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PUEBLOS INDIGENAS Y SISTEMAS JURIDICOS

Tema I

INTRODUCCION

Con la elaboración del presente trabajo, pretendemos de una manera  sintetizada


estudiar los procesos históricos de los pueblos indígenas, desde los pueblos
originarios hasta los actuales en el contexto americano y venezolano,  con la fin de
analizar los procesos a través de la historia, tomando en consideración el periodo
anterior a la colonización, el espacio colonial, post- colonial y la evolución
constitucional del derecho de los pueblos originarios.
Nuestros pueblos primarios, víctimas por largos años de la usurpación, violación,
genocidio, etnocidio,  ecocidio, de los desmanes de aquellos que bajo la bandera
de conquista y colonización, llegados de sitios lejanos,  irrumpieron en sus tierras,
en sus costumbres, en su cultura, en sus creencias.
Entre la predicación del evangelio y sus pretensiones de conversión; entre el
todopoderoso y los terrenales intereses políticos y económicos de reyes, príncipes
y mendigos, nuestros pueblos han luchado por  largos años por lo que hace
milenios de años les ha pertenecido antes del  mismo Estado.
A lo largo de la historia el Estado ha escrito sus políticas asistencialistas, sin
reconocer la especificidad de las comunidades de los pueblos indígenas; sus 
derechos olvidados por nuestras constituciones, a pesar que todos los proyectos
constitucionales elaborados por el Libertador Simón Bolívar, garantizaban la
libertad y la seguridad jurídica de los pueblos y sus instituciones políticas.
Los que han resistido y hoy sobreviven, a partir de 1999, vislumbran un nuevo
camino, que en justicia se inicia reconociendo el sacrifico de los antepasados
aborígenes en la construcción de la soberanía de nuestra patria, en la nueva
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; que le dedica un capítulo
por completo a los pueblos indígenas, además de nueve artículos vinculantes y
tres disposiciones transitorias. Hoy somos un Estado Multiétnico y Pluricultural.
APROXIMACIÓN AL PROCESO HISTÓRICO DE LOS PUEBLOSINDIGENAS EN
AMÉRICA ANTES DE LA COLONIZACIÓN EUROPEA.LOS PUEBLOS
AMERICANOS ANTES DE LA INVASIÓN.

Se cree que el hombre apareció en el territorio que hoy conocemos como


Venezuela, hace unos 16.000 años. Esta población había llegado por el Sur, de la
región del Amazonas, por el Oeste, de los Andes y por el Norte, del Caribe. Antes
de la invasión de los conquistadores europeos, muchos de los pueblos que
habitaban América habían alcanzado desarrollar sociedades urbanas importantes,
basada en el trabajo del hombre; mientras que otros, sólo practicaban una
agricultura simple o se dedicaban a la caza y la recolección, los mayas, aztecas e
incas construyeron complejas obras de riego, aplicaron técnicas agrícolas y
organizaron Estados teocráticos, también inventaron un calendario de 365 días
(mientras que Europa se guiaba por el gregoriano, menos exacto que el maya) y
un alfabeto.
Pero quizás, lo que más se destaca es la ciudad de Teotihuacán que en el año
500 D.C. era la ciudad más grande del mundo con 200.000  habitantes. Los
aborígenes aseguraban sus alimentos y demás bienes necesarios para vivir, a
través de relaciones de reciprocidad y redistribución. La primera, consistía en la
práctica de la solidaridad y ayuda mutua entre los miembros de la comunidad. Se
ayudaban entre sí a cultivar y a cosechar, mientras quela redistribución, consistía
en el cobro de fuertes tributos en productos y en trabajo que eran contabilizados
para determinar en qué zonas sobraban o faltaban alimentos para luego
distribuirlos en las poblaciones más necesitadas. Esto confirma el espíritu
comunitario de los pueblos aborígenes americanos.
 
La Invasión

Al llegar el invasor ibérico con toda su maquinaria bélica y su ideología despectiva


de superioridad, comienza a construir al "indio" como ser inferior, bárbaro. Por lo
general, antes de la conquista de América, el conquistador hacía suya la cultura
del conquistado, al mismo tiempo que enriquecía la de éste. Todo lo contrario
ocurrió en América, el conquistador y el conquistando se presentan como
oposiciones cerradas, imposibles de sintetizar. El conquistador no quiere ser
asimilado, pero tampoco asimilar.
Busca imponerse manteniendo su propia identidad, no quiere ser identificado con
los hombres y pueblos que ha sometido. Los conquistadores ibéricos trataron de
imponer su cultura y de extirpar la aborigen, ya que era vista como "demoníaca".
Los europeos no pudieron desarraigar la cultura aborigen, pese a que destruyeron
templos, dioses y otras expresiones culturales. Debido a este fracaso, se planteó
otra estrategia: la cristianización. Los ibéricos intentaron buscar una justificación
filosófica y moral para la conquista. La encontraron en Aristóteles que decía:
"Algunos seres desde el momento en que nacen, están destinados, uno a
obedecer y otros a mandar". Según esta visión, no todos los hombres son iguales,
sino distintos por naturaleza. Aristóteles afirmaba: "La naturaleza... hace distintos
los cuerpos de los hombres libres y de los esclavos, dando a éstos el vigor
necesario para las obras penosas y haciendo a los primeros incapaces para los
trabajos duros". O sea, que los indios sabían hacer, estaban capacitados, pero no
sabían cómo; quien se lo debía decir era el europeo. Ante todo esto, la iglesia
católica creía que los errores paganos debían ser desarraigados y la verdad
cristiana impuesta a toda costa.
Hubo numerosos teólogos, como Juan Guinés de Sepúlveda, que estuvieron de
acuerdo con la conversión forzada de los indios, mientras que otros como
Bartolomé de Las Casas, sólo aceptaban la persuasión como único medio para la
evangelización. Pero nadie reconoció en aquella época el derecho delos indígenas
a mantener su propia religión. Juan Guinés de Sepúlveda decía que los indios no
fueron creados por Dios y que no son personas ya que viven fuera de la "ley
natural", debido a su comportamiento. Dicha ley establece que lo perfecto domina
a lo imperfecto, por lo que, la supuesta superioridad de los españoles será el
derecho a dominar y a conquistar al indígena. Sepúlveda también afirmaba que los
aborígenes estaban mucho más abajo que lo humano, cercano a lo animal. Decía
que eran débiles, cobardes, tímidos y carecían de virtud. Todo lo contrario
pensaba Bartolomé de Las Casas, que creía que, si bien el indio era débil,
también era un hombre y como tal, ante los ojos de Dios, era igual que un español,
por lo cual este último debía cuidarlo y educarlo. Pero más allá de estas teorías, lo
que ocurrió en América fue un verdadero genocidio seguido de un fuerte etnocidio,
muy importante para la construcción del indio como ser inferior.

Consecuencias De La Invasión

Es relevante tener en cuenta que en 1492, la cultura ibérica no era


necesariamente moderna y racionalista, ni tampoco quienes manejaban el aparato
colonizador; ni los invasores, eran precisamente una luminaria, sino más bien,
estaban influenciados por la religión y la intolerancia que se desprendía de ésta,
debido a lo cual sólo podían mirar a los indios a través de su estrecho prisma
cultural. Los indios tenían que ser convertidos a la religión verdadera, pero a
cambio de su oro y sus tierras. En caso de la más mínima resistencia se recurría a
la violencia, esto ocurría con vertiginosa frecuencia, ya que los conquistadores
justificaban a través de la religión la explotación, la esclavitud y los malos tratos.
Toda esta violencia y esta masacre terminaron por convertir a los aborígenes en
indios, ya que ellos mismo se convencieron de la superioridad europea. Las
atrocidades realizadas por estos últimos no se pueden explicar solo por la codicia
y el poder, sino también por una construcción de los indios por los españoles,
como seres inferiores, a medio camino entre lo humano y lo animal, como
pregonaba Sepúlveda.

La conquista y colonización de América se refiere al proceso histórico por el cual


diversas potencias europeas conquistaron y establecieron sistemas de dominación
colonial en el continente americano, desde finales del siglo XV hasta el siglo XIX.
Este proceso implicó la desaparición de los grandes imperios americanos,
particularmente el Imperio inca y el Imperio azteca, así como el colapso
demográfico de la población americana. Simultáneamente, las potencias
coloniales impusieron el uso generalizado de idiomas europeos en América,
principalmente el español, el inglés y el portugués.

El Trabajo Indígena

A partir de la llegada de los europeos a América, las condiciones  de vida de los


indígenas americanos se deterioraron notablemente. Fueron obligados a realizar
trabajos muy duros; se les quitaron sus tierras (algunos pueblos fueron
trasladados por la fuerza a otros lugares); ya no pudieron trabajar en comunidad
para asegurar la subsistencia de todo el grupo. La mortalidad aumento por este
deterioro general de las condiciones de vida y porque muchos fueron
exterminados murieron debido a epidemias de enfermedades introducidas por los
europeos, como la viruela.
Los que sobrevivieron y sus descendientes se fueron incorporando de diversas
maneras a las nuevas sociedades americanas, y en la mayoría de las veces
realizando trabajo poco calificados, en situación precaria y con baja remuneración.
Desde entonces, la mayoría de los descendientes de los aborígenes han vivido en
condiciones de pobreza en áreas rurales (como por ejemplo en Colombia,
Guatemala, México, Perú, Paraguay, Ecuador o Bolivia) o en reservas (este tipo
de asentamientos se ha organizado sobretodo en los países anglosajones). Hoy
es cada vez mayor la cantidad de aborígenes que viven en ciudades. Su objetivo
es encontrar trabajo y mejorar sus ingresos; pero en la ciudad es más difícil
mantener las propias costumbres y valores culturales. Por otra parte se han
desarrollado distintos movimientos y organizaciones que procuran reivindicar sus
derechos y sus culturas, algunos gobiernos se han preocupado por mejorar las
condiciones de vida de la población aborigen y por reconocer algunos derechos,
como el de aprender en las escuelas en su propia lengua además de hacerlo en la
lengua oficial.
 CONTEXTO HISTÓRICO VENEZOLANO

Los pueblos indígenas que en la actualidad habitan territorio venezolano,


desciende de los grupos que ya se encontraban en el territorio del país en el
momento del arribo de los colonizadores. Una de las características de estos
pueblos es, haberse mantenido relativamente aislados, han preservado en mayor
o menor medidas las costumbres   de sus antepasados. Cada pueblo indígena
ocupa un territorio que, de acuerdo a sus creencias, les fue otorgado por los
Dioses. Son lugares sagrados a los que les deben cuidado y respeto y en los que
viven organizados en pequeñas comunidades o poblados. Estas comunidades
generalmente son independientes económica y políticamente unas de otras,
aunque mantienen entre sí estrechas relaciones sociales. Los cabeza de familia o
jefes de cada una de las familias de la comunidad, conforman una especie de
consejo reconocido como la máxima autoridad, entre los miembros de ese consejo
se escoge uno de ellos para que los represente en sus relaciones con otras
comunidades. Estos jefes basan su poder en el prestigio que les proporciona su
conocimiento sobre la historia sagrada, rituales y ceremonias, técnicas de caza y
pesca, construcción de viviendas, comercio, etc. A su sabiduría deben agregarse
la ecuanimidad, la tolerancia y el buen juicio. Su liderazgo es reconocido por
todos, pero no pueden imponer su voluntad, ni ejercer su poder sobre los otros
miembros de la comunidad. En algunas etnias la autoridad se transmite de padres
a hijos dentro de un mismo grupo, las decisiones que afectan a la comunidad son
tomadas de forma unánime en asambleas, luego de que cada uno de los
miembros adultos ha dado su opinión al respecto. En general, las sociedades
indígenas de ahora, como las de nuestros antepasados, son sociedades
profundamente democráticas en las que los alimentos, el trabajo y las diferentes
responsabilidades que garantizan el bienestar de la comunidad son compartidas
por todos sus miembros. Así vemos como son los hombres quienes se encargan
entre otras actividades de talar, limpiar y preparar el conuco y construir las
viviendas, además cazan y pescan, aunque en esta actividad también suelen
participar activamente las mujeres y los niños. Las mujeres, por su parte, se
ocupan dela preparación de los alimentos, del cuidado de los niños y de garantizar
la provisión diaria de agua y leña. También se ocupan del hilado del algodón, tejen
cestas y chinchorros, así como collares y otros adornos que utilizan en su atavío
personal. Ellas son las responsables del conuco y del fuego del hogar.
 Los ancianos son responsables de los ritos y las ceremonias, deben conocer a la
perfección la historia sagrada, y narrar sus enseñanzas a los más jóvenes para
mantener viva la tradición. La educación está basada en el ejemplo.
 Los niños y jóvenes colaboran con sus padres y tíos en las distintas actividades
que realizan,  los adultos los orientan siempre con mucha paciencia y tolerancia,
sin recurrir jamás al castigo físico. De acuerdo al censo indígena de 1992, la
población indígena de Venezuela alcanzó la cifra de 315.815 habitantes, lo cual
representaba para entonces el 1.5% de la población total del país. En el año 2001
se realizó el XIII censo general de población y vivienda, que por primera vez
incluyó el censo de comunidades indígenas el cual arrojó un total de 354.400
personas pertenecientes a un grupo indígena, y el censo de las comunidades
indígenas, en el cual se registraron 178.383habitantes. Ambas cifras arrojan un
total de 523.783 habitantes indígenas distribuidos en todo el territorio nacional,
que representa el 2.3% de la población nacional. Según el censo de 1992, en
Venezuela se encuentran 28 etnias ubicadas en diez estados: Amazonas,
Anzoátegui, Apure, Bolívar, Delta Amacuro, Mérida, Monagas, Sucre, Trujillo y
Zulia. Las 28 etnias son las siguientes: Akawayo, Añú, Arawak, Baré, Barí, Baniva,
Eñepa, Guajibo (Jivi), Jodi, Kariña, Kurripaco, Mapoyo, Pemón,Pumé, Piapoko,
Piaroa, Puinave, Sáliva, Sape, Uruak, Warao, Warekena, Wayuu, Yavarana,
Yekuana, Yeral, Yanomami y Yukpa. La población indígena según el censo de
1992, representaba el 1.5% de la población total del país y los grupos étnicos con
mayor volumen de población era: Wayuu 63 %, Warao 9 %, Pemón 7 %, Añú 7 %,
Yanomami 6%, Guajibo 4 %, y Piaroa 4 %.
 
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS EN
VENEZUELA.

Ubicación Geográfica: Amazonas:


Baniva, Baré, Cubeo, Jivi, Jodi, Kurripako, Piapoko, Pinave, Sáliva, Sánema,
Piaroa, Yanomami, Warekena, Yabarana, Yekuana, Mako.

Anzoátegui: Kariña, y Cumanagoto.


Apure: Jivi, Pumé, y Kuiva.
Bolívar: Uruak, Akawayo, Arawak, Eñepa, Jodi, Kariña, Pemón, Sape, Piaroa,
Wanai, Yekuana y Sánema.
Delta Amacuro:
Warao, Arawak.
Mérida: Wayuu.
Monagas: Kariña, Warao, Chaima, Cumanagoto.
Sucre: Kariña, Warao, Chaima, y Cumanagoto.
Trujillo: Wayuu.
Zulia: Añú, Bari, Wayuu (Guajiro), Yukpa y Japreria.

Datos Etnográficos De Los Pueblos Indígenas De Venezuela Los Akawayo:


También conocidos como Kapon, están ubicados en la frontera del estado Bolívar
con Guyana y su población se estima en 811 habitantes. Pertenecen a la familia
lingüística Caribe.
 Los Añú:
Son un grupo de la filiación lingüística arawak. Actualmente se concentran en el
noroeste del Estado Zulia, tanto en rancherías palafíticas como en tierra firme. Son
aún gente de agua y excelentes pescadores, son especialista en la fabricación de
canoas, cultivan cocos en tierras fértiles dela zona, lo cual usan como medio de
subsistencia y producción. La mayoría de los Añú han dejado de hablar su lengua
y sólo hablan el español.
 Los Arawak:
Son un grupo de filiación lingüística arawak, son conocidos como Arauco y
Lokono. Habitan en el estado Delta Amacuro, Bolívar y la Guayana Esequiba. Se
estima que son unos 159 individuos. Algunas comunidades son trilingües,
hablantes del inglés, español y Lokono. Según el censo, su situación lingüística es
bastante favorable, porque prácticamente toda la población sería bilingüe, lo que
permitiría suponer que el aprendizaje del español no ha desplazado el uso y
conocimiento de la lengua materna.
 Los Baniva:
La lengua Baniva pertenece a la familia lingüística arawak, y está íntimamente
relacionada con las de los Bare, Tsase (Piapoko), Warekena y Wakuénai
(Kurripako).
 Los Baré:
Baré significa, según algunos estudiosos, "compañero", mientras otros piensan
que la palabra podría derivar de “Barí”, que significa "hombres blancos". Hablan
una lengua que pertenece a la familia lingüística Arahuaca, y que el cruento
proceso de aculturación ha hecho desaparecer casi por completo. El territorio tribal
Baré se extendía desde Manaos, a todo lo largo del Medio y Alto Río Negro y el
Brazo Casiquiare, hasta algunas rancherías en el río Pacimoni. Situada en los
límites del imperio español y portugués, la región fue escenario de continuas
migraciones y disputas.
Los Barí:
Son los únicos representantes en Venezuela de la familia lingüística Chibcha. Se
encuentran ubicados al suroeste de la cuenca del Lago  de Maracaibo, en la sierra
de Perijá, Estado Zulia. Antiguamente se les conocía como “motilones bravos”. Su
población se ha calculado en unos1520 individuos.
 Los Chaima:
Tenían su asiento en las montañas del Guácharo (hoy Caripe). Junto a los
cumanagoto, se autodenominaban Choto (gente, persona humana) y hablaban
dialectos de una lengua común que les permitía comunicarse entre sí. En la
actualidad, aunque su lengua ya no se habla, no se ha perdido, puesto que fue
estudiada y recogida en algunos textos por los colonizadores. En tiempos
recientes, este material fue ubicado en el Archivo General de Indias y está siendo
estudiado por un grupo de chaimas interesados en la revitalización de su lengua y
su cultura. Sin embargo, aunque su lengua no haya sido recuperada del todo, lo
más importante es el auto reconocimiento como indígenas chaimas y el interés
que manifiestan en recuperar su identidad.
 Los Cumanagotos:
El sufijo goto, significa habitante de, morador de, de modo que cumanagoto
parece significar habitante de Cumaná. Estaban ubicados al norte del estado
Anzoátegui. La actual población rural de ascendencia Cumanagoto conserva una
conciencia vaga de su condición indígena. Se refiere a sí mismo diciendo:
“Nosotros los indios”, pero este vocablo es utilizado como sinónimo de campesino
pobre. Se han olvidado de su origen, de la lengua de sus abuelos, del nombre
tribal y de las antiguas estructuras rituales y míticas. El género de vida y las
costumbres campesinas de la región conservan, muchos rasgos aislados de la
cultura Cumanagoto. La aculturación es, sin duda alguna, antigua. La industria del
algodón correspondía a las mujeres e incluía el hilado, el tejido y el teñido de la
fibra con un colorante vegetal. Poseían husos para hilar y telares verticales que
usan todavía algunas mujeres descendientes de Cumanagoto. También subsisten
algunas alfarerías tradicionales, muchos recipientes (platos, vasos, cucharas) se
hacían con calabazas y taparas, que todavía se usan. La cestería es otra
expresión de cultura material que todavía existe entre los descendientes de los
Cumanagotos. El mamure es el mimbre más usado, con el que elaboran cestas,
 Los Eñepa:
Es un grupo de filiación Caribe, tradicionalmente llamado panare en la literatura
etnográfica. Ocupa un vasto territorio de alrededor de20.000 Km.² ubicado en la
parte noroccidental del Estado Bolívar, con un pequeño enclave en el Estado
Amazonas. El censo de 1992 determinó que había 3.134 individuos para
entonces, constituyendo un grupo pequeño, comparado con los demás grupos
caribes del Estado Bolívar. Sin embargo, representaba hasta hace poco tiempo
una de las etnias culturalmente más vigorosas de este estado, no sólo por
encontrarse en franco crecimiento demográfico sino también por su resistencia a
la aculturación, ya que a pesar de tener contactos permanentes con la sociedad
desde hace un siglo, son todavía monolingües en su mayoría y muchos de ellos
siguen viviendo de su economía tradicional: agricultura, pesca, caza en menor
grado, recolección y artesanía. El desarrollo acelerado de esta región en los
últimos años debido a la explotación minera intensiva (bauxita y diamante
principalmente), la construcción de extensas carreteras en particular la que une a
Caicara con Puerto Ayacucho, así como la presencia misionera, han comenzado a
perturbar sus creencias, hábitat, aspiraciones, logrando quebrantar severamente
su vigor étnico.
Los Pemón:
Constituyen el tercer grupo indígena numéricamente más importante en el país y
forman parte de la familia Caribe. Su nombre se traduce como “gente” y les sirve
para distinguirse de la población criolla y de otros grupos indígenas. Habitan en la
región sureste del estado Bolívar.
Los pemón se dividen en tres subgrupos, atendiendo principalmente a sus
variantes dialectales: Kamarakoto, Taurepán, y Arekuna. Aunque no se pueden
establecer delimitaciones geográficas rígidas, los  Arekuna se concentran en la
zona norte del territorio Pemón, los Taurepán se ubican hacia el sur, en dirección
este-oeste en la boca del río Maurak, y los Kamarakoto se encuentran en la región
de Kamarata y Urimán. La mayoría de las comunidades de este grupo étnico están
asentadas en área de sabana, en las proximidades de ríos y bosques. La principal
actividad de subsistencia es la agricultura itinerante y de tala y quema, con la cual
se elimina la vegetación de pequeños bosques para establecer los conucos. En
ellos cultivan la yuca amarga y dulce, el ají, el mapuey, la batata, el ocumo, el
plátano, el ñame y la piña. Basan su alimentación en la yuca amarga, de la que
obtienen almidón, casabe y kashiri, una bebida con alto grado alcohólico. La
economía, en algunas zonas, también está basada en la minería. A los hombres
les corresponden las tareas como la tala para los conucos y las labores de
cacería. Las mujeres realizan las tareas relacionadas con la siembra y cosecha de
los conucos y la preparación de alimentos.

En general, son monógamos pero está permitida la poligamia. Son excelentes


artesanos: la cerámica Pemón es de la mejor elaborada, y por ende, sus ollas
constituyen un producto tradicional de comercio. Además, tejen chinchorros y
cestas de fibras vegetales. Algunos de ellos participan en el turismo. Construyen
tres tipos de vivienda: la maloca o waipá, el tapuy y el tapuruka. La más común es
la waipá, una casa redonda de tipo habitacional con suelo de tierra apisonada,
paredes de bahareque y techo de palma y, con una o dos puertas de entrada y
con pocas ventanas. También viven en churuatas. Los Pemón son muy alegres,
festivos y cordiales.

Los Wanai (Mapoyo):


Están ubicados al norte del estado Amazonas y se presume que no llegan a los
doscientos individuos. Existen apenas unos diez hablantes de su lengua, los
cuales pertenecen a generaciones ya adultas y sin contexto para su utilización.
Por su precaria situación esta etnia está actualmente protegida por la Ley de
Protección y Defensa del Patrimonio Cultural que establece entre las disposiciones
relativas a la defensa del patrimonio viviente del país, la atención a la cuestión de
la lengua y el habla de los pueblos indígenas.
Los Warao:
Habitan en los estados Sucre, Monagas y Bolívar. Se autodenominan Warao,
término que unos traducen cono “dueños de la canoa” y otros como “gente sobre
agua”. Ambos reflejan la característica más resaltante de este grupo étnico que ha
desarrollado una cultura adaptada al medio ambiente acuático, siendo la curiara el
elemento inseparable de su vida. Su idioma es el Warao, clasificado como
independiente por algunos autores, mientras que otros intentan emparentarlo con
el tronco chibcha. El grueso de la población Warao está asentado en la zona
costera del Delta Central. Sus poblados se hallan ubicados a la orilla de los ríos y
su vivienda sigue siendo el tradicional palafito sin paredes, aunque hoy en día
cada vez se ven más viviendas con paredes de tabla.

Los Warao son pescadores por excelencia, pero también cazan, recogen frutos
silvestres y, sobre todo, explotan la palma de moriche que, durante siglos, fue el
centro principal de su subsistencia. También cultivan algunos productos, entre los
cuales destaca el ocumo chino. Estas eran y siguen siendo sus actividades
básicas de subsistencia. En la actualidad, algunos Warao se dedican al corte de
madera y de la palma manaca que venden a los aserraderos y a las fábricas de
palmito de los criollos ubicados en territorio Warao.

Los Warekena:
Warekena significa “nietos del picure”, animal sagrado del cual se consideran
descendientes. Esta etnia se desprendió de un grupo social más amplio
conformado por los Tariana, Bare, Tsase y Wakuénai, lo  cual se evidencia en la
extraordinaria similitud lingüística y cultural que guarda con ellos. Pertenecen a un
tronco lingüístico común, el Arahuaco. Esto se evidencia en la facilidad que tiene
el Warekena para aprender otras lenguas y no sólo del grupo Arahuaco. Por lo
general, además de tres o cuatro lenguas indígenas, dominan el castellano, el
portugués y el yeral, una lengua franca de la región que mezcla castellano,
portugués y varias lenguas indígenas del grupo Arahuaco. La lengua Warekena
está hoy casi extinta y han adoptado la lengua de los Baniva, grupo con el que
comparten muchos rasgos culturales. La población Warekena habita
principalmente en la comunidad de Wayanapio Guzmán Blanco, a orillas del
Guainía-Río Negro y en algunos sitios del caño San Miguel o Itini-Wini. Sin
embargo, muchas familias emigraron hacia el Orinoco.

Los Wayuu:
También conocidos como guajiro, son el mayor pueblo indígena del país. Su
filiación lingüística es Arawak, y su territorio tradicional abarca la península de la
Guajira. En el siglo XIX se inició el traslado de mano de obra Wayuu en goletas
desde su península hasta el sur del Lago de Maracaibo para trabajar en las
haciendas de caña de azúcar. Pero fue realmente el desarrollo de la economía
petrolera en el Zulia lo que estimuló la emigración de estos indígenas hacia las
tierras zulianas. En 1944, el gobierno regional construyó en Maracaibo el barrio de
Ziruma para reubicar varios centenares de Wayuu que se habían asentado en el
norte de la ciudad. La atracción ejercida por la capital zuliana no se ha
interrumpido y, hoy, más de 60.000 Wayuu residen en sus barrios. Igualmente, en
las últimas décadas, los Wayuu se han ido estableciendo en las zonas rurales al
norte de Perijá y el sur del Lago, donde desempeñan un papel importante en la
actividad agrícola y ganadera de esas regiones. A la vez, se ha podido observar
recientemente el surgimiento de núcleos Wayuu en otros centros urbanos como
Barquisimeto, Valencia, Maracay y Caracas. En cuanto a sus costumbres los
hombres de las más apartadas regiones visten el guayuco; las mujeres, en casi
todos los lugares donde se encuentran, su manta guajira. Son sedentarios y semi
nómadas y presentan un alto grado de aculturación debido al contacto con
pueblos vecinos de criollos venezolanos, colombianos y otros extranjeros. Su
economía está centrada en la pesca yen la cría de ganado ovino, caprino, porcino
y vacuno. Quienes se han asentado en las ciudades trabajan como técnicos o
profesionales en los sectores público y privado. En épocas de lluvia siembran
maíz, frijoles, patilla y melones. Son buenos artesanos y se dedican a la cerámica,
la cestería, el hilado, el tejido de tapices, hamacas, chinchorros y alpargatas. En la
Guajira, los Wayuu viven en pequeños asentamientos de casas dispersas, cerca
de un pozo de agua permanente, habitados por familias emparentadas regidas por
un sistema matrilineal, cuyo jefe es generalmente el tío materno llamado taula la.
Todos los miembros vinculados entre sí por lazos de consanguinidad por la línea
materna, llamados apushi, son los parientes "de carne" y pertenecen a una casta
cuyo nombre por ejemplo: Uriana, Epieyú, Jusayú, etc. estos los utilizan como
nombre propio, y suelen identificarse con ciertos espacios geográficos en la
península.
Los cambios ocasionados a través de su largo contacto con la sociedad criolla,
han quebrantado su bien definida identidad étnica dentro del contexto nacional. Es
indudable que sus fuertes vínculos familiares, la conservación de su integridad
territorial y el gran tamaño de su población (295.577 en Venezuela y Colombia)
son factores que los ayudaron a conservar su lengua, organización social y
política, religión, y muchos otros patrones. El futuro de esta etnia está asegurado
por la proporción significativa alcanzada por ella.

Los Wotjuja (Piaroa):


Son un pueblo de filiación lingüística saliva, cuyas comunidades se encuentran
dispersas en un territorio comprendido entre Punta Piaroa en el Alto Orinoco y Los
Pijiguaos en la cuenca del río apure. Hasta hace unos cuarenta años utilizaban
casi todos los elementos tradicionales de su cultura material: hermosos guayucos
blancos de algodón finamente adornados, casas comunitarias de forma cónico
elíptica cuyos techos de palma llegaban hasta el suelo, cerbatanas cuyas flechas
eran humedecidas con curare, pinturas vegetales, embarcaciones monóxilos y
canaletes. Hoy ha cambiado mucho su cotidianidad.

Los Yanomami:
Las comunidades indígenas Yanomami viven en la selva tropical y ocupan un
territorio que se extiende a ambos lados de la frontera entre Venezuela y Brasil.
Más de la mitad de los miembros de la etnia Yanomami se encuentra del lado
venezolano. Su nombre significa persona, ser humano. Forman familias
extensivas que viven en SHABONOS construidos de palma, en forma circular y
con un gran orificio en el centro, a cielo abierto. Allí pueden vivir entre 20 y
200personas, dependiendo del tamaño de su familia, se organizan en torno al
fogón La vivienda es de tipo colectivo pues varias familias u hogares se reúnen
para constituir una casa comunal o "shaBono", espacios cubiertos que están
colocados en círculo; en tomo a una plaza central. Los Yanomami construyen sus
casas próximas a sus conucos y cada cuatro o cinco años se mueven para
acercarse a nuevas plantaciones. Sus vidas giran alrededor de sus creencias
ancestrales. Forman una sociedad igualitaria y no jerárquica, pues los chamanes,
quienes ejercen la autoridad moral, no poseen distintivos y entre sus
comunidades, funciona el principio de reciprocidad. Las familias pueden ser
monógamas o polígamas, pero en este último caso cada esposa ocupa su propio
fogón con sus hijos. Cuando se amplía la familia, se añade un fogón más cerca del
cual los hijos mayores se instalan. Se puede decir que aproximadamente la mitad
de los casamientos que ocurren entre los miembros de una casa comunal, se
realizan dentro de la misma y la otra mitad en casas vecinas y/o casas aliadas
más lejanas. Las familias que se separan funden otra comunidad sobre el mismo
modelo, pero un poco más lejos. Esas familias pueden también unirse con otra
comunidad aliada y/o instalarse a proximidad. Según su tamaño, las comunidades
están guiadas por uno o varios líderes. Cada comunidad explota un amplio
territorio a fin de obtener los recursos que necesita para reproducirse mientras
respeta los territorios de sus vecinos.

Cuando llega la pobreza del suelo, los obliga a abrir al cultivo a nuevos terrenos
cada año Según el ciclo estacional, no es raro que dejen sus casas y sus conucos
e irse a otros cultivos, productos que abundan en el territorio.
Se instalan, entonces, en campos de selva durante varias semanas, sea en estos
campamentos provisionales o en el SHAPONO. La vida colectiva favorece una
vida social muy intensa y muy animada. Hoy día, el contacto permanente de los
Yanomami con la población criolla de la región amazónica y la invasión de
garimpeiros ha causados, serias modificaciones en el ambiente y, en
consecuencia, en su salud y costumbres tradicionales sociales, políticas,
económicas y culturales.

Los Yekuana:
Habitan en las regiones del alto río Caura, y ríos Erebato y Nichare del estado
Bolívar; y el alto río Ventuari y ríos Parú, Cunucunuma, Iguapo, Padamo y Orinoco
Medio en el Amazonas. El patrón de asentamiento característico Yekuana es,
pues, ribereño y podría decirse que disperso. Mantienen presencia en la llamada
“tierra caliente”, y allí privilegian más la selva que la sabana para orientar sus
comunidades y conucos. Su idioma está clasificado como perteneciente a la
familia lingüística Caribe. La palabra Yekuana simboliza el origen común del
grupo: sus ancestros de acuerdo a la tradición emergieron del Yekuana Jodo,
cerro ubicado en las llanuras adyacentes al alto río Cuntinamo. A esta etnia
también se la conoce comúnmente como     maquiritare (término que no proviene
de su lengua). Poseen una economía mixta de horticultura y caza, dedicándose
también a la pesca. La tendencia apunta a que las mujeres se identifiquen más
con las labores del conuco, contando sólo con la presencia masculina para la
quema y el limpiado del mismo.

Los Yukpa:
Son el único grupo étnico de filiación Caribe que reside en el occidente de
Venezuela. Sus asentamientos se ubican en los valles dela vertiente venezolana
de la Sierra de Perijá, en el Estado Zulia, desde el río Santa Rosa en el sur, hasta
el alto río Guasare, ríos Palmar y Lajas en el norte. El pueblo Yukpa presenta
cierta homogeneidad cultural. No obstante, las diferencias geográficas de la Sierra
de Perijá han producido variantes dialectales que han contribuido a la formación
de un subgrupo diferente prácticamente en cada valle. Los asentamientos Yukpa
se distribuyen en forma dispersa en la Sierra de Perijá. Tradicionalmente, estos
eran más pequeños que en la actualidad y estaban conformados por una familia
extendida encabezada por su jefe, agrupando varias viviendas en las que habitaba
una familia nuclear en cada una. Muchos yukpas se han establecido en las tierras
bajas al pie de la Sierra, especialmente en la misión de Tukuko y sus alrededores.
La agricultura de tala y quema sigue siendo su principal actividad de subsistencia,
complementada por la caza, la pesca, la recolección y una incipiente ganadería. El
maíz es el cultivo y alimento principal de los Yukpa, combinado con la yuca dulce,
los plátanos y los cambures. En las últimas tres décadas el cultivo del café se ha
extendido por todas las comunidades, y constituye el cultivo comercial más
importante de sus familias. Los Yukpa comercializan el café a través de su propia
empresa cooperativa establecida en Machiques.
Los Piaroa:
Es riguroso y disciplinado y descarta todo acto de violencia física o verbal. Su
idioma tiene influencias Arawak y Caribe.
Se ubica a orillas de los ríos Puruname, Sipapo, Autana, Cuao, Guayapo,
Samariapo, Cataniapo, Paria, Parguaza, Alto Suapure, Orinoco, en el valle del
Manapiare, cuenca inferior del Ventuari y cerca de Puerto Ayacucho, estado
Amazonas. Según el último censo hay actualmente 12.558 piaroa. Los piaroa son
el vivo ejemplo del mestizaje, han dejado entrar en su cultura muchos elementos
de sus vecinos criollos, pero a su vez ellos son herederos de las culturas ya
extintas de la zona. De hecho algunas comunidades cuentan todavía con un
chamán. Hoy en día hay docentes y enfermeros dentro de sus comunidades.
Hasta hace muy poco utilizaban casi todos los elementos tradicionales de su
cultura, tanto en su vestimenta con guayucos como en la vivienda (grandes
construcciones cilíndricas cuyo techo de palma llegaba al piso) y en la pesca. Hoy
han cambiado mucho su cotidianidad. La gran mayoría se viste como lo hacen sus
vecinos criollos. La gran churuata tradicional es usada sólo en unas pocas
comunidades, mientras que la mayoría se organiza en casas unifamiliares. Los
Piaroa han sido considerados como buenos comerciantes, de hecho la actividad
comercial con sus vecinos continúa hoy en día; incluso podría decirse que una
buena parte de las frutas y de los productos derivados de la yuca que llegan a
Puerto Ayacucho provienen del comercio con los Piaroa.

Los Kariña
Pertenece a la familia lingüística Caribe, comparten con otros grupos Caribe-
hablantes elementos de un modelo de estructura social, basado en la familia
extendida, formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus
hijas casadas, más los maridos de ellas y sus hijos.
Cada comunidad es autónoma; las decisiones relevantes se toman por consenso;
la figura es el dopooto o capitán, la cual, ejerce un liderazgo centrado básicamente
en su capacidad de negociación y persuasión. En lo político, destacan la
descentralización, ya que cada aldea o comunidades esa utónoma, y la figura del
dopooto ó "gobernador', cuyo liderazgo se fundamenta en el prestigio personal; en
la extensión de su red de parentesco y en su capacidad de persuasión, puesto que
sus decisiones no son coercitivas sino fruto de un amplio consenso. No obstante,
los Kariña han logrado mantener su identidad étnica como segmento diferenciado
de la sociedad nacional, su idioma, código de expresión de innumerables
contenidos culturales propios y diversas costumbres sociales.
LA FILOSOFIA INDIGENA

Una enseñanza que nos dejan nuestros antepasados indo americanos es que
para la existencia y la continuidad de la vida, debemos cuidar a nuestra Madre
Naturaleza, nuestros hermanos árboles y animales, así como a los ríos, lagos,
mares, océanos y sobre todo, al aire oxigenado que nos permite respirar y vivir.
Una máxima filosófica Indo americana es: "yo soy tú, tú eres yo", que nos habla de
que todos somos hermanos, hijos del sol y dela tierra. Esta filosofía de hermandad
sólo fue posible en una sociedad en laque no existió la propiedad privada. Por
tanto, los hombres no sólo se trataban como hermanos, sino que también lo eran,
al no estar separados, ni diferenciados por riquezas  materiales.
Por lo que respecta a sus conocimientos científicos sobre la agricultura, las
matemáticas, las fiestas, etc. las tenían fusionadas con su concepción filosófica
acerca del origen de la vida, tal como lo cuentan sus libros sagrados. Toda
filosofía es una moral. El propósito y la intención del sistema de creencias
construyen una moral. La filosofía indígena nos afirma que "todo está vivo", "todo
es consciente" o "todo tiene un alma"; afirma que hay que actuar como si así
fuera. O sea, hay que anteponer el respeto, porque lo otro tiene el poder de
dañarnos. Tal vez se trate de una moral sencilla, pero muy efectiva, que no
requiere de cárceles ni de celadores. La filosofía indígena procede como si
existiera una fuerza vital universal que conecta a todos los seres vivos, a los
accidentes del paisaje y a los fenómenos naturales.
También vincula a los vivos con los muertos. Son los chamanes quiénes poseen el
poder de mediadores entre estas fuerzas espirituales.

REFLEXION SOBRE LA SABIDURÍA INDÍGENA


La gente debería pensar en sus palabras como si fuesen semillas. Deberían
plantarlas, y luego permitirles crecer en silencio. Nuestros ancianos nos enseñaron
que la tierra siempre nos está hablando, pero que debemos guardar silencio para
escucharla.

CULTURAS INDIGENAS VENEZOLANAS

Actualmente los pueblos indígenas que viven en nuestro territorio han adoptado
mucho de las costumbres de la vida moderna al igual que ocurrió en los tiempos
de la colonia, cuando por ejemplo, fueron convencidos en creer en un solo Dios.
Los indígenas que habitan en lugares de difícil acceso, como las selvas,
mantienen vivas sus costumbres ancestrales mientras que a situación de otros es
diferente; se le utiliza fines particulares en la explotación de la tierra. Al igual que
en el pasado, estas comunidades se ven afectadas también por el impacto
ambiental que generan las diferentes actividades económicas que se realizan en
los espacios donde habitan. En vista de esta situación se han organizado en grupo
de prisión siguiendo el ejemplo de otros países, donde gracias a sus protestas y
peticiones se le han reconocido sus derechos, entre los que se incluye el respeto a
su territorio, lenguas y costumbres. En la actualidad, nuestra comunidad indígena
participa de manera activa, a través de sus representantes en la Asamblea
Nacional, en las decisiones económicas, políticas, sociales y culturales,
conjuntamente con el resto de la población venezolana.

LA ORALIDAD, TRANSMISORA DE CULTURA


Para la opinión pública mundial, todas las sociedades indígenas continúan siendo
primitivas, atrevidas, salvajes, incivilizados, pobres en manifestaciones cultural,
virtualmente carente de lenguaje articulado y en si condenados a desaparecer;
esta concepción se refleja a los sistemas educativos regando la especificidad de
cada cultura indígena. En la actualidad los miembros de las culturas orales están
sujetos al mundo de la escritura, guiado por el principio de que en esta época ya
es imposible que las sociedades indígenas sigan permaneciendo aislados entre sí,
autocráticas y autosuficiente. En las sociedades indígenas el saber es transmitido
de manera oral. La participación del individuo en la producción cultural es distinta,
en efecto son los individuos quienes producen nuevos intentos técnicos, cantos,
historia, etc., para ser integrados en la cultura tienen que ser aprobados y
aceptados por el grupo, por ejemplo: si una persona produce un canto, este puede
ser escuchado por otros y transmitido de boca, en boca, hasta que todo el grupo lo
cante: este canto se vuelve patrimonio del grupo.

LENGUAS INDIGENAS
Muchas de las lenguas indígenas de Venezuela  se  encuentran  amenazadas  y/o
en peligro de extinción. Las dos familias lingüísticas con el mayor número de
idiomas son la Arahuaca y la Caribe. Según datos disponibles del último censo
indígena (1992) y vivienda de 2001, en Venezuela se habla al menos 31 lenguas
indígenas, de los cuales 25 se agrupan en siete familias lingüísticas, y los otros 6
no prestan parentesco reconocible con otras lenguas y por lo tanto se consideran
lenguas aisladas. Venezuela cuenta con algo más de treinta lenguas y culturas
indígenas, ninguna de las cuales es desconocida, gracias a un importante número
de investigadores, algunos de ellos indígenas, quienes han desarrollado la mayor
parte de su labor en los últimos cincuenta años. No obstante, la riqueza de estas
manifestaciones es tal que aún falta extender y profundizar mucho más esta labor,
antes de poder afirmar que poseemos un conocimiento realmente sólido de este
campo, por lo que se hace necesario seguir investigando y emplear en grado
creciente las nuevas tecnologías electrónicas y computarizadas para la
recolección y análisis de nuevos textos emergentes, a veces muy distintos a los ya
conocidos. Las grandes familias lingüísticas representadas en las etnias de
Venezuela son la arawak, Caribe, chibcha y tupí-guaraní, ya que la familia timote
parece haberse extinguido en la primera mitad del siglo XX en los Andes
venezolanos. Las lenguas arawak son las más numerosas: el wayuu (guajiro) y el
añú (paraujano) en el estado Zulia; el lokonó o arawako, en el estado Delta
Amacuro. El resto de las lenguas arawak se encuentran en el estado Amazonas,
el tsaase o piapoko, el kurrim o kurripako, el baniva, el yavitero (casi extinto), el
wakena y el baré. Las lenguas Caribe: Yukpa y japreria, en el estado Zulia; el
Kariña en los estados Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Sucre; el pemón, en el
estado Bolívar; el eñapa o panare, en el estado Bolívar; el mapoyo, y el yekuana,
en los estados Bolívar y Amazonas; el yabarana, en el estado Amazonas.
La familia chibcha en Venezuela está representada por la etnia barí, en el estado
Zulia, y algunos agregan a los tunebo, quienes ocasionalmente aparecen en la
frontera colombo-venezolana.
El tupí-guaraní tiene como único exponente el geral, suerte de prolongación de la
etnia del mismo nombre que puebla distintas subregiones del norte de Brasil.
Por otra parte, en Venezuela abundan las lenguas indígenas independientes, vale
decir no afiliables a ninguna de las grandes familias conocidas: el Warao, en los
estados Delta Amacuro, Monagas y Sucre; elSapé y Arutaní, Semiextintas, en el
estado  Bolívar; el Sanemá y el Yanomami, integrantes de una sola familia, en los
estados Bolívar y Amazonas.
El Jivi o Guajibo, en los estados Apure y Amazonas; el Jiwi o Cuiba, muy
emparentados con el anterior, en los estados Amazonas y Apure; el Piaroa, en los
estados Amazonas y Bolívar; el Puinave, el maco (parecido al Piaroa) y el Sáliva
(al norte, en los límites con Colombia), en el estado Amazonas; el Pumé o Yaruro,
en el estado Apure.

ORGANIZACIÓN SOCIAL Y POLÍTICA DE LOS INDÍGENAS DE VENEZUELA.


Es importante resaltar que la mayoría de las etnias, pueblos originarios, se han
adaptado a la convivencia a la población criolla, aunque aún mantienen su
identidad étnica, el idioma y los valores culturales, ancestrales, entre otras muy
diferentes a aquellos indígenas que han sido atraídos por ciudades como:
Maracaibo, Tucupita, Puerto Ayacucho y Caracas, en donde viven en esta ciudad
algunos en condiciones deplorables y constituyen parte de la población urbana
marginal. Como toda comunidad humana, los indios tenían una organización que
les era peculiar, propio de ellos; su organización social, no era igual en todos los
lugares venezolanos, pero sí disponía de rasgos generales comunes, solo se
caracterizan por poseer formas de vida y organización distintas de las sociedades
Modernas e industrializadas a continuación se nombraran algunas de sus formas
de sistemas en lo SOCIAL Y POLITICO: Los Pueblos Originarios de Venezuela, se
caracterizan por poseer armonía con el entorno, tener capacidad de adaptarse y
obtener de él, los recursos necesarios para la subsistencia.
Según investigaciones arqueológicas, se especializaron en actividades como la
caza, que requería de grandes habilidades físicas y mucho arrojo, y por esta
razón, el liderazgo de los pueblos recaía en los hombres más fuertes, capaces
para procurar los alimentos. Unas de sus características predominantes, es el
matrimonio de los indígenas, este le daba un orden a su vida social, pues lo más
importante erala familia, la cual definía las costumbres de la vida en común de los
indígenas, era extensa y a veces una sola formaba una gran población. En la
región de Guayana, tiene predominio esta clase de familia por ser extensa, en la
cual la madre lleva el peso de los quehaceres domésticos y ejerce una cierta
autoridad. Por eso a las residencias de esos pueblos se les llama Matri-locales
pero, aunque todos los pueblos presentan este origen común, cada uno de ellos
ha desarrollado su manera de ser, adecuándose a sus condiciones particulares de
vida, como a ellos les parezca. En su organización política cuentan con un consejo
de ancianos. En algunos grupos este consejo se elige una autoridad especial, en
ocasiones esta autoridad es llamada el Piache o Chaman o Brujo de la Tribu. Los
jefes guerreros, conductores de los enfrentamientos entre pueblos indígenas,
desarrollaron rivalidades contra otros grupos, algunas de las cuales generaron
guerras y matanzas. De allí los grandes estrategas y los valiosos guerreros
llegaron a ocupar cargos de jefatura, especialmente en los pueblos de las familia
Caribe, que eran más dados a iniciar guerras y a desplazar sus tierras a otras aun
invadiendo a otros grupos, estos en especial los Caracas familia Caribe, elegían
los jefes temporales solo para acciones guerreras especificas, por lo general se
escogían jóvenes que habían probado su destreza en acciones de caza, y
conocedores de hábitat.
Algunos carecían de gobernantes y otros grupos si tenían jefes, quienes después
de la conquista, serian identificados con el nombre genérico de “Cacique”, era el
que destacaba por su capacidad combativa, el cual era escogido por consenso y
participaban todos los miembros de la comunidad, como las mujeres e incluso los
niños. Algunos pueblos eran pacifistas y se escogía un jefe, al que poseía mucha
experiencia de conocimientos religiosos y el que mediaba con otros pueblos para
usar y aprender de otras costumbres, eso hacía que tuvieran relaciones
constantes con otras etnias.
Tenían diversas organizaciones sociales y políticas, pues predominaban formas
de liderazgo más locales, más igualitarias y no poseían Estado, cosa que los
diferenciaba de otros pueblos étnicos como los de México, Centro América y del
Sur. Después de la colonización los jefes de los pueblos guerreros, se hicieron,
más notorios porque condujeron a sus pueblos en lo que ahora se ha denominado
“la Resistencia Indígena”, es por ello que la mayoría de los Caciques quedaron
registrados en nuestra historia ancestral. Poseen una organización casi perfecta,
pues modificaron su paisaje, con el fin de adaptarlo a sus necesidades, crearon
formas de infraestructura, viviendas construidas como apoyo de la actividad
agrícola, para resguardarse de la lluvia o del sol, y de los peligros a los que
estaban expuestos en la selva, por ejemplo las viviendas hasta nuestros días son
muy populares: La Churuata, La Choza (estas se usan en el presente en los
restaurantes), Palafitos y los Shabono; también vencieron distancias con la
elaboración de medios de trasporte como las Canoas, con base a conocimientos
previos de la naturaleza, de sus productos y para tener contacto con las
comunidades más lejanas. Cada mujer de la tribu, no podía tener la cantidad de
hijos que pudiera o quisiera, pues solo podía trasladar los que pudiera llevar de un
lugar a otro.

SISTEMA ECONOMICO (SISTEMA DE PRODUCCIÓN).


Todas las comunidades indígenas de Venezuela, desde sus orígenes, tuvieron y
han tenido sus formas ancestrales, propias o autóctonas de producción.
Por muchos años fueron los dueños de los medios de producción, hasta que llego
la Colonia.
Por supuesto que esos medios de producción: La tierra y otros fueron ordinarios,
rústicos y sin la posibilidad, de utilizar medios tecnológicos inexistentes en
nuestras tierras en esos tiempos, para modificarlos o mejorarlos para un mejor
rendimiento.
Crearon una artesanía indígena, basaban su alimentación en la agricultura, la
caza y la pesca; y de ella pudieron vivir por mucho tiempo hasta que los
imperialistas de aquel tiempo los despojaran hasta de sus propias vidas. Fueron
saqueados del principal factor de producción del cual disponían a su capricho,
como lo fue las grandes extensiones de tierra por donde merodeaban a sus
anchas. Vino la Colonia y con ella los males que siempre se irradian per se, del
sistema de dominación del hombre por el hombre:
Esclavitud, Latifundio, Capitalismo, Imperialismo.
Antes de la Conquista, las comunidades indígenas reflejan su producción creadora
en los complejos líticos ubicados en el período de cazadores; en la cestería, la
cerámica y los trabajos de concha; en los objetos para guardar y preservar los
granos y raíces y en los instrumentos de pesca, testimonios todos de una
producción artesanal que transforma la naturaleza, reflejando la evolución
económica local, es decir, el eco desarrollo", adaptando y creando tecnologías
adecuadas a las condiciones ecológicas de la región. A partir del siglo XVI, con la
conquista y colonización española, se transforman estos modos de producción y la
vinculación de las comunidades indígenas con su entorno.
Los procesos de transculturación, afianzados con el mestizaje biológico, inciden
en estas comunidades con el desarrollo de los cultivos comerciales del café y del
cacao, característicos de la economía de la Colonia.
"Aunque, en general, la dieta de las comunidades indígenas continuó
prácticamente imperturbable en lo referente al auto consumo, debían, por otra
parte, producir un conjunto de otros bienes económicos con valor de cambio,
creándose así lo que podría designarse como una doble personalidad social. Este
hecho era particularmente cierto en el caso de manufacturas tales como los tejidos
de algodón o de fique, que si bien constituían una artesanía tradicional, eran
consideradas como una especie de moneda de cambio. Por otra parte, a medida
que los indios fueron perdiendo el control efectivo de sus tierras, su trabajo quedó
disponible para diversas explotaciones económicas, tanto agrícolas como
pecuarias y artesanales, abriendo el camino para el desarrollo de una economía
de tipo capitalista, viéndose también la clase dominante, en posición de exigir al
indio como tributo, productos que no formaban parte de la estructura tradicional
indígena.
Los autores Mario Sanojae Irradia Vargas, clasificaban a los aborígenes de
acuerdo a su modo de producción: Producción pre-agrícola: Se calcula que en
esta etapa se inicio el poblamiento de nuestro territorio. Los primeros grupos
humanos procedían del Amazonas, los Andes y el Caribe, y se dedicaron a la
caza, la pesca y la recolección.
Estos pueblos eran nómadas y vivían en cuevas. Sus instrumentos de caza eran
fabricados con piedra, huesos y conchas marinas. Durante este periodo, los
aborígenes se asentaron en aquellas regiones donde podían obtener más
provecho de los recursos naturales mediante el trabajo comunitario, como las
riberas de los ríos Orinoco y Amazonas y en los llanos, Algunos grupos
aborígenes comenzaron a practicar el cultivo de maíz y yuca de manera itinerante.
Producción agrícola avanzada: Se caracterizó por la organización delos grupos
humanos en aldeas cuyas viviendas eran muy variadas.
Estos grupos estaban dirigidos por una máxima autoridad: “el cacique”. Cultivaban
tubérculos como la yuca y la papa. La agricultura avanzó a tal grado que se han
hallado vestigios de obras de calzadas en los llanos y de almacenamiento en los
Andes.
Practicaron la navegación en canoas, lo que les permitió el intercambio de
productos.
Producción Indo-hispano: Comprende la etapa que se inicia con el contacto entre
los aborígenes y los españoles hasta nuestros días.
La mayoría de la población la conformaban los Caribes, quienes se localizaban en
las áreas costeras. Con la Conquista se iniciaron los enfrentamientos y
hostilidades entre españoles e indígenas, que diezmaron gran parte de la
población autóctona. En esta etapa comenzó el proceso de mestizaje entre
indígenas, españoles y negros.
 CREENCIAS DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS VENEZOLANOS

Cada pueblo indígena ocupa un territorio, que según sus creencias le fue otorgado
por los Dioses. Son lugares sagrados a los que deben cuidado y respeto y en los
que vivían y viven organizados en pequeñas comunidad en sus poblados.
Estas comunidades generalmente, son independientes   económica y
políticamente unas de otras, aunque mantienen entre sí estrechas relaciones
sociales.
Los cabeza de familia o jefes de cada una de las familias de la comunidad,
conforman una especie de consejo el cual es reconocido como la máxima
autoridad. Entre los miembros de dicho consejo se escoge uno de ellos para que
los represente en sus relaciones con otras comunidades.
Estos jefes basan su poder en el prestigio que les proporciona su conocimiento
sobre la historia sagrada, rituales y ceremonias, técnicas de caza y pesca,
construcción de viviendas, comercio, etc. A su sabiduría deben agregarse la
ecuanimidad, la tolerancia y el buen juicio. Su liderazgo es reconocido por todos,
pero no pueden imponer su voluntad, ni ejercer su poder sobre los otros miembros
de la comunidad. En algunas etnias la autoridad se transmite de padres a hijos
dentro de un mismo grupo. Las decisiones que afectan a la comunidad son
tomadas de forma unánime en asambleas, luego de que cada uno de los
miembros adultos ha dado su opinión al respecto. En general, las sociedades
indígenas de ahora, al igual que las de nuestros antepasados, son sociedades
profundamente democráticas, en lasque los alimentos, el trabajo y las diferentes
responsabilidades que garantizan el bienestar de la comunidad son compartidos
por todos sus miembros. Así vemos como son los hombres quienes se encargan
de talar, limpiar y preparar el conuco y construir las viviendas, además de realizar
otras actividades. Cazan y pescan, aunque en esta última también suelen
participar activamente las mujeres y los niños. Las mujeres por su parte se ocupan
de la preparación de los alimentos, del cuidado de los niños y de garantizar a
provisión diaria de agua y leña. También se ocupan del hilado de algodón, tejen
cestas y chinchorros, así como collares y otros adornos que utilizan en su atavío
personal.

Ellas son las responsables del conuco y del fuego del hogar.
Los ancianos son los responsables de los ritos y ceremonias, deben conocer a la
perfección la historia sagrada, y narrar sus enseñanzas a los más jóvenes para
mantener viva la tradición. La educación está basada en el ejemplo. Los niños y
jóvenes colaboran con sus padres y tíos en las distintas actividades que realizan,
los adultos los orientan siempre con mucha paciencia y tolerancia, sin recurrir
jamás al castigo físico.
 SUS USOS Y COSTUMBRES
Con la práctica de la caza, la pesca y la recolección, los primeros pobladores de
nuestro territorio utilizaron los recursos que les propiciaba la naturaleza.
Probablemente la subsistencia en el interior del territorio requirió de los grupos
indígenas el conocimiento de los ciclos biológicos de los recursos vegetales, para
disponer de frutas semillas y granos, además de suelos fértiles.
El agua fue el principal recurso natural para los grupos indígenas que poblaron el
territorio) venezolano. Por ello, sus aldeas se localizaron casi siempre en la
cercanía de fuentes naturales de agua dulce, como ríos, lagos y lagunas, que
aseguraban este líquido) indispensable para la vida.
En muchos casos, llegaron a construir sus viviendas sobre las mismas aguas,
corno los palafitos del lago de Maracaibo. Los ríos y los lagos proporcionaban
alimento seguro; peces, especies terrestres que se acercaban a sus riberas a
beber agua. y toda clase de animales acuáticos. El recurso agua fue utilizado por
nuestros indígenas para preparar sus comidas, para el aseo personal diario y, en
otros casos, para curar las fiebres y otras enfermedades mediante inmersiones.
De allí que la mayoría de los indígenas practicaban ritos mágicos o religiosos
dirigidos a provocar las lluvias y conjurar las sequías. En los bosques y selvas, los
indígenas practicaron la tala limitada para construir sus aldeas y ampliar las áreas
de cultivo. Sin embargo, esta práctica nunca puso en peligro el equilibrio de la vida
vegetal, pues la deforestación sólo se hacía para satisfacer las necesidades
inmediatas de la comunidad. En las sabanas, las comunidades indígenas
aprovecharon la gran variedad de hierbas tanto para el uso alimenticio como el
medicinal, también practicaban la quema, con la finalidad de limpiar los terrenos
agrícolas, sin afectar la vida de la flora, la fauna silvestres, sin riesgo ni peligro
para estas. El carácter local de tales actividades y el abandono de las tierras
afectadas facilitaban la recuperación de los suelos y la vegetación en breve
tiempo.
La actividad de captura y caza de animales silvestres fue otra importante fuente de
recursos alimenticios de las comunidades indígenas caza del venado, el chigüire,
la lapa; así como la captura de tortugas, iguanas y culebras y la recolección de
huevos de aves y reptiles se realizaron respetando las épocas de apareamiento y
reproducción de los animales y sólo se practicaban sí eran necesarias.
Los indígenas venezolanos no produjeron materiales contaminantes de tipo sólido
ni químico que afectaran las aguas de los ríos, lagos y mares. La mayor parte de
sus desechos eran orgánicos, y el medio pronto los absorbía; además, eran muy
escasos, y en su mayoría se enterraban o quemaban, y así se preservaba el
ambiente.
 MODELO DE JUSTICIA
La administración del sistema jurídico de los pueblos indígenas (justicia
comunitaria) es un derecho colectivo reconocido a los pueblos indígenas por la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos delos Pueblos Indígenas,
el Convenio 169 de la OIT, la Constitución Política del Estado y las leyes. Antes de
la colonia los pueblos indígenas habitaban y eran dueños del territorio desde
México hasta la Patagonia, pasando por el altiplano y valles (aymaras, quechuas,
urus) como en las tierras bajas o llanos (shimane, ayoreos, yuquis, etc.), cada uno
de estos pueblos poseía su propio "derecho autóctono" su propio sistema jurídico,
es decir que existían tantos sistemas jurídicos como pueblos indígenas y
comunidades existentes.
Durante la colonia el gobierno colonial impuso su Derecho (contenido  en las
Leyes de Indias) y su propio sistema jurídico a los habitantes originarios, los
pueblos indígenas. Sin embargo también reconoció parcialmente a las
autoridades, normas y procedimientos (sistema jurídico) de estos pueblos, para
resolver conflictos al interior de sus comunidades, aunque en la práctica sólo uno
de ellos, el sistema jurídico del gobierno colonial, prevalecía sobre el resto, era
una especie de pluralismo jurídico subordinado.
 El Sistema Jurídico de los Pueblos Indígenas, Originarios y Comunidades
Campesinas también conocido como Justicia Comunitaria, Jurisdicción Indígena y
Derecho Consuetudinario Indígena es reconocido por el artículo 34 de la
Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas,
aprobada el 13 de septiembre de 2007 y porque engloba el conjunto de
autoridades, normas y procedimientos que los pueblos indígenas administran para
resolver conflictos.
La justicia es una aspiración humana de carácter universal, que contribuye al
mantenimiento de las normas de convivencia entre los integrantes del organismo
social ya que, fortalece la democracia y detiene la criminalidad, resulta primordial
armonizar las políticas judiciales con un concepto de atención integral de las
poblaciones más vulnerables, entre ellas, las indígenas.
La relación histórica del Estado con los descendientes de los habitantes originarios
del territorio, ha transitado desde la negación, pasando por la asimilación,
integración y coordinación, hasta llegar hoy al reconocimiento de su derecho a
participar en la vida nacional con respeto a su cultura. Es importante dejar atrás
interpretaciones tendentes a “exotizar” a los indígenas, presentándolos como una
continuidad directa de las sociedades anteriores a la conquista europea y
comprender que son seres humanos con plenos derechos, iguales ante la ley y
que comparten necesidades y aspiraciones de todos los habitantes. El Poder
Judicial, con especial interés de la Presidencia de la República Bolivariana de
Venezuela, ha venido realizando esfuerzos a fin de hacer efectivo el acceso a la
justicia a los pueblos indígenas, como parte de una política integral de grupos en
situación de vulnerabilidad, partiendo de la concepción de que “no existe ninguna
razón para que no seamos capaces de vivir con respeto a las diferencias que la
vida nos presenta, ya sea por el color de nuestra piel, el género, las creencias o
las diferencias externas que podamos presentar, con una dignidad intrínseca que
deriva de nuestra esencia como seres fundamentalmente morales”.
 Venezuela es un país multicultural, que reconoce y garantiza la existencia de los
pueblos y comunidades indígenas.
 La Constitución de 1999 reconoció por primera vez el carácter multiétnico y
pluricultural del país, incluye un capítulo especialmente dedicado a los derechos
de los pueblos indígenas y abrió espacios de participación política indígena a nivel
nacional, estadal y municipal.
 Entre los principales logros se podría nombrar: Año 2001 entró en vigor la Ley
Orgánica de Demarcación y Garantía del Hábitat y Tierras de los Pueblos
Indígenas. Año 2002 se ratificó el convenio 169 de la OIT. Año 2005 la Ley
Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas desarrolló y consolidó
ampliamente este marco de derechos. Año 2009 se conmemoró la promulgación
de "52 leyes que reivindican indirectamente los derechos de los pueblos
indígenas". Se promulgó la Ley de Patrimonio Cultural de los Pueblos y
Comunidades Indígenas y la Ley del Artesano y Artesana Indígena. Y Se inició el
proceso de discusión y consultas del Proyecto de Ley de Coordinación de la
Jurisdicción Especial Indígena con el Sistema Judicial Nacional.
 El nuevo modelo justicia para los indígenas del país, ha obligado al Estado, a
desarrollar a través del aparato institucional, políticas públicas respetuosas de la
diversidad sociocultural y adaptadas a las particularidades de todos los grupos
sociales que integran la nación.
El nuevo contexto legal ha favorecido, la participación de representantes indígenas
en espacios de poder y cargos de elección popular y esto ha hecho que las
instituciones gubernamentales, han venido adaptándose a la nueva normativa,
creando oficinas para el diseño e implementación de políticas públicas dirigidas a
la población indígena según sus áreas de competencia y en la mayoría de las
instancias son encabezadas por los mismos indígenas. 

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