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TEMA 22 - Parte General
TEMA 22 - Parte General
TEMA 22
2. LA CONSTITUCIÓN
7. EL PRINCIPIO DE COMPETENCIA
Entre todos los diversos tipos de normas existentes, la ley es la norma, con
forma escrita, que disfruta del mayor rango jerárquico de todas por cuanto surge de
la voluntad popular manifestada a través del Parlamento y del Gobierno.
2. LA CONSTITUCIÓN
En sus 169 artículos regula la organización básica del Estado, los derechos y
deberes fundamentales de la ciudadanía y establece las líneas maestras de nuestro
sistema normativo.
TÍTULO Preliminar
· 4 DISPOSICIONES ADICIONALES
· 9 DISPOSICIONES TRANSITORIAS
· 1 DISPOSICIÓN DEROGATORIA
· 1 DISPOSICIÓN FINAL
2.2.3 Rigidez
2.2.5. Extensa
Las Constituciones amplias son propias de Estados que desean romper con el
régimen anterior lo cual les obliga a regular las numerosas bases en que debe
apoyarse el nuevo régimen.
El coste del consenso logrado entre todas estas fuerzas políticas se evidencia
en las numerosas imprecisiones y ambigüedades de las que adolece nuestra Carta
Magna que han sido resueltas, en parte, con los desarrollos legislativos posteriores.
El principio de publicidad de las normas exige que todas las normas sean
publicadas antes de su entrada en vigor para que toda la sociedad las conozca.
- determinación de las fuentes del Derecho con respeto del derecho Foral o especial.
- reglas relativas a la aplicación y eficacia de las normas jurídicas
- normas para resolver los conflictos de leyes
El Título Preliminar del Código Civil, denominado “De las normas jurídicas, su
aplicación y eficacia”, enumera las fuentes del Derecho español, establece las reglas
básicas sobre la aplicación e interpretación de las leyes, tipifica el fraude de ley y
determina sus efectos.
El artículo 1.1 del Código Civil establece que “Las fuentes del ordenamiento
jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del derecho”.
La costumbre son las normas que surgen cuando una sociedad practica una
conducta, de modo reiterado, hasta convertirse en pauta o modelo de actuación. El
artículo 1.3 del Código Civil precisa que “la costumbre solo regirá en defecto de ley
aplicable siempre que no sea contraria a la moral o al orden público y que resulte
probada”.
El Código Civil, tras enumerar las anteriores fuentes de Derecho, añade que
la doctrina reiterada que establezca la jurisprudencia del Tribunal Supremo
“complementará” el ordenamiento jurídico. La jurisprudencia es el conjunto de
criterios interpretativos en los que se fundamenta reiteradamente un órgano judicial
en sus sentencias al aplicar las distintas leyes. Numerosos autores deducen que la
jurisprudencia del Tribunal Supremo es fuente indirecta de Derecho mientras que
otros lo niegan por cuanto el artículo 117 de la Constitución únicamente faculta a
jueces y tribunales para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado pero, en caso alguno, a
generar derecho.
El Código Civil permite que las leyes tengan efectos retroactivos siempre y
cuando lo establezcan expresamente ya que en caso contrario carecerán de dicho
efecto. No olvidemos, por otra parte, que la Constitución prohíbe el efecto retroactivo
a las normas con efectos perjudiciales.
El artículo 6.1, famoso por su difusión popular, consagra que “la ignorancia de
la ley no excusa de su cumplimiento” y el 6.3 añade que los actos contrarios a las
normas imperativas y a las prohibitivas son nulos de pleno derecho salvo que
establezcan un efecto distinto.
Una vez que la norma está vigente corresponde aplicarla a los casos reales
que surgen a diario en la sociedad. Para ello va a ser necesario interpretar el
contenido de sus artículos; la interpretación es el proceso de averiguación del
sentido de las palabras que componen una disposición a fin de aplicarla a los casos
reales que se le planteen a quienes les corresponde aplicar el Derecho: órganos
judiciales, Administraciones Públicas o personas particulares.
2.3.2.4. La analogía
El artículo 6.4 establece que “los actos realizados al amparo del texto de una
norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario
a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación
de la norma que se hubiera tratado de eludir”.
3.1.1 Concepto
Los órganos facultados por la Constitución para dictar leyes son las Cortes
Generales y los Parlamentos autonómicos en sus respectivos ámbitos materiales y
territoriales; no olvidemos que la soberanía nacional reside en el pueblo español y
que son las Cortes, precisamente, las que representan a dicho pueblo.
El Gobierno también puede dictar dos tipos de normas con rango de ley: el
Real Decreto Legislativo y el Real Decreto Ley.
- El Gobierno
- Congreso y Senado
- Los Parlamentos autonómicos
- La iniciativa legislativa popular: la firma acreditada de al menos 500.000
personas puede iniciar el procedimiento legislativo siempre que no afecte a
materias de ley orgánica, tributarias, internacionales o referidas a la
prerrogativa de gracia.
Finalmente, el Rey sancionará las leyes aprobadas por las Cortes en el plazo
de 15 días y las promulgará y ordenará su inmediata publicación en el BOE.
El recurso de inconstitucionalidad
La cuestión de inconstitucionalidad
Con respecto a éste último apartado existen, en efecto, otros muchos artículos
a lo largo del texto constitucional que requieren a determinadas materias su
ordenación mediante Ley Orgánica. Se trata de materias de gran trascendencia
jurídica, institucional, política o social y por eso la Constitución exige ese "acuerdo"
reforzado del Congreso. Por ejemplo, las relativas al Defensor del Pueblo (artículo
54), al Tribunal Constitucional (artículo 165), a la organización del Poder Judicial
(artículo 122), a la suspensión de algunos derechos y libertades (articulo 55.2), o a
los estados de alarma, excepción y sitio (artículo 116).
Son las aprobadas con tal carácter por las Cortes Generales. Para su
aprobación es suficiente el voto favorable de la mayoría simple, es decir, la mayoría
de los miembros presentes. Pueden ser aprobadas por el Pleno o por las
Comisiones legislativas.
Deben regularse por ley ordinaria todas aquellas materias, excluidas de la ley
orgánica, sobre las que la Constitución exija expresamente este tipo de norma así
como aquellas materias que previamente ya estuvieran reguladas por ley.
Por otra parte, las Cortes pueden regular por ley toda aquella materia que
consideren oportuna por cuanto la Constitución no establece una reserva
reglamentaria de materias.
Esta cuestión ha sido muy debatida por la doctrina científica si bien el Tribunal
Constitucional ha confirmado en varias sentencias que no existe jerarquía entre
ambas y que si surgiera conflicto entre una ley orgánica y una ordinaria deberá
resolverse conforme al principio de competencia material si bien, en último caso,
este Tribunal aboga por la aplicación preferente de la ley orgánica.
Conforme al artículo 150.1 de la Constitución, las Cortes pueden dictar una ley
que habilite a las CC.AA a legislar en su territorio materias de competencia estatal.
Esta tipo de leyes estatales se denominan “ley marco” porque deben marcar a las
CC.AA destinatarias un marco de principios, bases y directrices así como un control
sobre la norma autonómica que finalmente se apruebe.
La relación entre estas leyes autonómicas y las estatales no deben regirse por
el principio de jerarquía sino conforme al principio de competencia.
-La directiva: norma vinculante dirigida a uno, varios o a todos los Estados
miembros; impone la obtención de un resultado concreto, dentro de un plazo
determinado, si bien deja libertad a las instancias nacionales para que ella precisen
la forma, la norma y los medios a emplear.
Por otra parte, también deberán ser reguladas por ley todas aquellas materias
que ya estén previamente legisladas por ley a fin de respetar el principio de jerarquía
normativa.
Este principio permite graduar el poder legislativo de los distintos órganos del
Estado, permite establecer el orden de aplicabilidad de las normas jurídicas y
permite asimismo solucionar los posibles conflictos entre ellas.
Por ejemplo, hay materias que deben regularse por ley orgánica y otras por
ley ordinaria. Otras materias deben regularse por ley estatal y otras por ley
autonómica.
La norma que regule una materia que le esté reservada a otro tipo distinto de
norma será nula aunque su contenido no contradiga lo establecido por una norma
competente.
Dos son los tipos de disposiciones dictadas por el Ejecutivo con fuerza de ley:
las que el Gobierno dicta para legislar una materia previa delegación del Poder
Legislativo, los Reales Decretos Legislativos, y las dictadas para afrontar situaciones
de urgente necesidad, los Reales Decretos-Ley.
BIBLIOGRAFÍA