querulantes, o como los llaman la escuela
francesa, los reivindicativos, porque el definía como causa, a las causas internas, algunos autores
después los vana incluir dentro de lo que llaman el carácter. Para Kraepelin la causa es constitucional,
pero los delirios de querulancia, le planteaban todo un problema, porque justamente el querulante
encontraba la causa no de manera interna sino en la realidad, el querulante es aquel que sido objeto de
un daño real, y en base a ese daño real, construye toda su elaboración delirante, no es que el daño no
halla acontecido. El daño sucedió, pero en torno a ese daño se arma toda la elaboración delirante. Por lo
tanto Kraepelin separa al delirio querulante de el gran campo de la paranoia.
Ahora, ¿cuál es el mecanismo que permite la construcción del delirio?, y ahí estamos en otro de
los criterios. El mecanismo a partir del cual se construye el delirio paranoico es la interpretación, y acá
está la particularidad de la paranoia, ¿qué es lo que se interpreta?, lo que se interpreta son los datos
que el propio sujeto extrae de la realidad. Esto que Kraepelin decía, las experiencias visionarias, las
ilusiones de la memoria, etc. Son datos que se extraen de la realidad y a partir de ellos comienza a
elaborar el delirio vía la interpretación.
Otro punto que va a abordar Kraepelin, que es su costado clínico, porque justamente una de las
características que tiene la paranoias que no se adviene al tratamiento institucional, el paranoico es y
25
raro encontrarlo en un manicomio porque es alguien que no se adviene a este tratamiento, porque
rápidamente va a encontrar las contradicciones del sistema, el paranoico va a sentir que la internación
es una situación forzada, que hay toda una serie de contradicciones en el sistema. Todo vivimos con la
falla del sistema, todos sabemos que el sistema falla, todos tenemos que convivir con que el discurso
establecido falla, justamente a alguien que es paranoico le resulta insoportable esta falla, porque le
supone una intención a esta falla, que esta falla no es causalidad azarosa. El paranoico es alguien que
le supone una intencionalidad. En este sentido todos somos de alguna manera paranoicos, el yo se
constituye fundamentalmente de esta manera paranoica. El punto es cuando eso culmina en una
concepción de la realidad, y no es la realidad que sostiene el paranoico, todos los demás son
susceptibles de ser parte del complot o engañados.
Por lo tanto, este es otro de los rasgos importantes a tener en cuenta, que el delirio en la
paranoia se va a construir en forma de red, porque a medida que van a apareciendo datos nuevos se lo
incorpora al delirio. Como cada dato de la realidad se incorpora en la trama delirante.
¿Este carácter de red tiene que ver con el de sistematización? Exactamente, esta en estrecha
relación en como el sistema se va organizando, porque los datos se van combinando unos con otros, y
no de cualquier manera, se combinan de una manera rigurosa, o sea que hay que encontrar el
argumento a partir del cual ese dato insignificante, que uno dejaría pasar de largo, sin embargo el lo
utiliza de una manera extremada mente rigurosa para seguir argumentando su delirio. Esta forma de red,
es un criterio figurativo, y generalmente se lo opone a otro delirio que también esta dentro del campo de
la paranoia, pero ya dentro de la escuela francesa, que es el delirio erotomaníaco. No es lo mismo como
se sistematiza el delirio erotomaníaco que como se sistematiza delirio en forma de red. El delirio
erotomaníaco es el que tiene la certeza de que es amado por otro. Este delirio no se construye en forma
de red, sino en forma de sector, es mas parcial, solamente se delira aquí en un terreno, el resto es el
terreno de la vida cotidiana, pero en el terreno de amor ahí aparece el delirio.
Una de las consecuencias que este concepto de paranoia trajo fue fundamentalmente en el
terreno de la criminología, fundamentalmente para pensar los pasajes al acto en el campo de la
paranoia. Alguien que se siente perseguido, el sentido común es posible que agregue que se ponga
violento, otro que lo persigue, una forma de poner un corte, una distancia es agrediéndolo. El yo es
fundamentalmente paranoico, hay que tener en cuenta el estadio del espejo, hay un yo y el otro, eso es
al base de lo que se llama la agresividad. Pero en contra del sentido común, justamente es juzgado el
pasaje al acto en la paranoia, ¿por que se llega a la acción, por qué es juzgado esto?, porque
fundamentalmente el afecto, la intención, se incluye con las sucesivas interpretaciones, la interpretación
va en la dirección contra al acto. Puede ser una entrevista muy técnica con un paranoico pero no muy
peligrosa, lo peligroso es si uno se toma muy en serio el delirio paranoico, hay muchos paranoicos que
han hecho lazos sociales que ha tenido trayectoria, gente que los sigue.
En este sentido una de las formas en como se pensó la paranoia, era en términos en que el
delirio al conservarse durante toda la vida de alguna manera metabolizaba la relación con la realidad,
26
por eso en la definición de Kraepelin el define lo inquebrantable con la elaboración delirante. Al
conservarse el delirio, en esta elaboración, en esta época se pensaba que era difícil que se llegara al
pasaje al acto, a agredir al perseguidor. Esto no se corrobora con la clínica.
En este sentido aparece otro autor, también de la escuela alemana, que se llama Gauup, va a
introducir esta problemática, que es que aquellos delirios que no se sostienen a lo largo de la vida del
sujeto, sino que el introduce un concepto que son las paranoias abortivas, son concepciones delirantes
que en un determinado momento caen, o sea que no son inquebrantables y de una evolución constante,
sino que evolucionan de esta manera hasta que en un determinado momento caen. Y generalmente
caen las elaboraciones delirantes cuando aparece un pasaje al acto. Este autor aborda esta
problemática, alguien que tenía un delirio paranoico, pero que llega a cometer por ejemplo un crimen
serial, mata a toda su familia y también quiere matar a todo el pueblo. Este caso contradice la definición
de la paranoia y por lo tanto Gauup toma este caso para leer a la paranoia de una manera diferente.
¿ Qué es lo que produce la caída después del pasaje al acto de lo que hasta este momento era
el delirio paranoico? esta es la misma pregunta que se hace el autor, de si puede incluir a este paciente
dentro de la categoría de la paranoia, porque si se guía por la noción clásica de Kraepelin, no entraba,
porque justamente el delirio había caído. Entonces el autor define un nuevo criterio, inventa una nueva
enfermedad, a partir del este dato clínico, ¿quien es en un paranoico? Era alguien que se sentía sujeto
de un daño, de una burla constante de parte de sus coterráneos, pero no solamente lo amenazaban a el,
sino también amenazaban a su familia, su familia también corre peligro. Ahí surge una pequeña
diferencia, desde el punto de vista del pasaje al acto, no fue lo mismo matar a su familia, que matar a la
gente del pueblo, a su familia la mata para defenderla, porque uno de los riesgos que corría era que al
momento de ir a matarla lo mataran a el, su familia quedaría indefensa, pero después cuando va en
contra de sus perseguidores, y esta es una de las características, que no estaba localizado en un
perseguidor, era todo el pueblo, esto también contradice la definición clásica, toda la comunidad estaba
en contra de el. Lo que hace Gauup, es hacer a distinción, entre el pasaje al acto, que está localizado en
la familia a el pasaje al acto que esta localizado en sus perseguidores. Particularidad que encuentra es
que después del pasaje al acto todo el delirio cae, por lo tanto la definición clásica de Kraepelin ya no se
puede sostener como tal.
Esto tubo consecuencias, porque esta perspectiva que consideraba que mientras el paranoico
interpretara no había pasaje al acto, esto cae. A partir de ahí siempre esta la posibilidad de que halla
una resolución por el acto. Puede pasarse toda una vida interpretando, incluso que eso no exprese a la
forma del delirio, eso no quita que el delirio esté. Por ejemplo el caso Barreda, saben que durante años a
mantenido la percepción del daño encarnada en a figura de su mujer, sus hijas y su suegra. Eso no le
impidió, formar una familia, establecer relaciones, ejercer una profesión, hasta que apareció ahí una
palabra, que lo hirió y lo humillo en su fuero mas intimo. Es una idea monstruosa que va en contra de
sus ideales mas elementales. Por ejemplo el caso Schreber, la experiencia de ser una mujer sometida al
acoplamiento, también es un daño de esta naturaleza, que hiere en el fuero más intimo.
27
Este tipo de presentaciones que tiene resolución por el acto, justamente se incluyen dentro de la
categoría de lo que se llama la paranoia abortiva, el delirio no apunta al sistema, no apunta a la
cronificación de la elaboración y a las sucesivas interpretaciones, a convivir con esa concepción del
mundo y lo que en la elaboración delirante sería ir limando las distintas contradicciones que se le van
presentando. Por que en estas interpretaciones lo que disminuye es el afecto, la pasión, hay un
determinado momento donde esa elaboración delirante cae.
Esto lo vamos a ver después con el caso Aimeé, de Lacan donde se ve el debate de la paranoia,
y donde justamente toma esta problemática, porque se trata de una mujer que arremete a una actriz
famosa de la época. La tesis doctoral de Lacan aborda ésta problemática, como justamente la locura, la
paranoia, llega a esta instancia que es el pasaje al acto.
¿Qué implica que el delirio caiga?¿qué sucede con la elaboración delirante, que hasta este
momento parecía ser la concepción más última con la realidad?, cuando cae el delirio, desaparece. Lo
relativiza. Así como el delirio sostiene una concepción del mundo, es realmente impactante cuando eso
desaparece, y desaparece porque o bien se produce algún tipo de arreglo, o pasa al acto.
A clase que viene vamos a ver un caso, en el que justamente lo que hace caer el delirio es una
boleta de gas.
Se puede generar otro delirio, pero la característica del pasaje al acto es que caiga. O puede
suceder al revés, que después del pasaje al acto empiece a delirar. Esta es otra de las formas, no
siempre el delirio provoca pasaje al acto. El pasaje al acto es lo que inaugura el pasaje al acto.
“El silencio de los inocentes”.
De acuerdo a la facultad psíquica superior que se encuentra afectada, depende el tipo de
síntomas. Hay otras funciones psíquicas que son derivadas de las superiores, pero estas no son
importantes, por que de ellas no se puede desprender un diagnóstico.
Por ejemplo en la depresión lo que aparece perturbado es la voluntad, en la demencia precoz
tiene perturbada la percepción, porque aparecen las alucinaciones. Esto da pie a lo que es la época de
oro en la psiquiatría donde aparecen todas las enfermedades mentales.
Después lo que tenemos es la crítica que Bleuler le hace a Kraepelin, justamente va a criticar
este criterio de las funciones psíquicas superiores.
En la actualidad ¿cuáles son los criterios que se utilizan para dar cuenta de un delirio? ¿para
que sirven esos cuatro síntomas a partir de los cuales se construye el delirio? Estos síntomas
elementales, quiere decir que están a al base, son a partir de los cuales el sujeto empieza a construir
sus elaboraciones delirantes. Por eso les daba el ejemplo del caso clínico de la bulldog de Kraepelin,
donde el recuerda que un día iba caminando y su sombrero se voló, en ese momento sabía que algo
estaba pasando pero no entendía por que, y ahora entiende porque, en realidad lo habían querido
matar, le habían tirado un tiro, y el en ese momento no se dio cuenta. Esa es una ilusión de la memoria
incorpora un dato, quejes que el viento le voló el sombrero, pero ahora interpretado desde la lógica
actual, el interpreta que ese dato en realidad ya daba cuenta de cómo lo querían matar.
28
Las experiencias visionarias tienen que ver con algo que intuye que va a pasar, con algo que ya
sabía que iba a pasar, incluso desde que era chico.
Son con esos elementos, elementales, con los que se le empieza a dar consistencia a la
elaboración delirante, porque estos son datos vividos, distinto de la interpretación, eso es lo que vivió el
pero ese dato es incorporado dentro de la elaboración delirante.
Son datos que están ligados mas a al subjetividad no a la realidad.
En el caso .......el sabía que desde chico lo observaban, pero en determinado momento eso se
transforma en un delirio donde el siente que es filmado. Ahora como darse cuenta de eso?,
independientemente de que uno valla a Internet y verifique. La diferencia esta en la estrategia que uno
tiene a cerca de que esa iniciativa viene del otro y que esa iniciativa lo quiere perjudicar, y la rigurosidad
con la cual el plan eso acerca de lo que le está pasando. Nosotros estamos atrapados por la
incertidumbre (me están jodiendo...), en esta convicción delirante, ya utilizando criterios actuales eso se
le impone, el sujeto no se puede sustraer de ese dato.
La cuestión está ligada a como uno se relaciona con la realidad, no es lo mismo como uno se
relaciona, que como el paranoico, o el esquizofrénico. El paranoico tiene una relación estrecha con el
mundo, esta atrapado en la realidad.
El delirio no gira en torno de la muerte, gira en torno al perjuicio, al daño, pero la muerte no
siempre es un daño, la muerte a veces es una salvación, es una solución extrema a algo que resulta
insoportable.
En barreda no hubo elaboración delirante, fue esa palabra la que provoco el pasaje al acto, tuvo
estatuto real, no había algo simbólico. Esto es la psicosis.
Hay distintos tipos de pasajes al acto, de lo que implica, la paranoia, la esquizofrenia y la
melancolía. El pasaje al acto en la paranoia, podríamos decir que es cuando se mata al perseguidor, en
la esquizofrenia el pasaje al acto es cuando se auto mutila, es el intento de introducir cierta negatividad,
que son las auto castraciones, cortarse un dedo, son formas de intervenir en lo real del cuerpo. Y el
pasaje al acto melancólico es cuando se produce el suicidio. Tiene estatutos distintos.
El pasaje al acto de los esquizofrénicos es introducir cierta negatividad, cierta castración que se
da en lo real, justamente por que en la esquizofrenia la castración, el amputarse es un forma de
introducir cierta negatividad. En cambio el melancólico es salvador el acto suicida, su vida es una
basura, es alguien que encarna un desecho. Entonces pasaje al acto en la melancolía es un intento de
dar una solución a esa vida de “mierda”.
En el caso Schreber, desde Kraepelin, la experiencia de crear una nueva raza, no es una
experiencia visionaria, sino ya parte del delirio, consecuencia de el. Primero se tubo que transformar en
mujer para luego dar lugar a la raza schreberiana. Cuando Krapelin habla de las experiencias visionarias
se refiere a datos de la vida del sujeto, algo que no estaba contaminado por el delirio, pero que después
lo incorpora a la elaboración delirante.

29
CLASE N°4

PARANOIA

Profesor: Justo, Alberto.

Ustedes recuerdan que un poco habíamos caracterizado, las distintas escuelas. La alemana que
abordaba las cuestiones clínicas gnoseográficas, en cambio la escuela francesa se dedica
fundamentalmente a la cuestión sintomática, tiene especial interés el detalle clínico. Es así que los
autores Serieux y Capgras son los autores que justamente toman los conceptos o las nociones de
paranoia de Kraepelin y la llevan a la escuela francesa, pero no conservan el termino de paranoia, que
en Psicología quiere decir conocimiento paralelo, sino que justamente, al estilo francés se va a dar el
nombre a un conjunto de delirios, que son fundamentalmente el delirio de interpretación y el delirio de
reivindicación. Nosotros vamos a trabajar el delirio de interpretación. También voy a abordar dentro de la
escuela francesa, lo que han llamado los delirios pasionales, que son un conjunto de delirios, el delirio
de reivindicación, el delirio de celos y el de querulancia, voy a explicar fundamentalmente el delirio
erotomaníaco.
Lo que tiene en común tanto el delirio de interpretación como el erotomaníaco, y eso es lo que
permite incluirlo dentro de la problemática de la paranoia, es que el síntoma más importante es
precisamente el delirio. A diferencia de Kraepelin que excluía totalmente las alucinaciones en la
paranoia. Los franceses en este punto son un poco mas tolerantes, pueden aparecer alucinaciones.
El criterio que van a desarrollar Serieux y Capgras para desarrollar el delirio de interpretación,
justamente parte de este mecanismo que es la interpretación. Ellos van a decir que los pacientes que
son afectados por este tipo de delirio, son pacientes fundamentalmente lúcidos, que toma los datos a
partir de los cuales va a desarrollar la interpretación de la realidad, son pacientes que están en estrecha
relación con la realidad y con esos datos es que va a producir la interpretación. Lo patológico aquí no va
a estar en el mecanismo de interpretación del delirio, sino que lo patológico lo van a situar en algo
importante, que es la autoreferencia o la significación personal, es un fenómeno en el cual el trato con la
realidad tiene una dimensión, lo implica al sujeto de manera directa, es más “está dirigido a mi”. Este es
uno de los casos en los cuales se va a situar lo patológico. El otro lado en el que los autores ven lo
patológico es en la fijeza. Una idea fija, casi obsesiva, se impone y se preserva con el tiempo. Retoma
cierto criterio que había esbozado Kraepelin, en relación al concepto de cronicidad, recuerden que el
criterio más importante que utiliza Kraepelin es el de la evolución de la enfermedad.
Serieux y Capgras hacen hincapié en esto, en esa idea firme que se mantiene. Ellos agrupan los
delirios de significación, interpretación y querulancia dentro de un texto que se llama Las Locuras
Razonantes. El titulo ya da una idea, la locura razonante implica, esto que Kraepelin ya había advertido,
que esta ligado al juicio. Pero no van a hacer hincapié en esto, ellos van a llamar las locuras razonantes,
30
son pacientes extremadamente rigurosos con sus razonamientos, ahí es donde un puede ver porque no
le da tanta importancia a las alucinaciones, en ellas hay un trastorno de la percepción. En las locuras
razonantes no se presentan o no tiene mucha importancia estos trastornos de la percepción, si es
importante los trastornos sobre los datos de la realidad, como el sujeto se relaciona con los datos de la
realidad, es decir como utiliza la razón.
Otra de las características que los autores señalan, retomando la cuestión del tiempo, es como
se desarrollan estos delirios, a partir de estos datos que toman de la realidad el paciente se ve forzado a
interpretarlos, ¿por qué, cuál es la razón que lleva al paciente a tener que interpretarlos?, ahí es donde
los autores introducen esto de la significación personal o alusión personal o de autoreferencia. En
términos de que estos datos lo implican a el, o sea que lo aluden, por lo tanto el paciente no puede ser
indiferente a esos datos. Esta autoreferencia es decisiva a la hora de decir porque la interpretación es el
mecanismo, que justamente se va a desarrollar en forma de red. En los delirios erotomaníacos, el
delirios es parcial, solamente se delira en ese punto o en ese sector, el sector del amor o de la pasión.
En cambio los delirios interpretativos son delirios que son de la vida cotidiana.
Ellos van a separar, los delirios interpretativos de los querulantes o reivindicativos y el criterio que
utilizan para esta separación es que los querulantes o reivindicativos, no solo tienen tanto de una idea
fija, sino que se desarregla un dato más, esta idea implica un daño reversible. En la vida del paciente
ese daño a acontecido, no es un detalle de la vida cotidiana, que el sujeto va a interpretar de manera
alusiva. En los querulantes, el daño efectivamente se ha realizado y es en base a ese daño que la
interpretación va a dar una explicación de por que se ha dado ese daño.
Paralelamente tenemos un autor, Clérambaut, que va a abordar también el problema de la
paranoia, pero haciendo una descripción de una serie de signos que vienen a sumarse, no un dato de la
vida real, sino a un trastorno que implica lo afectivo y que él agrupa en tres delirios pasionales: los
delirios de celos, los de reivindicación y el erotomaníaco. Ambos tienen una misma etiología afectiva, un
trastorno afectivo de base. El va a poner el acento en el delirio erotomaníaco, es un delirio ya descrito en
el campo de la psiquiatría en términos de un delirio que se sostiene en el terreno de la pasión, los
clásicos hasta este momento situaban que la pasión era el amor. Los sujetos tanto hombres como
mujeres que tienen la convicción de que son amados. Y esta convicción de que son amados se sostiene
en lo que Clérambault llama un postulado ideo-afectivo. Hay una articulación entre el delirio, en su
aspecto representativo, la idea y el afecto, el quantum de energía. Están combinados, esto es importante
situarlo porque va a diferenciarlo del automatismo mental, que justamente el automatismo mental tiene
en sus inicios estos fenómenos que son anideicos, atematicos, neutros que no tiene esa carga afectiva,
que si tiene el postulado erotomaníaco. Estos es importante que ustedes lo puedan relacionar con la
relación que Freud plantea entre la representación y el afecto.
Esta relación entre la representación y el afecto, es fija, se mantiene. Recuerden el esquema de
Freud la represión, que es el mecanismo de defensa, siempre actúa sobre el elemento representativo de
la pulsión. Esta representación deviene inconsciente, y lo que queda es el quantum de afecto, este se va
31
a ligar a una nueva representación, como por ejemplo en la histeria una parte del cuerpo. Ahí tenemos el
síntoma histérico, el mecanismo que hace que el quantum de afecto se ligue a la representación es la
conversión, es lo que forma el síntoma histérico. En el caso de la neurosis obsesiva, el quantum de
afecto se va a ligar a una idea, que entra en cadena asociativa con esta representación reprimida. Ahí
tenemos la idea obsesiva, pero justamente recibe el quantum de afecto de una representación otra, es lo
que da origen vía el mecanismo del falso enlace al síntoma obsesivo.
Clerambault, toma el modelo asociacioncita de la época y lo que va a decir es que en el
postulado erotomaníaco, ese quantum de afecto y esta representación es fija. Esto es un antecedente
de lo que después Freud va a abordar en el caso Schreber, va tomar los delirios erotomaníacos, pero
con un método diferente. Recuerden cuando Freud hace una distinción de los tipos de delirios, parte de
los delirios a partir de una frase, “Yo, un hombre, amo, a otro hombre”, entonces es a partir del criterio
que Freud indica como causalidad, se desprende de esta frase.
Clerambault, hace una distinción en tres fases, este delirio va a evolucionar, nuevamente
aparece en criterio del tiempo: una primera fase de esperanza, una segunda fase de recelo, y una
tercera fase de despecho. No se mantiene a lo largo del tiempo, no funciona de la misma manera, pero
si lo que se mantiene fijo es el núcleo ideo-afectivo. Puede ir cambiando la dimensión subjetiva del
paciente, no es lo mismo el momento de esperanza, de reencuentro con la persona amada, que el
momento en el que empieza a desconfiar de la persona que justamente lo ama y un tercer momento de
despecho, o de rencor, esta es importante por que en la misma se producen los pasajes al acto. Se
puede atacar a ese objeto amado.
Lacan, va a retomar en su tesis doctoral, el famoso caso Aimeé, el delirio erotomaníaco de
Clerambault.
Clerambault, va a dar ciertas características propias de este delirio. Una de ellas, la mas
importante, que se desprende del núcleo ideo-afectivo, es que la iniciativa viene del otro, es el otro el
que da el primer paso. El objeto que ama es el que realiza el primer movimiento no es el paciente, sino
que es el otro el que de este primer paso. Caracteriza a este otro, que generalmente está en un rango
superior que el paciente. El caso mas típico son los artistas, son los que acosan a los artistas, son los
que tiene la convicción de ser amados por alguien con una trascendencia social importante.
Otra de las características que sitúa en relación a este rango superior del paciente, es la actitud
paradójica, esto se puede ver por ejemplo, cuando en una entrevista, la paciente se le señala que ese
personaje, el rey de España por ejemplo, esta casado o tiene una familia formada, lo que el paciente
dice es que eso lo hace para disimular su relación. Esta casado y forma una familia para formar una
pantalla y así disimular su verdadero amor. Con este carácter no hace mas que confirmar la certeza de
que es amado por esa persona. Esa actitud paradójica es un rasgo importante en los delirios
erotomaníacos.
Otro de los detalles importantes, es que tipo de afecto se pone en juego en este núcleo ideo-
afectivo, no es el amor lo que se pone en juego, no es la pasión lo mas importante, el va a decir de que
32
la pasión o la energía, el afecto que esta en juego en los delirios erotomaníacos es el orgullo, y no
cualquier orgullo, sino fundamentalmente el orgullo sexual.
El va a señalar, que esta fase donde se produce este primer tiempo en el que hay una esperanza
en relación a la posibilidad de encuentro, parece que el encuentro con el objeto amado, parece que
aunque se valla a concretar el encuentro eso no cambia lo que hace a la evolución del delirio, como así
tampoco la imposibilidad del encuentro.
Aquí aparece una gran diferencia con los delirios interpretativos, en tanto este se construía en
forma de red, y justamente el mecanismo era por interpretación. En cambio en los delirios
erotomaníacos, el delirio se va construyendo progresivamente por deducciones, o sea que se parte de
postulados y a partir de allí se deducen las interpretaciones. También hay interpretaciones, pero el
detalle clínico es que estas interpretaciones se van articulando a través de la deducción. Esto lo lleva a
Clérambault a plantear que raramente aparece en la entrevista clínica la certeza, o el enunciado del
postulado. Es muy raro que los pacientes confiesen el postulado, sino que a eso se puede acceder por
una entrevista dirigida, de alguna manera inducirlo a este postulado. Pero el mecanismo de la deducción
está a la base de todas las interpretaciones, o sea que lo pueden inferir al postulado. Incluso hasta
puede llegar a nombrarlo nunca.
Les señalaba que una de las características que tiene estos delirios, es que van pasando por
distintas fases; donde la final, donde empieza a tambalear le mecanismo de la interpretación, este no se
sostiene, y que puede dar lugar al pasaje al acto, aún en el pasaje al acto se puede leer la convicción y
la certeza de que el objeto que ama, aún en la instancia última sigue estando presente, en el momento
del pasaje al acto, de ir agredirlo. En ese pasaje al acto se lee que el otro al que va a agredir, a pesar de
eso lo sigue amando, porque la iniciativa sigue del lado del otro. Lo que pasa es que a cambiado al
poción subjetiva del paciente, ahora se pone en juego otra pasión que es el rencor que se dirige a ese
sujeto. En el primer tiempo había una vertiente idealista, una conducta paradójica, nuca busca el
encuentro, este es promovido siempre por el objeto. Por ejemplo, esta noche va a tocar un conjunto de
música, en este está la persona que es amada, pero esto justifica que no me va a venir a ver, tiene sus
obligaciones. En el caso de un artista de televisión, este en el programa esta diciendo algunas cosas
referidas a otra persona, pero la paciente cree que se lo esta diciendo a ella. El programa da la
confirmación, el dato real está, el programa está, no es que alucina por eso, pero esta esa marca, esa
alusión y todas las deducciones que se dan una y otra vez verifican que esa iniciativa viene del otro.
(recomienda la película loca de amor).
He tomado un caso clínico para ir poniendo a prueba estas distintas categorías, tanto en la
escuela francesa como alemana. Es el caso López, en este podemos dar cuenta de cómo la paranoia
sigue estando presente, es un caso clínico, que si bien no es de los mas comunes en la actualidad, pero
de vez en cuando aparece.
Es un paciente de más o menos,40 años, que tiene una familia ya formada, tiene dos hijos, que
se dedico a la administración, es contador. Trabajo en distintos bancos, donde en determinado momento
33
le llega una cédula judicial que hace que sea internado, cuando llega a la guardia el dice que se había
producido un mal entendido. En realidad había algo allí, que no estaba funcionando bien, el había
acatado la orden judicial, no se había resistido pero que la naturaleza del problema que el tenía no era
para ser tratado en un manicómio. El problema que el tenía era matrimonial, estaba separado de su
mujer hace unos años. El de alguna manera había tomado una iniciativa para resolver este problema,
invito a su esposa a hacer una terapia de pareja, hacer una consulta para tratar de resolver los
problemas de convivencia. Es así que comienza a plantear que va la psicóloga, inicialmente comienza
haciendo una terapia de pareja pero progresivamente el dice que aparece algo raro, la psicóloga deja de
lado a mi mujer y me propone tener entrevistas de manera individual. El acepta, estas entrevistas se
fueron desarrollando sin ningún problema hasta que surgió una situación que a el le pareció rara,
apareció algo enigmático, porque en determinado momento la psicóloga le propuso que el tomara
medicación, a lo cual el se niega. El la interpela acerca de que le de los motivos por los cuales el debía
tomar la medicación, con una serie de evasivas, le da una receta y la intervención del un médico. El lee
el prospecto de la medicación y saca la conclusión de que a esa medicación no la quiere tomar.
Consulta un medico personal, este esta de acuerdo con la posición que tiene, le dice que en todo caso
tiene que buscar un medico que le de los fundamentos por los cuales tiene que tomar esa medicación.
La cuestión continua en este ámbito y eso paralelamente desencadena que se hace efectiva al
separación, el empieza a notar algunas cosas extrañas, por ejemplo, que sus hijos, concurren a un
escuela privada cara y el empieza a desconfiar de donde salen los recursos para que sus hijos fueran a
esa escuela. Entonces empieza a seguir as sus hijos al colegio, su mujer ya no quiere saber mas nada
con el, se rompe todo diálogo. También con la familia de su mujer. El comienza a recorrer los distintos
juzgados de familia para hacer las respectivas denuncias de esta serie de anomalías. Hasta ese
momento nada de lo que e decía se presentaba de manera diferente.
Todo circulaba de esta manera en la entrevista, hasta que en un momento se le pregunta de que
hablaba el con la psicóloga, ahí aparece la primera discontinuidad. Cuando la psicóloga le sugiere que
tiene que tomar medicación y es recién ahí donde el empieza a desplegar toda una serie de cosas que
venían sucediendo pero desde hace mucho tiempo, y que no tenían que ver con la separación en sí.
Entonces ahí empieza a relatar una serie de episodios, que se remontaban a muchos años antes, que
es cuando el recién empezaba a trabajar. Empezó a trabajar en un plan de alfabetización, donde el
empieza a notar que ciertas personas intentaban afanosamente, entablar contacto en el. El contaba que
salía a trabajar por los distintos barrios y había gente que tenía la intención de querer conversar con el.
El no entendía bien porque razón esta gente tenía esta necesidad entablar el diálogo con el. El dice esto
fue guardad, que en ese momento no tubo la urgencia de tener que descifrar el por qué. Es un dato que
quedó ahí.
Seguidamente él empieza a contar que en determinado momento, en su familia ingresa una
cantidad de dinero importante y que supuestamente, ese dinero era producto de que su padre se había
ganado la lotería, y esto le trajo un beneficio, el pudo continuar con sus estudios que hasta ese momento
34
habían estado interrumpidos por cuestiones económicas, pero a partir de ahí el puede continuar sus
estudios, y es así como el se recibe de contador y posteriormente de administrador de empresas. Ya ese
dato también le resultó significativo, que de golpe aparezca este dinero, que supuestamente llega de
esta forma. Así el va recabando muchos datos, ciertas situaciones que el no entiende bien porque
sucedieron.
Posteriormente empieza a notar cuestiones mas llamativas, pero todas precipitan en una única
situación, que es cuando muere su padre, en esto había algo que no le cerraba. Es más lo asalta la
convicción de que en realidad no es su padre el que aparece muerto. Eso provoca una primera conducta
que lo llevo a la acción, hasta ahora el venía recabando datos y almacenándolos, para en un segundo
momento poder entenderlos. Pero cuando muere el padre, esto ya pasa al plano de la acción, porque
llega al velorio de su padre, con una cámara fotográfica para sacarle fotos a su padre en el velorio. Esto
lo hace porque esta buscando pruebas, porque ya empezaba a unir estos detalles que fueron
apareciendo a lo largo de casi quince años. El ya empezaba a desconfiar, ya se estaba haciendo
evidente algo que le generaba desconfianza y que se expresaba fundamentalmente en este momento
cuando el padre muere.
Es así que, después de muchos años de elaboración el llega a la firma convicción de que hay un
grupo económico muy importante que está detrás de esto y el deduce que es un grupo económico,
porque fundamentalmente tiene una disponibilidad de dinero muy grande, no puede situar el grupo
económico, pero si puede ubicar que ellos son los gestores de esta situación. A partir de esta hipótesis
el comienza a descifrar estos datos, que hasta este momento a el le han venido de una manera, y acá
aparece una de las características propias de la paranoia, todos estos datos inicialmente vienen
acompañados este quantum de afecto que se presenta de manera enigmática. Porque justamente
cuando se empieza a interpretar, es justamente una forma de tratar el enigma. Entonces fíjense que uno
ahí puede situar distintos tiempos, un primer tiempo, cuando irrumpe el fenómeno, que se presenta con
esa característica de enigmático, y un segundo tiempo, que vía interpretación, vía elaboración se
adquiere sentido.
Esto lleva a que cada vez más, el se da cuenta que es objeto de una manipulación, una
manipulación que ahora se extiende a sus hijos, porque justamente el dinero que permite que sus hijos
vallan a estudiar, sale de los grupos económicos. Entonces de esta manera, una vez que el sitúa el
perseguidor, empieza a interpretar cada uno de esos detalles que el venia almacenando. La separación
que el tiene también entre dentro de está lógica, porque quieren separarlo de su mujer. Pero la pregunta
es ¿cuál es el motivo? Es ahí donde empieza a esbozar otra parte del delirio que sostiene que son
grupos económicos que se encargan de formar gente, que luego van a ser dirigentes para que después
tengan influencias en las instancias de poder, y eso habían querido hacer con el, lo habían formado, le
habían dado un trabajo, una familia, le habían hecho creer todo esto, pero que en realidad detrás de
todo eso había una intención oculta, que en determinado momento se empieza a hacer evidente.

35
Cuando llega al hospital el señala que tal vez se hall equivocado, que no eran solamente grupos
económicos sino que también seguramente eran grupos económicos que tenían una influencia en el
terreno de la salud. esto se extiende al campo de la salud y aún mas al campo judicial, porque hay una
orden judicial.
Fíjense como cada uno de los detalles comienzan a ser articulados en la elaboración delirante.
Toda esta elaboración delirante tubo una evolución, el estuvo casi veinte años recabando estos datos,
en este tiempo el estuvo construyendo este delirio. Y de una manera, y acá aparece otro de los rasgos
de la paranoia o del delirio de interpretación, que es un concepto que se llama reticencia, usado por al
psiquiatría, que es cuando alguien no quiere decir algo. En cambio en este caso, la reticencia pudo durar
años, pero paralelamente se va gestando este delirio, lejos de que los datos de la realidad conmuevan
estas certezas, cada dato, cada cuestión de la vida cotidiana va entretejiendo este delirio. Es una
paranoia con un mecanismo interpretativo, cada dato que se fue dando en la realidad se fue
incorporando progresivamente a la elaboración delirante.
Acá podemos hacer un contrapunto con respecto alo que sucede en los delirios erotomaníacos,
no importa las cosas que haga el objeto, no importa que se valla a otro lugar del mundo, esto no hace
mas que confirmarlo, lo que está haciendo es disimular.
Lo paradójico del caso López es que los tratamientos farmacológicos e institucional, poco pueden
hacer en este tipo de caso. La internación no es un tipo de intervención que esté indicada para los
paranoicos, porque el delirio se presenta, y esta es otra de las características, inquebrantable. Esto que
uno puede verificar en este caso, se sostuvo durante veinte años, pero un día determinado el paciente
llega a la entrevista diciendo que se había equivocado y todo esto de los grupos económicos, cayo. Y
cayó por una “pavada” llega una boleta de gas, errónea a otro domicilio, a otra propiedad y el a partir de
ese mismo dato, empieza a hacer exactamente lo contrario, empieza a deducir, que todos esos datos
que el había construido de una manera sólida en relación a la persecución caen. Ya no era de esa
manera. Sin embargo, hay un detalle, en realidad esto, lo conduce al él a tener que nuevamente
comenzar a descifrar, toda una serie de datos que aparecen nuevos, porque los anteriores ya no tienen
valor, pero ya había empezado nuevamente la interpretación. Cae toda la elaboración delirante, lo que el
sujeto hace es seguir interpretando pero con otra modalidad, ya no van a ser los grupos económicos,
sino que sospecha que es alguien de su grupo cercano. Mientras era un grupo económico era un grupo
abstracto, cuando empieza el a plantear que podía ser de su grupo cercano, pasa a ser alguien de la
vida cotidiana.
Lo que yo quiero transmitir con este caso es fundamentalmente la importancia que tiene el
síntoma del delirio, en este tipo de presentaciones clínicas. En este caso podemos verificar, como lo
señalaba Kraepelin, que no se presentan alucinaciones, en ningún momento hubo trastornos de la
percepción, pero si presentaba estos signos acompañados de esta característica de lo enigmático. La
segunda característica importante es la certeza que lo acompaño en toda esta elaboración. Y en tercer
lugar la rigurosidad con que se van articulando todos los datos.
36
Preguntas:
¿cuáles la diferencia entre interpretación y deducción?. La diferencia es una cuestión
metodológica, no es lo mismo el método interpretativo, que justamente va tomando datos de la realidad
y que eso conduce a una interpretación, por eso ellos van a decir que se construye en forma de red, son
distintos datos que van apareciendo y se van interpretando, en cambio en el delirio erotomaníaco no
aparecen esos datos, aparece un postulado fijo, de que es amado por el otro, y es a partir de ese
postulado que se deducen las interpretaciones, no es que aparece un dato de la realidad sino que el
dato de la realidad, se acomodan al postulado, la deducción parte de un axioma y de el se deducen una
serie de postulados, pero se mantiene fijo este postulado. En cambio en el interpretativo, es un dato de
la realidad. En la erotomanía hay certeza de que se es amado a partir del postulado.
¿cómo es el abordaje terapéutico? En realidad el propio delirio, decía un paciente autosanación,
lo que se interpreta como problemático es lo enigmático, la interpretación es un intento de elaboración.
No se advienen a tratamientos institucionales, los paranoicos, se los puede medicar, pero esa certeza
delirante no se conmueve, no como las alucinaciones, que si desaparecen con un tratamiento
farmacológico, y por un tratamiento por la palabra, el delirio erotomaníaco no necesita ni de un analista
ni de un psicólogo, el delirio funciona solo, en todo caso lo que uno puede hacer es trabajar con el
delirio, producir una orientación en relación al delirio, sobre todo abordando la problemática de lo
enigmático, la dirección de la cura se orienta en esa dirección. El caso típico es el caso Schreber, que a
pesar de haber estado internado, el elabora su propia curación, es así que el puede salir del hospital a
partir de sus memorias, el deliraba pero este era algo que merecía tenerse en cuenta.
En la psicosis en Freud, lo que funciona es un mecanismo mas radical que la represión, que es el
rechazo, rechaza la representación como el afecto, y esto que se rechaza en lo simbólico, retorna desde
lo real. En el caso de la erotomanía eso se mantiene fijo.

37
CLASE N°5

DEMENCIA PRAECOX EN EMILE KRAEPELIN

Profesor: Nora Carbone.

La clase de hoy la vamos a dedicar a una categoría gnoseográfica fundamental en la historia de


la psiquiatría, la demencia praecox, matriz de lo que sería luego al futura esquizofrenia. Debemos la
descripción de este cuadro clínico a un autor, Emile Kraepelin que ha tenido un valor fundamental en la
historia de la psiquiatría, pertenece a la época de oro dela psiquiatría.
Vamos a tratar la descripción del cuadro clínico de Kraepelin, autor fundamental en la historia de
la psiquiatría, uno de los mayores exponentes de la psiquiatría entendida como una ciencia natural,
dedicado a la descripción y clasificación de las especies mórbidas, tal como se daban en la naturaleza, a
partir de las observación propia del método clínico.
La obra de Kraepelin es enorme, que comenzó en el año 1883, con un compendio de psiquiatría
que a él lo dejó un tanto disgustado, desconforme con los resultados, pero que se volvió fecunda en la
medida en que lo impulsó a continuar con sus investigaciones, de modo tal que este primer compendio
que escribió a pedido de una editorial, se transformo a lo largo de un trabajo de 30 años, en una enorme
obra que es el Tratado de Psiquiatría, este pasa por muchas ediciones, en cada una de ellas hay
modificaciones, algunas son de fondo, otras mas anecdóticas. Nos vamos a centrar en dos de las
ediciones de este tratado, una es la secta edición de 1889, edición clásica, la que ha perdurado en la
historia de la psiquiatría, aquella que nos presenta al Kraepelin más original, mas sintético, mas
coherente, mas consistente. Y luego vamos a ver la octava edición que escribe entre los año 1908/1913,
y que es aquella que constituye el resultado de la asimilación que hace Kraepelin de las importantes
críticas que recibió por parte de sus colegas, fue fuertemente criticado por autores de la escuela
alemana y de la escuela francesa y esto lo llevo a asimilar estas críticas y a plasmarlas al modo casi de
una formación de compromiso en esta octava edición.
Kraepelin parte de la observación, meticulosa propia del método clínico, que al principio de su
carrera es más bien pineriana, con todo lo que eso implica, y que poco a poco se va a inscribir en la
tradición fundada por Bayle y Falret, que van a ingresar a Alemania por al vía de otro autor que se llama
Kalbaun. Kraepelin va a absorver los conceptos de Bayle y Falret a su modo y va a elevar entonces a la
entidad clínico evolutiva (ECE) a su máxima expresión, el concepto de ECE o de verdadera enfermedad
mental, se sostiene en tres criterio fundamentales:
 El criterio clínico evolutivo, una verdadera enfermedad es para Kraepelin aquella en la que se
presentan un conjunto de síntomas que evolucionan de un modo particular, que se vuelve cada vez mas
típico hasta llegar al desenlace. En el que se puede reconocer la herencia de Falret, la diacronía en la
observación de las enfermedades mentales, lo opuesto al criterio que utilizaban Pinel y Esquirol. En el
38
caso de Kraepelin, la impronta que el imprime, que lo diferencia del Falret, es que él hace hincapié en la
fase terminal dela enfermedad, la fase terminal es la más importante, fase que a su vez era anunciada
desde el principio por la presencia de determinados signos, hay determinados signos presentes al
comienzo que permiten predecir como va a ser el final. Se ve entonces porque para Kraepelin, la tarea
de hacer el pronóstico de la enfermedad era una de las más importantes que tenía el clínico, al pie del
lecho del enfermo. La verdadera enfermedad se define por su curso que se vuelve cada vez más típico
hacia el final, y esa importancia en la fase final va a ser la que el permita a Kraepelin agrupar
sintéticamente una serie de cuadros heterogéneos entre sí, porque tiene una culminación similar. Mucho
se habla del espíritu sintético del autor en la 6edición, mucho de esto tiene que ver con que a
terminaciones similares estamos en presencia de cuadros clínicos que pueden englobarse en una
misma categoría.
 Criterio que sustenta la clasificación de Kraepelin, es el etiológico, al ser heredero de Bayle y de
Falret, va a sostener el paralelismo psicofísico, la idea de que en mayor o menor medida las
enfermedades mentales son efecto de una causa orgánica. Esta referencia orgánica que está como el
ideal que sostiene el modelo, no es ingenua al estilo de Bayle, este había terminado diciendo que todas
las enfermedades mentales eran producto de una inflamación de las meningues, Kraepelin, es más
complejo y sutil por empezar el admite que el método anatomopatológico era limitado, los estudios pos
mortem de los cerebros de los alienados no le permitían extraer conclusiones certeras sobre la relación
entre la lesión y el trastorno. El es prudente en ese sentido y es conciente de la limitación de la
anatomopatología para darle la respuesta. No obstante en el horizonte está la referencia orgánica, dice
Kraepelin en el capitulo que habla de la clasificación de las enfermedades mentales, la referencia
orgánica está, pero la misma, la encontramos en esa doble división que hace entre enfermedades
endógenas y exógenas, esta bi-partición que hace de las enfermedades mentales de acuerdo a la
causa, aparece ya en la quinta edición del Tratado y va a ser una constante en las ediciones posteriores.
Las enfermedades exógenas, son las que obedecen a factores externos, que actúan sobre el cerebro,
clasifica así los trastornos mentales debido a infecciones, a intoxicaciones, autointoxicaciones
(enfermedades metabólicas) e incluso lesiones tumorales, traumáticas. La causa orgánica está clarísima
en este grupo, es más localizable. Mas problemático se vuelve el grupo de las llamadas enfermedades
endógenas, de causas internas que también están fijadas en el organismo del sujeto, afectan el cuerpo,
el cerebro, Kraepelin era discípulo de Kraff Ebing, y extrae de el la idea de que en las llamadas
enfermedades del cerebro, se trataba de un cerebro vicioso, tarado en su constitución. La referencia
orgánica también está presente en las enfermedades endógenas, estamos ante un organismo
desconocido, esta noción de endogeneidad recubre lo que no se sabe acerca de la causa, es una forma
de ponerle nombre a algo desconocido. En ambas enfermedades, endógenas y exógenas juega el ideal
causal que sostiene el modelo.
 El criterio psicopatológico descriptivo (CPD), es discípulo de Wunt , participó en los experimentos de
laboratorio de Wunt y extrajo de esto la idea de que la Psicología normal podría ser una herramienta,
39
muy útil para esclarecer la psicopatología. Vamos a ver como juega este criterio en la propia definición
de demencia precoz, la medida en que el va a definir al categoría de acuerdo a la perturbación en
determinadas esferas de la personalidad. El criterio psicopatológico descriptivo está basado en
psicología de las facultades, tal como se las trasmitió Wunt.
Vamos a ver como juegan estos tres criterios en esta categoría que es la demencia praecox
(DP), tal como la describe en 1889 en al secta edición, la clásica. La definición es la siguiente, se trata
de una serie de cuadros clínicos o estados cuya característica común consiste en una evolución signada
por debilidades peculiares. Este concepto de debilidad lo que da el nombre a la categoría, demencia
justamente quiere decir debilitamiento, estas debilidades peculiares afectan profundamente a la
personalidad en la esfera emocional o afectiva, en la esfera volitiva y en menor medida en la esfera del
juicio. Vemos así la aplicación del CPD, son las tres esferas las que están primaria y profundamente
afectadas lo que conduce a que la personalidad adquiera un aspecto cada vez más deficitario, a que se
pierdan las conexiones internas dela personalidad.
El rasgo de la debilidad, deterioro explica el nombre de demencia, pero ¿por qué se trata de una
demencia precoz? Y además ¿por qué este debilitamiento es peculiar?.
Es precoz, en primer lugar, porque ese deterioro sobreviene rápidamente en el curso del proceso
mórbido, una vez desencadenado el proceso el deterioro es rápido. También hay quien dice que le llamo
precoz, porque se baso en el concepto de otro autor, Heker, que había descrito una forma juvenil, la
hebefrenia, una demencia juvenil, puberal, y es cierto que se baso en Heker, e hizo de la hebefrenia un
poco el paradigma de la DP, en la medida en que es el modelo del déficit en las diversas esferas, pero
también es cierto que reconoce que así como hay DP e incluso precocísimas también hay tardías. Esta
segunda acepción sobre la demencia tomada de Heker, Carbone la tomaría entre comillas y se inclina
más por afirmar que el carácter precoz tiene que ver con que es rápido el deterioro y no tanto con el
hecho de que se de en una época juvenil de la vida.
Es peculiar porque a la par que se deteriora la personalidad en cada una de las tres esferas y se
pierden sus conexiones internas, se conserva la memoria, la orientación, la inteligencia y el estado de
conciencia que en general es claro. El paciente por ejemplo puede recordar sucesos muy antiguos de su
vida, puede recordar conocimientos complejos aprendidos en la escuela, su memoria no está afectada,
el sujeto sabe donde está, está orientado en tiempo y espacio.
Kraepelin, usa una figura para explicar la DP, es como si se tratara de una orquesta, dice donde
los instrumentos, los instrumentistas, están en buenas condiciones, pero falta el director de orquesta que
haga sonar la orquesta en forma ordenada. Los instrumentos por separado están falta el director.
¿Qué explicación causal da Kraepelin de la DP, desde el punto de vista de la etiología?, ¿a
donde ubica la DP, en esta división entre enfermedades endógenas y exógenas?.
En la 6° edición tiene 13 clases ordenadas desde lo más exógeno a lo mas endógeno. La DP
está en el quinto lugar entre las enfermedades metabólicas autotóxicas, tiroideas y las lesionales (del
cerebro), es decir que entre dos enfermedades exógenas, del lado de las exógenas. El supone que en la
40
DP, hay un daño más o menos sutil en las células del cortex, que la identidad del proceso que genera
ese daño es desconocida, pero se inclina a pensar que obedece a un daño de tipo clínico, es decir
auotóxico, va a hablar de una toxina sexual, ligado a procesos sexuales. Esto no lo puede corroborar
porque ya a advertido que el método psicopatológico es limitado para advertir esas lesiones en el cortex.
Como carece de herramientas serias a nivel de la anatomopatología, para justificar la causa de la DP, se
va a basar en la clínica. Las acerca a las metabólicas porque tiene un modo de inicio similar, confuso,
alucinatorio y las acerca a las lesionales, porque tiene una terminación deficitaria similar. El se guía así
por la premisa de que a evoluciones similares le corresponderían causas similares, le permite inferir una
causa semejante.
De todas formas, siempre que hable de las causas de la DP, va a decir que están envueltas en
una oscuridad impenetrable. En la secta las pone dentro del grupo de las exógenas, en la octava la pone
dentro del grupo de las endógenas. Pero de una endogeneidad que no es la misma que de la paranoia,
de la constitución.
La explicación causal es el punto flaco del autor.
La clínica, el punto fuerte, el plano de la descripción de los síntomas. Distribuye los síntomas en
dos grupos:
 Síntomas fundamentales: son aquellos permanentes, los encontramos en todas las etapas dela
enfermedad aunque en distinto grado, se muestran desde el comienzo de la enfermedad y en su
máxima pureza hacia el final de la enfermedad, permanentes y específicos del cuadro, no los comparte
con otros cuadros clínicos, son patognomónicos o específicos, distintivos de esa enfermedad.
 Síntomas accesorios, definidos en oposición a los anteriores, son transitorios, pueden estar como no,
pueden ser muy ruidosos en un determinado momento y desaparecer en otro, y son inespecíficos,
pueden estar presentes en otros cuadros clínicos. En el caso de la DP son accesorios por ejemplo, las
alucinaciones, la ideas delirantes, los automatismos corporales, las oscilaciones del humor.
El cuadro se trata de una perturbación fundamental que afecta tres esferas de la personalidad:
afectiva, volitiva y juicio.
 Afectiva: la perturbación fundamental es la pérdida de los sentimientos, admite grados desde una
reducción de los sentimientos, un embotamiento un aplanamiento hasta la indiferencia. Disminuye o
directamente falta la respuesta emocional, el sujeto no expresa ni pena ni alegría, no siente satisfacción
por lo que hace. Para ello, nada le importa todo es lo mismo, las esperanzas, los deseos, los placeres,
las penas se silencian, se apagan, desaparecen. El paciente puede no expresar por ejemplo cuando se
entera que muere un familiar o ninguna alegría cuando el familiar lo viene a ver. No expresan ni penas ni
alegría, vive estados de apatía. Esta pérdida de los sentimientos incluye los sentimientos morales, de
pudor y de vergüenza. Al perder estos sentimientos el sujeto llega a cometer actos transgresores, se
exhibe desnudo en público, se masturba, comete ilícitos, pero esto en todo caso es accesorio a esa
perdida del sentimiento que es lo fundamental. En general lo que aparece es una falta de adecuación
entre la expresión del sentimiento y la situación. El sujeto que ríe en una situación triste o viceversa, etc.
41
Hay discordancia entre la expresión afectiva y la situación. También aparecen oscilaciones del humor,
emocionales repentinas y violentas, el sujeto que pasa de la alegría a la tristeza en un minuto sin que
halla una situación que amerite esa reacción. Kraepelin la llama ataxia de los sentimientos, una especie
de desorden desregulación de los sentimientos. En esta esfera hay una pérdida de los sentimientos que
en su expresión máxima llega a la indiferencia afectiva.
 Volitiva, el campo de la voluntad, se reduce el impulso volitivo, se aplana la voluntad, o directamente
desaparece al grado de la llamada abulia, falta de voluntad. El suejto abandona sus actividades, ya no
se interesa por sus estudios, por su trabajo, por su vocación, se queda postrado en al cama, no tiene
iniciativa para bañarse, comer. Desatienden sus obligaciones, vagan sin ningún objetivo. Es la abulia o
la perdida de la voluntad el síntoma fundamental. Como consecuencia de esta abulia aparecen otros
síntomas accesorios:
- El automatismo comandado, los pacientes se vuelven dóciles, se dejan llevar como
ganado, uno los pone en una posición incomoda y el paciente se queda así por horas.
- La flexibilidad cérea, a nivel del cuerpo, el cuerpo parece como si fuera de cera, el sujeto
lo pone en cualquier posición y el cuerpo se modela como una cera.
- Las ecolalias, el paciente que repite sin parar aquello que ha escuchado, que se le ha
dicho.
- La ecopraxia, a nivel del movimiento, repetición del mismo movimiento sin cesar. Es
típico, cuando uno empieza aplaudir el paciente empieza a aplaudir y cuando uno deja el
sigue. O uno le da la mano y el se queda en la misma posición.
Se vuelven entonces demasiado susceptible a las influencias externas, por eso habla de una
automatismo comandado, en la que al no haber actividad voluntaria que regule el comportamiento se
dispara una serie de movimientos una comportamientos automáticos. Se vuelve dócil, en un extremo,
pero en el otro extremo, el negativismo, el paciente que directamente se resiste, muestra un oposición a
toda demanda, solicitud, el paciente que cuando uno le habla se tapa los oídos con las manos, cierra la
boca para no comer. Son los dos extremos de lo mismo. En ambos casos se trata de una consecuencia
de la perdida del voluntad, o son extremadamente dóciles, o negativistas resistentes. El extremo más
extremo del negativismo es el estupor, el paciente que queda inmóvil y mudo y que no reacciona ante
ningún estímulo. Toda esta sintomatología es accesoria, es característica de una forma clínica, puede
darse en todas pero predomina en una de las formas clínicas de la DP que es la catatonía. El síntoma
fundamental es la pérdida del impulso volitivo, abulia, y el cortejo de síntomas accesorios tiene que ver
el automatismo comandado, el negativismo o incluso las llamadas parabulias, cuando el sujeto quiere
hacer algún movimiento pero en ese ínterin hace otra cosa, como que se distorsiona la actividad
voluntaria. Se quiere poner un pantalón y se lo pone en la cabeza, este es un síntoma accesorio, como
consecuencia de un síntoma volitivo.
 Juicio o esfera intelectual, se produce una alteración en el curso del pensamiento, de modo tal que al
expresión de las ideas es incoherente, el sujeto tiene una dificultad para ordenar las ideas,
42
jerarquizarlas, agruparlas lógicamente, pierde los hilos y su expresión verbal, es entonces totalmente
desordenada, junto con esto se produce también, como otra alteración en el curso del pensamiento, las
esteriotipias, repiten una y otra vez las mismas ideas, llega hasta un monoideismo, siempre la misma
idea repetida sin cesar monótonamente. El juicio está debilitado también porque el sujeto ya no puede
metabolizar nuevas experiencias, no puede juzgar adecuadamente, no puede descubrir contradicciones
en sus ideas, no puede corregirlas, no puede extraer conclusiones adecuadas.
Todo esto es simultaneo de la conservación de la memoria, de la orientación y de una inteligencia que
está conservada a pesar de esto.
Los síntomas que van a ser accesorios, son lo delirios, las ideas delirantes, o que es fundamental es la
incoherencia, la esteriotipia, esas alteraciones en el curso del pensamiento y ese debilitamiento, esa
capacidad para metabolizar mentalmente nuevas experiencias. Pero dentro del esquema del juicio lo
que es accesorio es la ideación delirante.
Dentro de este cuadro clínico general. Lo que hace Kraepelin es describir tres formas clínicas, en
una tarea de clasificación que el mismo admite que sirve a los fines de un ordenamiento mas claro, pero
lo cierto es que estas tres formas clínicas, están unidas por transiciones fluidas, todas comparten los
síntomas fundamentales, en mayor o en menor medida en cada una de ellas, y después hay una suerte
de síntomas accesorios característicos de cada una de ellas, que son los que colorean el cuadro. Las
tres formas clínicas son:
 La hebefrenia, no es un invento de Kraepelin, ya la había descrito Heker, en esta forma de
debilitamiento conectado con una etapa evolutiva, que es la post pubertal, juvenil, ya Heker había
hablado de una enfermedad que empezaba con una depresión, seguí con una manía y terminaba con
una imbecilidad profunda, y que en este curso era rápido y juvenil. Kraepelin, toma la hebefrenia y la
hace un poco, el modelo de toda la DP, porque el paradigma de la debilidad (Pregunta de parcial), es el
modelo del déficit la hebefrenia. Se caracteriza entonces por un inicio, que podría confundirse con una
depresión, el sujeto se repliega, se vuelve retraído, tímido, no sale de su casa, abandona sus
actividades, y aparecen después alucinaciones de todo tipo, visuales auditivas, cenestésicas, ideas
delirantes, también de todo tipo, de persecución, de grandeza, hipocondríacas pero ideas delirantes
sueltas, que no hacen delirio, que no se sistematizan. Unido a esto, todo el complejo de síntomas que
tiene que ver con las alteraciones del humor, y a nivel del comportamiento, todo tipo de comportamiento
pueril, bizarro, extraño. Termina en un hundimiento de la personalidad, en un estado máximo de
incoherencia entre las distintas esferas, en el pensamiento, sentimiento y acción.
 La Catatonía, comparte las formas fundamentales de las tres esferas pero tiene como nota
distintiva, el conjunto de síntomas psicomotores, porque lo que está predominantemente afectado es al
esfera volitiva. El automatismo comandado, el negativismo, el estupor catatónico (mutismo y aquinexia,
el sujeto esta mudo y no responde a los estímulos. El estupor puede ser mas bien negativista o
automatismo comandado, los dos extremos ya nombrados. En la otra punta de la serie tenemos la
excitación catatónica, la suma de movimientos agitados, impulsivos, sin sentido que no se dirigen a
43
ningún fin, rompe, salta, rompe una ventana, movimientos inconexos que no responden a ninguna meta
reconocible. En la agitación catatónica también pueden aparecer los movimientos estereotipados, los
mismos movimientos, cuando por ejemplo, hacen fila y dan vuelta en circulo. Otro síntoma característico
es la doble ligeración (Kalbaun), un discurso formado de ideas inconexas, sin sentido y sin interlocutor.
Un discurso con palabras comunes o incluso con términos neológicos.
 Las formas paranoides tienen todos los síntomas fundamentales, pero lo que predomina es la
ideación delirante, sobre todo paranoide y de grandeza. Dentro de las formas paranoides hay una sub
variedad:
- Demencias Paranoides: que tiene que ver con el florecimiento de una serie de ideas delirantes
persecutorias y de grandeza, deshilvanadas, desorganizadas, absurdas, cambiantes. A la que se suma
una actividad alucinatoria muy ruidosa, de todo tipo.
- Paranoias Fantásticas: en donde también prima la elaboración delirante pero un poco más coherente
que la demencia paranoide, tienen algo de sistematización, pero finalmente cae. Estas formas
fantásticas antes de Kraepelin eran incluidas en el grupo de la paranoia, para el no hay demencia en la
paranoia hecha y derecha, y en estas formas si, entonces saca de la paranoia las formas delirantes pero
que tiene una evolución demencial y van parar a este grupo. Uno de los síntomas mas importantes es el
delirio de persecución física, el sujeto que cree que ejercen una influencia en su cuerpo, que le envían
mensajes a través de un telescopio, que le envían mensajes a través de ondas eléctricas, que le ponen
hielo en el corazón, pero que estas ideas de influencias tienen una mínima elaboración, conforman un
delirio una mínima elaboración, articulación. Esto nunca lo vamos a encontrar en la paranoia pura.
Porque en esta el delirio tiene que ver con una visión falseada del mundo, no es la personalidad la que
está afectad, nunca en la paranoia pura vamos a tener un delirio de persecución física.
Las ideas delirantes de influencia pueden aparecer en cualquiera de las formas de la demencia
precoz, en la forma paranoide fantástica, la diferencia es que hace un delirio, hay una mínima
elaboración, pero es un delirio que finalmente cae, no es como en el caso de la paranoia que es
incorregible, persistente e incurable. En las fantásticas, termina cayendo y lo que predomina es el
debilitamiento.
Un delirio crónico es que tiene una continuidad en el tiempo, se instala y tiene años de evolución.
Que un delirio haga sistema o no tiene que ver con el trabajo de elaboración del sujeto, cuando
intenta articular una idea con otra, busca un agente de persecución, cuando intenta encontrar una lógica
interna, que no tenga contradicciones. Puede durar mucho tiempo y no sistematizarse, la oposición es
agudo crónico por un lado, y sistematizado y asistematizado por el otro.
Luego viene Bleuler, y el es quien dentro de la escuela alemana va a desbancar a Kraepelin.
Bleuler, como representante de la escuela alemana, va a ser muy crítico de la ECE, porque para él la
evolución no va a ser un criterio, y va a despedazar la DP, inclusive el nombre y propone llamarla
esquizofrenia. Y de hecho esa es la denominación que va a perdurar hasta hoy, por lo tanto podríamos

44
decir que logró desbancar a Kraepelin, lo que ha quedado hoy de la DP es bajo la forma de la
esquizofrenia.
La cuestión es que recibió diferentes críticas, de la escuela alemana con Bleuler a la cabeza y de
la francesa sobre todo, de cinco autores, se negaba a incluir todos los delirios alucinatorios crónicos
dentro de la DP, en la escuela francesa el estudio de los delirios alucinatorios crónicos constituye un
capítulo muy importante y las mayores figuras dedicadas al estudio de estos delirios se negaban a
incluirlo dentro de la DP, porque decían que no todos tenían una terminación demencial
Entonces Kraepelin en su octava edición, va a modificar la categoría de la DP. El va a crear un
nuevo grupo, Demencias Endógenas, estas son una serie de cuadros clínicos que conducen a un más o
menos notorio debilitamiento mental. Esto más o menos notorio es lo que va a hacer a la diferencia.
Endógenas les llama ahora, a pesar de que le ponga este nombre, el sigue insistiendo en la
causa oscura y en la cuestión del metabolismo autotóxico. Es endógeno porque ahora ahce contar más
a la predisposición, pero no la de la constitución como en el caso de la paranoia, este nuevo grupo es
endógeno no constitucional, es una predisposición a contraer enfermedades orgánicas. A pesar del
cambio de nombre es una endogeneidad, que no es el de la paranoia.
Este grupo incluye a la DP, tal como fue descrito, con la diferencia que en vez de tres formas
clínicas pone nueve formas clínicas (recomendación hacer hincapié en las esquizoafasias, le gustan a
Napolitano) . Por otra parte crea el grupo de las parafrenias.
La creación de este subgrupo de las parafrenias, obedece a la polémica con los franceses,
atendiendo a esa crítica crea esta categoría, en donde la perturbación fundamental estaría en algunas
áreas de la esfera intelectual y mientras que la perturbación afectiva y volitiva, sería mucho las limitada,
con lo cual la conservación de la integridad de la personalidad sería más importante. Son formas
delirantes con poca perturbación emocional y volitiva, y sin tanta desintegración de la personalidad, así
Kraepelin asimila la crítica francesa, en esto que decían ellos que no todos los delirios alucinatorios
crónicos evolucionaban hacia la demencia, entonces inventa esta categoría. Lo cierto es que lo que
empieza a predominar, es un uso exagerado del criterio psicopatológico descriptivo, y esto redunda en
que proliferan las formas, las sub variedades, se vuelve cada vez mas detallistas, y pierde la síntesis de
la secta edición, esto para Bercherie obedece a la crítica de Bleuler.
Las formas ahora, pierden sus límites, se superponen unas con otras, busca precisión y logra
formas clínicas cada vez mas confusas.
La parafrenia se trata de una debilidad que afecta sobre todo la esfera del juicio, intelectual y en
mucha menor medida la esfera de la afectividad y la volitiva, con mayor conservación de la
personalidad. Y despliega acá cuatro variedades:
1. Parafrenia Sistemática: esta es la que interesa, por dos razones, una es que es interna a la
nosografía de Kraepelin, es una forma predominante. La otra razón es porque la descripción que hace
Kraepelin del cuadro coincide punto por punto, con el caso Schreber. Cuando Freud describe sobre
Schreber, no estaba la octava edición, Freud, tiene como interlocutor a Kraepelin, e incluso en el título
45
mismo, Un caso de paranoia descrito autobiográficamente, que no es ninguna paranoia, entre
paréntesis dice demencia paranoide, y en le texto van a ver como justifica que se trata de una demencia
paranoide, ¿por qué usa esta y no parafrenia?, porque se está guiando con la secta edición. Luego de
la octava edición la hubiese llamado sistemática.
El 50% de los casos corresponden a esta parafrenia sistemática, es la más numerosa, se trata de
un delirio insidioso de persecución que se articula progresivamente. Primero se dan recelos, sospechas,
suspicacias, después se identifica un perseguidor, luego se buscan los motivos, los móviles por los
cuales se lo persigue. Un delirio que tiene una evolución progresiva, que se articula paulatinamente con
ideas de grandeza, no se trata de una mera yuxtaposición, una superposición de ideas, sino que hay
una articulación de ideas de persecución y de grandeza. Lo persiguen porque el es superior. En general
hay u método en el delirio, hay elaboración detallada, hay relaciones lógicas entre las ideas de
persecución y de grandeza. Este delirio así articulado, suele orientar la actividad del sujeto, como dirían
los psiquiatras de hoy, moviliza la vida del sujeto. La actividad de los paciente es está orientada por el
delirio. Y hay aunque de aparición tardía alucinaciones de todo tipo, sobre todo auditivas, ruidos,
comentarios de desaprobación, injurias, silbidos.
Paralelamente a este delirio la personalidad está conservada, el desorden de la voluntad es muy
limitado y lo mismo en la esfera afectiva.
Recordando a Schreber, al comienzo era un delirio de persecución sexual, el fue entregado a
Fleshig como una mujerzuela para que el médico abusara de el, delirio que troca por un delirio
megalómano de tinte religioso. El va a ser la mujer de Dios, y a la par que se construía este delirio la
personalidad aparecía a la altura de las exigencias de la vida. Luego de un periodo catatónico y de
fenómenos intrusivos, la personalidad de Schreber se reconstruye y puede mantener una conversación
de política, puede asesorar en temas legales, está a la altura delas exigencias de la vida, la personalidad
se reconstruye simultáneamente con al construcción de ese delirio.
Para Kraepelin eran las más numerosos, y para la cátedra porque se acerca a ala descripción de
Schreber. Es muy cercana esta forma clínica a lo que en Francia Magan describía como el delirio
crónico de evolución sistemática.
2. Parafrenia confabulante, predomina la confabulación o ilusiones de la memoria, recuerdos
inventados o las invenciones retrospectivas del recuerdo, el mecanismo interpretativo, casi con
ausencia de alucinaciones. Es una forma si se quiere mas cercana a al paranoia pura, pero en al que el
delirio termina cayendo y el sujeto se vuelve indiferente.
3. Parafrenia expansiva: predomina el humor alegre y exaltado, es expansiva la idea con
proliferación de ideas de grandeza, eróticas, de riqueza, de belleza, religiosas. Con alucinaciones
predominantemente visuales.
4. Parafrenias fantásticas, tienden a generar ideas delirantes muy extraordinarias, una
proliferación casi lujuriosa de ideas de grandeza y de persecución, pero muy extraordinarias, muy
inverosímiles. El termino fantástica nos da la noción de esto.
46
i. CLASE N° 7

PSICOSIS EN JASPERS.

Profesor: Piazze, Gastón

Bibliografía:

 Psicoatología General de Jaspers. Apartados:


- La conciencia de la realidad y las ideas delirantes. Pág. 116 a 132.
- Pensamiento y juicio. Pág 230 a 234.
- Separata. Complejo sintomático paranoide. Pág. 672 a 677 y 686 a 689.
 Del debate sobre la Paranoia en la primera mitad del siglo XX. Capitulo 3.

En primer lugar vamos a hacer un recorrido sucinto sobre los principales aspectos de las
propuestas psicopatológícas en Jaspers y luego vamos a ver como piensa la psicosis.
Vamos a hacer comentarios de su texto Psicopatología General y también mencionaremos
básicamente dos textos, Los escritos psicopatológicos de 1910 y su obra Genio y Locura de 1922.
En primer lugar como ustedes ya han visto, debemos decir que Jaspers fue un discípulo de
Kraepelin, en su producción teórica lo ubicamos a comienzo del siglo XX, se diferencia de Kraepelin
en el paradigma de la psicodinamia.
Jaspers pertenece a la era psicodinamica, y pasa a la historia por fundar dentro de la psiquiatría
una nueva que es la psiquiatría fenomenológica, su principal obra es la Sicopatología General de
1913, obra monumental que escribió a los 25 años. En el intenta reeditar lo que es la primera crítica
conceptual sistemática del llamado discurso psiquiátrico, realiza una reedición del discurso psiquiátrico
imperante en le marco de un abordaje sistemático, propio de su rigurosa formación académica,
fundamentalmente filosófica, vertiente que finalmente marcará el desenlace de su carrera como
pensador porque a los pocos años en 1922, escribe Genio y Locura cuando lo nombran catedrático de
filosofía en la universidad. Trabajo psiquiátrico a partir del cual se despide de la practica psiquiátrica y
se dedica a la filosofía, hasta mitadl del siglo XX.
Esta crítica conceptual sistemática, está basada en dos grandes pilares, uno de los pilares de esta
crítica es la critica al paralelismo psicofísico, tal como lo entiende desde Bayle hasta la octava edición
de Kraepelin. Entendido como aquel paralelismo según el cual lo que acontece a nivel del órgano
cerebral, sus accidentes sus abatares, determina o tiene por efecto modificaciones a nivel de la
psique; como único vector entonces causal desde lo orgánico hacia lo psíquico.
Otro de los pilares es la propuesta de una co-dependencia entre método y objeto de estudio.

47
A partir de estos pilares y de la reflexión crítica conceptual, desprende una Psicopatología
científica, esta consiste en el delineamiento de una ciencia que tiene por objeto el estudio de los
hechos psíquicos concientes patológicos. El psicopatólogo como científico, se interesa por conocer
verdades relativas a los hechos limitados al campo de la conciencia, las experiencias concientes
patológicas. Para delimitar estos objetos de estudio producto de esta reflexión exhaustiva de este
autor, considera que no hay una sola manera de conocer estos hechos psíquicos, sino que habría al
menos dos grandes fuentes del conocimiento de estos objetos, dos métodos hacia la verdad de los
objetos psicopatológicos, que ustedes ya conocen como comprensión y explicación.
La comprensión como método de conocimiento entraña a su vez dos grande s vertientes, la
comprensión estática y la comprensión genética. La primera parte de un conocimiento intuitivo de los
hechos de la conciencia, toma como válido el conocimiento de las experiencia concientes tal como
son dadas al observador, que busca realizar una introspección de su propia experiencia conciente. La
segunda obtendrá entonces los contenidos que conforman su objeto de estudio a partir de lo que
Jaspers denomina la aptitud o actitud fenomenológica, esta se obtiene de una manera ardua, tras un
esfuerzo laborioso de desprendimiento de los prejuicios, de los juicios de valor, de las
racionalizaciones respecto de las propias experiencias. El fenomenólogo intenta describir, reconocer
sus propias experiencias tal como le son dadas a la intuición conciente pero para acceder a estos
elementos es necesario una labor urgente por desprenderse de las propias racionalizaciones, valores,
explicaciones.
Mediante esta actitud fenomenológica va despejando, el psicopatólogo que adscribe a esta
perspectiva fenomenológica tanto los elementos de la conciencia como los estados de la conciencia,
así podrá reconocer, clasificar, percepciones, recuerdos, sentimientos patológicos, afectos,
alucinaciones, vivencias delirantes primarias, fenómenos de lo hecho. Todo lo que acabo de nombrar
son fenómenos prototípicos de la experiencia conciente, producto de esta actitud. Pero no le interesa
describir, despejar desordenadamente los contenidos de la conciencia, sino que también se interesa
por buscar lo que determina, motiva, la aparición de esos elementos dados a la experiencia conciente.
Busca despejar entonces la naturaleza, lo que causa en la conciencia el surgimiento de estos
elementos, así el fenomenólogo podrá así mediante esta perspectiva fenomenológica, o esta
perspectiva estática de la comprensión despejar la presencia de o no de obsesiones, en su propia
conciencia, o de un estado demencial coloreado por un afecto. A partir de las autodescripciones como
elemento decisivo de trabajo como fuente de información de las autodescripciones de los propios
pacientes, de sus propias vivencias, podrá despejar los rasgos típicos que caracterizan la experiencia
de lo hecho, la sensaciones corporales anormales o las vivencias delirantes primarias. Pero no se
detiene allí el trabajo del psicopatólogo, sino que se dedica establecer que es lo que engendra estos
hechos concientes típicos patológicos.
Lo que engendra a estos hechos psicopatológicos, lo que los determina es de distinta naturaleza
según podamos discernir motivos psíquicos, una causa psicológica o motivo psíquico, o que se
48
presente un segundo caso, por ejemplo las vivencias delirantes primarias, que vamos a ver hoy, no
permitan recocer un motivo psíquico o una vivencia anterior a la que podamos dar el valor de causa y
entonces se vuelva necesario imaginar una hipótesis explicativa que permita enmarcar una causa a
nivel de lo que llamamos los fundamentos extraconcientes.
La búsqueda de la causa entonces, para los hechos psíquicos de la conciencia, en el campo de
la Psicopatología, lleva a Jaspers a discernir, las relaciones comprensibles como una vivencia o
elemento de la conciencia engendrada a partir de una vivencia anterior con la cual mantiene una
continuidad de sentido, al psicopatólogo, a partir de que puede enfatizar la sucesión de ese
encadenamiento vivencial, a partir de que intentando ponerse en el lugar del otro experimenta el
carácter evidente para su propia experiencia vivencial, respecto de ese desencadenamiento.
Entonces en términos de la causa de estos hechos psicopatológicos de la conciencia, Jaspers a
partir del método, plantea un origen psicológico, psicógeno, en tanto establece relaciones de
comprensión entre las vivencias, del origen que estamos buscando, y vivencias anteriores. Si el
interlocutor experimenta, evidencia, en cuanto a la continuidad de sentido, que puede comprender las
autodescripciones del enfermo, entonces, esos hechos de la conciencia con hechos comprensibles,
producto de un desarrollo vivencial.
Si por el contrario, intentar establecer relaciones de comprensión, intentar verificar si este hecho
psíquico se desprende de otro hecho psíquico vivecial, encuentra tope, encuentra límite, en tanto no se
desprende un carácter evidente, no hay encadenamiento vivencial hacia otra vivencia previa. El
psicopatólogo, encuentra los límites de la comprensión, aparece la experiencia de lo incomprensible.
Atención siempre para el psicopatólogo, y recurre al otro método a la otra fuente del conocimiento que
busca verdades, no a través del recurso de la intuición, sino mediante el recurso del pensamiento
discursivo. Este parte de una premisa, recorre un camino y arriba a una conclusión, recurriendo a la
lógico, pero también, este pensamiento discursivo que sostiene el método hipotético deductivo debe
pasar por la experiencia.
El recurso a la explicación, método `propio de las ciencias de la naturaleza, permite imaginar,
hipótesis relativas a los fundamentos extraconcientes de la personalidad, los mecanismos, las
disposiciones, lo que Jaspers denomina anlage o disposición extraconciente. Así a partir de este método
bipartito, de estas dos fuentes de conocimiento, despejan dos grandes campos de objetos de estudio.
Por un lado aquello que pertenece al campo de los desarrollos, pero entendido como perturbaciones
psicopatológicas en las que preponderan las relaciones comprensibles, tienen predominio, las relaciones
comprensibles como elemento característico.
En el campo de los desarrollos, tenemos las reacciones vivenciales legítimas y los desarrollos
anormales de la personalidad. Perturbaciones psicopatológicas que tienen como elemento
preponderante, encontramos relaciones comprensibles, encadenamientos vivenciales, predomina la vida
psíquica motivada, o sea causada psíquicamente por otra vivencia.

49
Pero tenemos otra gran vertiente dentro de los objetos de la Psicopatología, que corresponde a
los llamados procesos orgánicos y psíquicos. Los procesos son perturbaciones psicopatológicas en las
que predomina el límite a la comprensión, como rasgo característico tenemos la aparición de síntomas
que hacen límite a la comprensión. Síntomas inmotivados, in-derivables. Los hechos sintomáticos
característicos que distinguen a los procesos son síntomas primarios inmotivados psíquicamente, in-
derivables, no se pueden derivar más atrás hacia otra vivencia con la cual mantendrían relaciones de
comprensión.
¿Por qué dije en ambos casos preponderante y no exclusivo? Porque tanto en los desarrollos de
la personalidad anormal, como en las reacciones vivenciales patológicas, como en los procesos,
tenemos índice de la presencia de aspectos comprensibles e incomprensibles. Esto quiere decir que
relaciones comprensibles y la necesidad de recurrir a al explicación las vamos a encontrar en ambos
casos. No se puede limitar la comprensión, como relaciones susceptibles de ser verificadas solamente al
campo de los desarrollos de la personalidad anormal y de las reacciones vivenciales patológicas. Y no
se puede pensar que el establecimiento de fundamentos extraconcientes únicamente los debemos
plantear para los procesos. Desarrollo y explicación son necesarios en ambos grandes campos de los
objetos psicopatológicos.
Ustedes sabrán que dentro de las reacciones vivenciales legítimas es la presencia de un
contenido que esta en relación de comprensión con la vivencia inmediatamente cercana en el tiempo,
que constituyó el desencadenante.
Entonces en las reacciones vivenciales legítimas, los ejemplos que tenemos, son las psicosis de
aislamiento, las neurosis de rentas, la neurosis de catástofre, las reacciones nostálgicas. Lo que
actualmente llamamos la neurosis traumática, en ella el contenido, de estos ejemplos de reacciones
vievincailes ilegitimas, por ejemplo en las psicosis de encarcelamiento el contenido central de esta
psicosis, es la idea delirante de haber sido absuelto, de que la absolución va a llegarle en cualquier
momento. Esta idea delirante está en relación de comprensión con la vivencia que da origen a la
psicosis, la vivencia de encierro, de un futuro incierto, la vivencia de que uno tiene una cadena perpetua
y uno ya tiene 50 años, nos arriba a la imposibilidad de salir de la cárcel. La idea central de la reacción
vivencial legítima, una psicosis en la cual la idea delirante central es el perdón, mantiene una relación
de comprensión, encuentra un motivo psíquico en las condiciones de encierro, en el tipo de condena, en
la edad del preso, etc.
No obstante lo cual, sabemos que se trata de una psicosis de encarcelamiento, por lo tanto la
idea de absolución, se trata de una idea delirante, de una convicción extraordinaria, este aspecto formal
mas allá del contenido del perdón, no es comprensible. El aspecto de la convicción extraordinaria
requiere del recurso a la explicación. La envoltura formal que atañe a la convicción extraordinaria
requiere de la apelación a una explicación por al cual, la vivencia de encierro determino una
transformación patológica de la conciencia, esta transformación patológica no es asequible a la

50
comprensión, solo es explicable, por el recurso a la hipótesis imaginada de una transición en lo
patológico.
Con esto quiero dar un ejemplo de un cuadro, de una reacción vivencial legítima donde el rasgo
predominante es la presencia de un motivo clínico, pero hay aspectos que no son comprensibles aún en
una reacción vivencial primaria.
De igual modo pero a la inversa nos ocurren el campo de los proceso psíquicos. Nos vamos a
detener dentro del campo de los procesos, solo en los psíquicos. Los procesos psíquicos a los que
llamamos también psicosis solamente desencadenadas. Dentro de ellas tenemos dos grandes
vertientes, la vertiente del complejo psíquico paranoide y por otro lado, el complejo psíquico catatónico,
como partes de lo que llama Jaspers complejo sintomático de la vida psíquica loca, que corresponde a la
clínica de lo que Bleuler llamo esquizofrenia.
Pero tenemos otro complejo sintomático que corresponde al complejo sintomático de los estados
afectivos anormales, que corresponde a lo que Kraepelin denominó psicosis maníaco depresiva.
Entonces, repito, dentro de las psicosis solamente desencadenadas, o procesos psíquicos
tenemos un polo esquizofrénico y por el otro un polo maníaco depresivo. Nos vamos a detener en el
polo esquizofrénico, dentro de este tenemos dos vertientes, el complejo sintomático paranoide y el
complejos sintomático catatónico. A su vez nos vamos a detener en solo en el primero.
No obstante lo cual, el termino psicosis recubre campos heterogéneos, porque hay algunas
psicosis que quedan ubicadas en el campo de las reacciones vivenciales legítimas, psicosis de los
prisioneros, psicosis de aislamiento de los sordomudos, psicosis de los inmigrantes por ajenidad del
lenguaje del medio en que se encuentran, la psicosis de la tripulación de los barcos, etc., en estos casos
se trata de ciertas psicosis en las que en realidad tienen la característica de que el contenido central
esta en relación de comprensibilidad con la vivencia desencadenante en tanto acontecimiento
significativo inmediatamente anterior en el tiempo. Hay una relación de comprensión entre el contenido
de la reacción y la vivencia desencadenante, son de duración pasajera, tiene un tiempo de duración
acotado y la transformación patológica de la conciencia, suele revivir no obstante lo cual la personalidad
puede transformarse y conducir la reacción vivencial legítima un desarrollo de la personalidad anormal.
Ahí tenemos cierto tipo de psicosis en Jaspers.
Otro tipo de psicosis las encontramos en los procesos psíquicos, nos vamos a interesar en
particular en aquellas que atañen a los complejos sintomáticos paranoides.
Jaspers realiza un movimiento particular por el cual en el complejo sintomático paranoide fusiona,
reúne la clínica de la forma paranoide de la demencia precoz con los delirios interpretativos de la
paranoia kraepeliniana de la seta edición. La paranoia dentro de la clase de enfermedades endógenas
constitucionales, estaba integrada por dos, una es los delirios interpretativos, de los cuales el caso de la
Bulldog es un ejemplo cabal del delirio interpretativo. Este tipo de delirio lo reúne con la forma paranoide
de la demencia precoz y lo llama complejo sintomático paranoide.

51
Entonces de la vieja paranoia de la secta edición de Kraepelin, queda una parte que no toma, la
que corresponde al delirio de querulancia, o de reivindicación, recuerden el ejemplo del sastre. Para
Jaspers el delirio de querulancia, así como ciertas de formas de los delirios de celos y de los delirios
erotómanos forman partes en realidad no de los proceso psíquicos, sino que forman parte de los
desarrollos anormales de la personalidad. ¿Por qué les parece a ustedes que esto tiene lógica?, ¿qué
pasa en la octava edición de Kraepelin? Este último tiene que separar al delirio de reivindicación porque
se iniciaba luego de una experiencia de haber sido estafado, haber sufrido una reclusión injusta, un
pleito. Una situación de humillación o de injusticia da paso al delirio de reivindicación, Kraepelin lo toma
como ejemplo paradigmático de las enfermedades psicógenas; justamente Jaspers considera que el
contenido central del delirio de reivindicación, esta en la relación decomprensión con esa situación de
injusticia, de humillación, que efectivamente acontece.
Entonces para Jaspers la paranoia de Kraepelin es desglosada, él considera que se trata en el
conjunto de la clase de la secta edición, de diferentes enfermedades, enfermedades de la clase de los
desarrollos de la personalidad, caso de los delirios de querulancia, y en el caso de enfermedades
procesuales, como son los delirios interpretativos.
Deja a fuera al delirio de reivindicación porque considera que la idea sobre valorada, que
caracteriza este delirio es una idea que se puede comprender a partir de las disposiciones de la
personalidad previa y a partirlas situaciones en las que se ha visto envuelto el individuo. Diría por
ejemplo del sastre, que presenta un delirio de reivindicación. Para Jaspers este hombre tienen una idea
sobre valorada, “soy objeto de una injusticia”, esta idea puede ser rastreada en sus orígenes a partir de
la personalidad previa por ejemplo una personalidad previa por al cual siempre a manifestado una
posición de suspicacia, de desconfianza frente al entorno, y por las vivencias que le han acontecido a
este sujeto, ha sido objeto de una estafa. Por ende la idea de reclamar ante la justicia el derecho del que
ha sido privado, es comprensible, por la personalidad suspicaz y porque efectivamente se realizo esa
injusticia ante él. Es una idea sobre valorada comprensible en relación la personalidad previa, era
receloso, desconfiado, y porque a su vez hubo una situación en la que a este desconfiado por
naturaleza, se alimento su desconfianza, en ese sentido el contenido de la idea central del delirio de
reivindicación no es una idea delirante verdadera.
Los, los complejos sintomáticos paranoides dentro de los procesos psíquicos, se caracterizan por
la aparición de ideas delirantes verdaderas. Los delirios propios de los desarrollos anormales de la
personalidad, de los cuales el delirio de reivindicación es una figura paradigmática se fundan en ideas
sobre valoradas. Estas están motivadas psíquicamente, están causadas por una vivencia y porque surge
en el marco de una personalidad. También se caracteriza por ser la idea sobre valorada de ser
susceptible de ser corregida, puede cambiar y desaparecer.
Por el contrario en los procesos psíquicos, los complejos sintomáticos paranoides, estos
engloban la clínica de la demencia precoz, y de los delirios de la paranoia. ¿Cuál es el elemento clínico
transnosográfico (que lo encontramos en ambas categorías) que le permite aglutinar esos dos cuadros?,
52
el elemento clínico presente en ambos cuadros y que le permiten hablar de ese complejo sintomático
paranoide, son las experiencias originarias alteradas.

Vivencias delirantes primarias

Experiencias originarias Fenómenos de lo hecho


Alteradas
Las sensaciones corporales indescriptibles.

Fenómenos elementales.

Fundamento primario

Convicción extraordinaria
Ideas delirantes verdaderas Irrefutables por la experiencia
Imposibilidad de contenido.

Estas experiencias originarias alteradas son comunes a los delirios interpretativos y a la forma
paranoide de la demencia precoz. Son el fundamento primario a partir del cual va a surgir la ideas
delirantes verdaderas. A diferencia de lo que ocurre en el delirio reivindicativo, que tenemos ideas sobre
valoradas, que eran con motivo psíquico, cambiantes, comprensibles; estas ideas delirantes verdaderas
que se oponen a las sobre valoradas, se caracterizan porque tienen un caracteriza de convicción
extraordinaria (una fijeza extraordinaria), son irrefutables por la experiencia (la confrontación con la
experiencia no la conmueve) y por lo que Jaspers denomina la imposibilidad de contenido (la idea no
puede ser seguida más allá de los fenómenos que le dan origen, no hay continuidad de sentido respecto
de otra idea que estuviera en el tiempo situada anteriormente, no esta motivadas psíquicamente, no son
comprensibles). Estos son los elementos fundamentales de lo que Jaspers llama el problema
fundamental de la Psicopatología, del terreno central del campo de la psicosis, este es el delirio.
Jaspers lo define, desde su doble aproximación, comprensiva y explicativa, se detiene en un
análisis minucioso y da la siguiente definición, el delirio como fenómenos psicopatológico se producen
53
en el campo de la experiencia y el pensamiento de la realidad. Es un hecho psicopatológico, que entraña
un compromiso, una perturbación, tanto de la experiencia como el pensamiento de la realidad.
En el marco de la conciencia, el fenomenólogo, ha discernido, ha tratado de despejar cuales son
los elementos que conforman la llamada experiencia de la realidad y dice lo siguiente. Por un lado la
realidad es del orden de la pura experiencia, y por otro lado, la realidad es del orden del producto de un
juicio. La realidad es del orden de una experiencia inmediata, y es del orden de una elaboración, de una
reflexión a través del pensamiento. Detengámonos en la primer parte, que entiende por experiencia de la
realidad.
Hay cierto aspecto que es de la experiencia de la realidad, que es del orden de lo dado, de lo
inmediato, del dato, de los que se impone sin intermediación a la conciencia, tienen carácter primario, no
es producto de ninguna elaboración reflexiva. Por ejemplo, los colores, la textura que se impone a la
experiencia de la conciencia, en cualquier superficie. Esto en principio entraña una experiencia sensual
porque no requiere de ninguna reflexión, ustedes no podrían transmitirle la experiencia aterciopelada de
un durazno, a una persona manca, que nuca puede tener el contacto, es algo in-derivable, que no se
puede explicar, porque la cualidad que distingue a la superficie del durazno, tienen un elemento que es
dado e in-derivable, inmediato, que no se puede explicar, sino que solo se puede experimentar.
La realidad humana no solo esta compuesta por una experiencia procesual, sino que ligada a
esta experiencia hay una experiencia de significación, las cosas en el marco de la conciencia de la
realidad significan pero la significación es experimentada como se percibe una fotografía, aparecen la
conciencia de la realidad, la experiencia de significación, como algo dado, directamente a la intuición, sin
que halla un trabajo de reflexión sino que esto se presenta solo a la conciencia de un individuo. Plantea
Jaspers que la experiencia de la realidad, tiene estos dos costados, depende de la experiencia
perceptual y del orden de la experiencia de la significación, como una dimensión directa, sin actividad de
reflexión, sin intermediación del pensamiento.
Así plantea Jaspers como ejemplo, sin un día vamos caminando y nos topamos con un objeto
extraño, pero configurado significativamente, como por ejemplo una herramienta de una cultura extraña,
se impone, directamente la experiencia de significación. No obstante lo cual no se ha producido ningún
tipo de reflexión , es de la dimensión de lo inmediato, pero en realidad, no es solamente del orden de lo
que es dado a la conciencia, sino también es una elaboración, es el producto de un trabajo reflexivo a
partir de la experiencia inmediata. La conciencia no solamente se funda en la experiencia, sino también
en un trabajo reflexivo a partir de la experiencia conciente, que intenta poner orden con los datos de los
conocimientos previos, del encuentro con los otros semejantes, implica un saber elaborado a través del
pensamiento discursivo en el intercambio con los pares de la misma cultura. La conciencia de la realidad
nunca está basado solamente en la experiencia.
Ahora bien que ocurre en el delirio, como fenómeno característico de los complejos sintomáticos
paranoides, implica una basta transformación de la conciencia de la realidad, tanto en lo que es del
orden de la experiencia como lo que es del orden del juicio de la realidad. El individuo que entra en el
54
campo de la experiencia delirante, tiene una transformación morbosa de la conciencia de la realidad
tanto del orden de perceptual del orden de la experiencia, como lo que es del orden del juicio.
Delirium, no es lo mismo de delirio. En un delirium, es pasajero, en un delirio propiamente dicho
la transformación de la conciencia de la realidad compromete una perturbación patológica de la
experiencia y del juicio, ¿cuáles son los síntomas que caracterizan a esta transformación morbosa de la
conciencia de la realidad?, justamente en primer lugar, las vivencias delirantes primarias. El sujeto en un
momento dado comienza a experimentar, sentimientos, sensaciones, cogniciones oscuras, en cuanto al
significado, al contenido, pero atravesadas por una certeza de irrupción de significación.
La vivencia delirante primaria, consiste en estados de ánimo, sentimientos, cogniciones, que
tienen todos ellos en común la marca de la irrupción de la significación.
Entonces tenemos que el delirio implica una transformación del orden de la experiencia de la
realidad, y de los juicios que elabora el sujeto sobre esas experiencias. Del orden de la experiencia de la
realidad podemos situar las vivencias delirantes primarias, estas son experiencias originarias alteradas.
Se llaman primarias porque tienen ese carácter inmediato, que llega antes que la reflexión conciente,
siempre la reflexión llega después y queda sometida al influjo de la experiencia. En este caso la vivencia
delirante primaria pasa a comandar, se constituye en el punto de tracción, de gravitación decisivo de la
conciencia de la realidad del sujeto. Atraviesa al sujeto y lo deja en un estado de pasividad respecto de
esa experiencia, es primaria porque no puede ser llevada mas atrás recurriendo al método comprensivo.

VDP certeza de significación.

Experiencia de la realidad Experiencias de lo hecho o fabricado

DELIRIO Sensaciones corporales anormales

Juicio de la realidad

La vivencia delirante primaria (VDP) es inmotivada, no tiene motivo psíquico, es incomprensible


ante ese intento de ponerse en el lugar del enfermo. Así el sujeto experimenta la certeza de que algo
ocurre aunque no sabe que, esa paciente que cita Jaspers que se aferra desesperadamente al marido y
le dice “decime que pasa por favor, decime que está ocurriendo”, “¿qué pasa?, le dice el marido”, “no lo
se, pero algo pasa”. Hay certeza de irrupción, en la vivencia delirante primaria implica que hay certeza
de significación. Esta es el rasgo formal decisivo que distingue a la VDP, no implica la perturbación de
55
los sentidos, en la paciente ya nombrada, vemos que ella tiene la experiencia de que todo es distinto, de
que todo es singular, de que las cosas son extraordinarias. Ahora bien, que nos puede decir en cuanto a
contenidos concretos esta mujer, hasta ahora nada, en cuanto al significado de lo que ocurre, nada ha
podido decir, la experiencia de significación, la certeza de irrupción de una significación en principio es lo
que caracteriza a la VDP, aunque el significado sea oscuro. Esta en juego la dimensión del enigma,
“algo pasa no se que”, pero hay certeza de la convicción extraordinaria de que algo pasa.
La sujeto en este caso sabe donde se encuentra, esta ubicada en tiempo y espacio, no
experimenta ninguna vos, ni ve cosas que no hay, no está en juego la dimensión alucinatoria, el delirio
no tiene que ver con el campo de la distorsión senso perceptiva, no. El delirio entrañar una perturbación
en la experiencia y en el juicio de la realidad, en lo que atañe a la significación, es una perturbación de
la significación de la realidad.
El delirio de autorreferencia y el de significación son ejemplos de las VDP. Jaspers llama delirio
de significación, justamente a la irrupción de manera expansiva, como avanza una mancha de aceite, en
el marco de la realidad. Un sujeto empieza a experimentar que los escritos, que los gestos, lo que
siente, lo que no se dice, están atravesados, teñidos de la certeza de significación. Por ejemplo dice un
enfermo “siempre el mismo ruido de arrastrar un mueble, siempre los mismos pasos de baile por donde
voy” . No esta en juego la alteración de la percepción, lo que ocurre es que confrontado a las eventuales
actividades de su entorno, irrumpe una significación oscura, en principio. Puede ocurrir que de un paso
más “hay una conspiración en mi contra” es una significación personal “voy por la calle y la gente
camina apresuradamente, me quieren decir algo”. En este caso el fenómeno elemental que constituye la
VDP, lleva la marca de la certeza de alusión. El individuo esta atravesado por la certeza de ser aludido
por distintos hechos que ingresan en el campo de la conciencia de la realidad. “Marcelo Tinelli, dice por
la televisión, ahí va ese. Me habla a mi”. La certeza de que los textos de la gente lo aluden, me aluden,
hablan de mi de manera indirecta. La certeza de alusión es un rasgo que despeja, como fenómeno
elemental o VDP Jasper.
Puede ocurrir que ustedes no puedan discernir una certeza de significación a secas, que no halla
certeza de significación personal, pero en terminos lógicos hacer certeza de significación, se puede
presentar en un tiempo, mas o menos acotado o no, o directamente presentarse la certeza de alusión,
que es lo mismo que certeza de consernimiento, o certeza de significación personal. Las tres cosas
quieren decir lo mismo, son posibilidades.
Las VDP, son el síntoma axial que permite aglutinar, tanto los delirios interpretativos, la vieja
paranoia combinatoria de la 5° edición de Kraepelin, el delirio interpretativo que sostenía que la Bulldog
la perseguí.
Jaspers dice que no importa tanto la idea delirante en si como contenido, las ideas delirantes son
un producto secundario, lo que importa, lo que es decisivo para situarnos si estamos ante un proceso
psíquico y descartar que no estamos ante un desarrollo de una personalidad anormal, es buscar y
encontrar la vivencia originaria alterada, la VDP, si la idea delirante no nos permite ir mas atrás y
56
encontrar a su base una VDP, es posible que estemos ante un desarrollo vivencial y que esta idea
delirante sea una idea sobre valorada.
Jaspers aconseja ir a buscar los mecanismos que general el conjunto de las ideas delirantes, o
sea las vivencias delirantes primarias. No son las únicas las VDP, las experiencias originarias alteradas,
tenemos otras, por ejemplo, la experiencia de lo hecho o de lo fabricado. Esta también pertenece al
terreno de la experiencia del dato primario, consiste en que en un momento dado de la vida del sujeto,
comenzó a experimentar, pensamientos, afectos, recuerdos, movimientos, dichos, de si mismo que
están atravesados por una experiencia irreducible de imposición de ajenidad. Sus dichos, los afectos
que va experimentando, su propios movimientos, están teñidos de una radical experiencia de imposición
y de ajenidad. Por ejemplo una paciente decía, “yo no tenía antes estos sentimientos, de enojo, esto es
puesto desde afuera, esto no es mío”. Es la experiencia de no pertenencia al propio yo, es descrito como
una experiencia juntamente por las cuales el individuo es una especie de marioneta.
Estas experiencias de lo hecho o de lo fabricado, que se llaman así por no ser espontáneas en
relación al propio yo. Sus propios pensamientos, sus actos son impuestos. Y ¿a qué elaboración
delirante dan origen? A ideas delirantes de influencia física, conducen a la elaboración en juicios. Dan
lugar a un delirio de influencia física. Esto es producto de un trabajo del pensamiento, sin embargo, el
punto de gravedad, desde el cual se desprenden esas ideas, es esa experiencia primaria, sin motivo
psíquico, incomprensible de que la propia experiencia del acto, del pensamiento es impuesta desde
afuera.
Dentro del delirio hay ciertos fenómenos que son originarios como las VDP, hay otros fenómenos
primarios, in derivables, como son el fenómenos de lo hecho. Cuando predomina este fenómenos surge
la elaboración delirante cuyo contenido central es “soy manejado desde afuera”. Es un delirio de
influencia, que elabora esa experiencia primaria de pensamientos, sentimientos, impuestos.
Un delirio de auto referencia constituye un delirio de elaboración secundaria de las VDP. Estas y
el fenómenos de lo hecho son primarias, del orden de la experiencia de la realidad, pueden ser
elaborados bajo la forma de un delirio de autoreferencia o de influencia.
Puede haber multiplicidad de vivencias o puede predominar una de la vivencias. Recuerden que
yo les había dicho que el complejo sintomático paranoide engloba los delirios interpretativos, con la
demencia paranoide de la demencia precoz. Así la presentación en realidad, hay cuadros en los que
predomina la vivencia primaria, lo que caracteriza a la paranoia en un sentido clásico, pero en las formas
donde predomina el polo de la demencia precoz, aparece esa experiencia en el cuerpo, de que el cuerpo
esta poseído.
En la parafrenia tenemos aspectos del orden de la VDP, pero también tenemos fenómenos de la
experiencia de lo hecho y de la tercera que no mencionamos hasta ahora, que es las sensaciones
corporales anormales o indescriptibles. Aparecen sobre todo en el polo de la demencia precoz, “doctor,
siento que tengo cal viva que me baja por las venas”,es una sensación corporal que no es enfatizable, la
sensación de que a uno le corre cal viva por las venas. No se puede uno poner en el lugar del otro, una
57
sensación corporal diferente sería “doctor siento una quemazón”, porque es una figura compartida
socialmente.
Las sensaciones indescriptibles, dan lugar a neologismos, “esto es un squir, lo que me sale acá”,
para el paciente es comprensible, al punto tal que está atravesado por una certeza, es incomprensible
para el interlocutor. Las sensaciones corporales anormales o indescriptibles conllevan la invención de un
neologismo, una palabra nueva que no hace lazo social, que no tiene una significación compartida con el
entorno.
Entonces las sensaciones corporales anormales, los fenómenos de lo hecho y las VDP, son los
fenómenos originarios alterados, a partir de los cuales en un proceso psíquico un individuo puede llegar
a la aparición de ideas delirantes verdaderas, que tiene como característica la certeza extraordinaria,
carácter irrefutable de la experiencia e imposibilidad de contenido. Estas últimas conduce a la
experiencia originaria.
El juicio de la realidad no es del orden de la experiencia directa, el juicio de la realidad, en el
ámbito de la normalidad o de la patología, es del orden de la reflexión siempre es de elaboración
secundaria.
El complejo sintomático paranoide esta caracterizado por la aparición de ideas delirantes
verdaderas fundadas en este tipo de experiencias, pueden estar las tres o predominar una de acuerdo a
la complicación de cada caso, pero que tienden a ordenarse en un sistema, tienden a configurar un
delirio. No deben confundir delirio propiamente dicho, con ideas delirantes verdaderas. Estas serían algo
así como los ladrillos, y el delirio sería la casa, el conjunto de las relaciones entre esos elementos, el
delirio implica la elaboración de las ideas delirantes verdaderas, es algo más que el montón de las ideas
delirantes. Implica un orden una sistematización.
El delirio de significación en términos no estrictos implica ese pululamiento de VDP, en sentido
estricto, yendo a una posición mas rigurosa, el delirio implica vivencias originarias alteradas, ideas
delirantes verdaderas pero puestas en orden. Un elemento mas falta la elaboración delirante, sino no
hablamos en delirio en sentido riguroso.
Se va produciendo una elaboración delirante de la certeza que se desprende del fenómeno de lo
impuesto y los datos que no pude dejar de tomar en cuenta de la realidad. La elaboración se va
perfeccionando apuntando a que no haya contradicción entre lo que aporta la VDP, que es el punto
desde el cual avanza la elaboración y el resto de las percepciones o conocimientos del sujeto. La
elaboración es un intento de poner orden.
Hay cierta parte que es móvil, pero el contiendo se va perfeccionando, “me persiguen los seres
de otro planeta, es evidente que por los resultados del espionaje no es mi vecino...”.
Por la elaboración no pasa de un proceso a un desarrollo, pero lo que si dice Jaspers es que
esas experiencias, (VDP, lo fabricado, sensaciones indescriptibles), inauguran una nueva disposición
para una nueva personalidad, una personalidad delirante. A partir de esa transformación del fundamento
extraconciente se inauguran nuevas relaciones comprensibles, porque la idea delirante de ser
58
manipulado a distancia es comprensible en relación a que no encontré ningún cable, pero tengo la
experiencia inconmovibles de que mis sentimientos son ajenos, son fabricados. A partir de allí en
adelante la elaboración delirante entraña relaciones comprensibles, pero desde allí en adelante.
Las VDP, a su vez admiten tres formas, las representaciones, las percepciones y las cogniciones
delirantes.
El delirio propiamente dicho sería la puesta en orden, la eliminación de contradicciones entre las
diferentes ideas delirantes verdaderas y los datos de la realidad. Todo el conjunto mas la elaboración
delirante.
En genio y locura, Jaspers como despedida del campo de la psiquiatría elabora las patografías,
biografías patológicas de varios locos geniales. (Van Gogh, Strindberg, Swedenborg y Hölderin). En
todos estos tenemos casos de procesos psíquicos.
¿Cuál es la definición de proceso psíquico? El proceso psíquico o la psicosis solamente
desencadenadas entraña una alteración permanente de la personalidad, una alteración irreversible de la
personalidad, que al psicopatólogo, se presenta como una ruptura histórico biográfica. Esto quiere decir
que en un momento dado el encadenamiento vivencial, que constituían las diferentes líneas del
desarrollo de la personalidad hacen un tope, se detienen, en un momento dado de la vida del sujeto. Los
desarrollos de la personalidad se detienen porque hacen su aparición estos fenómenos, empieza a estar
invadida una personalidad por experiencias originarias alteradas. Estos fenómenos elementales,
constituyen los síntomas característicos del brote, este como irrupción en enjambre, de estas
experiencias alteradas de la realidad, marcan como proceso agudo psíquico, un punto de inflexión en la
vida del sujeto.
En ciertos casos los brotes dan lugar a elaboraciones delirantes, con el correr de los años. Estas
elaboraciones implican un punto de detención en el desarrollo de la personalidad, surgimiento de una
nueva disposición, porque el proceso psíquico es pensado en términos de una transformación a nivel de
los fundamentos extraconcientes, que dan origen a las experiencias alteradas y a partir de allí nuevos
desarrollos de una personalidad delirante. Puede retomar todos los contenidos previos, el sujeto que
esta atravesando un proceso psíquico en un momento dado empieza a reinterpretar los contenidos de
su pasado.
Los procesos psíquicos implican una concepción rupturista de la psicosis, las que corresponden
al complejo sintomático paranoide. No admite relaciones de continuidad entre la personalidad previa y
los delirios verdaderos. Las experiencias primarias, solo se pueden pensar en términos de una
explicación, las que de algún modo transformo el soporte corporal.
Así en genio y locura se trata de un complejos sintomático paranoide, donde predominan las
interpretaciones delirantes, o sea las vivencias delirantes primarias, en las que el sujeto experimenta en
la realidad esa certeza de alusión. Tiene dos grandes delirios, primero un delirio de celos, procesual,
psíquico, y luego un delirio de persecución.

59
Los procesos psíquicos que implican esa concepción rupturista, quiere decir que el comienzo de
las psicosis clínicas, se puede detectar con mayor o menor medida, tiene un comienzo detectable pero
entraña una ruptura con la personalidad previa. Esto quiere decir que los proceso psíquicos no tienen
relación de continuidad con la personalidad previa no se explican por la forma de ser, bajo el aspecto de
una psicogénesis. A diferencia de la perspectiva continuista de Kraepelin. El comprende a los delirios
como un desarrollo a partir de una personalidad predisponerte.
Lacan fue un psiquiatra que se doctora con una tesis que aborda el problema las relaciones entre
la personalidad y el delirio paranoico, se pregunta ¿psicogénesis o proceso?. Toma las herramientas de
Jaspers y adscribe a una posición rupturista. En Lacan siguiendo a Jaspers, el delirio tiene el carácter de
una formación que no surge de manera insidiosa, gradual, no se desprende de la personalidad previa
gradualmente, el delirio aparece de manera brusca, localizable, como decía hoy, en síntomas
concretos, localizables bien delimitados: las experiencias originarias alteradas, las VDP, las experiencias
de lo hecho y las sensaciones corporales anormales, y otras mas que no mencione: alucinaciones,
sobre todo las alucinaciones intelectuales o pseudoalucinaciones. Esta pululación de síntomas se
acompaña del contraste, por el contrario, del sujeto afectado delos síntomas característicos de proceso
psíquico, no presenta debilidad del pensamiento, no está desorientado, no ha perdido la memoria, puede
razonar. Todo esto sigue vigente.
El delirio como transformación de la experiencia de la realidad se acompaña de claridad en el
obrar, en el pensar y en el querer. El delirio implica también un juicio desviado. La inteligencia se pone al
servicio del juicio, esta conservada, se pone al servicio de la VDP y va a intentar modificar los
contenidos para que los significados no contradigan la experiencia delirante primaria.
Las nociones fundamentales, pregunta de parcial de coloquio,¿cuáles son las experiencias
alteradas de un brote?, ¿cuál es la definición de brote o de proceso psíquico?, ¿a qué llamamos
experiencias originarias alteradas?. La pregunta puede apuntar a que distinga entre ideas delirantes
verdaderas de ideas sobrevaloradas. A que objeto psicopatológico reviste esta última o la idea delirante
verdadera. Y por supuesto no confundan los desarrollos con la normalidad y los proceso con la
patología. Hay aspectos incomprensibles de la vida psíquica normal, por ejemplo dice Jaspers, la
pubertad, la menopausia, son momentos en los que se producen cambios que no son comprensibles,
sino que son explicables por las alteraciones hormonales, el desarrollo de la personalidad esta sometido
a alteraciones fisiológicas, por lo tanto explicación y comprensión tienen intervención en la vida de la
normalidad como en la de la patología.

60
CLASE N° 8

LA ESQUIZOFRENIA EN EL PERÍODO DE ENTRE GUERRAS

Hoy casi vamos a finalizar con el tema de la psiquiatría referente a la esquizofrenia, en la próxima
clase van a ver un poco la historia de los psicofármacos. Si bien antes ustedes habían visto en la
psiquiatría clásica que el diagnóstico de paranoia era efectuado en relación a un porcentaje de pacientes
internados, esto a raíz de las discusiones que se planteaban antes de la visión sintética de Kraepelin, de
si podía ser paranoia abortiva, crónica, aguda, esto lo va a decir para que la mayoría de las
manifestaciones psicóticas estaban diagnosticadas como paranoia.
A partir de la segunda guerra mundial esto cambia, tiene que ver también con el concepto
revolucionario de esquizofrenia de Bleuler y que a partir de la spaltug este rasgo que caracteriza a la
esquizofrenia que está presente en todos los síntomas, dio lugar también a que muchas de las
enfermedades mentales que tenían un lugar propio en la nosografía psiquiátrica pasaran a formar parte
de la esquizofrenia, pero no se trata solamente de eso, sino que también hay otras causas, y es lo que
vamos a tratar de ver en esta clase.
Como les decía entonces, la esquizofrenia, después de la primera guerra mundial, comienza a
captar el interés de todos los psiquiatras y también psicoanalistas, que mas allá de dirigirse a las teorías
explicativas vigentes sobre esta patología intentan abordar la esquizofrenia a partir también de
concepciones filosóficas. Esto ustedes ya lo han visto en la Psicopatología de Jaspers, esta está
fundada en el método fenomenológico, esta corriente es tomada por un grupo de psiquiatras para
intentar entender a las enfermedades mentales desde una concepción mas inédita y que tenga que ver
con, mas allá de lo morboso en juego de lo anatomo patológico que puede esta o no, las relaciones del
sujeto y el mundo. La fenomenología rompe con el binomio alma cuerpo, mundo sujeto, es decir,
entiende al hombre y al conocimiento en una relación permanente, en un circuito entre el individuo y el
medio que lo rodea. Entonces estas relaciones son las que van a permitir el desarrollo, y también estas
relaciones que se puede dar entre el sujeto y el medio quizás pueda hacer de la enfermedad mental algo
comprensible. Esto ya lo vieron en Jaspers, que divide la Psicopatología en enfermedades
comprensibles y enfermedades que se explican, es decir, comprensible era cuando una reacción era el
producto de una vivencia, reacción vivencial normal o anormal pero la reacción del sujeto de acuerdo a
la vivencia.
Por un lado tenemos, todos los psiquiatras interesados por la esquizofrenia a tal punto que tiene
alcance hasta en el arte, porque los mecanismos y procesos en juego en la esquizofrenia tratan de
desplazarse para las interpretaciones artísticas, como por ejemplo VanGog. Este interés por la
esquizofrenia que llega hasta ser diagnosticada en la mayoría de los pacientes, hace tambialiar el
edificio psiquiátrico que con tanto esfuerzo habían construido aquellos psiquiatras semiólogos
(Kraepelin,Falret, Magnan), consideraban que toda enfermedad mental era una enfermedad del cerebro.
61
En este momento, después de la primera guerra mundial, podemos distinguir en el campo
psiquiátrico dos grandes grupos en relación a la esquizofrenia y a la enfermedades mentales. Uno
organicista, porque aún pretende hacer dela Psicopatología una ciencia de las enfermedades del
cerebro, claro esta que se va a nutrir con concepciones mucho mas modernas, acá tenemos que citar un
gran avance de la neurología, así como también de los que se llama anatomía de la clínica cerebral,
comienza todo un aspecto de la psiquiatría que se va a dividir en la neurología que se va a dedicar a
estudiar los proceso químicos que se juegan a nivel de la trasmisión neuronal. Ustedes saben que ya
Bleuler e incluso Kraepelin se preguntaban por si la causa de por ejemplo la esquizofrenia no seria un
desajuste de un proceso químico cerebral. Esta corriente es la que va a intentar hacer una
Psicopatología basada en las enfermedades del cerebro, pero nutriéndose de los avances de la
anatomía clínica cerebral que eso no estaba en la época clásica.
Por otro lado un grupo de corrientes psicopatològicas, que tiene raíces en la ¿ fenomenología?
cómo método para algunas enfermedades y también se nutre de algunos aportes psicoanalíticos. Es una
Psicopatología dinámica, que mas allá de la etiología en juego de la enfermedad mental, teniendo en
cuenta que la esquizofrenia es una psicosis endógena de base corporal desconocida, mas allá de eso,
entienden que a esa enfermedad se añade una súper estructura psicógena, de tal manera, volviendo a
Bleuler, que los síntomas secundarios deben ser entendidos como una respuesta del psiquismo, por eso
son psicógenos, donde esos síntomas no presentan ninguna base orgánica ya que no hay una relación
de síntoma entendido como efecto de una causa mórbida, mas allá que en la etiología se piense en algo
orgánico.
Estas dos corrientes van a coexistir, una junto a la otra pero sin intercambiar para nada
cuestiones referentes a la clínica porque se piensan como por distintos caminos sobre todo teniendo en
cuenta a la esquizofrenia. Debemos también en este momento citar a Freud, ya que la demencia
praecoz de Kraepelin, y la esquizofrenia de Bleuler fueron influidas por él, dentro de su teoría de la
libido, con una etiología, pero de eso nos ocuparemos luego.
Vamos a ver donde se origina la corriente organicista, su raíces, teniendo en cuenta la
importancia de la clínica cerebral tiene, podemos encontrar sus orígenes en una enfermedad que se
desarrolla después de la guerra, que se llamó en Europa, encefalitis letárgica, como un intento de dar
cuenta del por qué de la aparición de esta enfermedad, porque nunca mas volvió a causar esta
epidemia, algunos autores piensan que el antecedente de esta encefalitis letárgica debe buscarse en la
descendencia española, ya que dio mas muertes que la que se dieron en los campos de batalla, y
quizás prepara las condiciones inmunológicas para que se desarrolle esta segunda enfermedad que es
la encefalitis letárgica. Esta ataca a diez millones de personas en Europa que mueren, y tenia la
característica de presentar una fiebre letárgica, quiere decir un estado entre el sueño y la vigilia, y un
delirio alucinatorio crónico. Este cuadro en algunos pacientes que no murieron, reducía pero no
totalmente una vez pasado el periodo agudo.

62
Sobre esta enfermedad se sabe poco y nada porque han querido taparla, pero en realidad hubo
una película que retoma toda esta historia “Despertares”, toma la historia de los sobrevivientes de la
encefalitis letárgica. En realidad se basa en un libro.
El primero en tratar de brindar un modelo teórico explicativo de esta epidemia fue....... ..........que
descubre la existencia de un factor intrafiltrable, un virus nunca antes localizado que tiene que ver con
esta enfermedad. Nunca fue aislado pero el puede afirmar la existencia de este virus. Pero el dice que la
secuelas que dejaban la enfermedad fueron productos de la acción de este virus sobre un núcleo del
mesencéfalo llamado locus Níger, o sea que este virus había producido la encefalitis letárgica y lesiones
cerebrales.
La cuestión es que, la persistencia de estados delirantes del sobreviviente, de trastornos del
humor, de modificaciones funcionales y del carácter y sobre todo de esta permanencia también entre la
vigilia y el sueño que continuaba según la esperanza a los psiquiatras que todavía no se resignaban a
pensar la enfermada por fuera del cerebro, entonces continuaba la esperanza para que este grupo
organicista comenzara a la búsqueda de construir una Psicopatología basada en las enfermedades del
cerebro.
Estas investigaciones de .......suceden a otras llevadas a cabo por neurólogo, que no tiene
importancia, yo se los nombro. Este se dedica a estudiar los trastornos neuro físicos producidos por
lesiones cerebrales en los campos de batallas, en los ex combatientes. Entonces pueden demostrarse
que estos trastornos psíquicos son producidos por lesiones cerebrales, es a su vez se apoya en los
trabajos de ...(geenfield??)........otro médico neurólogo que se dedicaba a estudiar, los pacientes
aquejados del mal de parkinson, y los estudios de este médico llevan a pensar en la existencia de un
sistema neuronal nunca descubierto, cuyo punto nodal sería el locus Níger. Siguen las investigaciones
sobre este sistema neuronal, hasta que se descubre, que este sistema completamente diferente a los
otros restantes y científicamente ya localizado sería productor de una sustancia química que se des
aislada provocaría mejoría en los pacientes que padecían mal de parkinson, no solo a estos pacientes
sino también a los que sufrieran síntomas parecidos. Esta sería entonces la primera explicación teórica
de una enfermedad mental basada en la química del cerebro, y esta sustancia que intentan aislar para
provocar beneficios a estas enfermedades, es la dopamina. Esta años mas tarde será trasladada hacia
la esquizofrenia. Porque aparecen los primeros neurolépticos o antipsicóticos, dentro de la
psicofarmacología.
Los neurolépticos producían cuestiones similares en los pacientes esquizofrenicos y
parkinsónicos, por ejemplo si se dan los neurolépticos a un paciente con parkinson, los efectos
colaterales secundarios iban a ser síntomas psicóticos, y si se le daba un neuroléptico a un
esquizofrénico, iban a expresar como efectos colaterales secundario síntomas parkinsónicos. Cuestión
que llevo a pensar que la dopamina como sustancia química era la causante tanto del mal de parkinson
como de la esquizofrenia.

63
Esto llevo a que todos los psiquiatras de esta corrientes se lanzaran a la búsqueda de un virus
que provocaría la esquizofrenia, cuestión que nunca se hall, o sino de tratar de aislar la zona de las
localizaciones cerebrales donde actuarían los sistemas dopaminérgicos, llegando a descubrirse que hay
muchísimos sistemas dopaminérgicos, ya que son los encargados de trasmitirse desde los
neurotrasmisores a los neuroreceptores. Todo estos estudios son empíricos que se constatan a partir
de los efectos de la medicación, y aún hoy esta corriente tiene gran vigencia dentro de la psiquiatría, la
corriente medicamentosa de la esquizofrenia, lo cual no quiere decir que en algunas formas de
esquizofrenia no provoque mejorías o posibilidades de comportarse distinto, pero también es cierto que
otras formas de esquizofrenias no tienen ningún efecto, esta dopamina.
Como les decía entonces, continúan las investigaciones a nivel de la neuro química cerebral,
pero la corriente psicopatológica se niega a pensar en una zona del cerebro afectada sea capaz de
producir formas tan disímiles, cuando en realidad se deben a mecanismos diferentes, por esos siguen
apuntando corrientes filosóficas para poder abordar la esquizofrenia y poder también practicas cierta
terapéutica sobre la misma.
Teniendo en cuenta esta corriente, vamos a presentar a E. Minkowski. En 1926 Bleuler es
invitado al congreso mundial de psiquiatría realizado en Francia, para que presente su ponencia sobre la
esquizofrenia, ustedes piensen que la esquizofrenia era totalmente nueva para la psiquiatría y
entenderla y tratar de aceptar el abordaje psicopatológico que presentaba Bleuler, por supuesto que
ofrecía bastante resistencia, y sobre todo que Bleuler daba importancia en relación a los síntomas
secundarios del psicoanálisis, o sea tomaba conceptos psicoanalíticos y los aplicaba a la comprensión
de los síntomas, cuando los síntomas eran explicados por una irritación de las membranas o cualquier
lesión a nivel de la corteza cerebral.
Bleuler comienza diciendo que no se sabe sobre la causa que produce la esquizofrenia, y el
mismo se pregunta si se tratara de un proceso químico, pero afirma que la esquizofrenia es una
enfermedad de base orgánica. Si bien no se sabe cual es el sustrato en juego, pero a esta enfermedad
se le agrega una superestructura psicógena, de tal manera que estos síntomas debe entenderse en
función de mecanismos psicológicos, y de cierta constitución en juego. No pueden dejar el tema de la
constitución los psiquiatras por mas que entiendan un conjunto de síntomas como reacciones psíquicas,
no obstante eso era muy nuevo para la psiquiatría francesa.
A pesar de la coherencia de Bleuler, su teoría no es tan exacta porque dicen que no puede
precisar cual es el proceso que esta en juego, y también están en desacuerdo con darle tanta
importancia al psicoanálisis, porque en ese momento Francia rechaza rotundamente el psicoanálisis de
Freud, no lo consideran científico.
Para que la esquizofrenia fuera aceptada en Francia, tuvo que hacer las cosas aceptables párale
espíritu francés este alumno de Bleuler, que fue Minkowski, y el grupo de nociones psiquiátricas que
giraba alrededor de este médico. Entonces a partir de que este último introduce en Francia la
esquizofrenia de Bleuler, es que es aceptada y convive en la nosografía psiquiátrica con los delirios
64
crónicos que no obedecen a los mismos mecanismos que la esquizofrenia pero empieza a tener un
lugar.
Lo que caracteriza a Minkowski habiendo sido alumno de Bleuler y estando profundamente
agradecido a su maestro, lo van a ver cuando lean el texto, que no se cansa de agradecer el aporte de
Bleuler, va a decir que por primera vez en la psiquiatría hay un abordaje psicopatológico de la
enfermedad, que la noción de esquizofrenia permite un trabajo fecundo, con sus pacientes,
entendiéndola como la entiende Bleuler aunque tiene una posición que se diferencia de el.
Para Minkowski, la esquizofrenia, mas allá de las formas químicas que Kraepelin se había
dedicado a plastificar, tiene un punto de sumo interés y que está en poder entender los mecanismos
psicológicos que están en juego en esta enfermedad y sobre todo el comportamiento psicopatológico tan
particular del esquizofrénico, esto para Minkowski tiene mucho mas valor que distinguir clínicamente una
forma de otra, y es ahí donde esta el punto de interés, en los mecanismos psicológicos que se ponen de
manifiesto en la esquizofrenia. El dice que ya en Bleuler hay una distinción, dos aspectos. Uno es el
aspecto psico clínico o estructural y el otro es el aspecto psicoanalítico. El primero tiene que ver con el
estudio de la personalidad del sujeto humano, en la normalidad, para ver como se presentan las
funciones psíquicas superiores y como ellas entran en un juego armonioso permitiendo el desarrollo de
la personalidad, para luego tratar de entender que es lo que pasa en la enfermedad en si. Si las
funciones psíquicas superiores se presentan en conjunto y armonía, donde una nunca esta aislada
independientemente de la otra, ¿qué pasa entonces en la enfermedad, cuando una de estas falla?.
Tratar de entender como las restantes hacen fuerza por tratar de suplir este déficit, esto es lo que el va a
observar en la esquizofrenia y esta es una concepción globalista del sistema nervioso central. Estos
entienden el psiquismo como un puesta en juego de las funciones psíquicas en su totalidad, como una
se complementa con la otra, y nunca se presentan en forma aislada.
En su obra Minkowski nos va a decir que si bien el a tomado los aportes de Bleuler y de otros
psiquiatras que han abordado la esquizofrenia, ya no podía decir si es una obra o una suma de todo lo
que el ha visto a lo largo de su vida, y no es solamente en el plano teórico sino también en el plano
clínico, por eso la define como una obra subjetiva que cada vez mas tendería hacia la objetividad.
No obstante cuando obra a Bleuler, dice que por un lado si piensan que su obra va a dar cuenta
del psicoanálisis están muy equivocados, que las cuestiones psicoanalíticas para el van perdiendo
interés, porque si bien los aspectos estructurales y psicoanalíticos, cuando comienza el proceso de la
esquizofrenia están íntimamente ligados, a medida que avanza cada vez se van separando mas y se
impone mucho más para Minkowski los proceso psicológicos que la perspectiva psicoanalítica que
busca, según él, en el pasado del paciente algo que se relacione con el contenido actual de sus signos.
Entonces por un lado descarta el psicoanálisis, como el punto nodal de su teoría y por otro lado
se destaca el interés por diferenciarse de Bleuler diciendo que la esquizofrenia y los síntomas que de
ella se desprenden tienen su origen en el rebajamiento o relajamiento? Asociativo que es el síntoma
primario y fundamental para el diagnóstico, la perturbación de las asociaciones del pensamiento. Pero
65
para él esto que para Bleuler es primario, el relajamiento asociativo, no lo es para Minkowski, sino que lo
que es un síntoma, primario e inicial y signo estructural de la esquizofrenia es la perdida del contacto
vital con la realidad, o sea que esto sería, lo que para Clerebault la psicosis alucinatoria crónica tiene
como basal e inmediato del proceso. De esa forma hay que entender la perdida del contacto vital, es el
primer signo de u proceso que no interesa saber cual es, si es orgánico, o constitucional, tóxico o
infeccioso. Pero lo primero, lo oficial, es esa perdida del contacto vital con la realidad.
Así como Jaspers recurría a la fenomenología, Minkowski recurre para el abordaje de la
esquizofrenia a Bersgon, filosofo vitalista, también fenomenólogo, quien define dentro de su corriente
filosófica el concepto de contacto vital con la realidad. Vamos a ver de que se trata y que es la perdida
del mismo entendida como perturbación inicial de la esquizofrenia.
En el capitulo 2 donde desarrolla este tema, Minkowski, comienza hablando de la demencia
praecoz de Kraepelin, quien dice que este para poder darle unidad a la DP, y poder hacer una
clasificación que incluyera tres presentaciones tan diferentes, como la catatonía, la demencia paranoide
y la hebefrenia, no recurría a los síntomas como los delirios, las alucinaciones, los estados depresivos o
catatónicos, porque estos son variables, transitorios. Para poder dar la unidad de la DP, tuvo que ir hacia
las funciones psíquicas superiores, así es como los síntomas fundamentales para Kraepelin son el
trastorno de la afectividad, de la voluntad y del juicio. En función de esto es que piensa en una base
orgánica localizada en la corteza y en la lesión de las mismas en relación con la etiología. Lesión
cerebral como síntoma fundamental y primario también, seria lo que aparece en primer lugar donde
luego se van a desarrollar todos los síntomas, sería entonces, la afectividad, la voluntad y el juicio.
Ahora bien, Minkowski dice que si uno toma asiladamente estas funciones no puede hablarse de
una volición, en realidad no se trata de que una este anulada sino mas bien se trata de una selección de
cada una de ellas, en las relaciones con el medio ambiente. O sea que ya uno puede dar cuenta de que
algo entre el sujeto y el medio esta pasando, por eso también Kraepelin ha llegado a definir a la
enfermedad como al pérdida de la unidad interior y después reducirlo a una perturbación de la
abstracción. Esta perturbación en realidad, también para Kraepelin dependería de una localización
cerebral específica.
Hay muchos autores que definen a la esquizofrenia, perdida de la unidad interior, discordancia
afectiva, spaltung, pero pareciera que algo en el juego de las funciones esta perturbado, porque para
Minkowski no se trata de una falla individual y localizada de las funciones, sino del juego global de las
funciones en su conjunto. Entonces antes de preguntarse que es lo que esta perturbado, debería
preguntarse que es lo que permite que las funciones psíquicas se desarrollen en relación a una
globalidad, y que nadie se ha preguntado esto, salvo Bergson, este conceptualiza, en su teoría filosófica
el concepto de contacto vital con la realidad.
El contacto vital con la realidad, Minkowski dice que Bergson lo define como un concepto que
escapa al pensamiento discursivo, que es irracional, en la medida que no puede ser respondido
matemáticamente, que se trata de los datos mas inmediatos de la conciencia, pero no por eso los menos
66
importantes, en realidad, el contacto vital con la realidad da cuenta y permite el dinamismo intimo de la
vida, trata sobre las relaciones del individuo y el medio que lo rodea y de lo que esto va generando, esto
es bien fenomenólogo. El contacto vital con la realidad es lo que permite despertar pasiones, alegrías,
tristezas, conductas, establecer relaciones y por eso no hay una mediad para establecer que cantidad
necesaria hay con el mundo para no perder nuestra propia individualidad, porque lo importante de este
contacto es que permite el intercambio con el mundo, el desarrollo y las potencialidades del psiquismo,
pero a la vez la posibilidad de ser individuales, de no fundirnos con el medio, de no desaparecer en el.
Entonces para Minkowski los esquizofrénicos lo pierden, de ahí que la perturbación inicial sea la perdida
del contacto vital con la realidad, siempre que el aparato sensorio motor o la inteligencia se vea
perturbada dice.
Ahí toma a Bleuler y dice que este había notado la importancia de las relaciones, con el ambiente
en los esquizofrénicos, pro eso le había dado tanta importancia al autismo, este es uno de los síntomas
fundamentales para el diagnóstico, pero el había hecho depender todo lo que sucedía en la
esquizofrenia de el relajamiento asociativo, mientras que para Minkowski, el relajamiento asociativo es
una consecuencia de la perdida del contacto vital con la realidad, antes de eso no hubo otro tipo de
manifestación. Dice Minkowski que si los otros psiquiatras intentaran definir lo que sucede en la
esquizofrenia vemos que hay una serie de metáforas, como por ejemplo, la esquizofrenia es como un
libro sin encuadernar, donde uno lo abre y todas las páginas están desordenadas, están todas las
páginas pero no hay un orden lógico, o la esquizofrenia es un edificio donde no han pegado los ladrillos
con el cemento, los ladrillos y el cemento están, pero no se han juntado, o es una máquina sin
combustible. Todas estas metáforas que no son científicas dan una idea de lo que sucede con la
esquizofrenia, pero ninguno de los autores incluso Kraepelin, no deja de aclarar que si bien hay una
demencia en el estadio terminal de la esquizofrenia esta demencia no debe entenderse como una
perdida del intelecto, que es algo diferente.
Una vez que presenta el concepto de Bergso, Minkowskidice que esta hipótesis explicativa de lo
que sucede en la esquizofrenia debe trasladarse a una hipótesis de trabajo que tiene que servir,
entonces retoma otra cuestión de Bergson que es el binomio instinto-inteligencia. Si nosotros tuviéramos
que definir, asilar el instinto por un lado y lo que es la inteligencia por el otro. El primero aparece como
aquello que se adapta a la forma digna de la vida, es dinámico, implica movimiento, acción, tiempo,
durabilidad, en contraposición de lo que es la inteligencia, inmóvil, estática, aquello que intenta soldar lo
que se repite, lo mismo con lo mismo, que pareciera dice Minkowski que solo hallaría satisfacción en la
muerte, en la materia inerte. Y solamente se halla a gusto la inteligencia en la repetición, rechaza lo
nuevo, pero en la vida inteligencia e instinto van juntas, porque el instinto es lo que le pone freno a la
inteligencia y viceversa, no puede pensarse la inteligencia en estado puro, sino es fusionada por esta
corriente instintiva.
Ahora bien, Minkowski se pregunta ¿y si la perdida del contacto vital con la realidad recaería y
sobre el instinto, que pasaría con la inteligencia?, ¿trataría de suplir la inteligencia este déficit, llegando
67
incluso a conclusiones aberrantes?. Para verificar esto, donde lo instintivo estaría perjudicado en la
esquizofrenia, el va a comparar pacientes paralíticos cerebrales, PGP, con pacientes esquizofrénicos,
teniendo en cuenta que en los primeros hay una perturbación importantísima y abolición de las funciones
intelectuales y también de la memoria. Los compara en lo referente a la construcción de las
orientaciones espaciales, en estas interviene también dos aspectos, por un lado los factores estáticos,
estos tiene que ver con la construcción representativa que adquirimos del espacio y de la localización de
los objetos, que son inmóviles, relativos, reversibles.
Pero por otro lado, y mas allá de esto es necesario el aspecto dinámico que Minkowski entiende
como la noción del yo aquí y ahora. Entonces tendríamos los aspectos estáticos y los dinámicos con el
concepto que abarca el yo aquí y ahora. ¿Cómo se intercalan una y otra? Yo puede llegar a dar la clase,
y llego a este salón y reconozco que ustedes me están esperando acá por mas de que este deteriorado
el lugar, porque tengo cierta construcción mental Minkowski, es necesario que yo separa que estoy por
dar una clase, es necesario que yo sepa que yo estoy aquí formando parte de este espacio, en relación
al tiempo vivido, ocupo este lugar y complemento el espacio. Entonces en relación a esta construcción
de orientación espacial voy a leerles algunos de los ejemplos clínicos que da , por ejemplo, “pregunto a
un paralítico cerebral, dice Minkowski, llegado al periodo terminal de su debilitamiento mental, ¿dónde
está usted?, responde aquí, temiendo que se corresponda a una manifestación puramente verbal y
automática de su parte insito, ¿pero dónde es aquí? el enfermo golpe con el pie para indicar el lugar
donde se halla o lo muestra con su índice, en fin, indica con un gesto la habitación que ocupa. Pero
aquí!, nos dice pareciendo sorprendido y excitado por nuestra insistencia. El esquizofrénico por su parte
si responde en general a la pregunta por lo común lo hace correctamente mencionando el lugar donde
se encuentra, pero sin embargo cuantas veces nos dice que si sabiendo donde esta el no se siente en
el lugar que ocupa, no sienten en su cuerpo que el yo existo para el no tiene sentido preciso”.
Otro ejemplo, a un paralítico cerebral, “¿Dónde está usted?, ahí donde me higienice esta
mañana, o ahí donde estoy desde hace algún tiempo. ¿qué casa es esta? La casa donde he sido
internado, ¿quién es ese señor?, es un señor que está aquí. ¿qué hace usted?, por el momento me
quedo aquí”. Lo que trata de mostrar Minkowski es que no se ha perdido la noción del yo aquí y ahora
en el paralítico cerebral, el se siente parte de donde está pero no recuerda los nombres de los lugares.
Dice “el paralítico sigue con sus últimos vestigios de su actividad psíquica, la vida atrasada por su yo
social y cuando no encuentra respuesta para la pregunta efectuada, incluso hasta avanzada la
enfermedad, conserva el sentido de los sustitutos, ¿qué día es hoy? y toma instintivamente un diario
para fijarse la fecha, se le pregunta la fecha de su nacimiento, “ no puedo decirlo, tengo alianza ”, ahí
esta confundido porque la alianza no lo indica, por lo menos intenta aferrarse a algo para contestar
aunque la inteligencia y la memoria estén totalmente deterioradas.
El esquizofrénico contrariamente no lo hace, y acusa un grado mas o menos de
despersonalización, o sea que en la PGP fallan los factores estáticos de la orientación espacial, y en la
esquizofrenia fallan los factores dinámicos, la versión del yo, aquí y ahora esta alterada.
68
El esquizofrénico, puede saber donde está, conoce el hospital, sabe en que sala esta internado,
pero no se siente parte de eso, esta como por fuera de él y del lugar y quizás esto es lo que halla llevado
a la conclusión de pensar la esquizofrenia en su grado terminal como una demencia. Cuando en realidad
deberíamos hablar de demencia esquizofrenica, pero sería preferible incluso hablar de un déficit
pragmático de la esquizofrenia y dejar de lado la demencia que no tiene nada que ver.
Entonces se trata para Minkowski de un déficit pragmático que tiene que ver con la vida de
relación, con la alteración con las relaciones con el medio que evidentemente perjudican todo el aspecto
instintivo del sujeto, por eso no hay movimiento, no hay noción de tiempo vivido.
Ahora bien, teniendo en cuenta esto Minkowski dice que los esquizofrénicos, en función de esta
perturbación en el instinto tienden a construir sus comportamientos con mecanismos y criterios que en la
vida normal pertenecerían al campo de la lógica y de la matemática, o sea que lo que esta diciendo es
que la inteligencia pura intenta de alguna manera subsanar, el déficit del instinto. Esto también es muy
globalista, el psiquismo intenta siempre paliar aquello que es deficitario, de alguna manera se las
arregla, pero las conclusiones son morbosas, porque por ejemplo, si tomamos la esquizofrenia desde
Minkowski, y la inteligencia construir los comportamientos del esquizofrénico desde el punto de vista
práctico siempre se va a llegar al absurdo y desde el punto de vista teórico se va llegar al error. O sea
que por mas que se intente hacer una teoría esa va a ser errónea. Hay teóricas de los esquizofrénicos
que nos son erróneas, esta es la posición de Minkowski.
Como consecuencia de este intento de resolver este déficit a través de la inteligencia Minkowski
sita dos síntomas que son el racionalismo mórbido y el geometrismo mórbido. Son ejemplos de la forma
pura de la inteligencia en al esquizofrenia.
Les voy a dar un ejemplo de un paciente de Minkowski para que ustedes se den cuenta de lo que
es el racionalismo mórbido. Se trata de un paciente que va al dispensario de profilaxis mental donde
trabajaba Minkowski “se queja de su descomposición fisiológica que experimenta dolorosamente, del
vacío en la cabeza, su vos no sugestiona?, es como muerta y le produce la impresión de una vos que ha
fallecido. El en todo su ser y su voz a sufrido una regresión a 15 años a tras en el momento en que se
iniciaba como docente. Aquí no hay alucinaciones ni ideas delirantes, ni signos de debilitamiento
intelectual, pero desde el primer momento nos sorprende su comportamiento. Impresión que crece en el
transcurso de la entrevista y nos lleva a formular el diagnóstico de esquizofrenia y aún una muy grave y
avanzada. Este sujeto en un momento se ha encerrado para poder hacer una teoría nueva, un aporte a
la humanidad, entonces Minkowski le pregunta si ha llevado libros con el, y le dice que ningún tipo de
libro ni de recurso teórico porque el no quiere contaminar su pensamiento, quiere hacer algo nuevo,
creativo.”No ve a gente, no tiene contacto con ningún material teórico y se inclina por una teoría que es
un disparate: “concluye en hacer fluir el espíritu de la acción de los ácidos sobre las terminaciones
nerviosas”. La inteligencia en estado puro desde el punto de vista teórico llega al error.
Lo que señala este ejemplo para Minkowski, es la perdida del contacto vital con la realidad “de
ser filósofo se cree filósofo y se encierra interrumpiendo todo contacto con la vida”, con el exterior, ya
69
que no hay ningún tipo de relación con el medio, y está la inteligencia en su estado mas puro que llega
al error. Esta es otra perspectiva en cuanto a la Psicopatología de la esquizofrenia, en cuanto al
abordaje, porque Minkowski, no va a buscar delirios o alucinaciones sino que esta cuestión que permite
encontrar o entender en que punto se a dado o se a llevado a cabo la perdida del contacto vital con la
realidad.
El geometrismo mórbido, estaría en relación a medidas, figuras geométricas. “Un paciente nos
dice no estar seguro del poder del dinero y esto porque el dinero no ocupa sino poco lugar”, la lógica del
pensamiento es que es importante de acuerdo al lugar que ocupe, al volumen que ocupe el objeto, “ no
me interesa el lenguaje por las fluctuaciones en el cambio, porque allí hay demasiada mudanza,
extendida en movilidad” lo que da cuenta del deterioro instintivo. (sigue leyendo el ejemplo) El paciente
con criterios matemáticos determina el valor de los acontecimientos y de los objetos, según la dimensión
geométrica. Otro paciente tenía que tener los bolsillos derechos y no oblicuos para generar un
paralelismo, buscaba tener una asimetría con su cuerpo, a fin de obtener una posición absolutamente
perfecta. A los ojos de un observador esto podría ser ya una terminación demencial de la esquizofrenia,
pero que para Minkowski es la acción de la inteligencia en estado puro. El sujeto construye para
instalarse en el mundo.
Minkowski se mostró revolucionario con este concepto de perdida del contacto vital con la
realidad, y en relación al tratamiento del esquizofrénico el dice que hay que dejar de lado, todos los
prejuicios que hay hasta el momento sobre la incurabilidad de la esquizofrenia, prosupuesto que se trata
de una perspectiva psicoterapéutica empática con le médico, intentando esta visión que planteaba
Jaspers, comprensión genética y de intentar que ese contacto con la realidad vuelva a tenerse. Es
posible volver a conectar al paciente con el medio y de establecer un nuevo contacto con la realidad y
eso implicaría la cura de la esquizofrenia. Mas allá de que nunca hay una integración total, pero por lo
menos volver a establecer, a conectarse. Hacer lazo social mas allá de la estructura. (son distintas
perspectivas de abordaje)
Cuando agradece a Bleuler también nombra en agradecimiento a Kretschmer, psiquiatra alemán
que aporto una versión muy interesante para Bleuler y que es el concepto de fase esquizoide, que en
Bleuler coincidiría con la esquizofrenia latente. Minkowski dice que en la obra de Bleuler lo mas
interesante es este aporte de Kretschmer. En 1927, este autor, escribe un libro que se llama “Las
estructuras del cuerpo del carácter” ,hay toda una rama que buscaba conexiones entre la esquizofrenica
y la personalidad. Kretschmer en principio aísla un biotipo morfológico para las psicosis endógenas, las
psicosis endógenas son al esquizofrenia y la ciclotimia o psicosis maníaco depresiva, de causa corporal
desconocida. Los ciclotímicos pueden alojarse en una morfología sísmica?? que tiene las características
de ser personas de baja estatura, tendientes a la obesidad, en contraposición al tipo esquizofrénico que
el leptosónico, en Kretschmer, agrupa a la mitad de casos de esquizofrenia, no todos tiene el tipo
leptosónico, son mas altos, esbeltos, abiertos al intercambio, sin inhibiciones. Lo interesante del caso es
que este biotipo esta relacionado con psicotipo en la esquizofrenia.
70
Distingue entonces antes del desencadenamiento de la esquizofrenia distintas fases que
obedecen a una constitución o personalidad particular. La primera fase sería la esquizotimia, que estaría
dentro de los parámetros normales, con comportamientos quizás un poco impulsivos, son personas un
tanto inhibidas, retraídas. Pero ya en la fase esquizoide, que coincidiría con la latente de Bleuler ya los
rasgos estos estarían muchos más marcados y estarían dentro de lo patológico, hasta llegar a la
esquizofrenia propiamente dicha.
Sin embargo hay toda una corriente de la psiquiatría que no considera esto como tan importante
como lo consideraba Kretschmer, en el sentido que hay algunos psiquiatras como ¿?? Que dice que si
se le hace un diagnóstico de esquizofrenia a un biotípico sísmico, debe formularse nuevamente. En
relación a esto, a estar en contra de cierta predisposición, de cierta personalidad esquizoide
encontramos también a Scheneider, alumno de Jaspers.
La Psicopatología de Scheneider, es publicada en 1951, se impuso ni bien se publicó, es más
radical que Jaspers en su postura acerca de la división de las enfermedades. Entre las clasificaciones de
las enfermedades, la primera sería variaciones anormales del psiquismo, estas no son verdaderas
enfermedades porque no presentan un proceso mórbido que la explique, y acá entrarían las variaciones
anormales intelectuales anormales, las reacciones vivenciales anormales y las personalidades
anormales.
El segundo grupo estaría formado por enfermedades mentales consecuencia de enfermedades,
estas sin son verdaderas enfermedades porque están representadas por un proceso, enfermedades
mentales consecuencia de enfermedades, hay un criterio médico bidireccional que permite ir del síntoma
a la causa.
Para Scheneider, aún las psicosis endógenas de causa desconocida, son todas enfermedades
orgánicas. Las psicosis para el son sin duda enfermedades orgánicas, de causa conocida o
desconocida. Para él una reacción vivencial anormal por mas intensa que sea, por mas delirante que se
presente, nunca será una psicosis, nunca será la mas leve manifestación psíquica causada por ejemplo
por un traumatismo craneal.
Dentro del segundo grupo hace una subdividcion, porque reconoce que hay psicosis con base
corporal reconocible y psicosis sin base corporal reconocible. En la segunda incluye la esquizofrenia y la
ciclotimia, y en la primera todas las psicosis en donde se sabe cual es la causa, incluso un traumatismo
craneal.
Respecto de la esquizofrenia, el dice que no se puede establecer un diagnóstico médico, la
esquizofrenia para diagnosticarla debe llevarse a cabo un abordaje psicopatológico, su abordaje lo es. Y
lo es en función a un grupo de síntomas, determinado tipo de audiciones de voz que su aparición ya
constata para él que se trata de una esquizofrenia. Las audiciones de voces son de pensamientos
propios, cuando los pacientes empiezan a escuchar sus propios pensamientos pero de forma
involuntaria, es un signo de esquizofrenia. También tendríamos audición de voces que dialogan, ajenas
que el paciente escucha, otro tipo son audiciones que acompañan las acciones del paciente con voces.
71
Si esas audiciones no están referidas a otros no es esquizofrénico, siempre tiene que tener el carácter
de ajenidad.
Después también plantea las vivencias de influencias, estas es similar al delirio de auto
referencia de Kraepelin, cuando las cosas comienzan a significar algo, cuando lo que lo rodea al
paciente se dirige a él.
El robo del pensamiento, también, que a nivel de la experiencia se dice que su pensamiento ha
sido robado, el vacío de su cabeza.
Y después la experiencia de que todo el mundo que lo conoce, conoce también, sus
pensamientos. Por último las percepciones delirantes, dan una razón totalmente equivocada a una
percepción verdadera, criterio ilógico, explicación sobre cosas verdaderas, que generalmente tienen que
ver con cosas vistas, oídas u olidas. El paciente tiene ese símbolo de certeza en relación a que lo alude,
eso esta en relación a el, pero no sabe que significación darle, porque hay un trastorno a nivel de la
significación, pero no tiene duda de que eso le concierne, es un fenómeno de alusión, que si pasa una
auto rojo eso en principio no sabrá que, pero después quiere decir algo le va a pasar. (percepción
delirante).
Todos estos son los síntomas de primer rango, son los que sirven para el diagnósticos, después
estaríamos en presencia de los síntomas de segundo rango que tienen que ver con las alucinaciones,
delirios, etc, que pueden estar también presentes en otras patologías. Pero la audición de voz tiene que
ver para Scheneider con la esquizofrenia, no se presenta en ninguna otra enfermedad.
Los síntomas de primero rango es lo que nosotros vamos a llamar con Lacan trastornos del
lenguaje.
Los de segundo rango se utilizarían si en realidad no habría ninguno de los de primero rango

72
CLASE N° 9

PSICOSIS TÓXICAS

Profesor: Piazze, Gastón

Hoy vamos a abordar un capitulo en particular, el del dominado delirium, dentro del marco del
síndrome confusional.
Dentro del campo de la psicosis tóxica tenemos múltiples presentaciones, hemos elegido el
síndrome confusional para detenernos en un de los aspectos que llamamos delirium.
Bibliografía:
 Folio 167. Lasègue, “El delirio alcohólico no es un delirio sino un sueño”. De la Pág. 141 a 162.
 Folio 168 A. Una separata de la Psicopatología General de Jaspers. Complejos sintomáticos
orgánicos Pág 679 a 683
 Folio 461. Duras M, “La población nocturna”. La vida material.

Este último texto relata una cura, y el síndrome de confusión mental.


El interés en presentar este cuadro clínico, propio del campo de los trastornos psiquiátricos
secundarios, en términos de los autores clásicos, o trastornos psiquiátricos sintomáticos. El objetivo es
que se familiaricen con la clínica del delirium, y tratar de distinguir justamente las notas diferenciales con
el delirio.
El delirio, o delusión para los ingleses, o wahn de los alemanes, es algo muy diferente del delirium,
como presentación o actividad delirante. El primero se el nombre que recibe todo aquel conjunto de
manifestaciones psicopatològicas que ubicamos en el campo de los trastornos psiquiátricos primarios. El
campo de la locura propiamente dicha, de la paranoia, de la demencia precoz y de la locura maníaco
depresiva. En cambio el campo del delirum es el de los delirios tóxicos, de las perturbaciones del juicio
de naturaleza orgánica.
El delirium como manifestación clínica forma parte de un cuadro más amplio que denominamos
síndrome confusional, este es una categoría clínica que como tal se estabiliza, se delimita con precisión
a fines del siglo XIX, tiene como principal antecedente el texto de Lasègue de 1881, y en su
caracterización persiste hasta la actualidad, conserva en su vigencia, la perspectiva preponderante del
paralelismo psicofísico, en el marco del paradigma de las enfermedades mentales.
A continuación voy a puntuar el síndrome confusional y van a ver ustedes como, paso a paso vamos
adscribiendo a los preceptos de Falret, abordar al conjunto de las manifestaciones tal como se
presentan en la naturaleza, detenerse en los detalles y no solamente en los aspectos mas pintorescos o
mas extremos, atender a aspectos psíquicos como a los físicos, y por sobre todo detenerse en la
marcha de la enfermedad. Todo esto conserva su valor a la hora de caracterizar el síndrome confusional
73
que representa una categoría que toma a la PGP, como modelo válido, porque se trata de un conjunto
de síntomas psíquicos y físicos, que evolucionan en el tiempo de acuerdo a lo que acontece a nivel del
órgano cerebral.
Con respecto al síndrome confusional, podemos decir en primer lugar que presenta cuatro síntomas
primordiales:

1. Confusión 2. Onirismo.
3. Agitación perpleja 4. Síndrome de repercusión física.
A su vez debemos considerarlo en el despliegue a lo largo del tiempo, en el eje diacrónico, tenemos
un periodo de inicio, uno de estado y una terminación. Vamos a abordar cada uno de estos aspectos y
también la etiología, cuando hablamos de ella, mas allá de la etiología sexual que plantea Freud para la
neurosis, estamos ante un término médico, de las causas médicas.
El inicio: la confusión mental la mayoría de las veces tiene un comienzo progresivo, que se puede
desplegar, a lo largo de horas o días, en la que se presentan paulatinamente los siguientes síntomas:
insomnio, inquietud, anorexia y cefaléas. La perturbación del sueño, la perdida del apetito y las cefaléas
en casco son algunos de los síntomas característicos del síndrome confusional de origen tóxico, del cual
a lo largo de todo el siglo XIX y gran parte del siglo XX, la intoxicación alcohólica era la causa
preponderante, y lo sigue siendo en muchos países.
Tomamos entonces como paradigma del síndrome confusional el de origen alcohólico, debido a una
intoxicación alcohólica. Presenta irritación, cambia el humor, el carácter, se agita o bien permanece
mudo. Acá tenemos una presentación paulatina, progresiva.
Puede suceder que en el marco de este periodo de inicio paulatino, aparezcan conductas con
consecuencias médico legales, golpea a alguien, se fuga, se arroja por una ventana, aparecen ideas de
persecución o sentimientos de extrañeza respecto del entorno.
En algunas ocasiones se produce un pasaje abrupto a la siguiente fase, al llamado periodo de
estado en el que cobran preponderancia, lo que llamamos la obnubilación de la conciencia y el onirismo
(la actividad onírica patológica).
Una de las características mas habituales en el síndrome confusional alcohólico, es que el sujeto en
la fase inicial presenta un dormir cada vez mas perturbado, no solamente no puede dormir, sino que en
los momentos en que duerme tiene un dormir agitado, tiene pesadillas, somniloquios (habla dormido), no
deja dormir a su compañera. En las descripciones clásicas la esposa lo sacude, el hombre se despierta
y vuelve en si, se ordena, sabe donde está pero inmediatamente se duerme y vuelve a caer presa de
ciertas ideaciones persecutorias, situaciones angustiantes, en el marco del sueño que lo movilizan.
El paso al periodo de estado se caracteriza por un comienzo brusco, en el que el sujeto pasa del
sueño patológico, lo que Lasègue denomina el delirar dormido, al delirar despierto. Bruscamente pasa a
delirar despierto a un estado de conciencia perturbado en el que el sujeto no está, ni dormido ni
74
despierto. Está con los ojos abiertos va de aquí para allá, con una conducta desordenada e incoherente,
y lo que se advierte por la observación ordenada y detenida de la actitud, el comportamiento y los dichos
del enfermo, es que está atravesando un particular estado de conciencia patológico, porque no esta ni
en estado de vigilia ni estado de sueño, esta justamente en un estado de obnubilación, tiene un estado
de conciencia obnubilada, mas allá del significado vulgar, el sentido semiológico clásico del termino
obnubilación implica el un descenso del estado de vigilia, una tendencia al adormecimiento, una
dificultad para concentrarse, los contenidos mentales perseveran, un estado plus de la conciencia.
Entonces el sujeto en el periodo de estado pasa bruscamente de un soñar patológico a un estado
delirante despierto, descrito por los clásicos como somnus vigil, que quiere decir sueño despierto, sobre
todo las primeras horas del comienzo del estado son las mas perturbadas, mas peligrosas, ya vamos a
ver por que.
Podríamos caracterizar a la actitud del delirante, y también lo que llamamos las fascies, el sujeto
presenta una mirada extraviada y perpleja, esta perdido pero a su vez esta sorprendido. La mirada nos
indica que no está entre nosotros, mira mas allá, esta en otro parte, esta en el marco de la actividad
onírica delirante. La lírica embrutecida que va a demostrar cuando se ponga hablar, cuando lo
escuchemos, y justamente acompañando esta lírica característica vamos a encontrar signos físicos.
Sabemos que no ha dormido por varios días, que no ha comido y que está agitado, movilizado por el
contenido de sus ideas delirantes, por lo tanto estará deshidratado, adelgazados, como rasgos
característicos de su descompensación del estado física. La palidez, la deshidratación, el
adelgazamiento son característicos en estos cuadros justamente en la medida en que no están
abordados.
Respecto del comportamiento: el sujeto que presenta un delirium, la mayoría de las veces, la mayor
parte del tiempo está en un estado de inquietud llegando hasta la agitación, estado cuya característica
importante es la incoherencia de los actos, el desorden de los actos y de los dichos. No solamente esta
su discurso por una tendencia importante a por la incoherencia y una disgregación muy significativa, sino
que sus actos están desordenados disgregados, el sujeto se levanta de una silla y se vuelve a sentar
numerosas veces, sino que también sus dichos tienden a ser ininteligibles, no entendibles, así como
presentan alteraciones en la pronunciación, van a encontrar que no puede pronunciar, que parpullea.
Hoy les había dicho que presenta una mirada extraviada, perdida, pero también perpleja, porque
una de las características de estos estados de confusión, es la de su movilidad, en el sentido de que por
momentos la confusión disminuye, la capacidad de razonamiento se incrementa, el grado de la
conciencia también, por lo que pasa de un pensar y actuar automático a tener ciertos instantes de
lucidez, por los que se pregunta donde estoy, quien soy, qué me pasa. Por lo que el síndrome
confusional pasa de un estado de conciencia en el que se le cruzan ideas, realiza actos pero sin
reaccionar sobre ellos, a momentos en los que se ve atravesado por una gran ansiedad respecto de
poder aprender que le está pasando algo malo, que no sabe que le ocurre, este estado de perplejidad,

75
se acompaña entonces de bastante ansiedad, en la medida en que intenta orientarse, captar donde se
encuentra, que le pasa, realizar actos ordenados.
En el marco del síndrome confusional tenemos a su vez dos grandes aspectos, uno los negativos
del síndrome, y otros los aspectos positivos. Esta caracterización no tiene que ver con un punto de vista
valorativo o moral sino que estamos hablando de aspectos en déficit, los negativos, y aspectos
productivos los positivos.
El llamado síndrome confusional en sus aspectos deficitarios, está representado por la
obnubilación, esta tendencia al sueño, un descenso del nivel de la conciencia, por la desorientación
temporo-espacial, por la presencia de trastornos del pensamiento, por las perturbaciones de la memoria
y la perplejidad constituyen los trastornos de la vertiente deficitaria, negativa del síndrome.
Tenemos a su vez aspectos productivos, estos se refieren a las ideas delirantes y a los fenómenos
alucinatorios, que forman parte del delirium propiamente dicho dentro del síndrome confusional.
Respecto del trastorno del pensamiento, como les había dicho, el pensamiento sufre una
transformación, los conceptos y las ideas se fragmentan y a su vez se fusionan, si bien se conservan
ciertas praxias, ciertas gnosias, los recuerdos en si mismos estos no pueden ser organizados, no
pueden ser utilizados en un acto intencional ordenado. Lo que se describe es una perturbación de los
aspectos operacionales de la inteligencia, con conservación del vocabulario, de las gnosias y de las
praxias. Esto quiere decir que puede subir una escalera, abotonarse un saco, prender un fósforo, puede
reconocer un objeto, conserva el vocabulario, lo único que ocurre es que todo eso no se articula en un
acto intencional significativo ordenado.
Frente a este trastorno del pensamiento, hay un esfuerzo esporádico siempre renovado por situarse
por orientarse pero signado por el fracaso, por el constante volver a hundirse en ese estado de
obnubilación. Entonces es un estado de obnubilación móvil, que lleva el signo de la reversibilidad, es
reversible al punto que lo que ya conocen, es que si sacuden a un borracho, o una persona que
presenta un delirium tremens o un síndrome confusional. Muchos de los casos de síndrome confusional
si se lo sacude enérgicamente y se los llama se le exige una respuesta, el sujeto se despierta si estaba
dormid y sale del estado de obnubilación y puede responder quién es, dónde está, puede responder
algunas preguntas, pero luego si se deja de insistir vuelve a caer en el estado de obnubilación.
La desorientación temporoespacial está relacionada justamente con la perdida de los reparos
espaciales y cronológicos producto de la desorganización de la actividad sintética del pensamiento
debido a las fallas de la percepción, porque la intoxicación produce alteraciones en la percepción de tal
modo que los datos de la percepción que van ingresando no pueden ser almacenados y constantemente
los elementos de la conciencia van perdiendo los datos que le aporta el medio, se produce lo que se
conoce una amnesia inmediata. Al punto que una vez terminado el síndrome confusional el sujeto tendrá
una amnesia relativa o total de toda la duración del episodio, tendrá recuerdos lacunares, lagunas del
recuerdo respecto de lo acontecido por la severa perturbación de la percepción y de la memoria.

76
Debido a la amnesia de fijación es que luego el sujeto no podrá recordar los suceso acontecidos la
mayor parte de su alucinaciones y de sus visiones, durante el trascurso del episodio confusional.
Debido a la amnesia de evocación durante el trascurso del episodio es que aparecerán los falsos
reconocimientos, el sujeto toma a una persona o a un lugar por otros y hacen falsos reconocimientos, o
presentará fenómenos de lo ya visto o lo ya vivido, por la amnesia de evocación, no puede ordenar de
manera lógica o temporal los recuerdos del pasado, estos están desordenados, y llegan a la conciencia
en cualquier orden, de esa manera pueden aparecer experiencias de falso reconocimiento, de lo ya visto
o de lo ya vivido.
Hasta aquí lo que llamamos la vertiente deficitaria, negativa del síntoma. A partir de aquí los
aspectos productivos: la actividad alucinatoria y delirante. La primera, propia del delirium, consiste en la
irrupción de alucinaciones visuales como fenómeno característico, lo que predomina netamente es una
multitud de alucinaciones visuales verdaderas, serían en términos de Seglas alucinaciones
psicosensoriales. La nitidez y la precisión de esa experiencia inusual es cambiante, pero en general son
alucinaciones muy ricas, detalladas para el sujeto con llevan la experiencia de la objetividad, espacial, o
sea conservan la experiencia de que ese sujeto u objeto esta allí afuera, presentan objetividad espacial.
Puede haber otras variables sensoriales en juego pero pueden ser menos frecuentes. En primer
lugar pueden haber alucinaciones verdaderas de tipo auditivo, pero la característica que presentan es
que nunca aparecen aisladamente, siempre se asocian a las que en todo caso aparecen que son las
alucinaciones visuales. Puede haber alucinaciones táctiles, olfativas y gustativas también y
alucinaciones de tipo cenestopáticas, o sea ya no de los sentidos sino de las sensaciones corporales.
En muchos casos las alucinaciones revisten el aspecto de animales, insectos, reptiles, de todo tipo,
color y tamaño (cucarachas, serpientes, lombrices, moscas). Lo que caracteriza a estos animales
alucinados es que son mudos, constituyen una pululación silenciosa. Como dice Laségue, un pilar de un
gorrión aislado en el medio de la escena alucinatoria, pero son escenas mas bien silenciosas, pueden
ser escenas místicas, eróticas, o formar parte de lo que se llama un delirio profesional, de tema
profesional. Esto quiere decir que la experiencia alucinatoria y las ideas delirantes en juego, como
actividad productiva ponen en escena una actividad familiar del enfermo. Está trabajando en una
construcción de una casa, la actividad cotidiana de el puede hacer puesta en escena la actividad
alucinatoria en el delirio del delirio.
A diferencia de los fenómenos delirantes y alucinatorios de los delirios crónicos, estas experiencias
alucinatorias, movilizan al enfermo, lo coaccionan lo ponen en la escena, responde a estas experiencias,
intenta pegarle con un palo a las ratas que se le meten por debajo de las sábanas, se tira por la ventana
para huir de ellos, es un delirio vivido. No se trata de la contemplación pasiva, o de la actitud de
escucha, expectante, del sujeto que padece un delirio crónico, sino que esta actividad alucinatoria y
delirante lo arrastra a su participación.
Como les decía hoy es característico del síndrome su desorganización, su carácter fragmentario y
esto no deja de estar presente en la actividad alucinatoria y delirante del enfermos, a tal punto que se lo
77
califica de un delirio calidoscopio. ¿Por qué? Porque el sujeto participa y describe, cuando se le
pregunta que le pasa, una larga serie de hechos extraños, bizarros, pero justamente son una multitud de
hechos desordenados, cambiantes, en los que no se puede seguir el hilo de ninguna historia. Entonces
vi por la ventana a mi vecino que me quería acuchillar, le pegué un tiro; luego mi hermana me trajo la
sopa que estaba demasiado caliente le dije que no la quería; luego paso un policía y me dijo que me
quedara tranquilo, le hice caso y después prendí el farol y en el faro había..... Son imágenes transitorias,
efímeras que se suceden unas a las otras como, las imágenes cambiantes del calidoscopio. La
movilidad en el tema y la desorganización es característica justamente del delirio orgánico.
Así mismo y esto es comparado con los clásicos, con lo que sucede en los sueños; se considera
que tiene una característica análoga a la del soñante, que es la siguiente: el sujeto que transita un
periodo de estado de delirio relata todos estos hechos, lo persiguen, mato a la novia, luego se le
incendio la casa. Describe la sucesión de todos estos hechos sin ningún tipo de crítica, estos hechos
son experimentados, son realizados y punto, pasa siempre a otra cosa, son vividos, son actuados pero
sin reflexión sobre lo absurdo, lo improbable de lo que relata. Relata una serie de hechos, sin crítica,
aceptando estos hechos, de los que es víctima y los que hace y esto da indicio del debilitamiento del
juicio, no solamente desviado, a diferencia de lo que ocurren en el delirio crónico, que no está debilitado,
sino que está desviado, el delirante crónico esconde sus ideas delirantes verdaderas porque su crítica
esta puesta al servicio del delirio, discierne sobre lo improbable de sus ideas y no las comparte por ello.
Porque su juicio no está debilitado sino que esta arrastrado por las vivencias delirantes primarias, de allí
la reticencia a comunicar sus ideas delirantes, porque sabe que lo pueden tomar por loco.
En el caso de los delirios crónicos hay desviación del juicio pero no debilitamiento del mismo. Así el
delirio alcohólico que tiene estas características, se acompaña de un juicio debilitado, los temas
delirantes están teñidos de un aspecto penoso y son temas móviles, cambiantes, se acompañan de un
aspecto acorde, esto quiere decir que si su habitación está invadida por las ratas, el sujeto se asusta, las
persigue, etc., el aspecto que despliega es acorde, pero móvil y desordenado.
En la descripción clásica este periodo de estado, que puede durar entre 5 a 8 días, en las formas de
presentación clásicas, a lo largo de los cuales ni duerme ni está despierto, en un estado de sueño vigil,
da lugar a un restablecimiento en la medida en que recupera el sueño. De manera tradicional se dice
que no se ingresa a un síndrome confusional delirante sin antes haber dormido mal, y no se cura, el
delirante, sin antes haber dormido bien. Los pródromos, síntomas o signos que anuncian la llegada del
síndrome confusional, es la perturbación del sueño en gran medida, el dormir patológico, por falta de
sueño, por estar atravesado por pesadillas, sueños inquietos. El restablecimiento del delirium es
anunciado por la posibilidad del dormir un sueño tranquilo.
En cuanto a la etiología del síndrome confusional, es variada, en primer lugar tenemos los
síndromes confusionales de causa tóxica, los que acabamos de describir, de origen alcohólico, por
intoxicación alcohólica crónica, progresiva. Pero hay otras causas del síndrome confusional, el opio, la
marihuana, los hongos, el floripondio (ojo que este hace ver reptiles, tengan cuidado!!!), los
78
medicamentos, entre ellos la aspirina, los antipalúdicos, los corticoides. También fuera de los
medicamentos puede haber intoxicaciones profesionales, por ejemplo, intoxicaciones con plomo, en
algunos oficios, por fertilizantes, o sustancias plaguicidas. También pueden ser producidas por
enfermedades clínicas, por ejemplo, el estado de descompensación cardiovascular, que conlleve hipoxia
cerebral. En ciertas enfermedades originadas por falta de vitaminas, sobre todo el complejo b, en ciertos
trastornos metabólicos, la llamada porfília intermitente aguda, es la enfermedad que se cree tenía el Rey
Jorge III de Inglaterra, a fines del siglo XVIII puso en jaque cierta línea política debido a que enloquece y
se estuvo apunto de hacerlo dirimir, y su hijo tomaría el mando. (ver película la locura del Rey Jorge)
Puede haber síndromes confusionales debido a infecciones, como la gripe, la fiebre tipoidea, la
sífilis, pueden ser de origen endocrino, debido al mal funcionamiento de las glándulas internas, como las
suprarrenales, el páncreas, la glándula tiroides, puede deberse a cuadros de insuficiencia renal, a
diabetes. Como ven ustedes hay una multitud de causas orgánicas que pueden presentar un cuadro
cuyas características principales encontramos en el síndrome confusional.
Vamos a ver las características que distinguen el delirio crónico del delirium. En primer lugar si bien
en ambos casos tenemos una desviación del juicio, y entendemos por ello a la presencia de ideas
delirantes, el delirium tiene un carácter claramente agudo de presentación crítica, esto quiere decir que
comienza y termina abruptamente y su duración es de unos pocos días. Se acompaña de obnubilación
de la conciencia, que lo lleva a un adormecimiento muy particular porque esta constantemente con los
ojos abiertos. Por el contrario el delirio, se caracteriza porque tienen un despliegue crónico a lo largo de
mucho tiempo, la mayor parte del tiempo a su vez conlleva un estado de conciencia lúcido, no hay
tendencia al sueño, presenta un estado de conciencia vigil. En el caso del delirium a su vez hay un
síndrome de repercusión general, hay un síndrome físico, incluso con posibilidad de llegar a la muerte,
porque esa agitación, la falta de alimentación y la deshidratación pueden llevarlo a una
descompensación tal que se muerta, una convulsión es frecuente. El delirio como tal no conlleva una
alteración del estado general, en el caso de el delirio crónico de la locura propiamente dicha, se
acompaña por fenómenos alucinatorios de tipo verbal en su mayoría se trata de pseudo alucinaciones, o
alucinaciones psíquicas, la mayoría de los fenómenos alucinatorios son de tipo intelectual verbales,
raramente en menor medida alucinaciones verdaderas auditivas, las visuales en general son escasas,
en el delirium por el contrario la actividad es predominantemente visual, alucinaciones visuales
verdaderas. El delirium se acompaña de un debilitamiento del juicio, en cambio en el delirio propiamente
dicho encontramos una desviación del juicio.
En el delirium no hay certeza retrospectiva luego de terminado el episodio, la certeza respecto de
las ideas delirantes solo dura mientras transcurre el episodio, solo lo encontramos en el comienzo o en
el periodo de estado, se puede observar en el inicio en el que está alterado el sueño, a poco de
despertar el sujeto dice ahora no me persiguen pero me persiguieron. No me insultan pero se burlaban
de mi. Hay certeza retrospectiva dentro de todo el periodo, al comienzo sobre todo, pero una vez

79
terminado el episodio no hay certeza retrospectiva. En el caso del delirio propiamente dicho, hay certeza
de que ciertos acontecimientos, le conciernen, la certeza propia que conlleva todo fenómeno elemental.

80
CLASE N° 10

CLÍNICA DE LAS ALUCINACIONES VERBALES EN LA PSICOSIS.

Profesor: Nora Carbone.

Vamos a ver las alucinaciones verbales, en la historia de la psiquiatría. Saben ustedes que el
interés por el estatuto de la alucinaciones, por precisar su clínica, por establecer sus causas, a sido una
constante en todas las disciplinas abocadas al campo de la patología mental. La alucinación fue, objeto
de estudio riguroso, desde los albores de la psiquiatría y en los distintos momentos históricos de la
misma, pero cobró un estatuto particular, me refiero especialmente a la alucinación verbal, en el ámbito
del psicoanálisis, a partir del momento en que Lacan le otorga una valor privilegiado, como signo de la
estructura de la psicosis. Fue Lacan quien hizo una especie de operación de barrido, de todos los
saberes semi pensados hasta su época, en torno a este tema. Fue Lacan quien subvirtió entonces
todas las posiciones existentes respecto de la alucinación, emparentándolas, en la estructura del
lenguaje y del alcance causal que el lenguaje tiene para el sujeto.
Etimológicamente el término alucinación proviene del latín, hallutinatio, que quiere decir, error,
extravío, equivocación. Alrededor de 1660 (ver fecha), este termino fue introducido en la lengua corriente
francesa, con un sentido muy amplio e impreciso. La alucinación era sinónimo de divagación, sin
ninguna otra caracterización. Unos años después en 1674 (ver fecha) ingresa a la lengua médica,
también con acepciones muy diversas y heterogéneas. Se utilizaba el termino alucinación como
sinónimo por ejemplo de afección de la cornea, diplopía, de error de la imaginación, de trastorno mental,
de imaginaciones caídas de los errores de los sentidos, en fin, ven ustedes como bajo este único
término, se deslizaban una serie de significados diferentes, hablamos de la polisemia del término. Es a
partir del siglo XIX, por una figura conocida, Esquirol, que se produce una operación de fijación
semántica, que pone término a este polisemia de la que hablábamos. Es entonces con Esquirol y su
definición de la alucinación, como una percepción si objeto, que se produce un punto de fijación
semántica. Se fija un significado y eso abre paso a toda una serie de elaboraciones, sobre la clínica de
este fenómeno tan particular, elaboraciones unidas a diferentes modelos explicativos muchas veces
discontinuos y antagonistas, podríamos decir.
La idea de la clase de hoy es hacer un recorrido por la historia de la psiquiatría, usando algunas
referencias cruciales, para ver el concepto de alucinación verbal, y teniendo en cuenta en cada caso,
con cada referencia, con cada autor que vamos a tomar, tanto la descripción clínica que los autores
hacen de este fenómenos, como sus hipótesis causales, sus modelos explicativos. ¿Por qué nos
interesa hacer este recorrido? Porque debemos situar cuales han sido los puntos que Lacan criticó de
estas nociones tradicionales, pero también cuales son los aspectos de los cuales Lacan se sirvió para
establecer su propia posición con respecto a la alucinación y a la psicosis en general. Es un doble
81
movimiento el que hace Lacan, de crítica por un lado, pero también el de tomar ciertos elementos, para
unificarlos, pero para fundar su propia posición respecto del tema de la alucinación.
Nuestro recorrido de hoy, va a detenerse en la psiquiatría, los antecedentes de la alucinación en
Lacan. Elegí para compartir con ustedes 4 referencias fundamentales en la historia de la psiquiatría:

1. La primera clínica psiquiátrica: Esquirol y la construcción del sintagma clásico.

Nos ubicamos entonces, en el paradigma de la alineación mental, iniciado por Pinel, y continuado
y privilegiado por Esquirol. Este autor, se dedicó a continuar el trabajo de su maestro afinando sus
clasificaciones, perfeccionando sus descripciones clínicas. Pero no solo se ocupó de la nosografía, sino
que también se ocupó del estudio de ciertas manifestaciones mórbidas, entre ellas, la alucinación. En
1838, escribió un texto que lleva por nombre “Las alucinaciones”, donde dice “... un hombre que tiene la
convicción íntima, de una sensación actualmente percibida, cuando ningún objeto exterior propicio para
explicar esta sensación es apoyado en los sentidos, es un visionario, está en estado de alucinación...”
Fíjense que podemos recortar en este párrafo dos aspectos íntimamente relacionados: el
primero, convicción intima de una percepción, es decir, la certeza del sujeto, sobre la realidad de lo
percibido. Esto está en contraste con el segundo aspecto, que tiene que ver con que no hay ningún
objeto real, que suscite esa percepción. Hay ausencia de un objeto, apto para producir esa percepción
que el sujeto está seguro de tener. De allí lo que llamamos el sintagma clásico, la alucinación, es para
Esquirol, una percepción sin objeto.
Este sintagma no lo van a encontrar ustedes en la obra escrita de Esquirol, tal como lo estoy
diciendo, es su alumno Falret quien lo atribuye a la enseñanza oral de Esquirol, pero así ha trascendido,
y así ha dejado huella.
Esquirol, se va a dedicar a diferencias la alucinación, como percepción sin objeto, de otros
fenómenos, como por ejemplo, el sueño, el sonambulismo, el éxtasis. En el sueño el sujeto está
dormido, en la alucinación está despierto, en el sonambulismo, el sujeto no tiene recuero de lo que
percibió, el alucinado recuerda muy bien sus alucinaciones. En el éxtasis, todas las funciones excepto la
de la imaginación están suspendidas, en la alucinación, solo están aumentadas las funciones de la
sensibilidad, las demás están conservadas. Todo esto que aparece una ingenuidad, viene a cuenta para
que ustedes refresquen el primer paradigma de la alineación mental, una de las características era la
atención a los rasgos mas groseros. Esto es un claro ejemplo de cómo Esquirol establece las diferencias
de acuerdo a los rasgos mas sobresalientes.
También hace una diferencia entre la alucinación y la ilusión, porque dice que en esta última si
existe un objeto exterior que solicita a los sentidos. Hay un objeto para la percepción pero en lugar de
ser percibido tal cual es, es percibido de modo erróneo, por ejemplo, el alienado que ve una nube y dice
82
que es un caballero de la Apocalipsis. Está el objeto que excita a la percepción, pero mal percibido. Es
percibido erróneamente.
Tiene la virtud de haber empezado pensar en la polisemia, a partir de Esquirol la alucinación es
una percepción sin objeto, se fija a un sentido. Desde el punto de vista de la hipótesis causal, de cómo
explica las alucinaciones, sabemos que Esquirol desconfiaba, tal como Pinel de los sistemas
explicativos. No obstante el estaba bastante seguro de que las alucinaciones no se debían a un
trastorno de los sentidos, no era una alteración ni de los órganos de los sentidos ni de las vías
sensoriales, estos estaban intactos. Eso hace que aparezcan alucinaciones auditivas en sordos, o
alucinaciones visuales en los ciegos. Las alucinaciones son independientes de los sentidos, estos
pueden funcionar bien o mal. A diferencia de las ilusiones, donde el ve efectivamente, que hay una
perturbación de la sensibilidad externa o de los sentidos externos.
Si las alucinaciones entonces no dependen de los sentidos, porque puede haber alucinaciones si
los sentidos funcionan bien o mal, es independiente de los sentidos. Entonces fue necesario para
Esquirol, en la existencia de algún centro cerebral, capaz de constituirse como asiento del trastorno,
algún lugar en el cerebro que fuera asiento de este trastorno, porque no estaba en los sentidos. Eso lo
lleva a la idea de un centro de la sensibilidad, un centro cortical o centro integrador de las sensaciones,
cuya alteración explicaría el fenómeno alucinatorio. Dato interesante, porque de aquí, va a partir algo
que va a quedar fijado a lo largo de la historia de la psiquiatría y que va a ser dado en llamar un
prejuicio, es un dato importante, porque va a trascender en otros autores y algunos lo van a cuestionar,
pero la existencia de ese centro integrador de las sensaciones va a perdurar ligada al concepto de
alucinación y va a ser criticada por Lacan que va a decir que es un prejuicio. ¿Por qué? Lacan va a
criticar la idea de un sujeto unificante de la percepción y va a sostener que en realidad que el sujeto está
dividido por la percepción, entendiendo a la percepción en su estructura del lenguaje. Lacan va a decir
que el sujeto es dividido por el lenguaje y no un sujeto unificador, pero esa idea del sujeto unificador de
la percepción perdura en el tiempo.
Por último para terminar con Esquirol, hay que decir que las alucinaciones no eran para el un
signo patognomónico, característico, especifico de la alienación mental, porque se las podía encontrar
en otras patologías e incluso en sujetos sanos. Sin embargo, dado que eran muy frecuentes en la
alienación mentar, ya que el 80% de los alienados presentaba fenómenos alucinatorios, se empieza
establecer entonces un vínculo entre la locura y la alucinación aunque no es patognomónico.
Recuerden el sintagma clásico, porque cuando vean un texto en la obra de Lacan que es la
“Cuestión Preliminar...”, ahí vamos a ver que trastoca el concepto de alucinación sin objeto.

2. La descendencia de Esquirol. Baillarger y la oposición entre alucinaciones psicosensoriales y


alucinaciones psíquicas

83
Luego de la muerte de Esquirol, mucho de sus seguidores tomaron la posta respecto de los
estudio que Esquirol había realizado entre ellos, estaba Baillarger quien en 1846 presentó un informe
ante la Academia Real de Medicina llamado Las alucinaciones, las causas que las producen y las
enfermedades que las caracterizan. Informe con mucho valor por la descripción clínica que hace de las
alucinaciones, mas que por la explicación causal. Este último es en la historia de la psiquiatría el punto
mas flaco.
Desde el punto de vista clínico el aporte de Baillarger consiste en distinguir dos tipos de
alucinaciones, las psicosensoriales, que se ajustan un poco a la definición de Esquirol de que la
alucinación es una percepción sin objeto y que el sujeto tiene la convicción de una percepción exterior,
es decir, en las alucinaciones entra en juego un elemento sensorial, de allí su nombre. Este tipo de
alucinaciones son predominantemente visuales, donde el sujeto tiene la certeza de la realidad de lo
percibido.
Mientras que las alucinaciones psíquicas, carecen de un elemento sensorial, por esta razón son
incompletas en relación a las anteriores. Dependen de la doble acción de los órganos de los sentidos y
de la imaginación, a excepción del órgano del oído que participa en un registro muy particular, que es el
del lenguaje. Participan involuntariamente la imaginación y la memoria, pero no los órganos de los
sentidos, a excepción del órganos del oído, este no capta una cualidad sonora, sino que capta
pensamientos.
Como dice Baillarger, “tal como los pacientes dicen, ellos no experimentan nada parecido a una
sensación auditiva, sino que escuchan el pensamiento, el fenómeno que sufren no tiene nada de
sensorial, la voz que les habla es una voz es interior absolutamente distinta a aquella que se escucha a
través del oído”. Los mismos enfermos diferencias este tipo de voces sin cualidad sonora, de otras
voces, que son fuertes, sonoras, con un timbre importante y que son incluso semejantes a las voces
reales, comunes.
Tanto en las alucinaciones psicosensoriales como en la psíquicas, hay una convicción por parte
del sujeto, una certeza. En las primeras la certeza concierne a la realidad exterior de lo percibido, con
predominancia del sensorio visual. En cambio en las alucinaciones psíquicas esa convicción suele
compararse con el pensamiento, el enfermo dice, son voces inferiores, es una conversación sin sonido,
es un lenguaje del pensamiento.
Estoy apuntando a como la caracterización de las alucinaciones psíquicas comienza a corroer la
descripción clásica de Esquirol, estas alucinaciones carecen de un elemento sensorial, solo participa el
oído, pero como registro del lenguaje, porque el sujeto escucha conversaciones interiores. Este es un
dato, el otro dato es que tanto en una como en la otra hay un rasgo común, que es el carácter
involuntario que hace de ellas un hecho extraño a la personalidad, ajenas a la personalidad, por fuera
del dominio voluntario del sujeto.
Estos elementos, por un lado arrancar a la alucinación de un terreno sensorial y reconocer que
hay ciertas alucinaciones que carecen de este elemento, esto abre el camino para la progresiva
84
inclusión de las alucinaciones en el terreno del lenguaje, es lo que le va a interesar a Lacan. Pero a
partir de Baillarger, camino profundizado luego por Seglas, y Clerambault, a partir de esos autores la
alucinación es poco a poco sacada del terreno de lo sensorial e incluida en el campo del lenguaje. En la
definición misma que Clerambault hace de automatismo mental el dice que son estos fenómenos que
Baillarger y Seglas escribieron tan magistralmente. Es algo ajeno al sujeto, es contra su voluntad.
Sacar a la alucinación del terreno de lo sensorial para incluirlo en el campo del lenguaje, este es
uno de los aportes de Baillarger reconocer la ajenidad, el carácter involuntario de las alucinaciones, ya
es in esbozo de cuestionamiento del sujeto dueño de la percepción, que integra la percepción, vemos
de esta manera a un sujeto que padece de la alucinación. Es un esbozo de esa noción de Lacan de un
sujeto que padece los efectos del lenguaje. Esto se va a formalizar mas cuando Clerembault plante su
idea de automatismo mental.
Para terminar con Baillarger, dos palabras acerca de su posición frente a la causa de la
alucinación, el punto más flaco. Para el puede llegar a tener que ver con alguna afección orgánica o
cerebral y hace algunas conjeturas, pero no puede ir mas adelante que esto. Va a ser necesario el
avance de la neurología, el estudio de Wernike y Brocca para poder dar un paso más en este sentido, y
para ver que uso van a hacer dela neurología ,los autores dela psiquiatría.

3. La psiquiatría clásica. Seglás y su pequeña devolución. La alucinación verbal, motriz y las pseudo
alucinaciones.

Nos encontramos ahora si con un autor, peso pesado, de suma importancia, en la psiquiatría
francesa de la edad de oro y que Lacan en el seminario 3 retoma y recomienda a leer. Seglas es un
autor que ubicamos a fines del siglo XIX, que perteneció a un grupo muy famoso llamado de la
Salpetrier, el Hospital donde trabajó Charcot, y donde Lacan va a hacer sus presentaciones. Recibió la
influencia de Charcot. Este grupo de autores se caracterizaba por la fineza de sus descripciones
clínicas, son autores que hicieron un aporte muy importante en el ámbito de la semiología, de la
descripción clínica, enmarcada siempre en la herencia de Falret, de entidad clínico evolutiva, o sea que
una enfermedad se define por la marcha.
Los fenómenos de las alucinaciones no tienen valor diagnóstico en si mismos, sino que en
correlación con otros síntomas y atendiendo a la evolución de la enfermedad. Es acá donde se e la
herencia de Falret.
Seglas, brillo sobre todo en el año de los delirios sistematizados y en particular lo que vamos a
tomar nosotros son sus trabajos sobre el trastorno del lenguaje. Sus estudios se enmarcan en los
avances de la neurología con respecto a las localizaciones cerebrales, a esta altura, Brocca y Wernike
ya habían encontrado cual era el centro cortical del lenguaje y cual de la motricidad, y habían podido
explicar el fenómeno de las afasias. Vamos a ver que las psicosis explicativas de Seglas no son ajenas
a este localizacionismo en progreso.
85
La otra cuestión a delimitar es qué es para Seglas el lenguaje y cuál es su función. Para esto el
utiliza el famoso esquema de la campana de Charcot. Este había hecho un esquema con forma de
campana donde graficaba los distintos centros corticales en donde se imprimían las imágenes visuales,
auditivas, motrices. En el centro estaba lo intelectual que es donde esas imágenes se asociaban.
El lenguaje es para Seglas el fruto de la asociación de imágenes, la imagen verbal motriz, sea de
articulación de las palabras sea de escritura de las palabras, la imagen verbal visual, y la imagen verbal
auditiva, todas estas imágenes que se imprimen en el centro cortical a partir de las trasmisiones de los
órganos de los sentidos, se asocian en un centro superior y la asociación de las distintas imágenes es
para el lenguaje. Adhiere al paralelismo psicofísico de la época, el esquema de la campana es el reflejo
psíquico del funcionamiento cerebral de los distintos centros corticales donde se imprimen las imágenes
que luego se asocian para dar lugar a la palabra.
Desde el punto de vista de la función del lenguaje, vamos a ver que Seglas tiene una perspectiva
instrumentalista en la medida que para él el lenguaje sirve para expresar el pensamiento.
Dado este marco general, Seglas se va a dedicar a estudiar aquellas patologías donde el
lenguaje está perturbado en su función y llama a este grupo las disfacias, estas entonces son
manifestaciones mórbidas en donde la función del lenguaje es la que está comprometida. Estas
disfacias pueden ser orgánicas, de causa lesional como puede ser la afasia propiamente dichas, o
pueden ser funcionales, son a estas ultimas a donde van a parar las alucinaciones verbales. Trastornos
en donde está perturbada la función del lenguaje.
El estudio que hace Seglas de las alucinaciones verbales, dentro de las disfacias funcionales, le
lleva mucho tiempo. En el año 1892, cuando el aborda las alucinaciones verbales, las distingue por el
sentido. Pueden haber alucinaciones visuales verbales, en donde el sujeto está convencido que ve una
palabra escrita, en general; o puede tratarse de alucinaciones verbales auditivas en las que el sujeto
está convencido de que escucha palabras provenientes del exterior. O pueden tratarse de alucinaciones
verbales motrices, y a estas son las que les vamos a dedicar un poco mas de tiempo.
Las alucinaciones verbales motrices consisten, dice Seglas, no en la percepción de una palabra
bajo la forma visual, o sea una palabra leída, o bajo la forma auditiva, es decir una palabra oída; es una
manifestación patológica de palabra bajo la forma kinestésica, es decir de la articulación de palabras.
Esta afectado el centro cortical motriz, donde se imprimen las imágenes motrices, estas pueden estar
afectadas más o menos débilmente y de acuerdo a la intensidad o debilidad con la cual está afectada la
imagen motriz va haber como graduaciones en estas alucinaciones verbales motrices.
En el nivel mas bajo, es decir en donde el centro motriz está mas débilmente afectado, tenemos
lo que se llama las alucinaciones kinestèsicas simples, que coinciden con las alucinaciones psíquicas
de Baillarger, porque el dice que los sujetos solo tienen la sensación de palabras pronunciadas, pero no
hay movimiento fonatorio, tiene la certeza de que se producen palabras, al modo de las voces interiores
de Baillarger.

86
En el escalón siguiente tenemos lo que el llama la alucinación verbal motriz completa, en donde
el sujeto realiza el movimiento fonatorio, articulatorio, de esa palabra que cree escuchar, pero sin
pronunciarla en vos alta. Por ejemplo, dice Seglas “les presentaré ahora a una enferma que padece
alucinaciones verbales motrices muy nítidas, estas son visibles para todo el mundo y en el servicio se la
conoce a la paciente, como la enferma que hala sola, se expresa al respecto de manera bastante
explícita. Dice la paciente: “esto parte del garguero de la boca, los otros enfermos son voces, pero a mi
esas voces no me hacen hablar igual, me hacen algo en la garganta, sobre la lengua, para hablar,
parecería que mi lengua marcha siempre, no se queda nunca tranquila.” Miren atentamente a la
enferma y verán por instantes que sus labios se mueven como si hablara en voz baja”. Ven la
característica de la alucinación verbal motriz es que el sujeto hace los movimientos fonatorios, articula
esas palabras y afirma que viene del exterior, o que no son de el. Esta es la paradoja y es lo que retoma
Lacan, Seglas recorto como alguien puede hablar sin oírse, y sin embargo en estos casos el sujeto
hace el movimiento fonatorio, pronuncia estas mismas palabras que dicen que le vienen de otro lado,
que no se las atribuye como propias. Mueve la boca.
Tenía también otros elementos para detectar la alucinación que no partían de la observación del
sujeto, de lo que hacía. El a estos movimientos articulatorios los llama síntomas subjetivos, es esto que
hace y dice el sujeto como lo vimos en el ejemplo. A estos se le suman los síntomas objetivos, que le
permiten reconocer las alucinaciones, que tiene que ver con ciertas conductas que tiene el sujeto
realiza para detener esos fenómenos alucinatorios, se muerden los labios, contienen la respiración,
llenan su boca de piedras para detener el fenómeno alucinatorio, aprietan la lengua entre los dientes.
Estos comportamientos indican muy bien la naturaleza de la perturbación.
Y en el último nivel, allí donde lo motriz se ve afectado con máxima intensidad, tenemos lo que él
llama las impulsiones verbales, donde el enfermo directamente pronuncia en voz alta, estas voces que
dice que vienen de otro lado, que son ajenas a su yo. Seglas decía sobre la misma enferma “ella
pronuncia en voz alta palabras violentas, injurias, las cosas que le hacen decir y que no quisiera
decirlas”.
Se entiende la gradación, en el primer caso teníamos la sensación de palabras pronunciadas sin
movimiento fonatorio, las voces interiores. En el nivel intermedio tenemos que el sujeto articula en voz
baja, el sujeto hace el movimiento, esas voces que dice que son ajenas. En el tercer caso, el de mayor
intensidad, directamente las pronuncia en voz alta, esas voces que no se atribuye.
Mas adelante en 1903, agrega a las alucinaciones verbales motrices, las pseudo alucinaciones,
termino un poco engañoso, porque no quiere decir que no sean alucinaciones, el pseudo en realidad
esta en relación a los supuestamente verdadero que es la definición de Esquirol de alucinación como
percepción sin objeto. El pseudo tiene que ver con que no son las alucinaciones de Esquirol, en la
medida en que estas pseudo alucinaciones, así como las alucinaciones psíquicas de Baillarger, carecen
de realidad sensorial, como lo dice Seglas, no tienen exteriorización espacial. El interés en las pseudo
alucinaciones, por una parte lo señalado ya con Baillarger, es que se desprenden del terreno de lo
87
sensorial y se enmarcan en el campo del lenguaje, por otro lado están caracterizadas las pseudo
alucinaciones como las alucinaciones verbales motrices por la ajenidad, es decir la falta de atribución
subjetiva, el sujeto no se atribuye esas palabras. Las palabras percibidas en su hiperendofasia, en ese
exceso de lenguaje interno, ya no son para el sujeto la expresión de su propio pensamiento, las
considera insignificantes, extrañas, la mayoría de las veces opuestas a sus deseos y a su voluntad, no
saben de donde vienen, el no las crea, siente que las sufre y que no puede modificarlas a su antojo, no
se reconoce como su dueño, en una palabra, dice Seglas, resultan ajenas a su yo, fuera de su
conciencia personal. Es decir hay aquí una especie de no coordinación psíquica, de disociación
psíquica: un sujeto que produce manifestaciones que luego no reconoce como suyas.
En Seglas vamos a tener el término automatismo para nombrar a estos fenómenos, la
consecuencia de esta no coordinación psíquica es el automatismo, los fenómenos se presenta
automáticamente por fuera de la voluntad del sujeto.
La teoría explicativa, la hipótesis causal de Seglas: la teoría fisiológica, que sostenía que la
alucinación obedecía a una irritación de los centros corticales del lenguaje, eso puntos de la corteza
cerebral en donde se percibían o registraban las imágenes verbales. La alucinación sería un efecto de
una excitación de un eretismo, (excitación) de estos centro corticales, una especie de epilepsia de los
centros corticales de los sentidos. Estos autores decían que la alucinación sería a los centros
sensoriales lo que la epilepsia es a los centros motores. Esta hipótesis fue sostenida por un autor
italiano que es tomado por Seglas.
Sin embargo va a decir Seglas que esta es una condición necesaria pero no suficiente, hay que
tener en cuenta otros elementos, psicológico que el llama: la desagregación psíquica o la disociación
psíquica, y aquí hay que tener bastante cuidado porque hay que pensar que es lo psicológico para
Seglas, si realmente está introduciendo o no aquí una hipótesis distinta de la neurológica, por el nombre
que le da pareciera que si, pero en realidad el no apela a un orden causal diferencial, porque lo psíquico
en su época era sinónimo o contracara de lo neurológico. Esa disociación mental, esa perturbación en
la asociación es una excitación en el centro cortical en donde se produce la síntesis.
Si bien no tiene una adhesión dogmática al paralelismo psicofísico y considera cierta autonomía
del enfoque clínico, podemos decir que para él la psicología se traduce en una metáfora neurológica
todavía, y que a la belleza de su descripción clínica se opone este reduccionismo de la alucinación al
modelo de la afasia o al de la epilepsia.
En palabras de Seglas “lo más característico de estos fenómenos no es que se manifiesten más
o menos parecidos a una percepción exterior, sino que son fenómenos de automatismo verbal, un
pensamiento verbal desprendido del yo, un hecho, podría decirse, de alienación del lenguaje”,
automatismo verbal, indica que la palabra ya no está en posesión del sujeto, que funciona por fuera del
dominio voluntario del sujeto y no hay que dar demasiada vuelta para extraer de allí el sujeto que
padece los efectos del lenguaje tal como lo va a ver Lacan. Un pensamiento verbal desprendido del yo

88
que muestra el lenguaje como vehículo que ya no depende del sujeto, quien no sabe si ese lenguaje le
pertenece o no, un hecho de alienación del lenguaje, porque este a le a sido sustraído al sujeto
La alucinación es un fenómeno de automatismo verbal, un pensamiento desprendido del yo.
Hecho de alineación del lenguaje.
Tanto Baillarger como Seglas criticaron la noción clásica de alucinación, por lo tanto fueron
criticados, no les cayó muy bien a muchos, de modo tal que a pesar de que precisaron estos fenómenos
después quedaron marginados, va a ser Clerambault quien rescate estos fenómenos de la marginalidad
y les de un estatuto y un rol decisivo en el curso de las psicosis alucinatorias crónicas.

4. Psiquiatría de entre guerras. De Clerambault y el automatismo mental

Es recién con Clerambault, que los fenómenos son extraídos de la marginalidad y encuentran su
verdadero estatuto en el desarrollo de las psicosis alucinatorias crónicas, bajo la forma del automatismo
mental.
En el año 1924 Clerambault, describe lo que es para él el pequeño automatismo mental, diciendo
“por automatismo yo comprendo los fenómenos clásicos pensamiento anticipado, enunciación de los
actos, impulsiones verbales, tendencia a los fenómenos psicomotores, son los fenómenos señalados
por Baillarger y descriptos magistralmente por Seglas”. Todo lo que vimos sobre las alucinaciones
psíquias y las pseudo alucinaciones va a ser recogido por Clerambault, bajo este termino de
automatismo mental, que para el va a tener un rol decisivo en las psicosis basadas en automatismo e
inicial en el curso de esta psicosis. Inicial de las psicosis alucinatorias crónicas que incluye, la
hipocondría, la delirio de posesión, el delirio de influencia, y el deliro crónico de persecución y en
algunas alucinosis crónicas.
Estos fenómenos del automatismo se particularizan en varios rasgos: tenor esencialmente
neutro, se presentan bajo la forma común del pensamiento sin que tengan ninguna coloración afectiva
en particular, no son vividos por el sujeto al comienzo como algo particularmente hostil, es atemático o
aniideico, no porque no tengan una idea, sino porque no tienen una idea en particular, no están
sistematizados, como una idea de persecución o de influencia. Tienen un carácter no sensorial, se trata
solamente de un pensamiento extraño que se impone bajo la forma del pensamiento común, sin
cualidad sensorial, sonora, a veces pueden ser plurisensoriales, pero ningún elemento sensorial es el
privilegiado, o aparece el pensamiento abstracto. El rol inicial, también es otro rasgo, en el curso de la
psicosis. Los demás fenómenos son tardíos, las alucinaciones mas completas, tematisadas,
individualizadas, sonorizadas, son tardías con respecto a los fenómenos que señalamos ahora.
Por último, el paradigma de los fenómenos de automatismo es el eco del pensamiento, el
pensamiento se desdobla, se bifurca en dos, y una parte de ese pensamiento el sujeto se la atribuye y
el otro no. Hay una parte del pensamiento que es asimilada por el yo y otra que no es asimilada.

89
Este eco del pensamiento tiene varias formas, por ejemplo, el comentario de los actos, el sujeto
siente en su cabeza interiormente que sus actos son comentados, oque sus gestos son enunciados, o
que se conocen los pensamientos antes de que llegue a formalizarlos. “Ellos saben mis pensamientos
antes que yo”. El fenómeno del eco del pensamiento puede ser anticipado, simultáneo o posterior.
Después da otros ejemplos, de intrusión, los juegos verbales carcelarios, es decir cuando se
impone al sujeto bajo la forma del pensamiento pedazos de frases, juegos silábicos, palabras
explosivas, o también la ideorrea, que es cuando al sujeto se le imponen ideas una tras otra sin cesar,
con mucha rapidez. O también fenómenos negativos, por inhibición, por ejemplo el sujeto que
experimenta que su pensamiento desaparece, el pensamiento se diluye antes de que pueda ser claro
para el paciente, el sujeto ya no sabe que piensa.
Otro fenómeno de inhibición es la interrupción del pensamiento, se produce un vacío y el sujeto
queda perplejo o queda a la espera de un pensamiento que no llega.
Son fenómenos muy sutiles, que carecen de el elemento kinestésico.
Hay fenómenos mixtos, porque combinan los negativos, desaparece el pensamiento propio, con
los positivos porque se introducen un pensamiento ajeno. Dice un enfermo “siempre hay algo que viene
contra mi idea, me han dado la costumbre de pensar en otra cosa de la que tengo que pensar, sufro de
un pensamiento exterior, sufro de un doble pensamiento”
Otro ejemplo es el de un paciente que decía que lo tenían a mal traer los recuerdos de sus
amigos, y uno puede comprender que se refería a que el recordaba cosas de sus amigos, eran en
realidad los recuerdos que habían tenido sus amigos que sin saber por que se le metían en la cabeza.
Ver la relación que tienen estos fenómenos de automatismo con el delirio posterior.

Bibliografía

 Automatismo mental y el delirio autoconstructivo


 Articulo de Seglas, “ Las alucinaciones”
 El articulo del trastorno del lenguaje. (trabajo de Carbone).

90
CLASE N° 11

AUTOMATISMO MENTAL

Profesora: Justo Alberto.

Con la clase de hoy vamos a terminar esta primera parte del seminario, ustedes ya vieron las dos
estructuras clínicas en la psiquiatría que son la esquizofrenia y la paranoia, y los autores mas
importantes de la psiquiatría clásica. Subrayo esto porque es difícil que en los manuales actuales de
psiquiatría ustedes vayan a encontrar los términos que nosotros trabajamos, porque como ustedes
saben la psiquiatría a tenido una serie de modificaciones sobre todo a partir de la introducción de un
modelo terapéutico, el modelo farmacológico.
El autor que vamos a ver hoy, Gastón Gatian de Clerembault, que nació en 1872 y murió en 1934
de manera trágica, delante de un espejo. Era alguien que tenia una particular atención en lo que
respecta a la mirada y a la ropa, es uno de los especialistas, de moda, se dedico a estudiar el trapeado,
el doblez que tienen las telas, así que aparte del estudio de la psiquiatría se dedicaba al de los dobleces
que tienen las telas.
Podríamos decir que es uno de los psiquiatras clásicos, sobre todo de la escuela francesa y que
desde el psicoanálisis tiene una valoración particular porque es uno de los maestros en psiquiatría que
reconoce Lacan. Y justamente la enseñanza que nosotros retomamos de este psiquiatra, es lo que el
llamo el automatismo mental. Que es un concepto que está orientado fundamentalmente al costado
diagnóstico y semiológico. No así al tratamiento, a la terapéutica.
Este médico, trabajaba en la prefectura policial de Paris, donde era un lugar donde llegaban
todos: vagabundos, delincuentes, locos. Todos iban a para a este lugar y se los derivaba de ahí a los
distintos servicios, cárceles, asilos y manicomios. La tarea que este autor tenia era poder encontrar
algún criterio que permita diferenciar lo que era una locura, una psicosis del resto de las presentaciones
clínicas. Buscaba fundamentalmente cuales eran los síntomas que podían dar cuenta rápidamente de
estar en presencia de una psicosis, entonces se dedica fundamentalmente a estudiar los síntomas
iniciales.
Como ustedes ha visto hay todo un debate con respecto a lo que es inicial, primario y eso llevaba
a que de acuerdo a que criterio, a que autor se tomaba, el diagnóstico iba a ser diferente. Entonces él se
dedica fundamentalmente a encontrar aquellos síntomas iniciales y los llama automatismo mental. El
comienza a utilizar este concepto a partir del 1909, lo va desarrollando hasta 1924, en ese periodo lo
mantiene siempre, hasta que en 1924 lo reemplaza por otro concepto que se llama, conjunto de
síntomas de pasividad, síndrome de pasividad. Donde se conjugan dos automatismos, el pequeño y el
91
gran automatismo. ¿por qué este concepto tiene importancia para que nosotros lo veamos?.
Fundamentalmente porque a él lo que le interesa es el aspecto formal de cómo se presentan estos
síntomas, no va por el contenido, al punto tal, que logra sustituir el síndrome de pasividad por una letra,
que nosotros actualmente a partir de la enseñanza de Lacan seguimos utilizando, que es la letra S.
Llegó a poder formalizarlo a un punto tal que lo puede escribir al síndrome de la pasividad como
síndrome S. La ausencia de sentido, solamente la letra, por lo tanto tubo que dedicarse a un estudio
muy minucioso de estos fenómenos, porque lo mas fácil era orientarse por el contenido, ideas de
persecución, perjuicio, erotomaníacas, y en cierto sentido tiene casi una inspiración freudiana, porque a
él lo que le interesa es fundamentalmente el mecanismo generador, Freud al mecanismo le da estatuto
causal, funciona como causa, este sería el costado formal que Clerembault también utiliza. Es
importante que ustedes se sepan orientar cuando se les pregunta por las estructura del síntoma, se
pregunta por el mecanismo que está a la base, Freud aborda el costado formal, y el costado de la
etiología sexual que es lo que le da la coloración, el tinte afectivo. A Clerembault, no le interesa eso, por
lo menos en el inicio de su enseñanza, pero ya sobre el final de su obra, hacia 1924, va a tomar algo del
orden del sentido, usa esta palabra, porque ustedes ya están familiarizados con el concepto de sentido
que vieron en Jaspers.
Entonces, en 1909, tratando de encontrar cual es el mecanismo generador comienza a buscar
ciertos síntomas que son paradigmáticos de este cuadro que es el automatismo mental y que son las
intuiciones, el eco del pensamiento, el desdoblamiento del pensamiento. Fundamentalmente, el
paradigma del automatismo mental es el eco del pensamiento. Esto lo podemos reconocer cuando los
pacientes dicen que los pensamiento se anticipan a lo que el quiere decir o que cuando el piensa el
siente como que los pensamientos resonaran. Entonces la figura del eco es como si las palabras, los
pensamientos, tuvieran una resonancia, algo que está mas allá de la voluntad del sujeto. Lo mas
importante en este punto es que esta pensando un sujeto no en el sentido deficitaria, como veníamos
viéndolo con Kraepelin, en el era en función de que función psíquica superior estaba perturbada que el
iba a desprender de ahí los síntomas. Si había por ejemplo una falla a nivel de la voluntad, se
presentaba una depresión, si era una falla a nivel del juicio lo que estamos en presencia de un delirio, si
hay alucinaciones, había una falla en al percepción. Clerembault, no toma esta perspectiva, porque
señala, que los primeros que se dan cuenta son los pacientes de que algo funciona mas allá de ellos, y
lo pueden reconocer, ellos sienten que lo pensamientos si se anticipan, o que hay ciertas intrusiones, no
sabe muy bien porque pero el ya se había dado cuenta de eso.
Clerembault, va a tomar tres rasgos formales, responde a la forma no al contenido. Estos tres
rasgo son: neutros, de carácter no sensorial, y tienen un rol inicial en las alucinaciones crónicas, están
en el comienzo de las alucinaciones y del delirio, estos últimos que hasta el momentos eran los que nos
permitían orientarnos en los modos de presentación de la psicosis, pasan a ser en este caso
secundarios. El va a decir que el automatismo mental es inicial, seria algo pasado, esta en la base a
partir de la cual se construyen las alucinaciones posteriores y los delirios.
92
El va a subrayar la autonomía que el automatismo mental tiene con respecto al delirio, un cuadro
sindrómico específico, no depende de ninguna manera del delirio, subrayo esto porque es el único
aspecto que va a cambiar al final de su obra.
¿Qué quiere decir neutro? Que no tiene ningún tipo de coloración afectiva, no es persecutorio,
intrusivo ni de daño, no tiene ninguna significación, a lo sumo puede tener una tonalidad eufórica. La
otra característica que el señala es el no sensorial, este punto es importante distinguir lo que en
psiquiatría es sensorial diferente de lo sensitivo. Lo sensorial depende de los órganos de los sentidos, ya
sea visual o auditivo, el va a decir que el automatismo mental no esta a nivel de lo sensorial, pero si se
puede tomar un automatismo sensitivo, es algo que se siente, la experiencia de vivir el organismo. Algo
se experimenta en el propio organismo, esto que está mudo, nuestro cuerpo habla, esta atravesado por
lo significante, está en el registro de lo simbólico. Vemos el registro del organismo, las sensaciones
senestopáticas.
Otra de las característica cuando aborda lo neutro, va a decir que son anideicos y atemáticos,
que quiere decir que no están en relación a la cadena asociativa de las representaciones. No se asocia
a ningún tema, ni tampoco a ningún sentido.
El estatuto causal del automatismo mental para Clerembault es estrictamente mecánico, es
importante tener en cuenta que quiere decir esto. Es uno de los últimos psiquiatras que se inscribe en el
modelo organicista. Porque cuando dice orgánico o cuando señala mecánico, lo que está poniendo a la
base son los mecanismos de la naturaleza, esta tiene un movimiento automático, eso es lo que llama
mecánico y lo que encuentra en estos síntomas. No dependen de la elaboración de las ideas, de la
significación, en el sentido de Clerembault, no sería un hecho psíquico. No depende del psiquismo, sino
que sería una forma de expresión de lo orgánico a nivel de los psíquico, algo irrumpe y es justamente el
propio paciente el que puede dar cuenta de esa vivencia porque el es el primero que la experimenta.
Bueno a esta forma, a estos síntomas en como se expresa el automatismo mental Clerembault lo va
llamar el pequeño automatismo sobre este los datos iniciales, el vacío del pensamiento otro de los
síntomas que señala es que se van a construir los síntomas secundarios, Clerembault no utiliza la
palabra secundario, en base a esto aparecen las alucinaciones, donde ahí si se produce un salto en el
sentido de que esas vivencias vaciadas de sentido y de significación llegan a una objetivación, se pasa
de un registro mental, sensitivo o motor a un registro psíquico.
En estos tres registros se presenta el automatismo, lo puede haber mental, sensitivo o motor. Ya
les dije dos. El automatismo mental: el eco del pensamiento. El sensitivo que es la vivencia en el cuerpo.
Y el motor es un síntoma bastante pintoresco que son los vagabundos, lo errantes, no tiene ninguna
relación con nada, el sujeto no puede dejar de hacer, es puramente automático. Sobre estos
automatismos se construyen los delirios y las alucinaciones, en el caso de estas últimas es cuando
logran el carácter de la objetivación y de temática. Comienza a tener una significación, en algunos
casos es una significación congelada, como por ejemplo una injuria, o una orden “mátate, mátalo”, ahí si
ya hay una coloración afectiva, hay temática. El ejemplo mas claro es la injuria, cuando al voces lo
93
insultan porque ese insulto va dirigido al ser “maricón, puto”. El delirio Clerembault, lo toma como un
intento, y acá hay cierta originalidad, Lacan va a tomar esto posteriormente como que el delirio sería un
intento de introducirlo dentro de la economía psíquica, como si el delirio intentara poder integrar ese
elemento heterogéneo, el usa una palabra que lo grafica claramente y es que el automatismo mental
aparece como un parásito, un elemento extraño que irrumpe en la vida del sujeto. El delirio seria una
forma de integrar ese elemento parásito y ahí viene ya la elaboración delirante. La alucinación y el delirio
son secundarios al automatismo mental, seria una forma de integrar esos síntomas que aparecen
propios del automatismo mental. Al decir ideas delirantes estamos en el registro de lo psíquico, a la idea
se le da un atributo, delirante, ya es integrado a lo psíquico, el automatismo mental es algo inicial,
anterior a las ideas delirante.
Posteriormente, en el año 1924 Clerembault va a empezar a plantear siguiendo un poco en esta
línea, lo que sería el gran automatismo, no va a hacer mayores modificaciones en lo que hace a la
descripción formal, el va a hablar del gran automatismo, y ahí si uno puede empezar a incluir, esta forma
en como lo secundario, las alucinaciones y el delirio intentan integrar ese elemento parásito. Lo que va a
decir es que si bien ya el automatismo mental puro no se encuentra en la semiología, se pueden
encontrar sus marcas en las formaciones secundarias, en el delirio y las alucinaciones, o sea que hay
algo del automatismo mental inicial que se mantiene, ya hay temática, elaboración significación, lo que
se mantiene es la pasividad y es así que lo va a llamar el síndrome de pasividad, ese carácter de que
un elemento heterogéneo irrumpe en la vida del sujeto y lo paraliza, el sujeto pasa a tener una posición
con respecto a esto que irrumpe de manera automática y el sujeto queda a merced de estos fenómenos.
O sea lo que se pude intentar a verificar es la manera en como el sujeto se las arregla con eso que se le
impone. El sujeto es un parásito, al principio era como que ese elemento parásito era el que irrumpía en
la vida del sujeto, pero ahora con el síndrome de pasividad se invierte esa relación. El sujeto no pude
escapar a eso que se le impone.
En definitiva, de lo que está hablando es de la estructura del lenguaje. Eso que irrumpe, que
determina, que es automático y como el sujeto queda alienado a la estructura del lenguaje no es mas
que la estructura misma, por eso Lacan lo va a retomar. Este en el seminario 3, cuando toma el
concepto de fenómeno elemental, lo toma de la inspiración de Clerembault, que sin el recurso al
lenguaje, pudo situar lo elementos que irrumpen, que aparecen como nuevos en la vida del sujeto,
extraños.
Entonces, en 1924, a partir del concepto de síndrome de pasividad, podemos asistir a la
combinación de la elaboración de este concepto de automatismo mental, porque allí Clerembault,
extiende el modelo del automatismo mental a todas las psicosis, salvo una presentación clínica, que es
la paranoia, esta no tiene automatismo mental, ni tampoco los delirios de interpretación. El se va a
dedicar a encontrar cuales son las estructuras clínicas, o descripciones clínicas que ponen en manifiesto
mas claramente el automatismo mental.

94
Inicialmente el se orienta con las psicosis tóxicas, que justamente introducen un elemento tóxico,
que provoca una serie de automatismos, pero ahí queda claro que la causa de un automatismo en una
intoxicación por ejemplo alcohólica, es causa del alcohol. Ahí esta la sustancia heterogénea, el
mecanismo puede metabolizar una determinada cantidad. Pero cuando se produce la toxicidad a partir
de la ingesta de ese elemento heterogéneo al organismo se producen automatismos, respuestas
orgánicas automáticas. Inicialmente el toma ese modelo, el tóxico. Esto es muy parecido a cuando
introduje el concepto de enfermedad mental, con la PGP, como una enfermedad orgánica puede tener
una expresión psíquica a través de los síntomas de la parálisis general, ahí se combinan dos cuadros
uno orgánico y uno que compromete lo psíquico. Este es un cuadro clínico el de las psicosis tóxicas, por
que se introduce en las leyes de la naturaleza, cuando introducimos las leyes psíquicas entramos en
otra legalidad.
Y posteriormente lo extiende a lo que son las psicosis alucinatorias crónicas, en estas lo que
predomina son las alucinaciones y los delirios, pero a la base de estos está el automatismo mental.
Lacan retoma el concepto de automatismo mental y lo reformula a su estilo y justamente,
extendiendo el tema. Toma un poco la misma inspiración de Clerembault y trata de encontrar cuales son
los síntomas iniciales, pero no lo toma como algo primario ni inicial, sino que toma al automatismo
mental como un efecto de la estructura. Y ese efecto de la estructura, y acuérdense que cuando se
habla de estructura hay que pensar el mecanismo, los fenómenos iniciales Lacan los va a llamar
fenómenos elementales, que son consecuencia de el mecanismo especifico de la psicosis, que es la
forclusión. En el primer esquema, modelo que toma Lacan en el seminario 3, hay algo que se ha
rechazado, que no se ha inscripto en lo simbólico, que no ha accedido a la simbolización. Y Lacan para
poder definir los fenómenos elementales toma de Clerembault los aspectos formales, y los define de la
misma manera, que son: atemáticos, neutros y que carecen de coloración afectiva, eso es un
significante, esto es neutro, que no tiene una significación en si misma, necesita de la articulación de
otro significante para producir el efecto de significación. A partir de ahí podemos decir que hay hecho
psíquico, hay al menos dos que están articulados, porque la significación no es algo primario, sino que
es un efecto de la combinatoria significante. Entonces Lacan va a retomar los aspectos formales de los
fenómenos que se presentan en la psicosis. Toma algunos que ya señalaba Clerembault, por ejemplo la
intuición, o las fórmulas, y el ejemplo paradigmático, así como para Clerembault era el eco del
pensamiento, para Lacan el ejemplo paradigmático es el neologismo, que lo sitúa como un trastorno del
lenguaje, en tanto es un significante que funciona solo, no está en la combinatoria. Eso es lo que le
permite, y esto ya estaba en la legislación freudiana, no pensar a la psicosis en el sentido deficitario,
porque es justamente por estructura, a partir de la de la forclusión, que el significante ya no va a retornar
de lo reprimido como es el caso de la neurosis, sino que el significante va a retornar de lo real, esto en
Clerembault es lo mecánico, ese automatismo que Clerembault sabe reconocer en esos fenómenos
iniciales de la psicosis.

95
Lo mecánico es algo que se le impone al sujeto, es le primero que lo registra, por eso Lacan le va
a dar tanta importancia a los fenómenos enigmáticos, porque justamente el enigma es la consecuencia
que tiene en el sujeto cuando se encuentra con eso que le viene, que se le impone, con esa
característica, de algo enigmático, y eso da cuenta justamente cuando se suelta la articulación entre
significante y significado. La manera más gráfica de decirlo, es cuando aparece un punto de enunciación
parásito, se pierde el punto de enunciación donde eso es dicho, ¿quién lo dijo?, el paciente nos dice no
se quien lo dijo, pregúntenle a las voces, porque el no o sabe, eso lo dice la voz, ahí podemos ver ese
efecto de extrañeza, de algo enigmático. Porque justamente el sentido ya no se corresponde al
significante, se impone el aspecto formal, ustedes saben que el significante está regido por un aspecto
formal. El sentido es lo que se presenta como enigmático. Esto se puede pensar en Saussure, como se
presenta el signo. En la cadena significante, para que se produzca el sentido, es necesario que el
significante se articule con otro significante, o sea que el significado es un efecto de la articulación entre
un significante con otro significante.
¿Qué pasa si uno de los significantes aparece forcluido? Es decir rechazado, y si ese significante
es un significante primordial lo que se produce es una falla a nivel de la significación. No se establece la
significación.
¿Cómo funciona esto en la neurosis? Funciona en tanto y en cuanto ese significante cae bajo el
peso de la represión, o sea no es que no se inscribió sino que está reprimido. En la articulación con el
inconsciente es que la significación se produce y eso es lo que se expresa en el síntoma. Este sería el
segundo significante, falta el significante que quedo reprimido, Freud buscaba vía la asociación libre
lograr articularlo con esta otra representación y de esta manera poder producir el efecto de significación
que da lugar al levantamiento del síntoma, porque este sería un significación que no pudo tramitar
porque un significante, una representación fue reprimida. En cambio en la psicosis, no es solamente el
significante el que aparece rechazado o reprimido, sino que es tanto el significante como el sentido, la
significación, y eso es lo que retorna desde lo real.
Al principio el sujeto nos sabe porque eso le viene, no sabe orientarse, pero si sabe que eso le
viene, los síntomas que nosotros vemos en los pacientes, justamente dan cuenta de eso, no saben
porque lo persiguen, porque le hablan o lo atormentan, pórquele pasa es manipuleo que siente en el
cuerpo, pero sin lugar a dudas el sabe que esto a él le pasa. Ahí tenemos el otro efecto, el efecto de la
certeza que tiene el sujeto cuando justamente se impone el significante.
El primero que se dio cuenta de esto fue Clerembault, cuando encontró esta característica, que
es la imposición, esto que irrumpe en la vida del sujeto de manera automática y frente a lo cual el sujeto
no puede ser indiferente. Esto es algo que se le impone, y la posición subjetiva que el sujeto tiene frente
a esto que se le impone es de pasividad. En psicoanálisis eso está formulado en términos de que la
iniciativa viene del otro, esa es la forma en como Lacan lo va a formalizar en términos de la estructura
del lenguaje.

96
Se puede leer un mismo fenómeno a partir de los criterios de Clerembault y los de Seglas, salvo
en un punto, que Seglas no va a tener en cuenta el automatismo mental, no lo toma como inicial, si toma
como inicial a las alucinaciones. Por eso las clasifica las alucinaciones psíquicas, las alucinaciones
psicomotrices, las pseudo alucinaciones. Eso es para Clerembault secundario, le agrega algo mas al
estudio de la alucinaciones que es lo que estaría a la base de ellas. Seglas estudias las alucinaciones en
si mismas. Se pueden tomar los dos en el análisis del fenómenos.
Con el concepto de síndrome de pasividad ahí si se pueden integrar a los dos autores, porque en
las alucinaciones de Seglas uno puede leer lo automático, por ejemplo en la experiencia que el
encuentra en la alucinaciones psicomotrices es el propio paciente el que produce el movimiento de los
labios pero no lo experimenta como propio, el no se da cuenta que es el mismo el que esta articulando
las palabras, pero el no lo siente como propio. Ahí tenes un ejemplo de lo que podría ser un
automatismo motor.
En las alucinaciones psíquicas es lo mismo, los pensamientos no son propios. ¿qué nos hace
creer a nosotros que nuestros pensamientos son propios? En realidad nuestros pensamientos dependen
del lenguaje y este es algo que nos precede. ¿Por qué nos apropiamos de eso que funciona antes que
nosotros? Seglas lo resuelve con el modelo de la afasia, plantea la hiperendofasia, como una
determinada parte del cerebro es hiperestimulada, entonces la expresión patológica de esta
hiperestimulación es la alucinación. Con la hiperendofasia el sujeto tiene un exceso de estímulo, la
expresión patológica de ese exceso es la alucinación. Clerembault, esta un pasito antes, tiene se
carácter formal, atemático y anideico, la alucinación ya es una objetivación, ya tiene una temática, ya
está en el terreno de lo psíquico.
No hay automatismo en el delirio interpretativo, porque la interpretación apunta al sentido, porque
el fenómeno patológico es la interpretación misma, pero la interpretación va por el sentido, no por lo
formal del significante. Con Lacan podemos leer la marca estructural del delirio interpretativo, este es
que eso lo alude, ese fenómeno que el sujeto interpreta, eso con lo cual la realidad le habla, el lo
interpreta. Pero Clerembault va a decir que en los delirios de interpretación no hay automatismo mental.
La alucinación es un trastorno del significante no del sentido, la alucinación es cuando el
significante se suelta. Clerembault define el automatismo mental por su carácter formal, el aspecto
mecánico, no por el lado del contenido. Si bien no cuenta con los elementos del leguaje, el intuye que
esos fenómenos iniciales son estrictamente formales, no se los puede definir a partir de un contenido.
En cambio la alucinación en la psicosis alucinatoria crónica da cuenta de cómo esa experiencia tanto en
lo motor, en lo mental, en lo senestopático, intenta recubrirlo, como intenta vestir eso que aparece como
automático, la alucinación aparece de esa forma, la diferencia que tiene con el delirio es que este tiene
elaboración de sentido, no así la alucinación. El delirio tiene elaboración, elabora el sentido, en cambio
la alucinación, ya viene con el sentido dado. Ahí es donde Clerembault lee lo secundario, lo estudia por
el lado de las psicosis alucinatorias crónicas, porque el carácter que tiene las alucinaciones es que se
imponen, en cambio el delirio es mas combinatoria simbólica.
97
Clerembault, utiliza dos figuras, una que es Basal y la otra que es nuclear. Este último en el
sentido de que a partir de un granito de arena se construye la perla, es a partir de un núcleo se
construye el resto, y ese resto ya está en el registro de lo psíquico, no esta del lado de lo automático,
motor sino que está del lado de como esto se lo incorpora, se lo pude metabolizar.
El automatismo mental da el modelo como para pensar el fenómeno elemental, Lacan lo toma y
lo utiliza para definir lo que el llama fenómeno elemental, no son lo mismo responden a lógicas
diferentes, los fenómenos elementales son los signos de estructura que a partir del psicoanálisis uno
puede realizar un diagnóstico diferencial, si es neurosis o es psicosis. El antecedente de donde Lacan
saca la descripción formal es de Clerembault, no es algo que crea Lacan, hasta el concepto de
fenómeno elemental lo toma de Kraepelin, porque ya el hablaba de los trastornos elementales. Lean en
el concepto de elemental esto que es primario, inicial. Una cosa son estos fenómenos elementales y otra
cosa el automatismo mental.
Un ejemplo es un paciente que dice tener un vacío en la mente, ese fenómeno es un intento de
asimilar en lo psíquico esa extrañeza, en este caso bajo la forma de un vacío. No es una laguna como
en el caso de la histeria, es un vació mucho mas radical.
El automatismo mental es inicial, la alucinación y el delirio es secundario.
Tomando el concepto de síndrome de pasividad pueden ver las marcas que dejó el automatismo
mental. La pasividad es una de las marcas que deja el automatismo mental. Generalmente uno lo
encuentra en este, cuando son efectos de la construcción misma, están ligados al desencadenamiento,
cuando por ejemplo un paciente dice que escucha murmullos, ruidos, eco, todavía no son voces decir
que son voces es ya darle objetividad, un ruido no tiene ninguna significación, es después que a través
de la telepatía que le está hablando, ahí puede leer la pasividad eso le habla, le roban el pensamiento,
se comunican con el. Por ejemplo, un paciente le dice que las voces le hablan a través de la televisión, y
ante la pregunta de cómo se defiende, no lo puede hacer, y ¿ si apaga el tele las voces siguen?, el
responde que si. No hay forma de apagar esta radio que funciona siempre. Es una voz que no deja de
hablarle. Ahí uno puede ver la pasividad.
¿Cómo se defendían en Seglas, los pacientes de las voces? Como se daba cuenta de si eran
alucinaciones motrices o auditivas, de estas últimas se defendía poniéndose tapones en los oídos, se los
quemaba, si eran motrices se llenaba de piedras la boca.
Hay un paso previo al automatismo mental, que es la perplejidad, esta es cuando el sujeto está
completamente tomado, el sujeto queda completamente perplejo ante eso que se le impone. Decir que
es una tormenta ya es poner algo de lo simbólico a tramitar esa experiencia que se siente, pero todavía
sigue estando la pasividad. Cuando aborden el tema del fenómeno traten de pensarlo en dos registros,
uno es como se experimenta, como se vive y adonde llega eso, si se experimenta en la cabeza, en el
cuerpo o en el ambiente, y el otro es como el sujeto lo interpreta.
Son primarios mucho tiempo antes, el automatismo mental, se presentan antes de que halla un
desencadenamiento, es mas un sujeto puede vivir toda su vida con automatismo mental y nunca
98
desencadenarse. No hay que curar eso, el sujeto se las arregla con eso, pero si se produce el
desencadenamiento, ahí si los fenómenos elementales van a ser resueltos por la estructura. El sujeto
puede convivir con eso toda su vida, sin la necesidad de hacer una psicosis clínica.
Lacan va a definir el fenómeno elemental a partir de las características del automatismo mental,
es atematico aindeico y neutro, eso es un fenómeno elemental. El automatismo mental es el fenómeno
elemental de la psicosis versión Clerembault. Lacan lo llama fenómenos elemental. El punto de
separación es que Clerembault lo piensa como algo orgánico, que responde al automatismo
mecanicista, en cambio Lacan lo toma desde el automatismo de la estructura del lenguaje. Lacan lee en
el mecanicismo la estructura del lenguaje la cual nos precede, el lenguaje no nace con nosotros,
nosotros tenemos que hacerlo propio. Ahora cuando aparece un fenómeno elemental es porque algo en
el registro se rompió. Ya el decir y el querer decir van sueltos, no están articulados.
Hay algo en lo real del organismo sobre todo en la esquizofrenia que no ha sido relativizado por
al estructura del lenguaje, hay algo vivo en el cuerpo.
¿Cómo se presenta en la paranoia algo equivalente al automatismo mental?, si es lo que vimos
en relación a la erotomanía, esta tiene un mecanismo generador. El automatismo mental es un
mecanismo generador, que está en la base de la alucinación y de algunos delirios. El otro mecanismo
generador es el postulado erotomaníaco, este tiene una significación, ¿ cuál?, el otro me ama, a
diferencia del automatismo mental. El sujeto sigue siendo pasivo frente a lo que se impone.
El primero que se da cuenta del elemento parásito es el propio sujeto, ahí aparece lo extraño, lo
heterogéneo.

99
CLASE N° 12

MELANCOLÍA EN LOS TRES PARADIGMÁS DE LA PSIQUIATRÍA

Profesora: Mónica Torres

Quiero agregar algo de bibliografía que no está en el cuadernillo. No como bibliografía


obligatoria, pero sí como consejo para el que tenga tiempo: “La locura maníaco depresiva, la catatonía y
la hebefrenia”, que es de Polemos. Van a encontrar allí un desarrollo que en realidad no sé si vamos a
tratar hoy, pero que sí vamos a mencionar. Es una publicación de determinadas partes de los tratados
de Kraepelin, Kalhbaum y Hecker en relación a cada uno de estos temas. En relación con la locura
maníaco depresiva abordada por Kraepelin este libro puntúa los desarrollos que este autor va a hacer en
la octava edición. Es decir, este Kraepelin que ustedes encuentran junto a los psicodinamistas alemanes
y que en el libro “Los Fundamentos de la Clínica” tienen ubicado como el Kraepelin de después de 1900.
Entonces tenemos esto como un consejo. Sí tienen que sumar a la bibliografía el capitulo 12 y el 16 de
“Los Fundamentos de la Clínica” de Bercherie.
Lo que vamos a hacer es un recorrido en relación a la evolución que el término melancolía
muestra en una especie de línea del tiempo que abarcaría el nacimiento, la época de oro y el
declinamiento de la psiquiatría. Todo esto ordenado en torno al término de melancolía. Digo al “término”
de melancolía porque en cada uno de los distintos paradigmás el término melancolía va a adquirir un
valor conceptual, distinto al valor términológico. El valor conceptual tiene que ver con la interpretación de
ese término con los demás conceptos de un mismo marco teórico. Un ejemplo típico para que ustedes lo
comprendan y puedan ver qué implica la evolución de un término, o la evolución de un concepto o la
construcción de un concepto es el que todos ustedes conocen del término narcisismo: el término existía
antes de que Freud publicara “Introducción del Narcisismo”. Lo que hace Freud es otorgarle un valor
conceptual al introducirlo a la teoría psicoanalítica, al relacionarlo con todos los otros conceptos de la
teoría. El término melancolía va a tener entonces un valor conceptual diferente según lo abordemos en
los distintos marcos conceptuales.
En el nacimiento de la psiquiatría vamos a abordar por supuesto a Pinel y si podemos vamos a
tomar la diferenciación que corresponde a Esquirol en relación a las monomanías. En la época de oro
vamos a abordar algunos autores como Falret, que en una querella de principios se opone a Baillarger
(que pertenece al primer periodo). Estos autores se enfrentan exigiendo la prioridad de la presentación
clínica que engloba a esta melancolía. También vamos a abordar a Griesinger. Vamos a abordar
también a Kraepelin antes de 1900 y vamos a ver si podemos abordar también algo de este Kraepelin
después de 1900 en el declinamiento de la psiquiatría. Como ya saben, en esta época esta tironeado,
presionado por las criticas de los psicodinamistas alemanes, intentando responder a varios amos; un
100
Kraepelin que comienza a girar en vacío aquí: brillante sistematización de Kraepelin en el 2º periodo,
dificultades en el 3º. Si me olvidé de algún autor, lo vamos a retomar ahora.
Decíamos: el término melancolía, que aparece con Pinel en la primera nosografía psiquiátrica y
que vamos a tratar de abordar, no es la que recibimos nosotros hoy en día, no es la melancolía de la
que hablamos cuando hablamos de melancolía en clínica; no es por supuesto la melancolía que recorta
el psicoanálisis; no es la melancolía freudiana tampoco. ¿Qué definía Pinel con el término de
melancolía? Oponía de algún modo el delirio general de la melancolía al delirio parcial de la manía.
Yo les pido que nos ordenemos en base a una pregunta. En la historia de la psiquiatría y aún
hasta nuestros días hay una contradicción por una pregunta, o una confrontación entre distintas
corrientes. La pregunta es: ¿esta melancolía se puede definir como una perturbación del humor o del
juicio? Mejor dicho, ¿tiene a la base una perturbación del humor o una del juicio? Esto es lo que nos
orienta.
Entonces abordemos un poco a Pinel. La primera nosografía contemplaba a la manía, la
melancolía, la demencia y el idiotismo. Partamos de esta oposición manía/melancolía que se oponen de
la misma manera que delirio general/delirio parcial. Estas son categorías que Pinel recorta no tanto en
base a una perturbación del humor, sino a la exuberancia del arrebato, de la ira o de la excitación del
paciente. Porque si algo caracteriza a la manía y al delirio general es ese despliegue de ira,
exuberancia, de agitación en el paciente. La melancolía para Pinel es una presentación que se
caracteriza ya no por un delirio general, ese paciente que delira sobre todo y todas las cuestiones; la
melancolía se caracteriza por ser un delirio parcial. ¿Qué es un delirio parcial? Un delirio acotado a
determinado segmento de la realidad. La melancolía para Pinel, ¿tiene las características de una
presentación con polaridad afectiva penosa? Ni si ni no, porque la tonalidad afectiva que acompañe a
este delirio parcial puede ser alegre o penosa. Vayan tomando en cuenta que la melancolía está muy
lejos de tener una tonalidad afectiva alegre. Ya vamos a describirlo cuando veamos... ah, perdón, me
estoy olvidando en el segundo periodo a Cottard y Seglas. Pero entonces, vayamos por partes.
Decíamos que la dificultad o la pregunta con la que nos encontramos es ver si la melancolía es
una perturbación del humor o es una perturbación del juicio. Esta es la pregunta que va a atravesar todo
el desarrollo del edificio psiquiátrico. Ya hemos marcado que para Pinel se trata de un delirio parcial que
puede significar tanto abatimiento como exacerbación del orgullo y esto que van a ver, que no se les
puede escapar, que para Pinel la melancolía es una melancolía de que tipo entonces? Si desde el
sentido común tuvieran que definir a un melancólico, ¿de qué manera lo harían?
Respuesta de un alumno: Como una afección del humor: alguien con un estado depresivo,
abatimiento, pérdida del interés por el mundo externo.
Pero acá Pinel ha agregado un elemento: para Pinel la melancolía es melancolía delirante; no
solo algún tinte particular del humor, son delirios también. Está bien lo que dice el compañero porque
muchos autores aún en nuestros días sostienen un continuum entre los estados depresivos leves y los
estados que dan en llamar endógenos o melancólicos sólo acentuando el problema de la perturbación
101
afectiva, pero para Pinel la melancolía es delirante. Y quien mejor va a recortar las características del
delirio melancólico es Cottard, que va a hacer una descripción clínica impecable de la presentación de
un melancólico (después lo vamos a retomar)
Bueno, Esquirol a esta cuestión no agrega más que confusión porque va a tratar de innovar en
la nosografía de Pinel y va a intentar subsumir bajo el concepto de monomanía a la manía sin delirio y a
melancolía simple de Pinel.

Lipemanía
Monomanías Intelectual
Monomanía propiamente dicha Razonante
Instintiva

Entonces vamos a decir que la monomanía es una afección parcial de la mente que mantiene las
facultades intactas. Son para Esquirol pasiones patológicas que actúan sobre la inteligencia. Va a
subdividir así dentro de las monomanías dos grandes grupos: por un lado la lipemanía (que no les es
extraña porque ustedes conocen una lipemaníaca: la cortesana del caso clínico que ustedes analizaron)
que es la presentación que tiene para él claramente una pasión triste y por otro lado a la monomanía
propiamente dicha que son las presentaciones con una presentación alegre. Dentro de esta última va a
englobar a la monomanía intelectual, la razonante y la instintiva. En la intelectual hay delirios y
alucinaciones; en la razonante hay alteración del carácter y de la afectividad (la comprensión y el
razonamiento están intactos); en cambio, en la monomanía instintiva hay directamente una falla de la
voluntad, el sujeto tiene una falla de la voluntad para reprimir o controlar sus actos. En esta propuesta de
Esquirol hay una contradicción flagrante: una nosografía se sostiene en base a un solo criterio; no puedo
usar criterios ad hoc para las cosas que no puedo hacer entrar en la clasificación. Pero aquí hay una
heterogeneidad en el criterio de clasificación: en primera instancia aparece el tema de la coloración de la
pasión y después hay un segundo criterio encubierto, que es la naturaleza del daño intelectual en juego:
qué es lo que esta perturbado en cada una.
Me parece que es importante que ustedes puedan ahora tomar la propuesta que dentro del
primer paradigma nos ofrece Guislain, que es un contemporáneo de Pinel y Esquirol, pero sus
producciones tienen un rasgo de originalidad, que es considerar a la locura como una reacción
psicológica a un estado de frenalgia inicial (que también llama “dolor moral”). Como es un
contemporáneo de Pinel y Esquirol, la causa de la frenalgia es moral. Esta causa moral es al estilo de
como la entendía Pinel: una exacerbación de las pasiones, desenfreno. Este concepto de dolor moral o
frenalgia inicial es un punto que precede y está a la base aún a las locuras de tonalidad afectiva alegre.
¿Por qué es importante marcar esta propuesta? Porque va a inaugurar en la psiquiatría el problema,
esta piedra de toque que ha sido la cuestión del delirio primario y el delirio secundario. Aquí tiene su
102
comienzo la cuestión de lo primario y secundario en psiquiatría. ¿Qué es este dolor moral? “Es un
sentimiento oscuro, doloroso, que el enfermo no puede definir muy bien”, dice Guislain. Esta frenalgia
inicial es entonces una perturbación del humor, es penosa y angustiante. Entonces, lo que nos dice
Guislain, que es lo que abre este camino de lo primario y lo secundario en psiquiatría, es que a partir de
esta frenalgia inicial podemos obtener de manera directa lo que el llama el delirio primitivo, que es una
presentación, digamos una psicosis delirante (este concepto evolucionará más tarde hacia la paranoia).
Entonces, la frenalgia inicial forma parte de un delirio primitivo que es una psicosis delirante (un delirio
es una anomalía de las ideas). Entonces, sostenemos una frenalgia, el delirio primario o podemos pasar
a una perturbación afectiva que puede consistir en depresión, ansiedad, exaltación, a la que puede
secundariamente añadirse el delirio. Entonces tenemos frenalgia, delirio primitivo o primario o, frenalgia,
perturbación afectiva y delirio secundario. ¿Secundario a que? A la perturbación afectiva, claro.
Entonces, en este cuadro, ¿adónde viene a inscribir la melancolía Guislain? Es una perturbación
afectiva, o sea la exacerbación del sentimiento de tristeza. Fíjense que el criterio clasificatorio ya no se
fundamenta en la oposición delirio parcial – delirio general, sino en la oposición delirio primitivo – delirio
secundario.
Vamos a pasar a la posición de Griesinger (siempre dentro del primer paradigma). Va a concebir
a la enfermedad cerebral como productora de disposiciones e inclinaciones que son el punto de partida
de ciertas emociones; es decir, va a concebir a la enfermedad cerebral como un inicio de una sutil
modificación del humor de base y los sentimientos: el dolor moral (coincide con Guislain en este punto)
Presten atención a las concepciones de este señor porque también nos va a aportar en la historia de la
psiquiatría un concepto fuerte, importante que se utiliza aún de algún modo en clínica con niños, donde
se establecen ciertas cuestiones de continuum entre las perturbaciones graves en la infancia, que son
las perturbaciones psicóticas. Se recorta que la psicosis infantil tiene la forma de una psicosis única:
habría una especie de gradación en los fenómenos psicóticos en la infancia que van desde el autismo a
las psicosis más tardías como la esquizofrenia y la paranoia infantiles, que serían todas gradaciones de
la gran psicosis infantil que sería una especie de psicosis única; y este concepto de psicosis única lo
aporta este autor. ¿Qué quiere decir esto? Que para Griesinger la nosografía implica la evolución de
formas clínicas que representan las fases de un mismo proceso: la psicosis única implica la evolución de
distintos cuadros que conforman su nosografía entera. Ahora lo vamos a ver con un ejemplo. La
psicosis, dice Griesinger, es única, tiene su inicio en (1) un dolor moral; del dolor moral podemos pasar a
(2) una depresión o exaltación: el paciente se deprime o se exalta, se agita (la agitación en psiquiatría no
es dificultad para respirar, es agitación psicomotriz, movimientos vanos, vacíos, repetitivos, actividad
vana) Entonces, del dolor moral la presentación puede evolucionar hacia una depresión o exaltación; de
aquí puede evolucionar a (3) representaciones concordantes con el nuevo estado mental. Por ejemplo,
si se deprimió se van a generar representaciones sombrías, pero ¿son sólo representaciones sombrías?
No, son neoproducciones, son producciones delirantes. Si el estado de depresión o exaltación
evoluciona, promueve representaciones, falsos juicios, neoformaciones acordes al estado afectivo; las
103
neoformaciones acordes al estado afectivo pueden evolucionar hacia (4) ciertas ideas anormales que se
deslizan al yo. Con esto Griesinger quiere decir que el yo esta siendo coartado, esta haciendo alusión a
una locura sistematizada, que puede evolucionar hacia (5) una disociación del yo y la demencia. Agrega:
de (1) a (3) son formas primarias, poco lesionales. Esto puede evolucionar y seguir hasta la demencia o
no. Son formas donde prima la perturbación afectiva. En cambio, las formas (4) y (5) son secundarias,
lesionales y prima la perturbación del juicio. Por supuesto, Griesinger inscribe a la melancolía en la
forma (2) porque considera que la melancolía es una extensión y sistematización de la frenalgia inicial;
es decir, una perturbación afectiva: no hay una perturbación del juicio. Es decir que la melancolía no es
como para Pinel, melancolía delirante, sino que es previa a la perturbación del juicio (que aparece en 4 y
5)
El dolor moral es una alteración primera de la experiencia vivida que inaugura todas las
evoluciones posibles de la alienación mental. Se caracteriza por un humor doloroso que altera la
experiencia interior y la aprehensión del mundo. Esta definición es un fuerte antecedente de la vivencias
delirantes primarias de Jaspers, esa vivencia oscura, imposible a veces de poner en palabras, inefable.
Vamos a pasar entonces ahora al segundo paradigma. Asistimos a un cambio de lo que hace a
esta visión fotográfica de la enfermedad a una visión filmográfica: la enfermedad pasa a ser una película
que transcurre en el tiempo, la verdadera enfermedad se caracteriza por una legalidad de su evolución.
No es la base orgánica, que los alumnos se tientan en citar: este era el punto flaco de la psiquiatría
clásica, y ellos lo sabían; la base orgánica se limitaba a una promesa a futuro que nunca llega y este es
el gran obstáculo que provoca el cambio de paradigma.
Vamos a asistir entonces primero a esto que yo les había prometido: ese pequeño roce que
tienen Falret y Baillarger. En 1854 Baillarger presenta un nuevo genero nosológico: una locura de doble
forma (y el nombre no es desestimable) donde la sucesión de la manía y la melancolía constituyen un
solo acceso (porque fíjense que hasta ahora nosotros venimos hablando de melancolía y manía como
opuestos en la nosografía); presenta la existencia regular de los dos períodos: manía y melancolía. Muy
pocos días más tarde, Falret padre va a reclamar su prioridad en lo que él llama la “locura circular”, que
dice haber descrito en 1850. Pero lo importante no es lo anecdótico: van a ver cómo esta cuestión
terminológica muestra cuál es el paradigma que anima a cada uno. Falret dice que “la locura circular es
una entidad mórbida que conforma a más justo título que la manía y la melancolía una forma natural,
pues no esta basada en un solo carácter principal (la cantidad de delirio, la tristeza o la excitación) sino
en la reunión de tres estados particulares: manía, melancolía e intervalo lúcido”. Y aquí van a empezar
gravísimos problemas en la psiquiatría. Baillarger dice “manía y melancolía forman parte de un solo
acceso”. En la clínica esto que dice Baillarger implica que encuentra pacientes que hacen una
presentación maníaca seguida de una presentación melancólica. Ahora, ¿en qué se está basando
Baillarger? En la cantidad de delirio, porque pertenece al primer paradigma: si hay delirio general o
parcial. ¿En qué se basa Falret cuando dice que no le interesa la cantidad de delirio sino la reunión de
esos tres estados? A lo que apunta es a la regularidad, la legalidad de una presentación que es circular,
104
es decir, recidivante, que vuelve, que gira sobre si misma, que es de esperar que haya a lo largo de su
vida períodos de manía seguidos de períodos de melancolía, seguidos de intervalos lúcidos. O sea que
la definición de esta enfermedad está animada por el criterio de la regularidad, las fases de una
enfermedad que se suceden las unas a las otras con un orden predeterminado y fijo, una verdadera
enfermedad. Esta locura inaugura una nueva época porque el concepto de intervalo lúcido es el que va
a tomar Kraepelin para establecer a la psicosis o locura maníaco – depresiva, que llega casi hasta
nuestros días.
Me parece interesante que pasemos a la influencia del pensamiento de Cottard en esta época;
quiero ver Cottard, las criticas que le hace Seglas y Kraepelin antes y después de 1900, porque en
realidad yo tenia intención de darles después de esto, para mostrarles bien lo que es la designación del
edificio psiquiátrico, algunas nociones de cómo entra esta psicosis maníaco depresiva en un continuum
con los estados depresivos a nuestro queridisimo DSM IV, pero no voy a llegar.
Vamos a los conceptos de Cottard; al pensamiento de Cottard lo tenemos que tomar porque fue
una influencia que permitió ordenar en el campo de la psicopatología el gran numero de manifestaciones
y de presentaciones clínicas que se dieron (unieron??) en Cottard en oposición punto a punto al
paradigma de esta época, que era el delirio de persecución, extraído en 1852 aproximadamente por
Lasègue; en oposición a este delirio de persecución, Cottard va a hacer un recorte y va a diferenciar el
delirio de persecución en una serie de artículos que el va a producir entre 1880 y 1890 en cinco o seis
artículos cuyo contenido se va a conocer en la historia de la psiquiatría después como el “síndrome de
Cottard”; ustedes lo van a abordar en Romero porque Lacan menciona a los enfermos de Cottard en el
Seminario 3 y lo van a ver en Schreber porque tenía algo similar al síndrome de Cottard. Vamos a ver
entonces qué es este síndrome, el contrapunto que establece Cottard entre el delirio hipocondríaco
(particularmente el delirio de las negaciones) y el delirio de persecución. El perseguido no presenta las
(¿)facias(?)1 melancólicas; “facias melancólicas” es una expresión típica, también llamada en psiquiatría
el “omega melancólico”. Esta es una presentación de las facias que va hacia abajo, todo lo que va hacia
abajo dice Lacan; esta presentación tan inercial en lo que respecta al rostro del melancólico. El
perseguido no presenta las facias melancólicas, es más bien un acusador: acusa al perseguidor, al “otro
que quiere mi mal”. Van a ver ustedes que el negador no acusa, es culpable. En este autor, la culpa es
un pilar para la definición de la melancolía. El perseguido es un acusador, le melancólico es un culpable.
Con este autor ya nos vamos acercando mucho a la presentación clínica que llega a nuestros días de la
melancolía, así que es importante que la manejen. El perseguido es más un homicida que un suicida.
¿Por qué dice esto Cottard? Porque si hay una tendencia importantísima y peligrosísima en el abordaje
clínico de un melancólico es la tendencia al pasaje al acto suicida. El melancólico se suicida, y si
hablamos de un melancólico hecho y derecho, de una estructura melancólica, se suicida de las maneras
más violentas e inenarrables: es el paciente que se para a esperar el tren, que se arroja del décimo piso;
ese es el suicidio melancólico, es el suicidio más virulento y más neto, eso que Lacan va a llamar “ir al
1
Facia, de facial, cara
105
encuentro del gran Otro”. El negador es un melancólico (recuerden que estamos hablando del delirio de
negación). El negador es aquella presentación delirante en la que el paciente dice a todo que no, ¿pero
a todo que no porque hace caprichito? No es: “Bueno, vamos a pasear”, “No”. Es un “no” más radical. El
ejemplo clínico de una negadora es aquel en que el psiquiatra pregunta “Dígame su nombre por favor” y
la paciente responde “Mi persona no tiene nombre”; “Bueno, dígame su edad”, “Mi persona no tiene
edad”; “¿Dónde nació?”, “Mi persona no ha nacido nunca, no tiene padres...”. Cuando esta presentación
negadora se liga a la dimensión del cuerpo aparece el delirio hipocondríaco, que es lo que sostiene
Schreber: “No tengo lengua, me la tragué al masticar. No tengo estomago, no tengo pulmones, tengo el
cerebro reblandecido”; este es el signo de la negación, la negación a veces de la realidad toda: “¿Sabe
por qué está hablando conmigo? Usted no existe”. Las alucinaciones son más bien auditivas en el
perseguido, en el melancólico son más bien visuales: llamas del infierno, suplicios. Está sujeto a
perturbaciones de la sensibilidad general: hay anestesia o hiperestesia. El suicidio del negador o del
melancólico a veces rebasa lo que la psiquiatría considera dificultad a la hora de la sensación; llega a
límites de crudeza insospechada; cuenta Kraepelin cómo un paciente quería suicidarse, a falta de tener
otros medios en el hospicio, con un gancho que estaba clavado al piso; se daba la nuca contra el
gancho y se llegó hasta la médula. O sea, hay una dificultad a la hora de percibir el dolor, un cuerpo
desregulado al dolor. Finalmente, las ideas constitutivas del delirio de negación difieren de las de los
delirios persecutorios: los negadores tienen este delirio especial que niega la integridad de su cuerpo, la
integridad de su espíritu, la integridad del mundo (“no existe el mundo”), la integridad de los valores
éticos y divinos. (¿)Hay casos (?) en los que evolucionará hacia un delirio de aniquilamiento. Toda esta
producción puede desembocar en lo que Cottard va a llamar “delirio de enormidad”. ¿Qué es este
delirio? Los enfermos afirman que están muertos pero que también son inmortales, que su cuerpo es tan
grande que tapona el universo; un delirio de exceso, un exceso imposible de domeñar. Dice Cottard que
la diferencia entre el hipocondríaco (¿)oral(?) característica de la melancolía (¿)ansiosa(?) del delirio de
la negación es sólo de grado. Seglas va a diferir ahí. ¿Qué le critica puntualmente? Le va a criticar que
Cottard establece esta diferenciación: delirio hipocondríaco, delirio de las negaciones, delirio que
evoluciona al de enormidad, delirio de persecución; dice “todo muy bien la descripción, pero ¿en qué se
fundamenta la descripción de esta entidad?”. Hay una cuestión evolutiva: un delirio hipocondríaco, que
evoluciona al delirio de negación, pero ¿en base a qué está definiendo estas sucesiones? En base a la
coloración del delirio, a la temática delirante. Entonces Seglas dice: “esto es una vía muerta”. No es
tanto la forma, el contenido, sino la génesis de la idea delirante lo que debe servir de elemento capital de
diagnóstico. Es decir, yo no puedo diagnosticar un delirio de persecución o de negación por el contenido;
tengo que diagnosticarlo una vez que logre rastrear de donde salió esta producción delirante. Entonces,
va a proponer por primera vez en la historia de la psiquiatría un análisis estructural que intenta
descomponer las entidades mórbidas construidas en base a la temática de las ideas delirantes como
criterio: ya no quiere circunscribir entidades mórbidas en base a la temática de la idea delirante, sino que
quiere circunscribirlas según una visión estructural (la visión estructural del Dr. Seglas, psiquiatra; esta
106
no es la estructura lacaniana) ¿Cuáles son los elementos estructurales que el se plantea tomar a la hora
de diagnosticar? Son las siguientes: “el conjunto clínico evolutivo en el que se inscribe el delirio me
permite caracterizarlo como secundario”; es un delirio secundario para Seglas. La pregunta es
¿secundario a qué? Es secundario a lo que el va a llamar “melancolía simple”. Esta es primaria (la más
íntimamente ligada a la causa, que para Seglas es orgánica) y la melancolía delirante es secundaria. De
la causa orgánica surge de manera casi automática la melancolía simple, que implica para Seglas
perturbaciones cenestésicas, perturbaciones emocionales (es decir, dolor moral), una afección de las
operaciones intelectuales (es decir el retardo psíquico o la abulia), perturbaciones somáticas diversas;
esto conforma la melancolía simple, que no implica producciones delirantes. Puede surgir de manera
secundaria lo que Seglas da en llamar “melancolía delirante”. Otra característica estructural para Seglas
es que se trata de un delirio fijo y monótono; surge de un fondo de dolor moral y de inhibición psíquica,
que está signado por la humildad, la pasividad y la resignación. Es fijo y monótono (esta es una
característica que ustedes no ven (¿)en el hospital(?)), esto quiere decir que es un delirio pobre, de corto
vuelo: el melancólico tiene escasas posibilidades de elaboraciones simbólicas, es un delirio inercial,
siempre igual, no tiene esa riqueza y esa variación del interpretativo, no tiene posibilidades de formar un
sistema importante como en el paranoico, es siempre lo mismo; y este “siempre lo mismo” está signado
por este carácter de humillación, ligado muy íntimamente a la culpa: “soy el culpable de haber cometido
incesto hace 30 años”, “soy el culpable de la muerte del doctor Yrigoyen”, “soy el culpable de haber
tratado mal a mi esposa hace 30 años”. Esto es lo que conlleva a veces productos de (¿.............?) como
por ejemplo: “Coma”, “No, no soy digno de comer”; lo que en la demencia precoz o en la paranoia
aparece ligado fundamentalmente al temor al envenenamiento aquí aparece ligado a la falta de dignidad,
a veces una paciente se deja morir; o sea que aquí hay un doble riesgo: (¿en la melancolía como en la
clínica del melancólico?): “No soy digno de comer”, otros pacientes piden comer junto al perro, en el
piso, porque no son dignos de comer, se sienten culpables. Estos delirios tienen otro elemento
estructural: es un delirio centrífugo, centrífugo en su difusión: es decir, el enfermo extiende hacia su
entorno los efectos de la desgracia que lo aqueja: “Estoy maldito y ha llegado Satanás porque cometí
incesto y también se llevará a mi esposa y a mis hijos”. A veces ocurren desastres familiares con el
melancólico, porque suelen aparecer también cuestiones muy maniqueas, entre el bien y el mal y suelen
producir algunos pasajes al acto heteroagresivos con el fin de salvarlos de un fin peor. Otro criterio
estructural que él trata para delinear el delirio melancólico es la temporalidad particular que lo anima,
porque es un delirio en espera y retrospectivo a la vez: si bien el enfermo le teme a los sucesos futuros,
va a buscar en el pasado una explicación sobre su estado actual. Y por último, apuntando a los hechos
negativos, es un delirio carente de alucinaciones auditivas; presenta por oposición alucinaciones
visuales: llamas del infierno, etc. Y a veces alucinaciones motrices de (¿?)
Para terminar quiero marcarles algunas cuestiones muy simples en relación a dos de las
ediciones de Kraepelin: la 6º (que es la más importante, con Kraepelin parado de lleno en el segundo
paradigma) y la 8º (con este Kraepelin con tantas dificultades en su clasificación)
107
La sexta edición es de 1899 y vamos a encontrar un Kraepelin que, retomando esta cuestión
que va a hacer intervenir Falret del intervalo lúcido en la psicosis circular, va a situar una locura maníaco
depresiva, que tiene para Kraepelin un origen degenerativo, es decir, es endógena (recuerden que la
sexta edición está ordenada desde lo más exógeno hasta lo más endógeno, es el criterio etiológico)
¿Por qué plantea una locura maníaco depresiva? Porque va a rechazar de plano la existencia de la
manía o de la melancolía simples o puras, el acceso es siempre bipolar; aquí tenemos dos cuestiones:
evoluciona para Kraepelin por accesos que (¿pisan, implican?) ambos polos: la depresión y la manía.
Este tema de la locura maníaco depresiva postulada por Kraepelin (no dije maníaco melancólica, dije
maníaco depresiva, es una cuestión problemática porque es lo que va a derivar en el DSM IV en este
continuum que va de los estados depresivos hasta las psicosis endógenas, entre ellas la melancolía
psicoanalítica). Este cuadro tan problemático de la psiquiatría actual de la depresión no es ninguna
estructura clínica porque una depresión la podemos encontrar en una histeria, en una neurosis
obsesivas; depresiones entre comillas podemos encontrar en la esquizofrenia (abulia); digamos que no
tiene valor de estructura especifica. Sin embargo esto que plantea Kraepelin va a ser problemático
porque va a permitir establecer este continuum del DSM IV.
Va rechazar la existencia de la manía o la melancolía simple porque el acceso es siempre
bipolar. Además de esto le va agregar a estos dos polos los estados mixtos; esto quiere decir que, si hay
en los accesos tres perturbaciones fundamentales (del humor, de la ideación y de la voluntad)
podríamos encontrar que por el lado del polo maníaco vamos a encontrar exaltación del humor, fuga de
ideas y excitación psicomotriz (esto daría como resultado una manía pura) Por el lado del polo depresivo
encontraríamos depresión del humor, lentificación ideica e inhibición psicomotriz (esto sería la depresión
pura) Pero, “¿qué ocurre?” dice Kraepelin (y esto es interesante): hay estados mixtos; a veces podemos
encontrar depresión del humor con fuga de ideas, inhibición psicomotriz con exaltación del humor. Es
decir, hay estados mixtos que no responden a los dos cuadros separados, hay una mezcla de las
perturbaciones fundamentales en estados mixtos. En estos estados mixtos va a ingresar todos los
estados delirantes y alucinatorios agudos que no desembocan ni en delirio crónico ni en un estado
deficitario, estos estados que antes eran incluidos en la Demencia precoz de Kraepelin (????) O sea que
el criterio evolutivo, es decir la periodicidad de estos estados independientemente de la presentación
clínica y el análisis psicológico le permite así agrupar distintos síndromes que son clínicamente
heterogéneos. Lo importante aquí es señalar que después de 1900 Kraepelin va a enriquecer a la
locura maníaco depresiva porque además de los estados depresivos, de los estados maníacos y del
estado mixto va a producir un grupo de lo que el va a llamar “estados fundamentales”, que son aquellos
signos a veces difíciles de percibir porque tienen para Kraepelin arraigo en el temperamento, esos
signos que se presentan en el intervalo lúcido. ¿Para qué le sirven? ¿Qué vienen a confirmar para
Kraepelin los “estados fundamentales”? Que la psicosis maníaco depresiva es de corte constitucional:
aún por fuera de los accesos depresivos, maníacos o mixtos hay en el intervalo lúcido estados
fundamentales; o sea que el intervalo lúcido forma parte de la enfermedad. La aparición de los ataques,
108
dice Kraepelin, es independiente de toda influencia exterior, lo que es particularmente evidente cuando
la enfermedad retorna en intervalos regulares. ¿Qué quiere decir Kraepelin? Que se trata de una
enfermedad constitucional.

CLASE N° 13

MELANCOLÍA. EL AFÁN DE ORDEN


109
Profesor: Justo, Alberto.

La clase de hoy va a ser para concluir el tema que inició la profesora Torres que es el
tema de la melancolía, y también es la última clase de lo que podríamos decir la referencia psiquiátrica
de los modos de presentación de la psicosis. Ya vieron la paranoia, la esquizofrenia y la melancolía. La
clase que viene van a empezar con la profesora Municoy a abordar la problemática de la psicosis pero
ya en el campo del psicoanálisis, fundamentalmente el tema por ejemplo de la esquizofrenia en Freud y
como Freud empieza a producir criterios propios en relación a lo que el ya había planteado en relación a
la neurosis y como lo lleva al campo de la psicosis y como los pone a prueba a estos conceptos. Para
luego abordar la problemática de la psicosis en la enseñanza de Lacan.
Dentro del campo de la psiquiatría, lo que voy a tomar hoy, es algo que es actual, es un
texto de 1961, de un autor que se llama Tellenbach, que se inscribe dentro de lo que es el modelo de la
fenomenología. Este autor escribe un texto que se llama Visión histórica del problema de la
endogeneidad, tipología, patogenia y clínica. Este texto es el que tienen que leer. Van a poder abordar
en él una problemática de la melancolía, que es uno de los términos mas viejos dentro del campo de la
psiquiatría cuando se intenta delimitar la salud mental, las enfermedades mentales.
Intentamos incluir esta perspectiva fenomenológica, porque justamente permite abordar
una problemática clínica, cómo diferenciar desde el punto de vista clínico, presentaciones que muchas
veces se confunden con otros cuadros clínicos.
En este caso, la perspectiva de la clínica diferencial neurosis-psicosis. Esto ya sería un
tema, diferencias la neurosis de la psicosis, lo vamos a abordar en la particularidad en la clínica de la
neurosis obsesiva y de la melancolía. Fíjense la gran distancia que hay entre lo que es la clínica de la
neurosis obsesiva. Va a ser una introducción a lo que ustedes van a ver después en el caso del hombre
de las ratas. Muchas veces se confunde lo que es una neurosis obsesiva de una melancolía. Vamos a
tratar de situar en que síntomas se pueden dar estas confusiones.
Sobre todo si tomamos la perspectiva, ya no clásica, ya no de la enfermedad mental como la
había planteado Kraepelin, con la psicosis maníaco depresiva. Se acuerdan que la primera forma en
como se presenta en el campo psiquiátrico el problema del afecto, siempre estuvo ligado a este cuadro
que se presenta como la psicosis maníaco depresiva, que ustedes todos conocen como depresión.
Vamos a abordar hoy lo que de alguna manera se inscribe en el gran campo de las depresiones.
Que en cierto sentido se encuentra en el límite, de cómo el psicoanálisis aborda la problemática de las
enfermedades mentales. Porque justamente la depresión lo que introduce en primer grado es el
problema del afecto, de la voluntad. Y Freud, justamente, toma el camino inverso, toma el camino de la
representación, no el del afecto. Por eso ustedes habrán visto la particularidad que tiene la melancolía
con respecto al delirio, a diferencia de lo que es el delirio en la paranoia o lo que es en la esquizofrenia.
Siempre le damos un estatuto restitutivo, una forma de volver a tener relación con el mundo.
110
En cambio ustedes vieron con la profesora Torres, que justamente la particularidad que tiene el
delirio en la melancolía, es que no cumple esta función restitutiva, o sea que no permite restituir la
relación con el mundo, no le permite construir una neorealidad. Ahí ya podemos encontrar una marca
específica de la melancolía y particularmente del delirio en la melancolía.
Ustedes se acuerdan que el delirio que había planteado la profesora, fue el delirio de negación,
de Cottard, en el que un sujeto puede llegar a afirmar que carecen de órganos, o por ahí hasta que
carecen de la vida. En el caso en el que se presente el delirio. Hay otros casos en los que el delirio no se
presenta.
Con este autor vamos a introducirnos a un aspecto netamente formal, no del lado del afecto, lo
que nos interesa a nosotros es la envoltura formal del síntoma, cuál es la forma del síntoma. Y este
autor utiliza in concepto, y aquí ustedes ya vana poder empezar a ver porque yo les decía que introduce
la problemática en relación a la neurosis obsesiva, y este concepto es el de afán de orden.
El define lo que el llama el typus melancolicus a partir de este concepto que es el de afán de
orden, que el lo diferencia, de lo que comúnmente podemos decir, llevar una vida ordenada. ¿En qué
punto lo diferencia?. Lo diferencia en la relación que el sujeto tiene con el orden. Que no se le plantea
como una exigencia, como en el caso de la neurosis obsesiva, sino que hay una fijeza al otro. Subrayo
la diferencia entre la fijeza y la exigencia. Porque en esta fijeza ya podemos ver un hecho clínico que
vamos a trabajar a lo largo de los seminarios que quedan, y que es el carácter de certeza que el sujeto
tiene en relación con el otro. Ese concepto de fijeza, es la ausencia de dialéctica. Y esto se puede
verificar, se expresa en diferentes ámbitos.
Bien en la doctrina fenomenológica, que es una corriente del pensamiento que ustedes ya
conocen con Merlau Ponty, con su fenomenología de la percepción, este autor se inscribe dentro de esta
misma corriente. Los fenómenos que estos autores intentan abordar son los que se presentan en la
conciencia, son los hechos vividos, sin ningún tipo de interpretación. Se va dicho que se presentan en la
vida cotidiana del sujeto.
Es así, tomando esta perspectiva, que el autor puede situar justamente este síntoma como
paradigmático del tipo melancólico, que se expresa por ejemplo en la relación que el sujeto tiene con el
mundo., también se expresa en la relación que el sujeto tiene en su acción, en cómo actúa, en cómo
están organizados sus actos. Y por último en la ordenación que el sujeto tiene en las relaciones
interhumanas, es decir, cómo el sujeto se relaciona con el otro, en la relación intersubjetiva.
Este autor pudo verificar que estos tres órdenes, de la relación con la acción, con el mundo y con
las personas, se puede situar esta característica del afán de orden. Para sustentar esta hipótesis, del
afán de orden, el va a tomar como todos los autores en psiquiatría, una hipótesi causal, pero también
tiene que inventar un concepto, que aún hoy se sigue manteniendo. No lo vamos a desarrollar porque es
bastante complejo, y da mas para confusión que lo que va a aclarar. Pero creo de todas maneras que es
importante que ustedes lo sepan porque es un antecedente de algunas cuestiones que se presentan en

111
los manuales de psiquiatría en la actualidad, que es el concepto de endon. Es un concepto que sustituye
la causa orgánica.
El endon es un concepto que intenta definir algo que no es ni interno ni externo, de el viene la
palabra endógeno., incluso lo puede encontrar en los manuales actuales, donde por ejemplo, los autores
diferencian lo que son las depresiones endógenas y lo que son las depresiones reactivas. Las primeras
son generalmente aquellas relacionadas con alguna enfermedad orgánica, por ejemplo un infarto. Es
muy común que alguien que halla pasado por un infarto pierda el sentido por la vida, pierda el sentido
vital. Se presentan síntomas depresivos a partir generalmente de una enfermedad grave, orgánica. En
cambio las depresiones reactivas son aquellas en las que se puede situar un acontecimiento de la vida
cotidiana, un duelo, una muerte, un hecho que habría conmovido la subjetividad. De ahí viene el
concepto de endon.
Les decía que este autor trata de situar en estos tres ordenes, que son fundamentalmente
fenomenológicos, esta necesidad que se le plantea al sujeto con lo que por momentos se mezcla con lo
que es un estilo de vida. Pero justamente la característica que tiene es que no es reversible, no se
puede dejar de hacer, justamente la forma en la que el sujeto se relaciona con el mundo, con sus actos,
y con el otro. Y la característica es que esta forma de relacionarse, responde a un orden. Un orden
establecido, y acá puedo empezar a situar algunas diferencias con la neurosis obsesiva, que si bien el
obsesivo, también hace del orden un estilo de vida, este orden esta signado por la particularidad, por lo
singular, lo que para ese sujeto es un orden. Por ejemplo, para caminar no va a pisar determinados
bordes de las baldosas, eso tiene una explicación, y el sujeto la respeta, sabe que en algún punto es
absurdo pero no puede dejar de hacerlo. Entonces transcurre sus recorridos generalmente en algún tipo
de sitios sin pisar los bordes. Esto es un orden, está pautada.
En cambio el orden que se presenta en la melancolía, siempre responde a pautas sociales
establecidas, es alguien que va hacer a lo estrictamente formal de los procedimientos. Es alguien que se
va aferrar de una manera fija a como están establecidas las cosas. Como ustedes saben, nosotros
tenemos un montón de pautas que regulan las conductas sobre todo a nivel institucional. Hay pasos, hay
procedimientos.
Por ejemplo este autor toma en la relación con el otro las pautas de cortesía, lo que se llama en
la actualidad los ceremoniales.
Estos pacientes que se dedica a estudiar, son pacientes que están aferrados a esos
procedimientos, pero el también lo extiende a algo que ya Freud llamaba la neurosis del ama de casa,
es que aquellos sujetos que logran establecer ese orden por ejemplo en el ámbito familiar, que tienen
una vida dedicada a su marido, a su esposa, a sus hijos. Y concentran su vida metódicamente a lo que
es la relación con su propia familia, o los quehaceres de la casa. Haciendo, repitiendo sistemáticamente
cada uno de los procedimientos. Se levanta a la mañana, al medio día se come, a la tarde la merienda.
Se limpia, se lustra en determinado momento. La fijeza que el sujeto tiene con ese procedimiento.

112
En el texto ustedes van a ver como el autor hace una casuística, a partir del estudio de una
determinada cantidad de casos, el va tipificando como se presentan este tipo de casos clínicos. Que
también tienen una particularidad, es que no genera demasiado malestar a nivel social, porque ya
hemos visto las consecuencias que tiene por ejemplo la esquizofrenia o la paranoia en el entorno social.
En estos casos vemos que son pacientes que se adaptan muy bien a las pautas sociales,
fundamentalmente por el lado del orden.
¿Cuándo se presenta lo patológico?. Lo que justamente este autor señala, es que este afán de
orden, no es lo patológico en si mismo, lo patológico se presenta, cuando justamente algo conmociona
este orden, cuando alguna coyuntura x de la vida cotidiana no permite seguir adelante con ese
ceremonial, con esos procedimientos, con esas manías. Recién ahí se revela el carácter patológico y ya
se presentan los síntomas que ustedes vieron con la profesora, de una melancolía claramente
manifiesta.
Vuelvo a retomar esto, lo que estamos planteando es lo pre-mórbido, por eso es muy importante
en lo que respecta a la clínica diferencial. Me refiero a lo que son las entrevistas preliminares, como para
poder diferencias si se trata de una neurosis obsesiva o de una melancolía. Porque justamente la
relación que se plantea en la terapéutica con respecto al síntoma es muy diferente.
Yo les decía que este autor, fiel a su estilo fenomenológico toma diferentes casos. Yo les quería
transmitir un caso de un paciente que nosotros vimos en Romero hace unos años, en una presentación
de enfermos. En donde yo entendí lo que es el typus melancólico.
Brevemente les voy a contar el caso. Se trata de un hombre de 59 años, es internado en el
hospital, porque vive en la indigencia desde hace cuatro años al momento de la interacción. Vivía de la
caridad del barrio, el barrio se acercaba, le daba alimentos, era una persona conocida en el barrio. pero
todo el mundo reconocía que se había producido un cambio muy brusco en su vida y que vivía como un
linyera. Hasta que un familiar, es advertido de cómo estaba esta persona, no tenía familiares directos,
pero si una prima lejana que alertada de esta situación, hace los trámites como para que sea internado.
Es internado en el hospital, esta alrededor de tres meses internado, y en el momento de la
presentación, estábamos en un momento muy particular, porque estaba pronto a irse de alta, en ese
momento se le hace una invitación para que se le haga la entrevista, y acepta. Y cuando se inicia la
presentación ya rápidamente aparece un rasgo llamativo que es que él está particularmente feliz. Así
empieza la entrevista.
Esa felicidad responde a que el había encontrado, había podido volver a encontrar el sentido de
la vida, algo que se había perdido mucho tiempo atrás. Interrogado acerca de las razones por las cuales
el fue internado, rápidamente empieza a armar una pequeña autobiografía. Relata como había sido su
infancia, detalle significativo, porque como ustedes saben uno de los rasgos significativos de la psicosis
es que no está la dimensión de la historia, si esta la dimensión de la ruptura. A diferencia de la neurosis
donde la historia está en un primer plano, en la psicosis la dimensión histórica no se presenta. Sin
embargo, cuando comienza a relatar lo que le había sucedido, se remota a su temprana infancia.
113
Relata que tuvo una infancia feliz, único hijo, que desde chico se mostró interesado por
determinados juegos, en esa época había un juego que se llamaba el mecano, son juegos que consisten
en armar cosas, los ladrillitos, en esa época eran fichas de material que se armaban con tuercas, etc. A
él le apasionaban esos juegos para armar. Ya ahí sitúa un rasgo particular, que es qué lo que mas
disfrutaba ya cuando el era chico, de ir en el auto con su padre, tener un volante e ir imitándolo al padre.
Acá rescata una cuestión, que es que él no miraba por la ventana, sino que lo que más le gustaba era
imitar el movimiento que el padre hacía mientras manejaba.
Su adolescencia, no tiene mayores sobresaltos. Nos comenta que por iniciativa de su familia el
empieza a estudiar abogacía. Estudia dos años, le va muy bien, pero rápidamente se da cuenta que esa
no era su vocación, que su vocación es la ingeniería. Comienza a estudiarla entonces, comienza la
carrera de ingeniería mecánica. Hace su carrera, se recibe de ingeniero. Y se dedica fundamentalmente
a la enseñanza, una vez que ingresa en el ámbito académico se queda pero como profesor. Y así va
avanzando en su vida.
No aparece ninguna mujer importante en su vida, salvo encuentros ocasionales, y se define
fundamentalmente como soltero. Define su vida como una vida metódica, es muy ordenado en su vida, y
lo que destaca fundamentalmente es su unidad en el ámbito académico. De esta manera el llega a tener
dos cargos, es adjunto y jefe de trabajos prácticos en otra, y se dedica también a ser perito, también
trabaja en el ámbito judicial.
Fíjense como ya ahí podemos empezar a situar ciertas cuestiones ligadas a los procedimientos,
que tanto en el discurso jurídico como en el universitario, la regulación se da a través de los pasos,
están estipulados claramente como son los procedimientos.
Su vida transcurre sin sobresaltos en este ámbito, tiene casi 20 años de antigüedad, hasta que
en determinado momentos se produce en su vida un cambio irremediable, hay un antes y un después,
que, digamos, lo obliga a tener que dejar de concurrir a la facultad, ese lugar que el tanto apreciaba. Y a
partir de ahí el empieza a tener toda una serie de problemas clínicos. Entonces intento preguntar la
razón por la cual se produjo esa coyuntura tan radical. Un poco ustedes la han visto con Jaspers, ese
momento, se interrumpe el desarrollo y comienza el proceso, ese punto de ruptura, que llamamos la
discontinuidad. El lo sitúa claramente, hubo un antes y un después. La pregunta es ¿dónde fue ese
antes y ese después?. Y así es que el puede relatar una coyuntura de lo más insignificante. Pero vamos
a ver las consecuencias que tiene esta coyuntura.
La coyuntura se da precisamente en el ámbito académico, y sucede en una mesa de examen. El
está presidiendo la mesa, y le pide a un alumno que escriba en el pizarrón la formula del segundo
principio de la termodinámica para los sistemas abiertos. El alumno agarra una tiza, es una fórmula
bastante extensa, entonces escribe la fórmula en el pizarrón. Entonces en este momento se produce
algo que no queda bien claro, cuál es la naturaleza, el dice, aparece una pregunta, que no se sabe bien
quien la formuló. Que para nosotros es un dato importante porque en ese momento se pierde el punto
de enunciación. No queda claro quien dice esa pregunta. En un momento de la entrevista dice que es el
114
alumno, pero en otro pareciera que a él se le impone esa pregunta. Y la pregunta es la siguiente: ¿ si
están escrito todos los términos de la fórmula?
En este momento, cuando aparece esa pregunta, lo asalta una duda. Cuando ustedes vean la
neurosis obsesiva van a ver la importancia que tiene la duda. El dice, en ese momento lo asalta una
duda, y que esta duda, no saber responder a esa pregunta. Recuerden que esa pregunta era si estaban
todos los términos. En este momento el siente un incertidumbre profunda y el lo describe de esta
manera: como una falta imperdonable, que el presidiendo la mesa, no pueda, o mejor dicho, vacile en el
momento de responder si están escritos todos los términos. Y el agrega, esto trascendía la posibilidad
de responder bien o mal, porque si fuese una cuestión de contenido, yo le puedo preguntar a otro
profesor, y que el otro profesor me responda. Esto, el dice, era una falta imperdonable.
La situación es insignificante, pero las consecuencias son devastadoras, porque a partir de esa
situación el no vuelve nunca más a la facultad, al punto tal que nunca mas va a cobrar los cheques. Uno
para irse de la facultar tiene que hacer unos procedimientos, tiene que renunciar, etc. Hay que hacer
toda una cuestión para renunciar dentro de un ámbito que esta tan estructurado. Sin embargo él
directamente no va mas a la facultad. Tampoco concurre a los bancos, o sea que el dinero que el tenía
en los bancos queda ahí. Y esto el lo explica en términos de que esto había sido algo imperdonable, que
no podía ser que el como profesor por un instante dudara. Así es como el se pasa cuatro años en su
casa, haciendo ¿que?. Ya les dije que vivía en la indigencia, abandonado. Pero en la entrevista surge
algo que se presenta, que toma dos caminos, uno que es el camino del acto. Y el otro toma la vertiente
delirante, porque él a partir de este momento intenta buscar un modo de explicación. Estamos hablando
de un profesor de la facultad, alguien que no se iba a quedar con la incertidumbre. El ya había emitido
un juicio de valor y había actuado en consecuencia. Pero paralelamente empieza a buscar
explicaciones.

CLASE N° 14

115
COMPLEJOS SINTOMÁTICOS ORGÁNICOS

Profesor: Gastón Piazze

En el historial de Dora (nota al pie n° 3) Freud plantea la necesidad de una clínica diferencial
cuando da cuenta de las características del relato histérico (en la nota refiere a un caso, supuestamente
histeria, en el que el relato de la paciente acerca de su historia fue acabadamente claro y ordenado lo
cual le dice a Freud que el caso no podía ser una histeria y luego de un examen físico el diagnóstico fue
una tabes no muy avanzada).
Tabes es el nombre que recibe una particular presentación de origen sifilítico, que presenta una
lesión de las astas motoras de la medula (de la marcha).
En 1898 Freud plantea que la morfología de la neurosis se traduce con facilidad en la etiología de
las mismas. Un fenómeno particular se articula a la estructura clínica positiva de parálisis orgánica y
positiva de parálisis histérica.

Tumores cerebrales: no son patologías raras, poco frecuentes. La incidencia actual es de entre
10 y 20 casos entre 100.000 personas. Afectan fundamentalmente a personas jóvenes. Pueden ser
primarios, originarios del sistema nervioso central; o secundarios, con origen en una metástasis (tumor
que está en otra parte de la economía corporal). Son heterogéneos desde el punto de vista
etiopatogénico, anatomopatológico y pronóstico. Presentan una relación entre características
fenomenológicas y etiológicas.
Los primarios: los mas frecuentes tienen su origen en la sustancia blanca, son: Gliomas,
Meningiomas y Neurismas.
Los secundarios presentan una frecuencia de 10 a 25%. Los mas frecuentes son los de origen
pulmonar y en segundo término de mamas.
Las principales manifestaciones clínicas de los tumores son psiquiátricas, neuropsicológicas y
neurológicas focales. Ahora pueden detectarse por medio de T.A.C. o R.M.N. (estudios del S.N.C.).
Antes de estos tenían valor las manifestaciones clínicas, daban cuenta del lugar de acento del tumor y
permitían establecer la terapéutica y el pronóstico.
Hay tumores de los cuatro lóbulos (Frontal, Temporal, Parietal y Occipital) y de la fosa posterior.
Estos últimos son los mas frecuentes, y luego en sentido decreciente los frontales, temporales,
parietales y occipitales. Los más graves son los frontales y algunos temporales en relación a
presentaciones psiquiátricas.
Caracterización clínica general de todos los tumores
Los síntomas de naturaleza neurológica más frecuentes forman una tríada:
 Cefaleas
 Edema de papila
116
 Crisis comiciales o epilépticas
Cada uno de estos esta presente, por separado, en un 70% de los tumores.
Cefaleas: No es cualquier cefalea, son atípicas, se caracterizan por perturbar el dormir, se
agravan con la tos, se agravan con los cambios de postura (por razones mecánicas: los cambios de
postura generan un esfuerzo y un movimiento interno).
Edema de papila: trasvasamiento del líquido de la papila retiniana, se edematiza, hay un proceso
mecánico cerebral. Suele esta asociado a un hipertensión endocraneana.
El edema palpebral (de párpados) esta vinculado a una disminución del campo visual.(dato
suelto?)
Crisis codíciales o epilépticas: producidas por tumores en los lóbulos temporal y parietal, en la
corteza de los lóbulos y en ciertas estructuras subcorticales profundas a nivel del diencéfalo.
Los tumores según su ubicación topográfica pueden verse desde el punto de vista psiquiátrico o
neuropsicológico.
Los tumores sin fenomenología evidente que más se asocian a la perturbación del
comportamiento, son los frontales con alteraciones neuropsicológicas.
Caso 24: es el historial clínico de una mujer con un tumor frontal.
Puede confundirse con una psicosis afectiva: los pacientes suelen presentar apatía, abulia,
modificación en el sentido de desinhibición verbal y sexual, comportamiento desordenado con
distractibilidad, falta de iniciativa en la actividad espontánea, conductas perseverativas, imitación de
conductas del interlocutor. También puede confundirse con trastornos esquizofreniformes. Presenta,
además, euforia sin taquipsiquia (aceleración del curso del pensamiento) vacía e inmotivada.
Hay diferentes vertientes dentro de los tumores frontales:
 Síndrome orbito-frontal: predominan la irritabilidad y la labilidad emocional, también presenta
modificación de las conductas sociales (por esto pseudopsicopatía)
 Síndrome prefrontal dorso-lateral: apatía, abulia y perseveración.
Moria, caso 24, padecía este último. Estaba distraída, tocaba todos los objetos que había,
imitaba gestos y movimientos del interlocutor, risa pueril, vacía. Pensaron en una demencia precoz por
la imitación de gestos pero no tenía entre sus antecedentes trastornos psiquiátricos. El discurso no
presentaba incoherencia ni trastornos en el curso del pensamiento. La imitación puede pensarse como
una ecopraxia pero sin manierismos: estereotipia.
No era psicosis afectiva porque no tenia antecedentes en la familia. La afectividad exaltada no
era acompañada por taquipsiquia. Al poco tiempo dejo de hablar y tuvo incontinencia urinaria.
Tumor frontal posterior: lesión dinámica del lenguaje. Afasia de Broca: pérdida de la iniciativa ,
empobrecimiento lexical, alteraciones sintácticas en los procesos de elaboración de frases, ecolalias y
perseveración.(trastorno psiquiátrico y neuropsicológico).
Tumores temporales: los más frecuentes dan lugar a crisis parciales o crisis de epilepsia
temporal. Es uno de los causales posibles de los estados crepusculares de la conciencia que pueden
117
presentarse en diversos trastornos (demencia precoz, intoxicación por alcohol, ingesta de alucinógenos,
epilepsia tumoral).
Caso 7: presenta alteración del comportamiento bajo la forma de un estado crepuscular de la
conciencia, el campo de la conciencia de estrechase produce una pérdida de la capacidad de
autorreflexión, queda una conciencia en el grado más automático.
Presenta también amnesia poscrítica, en un momento sintió miedo por los rostros amenazantes
de su familia.
El caso 7 es de epilepsia temporal y puede confundirse con una agitación catatónica, puede
presentar un aura. Puede confundirse también con una irrupción de significación (vivencia delirante
primaria), pero en el estado crepuscular no persiste esa certeza de significación, queda un contenido
retrospectivo.
Presenta alucinaciones auditivas (música para bailar).
Tumores occipitales: alucinaciones visuales y musicales.
Tumores temporales: alucinaciones sonoras y auditivas.
Las alucinaciones de origen psico-orgánico son alucinaciones verdaderas, simples, elementales,
son una forma, un color, un sonido. Pueden presentarse de manera plurisensorial, no se acompañan de
sistematización, si hay elementos verbales son fragmentarios. Las alucinaciones no se integran a la
personalidad ni son una transformación de la realidad, nunca entraña una alteración del juicio, son solo
alteraciones sensoperceptivas.
Los comportamientos automáticos en este tipo de esquizofrenia son de diferentes tipos.
 Ambulatorios
 Automatismos en la mímica, masticatorio o gestuales( son la repetición de lo que estaba
haciendo antes de la aparición de la crisis)
 Catatónico.
A diferencia de la demencia precoz son difíciles de detener pero no hay automatismos
amanerados, extraños. No esta el sello de lo inteligible, de lo discordante.
Otro diagnóstico diferencial del estado crepuscular de la conciencia son los estados
crepusculares histéricos, de carácter oniroide (ensueño vivido por la histérica), son sugestionables, se
puede influenciar el curso de su pensamiento. Son estados que pueden detenerse por sugestión, nunca
son extraños, son mas bien de contenido erótico, sexual.
También hay estados crepusculares de la conciencia que sucumben en aquellos que han pasado
por un trauma, en las neurosis traumáticas (Ej. AMIA).
Es la característica común de la crisis temporal, la neurosis traumática y la amnesia histérica. A
su vez se puede asociar dentro de los tumores temporales la afasia de Wernicke o afasia sensorial, el
sujeto habla pero le faltan palabras, presenta anomias y parafasias (giros para sustituir las faltantes), no
comprende lo que se le dice.
Lo mas frecuente es una afasia mixta.
118
Tumores parietales y occipitales: suelen tener elementos neuropsicológicos y no
comportamentales. Los parietales son silenciosos e insidiosos, tienen pronóstico grave. Presentan
alteraciones neuropsicológicas y se asocian a disgrafías, discalculias, agnosias digitales, agnosognosias
(no es falta de conciencia de la enfermedad, implica el no conocimiento de un déficit, es un trastorno
neuropsicológico). Los occipitales presentan déficit sensitivos en el campo visual, enianopsio (qué?),
alucinaciones visuales, prosopagnosia (dificultad en el reconocimiento de los rostros).
Hay ciertos tumores del diencéfalo, en particular del hipotálamo, que pueden volver dificultoso el
diagnóstico de un trastorno alimenticio con un síndrome de anorexia nerviosa.
Tener en el centro la tríada y también la combinatoria de síntomas comportamentales y
neuropsicológicos, focales y...

Síndrome subjetivo postraumático: cuadro de trastornos psíquicos y comportamentales descrito


por Pierre Marie Charcot. Tiene consistencia clínica, es un conjunto de dolencias entre las que
encontramos pseudovértigos, astenia (cansancio) y cefaleas.
Este síndrome se presenta luego de traumatismos craneales benignos o moderados, no pueden
detectarse claramente lesiones del S.N.C., tampoco afasias, apraxias, agnosias ni trastornos de la
memoria. Es un fenómeno subjetivo que puede durar muchos años.
La astenia se presenta con cansancio físico y psicastenia: tendencia al rápido agotamiento luego
de una actividad intelectual. Las cefaleas se agravan con el intento de sostener una actividad intelectual.
Los pseudovértigos no tienen correlato en los estudios con imágenes, no aparecen lesiones del
laberinto.
La evolución del cuadro es benigna, tiende a mejorar. Esta asociación clínica es muy frecuente. A
diferencia de los verdaderos vértigos no presenta ni hipoacusia, ni zumbidos (acufenos). Presenta
irritabilidad con el entorno, intolerancia a la frustración significativa, hipersensibilidad al ruido y a la luz.
La etiopatogenia es discutida, hay hipótesis psicogenéticas y organogenéticas. No debe
acompañarse del correlato anatomopatológico por definición. Mejoría en 3 meses de los tiempos de
respuesta, la cefalea y el vértigo pueden originar una fobia, cambios de carácter.

Demencia tipo Alzheimer: es una de las variedades de las demencias degenerativas (originada
por la degeneración de las neuronas). Es presenil, se presenta después de los 55 años dando lugar a un
deterioro paulatino e inexorable de todas las funciones cerebrales superiores, un déficit global en todas
ellas.
 Desorientación temporoespacial creciente
 Instalación de perturbaciones de la memoria, en principio es a corto plazo pero
paulatinamente se extiende a una amnesia retrógrada que produce la pérdida de
recuerdos semánticos y anecdóticos.
119
 Lagunas mnémicas y con ellas falsos recuerdos, confabulaciones (no parafrenia
fantástica de Kraepelin)
 Apraxia, afasia y agnosia. No tienen componentes lingüísticos metafóricos ni
metonímicos.
Al inicio es necesario un diagnóstico diferencial. Al comienzo hay un cuadro que puede hacer
pensar en una depresión: tristeza, malhumor, ideas paranoides, conductas de tipo fóbico, y sobre todo
conductas apráxicas.

Bibliografía:

 Separata de casos: caso 24, caso 7, caso 10.


 Textos sobre semiología (en francés)

CLASE N° 15

PSICOSIS EN FREUD
120
Profesora: Municoy Fabiana.

Vamos a ver la psicosis en Freud, la paranoia es una forma de psicosis, también incluimos a la
esquizofrenia y a la melancolía como formas de psicosis. Ustedes ya deben haber visto las diferencias
en las presentaciones clínicas, diferencias que también Freud tiene en cuenta, pero si lo situamos en el
primer esquema causal, ya hemos visto algo de psicosis, cuando Freud las incluía dentro de “Las
neuropsicosis de defensa”. Lo que caracterizaba en ese tiempo a la paranoia, era represión más
enérgica, en la medida en que también se perdía un fragmento de la realidad. Los síntomas primarios
eran una desconfianza hacia los otros, y el síntoma del retorno de lo reprimido Freud lo representaba a
través de distinto tipo de alucinaciones, para en un segundo tiempo dar lugar al delirio, como un intento
de explicación de esas alucinaciones, como una interpretación, si bien esas interpretaciones eran
patológicas intentaban, de alguna manera, razonamientos deductivo acerca de la primer manifestación.
El delirio intenta solucionar, justamente, la experiencia donde no hay en principio ningún tipo de
elaboración, se trata obviamente de una elaboración simbólica, en función de esos síntomas
alucinatorios.
Respecto al caso que nos ocupa, el caso Schreber, “Memorias de un enfermo neurópata”, ya
como ustedes pueden saber Schreber fue un paranoico, podríamos decir de ley por las características
tal paradigmática de esta psicosis, y como ustedes saben también, este libro es un texto escrito por el
mismo, con el objetivo de pedir el alta médico. El se encontraba en un asilo, internado, para enfermos
mentales, y consideró que estaba en condiciones de pedir el alta, ya que la mayoría de los fenómenos
que podríamos llamar patológicos, se habían apaciguado, y por ende escribe sus memorias y se declara
su propio defensor, ante un tribunal que iba a dar su veredicto.
Lo cierto es que consigue el alta, sobre todo teniendo presente los informes de los médicos que
lo atendían; si bien había sido una psicosis floreciente, con toda una sintomatología en primer termino
que se caracteriza por las alucinaciones verbales, cenestésicas, también por las sensaciones corporales
que experimenta, se le reblandecía el cerebro, no tenía órganos, la perdida de la significación corporal,
están presentes en la psicosis en su período mas agudo. El delirio de persecución, que va a sufrir un
viraje que va a dar lugar a el delirio de redención, que después vamos a ver de que se trata. Lo cierto es
que cuando el delirio se sistematiza, los fenómenos mas intrusivos en un primer momento, desaparecen.
Por lo tanto estando internado Schreber, también desempeñaba algunas tareas acorde a su jerarquía,
porque era un abogado que había atravesado el cargo de juez presidente de un superior tribunal, cargo
que lamentablemente tuvo que dejar de inmediato, por que se le declara justamente, se desencadena la
psicosis.
Era un hombre muy preparado, le gustaba mucho leer, sabía sobre determinadas disciplinas, y
entonces en el asilo, el seguía su tratamiento sobre lo que el era idóneo. Entonces el propio director
Beber, decía que no solo aconsejaba cuestiones jurídicas, legales para la institución misma, sino que
121
también en su momento había aconsejado a su familia sobre cual decisión del orden de lo privado, pero
que tenia que ver con lo que el sabía. O sea que más allá de haber registrado todo ese cuadro, cuando
el delirio se sistematizo, pudo nuevamente conectarse con su actividades anteriores. Lo cierto es que
más allá de eso, siempre quedaba un punto de certeza en relación a su convicción delirante, que era
que el se sentía la mujer de Dios.
Cuando Schreber escribe su texto en 1902, hace una aclaración al final del libro, y podemos
decir, que trata de describir la verdad de su experiencia, experiencia que no duda en su momento, mas
allá de haber recuperado, de haberse apaciguado en relación a los fenómenos clínicos, pero que él no
duda de su veracidad; no solo intenta transmitir lo que le paso, sino que considera también que es un
texto que es importante para el estudio, dado que el ha tenido un contacto con Dios, ha hablado con
Dios.
Por otro lado también pide disculpas, por haber tratado muy hostilmente a su primer médico, que
fue el doctor Flechsing, pero dice que es necesario porque la verdad debe ser contada, el espera que no
ofenda demasiado pero parte de este alegato está en relación a él, y se trata justamente de aportar para
su esclarecimiento.
Con respecto a Freud, su posición frente a la paranoia, habíamos dicho que en su primer
momento, la incluía dentro de las neuropsicosis de defensa. Le escribió una carta a Fliess, en donde le
comentaba que la paranoia, entrañaba para él un temprano autoerotismo. Pasan aproximadamente 8
años sin que Freud se dedique de lleno a la paranoia, hay antecedentes desde 1906, en la Sociedad
Psicoanalítica de Viena, él presenta un caso de homosexualidad femenina, pero sin aplicarla a su tesis
sobre la paranoia, y ya en 1908 en una carta a Jung y a Ferenzi, les comenta a sus discípulos la
relación que había encontrado entre paranoia y homosexualidad activa reprimida.
El texto de Schreber, fue escrito como les dije, en 1902, y en seguida fue tema de debate en el
ambiente psiquiátrico, pero no podemos decir porque Freud o no se había enterado o no había llegado a
sus manos, porque recién lo lee en 1910; intenta poder demostrar como a la paranoia también se la
incluye dentro de la teoría de la libido.
Este texto también es antecedente de otro muy importante de Freud, como lo es “La represión” .
El caso lo escribió en 1911, o sea que todavía no ha escrito la represión, que lo hizo en 1915, también
es un antecedente de “Introducción del narcisismo”, porque en ese texto, recién va a dar cuenta, en
relación al desarrollo de la libido, de un estadio posterior al autoerotismo, que va a definir como
narcisismo. Pero por otro lado, también va a ser un texto pulsionante, en realidad para dar cuenta
después, de pulsiones y sus destinos.
Por otro lado también es importante tener en cuenta, que este texto va a ser, lo va a enemistar a
Freud, con su mas preciado discípulo que fue Jung. Freud pensaba que Jung podía su sucesor, en
relación a la transmisión del psicoanálisis, pero cuando Freud teoriza el estadio del narcisismo; porque
acuérdense que hasta ese momento el dualismo pulsional era entre pulsiones yoicas y pulsiones
sexuales. La libido era la pulsión sexual, por lo tanto las pulsiones yoicas no eran libidinales, pero
122
teniendo en cuenta Introducción del Narcisismo, y ateniéndonos en ese Freud, ese momento del
desarrollo de la libido donde todas las pulsiones se concentran en el yo, y el yo pasa a ser el objeto de
amor mas preciado, comienza a caer el dualismo pulsional, porque entonces toda pulsión, manifestaría
energía libidinal. Por lo tanto Jung no está de acuerdo, y hay un fragmento, una carta que le escribe a
Freud, donde dice “este pasaje del psicoanálisis de Schreber donde se toca el problema de la libido, era
uno de esos puntos, en la que una de sus sendas mentales de correr paralela a una de las tuyas”. Lo
cierto es que nunca se ponen de acuerdo y Freud no renuncia a considerar la expresión de la pulsión en
términos libido, y se separan para siempre.
Otra cuestión importante para tener en cuenta, es que aquí Freud plantea el inconveniente con
los pacientes psicóticos, de poner en marcha el dispositivo analítico, ya en este momento no atiende
pacientes psicóticos, dice que no puede prometer una curación, no puede hacer promesas a los
familiares de los pacientes; porque si bien, de alguna manera podemos decir que los psicóticos,
presentan el inconsciente de una manera mas a cielo abierto, dice Freud, los pacientes psicóticos dicen
más que los neuróticos reprimidos, ponen en palabras aquello que los neuróticos presentan como
resistencias, ya sean concientes o inconscientes, y dicen sobre todo lo que ellos quieren decir. Acá
estaría el inconveniente para la asociación libre. Después esto va a dar lugar, como ustedes saben, a la
segunda nosografía de Freud, teniendo en cuenta el texto “Introducción del Narcisismo” de 1914, esta
división que hace entre neurosis narcisisticas y neurosis transferenciales, que no solamente habla para
el dispositivo. Dado que la concentraciones de libido en el yo hacen posible el tratamiento transferencial,
hacia a la figura del analista, porque todo está concentrado en ese orden.
Ustedes saben que el texto de Schreber, está dividido en tres apartados, el primero es sobre la
teoría, el segundo apartado sobre los intentos de interpretación del delirio, porque tengan presente que
el mecanismo de la represión está presente, por lo tanto va a interpretar los síntomas de la psicosis al
estilo de los sueños en la neurosis; y el tercer apartado es sobre el mecanismo paranoico, es el intento
de Freud de encontrar un mecanismo específico, que permita realizar una distinción estructural.
En el primer apartado, en relación al historial clínico, al texto de Schreber, el va a tomar en
consideración tres puntos. En primer lugar va a empezar a analizar el estatuto de la mudanza en mujer,
la fantasía femenina; en segundo lugar va a intentar un análisis sobre la relación de Schreber con Dios;
y en tercer lugar también un análisis sobre la bienaventuranza, esta es un sentimiento de voluptuosidad
unido a la noción de Dios que alcanzarían las almas tras la purgación de su alma justamente en una
unión con Dios. Ya vamos a ver que es un sistema teológico que Schreber ha creado.
Pero si tomamos en cuenta esta psicosis lo cierto es que el propio Schreber nos comunica que
ha estado dos veces enfermo. La primera ves es en el año 1884, y esta internado en la clínica de Leipzig
hasta 1886. El mismo va a decir que esta enfermedad se desato en un cuadro de hipocondría grave, y
que alcanzó la curación y sobre todo agradece la intervención de este médico y reconoce que se curó
gracias a él. Entabla entonces con Flechsig una relación transferencial muy fuerte, el nos comunica que
no sólo él estaba agradecido a este médico, sino también su mujer, por haber devuelto a su marido
123
sano, y que tenia una foto de este médico en su casa, y cada vez que pasaba, lo miraba y le decía Dios
Flechsig, o sea que, fíjense el agradecimiento y sobre todo la transferencia que se había unido a este
médico.
Schreber nos dice también que esta enfermedad no afecta el ámbito de lo supransesible, que no
le dejó consecuencias. Pero también reconoce que la propia enfermedad que padeció para el, tenía que
ver con (un encuentro de sexo mental¿?), porque la primera vez, cuando e fue internado en la clínica de
Flechsig, el fue candidato a senador en la Cámara Baja, cuando es nombrado ahí se desencadena,
estos cuadros de hipocondría grave; y la segunda vez es cuando le sale el cargo de presidente del
Superior Tribunal, algo así como juez de la corte.
Antes de la asunción del cargo, el comienzo a padecer de insomnio, se encuentra muy irritable y
sueña nuevamente que vuelve a enfermarse y en un momento, que Freud llama mental de duermevela,
porque es un estado entre la vigilia y el sueño, experimenta el sentimiento de lo hermoso que debería
ser una mujer sometida al acoplamiento, al coito. El propio Schreber admite que de haber estado
realmente despierto, se hubiese indignado ante ese pensamiento. Pero lo cierto es que lo experimenta
con placer. Esto nosotros lo tomamos, y Freud también porque considerando esta experiencia, que
publica en su tesis sobre la paranoia, como el momento de la coyuntura de desencadenamiento de la
psicosis. No obstante se hace cargo del puesto y a los pocos días la psicosis se desencadena de una
forma aún mas aguda y es llevado nuevamente a la clínica de Flesching, pero esta vez en lugar de
mejorar empeora mucho más y debe ser trasladado hacia otra institución donde estaba el doctor Weber.
Tenemos una Historia clínica de este médico, que es de 1899, porque la segunda enfermedad
comienza en 1893 y termina su interacción en el año 1902 que es el año en el que él escribe sus
Memorias. Bueno el médico lo describe de esta manera: “ presenta insomnio, ideas de hipocondría,
reblandecimiento del cerebro, que pronto moriría, ideas de persecución, decía almicida, pequeño
Flesching, también presentaba hiperestesia, sensibilidad a la luz y al ruido, alucinaciones,
perturbaciones cenestésicas, estupor alucinatorio, pero que poco a poco se fue desgajando cada vez
mas el cuadro paranoico. Las ideas delirantes cobran el carácter de lo mítico y lo religioso, dice tener
trato directo con Dios, en relación a que se ha producido un desplazamiento de Flesching a Dios.
Alcanzo un delirio sectorizado en la medida en que solo acepta una parte de su personalidad, (pudiendo
ejercer su fruto para ir acorde con su vida¿?). En cuanto al contenido de su sistema delirante, dice el
médico, se considera llamado a redimir (¿?) al mundo y devolverle la bienaventuranza perdida, y cree
que solo lo conseguirá mediante su mudanza en mujer.” Era lo que yo les había dicho, que era un punto
irreducible del delirio, mudanza en mujer y una misión a cumplir en el futuro que es la procreación de
seres schreberianos en una copula con Dios. Solución que se posterga, que se sitúa en el futuro.
Teniendo esta historia clínica de Weber, en realidad nosotros podemos, si tomamos la
descripción clásica de la paranoia de Kraepelin, vemos que las alucinaciones cobran un importante
papel, que no se trata de directamente una presentación, en principio se acompaña con persecución,
sino lo tenemos que cotejar con la clínica clásica es muy similar al delirio crónico sistemático de
124
Magnan, es cierto que presenta un delirio sistematizado, que alcanza a sistematizarse como en la
paranoia, como ustedes ya saben en la esquizofrenia los delirios nunca se sistematizan.
Bueno volviendo al punto que el considera en este apartado vamos a situarnos en la posición de
Freud frente al análisis psiquiátrico del caso. Va a decir Freud, que a la psiquiatría de alguna manera le
interesa el proceso de desarrollo del delirio, y también como este delirio ha afectado a aquel que lo
padece. Pero justamente, lo que para la psiquiatría no es importante es la interpretación, de esta forma
de pensamiento. Entonces dice, que para el psicoanálisis las mociones de pensamiento mas
extravagantes y alejadas del pensar común, tienen sus raíces en emociones universales y conocidas de
la vida anímica. Entonces al psicoanálisis le interesa buscar los motivos y los caminos por los que se
llevaron a cavo estas transformaciones. Lo va a hacer teniendo en cuenta por un lado, la historia del
sujeto; y por otro lado, atendiendo a las interpretaciones delirantes, buscando el material para la
interpretación, que ya vamos a ver como lo hace en el apartado de los intentos de interpretación.
Nos dice además que, de acuerdo a los informes de la psiquiatría, la mudanza en mujer que
experimenta Schreber, sería un medio para un fin, porque lo pulsionante en este caso es el sentido de
redención, y en tal caso la mudanza en mujer es el medio para alcanzar el delirio de redención, que
sería primario. Schreber, por supuesto afirma lo contrario, y él dice, que lo primario es la fantasía
femenina, y que esta fantasía femenina o mudanza en mujer se desarrolla a lo largo de toda la
evolución de la paranoia de diferentes maneras en relación al sujeto.
Es decir está en sus inicios, porque debemos recortar el momento de su desencadenamiento,
podemos decir, en principio como un síntoma desarticulado del proceso, porque es nada mas que el
sentimiento que el sujeto experimenta: lo hermoso que sería ser una mujer experimentando el coito,
pero sin anudarlo a otro significante, sin ninguna otra elaboración simbólica que la acompañe, entonces
por eso como un síntoma desarticulado del proceso. Pero cuando la psicosis se desencadena de forma
mas aguda, esta mudanza en mujer, es experimentada como un daño grave de abuso y persecución, en
términos de que el propio Schreber relata que lo querían dejar tirado en el camino, y acusaba
permanentemente a Flesching de todos los vejámenes que el sufría. Es decir, Flesching, en la primera
parte del delirio es el objeto persecutorio.
Por otro lado, entonces, también es cierto que la mudanza en mujer luego de presentarse en
estos términos de abuso y persecución va sucediendo una transformación sobre todo cuando se
produce el desplazamiento de Flesching a Dios dando lugar al pasaje del delirio de persecución al delirio
de redención. Solamente la elaboración del delirio de redención, se apaciguan los fenómenos intrusivos
y se acepta de redención; es decir se conciente. Dando lugar entonces a la reconciliación con su
perseguidor, si bien en principio Schreber piensa que la omnipotencia de Dios está de su lado, luego se
ve obligado a reconocer que el también forma parte de un complot, entonces la aceptación de la fantasía
femenina y el delirio de redención, le permiten la aceptación de la mudanza en mujer y la reconciliación
con Dios.

125
Después Schreber queda al servicio de Dios, porque como dice él “Dios me exige que ... como
una mujer(¿?), y el orden del universo así también me lo pide”, con esto esta queriendo decir que esta
transformación es conforme al orden del universo.
Por lo tanto la fantasía está al principio, está en la parte media del delirio y también al final.
Por otro lado es también importante destacar, la diferencia en relación al sujeto, a como
experimenta el sujeto, de lo que seria un delirio de persecución de un delirio de redención. El primero no
logra efectos apaciguantes, el sujeto está permanentemente atendiendo a las interpretaciones, que hace
de su perseguidor y es el momento en donde todo le hace referencia, también si bien el perseguidor
inicial es Flesching, este a su vez, se divide en otros perseguidores, los médicos, los enfermeros
también, etc. El delirio persecución no es restitutivo, pero es cierto que se entrama con otros delirios. Es
muy común por ejemplo encontrar un primer desarrollo de un delirio de persecución que se entrame
luego con un delirio de grandeza y que aparezca la premisa deductiva (¿?) de que en realidad era un
perseguido porque el era una persona destinada por Dios para el descubrimiento de algo magnífico.
Esto vemos que pasa en el caso Schreber, este en el momento en el que escribe el libro el puede
responder a todos los ataques de Dios, entendiendo que él había sido el elegido de Dios, y que Dios lo
había puesto a prueba, por eso había pasado por todo tipo de sufrimientos.
Pasamos entonces a el análisis de la relación de Schreber con Dios. Hay dos cosas que a Freud
le llaman la atención. En principio la posición incrédula de Schreber antes de su la enfermedad,
Schreber no era religioso, no practicaba ninguna religión, tenemos que caracterizarlo más como un ateo,
no era practicante; y culmina su delirio con una devoción a Dios. Esto por un lado, por el otro la relación
ambigua y contradictoria que mantiene Schreber con Dios durante toda su enfermedad. Es importante,
por que lo que se proponía Freud, encontrar los caminos por los cuales se producían las
transformaciones delirantes, es decir, poder llegar a ver la incidencia complejos pulsionantes que están
en el inicio de una transformación del pensamiento; y que teniendo una relación ambigua y contradictoria
con Dios, ya nos esta dando la idea de que la incidencia del complejo paterno va a ser referente.
Entonces le interesa a Freud comprender el sistema que lo produjo. En primer lugar nos explica
la concepción que tiene Schreber del alma humana. Está representado por nervios que se desplazan
por todo el cuerpo; nos va a decir que los nervios del entendimiento representan la individualidad
espiritual del ser humano; el hombre es cuerpo y nervio, y Dios es puro nervio, y estos nervios tienen la
virtud de desplazarse por las cosas por él creadas. El poder (¿?) entre los nervios de los hombres y los
nervios de Dios se alcanza tras la muerte en un proceso de purificación realizado en lo que Schreber
llama vestíbulos del cielo y son las almas purificadas las que alcanzan la bienaventuranza, que él definía
como un sentimiento de voluptuosidad, unido a la noción de Dios.
Por otro lado, Dios le habla en un lenguaje fundamental. Algo así como un alemán arcaico, que
ya está en desuso; todo esto son alucinaciones que experimenta el sujeto y que luego escribe. Cuando
Schreber escribe no es lo mismo que la experiencia de la alucinación, ya él ha logrado de alguna
manera premisas explicativas en relación a su padecimiento, pero en el momento en que él lo
126
experimenta eso es alucinatorio, no es que Schreber lo pueda pensar. El tiene alucinaciones, alguien le
habla en una lengua arcaica, aparecen todos los neologismos.
Entonces, Dios le habla en un lenguaje fundamental, que solo se entiende después de la muerte
(¿?), pero que los elegidos, o sea el propio Schreber, tienen el hábito de comunicarse con él; y Dios le
habla a través de lo que Schreber llama, los rayos luminosos. Así por ejemplo Dios le expresa su fuerza
a partir de determinadas alucinaciones que tienen el carácter de la injuria. Ustedes saben que si
tomamos todo el abanico de las alucinaciones, no todas tienen el mismo estatuto, algunas se suceden
unas a otras por diferentes juegos homofónicos, y que no tienen ningún tipo de significación. Lo que
Lacan llama en el Seminario III....... Freud también ve este tipo de alucinaciones, pero la fuerza de Dios
es demostrada a través de la injuria, por ejemplo plumo o nulo o mulo(¿?no le entiendo), una palabra de
significación plena, que cae con efecto de una plomada, dice Lacan, y por más que sea injuriosa, porque
esa palabra significa algo así como puta, no deja de provocarle efectos de apaciguamiento, porque la
injuria, de alguna manera alude al ser del sujeto. Ser del sujeto que en el desencadenamiento se pierde,
el sujeto no tiene ningún punto de referencia identificatorio cuando la psicosis se desencadena.
Fíjense ustedes, antes era un hombre moralista y educado, con valores éticos y estéticos, y tras
el desencadenamiento, lo primero que aparece la experimentación de un daño grave de abuso y
persecución. Entonces la palabra alucinatoria, el significante alucinatorio, que es la injuria de alguna
manera nombra al ser del sujeto, y esto tiene efectos apaciguantes. Es interesante porque si alguna vez
tienen acceso al texto de Schreber, el mismo lo describe.
Como les decía anteriormente, tuvo que convencerse Schreber, de que Dios estaba en su contra
al principio, porque también aparecía como un objeto persecutorio, es decir que, Dios le hacía
experimentar las mas terribles pruebas, es por eso que después tiene ese pensamiento, de que Dios lo
estaba, en realidad, poniendo a prueba. De alguna manera Schreber lo disculpa y dice que Dios no
conoce bien a los seres vivos, porque una vez que Dios llega al mundo, se retiran los vestíbulos del cielo
y no tiene contacto con los hombres, solamente con los difuntos. Esto hace que Dios lo confunda al
principio y tenga que someterlo a todos estos suplicios de los cuales Schreber sale triunfador, en vez de
humano, por que tiene de su parte el orden del universo.
Unas de esas pruebas a la que lo sometió Dios es esa compulsión de pensar. No podía dejar de
pensar, porque si dejaba de hacerlo Dios lo tomaría por idiota y le retiraría los rayos divinos; o sea que
esta compulsión permanente de pensar para no ser tomado como idiota, es preferible a la ausencia de
comunicación, porque si Dios le dejaba de hablar, ahí está directamente la muerte subjetiva. Lo mas
temido por Schreber era, justamente, el retiro de los rayos.
Bueno, lo que observa Freud, como les dije, es que en la relación de Schreber con Dios, crítica y
sublevación están presentes. Él de alguna forma lo justifica, y dice que solo al él le cabe el permiso de
burlarse de Dios.
Recordemos que también Dios está dividido, en los vestíbulos del cielo por oposición a estos
están los ¿restos?, detrás hay un Dios inferior animal y un Dios inferior común¿?. Lo cierto es que
127
ambos se comportan de diferente manera y en forma contradictoria con el propio Schreber, uno le dice
una cosa y el otro le dice otra. Vean ustedes el padecimiento de este sujeto a costa del otro.
Por supuesto como les dije antes los rasgos de (reacción y revuelta ¿?) lo van a ir orientando a
Freud hacia la incidencia del complejo paterno.
Por otro lado, y último punto que toma en consideración en el historial, es el análisis de la
bienaventuranza, como les dije, entendida como la vida en el mas allá, a la que se va el alma tras la
purgación después de su muerte, un estado de goce unido a la visión de Dios. Schreber distingue una
bienaventuranza femenina y una bienaventuranza masculina. En cuanto a la primera un sentimiento de
voluptuosidad, más intensa, mas gozosa, de lo que el llama la bienaventuranza masculina. Ahora bien la
voluptuosidad que experimenta Schreber en vida, es entendida por él como una bienaventuranza
concedida por Dios anticipadamente, como un obsequio por haber pasado por las pruebas que él lo
sometió. Porque Dios, cuando experimenta el pasaje del delirio de persecución al delirio de redención, le
demanda a Schreber el cultivo de la voluptuosidad, y sólo ésta puede ser experimentada si él,
experimenta como mujer, se siente mujer.
Pero el estudio de la bienaventuranza se le permite también a Freud someter a examen los
problemas del neologismo y sobre todo del goce sexual de Schreber, y eso le permite afirmar entonces,
que toda enfermedad nerviosa y psíquica tiene sus raíces en la vida sexual; y que en este caso la
paranoia no contradice a su teoría.
Para Freud se trata de un sentimiento femenino, una sexualidad femenina, en tanto él se siente
mujer de Dios, es así que ofrece su propio cuerpo a la ciencia para que comprueben su experiencia. El
goce en el cultivo de la voluptuosidad, Schreber acostumbraba a ayudar con algunos indicios femeninos,
como algún collar o un par de aros, observaba su imagen frente al espejo, para ver si fingiéndose mujer
alcanzaba la voluptuosidad. Y él decía que quien el pasara los dedos por su torso, los cordones de los
nervios adquirían la forma femenina. De alguna Lacan nos dice que cuando lo simbólico se estabiliza,
cuando lo simbólico sale, lo imaginario también quiere sostenerlo, porque Schreber, más allá de mirarse
en el espejo, necesitaba también algún signo femenino como un aro o un collar.
Entonces en este sentido, la fantasía en duermevela, revela para Freud, que la mudanza en
mujer es la realización de un contenido onírico, la fantasía en duermevela como el momento del
desencadenamiento.
En un principio, entonces, la posición del sujeto es una limitación frente a ella, defensa, y mas
tarde reconciliación al correlacionarse con fines superiores y con Dios. Dice Schreber “...desde entonces
y bajo esta bandera, con plena conciencia cultivo la femeneidad. Dios pide un goce continuo, es mi
función ofrecérselo y toda vez que algo del goce sexual cae sobre mi, tengo el derecho de tomarlo como
compensación por el exceso de padecimientos y privaciones que desde hace años me han sido
impuestos”.
Por lo tanto las dos piezas principales del delirio, la mudanza en mujer y el vínculo de Schreber
con Dios, se enlazan en el sistema delirante mediante una actitud femenina frente a Dios.
128
Hasta aquí tendríamos entonces los principales puntos que Freud toma en consideración en
relación al historial clínico. Como les dije recién, el segundo apartado son los “Intentos de
interpretación”. Freud entonces, busca los complejos y las fuerzas pulsionales que inciden en la
construcción delirante. Y como les dije presta atención a las exteriorizaciones delirantes del propio
enfermo y toma en cuenta la ocasión en que se produce la enfermedad, o sea la ocasión en que se
contrajo la enfermedad. Es decir, la coyuntura del desencadenamiento.
En relación a lo que Schreber llama los pájaros parlantes, obviamente estas también son
alucinaciones, dice que son criaturas cargadas de veneno cadavérico para someterlo a un padecimiento.
Dice que estos pájaros son criaturas idiotas que repiten frases sin ningún sentido pero que tiene aptitud
para la homofonía, por eso da lo mismo que digan Santiago o cartago, etc; a esto voy con que esta
forma alucinatoria de ninguna manera tiene el peso que tiene la injuria, porque es un estribillo
significante.
Bueno, ante este testimonio de Schreber, en cuanto a los pájaros parlantes, Freud interpreta que
en realidad que Schreber esta hablando de las jóvenes libidinosas de las que suele decirse comúnmente
cabecitas de pájaros, seductoras, y lo confirma sobre todo cuando él dice que a muchos de esos pájaros
les ha puesto nombres femeninos. Freud se va apoyar sobre todo en las citas que hace Schreber en su
texto a pie de página, para hacer las interpretaciones. Entonces teniendo en cuenta el valor de las citas
para Freud y volviendo a poner por cierto esa impugnación, método que le permite a él avanzar en sus
interpretaciones a partir del texto.
Claro está que por otro lado, dice Freud, tiene que agradecer el tipo de sujeto que es Schreber,
porque, si bien la paranoia tiene cuestiones estructurales, no todos los paranoicos son iguales. Schreber
si no hubiese tenido la cultura que tenía, y no hubiese sido tan inteligente, su testimonio no su hubiese
podido utilizar en la forma en la que Freud lo utiliza.
Tomando en consideración entonces el momento del desencadenamiento de la enfermedad,
Freud nos dice, que va a partir de la relación Schreber con el médico Flechsig, considerando que al
principio, el delirio lleva la marca de la persecución, y que esto se transforma cuando se alcanza la
reconciliación con Dios. Pero al principio el autor de todas estas persecuciones nos nadie mas que
Flechsig. Entonces Freud se pregunta, ¿qué fechorías debió cometer el médico?, ¿por qué motivo?,
intenta encontrar esto a lo largo del texto, pero justamente, cuando Schreber va a intentar explicarlas
causas de su relación con Flechsig ese tramo está censurado. Porque en este tiempo, en el que
Schreber publica su texto, la censura parece se que intervenía bastante, y por considerar poco moral
algunas declaraciones fueron censuradas.
De todas maneras, hay una declaración presente en Schreber, que es la de almicida, con esto
Freud piensa, que lo que en realidad quería Flechsig, según Schreber, era el asesinato de su alma. En
un apartado también decía, que los Flechsig y los Schreber fueron enemigos hace muchísimos años,
hubo siempre una cuestión de rivalidad y de desencuentros, entre esas dos familias.
129
Con respecto a que Dios hubiese intervenido en un principio en contra de Schreber, este último
dice que de alguna manera Flechsig se las había ingeniado para llegar al cielo y convencer a Dios que
actúe en su contra. Es por eso que en principio Dios es su perseguidor.
Dice Schreber, que este médico tenía influjo también sobre él y que recibía información de cosas
supersensibles. Pero lo interesante de esto, y es el porque le interesa a Freud su relación con Dios, es
porque encuentra que en muchos casos de paranoia, sobretodo en las paranoias que comienzan con un
delirio de persecución, la relación entre el sujeto y el perseguidor, se resuelve de una manera sencilla:
porque en realidad el perseguidor, ese objeto odiado y temido, de cuyas manos dependen todos los
hilos del complot, es alguien que antaño cobró importancia significativa en la vida anímica del sujeto. Es
decir que, el objeto perseguidor, antes fue amando y querido.
Vamos a ver por qué este objeto amado y venerado se transforma en objeto perseguidor. Lo que
va a decir Freud es que la persecución sirve al sujeto para justificar la mudanza del sentimiento que reza
en el interior, o sea en el inconsciente. Entonces va a analizar los vínculos de Schreber con Flechsig,
vuelve a la transferencia que Schreber tenía con Flechsig, al amor que también le tenía su mujer. Y nos
dice que entre el momento en que le sale el cargo y la asunción del mismo, Schreber había vuelto a
soñar que se enfermaba. Entonces este sueño le refrescó la memoria sobre el médico e inmediatamente
surge una corriente amorosa en torno a él, y es aquí donde nos va a decir que en las graves psicosis, la
fantasía femenina se va ir imponiendo, revelando de manera desfigurada que lo que el enfermo tenía era
un abuso (¿?) sexual del médico
Entonces un avance de la libido homosexual, fue el ocacionamiento de la enfermedad. Y la
revuelta contra esa moción libidinosa, es lo que genera los fenómenos patológicos. El delirio de
persecución, sería la revuelta contra esta corriente homosexual.
Dice Schreber “... luego que se hubiera reconocido mi enfermedad nerviosa como incurable, se
me entregaría a un hombre, de tal suerte que le darían mi alma y en cuanto al cuerpo, mudarlo en
cuerpo de mujer, sería entregado así al hombre en cuestión, para que cometiera abuso sexual.” O sea
que la postura femenina frente a Dios, borra el papel que se tenía frente al médico.
Lo que Freud se va a preguntar es por qué hay un avance de una libido homosexual, cuando ese
médico se había casado, era un hombre ya adulto, era un hombre que tenía cincuenta y pico de años,
es decir que ya había jugado la elección, y acá no olviden ustedes que, el caso Schreber, está ubicado
en el segundo esquema causal, por lo tanto Freud, tiene que dar cuenta de una frustración que de
alguna manera exige el retorno.
Toma en cuenta la edad Schreber, que coincidiría más o menos con el climaterio, con el
alejamiento de su esposa, porque había estado enferma, con ausencia de la misma, entonces ahí hay
una frustración libidinal que podría dar cuenta de una regresión para luego el retorno expresarse en
forma de libido homosexual. Vamos a ver después donde está el punto de fijación.
Por supuesto que ustedes se deben acordar de la concepción de la homosexualidad de Freud, es
decir que las dos corrientes concluyen juntos en algún momento de la vida, como puede ser la
130
adolescencia, pero luego una prima sobre la otra, lo cual no quiere decir que las pulsiones
homosexuales desaparezcan, parte de ellas quedan reprimidas y las otras se subliman como en
rendimiento de la facultad, camaradería, filantropía. De alguna manera la paranoia va a venir a
demostrar como se deshacen también estas inclinaciones.
La fantasía tierna hacia Flechsig, la corriente homosexual hacia el médico, en realidad es un
sustituto de un subrogado de alguien mucho más próximo al enfermo, porque en realidad el médico le ha
hecho recordar a Schreber a su hermano o a su padre. Por lo tanto se entiende la añoranza que tiene
ante la persona sustitutiva que es Flechsig. Freud, tiene pocos datos de la vida de Schreber, en este
momento no sabe si su hermano está vivo, supone que su padre ya está muerto. En realidad después le
llega la noticia de que en el momento del desencadenamiento de la psicosis se habían muerto.
Entonces más allá del delirio de persecución, lo particular del mismo, lo que llama
poderosamente la atención, es los caminos que sigue esta mudanza en mujer, Freud reconoce que acá
hay algo particular del sujeto, algo que le compete al propio Schreber. Porque singulariza el caso, esta
mudanza que sufrió en el punto del desarrollo del delirio, está experimentada como un daño grave de
abuso y persecución a consentir la alucinación.
Volviendo a esta combinación de delirios de persecución y de redención, el primer cambio en
relación al delirio lo encontramos en la sustitución de Flechsig por Dios, si bien al principio es
insoportable es lo que prepara el camino para el segundo cambio y para la producción del conflicto.
Nos dice Freud, “...tiene posible avenirse al papel de la mujerzuela frente al médico, la tarea de
ofrecer al propio Dios la voluptuosidad que busca no tropieza con igual resistencia del yo. Así la
emasculación deja de ser insultante, deviene acorde al orden del universo y un fin sagrado.” Es decir
que el pasaje de la sustitución de Flechsig a Dios, es lo que le permite la aceptación de la emasculación,
que esto no resulte insultante, porque ser la mujerzuela del médico es algo intolerable para el yo, no así
ser la mujer de Dios. Sólo así esto puede ser aceptado, porque entonces dice Freud, ha sido resarcido
por la manía de grandeza y entonces la fantasía de deseo femenino es aceptada.
Ahora lo que se pregunta Freud es por qué caminos y por qué medios se lleva a cabo el
desplazamiento de Flechsig hacia Dios, y de dónde extrae Schreber el material para el delirio de
grandeza que con tanto afán y realidad lo reconcilia con su perseguidor.
En ese sentido las memorias le indican que Flechsig y Dios se conocen como dijimos en una
misma serie, y dice que “...así como la histeria condensa, la paranoia fragmenta, y de suerte con
sensaciones e ¿identificaciones? (no entendí la palabra que sigue) emprendidas en las fantasías
inconscientes. Por lo tanto la fragmentación del perseguidor Flechsig y Dios debe concebirse como una
reacción paranoide frente a una identificación preexistente.” Es decir, esta identificación preexistente es
a la del padre o a la del hermano.
Ahora bien si consideramos las características del padre de Schreber, vemos que de alguna
manera es un personaje apto para ser comparado con Dios. El padre de Schreber fue un conocido
educador, un médico de Alemania, que generó un sistema muscular para los alumnos, de gimnasio
131
colectiva sumamente exigente. Era un hombre muy estricto y severo y a la vez amado. De alguna
manera nos podemos anticipar, de que la condición del padre es la de transmitir la ley para la
constitución de un sujeto, ley que bien la encarna pero que no la puede transmitir. En ese sentido el
padre de Schreber encarna la ley, obviamente que no lo estoy diciendo según Freud, pero el hecho de
que Freud haya reconducido el delirio, las manifestaciones delirantes a la incidencia que tuvo el
complejo paterno en el caso y a ser posible la comparación del padre de Schreber con Dios, más allá
que todavía el no toma en cuenta esta función simbólica del padre como si Lacan, pero está muy cerca
de eso.
Entonces, la lucha entre el enfermo y Dios, traduce al conflicto infantil con el padre amado.
Porque este último, en el conflicto infantil, tiene el papel de ser el perturbador del goce autoerótico.
Pero en el desenlace del delirio la fantasía sexual, cobra un triunfa tras otro va a decir Freud,
porque la voluptuosidad misma termina siendo aceptada por Dios es decir por el padre. Si en la infancia
tenía el estatuto de perturbador del goce autoerótico, el delirio, la elaboración delirante, permite el triunfo
de esta fantasía sexual infantil. Dios mismo, el padre, no deja de exigírsela. Por otro lado dice Freud que
la mas tremenda amenaza del padre, la castración, ha prestado material para la fantasía de deseo de
mudanza en mujer. Combatida primero y aceptada después.
Y la idea que tenía Schreber de que si dejaba de pensar, Dios lo tomaría por idiota, le quitaría los
rayos, es la reacción ante la amenaza, dice Freud, o temor de perder el entendimiento hasta ahora del
organismo.

Pasamos entonces al apartado tres que es “Acerca del mecanismo paranoico”. Acá ya no va a
interpretar los síntomas en función a la incidencia de los complejos sino que va a tratar de encontrar un
mecanismo particular que permita una distinción estructural o al modo particular de la represión, el modo
particular en que ésta se manifiesta en este caso.
En este caso, Freud nos va a decir que todos los paranoicos que él ha indagado, el conflicto
reside en una defensa contra el deseo homosexual, y también y todos los paranoicos fracasan en
dominarla, porque esta está reforzada en el inconsciente, dice que si bien la etiología sexual en la
paranoia no es para nada evidente, por eso le costaba a Freud encontrar un ejemplo paradigmático para
poder incluir la paranoia dentro de la teoría de la libido, porque justamente rechazan de manera
llamativa modificaciones al los reglamentos sociales, sobre todos nos va a decir en el varón. Pero tras la
interpretación del delirio, estos componentes se anudan a sentimientos homosexuales.
Entonces Freud intentará encontrar ese punto de fijación a partir de una frustración externa que
ya habíamos mencionado, formada por el climaterio, este también en otro momento del texto de Freud,
toma en cuenta el hecho de que la frustración de Schreber por no haber podido tener hijos, tener cierto
linaje, como él llamaba a su descendencia. El mismo dice que después de la primera enfermedad vivió
ocho años muy felices con su mujer pero frustrados por no haber podido tener hijos.

132
Bien, respecto al punto de fijación entonces, se va a dirigir hacia un estadio del desarrollo de la
libido que estaría entre el autoerotismo y la elección de objeto, estadio que como saben lo denomina
narcisismo, y es el momento en el que el sujeto se toma a si mismo cómo lugar y umbral de las
pulsiones, es decir, las pulsiones en su cuerpo propio, antes de pasar a la elección de objeto. Por
supuesto dice que algunas personas en el desarrollo libidinal se demoran mucho mas tiempo en este
estadio, por lo tanto es ahí donde se produce la fijación, y que de alguna manera también implica la
homosexualidad, pero no todo sujeto que ha tenido una fijación al narcisismo va a tener una elección
homosexual. Puede llegar a la elección heterosexual, estando aún inconscientemente los rasgos
homosexuales, puede ser el objeto homosexual, y puede suceder también que ante una marea de
libido a causa de una frustración, por el camino de la fantasía, la libido regrese a esos puntos de fijación
y retorne a través de este sentimiento homosexual.
También paralelamente, como les dije, no solamente toda la libido homosexual se reprime, sino
que también se sublima. Muchas de estas cuestiones que se rechazan en la paranoia tienen fines
mucho mas altruistas.
Entonces el punto de la paranoia para Freud debe buscarse en el recorrido que va entre
autoerotismo, narcisismo y homosexualidad. Nos va a decir que si el núcleo del conflicto de la paranoia
en el varón es ese sentimiento homosexual, es decir, amar a un varón, hay que indagar en todos los
casos para ver si se cumple esa premisa. En realidad, en relación a varios casos de paranoia, encuentra
que las principales formas de paranoia pueden figurarse como contradicciones de una sola frase. Esta
frase sería: “yo un varón, amo a un varón”.
Esta frase que es todavía inconsciente, la contradice el delirio de persecución: “yo no lo amo, yo
lo odio”. Pero esta contradicción todavía es inconsciente, no puede venirle conciente hasta que no se
ponga en marca el mecanismo de la proyección. Porque la paranoia exige que la percepción interna, el
sentimiento de amar, sea sustituido por una percepción, de afuera. Así la frase sería, “yo no lo amo, yo
lo odio, porque él me persigue”.
Entonces tenemos dos frases, dos modificaciones que están en el inconsciente, la frase “yo un
varón, amo a un varón”se contradice con el delirio de persecución aún inconsciente, luego el mecanismo
de proyección y la frase aparece modificada, proyectada al exterior, es el otro quien lo odia,“yo no lo
amo, yo lo odio, porque él me persigue”.
Lo mismo sucede para la erotomanía y para el delirio de celos, en la primera diría: “yo no lo amo,
pues yo la amo”, en el primer momento, después “yo la amo, porque ella me ama”, es decir que la
percepción de ser amado le viene desde el exterior. Y en el delirio de celos: “yo no lo amo al varón, es
ella quien lo ama” y sospecha de la mujer en relación a todo el show que se esta pensado armar.
En este sentido diríamos que el delirio de celos contradice al sujeto, que lo toma al objeto, y el
delirio de persecución al verbo.

133
También en Freud vemos el análisis del delirio de grandeza, que es común a casi todas las
paranoias, se resuelve de esta manera: “yo no amo a nadie, porque yo me amo a mi mismo”. Tiene que
ver con este momento de regresión hacia el narcisismo.
Entonces cuando Freud intenta dar cuenta del mecanismo de la paranoia, tiene que tomar en
consideración la proyección, pero la proyección no le va a resultar un mecanismo patognomónico. La
proyección no solo se presenta de distinta manera en cualquier tipo de psicosis, sino que es un
mecanismo que también está en la neurosis. Es un mecanismo que está en la vida normal. Por lo tanto
eso no puede ser lo exclusivo de la paranoia. Decide entonces indagar la forma de la represión, que
adquiere en la paranoia, porque le parece que se entrama en forma más particular por el desarrollo y la
disposición de la libido, y el mecanismo de la formación del síntoma.
En este caso, toma en cuenta, y considerando la represión, e intentando que este caso le sirva
para idear otra forma de manifestarse la represión, no siempre en la neurosis. Toma los tres momentos
de la represión, todavía no ha conceptualizado la represión primordial pero dice que es a partir de la
fijación donde se producen dos núcleos psíquicos separados, uno conciente y otro inconsciente. En un
segundo momento, la represión propiamente dicha, como un esfuerzo de dar caza, el aspecto dinámico
del inconsciente de lo reprimido y todo aquello que se conecte con lo reprimido; y en un tercer momento
el retorno, esto sería a través de la formación del síntoma.
Teniendo en cuenta estos momentos de la represión, Freud va a tomar en cuenta un momento
del desarrollo del delirio en Schreber, en la parte media del delirio. Schreber comenta que en un
momento determinado empieza a experimentar unos sentimientos de angustia, de desesperación y tiene
que ver con que el mundo se va a “sepultar”, grandes catástrofes, grandes desgracias van a sobrevenir
en la tierra, que él mismo está muerto, y justamente estos fenómenos psíquicos coinciden con el periodo
de estupor catatónico, donde el sujeto pasaba meses postrado en una cama sin moverse. El mismo se
percibe como muerto, porque había leído noticias necrológicas de su muerte en el periódico, y que los
hombres no eran más que seres improvisados de apuro.
Luego que escribe estas memorias, que ha pasado por esta experiencia, en el momento que
estaba escribiendo dice, “seguramente estaba equivocado porque nada de esto sucedió”. Aquí Freud
toma en cuenta el momento de la represión propiamente dicha. ¿Qué características tiene en el caso
Schreber?. Es un momento en donde una represión enérgica ocasiona el desasimiento el libidinal del
mundo exterior. Es el momento en que la represión, que actúa en forma enérgica, hace que el mundo,
dice Freud, quita toda la libido de los objetos, de las personas, de este mundo antes investido y esa
libido regresa al yo. Es lo que nos va a dar después lugar, a lo que yo les decía, al el narcisismo, a las
neurosis transferenciales y neurosis narcisísticas.
Por supuesto que también hay desasimiento libidinal en la neurosis, pero el destino de la libido,
está en los objetos de la fantasía, no en el yo. En el caso de la paranoia, la libido regresa al yo.
Entonces, desde este punto de vista, el retorno de lo reprimido, esta experiencia prácticamente no tiene
efectos demasiado ruidosos. Lo ruidoso de la enfermedad es el retorno de lo reprimido, o sea el delirio
134
porque el delirio intenta nuevamente alojar la libido en el exterior, y lo hace construyendo un nuevo
mundo, donde el sujeto puede alojarse.
Vemos claramente entonces como el delirio para Freud es un intento de autocuración del sujeto,
o sea que el delirio en la paranoia es restitutivo. Cuestión que no lo considera para la esquizofrenia,
porque al final del libro el establece una diferencia, entre paranoia y esquizofrenia, y dice que la
regresión libidinal en la en la esquizofrenia en ves de ser al narcisismo, es hacia el autoerotismo. Por
ende el retorno de lo reprimido no va a ser a través del delirio, sino de forma alucinatoria. Pero es una
solución a medias porque no alcanza a ser restitutivo, no logra los efectos autocurativos que logra el
delirio en la paranoia. Por eso dice Freud, que tampoco podemos pensar que el retiro libidinal sea lo
patognomónico de la paranoia, porque también lo es en la neurosis. Pero lo que particulariza a la
paranoia, es que todo paranoico conlleva una regresión al narcisismo, por ende hay una fijación ¿no?.
Fijación y regresión al narcisismo. Este es el punto donde Freud intenta darle cierta autonomía a
la paranoia en términos de nosografía, de estructura clínica. Pero es cierto que no puede, más allá de
encontrar la forma de regresión que la caracteriza. Tampoco puede dejar de interpretar los síntomas de
las psicosis como los síntomas neuróticos. En todo caso el dice, cuando habla de cancelamiento
libidinal, es algo que Lacan va a retomar en el Seminario III.
Dice Freud, no es cierto que el sentimiento homosexual experimentado interiormente retorna
desde el exterior sino que lo cancelado, que son esos vínculos libidinales con la realidad retornan. Esto
le va a dar pie a Lacan para poder decir, que lo cancelado interiormente en la psicosis es la escisión de
un primer cuerpo significante necesario para el proceso de estrucutración (¿?) humana. Porque la
inscripción de este primer cuerpo significante o significante primordial debe ser transmitido por el padre.
Una última cosita, volviendo a los efectos de la represión, Freud dice que esto sucedió en la
mitad del delirio, sin embargo cuando la psicosis se desencadena habría un delirio de persecución, por
lo tanto la represión propiamente dicha a jugado de diferente manera. Que halla un delirio de
persecución quiere decir que más allá del carácter intrusivo de este delirio, la libido esta puesta en el
objeto, sea por el amor, sea por el odio. Entonces dice, que en realidad podemos pensar que en
principio hubo una represión parcial, que parte de esa libido volvió al yo, y otra parte quedo en el objeto,
esto es lo que le permite explicar entonces el delirio de persecución. Luego en la mitad del delirio, la
represión actúa de una manera mucho más enérgica y ahí si triunfa y el resultado es el desasimiento
libidinal total de la libido y su regresión al punto de fijación.

CLASE N°19

PSICOSIS EN LACAN (1ºparte): PRIMERAS REFERENCIAS, SEMINARIO 3 Y “DE UNA CUESTIÓN


PRELIMINAR...”
135
Profesor: Justo, Alberto.

En esta ultima parte del año vamos a abordar el problema de las psicosis, pero a partir de las
formalización que introduce Lacan. Ustedes ya han trabajado las psicosis en Freud y hoy vamos a
empezar, a ver qué novedad introduce Lacan desde el campo del psicoanálisis en el campo de la
psicosis.
Vamos a tener 3 clases para desarrollar la psicosis en Lacan; en estas tres clases, junto con la
profesora Municoy vamos a abordar los siguientes temas: inicialmente cómo aborda Lacan el problema
de la psicosis en el Seminario III; allí vamos a tratar de situar cuál es la formalización que Lacan hace a
partir de su conceptualización del Otro, cómo Lacan piensa en el Seminario III el estatuto del Otro y por
ende, la estructura del sujeto. No es lo mismo cómo define Lacan estas cuestiones en el Seminario III
que en un texto posterior específico de la psicosis: “De una cuestion preliminar a todo tratamiento
posible de la psicosis”. Nos vamos a centrar en esos dos textos, y si tenemos tiempo vamos a abordar
desarrollos que Lacan hace a partir de los años 60 y sobre todo en los años 70, donde vuelve a retomar
el tema de la psicosis.
Podemos empezar por una pregunta, en términos de si hay algo nuevo que introduzca Lacan en
el campo de la psicosis con respecto a Freud; yo tomaba esa pregunta para poder introducir cierta
referencia que ustedes ya conocen (teniendo en cuenta que ustedes ya vieron psicosis en Freud) ¿Qué
es lo que mantiene, qué es lo que cambia y qué es lo novedoso que aporta Lacan en la clínica de la
psicosis?
Hay algunos antecedentes que creo que es importante que ustedes tengan en cuenta: como
ustedes saben, Lacan, al igual que Freud, viene de otra disciplina: Lacan viene del campo de la
psiquiatría, se formó con todos los clásicos (por ejemplo, Clerambault; H. Ey era otro autor
contemporáneo a Lacan; hicieron la residencia de psiquiatría juntos y discutieron en un montón de cosas
hacia el final de su enseñanza)
Lacan tiene dos textos que es importante que tengan en cuenta y que son previos a su filiación
en el psicoanálisis; el primero de ellos es el caso Aimee, que es la tesis con la que obtiene su título de
doctor en psiquiatría, donde toma un caso clínico en el que (a diferencia de Freud, que nunca vio a
Schreber, sino que trabajó con sus textos) trabaja con la paciente, o sea que se sustenta en el campo
clínico. La hipótesis es la psicosis de autopunicion: establece un nuevo cuadro clínico; es un tipo de
psicosis donde el sujeto, en su elaboración delirante llegaría a un autocastigo; subrayo esta palabra de
“autocastigo” porque es un antecedente de lo que Lacan va a llamar “autotratamiento”. En este texto,
que les recomiendo que lo lean porque hace todo un recorrido sobre la historia de la psiquiatría, sobre
todo en el campo de la paranoia y es un texto que tiene mucha actualidad, porque aborda toda la parte
ligada a la perspectiva criminal: es una psicosis que llega a un pasaje al acto; es la época en la que
Lacan introduce toda una serie de conceptos como el de “fenómeno elemental”, que es uno de los
136
conceptos que vamos a tratar en el seminario. También introduce el análisis del concepto de “delirio”,
que es otro de los temas que vamos a tratar. Pero ya en ese texto podemos encontrar una referencia a
Freud, sobre todo en la perspectiva no deficitaria de la psicosis, sino que introduce la dimensión del
sujeto, y eso es otra de las cosas que le reconoce Lacan a Freud: de toda la elaboración que hace Freud
del caso Schreber, Lacan en el año ‘66 señala que lo más importante de lo que introduce Freud en su
análisis de la psicosis es pensarla no a partir del déficit, sino a partir de un sujeto que puede responder.
Esa respuesta en el caso Aimee la podemos plantear desde el punto de vista de la autopunición, es un
sujeto que elabora un delirio donde plantea un autocastigo; en el caso de Aimee tiene una estrecha
relación con la dimensión del sujeto de la responsabilidad, que es una de las dimensiones que nosotros
privilegiamos en el campo de la psicosis: cuando decimos “desde la perspectiva no deficitaria”, estamos
planteando justamente que no es un sujeto en déficit, sino que es un sujeto que se puede hacer
responsable; esa es la gran novedad que introduce el psicoanálisis en el campo de la psicosis. En ese
sentido vamos a tratar de ir analizando las distintas hipótesis que va desarrollando sobre todo en los
años ‘50 acerca de cómo poder reconocer esa perspectiva de responsabilidad en el sujeto psicótico, que
no es algo que se pueda plantear como evidente: se puede partir de una suposición del sujeto, pero lo
que se intenta en el tratamiento de la psicosis es poder producir ese sujeto, que parte de un supuesto, a
poder llevarlo a la práctica. Para eso es necesario llevar a cabo una serie de maniobras que Lacan va a
plantear fundamentalmente en “De una cuestión preliminar...”.
El otro texto previo al Seminario III es el de “La familia”, que es de fuerte perspectiva social; aquí
piensa la psicosis a partir de su inserción en la institución familiar, a partir de una serie de
perturbaciones que se dan en el contexto familiar. Ahí tienen una primera formalización de la psicosis.
Estos son los antecedentes de lo que después va a estar en el campo del psicoanálisis: estos
dos textos son escritos cuando Lacan todavía está en el campo psiquiátrico.
El Seminario III es un seminario que tiene una serie de dificultades desde el punto de vista
metodológico, que no es homogéneo en su desarrollo. Lo podríamos definir como un seminario que
tiene una riqueza fundamentalmente clínica, pero no tanto desde el punto de vista teórico, porque en
este sentido tiene una serie de contradicciones, y esas contradicciones responden a que todavía no
tiene definida la estructura del Otro. Sin embargo introduce la hipótesis más fuerte que va a plantear con
respecto a la psicosis, que es la de la forclusión.
En este punto Lacan retoma algo que Freud había dejado pendiente. Como ustedes han visto,
Freud va a poder llevar la psicosis a su campo a partir de la doble causalidad; o sea que Freud lo que va
a hacer es aplicar las nociones que había encontrado para la neurosis, y esas herramientas trata de
aplicarlas a la psicosis; por eso ustedes se van a encontrar por ejemplo que Freud habla de represión en
el caso Schreber, pero se encarga de aclarar que es una represión especial, no es la misma que
funciona en el campo de la neurosis; o sea que ya Freud puede pescar que hay un mecanismo, pero
que no es estrictamente similar a la que funciona en la neurosis. Pero la hipótesis más fuerte que puede
verificar Freud en el análisis que hace del delirio de Schreber, es poder situar algo que es fundamental al
137
campo del psicoanálisis, que es la etiología sexual. Freud logra llevar el problema de la psicosis al
psicoanálisis a partir de situar una causa en el mismo registro que la neurosis: el de la sexualidad. Eso
Freud lo formula con el avance de la libido homosexual; por lo tanto habría cierta continuidad entre lo
que sucede en el campo de la neurosis y el de la psicosis. El problema surge cuando tiene que pensar
un mecanismo específico para la formación de síntomas: Freud no lo encuentra. Intenta de varias
maneras: con el modelo de la proyección, pero se da cuenta de que no es especifico; intenta con el
modelo del complejo paterno (como una forma de inyectarle el Edipo al caso Schreber) pero tampoco
encuentra allí mucha consistencia. Lo mas consistente que logra Freud es cuando introduce la distinción
de los distintos tipos de delirio que se pueden dar en la psicosis a partir de un criterio gramatical, que es
cuando establece cómo funciona la negación en una frase que da cuenta del avance de la libido
homosexual, que es “Yo, un hombre, amo a otro hombre”. Entonces, con la negación va produciendo
distintas transformaciones de esa frase, de la cual Freud desprende los distintos tipos de delirio. El otro
punto logrado es la teoría del narcisismo: Freud da una especificidad a la paranoia y a la esquizofrenia;
siguiendo el modelo de la neurosis en cuál es el punto de fijación y cuál es el punto de retorno a esta
fijación, porque justamente ahí plantea la teoría del narcisismo como previo a la elección de objeto
(recuerden que estamos en el mismo registro del avance de la libido homosexual) El problema que
plantea Freud para la psicosis es a qué instancia regresa la libido: si “yo, un hombre, elijo a un hombre”
quiere decir que ya hay elección de objeto; eso le da la especificidad a la paranoia. En cambio, en la
esquizofrenia se regresaría a una etapa anterior, que es el autoerotismo; ahí Freud establece una clínica
diferencial.
Lacan va a retomar esto, todo lo que es la teoría libidinal de Freud, pero la va a vaciar de
significación, la va a abordar a partir de categorías que introduce el lenguaje; fundamentalmente va a
tomar dos referencias: la primera es la teoría del significante de Sausssure y la segunda es el esquema
de la comunicación, del cual se va a valer para poder dar cuenta de la estructura de los fenómenos de la
psicosis, o sea, cómo están hechos los fenómenos, o mejor dicho, cómo se hacen los síntomas de la
psicosis. Ustedes han visto cómo se hacen los síntomas en el campo de la neurosis, que es lo que
ustedes van a reconocer cuando se les pregunta cuál es la estructura del síntoma; por ejemplo, la
estructura del síntoma histérico responde al mecanismo de la represión, y en particular de la conversión;
la particularidad que tiene es que toma una parte del cuerpo que deja de serlo para funcionar como una
representación; entonces la importancia que tiene esa parte del cuerpo con la cual se arma es síntoma
histérico es que funciona como un significante. En el campo de la psicosis Lacan intenta encontrar cuál
es el mecanismo específico de la formación del síntoma en la psicosis, y ahí es donde va a plantear la
hipótesis de la forclusión (vamos a ver que hay distintas formalizaciones del Otro y por lo tanto cambia
cómo Lacan formaliza la forclusión)
En los primeros capítulos Lacan parte de este axioma, donde la relación del sujeto se plantea en
lo que él llama la relación intersubjetiva, o sea la relación de un sujeto con otro sujeto, ese es el punto de
partida:
138
S S
(Soy a partir de cómo me reconoce el Otro)

O sea que el sujeto tendría del otro lado un sujeto igual; esto desde el punto de vista de lo
simbólico (y este es un punto que quiero volver a tratar una y otra vez porque quiero que entiendan
cuáles son las herramientas que utiliza Lacan; esta es una de las herramientas: el modelo de la
comunicación y el modelo de la intersubjetividad; son dos modelos fundamentalmente para poder
explicar los fenómenos que se presentan en el registro de lo simbólico) Pero Lacan también reconoce en
el campo de la psicosis que no responden al registro de lo simbólico, sino que se sitúan en el registro de
lo imaginario.
Fíjense que acá Lacan empieza a utilizar este instrumento que son los registros, que le permiten
establecer una clasificación: hay fenómenos que se producen en lo imaginario y que responden a una
lógica especifica que determina la legalidad que se da en este registro y que es la legalidad que se
plantea a partir del estadio del espejo: ¿cómo darse cuenta si un fenómeno aparece en el registro de lo
imaginario? Cuando aparecen dos referencias: el estatuto del yo y el estatuto del cuerpo. La
característica que tienen estos fenómenos es la continuidad; por eso van a ver en el Seminario III,
cuando Lacan aborda los fenómenos de satisfacción, de goce, los ubica del lado de lo imaginario, donde
hay continuidad. También en este registro Lacan va a situar los fenómenos de sentido (el sentido para
ser definido como tal, necesita la continuidad. Un ejemplo claro en la neurosis: el síntoma histérico es
fundamentalmente simbólico porque está hecho no con la unidad del cuerpo, sino con una parte del
cuerpo. Y cuando empezamos a hablar de “parte”, de “fragmento”, ahí tenemos una pista para
orientarnos de que estamos en el registro de lo simbólico, porque es fundamentalmente discontinuo;
esto permite establecer una oposición: la continuidad del lado de lo imaginario y la discontinuidad del
lado de lo simbólico; por ejemplo, piensen en la estructura del yo, que es fundamentalmente una
continuidad y por eso nos podemos reconocer; el yo se perturba justamente cuando aparecen
discontinuidades, como cuando aparece un fallido, un síntoma o un sueño (fíjense que acabo de
enumerar las formaciones del inconciente, que son fundamentalmente discontinuidades). Lacan va a
tomar estas referencias para orientarse en los fenómenos de las psicosis, justamente diferenciando
fenómenos que son de lo simbólico y fenómenos que son de lo imaginario. En el Seminario III se va a
dedicar fundamentalmente a los fenómenos de lo simbólico, por eso va a hablar de los fenómenos
elementales. ¿Cómo conceptualiza Lacan el mecanismo específico que forma los síntomas de la
psicosis en los primeros capítulos del Seminario III? El modelo de la comunicación que va a plantear
aquí es que todo sujeto recibe su propio mensaje en el sentido invertido.

S A

139
Los conceptos que van a predominar en esta época son: la dialéctica de Hegel, de donde toma la
relación intersubjetiva, donde el aspecto más importante es el deseo de reconocimiento, o sea que “yo
soy a partir de cómo me reconoce el O?tro”; así es como Lacan va a pensar la estructura del sujeto en
este momento: el sujeto es a partir del reconocimiento del O?tro; a eso llama Lacan “relación
intersubjetiva”. El ejemplo más claro que les puedo dar es “Yo soy profesor en la medida en que ustedes
como alumnos me reconocen como tal” y viceversa. En el mismo momento en que yo digo “Ustedes son
mis alumnos”, yo me defino como sujeto como profesor; esa es la relación dialéctica, es algo mutuo, que
va y viene: ambos lo necesitamos. Lacan va a tomar el modelo de “tu eres mi mujer” – “yo soy tu
hombre”, como la atribución que cae sobre el ser es a partir de la relación con el otro. Este es el primer
modelo que plantea.
¿Qué pasa cuando aparece una perturbación en este circuito del reconocimiento? Ahí Lacan va a tomar
las perturbaciones que se presentan a nivel del circuito de la comunicación. Entonces ahí Lacan
introduce un concepto que empieza a esbozar pero que es la clave para entender esto (lo va a terminar
de desarrollar en “De una cuestión preliminar...”): cuando la forclusión afecta la relación de comunicación
con el O?tro (el sujeto recibe su propio mensaje en el sentido invertido) hay algo que perturba esta
relación. ¿Qué es lo que perturba esta relación? Ahí es donde aparece la primera hipótesis de Lacan:
está forcluido el O?tro; el O?tro del reconocimiento, el O?tro que posibilita la dialéctica está forcluido, y
esa forclusión provoca toda una serie de fenómenos propios de ese mecanismo. Lo que aparece
perturbado es que el sujeto ya no recibe su propio mensaje en el sentido invertido, sino que lo que el
sujeto recibe el mensaje del Otro:

S A

Es lo que comúnmente vemos en las presentaciones cuando el Otro le empieza a hablar, pero no
en un circuito de comunicación, sino que el Otro habla sin que el sujeto esté implicado en esta
comunicación, hay una falla en este circuito: el Otro empieza a hablar. Entonces, en este modelo, Lacan
va a introducir lo que se llaman los fenómenos elementales, esos signos de estructura que dan cuenta
de esta perturbación en el circuito de la comunicación. El paradigma de estos fenómenos es la
alucinación verbal (yo los enuncio, pero después lo van a trabajar con la profesora Municoy)
Hay un concepto que se presenta como descriptivo, pero después va a ser un concepto teórico
(subrayo esta alternancia): el significante en lo real. Fíjense que aquí estamos introduciendo en tercer
registro que Lacan toma como referencia. Lo real en este momento se presenta recién cuando aparece
una perturbación en el circuito de la comunicación; o sea que en este momento, los fenómenos que
aparecen en lo real dependen de la interacción entre lo simbólico y lo imaginario: cuando algo se
perturba en esta interacción es que pueden aparecer estos fenómenos que llamamos “el significante en
lo real”. ¿Cuales son estos significantes en lo real? Recién les decía uno: las alucinaciones verbales.
Los otros fenómenos que aparecen en este momento privilegiados son los que se llaman “trastornos del
140
lenguaje”, a los cuales Lacan les va a dar mucha importancia porque es la hipótesis más fuerte que tiene
para abordar el problema de la psicosis: hace depender lo que sucede en lo imaginario y en lo real, de lo
simbólico. Es decir que en este momento hay una jerarquía entre los tres registros, en la cual lo
simbólico tiene mayor importancia. Por eso los fenómenos que va a privilegiar en este momento son los
que aparecen en lo simbólico: el neologismo, lo que el llama la fórmula, lo que llama el estribillo y la
alucinación verbal. Estos fenómenos dan cuenta de esta perturbación a nivel del esquema de la
comunicación, porque está forcluido el Otro; por lo tanto el significante aparece suelto, con ciertas
características que nosotros ya hemos visto (las toma de Clerambault) y que le va a atribuir a los
fenómenos elementales al definirlos, en el registro de lo simbólico, como anideicos, atemáticos y
neutros: esas serían las características de estos significantes que aparecen en lo real. O sea que son
características que el significante tiene cuando aparece suelto; ¿suelto de que? Del circuito de la
comunicación, o sea que no está sujeto a las reglas de la comunicación.
Otra pregunta que es importante que tengan en cuenta es ¿qué estatuto tiene el Otro en este
momento? Es el Otro del reconocimiento, el Otro del código, el Otro que tiene la palabra plena. Fíjense
la atribución que tiene: es capaz de definirnos en nuestro ser; ese Otro omnipotente, es necesario pasar
por el Otro para poder acceder a lo que uno es. Esto ha tenido mucha influencia aún en la actualidad:
por ejemplo en la clínica de la psicosis, lo que es la segregación: los psicóticos están encerados en un
manicomio porque la sociedad no se hace cargo de reconocerlos como personas; fíjense el rol que se le
da al Otro social, con esa capacidad que se le da de reconocer al otro. Este reconocimiento a partir del
cual uno se puede identificar en lo que es, está extraído de la dialéctica hegeliana, la relación dialéctica,
donde se pone en juego por ejemplo, los puntos de vista.
¿Qué característica tienen los fenómenos elementales? Lo opuesto a toda dialéctica: cuando
algo es neutro, anideico y atemático quiere decir justamente que no tiene sentido, que no tiene
elaboración, no está articulado a lo imaginario. Acuérdense que habíamos definido a lo imaginario por el
lado del sentido: si algo es neutro, anideico y atemático es lo contrario al sentido, es una palabra que
funciona sola. Lacan toma dos ejemplos: uno es “galopinar”, que es un neologismo y el otro, en el
modelo de la alucinación es “marrana”, que es una injuria, un insulto que en nuestra traducción seria
“puerca”, “cochina”; es un insulto que predica sobre el ser, está dirigido al ser del sujeto: “chancha”,
“cochina”, “puta”; es un insulto que si bien viene de afuera, nomina al sujeto: esa es una de las funciones
que tiene el insulto. ¿Por qué nos resulta tan molesto que nos insulten? Porque los insultos apuntan
directamente al ser, no a lo que uno tiene, no pasa por el tener, sino directamente al ser, por eso
soportamos tan poco los insultos. Es interesante pensar la estructura de las malas palabras: ¿Cómo
puede ser que existan malas palabras? ¿Qué quiere decir eso? ¿Que existen las buenas palabras?
Entonces, ¿cómo diferenciar las malas palabras de las buenas palabras? La psicosis no se plantea de
esa forma, en esa dialéctica de las buenas y malas palabras, sino que hay palabras que lo aluden.
Subrayo la palabra “alusión”, porque justamente es una de las características que tiene el significante
cuando aparece en lo real: siempre –esto es estructural- que aparece un significante, el significante
141
llama a la significación, siempre que aparece algo con estructura significante, por estructura eso llama a
la significación; el ejemplo que da Lacan es eso de ir a ver formas en las nubes o encontrar ciertos
caracoles en la playa que tienen una forma que nos parece familiar; entonces, si de golpe salimos de
acá y vemos una nube con la forma de una virgen es probable que empecemos a delirar con que la
virgen nos está hablando a nosotros porque eso llama a la significación; o sea que si seguimos el signo
saussuriano, un significante que aparece solo, llama a la significación o al sentido; o sea que hay una
relación entre el significante y el sentido y esta relación se mantiene estable:
Ste
Sdo
En los fenómenos de la psicosis se rompe esta relación, entonces el significante aparece solo:
Ste

Y ¿qué hace el sujeto cuando el significante se le impone y aparece solo?

Respuesta de una alumna: Le da significación.

Le da significación, pero precisamente, no es propia, eso ya viene con una significación, eso se
le impone ya con una significación que le viene, y él es el encargado de descifrar eso que tal vez él
mismo no sepa. Ahí tenemos otro fenómeno que es el de la significación enigmática:
Ste
X
Aparece el significante, pero ese significante viene acompañado de un enigma, y lo que hace el
sujeto es interpretar ese enigma. Por ahí me estoy adelantando porque eso es lo que va a tratar en “De
una cuestión preliminar...”; en este seminario Lacan va a trabajar esto: el significante en lo real suelto del
circuito de la comunicación; ¿por qué se soltó? Porque esta forcluido el Otro. Entonces, lo que va a
oponer a las reglas que determinan la comunicación son fenómenos específicos de la psicosis que
sirven de orientación para darse cuenta cuándo uno está en presencia de una psicosis, que es la gran
cuestión: ¿Cómo nos damos cuenta que alguien es psicótico o es neurótico? Nosotros estamos
planteando la hipótesis de que es a través de los síntomas, o sea, a través de los retornos de los
mecanismos que lo determinan; de esta manera nos podemos dar cuenta si alguien es psicótico, es
neurótico o es perverso. No nos podemos dar cuenta a priori, sino que necesitamos los efectos de los
mecanismos: en el caso de la neurosis son el retorno de lo reprimido, en el caso de la perversión son el
retorno de la renegación y en el caso de la psicosis son los efectos de la forclusión. Por eso podemos
hacer diagnósticos diferenciales a partir de los sintamos. ¿Cómo pensaríamos el modelo de la neurosis?
El Otro aparece reprimido. ¿Qué pasa cuando el Otro aparece reprimido? Lo que retorna son los
síntomas.

142
Me faltaba definir cuál es la característica que define a los fenómenos de la psicosis en este
momento (es algo que ustedes ya conocen) Es justamente lo que se opone a la dialéctica: la certeza.
Entonces, los fenómenos en la psicosis vienen acompañados de certeza, y no es que la certeza aparece
sola, sino que la certeza que se presenta en la psicosis esta acompañada de un enigma, porque la
certeza ya es un segundo tiempo con respecto a lo inicial, que es eso que se presenta como enigmático,
como anideico, como atemático, y el primero que registra eso es el propio paciente, que empieza a
escuchar del otro lado de la pared por ejemplo murmullos, o autos que empiezan a pasar y que esos
autos tienen alguna relación con él; no sabe bien por qué, pero sabe que pasan y pasan a propósito; o
eso que le pasó ya se sabía de antemano o estaba programado. Esas son todas figuras que dan cuenta
de cómo algo se produce independientemente del sujeto, es la forma en que los pacientes denuncian
cómo hay algo en el O?tro que se produce sin que el participe. Todos sabemos lo molesto que es
cuando estamos involucrados en situaciones donde el O?tro produce significaciones que no nos han
involucrado a nosotros; realmente en esas situaciones nos empezamos a quejar, empezamos a
presentar el malestar; en la psicosis también aparece esto, pero de con una naturaleza diferente,
fundamentalmente lo que predomina es el enigma (la certeza es un tiempo segundo donde el sujeto fija
eso que se presentó como enigmático como consecuencia de la perturbación en el circuito de la
comunicación)
Bien; en el transcurso de este Seminario, Lacan va a introducir ciertas modificaciones a este
planteo inicial. Yo les decía que los dos fenómenos paradigmáticos de la psicosis son la alucinación y
el delirio; yo me voy a tratar de dedicar fundamentalmente al delirio en este momento porque hay un
debate que hay y aun hoy se sigue retomando, y es la afirmación que hace Lacan en este Seminario
cuando plantea al delirio como un fenómeno elemental. ¿Esto qué quiere decir? Acuérdense que
habíamos visto que Freud le da estatuto de síntoma al delirio y esta es una de las novedades que
plantea Freud con respecto al delirio en la psicosis: darle estatuto de síntoma al delirio le permite
interpretarlo. ¿Esta interpretación de donde viene? Porque también es importante que ustedes se
pregunten: para que algo sea interpretable, lo primero que tiene que haber sucedido es que haya un
ciframiento previo, o sea que guarde un sentido, que tenga algo oculto que no es evidente y entonces
hay que interpretarlo. Pero eso que no se hace presente está cifrado en un código que es la lengua de la
represión; de esta manera Freud puede interpretar los síntomas de las neurosis, porque hubo un
ciframiento; ¿dónde? En el inconciente, o sea que el inconciente es el que cifra el síntoma; lo que uno
haría en un análisis sería descifrar el síntoma a partir de conocer las leyes propias del inconciente. Esto
funciona en la neurosis porque aquí el síntoma tiene una fijación a nivel del inconciente, está ya cifrado,
ya tiene un anclaje, no es que está suelto; está desconectado vía la represión, el síntoma como
significante tiene un sentido oculto. Esto se escribe de esta manera: Ste
Sdo
La barra sería la marca de la represión, porque hay algo del sentido que resiste a pasar del lado del
significante; o sea que no es lo mismo significante y significado, entre ellos hay una barrera, que en la
143
neurosis es la represión. En cambio, cuando opera la forclusión el significante aparece suelto,
desconectado del sentido:

Ste
X
Por lo tanto el síntoma no esta cifrado, el síntoma viene acompañado con ese llamado a la significación,
pero como operó la forclusión ese síntoma, o mejor dicho, ese significante aparece suelto, ¿suelto de
qué? Del sentido, esa es la primera forma en que lo plantea Lacan, no hay una juntura entre significante
y significado. Lacan va a plantear el delirio con esta estructura, va a decir que el delirio es en su
estructura un fenómeno elemental; entonces ahí utiliza la metáfora de la planta y de la hoja: tanto la
planta entera en su estructura y como la hoja, su parte reproducen la misma fuerza estructural a pesar
de ser cosas diferentes. Ahí es donde Lacan lee que el delirio es un fenómeno elemental. La otra
característica es la certeza que acompaña el delirio. Y el tercer elemento, que es lo que da la clave para
poder ubicar al delirio como un fenómeno elemental, es la certeza que el sujeto tiene de que la
iniciativa viene del Otro:
S A

La certeza de que hay algo que le viene del Otro; Lacan lo escribe como “la iniciativa viene del Otro”.
Entonces, lo que podemos ver es que en este Seminario es que Lacan privilegia es este carácter
estructural; subrayo esto porque en el texto “De una cuestión preliminar...” esto precisamente va a
cambiar, pero va a cambiar porque cambia la definición que Lacan hace del Otro; y siguiendo el planteo
del delirio podemos introducirnos en el campo del delirio ya no como estructura, sino en el lado de la
función; para qué me sirve el delirio.
Antes de pasar al texto “De una cuestión preliminar...” siguiendo el problema del delirio, ¿cómo
define Lacan el delirio en este momento? En este momento Lacan define el delirio fundamentalmente
como una elaboración imaginaria, una elaboración de saber imaginario; en este sentido es una
contradicción, porque estamos definiendo al delirio a partir del significante en lo real y si es un fenómeno
elemental responde a la lógica del significante que aparece suelto, pero fíjense que ahora lo estoy
definiendo no por el lado del significante, sino por el lado del significado2. Vamos a escribir lo siguiente:

Ste
Sdo
Esto lo podemos escribir así:

Ste Simbólico
2
Creo que está diciendo lo siguiente (lo consulté con un profesor): en cuanto a su estructura, el delirio es un fenómeno
elemental y está del lado del significante, pero en cuanto a su función, es una respuesta del sujeto (en el registro del sentido) a
ese significante que aparece suelto y llama a la significación.
144
Sdo Imaginario

En el significante aparecen todos los fenómenos de lo simbólico y lo imaginario es el registro del


sentido. Bueno, en la psicosis el significante aparece suelto, pero la elaboración delirante aparece en
este texto como un intento de, vía lo imaginario, poder articular algo de lo simbólico; por eso en este
Seminario Lacan lo va a definir como elaboración de saber (y subrayo la palabra “elaboración”)
Ahora nos vamos a meter en lo más complicado. A partir de esto que hemos dicho hasta ahora
del lado del Otro, de lo que le viene, ¿cuál es la estructura del sujeto que esto determina? Porque
acuérdense que siempre la estructura del sujeto esta planteada en lo que es la relación con el Otro, esto
que es la relación dialéctica con el Otro; o sea que lo que acontece en el Otro determina lo que acontece
del lado del sujeto vía el reconocimiento, por ejemplo; eso funciona en la neurosis. Ahora, ¿qué pasa en
la psicosis con la estructura del sujeto a partir de la forclusión? O para decirlo de otra manera, ¿cómo se
arma el sujeto a partir de la forclusión? No es el mismo sujeto que se estructura a partir de la represión;
porque fíjense que aquí aparece una de las hipótesis más fuertes del psicoanálisis, en tanto y en cuanto
no es el mismo sujeto el que aparece en la psicosis que en la neurosis; podemos decir que es la misma
persona, es una persona más, pero desde el punto de vista de la estructura del sujeto, no es el mismo
sujeto; o sea que lo que estructura el sujeto es la posición que tiene en el lenguaje. Fíjense que aquí ya
estamos introduciendo una hipótesis radical: que el sujeto no es por el simple hecho de haber nacido y
haber crecido, sino que hay una determinación que supera la determinación biológica y social. Acá
estamos introduciendo la perspectiva de que el sujeto esta determinado por su filiación con lo simbólico,
cómo el sujeto se estructura a partir de lo simbólico. Reitero: no es lo mismo el sujeto que se estructura
a partir de la lengua de la represión que el sujeto que se estructura a partir de la lengua de la forclusión
(porque la forclusión también es una lengua, que funciona con una lógica diferente). Si uno no pesca
esta diferencia es muy difícil orientarse en la clínica. ¿Cuál es la diferencia? Que justamente los efectos
de la forclusión también se producen a partir del retorno, pero no de lo inconciente, sino de lo real, ese
retorno se produce en lo real del sujeto. ¿Y qué es lo real del sujeto? Es cuando se caen todas las
ficciones que nos permiten reconocernos como propios, que velan la determinación que tenemos del
Otro, del Otro del lenguaje. Es este ejemplo que les daba al comienzo del seminario: ¿Qué es lo que nos
hace creer que nuestros pensamientos son propios, que cuando hablo, soy yo el que habla y no el
lenguaje el que habla en mí? Sobre todo teniendo en cuenta que el lenguaje nos precede, no nace con
nosotros, sino que es un órgano que nos preexiste y nosotros tenemos que habitar, apropiarnos de él.
Entonces, en la psicosis, la estructura se revela cuando estos artificios que tenemos nosotros para
creernos dueños de nuestro cuerpo, de nuestros pensamientos, de nuestra palabra... ¿Cuál es la
experiencia que tenemos nosotros como sujetos neuróticos cuando perdemos algo de esa propiedad?
Por ejemplo, en un fallido, en un sueño: ¿Quién es ese que sueña ahí, si yo estoy dormido? ¿Quién es
ese que quiso decir una cosa y dijo otra? ¿Quién es ese que quiere hacer una cosa y no puede dejar de
hacer tal otra? Quien es ese? No soy yo, porque estoy dormido, porque quise decir otra cosa, quiero
145
hacer otra cosa. Esa es la dimensión del sujeto que aparece en la neurosis. En la psicosis se presenta
de manera descarnada, cuando caen todos esos semblantes, todos esos artificios que nos hacen
creernos propios y son tan necesarios para poder vivir, porque si uno viviera en la división subjetiva
sería insoportable; por suerte son pequeños instantes donde uno la experimenta, porque uno domina su
vida. Es lo que comúnmente decimos por ejemplo como: “que bueno cuando alguien es seguro de sí
mismo”. Nosotros envidiamos a nuestro prójimo porque todos los prójimos saben cómo ser ellos
mismos, el único nabo que no sabe cómo hacerlo es uno, siempre uno tiene esa experiencia: son los
otros los que son felices, pueden hacer lo que quieren y pueden llevar el destino y lo hacen de una
manera fantástica; la división la tiene siempre uno. Bueno, en la psicosis eso se presenta de manera
descarnada. ¿Y cómo se presenta? Justamente, esto que denuncian los pacientes en las
presentaciones, por ejemplo, cuando ellos son “la marioneta del Otro”, ese Otro que los manipula, ese
Otro que los maneja, ese Otro que los goza, que los utiliza como objeto vaya a saber para qué fin; hay
veces que sí se sabe cuál es el fin, como en el caso Schreber. Al principio no sabia por qué Dios lo
quería transformar en una mujer, y él rechazaba esa identificación que le proponía Dios, que era
someterlo a una voluptuosidad, a una satisfacción que él rechazaba con sus ideales masculinos; es
recién en un segundo tiempo que él acepta la transformación en mujer, pero siempre y cuando sea para
un fin divino. Entonces, el sí acepta ser la marioneta del Otro, hay un consentimiento de su parte a las
reglas que define aquel Otro. Bueno, justamente en la psicosis eso se presenta en lo real, por eso es tan
insoportable la dimensión del sufrimiento en la psicosis, es casi inimaginable; nosotros eso lo llamamos
“la locura”. Hay ciertas experiencias (es un comentario que les hago) en que también uno experimenta
fenómenos de locura, todos sentimos por momentos que nos vamos a volver locos. ¿En qué situaciones
experimentamos eso? Son situaciones muy precisas, en las que uno queda atrapado en el capricho del
Otro, cuando el Otro aparece como puro capricho, sin ningún tipo de regulación; ahí uno se vuelve loco.
Hay una experiencia artificial que da cuenta de esta locura: la psicosis carcelaria, en que se realiza el
absoluto capricho del Otro, es cuando uno no tiene forma de defenderse a eso: el campo de
concentración, una cárcel; en Argentina tenemos experiencias de lo que es quedar atrapado en la
voluntad de goce del Otro. Eso, podemos decir, es una locura. Muchas veces el sujeto tiene la locura
como único recurso. Digo esto para poder pensar que hay situaciones artificiales que también funcionan
en el registro de la locura. Pero Lacan decía “no es loco el que quiere”. También vemos la locura
histérica, pero ¿cual es la diferencia de la psicosis? Que si se cambian las condiciones, esa locura
desaparece; si se cambian las condiciones de regulación en la relación con el Otro, donde empieza a
funcionar la ley, o sea que no es el puro capricho (es decir, que lo simbólico empiezan a funcionar,
empieza a regular la relación con el Otro) esa locura desaparece.
Bueno, ¿qué pasa en la psicosis? La psicosis, con este primer esquema, no tenía salida.
¿Por qué? Porque era un rechazo del Otro; el Otro de la ley, el Otro del reconocimiento, el Otro de la
dialéctica, el Otro del código estaba forcluido; entonces, con este modelo no había forma de solución,
porque era como estar expulsado directamente del pacto simbólico, del acuerdo, de la mediación de lo
146
simbólico con el Otro, el Otro encarnado. Eso lo lleva a Lacan a reformular la teoría del Otro en este
Seminario: ya no va a ser el Otro semejante, ya no va a ser el Otro del reconocimiento, el Otro que tiene
todos los significantes que le permiten encontrar uno que lo identifique, encontrar algún significante que
el sujeto se pueda apropiar e identificarse con él. Lacan va a reformular el estatuto del Otro y lo va a
definir como cadena significante. Ya no va a ser la forclusión del Otro (¿...?), sino que en el texto “De
una cuestión preliminar...” Lacan se empieza a preguntar cuál es la legalidad que hace que los
significantes estén articulados entre sí. ¿Cómo se ordenan los significantes? ¿Hay alguna ley que los
determina? ¿La relación es anárquica? Por experiencia sabemos que no es así, que para poder tener un
efecto de sentido es necesario que los significantes se combinen de determinada manera para que
tengan un efecto de sentido; si yo ahora empezara a utilizar cualquier palabra sería una ensalada de
palabras, a pesar de que están en el código. Entonces, la pregunta que se hace Lacan es ¿qué es lo
que regula que, cuando uno habla, los significantes se combinen de manera tal que provoquen efectos
de sentido? El primer paso que da Lacan para responder esta pregunta es definir al Otro como cadena
significante (subrayo la palabra “cadena”) Y ahí aparece la hipótesis que aún en la actualidad tenemos,
que es que en la psicosis no está forlcuido el Otro, como lo habíamos planteado en el Seminario III, sino
que lo que ahora aparece forcluido es un significante, pero no cualquiera, sino uno privilegiado: el
significante del Nombre-del-Padre, que es un significante que le permite al sujeto inscribirse en la
filiación; es decir, permite nominar, nombrar al sujeto, o sea que es un significante que da nombre. Pero
lo más importante es que es un significante que permite que las dimensiones del significante y el
significado aparezcan articuladas entre sí; que la cadena del significante y el sentido, esas dos
dimensiones heterogéneas (porque acuérdense que habíamos definido al registro del significante como
algo discontinuo y al del significado como algo continuo) se combinen. Lacan va a utilizar una serie de
metáforas, como por ejemplo, “el punto de abrochamiento”, se abrochan esas dos dimensiones. Ustedes
están acostumbrados a tomar esto no desde el punto de vista formal, sino que le dan un poco de
contenido y de esa manera es un poco más comprensible este planteo: ustedes lo toman desde el punto
de vista de la ley, como que el nombre del padre introduce una ley que permite que esos dos registros
heterogéneos entre sí aparezcan articulados. Entonces Lacan introduce uno de los grandes conceptos
teóricos de esta época, dos figuras de la lingüística, la metáfora y la metonimia, que son figuras retóricas
que permiten dar cuenta de cómo se sustituye un significante por otro; son dos reglas del lenguaje
donde la sustitución se da siempre, porque justamente necesita esa sustitución para los efectos de
sentido: yo les podría repetir “la forclusión del Nombre-del-Padre”, “la forclusión del Nombre-del-Padre”,
podría decírselo veinte veces para poder explicitar la forclusión del Nombre-del-Padre, pero eso a mi no
me garantiza que voy a producir un efecto de sentido; necesito utilizar ciertas figuras que el lenguaje me
permite, como por ejemplo ciertas metáforas, para que ustedes puedan producir un efecto de sentido a
partir de lo que yo estoy diciendo. Entonces ahí fíjense que volvemos a esta vieja referencia que yo les
planteaba en otra clase: cómo se articula la cadena del decir (significante) con la cadena del querer decir
(significado) Una cosa es lo que uno dice y otra lo que uno quiere decir con lo que uno dice. Por eso el
147
lenguaje tiene siempre esa doble lectura; fíjense que nosotros hacemos ese desciframiento
cotidianamente, por eso nos podemos comunicar: “con lo que vos me decís, en realidad me estas
queriendo decir otra cosa”, así que fíjense la potencialidad que tiene el lenguaje. Bueno, eso es lo que
aparece perturbado fundamentalmente en la psicosis, que no tiene ese juego dialéctico, esa doble
lectura entre el decir y el querer decir. Ustedes han visto las presentaciones: el sujeto en la psicosis no
tiene este recurso a lo metafórico, aunque utilice algunas metáforas, porque las metáforas, si uno las
analiza en su estructura, rápidamente salta que en verdad son literales, no son figurativas, no figuran
algo. Por eso siempre aparece la pregunta: entonces en la psicosis ¿hay metáfora? Claro que hay
metáfora. ¿Hay metonimia? Claro que la hay, pero la estructura de la metáfora y la estructura de la
metonimia no es la misma que en la neurosis. Lo mismo con los sueños: ¿hay sueños en la psicosis?
Claro que sí, sino no podrían dormir: uno puede dormir justamente porque sueña, el aparato sigue
funcionando, no se apaga porque estemos durmiendo: se apaga el yo, pero el aparato sigue
funcionando. Entonces, si el sujeto psicótico duerme es porque sueña, no está por fuera del sueño, pero
el sueño en la psicosis no es interpretable como el sueño en la neurosis porque no tiene esta doble
dimensión de lectura de “lo que eso quiere decir”; los sueños en la psicosis son literales, no tienen el
doble sentido porque justamente no tienen el mecanismo de elaboración del inconciente.
Entonces, Lacan se va a preguntar acerca de cómo funciona esta relación entre significante y
significado y para poder responder a cómo funciona esto va a retomar el Edipo freudiano, vuelve al viejo
Edipo freudiano, que era el caballito de batalla para la neurosis. Fíjense que acá Lacan recurre a
categorías que ya existían, pero lo va a transformar al Edipo freudiano, que era fundamentalmente un
condensador de significaciones, un mito, una forma de decir la verdad pero de una manera velada (eso
fundamentalmente es un mito: un tratamiento de la verdad) Entonces, lo que va a hacer Lacan es
formalizar el Edipo freudiano, o sea que lo va a vaciar de significación, lo va a plantear en términos de
una metáfora; fíjense que es casi como un lenguaje matemático, lo formaliza, lo lleva a la mínima
expresión, y a esa mínima expresión del Edipo freudiano, Lacan la llama “la metáfora paterna”. La
metáfora paterna es lo que introduce la regulación, no solamente a nivel de lo simbólico, sino también a
nivel de lo imaginario. ¿Cuándo es necesario recurrir a esta regulación? ¿Para qué sirve la metáfora
paterna? Estas son preguntas fundamentales. Sirve para cuando aparecen fenómenos de lo real que
llaman a la simbolización; la metáfora paterna es un aparato que permite la simbolización. Entonces,
vamos a ver cómo escribe Lacan esa mínima expresión:

DM NP 1 Falo
X DM
Esta es la fórmula que aparece en el texto “De una cuestión preliminar...” donde Lacan escribe
una serie de significantes; con el significante DM, Lacan escribe lo que llama “el deseo materno”, con el
significante NP aparece el nombre del padre y como efecto de esta operación de sustitución aparece lo

148
que se llama “la significación fálica” (en este momento la llama así, pero años después la va a llamar “el
significante falo”) E introduce un cuarto elemento, que simboliza el enigma: la X.
Primero vamos a ver cómo funciona esto en la neurosis para después ver cómo funciona en la
psicosis, porque sino es muy difícil de entender. Esto funcionaría para la neurosis; ¿de qué manera?
¿cómo leemos esta metáfora? El primer término es DM y la X, donde el concepto clave de esto es la X.
¿Cómo Lacan escribe este concepto, DM? ¿De dónde lo saca? Porque ya es un significante: ya se
produjo una simbolización, o sea que el DM es consecuencia de una simbolización previa a la metáfora
paterna. Creo que lo han visto en psicoanalítica con Karothy, que trabaja bastante sobre ese concepto,
que es la simbolización a la que se accede a partir del dispositivo previo del Fort-Da, cómo a través del
Fort-Da se produce una simbolización, cómo el juego es una actividad que al niño le permite simbolizar
las cosas del mundo con las cuales se las tiene que arreglar, la primera de los cuales es la madre, ese
objeto primordial, ese Otro primordial, del que depende la vida. Entonces, el niño puede soportar la
angustia de la separación de la madre a través del juego, y ese juego en psicoanálisis se llama “la
presencia – ausencia”, cómo el niño juega: “acá está, ahora no esta” y el efecto de jubileo que le
provoca cuando juega a la presencia y la ausencia. Bueno, este significante viene de ahí, es una primera
simbolización. Después está este otro termino: NP. ¿Cómo hay que leer este termino? ¿Quién es un
padre? En este momento Lacan va a decir que un padre es aquel que se hace cargo del deseo de una
mujer. Hay muchas definiciones, pero en este momento Lacan lo define de esta manera. Un padre es
aquel que se hace cargo de una mujer, sobre todo teniendo en cuenta que el deseo de la mujer está
inscripto en la regulación edípica, o sea que es una mujer que ha pasado por la castración. Ustedes
saben que la forma en que una mujer sale de la castración es a través de la envidia del pene, y de esa
manera se entra en las ecuaciones simbólicas pene = hijo, o sea que está en la dialéctica de la
sustitución, es alguien que ha pasado por el Edipo; por eso dice deseo no de una mujer, sino del deseo
de una mujer, que es muy diferente. Entonces, Lacan escribe esto de esta manera:
NP
DM
Entonces, la operación que hace es la sustitución de estos dos términos, se anulan estos dos
términos:

DM NP 1 Falo

X DM

Y el efecto que provoca es un significante nuevo, una significación nueva. ¿Para qué me sirve
esta significación? ¿Por qué es importante la significación fálica para el sujeto neurótico?
Fundamentalmente le sirve para poder simbolizar esto que se presenta como enigmático, el enigma de
qué quiere una mujer; en este caso sería lo enigmático del deseo de una madre, o sea, lo caprichoso del
149
deseo de una madre. ¿Cómo hace el niño para arreglarse con lo caprichoso del deseo de una madre?
Por ejemplo, ustedes ya saben del drama de Juanito, lo difícil que es para Juanito orientarse con esa
madre tan gozosa, porque el niño sabe como orientarse en tanto y en cuanto se identifica a eso que le
falta a la madre, o sea que el niño se puede identificar imaginariamente al falo de la madre; la madre
espera al hijo con los brazos abiertos porque viene a ocupar ese lugar, pero esta es una identificación
imaginaria. ¿Cómo se pasa del falo imaginario al falo simbólico? Ese pasaje se produce a través de la
metáfora paterna, que es justamente lo que no se produce en Juanito, porque él se queda atrapado en
esas significaciones imaginarias, entonces necesita algo que regule esas identificaciones: tiene que
dejar de ser el falo que le falta a la madre para poder acceder a otras identificaciones, identificaciones
que sean propias. Bueno, la forma que el sujeto neurótico tiene para poder simbolizar ese real que se
presenta como enigmático del lado de la madre, es a partir de la significación fálica; este es el recurso
que el sujeto tiene para poder enfrentarse a lo más enigmático que es qué quiere una madre, o qué
quiere una mujer. Como ustedes verán, el nombre del padre es la clave para producir ese pasaje.
¿Cuál? La caída de la identificación imaginaria con la cual el niño accede a la humanización; el niño
accede a su condición de humano a partir de quedar inscripto dentro de la significación fálica: si el niño
no entra en esa significación es un cachorro, un animalito, es alguien que no ha sido investido
fálicamente. Vemos las consecuencias de esto por ejemplo en el autismo, cómo el autista queda por
fuera de esta primera relación con el Otro que descifra todos los mensajes que el niño hace: el niño llora,
la madre descifra por qué llora, es ese Otro que se encarga de descifrar lo que al sujeto le pasa.
Entonces, en la metáfora paterna Lacan introduce en este concepto una regulación entre lo que es la
cadena del significante y la cadena del significado, y el efecto que produce la significación fálica.
Entonces, ¿con que recursos cuenta el sujeto neurótico para orientarse en la vida? Desde el punto de
vista estructural, el sujeto cuenta con dos recursos: el primero es el nombre del padre, que permite que
haya la posibilidad de simbolización; hay ciertas coyunturas por las cuales tenemos que atravesar todos
que llaman a la simbolización: el encuentro con la sexualidad, los rituales, el encuentro con la muerte,
ser padre, ser hijo, recibirse... Ahí cuando ocurre el llamado a la simbolización, siempre opera el padre,
el nombre del padre. Ahí es donde se demuestra su eficacia. El otro elemento, tan importante como el
nombre del padre, que es efecto, que es lo que permite regular todo lo que es del orden de la
satisfacción: la significación fálica. Tenemos entonces dos elementos: el falo y el nombre del padre (los
simboliza con letras griegas que no anoté) El problema que tiene la psicosis es cómo el sujeto se las
arregla sin esos dos elementos, porque en la psicosis, por no instaurarse la metáfora paterna por el
hecho de que el nombre del padre está forcluido, el sujeto en la psicosis se las tiene que sin el nombre
del padre para las cuestiones formales y sin la significación fálica para la regulación de la satisfacción.
Entonces, a lo que nosotros asistimos en las entrevistas clínicas es a cómo el sujeto intenta resolver
ciertas exigencias de la vida sin estos dos recursos. Entonces, lo que vamos a ver la clase que viene es
cuáles son los recursos con los cuales sí cuenta el sujeto psicótico.

150
RESPUESTAS A PREGUNTAS DE ALUMNOS:

- Yo distingo lo que es el falo como imaginario como simbólico: lo que permite acceder la
metáfora es el falo como simbólico, o sea, que pueda ser cualquier cosa que pueda haber ahí para
compensar la castración. La condición de la humanización es a través de la significación fálica, pero
como imaginaria.
- Lo que mantiene Lacan es el delirio como fenómeno elemental; lo que aparece acá y todavía no
lo desarrollé, es lo que se llama “la metáfora delirante”, que de alguna manera puede compensar lo que
sería la metáfora paterna; esta es una de las formas en que el sujeto en la psicosis puede encontrar una
forma alternativa de poder compensar la falla de la metáfora paterna. Pero algo de eso voy a retomar a
partir de la pregunta que hacía el compañero, que si no entendí mal apunta a cómo poder pensar el
complejo de Edipo a la luz de la formulación de la metáfora paterna. Yo lo dije rápidamente, pero sería
esto que es el vaciamiento del complejo de Edipo. ¿Qué es lo que dice el Edipo? El padre introduce la
prohibición sobre un objeto; o sea que ahí hay un límite, hay algo que todos son posibles menos eso, o
sea que introduce la dimensión de la ley, de la regulación del objeto. Esto se escribe, en este caso, de
esta manera

DM NP
H DM

en tanto y en cuanto el padre toma a su cargo el deseo de una mujer, que en este caso es una madre;
en esto hay una regulación. ¿Qué quiere decir? Que el niño no es el que responde a lo enigmático del
deseo materno, sino que en H aparece un enigma, o sea que esto cuestiona la identificación del niño
siendo el objeto de la madre; podríamos escribir esto en el sujeto autista, que es alguien que queda
identificado a ese objeto de satisfacción de una madre, que no pudo salir de esa identificación; ahí sí
podríamos escribirlo de esta manera. Pero Lacan retoma el Edipo freudiano, donde lo que aparece en H
es una significación enigmática, o sea que el niño no tiene forma de encontrar algo que responda a lo
enigmático del deseo materno, que es lo que le pasa a Juanito; su problema es que no encuentra un
significante que le permita responder a lo enigmático del deseo materno, entonces ¿adonde recurre? Al
padre, pero ahí se encuentra con que el padre se escapa, se hace el boludo: lo cuida, hace de madre,
digamos que hace otra cosa, no actúa como padre. ¿Qué aparece acá? La neurosis, el caballo como un
significante que se va transformando: un caballo que patea, que arrastra, que muerde... Entonces fíjense
cómo se va produciendo la transformación metonímica. El caballo sirve entonces, como una suplencia
hasta que Freud ocupa el lugar que ocupa en el tratamiento y permite que el padre ocupe su verdadero
lugar y que de esa manera se produzca la metáfora, por eso no es una psicosis. Juanito puede significar
vía el caballo, el peligro que hay en el mundo: el mundo puede tener límites; puede ir hasta la puerta,
puede ir hasta el umbral, puede salir acompañado, pero sabe dónde está el peligro; porque ¿qué pasa si
151
no está el caballo? Aparece la angustia, la angustia que justamente, lo que Freud lee ahí es que algo en
el complejo de castración ha fallado, porque Juanito se encuentra constantemente con una angustia,
que no es cualquier angustia; eso lo pueden leer en “Inhibición, Síntoma y Angustia”; Freud divide dos
estatutos de la angustia: una angustia con la que tenemos que convivir todos, es una angustia que no se
cura, propia de la condición humana; pero hay otra angustia que da cuenta de la simbolización, que es la
angustia de castración, o sea que tiene un sentido, no es una angustia caprichosa, sino que tiene
mínimamente una regulación, que se llama complejo de castración; y ahí es donde aparece el Edipo
freudiano, como ese intento de poder regular (¿...?). En la psicosis, por estar forcluido en nombre del
padre, algunas veces, un significante ideal puede funcionar como el nombre del padre y de esa manera
estar con un arreglo que puede durar toda la vida, pero cualquier coyuntura de la vida puede provocar
que ese ideal caiga, y ahí es donde se revela la psicosis clínica. En la neurosis también nosotros
pasamos por la angustia, o sea que es un síntoma que da cuenta que ahí hay algo que llama a la
simbolización ; puede llevar un tiempo esa simbolización, pero uno se encuentra con el recurso del
nombre del padre, por eso uno no se vuelve loco: bordea la locura pero no se vuelve loco; eso que decía
Lacan: no se vuelve loco el que quiere, sino el que puede: para que se pueda responder con la psicosis
es necesario que no se haya inscripto el nombre del padre. De esta manera es como Lacan retoma el
complejo de Edipo pero lo formaliza, lo plantea en términos significantes.
- El nombre del padre sería lo que permite que las dimensiones de lo simbólico y lo imaginario
estén articulados entre sí; y por otro lado, la instauración de la significación fálica que permite la
regulación en el registro de la satisfacción. Son esas dos cosas, porque hay efectos que responden
unos, a la forclusión del nombre del padre y otros (y esto es algo que se está investigando en la
actualidad) que responden al modelo de la forclusión de la significación fálica; está mal dicho “forclusión
de la significación fálica”, sería el no establecimiento de la significación fálica.
Esto es para poder abordar lo clásico, desde los años ’50 con lo actual: lo clásico viene del lado
del nombre del padre, pero hay ciertos fenómenos clínicos que responden a la lógica de cuando el
objeto no queda articulado a la significación fálica; eso si podemos lo vamos a abordar cuando veamos
la clínica de la suplencia.
Bueno, lo que vamos a ver en la clase que viene es retomar el tema del delirio, abordar la
problemática de la significación enigmática y el concepto de suplencia. Después van a trabajar con
Municoy la alucinación en la psicosis.

CLASE Nº 21

PSICOSIS EN LACAN (2º parte): ALUCINACION

152
Profesor: Justo, Alberto

Esta clase del seminario va a tratar sobre la alucinación en la enseñanza de Lacan, enseñanza
que vamos a situar específicamente en el Seminario III y en “De una cuestión preliminar...”. Si bien se
extiende más en estos textos, no solamente en ese momento de su obra se dedica a este tema: también
hay otra teoría de la alucinación, que en realidad no es un cambio radical de lo anterior, sino que tiene
que ver con nuevas conceptualizaciones y nuevas disciplinas utilizadas por Lacan. Podríamos decir que,
en un sentido amplio la alucinación es un trastorno del lenguaje; ya vamos a ver por qué. Pero tomando
esta referencia, los trastornos del lenguaje no han acaparado (¿...?) el interés de Lacan, sino que si nos
situamos en la historia de la psiquiatría vemos que hay autores, inclusive de la psiquiatría clásica que se
han interesado por este tema. Nosotros podemos decir que hoy en día los trastornos del lenguaje son
uno de los 5 síntomas para el diagnóstico de la esquizofrenia que encontramos en el DSM-IV en relación
a la incoherencia y el desarreglamiento del lenguaje que se produce en la esquizofrenia.
Hay autores que han podido dar un paso más que otros situando a la alucinación en el campo del
lenguaje, y esto es lo que va a rescatar Lacan, que se interesa por los aportes de la psiquiatría y
agradece los aportes de Seglas y Clarembault.
Hoy en día podemos decir que el debate continua por los trastornos del lenguaje, y las
cuestiones que se discute es su valor diagnóstico para la psicosis; específicamente podríamos decir, la
esquizofrenia. Por otro lado también se pregunta cuáles serían los trastornos del lenguaje en la
esquizofrenia en relación a poder diferenciarlos de la afasia, que es la enfermedad del lenguaje por
excelencia, pero que tiene una causa orgánica demostrada, mientras que la psicosis tiene una causa
oscura. También se preguntan si hay algo que los diferencie de los trastornos del lenguaje del hablante
común, o si puede decirse que hay una diferenciación también en los lenguajes surrealistas, como la
poesía surrealista, que uno intenta comprender y no puede. Bueno, estas cuestiones siguen.
Volviendo a Lacan, él le va a dar importancia fundamental al trastorno del lenguaje en tanto
signos de estructura de la psicosis, podríamos decir en una articulación que va del registro del fenómeno
al orden de la causa. Esto le va a permitir un nuevo reordenamiento conceptual de la alucinación.
Podemos buscar los antecedentes de Lacan en el texto “Acerca de la causalidad psíquica”, que escribe
aún antes de estar en el psicoanálisis y en el cual critica las teorías que intentan dar cuenta de la
alucinación a partir de un trastorno perceptivo. Lacan dice que para poder entender la alucinación no hay
que desviarse del campo del sentido; ya antes de ser psicoanalista decía que hay que abordar los
fenómenos de la locura en el campo del sentido, justamente porque lo que presentan es un trastorno en
relación a esto.
Ya en el Seminario III y en “De una cuestión preliminar...” Lacan se ha nutrido de corrientes
lingüísticas modernas como los trabajos de Jackobson sobre la metáfora y la metonimia que le
permitieron elaborar nuevos conceptos a partir de estas lecturas. Le permite de esta manera también
formular ese famoso axioma “el inconciente está estructurado como un lenguaje”, que las leyes del
153
inconciente se expresan a través de la metáfora y la metonimia, equiparable a condensación y
desplazamiento que había situado Freud. No solo se nutre de corrientes lingüísticas modernas, sino
también por corrientes estructuralistas, y por supuesto del psicoanálisis. Agrupar los fenómenos de
lenguaje como signos de estructura de la psicosis le permite realizar tres divisiones dentro de lo que
serían los trastornos del lenguaje: por un lado sitúa los trastornos formales del significante, como por
ejemplo el neologismo, la fragmentación misma del significante, la homonimia, los estribillos, etc. En
segundo lugar, los trastornos de significación enigmática, que vieron la clase pasada. ¿Qué revela la
significación enigmática? La ruptura de la relación entre significante y significado, o sea, la ruptura del
espacio semántico, de la significación, con la salvedad de que estos fenómenos tienen clara alusión al
sujeto, porque no es que no sepa que sentido darle y eso no le interesa; sí le interesa porque eso lo
alude, le concierne, está dirigido a él, pero paralelamente ahí se presenta la ruptura del espacio
semántico, revelando de manera paradigmática el trastorno a nivel de la significación. Y en tercer lugar,
los trastornos de las relaciones enunciado – enunciación, desprendidos estos trastornos a partir de la
alucinación verbal. Nosotros vamos a ver esto desde la perspectiva que marca la enseñanza de Lacan
en esta época, es decir, desde el esquema de la comunicación intersubjetiva. Entonces vamos a ver que
tomando la alucinación como un significante en lo real lo que se anula es la posibilidad de localización
de ese mensaje.
Ahora vamos a retomar cómo en la neurosis el sujeto recibe su propio mensaje en sentido
invertido, cómo el sujeto se localiza a partir del mensaje; se acuerdan ustedes ese famoso ejemplo del
Otro del reconocimiento: el sujeto emite su mensaje, “tu eres mi mujer”, pero desde el Otro le vuelve su
mensaje en forma invertida, “yo soy tu hombre”; en eso el sujeto se reconoce. Esto es justamente lo que
está alterado en la alucinación, porque el mensaje no le va a venir en forma invertida, entonces no hay
localización subjetiva en el mensaje, y el mensaje se escucha en lo real, es decir, por fuera de lo
simbólico (vamos a volver a este tema con el ejemplo de la alucinación “marrana”) Lo que esto pone en
evidencia es la ruptura de las relaciones entre el enunciado y la enunciación.
El enunciado es lo que el sujeto dice, y la enunciación es donde está localizado el sujeto; esto es
lo que permite el análisis: a partir de la transferencia y la asociación libre, en aquello que dice el sujeto
se representa, pero no cualquier cosa, sino (¿el efecto?) sujeto (¿...?) Justamente eso sería el
enunciado: lo que representa al sujeto en algo que el sujeto dice, pero sin embargo habla mas de lo que
quiere decir, el inconciente se expresa a través del sujeto, dice Lacan, no es lo escondido, sino que esta
en el lenguaje mismo, solamente hay que saber escucharlo)
Bueno, tomando estos temas (¿...?) en relación a los trastornos del lenguaje, creo que sería
interesante hacer un pequeño recorrido sobre la alucinación para tener en claro qué es lo novedoso de
Lacan respecto de esta problemática, porque es cierto que ustedes saben que Lacan agradece a
Seglas, reconoce la obra de Clarembault, su único maestro en psiquiatría, pero por ejemplo si en un final
les pregunto qué es lo que rescata Lacan de la obra de Clarembault y qué es a su vez lo que cambia, no

154
van a saber responder. Entonces, vamos a hacer un recorrido para poder rescatar la originalidad de
Lacan respecto de la alucinación verbal.
Ustedes saben que el primero en dar una definición de la alucinación fue Esquirol con su famosa
frase: “La alucinación es una percepción sin objeto”. Hay dos rasgos fundamentales que distinguen a la
alucinación para Esquirol: uno es la convicción intima del sujeto alucinado y la certeza inquebrantable
respecto a la alucinación. El otro es su ubicación en el registro de la percepción. A partir de acá
podemos decir que se originan dos corrientes que piensan los mecanismos y la génesis de la
alucinación de diferente manera: La de Esquirol y un grupo de psiquiatras que considera que el origen
de la alucinación está en el entendimiento, donde están comprometidos la inteligencia y la memoria.
Otros, sin embargo, consideran que la alucinación depende de un trastorno del campo sensorial. Vamos
a rescatar a los principales autores.
Ubicamos después a Baillarger, que es el primero que hace de la alucinación una teoría mixta,
pero distingue las alucinaciones psíquicas de las psicosensoriales, que coinciden con la definición de
Esquirol. Este autor dice que las alucinaciones psíquicas, o alucinaciones del oído, son de componente
intelectual, que no hay compromiso sensorial en ella y que se presentan como voces escuchadas que no
pertenecen a los propios pensamientos del paciente, que son las más comunes en los alienados. Este
autor justamente va a destacar más el contenido intelectual, tratando de dar cuenta del sentido y el
contenido de la alucinación (¿?) que tiene que ver con el timbre y la tonalidad; son del orden del
entendimiento, tienen su causa en una perturbación del entendimiento. Por otro lado, respecto de las
psicosensoriales, es ahí donde introduce una teoría mixta: si bien se originan a partir de una
perturbación del entendimiento, está comprometido también lo sensorial en la medida en que el sujeto
alucina imágenes.
Alguien también a rescatar es Zambourini, que ubicaríamos en la teoría de las localizaciones
cerebrales; él intenta brindar un modelo de la alucinación paralelo con la afasia, porque si bien no lo
puede demostrar en las alucinaciones, cree que en ambas se trata de una lesión en el centro del
lenguaje; entonces, en la afasia sería una disminución en las funciones del centro del habla, a diferencia
de la psicosis, que sería una excitación.
Lacan rescata a Seglas, en quien se lee la influencia tanto de Baillarger como de Zambourini, en
la medida en que todas las alucinaciones psíquicas de Baillarger él las ubica como una patología del
lenguaje; o sea que la alucinación para Seglas es un problema de trastornos del lenguaje (esto es lo que
le va a reconocer Lacan: haber ubicado por primera vez la alucinación en el campo del lenguaje)
Tomando las alucinaciones psíquicas establece a su vez una subdivisión: por un lado dice que están las
alucinaciones verbales motrices o kinestésicas. Estas alucinaciones tienen la particularidad de ser
objetivas (al igual que la “percepción sin objeto” de Esquirol), porque el paciente se queja de que el no
quiere decir lo que le obligan a decir, siente que sus órganos fonatorios son manipulados por otro que le
obliga a decir determinadas palabras que no tienen nada que ver con sus pensamientos. No
necesariamente tienen que ser verbales, porque muchas son “áfonas”, no tienen sonido. Es común a
155
veces en los hospitales psiquiátricos ver a pacientes moviendo sus labios, ese es un tipo de alucinación
kinestésica en la medida en está hablando más allá de su intención, sin necesidad de escucharlo, pero
algunas otras veces también aparece como impulsiones verbales, donde el paciente se ve obligado a
proferir gritos, determinadas palabras más allá de su voluntad. Esto por un lado, después tendríamos las
alucinaciones verbales o pseudoalucinaciones (decimos “pseudo” porque se toma como paradigma la
definición de Esquirol), en las que el lenguaje interno se independiza del sujeto, y por eso Seglas la
denomina “hiperendofasia patológica” y la diferencia justamente de lo que sería una endofasia de un
neurótico obsesivo: este siempre reconoce el carácter subjetivo de sus pensamientos, en cambio en el
psicótico el lenguaje se independiza y adquiere un carácter objetivo, se automatiza, y esto lo va a tomar
Lacan.
El otro psiquiatra que quería recordarles, porque ya lo han visto, es Clerambault, a quien se le
debe el operador teórico del síndrome de automatismo mental para el diagnóstico de la psicosis
alucinatoria crónica. Que es lo que rescata Lacan de esto? En primer lugar, que se trata, según él, de los
trastornos del lenguaje, y por sobre todas las cosas, haber (centralizado??) la comprensión de estos
fenómenos, porque justamente, ¿qué es lo que van a plantear? El trastorno a nivel de la significación, o
sea que no puede ser comprendido, porque lo que pone de manifiesto es la perturbación, la ruptura
semántica. El (¿?) del automatismo mental, entonces (como lo define Clarembault con esas
características: neutro, atemático y anidéico), se manifiesta a partir del eco del pensamiento, que es el
paradigma, y los fenómenos que de él se desprenden: pensamiento anticipado, premoniciones verbales,
que pueden ser acerca de sensaciones, (¿enunciaciones de gestos?), intenciones y actos. Los
fenómenos elementales se sitúan entonces en el límite de la significación, y son independientes de todo
sistema sensorial. Por supuesto que para Clarembault (¿?) de causas mecánicas, de origen orgánico,
neuronal. El se pregunta cuál es el síntoma primario, lo mas elemental que surge como fenomeno a
partir de esta morbosidad a nivel de las neuronas, que es la causa etiológica. Bueno, lo primero que se
manifiesta son estos fenómenos elementales, que están en el límite de la significación; después, dará
lugar esto a las verdaderas alucinaciones, que son temáticas e ideativas para Clerambault, pero no
están al principio de las psicosis; esto es el desencadenamiento para él: antes de esto no hay
fenómenos y eso justamente es lo que le interesa a Lacan: puede hacer un diagnóstico oportuno
(porque el trabajaba en una penitenciaria en que tenia que hacer diagnóstico a los presos, que se hacían
los locos) diferenciando, con este síndrome, con este operador teórico quién se hacía el loco y quién no,
porque está justamente por fuera de la significación, por fuera de la comprensión; sería, acercándonos
más a Lacan, el significante en el contexto más elemental, porque muchas veces son ruidos solamente,
o un grito, un alarido, y el sujeto puede estar hasta años percibiendo esos fenómenos; es mucho más
floreciente, más fenomenológico si se quiere, el gran síndrome de automatismo mental, donde ya las
alucinaciones son visuales, cenestésicas y verbales. Por supuesto que el delirio viene a añadirse
después como una superestructura, pero eso no nos interesa ahora.

156
Bueno, ustedes saben que Lacan considera a Clerambault su único maestro en psiquiatría en
ese momento del Seminario III, momento en el que denuncia ya las limitaciones de la tradición
psiquiátrica acerca del concepto de alucinación que después va a desarrollar en las primeras páginas de
“De una cuestión preliminar...”. Denuncia también tratar el lenguaje como mero instrumento del
pensamiento: es el significante lo que va a trabajar al sujeto; está en contra también de acentuar lo
sensorial, y sobre todo critica la realidad, esto de “al sujeto le conviene”, esto de pedir razones al sujeto
sobre la alucinación, ya vamos a ver por qué.
El Seminario III es un seminario bastante complejo porque hay un cambio de axiomática en el
transcurso del seminario: ustedes van a ver que cuando trabaja la alucinación de “marrana” lo hace,
como dije al principio, a partir de ubicar la alucinación en el esquema de la comunicación intersubjetiva
formalizado a partir del esquema Z. Nuevas perspectivas lingüísticas y estructuralistas le van a ir
haciendo cambiar: de conceptualizar al Otro como el Otro del reconocimiento, pasa a pensarlo como
otro como lugar de la cadena significante, lugar del código, y esto tiene que ver con los aportes de la
lingüística. O sea que dentro del seminario vamos a ver la alucinación como significante en lo real, y
después de la mitad del seminario, la alucinación como trastorno del lenguaje. En los primeros capítulos
hay un privilegio de la palabra sobre el lenguaje. Acuérdense que él llamaba “el mundo del lenguaje” y
en ese mundo había que reconocer la palabra verdadera, que estaba velada por el lenguaje. Esa
palabra verdadera era susceptible de ser reconocida a partir del Otro del reconocimiento, en ese
esquemita donde Lacan demuestra que el sujeto recibe su propio mensaje en forma invertida; la palabra
verdadera le viene del Otro, está en relación al deseo del sujeto, a su posibilidad de reconocimiento.
Este lugar del Otro implica una dimensión suplementaria, porque no se trata de dos interlocutores que
están en el mismo nivel, por eso es diferente una conversación con un otro semejante que con aquel
que ocupa el lugar del Otro, porque es solo a partir del Otro, que el sujeto puede reconocerse. En esta
línea va a decir que la alucinación verbal es el fenómeno más problemático de la palabra (acuérdense
que la palabra es donde el sujeto se reconoce); ya está indicando en consecuencia un problema: que en
la alucinación hay una perturbación en la localización subjetiva del mensaje. Entonces, ¿cómo entender
la alucinación?, se pregunta Lacan; ¿debemos conformarnos con decir que se trata de un mecanismo de
proyección? (Dice esto en relación a Freud, que tomaba a la proyección como mecanismo de la
alucinación)
Vamos a hablar del caso “marrana”. Ustedes saben que “marrana” es una joven psicótica, que n
realidad se trata de un delirio de a dos, porque alucinan la madre y la hija. En esta práctica tan famosa
que es la presentación psiquiátrica de enfermos, esta paciente es entrevistada, no sin reticencia, porque
no se mostraba demasiado amigable para hablar. Lacan intenta rodeos para lograr establecer cierto
diálogo con la paciente; se sabe que esta paciente mantenía una relación de amistad con una vecina,
según la paciente de dudosa moral, con la cual había cortado todo tipo de relación al volverse, esta
vecina, intrusiva. O sea que de alguna manera esta vecina viene a oponerse a esta identificación dual,
doble entre madre e hija, y se desata una (¿última ¿...? persecutoria?) en relación con la vecina, que
157
Lacan dice que esto no parecería un delirio de persecución, sino que habría esbozos de lo que podría
llegar a ser un delirio erotomaníaco; pero la cuestion, más allá de este hecho, la paciente le comenta a
Lacan que el novio, el amante de la vecina, con el cual se había encontrado en el pasillo del edificio, le
dice algo muy ofensivo, no sin dejar como al descuido, registrado que ella como al pasar le había dicho
“vengo del fiambrero”, a lo cual ella había escuchado “marrana”. Entonces, Lacan se pregunta:
¿debemos situarnos en el plano de la proyección? Porque si nos situamos en el plano de la proyección,
ese “marrana” vendría a ser un sentimiento interno del paciente que se proyectaría en el exterior: así
como Freud dice que el delirio de persecución tiene su origen en una sola frase que es “Yo, un hombre,
amo a otro hombre”, este sentimiento segmentado no accede a la conciencia y se proyecta al exterior,
retorna de lo exterior, pero en realidad corresponde al enfermo, entonces dice Lacan: ¿debemos pensar
una proyección? Nada de eso, acá no se trata de un mecanismo de proyección. Se trata del propio
mensaje del sujeto, y no del mensaje recibido en forma invertida, o sea aquí el sujeto no puede
apropiarse de ese mensaje porque está excluido de lo simbólico, ese mensaje suyo se escucha en lo
real, lo que le concierne al sujeto es dicho en lo real por el pequeño otro, pero en este caso el pequeño
otro es un doble, un semejante, la marioneta; “marrana”, dice Lacan, resuena en lo real como un ping
pong en el cual no se sabe de dónde salió el primer saque. Entonces, si el sujeto fuese neurótico, este
“marrana” le vendría del Otro
: hubiese pensado “todos los hombres son unos cerdos”, le responde el Otro del reconocimiento:
“marrana”, pero eso es en la neurosis. En la psicosis hay una exclusión del Otro, entonces el mensaje
del sujeto no viene del Otro, no hay circuito de retroacción del mensaje, no hay localización subjetiva del
mensaje, se escucha en lo real, viene de esos pequeños otros, dobles, marionetas, una muñequita de
esas que le tiras el hilito y hablan solas repitiendo siempre la misma palabra; falla el circuito de
retroacción del mensaje, la palabra funciona en espejo, y el mensaje del sujeto resuena por alusión; por
eso dice Lacan que hay dos formas de hablar del sujeto: una es a partir del Otro del reconocimiento (su
propio mensaje le vuelve en forma invertida) y otra es justamente en la psicosis, por alusión, porque eso
lo alude, ¿por qué? Porque es el mensaje del sujeto, solo que el sujeto no puede localizarse en él.

158
159

También podría gustarte