Las Ciencias de la Tierra son las encargadas del estudio sistemático de
los fenómenos naturales que tienen lugar en la superficie del planeta, en su interior y en el espacio que le rodea, su orientación está enfocada hacia el entendimiento del origen y la dinámica de los fenómenos naturales tales como sismos, erupciones volcánicas, deslizamientos superficiales de tierras, ciclones, fluctuaciones climáticas, fenómenos meteorológicos y su relación con la agricultura, el confort y la seguridad de los habitantes, la aplicación social de estos conocimientos está dirigida principalmente en la prevención de desastres, ya que es posible saber dónde tienen mayor probabilidad de ocurrir, cómo se distribuiría en daño o el impacto a la población e infraestructura ante estos fenómenos. Las ciencias de la Tierra se encuentran en constante evolución. La geografía de Plinio el Viejo sólo describe los elementos de la superficie de la Tierra sin ligarlos a través de procesos, y se daba poca importancia a la dinámica de cambios y la interacción con los elementos que componen el medio ambiente. Durante los primeros siglos de exploración europea, se inició una etapa de conocimiento mucho más detallada de los continentes y océanos. Se cartografiaron en detalle, por ejemplo, las alineaciones magnéticas en el océano Atlántico, que serían de gran utilidad para la navegación intercontinental. En 1596, por ejemplo, Abraham Ortelius vislumbra ya la hipótesis de la deriva continental, precursora de la teoría de la tectónica de placas. Antes, los exploradores españoles y portugueses, habían acumulado un detallado conocimiento del campo magnético terrestre. El nacimiento de los conceptos básicos de la geología (gradualismo, superposición, entre otros), en el siglo XVII y XVIII (James Hutton) o la meteorología, dio paso a una eclosión en el estudio de la Tierra. Hoy, las ciencias de la Tierra son una extensión más de las ciencias físicas cuantitativas basadas en el empirismo, la experimentación y la reproducibilidad de las observación, la ciencia también son disciplinas de las ciencias naturales que estudian la estructura, morfología, evolución y dinámica del planeta tierra, también constituye una herramienta para planear una explotación racional de los recursos naturales, comprender las causas que afectan al ser humano y como el ser humano influye en la naturaleza con sus acciones. También es para la prevención de riesgos sísmicos, meteorológicos y volcánicos. CARACTERÍSTICAS
● Geofísica: estudio del planeta desde el punto de vista físico
● Geología: estudia lo referente a las rocas, el subsuelo, terremotos, volcanes y fósiles ● Geografía: estudia la superficie terrestre y su relación e interacción con el hombre. ● Meteorología: estudio de la atmósfera y el tiempo ● Oceanografía: las olas, mareas, corrientes, fosas y vida marina ● Paleontología: fósiles de plantas y animales CONCLUSIÓN
Es alentador que el estado actual de las geociencias supere
sustancialmente al de hace diez años y seguramente para los inicios del siglo XXI contaremos con una información mucho más valiosa. El hombre se ha vuelto más vulnerable a las catástrofes naturales. Los sismos, las erupciones volcánicas y otros fenómenos naturales catastróficos se seguirán produciendo como parte de la actividad o vida de la Tierra. Es posible, en cambio, definir las regiones de la superficie terrestre vulnerables a fenómenos naturales como los mencionados, y agregar ciclones, tornados, inundaciones, hundimientos, etc. Es precisamente en lo que se ha avanzado en forma considerable en el mundo en los últimos años, aunque son estudios cuyos orígenes se remontan varias décadas, a esto se agregan las posibles consecuencias de un ascenso del nivel del mar, de más de un metro en el próximo siglo. No sería un problema aislado, sino producto de un cambio climático provocado por el hombre. Ante los fenómenos catastróficos, mientras no sea posible evitarlos ni predecirse, sólo queda la solución de estudiarlos en forma exhaustiva. En general, se conocen los sismos por la historia y las leyendas y con mayor detalle se empiezan a estudiar en este siglo XX, cada terremoto y cada erupción volcánica aportan nueva información, pero seguramente tendrá que haber muchos más para que los especialistas se acerquen más al conocimiento de estos problemas. Pero al realizar el estudio de un territorio determinado, vemos que los métodos generales dejan de ser aplicables de un territorio a otro. El mejor parámetro para valorar el grado de conocimiento de un territorio son los mapas existentes sobre el mismo, tanto los básicos topográficos o batimétricos, como los temáticos. El estudio de los fenómenos catastróficos y las zonas vulnerables no puede realizarse sin una buena cartografía, esto significa que por medio de los mapas temáticos es posible definir el grado de conocimiento que el hombre tiene de un territorio determinado. Por esto también muchas disciplinas, en especial la geografía, serán distintas en el siglo XXI y los especialistas tendrán mucho que hacer.