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El derecho informático

es un conjunto de principios y normas que regulan los efectos jurídicos de la


relación entre el Derecho y la Informática.1 También se le considera como una
rama del derecho especializada en el tema de la informática, sus usos, sus
aplicaciones y sus implicaciones legales.

El término Derecho Informático (Rechtsinformatik) fue acuñado por el Dr. Wilhelm


Steinmüller, académico de la Universidad de Ratisbona de Alemania, en los años
1970.2 Sin embargo, no es un término unívoco, pues también se han buscado una
serie de términos para el Derecho Informático como Derecho Telemático, Derecho
de las Nuevas Tecnologías, Derecho de la Sociedad de la Información,
Iuscibernética, Derecho Tecnológico, Derecho del Ciberespacio, Derecho de
Internet, etcétera.

Se considera que el Derecho Informático es un punto de inflexión del Derecho,


puesto que todas las áreas del derecho se han visto afectadas por la aparición de
la denominada Sociedad de la Información, cambiando de este modo los procesos
sociales y, por tanto, los procesos políticos y jurídicos

Que la ofimática

Se llama ofimática al conjunto de técnicas, aplicaciones y herramientas


informáticas que se utilizan en funciones de oficina para optimizar, automatizar y
mejorar los procedimientos o tareas relacionadas. Las herramientas ofimáticas
permiten idear, crear, manipular, transmitir, almacenar o parar la información
necesaria en una oficina. Actualmente es fundamental que estas estén conectadas
a una red local y/o a Internet.

Cualquier actividad que pueda hacerse manualmente en una oficina puede ser
automatizada o ayudada por herramientas ofimáticas: dictado, mecanografía,
archivado, fax, microfilmado, gestión de archivos y documentos, etc.

La ofimática comienza a desarrollarse en la década del 70, con la masificación de


los equipos de oficina que comienzan a incluir microprocesadores, dejándose de
usar métodos y herramientas por otras más modernas. Por ejemplo, se deja la
máquina de escribir y se reemplaza por computadoras y sus procesadores de
texto e incluso el dictado por voz automatizado.
Que son el delito informático

Un delito informático o ciberdelicuencia es toda aquella acción, típica,


antijurídica y culpable, que se da por vías informáticas o que tiene como objetivo
destruir y dañar ordenadores, medios electrónicos y redes de Internet. Debido a
que la informática se mueve más rápido que la legislación, existen conductas
criminales por vías informáticas que no pueden considerarse como delito, según la
"Teoría del delito", por lo cual se definen como abusos informáticos, y parte de la
criminalidad informática.

La criminalidad informática tiene un alcance mayor y puede incluir delitos


tradicionales como el fraude, el robo, chantaje, falsificación y la malversación de
caudales públicos en los cuales ordenadores y redes han sido utilizados como
medio. Con el desarrollo de la programación y de Internet, los delitos informáticos
se han vuelto más frecuentes y sofisticados.

Existen actividades delictivas que se realizan por medio de estructuras


electrónicas que van ligadas a un sin número de herramientas delictivas que
buscan infringir y dañar todo lo que encuentren en el ámbito informático: ingreso
ilegal a sistemas, interceptado ilegal de redes, interferencias, daños en la
información (borrado, dañado, alteración o supresión de datacredito), mal uso de
artefactos, chantajes, fraude electrónico, ataques a sistemas, robo de bancos,
ataques realizados por crackers, violación de los derechos de autor, pornografía
infantil, pedofilia en Internet, violación de información confidencial y muchos otros.

Actualmente existen leyes que tienen por objeto la protección integral de los
sistemas que utilicen tecnologías de información, así como la prevención y
sanción de los delitos cometidos en las variedades existentes contra tales
sistemas o cualquiera de sus componentes o los cometidos mediante el uso de
dichas tecnologías.

Que son los tics

son movimientos involuntarios y sin motivo aparente de grupos musculares.


Tienen en común que son movimientos convulsivos, inoportunos y excesivos y
que el efecto de distracción o el esfuerzo de voluntad disminuyen tal actividad. Los
tics se dan con más frecuencia en los niños de entre 8 y 12 años, y son muy raros
en niños menores de 6 años. Por lo general los tics desaparecen después de la
adolescencia. Podemos encontrar tics de etiología no neurofisiológica, que se
generan a partir de movimientos que en un principio se repetían de forma
voluntaria y de etiología neurofisiológica, como el síndrome de Tourette.
normativas constitucionales que regule el regimen de las
telecomunicaciones

Entre los temas que quedarán reformados ó reformulados en Venezuela, de


aprobarse la nueva Constitución promovida desde el gobierno, está todo el
régimen que regula las telecomunicaciones.

La importante variación conceptual del sector, ha pasado desapercibida en


el calor de la discusión política, siendo de una importancia capital para el país,
considerándo que el sector telecomunicaciones es uno de los motores de la
economía nacional.

El artículo 156 de la Constitución vigente, establece en su numeral 28, que


es competencia del Poder Público Nacional el régimen legal de las
Telecomunicaciones.

Así mismo el numeral 29, del artículo constitucional mencionado, establece que es
competencia del Poder Publico Nacional – no de Estados ni de Municipios- el
régimen de los Servicios Públicos.

La disposición constitucional mencionada, y sus numerales, dejan


claramente separados los SERVICIOS PÚBLICOS de los SERVICIOS DE
TELECOMUNICACIONES, con lo cual no se deja dudas al respecto de considerar
que los Servicios de Telecomunicaciones, no son, dentro de nuestro régimen legal
actual y vigente, Servicios Públicos, y en consecuencia no le son aplicables los
principios y normas legales que los regulan, sino los principios y normas legales
que regulan el libre comercio, la competencia, y el régimen autorizatorio para la
prestación de los servicios, en virtud del carácter de Interés General de las
actividades del sector.

Según el proyecto de reforma constitucional, se ha cambiado la redacción


de los numerales equivalentes del mismo artículo 156 de la Constitución, para
establecer que: a) Numeral 29: Corresponde al Poder Publico Nacional el régimen
de las Telecomunicaciones; y b) Numeral 30: Corresponde al Poder Público
Nacional el régimen de Servicios Públicos, especialmente los Servicios de
Electricidad, Telefonía por Cable, Inalámbrica y Satelital, Televisión por
Suscripción, Agua Potable y Gas.

Es decir, según esta norma constitucional, la Telefonía por Cable, la


Telefonía Inalámbrica, la Telefonía Satelital, y la Televisión por Suscripción, son
SERVICIOS PÚBLICOS, sustrayendo estas actividades injustificadamente del
ámbito de las telecomunicaciones, y sometiéndolas irremediablemente al régimen
de los Servicios Públicos.
Esto significará que será El Estado el único titular de los mismos, con
control absoluto sobre ellos, y potestad discrecional de otorgar o no Concesiones
para su prestación, haciéndose inmediatamente INVALIDOS los títulos
(Habilitación Administrativa y Concesión de Uso y Explotación de Espectro) al
amparo de los cuales los operadores actuales de éstos servicios los prestan, de
conformidad con la Ley Orgánica de Telecomunicaciones vigente. Esto podría
causar un caos en el sector.

Adicionalmente parece cambiarse el principio de Neutralidad Tecnológica,


según el cual, la regulación en materia de telecomunicaciones se centra en los
servicios y no en las tecnologías por medio de las cuales se prestan. En efecto, al
establecer en la reforma constitucional como Servicios Públicos determinados
medios de prestación –para el caso de la telefonía- como inalámbrica, satelital, por
cable, se estaría iniciando una regulación diferenciada en base a la tecnología
usada, y así ¿Seguirá siendo Servicio de Telecomunicaciones la Telefonía por Par
de Cobre?

En el caso de la Televisión por Suscripción, resulta mas extraño aún, pues en


ninguna legislación éste servicio ha sido considerado un Servicio Público, entre
otras cosas porque no es esencial, y porque implica la recepción de contenidos
escogidos por el usuario.

¿Qué sentido tendrá convertirlo en Servicio Público? ¿Cómo se tratará la


convergencia de redes y servicios? ¿Tendrán cada servicio un tratamiento distinto
a pesar de usar las mismas redes? ¿Por qué la Televisión Abierta queda fuera del
ámbito de los Servicios Públicos mientras la Televisión por Suscripción es
incluida? No se conoce la respuesta a ninguna de estas interrogantes.

Es necesario recordar que Venezuela hasta el año 2000, se rigió por un modelo
estatista de prestación de los servicios de telecomunicaciones en su totalidad,
basado en la consideración legal de dichos servicios como SERVICIOS
PÚBLICOS, de allí que el Estado, titular de dichos servicios, otorgara Concesiones
para la prestación de los mismos –Concesiones esencialmente distintas a las de
Uso y Explotación de Espectro actuales-, principalmente a CANTV, la cual estaba
sometida a todo tipo de controles y decisiones gubernamentales unilaterales, en
su carácter de titular del servicio y concedente.

El control administrativo, cuya fuente legal era la condición de Servicio Público de


la actividad de Telecomunicaciones, tuvo fundamento práctico en la protección de
los usuarios, y en la consideración de inviabilidad de la libre competencia, en lo
que se consideraba un monopolio natural, estas razones no existen en la
actualidad.
Con el avance tecnológico y el fracaso del modelo descrito anteriormente,
principalmente debido a la ineficiencia del monopolio estatal, y la falta de
inversión, y con la entrada en vigencia de la Ley Orgánica de Telecomunicaciones
en el año 2000, se estableció en el país un modelo libre para la prestación de
dichos servicios, entendiendo que los mismos son SERVICIOS DE INTERES
GENERAL (Art. 5. LOTEL), que se prestan en libre competencia, y sujetos a la
Regulación del Estado –que no del gobierno- a través de un Instituto Autónomo
especializado, denominado CONATEL.

El proceso de liberalización vivido desde 1991, y cuyo momento cumbre quizá


haya sido la entrada en vigencia de la ley vigente desde 2000, permitió en el país,
la proliferación de todo tipo de prestadores de servicios, el creciente acceso de los
ciudadanos a distintos servicios que garantizan la libertad de expresión, la libre
empresa y el ejercicio de los derechos humanos, la actualización tecnológica, y el
crecimiento del sector, a tal punto que, en el año 2005, se convirtió en el segundo
en importancia y producción en el país.

La reforma de este proceso llevada al extremo de convertir en Servicios Públicos,


Servicios de Telecomunicaciones antes liberalizados, podría significar un
retroceso que se manifestará en la calidad de los servicios, el desarrollo humano
de los venezolanos, y el avance del sector.

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones constituye el logro de una aspiración


largamente anhelada por el país. En efecto, la nueva regulación está llamada a
sustituir una legislación anacrónica constituida fundamentalmente por la Ley de
Telecomunicaciones de 1940 y otras disposiciones legales dictadas con
posterioridad a dicha fecha, con las que se pretendió resolver asuntos puntuales.
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que la sola circunstancia de extrema
longevidad como la que presenta el ordenamiento jurídico legal que se sustituye
en esta materia, no constituye en sí misma una justificación suficiente para
proponer un cambio en el mismo, toda vez que a tales efectos, resultó ser un
instrumento inadecuado a las realidades que el nuevo desarrollo tecnológico había
planteado a lo largo de las últimas dos décadas.

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones, publicada el 12 de junio de 2000


en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela No. 36.970, crea un
marco legal moderno y favorable para la protección de los usuarios y operadores
de servicios de telecomunicaciones en un régimen de libre competencia, así como
para el desarrollo de un sector prometedor de la economía venezolana. Este
nuevo instrumento legal consagra los principios que regulan las
telecomunicaciones, con el objeto de garantizar el derecho a la comunicación de
todos los ciudadanos del país, así como la realización de las actividades
económicas necesarias para el desarrollo del sector.

Entre los objetivos de esta Ley destacan la defensa de los intereses de los
usuarios y su derecho a acceder a los servicios de telecomunicaciones y al
ejercicio de la comunicación libre y plural. Asimismo, la Ley de
Telecomunicaciones procura condiciones de competencia entre los diferentes
operadores y prestadores de servicios, estableciendo disposiciones en materia de
precios y tarifas, interconexión y recursos limitados (numeración, espectro
radioeléctrico y vías generales de telecomunicaciones), generando así el
desarrollo y la utilización de nuevos servicios, redes y tecnologías que impulsan la
integración geográfica y la cohesión económica y social, al igual que la
convergencia eficiente de servicios de telecomunicaciones.

Otro de los aspectos resaltantes de la Ley es que garantiza la incorporación


y cumplimiento de las Obligaciones de Servicio Universal, mediante la creación de
un Fondo cuya finalidad es subsidiar los costos de infraestructura necesarios para
la satisfacción de dichas obligaciones y a la vez mantener la neutralidad de los
efectos de su cumplimiento desde el punto de vista de la competencia; además,
propicia la investigación y desarrollo del sector en el país, así como la
transferencia tecnológica, y atrae la inversión nacional e internacional para el
desarrollo del sector de telecomunicaciones, en virtud de que esta Ley proporciona
seguridad jurídica, estableciendo reglas claras, transparentes, precisas y
ajustadas al avance tecnológico del sector.

Quie es Conatel

La Comisión Nacional de Telecomunicaciones de Venezuela (Conatel), es el


organismo del Estado Venezolano que ejerce la regulación, supervisión y control
sobre las telecomunicaciones.

Origen

La Ley Orgánica de Telecomunicaciones, promulgada el 12 de junio de 2000,


otorgó las competencias estatales para la regulación del sector a la Comisión
Nacional de Telecomunicaciones. Esta Comisión, inicialmente fue creada
mediante el Decreto Nº 1.826 del 5 de septiembre de 1991 (Gaceta Oficial Nº
34.801 de fecha 18 de septiembre del mismo año) atribuyéndosele el carácter de
servicio autónomo sin personalidad jurídica, y la jerarquía de una Dirección
General del Ministerio de Transporte y Comunicaciones. Reemplazo al Consejo
Nacional de Telecomunicaciones (CNT)
Cuáles son las competencia de conatel

La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión le atribuye a la Comisión


Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) las competencias que a
continuación se describen:

Ejecutar políticas de regulación y promoción en materia de responsabilidad


social en los servicios de radio y televisión.

Ejecutar políticas de fomento de las producciones nacionales y programas


especialmente dirigidos a niños, niñas y adolescentes, en el ámbito de
aplicación de la Ley RESORTE.

Fomentar la capacitación y mejoramiento profesional de productores


nacionales.

Fomentar la educación para la percepción crítica de los mensajes difundidos


por los servicios de radio y televisión.

Ejecutar políticas de fomento para la investigación relacionada con la


comunicación y difusión de mensajes a través de los servicios de radio y
televisión.

Proponer la normativa derivada de la Ley RESORTE.

Administrar el fondo y hacer seguimiento y evaluación de los proyectos


financiados de conformidad con la ley.

Llevar un archivo audiovisual y sonoro de carácter público de mensajes


difundidos a través de los servicios de radio y televisión.

Expedir certificaciones y copias simples de documentos y registros


audiovisuales y sonoros que cursen en sus archivos.

Llevar el registro de las organizaciones de usuarios y usuarias de los servicios


de radio y televisión.

Abrir de oficio o a instancia de parte los procedimientos administrativos


derivados de esta Ley, así como aplicar las sanciones y dictar los demás actos
a que hubiere lugar de conformidad con lo previsto en la Ley RESORTE.

Requerir a los prestadores de servicio de radio, televisión o difusión por


suscripción, los anunciantes y terceros, información vinculada a los hechos
objeto de los procedimientos a que hubiere lugar.

Dictar, modificar o revocar las medidas cautelares previstas en la Ley


RESORTE.

Las demás competencias que se deriven de la le

Objetivos de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión

ARTÍCULO 1. OBJETO

Esta Ley tiene por objeto desarrollar las normas y principios contenidos en
la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en la Ley Orgánica
de Educación, en la Ley Orgánica de Salud y en la Ley Orgánica de
Telecomunicaciones, para garantizar que a través de los servicios de divulgación
se contribuya al desarrollo social, cultural y económico de la sociedad venezolana
y, en particular, al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, a los fines
de lograr el necesario equilibrio entre los deberes, derechos e intereses de las
personas, de los prestadores de servicios de divulgación y sus relacionados.

ARTÍCULO 2. ÁMBITO DE APLICACIÓN OBJETIVA

Las disposiciones de la presente Ley se aplican a toda imagen o sonido cuya


recepción tenga lugar dentro del territorio de la República Bolivariana de
Venezuela, y que sea difundido a través de los siguientes servicios de divulgación
públicos o privados en Venezuela:

1. Servicios de Divulgación Audiovisual: televisión abierta UHF, televisión abierta


VHF, televisión abierta comunitaria de servicio público sin fines de lucro y de
difusión por suscripción.

2. Servicios de Divulgación Sonora: radiodifusión sonora en amplitud modulada


(AM), radiodifusión sonora en frecuencia modulada (FM), radiodifusión sonora por
onda corta, radiodifusión sonora comunitaria de servicio público sin fines de lucro y
de difusión por suscripción.

Los servicios de difusión por suscripción se ajustarán a las previsiones de esta


Ley, de conformidad con lo establecido en la Sección Segunda del Capitulo VII del
Título III.

Los reglamentos que desarrollen esta Ley pueden reconocer de manera específica
otras modalidades que pudieran surgir como medio de telecomunicación
audiovisual que se encuadren en el ámbito de esta Ley.

ARTÍCULO 3. INTERÉS PÚBLICO

La difusión de contenidos a través de los servicios de divulgación se regula por


razones de interés público, en virtud de su trascendencia e impacto en materia
social, cultural, política, económica y de seguridad nacional.

ARTÍCULO 4. ORDEN PÚBLICO Y COMPETENCIA

Las disposiciones de esta Ley son de orden público. Todo acto contrario a ellas es
nulo y no producirá efecto alguno.

La materia a que se refiere esta Ley es de la competencia exclusiva del Poder


Público Nacional.

ARTÍCULO 5. OBJETIVOS GENERALES

Los objetivos generales de esta Ley son:

1. Garantizar que las familias y las personas en general cuenten con los
mecanismos jurídicos que les permitan desarrollar en forma adecuada el rol y la
responsabilidad social que les corresponde como audiencia, en colaboración con
los prestadores de servicios de divulgación y con el Estado.

2. Garantizar el respeto a la libertad de expresión e información, sin censura,


dentro de los límites propios de un Estado Democrático y Social de Derecho y de
Justicia y con las responsabilidades que acarrea el ejercicio de dicha libertad,
conforme a la Constitución, los tratados internacionales ratificados por la
República en materia de derechos humanos y la ley.

3. Garantizar el efectivo ejercicio y respeto de los derechos humanos, en


particular, los que conciernen a la protección del honor, vida privada, intimidad,
propia imagen, confidencialidad y reputación y al acceso a una información
oportuna, veraz e imparcial, sin censura.

4. Garantizar la difusión de información y materiales dirigidos a los niños, niñas y


adolescentes que sean de interés social y cultural, encaminados al desarrollo
progresivo y pleno de su personalidad, aptitudes y capacidad mental y física, el
respeto a los derechos humanos, a sus padres, a su identidad cultural, a la de las
civilizaciones distintas a las suyas, a asumir una vida responsable en libertad, y a
formar de manera adecuada conciencia de comprensión humana y social, paz,
tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre los pueblos, grupos étnicos, y
personas de origen indígena y, en general, que contribuyan a la formación de la
conciencia social de los niños, niñas, adolescentes y sus familias.

5. Garantizar la difusión de producciones nacionales y producciones nacionales


independientes, y fomentar el desarrollo de la industria audiovisual nacional.

6. Garantizar el equilibrio entre los deberes, derechos e intereses de las personas,


de los prestadores de servicios de divulgación y sus relacionados.

7. Garantizar la difusión de los valores de la cultura venezolana en todos sus


ámbitos y expresiones.

8. Garantizar las facilidades para que las personas con discapacidad auditiva
puedan disfrutar en mayor grado de la difusión de contenidos.

9. Promover la participación activa y protagónica de la ciudadanía para hacer valer


sus derechos y contribuir al logro de los objetivos consagrados en la presente Ley.

ARTÍCULO 6. PROHIBICIÓN DE CENSURA Y EXIGIBILIDAD DE


RESPONSABILIDADES ULTERIORES

Se prohíbe establecer censura, sin perjuicio del deber del Estado de establecer las
responsabilidades ulteriores derivadas del ejercicio de las libertades de expresión
y de información, de conformidad con la Constitución y la ley, a los fines de
garantizar:

1. El respeto al derecho al honor, vida privada, intimidad, propia imagen,


confidencialidad, reputación y los demás derechos humanos.

2. La protección de la seguridad nacional, el orden público, la salud y la moral


pública; y
3. La protección integral de los niños, niñas y adolescentes.

ARTÍCULO 7. PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN A FAVOR

Las personas en su condición de usuarios de los servicios de divulgación se


consideran débiles jurídicos, en consecuencia:

1. Cuando exista dos o más disposiciones o leyes que regulen una misma
situación, se aplicará aquella que más favorezca a los usuarios de los servicios de
divulgación.

2. Cuando sobre una misma norma existan dos o mas interpretaciones posibles,
se acogerá la interpretación que más favorezca a los usuarios de los servicios de
divulgación.

PARÁGRAFO ÚNICO: Además de lo enunciado en este artículo, en la


interpretación y aplicación de la presente Ley es de obligatoria observancia los
principios consagrados en esta materia en los tratados internacionales suscritos y
ratificados por la República Bolivariana de Venezuela, la Constitución y la Ley
Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.

ARTÍCULO 8. DEFINICIONES

A los fines de la presente Ley, se establecen las siguientes definiciones:

1. ANUNCIANTE: persona natural o jurídica, pública o privada, que contrata por


cuenta propia o través de un tercero con un prestador de un servicio de
divulgación, espacios en la programación para la difusión de publicidad o
propaganda.

2. AUDIENCIA: público potencialmente receptor de los contenidos difundidos a


través de los servicios de divulgación.

3. CONTENIDO: toda imagen o sonido de los programas, promociones, publicidad


o propaganda que se difunde a través de los servicios de divulgación previstos en
esta Ley.

4. DISCRIMINACIÓN BASADA EN EL GÉNERO: cualquier tratamiento desigual


fundado en el género de las personas, que tenga como intención u objeto anular o
menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de sus
derechos y libertades, entre ellas:
a) Las alusiones negativas o degradantes sobre el papel y naturaleza de las
mujeres o de los hombres dentro de la sociedad.

b) Mostrar como natural o normal la violencia y las agresiones en las relaciones


personales entre ambos géneros.

c) Presentar estereotipos de los roles de género basados en desigualdad


intelectual o emocional entre ambos sexos, que implique para cualquiera de ellos
un supuesto impedimento para el desempeño de ocupaciones, funciones y
responsabilidades en diferentes circunstancias, dentro del hogar o en la sociedad
en general.

d) Denigrar de la pluralidad de las estructuras familiares, especialmente acerca de


matrimonios entre personas de razas diferentes, padres y madres solteras,
uniones estables de hecho, hijos e hijas provenientes de diferentes matrimonios y
uniones, matrimonios o uniones sin hijos o hijas, personas con hijos o hijas
adoptados, así como de las circunstancias resultantes de divorcios y
separaciones.

5. ELEMENTO CLASIFICADO: contenidos de sexo, lenguaje, salud y violencia


cuya difusión se regula en esta Ley.

6. EMISOR: persona natural que, en virtud de una relación laboral o contractual,


comunica contenidos difundidos a través de un servicio de divulgación, mediante
la utilización de su voz o imagen. Se excluye de la presente definición a las
personas en cuanto a su desempeño como actores, modelos, invitados y público
participante.

7. ENFOQUE DE GÉNERO: tratamiento de los sexos masculino y femenino.

8. ESPACIO: segmentos de tiempo de transmisión que el prestador de servicios


de divulgación comercializa para difundir la publicidad, las promociones o los
programas de terceros.

9. INFOCOMERCIAL: aquella publicidad o propaganda que excede de quince (15)


minutos consecutivos.

10. PRESTADOR DEL SERVICIO DE DIVULGACIÓN: persona natural o jurídica


pública o privada que presta cualquiera de los servicios de divulgación
contemplados en el artículo 2 de esta Ley, dentro de la República Bolivariana de
Venezuela.
11. PRODUCCIÓN NACIONAL: aquellos programas, publicidad o propagandas
en cuya creación, dirección, producción y post-producción se pueda evidenciar la
presencia de capital, locaciones, valores de la cultura venezolana, autores,
directores, personal artístico y personal técnico venezolano. La determinación de
los elementos concurrentes necesarios para certificar una producción como
nacional será establecida por el Instituto Nacional de Radio y Televisión a través
de las normas técnicas correspondientes.

12. PRODUCCIÓN NACIONAL INDEPENDIENTE: aquellos programas de


producción nacional cuya creación, realización y post-producción haya sido
realizada por un Productor Nacional Independiente.

13. PRODUCTOR NACIONAL INDEPENDIENTE: toda persona natural de


nacionalidad y domicilio venezolano o persona jurídica privada de domicilio
venezolano, dedicado a la realización de producciones nacionales, que cumpla
con los requisitos previstos en la presente Ley.

14. PROGRAMA: unidad conceptual difundida a través de un servicio de


divulgación y cuyo objetivo es informar, comunicar ideas u opiniones, educar o
entretener.

15. PROMOCIÓN: unidad conceptual difundida a través de un servicio de


divulgación, cuyo objetivo es anunciar y promover los programas o infocomerciales
a ser difundidos por el mismo prestador del servicio de divulgación, así como la
identificación de éste o sus mensajes institucionales.

16. PROPAGANDA: unidad conceptual difundida a través de un servicio de


divulgación, cuyo objetivo es promover de forma directa o indirecta ideas,
pensamientos, conceptos, ideologías o doctrinas, o promover la imagen
institucional del anunciante que propaga este tipo de contenidos.

17. PUBLICIDAD: unidad conceptual difundida a través de un servicio de


divulgación, cuyo objetivo es promover de forma directa o indirecta la provisión o
suministro de bienes o servicios, a título oneroso o gratuito, o promover la imagen
institucional del anunciante que ofrece los mismos.

18. PUBLICIDAD POR EMPLAZAMIENTO: es aquella publicidad que permite


identificar directa o indirectamente productos o servicios de determinada marca,
utilizados o mencionados durante programas, en situaciones donde no se está
realizando expresamente una publicidad o propaganda. Se excluye de esta
definición las situaciones donde la identificación de una marca o producto sea
evidentemente casual.

19. RELACIONADOS: los anunciantes y los emisores.

Objetivos de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión


(RESORTE)

Es el nombre de la Ley aprobada por la Asamblea Nacional de Venezuela


promulgada y sancionada el 9 de diciembre de 2004 y en plena vigencia desde el
8 de marzo de 2005 (posteriormente reformada en diciembre de 2010), cuyo
objeto es el de establecer la responsabilidad social de los prestadores de los
servicios de radio y televisión, sus relacionados, los productores nacionales
independientes y los usuarios en el proceso de difusión y recepción de mensajes,
fomentando el equilibrio democrático entre sus deberes, derechos e intereses, a
los fines de procurar la justicia social y de contribuir a la formación de la
ciudadanía, la democracia, la paz, los derechos humanos, la educación, la cultura,
la salud pública, y el desarrollo social y económico de la Nación, de conformidad
con las normas y principios constitucionales, de la legislación para la protección
integral de los niños, niñas y adolescentes, la educación, la seguridad social, la
libre competencia y la Ley Orgánica de Telecomunicaciones.

Esta ley se aplica a todo texto, imagen o sonido cuya difusión y recepción tengan
lugar dentro del territorio de la República Bolivariana de Venezuela, y sea
realizada a través de:

 Servicios de radio: radiodifusión sonora en amplitud modulada (AM);


radiodifusión sonora en frecuencia modulada (FM); radiodifusión sonora por
onda corta; radiodifusión sonora comunitaria de servicio público, sin fines
de lucro; y servicios de producción nacional audio, difundidos a través de un
servicio de difusión por suscripción.
 Servicios de televisión: televisión UHF; televisión VHF; televisión
comunitaria de servicio público, sin fines de lucro; y servicios de producción
nacional audiovisual, difundidos a través de un servicio de difusión por
suscripción.
 Servicios de difusión por suscripción.
 Medios electrónicos.

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