Los Estados de excepción es un mecanismo que está estipulado en la legislación del
Estado, para afrontar situaciones extraordinarias y graves, en el cual, la nación no cuenta
con suficiente capacidad para afrontar sin limitaciones tales eventos, donde el presidente de la República como jefe de Estado tendrá la facultad de decretar estado de excepción por diferentes circunstancias como lo son de orden social, económico, político, natural o ecológico que afecten gravemente a la nación como lo son: El estado de alarma se podrá decretar en todo el territorio nacional cuando ocurra catástrofes, calamidades públicas y otros acontecimientos similares que conlleven a un peligro para los ciudadanos, la seguridad nacional o de sus instituciones. El presidente de la República tiene la facultad de decretar en Consejo de Ministro estado de excepción de acuerdo a los artículos 337 y 339 constitucional, con un tiempo de duración de treinta (30) días prorrogables. Estado de emergencia economica se podrá decretar en todo el territorio o parte de ello, cuando ocurran circunstancias económicas extraordinarias que tengan como consecuencias afectar gravemente a la nación, el presidente de la República lo podrá decretar en Consejo de Ministro con un tiempo de duración de setenta (70) días prorrogables con el propósito de tomar medidas para resolver de cualquier manera su prolongación. Estado de conmoción interior se llevará a cabo si ocurren circunstancias excepcionales donde se cometan perturbaciones al orden público interno, que pongan en riesgo la seguridad pública del Estado o se interrumpe el funcionamiento de los poderes públicos, estableciendo en el decreto un tiempo de duración de noventa(90) días prorrogable de ser necesario sin excederse. Estado de conmoción exterior en caso de conflicto externo con otras naciones que pongan muy seriamente en peligro la nación y sus ciudadanos o sus instituciones, se establecerá estado de excepción para adoptar medidas necesarias para defender el Estado y velar por sus intereses estableciendo en el decreto un tiempo de duración de noventa (90) días prorrogables de ser necesario.