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Metodología:
Trataría de ser sencilla, aunque hay que animar a la gente diciéndole que es
un “curso” y que, por lo tanto, hay que animarse a ir a la “escuela”, a hacer un
esfuerzo formativo que, a la larga, será provechoso. La metodología tendría estos
elementos:
2
Materiales:
Serían sencillos y breves, aunque es preciso animar a que la gente lea y coja
el bolígrafo.
Se entregaría a principio de curso un cuaderno con todo el temario de ese
año. No será algo farragoso, pero sí con una cierta densidad.
A lo largo del año, se podrían ir dando algunos materiales complementarios
según se viera cómo evolucionaba la cosa.
Este primer año se abre con la frase de Hech 8,3 que dirigió el eunuco etíope al
diácono Felipe: “¿Cómo podré entender la Escritura, a menos que alguien me guíe?”.
Estos materiales tienen la pretensión de ser una guía fraterna, una ayuda para irse
introduciendo (siempre hay que estar en esa tarea) en el ancho campo de la
espiritualidad bíblica. Ojalá pueda servir.
En realidad, es el mismo grupo quien ha de ser el guía mejor. Si los miembros
del grupo se contagian ánimo e ilusión, si participan de manera activa, si leen lo que
se sugiere, si son ágiles para sacar el bolígrafo y anotar-subrayar-marcar, si
contagian de entusiasmo a otras personas, seguramente que esta catequesis
producirá sus frutos.
Y luego orar. Se podía comenzar la sesión con esta pequeña oración que se
repetiría todos los días:
Señor Jesús,
enséñanos las Escrituras,
enciende nuestro corazón
mientras nos hablas. Amén.
Según Lc 24,32, Jesús tenía un método para explicar la Palabra que hacía
arder el corazón de quien le escuchaba: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos
explicaba las Escrituras?”. Que esa manera “ardiente”, viva, deseada, querida, sea
también la nuestra en este Curso Bíblico.1
1
Sería deseable que todos los miembros del grupo llevaran a la reunión la Biblia para poder leer los textos.
4
1
LA PALABRA INSPIRADORA:
IMPORTANCIA DE LA BIBLIA EN LA VIDA CRISTIANA
Este texto es como una “resurrección” que hace Pablo. Lo que hace el maestro
(Jesús) lo hace también el discípulo (Pablo). Pero nosotros lo vamos a tomar por otro
lado:
Puede uno/a preguntarse cómo es que los primeros cristianos fueron tan
entregados al Evangelio. ¿Eran distintos que nosotros? ¿Estaban hechos de otra
pasta? Seguramente que no. Tendrían sus cosas buenas y sus limitaciones, como
nosotros. Entonces, ¿cómo llegaron a ser creyentes tan decididos?
Pues bien, una respuesta puede dárnosla este texto: ellos se reunían en largas
sesiones (hasta el alba, dice el pasaje) para recordar, hablar, comentar, guardar, las
palabras que le habían oído a Jesús o que habían contado de él sus primeros
discípulos. Eran reuniones en torno a la Palabra, largas reuniones. Así aprendieron la
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fe. Así entendieron que el Evangelio podía iluminar su vida, así comprendieron que
comentar la Palabra era el alimento que les unía a Jesús.
¿Y si volviéramos nosotros a eso mismo? Creemos que la fe se aprende en
poco tiempo, en una sesiones de catecismo (que ya las tenemos casi olvidadas). No.
Se aprende poco a poco, cada día, caminando con la Palabra, escuchándola, dándole
mil vueltas. Este grupo es como aquel otro de los Hechos: hacemos una sesión larga
(no los cinco minutos de la homilía) para aprender lo que dice, lo que nos dice la
Palabra. Así podremos animarnos a vivir como seguidores/as de Jesús.
3. Derivaciones:
4. En concreto
Hazte “amigo” de una Biblia. La tuya. Que sea “de uso personal”.
Lee la Biblia algo en casa. Esta semana mira el índice general, los diversos
grupos de libros que contiene.
Vete subrayando en tu Biblia los pasajes que te vayan siendo más luminosos.
Por ejemplo, hoy: Hech 20,7-13 que hemos comentado. Pon al lado a lápiz: La
comunidad en torno a la Palabra. Así aprendieron a Jesucristo.
Valora tu Biblia, abrázala, huélela. Es como una carta de amor.
5. Terminamos
2
LAS SENDAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
ORÍGENES
“La catequesis no puede, evidentemente, explotar sino una pequeña parte de los
textos bíblicos. En general, utiliza sobre todo los relatos, tanto del Nuevo como del
Antiguo Testamento e insiste sobre el Decálogo. Pero debería emplear igualmente
los oráculos de los profetas, la enseñanza sapiencial, y los grandes discursos
evangélicos, como el Sermón de la montaña”. Del Documento: “La interpretación de
la Biblia en la Iglesia”).
3. Derivaciones:
4. En concreto:
5. Terminamos
3
LAS SENDAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
HISTORIA
“Los escritos del Nuevo Testamento no se presentan nunca como una completa
novedad. Al contrario, se muestran solidariamente arraigados en la larga
experiencia religiosa del pueblo de Israel, experiencia recogida bajo diferentes
formas en los libros sagrados que constituyen las Escrituras del pueblo judío. El
Nuevo Testamento les reconoce una autoridad divina”. Del documento: “El pueblo
judío y sus escrituras sagradas en la Biblia cristiana”.
(Se lee el texto despacio. Si hay ánimo, se podía leer antes, en casa, todo el
cap.18 que antecede).
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Los israelitas quisieron un rey “como lo tienen todas las naciones” (1 Sam
8,5). En realidad la monarquía fue, en Israel, un peso enorme, una gran
desgracia. Pero parece que ellos no sabían vivir sin rey. Veían en él, de alguna
forma, al lugarteniente de Dios. Aunque, como decimos, los reyes fueron, casi
todos, unos maulas.
David es el gran rey de los inicios. Un hombre con luces y sombras, como
todos. Generoso, creyente, humano. Pero también opresor, tirano y cruel a veces.
Sus defectos los sufrió en sus propias carnes: un hijo suyo Absalón se sublevó
contra él; le hizo huir de Jerusalén. Cuando Absalón fue derrotado (aquello de
que se enredó con los cabellos en una encina) fueron a llevarle la noticia al rey.
Cuando vio llegar al mensajero, lo primero que preguntó fue por su hijo a quien
quería mucho (“¿Está bien el muchacho?”: esa fue su pregunta).
Al decirle que había sido asesinado, reacciona de la manera que aparece en el
texto que hemos elegido: con un profundo dolor. En el fondo, al rey le importaba
un rábano la guerra; lo que de verdad quería era que su hijo no muriera. De ahí
su gran dolor, su llanto inconsolable, sus gritos que se escuchaban por todo el
palacio. Un hombre que muestra desnuda su humanidad, su amor, su debilidad
por su hijo.
Esto dejó perplejos a los soldados. Habían vencido y el rey lloraba como un
desesperado. Por eso dice en el v.3: “Así, la victoria de aquel día fue duelo para
el ejército, porque los soldados oyeron decir que el rey estaba afligido a causa de
su hijo”. El jefe del ejército, Joab, le dice al rey que se trague su dolor y que
salga a felicitar a la tropa. Y tragándose las lágrimas salió a la puerta. No olvidará
David esta faena que le ha hecho Joab.
3. Derivaciones
Hemos elegido este pasaje de uno de los libros históricos (mira el índice de la
Biblia) porque ahí se descubre algo que queremos subrayar: la Biblia tendría que
llevarnos a crecer en humanidad:
Causa de horrores y violencias: Así ha sido históricamente, a veces, la Biblia.
Es cierto que hay páginas de violencia porque ha sido escrita por humanos.
Pero el fondo de la Biblia es un fondo de humanidad. Por eso, emplear la Biblia
para justificar alguna violencia es traicionarla.
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Finalidad: ser humanos: La finalidad de la lectura y aprecio de la Biblia es
crecer en humanidad. La gran tarea de las personas sobre la tierra es
construir lo humano. La Biblia nos ayuda a ello.
El justo debe ser humano: El libro de la Sabiduría nos dice que Dios nos quiere
enseñar el que el justo debe ser humano. No basta con la justicia; hay que
añadirle la humanidad. Una vida sin humanidad es sosa, sin sentido, no
querida por Dios.
La creación, una suerte: Para ver que construir lo humano es nuestro ideal
que la Biblia nos propone hay que entender la pertenencia a la creación como
una suerte. ¿Cómo vamos a querer ser humanos si maldecimos de esta vida,
si estamos siempre lamentándonos de que esto es un valle de lágrimas?
Ante todo, misericordia: La misericordia es el rostro y la medida de nuestra
humanidad. Quien no es misericordioso, no puede ser humano. Por eso, si
quieres comprobar tu nivel de humanidad mira a ver qué capacidad de
misericordia, comprensión, respeto y ternura tienes.
Nada humano nos puede ser ajeno: Todo lo que constituye el camino de las
personas nos incumbe. Por eso, interesarse por la humanidad, por la sociedad,
por los problemas de mi ciudad o de mi pueblo es síntoma de que vamos
avanzando en humanidad.
Amar los cuerpos: Para crecer en humanidad quizá haya que comenzar por
amar los cuerpos, su historia, sus sentimientos, sus maneras de ver la vida.
Odiar el cuerpo (cuánto se ha hecho) es síntoma de inhumanidad. Dice un
teólogo: “Nunca Occidente se alejó más del Espíritu que cuando abandonó el
cuerpo”. Para pensarlo.
Leer la Biblia, crecer en humanidad: Ya lo hemos indicado: si uno/a quiere ver
si va leyendo bien la Biblia, si le va siendo provechosa, que mire a ver si crece
en humanidad. Un buen amante de la Biblia que se mantiene en sus
comportamientos inhumanos se contradice a sí mismo.
4. En concreto
Que tu Biblia sea tu pertenencia personal más apreciada. No la pongas con los
otros libros. Merece un lugar especial.
Lee personalmente el cap.18 de 1 Sam o algún otro capítulo sobre la historia
de David. Todos son interesantes.
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Pon en el margen de tu Biblia en el capítulo 19 de 1 Sam alguna anotación
como esta: David, hombre con humanidad. Quien lee la Biblia ha de crecer en
humanidad.
Reza algún momento ante tu Biblia agradeciendo el don de la Palabra.
5. Terminamos
4
LAS SENDAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
PROFECÍA
3. Derivaciones
Si leemos bien este pasaje de la Biblia, quizá se nos está empujando a lo que
podríamos llamar una fe más social, que no es otra cosa sino una fe sembrada en el
campo de la vida:
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Una gran lejanía: La que ha existido (y aún existe, en parte) entre la Palabra y
la vida. Creemos que la Palabra, el Evangelio, es “cosa de misa”, pero en
realidad es un libro para nuestra vida, para meterlo en nuestras actuaciones
diarias.
Semilla para el campo de la vida: Eso es la Biblia: una semilla para ser echada
en el campo de la vida. la semilla es buena, tiene poder de germinación. Hay
que ver si nosotros queremos acogerla, si queremos mezclarla con nuestros
comportamientos diarios.
Valorar lo común: Es una condición indispensable para ver que la Palabra es
semilla para la vida. Si nos refugiamos en una piedad individualista, ¿cómo
vamos a ver que la Palabra está destinada a la sociedad? Valorar lo común es
ver que hacemos parte de una historia colectiva, de un camino conjunto. Y
que, como decía el poeta, lo importante no es llegar primero, sino todos
juntos y a la vez.
Cuando todos ganan: La Palabra, el Evangelio sobre todo, tiene un principio
claro: cuando todos ganan, yo gano y nunca al revés. Por eso, cuanto más se
lee la Biblia habría que convencerse que lo que realmente nos conviene es que
todos ganen, que la sociedad mejore, que las comunidades humanas y
cristianas sean más solidarias. Es entonces cuando todos ganaremos.
Gozos sociales: Hay que disfrutar con la sociedad, con lo común. El disfrute
individual termina siendo un egoísmo declarado. Mientras que el gozo del
colectivo, de la sociedad, de la comunidad, me enriquece inmediatamente.
Destinados a la comunidad: Eso quiere decirnos de muchas maneras la Biblia:
estamos destinados a algo común, a una familia universal, a un grupo. El
egoísmo deforma nuestra visión de la realidad haciéndonos creer que si yo me
salvo, allá penas los demás. Esto es destructor y empobrecedor.
Construir la relación: Ése es el gran trabajo de la humanidad: construir una
relación positiva, fraterna, respetuosa, solidaria, acogedora. A ese mismo
objetivo quiere contribuir la Palabra. Si a Jesús le hubieran dicho si quería
traer una nueva religión quizá hubiera dicho que no, que ya tenía la suya.
Pero si le hubieran preguntado si pretendía aportar una nueva relación, habría
dicho que sí, que eso era justamente el reinado de Dios: las nuevas relaciones
entre las personas, la sociedad y el mismo Dios.
Amor a la sociedad: Quien quisiera ver si va leyendo bien la Biblia, si la va
entendiendo bien, podría ver si va creciendo no tanto su amor a Dios (que
también), sino su amor por la sociedad concreta en la que vive. Si eso es así,
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si aparecen signos inequívocos de que ese crece un amor práctico por la
sociedad en la que vivo, buena señal.
4. En concreto
5. Terminamos
5
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
PALESTINA EN TIEMPOS DE JESÚS
3. Derivaciones
4. En concreto
5. Terminamos
6
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO
EL MESÍAS POBRE (MATEO)
“La constitución conciliar Dei Verbum (n.25) insiste igualmente sobre la lectura
asidua de las Escrituras, para los sacerdotes y religiosos. Además –y es una
novedad- invita también ‘a todos los fieles de Cristo’ a adquirir ‘por una lectura
frecuente de las Escrituras divinas la eminente ciencia de Jesucristo (Filp 3,8)’.
Diversos medios son propuestos. Junto a una lectura individual, se sugiere una
lectura en grupo. El texto conciliar subraya que la oración debe acompañar a la
lectura de la Escritura, ya que ella es la respuesta a la Palabra de Dios encontrada
en la Escritura bajo la inspiración del Espíritu. En el pueblo cristiano han surgido
numerosas iniciativas para una lectura comunitaria. No se puede sino animar este
deseo de un mejor conocimiento de Dios y de su designio de salvación en Jesucristo,
a través de las Escrituras”. Del Documento: “La interpretación de la Biblia en la
Iglesia”.
(Se lee el texto tranquilamente, aunque sea muy conocido por todos…)
Las fiestas de Navidad han vertido sobre los textos bíblicos que hablan del
nacimiento de Jesús, demasiado azúcar, demasiado papel de regalo, demasiada
poesía fácil. Los textos de Mateo tienen una indudable asperaza, son textos fuertes,
que en su día sonarían como una “bofetada” en los oídos de los judíos.
Los judíos de aquella época se tenían por personas religiosas, buscadoras de
Dios (había un grupo que se llamaban “los buscadores de Dios” ¡qué oficio!). Pero
ellos buscaban el dirección de la religión: un Dios brillante, potente, que hiciera ver
que Israel era el elegido, que se impusiera a los paganos. En esa misma línea creían
que había de ser el Mesías: poderoso, triunfante, dominador, soberano, etc.
Y ahora llega Mateo presentando la figura de un Mesías pobre, desvalido, en la
humildísima realidad de un nacido en la pobreza. Esto es lo que escandaliza a Israel:
un Mesías pobre es una contradicción. El judaísmo no puede ver qué hay más allá de
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la pobreza, si es que hay algo. Ahí se estrellan: la pobreza no puede ser
acompañamiento del Mesías.
Y aquí viene la “bofetada” de Mateo. Viene a decir a los judíos: vosotros sois
peor que los paganos, menos creyentes que ellos. Algunos de ellos, al menos, estos
tres magos venidos “de Oriente”, de fuera del pueblo elegido, han visto en el pobre
nacido a un Mesías. No se han estrellado en la pobreza. Han sabido mirar más a lo
profundo. Y vosotros, que os decís buscadores de Dios, os habéis estrellado contra la
pobreza y no habéis podido ir más allá. No habéis sabido desvelar el misterio de
salvación que se encierra en el áspero manto de las pobrezas.
Muy duro. No sabemos cómo habría reaccionado el auditorio judío ante unas
palabras tales. Probablemente, la reacción no habría sido muy benigna. Pero, para
los pobres cristianos que escuchaban o leían a Mateo esto era reconfortante.
Entendían que su pobreza no era obstáculo para tener valores, para incluso ser
hijo/a de Dios. Los pobres sin duda que se alegrarían.
3. Derivaciones
Es algo que los cristianos, al menos los que vivimos en países de una cierta
riqueza, no logramos descubrir: los valores que se encierran en las pobrezas. Como
hemos escapado de la pobreza (casi ni nos acordamos de ella, aunque hace no
muchos años nos afectaba), creemos que ser pobre económico es no tener ningún
valor. Es cierto que la pobreza económica conlleva muchas otras pobrezas
(educación, sanidad, vivienda, trabajo, etc.). Pero ¿las pobrezas no encierran ningún
valor? Esto no es así. Tienen valores. Y si no los descubrimos, nuestro amor a los
pobres será siempre paternalista, posesivo y, en suma, dominante. ¿Qué valores
encierran las pobrezas?
El mantenimiento de la utopía: Los saciados abandonamos las utopías, los
sueños, los anhelos. Quienes no están saciados no dejan de soñar un mundo
distinto. Son como profetas para nosotros que nos dicen que las cosas no pueden
ser así; que estamos llamados a la fraternidad.
El ideal de justicia: Lo mantienen vivo los pobres, porque ya vemos cómo los
ricos se olvidan rápidamente de él. Es cierto que hay pobres injustos. Pero, más
allá de su calidad moral personal, el conjunto de las pobrezas clama por la justicia
como lo hacía Jesús.
La indudable solidaridad: Hay pobres explotadores. Pero en los pueblos
empobrecidos brota con más frecuencia que entre nosotros rasgos de solidaridad
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y de amparo. Hemos de envidiarlos y copiarlos, aprender de ellos que, en
definitiva, estamos creados para ampararnos, para acompañarnos.
Nos dan el perdón: porque vistas las injurias de toda índole que les hemos hecho
a lo largo de la historia es raro que no reaccionen vengativamente. A su manera
nos otorgan el perdón. Recibir el perdón de los pobres es recibir el perdón de
Dios.
Indudable humanidad: Porque la dura situación que viven los pobres les hace ser,
a veces, inhumanos. Pero si mejorara su situación se desvelaría el buen corazón
que anida en muchos de ellos. Lo comprobamos, a veces, cuando nos acercamos
a sus vidas.
4. En concreto
Piensa que podrías, quizá regalar una Biblia a alguien amigo e invitarle
fraternamente al grupo bíblico.
Lee algún texto más de la infancia de Jesús en Mt 1-2 desde la perspectiva de
que la pobreza no es obstáculo para que Jesús sea el verdadero Mesías.
Anota en el margen de tu Biblia a la altura de Mt 2,1-12 alguna frase como ésta:
Las pobrezas encierran valores. Jesús pobre es el Mesías de Dios.
Ten siempre la mentalidad abierta para acoger nuevas lecturas de los textos. No
quedarse en lo de siempre.
5. Terminamos
7
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
UNA CATEQUESIS SOCIAL (MARCOS)
(Es un texto largo. Por eso, se podría leer solamente el primero o segundo de
los pasajes…En casa se podía leer el resto)
3. Derivaciones
4. En concreto
Preguntarse si, con el paso de las semanas, se nos va haciendo más familiar y
querida nuestra Biblia.
Leer la catequesis entera de Mc 9,30-10,31 con las orientaciones que hemos dado
más arriba.
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Anotar en el margen de tu Biblia, a la altura de Mc 9,30: Catequesis social de
Jesús a sus discípulos. El Evangelio pide una nueva relación humana.
Sentir al lado la compañía de la Palabra. Sentirlo como algo vivo.
5. Terminamos
8
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
UN EVANGELIO PARA PAGANOS (LUCAS)
(Se lee despacio el pasaje. Aunque conocido, merece la pena leerse una vez
más…)
Con san Lucas ocurre algo especial: su obra nos ha llegado partida en dos
trozos. Uno de ellos lo han colocado con los Evangelios (Lucas) y otro ha quedado
suelto (Hechos de los Apóstoles). Pero es la misma obra que pretende hacer ver
cómo la humilde semilla del reino sembrada por Jesús va pasando de uno a otro
hasta llegar a Roma, el corazón del paganismo, el lugar al que estaba destinada.
Es que Lucas tiene clara una cosa: el Evangelio es una oferta a todos,
singularmente a los paganos. Si a Lucas le hubieran dicho: hermano Lucas, tu
Evangelio se lee en Iglesias, se estudia en facultades, etc., habría replicado: ¿No se
lo lee donde está la gente, en la calle, en el mercado, en el trabajo, en el estadio,
etc.?
Para resituar el Evangelio en la calle, quizá haya que cambiar la idea de Dios.
La parábola que llamamos vulgar e inadecuadamente “el hijo pródigo” quiere
cambiar esa imagen. Nosotros/as hemos subrayado la figura del pródigo porque
creemos que es una imagen de la conversión. Pero no lo es tanto. En realidad, si se
lee bien el pasaje, el pródigo es inimitable tanto en su huida de la casa paterna como
en su vuelta. Cuando quiere volver dice claramente que vuelve por hambre. Si no
hubiera tenido hambre no hubiera vuelto. Construye un discurso capcioso: dice a su
padre que está arrepentido, pero le pide que le trate como a uno de sus jornales,
porque, ha dicho antes, que los jornaleros en casa de su padre comen (y ése es su
problema). El padre no le deja decir la frase “trátame como a uno de tus jornaleros”.
Es padre, pero no es tonto, sabe que viene por hambre, no por arrepentimiento.
Podría haberle dicho: cuando te fuiste nos heriste; vete ahora por donde has
venido. Podría también haberle dicho: bien, te trataré como a un jornalero; vete al
campo, trabaja y luego comerás. Pero no: obra el padre con la desmesura del amor:
el mejor vestido, el calzado, el anillo con el que signaban contratos. Le devuelve la
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misma capacidad legal de hijo porque para el padre su fuga no es causa suficiente
para perder la condición de hijo.
3. Derivaciones
Así es este Dios que perdona siempre (así debería titularse la parábola): Dios
generoso, perdonador, olvidadizo de lo mal hecho, que espera siempre, que no mira
al daño hecho, inagotable en su amor siempre vivo. Un Dios distinto, no sometido a
normas, no deudor de nadie que piensa que ha hecho el bien y se le debe pagar
(hermano mayor).
Uno de los trabajos pendientes en las comunidades cristianas es mejorar
nuestra idea de Dios. Se le podría considerar:
Compañero de camino: No alejado de nuestros caminos, de nuestros intereses.
Vecino de nuestro barrio, no lejano en un cielo inasequible.
Solidario con la historia: porque todo lo que nos pasa le afecta a él
profundamente y se ha comprometido en su ser de Dios a que esta historia llegue
a plenitud.
Sufriente con nuestras limitaciones: Él es quien más sufre; Él está siempre en el
lugar del dolor. Está ahí impulsando la vida para que sucumbamos lo menos
posible a la tiranía del sufrimiento.
Humano con hondura: porque parece impropio calificar a Dios de humano. Pero la
misma Escritura (Sabiduría) nos dice que Dios ha obrado humanamente, con un
corazón perdonador. Así ha demostrado que es nuestro Dios.
Respetuoso con todos: No está donde no queremos que esté. Aguarda a la puerta
(Apocalipsis). Quiere que le demos permiso para entrar a nuestra vida.
Ha apostado por lo nuestro: Él ha puesto en el asador más carne que nosotros
para que nuestra vida salga a flote. Jesús da testimonio con su vida que éste es
el designio de Dios: que todo llegue a la plenitud, a la dicha, a la fraternidad.
Espera incansable: porque él sabe que somos fáciles para el extravío. Él espera
incansablemente, como espera un Dios. Jesús ha esperado también sin
impacientarse ante la lentitud de nuestros procesos históricos y creyentes.
4. En concreto
5. Terminamos
9
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
LA SALVACIÓN EN LA HISTORIA (JUAN)
El cuarto Evangelio está escrito en torno al año 100 y contiene una profunda
reflexión sobre la vida cristiana y sus experiencias más profundos. En el que se llama
“discurso de despedida” (caps 14-17) se da como un testamento espiritual de Jesús
que quiere responder a estas preguntas: ¿Cómo ser cristiano ahora que el Jesús de
la historia no está ya con nosotros? ¿Dónde están los verdaderos apoyos de la fe
cuando la vida no es fácil? Estas preguntas que se hacían los primeros cristianos, con
más razón nos las hacemos nosotros.
En el capítulo 14 que hemos leído se da respuesta a estas cuestiones. Allí se
dice:
Primero: Para entender la respuesta has de tener a Dios como verdadero Padre
(en el hogar de mi Padre). Dios tiene reservada para ti la dicha, la plenitud, no la
condena.
Segundo: Lánzate a la persona de Jesús. Él es “camino” (Yo soy el camino)
seguro para ti de acceso a Dios.
Tercero: Ten por seguro que al final de ese camino que es Jesús te encuentras
con el Padre (¿no crees que yo estoy con el Padre?).
Cuarto: Si crees que este camino es para ti imposible, dada tu debilidad, piensa
que Jesús ora por ti y su oración te ampara (Cualquier cosa que pidáis en unión
conmigo…).
Con estos requisitos se puede entender la respuesta a la pregunta de cómo ser
cristiano en situaciones difíciles, cuando la figura de Jesús se oscurece. Juan
responde así: Dios está en el fondo de tu vida; Dios ampara tu vida; dentro de la
vida está Dios actuando; tu vida no está sola, tu tierra tiene marido (que dirían los
profetas). Eso viene en la frase del v.23: “Vendremos a él y pondremos nuestra
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morada en él”. El Padre y Jesús ha puesto definitivamente su morada en la historia,
en el subsuelo de la vida. Es la cumbre de la espiritualidad joánica.
Y la consecuencia es decisiva: si alguien quiere encontrarse con Dios, lo que
tiene que hacer es ahondar en la historia, por en su fondo ha puesto el padre su
morada para no irse nunca jamás. Es decir: la consecuencia de la fe es la
responsabilidad ante la historia, porque en el fondo de la vida, acompañándonos,
amándonos, reorientándonos, están el Padre y Jesús. La salvación se da en la
historia, no fuera de ella.
3. Derivaciones
4. En concreto
5. Terminamos
10
LAS SENDAS DEN NUEVO TESTAMENTO:
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LAS CARTAS DE PABLO
Es una suerte que nos hayan llegado de san Pablo nada menos que trece
cartas: siete auténticas, escritas por él mismo o por su secretario (Rom, 1 y 2 Cor,
Gal, Ef, Film, Filp, 1 Tes) y cinco de sus discípulos (Ef, Col, 2 Tes, 2 Tes, Tit, 1 y 2
Tim). No es normal que de los personajes de la antigüedad lleguen tantos textos. Las
cartas de Pablo, como toda carta, se escribieron para un momento dado. Luego
“durmieron” unos años hasta que alguien descubrió que tenían un valor más allá de
la coyuntura en la que fueron escritas. Así han llegado hasta nosotros.
La carta a los Romanos es el último escrito de Pablo, la carta más densa y más
madura. En ella Pablo escribe lo que él ha vivido, su propia experiencia creyente. Él
ha visto que la muerte de Jesús obraba en él una verdadera rehabilitación, de tal
manera que eso le libraba de las grandes ataduras humanas (la ley, el pecado, la
muerte) de tal manera que podía llevar una nueva vida en Cristo (la “vida según el
Espíritu”). Comprendió también que esta maravilla de una fe liberadora la tenía que
vivir en la comunidad de creyentes, con sus pros y sus contra.
El texto que hemos elegido es de los más difíciles de san Pablo. Pero, como
este Curso ya va adelante y nos vamos acercando cada semana más a la Palabra,
podemos aventurarnos con este difícil texto de san Pablo. ¿Cómo Pablo ha entendido
que la persona se rehabilita, encuentra una nueva orientación de vida en Cristo? Él
era judío y partía de su experiencia judía. Había una fiesta en el judaísmo que se
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llamaba el “yom kippur”: día del perdón. En aquella fiesta, el sumo sacerdote hacía
un rito que simbolizaba un pacto de sangre, un pacto de alianza y perdón, entre Dios
y el pueblo. Ese rito consistía en untar con la sangre de un cordero sacrificado el
arca de la Alianza (la presencia de Dios) y luego se aspergía sobre el pueblo. Así se
creía que Dios perdonaba los pecados y renovaba la alianza. El arca de la Alianza
estaba recubierta por una chapa de oro que se llamaba “kapporet”: nuestras Biblias
lo traducen por “propiciatorio” o “instrumento de propiciación”. Sobre ella caía la
sangre de la aspersión.
Pablo, en un momento dado, momento de iluminación, ha entendido que eso
que ellos hacían todos los años en un rito ha ocurrido históricamente en Jesús: Dios
lo ha hecho para nosotros, con su propia sangre, propiciatorio, lugar donde se
renueva la Alianza y el perdón para siempre. Lo que soñaba la religión lo hemos
tenido en Jesús. La sangre de Jesús, su entrega histórica, nos renueva la Alianza con
Dios y nos perdona eficazmente. Por eso podemos llevar una vida nueva.
No es fácil entender esto. Pero cuando Pablo lo vio así, seguramente que fue
para él un día de gloria, de iluminación, de sentido y de consuelo. Entendió que, por
Jesús, Dios caminaba a su lado, lo perdonaba y lo salvaba. No es de extrañar que
comprendiera que su vida entraba en la total libertad. Por eso había escrito un poco
antes. “Para ser libres nos libertó Cristo Jesús” (Gal 5,1).
3. Derivaciones
4. En concreto
5. Terminamos
11
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
LAS OTRAS CARTAS
(Leemos el texto gustando alguna de las frases que nos sean más cercanas…)
3. Derivaciones:
Con razón dice la sabiduría popular que “obras son amores” y que “del dicho al
hecho hay un trecho”. Y más gráficamente: “que no es lo mismo predicar que dar
cebada o trigo”. Y es que, a nada que nos fijemos en el caminar humano, vemos con
claridad que hablar es fácil, pero hacer es otra cosa. Que los papeles lo aguantan
todo, pero que la realidad es muy distinta. De ahí que el nivel de credibilidad de una
persona, de un ayuntamiento, de un gobierno, de cualquier institución se mida
mucho más por sus hechos que por sus palabras. Y si, llegado el caso, las palabras
contradicen a los hechos, la persona o la institución entran en un total descrédito. Es
cierto que una palabra buena es valiosa, pero si no va acompañada de una actuación
concorde, se desvaloriza.
Jesús hablaba del valor decisivo de las obras de fe del creyente, del árbol que
es valorado por los frutos y que no hay valorar a quien enseña la fe por lo que dice,
sino por lo que hace. En aquella parábola de los dos hijos enviados a la viña se ve
que lo que realmente cuenta es ir a la viña, aunque se diga que no se va. Y que no
sirve para nada decir que se va si luego realmente no se acude al trabajo. Jesús
proponía las palabras del Evangelio como palabras exigentes, que demandan una
implicación. Y que la obra que Dios quiere que hagamos es creer en el Hijo, en su
proyecto, en sus sueños, en sus anhelos. Y, en consecuencia, apuntarse al camino de
un seguimiento en obras contantes y sonantes. No se trata de hacer mucho, sino de
poner la vida a funcionar en los parámetros del Reino. Pero a veces las obras están
tiznadas de soberbia, pierden todo valor ante el Padre que mira el corazón de la
persona. Por eso el publicano bajó perdonado a su casa. ¿Qué obras principales
demanda el Evangelio?
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Obras de justicia: Porque la justicia es lo primero en el reino y lo demás viene por
añadidura. Trabajar por la justicia es el mismo trabajo que Dios hace con
nosotros, es trabajar por el mejor sueño de Dios sobre la historia.
Obras de solidaridad: Ya que el amor al prójimo es un mandamiento “igual” al
otro, al del amor a Dios. No es un mandamiento segundo, sino igual. Más aún,
como dice 1 Jn, el amor al prójimo hace visible el amor a Dios. Es casi más
“primero” que el otro.
Obras de compasión: porque sin compasión no hay manera de entrar en el
secreto de la persona. Si Jesús no hubiera tenido profunda compasión de las
personas no habría podido amarles con tanta fidelidad.
Obras de humanidad: Porque si las obras no llevan el sello de lo humano, no
pueden ser obras evangélicas. Como hemos dicho, Dios mismo obra con
humanidad.
Obras de acompañamiento: Ya que eso hace Jesús con nosotros: nos acompaña
en toda nuestra vida. Sin su compañía nuestra vida correría un gran riesgo de
extravío. Desde entonces nos hemos librado del desaliento y la soledad.
4. En concreto
5. Terminamos
12
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO.
PROFECÍA DE RESISTENCIA (APOCALIPSIS)
3. Derivaciones
5. Terminamos
- Hablar sobre este libro raro de Apocalipsis. ¿Hemos entendido algo más?
- Escribe en un papel esta frase: “El mal no tendrá la última palabra”. Ponerla en
sitio visible.
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13
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO
Los orígenes del cristianismo son, sobre todo en su primera etapa, muy
brumosos. Los 20 o 30 primeros años del movimiento cristiano no han dejado casi
huellas. Por eso, casi todo son conjeturas. Los orígenes del cristianismo fueron como
todo lo humano que nace: lento, tanteante, procesual. Pero lo cierto es que, poco a
poco, fue fraguando el movimiento cristiano y pocos años después de la muerte de
Jesús, en tiempos del mismo Pablo, había presencia cristiana en prácticamente todos
los países importantes del Mediterráneo, el mundo de entonces.
Vamos a proponer un texto antiguo. Rom 16 es un billetito, una postal, con
saludos de Pablo que ha venido adherido al texto de Romanos. Esta carta es del año
58 probablemente. Es decir, poco más de veinte años de la muerte de Jesús. En ese
texto, Pablo va dando saludos y recomendaciones a unos cuantos colaboradores
suyos, empezando por una tal Febe. De hecho, a este capítulo 16 se le suele llamar
“carta a Febe”. Es interesante ver los calificativos que da a las personas de las que
habla: abogada de muchos…colaboradores míos…han trabajado duro por el Señor…
compañeros de prisión…apóstoles entre los apóstoles…amigo en el Señor…ha dado
prueba de ser todo un cristiano, etc. ¿Qué indica esto? Que en los primeros años del
cristianismo la obra de la misión primitiva se ha hecho en pie de igualdad, con
muchos colaboradores en la tarea, y no pocas mujeres. Esto refleja la comunidad
cristiana primera: nadie era más que nadie y nadie era menos que nadie, sino que
todos eran una comunión en igualdad.
Si a Pablo le hubieran dicho: ¿Quiénes son los mayores apóstoles del
cristianismo? Él no lo habría dudado: Andrónico y Junías. Un hombre y una mujer,
quizá marido y mujer. O no. ¿Por qué son los mayores apóstoles? No lo dice, pero
cuando Pablo lo afirma tan tajantemente por algo será. Es decir, la grandeza del
apostolado no lo da el pertenecer a la lista de Doce, ni el ser hombre, sino la
dedicación al hecho cristiano. Y por lo que se ve, estos dos se habrían entregado a
fondo a la causa de Cristo. Algo de esto se halla en los orígenes del cristianismo. La
deriva que luego tomó la historia es otra cosa.
3. Derivaciones
4. En concreto:
Aprecia cada día más la posibilidad de hacer un Curso de Biblia como éste.
Agradécelo a tu grupo.
Lee el texto entero de la carta de “Febe” que, como hemos dicho, no es muy
conocido.
En el margen de tu Biblia, y a la altura de Rom 16 pon alguna anotación como
esta: Orígenes de la comunidad cristiana. Colaboración, igualdad, amor.
Colabora en alguna campaña de propaganda bíblica si se hace en tu parroquia o
comunidad.
45
5. Terminamos
14
CONOCER LA ESCRITURA ES CONOCER A JESÚS
Esta escena es decisiva para conocer el trasfondo no sólo ideológico, sino vital
en que se mueve Jesús. En la sinagoga de Nazaret, Jesús es invitado a que diga en
qué consiste realmente su mesianismo, cuál es su pretensión como Mesías. Para
decirlo con propiedad y con brevedad, toma la Escritura y lee un pasaje de los
profetas, concretamente Is 61,1-2a que concluye con la expresión “el año de gracia
del Señor”. Ahí Jesús se para y, de alguna forma, “censura” el texto de Isaías porque
lo que viene a continuación reza así: “y el día de venganza de nuestro Dios”. Isaías
anuncia, pues, un año de gracia (para el pueblo de Israel, se sobreentiende) y otro
de venganza (para los paganos, se sobreentiende). Jesús dice que su mesianismo es
sólo de gracia, para todos, sean judíos o no lo sean. Esto no lo podía admitir de
ningún modo la religiosidad popular de la época que tenían bien claro que la
salvación es para Israel y que los paganos están irremisiblemente condenados al
infierno. Jesús es así: únicamente gracia y beneficio para toda persona, sea quien
sea.
La reacción negativa es evidente: se extrañan los de su pueblo que solamente
cite las palabras de la gracia. ¿Y las de la venganza, por qué no las cita? ¿No es el
hijo de José? Es decir, ¿no es él un judío que sabe bien lo que hay que saber, que
Israel es elegido y el paganismo rechazado? Entonces Jesús pone dos ejemplos
ofensivos: una viuda de Sarepta, pagana, creyó a Elías; un leproso sirio, Naamán,
obviamente pagano, creyó a Eliseo. Pero ninguno de los compaisanos de Jesús le da
crédito. Es como si Jesús les dijera: sois peor que los paganos; algunos de ellos, al
menos, dieron crédito a la profecía. Pero no hay nadie entre vosotros que acoja un
mesianiso de piedad y generosidad para todos. Así la escena cobra coherencia.
Desvela este pasaje el interior de Jesús, las raíces profundas no solo de su
actuación, sino de su ser. Él es buena noticia para los pobres, libertad para cualquier
opresión, luz para toda ceguera, gracia y ánimo para toda persona. El suyo es un
mesianismo pobre pero hondo, personal y universalista. No está limitado ni por
cuestiones religiosas, ni étnicas ni sociológicas. Un mesianismo de amplio espectro.
Aceptar a un Jesús así implica congeniar con sus planteamientos y tener, como él,
esa amplitud de miras capaz de llegar a no excluir a nadie.
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3. Derivaciones
4. En concreto
Da gracias a Jesús por este Curso que estás a punto de terminar. Gracias por la
Palabra en general, por tu Biblia acompañante en concreto.
Hazte el propósito de leer en algún momento un Evangelio seguido, por ejemplo
Marcos, que es más corto.
Anota en el margen de tu Biblia a la altura de Lc 4,14-30 alguna frase como esta:
Un mesianismo de gracia para todos. No hay venganza de parte de Dios, sino
solo amor.
Intenta contagiar a otros tu aprecio de la Palabra.
5. Terminamos
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UNA COMUNIDAD QUE LEE LA PALABRA
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1. Para leer y subrayar en casa
“Por esta razón en la Iglesia la Palabra no es un depósito inerte, sino que siendo
«suprema norma de su fe» y fuerza de vida, «va creciendo en la Iglesia con la ayuda
del Espíritu Santo» y «crece» cuando los fieles la contemplan y estudian», cuando
comprenden internamente los misterios que viven, cuando la proclaman los Obispos.
Lo atestiguan, en particular, los hombres de Dios, que han "habitado" la Palabra. Es
evidente que la misión cierta y primaria de la Iglesia es transmitir la divina Palabra a
todos los hombres, en todos los tiempos y en todos los lugares, según el mandato
de Jesús (cf. Mt 28, 18-20). La historia demuestra cómo esto ha sucedido y continúa
también ahora después de tantos siglos, entre diversos obstáculos, pero también con
tanta vitalidad y fecundidad”. De los Lineamenta del Sínodo de los Obispos de 2008)
3. Derivaciones
¿Es tan necesario que las comunidades cristianas lean la Palabra? ¿No
conocemos ya suficientemente el Evangelio? A causa del perviviente historicismo,
hay creyentes que piensan que ya conocen el Evangelio. Efectivamente, saben de
memoria, por su reiterada participación en la celebración litúrgica, el componente
narrativo de muchos pasajes bíblicos. Pero si les pidiéramos hacer pequeñas síntesis
personales del Mensaje se verían quizá perdidos: ¿qué pensaba Jesús del dinero, de
la familia, del mercado, de la oración, de la trascendencia, de la mujer, etc.?
Responder personalmente a esta clase cuestiones demanda haber personalizado los
textos, haberlos rumiado muchas veces en el propio interior, haber llegado a
sintetizarlos de la mejor manera que uno cree conveniente. Esta saludable
“apropiación” de los textos es harina de otro costal.
Por esto mismo, nuestro conocimiento del Evangelio se muestra que es
“estrecho” si hacemos un elemental experimento: si se pide a un grupo cristianos
que hagan una lista de citas bíblicas que a ellos le sean más elocuentes tendremos
como resultado que es muy posible que no haya casi ningún texto del AT o del
mismo san Pablo y que los textos evangélicos que se citen, con ser hermosos e
importantes, sean los “de siempre” (bienaventuranzas, el hijo pródigo, el buen
samaritano, el padrenuestro, etc.). Por supuesto, sería extraño que se citara algún
pasaje de Apocalipsis, de las Cartas Católicas o de Hebreos. Son textos vitalmente
ignorados, aunque se escuchen en la lectura litúrgica. Los pasajes que realmente
entran en el ámbito del corazón son escasos.
Es preciso leer personalizada y creativamente el Mensaje de tal manera que se
amplíe y profundice la asimilación de la Palabra. Sí, también en esto estamos
necesitados de creatividad. La creatividad toma su inspiración del texto bíblico y lo
expande al ámbito de lo cotidiano iluminándolo y suscitando caminos que generan
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comportamientos nuevos. El concepto de “fidelidad creativa” que se aplica a otros
aspectos de la vida espiritual podría ser también utilizado en este caso. La
espiritualidad bíblica ha de mantener fidelidad al camino de la fe recorrido por las
comunidades cristianas y, sobre todo, al camino histórico de Jesús. Pero ha de
esforzarse por leerlo y vivirlo en modos de creatividad, de conexión social, de
adecuación cultural para que esa lectura no quede en una mera remembranza. Esta
doble tarea es hoy necesaria, con la conciencia de que es en la creatividad donde
radica nuestro mayor problema.
4. En concreto
5. Terminamos