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VIOLENCIA DE GÉNERO

Tiempos inéditos, donde nos enfrentamos a un cúmulo de información continua en una


sociedad que grita ‘’sé productivo’’, ‘’querete como sos’’, ‘’DATE CUENTA’’, ‘’¿Cómo no lo
ves?’’. Imperativos sociales actuales que son contradictorios, muchas veces, con una sociedad
que juzga los cuerpos y en la que hay dificultades para encontrar apoyos externos. Esto, más
que alojar, AISLA, inmoviliza.

Por esto, rescatamos frases como ‘’cuando estés lista, nos levantamos juntas’’, ‘’menos date
cuenta, más contá conmigo’’. Parecen simples frases, pero involucran ideas donde no se pone
el acento en lo que la mujer tiene que cambiar juzgando sus actos, sino por el contrario, se
acompaña.

Para entenderlo es importante saber que una persona que se encuentra en una situación de
violencia de género, se halla inmersa en un vínculo en el que predomina el CONTROL y el
AISLAMIENTO, donde se vive una constante crítica al juicio propio que tiene consecuencias
sobre su psiquismo, y muchas veces deriva en dudas acerca de pensamientos y sentimientos
PROPIOS.

En estos casos, la persona está sumergida en un CÍRCULO violento en el cual hay un


MECANISMO en juego, que genera CONSECUENCIAS psíquicas. Este círculo consta de ciclos
diferentes en el cual se fue atravesando distintos grados de violencia y aislamiento, en
principio sutiles.

Por esta razón, enfatizamos la importancia de la CONTENCIÓN emocional. ‘’Amiga, estoy’’: la


presencia a través de mensajes, llamadas, encuentros (post cuarentena). Palabras que no
juzguen pero que sí hagan ver que hay OTROS LUGARES POSIBLES, otras presencias que alojan
y que de a poco puedan ser parte de una salida segura.

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