Está en la página 1de 3

ANDEMOS COMO ES DIGNOS DE HIJOS DE DIOS.

Conociendo cuan
poderosos somos.
Comenzaremos esta comunión con una frase popular que dice” La mujer del Cesar, no solo debe serlo,
sino parecerlo” y esta frase se refiere a las personas deben comportarse de acuerdo a lo que
representan. Nosotros los hijos de Dios tenemos un estándar de vida que nos permite poder
manifestar poder y abundancia de bendiciones en este mundo, pero para eso debemos andar como es
digno de hijos de Dios, pareciendo y creyendo en lo que en realidad somos hijos de Dios con todos los
derechos filiales que un hijo tiene con su padre. Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo,
pero debemos andar con la dignidad con que fuimos llamados.
Vayamos a Romanos 1 y para que veamos cómo podemos andar como es dignos de hijos de Dios en
esta administración de Gracia donde nos ha tocado vivir. Jesucristo tenía la abundancia y las
bendiciones espirituales derramadas sobre él y a medida que anduvo como quien él era, su vida
manifestaba poder. Veamos esto en Romanos 1:1 al 4 “1Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser
apóstol, apartado para el evangelio de Dios, 2que él había prometido antes por sus profetas en las
santas Escrituras, 3acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la
carne, 4que fue declarado Hijo de Dios con poder , según el Espíritu de santidad, por la resurrección
de entre los muertos,”. Jesucristo fue señalado para ser hijo de Dios con poder.
Como hijos de Dios en la administración de gracia, Dios ha derramado su abundancia y sus bendiciones
espirituales sobre nosotros y a medida que nosotros andamos como es digno de Hijos de Dios nuestras
vidas también pueden manifestar poder, al igual que Jesucristo. Veamos en la palabra a que se refiere
andar digno como hijos de Dios y vamos a examinar que se nos ha dado a los hijos de Dios, que somos
los hijos de Dios y que podemos hacer los hijos de Dios. Cuando miramos estas cosas a la luz de la
palabra de Dios, lo que se nos ha dado, lo que somos y lo que podemos hacer como hijos de Dios y
comenzamos a aplicarlas en nuestras vidas andaremos como es dignos de hijos de Dios y
manifestaremos poder.
Nuestro llamamiento como hijos de Dios comienza con el nuevo nacimiento y lo que Jesucristo logro
por nosotros. Veamos esto en 1 Juan 3: 1 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él”. Aquí podemos
ver el gran amor que Dios tiene por nosotros para que seamos llamados sus hijos. Dios nos ama como
sus hijos.
Veamos ese amor de Dios en Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.
Dios ha invitado a toda la humanidad a ser salva y llegar a ser sus hijos y esa filiación comienza cuando
una persona confiesa que Jesús es el señor y cree en su corazón que Dios le levanto de los muertos.
En ese mismo momento esa persona es salva y renacida del espíritu de Dios. El espíritu santo que Dios
en crea en nosotros en el momento del nuevo nacimiento es vida eterna convirtiéndonos a cada uno
de nosotros en un hijo de Dios por nacimiento.
Veamos 1 Juan 3: 2 “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos
de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es”. Como vemos aquí ahora somos hijos de Dios, ese es nuestro llamamiento debido a los
que Jesucristo logro por nosotros en el nuevo nacimiento, ahora desarrollemos lo que significa andar
como es dignos de ese llamamiento.
Veamos Efesios 4:1 “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación
con que fuisteis llamados”, la palabra andéis en este versículo se refiere a nuestro estilo de vida a
nuestra manera de vivir, y la palabra griega traducida digno en este versículo significa de una
manera de igual valor que lo que se refiere, o sea andar equilibrado, balanceado. Andar como es
digno de nuestro llamamiento como hijos de Dios, no es andar de una manera que nos haga lo
suficientemente buenos para Dios, no porque ya somos aprobados por Dios, somos salvos por gracia y
somos justos debido a los logros de nuestro señor Jesucristo, andar como es dignos de nuestro
llamamiento como hijos de Dios, se trata más bien de andar balanceado con lo que Dios ya nos ha
dado en Cristo.
Como hijos de Dios renacidos de su espíritu tenemos todos los recursos que necesitaremos para andar
como es dignos y de una manera de igual valor que ese llamamiento como sus hijos. Veamos solo un
poco de lo que se nos ha dado como sus hijos: él nos ha dado su amor, nos ha dado su gracia, nos ha
dado su misericordia y nos ha dado su paz.
Conociendo y aplicando lo que Dios nos ha dado cuando renacimos a través de Jesucristo podemos
andar como es dignos de hijos de Dios.
Veamos este ejemplo: Cuando una persona decide estudiar medicina él tiene que pasar por un periodo
de preparación y entrenamiento para poder ejercer su profesión y la institución médica donde
comience a trabajar después de graduado debe suminístrale las herramientas para ejecutar el trabajo.
Ahora con el conocimiento y equipado con las herramientas y equipos necesarios él tiene todo lo que
necesita para andar de una manera de igual valor que lo que espera institución médica de él. Así
mismo como creyentes tenemos todas las herramientas, los recursos y las bendiciones espirituales que
necesitamos para andar como es dignos de hijos de Dios, podemos poner en operación estos recursos
y andar de una manera de igual valor que nuestro llamamiento como hijos de Dios.
Dios nuestro padre celestial nos ha bendecido con toda bendición espiritual. Algunas de esas
bendiciones espirituales son el amor de Dios, su gracia, su misericordia y su paz.
Veamos esto en Efesios 2: 5 al 10 “5Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que
nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales
con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su
bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura
suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas”. Que grande son el amor de Dios, su gracia y su misericordia por nosotros, él
nos tomó de estar espiritualmente muertos a ser su obra maestra, el abundantemente derramo su
amor, su gracia y misericordia por nosotros y nos salvó por su gracia. Cuanta paz llena el corazón y el
alma de una persona que sabe que como hijo de Dios él le ha dado su amor, su gracia y su misericordia
y que él lo hizo su obra maestra. Dios nos dice en Efesios 1:2 “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesucristo”. Como sus hijos de él nos ha dado su amor, su gracia, su misericordia y su
paz.
Como hijos de Dios renacidos de su espíritu se nos ha dado más recursos de los que necesitaremos
para andar como es digno o de una manera de igual valor que nuestro llamamiento como hijos de Dios.
Ahora consideremos dos cosas que somos como sus hijos: Somos herederos de Dios y coherederos
con Cristo, somos más que vencedores y también somos justos.
Vamos a Romanos 8:14 al 17 “14Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son
hijos de Dios. 15Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados”. Somos herederos de Dios y coherederos con Cristo. Somos
hijos de Dios y el Señor Jesucristo es nuestro hermano, entonces como coherederos con Cristo
compartimos plenamente lo que Jesucristo heredo y tenemos pleno acceso a todo lo que Dios ha
hecho disponible para nosotros, esto nos da la habilidad de andar con confianza en todo momento.
Como hijos de Dios también somos más que vencedores, lo podemos ver en Romanos 8:35 al 39
“35
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada? 36Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. 37Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó. 38Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la
vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro”. Como hijos de Dios somos más que vencedores en todas las situaciones de la vida.
Nuestras vidas son poderosas como hijos de Dios.
Ahora veremos que también somos justos, la justica es nuestra Justificación dada por Dios mediante la
cual podemos estar delante de Dios sin ninguna conciencia de pecado, culpa o defecto. Vamos a 2
Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él”. Cuando fuimos renacidos del espíritu d Dios, Dios nos dio su misma
naturaleza la cual nos hace justos y por medio de nuestra filiación, Dios nos ha dado justicia la cual
resulta en que nosotros tenemos confianza en la presencia de Dios. Cuando vivimos en la presencia de
Dios podemos manifestar poder sabiendo como hijos de Dios que somos herederos Dios y
coherederos con Cristo, que somos más que vencedores en todas las situaciones de la vida y que
somos justos viviendo con confianza en la presencia de Dios nosotros podemos andar como es digno
de hijos de Dios.
DIOS LES BEDIGA,

También podría gustarte