Actualmente la empresa colombiana Bavaria, es una de las mejores con respecto a Responsabilidad social y desarrollo sostenible; sin embargo, años atrás tuvo varias problemáticas en cuanto a sus trabajadores, y el medio ambiente. El primer caso sucede en el año 1991, en el que más de 5.800 trabajadores de dicha empresa dan inicio a una huelga indefinida de sus actividades a causa de no llegar a un acuerdo con la administración para integrar la nueva convención laboral. Los trabajadores demandaban que tanto los auxilios de transporte y alimentación como la rotación de uniformes debía estimarse como parte del salario. La empresa argumentó que debido a que la ley no explica de forma esclarecedora el tema y por carecer de reglamentación no se aceptó. José Alejandro Pedraza, presidente del sindicato de Bavaria, lamentó tener que promover el paro, puesto que los voceros de la empresa sostuvieron desde el inicio la misma decisión que impidió el acuerdo. El 7 de febrero del 2001 se cumplieron 60 días que se fijaba la ley, dejando dos alternativas; que el ministerio de trabajo decretara un Tribunal de Arbitramiento que resolviera el conflicto laboral o que el sindicato determinara un cese indefinido de actividades. Tiempo después los trabajadores no sindicalizados de la Cervecería de Boyacá de Bavaria anunciaron la instalación de acciones de tutela contra el sindicato Sinaltrabavaria, ya que se estaban vulnerando sus derechos fundamentales de trabajo, por haber prolongado la huelga más de 50 días. Hasta el 23 de febrero del mismo año se convocó el Tribunal de Arbitramiento para definir la nueva convención colectiva para 6.300 trabajadores. El segundo caso ocurre desde el año 1983, cuando su actividad empezó a generar polución por hollín, contaminación auditiva y ocupación del espacio público, específicamente en el centro de Cúcuta; a raíz de ello, muchas familias se vieron obligadas a mudarse del lugar porque los niños comenzaron a padecer problemas respiratorios, y adicionalmente la desvalorización de sus inmuebles. El alcalde de Cúcuta, José Antonio Albarracín, impone una multa a la empresa de Bavaria de más de 200 millones de pesos por no suscribir un convenio compensatorio por los daños al medio ambiente y beneficios para la comunidad. El tercer caso también corresponde a daños al medio ambiente en el municipio de Tocancipá, en especial su zona rural, dado que sus residuos eran desechados al aire, generando así, que se viera afectada la salud de los habitantes de la zona por la incorrecta actividad de aspersión química que procedía de la empresa.