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Teología Evangélica. Karl Barth.

Segunda clase. LA PALABRA.

…” La teología es, una ciencia a la vez modesta y libre. Modesta en la medida en que toda su
“logia” no es más que una analogía humana en relación con aquella palabra y toda su elucidación
no más que un reflejo humano.”

En lo personal, esta segunda parte de la teología evangélica de Karl Barth, donde busca
determinar el lugar particular de la teología, fue un poco difícil de asimilar, pero un punto
importante que me agrada y que él ha venido resaltando y dejando claro, es el de
comprender a la teología como una ciencia modesta y libre, deja claro, que la teología es
modesta porque simplemente es una analogía humana.
Hablar de Dios, con propiedad y precisión es una tarea un poco llena de problemas y
dificultades en los tiempos que corren y dependiendo del lugar y sus contextos, como es
bien sabido, Dios no pertenece a este mundo, Dios no está a nuestro alcancé por lo tanto, no
podemos conocer como es Dios en sí mismo, pero esto no exime al teólogo de la tarea de
hablar con sentido acerca de ÈL, pero esta analogía a la que se refriere Barth nos brinda un
medio para un pensar y hablar (un discurso) teológico con precisión y sentido.
El conocimiento de Dios es siempre análogo, podemos intentar conocer a Dios y entrar en
su misterio solamente en virtud de que él se nos dio primero en Jesús. En efecto, la
teología, como discurso sobre dios, como ciencia modesta, sabe que su lenguaje debe
fundarse en la analogía y que su Palabra como dice Barth no solo la lleva a la reflexión y
reproducción, sino que la libera, autoriza y moviliza.

Crhistian Andrés Trejos Roldan.

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