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Introducción

La formación permanente es imprescindible para el logro de una fe adulta. Por


eso, aunque nos cueste tiempo y esfuerzo, se darán por bien empleados si logramos
pasar de una fe pasiva a otra más activa. Es preciso animarse y aprestarse a que la
formación nos acompañe, por así decirlo, todos los día de nuestra vida. Para ello
proponemos un plan trienal de formación de adultos.

1. La finalidad del plan es que, en tres años, se ofrezca a grupos interesados un


plan básico de formación cristiana con tres ingredientes: el bíblico, el
franciscano y el social. El bíblico por ser la palabra elemento imprescindible de
la experiencia cristiana; el franciscano porque es nuestra opción transmisible a
las personas de nuestro entorno; el social porque existe ahí una carencia
respecto a la vivencia de la fe en relación con la sociedad.

2. La duración será, pues, de tres años o cursos. Proponemos quince temas


para cada curso, ya que, contando fiestas y vacaciones, un curso escolar no
da para mucho más.
3. El talante del curso será vivencial y de una cierta novedad, más que
puramente técnico o escolar. Algo que, además de formar, llegue al corazón
de la persona.
4. Los destinatarios pueden ser cualquiera de los grupos que ya funcionan en
nuestras parroquias o presencias. El material será adaptable a ellos. Pero, el
ideal sería que nacieran grupos nuevos con este compromiso trienal de
formación.

Metodología:

Trataría de ser sencilla, aunque hay que animar a la gente diciéndole que es
un “curso” y que, por lo tanto, hay que animarse a ir a la “escuela”, a hacer un
esfuerzo formativo que, a la larga, será provechoso. La metodología tendría estos
elementos:
2

1. Una pequeña lectura personal


2. Una reunión común de estudio del tema
3. Un diálogo común

A quien se viera más capaz y animado/a se podría proponer hacer un pequeño


trabajo final de curso para ayudar a dar el salto de una formación pasiva a otra más
activa.

Materiales:

Serían sencillos y breves, aunque es preciso animar a que la gente lea y coja
el bolígrafo.
Se entregaría a principio de curso un cuaderno con todo el temario de ese
año. No será algo farragoso, pero sí con una cierta densidad.
A lo largo del año, se podrían ir dando algunos materiales complementarios
según se viera cómo evolucionaba la cosa.

Plan del primer año:

Damos el plan para el primer año (el bíblico):

1. La Palabra inspiradora: la importancia de la Biblia en la vida cristiana


2. Las sendas del AT: Orígenes
3. Las sendas del AT: Historia
4. Las sendas del AT: Profecía
5. Las sendas del NT: Palestina en el siglo I
6. Las sendas del NT: El Mesías pobre (Mateo)
7. Las sendas del NT: Una catequesis social (Marcos)
8. Las sendas del NT: Evangelio para paganos (Lucas)
9. Las sendas del NT: La salvación en la historia (Juan)
10. Las sendas del NT: Las cartas auténticas de Pablo
11. Las sendas del NT: Las otras cartas
12. Las sendas del NT: Profecía de resistencia (Apocalipsis)
13. Las sendas del NT: Los orígenes del cristianismo
14. Conocer la Escritura es conocer a Jesús
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15. Una comunidad que lee la Palabra

Este primer año se abre con la frase de Hech 8,3 que dirigió el eunuco etíope al
diácono Felipe: “¿Cómo podré entender la Escritura, a menos que alguien me guíe?”.
Estos materiales tienen la pretensión de ser una guía fraterna, una ayuda para irse
introduciendo (siempre hay que estar en esa tarea) en el ancho campo de la
espiritualidad bíblica. Ojalá pueda servir.
En realidad, es el mismo grupo quien ha de ser el guía mejor. Si los miembros
del grupo se contagian ánimo e ilusión, si participan de manera activa, si leen lo que
se sugiere, si son ágiles para sacar el bolígrafo y anotar-subrayar-marcar, si
contagian de entusiasmo a otras personas, seguramente que esta catequesis
producirá sus frutos.
Y luego orar. Se podía comenzar la sesión con esta pequeña oración que se
repetiría todos los días:

Señor Jesús,
enséñanos las Escrituras,
enciende nuestro corazón
mientras nos hablas. Amén.

Según Lc 24,32, Jesús tenía un método para explicar la Palabra que hacía
arder el corazón de quien le escuchaba: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos
explicaba las Escrituras?”. Que esa manera “ardiente”, viva, deseada, querida, sea
también la nuestra en este Curso Bíblico.1

1
Sería deseable que todos los miembros del grupo llevaran a la reunión la Biblia para poder leer los textos.
4

1
LA PALABRA INSPIRADORA:
IMPORTANCIA DE LA BIBLIA EN LA VIDA CRISTIANA

1. Para leer y subrayar en casa

“La Palabra se dirige a toda la humanidad. Si la Palabra se hace lenguaje humano es


para que todos la entiendan. No debe permanecer lejana porque no es superior a tus
fuerzas, ni está lejos de tu alcance, sino que está bien cerca de ti, está en tu boca y
en tu corazón para que la pongas en práctica (Dt 30,11). La Biblia ejerce su
influencia a lo largo de los siglos. Un proceso constante de actualización adapta la
interpretación a la mentalidad y al lenguaje contemporáneos. Por tanto es precio
traducir constantemente el pensamiento bíblico al lenguaje contemporáneo para que
se adapte a los oyentes”. Del documento “La interpretación de la Biblia en la
Iglesia”.

2. Texto orientativo: Hech 20,7-13

(Se lee despacio el texto…)

Este texto es como una “resurrección” que hace Pablo. Lo que hace el maestro
(Jesús) lo hace también el discípulo (Pablo). Pero nosotros lo vamos a tomar por otro
lado:
Puede uno/a preguntarse cómo es que los primeros cristianos fueron tan
entregados al Evangelio. ¿Eran distintos que nosotros? ¿Estaban hechos de otra
pasta? Seguramente que no. Tendrían sus cosas buenas y sus limitaciones, como
nosotros. Entonces, ¿cómo llegaron a ser creyentes tan decididos?
Pues bien, una respuesta puede dárnosla este texto: ellos se reunían en largas
sesiones (hasta el alba, dice el pasaje) para recordar, hablar, comentar, guardar, las
palabras que le habían oído a Jesús o que habían contado de él sus primeros
discípulos. Eran reuniones en torno a la Palabra, largas reuniones. Así aprendieron la
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fe. Así entendieron que el Evangelio podía iluminar su vida, así comprendieron que
comentar la Palabra era el alimento que les unía a Jesús.
¿Y si volviéramos nosotros a eso mismo? Creemos que la fe se aprende en
poco tiempo, en una sesiones de catecismo (que ya las tenemos casi olvidadas). No.
Se aprende poco a poco, cada día, caminando con la Palabra, escuchándola, dándole
mil vueltas. Este grupo es como aquel otro de los Hechos: hacemos una sesión larga
(no los cinco minutos de la homilía) para aprender lo que dice, lo que nos dice la
Palabra. Así podremos animarnos a vivir como seguidores/as de Jesús.

3. Derivaciones:

No venimos muchos de nosotros de una vida cristiana con Palabra. Nuestros


padres (con frecuencia piadosos y creyentes) no leyeron la Biblia; en nuestra casa no
hubo muchas Biblias. Es tiempo de corregir esta trayectoria. Ten tu Biblia, no una
Biblia. Tu Biblia es de uso personal. Pues bien, además de tener materialmente la
Biblia, podemos pensar esta semana:
 Palabra inspiradora: Siempre se ha dicho que la Palabra es inspirada: viene de
Dios a través del lenguaje humano. Es cierto. Pero también es inspiradora,
iluminadora, ayudadora de nuestras sendas.
 La necesaria iluminación: Caminar en la vida sin luz es como andar en la más
negra oscuridad. La Palabra de Dios es una luz, nos quiere iluminar en el
camino de la vida, aunque el trabajo lo tengamos que hacer nosotros. Pero no
es lo mismo caminar con luz que a oscuras.
 Iluminados por dentro: Dentro de la persona hay un espacio interior que hay
que iluminar. Se ilumina con el amor, con la cultura, con el bienestar. También
la Palabra quiere contribuir a iluminar ese espacio interior, ese corazón
nuestro. Lo hace diciéndonos que Dios acompaña nuestra vida y que el fin de
nuestro camino humano es la dicho, el gozo, la plenitud (que en lenguaje
religioso llamamos cielo).
 Una vida luminosa: Así tendría que ser la vida cristiana: luminosa,
bienhumorada, positiva, amable, respetuosa. ¿Cómo podemos decir que
seguimos a Jesús si estamos siempre ceñudos y malhumorados? ¿Cómo
podremos contagiar a nadie el amor por Jesús si no lo hacemos en maneras
alegres y sosegadas?
 El refugio de la Palabra: Algo de eso es la Palabra para la vida cristiana: su
refugio, su amparo, su fundamento, su ánimo, su garantía. Si no hubiera sido
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por la Palabra, este “invento” de la fe se habría ido a pique hace mucho
tiempo.
 La Palabra criterio de vida: Porque vivir en la senda de la Palabra no tiene que
llevar a ninguna clase de fanatismos, sino a la evidencia de que las personas
hemos de vivir como hermanos y que, por lo tanto, no hay ningún valor
superior a la persona.
 Sin Palabra no hay comunidad: Ya que es ésa es otro de los grandes regalos
que nos hace la Palabra: nos va haciendo comunidad. Una fe individualista, sin
Palabra, tiene mal futuro. Una fe comunitaria en torno a la Palabra, tiene
mejor futuro. Por eso, sin darnos cuenta, al unirnos en torno a la Palabra
estamos poniendo las bases de una comunidad.

4. En concreto

 Hazte “amigo” de una Biblia. La tuya. Que sea “de uso personal”.
 Lee la Biblia algo en casa. Esta semana mira el índice general, los diversos
grupos de libros que contiene.
 Vete subrayando en tu Biblia los pasajes que te vayan siendo más luminosos.
Por ejemplo, hoy: Hech 20,7-13 que hemos comentado. Pon al lado a lápiz: La
comunidad en torno a la Palabra. Así aprendieron a Jesucristo.
 Valora tu Biblia, abrázala, huélela. Es como una carta de amor.

5. Terminamos

- Hablad un poco valorando este primer encuentro. A ver si ha sido útil o ha


tenido cosas de interés.
- Escribe en un papel esta frase: “Lámpara es tu palabra para mis pasos,
Señor” (Sal 118,105). Ponlo en la cartera, en el bolso. Míralo. Tócalo.
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2
LAS SENDAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
ORÍGENES

1. Para leer y subrayar en casa

“La catequesis no puede, evidentemente, explotar sino una pequeña parte de los
textos bíblicos. En general, utiliza sobre todo los relatos, tanto del Nuevo como del
Antiguo Testamento e insiste sobre el Decálogo. Pero debería emplear igualmente
los oráculos de los profetas, la enseñanza sapiencial, y los grandes discursos
evangélicos, como el Sermón de la montaña”. Del Documento: “La interpretación de
la Biblia en la Iglesia”).

2. Texto orientativo: Gén 33,1-20

(Se lee el texto sin prisa; no es muy largo…)

El Génesis es el primero de los cinco libros que componen el Pentateuco


(Pentateuco quiere decir cinco (penta) libros (teuco); apréndete la palabreja). Lo
más importante del Génesis es ver cómo la Alianza de Dios con Israel nace con
Abrahán y va pasando por los diversos patriarcas enriqueciéndose cada vez más.
Quiere decir en el fondo: Dios acompaña la vida de los humanos. No estáis solos. Tu
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vida está amparada. No sucumbas a la soledad. Eso es la Alianza dicho de manera
sencilla.
Pero hay otra cosa en el Génesis y ahí nos vamos a detener: el autor dice que
vivir en fraternidad humana es casi imposible, aunque si uno trabaja se logra
caminar juntos. Pone ejemplos terribles: dos hermanos que se matan (Caín y Abel),
dos “hermanos” (aunque en realidad son tío y sobrino) que se tienen que separar
(Abrahán y Lot), dos hermanos que ríen y juegan juntos (Isaac e Ismael) pero que
son separados por la ambición de los adultos; dos hermanos que riñen siempre pero
que, más o menos, se reconcilian (Esaú y Jacob); hermanos que venden a su
hermano y que también logran reconciliarse (José y sus hermanos).
El texto que hemos leído es del ciclo de Esaú y Jacob. Éstos han reñido
siempre, desde el vientre de su madre, cuando han nacido, después (lo de las
lentejas), de tal manera que Jacob ha tenido que huir a más de 1.000 km de
distancia. Pero, muerto de nostalgia, se decide a volver. Su hermano Esaú le espera
con un ejército para matarlo. Pero como Jacob vuelve humilde, se postra, generoso,
da regalos, y quiere el perdón. Esaú se ablanda y perdona. Es una hermosa escena
de reconciliación.
Puedes estar seguro/a de que en este texto se halla una de las más bellas
frases de toda la Biblia. Es el v.10: “He visto tu rostro benévolo y era como ver el
rostro de Dios” (Mirad cómo lo ponen vuestras Biblias). El sentido es muy claro: los
judíos de aquella época decían que no se podía ver nunca el rostro de Dios; quien lo
veía, decían, moría. Pero Jacob dice que un rostro que perdona es como el rostro de
Dios.

3. Derivaciones:

Vamos a hacer algunas derivaciones a nuestro tiempo de esta espiritualidad de


la fraternidad que aparece en el Génesis, en este libro que más que narrar
científicamente los primeros días del mundo, lo que narra son los orígenes, esas
maneras profundas que tenemos de comportarnos los humanos.
 El horizonte de la fraternidad: Hay personas que, viendo el mucho daño que
nos hacemos los humanos, dicen que nunca llegaremos a ser hermanos. Los
filósofos decían: “el hombre es un lobo para el hombre”. Quien lee la Biblia ha
de mantener la convicción de que el horizonte de lo humano es la fraternidad.
Estamos llamados a ser hermanos, por difícil que parezca.
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 Un duro camino: No es fácil ser hermanos porque el egoísmo, la ambición, el
deseo de poder, caminan con nosotros pegados como una sombra. Jesús
llamaba a esas cosas los “demonios”. Hay que echarlos fuera.
 Respeto exigible, amor deseable: Se puede exigir respeto a toda persona,
amor a quien quiera darlo. La base de la fraternidad es el respeto, la meta el
amor. Si no llegamos al amor, comencemos, al menos, por el respeto.
 Curso de amor a la vida: Hemos de hacer y aprobar ese curso. Si no amamos
la vida, si creemos que esta vida es un destierro (aún seguimos diciéndolo en
la salve; igual habría que dejarlo ya), ¿cómo vamos a creer que el horizonte
de esta vida es la fraternidad? Amar la vida nos lleva a amar a quienes viven;
no amar a estos nos empuja a despreciar aquella.
 Positivos: Por eso mismo, hay que intentar ser positivo, valorador de las
personas, no de aquellos que no saben ver más que las limitaciones, aunque
estas existan. Hemos de aprender a disfrutar de lo bueno que tienen las
personas y que hay en las cosas. Si no, ¿cómo vamos a querer vivir con ellas
como hermanas?
 Lo bueno que hay en nosotros: la Palabra quiere potenciar eso bueno que
todos tenemos. Por eso apela a nuestros mejores sentimientos y deseos. El
Génesis cuando dice que vivir como hermano es casi imposible, en el fondo
está diciendo que es posible si nos esforzamos, si ponemos carne en el
asador. La fraternidad se hace imposible cuando cada uno/a va a lo suyo.
 La casa de la persona es la persona: Ése es el mejor amparo que tenemos. No
son nuestro amparo los bienes, la fuerza, el dominio, la gloria social. Si un
corazón de persona te acoge, tienes mucha suerte. Con toda razón dice la
Biblia que quien encuentra un amigo, un hermano, encuentra un tesoro
(Eclesiastés).
 Quien lee la Palabra crece en fraternidad: Ésa es la manera de comprobar que
“entiendes” la Biblia: no que sabes muchas cosas, sino que te resulta más fácil
ser hermano, que la Palabra te anima a serlo cuando no es fácil.

4. En concreto:

 Ten a la vista tu Biblia en tu casa. Ponla en un rincón especial (“el rincón de la


Biblia”).
 Lee algunos pasajes más del Génesis, de la historia de Abrahán o de la de
José.
10
 Subraya en tu Biblia el texto de Gén 33,1-20 que hemos comentado. Subraya
bien la frase del v.10. Pon al lado: Texto hermoso de reconciliación. Una de
las frases más bonitas de toda la Biblia.
 Toca delicadamente tu Biblia. Es algo más que papel. Es la sonrisa del Padre
para ti.

5. Terminamos

- Comentar un poco la impresión de este tema, si ha aportado algo interesante.


- Escribir en un papel la frase: “He visto tu rostro benévolo y era como ver el
rostro de Dios” (Gén 33,10). Métela en tu cartera, bolso o bolsillo. Tócala de
vez en cuando.

3
LAS SENDAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
HISTORIA

1. Para leer y subrayar en casa

“Los escritos del Nuevo Testamento no se presentan nunca como una completa
novedad. Al contrario, se muestran solidariamente arraigados en la larga
experiencia religiosa del pueblo de Israel, experiencia recogida bajo diferentes
formas en los libros sagrados que constituyen las Escrituras del pueblo judío. El
Nuevo Testamento les reconoce una autoridad divina”. Del documento: “El pueblo
judío y sus escrituras sagradas en la Biblia cristiana”.

2. Texto orientativo: 2 Sam 19,1-9

(Se lee el texto despacio. Si hay ánimo, se podía leer antes, en casa, todo el
cap.18 que antecede).
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Los israelitas quisieron un rey “como lo tienen todas las naciones” (1 Sam
8,5). En realidad la monarquía fue, en Israel, un peso enorme, una gran
desgracia. Pero parece que ellos no sabían vivir sin rey. Veían en él, de alguna
forma, al lugarteniente de Dios. Aunque, como decimos, los reyes fueron, casi
todos, unos maulas.
David es el gran rey de los inicios. Un hombre con luces y sombras, como
todos. Generoso, creyente, humano. Pero también opresor, tirano y cruel a veces.
Sus defectos los sufrió en sus propias carnes: un hijo suyo Absalón se sublevó
contra él; le hizo huir de Jerusalén. Cuando Absalón fue derrotado (aquello de
que se enredó con los cabellos en una encina) fueron a llevarle la noticia al rey.
Cuando vio llegar al mensajero, lo primero que preguntó fue por su hijo a quien
quería mucho (“¿Está bien el muchacho?”: esa fue su pregunta).
Al decirle que había sido asesinado, reacciona de la manera que aparece en el
texto que hemos elegido: con un profundo dolor. En el fondo, al rey le importaba
un rábano la guerra; lo que de verdad quería era que su hijo no muriera. De ahí
su gran dolor, su llanto inconsolable, sus gritos que se escuchaban por todo el
palacio. Un hombre que muestra desnuda su humanidad, su amor, su debilidad
por su hijo.
Esto dejó perplejos a los soldados. Habían vencido y el rey lloraba como un
desesperado. Por eso dice en el v.3: “Así, la victoria de aquel día fue duelo para
el ejército, porque los soldados oyeron decir que el rey estaba afligido a causa de
su hijo”. El jefe del ejército, Joab, le dice al rey que se trague su dolor y que
salga a felicitar a la tropa. Y tragándose las lágrimas salió a la puerta. No olvidará
David esta faena que le ha hecho Joab.

3. Derivaciones

Hemos elegido este pasaje de uno de los libros históricos (mira el índice de la
Biblia) porque ahí se descubre algo que queremos subrayar: la Biblia tendría que
llevarnos a crecer en humanidad:
 Causa de horrores y violencias: Así ha sido históricamente, a veces, la Biblia.
Es cierto que hay páginas de violencia porque ha sido escrita por humanos.
Pero el fondo de la Biblia es un fondo de humanidad. Por eso, emplear la Biblia
para justificar alguna violencia es traicionarla.
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 Finalidad: ser humanos: La finalidad de la lectura y aprecio de la Biblia es
crecer en humanidad. La gran tarea de las personas sobre la tierra es
construir lo humano. La Biblia nos ayuda a ello.
 El justo debe ser humano: El libro de la Sabiduría nos dice que Dios nos quiere
enseñar el que el justo debe ser humano. No basta con la justicia; hay que
añadirle la humanidad. Una vida sin humanidad es sosa, sin sentido, no
querida por Dios.
 La creación, una suerte: Para ver que construir lo humano es nuestro ideal
que la Biblia nos propone hay que entender la pertenencia a la creación como
una suerte. ¿Cómo vamos a querer ser humanos si maldecimos de esta vida,
si estamos siempre lamentándonos de que esto es un valle de lágrimas?
 Ante todo, misericordia: La misericordia es el rostro y la medida de nuestra
humanidad. Quien no es misericordioso, no puede ser humano. Por eso, si
quieres comprobar tu nivel de humanidad mira a ver qué capacidad de
misericordia, comprensión, respeto y ternura tienes.
 Nada humano nos puede ser ajeno: Todo lo que constituye el camino de las
personas nos incumbe. Por eso, interesarse por la humanidad, por la sociedad,
por los problemas de mi ciudad o de mi pueblo es síntoma de que vamos
avanzando en humanidad.
 Amar los cuerpos: Para crecer en humanidad quizá haya que comenzar por
amar los cuerpos, su historia, sus sentimientos, sus maneras de ver la vida.
Odiar el cuerpo (cuánto se ha hecho) es síntoma de inhumanidad. Dice un
teólogo: “Nunca Occidente se alejó más del Espíritu que cuando abandonó el
cuerpo”. Para pensarlo.
 Leer la Biblia, crecer en humanidad: Ya lo hemos indicado: si uno/a quiere ver
si va leyendo bien la Biblia, si le va siendo provechosa, que mire a ver si crece
en humanidad. Un buen amante de la Biblia que se mantiene en sus
comportamientos inhumanos se contradice a sí mismo.

4. En concreto

 Que tu Biblia sea tu pertenencia personal más apreciada. No la pongas con los
otros libros. Merece un lugar especial.
 Lee personalmente el cap.18 de 1 Sam o algún otro capítulo sobre la historia
de David. Todos son interesantes.
13
 Pon en el margen de tu Biblia en el capítulo 19 de 1 Sam alguna anotación
como esta: David, hombre con humanidad. Quien lee la Biblia ha de crecer en
humanidad.
 Reza algún momento ante tu Biblia agradeciendo el don de la Palabra.

5. Terminamos

- Tener un intercambio final diciendo lo positivo que hemos descubierto en esta


reunión de hoy.
- Escribir en un papel esta frase: “Quien lee la Biblia ha de crecer en
humanidad”. Ponerlo en la cartera, o en el bolsillo. Leerlo entre semana.

4
LAS SENDAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
PROFECÍA

1. Para leer y subrayar en casa

“Dios es libertador y salvador ante todo de un pequeño pueblo situado junto a


otros entre dos grandes imperios, porque ha escogido a este pueblo para sí,
poniéndolo aparte, para que tenga una relación especial con él y una misión en el
mundo. La idea de elección es fundamental para la comprensión del Antiguo
14
Testamento y de toda la Biblia”. Del documento: “El pueblo judío y sus escrituras
sagradas en la Biblia cristiana”.

2. Texto orientativo: Is 5,1-7

(Se lee este pasaje de Isaías tranquilamente…)

Bien leído, éste texto de Isaías es revolucionario. Israel ha entendido, a su


manera, que Dios le amaba. Y ha creído que, en justa correspondencia, él debía
amar a Dios. Por eso ha puesto en funcionamiento todos los mecanismos religiosos
como manera de amar a Dios: templo, culto, oración, ley, mandamientos, etc. Así
creía que devolvía a Dios el amor que le había tenido.
Pero Isaías dice que lo que Dios quiere como respuesta a su amor no es todo
eso del culto, la oración y demás. Lo que él quiere es justicia y derecho, es decir,
amor al hermano. La verdadera respuesta al amor de Dios es que tú ames a tu
hermano. Si Dios pudiera hablar diría algo así: Tú has entendido que yo te amo. Pero
yo no quiero que me devuelvas amor a mí, yo lo que quiero es que tú ames a tu
hermano, la justicia y la solidaridad. Eso es lo que yo quiero. El culto, la oración, los
sacramentos, etc, habrían de ayudarte a potenciar el amor al hermano. Esa es la
verdadera finalidad de la fe.
Amós había dicho esto mismo con unas palabras que si las tradujéramos a
nuestra situación nos escandalizarían aún hoy: “Detesto vuestras reuniones litúrgicas
(vuestras misas)…no aceptaré ni miraré vuestras víctimas cebadas (vuestras
limosnas, vuestras comuniones)…retirad de mi presencia el barullo de vuestros
cantos (los de la iglesia, los de las procesiones) yo lo que quiero es que fluya como
el agua el derecho y la justicia como arroyo perenne” (Am 5,21-24).
¿Qué nos ha pasado que hemos entendido que ser buen cristiano era, ante
todo, tener unas ideas religiosas, cumplir unos actos religiosos y un determinado
comportamiento moral? ¿Y la justicia, y la paz, y el derecho de los pobres, y la
solidaridad?

3. Derivaciones

Si leemos bien este pasaje de la Biblia, quizá se nos está empujando a lo que
podríamos llamar una fe más social, que no es otra cosa sino una fe sembrada en el
campo de la vida:
15
 Una gran lejanía: La que ha existido (y aún existe, en parte) entre la Palabra y
la vida. Creemos que la Palabra, el Evangelio, es “cosa de misa”, pero en
realidad es un libro para nuestra vida, para meterlo en nuestras actuaciones
diarias.
 Semilla para el campo de la vida: Eso es la Biblia: una semilla para ser echada
en el campo de la vida. la semilla es buena, tiene poder de germinación. Hay
que ver si nosotros queremos acogerla, si queremos mezclarla con nuestros
comportamientos diarios.
 Valorar lo común: Es una condición indispensable para ver que la Palabra es
semilla para la vida. Si nos refugiamos en una piedad individualista, ¿cómo
vamos a ver que la Palabra está destinada a la sociedad? Valorar lo común es
ver que hacemos parte de una historia colectiva, de un camino conjunto. Y
que, como decía el poeta, lo importante no es llegar primero, sino todos
juntos y a la vez.
 Cuando todos ganan: La Palabra, el Evangelio sobre todo, tiene un principio
claro: cuando todos ganan, yo gano y nunca al revés. Por eso, cuanto más se
lee la Biblia habría que convencerse que lo que realmente nos conviene es que
todos ganen, que la sociedad mejore, que las comunidades humanas y
cristianas sean más solidarias. Es entonces cuando todos ganaremos.
 Gozos sociales: Hay que disfrutar con la sociedad, con lo común. El disfrute
individual termina siendo un egoísmo declarado. Mientras que el gozo del
colectivo, de la sociedad, de la comunidad, me enriquece inmediatamente.
 Destinados a la comunidad: Eso quiere decirnos de muchas maneras la Biblia:
estamos destinados a algo común, a una familia universal, a un grupo. El
egoísmo deforma nuestra visión de la realidad haciéndonos creer que si yo me
salvo, allá penas los demás. Esto es destructor y empobrecedor.
 Construir la relación: Ése es el gran trabajo de la humanidad: construir una
relación positiva, fraterna, respetuosa, solidaria, acogedora. A ese mismo
objetivo quiere contribuir la Palabra. Si a Jesús le hubieran dicho si quería
traer una nueva religión quizá hubiera dicho que no, que ya tenía la suya.
Pero si le hubieran preguntado si pretendía aportar una nueva relación, habría
dicho que sí, que eso era justamente el reinado de Dios: las nuevas relaciones
entre las personas, la sociedad y el mismo Dios.
 Amor a la sociedad: Quien quisiera ver si va leyendo bien la Biblia, si la va
entendiendo bien, podría ver si va creciendo no tanto su amor a Dios (que
también), sino su amor por la sociedad concreta en la que vive. Si eso es así,
16
si aparecen signos inequívocos de que ese crece un amor práctico por la
sociedad en la que vivo, buena señal.

4. En concreto

 Haz, si te parece, un acto de veneración a la Palabra: enciende una velita al


lado de tu Biblia, pon una barrita de incienso de esas que venden los jipis.
 Lee, al azar, algún otro pasaje de Isaías que te dé al ojo.
 Anota en el margen de tu Biblia a la altura del cap. 5 de Isaías algo así: Texto
revolucionario. Dios quiere justicia y derecho.
 Coge la Biblia en tus manos y venérala, como si estuvieras recibiendo la
comunión.

5. Terminamos

- Tened un pequeño intercambio sobre lo que ha aportado de positivo esta


reunión.
- Escribid en un papel la frase: “Dios quiere que la justicia fluya como un río”.
Echadle un vistazo durante la semana.

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LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
PALESTINA EN TIEMPOS DE JESÚS

1. Para leer y subrayar en casa


17
“El Antiguo Testamento anunciaba ya la adhesión de ‘todas las naciones’ al Dios de
Israel. En la misma línea, Jesús anuncia que ‘muchos vendrán de oriente y de
occidente a tomar parte en el festín con Abrahán, Isaac y Jacob’. Después de su
resurrección, Jesús extiende al ‘mundo entero’ la misión de los apóstoles y el
ofrecimiento de la salvación”. Del documento: “El pueblo judío y sus escrituras
sagradas en la Biblia cristiana”.

2. Texto orientativo: Lc 9,51-55

(Como es un texto corto se puede leer tranquilamente incluso un par de veces


para que entre mejor…)

En cierto momento de su vida, Jesús decidió ir a Jerusalén. Fue algo decisivo:


si no hubiera ido, quizá habría muerto tranquilamente en su pueblo. ¿Por qué fue?
Nosotros, que no somos judíos, no sabemos qué atractivo y qué trasfondo tenía para
los judíos de aquella época (y, por lo que se ve, para los de ahora) la ciudad de
Jerusalén. Quizá creía Jesús que, si algo había de hacerse de cara al reino de Dios,
eso había que comenzarlo en Jerusalén. Lo cierto es que subió, aunque le costó
tomar la decisión (dice el v.51 que “afrontó decidido” el viaje: literalmente “frunció el
ceño”).
Pues bien, dado que en Palestina en tiempos de Jesús existían aún las tres
regiones clásicas de este país (Galilea al norte, Samaría en el centro y Judea al Sur),
para ir de Galilea a Jerusalén, a Judea, había que pasar por Samaría. Las relaciones
de los judíos en general con los samaritanos eran malas. Éstos eran considerados
peor que ciudadanos de segunda clase porque se creía que eran descendientes de
colonos paganos que se habían instalado allí cuando la deportación a Babilonia. Lo
cierto es que los tres grupos de habitantes de la Palestina de aquella época, no se
llevaban bien entre ellos: los galileos eran tenidos por rebeldes, lejanos al templo y
un tanto separatistas; los samaritanos por raza impura y ciudadanos de segunda
clase; los de Judea era imperialistas, rígidos, fanáticos y opresores. Vamos, que no
eran tiempos fáciles. Sobre todos ellos, los opresores romanos que controlaban el
país unas veces bien y otras mal. En tiempo de Jesús no hubo grandes revoluciones
sociales o militares. Fueron tiempos de una relativa paz.
El texto muestra la dura reacción de Santiago y Juan, “los hijos del trueno”
(¡buen apodo!). Como no les han querido dar hospedaje aquellos samaritanos
cuando atraviesan la comarca en su viaje a Jerusalén, sugieren a Jesús pegar fuego
18
a aquellas casas de la aldea. Jesús, dice el texto, “los reprendió”, los conminó (como
se hacía con los endemoniados). Jesús tiene una visión más tolerante de la persona
y cree que acabar con aquellos desalmados no es el método, sino el insistir
fraternamente: se fueron a otra aldea. Jesús es una persona que se comporta con
humanidad en los conflictos sociales.

3. Derivaciones

La lectura de la Palabra ha de ayudarnos a ser cada vez más humanos en los


conflictos. En toda sociedad hay conflictos, mayores o menores. El asunto es llegar a
hacer del conflicto un trampolín para una relación mejor. A eso apunta el Evangelio.
¿Cómo comportarnos en los conflictos?
 Facilitar, no agravar: Los conflictos tienen un lado dramático que, con frecuencia,
tendemos a exagerar. Ya es suficiente con la gravedad que ellos mismos
encierran. Resulta insensato cargar las tintas porque eso no hace sino desenfocar
el asunto y no facilita en modo alguno la solución.
 Incluir, no excluir: Ya que la solución de los conflictos mediante la exclusión de la
“manzana podrida” dan poco resultado, sobre todo porque esa “manzana” es, con
frecuencia, la persona del hermano. La exclusión parece que remedia algo las
cosas pero, con frecuencia, hace un desaguisado mayor.
 Cooperar, no competir: Pues la competencia genera más conflicto, mientras que
la cooperación engendra humanidad y, por ello, facilita la elaboración de los
conflictos.
 Insistir, no desistir: Desistir no es el buen camino, ya que eso es, a veces, lo que
buscan los mismos litigantes. La moderada y sensata insistencia puede quebrar
ese muro de inmovilismo con el que algunos contendientes quieren rodear los
problemas.
 Hablar, no enmudecer: Ya que el mutismo puede ser interpretado como un
abandono del campo. Simplemente el exponer los sentimientos personales ante el
conflicto puede ser algo de gran ayuda.
 Lanzarse a la arena, no quedarse en la barrera: Porque resulta muy fácil
quedarse fuera y hablar, criticar, cuestionar, desautorizar a quien se mueve en la
abrasadora arena del conflicto. Pero si se quiere colaborar a su encauzamiento y
superación es preciso implicarse.
 Sentirse afectado, no intocable: Ya que quien no es parte constitutiva del
conflicto tiende a tratarlo como si a él no le tocase por ningún lado. Pero esto no
19
es así, porque cualquier conflicto entre hermanos/as afecta al conjunto de la
comunidad.
 Creer en la posibilidad de arreglo, no asentarse en la imposibilidad: Y más,
cuando la vida nos enseña que muchos conflictos, cuando son mínimamente
elaborados y tratados, encuentran una cierta solución. Partir de la imposibilidad
es abocarse al fracaso.
 Mantener la adhesión, no la ruptura: Si tras el conflicto, rompemos con la
persona afectada, le retiramos nuestra confianza, le desposeemos de la valía con
la que antes le habíamos considerado, demostramos con ello no haber entendido
los mecanismos de la fraternidad y, con ello, los de la misma humanidad.

4. En concreto

 Tener a mano la Palabra en casa. Hacerle, quizá, un sitio, en la propia mesilla de


noche. Leer algo antes de acostarse es buena costumbre.
 Se puede leer algo del “viaje” de Jesús a Jerusalén: a partir de Lc 9,51 hacia
delante.
 En el margen de tu Biblia, a la altura de Lc 9,51-55 puede hacer alguna anotación
como ésta: Jesús es humano en los conflictos.
 Apreciar cada día más la Palabra leyéndola y escuchándola con los cinco sentidos.

5. Terminamos

- Acabamos con alguna valoración de este tema de los conflictos. Ver si la


Palabra nos empuja en esa dirección.
- Escribir en un papel la frase: “Ser humanos en los conflictos”. Tenerla a la
vista. Utilizarla cuando haga falta durante la semana.
20

6
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO
EL MESÍAS POBRE (MATEO)

1. Para leer y subrayar en casa

“La constitución conciliar Dei Verbum (n.25) insiste igualmente sobre la lectura
asidua de las Escrituras, para los sacerdotes y religiosos. Además –y es una
novedad- invita también ‘a todos los fieles de Cristo’ a adquirir ‘por una lectura
frecuente de las Escrituras divinas la eminente ciencia de Jesucristo (Filp 3,8)’.
Diversos medios son propuestos. Junto a una lectura individual, se sugiere una
lectura en grupo. El texto conciliar subraya que la oración debe acompañar a la
lectura de la Escritura, ya que ella es la respuesta a la Palabra de Dios encontrada
en la Escritura bajo la inspiración del Espíritu. En el pueblo cristiano han surgido
numerosas iniciativas para una lectura comunitaria. No se puede sino animar este
deseo de un mejor conocimiento de Dios y de su designio de salvación en Jesucristo,
a través de las Escrituras”. Del Documento: “La interpretación de la Biblia en la
Iglesia”.

2. Texto orientativo: Mt 2,1-12

(Se lee el texto tranquilamente, aunque sea muy conocido por todos…)

Las fiestas de Navidad han vertido sobre los textos bíblicos que hablan del
nacimiento de Jesús, demasiado azúcar, demasiado papel de regalo, demasiada
poesía fácil. Los textos de Mateo tienen una indudable asperaza, son textos fuertes,
que en su día sonarían como una “bofetada” en los oídos de los judíos.
Los judíos de aquella época se tenían por personas religiosas, buscadoras de
Dios (había un grupo que se llamaban “los buscadores de Dios” ¡qué oficio!). Pero
ellos buscaban el dirección de la religión: un Dios brillante, potente, que hiciera ver
que Israel era el elegido, que se impusiera a los paganos. En esa misma línea creían
que había de ser el Mesías: poderoso, triunfante, dominador, soberano, etc.
Y ahora llega Mateo presentando la figura de un Mesías pobre, desvalido, en la
humildísima realidad de un nacido en la pobreza. Esto es lo que escandaliza a Israel:
un Mesías pobre es una contradicción. El judaísmo no puede ver qué hay más allá de
21
la pobreza, si es que hay algo. Ahí se estrellan: la pobreza no puede ser
acompañamiento del Mesías.
Y aquí viene la “bofetada” de Mateo. Viene a decir a los judíos: vosotros sois
peor que los paganos, menos creyentes que ellos. Algunos de ellos, al menos, estos
tres magos venidos “de Oriente”, de fuera del pueblo elegido, han visto en el pobre
nacido a un Mesías. No se han estrellado en la pobreza. Han sabido mirar más a lo
profundo. Y vosotros, que os decís buscadores de Dios, os habéis estrellado contra la
pobreza y no habéis podido ir más allá. No habéis sabido desvelar el misterio de
salvación que se encierra en el áspero manto de las pobrezas.
Muy duro. No sabemos cómo habría reaccionado el auditorio judío ante unas
palabras tales. Probablemente, la reacción no habría sido muy benigna. Pero, para
los pobres cristianos que escuchaban o leían a Mateo esto era reconfortante.
Entendían que su pobreza no era obstáculo para tener valores, para incluso ser
hijo/a de Dios. Los pobres sin duda que se alegrarían.

3. Derivaciones

Es algo que los cristianos, al menos los que vivimos en países de una cierta
riqueza, no logramos descubrir: los valores que se encierran en las pobrezas. Como
hemos escapado de la pobreza (casi ni nos acordamos de ella, aunque hace no
muchos años nos afectaba), creemos que ser pobre económico es no tener ningún
valor. Es cierto que la pobreza económica conlleva muchas otras pobrezas
(educación, sanidad, vivienda, trabajo, etc.). Pero ¿las pobrezas no encierran ningún
valor? Esto no es así. Tienen valores. Y si no los descubrimos, nuestro amor a los
pobres será siempre paternalista, posesivo y, en suma, dominante. ¿Qué valores
encierran las pobrezas?
 El mantenimiento de la utopía: Los saciados abandonamos las utopías, los
sueños, los anhelos. Quienes no están saciados no dejan de soñar un mundo
distinto. Son como profetas para nosotros que nos dicen que las cosas no pueden
ser así; que estamos llamados a la fraternidad.
 El ideal de justicia: Lo mantienen vivo los pobres, porque ya vemos cómo los
ricos se olvidan rápidamente de él. Es cierto que hay pobres injustos. Pero, más
allá de su calidad moral personal, el conjunto de las pobrezas clama por la justicia
como lo hacía Jesús.
 La indudable solidaridad: Hay pobres explotadores. Pero en los pueblos
empobrecidos brota con más frecuencia que entre nosotros rasgos de solidaridad
22
y de amparo. Hemos de envidiarlos y copiarlos, aprender de ellos que, en
definitiva, estamos creados para ampararnos, para acompañarnos.
 Nos dan el perdón: porque vistas las injurias de toda índole que les hemos hecho
a lo largo de la historia es raro que no reaccionen vengativamente. A su manera
nos otorgan el perdón. Recibir el perdón de los pobres es recibir el perdón de
Dios.
 Indudable humanidad: Porque la dura situación que viven los pobres les hace ser,
a veces, inhumanos. Pero si mejorara su situación se desvelaría el buen corazón
que anida en muchos de ellos. Lo comprobamos, a veces, cuando nos acercamos
a sus vidas.
4. En concreto

 Piensa que podrías, quizá regalar una Biblia a alguien amigo e invitarle
fraternamente al grupo bíblico.
 Lee algún texto más de la infancia de Jesús en Mt 1-2 desde la perspectiva de
que la pobreza no es obstáculo para que Jesús sea el verdadero Mesías.
 Anota en el margen de tu Biblia a la altura de Mt 2,1-12 alguna frase como ésta:
Las pobrezas encierran valores. Jesús pobre es el Mesías de Dios.
 Ten siempre la mentalidad abierta para acoger nuevas lecturas de los textos. No
quedarse en lo de siempre.

5. Terminamos

- Al acabar la reunión, tenemos un pequeño intercambio comunicándonos


alguna cosa que nos haya resultado interesante.
- Puedes escribir en un papel esta frase: “Las pobrezas encierran valores”.
Acude a la frase cuando durante la semana te topes con un pobre, un
emigrante, un solitario, un enfermo.
23

7
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
UNA CATEQUESIS SOCIAL (MARCOS)

1. Para leer y subrayar en casa

“Hay quienes consideran necesario sustituir el paciente trabajo de la exégesis


científica con acercamientos más simples…o inclusive, renunciando a todo estudio,
se favorece una lectura de la Biblia llamada ‘espiritual’. Con este término ser
entiende una lectura guiada únicamente por la inspiración personal subjetiva y
destinada a nutrir esa inspiración. Algunos buscan en la Biblia sobre todo el Cristo de
su visión personal y la satisfacción de su religiosidad espontánea. Otros pretenden
encontrar en ella respuestas directas a todo tipo de cuestiones personales o
colectivas. Numerosas sectas proponen como única interpretación verdadera aquella
de la cual afirman haber tenido la revelación”. Del Documento: “La interpretación de
la Biblia en la Iglesia”.

2. Texto orientativo: Mc 9,30-10,31

(Es un texto largo. Por eso, se podría leer solamente el primero o segundo de
los pasajes…En casa se podía leer el resto)

Nosotros creemos que el Evangelio es un libro religioso. Así se titulan muchas


Biblias: Sagrada Biblia. Pero, en realidad, el Evangelio es un libro “social”: está
24
escrito para intentar mejorar nuestras relaciones humanas e incluso las relaciones
con Dios. Es un libro para la relación. Eso era lo que Jesús llamaba “el reino de
Dios”.
Por esta mentalidad nuestra podríamos pensar que, cuando Jesús instruye a
los discípulos, como aquí, les daría catequesis religiosas sobre el cielo, el Padre, la
vida eterna, etc. Pues no, según Marcos, tal como lo vemos en estos pasajes, Jesús
instruye a sus discípulos sobre realidades sociales. Vamos a repasar los textos:
- En Mc 9,30-37 dice Jesús que el servicio al hermano es lo que da sentido a su
entrega y a la de quien quiera seguirle. Quien sirve es seguidor, quien no sirve
no lo es.
- En Mc 9,38-41 dice que quien hace obra de liberación (de “expulsión de
demonios”) está con Jesús y que quien no lo hace, no está. ¿Liberas? Estás
con Jesús. ¿No liberas? No estás con él.
- En Mc 9,42-50 se viene a decir que el gran escándalo es que la comunidad
cristiana no sea como alternativa, sino que funcione como todo el mundo. Esto
escandaliza a quien viene a nosotros pensando que funcionamos de otra
manera y se encuentra que somos como todos, que pensamos y practicamos
lo que todo el mundo. Si funcionamos como todo el mundo ¿para qué el
Evangelio?
- En Mc 10,1-17 se dice que el Evangelio exige ser totalmente igualitario hasta
en cuestiones de intimidad matrimonial. Por eso, si una de las partes despide
a la otra, ésta se halla en inferioridad, en desigualdad. La eterna lección de la
igualdad. El Evangelio quiere enseñarla.
- En Mc 10,17-31 se dice que la vida cristiana tiene que ser orientada a los
pobres (vende y dalo a los pobres) y que es preciso quitar del corazón la
ambición que va pegada a nosotros como una sombra (Pedro ha dejado todo
por Jesús, es verdad, pero no ha dejado del todo su ambición. Reclama una
paga).
En definitiva, todos son asuntos “terrenales”, de relación: una nueva manera de
relacionarnos entre nosotros, la manera de la fraternidad y del amparo.

3. Derivaciones

La lectura de la Biblia nos habría de ir empujando a mejorar nuestras


relaciones. La relación humana es problemática y posibilitadota, las dos cosas a la
25
vez. Nunca se ha dicho que relacionarse bien sea fácil. Pero es posible si nos damos
a la tarea. El trabajo con la Palabra no tiene por finalidad el hacernos “santos”, sino
hermanos. Antiguamente se tenía por meta de la vida cristiana la salvación; quizá
haya que cambiar esa meta y poner la de la mera fraternidad.
Hay quien dice que esta manera de ver la Palabra es reducirla,
empequeñecerla, hacerla a nuestra medida. Pero, como hemos dicho, el reino de
Dios es una buena relación: con Dios, con las personas, con la naturaleza incluso.
¿Qué nos ha ocurrido a los países llamados cristianos que hemos sido, con
frecuencia, obstáculo para la buena relación entre los pueblos sembrando divisiones
y odios? No hemos entendido nada del Evangelio, aunque hayamos sido muy
religiosos.
Para mejorar la relación podríamos poner en práctica algunas estrategias. Nos
permitimos subrayar:

- El diálogo: Herramienta necesaria para la relación, para cualquier entendimiento.


La vida humana demanda una fe inquebrantable en él. Es la columna vertebral de
una convivencia integrada e integradora y de unas relaciones humanas positivas.
El diálogo es siempre constructivo ante la cruda realidad de los conflictos;
rechazarlo sería ceder ante la debilidad y el miedo.
- La mediación: Ésta no es un juicio que da la razón a una parte y la quita a la otra.
Es un mecanismo por el que se pone en contacto civilizado y fraterno a dos
partes que están encontradas y, además, se crea un espacio para que expongan
su situación, valoren alguna cosa positiva del otro y vean la posibilidad de
colaborar en algo, más allá de las diferencias mantenidas.
- La resistencia: Porque en la resistencia habita la esperanza. Quebrarse a la
primera dificultad indica que no se han entendido bien las posibilidades de un
trabajo ético en torno al conflicto. Por eso los conflictos mal resueltos no han de
ser obstáculo para confiar en la posibilidad de resolver bien los que vengan .

4. En concreto

 Preguntarse si, con el paso de las semanas, se nos va haciendo más familiar y
querida nuestra Biblia.
 Leer la catequesis entera de Mc 9,30-10,31 con las orientaciones que hemos dado
más arriba.
26
 Anotar en el margen de tu Biblia, a la altura de Mc 9,30: Catequesis social de
Jesús a sus discípulos. El Evangelio pide una nueva relación humana.
 Sentir al lado la compañía de la Palabra. Sentirlo como algo vivo.

5. Terminamos

- Evaluamos un poco el encuentro subrayando lo más positivo que hemos visto.


- Escribimos en un papel la frase: “El Evangelio pide una nueva relación humana”.
Recurrimos a ella de vez en cuando.

8
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
UN EVANGELIO PARA PAGANOS (LUCAS)

1. Para leer y subrayar en casa

“El problema de la interpretación de la Biblia no es una invención moderna, como a


veces se querría hacer creer. La Biblia misma testimonia que su interpretación
presenta dificultades. Al lado de textos límpidos, tiene también pasajes oscuros.
Leyendo algunos de los oráculos de Jeremías, Daniel se interrogaba largamente
sobre su sentido (Dan 9,2). Según los Hechos de los Apóstoles, un etíope del primer
siglo se encontraba en la misma situación a propósito de un pasaje del libro de
Isaías (Is 53,7-8) y reconocía la necesidad de un intérprete (Hech 8,30-35). La
segunda carta de Pedro declara que ‘ninguna profecía de la Escritura puede ser
27
interpretada por cuenta propia’ (2 Pe 1,20),y observa, por otra parte, que las cartas
del Apóstol Pablo contienen ‘algunos puntos difíciles de comprender, que los que
carecen de instrucción y firmeza interpretan erróneamente, como hacen con el resto
de las Escrituras, acarreándose así su propia perdición’ (2 Pe,3,16). Del Documento:
“La interpretación de la Biblia en la Iglesia”.

2. Texto orientativo: Lc 15,11-32

(Se lee despacio el pasaje. Aunque conocido, merece la pena leerse una vez
más…)

Con san Lucas ocurre algo especial: su obra nos ha llegado partida en dos
trozos. Uno de ellos lo han colocado con los Evangelios (Lucas) y otro ha quedado
suelto (Hechos de los Apóstoles). Pero es la misma obra que pretende hacer ver
cómo la humilde semilla del reino sembrada por Jesús va pasando de uno a otro
hasta llegar a Roma, el corazón del paganismo, el lugar al que estaba destinada.
Es que Lucas tiene clara una cosa: el Evangelio es una oferta a todos,
singularmente a los paganos. Si a Lucas le hubieran dicho: hermano Lucas, tu
Evangelio se lee en Iglesias, se estudia en facultades, etc., habría replicado: ¿No se
lo lee donde está la gente, en la calle, en el mercado, en el trabajo, en el estadio,
etc.?
Para resituar el Evangelio en la calle, quizá haya que cambiar la idea de Dios.
La parábola que llamamos vulgar e inadecuadamente “el hijo pródigo” quiere
cambiar esa imagen. Nosotros/as hemos subrayado la figura del pródigo porque
creemos que es una imagen de la conversión. Pero no lo es tanto. En realidad, si se
lee bien el pasaje, el pródigo es inimitable tanto en su huida de la casa paterna como
en su vuelta. Cuando quiere volver dice claramente que vuelve por hambre. Si no
hubiera tenido hambre no hubiera vuelto. Construye un discurso capcioso: dice a su
padre que está arrepentido, pero le pide que le trate como a uno de sus jornales,
porque, ha dicho antes, que los jornaleros en casa de su padre comen (y ése es su
problema). El padre no le deja decir la frase “trátame como a uno de tus jornaleros”.
Es padre, pero no es tonto, sabe que viene por hambre, no por arrepentimiento.
Podría haberle dicho: cuando te fuiste nos heriste; vete ahora por donde has
venido. Podría también haberle dicho: bien, te trataré como a un jornalero; vete al
campo, trabaja y luego comerás. Pero no: obra el padre con la desmesura del amor:
el mejor vestido, el calzado, el anillo con el que signaban contratos. Le devuelve la
28
misma capacidad legal de hijo porque para el padre su fuga no es causa suficiente
para perder la condición de hijo.

3. Derivaciones

Así es este Dios que perdona siempre (así debería titularse la parábola): Dios
generoso, perdonador, olvidadizo de lo mal hecho, que espera siempre, que no mira
al daño hecho, inagotable en su amor siempre vivo. Un Dios distinto, no sometido a
normas, no deudor de nadie que piensa que ha hecho el bien y se le debe pagar
(hermano mayor).
Uno de los trabajos pendientes en las comunidades cristianas es mejorar
nuestra idea de Dios. Se le podría considerar:
 Compañero de camino: No alejado de nuestros caminos, de nuestros intereses.
Vecino de nuestro barrio, no lejano en un cielo inasequible.
 Solidario con la historia: porque todo lo que nos pasa le afecta a él
profundamente y se ha comprometido en su ser de Dios a que esta historia llegue
a plenitud.
 Sufriente con nuestras limitaciones: Él es quien más sufre; Él está siempre en el
lugar del dolor. Está ahí impulsando la vida para que sucumbamos lo menos
posible a la tiranía del sufrimiento.
 Humano con hondura: porque parece impropio calificar a Dios de humano. Pero la
misma Escritura (Sabiduría) nos dice que Dios ha obrado humanamente, con un
corazón perdonador. Así ha demostrado que es nuestro Dios.
 Respetuoso con todos: No está donde no queremos que esté. Aguarda a la puerta
(Apocalipsis). Quiere que le demos permiso para entrar a nuestra vida.
 Ha apostado por lo nuestro: Él ha puesto en el asador más carne que nosotros
para que nuestra vida salga a flote. Jesús da testimonio con su vida que éste es
el designio de Dios: que todo llegue a la plenitud, a la dicha, a la fraternidad.
 Espera incansable: porque él sabe que somos fáciles para el extravío. Él espera
incansablemente, como espera un Dios. Jesús ha esperado también sin
impacientarse ante la lentitud de nuestros procesos históricos y creyentes.

4. En concreto

 ¿Cómo va “el rincón de la Biblia”? ¿Has logrado ponerlo en pie?


29
 Lee Lc 16 en donde se habla también de una nueva imagen de Dios: generoso y
fraterno.
 Anota en el margen de tu Biblia, a la altura de Lc 15,11-32 alguna frase como
ésta: Parábola del Padre que perdona siempre. Parábola del Padre que espera
incansablemente.
 Considera la palabra, este mismo Curso Bíblico, como un regalo del amor del
Padre a ti.

5. Terminamos

- Que alguien diga algo positivo de la reunión de hoy.


- Escribe esta frase en un papel: “Dios espera siempre”. Que te consuele y anime a
lo largo de la semana.

9
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
LA SALVACIÓN EN LA HISTORIA (JUAN)

1. Para leer y subrayar en casa


30
“La realidad presente no debe ser ignorada, sino al contrario afrontada para aclararla
a la luz de la Palabra. De esta luz surgirá la praxis cristiana auténtica, que tiende a
transformar la sociedad por medio de la justicia y del amor. En la fe, la Escritura se
transforma en factor de dinamismo, de liberación integral”. Del Documento: “La
interpretación de la Biblia en la Iglesia”.

2. Texto orientativo: Jn 14,1-31

(Aunque es un texto un poco largo, se lee despacio para encontrarle el mayor


sentido…)

El cuarto Evangelio está escrito en torno al año 100 y contiene una profunda
reflexión sobre la vida cristiana y sus experiencias más profundos. En el que se llama
“discurso de despedida” (caps 14-17) se da como un testamento espiritual de Jesús
que quiere responder a estas preguntas: ¿Cómo ser cristiano ahora que el Jesús de
la historia no está ya con nosotros? ¿Dónde están los verdaderos apoyos de la fe
cuando la vida no es fácil? Estas preguntas que se hacían los primeros cristianos, con
más razón nos las hacemos nosotros.
En el capítulo 14 que hemos leído se da respuesta a estas cuestiones. Allí se
dice:
 Primero: Para entender la respuesta has de tener a Dios como verdadero Padre
(en el hogar de mi Padre). Dios tiene reservada para ti la dicha, la plenitud, no la
condena.
 Segundo: Lánzate a la persona de Jesús. Él es “camino” (Yo soy el camino)
seguro para ti de acceso a Dios.
 Tercero: Ten por seguro que al final de ese camino que es Jesús te encuentras
con el Padre (¿no crees que yo estoy con el Padre?).
 Cuarto: Si crees que este camino es para ti imposible, dada tu debilidad, piensa
que Jesús ora por ti y su oración te ampara (Cualquier cosa que pidáis en unión
conmigo…).
Con estos requisitos se puede entender la respuesta a la pregunta de cómo ser
cristiano en situaciones difíciles, cuando la figura de Jesús se oscurece. Juan
responde así: Dios está en el fondo de tu vida; Dios ampara tu vida; dentro de la
vida está Dios actuando; tu vida no está sola, tu tierra tiene marido (que dirían los
profetas). Eso viene en la frase del v.23: “Vendremos a él y pondremos nuestra
31
morada en él”. El Padre y Jesús ha puesto definitivamente su morada en la historia,
en el subsuelo de la vida. Es la cumbre de la espiritualidad joánica.
Y la consecuencia es decisiva: si alguien quiere encontrarse con Dios, lo que
tiene que hacer es ahondar en la historia, por en su fondo ha puesto el padre su
morada para no irse nunca jamás. Es decir: la consecuencia de la fe es la
responsabilidad ante la historia, porque en el fondo de la vida, acompañándonos,
amándonos, reorientándonos, están el Padre y Jesús. La salvación se da en la
historia, no fuera de ella.

3. Derivaciones

Una manera cuestionable de entender el hecho creyente nos ha llevado a


montar la vida cristiana de espaldas al hecho histórico e, incluso a veces, contra él.
Hemos creído que esta vida no merecía la pena. Por eso hemos puesto todo el valor
en la vida eterna. El Evangelio no comparte esta visión: él cree que es en la historia
conde comienza el reino que tendrá su plenitud en el otro lado. Pero ya desde ahora
es preciso responder con responsabilidad total, con vigilancia activa, que dicen
muchas veces los Evangelios. ¿Qué sería vivir responsablemente ante la historia?
 Tener una mentalidad lúcida: para no vivir acríticamente, en el río de lo vulgar.
Preguntarse con paz, pero con intensidad, por lo que pasa y lo que nos pasa.
 Colaborar responsablemente: Hacerlo en todos los asuntos sociales, e incluso
políticos. Construir la ciudadanía: por cristianos no dejamos de ser ciudadanos lo
más responsable posible.
 Interesarnos por el futuro de la humanidad: por grande que parezca la cuestión.
Es más importante el futuro de la humanidad que el de la misma Iglesia.
Colaborar para que ese futuro sea un poco más humano.
 Tiene sentido el construir la sociedad: Porque el desencanto o la espiritualización
del cielo puede llevar a creernos que no vale mucho lo que hagamos aquí. No. Lo
que hagamos de bien pasa al tesoro de la vida y la plenitud se construye con
estas pequeñas aportaciones, más el impulso definitivo del amor de Dios.
 Ser honrados con lo real: Fieles en el trabajo bien hecho, en la familia lo mejor
avenida posible, en la relación amistosa considerada como un valor, en el trabajo
por hacer una sociedad humana sobre todo para los más débiles de la misma.
 Interesarse por los problemas de la justicia: Porque ése es el lado más débil del
sistema social. Creer que nuestras aportaciones, por pequeñas que sean,
contribuyen a una historia menos gris, menos inhumana.
32
 Decidirse a hacer: No estar siempre en los deseos, en los lamentos. ¿Qué haces
por la paz? ¿Qué haces por los pobres? ¿Qué haces por el vecindario? Esta clase
de preguntas son las que tienen que acompañar nuestra experiencia cristiana.
 El lenguaje de los signos: Porque, con frecuencia, no podremos hacer más que
pequeños signos, ya que los problemas son de una envergadura que nos supera.
Pero esos signos valen, porque dicen que las cosas podrían ser de otra manera si
nos diéramos a la tarea y hablan el lenguaje del futuro.

4. En concreto

 Cuida materialmente tu Biblia. Trátala afectuosamente, no como a cualquier libro.


 Lee todo el capítulo 14 por tu cuenta. Saborea las frases.
 En el margen de tu Biblia, y a la altura de Jn 14,23 pon una inscripción: Dios está
en el fondo de la vida. Responsabilidad personal.
 Valora las ayudas que te dan para poder gustar mejor la Palabra.

5. Terminamos

- Que alguien diga si este texto le ha resultado más difícil y porqué.


- Escribe en un papelillo esta frase: “Dios está en el fondo de mi vida”. Mírala de
vez en cuando.

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LAS SENDAS DEN NUEVO TESTAMENTO:
33
LAS CARTAS DE PABLO

1. Para leer y subrayar en casa

“Puesto que la liberación de los oprimidos es un proceso colectivo, la comunidad de


destinatarios es el mejor destinatario para recibir la Biblia como palabra de
liberación. Además, puesto que los textos bíblicos han sido escritos para las
comunidades, es a estas comunidades a quien es confiada en primer lugar la lectura
de la Biblia. La palabra de Dios es plenamente actual, gracias sobre todo a la
capacidad que poseen los ‘acontecimientos fundadores’ (la salida de Egipto, la pasión
y resurrección de Jesús) de suscitar nuevas realizaciones en el curso de la historia”.
Del Documento: “La interpretación de la Biblia en la Iglesia”.

2. Texto orientativo: Rom 3,21-31

(Se lee el texto un par de veces. No es de fácil comprensión…)

Es una suerte que nos hayan llegado de san Pablo nada menos que trece
cartas: siete auténticas, escritas por él mismo o por su secretario (Rom, 1 y 2 Cor,
Gal, Ef, Film, Filp, 1 Tes) y cinco de sus discípulos (Ef, Col, 2 Tes, 2 Tes, Tit, 1 y 2
Tim). No es normal que de los personajes de la antigüedad lleguen tantos textos. Las
cartas de Pablo, como toda carta, se escribieron para un momento dado. Luego
“durmieron” unos años hasta que alguien descubrió que tenían un valor más allá de
la coyuntura en la que fueron escritas. Así han llegado hasta nosotros.
La carta a los Romanos es el último escrito de Pablo, la carta más densa y más
madura. En ella Pablo escribe lo que él ha vivido, su propia experiencia creyente. Él
ha visto que la muerte de Jesús obraba en él una verdadera rehabilitación, de tal
manera que eso le libraba de las grandes ataduras humanas (la ley, el pecado, la
muerte) de tal manera que podía llevar una nueva vida en Cristo (la “vida según el
Espíritu”). Comprendió también que esta maravilla de una fe liberadora la tenía que
vivir en la comunidad de creyentes, con sus pros y sus contra.
El texto que hemos elegido es de los más difíciles de san Pablo. Pero, como
este Curso ya va adelante y nos vamos acercando cada semana más a la Palabra,
podemos aventurarnos con este difícil texto de san Pablo. ¿Cómo Pablo ha entendido
que la persona se rehabilita, encuentra una nueva orientación de vida en Cristo? Él
era judío y partía de su experiencia judía. Había una fiesta en el judaísmo que se
34
llamaba el “yom kippur”: día del perdón. En aquella fiesta, el sumo sacerdote hacía
un rito que simbolizaba un pacto de sangre, un pacto de alianza y perdón, entre Dios
y el pueblo. Ese rito consistía en untar con la sangre de un cordero sacrificado el
arca de la Alianza (la presencia de Dios) y luego se aspergía sobre el pueblo. Así se
creía que Dios perdonaba los pecados y renovaba la alianza. El arca de la Alianza
estaba recubierta por una chapa de oro que se llamaba “kapporet”: nuestras Biblias
lo traducen por “propiciatorio” o “instrumento de propiciación”. Sobre ella caía la
sangre de la aspersión.
Pablo, en un momento dado, momento de iluminación, ha entendido que eso
que ellos hacían todos los años en un rito ha ocurrido históricamente en Jesús: Dios
lo ha hecho para nosotros, con su propia sangre, propiciatorio, lugar donde se
renueva la Alianza y el perdón para siempre. Lo que soñaba la religión lo hemos
tenido en Jesús. La sangre de Jesús, su entrega histórica, nos renueva la Alianza con
Dios y nos perdona eficazmente. Por eso podemos llevar una vida nueva.
No es fácil entender esto. Pero cuando Pablo lo vio así, seguramente que fue
para él un día de gloria, de iluminación, de sentido y de consuelo. Entendió que, por
Jesús, Dios caminaba a su lado, lo perdonaba y lo salvaba. No es de extrañar que
comprendiera que su vida entraba en la total libertad. Por eso había escrito un poco
antes. “Para ser libres nos libertó Cristo Jesús” (Gal 5,1).

3. Derivaciones

Se entiende así que la libertad vaya totalmente unida a la experiencia de


Jesús. Una experiencia de Él que no libera, que no ensancha el alma, que no nos
quita cien años de encima, no puede ser la experiencia liberadora de Jesús. No ha
estado la libertad muy cerca del hecho religioso. Es preciso aproximarlos:
 Más allá de la obligación: Porque la obligación ha primado en la vivencia de lo
creyente. Los diversos mandamientos (de Dios, de la Iglesia, etc.) han sido el
marco de referencia en el que hemos situado nuestro hacer cristiano. ¿Cómo nos
habría ido si el principio rector hubiera sido la necesidad, no la obligación? Si un
creyente ve que necesita de la Eucaristía, ¿para qué quiere una norma que le
obligue? Si ve que no puede vivir la fe fuera del marco de la comunidad, ¿para
qué necesita que la Iglesia le mande ciertos comportamientos?
 Más allá de la norma: No podemos decir muy alto que la comunidad cristiana en
general se rija por el Evangelio. Todavía es la fuerza del Derecho la que ordena la
vida general de la Iglesia. Jesús ha sido uno que no ha dudado en violar la norma
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cuando la persona estaba en juego. Ha tenido la gran libertad de cumplir o no las
normas en función del amor. No podemos olvidar que somos hijos de un disidente
religioso, en parte al menos. Por eso, hay que postular la normatividad del amor,
de la misericordia, del perdón. Esas eran las pautas de vida de Jesús.
 Más allá de lo meramente organizativo: Ya que probablemente no podamos vivir
sin organización para vivir en comunidad cristiana. Pero nosotros no somos
primero ni principalmente organización. Somos familia, hermandad, comunidad.
Es decir, lo importante es el corazón que late en la Iglesia, no la firmeza de su
organización.
 Una libertad hecha de de respeto: Porque sin él, la libertad se empobrece y se
corrompe. Jesús, el libre, fue respetuoso y nos mostró a un Dios respetuoso. El
respeto fraterno (no el falso respeto que no se moja) es necesario para la libertad
cristiana.

4. En concreto

 Sigue valorando y apreciando esta Biblia que te acompaña durante el año.


 Lee de Romanos algo de los capítulos 12-15. Estos se entienden. Dicen cosas
hermosas de cómo hay que vivir en comunidad la experiencia liberadora de
Jesús.
 Anota en el margen de tu Biblia, a la altura de Rom 3,21 alguna frase como esta:
Cristo nos ha hecho personas libres. La libertad honda que Jesús nos trae con su
muerte.

5. Terminamos

- ¿Ha sido difícil este tema? ¿Qué sacamos en limpio?


- Escribe esta frase en un papel y reléela durante la semana: “Cristo me hace
libre”.
36

11
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
LAS OTRAS CARTAS

1. Para leer y subrayar en casa

“En lo que concierne a los escritos neotestamentarios respecto a la mujer, el objeto


de estudio, en definitiva, no es la concepción de la mujer expresada en el Nuevo
Testamento, sino la reconstrucción histórica de dos situaciones diferentes de la
mujer en el siglo primero: la que era habitual en la sociedad judía y greco-latina, y
la otra, innovadora, instituida en el movimiento de Jesús y de las iglesia paulinas, en
la cual se había formado una comunidad de discípulos, todos iguales. Uno de los
apoyos invocados para fundamentar esta visión de las cosas es Gal 3,28. El objetivo
es redescubrir para el presente la historia olvidada del papel de la mujer en la iglesia
de los orígenes”. Del Documento: “La interpretación de la Biblia en la Iglesia”.

2. Texto orientativo: 1 Jn 3,11-24

(Leemos el texto gustando alguna de las frases que nos sean más cercanas…)

Además de las trece cartas de Pablo, tenemos en el Nuevo Testamento un


pequeño grupo de siete cartas breves: 1 y 2 Pedro, Sant, 1,2 y 3 Jn, Jud. Se les
suele llamar “cartas católicas” porque en griego “católico” significa universal: estas
cartas no tienen un destinatario concreto, sino que se dirigen a todas las iglesias. De
ahí que sean universales, “católicas”. Son textos menores, un poco ignorados pero
contienen pasajes muy luminosos que manejamos con frecuencia.
Una de las cartas más significativas de este grupo es la 1 Jn. Esta carta tiene
un problema de comunidad: un grupos de creyentes, notable e influyente, se ha
marchado de la comunidad porque dice que el camino de la historia (incluida la
pobre historia de Jesús) no es bueno para llegar hasta Dios. Hay que emplear
caminos más místicos, más espirituales, no tan rastreros como los de esta vida
pobre. Ellos abrazan otras corrientes de la época que eran más místicas que el
cristianismo. Pero, claro, si abandonamos la historia de Jesús, la nuestra, como
camino de acceso a Dios, ¿para qué ha valido entonces la vida de Jesús y su dura
muerte? ¿Para qué valen nuestras vidas? Por eso el autor dice que hemos “tocado” al
37
verbo de la vida, que hay que confesar a Jesús venido “en carne” y que, en
definitiva, lo que cuenta son las obras y no tantas místicas religiosas.
En realidad, el autor no dice que estos que se han ido fuera mala gente. Solo
les achaca que mucha mística buscando a Dios y pocas obras a favor del hermano
necesitado. Es como si dijera: tú dices que amas a Dios a quien no se ve; será
verdad si tú lo dices. Pero yo veo si amas o no al hermano. Y si compruebo que no
amas al hermano, que no te preocupas de cuando lo pasa mal, aunque afirmes
rotundamente que amas a Dios, yo no me lo creo. El mandamiento del amor al
prójimo pone rostro al mandamiento del amor a Dios. Éste sin aquel, queda en
entredicho.

3. Derivaciones:

Con razón dice la sabiduría popular que “obras son amores” y que “del dicho al
hecho hay un trecho”. Y más gráficamente: “que no es lo mismo predicar que dar
cebada o trigo”. Y es que, a nada que nos fijemos en el caminar humano, vemos con
claridad que hablar es fácil, pero hacer es otra cosa. Que los papeles lo aguantan
todo, pero que la realidad es muy distinta. De ahí que el nivel de credibilidad de una
persona, de un ayuntamiento, de un gobierno, de cualquier institución se mida
mucho más por sus hechos que por sus palabras. Y si, llegado el caso, las palabras
contradicen a los hechos, la persona o la institución entran en un total descrédito. Es
cierto que una palabra buena es valiosa, pero si no va acompañada de una actuación
concorde, se desvaloriza.
Jesús hablaba del valor decisivo de las obras de fe del creyente, del árbol que
es valorado por los frutos y que no hay valorar a quien enseña la fe por lo que dice,
sino por lo que hace. En aquella parábola de los dos hijos enviados a la viña se ve
que lo que realmente cuenta es ir a la viña, aunque se diga que no se va. Y que no
sirve para nada decir que se va si luego realmente no se acude al trabajo. Jesús
proponía las palabras del Evangelio como palabras exigentes, que demandan una
implicación. Y que la obra que Dios quiere que hagamos es creer en el Hijo, en su
proyecto, en sus sueños, en sus anhelos. Y, en consecuencia, apuntarse al camino de
un seguimiento en obras contantes y sonantes. No se trata de hacer mucho, sino de
poner la vida a funcionar en los parámetros del Reino. Pero a veces las obras están
tiznadas de soberbia, pierden todo valor ante el Padre que mira el corazón de la
persona. Por eso el publicano bajó perdonado a su casa. ¿Qué obras principales
demanda el Evangelio?
38
 Obras de justicia: Porque la justicia es lo primero en el reino y lo demás viene por
añadidura. Trabajar por la justicia es el mismo trabajo que Dios hace con
nosotros, es trabajar por el mejor sueño de Dios sobre la historia.
 Obras de solidaridad: Ya que el amor al prójimo es un mandamiento “igual” al
otro, al del amor a Dios. No es un mandamiento segundo, sino igual. Más aún,
como dice 1 Jn, el amor al prójimo hace visible el amor a Dios. Es casi más
“primero” que el otro.
 Obras de compasión: porque sin compasión no hay manera de entrar en el
secreto de la persona. Si Jesús no hubiera tenido profunda compasión de las
personas no habría podido amarles con tanta fidelidad.
 Obras de humanidad: Porque si las obras no llevan el sello de lo humano, no
pueden ser obras evangélicas. Como hemos dicho, Dios mismo obra con
humanidad.
 Obras de acompañamiento: Ya que eso hace Jesús con nosotros: nos acompaña
en toda nuestra vida. Sin su compañía nuestra vida correría un gran riesgo de
extravío. Desde entonces nos hemos librado del desaliento y la soledad.

4. En concreto

 Siente la presencia cercana de Dios en el signo de tu Biblia. No es un libro más,


sino aquel en que se te dice la cercanía del Padre.
 Lee toda la carta de 1 Jn. No es muy larga. Se puede leer en poco rato.
 Escribe en el margen de tu Biblia a la altura de 1 Jn 3,11-24: Obras son amores.
El amor a la persona hace visible el amor a Dios.
 Ora algún ratito ante tu Biblia.

5. Terminamos

- Comentar algo que nos haya sido sugerente en esta reunión.


- Escribir en un papel esta frase: “No amemos de boquilla, sino con obras y
verdad”. Que te ilumine la frase durante la semana.
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12
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO.
PROFECÍA DE RESISTENCIA (APOCALIPSIS)

1. Para leer y subrayar en casa

“Entre el Nuevo Testamento y el Antiguo existe un parentesco de lenguaje. Este


parentesco se extiende naturalmente a muchas expresiones del Nuevo Testamento
que toma prestadas de las Escrituras del pueblo judío y que dan fe al frecuente
fenómeno de las reminiscencias y de las citas implícitas: es decir, frases enteras
incorporadas por el Nuevo Testamento sin indicación de su carácter de cita. Las
reminiscencias se cuentan por centenares, pero su identificación se presta
frecuentemente a discusión. Por citar el ejemplo más significativo de dicho
fenómeno, recordemos que el Apocalipsis no contiene ninguna cita explícita de la
Biblia judía, pero es un verdadero tejido de reminiscencias y alusiones. El texto del
Apocalipsis está tan impregnado del Antiguo Testamento que resulta difícil distinguir
lo que es alusión de lo que no lo es”. De Documento: “El pueblo judío y sus
escrituras sagradas en la Biblia cristiana”.

2. Texto orientativo: Ap 11,15-19

(Leer el texto, aunque sea un poco raro…)

Las primeras comunidades cristianas no lo pasaron bien. Eran una minoría


perdida en el ancho mar del paganismo. Y como ocurre en todas las sociedades,
cuando las cosas no van bien lo pagan las minorías. Así ocurrió con el cristianismo
naciente: fue objeto de persecución par parte del imperio, de los judíos y de la
misma sociedad. Fueron perseguidos, sobre todo, por ser minoría, más que por otra
40
cosa. Por eso no ha de extrañar que surgieran escritos para animar a la resistencia
en horas tan difíciles. Uno de esos escritos de resistencia es el Apocalipsis.
En este libro ocurre algo curioso: el vidente escribe siempre en tonos terribles,
de defensa, de castigo a los que persiguen a los cristianos. Es de los que creen que
Dios va a venir a poner orden en este mundo a palos, y que no habrá más remedio
que hacerle caso. Pero en el mismo libro, lo veremos, hay otra voz que viene a decir
que no es para tanto, que la bondad sigue existiendo en la tierra, que no es tan mala
la realidad como la puede ver los ojos del que sufre, que hay que tener esperanza a
pesar de todo, que, aunque haya persecución, no hay que abandonar el camino de la
bondad.
El texto en concreto que hemos leído es un canto ante Dios en la corte
celestial: Se alaba a Dios por su poder que se va a verter sobre los paganos. Dios va
a derramar en ellos su cólera y va a llegar el tiempo de dar el premio merecido a los
que han pervivido en la fe. Va a llegar el momento en que sean destruidos los
destructores de la tierra. O sea. Ahora se van a enterar los criminales de lo que vale
un peine. Dios los va a juzgar con dureza. Esto es lo que dice el vidente. Pero hay
otra voz, más reflexiva que dice: no, Dios va a seguir siendo misericordioso con esta
tierra tan cruel. Por eso, en vez de aparecer en el cielo la espada de Dios o su rostro
airado dice el v.19: “Se abrió el cielo y apareció el arca de la alianza”. Es decir, por
muy malos que sean los humanos, Dios no se desdice de su alianza. Por ella se irá
reconvirtiendo este mundo a la bondad. Los creyentes, aunque perseguidos, han de
saber esto: Dios ama a todos, incluso a sus perseguidores. No se desdice de su
amor, aunque sufra al lado de quienes más sufren. Es un mensaje de esperanza, una
profecía no solamente de resistencia, sino también de amor y fidelidad.

3. Derivaciones

Ninguna persecución, ningún mal rato, ninguna afrenta habría de hacer


abandonar a los cristianos la certeza de que Dios sigue amando al mundo. El mal no
tendrá la última palabra y el bien triunfará, esto es lo que promete la Palabra. Es
preciso mantener esta certeza siempre vida.
Por eso, el creyente habrá de estar siempre animado a hacer el bien por
encima de toda circunstancia. ¿Cómo hacerlo?
41
 Creyendo en un Dios esencialmente bueno: No un Dios que una veces ama y
otras castiga. No, Dios es, como decía san Francisco, todo bien, sumo bien, total
bien. Si nos desbancamos de un Dios bueno, toda desviación religiosa es posible.
 Teniendo fe en la persona: Porque esa es la fe que nos demanda el Evangelio: no
tanto que creamos en Dios, cuanto que confiemos y “creamos” en la persona, por
encima y más allá de sus limitaciones.
 Actuando, no sólo deseando: Porque, como se suele decir, “de buenas intenciones
está empedrado el infierno”. Por eso, hay que pasar a la acción. No solamente
habrá que conmoverse, sino también moverse.
 Hacer el bien sin mirar a quién: Como dice el refrán y tiene razón. Si nos
paramos en lo externo, en los condicionantes sociales o sicológicos, nos
paralizaremos a la hora de hacer el bien. Es preciso que la generosidad amplíe el
horizonte de nuestra acción bondadosa. A la larga, el bien producirá su fruto.
 Con la certeza de que las entregas no se pierden: Porque el Evangelio tiene esa
confianza: las entregas nunca se pierden. Siempre producen. Y hay que aceptar
que el valor de la entrega no viene ni por el aplauso, ni por el reconocimiento, ni
por el salario. La entrega tiene un valor en sí misma, independientemente de todo
aquello. La vida de Jesús no se entendería sin el valor de la entrega.
4. En concreto:

 Disfruta con el contacto de tu Biblia. Apréciala cada día más.


 Lee al azar algún texto de Apocalipsis. A ver si encuentras las dos voces, la del
vidente (voz dura) y la otra voz (más benigna y fraterna).
 Anota en el margen de tu Biblia a la altura de Ap 11,15-19 alguna frase como
ésta: Dios será siempre bueno con su tierra. El mal no tendrá la última palabra.
 Colaborar si se puede algo en alguna campaña de propaganda bíblica.

5. Terminamos

- Hablar sobre este libro raro de Apocalipsis. ¿Hemos entendido algo más?
- Escribe en un papel esta frase: “El mal no tendrá la última palabra”. Ponerla en
sitio visible.
42

13
LAS SENDAS DEL NUEVO TESTAMENTO:
LOS ORÍGENES DEL CRISTIANISMO

1. Para leer y subrayar en casa

“La actualización de la Biblia no significa manipulación de los textos. No se trata de


proyectar sobre los textos bíblicos opiniones o ideologías nuevas, sino de buscar
sinceramente la luz que contienen para el tiempo presente. El texto de la Biblia tiene
autoridad en todo tiempo sobre la Iglesia cristiana; y aunque hayan pasado siglos
desde el momento de su composición, conserva su papel de guía privilegiado que no
se puede manipular. El magisterio de la Iglesia ‘no está por encima de la Palabra de
Dios, sino a su servicio, no enseñando sino lo que fue trasmitido; por mandato de
Dios, con la asistencia del Espíritu Santo, la escucha con amor, la conserva
santamente y la explica fielmente’ (Dei Verbum 10)”. Del Documento: “La
interpretación de la Biblia en la Iglesia”.

2. Texto orientativo: Rom 16

(Leer este texto casi desconocido de Pablo…)


43

Los orígenes del cristianismo son, sobre todo en su primera etapa, muy
brumosos. Los 20 o 30 primeros años del movimiento cristiano no han dejado casi
huellas. Por eso, casi todo son conjeturas. Los orígenes del cristianismo fueron como
todo lo humano que nace: lento, tanteante, procesual. Pero lo cierto es que, poco a
poco, fue fraguando el movimiento cristiano y pocos años después de la muerte de
Jesús, en tiempos del mismo Pablo, había presencia cristiana en prácticamente todos
los países importantes del Mediterráneo, el mundo de entonces.
Vamos a proponer un texto antiguo. Rom 16 es un billetito, una postal, con
saludos de Pablo que ha venido adherido al texto de Romanos. Esta carta es del año
58 probablemente. Es decir, poco más de veinte años de la muerte de Jesús. En ese
texto, Pablo va dando saludos y recomendaciones a unos cuantos colaboradores
suyos, empezando por una tal Febe. De hecho, a este capítulo 16 se le suele llamar
“carta a Febe”. Es interesante ver los calificativos que da a las personas de las que
habla: abogada de muchos…colaboradores míos…han trabajado duro por el Señor…
compañeros de prisión…apóstoles entre los apóstoles…amigo en el Señor…ha dado
prueba de ser todo un cristiano, etc. ¿Qué indica esto? Que en los primeros años del
cristianismo la obra de la misión primitiva se ha hecho en pie de igualdad, con
muchos colaboradores en la tarea, y no pocas mujeres. Esto refleja la comunidad
cristiana primera: nadie era más que nadie y nadie era menos que nadie, sino que
todos eran una comunión en igualdad.
Si a Pablo le hubieran dicho: ¿Quiénes son los mayores apóstoles del
cristianismo? Él no lo habría dudado: Andrónico y Junías. Un hombre y una mujer,
quizá marido y mujer. O no. ¿Por qué son los mayores apóstoles? No lo dice, pero
cuando Pablo lo afirma tan tajantemente por algo será. Es decir, la grandeza del
apostolado no lo da el pertenecer a la lista de Doce, ni el ser hombre, sino la
dedicación al hecho cristiano. Y por lo que se ve, estos dos se habrían entregado a
fondo a la causa de Cristo. Algo de esto se halla en los orígenes del cristianismo. La
deriva que luego tomó la historia es otra cosa.

3. Derivaciones

Parece quedar claro que en los orígenes primó en la comunidad cristiana la


simple igualdad. Si queremos conectar con los orígenes habrá que hacer un esfuerzo
por recrear los dinamismos de aquella hora primera. ¿En qué aspectos?
44
 Una auténtica comunión en igualdad: Si algo ha aprendido la primera comunidad
cristiana de Jesús es que la comunidad de seguidores/as es igualitaria, se expresa
en el diálogo confiando y va estableciendo una comunión de fe y vida que hace
posible el trasvase de corazones, el apoyo fraterno, el verdadero interés de unos
por otros. Una fe sin el valor de la comunidad no es la fe Jesús de Nazaret.
 El papel de la mujer: La mujer ha estado presente en pie de igualdad en la
primera hora. Parece que esto se perdió pronto. Volver a los orígenes requiere
recuperar el papel de igualdad, de colaboración y apoyo de la mujer cristiana. La
iglesia tiene que salir de ese estado de permanente injusticia que está con las
mujeres.
 Una obra en colaboración: Para que el Mensaje avance y se viva es precisa la
colaboración de todos. La obra de la fe una obra de todos. La Iglesia no es de los
curas (bueno, quizá sí). Al menos la comunidad de Jesús no habría de serlo.
 La ayuda de los servidores/as de la comunidad: esta igualdad no deja de lado el
papel importante de los animadores, servidores, de la comunidad. La comunidad
es débil y siempre necesitará quien le sostenga, le acompañe y le anime. Si
queremos llamar a estas personas sacerdotes, o encargados (como dice san
Pablo) o como sea, es otra cuestión. Pero, en cualquier caso, esto no habría de
romper la igualdad fundamental.
 Estilos de vida familiares: Nuestros estilos de vida en Iglesia son, con frecuencia,
organizativos, fríos, estructurales. El Evangelio quiere que la comunidad creyente
sea una comunidad de hermanos: “Uno es vuestro Padre y todos vosotros sois
hermanos” (Mt 23,1-12). No se puede dejar de lado sin más este sueño de Jesús.
Es preciso ir dándole cuerpo poco a poco.

4. En concreto:

 Aprecia cada día más la posibilidad de hacer un Curso de Biblia como éste.
Agradécelo a tu grupo.
 Lee el texto entero de la carta de “Febe” que, como hemos dicho, no es muy
conocido.
 En el margen de tu Biblia, y a la altura de Rom 16 pon alguna anotación como
esta: Orígenes de la comunidad cristiana. Colaboración, igualdad, amor.
 Colabora en alguna campaña de propaganda bíblica si se hace en tu parroquia o
comunidad.
45

5. Terminamos

- ¿Ha aportado algo este tema? ¿Qué cosas nuevas?


- Escribe en un papel esta frase: “En la comunidad cristiana todos son iguales”.
Anímate al leerla.

14
CONOCER LA ESCRITURA ES CONOCER A JESÚS

1. Para subrayar o leer en casa

“La exégesis católica no tiene un método de interpretación propio y exclusivo sino


que, partiendo de la base histórico-crítica, sin presupuestos filosóficos u otros
contrarios a la verdad de nuestra fe, aprovecha todos los métodos actuales,
buscando en cada uno de ellos las semillas del Verbo”. Del Documento: “La
interpretación de la Biblia en la Iglesia”.
46

2. Texto orientativo: Lc 4,14-30

(Aunque el texto es un tanto largo, leerlo despacio hasta el final…)

Esta escena es decisiva para conocer el trasfondo no sólo ideológico, sino vital
en que se mueve Jesús. En la sinagoga de Nazaret, Jesús es invitado a que diga en
qué consiste realmente su mesianismo, cuál es su pretensión como Mesías. Para
decirlo con propiedad y con brevedad, toma la Escritura y lee un pasaje de los
profetas, concretamente Is 61,1-2a que concluye con la expresión “el año de gracia
del Señor”. Ahí Jesús se para y, de alguna forma, “censura” el texto de Isaías porque
lo que viene a continuación reza así: “y el día de venganza de nuestro Dios”. Isaías
anuncia, pues, un año de gracia (para el pueblo de Israel, se sobreentiende) y otro
de venganza (para los paganos, se sobreentiende). Jesús dice que su mesianismo es
sólo de gracia, para todos, sean judíos o no lo sean. Esto no lo podía admitir de
ningún modo la religiosidad popular de la época que tenían bien claro que la
salvación es para Israel y que los paganos están irremisiblemente condenados al
infierno. Jesús es así: únicamente gracia y beneficio para toda persona, sea quien
sea.
La reacción negativa es evidente: se extrañan los de su pueblo que solamente
cite las palabras de la gracia. ¿Y las de la venganza, por qué no las cita? ¿No es el
hijo de José? Es decir, ¿no es él un judío que sabe bien lo que hay que saber, que
Israel es elegido y el paganismo rechazado? Entonces Jesús pone dos ejemplos
ofensivos: una viuda de Sarepta, pagana, creyó a Elías; un leproso sirio, Naamán,
obviamente pagano, creyó a Eliseo. Pero ninguno de los compaisanos de Jesús le da
crédito. Es como si Jesús les dijera: sois peor que los paganos; algunos de ellos, al
menos, dieron crédito a la profecía. Pero no hay nadie entre vosotros que acoja un
mesianiso de piedad y generosidad para todos. Así la escena cobra coherencia.
Desvela este pasaje el interior de Jesús, las raíces profundas no solo de su
actuación, sino de su ser. Él es buena noticia para los pobres, libertad para cualquier
opresión, luz para toda ceguera, gracia y ánimo para toda persona. El suyo es un
mesianismo pobre pero hondo, personal y universalista. No está limitado ni por
cuestiones religiosas, ni étnicas ni sociológicas. Un mesianismo de amplio espectro.
Aceptar a un Jesús así implica congeniar con sus planteamientos y tener, como él,
esa amplitud de miras capaz de llegar a no excluir a nadie.
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3. Derivaciones

Todos los documentos de la Iglesia, desde el Vat. II hasta Benedicto XVI, al


hablar de la importancia de la Escritura citan a san Jerónimo: “Desconocer las
Escrituras es desconocer a Jesucristo”. ¿Es tan imprescindible en la vida cristiana el
conocimiento de la Biblia? ¿No ha habido santos, iletrados, que no han leído jamás la
Biblia? La respuesta es simple: a) el acceso a la Biblia es también problema cultural,
y resulta que hoy tenemos un nivel cultural y mucho más favorable que en épocas
pasadas; b) otras generaciones no han tenido la oportunidad que hemos tenido
nosotros/as, luego es preciso ser responsable con los medios que nos han dado en
nuestros días; c) conocer la Biblia es imprescindible para generar auténtica adhesión
al Mensaje de Jesús; el problema de la salvación es otra cosa. Es posible que estas
razones u otras que se aduzcan no sean suficientes para mover a un cambio de
actitud ante la Escritura. En ese caso, hay que sospechar que lo que late de fondo es
la formidable pereza que da encarar el largo y difícil acceso a la Escritura, tan largo y
tan difícil como todo proceso de asimilación humana. Entonces, ¿qué sería realmente
conocer a Jesucristo?
 Conocerlo en el Mensaje: No solamente aprendiendo cosas de la Biblia, sino
identificándose con su espíritu que no es otro sino un espíritu de benignidad y
amor para con toda persona. Quien va conociendo a Jesús se vuelve más abierto,
más universalista, más capaz de amar y abrazar a cualquier tipo de persona.
Mientras excluyas, no amas todavía a quien ama a todos.
 Conocerlo en el rostro de los pobres: Porque es lugar privilegiado del
conocimiento de quien habita en ellos y con ellos. De ahí que huir de los pobres
es huir de Jesús, hablar mal de ellos es hablar mal de Jesús, solidarizarse con
ellos es ser solidario con el mismo Jesús. Una espiritualidad cristiana que ignora a
los pobres, ignora a Jesucristo.
 Conocerlo en los movimientos más hondos de la persona: En esos lugares donde
está lo más hermoso de la persona y lo más necesitado a la vez. La misericordia,
la compasión, la ternura, la necesidad de perdón, la piedad, etc. Conocerlo ahí
antes que en grandes ideas.
 Conocerlo en quienes viven compasivamente: Porque, para Jesús, nada hay que
caiga fuera de la compasión. Una compasión que no es paternalismo ni
proteccionismo abusón, sino simple servicio a quien está necesitado de ser
servido.
48
 Conocerlo en el amor a la persona: En definitiva, conocer a Jesús es crecer en
amor al otro, en fe en la persona, en alejamiento de toda traición, engaño u
olvido. Pretender conocer a Jesús sin actitudes de amor real es tan imposible
como forjar una relación de amor sin querer saber nada de la persona a la que se
ama.

4. En concreto

 Da gracias a Jesús por este Curso que estás a punto de terminar. Gracias por la
Palabra en general, por tu Biblia acompañante en concreto.
 Hazte el propósito de leer en algún momento un Evangelio seguido, por ejemplo
Marcos, que es más corto.
 Anota en el margen de tu Biblia a la altura de Lc 4,14-30 alguna frase como esta:
Un mesianismo de gracia para todos. No hay venganza de parte de Dios, sino
solo amor.
 Intenta contagiar a otros tu aprecio de la Palabra.

5. Terminamos

- Comentar algo sobre lo tratado en esta reunión.


- Escribir en un papel la frase: “Dios da sólo amor” que es del hno. Roger de Taizé
Tenlo por lema firme..

15
UNA COMUNIDAD QUE LEE LA PALABRA
49
1. Para leer y subrayar en casa

“Por esta razón en la Iglesia la Palabra no es un depósito inerte, sino que siendo
«suprema norma de su fe» y fuerza de vida, «va creciendo en la Iglesia con la ayuda
del Espíritu Santo» y «crece» cuando los fieles la contemplan y estudian», cuando
comprenden internamente los misterios que viven, cuando la proclaman los Obispos.
Lo atestiguan, en particular, los hombres de Dios, que han "habitado" la Palabra. Es
evidente que la misión cierta y primaria de la Iglesia es transmitir la divina Palabra a
todos los hombres, en todos los tiempos y en todos los lugares, según el mandato
de Jesús (cf. Mt 28, 18-20). La historia demuestra cómo esto ha sucedido y continúa
también ahora después de tantos siglos, entre diversos obstáculos, pero también con
tanta vitalidad y fecundidad”. De los Lineamenta del Sínodo de los Obispos de 2008)

2. Texto orientativo: Hech 16,11-15

(Leer el pasaje. Es corto y se entiende fácilmente…)

Esta escena pertenece al segundo viaje de Pablo. En Filipos la comunidad


cristiana es muy pobre: no tienen ni sitio para reunirse, por eso se reúnen junto al
río. Es una comunidad de mujeres, porque los hombres no se dignan abrazar una fe
tan pobre. Pero allí están, rezando y hablando. Pablo les habla de Jesús, la Palabra,
el recuerdo, las une, les da cohesión. Puede parecer que todo es humilde y modesto.
En realidad, es la siembra de una comunidad fraterna. Por la carta a los Filipenses
sabremos que esta será, quizá, la comunidad que más fiel ha sido a Pablo. De hecho,
él que jamás quiso pedir a nadie una ayuda económica, se atrevió a pedirla a los de
Filipos cuando pasaba gran necesidad en la cárcel. Ellos, ellas, como siempre, fueron
generosos con Pablo le mandaron un subsidio con Epafrodito que estuvo a punto de
morir en esa misión por causa de alguna grave enfermedad.
En esa comunidad hay una pagana, Lidia, a la que Dios le abre el corazón para
hacer caso a lo que Pablo está diciendo. Es decir, el Mensaje nunca es estéril;
siempre hay alguien que escucha, que acoge, que responde. Aquí es una mujer
pagana que acoge el Mensaje con valentía y, desde él, “reta” a Pablo: si cree el
Apóstol que el Mensaje es para todos, si también los paganos son dignos de la oferta
del Evangelio, que acepte hospedarse en su casa, en casa de una pagana. Los judíos
creían que entrar a casa de paganos era como entrar en un cementerio en el que se
contraía inmediatamente una impureza (ellos pensaban que los paganos enterraban
50
a sus abortos en el sótano de la casa, por eso cada casa era como un cementerio,
¡de dónde se sacarían semejante patraña!).
Pablo entra en casa de Lidia. Pero para justificarse, él también es débil porque
no haría falta ninguna justificación, dice que “les obligó a entrar”. La Palabra que la
comunidad pobre ha leído hace su efecto: se va construyendo el modo universalista
de vivir la fe que Jesús pretendía, que no hubiera judío ni pagano, libre ni esclavo,
hombre ni mujer, porque todos éramos uno en Cristo. Pablo mismo lo formuló así en
Gál 3,28. Una comunidad que lee la Palabra y consigue los frutos de la Palabra.

3. Derivaciones

¿Es tan necesario que las comunidades cristianas lean la Palabra? ¿No
conocemos ya suficientemente el Evangelio? A causa del perviviente historicismo,
hay creyentes que piensan que ya conocen el Evangelio. Efectivamente, saben de
memoria, por su reiterada participación en la celebración litúrgica, el componente
narrativo de muchos pasajes bíblicos. Pero si les pidiéramos hacer pequeñas síntesis
personales del Mensaje se verían quizá perdidos: ¿qué pensaba Jesús del dinero, de
la familia, del mercado, de la oración, de la trascendencia, de la mujer, etc.?
Responder personalmente a esta clase cuestiones demanda haber personalizado los
textos, haberlos rumiado muchas veces en el propio interior, haber llegado a
sintetizarlos de la mejor manera que uno cree conveniente. Esta saludable
“apropiación” de los textos es harina de otro costal.
Por esto mismo, nuestro conocimiento del Evangelio se muestra que es
“estrecho” si hacemos un elemental experimento: si se pide a un grupo cristianos
que hagan una lista de citas bíblicas que a ellos le sean más elocuentes tendremos
como resultado que es muy posible que no haya casi ningún texto del AT o del
mismo san Pablo y que los textos evangélicos que se citen, con ser hermosos e
importantes, sean los “de siempre” (bienaventuranzas, el hijo pródigo, el buen
samaritano, el padrenuestro, etc.). Por supuesto, sería extraño que se citara algún
pasaje de Apocalipsis, de las Cartas Católicas o de Hebreos. Son textos vitalmente
ignorados, aunque se escuchen en la lectura litúrgica. Los pasajes que realmente
entran en el ámbito del corazón son escasos.
Es preciso leer personalizada y creativamente el Mensaje de tal manera que se
amplíe y profundice la asimilación de la Palabra. Sí, también en esto estamos
necesitados de creatividad. La creatividad toma su inspiración del texto bíblico y lo
expande al ámbito de lo cotidiano iluminándolo y suscitando caminos que generan
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comportamientos nuevos. El concepto de “fidelidad creativa” que se aplica a otros
aspectos de la vida espiritual podría ser también utilizado en este caso. La
espiritualidad bíblica ha de mantener fidelidad al camino de la fe recorrido por las
comunidades cristianas y, sobre todo, al camino histórico de Jesús. Pero ha de
esforzarse por leerlo y vivirlo en modos de creatividad, de conexión social, de
adecuación cultural para que esa lectura no quede en una mera remembranza. Esta
doble tarea es hoy necesaria, con la conciencia de que es en la creatividad donde
radica nuestro mayor problema.

4. En concreto

 Agradece este Curso que has tenido. Agradécelo a Jesús, a tu grupo.


 Repasa alguno de los textos que hemos ido citando durante este Curso.
 Anota en el margen de tu Biblia a la altura de Hech 16,11-15 alguna frase como
éstas: La comunidad pobre que se reúne en torno a la Palabra. La Palabra
acogido que genera valentía.
 Anímate a participar en el segundo Curso de este plan.

5. Terminamos

- Valorar el trabajo realizado durante todo el año.


- Escribe esta frase y llévala contigo unos días: “La Palabra de Dios alimenta a la
comunidad cristiana”.

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