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FALTA DE COMUNICACIÓN

Hace dos meses atrás mande hacer un mueble para la casa, el mismo tenía que ser un sillón de 2
metros de largo por 0,66 m de ancho, de color marrón claro, con apoya brazos de 0,30 metros de
ancho, por un alto de sillón de 0,40 metros.

Me fui con la idea a una mueblería, donde la señora que me atendió me tomó todos los datos del
sillón tal cual lo expresará en el párrafo anterior, con todas las medidas, el ancho y el color.

Luego de unos días la señora me comunica por teléfono que había un problema con la tela del
sillón, que era de un color marrón un poquito más oscuro, le manifesté que no había problemas,
que si combinaba con todos los muebles que tenía en casa.

Días posteriores a ese, me llaman de la carpintería donde estaban haciendo el sillón, y me dicen
que pase a ver como estaba quedando. Cuando me acerco al lugar, observo que el sillón tenía 2,60
de largo, haciéndole conocer al señor que estaba mal, porque el sillón era de 2 metros de largo, ya
que al contrario no me entra en la sala donde lo iba a acomodar, además el color no era el que
había solicitado.

Entonces el carpintero me muestra el papel donde la señora de la mueblería había escrito las
medidas y todo el color. Donde observo que decía que la base del sillón era de 2 metros más los
apoyabrazos, lo que daba una medida de 2,60 y que el color era de marrón claro, nada más que
eso.

En definitiva el sillón tuvo que rehacerse, yo pagar un monto aparte del que se había convenido.

Ocurrió en razón que yo cuando dije que el sillón debía ser de 2 metros de largo, la señora me
entendió que esa era la base y libre de los apoyabrazos, lo cual le agregaron 0,60 metros más, es
decir 0,30 por cada apoyabrazos, el color para mí el marrón claro, es marrón claro, en cambio para
esta persona el marrón claro es (café con leche) y cuando me dijo más oscuro, supuso un color
algo más oscuro, y en definitiva me había tapizado con un color marrón café.

La falta de comunicación y a pesar de hablar el mismo idioma, la idea fueron totalmente


diferentes, ya que ella toma las medidas de una manera para el sillón y yo de otro.

El canal fue verbal y no totalmente escrito, quizás me faltó observar lo que había escrito, la
señora del salón de muebles y verificar si estaba todo bien y volver a preguntar si había entendido.

La codificación a pesar de tener las mismas características no fueron iguales, sino parecidas. Este
problema siempre se presenta, cuando las personas de acuerdo a su trabajo o a su manera de
pensar son diferentes a otras.

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