Está en la página 1de 17

LAS VÍAS INTERRUMPIDAS DESDE LAS CORTICALES FRONTAL-PARIETALES HASTA LOS NÚCLEOS

BASALES Y EL CEREBELO SON UNA CARACTERÍSTICA DEL ESPECTRO DEL TRASTORNO OBSESIVO-
COMPULSIVO Y PUEDEN UTILIZARSE PARA AYUDAR EN EL DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL PRECOZ

ABSTRACTO

Aún no se ha identificado un marcador para distinguir a los pacientes con el espectro del
trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Se construyeron redes de conectividad efectiva y
funcional en estado de reposo de todo el cerebro (rsEC y rsFC, respectivamente) para 50
pacientes con TOC no medicados (U-OCD), 45 pacientes con TOC en remisión clínica (CeOCD), 47
pacientes con TOC resistente al tratamiento (T-OCD), 42 pacientes con esquizofrenia crónica que
presentan síntomas de TOC (SCHeOCD) y 50 controles sanos (HC). Se realizó un análisis de
patrones multivariados (MVPA) para investigar la exactitud de la utilización de las alteraciones
de la conectividad para distinguir entre los grupos mencionados. En comparación con los HC, las
conexiones rsEC se alteraron significativamente en los grupos U-OCD (n = 15), CeOCD (n = 8) y T-
OCD (n = 19). Además, 21 conexiones rsEC se interrumpieron significativamente en el grupo T-
OCD en comparación con el grupo SCHeOCD. Las redes de rsEC interrumpidas se asociaron
principalmente con la corteza frontal-parietal, los ganglios basales, las regiones límbicas y el
cerebelo. Las precisiones de clasificación para distinguir a los pacientes con TOC de los pacientes
con HC y SCHeOCD oscilaron entre el 66,6% y el 98,0%. En conclusión, la comunicación
interrumpida desde las corticales frontal y parietal a los núcleos basales subcorticales y el
cerebelo puede representar una característica patológica funcional del espectro del TOC. El
AMPV basado en patrones anormales de rsEC y rsFC puede ayudar en el diagnóstico diferencial
temprano del TOC.

1. Introducción

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es un trastorno psiquiátrico potencialmente


incapacitante, y a veces mortal, con una creciente prevalencia mundial (Hirschtritt et al., 2017).
Se ha informado de que los pacientes con TOC presentan disfunciones en muchos dominios
sensoriales (Pujol y otros, 2019) y cognitivos (Shin y otros, 2014b), entre ellos la percepción
(Wexler y Goodman, 1991), el procesamiento de las emociones (Weidt y otros, 2016) y la
memoria de trabajo (Lambrecq y otros, 2014). Aunque hay A pesar de que se han realizado
numerosos estudios genéticos, moleculares y de biología celular en modelos anímicos y en
pacientes humanos con TOC (Hibar y otros, 2018; Noh y otros, 2017; Yilmaz y otros, 2018), así
como estudios de neuroimagen en pacientes con TOC (Boedhoe y otros, 2017; Hu y otros, 2017;
Naaijen y otros, 2015; Vaghi y otros, 2017), la fisiopatología del TOC sigue sin estar clara. Los
datos de conectividad anatómica y funcional (FC) obtenidos de estudios de neuroimagen han
revelado alteraciones asociadas al TOC en regiones cerebrales de Sale y otros, 2015; Vaghi y
otros, 2017). Se han empleado cinco enfoques analíticos principales realizados con datos de
imágenes por resonancia magnética (IRM) para cuantificar la conectividad entre las regiones
cerebrales espacialmente distintas, incluidas las imágenes con tensor de difusión, así como los
enfoques basados en la IRM funcional (IRMf) de los análisis de FC basada en tareas, FC en estado
de reposo (rsFC), conectividad efectiva basada en tareas (EC) y EC en estado de reposo (rsEC).
Los estudios que emplean el primero de los enfoques mencionados, la imagen con tensor de
fusión difusa, han demostrado una menor conectividad estructural en las pinzas menores, las
fibras interhemisféricas de la corteza frontal y el fasículo sin cinar derecho en los pacientes con
TOC en comparación con los controles sanos (HC) (He et al., 2018). Estos resultados sugieren que
varios tractos de materia blanca a través de los cuales se coordinan las actividades neuronales a
través de

Las regiones cerebrales se ven afectadas en los pacientes con TOC.

Los estudios de la FC basados en tareas se realizan para detectar alteraciones en la FC entre las
regiones cerebrales involucradas en determinadas tareas sensoriales o cognitivas (por ejemplo,
la memoria de trabajo). Por ejemplo, los estudios de la FC han demostrado que, en comparación
con los HC, los pacientes con TOC presentan una respuesta atenuada del bucle estriado de la
corteza orbitofrontal (OFC) durante la entrega de recompensas, así como una FC comprometida
de la OFC y de la ínsula anterior durante el cambio afectivo (Remijnse et al., 2009). También se
ha informado de que los pacientes con TOC han aumentado la FC de la ínsula derecha, la región
parahipocampal y la corteza frontal inferior durante la realización de una tarea que induce a la
repugnancia (Cano et al., 2018).

Mientras tanto, los estudios de rsFC han demostrado las siguientes alteraciones de la FC
ampliamente difundidas en comparación con los sujetos de control: aumento de la FC entre el
núcleo subtalámico izquierdo (NST) y la corteza premotora derecha; disminución de la FC entre
el NST derecho y los núcleos lenticulares; y en la FC arrugada entre el núcleo del lecho izquierdo
de la estría terminal y la corteza frontopolar derecha. Los análisis de regresión múltiple
revelaron una correlación inversa entre la gravedad clínica y la FC entre el NST derecho y el
núcleo lenticular (Cano et al., 2018). Es importante señalar que un estudio de muestra grande
implicó el debilitamiento del circuito OFC-estriado-talámico en la fisiopatología del TOC (Jung et
al., 2017). Una ventaja de la técnica de rsFC es que permite construir fácilmente redes de rsFC de
cerebro entero, lo que permite examinar las estructuras topológicas a escala mundial mediante
la teoría de grafos (Hahn et al., 2013). De hecho, en varios estudios se han descrito distintas
propiedades topológicas (por ejemplo, el mundo pequeño) de las redes integrales de cerebro en
pacientes con TOC (Jung et al., 2017; Shin et al., 2014a; Zhong et al., 2014).

A diferencia de la FC tradicional, que refleja correlaciones interregionales instantáneas


temporales (pero no direccionales), la EC es una medida temporal y direccional de si la actividad
neuronal de una región ejerce una influencia causal en la actividad de otra región (Friston,
2011). Así pues, los análisis de EC pueden revelar alteraciones en el flujo de información
interregional que son indetectables en los análisis de FC (Kundu et al., 2017; Roalf y Gur, 2017;
Young et al., 2018). Técnicas analíticas de EC propuestas en el modelado de ecuaciones
estructurales de clúster (Schlosser et al., 2003), el modelado causal dinámico (Hillebrandt et al.,
2013), y la análisis de causalidad de Granger (Chao-Gan y Yu-Feng, 2010; Chen et al, 2009; Fan y
otros, 2016; Fox y otros, 2009; He y Liu, 2012; Iwabuchi y Palaniyappan, 2017; Murphy y otros,
2009; Palaniyappan y otros, 2013; Tzourio-Mazoyer y otros, 2002; Wang y otros, 2015; Yuan y
otros, 2016). Se han descrito trastornos en la AE entre las regiones cerebrales que participan en
tareas particulares, como la digitación (Stern et al., 2011), el procesamiento de las emociones
(de Wit et al., 2015) y la memoria de trabajo (Han et al., 2016; Sladky et al., 2015), en pacientes
con TOC.
Por último, los estudios de rsEC han demostrado que las alteraciones de la EC persisten en los
pacientes con TOC, incluso en reposo (Friston, 2011; Han et al., 2016; Kundu et al., 2017; Parmar
y Sarkar, 2016; Roalf y Gur, 2017; Sladky et al., 2015; Young et al., 2018). Sin embargo, hasta
ahora, los estudios previos de la CE han examinado sólo redes cerebrales predefinidas y, por lo
tanto, no han proporcionado una caracterización sistemática de las anomalías de la CSE en todo
el cerebro.

Casi una de cada cuatro personas con esquizofrenia presenta síntomas similares a los del TOC
(Devi y otros, 2015), y se determinó que la aparición de esos síntomas estaba asociada con un
pronóstico más desfavorable en un estudio de cohorte de cinco años de duración

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translatoramplia


distribución (Boedhoe y otros, 2017; Eng y otros, 2015; Gursel y otros, 2018; Hu y otros, 2017;
Naaijen y otros, 2015; (de Haan y otros, 2013). Se han identificado características de redes de
materia blanca tanto compartidas como distintas entre el TOC y la esquizofrenia (Qin et al.,
2019). Se ha informado que los pacientes con un diagnóstico de esquizofrenia acompañado de
una comorbilidad obsesiva tienen volúmenes de materia gris y grosores corticales aberrantes
(Wang et al., 2018), así como FC alterados de la red de modo predeterminado (Wang et al.,
2019). Estos estudios proporcionan información valiosa sobre las características patológicas del
TOC y de la esquizofrenia con síntomas similares a los del TOC, pero faltan datos que permitan
distinguir un patrón de características del TOC de un patrón de síntomas similares a los de la
esquizofrenia.

El objetivo del presente estudio fue utilizar la análisis de patrones multivariantes (MVPA) de
datos de rsFC y rsEC de todo el cerebro para estudiar en qué medida esos conjuntos de datos
pueden distinguir entre pacientes con diferentes presentaciones de TOC y síntomas similares a
los del TOC (es decir, pacientes con espéculos obsesivos compulsivos) con el objetivo a largo
plazo de proporcionar información que pueda utilizarse en el diagnóstico diferencial temprano
del TOC. Inscribimos un grupo de referencia de HC y cuatro grupos de pacientes: TOC no
medicado (U-OCD),

TOC en remisión clínica (CeOCD), TOC resistente al tratamiento (T-OCD),

y la esquizofrenia crónica con síntomas del TOC (SCHeOCD). Probamos dos hipótesis: 1) una
combinación de los métodos de rsFC y rsEC del cerebro entero puede dilucidar las características
cerebrales comunes a los pacientes con TOC; y 2) el MVPA de estas características permitirá que
los pacientes con TOC sean distinguidos de los pacientes de SCHeOCD. Más específicamente,
esperábamos para detectar alteraciones en la estructura y la FC, incluida la EC, entre las
corticales frontal/parietal y los núcleos subcorticales en pacientes con espectro de TOC. Además,
dados los recientes informes de alteraciones de la actividad cerebelosa en los trastornos
mentales (Miquel et al., 2019; Zhang et al., 2019), evaluamos el cerebelo y la corteza cerebral
como unidades completas.

2. Métodos
Este estudio fue aprobado por los Comités de Ética de la Universidad Médica de Harbin, el
Hospital Tianjin Anding, el Hospital Xiamen Xianyue y la Universidad Médica de Jining como un
proyecto conjunto. Se obtuvo el consentimiento informado por escrito de todos los
participantes antes de la adquisición de los datos.

2.1. PARTICIPANTES

Entre julio de 2017 y julio de 2019, se reclutaron pacientes y participantes del HC en el primer
hospital afiliado a la Universidad Médica de Harbin y en el Hospital Tianjin Anding. Después del
control de calidad de la imagen (véase

"Preprocesamiento de datos", más abajo), se incluyeron en nuestros análisis finales un total de


50 pacientes de U-OCD, 45 pacientes de CeOCD, 42 pacientes de T-OCD, 47 pacientes de
SCHeOCD y 50 HC.

Se aplicaron tres criterios generales de inclusión para la constitución de los cinco grupos: ser
diestro, no tener contraindicaciones para la resonancia magnética y no tener problemas de
abuso de sustancias. Los criterios de inclusión específicos para el grupo U-OCD fueron: 1)
síntomas, gravedad y duración de la enfermedad compatibles con los criterios diagnósticos del
TOC según el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM)-IV-TR, cuantificados por la Escala
Obsesivo-Compulsiva de Yale-Brown (Y-BOCS) (Goodman et al., 1989a; 1989b); 2) una duración
total de la enfermedad de ≤1 año desde el primer episodio de síntomas de TOC; 3) ningún
tratamiento con agentes terapéuticos anti-OCD durante ≥3 semanas antes del comienzo de este
estudio; 4) ningún tratamiento estandarizado recibido durante más de 2 meses dentro del
período que va desde el primer episodio de síntomas de TOC hasta el diagnóstico de TOC; y 5) de
18 a 25 años de edad. Los de los pacientes del CeOCD fueron: 1) TOC síntomas totalmente
aliviados según lo definido por un psiquiatra superior usando la Entrevista Clínica Estructurada
(SCI)-D según los criterios del DSM-IV-TR; 2) puntuación de Y-BOCS < 5; 3) duración total de la
enfermedad ≤1 año desde el primer episodio de síntomas del TOC; 4) ningún otro trastorno
mental actual ac- según los criterios del DSM-IV-TR; y 5) edad de 18-25 años. Los de los
pacientes con T-COD fueron: 1) síntomas actuales, gravedad y duración de la enfermedad que
cumplen los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR según la evaluación del Y-BOCS (puntuación >
16), con el paciente aceptando el tratamiento estandarizado para ≥2 años antes; 2) duración de
la enfermedad >2 años; 3) ningún otro trastorno mental según la entrevista del DSM-IV-TR
realizada por dos profesionales superiores psiquiatras; y 4) de 25 a 30 años. Los criterios de
inclusión específicos para los pacientes de SCHeOCD fueron: 1) los síntomas actuales, la
gravedad y la duración de la enfermedad cumplen los criterios diagnósticos del DSM-IV-TR para
la esquizofrenia; 2) la duración de la enfermedad >2 años; 3) los síntomas del TOC
diagnosticados por un psiquiatra superior cualificado con una puntuación de Y-BOCS > 6; 4)
ningún otro trastorno mental...

ordenados según una entrevista DSM-IV-TR por dos psiquiatras de alto nivel usando el SCI-D; y
5) de 25 a 30 años de edad.

Los criterios de inclusión de los HC fueron: 1) ausencia de cualquier trastorno psiquiátrico o del
comportamiento según las entrevistas del DSM-IV-TR realizadas por dos psiquiatras superiores
que utilizaron el PN SCI-D; 2) no tener parientes de primer grado con un diagnóstico psiquiátrico,
según la definición de la Entrevista para Estudios Genéticos, una herramienta de detección
administrada por el médico con una lista de verificación de síntomas utilizada para ayudar a
establecer los diagnósticos de mejor estimación en los miembros de la familia (NIMH, 1992); 3)
tener entre 18 y 25 años de edad. Por último, se aplicaron los siguientes criterios de exclusión a
todos los participantes del espectro de TOC: 1) cualquier diagnóstico psiquiátrico distinto del
TOC, definido por un psiquiatra superior según los criterios del DSM-IV-TR utilizando SCI-D NP; 2)
antecedentes familiares de trastornos mentales, definidos por la Entrevista para Estudios
Genéticos; 3) cualquier enfermedad sistémica que pudiera influir en los datos de la resonancia
magnética (por ejemplo, un traumatismo craneal o una enfermedad neurológica, endocrina,
respiratoria o cardiovascular) sobre la base de la selección realizada por un clínico superior
experimentado; y 4) antecedentes de pérdida de conciencia durante más de 5 min.

2.2. ADQUISICIÓN DE DATOS DE RESONANCIA MAGNÉTICA

Las imágenes estructurales tridimensionales ponderadas en T1 de todo el cerebro sagital


(tamaño del vóxel: 1 × 1 × 1 mm3) y las imágenes funcionales en estado de reposo (tiempo de
repetición, 2000 ms; resolución en el plano, 3,4375 × 3,4375 mm2; espesor del corte, 4 mm; y
duración, 6 min) se adquirieron con un escáner de RM de 3,0T (Discovery MR750, General
Electric, Milwaukee, WI, EE.UU.). Se remite al lector a los materiales suplementarios para
conocer los parámetros detallados de las imágenes.

2.3. Preprocesamiento de datos

Los datos fMRI del estado de reposo fueron preprocesados en el Asistente de Procesamiento de
Datos para el software fMRI del estado de reposo (http://rfmri.org/DPARSF; Chao-Gan y Yu-
Feng, 2010). Se descartaron los diez primeros volúmenes obtenidos de cada participante. Se
corrigió el tiempo de corte, se corrigieron los movimientos de la cabeza, y se realizó el
realineamiento, la normalización espacial y el alisado (véase el material suplementario para la
eliminación de las colas). Las covariables molestas [24 parámetros de movimiento de la cabeza
(Yuan et al., 2016), la materia blanca, el líquido cefalorraquídeo y las señales globales, el filtrado
de paso de banda de 0,01-0,1 Hz y el detrimento lineal] fueron retrocedidas de cada señal de
vóxel.

2.4. PARCELACIÓN

Todo el cerebro se dividió en 272 regiones, incluidas 246 regiones de materia gris cerebelosa
(Fan et al., 2016) definidas en el atlas del Brainnetome
(http://atlas.brainnetome.org/bnatlas.html) y 26 subregiones cerebelosas definidas en el atlas
del Etiquetado Automático Anatómico (Tzourio-Mazoyer et al., 2002). Las series cronológicas de
la IRMF se promediaron en todos los vóxeles de cada región.

2.5. Construcción de la red de rsEC


Para los análisis de rsEC se utilizó el programa informático Resting-State fMRI Data Analysis
Toolkit (REST; www.restfmri.net). Se utilizó un enfoque de análisis de causalidad Granger
basado en coeficientes bivariantes (Chen G, 2009) para investigar las relaciones causales entre
pares de cerebros, generando así una red de rsEC de todo el cerebro para cada parte. Se estimó
una relación causal entre dos regiones evaluando si las señales anteriores dentro de la serie
temporal de la IRMf en una región podían predecir las señales actuales en una segunda región.

2.6. construcción de la red de rsFC

REST (www.restfmri.net) también se utilizó para nuestros análisis de rsFC. Se calcularon los
coeficientes de correlación de Pearson para estimar el rsFC entre cada par de regiones y para
obtener series temporales promediadas.

2.7. ANÁLISIS UNIVARIADO

Las diferencias entre grupos y dentro de los grupos, en particular las conexiones interregionales,
se determinaron mediante pruebas de permutación (n = 1000), cuyos resultados se corrigieron
para realizar múltiples comparaciones.

2.8. ANÁLISIS DE PATRONES

El MVPA se realizó para probar si los patrones de rsEC de todo el cerebro son distintos entre sí:
1) pacientes con U-OCD y HC; 2) pacientes con CeOCD y HC; 3) pacientes con T-OCD y HC; y 4)
pacientes con T-OCD y SCHeOCD. En contraste con el análisis univariado, que compara cada uno
de los

conexión con cualquier otra conexión, MVPA es una técnica de aprendizaje automático que
examina el patrón de todas las conexiones dentro de todo el cerebro simultáneamente
resolviendo un problema de clasificación. Para ello, utilizamos una máquina de vector de apoyo
para identificar un hiperplano de clasificación entre las cuatro comparaciones analizadas arriba.
Los datos de los participantes se dividieron en conjuntos de entrenamiento y pruebas de
acuerdo con el procedimiento de validación cruzada de dejar fuera (LOOCV). La precisión de la
clasificación final se determinó en base al porcentaje de partículas correctamente clasificadas en
todos los pasos del LOOCV y la importancia de la precisión de la clasificación se determinó con
una prueba de permutación (n = 1000) (detalles en Materiales Suplementarios). Para determinar
las contribuciones de las conexiones particulares a la exactitud de la clasificación general, se
extrajo el peso medio de cada conexión a través de todos los pasos de la LOOCV.

3. Resultados

3.1. CARACTERÍSTICAS DEMOGRÁFICAS Y CLÍNICAS de los PARTICIPANTES

Se examinaron los datos de la resonancia magnética de 50 pacientes de U-OCD, 45 pacientes de


CeOCD, 42 pacientes de T-OCD, 47 pacientes de SCHeOCD y 50 HC. El

En el cuadro 1 se resumen las características demográficas y clínicas de esos participantes. Con la


excepción de los pacientes de la U-OCD, todos los demás pacientes estaban tomando
medicamentos durante su participación en el presente estudio. Los agentes terapéuticos anti-
OCD utilizados por los pacientes eran agentes antidepresivos (principalmente fluoxetina,
sertralina y clo- mipramina), y algunos pacientes tomaban un agente antipsicótico adjunto
(aripiprazol, quetiapina o risperidona). Las dosis variaban entre los pacientes.

3.2. COMPARACIONES de las diferencias en la rsEC y la rsFC

Las comparaciones de las diferencias globales en la rsEC y la rsFC se hicieron entre los pacientes
con otitis media aguda y los HC, entre los pacientes con CeOCD y los HC (Fig. 2A-E), entre los
pacientes con otitis media aguda y los HC (Fig. 3A-E), y entre los pacientes con otitis media
aguda y los pacientes con SCHeOCD (Fig. 4A-E). Las comparaciones de las diferencias globales
entre los grupos (cuadro 2) revelaron 15 rsEC que diferían significativamente entre los grupos de
U-OCD y HC (Fig. 1, A-E). Estas ERSEC afectaban principalmente a los circuitos frontal-parietal-
estriado-cerebelo (corteza olfatoria, giro frontal inferior, giro frontal superior medio, giro frontal
supraorbital, giro precentral y giro frontal inferior de la órbita) y a las proyecciones a los ganglios
basales (núcleo caudado, pu-

tamen, globus pallidus), las estructuras del sistema límbico (amígdala, giro para-hipocampal,
giro cíngulo anterior, giro cíngulo posterior) y el vermis del cerebelo. De estas 15 RsEC alteradas,
12 tenían una conectividad reducida, comparada con la de los HC, mientras que 3 tenían una
conectividad incrustada (Fig. 1E). La MVPA mostró que los pacientes de U-OCD podían
distinguirse de los HC (p < 0,001) con precisiones de 75,6% (rsEC), 77,1% (rsFC) y 80,5% (rsEC +
rsFC) (Tabla 3 y Fig. 1F-H).
Table 1

Demographic and clinical characteristics of the study subjects.

Subjects No. Mean age, years Gender, females/males Years of education Duration of illness, months Y-BOCS score
subjects

U-OCD 50 25.9 ± 3.6 24/26 16.8 ± 1.2 16.6 ± 5.2 26.2 ± 5.1
C-OCD 45 28.7 ± 2.8 28/17 18.0 ± 2.5 21.2 ± 3.6 4.2 ±
1.3

TeOCD 42 31.6 ± 4.5 16/26 14.5 ± 3.0 48.0 ± 6.1 35.2 ±


3.5

SCHeOCD 47 33.5 ± 2.1 21/26 12.5 ± 2.5 52.6 ± 12.1 24.4 ±


2.5

PANOVA < 0.001 PChi-square < 0.001 PANOVA < 0.001 PANOVA < 0.001 PANOVA
< 0.001

HC 50 23.7 ± 2.0 25/25 19.0 ± 3.5 N/A N/A

U-OCD vs. HC PStudent's t-test = 0.021 PChi-square = 0.016 PStudent's t-test = 0.007 N/A N/A
C-OCD vs. HC PStudent's t-test = 0.015 PChi-square = 0.025 PStudent's t-test = 0.520 N/A N/A
TeOCD vs. HC PStudent's t-test = 0.003 PChi-square = 0.014 PStudent's t-test < 0.001 N/A N/A
SCHeOCD vs. HC PStudent's t-test = 0.001 PChi-square < 0.001 PStudent's t-test <0.001 N/A N/A

Note: U-OCD, unmedicated OCD patients; CeOCD, patients in clinical remission; T-OCD, treatment-resistant OCD patients; SCHeOCD,
chronic schizophrenia patients who exhibit OCD symptoms; HC, Healthy control; Y-BOCS, Yale-Brown Obsessive Compulsive Scale.

Encontramos ocho rsEC que difieren significativamente en los pacientes con CR-OCD en
comparación con los HC (Tabla 2). Estas rsECs se asociaron principalmente con proyecciones de
las regiones cerebrales frontales a los ganglios basales y a las regiones límbicas y proyecciones
de las regiones de los ganglios basales al cerebelo (Fig. 2A y C). De esas ocho RSE, seis RSE se
redujeron considerablemente y dos aumentaron considerablemente (Fig. 2E). Además,

había 17 rsFC que diferían significativamente entre los pacientes de CeOCD


y HCs (Fig. 2B y D). La MVPA mostró que los pacientes con CeOCD podían distinguirse de los HC
(p < 0,001) con precisiones de 66,0% (rsEC), 68,9% (rsFC) y 73,3% (rsEC + rsFC) (Tabla 3 y Fig. 2F-
H).

Se encontraron 19 rsEC que difirieron significativamente en los pacientes con T-OCD en


comparación con los HC (Tabla 2). Se asociaron predominantemente con conectividades de las
corticales frontal/particulares, los ganglios basales, los resortes límbicos y el cerebelo (Fig. 3A).
De estas 19 rsEC, 16 se redujeron en magnitud, mientras que 3 se incrementaron en magnitud,
en relación con los HC (Fig. 3E). MVPA mostró que los pacientes con T-OCD podían distinguirse
de los HC (p < 0,001) con precisiones de 86,7% (rsEC), 90,7% (rsFC) y 96,3% (rsEC+rsFC) (Tabla 3 y
Fig. 3F-H).

Por último, al comparar los datos de la resonancia magnética del grupo T-OCD con los datos de
la resonancia magnética del grupo SCHeOCD, encontramos 21 rsEC con una diferencia
significativa de grupo, todas ellas localizadas en el circuito de bruma de ganglio frontal-parietal-
basal (Tabla 2). Entre ellas, 17 tenían menores magnitudes en el grupo T-OCD, mientras que 4
tenían mayores magnitudes en el grupo T-OCD. En

Además, había 31 rsFCs que diferían significativamente entre los pacientes con T- OCD y
SCHeOCD (Fig. 4B y D). MVPA mostró que los pacientes con T-OCD se distinguían de los
pacientes con SCHeOCD (p < 0,001) con

precisiones del 95,2% (rsEC), 93,8% (rsFC) y 98,0% (rsEC + rsFC) (Cuadro 3 y Fig. 4F-H).

En las cuatro comparaciones anteriores, las ubicaciones de la mayoría de las principales rsEC
diferían de las de las rsFC importantes, al dictar que las medidas de rsEC y rsFC captan
información diferente. En los MVPA realizados, la precisión de la clasificación de la combinación
de patrones de rsEC + rsFC fue sistemáticamente mayor que la observada para la rsEC o la rsFC
sola.

4. Debate

En el presente estudio, investigamos las características funcionales en los cerebros de los


pacientes con diagnósticos de espectro de TOC. La actividad funcional en el cerebelo estuvo
implicada recientemente en los trastornos mentales (Miquel y otros, 2019; Zhang y otros, 2019),
pero pocos estudios previos han examinado las alteraciones de la actividad cerebelosa en
relación con los síntomas del TOC. Por lo tanto, el diseño de nuestro estudio incluyó la
innovación de examinar el cerebelo y la corteza cerebral como unidades completas. Nuestras
caracterizaciones de rsEC y rsFC de todo el cerebro de cuatro grupos de pacientes, con un grupo
de referencia de HC, revelaron una serie de fenómenos notables, que se detallan a continuación,
y que proporcionan una valiosa información sobre las características patológicas del TOC.

En primer lugar, nuestros resultados proporcionan pruebas suplementarias en apoyo de la


opinión establecida de que las alteraciones funcionales en el circuito cortical-estriado-lámico-
cortical pueden ser una característica patológica del TOC (Wood y Ahmari, 2015). Notablemente,
encontramos que los cuatro grupos de pacientes tenían alteradas las rsECs en relación con las
HCs, más frecuentemente en las proyecciones cortico-subcorticales (~35%), seguidas en orden
descendente de frecuencia por las proyecciones cortico-corticales (~25%), cortico-núcleo basal
(~20%), cortico-cerebelosa (~15%), y subcortico-subcortical (~5%). Estos hallazgos son
coherentes con un gran conjunto de pruebas de neuroimagen que demuestran anomalías de las
regiones de la corteza frontal y parietal y de los ganglios basales en el TOC (Gottlich y otros,
2014; Gursel y otros, 2018; Haynes y otros, 2018; Welter y otros.., 2011), así como con estudios
previos de IRMf en pacientes con TOC que muestran una alteración de la actividad
frontoestriatal durante el desempeño de la tarea de la función ejecutiva (van den Heuvel et al.,
2005), así como alteraciones relacionadas con la memoria de trabajo en la actividad estriatal de
los OFC (Moody et al., 2017; Nakao et al., 2009, 2014; Vaghi et al., 2017; Xu et al., 2019). Se ha
informado de que las densas interconexiones recíprocas entre el cerebelo/subcorteza y las
regiones de la corteza frontoparietal (Aggleton et al., 2010; Vann et al., 2009) son alterado en
pacientes con TOC previamente (Dong et al., 2019; Peng et al., 2014). Estas alteraciones podrían
subyacer, al menos en parte, a los trastornos cognitivos que presentan los pacientes con TOC,
como los déficits en la memoria de trabajo, la atención y la memoria episódica, dado que se ha
demostrado que las regiones de la corteza frontal y parietal son importantes para estas
funciones cognitivas (Aggleton y otros, 2010; Batistuzzo y otros, 2015; Dong y otros, 2019;
Gottlich y otros, 2014; Gursel y otros, 2018; Haynes y otros, 2018;Moody y otros, 2017; Nakao y
otros, 2009, 2014; Peng y otros, 2014; Vaghi y otros, 2017; van den Heuvel y otros, 2005; Vann y
otros, 2009; Welter y otros, 2011; Xu y otros, 2019). Por lo tanto, nuestros hallazgos sobre la
reducción de las rsEC de los núcleos corticales y subcorticales basales en los pacientes con
síntomas de TOC sugieren que el flujo de información desde las zonas corticales hasta los
núcleos basales subcorticales se interrumpe en los pacientes con TOC, incluso cuando no están
realizando ninguna tarea en particular.

Además, observamos interrupciones en la RSE entre el cero-bello y el surco central, el giro


cingulado anterior y el giro para-hipocampal en nuestros pacientes con TOC, en comparación
con los HC.

Tradicionalmente, el cerebelo, el giro cingulado y el giro parahipocampal se han asociado con


funciones cognitivas superiores (Courchesne y Allen, 1997; De Smet y otros, 2007; Ravizza y
otros, 2006;
Diagnosis distinguishing rates for rsEC and rsFC alterations determined by MVPA, both individually and in combination.

Group comparisons rsEC rsFC rsEC + rsFC

U-OCD vs. HC 75.6% 77.7% 80.5%


C-OCD vs. HC 66.0% 68.9% 73.3%
TeOCD vs. HC 86.7% 90.7% 96.3%
TeOCD vs. SCHeOCD 95.5% 93.2% 98.0%

Shatner y otros, 2002), que consisten principalmente en funciones motrices, ejecutivas y de


memoria, respectivamente (Courchesne y Allen, 1997; Mink, 1996; Morton y Bastian, 2004;
Vaghi y otros, 2017; Vann y otros, 2009). Los datos actuales sugieren que las conexiones
ineficaces de la corteza frontal-parietal con los núcleos subcorticales y el cerebelo pueden
representar una característica funcional de los síntomas del TOC. Si se confirman, estos hallazgos
aportan nuevas pruebas para la hipótesis de que las modificaciones del circuito cortical-estriado-
talámico-cortical subyacen a los síntomas del TOC.

En segundo lugar, observamos anomalías de rsEC y rsFC asociadas al TOC que se distribuyeron
por todo el cerebro, lo que sugiere que una amplia desconexión interregional puede ser una
característica principal del espectro del TOC. Nuestros resultados, que muestran que la mayoría
de las alteraciones observadas se manifiestan como reducciones en la actividad de nuestros
pacientes con TOC en comparación con las HC, son coherentes con los resultados de varios
estudios anteriores (Gursel y otros, 2018; Kong y otros, 2019; Wang y otros, 2019). En particular,
observamos algunas conexiones, principalmente en el tálamo, los ganglios basales y el cerebelo,
que eran positivas en los HC pero negativas en los pacientes con TOC (Abe y otros, 2015; Chen y
otros, 2018; Li y otros, 2019). Además, observamos algunas conexiones funcionales que eran
negativas en los HC y más negativas en los pacientes con TOC, incluidas las conexiones del lóbulo
parietal pre-cuneus-inferior y las conexiones del giro postal-us-cingular. Se ha postulado que las
rsFC negativas podrían representar un artefacto matemático introducido por la regresión de la
señal global (Murphy et al., 2009), o podrían ser una característica inherente a la RMNf en
estado de reposo (He y Liu, 2012; Nalci et al., 2017). Considerando estas posibilidades, elegimos
realizar la regresión de la señal global antes de a la construcción de nuestras redes de rsFC para
mejorar la especificidad espacial de nuestros mapas de rsFC (Fox et al., 2009; He y Liu, 2012).

En tercer lugar, las conexiones anormales de rsFC y rsEC observadas en nuestro estudio no se
superponían entre sí, lo que sugiere que las alteraciones de rsEC y rsFC representan diferentes
categorías de perturbaciones de comunicación. Cuando clasificamos el número de conexiones
anormales de rsEC y rsFC, en comparación con los HC, obtuvimos el siguiente orden: T-OCD
pacientes > pacientes de U-OCD > pacientes de CeOCD. Estos hallazgos apoyan nuestra hipótesis
de que las alteraciones de la FC en las proyecciones de la corteza frontoparietal a los núcleos
basales subcorticales y al cerebelo pueden ser un marcador de rasgo de OCD. Se necesita un
estudio de cohorte de gran muestra para confirmar aún más esta hipótesis y nuestros hallazgos
de conectividad estructural.

En cuarto lugar, observamos diferencias significativas de rsEC y rsFC entre los pacientes con T-
OCD y los pacientes con SCHeOCD. Estos hallazgos respaldan la posibilidad de que los síntomas
similares al TOC en pacientes con esquizofrenia puedan representar un estado de enfermedad
distinto que es fundamentalmente diferente de las características patológicas del TOC. Además,
si bien puede ser posible distinguir a los pacientes con TOC según la manifestación clínica
(síntomas), las alteraciones en las conexiones funcionales dentro de la red de modo
predeterminado parecen ser una característica patológica importante de la esquizofrenia
acompañada de síntomas de TOC (Wang y otros, 2019). La hiperconectividad cerebelo-
talamocortical ha sido descrita, de hecho, con anterioridad como un rasgo de la esquizofrenia
(Cao et al., 2018, 2019). Los presentes resultados complementan nuestras anteriores
descripciones de volúmenes reducidos de materia gris en el tálamo y volúmenes aumentados de
materia blanca en la cápsula interna como supuestos rasgos estructurales de la esquizofrenia
(Chand et al., 2020). Así pues, las pruebas disponibles, incluidos los presentes resultados,
respaldan la opinión de que la esquizofrenia con síntomas de TOC es una entidad
patológicamente distinta del TOC.

En quinto lugar, una de las principales conclusiones de este estudio fue que la MVPA de los
patrones de rsEC/rsFC de todo el cerebro distinguía a los pacientes del espectro del TOC de los
HC y a los pacientes del T-OCD de los pacientes del SCHeOCD. En este último caso, los datos de
rsEC funcionaron muy bien, lo que sugiere que los patrones de rsEC podrían ser particularmente
útiles para apoyar el diagnóstico diferencial temprano del TOC entre los pacientes de
esquizofrenia con síntomas similares a los del TOC.

En la actualidad, el diagnóstico de este último depende predominantemente de evaluaciones


subjetivas basadas en cuestionarios y en las opiniones de los psiquiatras (Cheng et al., 2019),
que pueden verse influidas por las experiencias y percepciones particulares del psiquiatra
involucrado (Lochner et al., 2014). Las herramientas de neuroimagen pueden proporcionar una
métrica objetiva para el diagnóstico del TOC y, por lo tanto, mejorar la precisión del diagnóstico
y la planificación del tratamiento (Hirschtritt et al., 2017).

La presente demostración que muestra que tanto los patrones de rsEC y rsFC de todo el cerebro
son útiles para distinguir a los pacientes con TOC de los HC sugiere que existen patrones de rsEC
y rsFC característicos del TOC. Además, nuestros hallazgos que muestran que la combinación de
los datos de rsFC y rsEC mejoró la precisión de la clasificación sugiere que la rsEC y la rsFC captan
características diferentes y complementarias de la desconectividad funcional, al menos en el
TOC.

4.1. LIMITACIONES

Hay varias limitaciones asociadas con este estudio piloto. En primer lugar, nuestra población de
pacientes con TOC tenía un rango bastante amplio de duración de la enfermedad (6-24 meses) y
estaban recibiendo varios tratamientos. Por lo tanto, el primer episodio, los pacientes con TOC
sin drogas deben ser inscritos en una futura cohorte para caracterizar los rasgos de los síntomas
del TOC con mayor precisión. Segundo, nuestros pacientes de CeOCD, T-OCD y SCHeOCD estaban
siendo tratados con farmacoterapias. Porque las ecuaciones de conversión a una dosis uniforme
que podría ser retrocedida en el análisis final son A falta de ello, no podemos descartar la
influencia de los agentes terapéuticos en nuestros hallazgos. Por lo tanto, nuestros resultados
deben ser confirmados en pacientes con TOC que no reciben agentes terapéuticos. Tercero, los
primeros parientes de los pacientes con TOC en este estudio no fueron reclutados porque no
estaban disponibles debido a que a la política china de varias décadas de un solo hijo.
Planeamos inscribir gemelos en un futuro estudio para aclarar nuestros hallazgos. Cuarto, los
pacientes con SCHeOCD fueron comparados con sólo pacientes con T-OCD con el objetivo de
revelar características específicas relevantes para el diagnóstico diferencial del TOC de la
esquizofrenia. Se puede obtener información útil de una comparación de pacientes con TOC de
primer episodio, sin terapia, frente a los pacientes con esquizofrenia de primer episodio y sin
apoplejía. También sería útil comparar a los pacientes cuyo diagnóstico cambió y no cambió de
TOC a esquizofrenia. Quinto, no pudimos evitar que otros síntomas (no relacionados con el
TOC), como las alucinaciones, actuaran como factores de confusión. Los pacientes con
esquizofrenia de primer episodio que presentan síntomas de TOC deben ser estudiados para
corregir esta posible limitación. Sexto, no demostramos ninguna relación entre los valores de FC
y los síntomas clínicos. Investigaciones anteriores que investigaron tales correlaciones han
arrojado resultados inconsistentes. La falta de correlación entre los síntomas clínicos y las
conexiones cerebrales puede indicar que las alteraciones de la conectividad están relacionadas
con los aspectos característicos de los síntomas más que con la gravedad de los mismos (Lui y
otros, 2009; Milev y otros, 2003). Los estudios futuros deberían incluir una medida de los
síntomas clínicos. En séptimo lugar, aunque, en teoría, el aprendizaje automático puede
utilizarse para hacer retroceder las influencias de la edad, el género, el nivel educativo, la
duración de la enfermedad y la gravedad de los síntomas, no podemos asegurar que esas
influencias se hayan evitado por completo. Por lo tanto, un estudio de cohorte de gran muestra
con muestras emparejadas que sigue a los participantes durante 5 años a partir de su primer
episodio de síntomas, incluida la documentación de la estructura y la función en el cerebro y los
objetivos del tratamiento, proporcionarían información más precisa que podría mejorar los
resultados del tratamiento del TOC. Octavo, desafortunadamente, no inscribimos un grupo de
muestra independiente para la validación de la exactitud de la distinción del diagnóstico.
Aunque este trabajo es difícil debido a los desafíos que plantea el estudio de esta población de
pacientes, puede proporcionar información importante sobre las características patológicas del
cerebro. Noveno, porque todavía no hay una herramienta uniforme que pueda ser usada para
retroceder de los efectos potencialmente confusos de la personalidad y el estrés en el
diagnóstico de las diferencias, no lo hicimos. Nuestros resultados deben ser interpretados con la
debida precaución dadas las limitaciones antes mencionadas.

5. Conclusión

A pesar de las limitaciones mencionadas, los presentes resultados sugieren que las
interrupciones en la comunicación de las corticales frontal y parietal a los núcleos basales
subcorticales y al cerebelo pueden ser una característica funcional constante de la patología del
trastorno obsesivo compulsivo. Con una mayor validación, los resultados de la MVPA que
demuestran patrones anormales distintos de rsEC y rsFC entre los subgrupos del espectro del
TOC tienen el potencial de ser utilizados en el futuro para facilitar el diagnóstico diferencial en
los pacientes que presentan síntomas asociados con el TOC.

Financiación

Esta labor fue apoyada por subvenciones del Proyecto de Ciencia y Tecnología de Heilongjiang
(H2015063 a W.L.), el Proyecto de la Universidad Médica de Harbin (a W.L.), la Fundación
Nacional de Ciencias Naturales de China (81.871.052 a C.Z., 81.801.679), Proyectos clave de la
Fundación de Ciencias Naturales de Tianjin (China) (17JCZDJC35700 a C.Z.), la Fundación de la
Oficina de Salud de Tianjin (2014KR02 a C.Z. ), el Proyecto del Fondo de Bienestar Público de
Zhejiang (LGF18H090002 a D.J.), la Oficina de Ciencia y Tecnología de Tianjin (15JCYBJC50800 a
H.T.), y la Oficina de Ciencia y Tecnología de Wenzhou (ZS2017011 a X.L.).

Declaración de Interés Compensatorio

Los autores declaran que no hay conflictos de intereses.

Agradecimientos
Expresamos nuestro más sincero agradecimiento al Profesor Christos Davatzikos (Centro de
Computación y Análisis de Imágenes Biomédicas, Departamento de Radiología, Universidad de
Pensilvania, EE.UU.), y al profesor Siegfried Kasper (Universidad de Viena) por aportar la idea de
este estudio piloto.

Materiales complementarios

Puede encontrarse material complementario relacionado con este artículo, en la versión en


línea, en doi:10.1016/j.psychres.2020.113436.

El cerebro está integrado por millones de neuronas cada una de las cuales establece sus
propias conexiones formando redes neuronales. La conectividad funcional en estado de
reposo cerebral indica las áreas del cerebro cuya actividad está correlacionada, mientras que
la conectividad efectiva entre diferentes áreas cerebrales indica cómo unas áreas influyen
directamente sobre otras. La conectividad efectiva describe el motivo de las interacciones
entre las áreas y se mide usando un modelo dinámico. El método proporciona información de
la comunicación cerebral que varía a lo largo del tiempo según sea la actividad o el estado de
los sujetos.

4. Debate

En el presente estudio, investigamos las características funcionales en los cerebros de los


pacientes con diagnósticos de espectro de TOC. La actividad funcional en el cerebelo estuvo
implicada en los trastornos mentales pero pocos estudios previos han examinado las
alteraciones de la actividad cerebelosa en relación con los síntomas del TOC. Por lo tanto, el
diseño de nuestro estudio incluyó la innovación de examinar el cerebelo y la corteza cerebral
como unidades completas. Nuestras caracterizaciones de rsEC y rsFC de todo el cerebro de
cuatro grupos de pacientes, con un grupo de referencia de HC, revelaron una serie de fenómenos
notables, elaborados a continuación, que proporcionan una valiosa información sobre las
características patológicas del TOC.

En primer lugar, nuestros resultados proporcionan pruebas suplementarias en apoyo de la


opinión establecida de que las alteraciones funcionales en el circuito cortical-estriado-talámico-
cortical pueden ser una característica patológica del TOC. Notablemente, encontramos que los
cuatro grupos de pacientes tenían alteradas las rsECs en relación con las HCs, más
frecuentemente en las proyecciones cortico-subcorticales (~35%), seguidas en orden
descendente de frecuencia por las proyecciones cortico-corticales (~25%), cortico-núcleo basal
(~20%), cortico-cerebelosa (~15%), y subcortical subcortical (~5%). Estos hallazgos son
coherentes con un gran conjunto de pruebas de neuroimagen que demuestran anomalías de las
regiones de la corteza frontal y parietal y de los ganglios basales en el TOC, así como con
estudios previos de IRMF en pacientes con TOC que muestran una actividad frontal-estriada
alterada durante el desempeño de las tareas de la función ejecutiva, así como alteraciones
relacionadas con la memoria de trabajo en la actividad estriatal de los OFC. Se ha informado de
que las densas interconexiones recíprocas entre las regiones del cerebelo/subcorteza y la corteza
frontoparietal se han alterado en pacientes con TOC anteriormente. Estas alteraciones podrían
ser la base, al menos en parte, de los trastornos cognitivos que presentan los pacientes con TOC,
como los déficits en la memoria de trabajo, la atención y la memoria episódica, dado que se ha
demostrado que las regiones de la corteza frontal y parietal son importantes para estas
funciones cognitivas. Así pues, nuestros hallazgos sobre la reducción de las rsEC de los núcleos
corticales y subcorticales-basales en pacientes con síntomas de TOC sugieren que el flujo de
información de las zonas corticales a los núcleos subcorticales-basales se ve alterado en los
pacientes con TOC, incluso cuando no están realizando ninguna tarea en particular, que
consisten principalmente en funciones motoras, ejecutivas y de memoria, respectivamente. Los
datos actuales sugieren que las conexiones ineficaces de la corteza frontal-parietal con los núcleos
subcorticales y el cerebelo pueden representar una característica funcional de los síntomas del
TOC. Si se confirman, estos hallazgos proporcionan nuevas pruebas para la hipótesis de que las
modificaciones del circuito cortical-estriado-talámico-cortical subyacen a los síntomas del TOC.
En segundo lugar, observamos anomalías de rsEC y rsFC asociadas al TOC que se distribuyeron
por todo el cerebro, lo que sugiere que una amplia desconexión interregional puede ser una
característica principal del espectro del TOC. Nuestros resultados, que muestran que la mayoría
de las alteraciones observadas se manifiestan como reducciones en la actividad de nuestros
pacientes con TOC en comparación con las HC, son consistentes con los resultados de varios

estudios previos. En particular, observamos algunas conexiones, principalmente en el tálamo, los


ganglios basales y el cerebelo, que eran positivas en los HC pero negativas en los pacientes con
TOC. Además, observamos algunas conexiones funcionales que eran negativas en los HC y más
negativas en los pacientes con TOC, incluyendo conexiones del lóbulo parietal pre-cuneus-inferior
y conexiones del giro post-cingular. Se ha postulado que las rsFC negativas podrían representar
un artefacto matemático introducido por la regresión de la señal global o podrían ser una
característica inherente a la RMNf en estado de reposo. Considerando estas posibilidades,
elegimos realizar la regresión de la señal global antes de construir nuestras redes de rsFC para
mejorar la especificidad espacial de nuestros mapas de rsFC.

En tercer lugar, las conexiones anormales de rsFC y rsEC observadas en nuestro estudio no se
superponían entre sí, lo que sugiere que las alteraciones de rsEC y rsFC representan diferentes
categorías de perturbaciones de la comunicación. Cuando clasificamos el número de conexiones
anormales de rsEC y rsFC, en comparación con los HC, obtuvimos el siguiente orden: Pacientes
con T-OCD > pacientes con U-OCD > pacientes con CeOCD. Estos hallazgos apoyan nuestra
hipótesis de que las alteraciones de la FC en las proyecciones de la corteza frontoparietal a los
núcleos basales subcorticales y al cerebelo pueden ser un marcador de rasgo del TOC. Se necesita
un estudio de cohorte de gran muestra para confirmar aún más esta hipótesis y nuestros hallazgos
de conectividad estructural.

Cuarto, observamos diferencias significativas de rsEC y rsFC entre los pacientes con T-OCD y los
pacientes con SCHeOCD. Estos hallazgos respaldan la posibilidad de que los síntomas similares al
TOC en pacientes con esquizofrenia puedan representar un estado de enfermedad distinto que
es fundamentalmente diferente de las características patológicas del TOC. Además, si bien puede
ser posible distinguir a los pacientes con TOC según la manifestación clínica (síntomas), las
alteraciones en las conexiones funcionales dentro de la red de modo predeterminado parecen ser
una característica patológica importante de la esquizofrenia acompañada de síntomas de TOC. La
hiperconectividad cerebelo-tálamo cortical se ha descrito anteriormente como un rasgo de la
esquizofrenia. Los presentes resultados complementan nuestras descripciones anteriores de la
reducción de los volúmenes de materia gris en el tálamo y el aumento de los volúmenes de
materia blanca en la cápsula interna como posibles características estructurales de la
esquizofrenia. Por lo tanto, las pruebas disponibles, incluidos los presentes resultados,
respaldan la opinión de que la esquizofrenia con síntomas del TOC es una entidad
patológicamente distinta del TOC.

En quinto lugar, un hallazgo clave de este estudio fue que el MVPA de los patrones de rsEC/rsFC
de todo el cerebro distinguía a los pacientes con espectro de TOC de los HC y a los pacientes con
T-OCD de los pacientes con SCHeOCD. En este último caso, los datos de rsEC funcionaron muy
bien, lo que sugiere que los patrones de rsEC podrían ser particularmente útiles para apoyar el
diagnóstico diferencial temprano del TOC entre los pacientes con esquizofrenia con síntomas
similares a los del TOC.

En la actualidad, el diagnóstico de este último depende predominantemente de evaluaciones


subjetivas basadas en cuestionarios y opiniones de psiquiatras, que pueden verse influidas por
las experiencias y percepciones particulares del psiquiatra en cuestión.

Las herramientas de neuroimagen pueden proporcionar mediciones objetivas para la diagnosis


de los TOC y, por lo tanto, mejorar la precisión del diagnóstico y la planificación del tratamiento.

La presente demostración que muestra que tanto los patrones de rsEC y rsFC del cerebro entero
son útiles para distinguir a los pacientes con TOC de los HC sugiere que hay patrones de rsEC y rsFC
característicos de los TOC. Además, nuestros hallazgos que muestran que la combinación de los
datos de rsFC y rsEC mejoró la precisión de la clasificación sugiere que la rsEC y la rsFC captan
características diferentes y complementarias de la desconectividad funcional, al menos en el TOC.

LIMITATIONS

Hay varias limitaciones asociadas con este estudio piloto. En primer lugar, nuestra población de
pacientes con TOC tenía un rango bastante amplio de duración de la enfermedad (6-24 meses) y
estaban recibiendo varios tratamientos. Por lo tanto, el primer episodio, los pacientes con TOC
sin drogas deben ser inscritos en una futura cohorte para caracterizar los rasgos de los síntomas
del TOC con mayor precisión. Segundo, nuestros pacientes de CeOCD, T-OCD y SCHeOCD estaban
siendo tratados con farmacoterapias. Porque las ecuaciones de conversión a una dosis uniforme
que podría ser retrocedida en el análisis final son, A falta de ello, no podemos descartar la
influencia de los agentes terapéuticos en nuestros hallazgos. Por lo tanto, nuestros resultados
deben ser confirmados en pacientes con TOC que no reciben agentes terapéuticos. Tercero, los
primeros parientes de los pacientes con TOC en este estudio no fueron reclutados porque no
estaban disponibles debido a que a la política china de varias décadas de un solo hijo. Planeamos
inscribir gemelos en un futuro estudio para aclarar nuestros hallazgos. Cuarto, los pacientes con
SCHeOCD fueron comparados con sólo pacientes con T-OCD con el objetivo de revelar
características específicas relevantes para el diagnóstico diferencial del TOC de la esquizofrenia.
Puede obtenerse información útil de una comparación de pacientes con TOC de primer episodio
y sin tratamiento con respecto a pacientes con esquizofrenia de primer episodio y sin
tratamiento. También sería útil la comparación de pacientes cuyo diagnóstico cambió y no
cambió de TOC a esquizofrenia. Quinto, no pudimos evitar que otros síntomas (no relacionados
con el TOC), como las alucinaciones, actuaran como factores de confusión. Los pacientes con
esquizofrenia de primer episodio que presentan síntomas de TOC deben ser estudiados para
corregir esta posible limitación. Sexto, no demostramos ninguna correlación entre los valores de
FC y los síntomas clínicos. Investigaciones anteriores que investigaron tales correlaciones han
arrojado resultados inconsistentes. La no correlación entre los síntomas clínicos y las conexiones
cerebrales puede indicar que las alteraciones de la conectividad están relacionadas con los
aspectos característicos de los síntomas más que con la gravedad de los mismos. Los estudios
futuros deberían incluir una medida de los síntomas clínicos. En séptimo lugar, aunque,
teóricamente, el aprendizaje automático puede utilizarse para hacer retroceder las influencias
de la edad, el sexo, el nivel educativo, la duración de la enfermedad y la gravedad de los
síntomas, no podemos asegurar que esas influencias se hayan evitado por completo. Por lo
tanto, un estudio de cohorte de gran muestra con muestras emparejadas que siga a los
participantes durante 5 años a partir de su primer episodio de síntomas, incluida la
documentación de los marcadores estructurales y funcionales en el cerebro y los objetivos del
tratamiento, proporcionaría información más precisa que podría mejorar los resultados del
tratamiento del TOC. En octavo lugar, lamentablemente, no inscribimos un grupo de muestra
independiente para la validación de la exactitud de la distinción del diagnóstico. Aunque ese
trabajo es difícil debido a los desafíos que plantea el estudio de esta población de pacientes,
puede proporcionar información importante sobre las características patológicas del cerebro.
Noveno, porque todavía no hay una herramienta uniforme que pueda ser usada para retroceder
de los efectos potencialmente confusos de la personalidad y el estrés en el diagnóstico
diferencial, no lo hicimos. Nuestros resultados deben interpretarse con la debida precaución
dadas las limitaciones mencionadas.

5. Conclusión

A pesar de las limitaciones mencionadas, los presentes resultados sugieren que las interrupciones
en la comunicación de los cortico frontales y parietales a los núcleos basales subcorticales y al
cerebelo pueden ser una característica constante y funcional de la patología del trastorno
obsesivo compulsivo. Con una mayor validación, los resultados de la MVPA que demuestran
patrones anormales distintos de rsEC y rsFC entre los subgrupos del espectro del TOC tienen el
potencial de ser utilizados en el futuro para facilitar el diagnóstico diferencial en los pacientes que
presentan síntomas asociados con el TOC.

También podría gustarte