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Reverencia

Significa expresar respeto y honra para la persona que estimas mucho, a base del verdadero
amor y aprecio. Tal alta estima debe empezar con mi relación con Dios.
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al
que tomare su nombre en vano. (Éxodo 20:7)
La humildad y la reverencia deben caracterizar el comportamiento de todos los que se allegan
a la presencia de  Dios.  En el nombre de Jesús podemos acercarnos a él con confianza, pero
no debemos hacerlo con la osadía de la presunción, como si el Señor estuviese al mismo nivel
que nosotros.  Algunos se dirigen al Dios grande, Todopoderoso y Santo, que habita en luz
inaccesible, como si se dirigieran a un igual o a un inferior. “Vi que el santo nombre de Dios
debe usarse con reverencia y temor. Las palabras Dios Todopoderoso son expresadas juntas
y empleadas por algunos en oración de una manera descuidada y negligente, que le
desagrada. Los tales no comprenden a Dios ni a la verdad, pues si lo comprendieran no
hablarían con tanta irreverencia del Dios grande y temible, que pronto los ha de juzgar en el
día postrero. Dijo el ángel: “No las unáis; porque terrible es su nombre.” Los que se dan
cuenta de la grandeza y la majestad de Dios, pronunciarán su nombre con santa reverencia.
El mora en luz inaccesible; ningún hombre puede verle y vivir. Vi que estas cosas tendrán
que ser comprendidas y corregidas antes que la iglesia pueda prosperar.”
(Primeros Escritos pag 122)
La mayoría de la gente no tiene ninguna experiencia de reverencia. En todo lugar que
considere a Dios como un amigo o compañero, o como un abuelo, Él no puede ser
reverenciado. Hay muchos sentimientos que se puede tener por un Dios pequeño, pero la
reverencia no es uno de ellos.
Isaías 8: 13 dice: "Al SEÑOR de los ejércitos... Sea El vuestro temor, y sea El vuestro terror”.
La reverencia es la combinación de admiración y temor
La verdadera reverencia  hacia Dios nos es inspirada por un sentido de su infinita grandeza
y un reconocimiento de su presencia. Este sentido del Invisible debe impresionar
profundamente todo corazón. La presencia de Dios hace que tanto el lugar como la hora de
la oración sean sagrados.
(La Fe por la cual Vivo pag 190)

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